• Operaciones de Paz • Seguridad y Defensa • Conicto y Negociación Internacional • Planicación Militar • Conducción Militar • Historia Militar • Pensamiento Estratégico • Relaciones Internacionales y Geopolítica • Estudios de la Guerra Contemporánea • Geopolítica Otros Títulos de la Colección: • G"#$#%&'()* O)"-.()* / A12'3*%4 G"."3*% R*67. C*9*2 :#.'*%;*
RODOLFO A( ORTEGA PRADO
Coronel de Ejército, Doctor en América Latina Contemporánea por la Universidad Complutense de Madrid, España (2008). Magíster en Ciencias Militares en dos menciones: Políticas de Defensa y Gestión y Planicación Estratégica (Academia de Guerra del Ejército de Chile). Licenciado en Ciencias Militares. Ocial de Estado Mayor, especialista en Infantería y profesor de Academia en la asignatura de Táctica y Operaciones.
E"cenario y E"trategia es un libro dedicado a las nuevas generaciones de ociales de la Academia de Guerra que requieren de una visión sintética, pero a la vez enciclopédica de los asuntos y términos propios de la profesión militar. Esta obra constituye un compendio de las nociones más propias de las ciencias militares que son parte de la función docente de nuestro instituto. Por este motivo el escrito que presentamos desarrolla un vasto esquema de trabajo, en el que los alumnos y profesores interesados van encontrando los clivajes teóricos y prácticos del conocimiento militar de forma llana y gradual, de modo que los conceptos teóricos y aplicaciones de caso puedan ser evidenciados en este proceso de aprendizaje. Finalmente, el texto tiene un orden lógico deductivo que permite su consulta tanto sistemática como discontinuada, demostrando su gran versatilidad y augurando una capacidad para ser utilizado en la exploración primero, y en la profundización luego de los conocimientos de la malla del curso regular de Estado Mayor.
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La Academia de Guerra del Ejército desarrolla la serie editorial Colección Academia de Guerra del Ejército con el n de difundir y exponer los contenidos de su quehacer académico en el campo de las ciencias militares. La misma tiene como objetivo contribuir a la formación del capital humano y aumentar el acervo de conocimientos tanto al interior de la Institución como en su relación con académicos y estudiosos de asuntos militares en Chile y el extranjero, civiles y militares, que se dediquen preferentemente a las siguientes líneas de investigación:
!"#!$%&'( * !"+&%+!G'% &odolfo %1 (rte5a Prado
Diplomado en Estudios Avanzados de América Latina por la Universidad Complutense de Madrid; en Sociología Militar por la Academia de Guerra del Ejército de Chile; en Prevención de Conictos y en Gestión de Conictos en Asia-Pacíco por la Universidad Complutense de Madrid; en Gestión Estratégica de Organizaciones por la Academia Politécnica Militar del Ejército de Chile. Realizó el Curso de Alto Mando en la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos (ANEPE). Ha publicado libros y artículos en Chile y el extranjero. Destacan H"#$%&"' M"*"$'& +, *'# V"&$.+,# +,* E01&2"$% C4"*,5%, Biblioteca del Ocial, Santiago (2008) y P&,#,52"' M"*"$'& ,5 *' 7&%8"52"' +, L*'5:."4., 1<=1>?==1, Imprenta Austral, Temuco (2001).
Editado por el Departamento de Investigación y Desarrollo
Actualmente se desempeña como profesor del Departamento de Estudios Estratégicos de la Academia de Guerra del Ejército de Chile.
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Escenario y Estrategia
Rodolfo A. Ortega Prado
AUTOR CRL. Rodolfo Antonio Ortega Prado coordinación editorial Sección Investigación y Publicaciones Jefatura Investigación y Extensión Diseño E impresión Instituto Geográfico Militar Academia de Guerra del Ejército de Chile. Valenzuela Llanos 623, La Reina. Registro de Propiedad Intelectual Nº 192053 I.S.B.N. Nº 978-956-7527-60-1 Santiago de Chile, Junio de 2010
Dedicado a: Marta González Pizarro Hernán Peñafiel Palma
PRESENTACIÓN Este segundo libro de la Colección Academia de Guerra que ponemos a disposición de la comunidad académica, constituye una síntesis de la vocación pedagógica que inspira a la Academia como instituto de educación superior del Ejército. En tal sentido, cuando usamos la expresión vocación, lo hacemos en su sentido clásico de vocare, es decir llamado, ya que este libro refleja el compromiso formativo de la Academia con las reflexiones intelectuales que debe realizar el Oficial de Estado Mayor en su desempeño profesional, tanto en el ámbito de la Defensa como de las relaciones internacionales. De tal manera, sus contenidos constituyen un aporte al acervo cultural del especialista primario, entregándole elementos de juicio necesarios para reconocer los límites, contexto y competencias de su carrera militar. Estos límites comprenden todas las materias y disciplinas de aplicación que tienen relación directa o indirecta con los escenarios y actividades del combate, así como aquellas que, no obstante constituir insumos funcionales de los niveles superiores de la defensa nacional, también forman parte de las competencias que deben desarrollar los oficiales de Estado Mayor en beneficio de su función asesora. Dichos conocimientos, en consecuencia, son parte de su formación integral. En este sentido, la geografía y la geopolítica han sido en el Ejército en general, y en nuestra Academia en particular, objeto de un estudio sistemático, tanto por su incidencia directa en la estrategia, la logística y la táctica, como por su valor político para la adopción de las más trascendentales decisiones de Estado. Así, disponemos hoy de un sólido cuerpo de conocimientos, cuyo desarrollo está ligado a los nombres ilustres de los generales Bernardo O´Higgins, Joaquín Prieto, Manuel Bulnes, Jorge Boonen Rivera, Ramón Cañas Montalva, Augusto Pinochet Ugarte y del coronel Julio von Chrismar Escuti, entre otros, cuya contribución ha sido trascendente para el desarrollo de un pensamiento geopolítico nacional que contrasta con la lógica de las teorías tradicionales. Luego de un período de cierto letargo, en la actualidad, los acontecimientos mundiales que caracterizan a nuestra época, han terminado por trascender a las tendencias críticas de la posmodernidad, las que se empeñaron en negar lo evidente, en el sentido que la geografía, la geopolítica y la estrategia constituyen dimensiones interdependientes que son fundamentales para comprender la lógica de la globalización. Por tal razón, este segundo libro de la Colección Academia 7
Presentación
de Guerra, contribuye a superar también dichas visiones restrictivas, poniendo a disposición de sus lectores, si no una guía, al menos una visión amplia de un saber que es fundamental para el ejercicio de la profesión militar.
John Grifitths Spielman Coronel Director de la Academia de Guerra
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PRÓLOGO Este libro tiene el mérito de integrar cuatro áreas relacionadas con las Ciencias Militares. La Geografía Militar –desde la conformación de los primeros ejércitos– ha permitido concluir sobre las ventajas y desventajas que el terreno y el clima ocasionan a las operaciones bélicas; la Geopolítica ha orientado las decisiones de diversos gobernantes para fijar los objetivos nacionales e incluso determinar los lineamientos para el desarrollo de los países; la Geoestrategia ha valorizado los escenarios para definir las políticas militares, y la Estrategia ha precisado las formas de actuar para alcanzar o preservar objetivos que las autoridades políticas determinen. Su armónica relación y la aplicación dan origen al empleo de las fuerzas para disuadir, defender el territorio nacional o facilitar el desarrollo del Estado. El autor, Oficial de Estado Mayor y destacado profesor es capaz de presentarnos esta visión unitaria de las Ciencias Militares gracias a su dominio de ellas y a los estudios doctorales que le han permitido generar una capacidad metodológica para construir interdisciplinariamente teoría y proponer las acciones para aplicarla. Adicionalmente es importante un aspecto que nos entrega este libro. Resalta la naturaleza de los ejércitos. Pocos perciben y menos aprovechan en decisiones político-estratégicas, que esta Institución hoy no solamente tiene como objeto la guerra, sino que también participar activamente en operaciones internacionales para preservar la paz y resguardar la integridad de las personas. En esa dimensión en el pensamiento y estudios castrenses se ha ampliado el horizonte de la Geografía Militar al conocimiento de diversos factores humanos y sociales que tienen que ver con la densidad demográfica, fuentes de abastecimiento, biodiversidad, recursos naturales y protección del medioambiente. Como producto de esta visión moderna en la actualidad no tendría justificación alguna emplear medios militares en áreas protegidas o donde sus recursos impacten en el ambiente geográfico. Menos aún dañar cualquier fuente de recursos autorrenovables o agotables. Por el contrario, surgen voces internacionales de preservación del espacio geográfico, aun a costa de la soberanía de los propios Estados a los que se les ha asignado alguna responsabilidad de resguardar recursos que la comunidad mundial califica de vitales para el destino de la humanidad. La dimensión y tendencia reseñada lleva a que el análisis Geográfico Militar no se restringe hoy a dimensionar los efectos de las armas 9
Prólogo
en el espacio físico, sino que a concluir sobre las áreas por proteger e inclusive respecto de aquellas donde será imposible efectuar operaciones de cualquier tipo. Por su parte en el siglo XX, la Geopolítica fue la disciplina que orientaba al conductor político a la luz de la geografía física y humana. Alcanzaron notoriedad las teorías sobre el espacio vital, o aquellas en que el espacio de los Estados aumenta con el crecimiento de la cultura y que los Estados crecen por la anexión de unidades menores (Ratzel). En estos días estos criterios son parte de los planteamientos históricos obsoletos de la Geopolítica, y nadie intentaría validarlos en el concierto internacional vigente. Sin embargo, aún las reflexiones geopolíticas ayudan a entender las causas de los conflictos, sean estos dentro del propio Estado o entre Estados. De igual forma, en el siglo anterior el razonamiento geopolítico profundizaba en los probables objetivos geopolíticos contrapuestos entre Estados vecinos y eventualmente entre Estados distantes. En la actualidad, como se nos presenta en el libro, la Geopolítica se ha revitalizado. Participa en el estudio de los problemas globales, como la lucha por la energía, las migraciones humanas, el acceso al agua, la alimentación, el narcotráfico y otros desafíos que la humanidad intenta enfrentar como un todo. En este proceso, la Geopolítica nuevamente se ha posesionado como una disciplina orientadora del nivel político y no hay reparos académicos o políticos sobre sus fines. Es más, se considera que la Geopolítica en su rol de estudiar el determinismo del ambiente físico se ha extinguido, y que sus variables de análisis son la ecología, los recursos y la preservación del ambiente físico. Incluso podríamos aseverar que, a diferencia de antaño, la Geopolítica centra su atención en los recursos y no en el espacio. El aporte que hace el libro para valorar esta nueva dimensión de la Geopolítica estimo tiene mucha importancia. También incursiona el texto en una de las disciplinas menos tratadas por autores e intelectuales, me refiero a la Geoestrategia. Ella surge en el siglo XIX producto de la convergencia de los significados de la Geografía Militar y Estrategia, pero lo hace para referirse exclusivamente a las relaciones entre el espacio físico y las estratagemas de empleo de las fuerzas. Prácticamente durante todo el siglo XX la Geoestrategia buscó un espacio académico, debatiéndose entre las fronteras de la Geopolítica y la Estrategia, y solo con las obras de Nicholas Spykman, Richard Muir, Pierre Celerier y Zbigniew Brzezinski se posesiona definitivamente en las áreas de las Relaciones Internacionales y Ciencias Militares 10
Prólogo
Resulta novedosa e interesante la revisión que se hace de importantes estudios sobre el mundo en general o de sus regiones en particular donde se concluye respecto de la influencia de la Geografía en la Estrategia. Sin ir más lejos, en el Libro de la Defensa Nacional de Chile 2002 se hace mención al desafío Geoestratégico de Chile, indicando que la geografía del territorio nacional impone algunas consideraciones que atañen directamente a la formulación y aplicación de la Política de Defensa Nacional ya que afectan la infraestructura del país y al despliegue de sus Fuerzas Armadas. Posteriormente, en 2010, la nueva versión del libro aludido no se refiere a la Geoestrategia como tal, pero efectúa una valoración estratégica del territorio nacional, que se circunscribe a los fines de la Geoestrategia que comenzó a delinearse en el siglo antepasado. En 1986, y mientras me correspondió desempeñarme como Jefe de Estudios de la Academia de Guerra del Ejército de Chile y Profesor de Estrategia, hice público muchos de mis pensamientos sobre la política y la estrategia en el libro La interpenetración política estratégica. Lo menciono dada su relación con algunos de los contenidos de esta obra que actualizan el concepto partiendo de la esencia de lo que en esos tiempos traté de adelantar como una propuesta que me parecía provocadora, y que apuntaba a una visión de interacción que botara barreras de compartimentos estancos en el pensar y el actuar político y estratégico. El autor del libro rescata el texto aludido incluyéndolo en uno de sus capítulos. Es así como basándose en lo propuesto en esos años reitero que la estrategia no se restringe al ámbito puramente militar, sino que implica diferentes niveles de decisión que conforman una gradación piramidal, destacándose una estrategia de nivel político que es ejecutada por el Jefe Supremo de la Nación y que se orienta a la dirección global del conflicto, por lo cual se preocupa de articular todos los medios del Estado para alcanzar el objetivo político determinado. Luego surge una estrategia de un nivel especializado de cada uno de los grandes sectores que conforman el Estado, y que se orienta a establecer la forma de empleo de los recursos en el logro del objetivo definido por la estrategia del nivel político. Finalmente, la estrategia de carácter ejecutorio, que se preocupa de definir los recursos y su empleo para el logro de los fines que la estrategia de cada sector hubiese determinado, último nivel en que el autor de este libro centraliza su atención y que limita a la Estrategia Militar. 11
Prólogo
Surge con claridad un concepto moderno de estrategia, que se refiere a la ciencia y arte que aplica el conductor militar en la concepción y conducción de los medios puestos a su disposición para la consecución de los objetivos necesarios para alcanzar la victoria. Ella posee en la actualidad un campo de acción mucho más amplio, que no limita a la estrategia militar a la guerra convencional, sino además al empleo de las fuerzas militares en apoyo de la política exterior de los Estados, las operaciones de paz y el empleo ante situaciones catastróficas o de desarrollo nacional. Una revisión del actuar en el mundo hoy, permite apreciar que dichos conceptos marcan la tendencia dominante en las diferentes realidades que diariamente observamos en el quehacer de las FF.AA. y los ejércitos. Este texto tiene un mérito adicional a los ya reseñados donde he resaltado que induce al conocimiento básico del ámbito de estudio de las Ciencias Militares, constituyéndose en una importante fuente de información para los oficiales que inician sus estudios de Estado Mayor. Agrega como un elemento conducente al fin que destaco las abundantes referencias respecto de quienes han realizado significativos aportes al conocimiento en Geografía Militar, Geopolítica, Estrategia y Geoestrategia. El autor con justicia, lo que muchas veces no se hace en este tipo de publicaciones, hace un reconocimiento a destacados oficiales que en su oportunidad contribuyeron al aumento del conocimiento en cada una de las áreas indicadas. Lo enriquece con un juicio del autor donde toma posición con respecto a algunos conceptos, la relación cronológica y la incorporación de destacados comentarios de académicos de renombre internacional, que sustentan las bases conceptuales del libro. Su formación castrense y civil sin duda aquí se combinan en un aporte que nos hace de carácter significativo. Estimo que las cuatro áreas elegidas por el autor para desarrollar sus definiciones y planteamientos comprenden un amplio marco teórico y un extenso saber acumulado. Sin embargo, su síntesis representa lo esencial que debe abarcar el punto de partida para el estudio en profundidad de cada una de ellas. No obstante, es conveniente destacar algunos de sus lineamientos para observar la convergencia entre ellos y las fronteras de sus preceptos. El autor ha concluido que la Geografía Militar estudia las ventajas y desventajas para las fuerzas propias y adversarias de todos los factores geográficos que inciden en las operaciones militares, como asimismo que dependiendo de la magnitud de las unidades y recursos 12
Prólogo
que posea, cada factor geográfico será valorizado en forma diferente. Cabría agregar a esta aseveración, que en los tiempos actuales la Geografía Militar no tiene límites en sus materias de estudio, y que cada una de las variables que incluirá en su análisis estará influida por la amplitud del escenario, su riqueza natural, sus recursos, la tecnología que emplearán las fuerzas y la población civil que la habita. La Geopolítica circunscrita al estudio de la influencia de la geografía en las decisiones políticas y evolución de los Estados, basada en las relaciones entre los factores geográficos y el comportamiento histórico del hombre, debería convenientemente ampliarse al estudio de la influencia que están ejerciendo algunos Estados sobre otros –algunos muy distantes geográficamente– y cómo esta relación origina ejes de dominio y presión sobre otros Estados, que sin capacidad para formar alianzas o participar en procesos de integración, quedan en desmedro en su desarrollo, seguridad y defensa. Sirva citar como ejemplo, la influencia ejercida por Venezuela en algunos países de la región, o la que ejercen sobre Venezuela, Rusia e Irán. Por su parte, la Geoestrategia es insustituible en el análisis de los amplios escenarios en los cuales se desarrollan los conflictos o para catalogar algunas regiones con objetivos de defensa comunes o con aspiraciones similares en el contexto internacional. Como el autor lo indica, su objeto de estudio son los factores geográficos que influyen en las decisiones estratégicas relacionadas con la seguridad o defensa de un Estado, dos o más Estados, o una región del mundo en particular. En el presente, la Geoestrategia ha incorporado de lleno a sus variables de análisis aquellos factores mutables que en el pasado había dejado un tanto de lado para privilegiar a los físicos o inmutables. La economía, la población y los accesos a las fuentes de recursos se privilegian en las deducciones estratégicas basadas en la geografía, sin dejar de lado la importancia de la posición geográfica y las características físicas de los espacios terrestres, aéreos y marítimos. Por último, la Estrategia Militar, que en la actualidad se desenvuelve en la resolución de conflictos cada vez más alejados de los clásicos y después de un tránsito de lo convencional a una guerra difusa, privilegia los principios y normas fundamentales de empleo de una guerra asimétrica. Si bien la guerra convencional está alejándose cada vez más de las formas de hacer la guerra, otras amenazas afectan la seguridad de los Estados e incluso la estabilidad del mundo. Prueba de ello son las amenazas terroristas, que después del 11-S han llegado a incluir la amenaza de emplear medios nucleares, o la guerra que se desarrolla en Afganistán, donde una potente fuerza militar ha venido 13
perdiendo espacios o empleado estrategias equivocadas para enfrentar al mundo talibán. Finalmente, un especial reconocimiento para la Academia de Guerra y para el autor de este libro. Al Instituto por honrarme con el prólogo de este libro, esperando continúen el camino trazado por los oficiales que han pasado por las aulas de la Academia, algunos de ellos ex Comandantes en Jefe como se estipula en este texto. Un especial testimonio de congratulación al autor, Coronel Rodolfo Ortega Prado, por su aporte desinteresado a la formación de los oficiales que inician sus estudios de Estado Mayor, lo que me consta ha sido una vocación demostrada desde el momento que inició su propio proceso de formación, enriqueciéndolo a lo largo de su destacada carrera con esfuerzo, tesón y capacidad.
Juan Emilio Cheyre Espinosa Director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica de Chile. Ex Comandante en Jefe del Ejército de Chile Doctor en Ciencia Política y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid
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ÍNDICE
PRESENTACIÓN ......................................................................................
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PRÓLOGO .................................................................................................
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INTRODUCCIÓN .....................................................................................
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CAPÍTULO I Geografía Militar y Operaciones Militares ....................
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1.1 Importancia de la Geografía Militar ........................................
33
1.3 Diseños de los estudios geográficos militares .................... 41
1.2 Los estudios geográficos militares ......................................... 40
1.4 La Geografía Militar en la historia militar universal ............. 42 1.4.1 Determinismo geográfico .............................................. 42 1.4.2 La Batalla de las Ardenas .............................................. 44 1.4.3 El sitio de Masada............................................................ 45 1.4.4 La Operación Barbarroja ................................................ 46 1.5 La Geografía Militar en la historia militar de Chile .............. 48 1.5.1 Guerras de la Independencia ....................................... 48 1.5.1.1 Rancagua .................................................................... 48 1.5.1.2 Cruce de los Andes .................................................. 49 1.5.2 Guerra del Pacífico .......................................................... 50 1.5.2.1 Desembarco en Pisagua ......................................... 50 1.5.2.2 Combate de Los Ángeles ....................................... 51 1.6 La Geografía General y los elementos que estudia la Geografía Militar........................................................................... 52 1.6.1 Factores que estudia la Geografía Militar .................. 53 1.6.1.1 Variables en las relaciones espaciales ................ 55 1.6.1.2 Variables en los factores geofísicos ..................... 56 1.6.1.3 Variables en los factores geohumanos ................ 58 1.6.1.4 Variables en los factores geoeconómicos .......... 59 15
Índice
1.6.1.5 Variables en los factores geomilitares ................. 60 1.6.1.6 Valorización militar del escenario geográfico .... 62 CAPÍTULO II GEOPOLÍTICA, EVOLUCIÓN Y ESPACIO .......................................... 63
2.1 La Geopolítica y sus relaciones ............................................... 65
2.4 Términos geopolíticos ................................................................
81
2.5 Principios geopolíticos – Leyes de Expansión .....................
87
2.2 Perspectiva histórica de la Geopolítica ................................. 66 2.3 Definiciones de Geopolítica ...................................................... 78
2.6 Factores geopolíticos ................................................................. 90 2.6.1 Localización geográfica ................................................. 90 2.6.2 Territorio .............................................................................. 90 2.6.3 Clima .............................................................................. 92 2.6.4 Población............................................................................ 92 2.6.5 Recursos naturales........................................................... 92 2.6.6 Infraestructura................................................................... 93 2.7 Teorías y planteamientos geopolíticos.................................... 94 2.7.1 Friedrich Ratzel.................................................................. 94 2.7.2 Paul Vidal de La Blache.................................................. 95 2.7.3 Johan Rudolf Kjellen........................................................ 96 2.7.4 Alfred Thayer Mahan........................................................ 98 2.7.5 Halford John Mackinder.................................................. 99 2.7.6 Karl Ernst Haushofer........................................................ 102 2.7.7 Giulio Douhet .................................................................... 104 2.7.8 William Lendrum Mitchell o Billy Mitchell................... 105 2.7.9 Alexander Procofieff de Seversky................................. 106 2.7.10 André Hillion...................................................................... 108 2.7.11 Nicolás Spykman............................................................. 108
2.8 La Metodología para el análisis Geopolítico......................... 110
2.9 Los límites geográficos de Chile.............................................. 112 2.9.1 Historia de las fronteras .................................................. 112 16
Índice
2.9.2 Historia de los límites de Chile...................................... 116 2.10 Desafíos geopolíticos del sur de América.......................... 117 2.11 Desafíos geopolíticos de Chile ............................................. 125 CAPÍTULO III LOS DESLINDES DE LA GEOESTRATEGIA ...................................... 135
3.1 Geoestrategia y sus relaciones ................................................ 137
3.2 Geoestrategia en la Historia ..................................................... 138 3.2.1 Alejandro Magno .............................................................. 138 3.2.2 La Guerra Fría ................................................................... 141 3.2.3 El caso nacional, Chile, el último bastión español en América del Sur .......................................................... 143 3.3. Teorías geoestratégicas ............................................................. 146 3.3.1 Pierre Celerier ................................................................... 146 3.3.2 Saúl Bernard Cohen ........................................................ 148 3.3.3 Richard Muir ...................................................................... 149 3.3.4 Zbigniew Brzezinski ........................................................ 151 3.3.5 Pedro Orueta Cuevas ..................................................... 153 3.4 Análisis Geográfico-estratégicos ............................................ 154 3.4.1 España .............................................................................. 154 3.4.2 Argentina ............................................................................ 160 3.4.3 Perú .............................................................................. 163 3.4.4 Chile .............................................................................. 167 CAPÍTULO IV ESTRATEGIA MILITAR ............................................................................. 173
4.1 Aproximación teórica y definición ........................................... 175
4.2 Estrategia: Historia Universal ................................................... 179 4.2.1 Batalla de Austerlitz en 1805 ........................................ 184 4.2.2 Batalla de Waterloo de 1815 ......................................... 189
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Índice
4.3 Modelos estratégicos “clásicos” ............................................. 193 4.3.1 Aproximación Indirecta .................................................. 194 4.3.2 Guerra Relámpago .......................................................... 196 4.3.3 Modelos estratégicos contemporáneos .................... 198 4.4 Tratadistas nacionales ............................................................... 204 4.4.1 Otros autores nacionales ............................................... 211
4.5 Nuevos desafíos .......................................................................... 220
CONCLUSIONES...................................................................................... 225 ANEXO Nº 1 Resumen histórico de los límites geográficos de Chile............. 233 BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................ 256
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INTRODUCCIÓN
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El escenario donde se han zanjado las guerras o batallas es uno de los principales factores que permite a los historiadores interpretar los resultados de los combates o los efectos de las decisiones estratégicas o tácticas adoptadas. Con el transcurrir del tiempo varían las modalidades en el empleo de las fuerzas y las características técnicas del armamento, incluso se corrigen y reinterpretan los principios de la guerra. Sin embargo, lo que no tiene variación, es el escenario donde se concretó una batalla o la zona que permitió la aproximación a ella. Esta inmutabilidad del escenario se confirma con la evidencia de que muchos conductores militares han utilizado las mismas áreas geográficas para esperar o buscar una decisión militar, y por ello se asevera que: los campos de batalla hollados por sucesivas guerras, constituyen una manifestación, aunque no necesariamente una demostración, de un cierto grado de determinismo histórico geográfico, lógicamente muy explicable por diversas causas, especialmente por la enorme influencia de las condiciones y características geográficas sobre los acontecimientos militares.1 Es posible agregar a esta afirmación, que el adecuado estudio de los factores geográficos permite obtener conclusiones similares de los beneficios y problemas que el terreno representa para cada acción de combate que se realice. Las fuerzas enfrentadas saben los aspectos favorables y adversos que el escenario significa. Por ello, en la definición de las diferencias a favor o en contra, mediará la habilidad de los comandantes o estados mayores para deducir las ventajas y desventajas para las fuerzas propias y del adversario. Por la particularidad de cada zona geográfica, y en especial por los factores distintivos del contorno de las fronteras, la morfografía, clima y recursos naturales de cada Estado, será necesario definir algunas orientaciones estratégicas al más alto nivel, para establecer políticas de desarrollo militar y de empleo de los medios en concordancia con algunas limitantes que los elementos geográficos imponen. En esta definición, tiene cabida la Geoestrategia, como una disciplina que estudia los factores geográficos del propio Estado o de otros Estados, para concluir como estos inciden en las decisiones estratégicas que se relacionan con su defensa o con el empleo militar de los medios. Por ello, los desafíos geoestratégicos se deducen de la posición geográfica del país con respecto de la región y del mundo, y de la correlación
1 Von Chrismar Escuti, Julio, “Los campos de batalla más hollados de la historia universal”, en AA.VV., Memorial del Ejército de Chile Nº 450, Santiago: Ejército de Chile, 1996, p. 19.
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Introducción
entre las variables geofísicas, geohumanas y geoeconómicas que influyen en el desarrollo nacional. Definidas por el más alto nivel de la conducción las variables que sustentan las decisiones estratégicas, será el momento para que la estrategia defina los lineamientos políticos y militares que tendrá el desarrollo de las fuerzas y las previsiones que será necesario adoptar en la eventualidad de su empleo. Particularmente en esta última acción –el empleo– adquiere nuevamente una significativa importancia la Geografía Militar, ahora como un recurso para valorizar el escenario donde se prevé la realización de las operaciones (en la actual doctrina del Ejército de Chile las operaciones se clasifican en operaciones militares de guerra y operaciones militares distintas a la guerra). En un campo paralelo –si se acepta que los factores geográficos influyen en la evolución de los Estados–, la Geopolítica como una disciplina ligada a la Geografía y a la Política se transforma en una luz para definir los intereses y objetivos nacionales, e incluso como lo señaló el ex Comandante en Jefe del Ejército: contiene prescripciones o recomendaciones para quienes participan en las decisiones propias de políticas de Estado, con lo que se acerca más a otra de las exigencias de las ciencias, cual es la capacidad de predecir los fenómenos.2 Por lo anterior, cabe señalar que la Geografía Militar, Geoestrategia, Geopolítica y Estrategia son esenciales en el estudio de las Ciencias Militares. Desde la conformación de los primeros ejércitos permanentes existen antecedentes que confirman esta aseveración, y pese a que las respectivas acepciones fueron interpretadas en forma diferente a través del tiempo, cada una de ellas se explica al observar las decisiones adoptadas en las diversas guerras a través de la historia. Principalmente, estas se manifiestan a partir de célebres comandantes o monarcas que se percataron de las ventajas y desventajas que el conocimiento geográfico les reportaba, y los efectos que la realización de maniobras y aprovechamiento del terreno ocasionaba en los resultados de las batallas, ya que el empleo de los recursos por la mera fuerza, fue rápidamente superado por la posibilidad de beneficiarse con la utilización de accidentes geográficos, o ante la alternativa de que, a la luz de las características morfográficas y climáticas, realizaran grandes movimientos que permitieron atacar donde menos el enemigo lo
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Cheyre Espinosa, Juan Emilio, “Inauguración de las primeras jornadas internacionales de Geopolítica”, AA.VV., Memorial del Ejército de Chile Nº 456, Santiago: Ejército de Chile, 1997, p. 8.
Introducción
esperaba e incluso conquistar espacios sin llegar al enfrentamiento de las fuerzas. Como resultado de esta experiencia, el legado bibliográfico e histórico de los tratadistas militares se refiere a los beneficios de la utilización de las alturas para defenderse, y las correspondientes fortificaciones que las hacían inexpugnables. Luego, se agrega el provecho que significaba el uso de una ribera como obstáculo, la vegetación para protegerse, las pendientes para lanzar ataques, hasta los estudios actuales que, profusamente señalan los beneficios que cada accidente geográfico representa según las acciones tácticas que se vayan a realizar. Paulatinamente estas consideraciones se amalgamaron con las diferentes formaciones, evoluciones y empleo táctico de las fuerzas, al extremo que, difícilmente un comandante prescindiría en sus decisiones de un reconocimiento, mapa o croquis previo. Es así como, desde antaño fue vital el conocimiento del área geográfica del enemigo, como también de la zona donde maniobraran las fuerzas propias. En este proceso, y por las distancias que fueron alcanzando las campañas y las guerras, ya no solo bastó con conocer las zonas geográficas cercanas, sino que fue necesario conocer información geográfica de extensas zonas por conquistar, y en las cuales era necesario proyectar los movimientos de las tropas, asegurar el abastecimiento y delimitar los tributos correspondientes. Esta nueva perspectiva, por una parte, hizo necesario perfeccionar la cartografía terrestre y marítima, y por otra, ocupar con tropas algunos accidentes geográficos que proporcionaran seguridad y que permitieran la consolidación de los territorios conquistados. O por el contrario, resguardar ciertas áreas que, en caso de encontrarse en poder del enemigo, le proporcionaban una considerable ventaja. En la medida que los países se fueron conformando como tales, la Geografía hizo su aporte para facilitar la definición de sus límites con referentes naturales (grandes alturas, ríos, etc.), pero gradualmente los soberanos se fueron dando cuenta que la posición geográfica les otorgaba algunos beneficios que otros países no poseían, y que era conveniente conquistar otras zonas para proveerse de seguridad o de recursos. Esto trajo consigo, que por mucho tiempo hubo una directa relación entre el poder y los espacios conquistados. En esta relación que se fue dando entre las diferentes disciplinas, hubo diversos hitos que han permitido distinguir algunos puntos de inflexión o encuentros entre cada una de ellas. Por ejemplo, a inicios del siglo XX es el nacimiento de la Geopolítica, pero impreciso es el origen de la Estrategia, Geoestrategia y Geografía Militar, ya que su 23
Introducción
inclusión es tan remota, que difícilmente un suceso en particular lo caracterice, aunque se podría decir que las conquistas de Alejandro Magno (Persia-India) son un claro ejemplo de la forma como desde el siglo IV a.C. convergen la Geografía Militar, la Estrategia y la Geoestrategia. Por lo anterior, este trabajo intenta realizar una aproximación histórica, que permita conocer los rasgos generales que comprende la Geografía Militar, la Geoestrategia, la Geopolítica y la Estrategia, que se han enseñado por más de cien años en la Academia de Guerra del Ejército de Chile. No será posible mencionar a todos los que aportaron a la acumulación de conocimiento, ni incluir todas las materias que cada una de ellas comprende, pero sí se intentará aportar una visión de la importancia y del talante de cada una de las mencionadas. En segundo lugar, este libro tiene por objetivo demostrar relaciones, puntos de inflexión, y explicitar cómo una relación difusa en la historia, se fue enquistando en el pensamiento de tratadistas y militares que –en su correspondiente época– le asignaron la debida importancia a estas disciplinas. Para lograr el cometido anterior, se ha organizado este trabajo en cuatro capítulos interrelacionados, pero diseñados de tal forma que, permita apreciar los contextos de cada uno, y los márgenes permeables de las disciplinas que tratan. El principal objetivo del Capítulo I, Geografía Militar y Operaciones Militares, es exponer la importancia del conocimiento y adecuada valorización geográfica del escenario para la conducción de las operaciones militares, independiente del nivel de la conducción que se trate. Para ello, entre otros, se ha recurrido a dos destacados ex comandantes en jefe del Ejército de Chile, que han sido los principales impulsores de la enseñanza de la geografía militar en la Academia de Guerra. El primero de ellos es el general Jorge Boonen Rivera –que además fue uno de los precursores de la creación de la Academia de Guerra en 1886–, que en su principal obra Geografía Militar de 1905, señala que el estudio de la geografía del propio país es una de las más importantes obligaciones de todo jefe u oficial, sin este conocimiento advertía: en los momentos en que se juegan los más caros intereses nacionales, hállanse expuestos, los que toman sobre sus hombros la pesada y gloriosa misión de velar sobre la defensa del territorio, a cometer errores que, por falta de un conocimiento cabal del terreno, pueden ser de las más funestas consecuencias.3 El legado bibliográfico del 3 Boonen Rivera, Jorge, Ensayo sobre la Geografía Militar de Chile, Santiago: Imprenta Cervantes, 1905, p. IX.
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general Boonen, influyó en el general Augusto Pinochet Ugarte, que en la producción de textos de estudio, incorporó materias para la enseñanza de los factores geográfico militares, que todavía se estudian en Chile y en otros países latinoamericanos. En una de sus publicaciones indica que, la Geografía Militar es una disciplina que tiene sus bases en la remota antigüedad, donde los primeros conocimientos geográficos fueron aprovechados por los reyes y los conductores militares para coronar con éxitos sus batallas. También señala que la Geografía constituye una disciplina que requiere ser conocida y profundizada por todo comandante u oficial asesor del mando, por cuanto: ella es la única que le permite una acertada apreciación del escenario geográfico, al deducir la posible influencia que él tendría en un caso bélico.4 Aprovechando la referencia que hace el general Pinochet sobre el origen de la Geografía Militar, es pertinente señalar que, uno de los principales tratadistas militares de profusa consulta académica en las Ciencias Militares y de diferente interpretación en las ciencias en general es Sun Tzu,5 que también se refiere a la Geografía y, particularmente, al escenario donde se realizan las batallas. Un claro ejemplo lo constituyen sus enseñanzas en el Capítulo X “Clasificación del Terreno” de El arte de la guerra.6 El célebre tratadista dice que podemos distinguir seis clases de terreno: accesibles, intrincados, contemporizadores, pasajes estrechos, elevadas alturas y posiciones a gran distancia del enemigo. Sun Tzu señala que los terrenos accesibles son los que pueden ser libremente atravesados por ambas partes, en los cuales se debe procurar ocupar los puntos elevados, soleados, y custodiar la línea de suministro. Dice que los intrincados son los que pueden ser abandonados, pero son de difícil recuperación, que desde esta posición, si el enemigo está descuidado, por medio de una incursión puede ser derrotado. Pero si el enemigo está preparado para el ataque y si falla el preintento de agresión, entonces, el regreso será poco menos que imposible y en consecuencia, sobrevendrá el desastre. Además, seña4
Pinochet Ugarte, Augusto, “Introducción al Estudio de la Geografía Militar”, AA.VV., Memorial del Ejército de Chile Nº 297, Santiago: Estado Mayor General del Ejército, 1960. 5 Las fechas y lugares de nacimiento y muerte de SUN TZU (También conocido como SUN WU) son desconocidos. Se estima que una las fuentes sobre la vida de Sun Tzu es la biografía escrita en el siglo II por el historiador Sima Qian, quien le describió como un general que vivió en el estado de Wu en el siglo VI a.C. Su principal obra El arte de la guerra, es también impugnada respecto de su datación. 6 Sun Tzu compilado y traducido por el Capitán de Navío José DIN TA-SAN, Taipei: Great Publication Co., LTD, 1986, p. 77.
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la que el terreno contemporizador es aquel en que ninguno de los dos bandos logra ventaja al hacer el primer movimiento. En una posición de esta clase, aunque eventualmente el enemigo tienda alguna trampa, conviene no atacar, sino más bien retroceder, para que ingrese el enemigo en él; entonces, cuando parte de su ejército haya penetrado, se puede efectuar el ataque con ventaja. Respecto de los pasajes estrechos, indica, que estos es necesario ocuparlos antes que el enemigo, para fortalecerse en ellos y esperar la llegada del adversario. Si el enemigo se anticipa, ocupando antes los pasajes angostos, no es conveniente seguirlo si el pasadizo está fuertemente ocupado, sino solamente si está débilmente custodiado. Las alturas, si están bañadas por el sol son convenientes para esperar en ellas al adversario. Si por el contrario, el enemigo ha ocupado el lugar antes, se deberá intentar retroceder y tratar de atraerle hacia otra parte. Por último, Sun Tzu dice que, si estamos situados a gran distancia del enemigo y la fuerza de los ejércitos es equivalente, no es fácil provocar una batalla y si se efectúa será en condiciones desventajosas para las propias fuerzas. Otro tratadista clásico es el general francés barón Henri Antoine de Jomini (1779-1869), cuya obra fue publicada después de su muerte y que comprende 48 artículos distribuidos en dos apartados. El artículo 11 trata sobre la Estadística militar y la Geografía. Sobre esta última indica que es la descripción topográfica y estratégica del teatro de guerra, con todos los obstáculos que el arte y la naturaleza pueden ofrecer a las operaciones y al examen de los puntos decisivos de la frontera y del país: el Estado mayor debe poseer estas informaciones si no quieren cometer graves errores.7 Para demostrar su aseveración cita dos ejemplos: En 1796, el ejército de Moreau penetrando en la selva negra pensaba encontrar montañas terribles, desfiladeros y bosques, pero tuvo la sorpresa después de haber subido las pendientes de la amplia meseta que llega al Rin, de ver que estas vertientes y sus estribaciones formaban las únicas montañas y que el país, desde el nacimiento del Danubio hasta Donawert, presentaba ricas y fértiles llanuras. El segundo ejemplo es de 1813, donde el ejército de Napoleón e incluso el gran capitán, consideraban el interior de Bohemia como un país muy montañoso, cuando en realidad no existe otro país más llano en toda Europa después de haber pasado en una simple marcha el cerco de montañas secundarias que lo rodea. En otra parte, Jomini se refiere específicamente a la Geografía como ciencia esencial 7 Jomini, Henri Antoine de, Compendio del Arte de la Guerra, Madrid: Secretaría General Técnica del Ministerio de Defensa de España, 1991, p. 74.
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en el conocimiento de los militares. Dice que durante mucho tiempo, estas ciencias no fueron profesadas públicamente, pero los archivos de los estados mayores europeos se enriquecieron poco a poco con documentos valiosos para poder enseñarlas, al menos en las escuelas especiales de este cuerpo: A la espera de que algún oficial estudioso aproveche estos documentos publicados o inéditos para dar al público una buena geografía militar y estratégica, se puede, gracias a los progresos actuales de la topografía, paliar en parte este problema con los excelentes mapas editados desde hace veinte años en todos los países.8 Una fuente de consulta tradicional es la obra del José Almirante (1823-1894), que indica que en la historia de la guerra, a medida que la tecnología trajo consigo nuevas y más precisas armas fue necesario conocer en forma previa el terreno en el cual iban a ser empleadas: apenas descubierto el importante papel que el terreno había de representar con las nuevas armas, comenzaron los esfuerzos para estudiarlo, conocerlo y describirlo. Se quiso conocer el país extraño para invadirlo y el propio para defenderlo.9 Los generales necesitaron en sus puestos de mando tener imágenes que les reprodujesen los terrenos conocidos o que les permitiera tener una idea anticipada de los desconocidos: un plano debe aproximarse a ser la expresión casi fotográfica de un terreno, y tienen la misma importancia y se entrelazan sin solución la planimetría, altimetría, el relieve y el dibujo.10 El Capítulo II, Geopolítica, Evolución y Espacio, comprende un resumen de las particularidades de la Geopolítica en el siglo XX, que incluye información sobre los principios, factores, definiciones y las principales teorías geopolíticas que la han caracterizado. Por ello, se menciona a Ratzel, Kjellen, Mahan, Mackinder, Haushofer, Douhet, Mitchell, Seversky, y Spykman, entre otros. El conocimiento de su fisonomía histórica es muy singular en su relación con las otras disciplinas, ya que algunos académicos indican que a partir de ella surgen en propiedad las otras geodisciplinas o geociencias. Durante el siglo pasado, la Geopolítica experimentó una evolución en sus contenidos y en sus fines, que no ha pasado inadvertida por los numerosos oficiales que han publicado artículos sobre algunas de sus materias. En la década de los ochenta, se indicaba que la Geografía Política era una rama de Ibídem, p. 75. Almirante, José. Diccionario Militar, Madrid: Secretaría General Técnica del Ministerio de Defensa de España, 2002, p. 1.027. 10 Ibídem, p. 1.034.
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la Geografía, mientras que la Geopolítica era del dominio de la Ciencia Política, pero también se indicaba que, ambas trataban las mismas materias, pero de una manera diferente: la Geografía Política estudiaba al Estado en forma estática, y la Geopolítica lo hacía a la luz de la dinámica de los espacios terrestres y de las fuerzas políticas. Después de casi treinta años, el profesor de geopolítica, Germán García Arriagada, aseveró que en EE.UU. y Europa, la jerarquía de la Geopolítica se ubica más dentro de la Geografía que de la Ciencia Política, donde se le considera una subdisciplina de la Geografía Humana: por lo tanto, discutir sobre el encasillamiento exacto de ella no resulta, a la fecha, muy productivo.11 Otra afirmación importante que incluye el artículo mencionado, es que la Geopolítica es vista solo como una aproximación de utilidad para los que toman decisiones políticas: su carácter de ciencia es discutido.12 Asimismo, menciona que los contenidos clave en los estudios contemporáneos geopolíticos incluyen temas que se relacionan con los efectos de la globalización, desterritorialización, las percepciones de los ciudadanos acerca de la localización geográfica, la reterritorialización, entre otros temas, donde la Geopolítica ha centralizado su esfuerzo. Lo cierto es que la Geopolítica se ha reposicionado como ciencia o como disciplina para junto a otras ciencias, servir a la conducción política de los Estados. La Geopolítica ha salido de su letargo pos Segunda Guerra Mundial, y está presente en los principales análisis y prospectivas internacionales que realizan los académicos y teóricos que estudian los fenómenos mundiales y el devenir de la humanidad. Los teóricos –que razonan a la luz de los pensamientos de los tratadistas que contribuyen con lo nuevo y mirando más allá de la descripción y de la relación estática– han dejado de perder su tiempo en el encasillamiento y en tratar de homologar teorías pasadas a situaciones presentes, y se preocupan de avanzar en el conocimiento. Lo valioso de todo esto, es que la Geopolítica no se está posicionando artificialmente, sino que el escenario mundial y los problemas que aquejan a todo el orbe son los que han permitido su resurgimiento. El capítulo sobre la evolución de la Geopolítica, finaliza con un resumen histórico sobre los límites geográficos de Chile, construido sobre la base de los textos alusivos de Isidoro Vásquez de Acuña y 11 García Arriagada, Germán, “¿Quo vadis Geopolítica?”, en AA.VV. Memorial del Ejército de Chile Nº 476, Santiago: Departamento Comunicacional del Ejército, 2005, p. 49. 12 Ibídem.
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Óscar Cabrera, Breve Historia del Territorio de Chile, y el texto de Jaime Eyzaguirre, Breve Historia de las Fronteras de Chile, además, se incluye, un breve análisis sobre los desafíos geopolíticos del sur de América en general, y de Chile en particular. En el Capítulo III, Los Deslindes de la Geoestrategia, se indica que la Geoestrategia es el estudio de los factores geográficos que influyen en las concepciones estratégicas, y que generalmente se refieren a la localización, posición, extensión, forma, recursos y contorno geográfico de los Estados. Luego, y después de dar algunos ejemplos históricos, se incluyen los planteamientos oficiales de España, Argentina, Perú y Chile, los cuales permiten apreciar las diferentes interpretaciones que desde geoestrategia se hacen. En la situación terrestre de Chile, sobresalen algunos factores que actúan como condicionantes en la concepción estratégica de la Defensa, como lo son, la forma de faja larga y angosta del territorio continental, que obliga a concentrar los esfuerzos defensivos, la exigencia de dosificar los medios humanos y materiales, y lo angosto del territorio, que se traduce en una falta de profundidad en el sentido este-oeste. En el Capítulo IV, Estrategia Militar, se hace una aproximación teórica, que indica que la Estrategia Militar es la ciencia y el arte que aplica el conductor militar de alto nivel en la concepción y conducción de los medios puestos a su disposición, para la consecución de objetivos que contribuyen al triunfo en la guerra. Se elige esta definición no solo por estar incluida en el Libro de la Defensa Nacional de 1997, sino porque se estimó que era necesaria para los fines posteriores del capítulo, donde se incluyen algunos ejemplos de la historia universal, modelos estratégicos y los principales planteamientos de algunos tratadistas nacionales como Manuel Montt, Bernardino Parada, Juan Emilio Cheyre, entre otros. En este capítulo se hace una advertencia, respecto de los temas que son considerados en él, ante el riesgo de dejar de lado a algún prestigioso exponente de ella, o no incluir lo esencial para ofrecer una primera aproximación representativa de sus materias. De igual forma se indica que no es fácil centralizarse en la Estrategia Militar, ya que la Estrategia admite que las relaciones entre sus niveles sean interdependientes, y muchas veces que sus colindes sean difusos, pero se intenta aportar una entrada temprana y complementaria al aporte que han realizado destacados tratadistas. La fisonomía histórica de la Geografía Militar, Geoestrategia, Geopolítica y Estrategia que se expone en los cuatro capítulos referidos, no constituyen áreas herméticas ni tampoco es un compendio histórico o explicativo acabado, por el contrario, se deberá tener en 29
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consideración que las materias que se incluyen son una aproximación a sus contenidos generales, y que este trabajo permitirá observar la interdependencia y las variables de cada una de ellas. Al final de la reseña histórica aludida se agregan las conclusiones finales, donde se definen las relaciones entre las cuatro disciplinas estudiadas, la importancia militar de cada una de ellas, el valor de sus postulados y los desafíos futuros que representan.
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CAPÍTULO I
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GEOGRAFÍA MILITAR Y OPERACIONES MILITARES 1.1 Importancia de la Geografía Militar La Geografía Militar estudia los factores geográficos que inciden en el desarrollo de las operaciones, acciones o actividades militares. Estos factores comúnmente se relacionan con los elementos físicos, humanos y económicos. Con respecto de los físicos, tienen mayor importancia el relieve, la hidrografía y el clima. En los humanos, la densidad y las cantidades; y en los económicos, las vías de comunicaciones y la energía. Todas las variables enunciadas influyen en forma diferente en la Estrategia, Táctica, Logística, Personal e Inteligencia. El estudio de cada uno de los factores que se analizan en la Geografía Militar, permite a los estados mayores y a los comandantes sacar el conveniente provecho que estos elementos les pueden aportar en la adopción de dispositivos o en la organización de las unidades. Por cierto que la Geografía Militar, y las conclusiones de sus estudios, no lo son todo en la conducción militar, pero sí tienen una gran influencia en las operaciones, lo que está avalado por las experiencias que la historia enseña. En todos los conflictos armados que han sucedido en la historia de la humanidad, intervienen tres factores: los hombres, las armas y el escenario. Pero, solo este último es prácticamente inmutable: La lenta disgregación de las rocas, el continuo trabajo erosivo en las orillas de los ríos, los depósitos marinos o fluviales, no transforman sino muy lentamente el aspecto del terreno. Los hechos de ocupación humana se desarrollan, pero no afectan la estructura íntima del suelo. Los agentes meteorológicos en nuestros días son los mismos que en el tiempo de Alejandro. En medio de la brevedad de las cosas humanas, frente a la decadencia u olvido en que han caído ciertas armas, el terreno y el tiempo son eternos. Mientras el armamento se transforma en más mortífero y el hombre en más sabio y se ve más impulsado hacia la lucha por la vida, la naturaleza permanece siempre como impasible teatro, que no puede remover el pie de sus actores.13
13 Villate, Roberto, Las Condiciones Geográficas de la Guerra, Buenos Aires: Círculo Militar, s/año.
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Capítulo I
La Geografía Militar describe el escenario, pero también analiza los efectos que este impondrá a las acciones militares. Un profesional cualquiera analizaría un río desde el punto de vista de los recursos que aporta al regadío, la pesca para la alimentación de la población o como una vía de comunicación. Un profesional militar analiza el mismo río pero, además de tener en consideración lo anterior, concluye respecto de su vadeo, la posibilidad de utilizar sus riberas como borde delantero, o cómo podría incrementarse su condición de obstáculo. Es decir, la Geografía Militar efectúa el análisis de los accidentes geográficos, desde un punto de vista militar, para ver cómo estos influyen en forma positiva o negativa en la ejecución de las acciones militares principales o secundarias. Por ello, por muchos años se ha definido a la Geografía Militar como una rama de la Geografía general, pero que está especializada en el análisis geográfico militar de una zona, de un país o de un hecho geográfico (de ubicación en el espacio físico, humano, económico y militar) para deducir de él, con la debida antelación, cuáles serían las ventajas o inconvenientes que se presentarían en una actividad bélica, sea para aprovecharlos, eludirlos o paliarlos.14 La Geografía Militar aporta información a todas las áreas o disciplinas que convergen en las Ciencias Militares. A la Inteligencia le aporta antecedentes sobre el terreno y el clima; a la Logística sobre las posibilidades de explotación de la zona y las vías para materializar el acarreo; a la función Personal sobre las zonas donde será necesario desplegar instalaciones; a la Táctica sobre los accidentes geográficos, vegetación, obstáculos y tiempo atmosférico. Dependiendo del nivel de la conducción que se trate, los antecedentes serán generales o específicos, de un país, zona, o área geográfica. Por lo tanto, la Geografía Militar se constituye en una plataforma con información común a todas las ramas del conocimiento militar. Por lo anterior, mientras más profundos sean los conocimientos geográficos que posea el comandante, y particularmente aquel que deba resolver concepciones estratégicas, mayores serán las posibilidades de éxito. En las grandes batallas se definió la victoria a favor de aquellos comandantes que hicieron un correcto uso de la geografía para apoyarse en algún obstáculo infranqueable o para irrumpir por alguna zona que la contraparte consideraba inexpugnable. Tampoco se puede decir que existe una relación más estrecha entre la Geografía Militar y algún nivel de la conducción o función primaria específi14 Pinochet Ugarte, Augusto, Geografía Militar. Interpretación Militar de los Factores Geográficos, Santiago: Instituto Geográfico Militar, 1967, p.12.
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ca, pero sí es dable observar que, a mayor nivel de la conducción la información será más general, y adquirirá importancia la valorización geográfico-militar del escenario como un todo. Por el contrario, a menor nivel de la conducción es más trascendental la información más cercana a la topografía o a los efectos inmediatos que produce en el hombre y en el material el terreno y el tiempo atmosférico. Jorge Boonen Rivera (1858-1921), un destacado Comandante en Jefe del Ejército de Chile, autor de numerosos estudios de Geografía que hasta el día hoy tienen valor en los estudios militares, señaló que: el estudio de la geografía del propio país, es una de las más imprescindibles obligaciones de todo jefe u oficial. Sin él, en los momentos en que se juegan los más caros intereses nacionales, háyanse expuestos, los que toman sobre sus hombros la pesada y gloriosa misión de velar sobre la defensa del territorio, a cometer errores que, por falta de un conocimiento cabal del terreno, pueden ser de las más funestas consecuencias.15 En otras de sus partes señala que, durante largos años ha sido normal indicar que los Andes constituye un baluarte infranqueable, olvidándose que ese obstáculo, a pesar de las múltiples dificultades que presenta, nunca fue suficiente para detener las operaciones de los grandes generales Bolívar, San Martín, Bulnes y Lynch, y que en sus fragosidades el Ejército de Chile ha conquistado algunos de sus más brillantes y gloriosos laureles. Por ello Jorge Boonen asevera: El estudio de la geografía, sobre todo mirado bajo el punto de vista militar, para dar todos sus frutos debe combinarse con el de la historia.16
Es muy importante la última afirmación que realiza el general Boonen, ya que esta la efectúa a principios del siglo XX, y luego los sucesos de la Primera y Segunda Guerra Mundial vendrían a confirmar su aseveración. El general Boonen, y su principal obra Ensayo sobre la Geografía Militar de Chile, influyó en prácticamente todas las generaciones de oficiales de estado mayor hasta mediados del siglo pasado. Bajo su influencia académica en el área de la Geografía estudiaron Pedro Charpin Vidal, Indalicio Téllez, Guillermo Barrios Tirado, Ramón Cañas Montalva, Bernardino Parada Moreno, y Augusto Pinochet Ugarte, entre otros. 15 Boonen Rivera, op. cit. p. IX. 16 Ibídem, XIII.
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Numerosas publicaciones en el Memorial del Ejército de Chile demuestran la preocupación institucional por difundir temas relativos a la Geografía Militar, desde principios del siglo XX figuran en la publicación aludida temas relacionados. Por ejemplo, en 1915 el capitán M. Urrutia difundió por este medio, un estudio sobre consideraciones que se deben tomar en cuenta para el empleo táctico de la artillería, y que tituló “Influencia del Terreno”,17 en este trabajo el capitán Urrutia analiza la relación entre la consistencia del terreno, los diversos accidentes geográficos y las características del material de artillería: terrenos accidentados y boscosos exigen que la artillería disponga de piezas de tiro curvo y de cañones de lomo para poder batir tropas colocadas inmediatamente detrás de alturas y también para poder acompañar a la infantería por senderos, quebradas y a través de terrenos donde no pueda marchar la artillería montada.18 Más adelante, en 1936, el mayor Romeo Barrientos publicó el artículo “La organización de nuestro Ejército y la Geografía Militar Nacional”,19 en el que indica que la Geografía Militar valoriza los grandes aspectos del medio físico, que servirán de escenario a los ejércitos para que estos obtengan el triunfo: La Geografía Militar está al servicio de la estrategia; muestra al conductor militar el significado positivo y el negativo inherentes a ese espectador mudo, eterno e inmutable que es el terreno.20
La Geografía Militar no pretende ser una limitante de las concepciones operacionales o tácticas, por el contrario, esta señala que todo obstáculo es franqueable o infranqueable, y que la voluntad inteligente es la que decide. El mayor Barrientos (1938) señala que la Geografía Militar tiene las siguientes finalidades principales: a) El conocimiento del estado social, político y económico, es decir, el medio humano correspondiente al propio país y a aquellos que interesen en caso de guerra.
17 Urrutia, M., “Influencia del Terreno”, AA.VV., Memorial del Ejército de Chile. Santiago: Estado Mayor General, 1er Semestre de 1915, p. 320. 18 Ibídem, p. 327. 19 Barrientos R., Romeo, “La Organización de nuestro Ejército y la Geografía Militar Nacional”, en AA.VV., Memorial del Ejército de Chile Nº 158, Santiago: Departamento Comunicacional del Ejército, 1938, p. 739. 20 Ibídem.
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b) El conocimiento de la influencia estratégica que ejercen los accidentes geográficos, o sea el conocimiento del medio físico correspondiente al propio país y a los vecinos. c) Contribuir al desarrollo del sentido operativo. d) Conocimiento de los teatros de operaciones considerados como tales desde tiempo de paz. e) Formación de un criterio esencialmente nacional para el estudio y resolución de todas las cuestiones militares. f) Proporcionar las bases geográficas que necesitan otros ramos de la Ciencia Militar, en especial: la Organización, Estrategia, el servicio de Estado Mayor y la Historia Militar. El coronel M. Pontillo J., publicó un artículo titulado la “Importancia de la Geografía Militar en la Toma de Decisiones de los Conductores Militares”,21 donde explica la relación entre la Conducción Militar y la Geografía, para lo cual señala que un comandante al recibir un objetivo delimitado en tiempo, requiere un lugar donde actuar, es decir un escenario; pero este debe conocerse adecuadamente en atención a que las fuerzas requieren alcanzar el objetivo, por lo tanto el comandante debe responderse: ¿Por dónde llegarán a él?, ¿Cuáles son las facilidades o dificultades que proporcionan los factores geofísicos, como la morfografía, el clima, la hidrografía, la vegetación, entre otros?, ¿Los elementos que considera el factor geoeconómico, facilitan la consecución del objetivo desde el punto de vista de las comunicaciones existentes?, ¿Se pueden explotar los recursos productivos que posee el escenario en beneficio de la fuerza? Por ello, es necesario analizar las variables que trata la Geografía Militar, entre las cuales destacan las que se denominan factores geográficos militares. Estos constituyen un conjunto de elementos que analiza la Geografía general, como las relaciones espaciales, los factores geofísicos, los factores geohumanos, y los factores geoeconómicos, de los cuales se deducen aspectos de interés militar. Sin embargo, un nuevo factor denominado factor geomilitar, permite, a la luz de 21 Pontillo, Juan Mauricio, “Importancia de la Geografía Militar en la Toma de Decisiones de los Conductores Militares”, Revista Docente Nº 1 del Comando de Doctrina y Educación Militar. El Salvador: Fuerza Armada de El Salvador, 1995.
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los antecedentes anteriores, definir elementos de interés, tales como: posibles objetivos militares, posibles teatros de operaciones, posibles ejes de operaciones, entre otros. El coronel M. Pontillo, indica que para valorar adecuadamente los antecedentes que aporta la Geografía, es importante tener presente los siguientes aspectos: 1) Al iniciar el estudio geográfico militar se deben conocer los fenómenos geográficos desde un punto de vista descriptivo, 2) Realizada la descripción de los factores, el investigador debe iniciar la fase de interpretación y evaluación del fenómeno descrito en función de las actividades militares. El otro concepto vinculado con algunas de las materias precedentes, tales como conducción militar, escenario, y factores geográficos, tiene relación con la forma de agrupar los factores como un todo, con lo cual nace la definición del término “Estudio Geográfico Militar”, que se define como: estudio ordenado y metódico que permite definir, con un grado de precisión, la influencia a favor o en contra que ejercerán, sobre las actividades militares, los factores geográficos tanto aislada como conjuntamente. Su finalidad consiste en dar una visión general del escenario geográfico, obteniendo conclusiones relativas a la influencia de los factores geográficos en la materialización de las operaciones militares. Se toma como base la información contenida en el Estudio Geográfico General, aun desconociendo la misión que se deberá cumplir; es decir, se elabora respecto de la zona jurisdiccional de paz que posee una unidad de armas combinadas: El estudio geográfico militar proporciona al mando conclusiones que servirán de sugerencias sobre la realización de determinados tipos de maniobras, magnitud y tipo de unidades que es recomendable emplear, zonas probables de desarrollo de bases de operaciones, previsiones que se deben tomar desde la paz y toda otra materia de interés militar que se relaciona con los elementos de la conducción militar.22 Para evaluar los factores geográficos y conocer cómo influye cada factor geográfico en forma aislada o en conjunto, es pertinente plantear la definición del valor absoluto y valor relativo del factor o factores geográficos. El valor absoluto del factor geográfico se refiere a las cualidades intrínsecas que resultan de la apariencia y estructura aislada. Este valor se estudia para ver las influencias en la estrategia, logística, y organización, entre otros. El valor relativo del factor geográfico es el valor absoluto de un factor, que al relacionarse con las conclusiones obtenidas de otro valor absoluto, permite obtener deducciones de va22 Ibídem.
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lor relativo. Las conclusiones que se deriven del estudio de los valores relativos de los accidentes geográficos, permiten deducir –con mayor exactitud y realidad– cuál sería la influencia militar que ejercería una zona sobre determinada acción u operación. El teniente coronel Mario Polloni Contardo escribió un interesante artículo que tituló “Geografía Militar; Un Enfoque Sistémico”,23 en el que dice que la Geografía Militar no escapa a la necesidad de presentar las interrelaciones que se producen entre los elementos que convergen a esta mediante un enfoque sistémico. Se pueden percibir con claridad determinadas variables de entrada que constituyen fuentes que alimentan el proceso de transformación, proceso que dará como producto final conclusiones geográfico-militares, que orientarán adecuadamente al comandante de una unidad de armas combinadas en relación con las características que presenta el escenario sobre el cual deberá llevar a la práctica su maniobra. Se estima que explicada y presentada esta ciencia bajo un prisma sistémico facilitará la comprensión e identificación de los elementos que la componen, como también la integración de estos para lograr el producto final a que se ha hecho mención: la geografía militar recibe el aporte de las leyes y principios militares que se aplican en un escenario; de no ser así, aunque parezca obvio señalarlo, no se estaría en presencia de una geografía aplicada al campo de lo castrense.24 Mario Polloni además agrega que, la Geografía Militar debe ser considerada como un proceso, el cual permite llegar a un resultado útil de las concepciones estratégicas y operacionales; y no solo como el resultado, sin incluir el proceso. Para llegar a un fin satisfactorio es la observancia metódica y el cumplimiento exitoso de todas las fases que forman parte de un sistema, ya que a la Geografía Militar es preciso entenderla como un todo, es decir, como un sistema. Estas afirmaciones de M. Polloni tienen sentido y vigencia a la hora de elaborar un estudio geográfico. De la descripción de los diferentes factores geográficos, se pasa a un proceso de sistematización de los mismos, que permite llegar a lo principal de un estudio de esta naturaleza, como lo es la valorización geomilitar del escenario. El producto esencial de un estudio geográfico militar, lo constituyen las conclusiones del mismo, pero principalmente, la correcta interpretación,
23 Polloni Contardo, Mario, “Geografía Militar; Un Enfoque Sistémico”, en AA.VV. Memorial del Ejército Nº 435, Santiago: Departamento Comunicacional del Ejército, 1990, pp. 112-118. 24 Ibídem, p. 114.
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para el posterior uso que le dará el comandante y el estado mayor respectivo. Otro artículo de similar importancia es el de José Díaz de Villegas y Bustamante, intitulado “La Geografía y la Guerra”, este indica que el progreso general de la ciencia geográfica ha provocado el avance de los estudios de geografía militar, ya que la influencia del medio físico ha estado presente en todas las guerras. Por ejemplo, el territorio influye por su naturaleza, posición, superficie, clima, régimen de las aguas, vegetación, y por la fauna que comprende. La población influye por la raza, organización política, religión y demografía. La economía lo hace por las disponibilidades de materias primas, grado de autarquía, cuantía de la producción y del consumo. De igual forma las comunicaciones tienen mucha importancia: implican sistemas de transportes, carreteras, líneas férreas y capacidades de los puentes. Sin embargo, de todas las variables que inciden en el combate el único que puede estudiarse con la debida anticipación es el terreno: Es menester, por lo tanto, crear una conciencia geográfica, adueñarse del medio, antes de confiarse a él aventuradamente. Un general extranjero, Lemoine, lo ha dicho: el terreno es el primer dato de todo problema de combate. Lo mismo ocurre en el campo estratégico. Groener afirmó que el parentesco existente entre la estrategia y la geografía es muy estrecho, o como comentara Duffour: la maniobra estratégica depende hoy más que nunca de los factores geográficos (…) el terreno influye en la táctica que se emplee, por tanto, el estudio del terreno es de importancia para el mando militar, porque implica: sentido de la acción, amor a la patria, sentido de la observación, sentido de la memoria, sentido del juicio y raciocinio, y el sentido del espacio.25
1.2 Los estudios geográficos militares En las últimas décadas los textos que preferentemente se han utilizado para elaborar los estudios geográficos en el Ejército de Chile han sido la Cartilla de Procedimientos sobre Estudios Geográficos Institucionales, la Síntesis Geográfica de Chile, Argentina, Bolivia y
25 Díaz de Villegas y Bustamante, José, La Geografía y la Guerra, Madrid: Imprenta del Servicio Geográfico del Ejército, 1946, pp. 10-12.
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Perú,26 y el libro de Geografía Militar y de Interpretación Militar de los Factores Geográficos.27 En la cartilla, prácticamente, solo se enuncian los factores y esquemas a considerar en cada estudio, y en el libro, se encuentra la interpretación y explicación de los factores que deben ser analizados. Los estudios geográficos militares se realizan para servir de fuente de información a las unidades de armas combinadas, por ello, comúnmente, comprenden el área geográfica de un teatro de operaciones, zona de operaciones, o ejes de operaciones. Los estudios geográficos militares analizan un determinado escenario geográfico con el propósito de obtener conclusiones referidas a objetivos geográficos militares, facilidades para el desarrollo de las operaciones, determinación de ejes de operaciones y de las unidades más aptas según el escenario, y los procedimientos de apoyo de personal y de logística más aconsejables. Por lo general, estos estudios se realizan sin que el comando que disponga su realización haya recibido una misión específica. Esto último es de suma importancia, no será fácil para los que realizan un estudio abstraerse de la relación que existe entre la delimitación del escenario y la probable ubicación de la amenaza, y por ende, de la o las probables direcciones de empleo de las propias fuerzas. Por lo anterior, la abstracción total no podrá existir, pero sí será conveniente incluir el análisis de todas las alternativas que el escenario permita o impida. El resultado de los estudios geográficos militares comprenderá una descripción de un paisaje geográfico, y la respectiva interpretación desde el punto de vista de las operaciones militares probables. La información que comprende deberá ser permanentemente actualizada, y constituirá la fuente de consulta primaria sobre el escenario, que estará a disposición de todas las funciones primarias del mando.
1.3 Diseño de los estudios geográficos militares Cada institución se rige por sus propios esquemas para realizar los estudios geográfico militares. El Ejército de Chile los tiene claramente estipulado en una cartilla de procedimientos, pero sus párrafos 26 Pinochet Ugarte, Augusto, Síntesis Geográfica de Chile, Argentina, Bolivia y Perú, Santiago: Instituto Geográfico Militar, 1953. 27 Pinochet Ugarte, Augusto, Geografía Militar. Interpretación Militar de los Factores Geográficos, Santiago: Instituto Geográfico Militar, 1ª Edición año 1967, 2ª Edición s/año.
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constituyen solo una referencia para los que deban elaborarlos, y no son una formalidad invariable. Una proposición de esquema está también disponible en el libro Geografía Militar de Augusto Pinochet Ugarte, editado en Santiago por el Instituto Geográfico Militar, 2ª Edición, s/año, p. 158.
1.4 La Geografía Militar en la historia militar universal El teniente coronel Jaime Ojeda Torrent, publicó un artículo que denominó “Un llamado a la conciencia sobre la importancia de una permanente investigación y docencia de la geografía militar”, donde señala que un aspecto de la guerra que no ha cambiado desde los inicios de la historia del hombre y de las guerras, ha sido la necesidad de adquirir información del escenario donde ocurrirá una batalla: A través de la historia, los comandantes han basado sus planes en información sobre el terreno, el clima del área de combate y la cultura del adversario. Generalmente, el comandante que logró adquirir un conocimiento de la geografía del área y pudo incorporar este conocimiento en su plan logró la victoria, mientras que el comandante que menospreció la influencia de la geografía fue vencido.28
Esta aseveración de Jaime Ojeda nos permite introducirnos en algunos ejemplos de la historia universal, donde el conocimiento del área geográfica ha sido esencial y decisivo en la planificación o resultado de las operaciones.
1.4.1 Determinismo geográfico En algunas áreas geográficas se han realizado reiterativamente diversas batallas a través de la historia. El destacado profesor Julio von Chrismar Escuti29 los denomina “Los Campos de Batalla más Hollados 28 Ojeda Torrent, Jaime, “Un llamado a la conciencia sobre la importancia de una permanente investigación y docencia de la geografía militar”, en AA.VV., Revista Armas y Servicios del Ejército Nº 44, Santiago: Ejército de Chile, 1989, p. 50. 29 El coronel Julio von Chrismar Escuti (QEPD) se desempeñó por muchos años como profesor de la Academia de Guerra del Ejército y de la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos. Es uno de los más destacados y profuso autor militar de publicaciones de geografía militar y geopolítica.
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de la Historia Universal”,30 lo que aduce a un cierto determinismo histórico geográfico, muy explicable por diversas causas, especialmente por la enorme influencia de las condiciones y características geográficas sobre los acontecimientos militares. La explicación a por qué se repiten las batallas sobre los mismos escenarios el profesor Von Chrismar lo argumenta geográficamente como se indica: El determinismo geográfico producido por las características fisiográficas de los diversos teatros de guerra, es debido al encauzamiento de las operaciones militares, por los grandes obstáculos y las direcciones naturales de aproximación o de movimiento. La atracción de las áreas o terrenos críticos de valor estratégico, que normalmente constituyen objetivos geográficamente ubicados donde los obstáculos naturales se cruzan con las direcciones de movimiento, encrucijadas que suelen estar conformadas por: pasos, portezuelos, desfiladeros, cuestas, vados, angosturas de los valles, estrechos marítimos, cabos, etc. La atracción de los terrenos amplios llanos y despejados, tales como valles y llanuras, en los cuales las fuerzas militares pueden desplegarse y maniobrar con mayor libertad de movimiento, y en los cuales por lo menos uno de los dos adversarios puede aprovechar mejor su superioridad numérica o material. La atracción de ciertos objetivos estratégicos de carácter geográfico, tales como grandes centros económicos, puertos, nudos de comunicaciones o bases navales y aéreas. En relación con el análisis geográfico militar del campo de batalla, el coronel Julio von Chrismar dice que, la ocurrencia de numerosas batallas sobre las mismas áreas geográficas demuestra el efecto determinante de los factores geográficos sobre las operaciones militares. Las áreas geográficas valiosas se ubican en nudos viales, ciudades, pasos obligados entre obstáculos, tales como desfiladeros, vados o puentes sobre ríos importantes, puertos y otros sitios de valor estratégico. Finalmente, Von Chrismar concluye: Las batallas homónimas no son producto de la casualidad o del azar, sino de la causalidad y del determinismo geográfico histórico, muchas veces ayudado por el libre albedrío y voluntad de los comandantes y de sus tropas que, con toda intención, buscan reeditar
30 Von Chrismar Escuti, Julio, op. cit. p. 19.
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nuevas versiones de dramas militares anteriores para cambiar su suerte o, por lo menos, imitar sus resultados.31
1.4.2 La batalla de las Ardenas Un ejemplo de la historia militar universal, en relación con la selección de una dirección de aproximación, que los análisis militares erradamente la descartaban, lo constituye la batalla de las Ardenas. Esta campaña (1944/1945) en la Segunda Guerra Mundial, constituyó la última ofensiva iniciada en el oeste por los alemanes contra los ejércitos aliados que progresaban hacia Alemania. Después del desembarco aliado de Normandía (junio 1944) las tropas se extendieron por toda Francia, pero tuvieron que detener su avance en septiembre al llegar a la frontera alemana. El 16 de diciembre de 1944, los alemanes, aprovechando las condiciones atmosféricas adversas que impedían el despegue de la aviación aliada, lanzaron una contraofensiva por sorpresa sobre la región montañosa y boscosa de las Ardenas, y avanzaron 50 km hacia el interior de Bélgica y Luxemburgo. Su propósito era dividir a las fuerzas estadounidenses y británicas y recobrar el puerto belga de Amberes. Lograron penetrar en las líneas aliadas, pero tuvieron que detenerse cerca del río Mosa a finales de diciembre. Los alemanes retrocedieron hasta sus líneas en enero y evitaron que su retirada quedara cortada por una maniobra aliada en forma de pinza. Pero la gravedad de las pérdidas, entre las que se contaban 220.000 bajas, contribuyó a su derrota final en la primavera siguiente. Uno de los aspectos importantes a estudiar en la batalla de las Ardenas es la zona del terreno utilizada. En pleno avance aliado hacia Alemania y a punto de cruzar la Línea Sigfrido, el mando alemán reunió en secreto veintiocho divisiones, de las cuales nueve eran acorazadas. Con estas fuerzas preparó una gran ofensiva sin que el mando aliado sospechara de ello. Los aliados consideraban que era tácticamente imposible emplear unidades acorazadas por el terreno por el cual se emplearon. La maniobra alemana demostró lo contrario, pero no explotó convenientemente las ventajas que le proporcionó el terreno. Felipe Quero Rodiles32 realiza una descripción del área de operaciones: La morfología de las Ardenas obligaba a una canalización general de los movimientos en dirección este-oeste, de forma que una 31 Ibídem, p. 28. 32 Quero Rodiles, Felipe, Batallas Principales del Siglo XX, Madrid: Secretaría General Técnica del Ministerio de Defensa, 2006.
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vez iniciado un ataque, las direcciones de aproximación no otorgaban flexibilidad para modificarlo. La mayoría de las carreteras discurrían por el fondo de valles estrechos, lo que otorga grandes posibilidades para el bloqueo y el cierre, y prácticamente ninguna para la maniobra. Las comunicaciones internas fluían en las siguientes direcciones: En el norte Maastrich-Nimega, que prolonga las llanuras belgas y holandesas más allá del Rhin, por Westfalia y Hannover, y conduce directamente a Berlín. En el centro el Palatinado, que enlaza con la cuenca del Elba a través del valle del río Main. En el sur el valle del Neckar, que conecta directamente con Heidelberg con el Danubio. La batalla de las Ardenas se desarrolló a lo largo de un terreno muy poco favorable para los acorazados y motorizados, pero no por ello la elección de la dirección de aproximación constituyó una sorpresa para el mando aliado. La complicada morfología y el secreto de la operación dieron una ventaja a los alemanes, pese a los resultados posteriores. La lección principal de esta batalla, es que se deberá desconfiar de aquellas suposiciones relacionadas con las posibilidades del enemigo, respecto de algunos terrenos en que parece imposible realizar alguna maniobra operacional o táctica.
1.4.3 El sitio de Masada Un modelo de la historia universal, que en extremo hace manifiesta la importancia de la selección de un accidente geográfico para guarnecerse defensivamente, lo constituye la fortificación de Masada. Esta fortaleza está ubicada en la cumbre de una montaña en el desierto, a unos 48 km al sureste de Jerusalén, y fue el escenario de la resistencia llevada a cabo por los zelotes judíos en su revuelta contra el dominio del Imperio Romano (66-73 d.C.). En el siglo I a.C. el rey judío Herodes el Grande construyó dos palacios fortificados. Tras la muerte de Herodes, Masada fue ocupada por una guarnición romana hasta que los zelotes la capturaron en el 66 d.C. Cuando Jerusalén fue tomada por los romanos en el 70, los últimos rebeldes que quedaban (unas mil personas, entre las que se contaban incluso mujeres y niños) se retiraron a la fortaleza de Masada en la cumbre de la montaña. Bajo el mando de su líder, Eleazar ben Jair, resistieron un asedio de más de dos años por parte de la X Legión Romana. Esta resistencia fue posible por las ventajas que les proporcionaba a los defensores el terreno donde se fortalecieron: había solo dos maneras de llegar hasta arriba, una era un tortuoso camino que se le llamaba “la serpiente” y que discurría junto a peligrosos precipicios, 45
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y otro llegaba hasta una roca que estaba situada bajo una de las torres del camino occidental.33 El ejemplo de Masada no solo es válido para representar la importancia de la selección de una posición para defenderse, sino también para ejemplarizar, que por muy conveniente que esta sea para la defensa, nunca es del todo infranqueable. En este caso, célebre de la historia universal, es también ilustrativo la utilización del terreno que hacen los romanos para vencer la resistencia: sitian el área y aprovechan una pendiente para construir una rampa, que les permitió penetrar el lado occidental de la fortaleza.
1.4.4 La Operación Barbarroja En la Segunda Guerra Mundial, la Operación Barbarroja consistió en la invasión que realizó Alemania a la Unión Soviética. La operación abrió el frente oriental aliado, que se convirtió en el teatro de operaciones más grande de la guerra, y en el escenario de las batallas más crueles del conflicto en Europa. Los soviéticos, tuvieron fuertes bajas y perdieron amplias extensiones de territorio en poco tiempo. No obstante, la llegada del invierno ruso acabó con los planes alemanes de terminar la invasión en 1941. Durante el invierno, el Ejército Rojo contraatacó y anuló las esperanzas de Hitler de ganar la batalla de Moscú, ya que las fuerzas armadas alemanas no estaban preparadas para una guerra de larga duración, y mucho menos estaban equipadas para combatir en época de invierno. El 22 de junio de 1941, en un frente de 1.600 km entre el mar Báltico y el mar Negro, los alemanes pusieron en marcha a más de 4 millones de hombres: 3,5 millones de alemanes y 1 millón de aliados aglutinados en 225 divisiones de guerra, junto a ello 4.400 tanques y 4.000 aviones, que permite indicar que constituyó la operación terrestre más grande de la historia. Al término de un mes, Bielorrusia y el Báltico estaban en manos alemanas aunque en el sur hubo que esperar hasta agosto para alcanzar el río Dniéper, ordenando Hitler que parte del grupo centro se dirigiera al sur para cerrar una tenaza en torno a Kiev, lo que provocó la mayor captura de soldados enemigos de la historia (más de 800.000). Sin embargo, hizo retrasar el asalto a la capital soviética, aunque también ayudó a asegurar el flanco meridional del grupo de ejército centro. Cuando en octubre se dirigieron a Moscú, el 33 Roca, Carlos, Sangre de Valientes, Siete Combates Heroicos, Barcelona: Inédita Editores, 2005.
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invierno estaba en curso, el atraso inicial de la operación de 4 semanas resultó ser crucial para la paralización del avance, el barro de las primeras lluvias otoñales hicieron que las operaciones casi se suspendiesen, aunque lograron una última victoria en Viazma, comparable a la de Kiev. Las pérdidas rusas habían sido cuantiosas, pero Stalin convocó al pueblo a la defensa de la patria. El desperdicio de vidas que prodigaban los rusos causaba asombro a los alemanes. La resistencia soviética sorprendió al mando alemán, que durante el verano había dado por aniquilado a 2/3 del ejército soviético, pero que era capaz de reconstituirse sin que los historiadores hayan todavía podido aclarar los mecanismos mediante los cuales se producía ese milagro. Un ejemplo es la fortaleza de Brest-Litovsk en la frontera polaca: atacada el primer día de la invasión alemana, se planeó que su captura se realizaría en horas, sin embargo los soviéticos resistieron un mes entero. Lanzaron a grupos de soldados en asaltos suicidas contra posiciones alemanas, lo que retrasó la ofensiva alemana por varias semanas. El grupo de ejércitos norte llegó a las cercanías de Leningrado antes de agosto de 1941. Allí la resistencia soviética lo detuvo. La captura de la ciudad sería una operación demasiado costosa, así que establecieron el Sitio de Leningrado, en el que más de dos millones de personas murieron por el hambre, el frío y los bombardeos. La ciudad resistió hasta que en enero de 1944 los alemanes fueron rechazados. El momento decisivo de la Operación Barbarroja fue cuando las tropas alemanas del grupo de ejércitos centro, al mando de Heinz Guderian, avanzó hasta 25 kilómetros de Moscú en diciembre de 1941. Sin embargo, el intenso frío con menos cincuenta grados y la llegada de las divisiones de Siberia hizo retroceder a los alemanes 200 kilómetros hacia el oeste en la llamada batalla de Moscú. No obstante, ante la imposibilidad de tomar Moscú, Hitler planeó alcanzar los pozos petrolíferos del Cáucaso, pero primero debía tomar Stalingrado. El término de la Operación Barbarroja finaliza con el fracaso de tomar Moscú y rendir Leningrado. Una de las causas más importantes que explica el fracaso de la Operación Barbarroja fue el invierno de 1941-1942, con temperaturas históricamente extremas que limitaron la capacidad militar y moral del combatiente alemán. A ello se agrega que Hitler no esperaba un conflicto de larga duración y la Wehrmacht no tenía ningún plan para mantener en condiciones idóneas a varios millones de soldados durante el invierno. Cabe señalar que las anteriores campañas victoriosas de la Wehrmacht se habían desarrollado en la primavera o en otoño del Hemisferio Norte, pero jamás en invierno hasta 1941. 47
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1.5 La Geografía Militar en la historia militar de Chile Las decisiones y consideraciones geográficas en la historia militar de Chile son muy profusas, y prácticamente observables en todas las operaciones militares. Desde las emboscadas que perpetraban los araucanos a los españoles, hasta las últimas decisiones sobre la organización de las fuerzas del Ejército, han estado indistintamente influidas por consideraciones geográficas. Las características geográficas no solo han tenido un rol preponderante en las decisiones para dirigir los combates y batallas, sino también en el despliegue de paz, instrucción y características del material que ha empleado el Ejército.
1.5.1 Guerras de la Independencia 1.5.1.1 Rancagua En 1814, el virrey Abascal, ordenó una nueva expedición militar a Chile, con el fin de reconquistar el país para España. Al mando de las fuerzas españolas se designó al general Mariano Osorio, que llegó a Chile a fines de agosto del mismo año. Tan pronto desembarcó, decidió atacar rápida y directamente Santiago, y así disolver el esfuerzo independentista. Una vez que las fuerzas patriotas se informan del avance de Osorio, se decide realizar las acciones que sean necesarias para ganar tiempo y reunir a los regimientos disueltos. Se estipula que la pérdida de Santiago o del centro del país equivaldría a una derrota. Por lo anterior, a como diera lugar los chilenos necesitaban detener o al menos disminuir el avance de Osorio, a fin de organizar una defensa. Esto se podía lograr organizando una plaza fuerte que se pudiera defender o dando una serie de combates que fueran cediendo espacio en beneficio del tiempo. El análisis del escenario realizado por los hermanos Carrera los indujo a proponer la defensa de Angostura de Paine, lugar que según ellos, era más favorable a otras posiciones defensivas, con el único inconveniente que está más cerca de Santiago. Por su parte, O’Higgins estimaba más apropiado organizarse defensivamente en la plaza de Rancagua. Los resultados ya los sabemos. La llegada de Osorio a Chile fue una sorpresa estratégica para las fuerzas chilenas. Gracias a la información que le fue proporcionada por algunos desertores fue creando las condiciones para obligar al adver48
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sario a aceptar la decisión encerrado en Rancagua y no en Angostura de Paine donde el terreno le habría sido desfavorable. Al respecto en la Historia del Ejército de Chile se indica en relación a la decisión de O’Higgins: pero si en vez de tomar la posición de Rancagua encerrándose en aquel pequeño recinto se hubiera hecho firme en la estrechura del Paine habría dado que hacer infinitamente más al ejército real, y probablemente la victoria habría quedado por las armas de la patria.34
1.5.1.2 Cruce de los Andes El Ejército de los Andes se formó con soldados argentinos y remanentes del Ejército patriota chileno establecidos en Mendoza tras el desastre de Rancagua, y con un gran número de voluntarios cuyanos, negros esclavos y libertos. La singular hazaña es conocida por su organización y por los próceres que participaron, pero también por los desafíos que la geografía implicaba y por las repercusiones estratégicas que tuvo. Diariamente, por un abrupto terreno y a una altura media de 3.000 msnm las fuerzas avanzaban 30 kilómetros, soportaron el frío y las necesidades de todo tipo que el escenario imponía. La perspectiva estratégica de San Martín consideraba que era preciso destruir el poder español en la costa del Pacífico y para ello había que adoptar otros ejes de operaciones que las que hasta entonces se habían seguido por el Alto Perú (Bolivia). Para ir a Lima había que hacerlo por mar, pero antes se necesitaba unir las fuerzas con la de Chile que perseguía el mismo ideal y crear una escuadra para dominar el Pacífico, y así tener libertad para las operaciones.35 Para reunir y procesar información geográfica de la travesía a realizar, San Martín trató de conocer el terreno por medio de datos topográficos, planos y cartas que pudo procurarse, por informe de emigrados, viajeros, guías y arrieros, viajes personales de reconocimiento, y estudios de comisiones enviadas especialmente para ese fin. El mayor Álvarez Condarco reconoció los pasos de Olivares, frente a Coquimbo, Valle Hermoso e Iglesias, frente al Aconcagua y Portillo de Curicó, reconocimiento que sirvió después para elaborar un croquis que se repartió a los jefes de las divisiones.
34 Historia del Ejército de Chile, Santiago: Estado Mayor General del Ejército, Tomo II, p. 160. 35 Álbum Histórico de las Fuerzas Armadas de Chile, Santiago: Editora Atenas, 1928, p. 263.
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Para reconocer el lado chileno, San Martín mandó al mismo Álvarez Condarco, enviado a Chile como parlamentario con el pretexto de dar a conocer a Marcó del Pont, el reconocimiento de la Independencia Argentina: Álvarez salió el 2 de diciembre y marchó por el camino más largo de los Patos, valle del Putaendo-Santiago, y aquí Marcó después de hacer quemar en la plaza pública dicha comunicación, lo hizo volver más que ligero por el camino más corto, los Andes-Uspallata. Al regreso a Mendoza, el 21 de diciembre completó el croquis con los datos que traía en su cabeza.36
1.5.2 Guerra del Pacífico 1.5.2.1 Desembarco en Pisagua En la Guerra del Pacífico (1879-1883) el gobierno chileno resolvió la invasión de Tarapacá, y para ello se inició una discusión sobre el lugar más apropiado para efectuar el desembarco. Las opiniones se inclinaron entre Patillos al sur de Iquique y Pisagua al norte de la misma ciudad. Sotomayor decidió que fuera al norte de Iquique, pero estaba indeciso entre Pisagua y Junín, ya que era necesario buscar una relación entre la factibilidad geográfica para materializar un desembarco y el impacto estratégico que ocasionaría. Domingo Santa María había elaborado un plan para hacerlo en Junín, porque en su opinión, efectuarlo en Pisagua sería un desastre. Las autoridades militares lo objetaron y se optó por Pisagua con los resultados que hoy sabemos. Lo anterior es criticado por Wilhelm Ekdahl, quien indica que entre Pisagua e Iquique está Caleta Buena que proporcionaba mayores ventajas estratégicas que Pisagua: la caleta es algo desabrigada; pero este defecto es común a todas las caletas tarapaqueñas; y de hecho, Caleta Buena es menos desabrigada que la playa de Pisagua. Los cerros que rodean a Caleta Buena son, es verdad, algo más abruptos que los de Pisagua, pero de manera alguna son inaccesibles. Las tropas chilenas sabrían vencer esta dificultad.37 Con este sencillo ejemplo se intenta dejar manifiesto la importancia de incluir el análisis de la geografía en la adopción de las decisiones militares en general y en la conducción de las operaciones en particular. Una errada valorización geográfico-militar del escenario puede 36 Ibídem, p. 273. 37 Ekdahl, Wilhelm, Historia Militar de la Guerra del Pacífico, Santiago: Soc. Imp. I Lit. Universo, 1917, p. 491.
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conducir a un ejército a la derrota o imponer innecesarios sacrificios a las tropas. Como también, la historia demuestra las ventajas que el acertado análisis geográfico le otorga a las fuerzas y a los comandantes que han examinado convenientemente las variables y factores geográficos que gravitan en los diferentes escenarios.
1.5.2.2 Combate de Los Ángeles En el combate de Los Ángeles (22 marzo 1880) la resolución del coronel Andrés Gamarra de resistir la invasión en el cerro de Los Ángeles era la más acertada desde el punto de vista de la selección de un terreno crítico que dominara las áreas colindantes. La posición era un cerro donde la roca suelta predominaba, y su forma de espolón, con bordes acantilados y laderas escarpadas, casi perpendiculares en tres de sus costados lo convertían en una posición inexpugnable. Además, en el fondo corren los ríos Torata y Moquegua, que convergen en el frente del cerro. Una de sus pendientes se denomina Tumilaca y la otra Guaneros. Por Tumilaca solo se podía ascender con dificultad de uno en uno, pero la pendiente de Guaneros se consideraba inaccesible y no tenía senderos. Probablemente muy diferente a lo que se imaginaron las fuerzas peruanas, el mando chileno consideró un ataque de frente y por ambas pendientes. Inicialmente, por el frente atacaría un batallón del Regimiento 2º de Línea, un batallón del Regimiento Santiago y parte de la artillería. Otros medios del 2º de Línea, un batallón del Santiago, 300 cazadores y una batería de artillería se deslizarían sin ser vistos por el lecho del río, y ascenderían la ladera Tumilaca. Al Regimiento Atacama se le confió el esfuerzo que causaría mayor impacto en los peruanos, ya que debía ascender por la ladera Guaneros. El mando peruano había distribuido convenientemente sus tropas de manera de aprovechar cada punto favorable del terreno para obtener ventajas de la extraordinaria posición que habían elegido, en particular en una protuberancia del cerro denominada El Púlpito. De igual forma, habían construido trincheras y parapetos muy bien distribuidos, lo que demostraba una gran habilidad para diseñar el dispositivo. La historia de Chile recuerda: gracias principalmente a la audacia y temple vigoroso de los bravos defensores del país, se tomó posesión en pocas horas y sin grandes pérdidas de vidas, de una fortaleza natural reputada de inexpugnable por los mismos que la defendían.38 38 Mellafe M., Rafael; Pelayo G., Mauricio, La Guerra del Pacífico en Imágenes, Relatos, Testimonios, Santiago: Centro de Estudios Bicentenario, 2007, p. 183.
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1.6 La Geografía General y los elementos que estudia la Geografía Militar La Geografía es la ciencia que estudia la distribución espacial de todos los fenómenos naturales (físicos) o humanos en la superficie del globo terrestre. La acepción Geografía o “descripción de la tierra” fue creada por el griego Eratóstenes en el tercer siglo antes de Cristo. Sin embargo, la Geografía va más allá de la simple descripción del paisaje y de su distribución en la tierra; es una ciencia social que busca explicar el por qué de esta distribución. Asimismo, dada la diversidad de conceptos y métodos que utiliza, los cuales pertenecen tanto al campo de las ciencias naturales como al de las ciencias sociales y las humanidades, la Geografía constituye un vínculo que reduce la distancia entre las ciencias sociales y las otras ramas del saber. Según Marie Jeanne Paoletti,39 la Geografía se divide en dos ramas, que son la Geografía Sistemática y la Geografía Regional. La Geografía Sistemática abarca principalmente la Geografía Física y la Geografía Humana. La Geografía Física estudia los procesos naturales que causan la diversidad física de la tierra e incluye campos tan diferentes como la Geomorfología, Climatología o Biogeografía. La Geografía humana (o cultural) se interesa en todos los aspectos de las actividades humanas que están relacionados con el ambiente físico o que se pueden interpretar en términos espaciales. Este campo es muy amplio ya que prácticamente todos los aspectos de la vida social tienen una dimensión espacial. Por esta razón los subcampos de la Geografía humana son múltiples y variados, entre estos están la Geografía económica, que trata, entre otros temas, del desarrollo agrícola, industrial o comercial, tomando en cuenta la ubicación de los recursos naturales o humanos, las facilidades de transportación, etc.; la Geografía política, que estudia las actividades sociales que tienen relación con la ubicación y fronteras de naciones o grupos de naciones; la Geografía urbana, que se interesa en las ciudades, su ubicación, sus funciones, patrones de desarrollo y cómo estas se integran en redes interurbanas. La Geografía regional incluye una visión más integrada de la disciplina. Esta rama estudia similitudes y diferencias entre las distintas regiones del mundo, buscando evidencia de los rasgos específicos que le dan a una región su identidad y la distinguen de otras regiones del mundo. Esa identidad puede ser el resultado de un elemento físico que le da un 39 Paoletti, Marie Jeanne. Artículo sobre geografía disponible en: http://ceci.uprm. edu /~sruiz /geog3155/id32.htm. ingreso el 10 diciembre 2008.
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aspecto distintivo a un paisaje, o puede provenir de algún tipo de relación que caracteriza a la sociedad que ocupa ese espacio, y cuyas prácticas culturales han marcado notablemente el aspecto de la región, como lo sería un tipo predominante de agricultura. A menudo, el carácter original de una región se debe a la combinación de factores físicos y culturales. La Geografía aglutina a todas las demás ciencias, tanto naturales como sociales, desde la historia hasta las matemáticas, puesto que los objetos de estudio de la Geografía son muchos y muy variados. De la Geografía se han desprendido otras ciencias que se han especializado en uno de los objetos que trata, como la geología, la biología, la zoología, la botánica, la demografía, la astronomía, etc. Por eso es sabido que la Geografía utiliza métodos y técnicas que han desarrollado otras ciencias. A pesar de que el geógrafo utiliza métodos de otras ciencias, este pone en primer plano de su investigación las relaciones entre la localización, la organización y las diferencias espaciales; clasifica las estructuras que organizan el espacio, y descompone los sistemas que las rigen. Además, estudia la intensidad de los fenómenos, la densidad de las poblaciones, y el volumen de las transferencias y de los intercambios. Todo ello pone de relieve el significado de los límites y de las discontinuidades, y busca el sentido de las evoluciones de los fenómenos.
1.6.1 Factores que estudia la Geografía Militar La Geografía Militar estudia los mismos factores que se han agrupado en torno a la Geografía general: a) las relaciones espaciales, b) factores geofísicos, c) factores geohumanos, d) factores geoeconómicos, e) factores geomilitares y, se agrega, d) la valorización geomilitar del escenario. • Relaciones espaciales: estudia la ubicación de una zona, área o país determinado en el globo terráqueo, para analizar sus relaciones con otras zonas, áreas, países o grupos de países en otras partes del mundo. De este análisis se intenta deducir las ventajas y desventajas desde el punto de vista militar. • Factores geofísicos: estudia la conformación terrestre. Incluye la morfografía, hidrografía, clima, vegetación, y los accidentes geográficos que proporcionen algún efecto en las operaciones militares.
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• Factores geohumanos: el estudio de la población incluye información sobre sus cantidades y distribución. Su propósito es adoptar las previsiones que puedan implicar las evacuaciones de población civil, seguridad aérea o terrestre, medidas de protección, y logísticas en general. • Factores geoeconómicos: se realiza el estudio de la capacidad industrial, la capacidad de explotación de recursos, la dependencia de las importaciones y de los abastecimientos de otras zonas del país, la protección de los centros de producción, y las comunicaciones de todo tipo que permiten el sostenimiento de las operaciones. • Factores geomilitares: es la determinación de las áreas geográficas, donde por sus características se prevé la posibilidad de una actividad militar. • Valorización geomilitar del escenario: es el estudio de los factores geomilitares junto a la valorización geomilitar del escenario. Constituye la síntesis de cualquier estudio geográfico militar, y es la consolidación de todo el proceso de análisis. Los encargados de realizar los estudios militares deben incluir todas las consideraciones que evalúen pertinentes de cada uno de los factores antes mencionados, o respecto de otros que, debidamente valorados, se estime que deben incorporarse en un estudio de esta naturaleza. Lo importante es discurrir sobre todos aquellos factores y subfactores o elementos que lo conforman con plena libertad de acción, pero teniendo presente que, los fines de los estudios geográficos militares son para satisfacer la información que se requiere para resolver la ejecución de las operaciones militares. Mientras más alto sea el nivel de la conducción que se trate, mayor utilidad tendrán los estudios de carácter geográfico. Mientras menor sea el nivel de la conducción militar, adquirirán valor los estudios de características topográficos, o aquellos que, en forma específica están integrados a los procesos de decisiones, o que concretamente se ordenen realizar para un determinado accidente geográfico. Cada accidente geográfico (ríos, montañas, desiertos, llanuras, lagos, bosques, caminos, pluviosidad, temperaturas, suelos, etcétera) debe ser valorizado en relación con la misión, las fuerzas propias y las fuerzas del adversario. Respecto de cómo afectará cada factor, o 54
Geografía militar y operaciones militares
elementos que se derivan de ellos a las operaciones militares, será el aporte y el arte del asesor o del comandante. Recetas pueden haber muchas, pero lo importante será la sistematización y la interrelación entre los factores y el propósito militar correspondiente.40 Establecidos los factores que incluyen en los estudios geográficos de carácter militar, a continuación se hará mención a las variables que se derivan de cada uno de los factores, y que deberían ser consideradas como mínimo en cada uno de ellos.
1.6.1.1 Variables en las relaciones espaciales El estudio de las “Relaciones Espaciales” permite llegar a determinar las posibilidades que tiene un país de participar en un conflicto vecinal o regional, como también la factibilidad de recibir ayuda exterior o de quedar aislado geográficamente. Incluye el análisis de los siguientes elementos: Tabla Nº 1 RELACIONES ESPACIALES Ubicación Zonas climáticas Estaciones del año Duración del día y la noche Huso horario
Posición geográfica
Situación Situación geográfica geográfica relativa
Con respecto del mundo Con respecto del continente Con respecto de los vecinos
Condición geográfica esencial
Naciones mediterráneas Naciones marítimas o insulares Naciones mixtas
Superficie
Magnitud del espacio
Grandes espacios Pequeños espacios
Forma
Formas de los países
Circular o armónica Irregular Faja
40 Para consultar respecto –a modo de referencia– de las influencias de los factores militares en las operaciones o acciones militares, se puede consultar el texto de Pinochet Ugarte, Augusto, Geografía Militar, Santiago: Instituto Geográfico Militar, 2ª Edición, s/año.
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Capítulo I
Las variables que se estudian en las relaciones espaciales son las que tienen mayor importancia y relación con los análisis geopolíticos y geoestratégicos que veremos en los capítulos II y III. Las conclusiones de cada uno de los factores y subfactores deben centrarse en la perspectiva militar, y no es conveniente que exista un referente teórico de las implicancias que cada uno tiene. Las consideraciones que se hagan de cada elemento no se pueden encasillar en estereotipos ni comprometerse en esquemas rígidos, lo importante será definir las relaciones espaciales de la zona en estudio en un contexto coyuntural de la situación internacional y nacional.
1.6.1.2 Variables en los factores geofísicos La Geografía Militar, normalmente, analiza los factores fisiográficos en la situación en que se encuentran al momento del estudio, sin considerar la probable evolución de ellos. Excepcionalmente será conveniente hacerlo, como por ejemplo, las crecidas que experimentan algunos ríos en ciertas épocas del año. El análisis de los elementos físicos de la tierra permite deducir cuál será la influencia que tendrán en las operaciones militares. El análisis deberá ser consecuente con la magnitud de las fuerzas para la cual se realiza el análisis, sin olvidar que existen estudios topográficos y estudios del terreno para las unidades de menor magnitud. Incluye el análisis de los elementos que se exhiben en la Tabla Nº 2. A diferencia de los factores analizados en las relaciones espaciales, las variables que se estudian en los factores geofísicos están más próximos a la Estrategia (que se tratará en el Capítulo IV), que a la Geoestrategia o Geopolítica (Capítulos II y III), ya que se relacionan con un espacio más inmediato y con un área donde generalmente se realizarán las operaciones militares, o al menos comprenderá una zona que sufrirá el impacto directo o indirecto que estas ocasionan.
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Geografía militar y operaciones militares
Tabla Nº 2 FACTORES GEOFÍSICOS Tierras altas
Cordones montañosos Pasos principales y sus cotas Valles y centros poblados
Tierras bajas
Obstáculos naturales Centros poblados
Costa litoral
Puertos, bahías, playas
Morfografía
Hidrografía
Clima
Vegetación
Continental
Trazados y dimensiones
Oceánica y litoral Temperaturas
Variaciones máximas, medias y mínimas
Presiones
Efectos
Vientos
Velocidades y medias
Humedad del aire
Lluvias, nieves, nubosidad y neblinas
Características de las estaciones
Épocas del año
Cubierta y vegetación
Tipos
Influencia en la población
Efectos en la vida
Influencia en las operaciones
Ventajas o desventajas
Impacto en la visibilidad Suelo
Rocosos, pedregosos, arenosos, arcillosos, otros
Características
Los subfactores que se estudian en los factores geofísicos son prácticamente permanentes. Incluso las variables del clima deben limitarse a las estadísticas y medias anuales y no a las circunstancias del momento del estudio. Por lo anterior, el trabajo descriptivo tiene alguna prioridad sobre el interpretativo, ya que este último estará influenciado por valor que cada asesor o comandante le asigne. 57
Capítulo I
1.6.1.3 Variables en los factores geohumanos El estudio militar de la población de un país debe basarse en su cantidad y distribución en el territorio nacional o en el territorio de otros países. Dentro del factor humano se estudia la demografía, organización política, administrativa, límites y fronteras. Incluye el análisis de los siguientes elementos: Tabla Nº 3 FACTORES GEOHUMANOS
Población
Organización Política Administrativa
Límites y Fronteras
Localidades
Densidad poblacional Proximidad a la frontera
Base Racial
Autóctonos e inmigrados Minorías étnicas y extranjeros
Cultura
Alfabetización Manifestaciones culturales
Demografía
Cantidad, edad, sexo, densidad Tasas de crecimiento y núcleos principales Distribución ocupacional Movilizables
División Política Administrativa
Regiones, capitales y comunas
División Territorial
Coincidencias
Límites
Señalización por coordenadas
Fronteras
Geográficas Militares Permeabilidad (relaciones)
Pasos Importantes
Identificación Capacidades
El máxime del estudio de los factores geohumanos se relaciona con la identificación de las necesidades que será necesario prever para satisfacer las demandas que podrían surgir de las autoridades y de la propia población civil. Será de especial preocupación visualizar las áreas y población civil que podrían estar físicamente involucradas en un probable conflicto, y los resultados de las acciones bélicas que 58
Geografía militar y operaciones militares
podrían afectarla, tanto por la acción propia, como por la acción del adversario, donde el empleo de la fuerza aérea contra instalaciones industriales podría tener un gran impacto y costo de vidas civiles. Tangencialmente, la información de la población aportará antecedentes sobre las capacidades de movilización para el empleo propio.
1.6.1.4 Variables en los factores geoeconómicos El estudio de los factores geoeconómicos tiene el propósito de visualizar todos aquellos elementos que influyen económicamente en la zona de estudio, que sean de importancia productiva para la economía nacional, regional, o como fuente de trabajo para la población civil del área. Constituirá un valor especial la determinación de las áreas vitales que pueden constituir un objetivo a preservar por las fuerzas propias o que puede ser un objetivo de destrucción por parte del adversario. De igual forma, y en el mismo contexto, especificar las áreas que requieren de una protección especial. Incluye el análisis de los elementos considerados en la tabla Nº 4. Los factores geoeconómicos –a diferencia de los otros factores que se analizan en el estudio geográfico–, son de alta mutabilidad, por lo cual requieren de una permanente actualización. Los aspectos más trascendentes se relacionan con la definición de las áreas que es necesario proteger o que puedan constituir objetivos por conquistar, como también el análisis de las vías de comunicaciones de importancia para el desarrollo de las operaciones.
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Capítulo I
Tabla Nº 4 FACTORES GEOECONÓMICOS Agricultura
Importancia local y nacional Áreas principales
Ganadería
Importancia local y nacional Áreas principales
Pesca
Importancia local y nacional Áreas principales
Minería
Importancia local y nacional Áreas principales Importancia local y nacional
Industria
Áreas principales Fuentes de energía Comunicaciones terrestres
Comunicaciones
Comunicaciones acuáticas Comunicaciones aéreas
Tipos de productos. Factibilidad de abastecer a las tropas Tipos de productos. Factibilidad de abastecer a las tropas Tipos de productos. Factibilidad de abastecer a las tropas Posibilidades de sabotaje Posibilidades de sabotaje De utilización militar Vulnerabilidades Necesidades de protección De utilización por las tropas
1.6.1.5 Variables en los factores geomilitares Con la sustentación del análisis de todos los factores del estudio geográfico, es posible llegar a establecer que existen algunos objetivos, áreas, o zonas que por sus características geográficas son de interés militar, y que básicamente permiten llegar a algunas definiciones de gran utilidad para la planificación militar que se derive. Incluye el análisis de los elementos considerados en la Tabla Nº 5. Los factores geomilitares son de gran utilidad e importancia para la apreciación de los escalones que sean usuarios del estudio geográfico. En el nivel donde corresponda adoptar las decisiones y según los respectivos procesos de apreciación, se podrá coincidir o no con la información que aporta el estudio, pero al menos, será un significativo 60
Geografía militar y operaciones militares
referente para las decisiones preliminares que se adopten en el nivel operacional o estratégico. Tabla Nº 5 FACTORES GEOMILITARES Objetivos geomilitares
Áreas de importancia estratégica y económica.
Áreas geográficas de interés militar
Áreas donde podrían desarrollarse operaciones militares (previsión futura). Por lo general dan lugar a la realización de estudios topográficos.
Zonas favorables para actividades militares especiales
Que coadyuven a las operaciones militares.
Teatro de operaciones probable
Donde se puede desarrollar una empresa estratégica.
Líneas o ejes de operaciones
Dentro del teatro de operaciones. Una o varias.
Zonas de concentración
Proposiciones de las zonas que reúnen las condiciones.
Bases de operaciones
Proposiciones de las zonas y conjunto de instalaciones que reúnen las condiciones.
Líneas de comunicaciones
Direcciones generales por las cuales se podría efectuar el abastecimiento y evacuación de las tropas. Líneas: terrestresmarítimas-aéreas.
Ubicación y organización probable de las fuerzas
Proposición según las segregaciones del terreno y áreas por proteger.
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Capítulo I
1.6.1.6 Valorización militar del escenario geográfico Esta parte del estudio geográfico es una fuente relevante de información sobre el escenario, que permitirá adoptar decisiones de manera más completa para las operaciones militares. Es la máxima expresión del mismo, ya que implica interrelacionar todos los factores y variables que anteceden el estudio. La valorización comprenderá entre otros los siguientes puntos de vista: • Definición de la importancia relativa del escenario en el contexto de todo el teatro de guerra. • Interrelación y definición de los principales aspectos que podrían influir en el desarrollo de operaciones militares de cualquier tipo (accidentes geográficos – clima – población – economía – vías de comunicación).
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CAPÍTULO II
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GEOPOLÍTICA, EVOLUCIÓN Y ESPACIO 2.1 La Geopolítica y sus relaciones En los albores del siglo XXI todavía se discute si la Geopolítica es ciencia o disciplina, cuál es la validez de sus teorías, y qué áreas comprende. Mientras algunos teóricos continúan esta inacabada discusión, otros hacen extensos análisis geopolíticos de algunas regiones geográficas, e incluso de algunas variables que a sus juicios implican una perspectiva geopolítica. Pareciera que la discusión teórica poco ha servido, ya que la profusa bibliografía indistintamente se refiere a las particularidades que la Geopolítica implica. Por lo anterior, en este trabajo solo nos referiremos a sus fines y planteamientos teóricos esenciales, sin cerrarse a la posibilidad de incursionar en la discusión de su trayectoria y propósitos actuales. Con el máximo de simplicidad se hará mención a las principales definiciones, precursores, teorías, y variables que han sido clasificadas como geopolíticas y que deben ser de conocimiento básico. La mayoría de los autores de textos de Geopolítica son reiterativos respecto de sus diferentes definiciones, sus relaciones con otras disciplinas o ciencias, las escuelas geopolíticas y la contextura del Estado entre otras materias. Este capítulo no será la excepción, pero con la salvedad de incluir una selección de los planteamientos teóricos trascendentes para quienes se inician en el conocimiento de la Geopolítica. Previamente es conveniente referirse a las relaciones entre la Geografía, la Historia y la Geopolítica, y nada mejor para ello que el texto de Introducción al arte de la Geopolítica de René Gabriel José Buteler,41 donde indica que el conocimiento geográfico e histórico es esencial para interpretar y entender el accionar político de los integrantes de los Estados. Para ello es conveniente conocer a fondo todos los propósitos de ambas ciencias, y sus pertinentes contenidos, para poder incluir íntegramente sus conceptos y sus relaciones. La Geografía es la ciencia que estudia el conocimiento de la tierra y cómo los factores geográficos han de influir en la manifestación política del hombre. El hombre nace, vive y muere en el medioambiente geográfico. El hombre intenta dominar el medio geográfico. Pero esa misma naturaleza, es la que le proporciona al hombre el camino para lograr tal dominio. Es decir, es la naturaleza la que orienta el pensamiento ordenado; el pensamiento coherente. Al descubrir los princi41 Buteler, René Gabriel José, Introducción al Arte de la Geopolítica, Buenos Aires: Editorial Dunken, 2003, p. 31.
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Capítulo II
pios y las leyes de ese orden natural, el hombre desarrolla las ciencias y las técnicas, factores clave de su progreso. Y esto constituye el fruto de ese pensamiento ordenado, orientado hacia los fines. Las finalidades del conocimiento de la Geografía y de la Geopolítica son diferentes. Todo fenómeno que tenga una presencia espacial estará entendido en el concepto de la Geografía. Es el espacio el que permite ver las cosas. El tiempo en cambio, permite comprender la existencia de las mismas. No es posible concebir el conocimiento del accionar humano sin el auxilio de la Geografía y de la Historia. Por ello, deben ser estudiadas al mismo tiempo y con la mayor interrelación entre ellas: la geografía está ligada a lo concreto, lo objetivo. En cambio la Historia, si bien narra los hechos reales, es una expresión abstracta. Está en cierta forma ligada a lo subjetivo. Depende mucho de quien la escriba. Por más imparcial que pretenda ser el historiador, no podrá despejarse de su mentalidad.42 La Geografía es finita, tiene límites exactos. Lo finito de lo material puede comprobarse, medirse. Es decir, permite el experimento científico. En cambio, la Historia es infinita, no tiene límites en cuanto a la extensión de los fenómenos en el tiempo, y a sus alternativas y combinaciones: en la Historia a diferencia de lo que ocurre en la Geografía los fenómenos no pueden repetirse. No puede haber juicios históricos totalmente coincidentes, aun para observadores simultáneos. Su percepción será siempre limitada y el hecho observado siempre muy fugaz e imposible de abarcarlo en integridad.43 La Geografía provee las partes del todo y su sumatoria. La Historia lo hace en cuanto a las relaciones entre las partes y su respectiva sumatoria. En la geopolítica, el todo estará afectado significativamente por unas partes como por las relaciones. La Geografía aporta los factores geográficos involucrados en la situación a ser analizada y la Historia nos cuenta de los influjos entre esos factores sobre el accionar social del hombre en el pasado.
2.2 Perspectiva histórica de la Geopolítica Uno de los principales exponentes de la evolución histórica de la Geopolítica es el destacado profesor José Roberto Ibáñez Sánchez, que la exhibe en su texto Teoría del Estado Geopolítica y Geoestrategia,44 42 Ibídem, pp. 33-34 43 Ibídem, p. 34. 44 Ibáñez Sánchez, José Roberto, Teoría del Estado Geopolítica y Geoestrategia, Bogotá: Colección de Oro del Militar Colombiano, 1985.
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que privilegiaremos y complementaremos con la información que al respecto aportan otros autores. Conocer el progreso histórico de la Geopolítica es de suma importancia para comprender las definiciones que la interpretan, y que explicitaremos posteriormente. En diversos estudios que se han realizado sobre el Estado se ha interpretado la interrelación de tres de sus elementos estructurales: población, territorio y soberanía, hasta conformar una nueva área del conocimiento: la Geopolítica. La Ciencia Política a través de las teorías organicistas del Estado constituyó una de las fuentes de la Geopolítica, el otro germen hay que buscarlo en la Geografía a través de la Geografía Política. Pues del desarrollo y fusión de estas dos disciplinas intelectuales se organizó y sistematizó, en los albores del presente siglo, la Geopolítica. Cabe detenernos brevemente en el concepto de Estado. El término admite una enorme cantidad de definiciones, pero es posible distinguir tres concepciones fundamentales: a) la organicista, que sostiene que el Estado es independiente de los individuos y anterior a ellos; b) la contractual, que afirma que el Estado es una creación de los individuos y c) la formalista, en la cual el Estado es una formación jurídica. Por su parte, John Agnew señala que el Estado es el gobierno de un territorio delimitado que reivindica la autoridad política y legal y el monopolio legítimo de la fuerza y otros poderes soberanos en toda su jurisdicción. A menudo se conjuga con la idea de nación (un pueblo con características comunes) para crear el Estado-nación, en el que se produce el emparejamiento territorial de la nación y el Estado.45 Peter Taylor, indica que el Estado es una institución definida por poseer la soberanía de un territorio y de su gente, que son las unidades políticas más importantes del mundo moderno y juntos forman el sistema interestatal. Los Estados, las clases, las unidades domésticas y los pueblos constituyen las cuatro instituciones fundamentales de la economíamundo capitalista.46 Una definición que comprende las tres concepciones fundamentales aludidas es la siguiente: El Estado es un orden –una multiplicidad institucional– de tipo secular ubicado en la cima del cuerpo político y orientado a regular las relaciones entre grupos sociales al interior de un territorio y que asigna a determinados sectores de la organización política –léase gobierno– el monopolio de la coacción física legítima, 45 Agnew, John, Geopolítica una re-visión de la política mundial, Madrid: Trama Editorial, 2005, p. 159. 46 Taylor, Peter J., Geografía Política, Economía-Mundo, Estado-Nación y Localidad, Madrid: Trama Editorial, S.L., 1994, p. 313.
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Capítulo II
dotándolo, por consiguiente, de un aparato coercitivo adecuado para respaldar su acción y de un aparato burocrático que le permita alcanzar sus objetivos en la forma más eficiente posible.47 Los griegos fueron los primeros en hablar de geografía y de política. El padre de la Historia, Heródoto (484-425 a.C.),48 relató cómo Anaximandro (610-546 a.C.) elaboró el primer mapa con fines políticos, del cual se valió más tarde Hecateo de Mileto (550-476 a.C.) para hacer una plancha de bronce en la cual, Aristágoras de Mileto (finales siglo VI y principios del siglo V a.C.) explicó al rey de Esparta Cleomenes I (finales s. VI e inicios siglo V a.C.), las facilidades de una expedición contra Persia para vencer al Rey Darío en su propio territorio. Sin embargo, fue Heródoto el primero en formular observaciones sobre la influencia del territorio en el carácter de los hombres. Desde el punto de vista geográfico, Heródoto dejó constancia de una ecúmene (área habitada) que se extendía desde Sudán a Europa central, y desde la India –en su límite oriental–, hasta la Iberia en el occidental.49 Hipócrates de Cos (V-IV a.C.), famoso médico de la antigüedad, en su obra De los aires aguas y lugares, expuso similares anotaciones a las de Heródoto; mientras, otro notable historiador, Tucídides (app. 460 -396 a.C.), en su obra sobre las Guerras del Peloponeso, procuró describir las causas del crecimiento de los pueblos. Los estudios anteriores tienen una mejor interpretación en la escuela de Sócrates (470-399 a.C.), la cual trató de explicar la influencia de los asuntos geográficos en la humanidad y en las instituciones políticas. El más famoso de sus discípulos, Platón (427-347 a.C.), en su obra Leyes, trató temas referentes a la posición geográfica relativa de la ciudad, superficie, población, y su influencia en los habitantes.50
47 Dooner, Patricio, Manual de Introducción al Estudio de la Política, Santiago: Corporación de Promoción Universitaria (cpu), 1989, p. 112. 48 Se le considera el padre de la historiografía, y es autor de Los nueve libros de historia, obra que es considerada una de las principales fuentes para los historiadores debido a su gran veracidad, y por ser la primera descripción del mundo antiguo en prosa griega. 49 Durante el período helenístico, “ecúmeno” hacía referencia a la parte de la Tierra que estaba habitada, ya fuera por toda la humanidad o solo por una parte de esta. Con frecuencia se refería a las tierras habitadas por los griegos, excluyendo aquellas que estaban ocupadas por los bárbaros. La “anecúmene” eran las áreas inhabitadas o temporalmente ocupadas 50 Las Leyes es un diálogo de Platón en el que se expresan sus teorías acerca de la política y la organización social de un modo más realista y menos utópico que en diálogos anteriores.
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Fue Aristóteles (384-322 a.C.) quien más objetivamente expuso ideas político-geográficas. En su vasta obra intelectual –pese a ser discípulo de Platón– dio a entender lo difícil de realizar la República Platónica con un gobierno de sabios, justos y prudentes, por cuanto cada Estado, conforme a sus costumbres, habitantes y territorio, debía buscar la forma de gobierno que más conviniera a sus necesidades y aspiraciones materiales y espirituales. Hizo una clasificación de los pueblos hasta aquel entonces conocidos: “Dirijamos una mirada a los diversos pueblos esparcidos por la superficie de la tierra habitada. Los que viven en las regiones frías del norte y el suelo de Europa, son generalmente valerosos, pero su inteligencia está poco desarrollada, sus artes poco avanzadas y por esta razón han conservado su libertad. Los pueblos del Asia, al contrario, son ingeniosos e industriosos, pero no tienen energía; por esto están eternamente esclavizados. La raza de los griegos que ocupa regiones o países intermedios participa de ambos caracteres o disposiciones opuestas, es valiente e ingeniosa. Por esto es libre, conserva la mejor forma de sociedad política y podría mandar a todas las naciones, si logra reunirse bajo un solo gobierno”. Su famoso discípulo Alejandro Magno, intentó realizar estas ideas en sus grandes conquistas asiáticas. Eratóstenes (276-194 a.C.), padre de la geodesia,51 fue el primero en aproximarse a la Geografía Científica, al medir el tamaño de la Tierra. Para ello inventó y empleó un método trigonométrico, además de las nociones de latitud y longitud, ya implantadas al parecer por Dicearco (355-285 a.C.). El historiador Polibio de Megalópolis (200-118 a.C.), basado en la obra de Tucídides, dedicó buena parte de su historia general a hacer conocer los acontecimientos con observaciones un tanto deterministas. El más destacado geógrafo de la antigüedad, el griego Estrabón (63-¿19? a.C.), escribió 17 volúmenes de geografía (29 a.C.) en los cuales se refirió a las leyes y costumbres de los pueblos, sus orígenes, migraciones y topografía de los territorios. Particular atención merece el volumen V, donde estudia la génesis y desarrollo del Imperio Romano a la luz de las características geográficas de la península itálica. En su obra incluye una descripción detallada del mundo tal como se conoció en la antigüedad. El tercero de ellos lo dedica a Iberia, pero dice que constituye una recopilación de otras fuentes, sobre todo de Posidonio (135-51 a.C.), ya que Estrabón nunca estuvo en la Península Ibérica. Como geógrafo descriptivo rechazó los trabajos de los geó51 Ciencia que tiene el objetivo de determinar la figura, magnitud del globo terrestre o de gran parte de él, y construir los mapas correspondientes.
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grafos matemáticos como Eratóstenes de Cirene (276-194 a.C.) o Hiparco de Nicea (190-120 a.C.) por el carácter puramente astronómico o cartográfico de sus obras. Esto le llevó a una despreocupación por las causas físicas de los fenómenos naturales, centrándose en los aspectos humanos, la historia y los mitos para componer un retrato de las gentes y los países que estudiaba. Durante el largo período de oscurantismo de la Edad Media52 todo el conocimiento humano se fundamentó en la religión, y en los trabajos de Ptolomeo –sus teorías astronómicas influyeron en el pensamiento astronómico y matemático científico hasta el siglo XVI–, que constituyeron la fuente primordial de la Geografía, hasta que un milenio más tarde, las Cruzadas, los viajes de Marco Polo (12541324) y las grandes exploraciones, fructificaron en inmensos descubrimientos como el de América, que reorientaron las concepciones metafísicas del mundo hacia el hombre y la razón. Así, la Geografía y la Política fueron, cada una por su lado, cobrando dimensiones científicas al ritmo de la realidad terrestre y del nuevo concepto del Estado nacional. Desde el punto de vista histórico, el Estado nación se establece mediante el tratado de Westfalia,53 al final de la guerra de los Treinta Años (1648). Por razón de este tratado se acaba con el antiguo orden feudal y se da marcha a organizaciones territoriales y poblacionales definidas en torno a un gobierno que reconoce sus límites espaciales, y por lo tanto, de poder. Nicolás de Maquiavelo (1469-1527), en su obra El Príncipe y Discursos sobre la Primera Década de Tito Livio, sentó las bases del Es52 Históricamente se entiende que el periodo del oscurantismo en la Edad Media, se basó en la imposición de límites, que afectaban la extensión y difusión del conocimiento. Uno de los principales objetivos de este control en el medievo era impedir el cuestionamiento de dogmas. Es decir en la posesión de un conjunto de creencias sustentadas en la autoridad, que no admiten análisis o evidencias que las invaliden, manifestándose en las frecuentes amenazas sobre los precursores del pensamiento científico. 53 Se conoce como la Paz de Westfalia a los dos tratados de paz de Osnabrück y Münster, firmados el 15 de mayo y el 24 de octubre de 1648, respectivamente. El de Münster se firmó en la región histórica de Westfalia, y por estos tratados se puso término a la guerra de los Treinta Años en Alemania y la guerra de los Ochenta Años entre España y los Países Bajos. La paz de Westfalia dio lugar a partir del primer congreso diplomático moderno e inició un nuevo orden en el centro de Europa basado en el concepto de soberanía nacional. Una de las consecuencias de la paz de Westfalia fueron la aceptación del principio de “soberanía territorial”, el principio de “no injerencia en asuntos internos” y el trato de “igualdad entre los Estados” independientemente de su tamaño o fuerza.
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tado moderno, sugirió la idea de liberar de consideraciones morales, los requerimientos de la naturaleza y el interés de los Estados. En sus obras no se detuvo a consideraciones de orden geográfico, más bien, su legado está relacionado con los elementos constitutivos del Estado. A Maquiavelo se le atribuye la frase “el fin justifica los medios”, ya que resume muchas de sus ideas. Se considera a Maquiavelo como uno de los teóricos políticos más notables del Renacimiento, pues con su aporte se abre camino a la modernidad en su concepción política y a la reestructuración social. Maquiavelo se declara partidario de la República, con el supuesto de que toda comunidad tiene dos ánimos contrapuestos: el del pueblo y el de los grandes (que quieren gobernar al pueblo), que están en constante conflicto. Este señala que es primordial que en dicha República se disponga de las instituciones necesarias para canalizar el conflicto, dentro de las mismas, sin las cuales la República se desarmaría. Ninguna de las otras formas de gobierno como la aristocracia, la tiranía, la democracia o la monarquía lograrían, según él, el equilibrio de los partidos dentro del régimen, por lo que son inestables. Muchos de los conquistadores de América como Hernán Cortés Monroy Pizarro Altamirano (1485-1547) en sus cartas sobre el Imperio Azteca, cronistas como Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés (1478-1557) en Historia General y Natural de las Indias, o navegantes como Pedro Sarmiento de Gamboa (¿1530?-1592) en su obra Historia de los Incas, trataron y escribieron sobre la influencia de las condiciones geográficas del nuevo mundo entre los europeos que se atrevieron a conquistarlo y explorarlo. En 1544 se publicó en Alemania la obra Cosmografía de Sebastián Münster (1488-1552) llamado el Estrabón Alemán, que constituye la primera geografía descriptiva, con gran número de mapas, relaciones de costumbres, divisiones políticas y condiciones naturales de los diversos países. Münster, ayudó a cimentar los conocimientos de la Geografía Política. Juan Bodino (Jean Bodin),54 quien estudió sistemáticamente las relaciones entre el Estado y la Geografía, en su obra Los 6 Libros de la República, manifestó que el suelo modela al hombre física y espiritualmente y divide sus actos y su historia.
54 Sus aportes a la teoría del Estado y en particular referida al concepto de “soberanía”, han sido de gran importancia para la modernidad y conservan su valor.
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Además de los científicos mencionados, también es propio hacer mención de Francis Bacon (1561-1626);55 Thomas Hobbes (15881679);56 y, Gottfried Leibniz (1646-1716),57 quienes teorizaron sobre el Estado, la doctrina de los derechos naturales y la dependencia de los Estados a las leyes de la naturaleza. Asimismo a Benedicto Spinoza (1632-1677), quien explicó en forma realista y práctica la intervención de la naturaleza en el desarrollo de la Historia. Sin embargo, la Geografía solo se involucra en forma decidida en aspectos sociales, económicos, humanos y políticos por intermedio de varios destacados franceses que orientaron sus estudios con intención político-geográfica: el primero fue el prelado Armand-Jean du Plessis, cardenal-duque de Richelieu (1585–1642), sus ideas de una nación fuerte y con una política exterior agresiva fueron la base de los Estados modernos. Las actuales nociones de soberanía nacional e internacional derivan de sus teorías aplicadas en la paz de Westfalia. El segundo fue el notable Mariscal de Francia Sébastien Le Prestre, Señor de Vauban (1633-1707), quien aplicó el estudio de la Geografía regional a la Política y a la Estrategia, modelando de paso el espíritu militar defensivo de la Francia Moderna. Pero el más importante fue Charles Louis de Secondat, Señor de la Brède y Barón de Montesquieu (1689-1755), insigne filósofo, jurista y publicista que dio a los políticos, historiadores y geógrafos una clara visión de la Geografía política. Montesquieu estableció que el estudio de la Geografía no es un fin en sí mismo, sino un medio para adquirir conocimientos del suelo y ambiente de los Estados y de sus relaciones recíprocas, señalando 55 La filosofía de Bacon influyó en la creencia de que la gente es a la vez sierva e intérprete de la naturaleza, de que la verdad no se deriva de la autoridad y que el conocimiento es fruto ante todo de la experiencia. 56 Thomas Hobbes afirmaba que el hombre es como una máquina, que se mueve continuamente para alcanzar sus deseos; este movimiento se clasifica en dos tipos: de acercamiento, el hombre siempre se acerca a las cosas que desea y de alejamiento, el hombre se aleja de las cosas que ponen en peligro su vida. Así dice que la sociedad está siempre en movimiento. 57 A Gottfried Leibniz pertenece el pensamiento sobre el “principio de razón suficiente”, expuesto en su obra Teodicea, asevera que no se produce ningún hecho sin que exista una razón suficiente para que sea así. De esa forma, afirma que los eventos considerados azarosos o contingentes parecen tales porque no se dispone información de las causas que lo motivaron. Para G. Leibniz, sin una razón suficiente no se puede afirmar cuándo una proposición es verdadera. Y dado que todo lo que sucede, sucede por algo, es decir, si todo lo que sucede responde siempre a una razón determinante, conociendo esa razón se podría saber lo que sucederá en el futuro.
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la influencia del clima en la filosofía y psicología humana. Habló del tamaño, la clase de suelos y de fronteras del Estado. Expresó que cada Estado tiene señaladas sus fronteras naturales y que no puede sobrepasarlas sin sufrir castigo; su obra: Consideraciones sobre las causas de la grandeza de los romanos y de su decadencia, lo sitúan como uno de los precursores de la Geopolítica. Las ideas de Montesquieu fueron cimentadas con la obra de François Marie Arouet, más conocido como Voltaire (1694–1778), en el Ensayo sobre las costumbres y espíritu de las naciones. Finaliza esta cadena francesa antecesora de la Geopolítica con el naturalista Jean-Baptiste-Pierre-Antoine de Monet, Caballero de Lamarck (1744-1829) quien en su afán por desentrañar los misterios de la naturaleza, habló del “medio” para explicar la conjugación de los factores geográficos y físicos como una especie de atmósfera que rodea al hombre.58 En la medida en que la filosofía se acercó al campo de la utilidad y de la práctica, se produjo un mayor desarrollo en las ciencias y las artes; esto ocurrió con mayor frecuencia en Alemania y quizás por ello correspondió a Immanuel Kant (1724-1804) intuir la Geopolítica, cuando en su obra Sentencias habló por primera vez de la Política geográfica. Muchos de los discípulos más importantes de Kant (incluyendo a Carl Leonhard Reinhold, Jakob Sigismund Beck y Johann Gottlieb Fichte) transformaron la posición kantiana en un idealismo cada vez más radical. Esto marcó la aparición del Idealismo alemán. Kant se opuso a estos desarrollos, e incluso denunció públicamente a Fichte en una carta abierta en 1799. Por otra parte, la particular situación de la nación alemana de fines del siglo XIX, desarrollada en varios Estados y emplazada en el corazón de Europa, hizo que entre sus intelectuales preeminentes se despertaran inquietudes de unidad, que a su vez los llevaron a situarse a la vanguardia de la humanidad en los campos de la filosofía, la política y otras ciencias y artes. Por eso resulta comprensible que haya sido en Alemania donde encontraran mayor radio de acción las ciencias precursoras de la Geopolítica y que esta se sistematizara y organizara allí como ciencia independiente.
58 A diferencia de Darwin, el modelo propuesto por Lamarck para explicar cambios evolutivos se basa en tres ejes principales: uso y desuso, generación espontánea y tendencia inmanente a mayor complejidad.
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Desgraciadamente, parte de estos conocimientos se expresaron en algunas irrealidades como la “Superioridad Aria”.59 Pero esto no significa que la Geopolítica sea exclusivamente alemana, por cuanto, ya sea catalogada de ciencia o de disciplina, es universal, tendiente, no solo a proyectar Estados como grandes potencias, sino también a ayudar a otros a mantener lo que tienen, e inclusive a enseñar a los Estados pequeños fórmulas que eviten su desintegración. Así, el filósofo alemán, Johann Gottfried von Herder (1744-1803) en su célebre obra Ideas sobre la filosofía de la historia de la humanidad, afirmó que, la nación es un ser orgánico, “una planta de la naturaleza”. Sus conceptos estuvieron signados por un determinismo histórico que lo llevaron a hablar del “animal nacional” y de la “fisiología de la nación”. Herder reinterpreta la idea de progreso, y lo redefine de una forma singular. No entiende el progreso humano como algo aislado, sino que lo relaciona con la naturaleza. Dice que es parte del conjunto del Cosmos y de la Tierra, y la historia humana se proyecta antes en una historia prehumana y después en una historia poshumana, con la idea de superhombres. No solamente la historia humana está dentro de la historia del Cosmos, sino que es el elemento central entre toda la historia. Todo se encuentra en un desarrollo permanente. Por la misma época, un militar alemán, Dietrich Heinrich Freiherr von Bülow (1757-1807), fundamentó la política exterior sobre condiciones geográficas y separó la Estrategia Política de la Estrategia Militar, con un criterio revolucionario e irrespetuoso de los valores de la época, que le costaron no solo persecuciones, sino que una muerte desgraciada. En América, los procesos independentistas produjeron grandes políticos y militares, uno de ellos, en la fecundidad de su pensamiento y dinámica de acción, intuyó la geopolítica o al menos manejó los asuntos político-militares con criterio geopolítico, este fue el Libertador Simón Bolívar, quien en “La Carta de Jamaica”, escrita a “Un caballero inglés de la isla”, expresa de manera clara su sentido político-geográfico, y su profundo conocimiento del medio político, económico y social americano. Además, de su genial intuición sobre el destino de cada uno de los Estados que nacerían de su gestión e impulso libertador. En el vasto campo de las ideas políticas, encontramos destacados visos geopolíticos en la mente de Bolívar. Para defender a Hispanoamérica de las pretensiones de la Santa Alianza Europea que pretendía recuperar las colonias para España, y con el fin de proyectar median59 Creencia de que los descendientes de la raza aria son superiores (nazismo).
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te una gran confederación la grandeza iberoamericana, promovió en 1826 el Congreso Anfictiónico (parlamento o asamblea) de Panamá. Pero como este proyecto fracasó por el egoísmo de algunos Estados, insistió en las Confederaciones de los Andes y del Caribe, y hasta su último aliento, propugnó por mantener la unidad de la gran Colombia. Valga traer a colación algunas de las aseveraciones que Simón Bolívar hace de Chile en 1815, fecha de la carta aludida: (…) “El reino de Chile, poblado de 800.000 almas, está lidiando contra sus enemigos que pretenden dominarlo; pero en vano, porque los que antes pusieron un término a sus conquistas, los indómitos y libres araucanos, son sus vecinos y compatriotas; y su ejemplo sublime es suficiente para probarles que el pueblo que ama su independencia por fin la logra. (…) El reino de Chile está llamado por la naturaleza de su situación, por las costumbres inocentes y virtuosas de sus moradores, por el ejemplo de sus vecinos, los fieros republicanos del Arauco, a gozar de las bendiciones que derraman las justas y dulces leyes de una república. Si alguna permanece largo tiempo en América, me inclino a pensar que será la chilena. Jamás se ha extinguido allí el espíritu de libertad; los vicios de la Europa y del Asia llegarán tarde o nunca a corromper las costumbres de aquel extremo del universo. Su territorio es limitado; estará siempre fuera del contacto inficionado del resto de los hombres; no alterará sus leyes, usos y prácticas; preservará su uniformidad en opiniones políticas y religiosas; en una palabra, Chile puede ser libre”. Simón Bolívar intuyó, que los grandes espacios y la fuerza de la identidad nacional son factores generadores de poder nacional; lamentablemente sus generales no comprendieron el fenómeno y por el contrario, creyendo que sus servicios a la libertad les daba derechos feudatarios, cada uno intentó formar en su región, una República de su propiedad. El Presidente norteamericano James Monroe (1758-1831), fue el quinto Presidente de los Estados Unidos, y contemporáneo al pensamiento de Simón Bolívar, forjó la doctrina que lleva su nombre, mediante su famoso eslogan “América para los americanos”, pero sus propósitos llevaban, veladamente, buena dosis de imperialismo a largo plazo.60 La Doctrina Monroe, fue elaborada por John Quincy Adams e imputada a J. Monroe en 1823. La “Doctrina” se dirigía a los europeos con la intención de que ninguno de los países de ese continente inter60 Así lo intuyó Bolívar en carta a un amigo inglés “si nosotros los hispanoamericanos no nos unimos, seremos devorados por el espíritu mercantilista de los ingleses del norte”. La expresión América es Estados Unidos, no el continente americano. N. de la R.
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firiera en América. Le decía a Europa que no podía invadir ni tener colonias en el continente. Como se estaba dando el proceso de imperialismo, la doctrina deducía que las potencias europeas se ocuparan de Asia y África, pero que América le pertenecía a los americanos. Dada la ambigüedad de este gentilicio, se puede interpretar como una defensa a las independencias de Latinoamérica para que pudieran tener gobierno propio, o la exclusividad del dominio del continente americano a los nacientes Estados Unidos de América. Sin embargo, el recorrido histórico conduce nuevamente a los intelectuales alemanes, y permite aproximarse decididamente a la Geopolítica. Entre estos encontramos al filósofo Johann Gottlieb Fichte (1762-1814), de gran importancia en la historia del pensamiento occidental, que es continuador de la filosofía crítica de Immanuel Kant. Luego, Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831), gestor del idealismo y la dialéctica, afirmó que el sujeto de la historia es el pueblo organizado en un Estado y que el desarrollo humano solo puede lograrse dentro del sistema estatal; sostuvo además que la historia tiene base geográfica por cuanto el suelo determina el carácter del pueblo que lo habita. Seguidor en lo moral de Maquiavelo, sostuvo que los principios éticos deben sacrificarse en beneficio del Estado. Hegel fue uno de los promotores de la superioridad europea sobre las demás culturas del mundo. Para él, la historia universal nace en Asia, y culmina en Europa. Por otro lado, Friedrich Heinrich Alexander Barón de Humboldt (1769-1859), conocido como Alejandro de Humboldt, fue un geógrafo, naturalista y explorador prusiano. Es considerado el padre de la geografía moderna universal. Los viajes de exploración lo llevaron de Europa a América del Sur, parte del actual territorio de México, EE.UU., Canarias y Asia Central. Se especializó en diversas áreas de la ciencia como la etnografía, antropología, física, zoología, climatología, oceanografía, astronomía, geografía, geología, mineralogía, botánica, vulcanología y el humanismo. Humboldt ocupa también un lugar preeminente como precursor de la geopolítica. En su obra monumental Ensayo político sobre el reino de Nueva España, analizó los hechos geográficos y su relación con la vida humana y la política en los Estados. Fue el gestor de la Geografía política y el fundador de la Geografía moderna. Carl Ritter (1779-1859) fue un naturalista y geógrafo alemán. Entre sus aportes destacan las explicaciones de las relaciones existentes entre el medio físico y la vida del hombre, prestando menos atención a los fenómenos físicos y poniendo el acento en la vida social y en los procesos históricos. Ritter y Humboldt, están considerados como los 76
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fundadores de la Geografía moderna. No obstante, Ritter sistematizó el pensamiento de Humboldt, extendiendo la influencia de los factores geográficos no solo sobre las plantas, los animales y el hombre sino sobre las condiciones históricas. En su texto Geografía Comparada estableció un nuevo método para investigar las causas geográficas de las actividades humanas. En contacto con las ciencias naturales, fue el primero en señalar que la Tierra es una fuerza viva y dinámica “la Geografía es la ciencia del globo viviente”. Sus alumnos exageraron sus acciones hasta pretender sacar a la geografía de la ciencia natural para situarla como ciencia histórica. El famoso economista y profesor de ciencia política Friedrich List (1789-1846) fue un destacado economista alemán del siglo XIX que creía en el “Sistema Nacional”. List, fue el primero que lanzó la idea de “los grandes espacios” y la importancia del control de las comunicaciones de un Estado. También son muy importantes los estudios del famoso biólogo británico Charles Robert Darwin (1809-1882), que sentó las bases de la moderna teoría de la evolución, al plantear el concepto de evolución de las especies a través de un lento proceso de selección natural. En su libro El origen de las especies, señaló que el espacio es importante para la reproducción y esparcimiento de determinadas especies. Posteriormente, los geopolíticos que consideran al Estado como ente biológico, se han apoyado en las afirmaciones de Darwin. El francés Auguste Comte (1798-1857) creador de la Filosofía Positivista y de la Sociología, con su método experimental abrió el camino a los estudios geopolíticos, al señalar como fuentes de las variaciones sociales la raza, el clima y la acción política. De esta forma, a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, la Geopolítica comenzó a modelarse como fruto de la evolución y diversificación de las ciencias políticas y geográficas que poco a poco fueron encontrando organización y sistematización en un modelo específico. El paso decisivo surgió en la obra del científico alemán Friedrich Ratzel (1844-1904), en quien se sintetizaron admirablemente el determinismo Hegeliano, el racionalismo Kantiano, las teorías orgánico-espaciales de Darwin y el método científico de la escuela positivista. Su primera obra apareció en 1882 con el título de Antropo-geografía. En esta el hombre se constituye en el epicentro, influenciado por las fuerzas de la naturaleza y reaccionando para dominarlas y servirse de ellas; sin embargo, como el hombre vive en sociedad, aparece el Estado dotado de su propia personalidad, dominando al individuo. Las mutuas interacciones entre el hombre y el suelo analizadas por Ratzel con rigor científico, enriquecieron la Historia, la Psicología, la Economía y la Política. En su 77
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segunda obra publicada en 1897 bajo el nombre de Geografía Política y editada por segunda vez en 1903 con el título Geografía de los Estados, del Tráfico y de la Guerra, tradujo las relaciones hombre-suelo, en humanidad-territorio y llegó a concebir al Estado como “un organismo territorial constituido por población y geografía”, cuya manifestación externa se da en las relaciones internacionales y en el comercio. Ratzel fue el primero en conceptualizar teóricamente el concepto de “espacio vital” (Lebensraum), que consideraba al Estado (una vez superadas sus etapas primitivas) como un organismo, y el espacio vital era necesario para garantizar la supervivencia de un Estado frente a otros a través de la lucha o la competencia.
2.3 Definiciones de Geopolítica Existen diferentes definiciones de Geopolítica como autores de textos sobre ella. Todas intentan interpretar el pensamiento de sus autores y en ese contexto es el valor que cada una de ellas tiene. Algunas de las más citadas son las siguientes: – La Geopolítica es el estudio de las relaciones que existen entre la conducción de una política de poder en el plano internacional y el cuadro geográfico en el que se ejerce: Gallois, Pierre M., Geopolítica los Caminos del Poder, Madrid: Ediciones Ejército, 1992. – El arte de la Geopolítica estudia y trata la influencia de los fenómenos geográficos e históricos, sobre la conducta social del hombre, a fin de hacer posible que el mismo resuelva el proceso político con efectividad, manteniéndolo en coherencia con la política nacional vigente: Buteler, René Gabriel José, Introducción al Arte de la Geopolítica, Buenos Aires: Editorial Dunken, 2003. – La ciencia que concibe al Estado como un organismo geográfico o un fenómeno en el espacio: Rudolf Kjellen, citado por Augusto Pinochet Ugarte en Geopolítica, Ed. Andrés Bello, 1984, p. 51. – La Geopolítica es la doctrina del espacio vital. Resume los resultados de la geografía histórica y de la geografía política en una síntesis explicativa, que intenta aplicar a la consideración de los sucesos políticos y diplomáticos contemporáneos. No pertene78
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ce propiamente a la ciencia geográfica: Vicens Vives, J., Tratado General de Geopolítica, Barcelona: Editorial Vicens-vives, 1981. – La base científica del arte de la actuación política en la lucha a vida o muerte de los organismos estatales por su espacio vital: Karl Haushofer, citado por Augusto Pinochet Ugarte en Geopolítica, Ed. Andrés Bello, 1984, p. 50. – La Geopolítica es la ciencia que estudia las mutuas relaciones, influencias y acciones entre el Estado y el espacio, a fin de aportar conocimientos o soluciones de carácter político: Marini, José Felipe, El Conocimiento Geopolítico, Buenos Aires: Círculo Militar, 1985. – Geopolítica es la ciencia que evalúa la proyección espacial del cuadrinomio hombre, recursos naturales, el poder y el Estado-nación, para hallar su ubicación presente y futura dentro del concierto de las naciones del mundo: García Echeverry, Daniel, Horizontes Geopolíticos Colombianos, Bogotá: Fuerzas Militares, 1991. – La Geopolítica es una rama de las ciencias políticas que, basada en los conocimientos geográficos, históricos, sociológicos, económicos, estratégicos y políticos, pasados y presentes, estudia en conjunto la vida y desarrollo de una masa humana organizada en un espacio terrestre, analizando sus múltiples y recíprocas influencias (sangre-suelo), para deducir sus objetivos y estudiar sus proyecciones, con el fin de lograr en el futuro un mayor bienestar y felicidad para el pueblo: Pinochet Ugarte, Augusto, Geopolítica, Santiago: Editorial Andrés Bello, 1984. Cualquiera de las definiciones tiene el valor que le otorga la respectiva época de su publicación. Lo importante es tener presente que: estamos hablando de Geopolítica cuando estamos analizando los diferentes factores geográficos con la finalidad de emitir conclusiones respecto de las relaciones e influjos que se dan entre las variables geográficas y los procesos políticos. Los estudios geopolíticos versarán sobre uno o más Estados, sobre un área geográfica, o con respecto del mundo en su totalidad. Sirve para clarificar estas definiciones lo indicado por el Comandante en Jefe del Ejército Juan Emilio Cheyre Espinosa cuando en las Primeras Jornadas Internacionales de Geopolítica indicó: 79
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Aunque para algunos la diferencia entre la geografía política y la Geopolítica es muy sutil, para otros, en cambio, el objeto marca una diferencia importante. Así, se ha sugerido que mientras la primera estudia la influencia del hombre en el medio, la segunda pone énfasis en la influencia del medio en el hombre. Sin embargo, la Geopolítica moderna ha trascendido esta querella, para asumir una visión más comprensiva que incorpora los dos tipos de influencias.61
Conforme con lo anterior, existirá una dificultad permanente para diferenciar cuándo se está concluyendo geopolíticamente o cuándo se trata de estudios sobre Geografía Política. Este también ha sido un tema de nunca acabar. Si sirve de algo, podemos decir que la Geografía Política considera al Estado como un organismo estático, fijo a la base geográfica, mientras que la Geopolítica incluye el estudio del crecimiento, el cambio, la evolución y la dinámica de los espacios terrestres y de las fuerzas políticas que luchan entre ellos para alcanzar sus propios cometidos. La Geografía Política es eminentemente descriptiva del espacio del Estado, mientras la Geopolítica estudia y se plantea la cuestión dinámica del Estado. Se podría decir que la diferencia fundamental estriba en que la Geografía Política describe y expone. Por el contrario, la Geopolítica interpreta y predice los efectos que tendrán algunas variables geográficas sobre la constitución y desarrollo del Estado. Un sencillo ejemplo para clarificar lo anterior: En la triple frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay, la Geografía Política estudiará los límites administrativos y la jurisdicción administrativa. En cambio la Geopolítica analizará cómo la provincia de Misiones en Argentina puede ser absorbida cultural y políticamente por los departamentos de Itapúa y Alto Paraná en Paraguay, o el estado de Río Grande Do Sul en Brasil. De igual forma, la perspectiva geopolítica podría incluir dos miradas respecto del espolón que conforman las provincias de Corrientes y Misiones de Argentina. Una se podría relacionar con la oportunidad que tiene Argentina para proyectarse hacia el área más poblada de Brasil, y la otra con el acceso a los recursos hídricos a los cuales en forma natural accede Argentina en su proyección hacia el noreste.
61 Cheyre Espinosa, “Inauguración de las Primeras Jornadas Internacionales de Geopolítica”, op. cit., p.8.
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2.4 Términos Geopolíticos En los textos sobre geopolítica se utilizan diferentes términos que serán resumidos y definidos para facilitar la posterior comprensión de las teorías principales.62 – Antagonismo incompleto: Concepto de colaboración implícita entre adversarios nucleares para evitar un tipo de crisis en la que la retirada resulta inadmisible para ambos lados. Se trata de evitar cálculos erróneos de las intenciones enemigas y se tranquiliza a los adversarios con la seguridad de que la retirada militar será mutua. – Bipolaridad: Se da un equilibrio de poder bipolar cuando dos Estados que se ven como adversarios son tan superiores en poder a todos los demás Estados del sistema internacional que los más pequeños se ven obligados a aliarse con uno o con otro. – Ciclo vital del Estado: El Estado es como un organismo vivo, sufre un proceso vital, un ciclo de vida. – Coexistencia Pacífica: Doctrina política que regía las relaciones soviéticas con el resto del mundo no comunista. Fue enunciada por Nikita Jruschev en 1956. – Contextura del Estado: Si el Estado es un organismo vivo, este está compuesto de un núcleo vital o Heartland, un espacio corporal o Hinterland, un sistema circulatorio (comunicaciones), y una epidermis o línea exterior (fronteras). – Cinturón de quiebra (shatterbelt): Región inestable de importancia estratégica. Los Estados de la región compiten entre sí en un contexto de rivalidad entre las grandes potencias. – Código geopolítico: Código utilizado en la política exterior de un gobierno, que evalúa los lugares que están más allá de sus fronteras. 62 Muchos de estos términos están desarrollados en el texto de Peter J. Taylor, Geografía Política, Economía-Mundo, Estado-Nación y localidad, Madrid: Trama Editorial S.L., 1994.
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– Contención: Familia de códigos geopolíticos concebida por los gobiernos de EE.UU. en contra de la URSS durante la Guerra Fría. – Darwinismo social: Aplicación de la teoría de la evolución, especialmente del concepto de la supervivencia de los más aptos, a situaciones sociales para justificar las desigualdades materiales. – Détente: Fase de la Guerra Fría en la que se trató de alcanzar políticas de acomodo entre los bloques, especialmente entre 1969 y 1979. (Término francés). – Distensión: Relajación de las tensiones entre el este y el oeste y sustitución de la intensa rivalidad ideológica y el alto riesgo político y militar por la cooperación limitada (relaciones entre EE.UU. y la ex URSS) – Doctrina Monroe: Declaración que hizo el Presidente norteamericano Monroe en 1823 contraria a la intervención de Europa en los asuntos de los continentes americanos. – Doctrina Truman: Declaración hecha por el Presidente norteamericano Truman en 1948 en contra de la expansión comunista, que se suele interpretar como el comienzo de la Guerra Fría. – Doctrina de contención: Política adoptada por EE.UU. hacia la URSS durante los primeros años de la Guerra Fría. Su propósito era derrotar a la Unión Soviética impidiendo la expansión del territorio bajo control de regímenes comunistas y todo otro tipo de expansión de su influencia. El concepto surge de la idea según la cual el aislamiento conduce al estancamiento. – Embargo: Es la prohibición de comerciar y negociar con un determinado país. Normalmente lo declaran un grupo de naciones contra otra, a fin de aislarla y situar a su gobierno en una situación interna difícil, puesto que los efectos del embargo a menudo hacen que su economía se resienta a su extremo. 82
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– Emparejamiento: Política que intenta enlazar los sistemas estratégicos nucleares norteamericanos con la defensa de Europa. – Estado: Institución definida por poseer la soberanía de un territorio y de su gente. Son las unidades políticas más importantes del mundo moderno y juntos forman el sistema interestatal. – Estado-nación: En cuanto Estado ideal, situación en la que todos los habitantes pertenecen a la misma nación. Aunque la mayoría de los Estados afirman que son Estados-nación, en la práctica en casi todos ellos hay minorías de tamaño considerable que no pertenecen a la nación principal. – Estado paria: Estado que, debido a sus actuaciones políticas y a su posición geográfica, está aislado militar y políticamente, pero que se encuentra en una situación relativamente segura por su predominio militar en la región y por la identidad de sus escasos amigos. – Estado tapón: Estado débil situado entre dos o más Estados más fuertes al que se le permite seguir existiendo, o que incluso se crea deliberadamente, con el fin de reducir el antagonismo entre los países más grandes. – Frontera: Es una franja del territorio situada en torno a los límites internacionales. – Fuerzas centrífugas: Procesos que favorecen la desintegración del Estado. – Fuerzas centrípetas: Procesos que favorecen la integración del Estado. – Guerra Fría: Orden geopolítico mundial que duró desde 1946 hasta 1989. Enfrentaba al mundo comunista liderado por la URSS contra EE.UU. y sus aliados. – Heartland: Es el corazón o el núcleo vital del Estado, donde se concentra la mayor cantidad de población y producción nacional. No necesariamente está formado por un área compacta, 83
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sino que por numerosos núcleos pequeños que tienden a unirse e integrarse para formar el área corazón. – Hegemonía: La posición de que goza un Estado cuando el dominio que ejerce en su esfera de acción es tal que los demás Estados o clases se ven obligadas a acatar sus deseos. – Hinterland: Es el espacio que media entre su núcleo vital o Heartland y sus fronteras. Se le denomina también espacio alimentador del núcleo vital, está constituido por el territorio nacional que va desde el núcleo vital hasta las fronteras; es el cuerpo del Estado. – Idealismos: En las relaciones internacionales, enfoque de la política mundial que hace hincapié en la cooperación y cree que el sistema interestatal se puede organizar de un modo pacífico. – Imperialismo formal: Control político de un territorio que ejerce un Estado más allá de sus fronteras. – Imperialismo informal: Dominio de un territorio allende las fronteras del Estado sobre el que no se ejerce control político; es un proceso inherente a las estructuras económicas de la economía-mundo. – Imperialismo: Proceso en virtud del cual un país domina a otro, ya sea política o económicamente. – La Detente: Reemplazo de la competencia bipolar sin amenaza nuclear. Uno de sus importantes promotores fue Henry Kissinger. – Lebensraum: Palabra alemana para referirse al espacio vital, que fue el nombre que recibió la política de expansión de la Alemania nazi. – Límite político internacional: Línea que se utiliza para dividir dos o más espacios. Existen dos tipos de límites geodésico y natural. Geodésicos. son aquellos que se apoyan en un meridiano o paralelo y, Naturales son los accidentes geográficos.
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– Nación: Grupo de personas que creen que forman un solo pueblo basándose en criterios históricos y culturales y que, por tanto, deberían tener su propio Estado soberano. – Núcleo vital: Es la zona que sirve de base a la formación del Estado, allí donde tiene su esencia y razón de ser desde el punto de vista político, sociológico, psicológico y económico. También se le denomina Heartland. – OTAN: Organización del Tratado del Atlántico Norte. Alianza militar creada en 1949 bajo el liderazgo de EE.UU. e integrada por Estados de América del Norte y de Europa occidental. Su objetivo principal era contrarrestar la amenaza que creían que representaba la URSS para la Europa occidental. – Pacto de Varsovia: Alianza militar de los países de la Europa oriental liderada por la URSS, que fue creada en 1955 para contrarrestar a la OTAN y disuelta en 1990. – Panregión: Parte del mundo de gran tamaño que goza de relativa autosuficiencia y que es dominada por un Estado. – Paz de Westfalia: Acuerdo que puso fin en 1648 a la guerra de los Treinta Años, que se suele considerar el primer acuerdo de importancia en derecho internacional. – Plan Marshall: Amplio programa de ayuda que EE.UU. destinó a Europa occidental entre 1948 y 1952 para que pudiera recuperarse económicamente después de la Segunda Guerra Mundial, que fue propuesto en 1947 por el secretario de Estado norteamericano George C. Marshall. – Política de poder: Política exterior que parte de la base de que el Estado más fuerte impone su voluntad al más débil. Su práctica es recomendada en la tradición realista de los estudios de relaciones internacionales. – Proliferación: Multiplicación del armamento, generalmente nuclear. Puede dividirse en dos tipos: horizontal y vertical. El horizontal es la adquisición de armas por Estados que antes no las
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poseían. El vertical se denomina a los Estados que aumentan sus armas nucleares. – Realismo: En relaciones internacionales, tradición intelectual que cree que el sistema internacional es intrínsecamente competitivo y que supone una amenaza continua para todos los Estados. – Realpolitik: Palabra alemana que designa aquella política exterior que se basa en la política de poder: “El poder por encima del derecho”. – Secesión: Acción por la que un territorio se separa del Estado al que pertenecía. – Soberanía: Poder fundamental del Estado, fuente legal de su derecho exclusivo a ejercer coacción física en el ámbito de su territorio. La soberanía no se proclama sin más, sino que tiene que ser admitida por otros miembros del sistema interestatal. – Superpotencia: Término utilizado para referirse a EE.UU. y la URSS, en alusión al gran poder político de estos países en comparación con el resto de los Estados. – Teoría del corazón continental (Heartland): Teoría original de Halford Mackinder, que afirma que la potencia terrestre que controle el Asia central posee una ventaja estratégica respecto de la potencia marítima en su lucha por controlar el mundo. – Teoría del dominó: Modelo geopolítico propio de la Guerra Fría que describe la forma en la que los países se hacen comunistas. Su premisa fundamental es que la caída de un país en manos de los comunistas provoca sucesivas caídas similares en los países vecinos. – Tesis del corazón continental-margen continental (HeartlandRimland thesis): Reelaboración de la teoría del corazón continental que afirma que la potencia marítima puede contrarrestar la posición estratégica más ventajosa de la potencia terrestre mediante el control del área que existe entre ambas. 86
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– Tratado de Tordesillas: División del mundo no europeo entre España y Portugal en 1494, mediante una línea que cruzaba el océano Atlántico de norte a sur que separaba las tierras españolas, al oeste, y las portuguesas, al este.
2.5 Principios geopolíticos – Leyes de Expansión Con el propósito de dirigir los análisis a planteamientos geopolíticos generales y comunes, algunos autores han definido “principios básicos de la Geopolítica”, que ayudan al razonamiento objetivo y centralizado en fines geopolíticos y no solo políticos o solo geográficos. Uno de estos autores es Gregorio Rodríguez T., quien en 1950 indicó los siguientes principios básicos:63 1º Se admite que en todo espacio hay un núcleo de cohesión o zona eje. 2º La existencia de un núcleo de cohesión determina el nacimiento de tres zonas distintas: una zona nuclear o de resistencia, una zona periférica o fronteriza y una zona intermedia o hinterland que tiene por misión tonificar la zona nuclear y servir de conexión con la zona periférica. 3º La línea periférica de expansión o frontera no es una sino que se subdivide según los grados o matices que toma la expansión del núcleo central. Se pueden distinguir cuatro tipos de fronteras: 1) las fronteras de territorios anexados, 2) las fronteras de los territorios bajo protectorado, 3) las fronteras de los territorios bajo influencia, 4) las fronteras de los territorios o zonas de interés. En una perspectiva expansionista se puede decir que toda zona de interés pasa a ser zona de influencia, continúa transformándose en protectorado para terminar en anexión. 4º La expansión de todo núcleo de cohesión se realiza siguiendo tendencias previsibles y en virtud de fuerzas o tensiones de un triple carácter, que son: espirituales, físicas y económicas.
63 Rodríguez T., Gregorio, La Geopolítica y sus Teorías, Santiago: Instituto Geográfico Militar, 1950.
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5º La expansión de los Estados conduce fatalmente a un conflicto que solo puede solucionarse por mutua y pacífica integración, o por subordinación de un Estado a otro. Sin duda estos principios enunciados por Gregorio Rodríguez T., estaban influenciados por los sucesos de la Segunda Guerra Mundial y sobre todo por la teoría del espacio vital que pregonó el régimen nazi. Cincuenta años después, René Gabriel José Buteler, dice que en el arte de la Geopolítica es factible enunciar algunos principios propios de la naturaleza de la ciencia respectiva. Estos tienen su importancia en la aplicación del método adoptado y son bastante similares a los de la geografía y de la historia:64 1º Causalidad: La presencia de un factor geográfico, como causa, tendrá una influencia sobre la conducta social del hombre, y que variará dentro de ciertos límites. 2º Finalidad: La influencia del factor geográfico estará íntimamente ligado a la finalidad política de quien realice la apreciación geopolítica. 3º Territorialidad: Cualquier apreciación geopolítica estará basada en un espacio territorial. 4º Distribución espacial no uniforme: Los factores geográficos tienen una localización que no está uniformemente distribuida en el espacio. 5º Perdurabilidad en el tiempo: Cualquier situación geográfica tendrá una perdurabilidad en el tiempo que afectará la influencia que la misma tenga sobre la política considerada. Por la importancia que desde sus orígenes ha tenido en la Geopolítica la evolución de los espacios, diversos autores se han referido a lo que han denominado “Leyes de Evolución de los Estados”. Uno de ellos es Eberardo Backeuser quien definió las siguientes:65
64 Buteler, op. cit., p. 99. 65 Backheuser, Eberardo, “Leyes Geopolíticas de la Evolución de los Estados”, traducción de Roberto Proust J., Memorial del Ejército de Chile Nº 263, Santiago: Estado Mayor General del Ejército, 1954, p.69.
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1º Ley del menor esfuerzo. La dilatación del espacio se realiza de preferencia por las líneas de menor resistencia, ya sea física o demográfica. 2º Ley de la oportunidad. Las conquistas se efectúan en los momentos políticamente favorables. 3º Ley del nivel de cultura. La necesidad del espacio crece con la cultura del Estado. 4º Ley de los espacios. Los Estados de área pequeña cuyos pueblos posean, no obstante una vitalidad grande, tienden a dilatar el espacio de que disponen inicialmente. 5º Ley del redondeamiento del espacio poseído. En su crecimiento los estados tienden a absorber valiosos sectores políticos. 6º Ley de aceleración del crecimiento. La tendencia a la anexión de territorios crece en proporción a las nuevas adquisiciones que se realizan y producidas estas, aumenta la intensidad de los nuevos impulsos de conquista. 7º Ley de la penetración pacífica. El crecimiento de los Estados va acompañado de otras manifestaciones de los pueblos, las cuales normalmente deben preceder a la realización de la conquista efectiva. 8º Ley de asimilación. El crecimiento de los Estados proviene de la adición y asimilación de pequeñas porciones, generalmente, unas después de otras. 9º Ley de retracción y atomización. En la fase de decadencia de los Estados, o el espacio se contrae hasta el núcleo originario, o se produce el despedazamiento que puede llegar con el tiempo a una verdadera atomización estatal. 10º Ley de la oscilación rítmica. Los periodos de existencia de un imperio único, ocupando toda la ecúmene de la época, y la de varios Estados de poder equilibrado se han sucedido intercaladamente en la historia de la humanidad.
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2.6 Factores geopolíticos Los factores geopolíticos son aquellos elementos que deben ser analizados para concluir geopolíticamente respecto del propio Estado, de otro Estado, o de una zona geográfica integrada por varios Estados. No tienen valor por separado. El análisis y particularmente sus conclusiones deben integrar sus resultados para pronosticar una situación futura. No se trata de una simple perspectiva del futuro o de adivinación, se refiere a concluir con basamentos históricos, geográficos, y políticos. Todos ellos a la luz de planteamientos geopolíticos que analizan las recíprocas influencias entre el suelo y la conducta humana. Diversos autores se refieren en extenso a los factores geopolíticos, y profusamente describen innumerables variables implicadas. A continuación, se hará mención de aquellos aspectos que a juicio del autor son esenciales, y que dejan en el recuerdo todos aquellos elementos que algunos geopolíticos incluían desde una perspectiva de defensa o seguridad.
2.6.1 Localización geográfica La localización de un Estado en una zona geográfica tiene trascendencia para su desarrollo como para su seguridad. Para su desarrollo será importante analizar los accesos a los océanos y sus cercanías con las líneas de tráfico mundial; el desarrollo cultural, político y económico de los países vecinos; su proximidad con las naciones consideradas como potencias; los efectos de la zona climática donde se encuentre; y la proximidad con los principales mercados mundiales. Para su seguridad influirá el grado de estabilidad política en los países vecinos; el desarrollo militar regional; las pretensiones o reivindicaciones territoriales existentes; y la estructura de prevención de conflictos que exista en la región a la que pertenezca.
2.6.2 Territorio La mayor cantidad de superficie no es sinónimo de mayor poder, aunque la cantidad de espacio constituye una ventaja para el que lo posee (siempre y cuando este sea administrado como corresponde). Más importante que la cantidad de territorio será trascendente la calidad del mismo. Las tierras altas son un obstáculo que segrega el territorio, dificulta las comunicaciones y genera espacios vacíos que van quedando postergados de la acción benéfica del Estado. 90
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Las tierras bajas (llanuras) concentran las grandes cantidades de población, siempre y cuando estén en zonas climáticas favorables, próximas a los océanos y existan ríos para el riego y desarrollo. Se facilita el tránsito y la construcción de vías de comunicación, por ende, se estrechan los vínculos económicos y culturales dentro del Estado y con los países vecinos. Los ríos, y sus correspondientes hoyas hidrográficas, han sido decisivos en la vida de la población y en el desarrollo de los núcleos principales. Es común observar que en cada una de las grandes ciudades, e incluso algunas no tan grandes, se han desarrollado económica y culturalmente aledañas a los ríos. Los ríos son un medio que facilita las comunicaciones, proporcionan energía, alimentación y riego. También, son un recurso que ocasiona conflictos, en especial cuando estos son accidentes geográficos limítrofes: todo Estado poseedor de una zona marginal de un río navegable aspira al dominio total de su curso y, por consecuencia, a la totalidad de su cuenca hidrográfica a fin de asegurar este dominio.66 Podríamos agregar a esta última aseveración, que en la actualidad también son un motivo de conflicto por la protección del medioambiente, y probablemente, en el futuro lo sean por la escasez de agua. El acceso al mar es otro factor de especial importancia para la vida de la población y desarrollo de los Estados. Basta con mirar un mapa y observar la cantidad de grandes núcleos poblacionales que habitan donde convergen dos factores: el acceso a un océano y el acceso a un río que asegura el abastecimiento de agua dulce. En especial la utilización comunicante de los océanos ha sido fundamental para el desarrollo económico e integración cultural. El ideal para cada Estado es tener salida o contacto con dos o más océanos, para proyectarse hacia las diferentes áreas del mundo. La forma del territorio y cómo está integrada con los países vecinos, implica un análisis que permita concluir sobre las posibilidades de absorción, de expansión, de integración o de proyección. Cualquiera de estas variables incluye realizar consideraciones prospectivas que se sustenten en la historia y en los intereses nacionales.
66 Pinochet Ugarte, Augusto, Geopolítica, Santiago: Editorial Andrés Bello, 1984, p. 106.
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2.6.3 Clima El clima influye de una u otra forma en la vida de la población. Algunos autores incluso aseguran que influye en el carácter de los pueblos.67 Las sociedades más desarrolladas son impactadas en menor medida por el clima, ya que los adelantos tecnológicos permiten que los climas con efectos adversos sean amortiguados. En las sociedades menos desarrolladas este factor es fundamental para emerger hacia el desarrollo, ya que influirá sobre la alimentación, estado sanitario, energía: el hombre se siente más atado a los rigores del clima y a los vaivenes de la naturaleza.68 La temperatura y las precipitaciones, que a la vez traen aparejado algunas catástrofes naturales, son los elementos de mayor influencia en la vida de los Estados, especialmente por sus efectos en la producción de alimentos y ante la necesidad de requerir de fuentes de energía adicionales.
2.6.4 Población La población es el elemento constitutivo del Estado que genera la fuerza y la voluntad para evolucionar. Debe existir un equilibrio entre las cantidades de territorio, capacidad de producción, alimentación, energía, y la población suficiente para el progreso y bienestar.69 La definición de este equilibrio no es tarea fácil, a ello se deben agregar los aspectos cualitativos de la población, que constituye un tema aún más complicado. Entre los factores que se deben estudiar para definir las variables geopolíticas relacionadas con la población, y cómo esta puede constituir una ventaja para un Estado o, en su defecto, el rumbo que deben tomar las políticas públicas al respecto, cabe mencionar las siguientes: distribución en el territorio nacional, unidad étnica, densidad demográfica, longevidad, natalidad, raza, y cultura.
2.6.5 Recursos naturales Todos los Estados poseen una mayor o menor cantidad y disponibilidad de recursos naturales para su vida y desarrollo. Los que cuen67 Ortega Prado, Rodolfo, “La influencia del clima sobre la población”, Revista de las Fuerzas Armadas de Colombia Nº 157, Bogotá: Fuerzas Militares, 1995, p. 117. 68 Marini, José Felipe, El Conocimiento Geopolítico, Buenos Aires: Circulo Militar, 1985, p. 129. 69 Ortega Prado, Rodolfo, “Geopolítica de la población”, Revista de las Fuerzas Armadas de Colombia Nº 156, Bogotá: Fuerzas Militares, 1995, p. 112.
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tan con mayores recursos naturales tienen mayores probabilidades de desarrollarse, especialmente cuando los recursos con que cuentan son generadores de energía o son escasos y demandados en otras partes del mundo. No basta con que un Estado cuente con los recursos, sino que también será importante considerar si el Estado tiene la capacidad de explotación necesaria, y también cómo el Estado vela por la preservación de ellos: los manantiales naturales de energía son las columnas fundamentales en la economía de los Estados, por cuanto facilitan la explotación y transformación de sus riquezas naturales. Su importancia ha sido acrecentada especialmente en el presente siglo.70 El geopolítico argentino René Gabriel Buteler indica que los recursos naturales interesan por su riqueza potencial como por su disponibilidad para una futura utilización, y sin excluir otras formas de clasificación, hace la siguiente:71 – Por su perdurabilidad en el tiempo: a) Factores autorrenovables b) Factores renovables c) Factores no renovables o agotables; – Como fuentes de la actividad económica: a) Materias primas alimenticias b) Materias primas industriales c) Materias primas energéticas d) Factores de potencialidad energética e) Factores que facilitan o dificultan la circulación de los medios; – Como materias primas básicas, estratégicas y críticas: a) Por su intervención en los procesos b) Por la extensión de su empleo c) Por su localización restringida.
2.6.6 Infraestructura Las vías de comunicaciones y las obras construidas para la continuidad de ellas, son esenciales para el desarrollo de cada Estado y su integración con los países vecinos. Existe una estrecha relación entre la red vial de cada país, la interconexión con los otros países de la región, y los espacios vacíos, que la carencia de estas genera dentro de cada Estado. Los países con reducidas vías de comunicaciones y difícil configuración morfográfica se exponen a la generación
70 Pinochet Ugarte, Geopolítica, op.cit., p. 141. 71 Buteler, op. cit., p. 238.
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de polos aislados, y que la acción benéfica del Estado se diluya a partir del o de los núcleos vitales que lo conforman. Los principales escollos para la construcción de una red vial se relacionan con la accidentada geografía y con los costos implicados: la selva, las cordilleras, los ríos y la consistencia del suelo, son entre otros los graves problemas que se deben superar para concretar una malla de caminos dentro de cada Estado, y no solo construirla, sino también mantenerla. Pero, también pesa la voluntad política para sustentar proyectos que trasciendan los gobiernos y los intereses coyunturales. Si al interior de un Estado existen zonas a las cuales no se pueda acceder por vía terrestre, será el Estado el que no estará presente en todo el territorio nacional, y serán los beneficios que este otorgue, los que no llegarán a la población. Por el contrario, se facilitará el despoblamiento, la transgresión de la ley y los recursos sin explotar. Esta situación también involucra a la relación entre los países. Las dificultades viales para acceder de un país a otro, trae consecuencias en el intercambio comercial, en el apoyo mutuo, en el acceso a centros de producción y a los beneficios que los Estados indistintamente pueden procurarse en las zonas fronterizas.
2.7 Teorías y planteamientos geopolíticos Desde los planteamientos teóricos realizados por los precursores de la geopolítica, y posteriormente, los efectuados por quienes fueron catalogados como impulsores de la misma, han sucedido una serie de acontecimientos mundiales que permitieron comprobar la validez de cada uno de ellos, o al menos las diferentes interpretaciones que han tenido. Por lo anterior, es propio incluir los más reiterados, y que podrían ser considerados como “clásicos” por sus diferentes perspectivas y por la época en que fueron pregonados.
2.7.1 Friedrich Ratzel (1844-1904) Friedrich Ratzel desarrolló una teoría sobre la organización estatal, como un organismo que compite con sus vecinos por un espacio que denominó Lebensraum (espacio vital). Tuvo gran influencia en el pensamiento geopolítico alemán, y sus postulados han trascendido su época. Uno de sus principales planteamientos se refiere a lo que Ratzel denominó las siete leyes generales del “Crecimiento de los Estados”. Durante la Segunda Guerra Mundial, la prensa anglosajona denominó 94
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a las Leyes de Ratzel como las “Leyes del Expansionismo”. Ratzel las enunció luego de analizar el desarrollo de los Estados a lo largo de la historia. Solamente las citaremos para dejar espacio a la interpretación de cada lector: 1º El espacio de los Estados aumenta con el crecimiento de la cultura. 2º El crecimiento de los Estados presenta otros síntomas de desarrollo: ideas, producción comercio, actividad misionera, etc. 3º El crecimiento de los Estados procede por la amalgamación y absorción de unidades menores. 4º La frontera es el órgano periférico del Estado y como tal la prueba de su crecimiento es la fuerza y los cambios de ese organismo. 5º En su crecimiento el Estado tiende a incluir secciones políticas valiosas: líneas de costas, cuencas de ríos, llanuras, regiones ricas en recursos. 6º El primer impulso para el crecimiento territorial llega al Estado primitivo desde fuera, desde una civilización superior. 7º La orientación general hacia la amalgamación transmite la tendencia de crecimiento territorial de Estado a Estado y aumenta esta tendencia en el proceso de transmisión.
2.7.2 Paul Vidal de La Blache (1845-1918) Se le considera el creador de la geopolítica francesa. Influenciado por la política y la estrategia tradicionalmente defensiva de Francia, y por otros aspectos frutos del positivismo y del libre pensamiento muy propios de su país. Paul Vidal trató de explicar la conducta del Estado no solo atendiendo a lo geográfico, sino al tiempo, a las relaciones con otros hechos no geográficos, a la historia y sobre todo a su protagonista, el hombre, que ha logrado dominar a la naturaleza. Puso de relieve la importancia de las relaciones, de los intercambios y de las comunicaciones, cada vez más trascendentales y hasta determinantes en la medida de su progreso técnico científico y de su influencia en la vida de las sociedades modernas, observación esta última que hoy cobra 95
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capital importancia. Paul Vidal de La Blache critica el pensamiento de Ratzel, pero apoya el expansionismo francés basándose en la historia. El no respetar las fronteras de un Estado europeo supone una agresión a un largo proceso de civilización, sin embargo, los pueblos americanos, africanos y asiáticos representan sociedades estancadas, por lo que es positivo romper ese proceso para hacerles entrar en el progreso, legitimando así de un modo sutil, el colonialismo francés. Como se indicó, fue un opositor de la ideas de Ratzel, por el determinismo geográfico que estas representaban. Exaltó la influencia del hombre en la historia y en el desarrollo de los pueblos, iniciando la tendencia contraria al pensamiento de Ratzel, que se conoce con el nombre de “posibilitismo humano”. Vidal de la Blache, no expuso leyes o principios, solo se encargó de señalar en forma prudente las relaciones y mutuas influencias entre la política, la geografía y la historia, por lo cual se destaca entre sus planteamientos los siguientes:72 – La historia no puede ser interpretada sino es relacionada con el medio geográfico donde ocurrieron los sucesos; pero simultáneamente advirtió que el paisaje geográfico no es un telón de fondo del hecho histórico: al contrario, es parte sustantiva de este, y ha contribuido a su formación. – El nexo historia-geografía encumbra la importancia del hombre en el tiempo, el cambio, el conflicto, la expansión, el progreso y las ansias de superiores medios de vida. La Tierra es un depósito de energías dormidas, que solo el hombre la despierta y adapta a su conveniencia. La valorización del factor humano debe llevar a establecer que no hay Estado impuesto por la naturaleza; no hay modelo espacial que lo impulse fatalmente: el Estado es un producto histórico-cultural, en el que la geografía se subordina a la política.
2.7.3 Johan Rudolf Kjellen (1864-1922) Solamente a inicios del siglo XX, el profesor sueco, Johan Rudolf Kjellen, que enseñaba en las universidades de Gotemburgo y Upsala de Suecia, empleó la acepción de “Geopolítica” en el texto que publicó y denominó El Estado como forma de vida. Tomando básicamente las ideas geográficas de Ratzel, Kjellen las llevó al campo de la política, 72 Marini, José, op. cit., p. 305.
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estableciendo una identidad entre el Estado y los organismos vivos, afirmando que su principal atributo es el poder. Kjellen señaló que “el Estado no es como sostienen los legalistas una creación de ley, sino un ente orgánico dotado de un esqueleto legal, de carne y sangre sociogeográficas”, y, como cualquier ser vivo nace, crece, se desarrolla, muere y puede renacer. Además, indicó que el Estado es un fin en sí mismo antes que para satisfacer el bienestar de la comunidad; su razón de ser estriba en la necesidad de dinamizarse interior y exteriormente, puesto que el poder es más importante que la ley. La Ciencia Política según la teoría de Kjellen, se vale de las siguientes ciencias auxiliares que el enumera en orden de importancia:73 1) La Geopolítica: Que estudia el Estado como un organismo vivo o un fenómeno en el espacio. Si el territorio es el cuerpo del Estado, se deduce que al igual que cualquier organismo biológico, debe crecer y tener órganos, o sea, se ocupa de las relaciones entre la geografía y el Estado. 2) La Demopolítica: Cuyo objeto es la población en relación con sus formas de organización política, es decir, las relaciones entre la población y el Estado. 3) La Ecopolítica: Que trata de los procesos y recursos económicos del Estado. 4) La Sociopolítica: Que estudia la organización social dentro del Estado. 5) La Cratopolítica: Que comprende la organización legal del Estado, gobierno y administración. Kjellen indicaba que de la relación entre las ramas enunciadas, dependerá la fuerza del Estado. El profesor Kjellen fue el primero en señalar una estricta diferencia entre la Geografía Política y la Geopolítica. Señaló que la Geografía Política estudia la Tierra como morada de los pobladores, en sus relaciones con las demás propiedades de la tierra, y que por lo tanto es una disciplina geográfica. En cambio, la Geopolítica es la teoría del Estado en cuanto a organismo geográfico o en cuanto a fenómeno en el espacio; es decir, el Estado como país, territorio, suelo o imperio: la Geopolítica es una ciencia política que estudia las vinculaciones del Estado con su territorio. En tal sentido, el Estado se fija en un territorio para siempre, y no se puede desligar, so pena de perecer. Kjellen pronosticó: Alguna vez la humanidad alcanzará el Estado universal bajo el signo federal. Esta idea, que se inició con la Sociedad de las Naciones, podrá tener varios fracasos; pero jamás desaparecerá de la mente de los pueblos.74
73 Rodríguez T., op. cit., p. 9 74 Marini, op. cit., p. 313.
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2.7.4 Alfred Thayer Mahan (1840-1914) Alfred Thayer Mahan, fue un militar e historiador estadounidense, autor de la célebre obra La influencia del poder naval en la historia (1660-1783), tratado sobre la hegemonía naval que causó gran impacto a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. En 1902 fue nombrado presidente de la Asociación Americana de Historia. En 1890 publicó su famosa obra, en la que además de analizar las estrategias y tácticas de la guerra en el mar, llegaba a la conclusión de que la supremacía naval, ejercida por Inglaterra en el caso del período estudiado, determinaba en mayor grado que cualquier otro factor militar o político su poderío sobre el resto de las naciones. De sus estudios estratégicos del mar, desde los más remotos tiempos, pero en especial del nacimiento, crecimiento y desarrollo del imperio británico, Mahan desarrolló y planteó la teoría del dominio del mar como fundamento del dominio del mundo. La proposición de Mahan de “quien domina el mar, domina el mundo”, está presente en todo su pensamiento y doctrina, y para demostrarlo rescata de la historia los acontecimientos que le sirven para demostrar el engrandecimiento de Inglaterra por medio del poder marítimo, y al mismo tiempo, en aquel entonces, incentiva a su país a seguir idéntico camino. Según Mahan, el poderío naval era crucial para la prosperidad nacional. La capacidad de un Estado para lograr esa condición dependía de lo siguiente: 1) posición geográfica, 2) configuración territorial, 3) extensión del territorio, 4) población, 5) carácter nacional, y 6) forma de gobierno.75 Mahan consideró a la mar como a un ancho y gran camino de propiedad común, por el cual el hombre puede trasladarse a todas direcciones, pero a medida que los buques se alejen de las propias costas, será necesario contar con puntos de apoyo para el abastecimiento o el refugio. El gran mérito de Mahan es su pragmatismo y la inclusión del “Poder de los Estados”, que después serían consideradas “teorías Geopolíticas”. No olvidemos que Mahan publicó su famosa obra antes de que se conociera a la geopolítica como tal.
75 Doughertty, James; Pfaltzgraff, Robert, Teorías en pugna en la Relaciones Internacionales, Buenos Aires: Grupo Editor Latinoamericano S.R.L., 1993, p. 71.
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2.7.5 Halford John Mackinder (1861-1947) Halford Mackinder es de origen británico, geógrafo y político. En 1887 presentó ante la Sociedad Geográfica Real de Londres su trabajo sobre El Objeto y Métodos de la Geografía, donde demuestra en aquel entonces, la necesidad de combinar el estudio de la geografía con la política, para interpretar adecuadamente la influencia de la geografía en la conducta y la actividad humana. En 1904, expuso en la Sociedad Geográfica Real de Londres, una conferencia que nombró “El pivote geográfico de la historia”, que lo hizo célebre y recordado hasta el día de hoy. En 1919, publicó la obra Ideales y realidades democráticas, y en 1943, El mundo redondo y la conquista de la paz. De todos sus planteamientos sobre la mutua interacción entre la geografía y la política, se podría resumir su teoría como sigue: existe una región en Europa que ha sido el epicentro de todos los acontecimientos históricos decisivos de la humanidad, el Heartland o corazón del mundo, se encuentra situado en Europa Central y Rusia –pivote geográfico de la historia–; todo lo que suceda en esta región, trasciende en todas las regiones de la Tierra, pero lo que ocurre fuera de ella no afecta significativamente al mundo. El Heartland está doblemente protegido de un ataque por mar; en un primer anillo, por una serie de penínsulas o “región peninsular creciente” y en otro exterior por varias islas o “región insular creciente”. Además, no es geográficamente cierto que Europa, Asia y África constituyan cada una un continente, sino que todas conforman uno solo al que Mackinder llamó “La Isla Mundial”: De tal forma que, quien domine el pivote geográfico de la historia domina el Heartland, quien domine el Heartland domina la isla mundial, y quien domine la isla mundial domina el mundo.
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La Zona Pivote de Halford John Mackinder 1904: (Fig. II. 1).
Fig. II. 1. Teoría de Mackinder en 1904 Fuente: Frade Merino, Fernando, Introducción a la Geopolítica, Madrid: Compañía Bibliográfica Española, 1969, p.106. Elaboración: Francisco Lizama Delgado
Mackinder concluye que las grandes corrientes de la historia establecen una cierta relación geográfica persistente, por lo cual la vasta región euroasiática es la región pivote o región eje sobre la cual gira la política mundial. En este sentido, distingue tres zonas bien determinadas:76 1º La región pivote o eje es el gran espacio ruso-asiático hasta la Europa oriental, con poderío militar y económico, que hace sentir su presión y puede operar por líneas interiores sobre China, India, Persia, Turquía, Polonia, Escandinavia y Finlandia. Ocupa una posición central estratégica, pudiendo atacar o ser atacada por todos lados, excepto por el norte. Además, Mackinder pronostica que, no es probable que una revolución social altere las relaciones esenciales con los grandes límites geográficos de su existencia. 76 Marini, op. cit., pp. 325-326.
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2º La región marginal del gran creciente interior, que comprende la Europa occidental, Turquía, Persia, India y China. 3º Las tierras exteriores o el creciente insular, que comprende Gran Bretaña, América, África al sur del Sahara, Australia y Japón.
La Tierra Corazón de Mackinder 1919
TEORÍA DE MACKINDER 1919 Fig. II. 2. Fuente: Frade Merino, Fernando, Introducción a la Geopolítica, Madrid: Compañía Bibliográfica Española, 1969, p.107. Elaboración: Francisco Lizama Delgado.
El corazón desde la teoría de Mackinder era el área del centro de Eurasia, y la isla mundial era toda Eurasia, incluso Europa, el Medio Oriente y Asia. Gran Bretaña, nunca fue una parte de Europa continental, que él vio como un poder naval separado o poder del mar: Quien gobierna Europa oriental comanda el corazón; Quien gobierna el corazón comanda la isla mundial; Quien gobierna la isla mundial ordena el mundo. 101
Capítulo II
2.7.6 Karl Ernst Haushofer (1869-1946) Karl Haushofer, militar e historiador alemán, fue uno de los principales ideólogos e impulsores del Lebensraum (espacio vital). Influyeron en su pensamiento y estudios las tesis de historiadores ingleses, como Thomas Macaulay y Edward Gibbon, alemanes, como Albrecht Roscher, Friedrich Ratzel y Rudolf Kjellen, quienes configuraron el pensamiento geopolítico de Haushofer. Haushofer comprometió su pensamiento con el movimiento nacionalista alemán. Desde 1919, Haushofer y otros dirigentes, entre ellos Rudolf Hess, fundaron el Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes, al cual se unieron después Adolf Hitler y Joseph Goebbels, así como la sociedad secreta de Thule.77 Aunque su participación en el partido fue casi nula, proporcionó sus conocimientos de geopolítica al nacionalsocialismo, que en ese entonces ganaba cada vez más adeptos. Algunos de los principales planteamientos de Haushofer, que están ligados al espacio vital son los siguientes:78 • Respecto del espacio y la política mundial: El espacio rige la historia de la humanidad. No obstante eso, ¿cuántas naciones se dan realmente cuenta de la importancia que tiene un planeamiento adecuado en materia de espacio? ¿Cuántas adaptan su política a las necesidades del espacio? Hay demasiadas que prefieren las pequeñas comodidades de un rincón seguro y acogedor a las dificultades que ocasiona la vida en amplias zonas, en llanuras o en el mar. La mayoría de las naciones pocas veces considera el problema de si vive en territorios que están o no de acuerdo con su carácter, solo una nación cuyo espacio se ajusta a sus necesidades, tanto espirituales como materiales, puede tener la esperanza de alcanzar una verdadera grandeza. • Modificaciones en la distribución del espacio: El espacio amplio conserva la vida. Esta expresión biológica expresada por Ratzel, no solo se adapta a las grandes potencias mundiales, 77 La Sociedad Thule era un Grupo de Estudio Histórico de la antigua Alemania, que patrocinó al Deutsche Arbeiter Partei (DAP), y que más tarde fue transformado en el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán. 78 Rattenbach, Augusto B., Antología Geopolítica, Buenos Aires: Editorial Pleamar, 1975.
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muchas de las cuales sufren de abundancia de espacio, sino que también debe ser el principio que guíe a países que, como Japón, Italia o Alemania, que carecen de él o fueron despojados del escaso espacio que habían obtenido. • Espacio para Alemania: Para los alemanes es importante comprender que carecen del más mínimo espacio vital. La educación política mundial de Alemania debe, por tanto, hacer comprender incansablemente que la utilización del territorio nacional es intolerable. Nada es más peligroso que resignarse a una pérdida que no es el resultado de una necesidad natural, sino que obedece a una ley artificial y arbitraria, como son muchas de las formaciones de espacio que registra la historia del mundo. • Las fronteras de Alemania: En un grave error, en términos de la política mundial, considerar las fronteras como líneas rígidas e inmutables. Las fronteras podrán ser lo que se quiera, menos elementos muertos; son organismos vivos que se extienden y se contraen, del mismo modo que la piel y otros órganos protectores del cuerpo humano. A Haushofer se le atribuye la denominación de las “panregiones”, pero lo cierto es que la “panregión” es un concepto desarrollado por los geopolíticos alemanes en la década de los años 30 del siglo XX, a partir del concepto de grosslebensformen (grandes unidades orgánicoculturales) de Ratzel. Esta teoría se refiere a una gran zona geográfica que vincula a los Estados del centro con las materias primas del contorno y abarca zonas cortadas longitudinalmente. Las diferentes panregiones representaban la división del mundo en esferas de influencia de las superpotencias. Las panregiones son la expresión geográfica de las panideas.79 Estas últimas son principios generales para la organización del sistema mundial o ideologías básicas para muchas unidades políticas. La panidea que sirvió de modelo fue el panamericanismo expuesto en la Doctrina Monroe. De esa forma, en el planteamiento de los geopolíticos alemanes el mundo quedaba dividido en cuatro panregiones, cada una regida por una superpotencia: (Fig. II. 3.)
79 Grandes agrupaciones continentales, que superan la estrechez territorial y económica de los Estados de tipo clásico.
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Panamérica dirigida por Estados Unidos, Euráfrica con el predominio de Alemania, Panrusia en la cual quedaba incluida la India, y Panasia con Japón como país líder.
Fig. II. 3. Panregiones de Haushofer Fuente: Chaliand Gérard y Rageau Jean-Pierre, Atlas Estratégico y Geopolítico, Madrid: Alianza Editorial, 1984, p. 24. Elaboración: Francisco Lizama Delgado.
2.7.7 Giulio Douhet (1869-1930) Giulio Douhet fue un general italiano conocido por enunciar los principios y ventajas de la utilización del poder aéreo en las operaciones militares. Su obra más conocida es El dominio del aire, que publicó en 1921, y que sigue siendo considerada un clásico en la descripción de los principios del poder aéreo. En ella preconiza que la función de la fuerza aérea es dirigir su potencia destructora al corazón del adversario para de esa forma quebrar su capacidad de lucha. El general Douhet sostenía que frente a los ataques terrestres, el uso de la tecnología aérea suponía un avance mayor al permitir efec104
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tuar ataques por sorpresa. Además que, al bombardear los núcleos vitales y causar estragos en los centros de producción, la población, angustiada, presionaría a las autoridades y las induciría a la rendición. Su objetivo era convertir el avión en el arma por excelencia, y que en esa forma, el ejército y la marina pasaran a una posición ofensiva más que defensiva. La función de la guerra aérea sería, por tanto, ofensiva, adelantándose a los movimientos del enemigo. Desde su perspectiva, el verdadero motor de la guerra eran los bombarderos, pasando el caza a un puesto defensivo. Sus predicciones fallaron en muchos puntos, ya que no tuvo en cuenta aspectos como la invención del radar, ni la fortaleza que tuvo el pueblo inglés en la batalla de Inglaterra.
2.7.8 William Lendrum Mitchell o Billy Mitchell (1879-1936) Mitchell fue aviador estadounidense de origen francés. Se enlistó en la armada y prestó servicio en la Guerra Hispano-Estadounidense (1898). Se destacó como comandante aéreo de Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial, dirigió bombardeos en masa y lideró un ataque que implicó a más de mil aeronaves. Sus principales planteamientos estaban centralizados en la necesidad de la existencia de una Fuerza Aérea autónoma, y en la preeminencia del medio aéreo en cualquier tipo de guerra. Según Juan Marguch en el artículo “Las profecías de Bill Mitchell”,80 en la historia de la aviación militar, el general italiano Giulio Douhet es reconocido como el padre fundador del poder estratégico de la fuerza aérea, y que Mitchell sentó el principio de que los aparatos de combate debían ser utilizados no solo para aniquilar las posiciones enemigas, sino también para destruir su retaguardia, atacando fábricas, redes ferroviarias, caminos, puentes y hasta las ciudades abiertas, para diseminar el terror y quebrar la moral de la población. En los años posteriores a la Primera Guerra Mundial, Bill Mitchell inició una cruzada en procura de convencer a sus superiores militares de que los usos de la guerra habían cambiado con la aparición de la aviación, y de que todos los clásicos principios tácticos y estratégicos debían ser revisados. Por cierto, estas ideas eran recibidas en el ejército como una afrenta. Nunca nadie, hasta entonces, se había permitido
80 Disponible en: http://www2.lavoz.com.ar/nota.asp?nota_id=223397. Ingreso el 29 de diciembre 2008.
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esbozar siquiera la mera suposición de que otra arma podría ser superior a las fuerzas de tierra. Efectuó algunas predicciones que se manifestaron posteriormente. Dijo, por ejemplo, que en el futuro los portaviones sustituirían a los acorazados, cruceros y destructores como elementos fundamentales en la guerra del mar, porque desde ellos podrían partir aparatos que bombardearían las naves enemigas y servirían como aeropuertos móviles para lanzar operaciones de ataque contra sus bases terrestres. Indicó (confirmando ideas de G. Douhet), que en las guerras del futuro las ciudades serían objetivos tanto o más importantes que los militares, porque el terror que dominaría a la población civil quebraría la voluntad del enemigo más poderoso. De hecho, dijo, que habría más bajas civiles que militares. Pero, su más sorprendente profecía fue que las bases estadounidenses en Hawai y las Filipinas estaban indefensas ante un ataque japonés (Japón había estado en el mismo bando de los Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial). Presagió que Japón lanzaría un ataque contra la base naval de Hawai, sin declaración previa de guerra. La aviación japonesa sería transportada en portaviones, desde donde partirían las escuadrillas que bombardearían las naves de ambas bases.
2.7.9 Alexander Procofieff de Seversky (1894-1974) De Seversky fue un aviador e ingeniero estadounidense de origen ruso.81 En 1918 se radicó en EE.UU., donde organizó una empresa de aeronáutica. Diseñó numerosos prototipos de aviones e introdujo múltiples mejoras en los instrumentos de vuelo. Fue el responsable de las pruebas nucleares que tuvieron lugar en Bikini a partir de 1946.82 De Seversky consideraba que el poder marítimo y el poder terrestre estaban en equilibrio, pero que este equilibrio estaba por romperlo la Unión Soviética con poderosas flotas aéreas de aviones Tupolev (Bombarderos Tupolev Tu-26 y Tupolev Tu-2). De Seversky dividió el mundo en tres grandes “Zonas Aéreas”. (Fig. II. 4.).
81 El resumen de su biografía está disponible en www.biografíasyvidas. com/ biografías/s/seversky.htm. Ingreso el 5 de julio 2009. 82 El atolón (isla) Bikini posee unos 6 km² de superficie. Es uno de los atolones que componen las islas Marshall, y es famoso por las pruebas nucleares que se efectuaron en él. Entre 1946 y 1958 se probaron más de 20 bombas de hidrógeno y atómicas.
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Fig. II. 4. Fuente: Frade Merino, Fernando, Introducción a la Geopolítica, Madrid: Compañía Bibliográfica Española, 1969, p. 142. Elaboración: Francisco Lizama Delgado.
1. La zona aérea de Estados Unidos y su espacio de reserva: América del Norte, Central y América del Sur. Las tres Américas son consideradas como las reservas geográficas de la industria de Estados Unidos. 2. La zona aérea de la Unión Soviética que se proyecta hasta el África como reserva. Considera a China como zona de influencia que la distraerá hacia el Asia. 3. Zona de decisión aérea: Son los espacios industriales de Estados Unidos y la Unión Soviética (1954). De Seversky construye su teoría cuando Europa estaba en plena reconstrucción post Segunda Guerra Mundial. No obstante que Europa se encontraba reconstruyendo la Eurozona aérea, estaba bajo control de los Aliados (OTAN) y bajo la dirección de Estados Unidos. 107
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De Seversky pronosticó el vuelo sin etapas alrededor del mundo, y la conducción de las guerras aéreas desde la tierra. El advenimiento de los proyectiles dirigidos, y el posterior desarrollo de misiles balísticos de largo alcance, confirmaron su teoría.
2.7.10 André Hillion (1905) André Hillion de origen francés, egresó de la facultad de derecho de París. En 1949 se radicó en Uruguay y sus investigaciones se centralizaron en el área de la economía, dedicándose especialmente a los transportes, los sistemas de planificación y los grandes espacios económicos, por ello, una de sus principales obras se denomina Espacios Económicos y Poder, de la Editorial Pleamar. Algunas de sus reflexiones principales son las siguientes: • Un espacio económico, cualquiera que sea su dimensión, su forma, o su repartición espacial, es un hecho. Es siempre el resultado de un impacto de los adelantos técnicos que resultan del progreso científico en un grupo humano, dentro de un marco geográfico determinado. El grado de armonización en la interacción de los tres factores da el grado y el ritmo del desarrollo. Pero el progreso técnico y el elemento geográfico siguen siendo lo que son. Mientras el factor humano es una variable, que puede ser un factor acelerador como un factor de estancamiento. • No hay como se cree economías dominantes contra economías dependientes: hay, y habrá cada vez más, economías interdependientes. Si estamos condenados al progreso, lo estamos también a la cooperación.
2.7.11 Nicolás Spykman (1893-1943) Nicolás Spykman, americano de origen holandés, que llegó a ser director del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad de Yale. Las ideas de N. Spykman se manifiestan en las siguientes obras: America´s Strategy in World Politics. The United States and the Balance of Power (1942) y The Geography of the Peace (1944). En ellas exhibe un punto de vista claramente geopolítico, pero renunciado a las pretensiones del espacio vital de Haushofer. También se muestra discordante con Mackinder en su defensa sobre la importancia del 108
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Heartland (tierra central o pivote) y desarrolla sus ideas hasta reemplazarla por la contención y defensa del Rimland (tierra del borde). Spykman promueve una visión realista de la situación mundial y la implantación de un mecanismo efectivo para asegurar la paz, una especie de “prevención pacifista” liderada por EE.UU. En esta perspectiva toma especial relevancia su teoría del Rimland, en la cual invierte las ideas de Mackinder. Esto se debe a que el Rimland se encuentra en la zona intermedia entre el Heartland y las riberas de los mares que lo abarcan, área donde se hallan las penínsulas exteriores de Eurasia y que coincide exactamente con lo que Mackinder definió como anillo interior o marginal (Inner or marginal crescent) en su artículo de 1904. (Fig. II. 5.) Spykman se aleja de Mackinder en la forma pero no en el fondo, ya que el eje central de su pensamiento se basa en que existe la posibilidad de contener el Heartland dominando el Rimland. Al identificar la importancia de esta zona fronteriza, identifica el escenario de juego donde se desarrollará el orden bipolar de la Guerra Fría, idea que constituirá el embrión de la cosmovisión que enunciará unos años después George F. Kennan, a través de la Teoría de la Contención expuesta en The Long Telegram.83
Fig. II. 5. Teoría de Spykman Fuente: Frade Merino, Fernando, Introducción a la Geopolítica, Madrid: Compañía Bibliográfica Española, 1969, p. 111. Elaboración: Francisco Lizama Delgado.
De igual forma, Spykman tenía su particular visión de la distribución del poder en el mundo, y las regiones estratégicas que para ello se conformaban (Fig. II. 6.). 83 Información de http://www.retaguardia.org/2008/09/12/nicholas-spykman-el-preludio-de-la-contencion/. Ingreso el 29 de diciembre 2008.
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Capítulo II
Fig. II. 6. Regiones de Spykman Fuente: Frade Merino, Fernando, Introducción a la Geopolítica, Madrid: Compañía Bibliográfica Española, 1969. Elaboración: Francisco Lizama Delgado.
A partir de los precursores, creadores e impulsores de la Geopolítica indicados, en el siglo XX muchos otros han aportado teorías y conocimiento, como también nuevos planteamientos, valga mencionar a los norteamericanos Hans Wiegert Werner y Andreas Dorpalan, a los franceses Pierre M. Gallois y Pierre Celerier; a los españoles Fernando Frade, Jaime Vicens Vives; y a nivel latinoamericano a los brasileños Josué de Castro y Everardo Becheuser; a los argentinos Jorge E. Atencio, Justo P. Briazo, Alberto Escoloma Ramos, José Felipe Marini, y René Gabriel José Buteler; a los chilenos Ramón Cañas Montalva, Oscar Buzeta y Augusto Pinochet Ugarte; a los colombianos Julio Londoño, José Roberto Ibáñez Sánchez y Daniel García Echeverry, entre otros.
2.8 La metodología para el análisis geopolítico Cada uno de los autores de textos de metodología de la investigación se refiere a distintos tipos y métodos para efectuar investigaciones en el área de las ciencias sociales, según la ciencia de que se trate y los fines objetivos de cada investigación. No existen normas rígidas, ni tam110
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poco existe exclusividad en cuanto a las técnicas y procedimientos, lo importante es que las conclusiones geopolíticas estén precedidas de un razonamiento que incorpore el análisis de factores geopolíticos desde una perspectiva evolutiva y sustentada en la historia. En este contexto, se podría indicar que la mayoría de los textos que tratan sobre la metodología de la investigación en las ciencias sociales se refieren a métodos que son pertinentes a la economía, sociología, política, antropología y biología, tales como el texto de César Bernal Torres, Metodología de la Investigación, que está especialmente dirigido para la investigación en las áreas de la administración y economía;84 o el libro de M. Ángeles Cea, Metodología Cuantitativa, que sirve para orientar a los estudiantes de sociología en estrategias y técnicas de investigación social.85 Otros autores son más generalistas y los proponen para toda el área de las ciencias sociales, como R. Hernández Sampieri y otros en Metodología de la Investigación,86 o Carlos Muñoz Razo en Cómo Elaborar y Asesorar una Investigación de Tesis.87 En todos ellos es factible analizar formas de investigación, que adecuadamente interpretadas, pueden ser convenientemente utilizadas en los trabajos de investigación. Considerando la importancia de la investigación histórica en la geopolítica, se ha analizado el libro del catedrático Neil J. Salkind,88 que publicó un interesante texto de apoyo para los estudiantes y profesores universitarios denominado Métodos de investigación,89 donde señala que la investigación histórica en las ciencias sociales es considerada por algunos académicos como investigación de segunda clase, y que frecuentemente los investigadores no pueden decidir si tales investigaciones deben pertenecer a las ciencias sociales o a las humanidades, y en muchos casos termina siendo parte de algún dominio (Historia de la Educación, Historia de la Física, u otra) sin tener sitial propio. El profesor Salkind, dice que no hay duda de que es una 84 Bernal Torres, César Augusto, Metodología de la Investigación, Bogotá: Prentice Hall, Pearson, 2000. 85 Cea D’ancona, M. Ángeles, Metodología Cuantitativa, Madrid: Editorial Síntesis S.A., 2001. 86 Hernández Sampieri, R.; Fernández Collado, C.; y Baptista Lucio, Pilar, Metodología de la Investigación, México: MacGraw-Hill Interamericana Editores, 1991. 87 Muñoz Razo, Carlos, Cómo Elaborar y Asesorar una Investigación de Tesis, México: Pearson Prentice Hall, 1998. 88 Profesor de métodos de investigación de la University of Kansas. Estados Unidos de América. 89 Salkind, Neil J., Métodos de investigación, México: Prentice Hall Hispanoamericana. S.A., 1999. pp. 204-210.
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ciencia social, porque los historiadores reúnen y analizan datos lo mismo que cualquier científico social. Por otra parte, es una disciplina humanística también, porque los historiadores examinan el papel que los individuos desempeñan en instituciones sociales como la escuela y la familia. Además, dado que a pocos científicos sociales y del comportamiento se les enseña acerca de la investigación histórica y su metodología correspondiente, pocos hacen realmente investigaciones en esa área, y algunos ni siquiera están habituados con el empleo de la metodología apropiada.90 Uno de los textos sobre geopolítica que mayor información aporta sobre el método geopolítico, es la obra de José Felipe Marini, El Conocimiento Geopolítico,91 que contiene información sobre el “Método general de razonamiento geopolítico”, e incluye diferentes guías para el análisis de los factores geopolíticos. Insistimos eso sí, en que lo importante no es ceñirse a un método en particular, sino que definir una metodología, y posteriormente aplicarla según el problema que se intentará resolver o análisis a efectuar, ya que el método tiene un carácter instrumental y es solo una herramienta para la realización de estudios geopolíticos. En particular, se sugiere que, en el ámbito de la Geopolítica, es aconsejable aproximarse a los teóricos que tratan sobre las investigaciones del tipo descriptivas, históricas y explicativas.
2.9 Los límites geográficos de Chile Se ha estimado conveniente incluir un apartado relacionado con los límites geográficos de Chile, en particular, la historia de sus fronteras y límites, por la trascendencia que estos tendrán en los capítulos donde nos referiremos a la Geoestrategia y a la Estrategia, como también para apreciar la permeabilidad y evolución de las fronteras en relación con las teorías de Ratzel.
2.9.1 Historia de las fronteras Comúnmente se utilizan indistintamente las acepciones de “frontera” o “límite” para referirse a los colindes de un país con otro, pero tienen un significado diferente. El límite político internacional es la línea divisoria entre dos Estados. Estos pueden ser geométricos (cuando se apoyan sobre una línea de latitud o longitud) o geográficos (cuando 90 Ibídem, p. 205 91 Marini, op. cit., 1985, pp. 52-73.
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aprovechan un accidente geográfico). Las fronteras son las zonas adyacentes al límite político internacional, son una franja del territorio situada en torno a los límites internacionales. Por lo tanto, la primera dificultad para referirse a la historia de las fronteras es hacer visible esta separación. Fácilmente será posible desentrañar la historia de los límites de los países, ya que comúnmente estarán representados en diversos tratados y acuerdos internacionales, pero no así las fronteras, donde también tiene cabida el imaginario cultural, económico y social. Probablemente, cuando los Estados aún no eran tales, o cuando primaba el feudalismo, las extensiones territoriales estaban representadas por las áreas que era posible mantener bajo el control de las armas, por la extensión de los propios cultivos o por accidentes naturales que permitían sectorizar un área. Por ejemplo, los ríos, las costas y las montañas han tenido gran representación en la cartografía antigua para deslindar las áreas bajo un determinado dominio. El profesor J. Vicens Vives,92 señala que durante medio millón de años, desde la aparición de las primeras agrupaciones prehistóricas en el occidente de Europa hasta la constitución de los Estados sedentarios en Egipto y Mesopotamia, las sociedades humanas primitivas no conocieron de límites o de fronteras. La escasa población humana del planeta, el nomadismo impuesto por la persecución de las manadas de animales, hacían impensado la existencia de un límite, que no fuera el que los animales y el clima imponían. Los grupos humanos marchaban de un lado para otro, a veces se cruzaban y combatían entre ellos, sin más preocupaciones que satisfacer necesidades elementales. Para ellos la única frontera efectiva fue el mar, e incluso este perdió valor cuando el hombre aprendió los principios básicos de la navegación. Cuando se constituyeron las primeras culturas sedentarias antes de la era cristiana en las zonas del Nilo y Mesopotamia, apareció la primera noción de límites entre ellas. Los pueblos agrícolas necesitaban conocer hasta qué punto les pertenecía el suelo que cultivaban, y las disputas y conflictos entre aldeas o ciudades vecinas fueron delimitando las primitivas circunscripciones territoriales. En Egipto el nombre de los núcleos originarios de la población era “nomos”,93 que procede de la raíz “sp”, que significa “dividir”. La división fue necesaria para 92 Vives Vicens, J., Tratado General de Geopolítica, Barcelona: Editorial Vicens-Vives, 1981. 93 De origen griego “Nomo” se denomina a cada una de las subdivisiones territoriales del antiguo Egipto. En egipcio la palabra era hesp o sepat, que designaba la superficie cultivable de los territorios.
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organizar la vida agrícola de Egipto, y aunque de momento no requería la fijación de hitos precisos, servía para los fines aludidos. En una inscripción de Beni-Hasán94 dice que el faraón separa cada ciudad de su vecina, hace conocer a cada ciudad sus fronteras con las otras ciudades, levanta sus estelas limítrofes, duraderas como el cielo. Igual ejemplo se encuentra en la Mesopotamia, donde el rey Messilim de Awán emitió un arbitraje en las opuestas reclamaciones territoriales de Umma y Lagash, arbitraje que poco más tarde había de ser recordado en una estela que mandó levantar Eannatum, después de vencer a sus adversarios que habían vulnerado la frontera. La síntesis histórica de las fronteras de profesor J. Vicens Vives, fue también publicada en el Memorial del Ejército de Chile por el comandante del Ejército de Tierra de España José Guinea Diez,95 donde indica además, que a mediados del primer milenio la trepidante política internacional, desarrollada primero por Asiria96 y luego por Persia,97 impuso el establecimiento de límites concretos, y así en el año 580 a.C. en el tratado de paz entre Ciaxares de Media98 y Alyattes de Lidia,99 fija los límites entre sus respectivos estados en el río Halys,100 en la meseta de Anatolia.101 Pero, la verdadera frontera con construcciones militares adecuadas, solo surge cuando los núcleos neohistóricos originales han desarrollado una cultura superior que es preciso defender contra los pueblos marginales que fueron llamados “bárbaros”. Tal es el caso de China frente a los mogoles y del Imperio Romano frente a los germanos. En ambos casos se creó una barrera 94 Beni-Hasan es una localidad del Egipto Medio, en la orilla oriental del río Nilo, aproximadamente a 300 kilómetros al sur de El Cairo. La zona posee una necrópolis en la ribera oriental del Nilo que data de la época de las dinastías XI y XII; sus tumbas fueron utilizadas por los gobernadores del nomo 16 del Alto Egipto. 95 Guinea Diez, José Luis, “La Frontera y sus problemas”, AA.VV., Memorial del Ejército de Chile Nº 311, Santiago: Estado Mayor General del Ejército, 1963, p. 21. 96 Asiria estaba situado en el suroeste asiático en la antigua Mesopotamia, en el valle del río Tigris cuyos límites fueron: al norte de las montañas de Armenia, al sur Caldea (Babilonia), al este la Media y al oeste Mesopotamia. 97 Actual territorio de Irán. 98 Ciáxares, también es conocido como Uvar Kshatra, fue rey de Media desde el año 625 a.C. hasta el año 585 a.C. 99 Aliates fue el cuarto rey de Lidia de la Dinastía Mermnada. Su reinado duró desde aproximadamente entre el 600 a.C. hasta el 560 a.C. 100 El Kizil Irmak (en turco, río Rojo) es el nombre del río más largo de Turquía, a través del tiempo ha sido conocido por varios nombres, entre los que destacan MarasSantiya en hitita y Halys en griego. 101 Anatolia o Asia Menor es una península emplazada en el Próximo Oriente, ocupada actualmente por la parte asiática de Turquía.
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artificial apoyándose en accidentes naturales. En China, el emperador Cheng, de la dinastía Tsin, ordenó el año 215 a.C. la construcción de la Gran Muralla, y en Europa los romanos organizaron la defensa a base de “limes”,102 que respondían a un doble papel: militar y aduanero. En el aspecto militar era instrumento de cobertura que permitía la entrada en acción de las legiones situadas en los campamentos y guarniciones de retaguardia. Durante los Antoninos,103 la frontera empezó a erizarse de muros y empalizados (los “valla” de Inglaterra); pero es durante los Severos104 cuando se fija definitivamente la muralla (muro de Rethia). No obstante, en los países montañosos es el “limes” el fuerte que vigilaba la penetración de los valles. A pesar de lo anterior, ni la Gran Muralla China ni el “limes” romano fueron barrera divisoria, pues a uno y otro lado se producían intercambios humanos y culturales entre civilizados y bárbaros. El hundimiento de los imperios Han105 y Romano puso término a esta experiencia de frontera lineal y fortificada. Lo que se llama Edad Media106 no conoció límites ni fronteras, porque la movilidad de los pueblos y la concepción feudal dominante determinaron una época de extrema fluidez de límites, todo resguardado por algún castillo que vigilaba las rutas de invasión. El caso más ilustrativo está en la Reconquista española, ya que durante los siglos VIII al X, estaban separados los reinos cristianos del emirato o califato de Al-Andalus una tierra de nadie,107 faja casi despoblada, lugar de “razzias” y algaradas (revueltas), en la que solo algún reducto avanzado indicaba el cambio de soberanía. En la zona pirenaica (cordillera montañosa situada al norte de la Península Ibérica, entre España, Andorra y Francia) la frontera obedecía al capricho de varios castillos establecidos en lugares estratégicos, algunos de los cuales estaban muy al interior de los países musulmanes.
102 Se conocen como Limes, los límites fronterizos del Imperio Romano. En Europa se ubicaba a lo largo de los ríos Rin y Danubio, para aprovechar el empleo de estos caudalosos ríos como fronteras naturales. 103 La dinastía Antonina fue la casa que reinó en el Imperio Romano del 96 al 192. 104 La Dinastía Severa son los emperadores romanos que reinaron por varias décadas desde finales del siglo II hasta comienzos del siguiente. 105 La dinastía Han siguió a la dinastía Qin y precedió al periodo de los Tres Reinos en China desde el 202 a.C. hasta el 220. 106 La Edad Media, Medievo o Medioevo es el período histórico de la civilización occidental comprendido entre el siglo V y el XV. 107 Se conoce como Al-Andalus al territorio de la Península Ibérica bajo poder musulmán durante la Edad Media, entre los años 711 y 1492.
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A partir del siglo XIII, según avanzaron los cristianos en la reconquista se concertaron tratados de límites: en puertos montañosos (como el Biar entre Valencia y la meseta), en ríos (como el Muluya), que fueron elegidos como líneas divisorias, pero como en el caso del río Halys, señalaban zonas de influencia, no frontera real, habiendo nacido esta como consecuencia del racionalismo y del estatismo francés del siglo XVII. Primeramente se creó la teoría de las “crestas divisorias”, aplicada en el tratado de paz de los Pirineos de 1659, y luego la “frontera militar”; pero una y otra eran todavía fronteras intangibles, ya que lo que importaba era la posesión de “nudos defensivos”, y ello explica el tortuoso y a veces inexplicable trazado de la frontera francesa con los países bajos españoles hasta la paz de Utrecht.108 Las fronteras alcanzaron el valor que hasta ahora tienen, después del choque político-militar de la época de Napoleón, en la que había de tener cada Estado sus límites fijos y precisos, sus áreas defensivas y aduaneras que legitimaran su soberanía ante el extranjero, de donde surgieron por este motivo, tanto en Europa como en América, los conflictos fronterizos.
2.9.2 Historia de los límites de Chile Las definiciones del espacio territorial chileno (terrestre-marítimoaéreo) han estado precedidas por situaciones de coyuntura internacional adversa o antecedida por situaciones de guerra o conflicto. La Guerra del Pacífico permitió la anexión de parte importante del norte de Chile, como también los acontecimientos internacionales motivaron a las autoridades chilenas a entregar el vasto territorio de la Patagonia, por nombrar dos situaciones emblemáticas. La delimitación territorial tiene el objetivo de señalar a los propios habitantes, a los países vecinos y al mundo, cuál es el patrimonio geográfico del país, cuál es la morada de sus habitantes, y cuál es el espacio sobre el que se ejerce jurisdicción y soberanía: No existe frontera o límite ideal, de cualquier clase o tipo que sea, si los Estados colindantes no se ajustan a normas de convivencia internacional, ya que, merced al progreso, se han sobrepasado todas
108 Serie de tratados multilaterales firmados por los países beligerantes en la Guerra de Sucesión Española entre los años 1712 y 1714. En este tratado, Europa cambió su mapa político.
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las barreras, multiplicando las interdependencias e impedido que se pongan límites a las penetraciones de toda índole.109 Las fronteras y los límites tienen una valorización relativa, si no se estudian en relación con los países que lo colindan. Comúnmente las fronteras se diferencian entre “naturales” y “artificiales”. Las naturales son las que involucran un accidente físico y que de una u otra forma constituyen un obstáculo a la transitabilidad. Las artificiales por lo general están en aquellas áreas donde no existen accidentes geográficos. En ambos casos las coordenadas geográficas son definitorias.110 Tres textos son ilustrativos y contienen información básica sobre los límites y fronteras de Chile: El primero de ellos es el de Jaime Eyzaguirre, Breve Historia de las Fronteras de Chile, Santiago: Editorial Universitaria, 1988; el segundo es el de Isidoro Vásquez de Acuña y Óscar Cabrera, Breve Historia del Territorio de Chile, Santiago: Editorial Universitaria, 1991, y el tercero es el de Santiago Benadava, Historia de las Fronteras de Chile, Santiago: Editorial Universitaria S.A., 1993. En Anexo Nº 1 se incluye un resumen de la historia de los límites y fronteras de Chile.
2.10 Desafíos geopolíticos del Sur de América Hemos efectuado los planteamientos teóricos que han caracterizado a la Geopolítica clásica, y expuesto los principales factores que deben ser analizados en cada Estado o en los grupos de Estados de una zona geográfica determinada, además, se han incluido los planteamientos o doctrinas geopolíticas más distintivas y pregonadas en el transcurrir del siglo XX. A continuación, se ha estimado conveniente referirse a algunos desafíos geopolíticos de América del Sur en general, para luego incluir una visión de Chile en particular. Primero, es útil para estos efectos establecer qué entenderemos geográficamente por América, qué por Latinoamérica, qué por Hispanoamérica, y qué por el Sur de América. Esto que parece tan sencillo, causa más de alguna complicación, ya que algunos autores emplean 109 Atencio, Jorge E., Qué es la Geopolítica, Buenos Aires: Editorial Pleamar, 1979, p. 207. 110 Para la clasificación de las fronteras se puede consultar a Atencio, Jorge E., Qué es la Geopolítica, Buenos Aires: Editorial Pleamar, 1979; Ibáñez Sánchez, José Roberto, Teoría del Estado Geopolítica y Geoestrategia, Bogotá: Colección de Oro del Militar Colombiano, 1985; Buteler, René Gabriel José, Introducción al Arte de la Geopolítica, Buenos Aires: Editorial Dunken, 2003; o Marini, José Felipe, El Conocimiento Geopolítico, Buenos Aires: Círculo Militar, 1985.
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los términos como gentilicios y otros como zonas geográficas, incluso más de alguno hace mención a más de un continente americano. A modo de ejemplo: Walter D. Mignolo señala que: en el mundo entero se da por sentada la ontología de las divisiones continentales con demasiada ligereza. Si bien podría discutirse si los continentes son cuatro, seis o siete, la cuenta considera la subdivisión básica en Asia, África, América y Europa.111 No se profundizará respecto de los orígenes de las acepciones, sino que se privilegiará cómo cada uno de los términos está siendo utilizado implícitamente en los debates, y en la política internacional. América es el continente americano, que ocupa gran parte del Hemisferio Occidental de la Tierra.112 Se extiende desde el océano Glacial Ártico por el norte hasta el Cabo de Hornos por el sur, en la confluencia de los océanos Atlántico y Pacífico que deslindan al continente por el este y el oeste, respectivamente. Debido a su gran tamaño y sus características geográficas, América es dividida tradicionalmente en América del Norte, América Central, las Antillas y en América del Sur. América del Sur es un subcontinente, que comprende doce países, un territorio de ultramar del Reino Unido, las islas Malvinas; y un territorio francés, Guayana. También se le denomina Sudamérica o Suramérica. Los doce países que integran Suramérica son: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Uruguay, Surinam y Venezuela. La denominación Latinoamérica se refiere a las regiones de América donde se hablan lenguas latinas, es decir las derivadas del latín (español, portugués, francés). Generalmente el término se utiliza como un “gentilicio” para denominar a todos los habitantes del continente americano, con excepción de EE.UU. y Canadá. Hispanoamérica son los Estados americanos de habla española. El término debe diferenciarse de América Latina que incluye a las naciones de habla española, portuguesa y francesa, que son lenguas romances,113 y de Iberoamérica que incluye a las naciones de la Península Ibérica y a las naciones americanas que se independizaron de España y Portugal. 111 Mignolo, Walter D., La Idea de América Latina, Barcelona: Editorial Degisa, 2005, p. 15. 112 El Hemisferio Occidental es la mitad de la esfera terrestre que se encuentra al oeste del meridiano de Greenwich o a la principal masa terrestre que esta contiene, a saber, el continente americano. 113 Las lenguas romances se denominan también lenguas románicas o neolatinas, que son una rama indoeuropea de lenguas estrechamente relacionadas entre sí y que históricamente aparecieron como evolución del latín vulgar.
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Efectuada la aclaración anterior, a continuación se incluirán algunos planteamientos sobre América del Sur, que obedecen a la particular visión del autor: El territorio suramericano con más de 17 millones de kilómetros cuadrados y con una población cercana a los 380 millones de habitantes, es una región rica en recursos naturales como el petróleo, carbón, hierro, estaño, cobre, zinc, oro, plata, y con una cantidad de tierras cultivables y por incorporar a la agricultura, de gran significado para la alimentación mundial. Dentro del subcontinente tres países destacan por su localización geográfica, por su extensión y por la riqueza de sus llanos: Brasil, Colombia y Argentina. Brasil posee una gran biodiversidad, es una reserva de la biosfera mundial, y se ha convertido en un gran mercado mundial, y ahora último, se descubrieron cuantiosos yacimientos petrolíferos que han acaparado la atención mundial. Colombia es un país amazónico, la entrada territorial norte de América del Sur, como también la salida hacia el istmo de Panamá y posterior centro de América, pero básicamente su condición de privilegio se sustenta en su proyección hacia el Atlántico y el Pacífico. Argentina es el país que posee la mejor relación entre cantidad de población y territorio, como también es un país rico en tierras cultivables y en recursos naturales. Cinco países suramericanos son conocidos históricamente con el nombre de andinos (Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile); tres como los Estados del Plata (Argentina, Paraguay y Uruguay); Venezuela en la cuenca del Orinoco; Brasil como el quinto país con la mayor extensión a nivel mundial; la República Cooperativa de Guyana (antigua Guayana Británica); la República de Surinam (antigua Guayana Holandesa o Neerlandesa); y la Guayana Francesa, que es la más antigua de las posesiones ultramarinas de Francia, el único territorio francés de la América continental y la última “colonia” que queda en Sudamérica. Además, se agrega a esta particular condición, aunque no forme parte del macizo continental, a las islas Malvinas, que reclama Argentina como territorio propio. Total doce países, una posesión de ultramar francesa, y un territorio que disputa el Reino Unido y Argentina. A esta singular clasificación se unen diferencias extremas en las cantidades de población, espacio territorial, y evolución política y social. A modo de ejemplo, mientras en un país el PIB per cápita es de 1.212 dólares
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(Bolivia, 2007) en un país vecino, Chile, es de 9.012 dólares (2007); la población analfabeta que se estima tendrá Brasil al 2010 será de un 9,6%, mientras en Uruguay será del 1,7%.114 Estas diferencias se dan en un subcontinente que muchos resaltan con rasgos comunes y con desafíos similares para alcanzar el desarrollo, se agrega a ello, que es el área del mundo donde ha prevalecido la paz, a diferencia de los sucesos y conflictos en Asia, Europa y África. En el siglo XX, solo la guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay (19321935) tuvo repercusiones cuantiosas en vidas humanas y se libró por el control de la región del Chaco Boreal.115 Pese a esta preeminencia de la paz –que es de gran importancia al ver que en otras partes del mundo hubo guerras con millones de pérdidas humanas– existen algunas variables que han frenado el desarrollo e impiden que los Estados que integran el subcontinente alcancen un mayor progreso, algunos de estos factores tienen que ver con las formas de gobierno, la falta de gobernabilidad, la influencia extranjera o los sesgos de colonialismo. Lo cierto y lo real es que en los albores del siglo XXI existen algunos elementos que están frenando la evolución y desarrollo de los Estados suramericanos, y que en una perspectiva geopolítica intentaremos desentrañar. No es fácil entender los motivos que han impedido el mayor desarrollo del sur de América. Algunos analistas mencionan que la fuerza que une a los países suramericanos son los movimientos emancipadores, la lengua, la religión y cultura. Otros señalan lo contrario, y toman como referente a la Unión Europea, que constituye el principal ejemplo integracionista, y donde el idioma no es común, la religión tampoco y la cultura menos. Se estima que tres aspectos son decisivos o vitales, y han estado presente en la historia de desencuentros que ha tenido América del Sur para evolucionar y progresar en la búsqueda del desarrollo. Dos de estos elementos constituyen una variable visible, medible y comparable con las políticas que se incrementaron en la Unión Europea: la integración y la infraestructura que la permite. La tercera variable es
114 Informe de la CEPAL disponible en http://www.eclac.cl/publicaciones/xml/8/32598/ LCG2356B_1.pdf. Ingreso el 3 de enero 2009. 115 En la Guerra del Chaco se calcula que hubo aprox. 100.000 bajas entre muertos y desaparecidos. Fue la guerra más grande y con mayor cantidad de víctimas que se libró en América durante el siglo XX. Las batallas y movimientos de fuerzas no se compara con ningún otro conflicto en el sur de América, ya que la de las Malvinas fue mucho menos cuantiosa en la cantidad de bajas y duración.
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mucho más difusa y difícil de evaluar, está relacionada con el imaginario cultural del suramericano y los conflictos latentes. La integración ha sido un proceso inacabado desde los primeros planteamientos independentistas. Sucesivamente diversos gobernantes han visto fracasados sus intentos por integrar áreas geográficas o conformar idearios comunes. Simón Bolívar indicaba al respecto en parte de la Carta de Jamaica: “(…) seguramente la unión es la que nos falta para completar la obra de nuestra regeneración. Sin embargo, nuestra división no es extraña, porque tal es el distintivo de las guerras civiles formadas generalmente entre dos partidos: conservadores y reformadores. Los primeros son, por lo común, más numerosos, porque el imperio de la costumbre produce el efecto de la obediencia a las potestades establecidas; los últimos son siempre menos numerosos, aunque más vehementes e ilustrados. De este modo la masa física se equilibra con la fuerza moral, y la contienda se prolonga siendo sus resultados muy inciertos. Por fortuna, entre nosotros, la masa ha seguido a la inteligencia. Yo diré a Vd. lo que puede ponernos en actitud de expulsar a los españoles y de fundar un gobierno libre: es la unión, ciertamente; mas esta unión no nos vendrá por prodigios divinos, sino por efectos sensibles y esfuerzos bien dirigidos. La América está encontrada entre sí, porque se halla abandonada de todas las naciones; aislada en medio del universo, sin relaciones diplomáticas ni auxilios militares, y combatida por la España, que posee más elementos para la guerra que cuantos nosotros furtivamente podemos adquirir. Cuando los sucesos no están asegurados, cuando el Estado es débil y cuando las empresas son remotas, todos los hombres vacilan, las opiniones se dividen, las pasiones las agitan y los enemigos las animan para triunfar por este fácil medio”.116 En el sur de América los principales procesos integracionistas son visibles a partir del Tratado de Montevideo de 1960, cuando se crea la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio; luego la Comunidad Andina en 1969; la Asociación Latinoamericana de Integración en 1980; el Tratado de Asunción en 1991 (MERCOSUR); y ahora último, la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) creada para construir una identidad y ciudadanía suramericanas y desarrollar un espacio regional integrado, que permita contribuir al fortalecimiento de la unidad 116 La Carta de Jamaica es enviada por Simón Bolívar el 6 de septiembre de 1815 a Henry Cullen (Gran Bretaña) donde expone las razones que provocaron la caída de la Segunda República en el contexto de la independencia de Venezuela. Se dice que su objetivo fundamental era llamar la atención de Gran Bretaña, para que se involucrara en la independencia americana.
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de América Latina y el Caribe. Todos estos esfuerzos integracionistas, han fallado con respecto de sus resultados finales. Algunos logros se han obtenido, no sería justo desacreditar todo el esfuerzo que se ha hecho, pero lo cierto es que los objetivos no se han alcanzado, y un proceso ha traído consigo otros, sin finiquitarse ninguno. Veamos un ejemplo: La creación de UNASUR tiene como objetivo el: Construir, de manera participativa y consensuada, un espacio de integración y unión en lo cultural, social, económico y político entre los pueblos, otorgando prioridad al diálogo político, las políticas sociales, la educación, la energía, la infraestructura, el financiamiento y el medioambiente, entre otros, con miras a eliminar la desigualdad socioeconómica, lograr la inclusión social y la participación ciudadana, fortalecer la democracia y reducir las asimetrías en el marco del fortalecimiento de la soberanía e independencia de los Estados.117
En el preámbulo del tratado aludido, se indica que los países se apoyarán en la historia compartida y solidaria de las naciones, multiétnicas, plurilingües y multiculturales, que han luchado por la emancipación y la unidad suramericana a favor de la construcción de un futuro común. Como se aprecia, sus fines y principios son muy loables, pero se parte de aseveraciones históricas discutibles, que a la postre ha derivado que después de dos años de su propuesta todavía no logra concertarse como una real instancia de integración para alcanzar su cometido. Pero, en el objetivo definido para la creación de UNASUR, se incluye la segunda variable que hemos definido como vital para despegar hacia el desarrollo: la “infraestructura” vial, portuaria y aérea para sustentar o permitir la integración. Es fácil la retórica integracionista, pero esta es imposible concretarla si no existen las vías de comunicación para materializarla. Por ello, vale la pena reiterar lo señalado en los factores de análisis geopolíticos: Las vías de comunicaciones y las obras construidas para la continuidad de ellas son esenciales para el desarrollo de cada Estado, y para la integración con los países vecinos. Existe una estrecha relación entre la red vial de cada país y la interconexión con los otros países de la 117 Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas, disponible en http:// www.integracionsur.com/sudamerica/TratadoUnasurBrasil08.pdf. Ingreso el 20 enero 2009.
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región y los espacios vacíos, que la carencia de estas genera dentro de cada Estado. Solucionar este problema no es fácil, la construcción de carreteras se complica por los importantes obstáculos geográficos, las barreras naturales, como la cordillera de los Andes y la selva amazónica, a los que se agregan los continuos desastres naturales, como consecuencia de factores climáticos y geológicos. Uno de los acuerdos sobre red vial que sirve como ejemplo para representar este vital desafío geopolítico suramericano, es la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), que es un foro de diálogo entre las autoridades responsables de la infraestructura de transporte, energía y comunicaciones en los doce países suramericanos. IIRSA tiene por objeto promover el desarrollo de la infraestructura bajo una visión regional, procurando la integración física de los países de Suramérica y el logro de un patrón de desarrollo territorial equitativo y sustentable. La Iniciativa surgió de la reunión de presidentes de América del Sur realizada en agosto del año 2000 en la ciudad de Brasilia, en la que los mandatarios de la región acordaron realizar acciones conjuntas para impulsar el proceso de integración política, social y económica suramericana, incluyendo la modernización de la infraestructura regional y acciones específicas para estimular la integración y desarrollo de subregiones aisladas. En el seminario subregional organizado por el Comité de Coordinación Técnica de la IIRSA, en septiembre de 2003 en Lima, se definieron tres objetivos: Apoyar la integración de mercados para mejorar el comercio intrarregional; apoyar la consolidación de cadenas productivas para alcanzar competitividad en los grandes mercados mundiales; y reducir el “costo sudamericano” a través de la creación de una plataforma logística vertebrada e inserta en la economía global. Se han definido diez ejes, la mayor parte de los cuales están interconectados.118 Cada uno de esos ejes comprende a varios países:119 • Eje Andino (Venezuela-Colombia-Ecuador-Perú-Bolivia) • Eje Andino del Sur (Chile-Argentina-Bolivia) • Eje de Capricornio 118 Los ejes de integración y desarrollo son franjas multinacionales de territorio en donde se concentran espacios naturales, asentamientos humanos, zonas productivas y flujos de comercio actuales, sobre las que las inversiones en infraestructura ayudarán a crear nuevas oportunidades de desarrollo sostenible para sus habitantes. 119 El detalle del desarrollo y expectativas del plan de acción en cada uno de estos ejes está disponible en: http://www.iirsa.org/EjesIntegracion.asp?CodIdioma=ESP. Ingreso el 04 enero de 2009.
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Capítulo II
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Eje hidrovía Paraguay-Paraná Eje del Amazonas Eje del Escudo Guayanés Eje del Sur Eje Interoceánico Central Eje MERCOSUR-Chile Eje Perú-Brasil-Bolivia
El IIRSA contempla mecanismos de coordinación e intercambio de información entre los gobiernos de los doce países suramericanos y tres instituciones financieras multilaterales: el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Corporación Andina de Fomento (CAF) y el Fondo Financiero para el Desarrollo de la Cuenca del Plata (FONPLATA). Como parte del proceso de integración regional, el IIRSA postula a que la economía de los países que lo integran debe reorientarse para conformar una cadena productiva en sectores de alta competitividad global, capitalizando las diversas ventajas comparativas de los países de la región y fortaleciendo la complementariedad de sus economías para generar valor agregado en la producción, que se traduzca en beneficios amplios para todos. La completación de los proyectos viales dentro de cada país y la posterior interconexión de América del Sur es el principal desafío de los países suramericanos. Su consolidación futura permitirá integrar los espacios de cada país que están postergados de la acción benéfica del Estado, acceder a los recursos naturales que están inexplotados, y que todos los países tengan acceso a la principal vía de comunicaciones para el comercio con el resto del mundo: los océanos Pacífico y Atlántico evitando el tránsito por el Canal de Panamá y por el Cabo de Hornos para acceder a África y Asia. La idea está y todos los países están de acuerdo en este problema para avanzar en la integración suramericana, pero lo importante es que este grave escollo no quede en el plano de las ideas y se materialice, ya que desafortunadamente desde la creación del IIRSA las voluntades no han dispuesto políticas que converjan en lo planificado. La tercera y última variable, que no tiene representación física, pero que está presente en las voluntades políticas y sobre todo en el imaginario cultural suramericano actuando como factor disociador, son los conflictos “históricos”, que aún persisten y que erosionan en alguna medida los esfuerzos políticos y por ende los procesos integracionistas. En América del Sur prevalecen los conflictos tradicionales por la integridad territorial, como herencia de una accidentada geogra124
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fía y tratados imprecisos, que admiten diferentes interpretaciones en la separación de las aguas, nacimiento de los ríos y proyección de los cordones montañosos, a los que se han agregado los conflictos y desafíos traídos consigo por la globalización y la mutua interdependencia, como el terrorismo, tráfico de drogas, la contaminación y depredación del medioambiente, a los que se suman los problemas y riesgos implicados en la corrupción, delincuencia, falta de gobernabilidad y ruptura de la democracia. Al respecto, el destacado historiador Eduardo Cavieres Figueroa en un estudio sobre Chile y Perú denominado Chile-Perú, La Historia y la Escuela Conflictos Nacionales, Percepciones Sociales,120 va a la raíz del problema e indica que: para avanzar a un mejor entendimiento en las sociedades latinoamericanas es importante erradicar los estereotipos (imagen mental simplificada) discriminatorios que emergen del conocimiento de los conflictos adquiridos en la educación temprana por la enseñanza de una historia que se ha ocupado más de exaltar las desavenencias, que de avanzar para erradicar la discordia: La enseñanza de la historia con enfoque hacia la cultura de la paz debe contribuir a la consecución de una convivencia solidaria entre todos los pueblos y facilitar los procesos de integración.121
2.11 Desafíos geopolíticos de Chile Los desafíos geopolíticos de Chile que se presentan a continuación, es un resumen del artículo “Decisiones y Desafíos Geopolíticos de Chile”,122 donde se señala que al iniciar el siglo XXI, es posible advertir que las relaciones de interdependencia entre los países del Cono Sur se han incrementado, y que nuevos factores se incluyen en la política exterior de los Estados: la energía, integración, medioambiente, el respeto de los derechos humanos, las libertades fundamentales y la buena gestión gubernamental han pasado a ser esenciales para la estabilidad, la paz, el desarrollo político, económico y social de los Estados. En la agenda internacional están presentes desafíos 120 Cavieres Figueroa, Eduardo, Chile-Perú, La Historia y la Escuela Conflictos Nacionales, Percepciones Sociales, Valparaíso: Ediciones Universitarias, 2006. 121 Ibídem, p. 31. 122 Ortega Prado, Rodolfo, “Decisiones y Desafíos Geopolíticos de Chile”, Cuaderno de Difusión Nº 28 año 11 octubre 2008, Santiago: Academia de Guerra-Departamento de Investigación y Desarrollo, 2008, p. 48.
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que, en algunos casos son comunes, como el problema de la energía, los recursos naturales, la alimentación y los movimientos poblacionales, y en otros son situaciones particulares de cada Estado, pero que requieren del concierto internacional para superarlos, como son el narcotráfico, terrorismo, la delincuencia y la preservación de la democracia. Los nuevos problemas que afectan al mundo en general y a América Latina en particular, son parte de la dinámica de los estudios geopolíticos contemporáneos. Ya no interesa detenerse más de lo prudente en el estudio de los pensamientos clásicos geopolíticos, lo importante es centralizarse en los sucesos que tienen implicancias evolutivas en la vida de los Estados, ya que la Geopolítica estudia cuál es la influencia ejercida por los factores geográficos e históricos en la vida y evolución de los Estados, y sus resultados permiten definir objetivos para alcanzar un mayor desarrollo. En este contexto –en una perspectiva global–, en pleno siglo XXI se observa que todavía existen Estados con fronteras indefinidas; que los fundamentalismos religiosos se han adueñado de la agenda de seguridad, y que los países no privilegian anexarse más espacio, sino que más recursos. Mientras en un extremo del mundo los países desarrollados centralizan sus esfuerzos y estrategias para disminuir el calentamiento global y despejar incógnitas del espacio exterior, en la otra parte del mundo, la de los países más pobres, los esfuerzos se dirigen a que la población no se muera de hambre. Los países de América Latina no han estado inmunes a los problemas mundiales, ni tampoco ausentes en los desafíos globales. Cada país está buscando su espacio para acercarse al desarrollo, o al menos mejorar las condiciones de vida de los más desprotegidos. El camino no ha sido fácil, por el contrario, más han sido los tropiezos que los aciertos. En las dos últimas décadas se observa que los índices sociales presentan una tendencia al cambio positivo: el analfabetismo y la mortalidad infantil han disminuido; el producto interno bruto ha aumentado; la acción benéfica del Estado es cada vez más consistente y –pese a los graves problemas que persisten– las personas están viviendo mejor. Cada país ha ido evolucionando y el pueblo ha sido dueño de su destino, ningún país le debe sus éxitos o atrasos a otro, ya que las decisiones de Estado de los gobernantes están reflejadas en el desarrollo alcanzado por los gobernados. La integración territorial de Chile está directamente relacionada con las fronteras interiores, con la conectividad, y con la utilización racionalizada de los recursos que estas áreas comprendan. El Estado 126
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puede llegar con su acción benéfica a todo el territorio nacional siempre y cuando, primeramente existan, comunicaciones, carreteras, puertos, aeropuertos y seguridad. Las fronteras interiores son aquellos espacios terrestres –bajo la soberanía de Chile– no vinculados total y efectivamente a la acción del gobierno central y/o regional, donde se dificulta el desarrollo de las actividades humanas y productivas, por su distancia del núcleo vital y neohistórico del país; la ausencia de vías de comunicaciones, la influencia económica y cultural extranjera y la percepción ciudadana colectiva –en cada uno de esos espacios geográficos– de constituir un ente diferente, separado y/o postergado del resto de la población nacional, y que no alcanza a disfrutar del bienestar general debido a factores geográficos adversos. La forma alargada de Chile, unido a su desmembramiento en el sur y las continuas sectorizaciones que imponen sus ríos y quebradas transversales, tienen un efecto adverso para el desarrollo y para la acción beneficiosa del Estado. Las decisiones que se han tomado para disminuir las fronteras interiores y para la conectividad de todo el territorio son un esfuerzo inacabado. La persistencia y visión de las autoridades para paliar esta determinación geográfica ha sido constante y todos los años Chile disminuye sus espacios desconectados. A inicios de la década de los noventa del siglo pasado se trató el tema de los corredores bioceánicos como la idea de conectar centros de producción con terminales portuarios, abriendo nuevas alternativas logísticas para los flujos de comercio exterior. A fines del mismo periodo un experto en la materia indicaba: el desarrollo previsto para los corredores bioceánicos, particularmente en el sector norte del país, contribuye al mejoramiento de las zonas extremas de nuestro país, dinamiza los espacios geográficos, valoriza geopolíticamente el territorio y diversifica su productividad, potenciando así su cohesión territorial nacional, previendo una adecuada consolidación del espacio territorial.123 Siguiendo la misma lógica, pero en un concepto ampliado, en el marco de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana IIRSA, se habla de “Ejes de Integración y Desarrollo” para concebir áreas comprensivas de uno o más corredores, donde se visualizan además de la conectividad,
123 Pontillo Juan, Mauricio, “Corredores Bioceánicos: los desafíos para Chile en el desarrollo y la defensa”, en AA.VV., Memorial del Ejército de Chile Nº 462, Santiago: Departamento Comunicacional del Ejército de Chile, 1999, p. 80.
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las potencialidades productivas que dan valor agregado a la complementariedad subregional.124 En el año 2010 un corredor bioceánico de 4.700 kilómetros unirá a Brasil, Bolivia y Chile. La carretera pavimentada permitirá el transporte de dos millones de toneladas por año entre el puerto brasileño de Santos, en pleno océano Atlántico, pasando por Bolivia, hasta llegar a los puertos de Arica e Iquique en Chile. En la actualidad, el 75% del futuro corredor bioceánico está pavimentado. Chile invertirá 36,9 millones de dólares para mejorar la carretera de 192 kilómetros que une Arica con la población boliviana de Tambo Quemado, y 56,3 millones de dólares para 216 kilómetros entre Iquique y Pisiga en Bolivia. El gobierno boliviano deberá invertir 78 millones de dólares para la conexión vial Pisiga-Oruro, y tramitará un crédito de 260 millones de dólares para construir el tramo San Matías-Concepción en el departamento de Santa Cruz. Brasil dispondrá de 132,8 millones de dólares para mejorar dos ramales de 2.525 kilómetros desde Santos hasta la frontera de Bolivia en Puerto Suárez y San Matías. Los ejes de integración o corredores biocéanicos son esenciales para el desarrollo de las regiones administrativas, y para la relación internacional con los países vecinos, por las opciones de desarrollo e interdependencia que estos representan. Uno de los principales desafíos de las autoridades chilenas, y que estas analizan meticulosamente por las significativas repercusiones que tiene para la economía, evolución y desarrollo de Chile, es el que se relaciona con la producción de energía que el país requiere para satisfacer su demanda presente, y la que se requerirá en el futuro. La decisión no solo implica variables económicas, sino que también medioambientales, y por sobre eso, interpretar la postura nacional en la protección del escenario geográfico, la aceptabilidad para diversificar las fuentes energéticas y construir una matriz flexible, diversa y sustentable. Un ejemplo de ello, es el proyecto para la construcción de represas en Aysén. Algunos se han alineado con los propietarios de los territorios afectados y otros en los costos involucrados. Los menos argumentan que las hidroeléctricas no son necesarias para la demanda eléctrica de Chile, y que esta podría satisfacerse reduciendo la demanda. El tema es parte de un gran debate nacional, donde los grupos de interés incrementan sus influencias, y donde la responsabilidad y decisión final se ha centrado en la autoridad de gobierno. Lo cierto, es que Chile necesita cuando 124 Información disponible en http://www.difrol.cl/0107.htm. Ingreso el 12 MAY 2008.
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antes una política altruista y consensuada que le permita continuar y prever su desarrollo. En diferentes regiones y países del planeta se ha manifestado el interés por construir nuevas centrales nucleoeléctricas de potencia para satisfacer sus demandas energéticas. En el caso de Europa diferentes países como Suiza, Francia, Inglaterra, Bulgaria y otros, han retomado el tema nuclear como una forma de dar cumplimiento a la cuota de disminución de las emisiones de CO2 suscritas en el Protocolo de Kyoto, como también paliar la escasez de hidrocarburos que se producirá en el mediano plazo, todo esto a pesar de los acuerdos alcanzados hasta hace un tiempo con grupos ecologistas que presionaron a los gobiernos para desincentivar, reducir y cerrar las plantas nucleares que operaban en gran parte de Europa. Esta actitud tiene su explicación en que una gran cantidad de países de la UE ve en la energía nuclear de potencia, su futura solución para paliar la escalada de la crisis que se avecina por la extinción de los combustibles fósiles, que se estima se comenzará a acrecentar a partir del año 2030.125 El gobierno italiano anunció en el mes de mayo 2008 la construcción a partir del 2013 de un grupo de plantas nucleares, poniendo fin a más de 20 años de prohibición de la energía nuclear: solamente las centrales nucleares posibilitan la producción de energía de forma segura, competitiva, y considerando el medioambiente, afirmó el ministro de Desarrollo Económico.126 El Comité de Estudios Nucleares del Ejército es parte de esta preocupación nacional. Sus estudios han permitido indicar que en el área energética nacional se aprecia un incremento notable en el desarrollo de proyectos de Energías Renovables No Convencionales (ERNC), este fenómeno se produce porque de acuerdo con lo que estipula la Ley Corta II que incentiva este tipo de energías, al año 2012 todas las compañías generadoras de electricidad deberán aportar al sistema un 5% de su generación con energías de esta naturaleza, de lo contrario la empresa será objeto de multas y restricciones en su generación, lo que a la larga va a redundar en pérdidas. Esto representa un gran logro para el país, pero hay que reconocer que por este medio se genera poca energía, que el valor de los proyectos aumenta y que las zonas aptas para su implementación son escasas. Por otra 125 Comité de Estudios Nucleares del Ejército de Chile Informe de Situación Nuclear Nº 1/2008 del período del 01 enero - 29 febrero de 2008. 126 El Mercurio, Cuerpo A, p. 5 “Tras una prohibición de 20 años Italia vuelve a la energía nuclear”, Santiago, 23 de mayo 2008.
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parte, llama la atención que Chile siendo un país esencialmente costero no invierta en ciencia y tecnología para estudiar el desarrollo de la energía mareomotriz, lo que podría significar un hito en el desarrollo para Chile, si se situara a la vanguardia en esta materia, tomando en consideración que el planeta Tierra está constituido en un 80% por océanos y mares.127 A nivel nacional se observa un cambio de actitud en las autoridades políticas, en el sentido de acrecentar de modo más decidido sus opiniones favorables para la futura adopción de nucleoelectricidad en la matriz energética chilena. Ya no existe la tendencia discursiva de evitar el tema nuclear para no verse expuestos a conflictos de carácter políticos e idealistas, sino mas bien ha existido una apertura para abrir el debate a nivel nacional, impulsado por la preocupación que existe en el ambiente empresarial de ver encarecidos sus procesos de producción por falta de energía a costos razonables, lo que los hace menos competitivos en el área de las exportaciones y, por otra parte, la conciencia que existe en el gobierno de que si no se aborda el tema desde ya, el país se verá enfrentado a frenar su crecimiento. Este factor se ha visto incrementado por la crisis energética que impera actualmente a nivel mundial, donde países con escasos recursos energéticos –como es el caso de Chile–, han visto como salida a su crisis, la adopción de la energía nuclear como solución paliativa.128 El gerente general de Colbún Bernardo Larraín Matte publicó un artículo denominado “La riqueza energética de Chile”,129 donde señala que la geografía de Chile caracteriza a los ríos de la zona sur por caudalosos y estables, encajonados y con grandes pendientes, lo que permite obtener gran cantidad de energía y con un impacto ambiental relativamente menor: Aisén posee el 40% de nuestro potencial hidroeléctrico; es ahí donde tenemos nuestro gran potencial natural y ecológico. La respuesta de un país maduro y con instituciones desarrolladas es hacer subsistir y convivir lo primero con lo segundo, como lo han hecho aquellos que han usado en su beneficio su enorme potencial hidroeléctrico. Nueva Zelandia, Noruega y Canadá han logrado compatibilizar el desarrollo del medioambiente. ¿Por qué nosotros no podemos hacerlo? 127 Comité de Estudios Nucleares Nº 1/2008, op. cit. 128 Comité de Estudios Nucleares del Ejército de Chile Informe de Situación Nuclear Nº 2/2008 del período del 01 marzo – 30 abril de 2008. 129 Larraín Matte, Bernardo, “La riqueza energética de Chile”, Santiago: Diario El Mercurio, Cuerpo A, p. 2, de 04 enero 2009.
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La soberanía chilena sobre la Antártica es la única respaldada por títulos jurídicos de entre todos los países interesados en ella. No existe otro país en el mundo con títulos jurídicos y argumentos históricos o geográficos tan sólidos como los del territorio antártico chileno. El Instituto Antártico Chileno (INACH) que vela por los intereses antárticos chilenos desarrolla un Segundo Plan Quinquenal de Investigación Científica para el período 2006-2010, con miras a constituirse en el eje de la gestión científica antártica nacional con la mayor proyección internacional. Este tipo de progresos son fundamentales para la defensa de los derechos antárticos de Chile, protegidos por el Tratado Antártico, pues el país ha conseguido avances y descubrimientos notables en el continente blanco, conocimientos y fundamentos que después serán vitales para la validación de sus derechos, ya que Chile es uno de los pocos países en relación antártica constante: nuestras actividades antárticas en el presente siglo han sido sin descanso y hemos tenido la satisfacción de ser reconocidos en el mundo entero como una nación de indiscutible jerarquía antártica.130 La posición de Chile es privilegiada con respecto de la Antártica, y así lo han entendido las autoridades. Todos los esfuerzos realizados y los que se hagan en el futuro, son decisiones que implican repercusiones geopolíticas y estratégicas de gran importancia para Chile: esa realidad geopolítica debe y puede ser contrastada por los países del hemisferio sur apoyados en su fundamento geográfico posicional. El cono sur de Sudamérica enfrenta al principal acceso antártico que es la Península Antártica. El extremo sur del continente africano, Australia y Nueva Zelandia deben coordinar lateralmente sus esfuerzos con el cono sur de Sudamérica y conformar un cinturón circumantártico controlador del acceso al continente. Las características físicas y climáticas de la Antártica, su ubicación rodeada por un cinturón oceánico subantártico determinan una valoración especial y única de los enclaves continentales terrestres de la periferia.131 La división política y administrativa del país tiene diferentes propósitos, y todos inciden en el desarrollo nacional en general, y en el de cada región en particular. En 1969, el gobierno creó la Oficina de Planificación (ODEPLAN), con el fin de solucionar los problemas suscitados por la regionalización de la CORFO. La nueva regionalización preten130 Polanco Nuño, Santiago, “Chile en el Continente Antártico”, AA.VV., Memorial del Ejército de Chile Nº 326, Santiago: Departamento Comunicacional del Ejército, 1965, p. 119. 131 Ibídem, p. 226.
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dió que cada región contara con autonomía económica, generando doce regiones. En 1974 se creó la Comisión Nacional de la Reforma Administrativa (CONARA) con la finalidad de solucionar los problemas de centralismo, mala distribución de los recursos económicos, administrativos y de la población. La regionalización fue puesta en marcha, creándose trece regiones, divididas en provincias y estas en comunas.132 Entre las reformas a la Constitución aprobadas en agosto de 2005 se contó la facultad de crear o suprimir regiones en el territorio nacional a través de una Ley Orgánica Constitucional, de iniciativa exclusiva del Presidente de la República. El gobierno inició entonces la redacción de los proyectos de ley para concretar la creación de dos nuevas regiones: Región de Los Ríos y Región de Arica y Parinacota. Tras su aprobación en el Congreso Nacional, el 2007 se firma el estatuto de administración de las nuevas regiones de Arica y Parinacota y Los Ríos, bajo juramento se constituyeron los consejos regionales respectivos.133 El significado de la creación de las nuevas regiones se relaciona con la instauración de dos nuevos espacios de administración, es decir objetos de preocupación estatal hacia los que se dirigirán esfuerzos financieros e instrumentales, instalándose la estructura institucional correspondiente al nivel regional. Con ello el Estado tiene la posibilidad de operar con una estructura pública regional flexible, es decir adaptada a la realidad de las dos nuevas regiones. Por otra parte, se crea la posibilidad para los habitantes de las nuevas regiones, para que enfrenten su propio desarrollo y den inicio a la construcción de una identidad territorial.134 La descentralización del país comprende un esfuerzo del Estado por el desarrollo equilibrado del territorio para terminar con las desigualdades regionales. Por tanto, se busca una redistribución de atribuciones y poder desde el centro hacia el resto del territorio, mediante la definición de una política de descentralización, con la elaboración de un plan de modernización regional que contemple instancias de coordinación y reflexión. Sus principales objetivos se relacionan con la búsqueda de eficiencia en la gestión pública, el forta-
132 Instituto Geográfico Militar http://www.igm.cl/37.Regionalizacion.htm. Ingreso el 25 de mayo 2008. 133 Con la promulgación de la Ley Nº 20.175 se crea la Región de Arica y Parinacota y mediante la Ley Nº 20.174 que crea la Región de Los Ríos. 134 Información disponible en http://www.modernizacion.cl/1537/article-175631.html. Ingreso el 22 mayo 2008.
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lecimiento de la democracia y participación ciudadana, y el desarrollo territorial integral.135 Para concluir, se puede indicar que la Geopolítica preserva el pensamiento clásico de su origen, pero su esfuerzo se ha centralizado en la contemporaneidad: el concepto es hoy usado con connotaciones estrictamente analíticas en estudios descriptivos y explicativos, desarrollados por geógrafos y teóricos de las relaciones internacionales.136 La integración del territorio nacional; los ejes de desarrollo o corredores bioceánicos; la energía; el territorio antártico; las nuevas regiones del país (XIV y XV), son en definitiva algunas de las materias que permiten una mirada diferente de la situación privilegiada de Chile. Por ello, se podría decir que la evolución del país ha estado precedida de decisiones políticas que han incluido una perspectiva geopolítica. En las últimas décadas se ha adoptado una serie de decisiones que se enmarcan en la acepción geopolítica. La integración del territorio nacional y el acercamiento de las fronteras son una clara demostración de políticas de Estado, que por sobre las circunstancias políticas impactan en la evolución de Chile. En la medida que la perspectiva geopolítica –con o sin explicitación del vocablo– sea la referencia de las autoridades para avanzar al desarrollo, es dable esperar que sus efectos positivos se dejen ver en los próximos años. Sucesivamente las autoridades chilenas han promovido políticas que se enmarcan en una perspectiva geopolítica. Se ha adoptado decisiones que ha transformado a Chile, y ha permitido que la población tenga una mejor calidad de vida, no han sido simples políticas públicas, sino que han sido políticas y decisiones de Estado. Desafíos quedan muchos, pero con el esfuerzo sostenido como lo ha sido hasta la fecha, el futuro de Chile es auspicioso.
135 http://www.modernizacion.cl/1537/propertyvalue-25364.html. Ingreso el 20 de julio 2008. 136 Molina, Ignacio y z, Santiago, Conceptos fundamentales de Ciencia Política, Madrid: Alianza Editorial, 2004, p. 56.
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CAPÍTULO III
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LOS DESLINDES DE LA GEOESTRATEGIA 3.1 Geoestrategia y sus relaciones La Geoestrategia es el estudio de los factores geográficos que influyen en las concepciones estratégicas, y que generalmente se refieren a la localización, posición, extensión, forma, recursos y contornos geográficos de los Estados.137 La Geoestrategia implica analizar las variables geográficas que son decisivas en las relaciones de desarrollo y seguridad entre los Estados. No se circunscribe –como la Geografía Militar– al análisis de los factores del área donde se realizarán las operaciones militares, sino que abarca un escenario mucho mayor. Por lo general, implica todo el territorio (mar, tierra y aire) de un Estado, el territorio de los Estados que lo colindan, o un área geográfica en particular donde pueden existir varios Estados, e incluso puede alcanzar una representación continental y mundial. De esta forma, para un país como Chile, será propio concluir geoestratégicamente respecto de la forma y localización geográfica de su territorio, como también respecto de las características geográficas de los países que son sus vecinos. Pero, para un país potencia mundial, además de las conclusiones geoestratégicas de su forma, extensión y localización geográfica, le será propio concluir geoestratégicamente de otras regiones del mundo, o específicamente, respecto de aquellas zonas que afecten a los intereses nacionales. A diferencia de la Geopolítica y de la Geografía Militar sus conclusiones están –generalmente– relacionadas con la ventaja estratégica de las posiciones geográficas, y con las oportunidades que una localización o área geográfica representa para los propios intereses nacionales o para la estabilidad estratégica de una zona determinada. Mientras la Geopolítica aporta información para decisiones políticas, y la Geografía Militar para las operaciones militares, la Geoestrategia contribuye con antecedentes que relaciona problemas estratégicos militares con factores geográficos y aporta información para las decisiones del nivel político o militar que se relacionan con la defensa y seguridad. Los deslindes temáticos no están muy claros entre las áreas que comprende la Geopolítica y la Geoestrategia, ya que indistintamente algunos teóricos se refieren a una u otra, pero, añaden su propia interpretación. Por ejemplo, algunos autores clasifican a Halford John 137 No existe una definición común de geoestrategia o que identifique a algunos teóricos que tratan sobre estas materias. Por ello, esta aseveración es propia del autor, y consecuente con los que se desea exponer en este capítulo.
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Capítulo III
Mackinder, Alfred T. Mahan y Saúl B. Cohen como geopolíticos y otros los catalogan como geoestrategas. Según algunos autores como José Marini: la relación de la Geopolítica pragmática con la estrategia se denomina geoestrategia. Por lo tanto, la conexión del factor geopolítico “posición” con la “estrategia” penetra en las consideraciones geoestratégicas de primer orden, en función de la importancia que dicho factor tiene con respecto de la política exterior de un Estado.138 Pese a ello, cabe advertir que las aseveraciones no siempre están explícitamente diferenciadas, en muchas ocasiones se produce alguna confusión entre los análisis geopolíticos y los geoestratégicos.
3.2 Geoestrategia en la Historia En la historia militar existen diversos ejemplos de campañas militares que se realizaron para la conquista de posiciones geográficas de relevancia estratégica. Prácticamente todos los grandes imperios se expandieron mediante la ocupación de zonas geográficas, que les reportara seguridad territorial, y luego se constituyeran en bases para organizar campañas que, les permitiera aumentar los espacios conquistados o brindar seguridad a los que poseían. Principalmente, en los tiempos donde las fronteras no estaban aún definidas, las áreas geográficas anexadas, permitían impulsar el comercio, ampliar territorios, acrecentar los ejércitos, e incluso imponer a los dioses, la religión y las ideologías.
3.2.1 Alejandro Magno Alejandro Magno (356−323 a.C.), rey de Macedonia (336−323 a.C.) es considerado el gran conquistador de un imperio que cubría una extensa zona geográfica, y que fue anexando nuevos territorios a medida que el espacio conquistado requería espacios de seguridad y ampliar sus fronteras para el comercio. El imperio de Alejandro alcanzó en poco tiempo una superficie de diez millones de kilómetros cuadrados, que colindaba con los mares Negro, Mediterráneo, Rojo y Caspio, además de los golfos Pérsico y de Omán, que hasta el día de hoy constituye una zona de relevancia económica y estratégica mundial.
138 Marini, op. cit., p. 88.
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Los deslindes de la geoestrategia
En el verano del año 336 a.C. el padre de Alejandro (Filipo) fue asesinado y Alejandro ascendió al trono de Macedonia.139 Inmediatamente se vio amenazado por una rebelión en el extranjero, y por ello ordenó la ejecución de todos los conspiradores. Para ello, marchó sobre Tesalia, donde los partidarios de la independencia habían obtenido el control, y restauró el dominio macedónico. Hacia finales del verano del 336 a.C. había restablecido su posición en Grecia y un congreso de estados en Corinto lo eligió comandante del ejército griego para la guerra contra Persia. En el año 335 a.C. dirigió una campaña contra los rebeldes tracios140 cerca del Danubio. A su regreso a Macedonia, reprimió en una sola semana a los hostiles Ilirios y Dardanelos cerca del lago Pequeño Prespa (Albania-Grecia) y después se dirigió hacia Tebas, que se había sublevado. La rapidez de Alejandro en reprimir la sublevación de Tebas facilitó la inmediata sumisión de los otros estados griegos (Fig. III. 1).
Fig. III. 1 Fuente: http://misterioehistoria.wordpress.com/personajes/ (Google) Elaboración: Francisco Lizama Delgado
Alejandro inició la conquista de Persia la primavera del 334 a.C. al cruzar el Helesponto (actualmente Dardanelos). En el río Gránico, cerca de la antigua ciudad de Troya (actual Turquía), atacó a un ejército 139 El reino de Macedonia estaba en el norte de la actual Grecia, se consolidó durante el siglo V a.C., y experimentó un importante aumento de su poder en el siglo IV a.C. 140 Pueblo indoeuropeo. Su civilización se desarrolló desde el III milenio a.C. hasta el siglo III a.C.
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Capítulo III
de 40.000 persas y griegos hoplitas (mercenarios). Luego, en Isos, en el noreste de Siria, se enfrentó con el principal ejército persa, bajo el mando de Darío III. La batalla de Isos, en el año 333 a.C., terminó con una gran victoria de Alejandro. Tiro, un puerto marítimo muy fortificado, ofreció una resistencia obstinada, pero Alejandro lo tomó por asalto en el 332 a.C. después de un asedio de siete meses. Seguidamente, Alejandro capturó Gaza y después pasó a Egipto donde fue concebido como libertador. Estos acontecimientos facilitaron el control de toda la línea costera del Mediterráneo. Más tarde, fundó en la desembocadura del río Nilo la ciudad de Alejandría, que se convirtió en el centro literario, científico y comercial del mundo griego. Cirene, la capital del antiguo reino de Cirenaica, en el norte de África, se rindió a Alejandro en el 331 a.C., extendiendo sus dominios a todo el territorio de Cartago. Dirigiéndose de nuevo hacia el norte, reorganizó sus fuerzas en Tiro y salió hacia Babilonia con un ejército de 40.000 infantes y 7.000 jinetes. Cruzó los ríos Éufrates y Tigris y se encontró con Darío al frente del ejército persa, el cual, según informes exagerados, llevaba un millón de hombres, cantidad que no impidió que sufriera una derrota devastadora en la batalla de Arbela (Gaugamela) el 1 de octubre del 331 a.C., Darío huyó al igual que hizo en Isos y un año más tarde fue asesinado por uno de sus propios colaboradores. Babilonia se rindió después de Gaugamela, y la ciudad de Susa, con sus enormes tesoros, fue igualmente conquistada. Más tarde, en la mitad del invierno, se dirigió a Persépolis, la capital de Persia, quemó la ciudad, lo cual completó la destrucción del antiguo Imperio Persa. El dominio de Alejandro se extendía a lo largo y ancho de la orilla sur del mar Caspio, incluyendo las actuales Afganistán y Beluchistán,141 y hacia el norte a Bactriana142 y Sogdiana,143 el actual Turkestán ruso, también conocido como Asia central. Sólo le llevó tres años, desde la primavera del 330 a.C. hasta la primavera del 327 a.C., dominar esta vasta zona. Para completar la conquista del resto del Imperio Persa, que en esos tiempos había incluido parte de la India occidental, Alejandro
141 Región de Asia, que a la fecha comprende su parte oeste al Irán; su parte norte pertenece a Afganistán; y su parte este, a la provincia paquistaní de Baluchistán. 142 Antiguo país ubicado entre el Hindu Kush al sur, y el Amu Daria al norte; su capital fue la ciudad de Bactra que también se llamó Zaraspa- (actual Balkh). Estuvo localizado en los territorios que ahora comprenden el norte de Afganistán, el sur de Uzbekistán y Tayikistán. 143 Pueblo que habitó una zona que ocupa parte del actual Tayikistán y de Uzbekistán.
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cruzó el río Indo en el 326 a.C. e invadió el Punjab,144 alcanzando el río Hifasis;145 en este punto los macedonios se rebelaron, negándose a continuar. Entonces Alejandro construyó una flota y bajó navegando el Hidaspo hacia el Indo,146 alcanzando su desembocadura en septiembre del 325 a.C. La flota continuó hacia el golfo Pérsico. Con su ejército, Alejandro cruzó el desierto de Susa147 en el 324 a.C., pero la falta de comida y de agua durante la marcha había causado varias pérdidas y desacuerdos entre sus tropas. Alejandro pasó aproximadamente un año organizando sus dominios e inspeccionando territorios del golfo Pérsico, para determinar las nuevas conquistas a realizar. Llegó a Babilonia en la primavera del 323 a.C., pero en junio se enfermó y falleció.148 Al observar el itinerario de las campañas y conquistas de Alejandro, se puede apreciar su intención de concretar un enlace territorial y marítimo de los territorios conquistados. La parte este del Mediterráneo, los mares Negro y Caspio, los golfos Pérsico y Omán, y la conquista del mar al este y acceso al océano índico, son una demostración de cómo los factores geográficos influyeron en las decisiones estratégicas que fue adoptando. El espacio conquistado no solo le fue proporcionando riqueza y poder, sino también seguridad y vías de comunicaciones que le aseguraran los apoyos y control de las posesiones territoriales.
3.2.2 La Guerra Fría La Guerra Fría fue un conflicto por el predominio mundial entre EE.UU. y la URSS.149 Los dos países utilizaron diversos métodos para conquistar zonas geográficas que les significaran una ventaja 144 Región geográfica compartida por los estados de Panyab, Haryana, e Himachel Pradesh (en India) y la provincia de Panyab (en Pakistán). 145 El Beas es un río que atraviesa los estados indios de Himachal Pradesh y Punjab, también conocido como Hyphasis por los antiguos griegos. 146 La batalla del Hidaspes fue librada por Alejandro Magno el año 326 a.C. contra Poros, el rey de Paura. La batalla tuvo lugar cerca de Bhera, Pakistán. Esta fue la última gran batalla librada por Alejandro: pese a la victoria, su ejército, se negó a avanzar más hacia el interior de la India. 147 Susa o Shushan era una antigua ciudad de los imperios Elamita, Persa y Parto, situada a unos 240 km al este del río Tigris, en el sudoeste del actual Irán. 148 Mayores antecedentes están disponibles en la página de “Historia de Grecia Antigua”: www.portalplanetasedna.com.ar. Ingreso el 15 de julio 2009. 149 Los principales conflictos durante la Guerra Fría fueron los siguientes: la crisis de Berlín (1947), guerra de Corea (1950-1953), misiles de Cuba (1962), guerra de Vietnam (1968-1975), invasión de Praga (1968), y guerra de Afganistán (1977).
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estratégica para irradiar su economía, desarrollo y seguridad. La Guerra Fría fue uno de los conflictos más extensos y difusos en la historia de la humanidad. El máxime del conflicto se desarrolló entre el término de la Segunda Guerra Mundial y la disolución de la URSS (1991), pese a que la rivalidad comenzó a gestarse con la Revolución Bolchevique (1917). Tuvo un alcance global, ya que las acciones militares se desarrollaron en zonas geográficas distantes de los protagonistas, pero que constituían un área de contención o una posición estratégica de privilegio. Se formaron dos bloques: los aliados de EE.UU. y los aliados de URSS, a la vez cada bloque representaba una ideología diferente respecto de las formas de gobierno, economía y libertades civiles. Ninguno de los dos bloques realizó acciones directas o físicas contra el otro, pero, los dos Estados potencias influyeron decisivamente en el equilibrio del poder mundial, y en la cooperación económica y militar con los países aliados o satélites que cada uno de los bloques poseía en contra de los del otro. Al final, la Unión Soviética fracasó en sus políticas de seguridad, economía e integración, por lo cual se disolvió y la ideología comunista que la representaba expiró, al menos en la forma de comunismo que existía en dicho país. En una perspectiva geoestratégica la Guerra Fría se caracterizó por lo siguiente: 1. Los países potencias intentaron ejercer hegemonía y se disputaron el predominio en áreas geográficas o grupos de Estados. 2. Los EE.UU. y la URSS privilegiaron las conquistas de posiciones estratégicas que les permitiera ejercer el control sobre determinadas áreas geográficas o que sirvieran de puntos para extender las capacidades técnicas de las armas estratégicas. 3. Las regiones geoestratégicas que existen en el mundo fueron permanentes focos de tensión o de disputa, tales como el estrecho de Bering, Dardanelos, Golfo de Adén, Canal de Panamá, estrecho de Ormuz, etc. 4. Se estableció un sistema bipolar rígido, en el que no cabían las posiciones intermedias, que alineaba a dos bloques de países agrupados entorno a dos potencias imperiales, Estados Unidos y la Unión Soviética.
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5. La tensión permanente entre los dos polos y la necesidad de una reafirmación permanente del liderazgo de las dos superpotencias, y el continuo rearme militar, son las consecuencias más importantes de la búsqueda del equilibrio, donde su máxima expresión lo constituye la carrera por la supremacía nuclear. 6. Prevalece una política de riesgos calculados destinada en un primer momento a la contención de los avances del adversario y luego a disuadirle de cualquier acto hostil, pero evitando provocar un conflicto de carácter mundial. Como se puede apreciar, durante la Guerra Fría, y particularmente en la conquista de las zonas de influencia en la lucha por el predominio mundial que intentaron las principales potencias en un esquema que privilegió la bipolaridad, surgen –aunque con fronteras difusas– las concepciones geoestratégicas que concretaron tres de sus más importantes teóricos: Saúl Bernard Cohen, Richard Muir y Pierre Celerier, sobre quienes nos referiremos más adelante.
3.2.3 El caso nacional, Chile, el último bastión español en América del Sur Cuando finalizaron las principales acciones militares que permitieron concretar la Independencia de Chile, permanecía en poder español el archipiélago de Chiloé, que continuaba fiel a la monarquía y bajo el mando de Antonio de Quintanilla. En Chiloé se habían construido, durante la Colonia, las principales fortalezas costeras al igual que las que existían en la ciudad de Valdivia. Desde el siglo XVI contaba con una dotación militar que seguía fiel a España, y que representaba un peligro para la Independencia de Chile y de los otros países suramericanos. Junto a las primeras fuerzas que llegaron a Chiloé, se hizo manifiesta la preocupación de España por la organización defensiva del archipiélago y canales adyacentes, ante el valer militar que la posición estratégica representaba; por las amenazas de los corsarios que navegaban por los mares del sur, y por el enemigo interno como se le llamaba a los indígenas que vivían de la pesca, caza y beneficios de la agricultura. Para el territorio continental chileno, y en particular para el nuevo país que se había independizado de España, el archipiélago era de importancia estratégica, no tan solo por su posición en la entrada sur de Chile, sino porque se había demostrado que para España constituía una 143
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fuente de recursos humanos y de plataforma para invadir el territorio chileno.150 El historiador José Rodríguez Ballesteros, explicita la importancia geopolítica y militar del archipiélago, como también la bondad que para el desarrollo humano y social representaba dicho territorio: Chiloé es lo que verdaderamente debe llamarse la llave del Pacífico, por ser el punto más avanzado a la zona fría o polo antártico, o por mejor decir, al Cabo de Hornos; ser capaz de mantener considerable número de embarcaciones en su surgidero, por la proporción de maderas para reponer averías, y fabricar, si se ofrece; por la abundancia de papas y otros comestibles; por su maestranza y por la facilidad con que allí pueden refrescar las tripulaciones. Podría ser tomado el puerto sin gran dificultad por una nación extranjera, ya que para desalojar a los invasores sería necesario oponer una fuerza naval superior a la que ellos trajesen, lo que debe suponerse imposible; y por consiguiente, dueños una vez de estos mares, probablemente lo serían de toda la América, si tomaban empeño en ello.151
En el período de la Conquista, la jurisdicción de Chiloé se extendía hasta el Estrecho de Magallanes, Tierra del Fuego y Cabo de Hornos,152 por lo tanto, de significativo valor para las comunicaciones marítimas, continuidad geográfica y desarrollo político y social del país. El territorio era por derivación chileno, desde las bulas y del dominio español en América, del reparto de las primeras gobernaciones, del tratado angloespañol, de las fronteras del siglo XVIII y del uti possidetis de 1810 con los límites de Chile al momento de su Independencia. Dante Montiel, en su texto Historia de Chiloé,153 señala que los motivos militares de la conquista de Chiloé y fundación de Castro fueron: 150 Téllez, Indalicio, en Historia de Chile, Tomo I, Santiago: Balcells & Co, p. 44, señala: de allí salió el Ejército con que Pareja reconquistó Chile débilmente guarnecida y mal fortificada, pudo lo que no consiguió Valdivia, el Gibraltar del sur de América, resistir el empuje arrollador de Cochrane. Indalicio Téllez, además de indicar la importancia de Chiloé en el contexto de la época, hace mención de las intenciones de Perú respecto de ese territorio: los políticos que tomaban parte en el gobierno comenzaron a trabajar para que el país por su cuenta acometiera la empresa de incorporar a su territorio la isla de Chiloé, so pretexto de que siempre había dependido del virreinato del Perú. 151 Rodríguez Ballesteros, José, “Revista de la Guerra de la Independencia de Chile”, Tomo V, Santiago: Imprenta Cervantes, 1901, p. 369. 152 En los paralelos 41º 44º y 43º 17º de latitud sur y entre los meridianos 72º y 74º 30º de longitud oeste. 153 Montiel Vera, Dante, Historia de Chiloé: 1540-1600 (siglo XVI) Conquista, s/año p. 16.
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a. El interés de la Corona española y por ende del gobierno de Chile para garantizar protección y cerrar la parte sur de América del Sur a otros países europeos. b. El acceso a los reinos americanos de las costas del Pacífico, impidiendo así incursiones corsarias por potencias extranjeras. La invasión de los holandeses Cordes y Brower confirman este temor, de esta manera el territorio sería “antemural” del Pacífico austral y un puerto de resguardo seguro para la flota española en tránsito por los mares del sur. c. Contribuir a la seguridad de las ciudades fundadas en Chile central, especialmente Osorno y Valdivia, al estructurarse un triángulo defensivo, colocando a los huilliches entre dos sectores ofensivos y delimitados en las tres ciudades Valdivia-Osorno-Castro, previniendo el asedio a dichos lugares y con la posibilidad de ocupar indios amigos de Chiloé, como se efectuó tiempo después en expediciones de castigo. No cabe duda que en los inicios de Chile en su vida como nación independiente el archipiélago de Chiloé era una zona geográfica de gran valor geoestratégico. Conquistar Chiloé era de grandes repercusiones políticas y estratégicas para Chile, por diversos motivos. Primero, para afianzar definitivamente la Independencia y alejar la amenaza realista de las costas chilenas, que incluso incursionaban hasta el norte del territorio chileno; para impedir la existencia de una base de operaciones que pudiera generar fuerzas y recursos en apoyo a expediciones de cualquier bandera hacia Talcahuano o Valparaíso, y fundamentalmente, para, a partir de Chiloé, comenzar a integrar al territorio nacional la zona geográfica que corresponde a la actual provincia de Llanquihue, y posteriormente Aysén y Magallanes. Para la Campaña de 1826 se realizó una adecuada valorización geográfica del escenario y de los factores geográficos de incidencia en las decisiones estratégicas que se adoptaron, que incluyó, desde la determinación de la época del año en que se efectuó la expedición, hasta el tipo de fuerzas empleadas. Al contrario de la expedición de 1824, Ramón Freire y su jefe de Estado Mayor Manuel Borgoño Núñez, tuvieron en consideración todas las variables que el difícil escenario le imponía a las operaciones realizadas. 145
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3.3 Teorías Geoestratégicas No existe una frontera clara entre ciertas teorías geopolíticas y algunas geoestratégicas. Los académicos que han efectuado un aporte al respecto han puesto en evidencia una frontera conceptual difusa. Por ejemplo, algunos dicen que un ejemplo típico de geoestrategia lo constituye la teoría de Halford John Mackinder, que fue explicada en el Capítulo II, donde desarrolla una idea estratégica en función de la posición de privilegio que ocupa el “heartland” (Rusia y la Europa Oriental): por ser considerada inexpugnable por las potencias marítimas desde la tierra orilla (China, India, Persia, el Cercano Oriente y Europa); e inaccesible desde el mar Glacial Ártico por el norte. Tal privilegio otorga al “heartland” el tiempo necesario para desarrollar un gran imperio, que tendrá grandes posibilidades de expansión hacia la tierra orilla por ataques alternados, y ocupar la “isla mundo” (Asia, África y Europa), antes de ser atacado con éxito desde la tierra orilla. Por el contrario, para otros, la teoría de Halford John Mackinder es una clásica teoría geopolítica. Al igual que la hipótesis de Mackinder, las teorías de Mahan, Spykman, Douhet, Mitchell, Seversky y otros, podrían ser tratadas como proposiciones geoestratégicas, reservando para el ambiente geopolítico a Ratzel, Haushofer y Kjellen, pero esta sutileza representa los imprecisos deslindes entre las áreas de competencia de ambas disciplinas, que tampoco intentaremos desentrañar en esta oportunidad. Por lo cual, los aportes que se harán a continuación, intentarán ayudar a la propia interpretación.
3.3.1 Pierre Celerier Uno de los exponentes contemporáneos de la geoestrategia es el francés Pierre Celerier, que publicó Geopolítica y Geoestrategia,154 cuya obra señala en su inicio: La geografía política es parte integrante de la geografía general, y la conducción de la guerra siempre tuvo en cuenta las condiciones físicas de los teatros de operaciones. No obstante, la política y la estrategia se ejercieron durante mucho tiempo en dominios separados, ya que el hombre de Estado y el militar consideraban bajo 154 Celerier, Pierre, Geopolítica y Geoestrategia, Buenos Aires: Editorial Pleamar, 1983.
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ángulos muchas veces diferentes la geografía, las que no les ofrecía entonces más que un conocimiento estático de la situación. Esto ya no puede ocurrir hoy en día. En efecto, la geografía tomó un significado muy distinto desde que los métodos y los medios científicos modernos le permiten tener un conocimiento preciso del mundo en sus múltiples aspectos, discernir las causas de estos cambios y evaluar las consecuencias de la intervención del hombre en equilibrios establecidos y en las evoluciones que provoca.155
Pese a que la obra de Celerier está basada en la realidad del mundo bipolar, y específicamente a la amenaza de la progresión “comunista” que representaba la Unión Soviética, muchas de sus aseveraciones todavía son válidas, o su particular punto de vista, es un significativo aporte para los que incursionan en el conocimiento de las relaciones entre geopolítica, geoestrategia y estrategia. A modo de ejemplo, en el apartado sobre la zona del Atlántico concluye lo siguiente: En un conflicto que se desarrolle sobre el territorio europeo entre la potencia continental y las potencias marítimas, las maniobras por las alas deben ser beneficiosas para ambas partes. La potencia de tierra no puede concluir su ímpetu inicial, sino desbordando al norte por Escandinavia hasta Inglaterra, al sur por el Medio Oriente hasta Marruecos. La potencia marítima no puede reducir a un adversario cuyo retroceso es prácticamente infinito, sino atacando sus flancos, operaciones más cortas y de menor envergadura que esas inmensas ofensivas centrales cuyas flechas extremas, según nos muestra la historia van a perderse y dejarse absorber por la estepa como las últimas olas de una marea en la arena.
Conforme con lo anterior, las fuerzas armadas deben ser concebidas en consecuencia. Fuera de aquellas poderosamente dotadas de armas nuevas y cuya misión es defensiva en el momento del choque inicial, las otras deben ser fundamentalmente anfibias en el sentido literal de la palabra, es decir, aptas para vivir y operar en el aire y en el agua, y, claro está, sobre el agua y sobre la tierra. Ya que es por aire y por mar por lo que se transportarán al lugar del empleo sobre los flancos, al nacimiento de los istmos bajo las “axilas” y bajo el “vientre blando” de Europa.156
155 Ibídem, p. 1. 156 Ibídem, p. 86.
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3.3.2 Saúl Bernard Cohen Otro exponente de la geoestrategia, y que comúnmente lo circunscriben solo al área de la geopolítica, es el estadounidense Saúl Cohen, cuya publicación Geografía y Política en un Mundo Dividido,157 ha sido profusamente difundida entre los académicos que estudian relaciones internacionales, geopolítica y estrategia. Respecto de las regiones geoestratégicas y geopolíticas, indica que un sistema distingue entre divisiones que tienen extensión global y extensión regional. La región geoestratégica debe ser lo suficientemente grande para tener características y funciones que tengan influencia sobre el globo, porque la estrategia actual solo puede expresarse en términos globales: la región geoestratégica es la expresión de la relación recíproca de una gran parte del mundo en función de la situación, movimiento, orientación del comercio y lazos culturales o ideológicos.158 El profesor Saúl Cohen insiste en la importancia de diferenciar entre regiones geoestratégicas y regiones geopolíticas. Respecto de estas últimas, dice que son una subdivisión de las regiones geoestratégicas: las regiones geopolíticas son la base de la aparición de múltiples nudos de poder dentro de una región geoestratégica, como, por ejemplo, la aparición de China continental como un segundo centro de poder en el mundo comunista.159 Dicho de otra forma dice Cohen, la región geoestratégica tiene un papel estratégico que jugar y la región geopolítica uno táctico. La región geoestratégica es nodal en su estructura, mientras que la geopolítica es más uniforme. Para ejemplarizar, Cohen –en el análisis que realiza en plena Guerra Fría– dice que en la actualidad hay solamente dos regiones geoestratégicas: 1) El Mundo Marítimo Dependiente del Comercio; 2) El Mundo Continental Euroasiático. En una proyección futura identifica una tercera región, que denomina la del Dominio del Océano Índico, que probablemente surja de la Commonwelth británica y de otras antiguas zonas coloniales europeas. Puede que esta tercera región no cuente con todos los requisitos para jugar un papel de poder global, pero es factible que alcance un estado geoestratégico de seguridad bajo ciertas eventualidades. Respecto de las dos regiones mencionadas dice lo siguiente: El núcleo del mundo marítimo dependiente del comercio es el anillo marítimo de los EE.UU.; el núcleo del mundo continental euroasiático es el 157 Cohen, B. Saúl, Geografía y Política en un Mundo Dividido, Madrid: Ediciones Ejército 1980. 158 Ibídem, p. 113. 159 Ibídem, p. 114.
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triángulo industrializado ruso. Por lo tanto a ambas regiones las cataloga como nodales. Europa marítima y China continental han surgido como segundos núcleos de poder dentro de estas regiones geoestratégicas. Los Estados Unidos están impulsando sus energías de desarrollo hacia sus costas, intensificando sus enlaces con otras partes del mundo marítimo. Por su parte, la Unión Soviética promueve sus relaciones hacia el interior de la “Tierra Corazón” (Mackinder) euroasiática. El impulso secundario, a lo largo de las fronteras occidentales y orientales, se materializa a través de la construcción de oleoductos y ferrocarriles. Para relacionar lo geoestratégico con lo geopolítico, Cohen asevera que las regiones geoestratégicas pueden subdividirse en varias regiones geopolíticas. Para ello indica que la región Mundo Marítimo Dependiente del Comercio comprende: a) Anglo-América y el Caribe; b) Europa Marítima y el Magreb; c) Asia exterior a la costa y Oceanía; d) Sudamérica. La región del Mundo Continental Euroasiático comprende: a) Tierra Corazón rusa y Europa Oriental; b) El Este Asiático continental. Entre estas dos regiones geoestratégicas están los Cinturones de Quiebra, el Oriente Medio y el sudeste de Asia (Fig. III. 2).
Fig. III. 2. Fuente: Cohen B. Saúl, Geografía y Política en un mundo dividido, Madrid: Ediciones Ejército, 1980 Elaboración: Francisco Lizama Delgado
3.3.3 Richard Muir Uno de los más importantes catedráticos sobre geografía política es Richard Muir, y una publicación de su autoría –por la que más se le 149
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conoce– es Geografía Política Moderna.160 En esta obra, el británico R. Muir se refiere a las regiones políticas (en su tiempo y en su estructura), los procesos políticos y la toma de decisiones, las fronteras y confines, la Geografía política y el sistema internacional, las regiones políticas y el gobierno y los gobernados, entre otras materias. En el prólogo del texto aludido se indica que se trata de un libro de Geografía que representa la tendencia inglesa, que es similar a la tendencia americana de la publicación de S. Cohen. Algunas de las principales aseveraciones que incluye dice: En la actualidad, los estudios de Geografía buscan más la proyección del hecho hacia el futuro, que el hecho en sí mismo. De aquí que la Geoeconomía, la geopolítica y la Geoestrategia han vuelto a la vida como algo necesario para expresar una realidad. Además, que el intentar valorar un hecho geográfico, al pretender atribuirle un valor geopolítico, geoestratégico, hay que examinar quién es su tenedor y quién el de las tierras, o aguas colindantes. Si no se conoce quién es dueño de un estrecho y quién tiene, necesariamente, que atravesarlo, es inútil pretender atribuirle mucha o poca importancia.
Para Cohen, el futuro del mundo está en unas grandes regiones, cuatro en total, autosuficientes, equilibradas y armónicas, en tanto para Muir los Estados actuales son la forma adecuada para la continuidad mundial.161 La Geografía política se interesa por la acción espacial recíproca entre fenómenos políticos y geográficos, y una de sus cuestiones esenciales es la referente a la posición que ocupa en el espectro que se extiende desde la Geografía a la Ciencia política. Los estudios de geografía política deben demostrar claramente las causas y efectos espaciales de los procesos políticos, de tal modo que, si no hay evidencia de ninguno de ellos, no existe tal geografía política. Respecto de las regiones políticas y su estructura, R. Muir indica lo siguiente:162 En términos estructurales no existe lo que podría llamarse un Estado típico; cada Estado tiene algunas características comunes a otro y un conjunto de cualidades exclusivas, como la forma y la disposición de las subregiones político geográficas. 160 Muir, Richard, Geografía Política Moderna, Madrid: Ediciones Ejército, 1982. 161 Ibídem, p. 24. 162 Ibídem, p. 138.
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El modelo del Nuevo Mundo se basa en sistemas económicos espaciales, y las diferencias culturales son únicamente fortuitas. El libro de R. Muir es profuso en definiciones y teorías respecto del Estado, de su estructura y de la adopción de las decisiones relacionadas con las relaciones espaciales y las políticas tendientes al desarrollo del Estado. Respecto de su comparación con el libro de S. Cohen, en el prólogo se señala que el libro de Muir está carente de la intencionalidad creadora de Cohen: en su libro predomina la exposición del sentir nacional británico sobre la fuerza programadora. Son, pues, dos libros sobre el mismo tema, pero con distinto enfoque y distinta finalidad, lo que, en nuestra opinión, no es solo el producto de la intencionalidad del autor, sino el resultado de algo que, sin querer, el autor lleva dentro de sí, como consecuencia de su nacionalidad, del ambiente en el que vive, de las tendencias y aspiraciones del pueblo entre el cual se han forjado sus ideas.163 Finalmente, cabe indicar que algunos autores identifican a Richard Muir más próximo a la Geopolítica que a la Geoestrategia, pero para estos fines es innecesario detenerse en un análisis al respecto, ya que esta breve reseña sobre el contenido de la publicación Geografía Política Moderna es suficiente para que cada lector interprete los fines de su aporte a estas áreas del conocimiento.
3.3.4 Zbigniew Brzezinski Uno de los últimos textos publicados con análisis geoestratégicos es El gran tablero mundial de Zbigniew Brzezinski, que prácticamente inicia el libro con una aseveración que genera el contexto de toda su obra: Eurasia es, pues, el tablero en el que la lucha por la primacía global sigue jugándose, y esa lucha involucra a la geoestrategia: la gestión estratégica de los intereses geopolíticos.164 Después de analizar las particularidades históricas de los principales imperios, el autor se centra en el análisis de los actores que influyen en la supremacía mundial de los EE.UU., y sobre todo el ejercicio de su control sobre Euroasia (desde Portugal al Estrecho de Bering, desde Laponia a Malasia) donde tienen relevancia Rusia, China, los Balcanes, Japón, y Medio Oriente entre otros. Finaliza su obra con algunas conclusiones acerca del futuro rol de los EE.UU. en el mundo, y la importancia de privilegiar 163 Ibídem, p. 23. 164 Brzezinski, Zbigniew, El gran tablero mundial, Barcelona: Editorial Paidós, 1998.
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las relaciones de EE.UU. con algunos países, que ejercen cierta forma de hegemonía por regiones o que son vitales para la mantención de la supremacía estadounidense. Entre sus principales afirmaciones destacan las siguientes: Ha llegado la hora de que los EE.UU. formulen y ejecuten una geoestrategia integrada, extensa y a largo plazo para toda Eurasia. Esta necesidad se deriva de la interacción de dos realidades fundamentales: los EE.UU. son actualmente la única superpotencia global y Eurasia es el principal campo de juego del planeta. Ningún Estado-nación puede medirse con EE.UU. en las cuatro dimensiones clave del poder (militar, económico, tecnológico y cultural) que acumulativamente dan lugar a una influencia global decisiva. Sin una abdicación estadounidense deliberada o no intencionada, la única alternativa real al liderazgo global de EE.UU. en el futuro previsible es la de la anarquía internacional. El punto de partida para una geoestrategia para Eurasia es el franco reconocimiento de las tres condiciones sin precedentes que definen en la actualidad el estado geopolítico de los asuntos mundiales: por primera vez en la historia, a) solo un Estado es una verdadera potencia global, b) un Estado no euroasiático es el Estado preeminente a nivel global y c) el principal campo de juego del planeta, Eurasia, está dominado por una potencia no euroasiática. La tarea más inmediata es asegurarse de que ningún Estado o combinación de Estados obtenga la capacidad de expulsar a los EE.UU. de Eurasia o de limitar su decisivo papel de árbitro. Una Europa más extensa y una OTAN ampliada convienen a los intereses a corto plazo y a más largo plazo de la política exterior de los EE.UU., ya que en el fondo hará aumentar la esfera de influencia estadounidense. Un fracaso en la ampliación de la OTAN, terminaría con la idea de una Europa en expansión y desmoralizaría a los centroeuropeos. Incluso podría volver a encender las aspiraciones geopolíticas rusas sobre Europa Central. A medida que los países de Europa Central entren en la OTAN, las nuevas garantías de seguridad que se le den a Rusia sobre la región deben ser recíprocas y por lo tanto mutuamente tranquilizadoras. El pluralismo geopolítico en Eurasia en general no será posible ni estable sin una profundización de la relación estratégica entre los EE.UU. y China. Es imperativo instrumentar un diálogo estratégico
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entre los EE.UU. y China sobre las zonas que ambos países desean mantener libres del dominio de otros aspirantes a la hegemonía. Concretamente, Zbigniew Brzezinski finaliza indicando: en el curso de las próximas décadas podría surgir una estructura efectiva de cooperación global basada en las realidades Geopolíticas que pasaría gradualmente a ostentar el centro del actual “príncipe regente”, que por el momento está cargando con el peso de la responsabilidad de asegurar la estabilidad y la paz mundiales. El éxito geoestratégico de esa causa representaría un legado adecuado de los EE.UU. en su papel de primera, única y verdadera superpotencia global.165
3.3.5 Pedro Orueta Cuevas En las publicaciones del Ejército de Chile se ha incluido una serie de artículos sobre geoestrategia. Uno de ellos es el del coronel Pedro Orueta Cuevas, quien publicó en el Memorial del Ejército un destacado artículo que tituló “Geoestrategia: Conceptos y Aplicaciones”,166 en este señala que el escenario es uno de los aspectos más significativos para la conducción militar, y que junto al objetivo, las fuerzas y a los principios de la guerra es uno de los cuatro elementos centrales de la conducción estratégica: la influencia de lo geográfico es sustantiva; lo es a tal punto, que condiciona, restringe e influye sobre cualquier concepción estratégica, operativa y táctica de las fuerzas militares que se tenga.167 El coronel Orueta indica que la historia militar permite comprobar que numerosas campañas y batallas se han producido en los mismos lugares que otras que las precedieron, ya que cada comandante en su tiempo decidió que el lugar le era favorable para su maniobra. Por ello, asevera que la geoestrategia no solo se ocupa del factor fisiográfico de una zona en estudio, sino que además de todos aquellos aspectos propios de la geografía, tales como son los asentamientos humanos, las áreas económicas y las relaciones espaciales entre otros aspectos. El conocimiento y la aplicación de los estudios geoestratégicos en los diferentes niveles de la conducción estratégica resultan ser un factor imprescindible para la
165 Ibídem, p. 217. 166 Orueta Cuevas, Pedro, “Geoestrategia: Conceptos y Aplicaciones”, AA.VV., Memorial del Ejército de Chile Nº 460, Santiago: Departamento Comunicacional del Ejército, 1999, p. 73. 167 Ibídem.
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adopción de las resoluciones estratégicas: la geoestrategia no es la estrategia, sino que tan solo una herramienta de ella.168
3.4 Análisis Geográfico-estratégicos Para exhibir las diferencias entre la Geopolítica, Estrategia y Geoestrategia, se expondrán a continuación cuatro análisis que incluyen el relacionamiento de los factores geográficos y una concepción estratégica pro activa, que obteniendo ventajas de una situación geográfica, intenta generar condiciones de seguridad ventajosas. Los ejemplos son disímiles respecto de la localización geográfica, y perspectivas, pero son buenos modelos de razonamiento geoestratégico para diferenciar condiciones, que atañen a la localización geográfica, amplitud de la zona geográfica y poder nacional del Estado respectivo.
3.4.1 España En el año 2000, el gobierno español dispuso realizar una revisión estratégica de la defensa,169 ante la conveniencia de adecuarla a los intereses españoles y al nuevo rol que asumió el país en la OTAN y en la Unión Europea. Los resultados del estudio incluyen información relacionada con los desafíos estratégicos y territoriales, y se inicia con el análisis del territorio español distinguiendo sus características geoestratégicas de interés, ya que la posición de España en el concierto internacional obliga a que su actuación deba dirigirse preferentemente hacia unos ámbitos geoestratégicos considerados prioritarios por razones geográficas, históricas, culturales y económicas. Estos ámbitos componen los escenarios de actuación preponderantes. Esto no descarta que, en defensa de los intereses nacionales, no pueda actuarse en cualquier lugar del mundo si es necesario, sino que la acción fuera de los escenarios preferentes debe ser considerada excepcional. Por otro lado, la seguridad española no depende exclusivamente de lo que ocurra en su entorno inmediato, sino que depende de la seguridad del territorio europeo y de la estabilidad mundial. De ahí el 168 Ibídem, p.82. 169 Ministerio de Defensa Nacional de España, Revisión Estratégica de la Defensa. Información actualizada al 19 de mayo 2005, y disponible en http://www.mde.es/ descarga/red.pdf.
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compromiso español con organizaciones de defensa regionales, como la Alianza Atlántica, y la apuesta de España a favor del desarrollo de una política de seguridad y defensa en el seno de la Unión Europea, así como su disposición a insertarse en coaliciones multinacionales. El estudio señala que Europa trasciende el concepto geográfico para convertirse en una identidad histórica, social y cultural. Ha sido cuna de la civilización occidental, y transmisora y promotora de los valores que hoy son señas de identidad de la civilización occidental. España tiene el convencimiento que la Unión Europea no avanzará de una manera profunda y eficaz en su proceso histórico de integración si no se dota de una política exterior y de seguridad común, junto con unas capacidades de seguridad y defensa creíbles y autónomas, acordes con las aspiraciones de los ciudadanos de la Unión, sin perjuicio de los compromisos adquiridos dentro de la Alianza Atlántica por todos sus miembros. Así pues, el sistema de seguridad y defensa que apoya y promociona España está principalmente asentado en el eje OTAN-UE. Gran parte del éxito de la defensa de Europa del siglo XXI consistirá en asegurar la transparencia, la confianza y un adecuado sistema de consultas entre la OTAN y la UE y en conseguir un sólido núcleo de partida que evite duplicidades. Puede afirmarse que la identidad europea de seguridad y defensa es fundamental para hacer realidad este eje de seguridad. Es altamente previsible que, en relación con las naciones de Europa Central y Oriental, se produzca, en lo político, una integración sucesiva en las organizaciones internacionales euroatlánticas. La Europa balcánica seguirá siendo un espacio en transición donde la conflictividad tomará aspectos esporádicos y recurrentes. El panorama estratégico en esta región geográfica seguirá marcado por las diferencias entre las crisis que requieren fuerzas armadas regulares con capacidades militares y las que demandan fuerzas con capacidades policiales y de orden público. Por otro lado, el vínculo atlántico es fruto de la interdependencia fundamental que se ha fraguado durante el siglo XX entre Estados Unidos y Europa Occidental. Cualquier amenaza, riesgo o crisis que afecte a uno se traslada inevitablemente a la otra parte de este vínculo. Esta interdependencia estructural entre ambas riberas del Atlántico impide que pueda existir un antagonismo fundamental entre los intereses esenciales de Europa Occidental y los de Estados Unidos. Resulta, pues, primordial comprender que la vinculación estratégica de España con los Estados Unidos deriva de la dimensión europea de España. La relación bilateral establecida entre España y Estados Unidos en el año 1953 representó el principio de la apertura española al exterior. Desde 155
Capítulo III
entonces, las relaciones en los campos de la política, el comercio, la cultura, la defensa y la seguridad entre España y Estados Unidos se han ido consolidando y normalizando, a través de diferentes circunstancias políticas. Dicha relación bilateral tiene toda la importancia que merece el trato con el país que constituye el máximo punto de referencia a nivel mundial, y que interviene destacadamente en todas las grandes decisiones de alcance internacional. La estabilidad en la región mediterránea (el Mediterráneo y su entorno, con especial atención al Magreb)170 constituye una de las áreas de actuación prioritarias para España y para las organizaciones internacionales, como la OTAN, la Unión Europea y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). A pesar de las diferencias económicas, demográficas y socioculturales existentes entre ambas riberas del Mediterráneo, no cabe duda de que existe una gran interrelación entre una y otra, que se incrementa con la creciente interdependencia de un mundo cada vez más globalizado. Esta interrelación sugiere la necesidad de asumir un enfoque integral de la seguridad, que contemple medidas de cooperación multilaterales, tanto a nivel horizontal entre los Estados, como a nivel vertical en diversas áreas de actuación (economía, desarrollo, medioambiente, etc.). Aunque la seguridad en el Mediterráneo tiene carácter regional, puede ser reforzada en el ámbito estratégico mediante las relaciones bilaterales y la cooperación con otros actores de carácter no estatal, como las organizaciones no gubernamentales. Existe una base objetiva para que España participe activamente en todas las iniciativas directamente orientadas a potenciar la seguridad en el área del Mediterráneo y del Magreb, y atienda así la necesidad de generar la transparencia y la confianza necesarias entre los países de la cuenca del Mediterráneo para alcanzar la seguridad y el bienestar de sus pueblos. Con respecto de Iberoamérica, cabe señalar la enorme relevancia que en los últimos años están cobrando las relaciones españolas con los países de esta región, ya que España está estrechamente vinculada a los pueblos iberoamericanos por compartir tradiciones, cultura y, de manera especial, una lengua común, no es ajena al interés que suscita en la actualidad el espacio iberoamericano, y, de hecho, impulsa ese interés en Europa desde la posición de privilegio que le garantizan sus lazos históricos. Como nación que constituye un puente natural entre 170 Tradicionalmente se ha llamado Magreb a la región del norte de África que comprende los países de Marruecos, Túnez y Argelia, aunque más modernamente se incluye también a Mauritania, Sáhara Occidental y Libia.
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las dos orillas del Atlántico, España se siente comprometida con los desafíos de tipo económico y social que Iberoamérica afronta, y ofrece sus mejores esfuerzos en el terreno de la cooperación y de la ayuda siempre que surja la necesidad. En el aspecto de la seguridad y dentro de la importancia que concede a las relaciones pacíficas con todos los pueblos, España es especialmente sensible a cualquier proceso de construcción y mantenimiento de la paz en el ámbito iberoamericano. La experiencia en la incorporación de nuevas misiones a las Fuerzas Armadas, que añaden a las tradicionales de garantía de la seguridad y soberanía nacional las de proyección de la estabilidad, operaciones de paz y misiones humanitarias, ofrece valiosas enseñanzas que España ya comparte con los países iberoamericanos. Todo ello impone reforzar la cooperación entre las Fuerzas Armadas de los países iberoamericanos y las de España, ante todo, en tareas de pensamiento y en la preparación de actitudes y de programas que faciliten la resolución de conflictos y la implantación de un orden de paz duradero y estable. En relación con el Oriente Medio, se asevera que este se encuentra profundamente mediatizado por el conflicto árabe-israelí donde la falta de solución a la cuestión palestina y los territorios ocupados han llevado en varias ocasiones a una escalada de la conflictividad de evolución imprevisible. El conflicto, que va camino de convertirse en el más prolongado de la historia contemporánea, afecta de manera decisiva a toda la situación regional de Oriente Medio y extiende su sombra sobre ambas riberas del Mediterráneo. España, como país ribereño y comprometido con la seguridad y estabilidad regional, no es ajena a cuanto acontece en este escenario. Por ello, apoya todas las iniciativas multilaterales de cooperación que puedan promover la paz en la región. Respecto de África subsahariana, especialmente Guinea Ecuatorial, la realidad del África subsahariana se presenta confusa y preocupante. Una gran parte de los países menos desarrollados del mundo se encuentran en esta área cuya deuda externa, extremadamente elevada, condiciona su progreso. Migraciones, enfermedades, conflictos étnicos, guerras civiles e interestatales, pobreza, subdesarrollo, degradación medioambiental, catástrofes naturales y corrupción pública, son cuestiones recurrentes que se presentan en este escenario sin que se vea, a priori, una salida inmediata o una mejora relativa de la situación. España, por razones históricas, se encuentra vinculada a Guinea Ecuatorial. Las diferencias étnicas, la falta de estructuras sociales que dificultan la consolidación de las instituciones del Estado, las deficien157
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cias económicas estructurales, la ausencia de transparencia en la gestión pública, la situación política interna y el hecho de que una parte muy significativa de su población siga viviendo en condiciones de extrema pobreza son factores potencialmente generadores de inestabilidad. La región de Asia-Pacífico engloba muchos de los problemas actuales de la seguridad mundial y la mayoría de las cuestiones que han dejado sin resolver las guerras mundiales y la bipolaridad. Las sociedades asiáticas son muy diversas, desde las basadas en la agricultura tradicional hasta las que poseen una economía tecnológica. Por otro lado, una mayoría de regímenes autoritarios coexisten con democracias más o menos occidentalizadas. Además, cuenta con la mayoría de los regímenes comunistas que aún quedan en el mundo, aunque tratan de integrarse dentro de las realidades del mercado capitalista mundial, y también, con el mayor número de Estados que poseen armas nucleares. Por tanto, los juegos y equilibrios de poder son aquí más variados e inesperados que en otras áreas del planeta, por cuanto la globalización económica y la relativa occidentalización, procedente principalmente desde la orilla norteamericana del Pacífico, han de actuar en un espacio inmenso con identidades históricas bien asentadas y con gran potencial militar. A todo ello se añade la falta de organizaciones regionales con competencia efectiva en materia de seguridad y defensa. Organizaciones regionales, como la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático) o la Comunidad del Pacífico, han profundizado principalmente en la vertiente económica, financiera y comercial, avanzando muy poco en la esfera política y de seguridad. España, hasta fechas recientes, ha venido manteniendo una presencia muy limitada en la zona y, en consecuencia, insuficiente. Con todo, se ha establecido una aceptable relación con determinados países en el ámbito de la enseñanza militar, y se han realizado algunos logros en el campo de la industria de defensa. Consciente de esta situación, España, busca un incremento de su presencia en Asia-Pacífico, y pretende definir y diseñar una “dimensión asiática” específica que deberá incorporarse a su acción exterior. El factor más destacado de inestabilidad está representado por la existencia de Estados que amparan el terrorismo internacional y que han provocado la intervención armada de una coalición internacional en Afganistán en la que España participa. Con ello, España manifiesta inequívocamente su compromiso con el mantenimiento de la paz y la defensa de la legalidad internacional, en la lucha contra el terrorismo, que tiene hoy un alcance global. Por ello, en la revisión estratégica de la defensa al referirse a los riesgos principales a la seguridad española, 158
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indica que no parece probable una situación en la que se materialice una agresión armada a gran escala contra el territorio nacional español o sus espacios marítimo y aéreo, al menos en el sentido clásico del término. No obstante, la aparición del fenómeno del terrorismo exterior, de alcance global y gran capacidad de infligir daño, abre la puerta a nuevas situaciones de vulnerabilidad nacional. Por otro lado, junto con el terrorismo exterior, la proliferación de sistemas de armas de destrucción masiva nucleares, biológicas, químicas y radiológicas (NBQR) y de sus sistemas de lanzamiento, particularmente misiles balísticos y de crucero, puede originar la mayor amenaza para la estabilidad. Por tanto, debe ser prioritario para España el establecimiento de medidas y acciones colectivas, que incluyen medios de defensa antimisiles, para frenar dicho fenómeno de la proliferación, en sus dos vertientes, es decir, sistemas de armas NBQR, y sistemas de lanzamiento. La configuración del territorio nacional de España, que incluye las ciudades de Ceuta y Melilla, y sus islas y peñones al norte de África, puede ser fuente de mayores riesgos para la propia integridad. Este constituye uno de los factores clave de la estrategia defensiva de la nación. Por las aguas del Estrecho de Gibraltar discurren las principales líneas de comunicación por las que fluyen los recursos básicos, sobre todo energéticos, para nuestro país. La concentración geográfica de estas rutas comerciales las convierte inexorablemente en vulnerables, de ahí que una interrupción de las mismas tenga que considerarse un riesgo potencial muy serio, tanto por la facilidad para ejecutar dicha interrupción, como por las repercusiones de dicha acción. La limitación al ejercicio de la soberanía que supone la presencia colonial británica en Gibraltar no solo constituye un factor distorsionador para la acción exterior de España, sino que puede presentar otros problemas, ya que pueden desarrollarse desde el Peñón algunas operaciones militares sin participación española, en espacios de interés estratégico, como son los accesos al Mediterráneo y al Atlántico. Los atentados del 11 de septiembre han puesto en evidencia que la falta de percepción de una amenaza no convierte a esta en menos real y peligrosa. En ese sentido, es deber de todo gobierno, aun en ausencia de una amenaza definida, promover y asegurar para su defensa aquellas medidas básicas tendentes a impedir sorpresas catastróficas. De ahí que el interés prioritario para España sea contar con una defen-
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sa suficientemente robusta, pero no prisionera de actuaciones que le pueden restar flexibilidad y capacidad de adaptación.171 En esta perspectiva española se observa la influencia determinante del rol estratégico que se ha planteado España en Europa, en África, en el mundo, y particularmente en la zona del mar Mediterráneo. La importancia estratégica del Estrecho de Gibraltar es una de las variables geográficas inmutables en las decisiones relacionadas con las comunicaciones marítimas entre el Mediterráneo y el Atlántico, tanto por su acceso hacia los países del norte de Europa, como para su relación comercial y estratégica con los países con costas hacia el mar Mediterraneo, mar Egeo y mar Negro.
3.4.2 Argentina Cuando finalizó la guerra de las Malvinas el gobierno argentino dispuso elaborar un informe conocido como el “Informe Rattenbach”, en una de sus partes se incluye un análisis geoestratégico de la zona del conflicto,172 que señala lo siguiente: “El área geográfica del Atlántico sur comprende una extensa zona costera de tres continentes (América, África y Antártica), que encierra una de las superficies oceánicas más extensas del mundo. Se comunica al norte con el Atlántico norte a través del estrechamiento situado entre la saliente Nordestina del Brasil y la zona del Cabo Blanco en África, al este con el océano Índico entre la saliente Sudafricana y las costas de la Princesa Ragnhild en la Antártica, y al oeste con el océano Pacífico a través del pasaje Drake, el canal Beagle y el Estrecho de Magallanes. Este amplio y vinculante espacio oceánico encierra una cantidad de islas y archipiélagos separados entre sí, a veces por enormes distancias. En su parte norte se presenta la isla Trinidad, perteneciente al Brasil, y las islas Gough, Tristán da Cunha, Santa Elena y Ascensión, pertenecientes a Gran Bre171 El análisis estratégico sobre la defensa y seguridad de España está disponible en forma íntegra bajo el título Revisión Estratégica de la Defensa en la página http:// www.mde.es/descarga/red.pdf. Ingreso el 12 de enero 2009. 172 Al término de la guerra de las Malvinas, el gobierno argentino creó una comisión encargada de analizar el desempeño de las fuerzas armadas en el conflicto bélico del Atlántico sur. La comisión se creó por decreto del 2 de diciembre de 1982 y llevó el nombre oficial de Comisión de análisis y evaluación de las responsabilidades políticas y estratégico militares en el conflicto del Atlántico sur. El informe estuvo a cargo del Teniente General (R) Benjamín Rattenbach y cinco altos militares de las tres fuerzas, y por ello comúnmente se le conoce como el “Informe Rattenbach”. El informe íntegro está disponible en http://www.cescem.org.ar/informe_rattenbach/index.html. Ingreso el 19 de diciembre 2008.
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taña. Al sudeste, la isla Bouvet de Noruega y, en la parte sur, se sitúa la región del conflicto: las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, ocupadas por el Reino Unido y cuya soberanía es reclamada por la República Argentina”. La particular situación de los archipiélagos australes mencionados hace que estos se proyecten fundamentalmente sobre el pasaje Drake y el continente antártico. En ambos aspectos, la posición, clima y conformación de las islas Malvinas son particularmente importantes, ya que desde sus bases puede ejercerse una efectiva presencia en la comunicación entre los océanos Atlántico sur y Pacífico, y son un adecuado punto de apoyo para las operaciones antárticas por parte de los países que no pertenecen al cono sur americano. De allí su importancia para el Reino Unido o cualquier otra potencia que pretenda ejercer una presencia política o militar en el área. La importancia del Atlántico sur desde el punto de vista estratégico no se deriva de los recursos renovables o no renovables, reales o potenciales que pudiere ofrecer, sino que ella proviene de su tráfico marítimo, ya que más de 200.000 barcos surcan sus aguas por año, enarbolando banderas de numerosos países, pero particularmente de Europa Occidental. Dentro de este tráfico marítimo, hay uno de especial relevancia estratégica: el transporte de crudo. Aproximadamente el 80% del petróleo que abastece a Europa occidental desde el Golfo Pérsico y el 40% de las importaciones de los EE.UU. recorren las aguas del Atlántico sur por la vía de la Ciudad del Cabo, en búsqueda de los puertos del Hemisferio Norte. De este tráfico mencionado, solo una pequeña parte lo hace por la ruta del pasaje Drake y la región del conflicto austral. Pero, teniendo en cuenta que la totalidad del tráfico marítimo de Argentina debe necesariamente cruzar las aguas del Atlántico sur, en su ruta a puertos de ultramar, donde se colocan sus exportaciones y se obtienen los insumos básicos para la industria nacional, puede afirmarse que el control de esas vías de comunicación asume un rol vital para la nación. Al respecto, el control de los pasos interoceánicos del Cono Sur puede llegar a asumir una importancia significativa en caso de un conflicto regional o mundial que pudiese afectar al Canal de Panamá, vía de comunicación marítima vital entre el Pacífico y el Atlántico, cuyo tráfico se vería así derivado al Estrecho de Magallanes, el canal Beagle y, particularmente, el pasaje Drake. La presencia de una potencia ajena a la región, ocupando política y militarmente los archipiélagos australes motivo del conflicto del Atlántico sur, junto 161
Capítulo III
a su actitud agresiva que lesiona las aspiraciones de la República Argentina sobre esos territorios, adquiere, de esta forma, una proyección de enorme trascendencia sobre objetivos permanentes de la nación, cercena su integridad territorial, condiciona sus vías esenciales de comunicación y estratégicamente el equilibrio de poder en el cono sur del continente. De igual forma, el “Informe Rattenbach” analiza lo que denomina el “objetivo estratégico” argentino, que también es interesante conocerlo en el contexto de los comentarios geoestratégicos que anteceden, dice: La Directiva Estratégica Nacional establecía como objetivo político el de consolidar la soberanía argentina en las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del sur y contribuir a afirmar su pleno ejercicio en el Atlántico sur. En el mismo documento se expresaba, como resolución estratégica nacional y esencial, que el “COMIL, ante la evidente y reiterada falta de progreso en las negociaciones con Gran Bretaña, para lograr el reconocimiento de la soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur y la explotación de los recursos renovables, ha resuelto prever el empleo del poder militar para el logro del objetivo político”. Luego, se indicaba, como objetivo estratégico militar, el de imponer a Gran Bretaña la aceptación de una situación militar de hecho que dé solución definitiva al pleno ejercicio de la soberanía argentina en las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur e impida nuevos intentos de usurpación, a fin de concretar el objetivo político. El objetivo estratégico quedó orientado hacia la ocupación de las islas y su mantenimiento, con vistas a forzar la realización de negociaciones serias y definitivas, por lo tanto, dicho objetivo pasó a depender de la evolución de las negociaciones. Por ejemplo, si Gran Bretaña hubiese aceptado sin mayor reacción el hecho consumado mediante una negociación y reconocido la soberanía argentina sobre las islas, el objetivo logrado hubiese sido acorde con las previsiones adoptadas. Por el contrario, la no aceptación del hecho por parte de Gran Bretaña conllevaba a un objetivo estratégico demasiado ambicioso, no sustentado sobre bases firmes y coherentes, tal como sucedió en la realidad. La convicción subyacente de que Gran Bretaña no tendría una reacción considerable debido al costo integral que ello le presupondría, y que aun en el caso de intentarlo, EE.UU. se opondría a una escalada militar en el continente, llevó a la Junta Militar a calificar como de “reacción desproporcionada” a la ofensiva británica. No se comprendió que una modificación de la reacción pasiva que la Junta Militar había otorgado al Reino Unido, sin mayores funda162
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mentos, provocaría que el logro del objetivo estratégico resultase “no factible” y desproporcionado con respecto de las previsiones adoptadas. Esto ocurrió en definitiva, y aquel “ocupar para negociar” debió transformarse en “reforzar para disuadir a Gran Bretaña de recuperar las islas por la fuerza y obligarla a negociar”; y aquellos “500 hombres” iniciales debieron transformarse en 3 brigadas. Cabe destacar que un cambio o una limitación en los alcances del objetivo fijado inicialmente hubiesen requerido un margen de maniobra política considerable, tanto en el ámbito externo como en el interno. Desafortunadamente, eso no se pudo, no se supo o no se quiso lograr. Particularmente, una de las causas fue el compromiso asumido ante el pueblo de la nación, que festejaba alborozadamente la acción de recuperación de los archipiélagos australes.
3.4.3 Perú En el Libro Blanco de la Defensa Nacional de Perú,173 se incluye un perfil geoestratégico y un perfil geopolítico del país, que permite apreciar la diferente interpretación de los deslindes de la Geoestrategia y la Geopolítica. Respecto del perfil geoestratégico, el texto referenciado dice que el Perú cuenta con un gran potencial basado en sus dimensiones geoestratégicas que lo ubican y caracterizan como un país marítimo, andino, amazónico, con presencia en la cuenca del Pacífico y en la Antártica y con proyección geopolítica bioceánica. Los desafíos del nuevo milenio, dentro del proceso de globalización mundial exigen competir en el intercambio comercial, industrial y cultural a nivel regional y mundial; pero además, se hace necesario que el Perú aproveche las múltiples ventajas que le proporcionan sus dimensiones geográficas y la riqueza de cada uno de los escenarios que las conforman, ya que la ubicación central y occidental del Perú en América del Sur, favorece su posición de nudo natural de comunicaciones terrestres, ferroviarias, marítimas y aéreas, facilitando el tráfico comercial y turístico recíproco en toda la región, constituyéndose en un pivote y centro estratégico para las comunicaciones terrestres, ferroviarias, fluviales, marítimas y aéreas de esta parte de América. Para lo cual, se requiere de un adecuado sistema de seguridad y defensa nacional. 173 Ministerio de Defensa de Perú, Libro Blanco de la Defensa Nacional de Perú, Lima: Ministerio de Defensa, 2005. Disponible en: http://www.mindef.gob.pe/menu/libroblanco/pdf/Capitulo_II.pdf. Ingreso el 20 de noviembre 2008.
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Capítulo III
Con un litoral de 3.080 kilómetros de longitud, el Perú es un país eminentemente marítimo, con características hidroceanográficas particulares que facilitarían la construcción de infraestructuras portuarias adecuadas a las necesidades futuras del comercio marítimo. El comercio internacional en el siglo XXI demandará “megapuertos” para atender las gigantescas naves que servirán de transporte masivo para el comercio mundial. Esta necesidad, en un mundo globalizado, obliga al Perú a planificar el desarrollo de infraestructuras portuarias para competir ventajosamente y participar activamente en la cuenca del Pacífico y facilitar a los países atlánticos de América del Sur un acceso más directo hacia la cuenca del Pacífico. La cuenca del Pacífico, está conformada por más de sesenta Estados, entre continentales e insulares, con una población creciente que ya supera los 2.000 millones de habitantes, con notable desarrollo económico. En el siglo XXI las emergentes economías del Pacífico lograrán una posición de predominio con sus enormes mercados potenciales. El río Amazonas accede a la cuenca hidrográfica del Orinoco, la que se proyecta a la cuenca del Atlántico. El Amazonas, además de ser navegable desde territorio peruano hasta el océano Atlántico, materializa la proyección geopolítica bioceánica del Perú y convierte al territorio peruano y brasileño en una plataforma de acceso a dos grandes océanos que llama a explotar las ventajas del acceso estratégico a enormes mercados ubicados en ambas cuencas. Otra vía de acceso al Atlántico es el río Madre de Dios, en el sureste del Perú, afluente del río Madeira, y que por transporte intermodal, permite el acceso a las rutas del Paraná-Paraguay y del estuario del Río de la Plata, hacia Argentina y Uruguay. Otra estructura que conectará al Perú con los países del Atlántico son los corredores interoceánicos, considerados en la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA). Esta iniciativa fue aprobada por los doce presidentes de América del Sur en septiembre del 2000, donde se definió nueve ejes de integración y desarrollo para unir a los doce países del subcontinente, considerando que cada uno de estos ejes debe tener infraestructura vial, infraestructura energética y telecomunicaciones de última generación. Los corredores o ejes de integración y desarrollo correspondientes a Perú, son el Eje del Amazonas y el Eje Perú-Brasil-Bolivia. El Eje del Amazonas parte de los puertos de Paita y Bayóvar ubicados en el departamento de Piura, interconecta la región norte del Perú con la región oriente del Brasil, en particular el estado de 164
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Amazonas, cuya capital es Manaos, continuando por navegación fluvial hasta Belem do Pará y Macapá en el océano Atlántico. Este eje contará además con un ramal central (Callao - Pucallpa - Iquitos) que conecta las regiones del centro del Perú con el resto del eje. Este eje posibilitará la generación de centros de apoyo logístico y de servicios en los puertos marítimos y fluviales que apoyará la vinculación directa y eficiente del eje con su área de influencia. La conclusión de esta vía, así como el mejoramiento de la navegación fluvial en los ríos Huallaga, Marañón y Amazonas, potenciará el comercio de nueve regiones del norte y oriente del Perú que quedarán vinculadas con los estados Amazonas y Roraima en Brasil. Estas son: Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad, Cajamarca, Amazonas, San Martín, Loreto y Ucayali; este eje también promoverá el desarrollo de los puertos de Paita y Bayóvar en el norte del país. El estado de Amazonas y toda la cuenca del río Madeira tienen tierras ácidas que necesitan fosfatos, que pueden ser abastecidos por Bayóvar. Manaos, capital del estado de Amazonas, importa el 80% de los alimentos que consume, necesidad que podrá ser atendida por las nueve regiones de Perú mencionadas anteriormente, todas ellas productoras de alimentos. Los presidentes de Perú y Brasil también han coincidido en la conveniencia de implementar en Iquitos un Centro de Concentración Logística, Transformación y Exportación, que podría reunir la carga destinada a Brasil desde los puertos de Tumaco (Colombia) Esmeraldas, Manta, Guayaquil y Puerto Bolívar (Ecuador), Paita y Bayóvar (Perú) y los puertos fluviales de Saramiriza, Yurimaguas y Pucallpa. El eje Perú-Brasil-Bolivia vincula a las regiones del sur del Perú con los estados de Acre y Rondonia de Brasil. Iniciándose en los puertos de Ilo y Matarani, se establecen dos ramales: Matarani-Arequipa-Juliaca-Cusco-Inambari-Puerto Maldonado e Iñapari en la frontera con Brasil, desde donde se dirige a río Branco y porto Velho. El segundo ramal comprende: Ilo-Moquegua-Puno e Inambari. La importancia de este eje radica en que abre nuevas posibilidades para el desarrollo económico de las regiones del sur del Perú. La producción maderera se verá beneficiada por la disminución de los costos de transporte entre los centros de producción, y los mercados nacionales e internacionales. Asimismo, se hará posible la exportación de producción agrícola e industrial de las regiones del sur del Perú hacia los mercados de Brasil, en condiciones de competitividad, gracias a una infraestructura adecuada. 165
Capítulo III
La implementación de este eje va a favorecer y potenciar el desarrollo de seis regiones del sur del Perú: Madre de Dios, Cusco, Puno, Arequipa, Moquegua y Tacna. Este eje vincula los puertos de Ilo y Matarani del sur del Perú con los estados de Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Sao Paulo y Río de Janeiro de Brasil. Esta vinculación está intermediada por Bolivia y Paraguay, de allí que sea importante completar los tramos faltantes de infraestructura en estos países, a fin de permitir la efectiva conexión de las regiones del sur del Perú con el MERCOSUR. El eje andino en territorio peruano comprende dos vías longitudinales paralelas que corren de norte a sur, una es la carretera Panamericana desde Tumbes hasta Tacna, y la otra, comprende dos ramales:174 La marginal de la selva desde el río Canchis (puerto La Balsa) hasta Puerto Maldonado. Longitudinal de la Sierra que comprende Tingo María-Huánuco - Cerro de Pasco - La Oroya - Huancayo - Ayacucho - Abancay - Cusco - Urcos Juliaca Puno - Desaguadero. Según Perú tiene presencia en la Antártica debido a la proyección de sus meridianos hacia el Polo Sur. El Perú es país adherente al Tratado Antártico desde 1981. En 1983 se creó la Comisión Nacional de Asuntos Antárticos (CONAAN), organismo que conduce la política nacional antártica. Para ser reconocido como miembro consultivo del Consejo Antártico, el Perú llevó a cabo las siguientes actividades: Expediciones de reconocimiento de la zona antártica y ejecución de investigaciones científicas aprobadas por el Consejo Consultivo. Construcción de la estación científica “Machu Picchu”. La estación antártica Machu Picchu se encuentra ubicada en la ensenada Mackellar de la isla Rey Jorge, en el extremo norte de la península antártica. Desde 1988, el Perú ha realizado 15 expediciones científicas con personal de los ministerios de Energía y Minas y Pesquería, de los institutos Geofísico y del Mar, y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología; con apoyo logístico de las Fuerzas Armadas. Como se puede apreciar, la perspectiva geoestratégica que hace Perú de su territorio es totalmente diferente a la que hace Chile. Veamos ahora lo que dice el Libro Blanco del Perú en su acápite geopolítico: 174 Mayores antecedentes están disponibles en www.rree.gob.pe/.../discurso/. Ingreso el 15 de julio 2009.
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Los deslindes de la geoestrategia
“El hecho de limitar con cinco países y tener una frontera de 7.073 km, la mayor parte de ella en zonas inhóspitas, agrestes, aisladas y despobladas; constituye un reto para las acciones de defensa y desarrollo orientadas a garantizar la soberanía e integridad territorial.” “Los países amazónicos tienen problemas similares en su frontera con el Perú, por tal razón se viene fomentando la acción conjunta para afrontar los obstáculos y las amenazas provenientes de factores como la subversión, el narcotráfico, el contrabando, entre otros problemas de seguridad.” “La interconexión del Perú con cinco cuencas hidrográficas permitirá un intercambio comercial, industrial, científico-tecnológico, cultural y poblacional significativo.” “El Perú en el mediano plazo establecerá interconexiones con los países del Atlántico que buscan llegar a la cuenca del Pacífico, para lo cual deberá atender tales desafíos, brindando facilidades en puertos, aeropuertos, marina mercante, carreteras confiables, seguridad ciudadana, control migratorio, control delincuencial, control del tráfico de armas y narcóticos, etc.” “Hoy el Perú se enfrenta al reto del nuevo milenio con una visión estratégica de desarrollo y seguridad, como un país de potencialidades enormes en sus dimensiones marítima, andina, amazónica y proyección geoeconómica bioceánica, con una presencia privilegiada en la cuenca del Pacífico, fortalecida por su membresía en APEC y su proyección hacia el continente antártico. Todo esto obliga a estructurar un plan de desarrollo de largo plazo, orientado hacia los mercados internacionales y cuya economía genere valor agregado y se le dote de tecnología y competitividad, apoyado por un sistema de seguridad y defensa”.
3.4.4 Chile En el Libro de la Defensa Nacional de Chile 2002 se incluye una perspectiva geoestratégica de Chile, que está antecedida por la aseveración: La geografía de Chile posee accidentes que obligan a un cuidadoso estudio cuando se piensa en su defensa. La variedad de los escenarios geográficos de nuestro territorio impone características geoestratégicas que deben ser consideradas en todo el proceso que involucra la formulación y aplicación de la Política de Defensa 167
Capítulo III
Nacional. Ellos afectan desde su infraestructura hasta el despliegue de paz de las Fuerzas Armadas.175
Desde el punto de vista terrestre algunos factores que condicionan la defensa de Chile se relacionan con la forma de faja larga y angosta del territorio continental. Primero, porque obliga a elegir dónde concentrar los esfuerzos defensivos, ya que no resulta posible distribuir fuerzas a lo largo de una frontera tan extensa; segundo, porque la exigencia de dosificar medios humanos y materiales aumenta en la medida en que las distancias entre las regiones extremas dificulta la posibilidad de maniobras estratégicas y, tercero, porque lo angosto del territorio situado en la plataforma continental sudamericana se traduce en una falta de profundidad estratégica transversal que hace difícil cualquier acción defensiva en el sentido este-oeste. La dificultad de acceso a las zonas extremas: por una parte, el norte (regiones I a III) abriga el desierto más árido del mundo, y la zona austral (regiones XI y XII) se encuentra desvinculada por tierra con el área central del país. La diferencia de terreno y clima obliga a que el entrenamiento y aclimatación del personal y material sea diferente en las distintas regiones del país lo que dificulta la movilización y entrenamiento de las reservas. Ello conlleva dificultades de orden logístico, pues obliga a mantener equipos y materiales que deben adecuarse a diferentes condiciones de clima y altura. Lo anterior supone una gran previsión en lo referente al personal y material. La desigual distribución de población y la baja densidad existentes en las zonas extremas obligan a considerar el traslado de medios humanos y materiales desde la zona central (de la V a la VIII Región) hacia esas áreas, dificultando la mantención y entrenamiento de las reservas. La forma de faja y los múltiples accidentes topográficos ponen serios desafíos a las vías de comunicaciones terrestres, afectando a los transportes operativos y logísticos, lo que obliga a un sinnúmero de previsiones de todo orden, en especial a aquellas que son producto de la movilización nacional. Respecto de los espacios marítimos de interés, señala que algunos de los factores que determinan la defensa se circunscriben a lo angosto del territorio nacional y la dificultad y poca flexibilidad de las vías de comunicaciones terrestres y aéreas, obliga a que la mayor 175 Ministerio de Defensa Nacional de Chile, Libro de la Defensa Nacional, Santiago: Ministerio de Defensa, 2002, p. 69.
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parte de los transportes de las fuerzas militares y de sus apoyos administrativos y logísticos, sea realizado usando las líneas de comunicaciones marítimas nacionales. La importancia estratégica que tienen los pasos bioceánicos en la zona austral, constituye un desafío que debe ser considerado en la evolución de toda situación que afecte a la seguridad nacional, y que de alguna forma condiciona el despliegue estratégico de las fuerzas navales. La amplia extensión de los espacios marítimos, obliga a un gran esfuerzo naval para resguardar la soberanía y prestar apoyo a la vida humana en el mar en misiones de salvamento, así como el control de paso de buques que eventualmente transporten materias tóxicas dañinas para la salud humana como para el medioambiente, de acuerdo con las regulaciones internacionales. Asegurar las líneas de comunicaciones marítimas tanto de cabotaje como de ultramar constituye un imperativo estratégico ante la eventualidad de ocurrencia de una situación de crisis o de conflicto, ya que si ellas fueran interrumpidas, el país tendría problemas de subsistencia en un plazo relativamente corto y el apoyo a las zonas extremas del país correría serio riesgo. Lo anterior impone no solamente el exigente y tradicional desafío de proteger la soberanía contra la amenaza militar proveniente desde el mar, o brindar protección a las líneas de comunicaciones marítimas comerciales y militares, en el eventual caso de conflicto. También permite alertar sobre otros desafíos, como el efectivo resguardo de la extensa zona económica exclusiva, en lo que se refiere a recursos pesqueros y minerales o la evolución del derecho internacional marítimo. Ello conlleva que, tal como en el resto del territorio nacional, constituye un imperativo que la defensa nacional ejerza su influencia y actividad desde la paz en el territorio marítimo de interés nacional. En el ámbito aeroespacial el propósito de la defensa es influir, desde el aire, sobre los acontecimientos en la superficie terrestre y marítima. Consecuente con las exigencias geográficas del país, el escenario aéreo y espacial presenta singularidades que condicionan la búsqueda de una solución para tal propósito. Algunos factores que condicionan la defensa desde la perspectiva aérea son: La extensión y forma del territorio nacional imponen serias exigencias desde el punto de vista logístico y la necesidad de contar con la infraestructura terrestre de apoyo a las operaciones aéreas. Bajo estas condiciones, contar con un instrumento efectivo de di169
Capítulo III
suasión requiere tener medios logísticos capaces de reaccionar en forma rápida y efectiva, lo que, a su vez, implica la construcción y equipamiento de bases aéreas para el entrenamiento durante la paz y para las operaciones en tiempo de guerra. La inmensidad del espacio aéreo de control aeronáutico aconseja el uso de satélites que permitan su vigilancia, faciliten la navegación y las comunicaciones, y contribuyan a la meteorología. Sin embargo, Chile es todavía un país dependiente de la tecnología satelital producida por otros países y, por lo tanto, el acceso a ella, su comercialización o transferencia están sujetos al arbitrio de decisiones radicadas en el extranjero. De aquí que Chile se haya propuesto alcanzar ciertos niveles de autosuficiencia en este campo, fundamental para la defensa. La accidentada morfología del territorio nacional restringe el empleo de elementos de detección situados en la superficie terrestre. Además, lo angosto del país impone difíciles exigencias a los sistemas de alarma temprana, diseñados para anticipar una amenaza aérea y reaccionar adecuadamente. Las limitaciones tecnológicas frente a la geografía se vuelven aún más críticas al considerar la velocidad de los modernos aviones de combate y las pequeñas distancias que median entre la frontera y las bases aéreas u otros puntos vitales del país. Las condiciones climatológicas extremas restringen el empleo del arma aérea en algunas zonas del país. El apoyo a las otras componentes del poder militar se define en función de los medios disponibles, pero es claro que ella impone exigentes demandas sobre el arma aérea ya que muchas de las operaciones que realizan el Ejército y la Armada requieren de la protección del espacio aéreo. En el Libro de la Defensa aludido, se concluye respecto de la condición geoestratégica de Chile, diciendo que el factor geoestratégico en su conjunto, es uno de los aspectos más significativos para la conducción estratégica de las Fuerzas Armadas. La geografía condiciona, favorable o desfavorablemente, cualquier concepción de empleo de las fuerzas. Por otra parte, es una realidad que la magnitud y extensión de las fronteras terrestres, marítimas y aéreas de Chile, junto con ofrecer un potencial de integración y desarrollo, aumentan las posibilidades de conflicto puesto que, al mantenerse una mayor relación y contactos de diversa índole, también es mayor la posibilidad de desavenencias que pueden ser fuente de eventuales situaciones de crisis y conflictos al enfrentarse intereses contrapuestos de los Estados.
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Las características del factor geográfico, expresadas en la discontinuidad geográfica, en las grandes distancias existentes desde el núcleo vital, el relativo despoblamiento de las zonas extremas, y en general, las características insulares del territorio nacional, hacen imperativo contar con medios de las Fuerzas Armadas en forma permanente en las zonas extremas del país. Por otra parte, la escasa flexibilidad que presenta la red vial nacional, restringida por los accidentes geográficos, obliga a poner énfasis en el transporte marítimo y aéreo para el mantenimiento logístico y transportes, por lo que las vías de comunicaciones marítimas de cabotaje y de ultramar adquieren una importancia esencial para la supervivencia del país en caso de conflicto. La construcción de importantes obras viales paralelas a la carretera 5 Norte-Sur, a lo largo del país, darán una mayor flexibilidad al transporte terrestre.
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CAPÍTULO IV
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ESTRATEGIA MILITAR 4.1 Aproximación teórica y definición En el Libro de la Defensa Nacional de Chile 1997, se definió a la “estrategia militar” como la ciencia y arte que aplica el conductor militar de alto nivel en la concepción y conducción de los medios puestos a su disposición, para la consecución de objetivos que contribuyen al triunfo en la guerra. De igual forma, el texto aludido, define a la “estrategia nacional”, como la ciencia y el arte de conducir eficazmente el empleo del poder nacional en la consecución de los objetivos nacionales. Y agrega que, la estrategia nacional es propia del nivel político de la cual, en el sector defensa, son subsidarias, secuencialmente, primero la estrategia militar o conjunta y, después, la estrategia institucional correspondiente a cada una de las ramas de las Fuerzas Armadas. Luego, en el Libro de la Defensa Nacional de Chile 2002, se indica que la conducción estratégica militar o conjunta, comprende las actividades de concepción y dirección que realizan las Fuerzas Armadas en la preparación y ejecución de la guerra y sus campañas. Por lo anterior, valgan las primeras aclaraciones al respecto: en este capítulo, el tema central será la “estrategia militar”, es decir la que se realiza para conducir a las fuerzas militares y lograr objetivos para los cuales forzosamente sea necesario el empleo de medios militares para ello; obviaremos introducirnos en la conducción estratégica del nivel político; tampoco se reflexionará sobre la naturaleza y los tipos de conflictos; como también, se eludirá teorizar sobre la crisis y las hipótesis de conflicto. Solo nos centraremos en la conducción militar del nivel “estratégico”, y preferentemente de las fuerzas militares que son conducidas en un teatro de operaciones. Eso sí, se tendrá presente una advertencia que hace Alonso Baquer: Los teóricos de una estrategia que merezca el calificativo de estrategias operativas incluidas en las respectivas recensiones de sus escritos siguen impresionando a las gentes de hoy con sus reflexiones sobre el empleo de la fuerza armada para la adecuada resolución de los conflictos. Pero no sería justo identificarlos ni confundirlos con los grandes maestros de superior ambición o rango que les precedieron. En los reglamentos tácticos y en la doctrina estratégica actualmente en curso se habla del “arte operacional” cuando se quiere abarcar todo lo que venimos de175
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nominando tanto estrategia de inspiración táctica como estrategia de las operaciones militares en cuanto tales.176
Por ello, necesariamente, en algunas materias deberemos referirnos a los otros niveles de la conducción, para que exista un sentido, y sobre todo para exponer los méritos de innumerables tratadistas militares que han escrito sobre estrategia. Cabe mencionar de paso, que los temas de estrategia, cuentan con la mayor cantidad de exponentes en el principal medio de publicación que tuvo el Ejército de Chile en el siglo XX, como lo ha sido el Memorial del Ejército, donde se han incluido ciento veintisiete temas alusivos al área de la estrategia. De todas formas, para quienes deseen profundizar sus conocimientos sobre otros niveles de la estrategia, o en temas relativos a la disuasión, conflicto o guerra, puede recurrir a los destacados textos de autores chilenos como Luis Olivares Dysli, Disuasión, Conflicto y Estrategia (s/año); Manuel Montt Martínez, La Guerra. Su Conducción Política y Estratégica (1955); Carlos Prats González, La Conducción Estratégica de una Campaña y de la Guerra (1962); Bernardino Parada Moreno, Polemología Básica (1967); o a los clásicos internacionales como los textos de Ferdinand Foch Los Principios de la Guerra (1903); Manuel Fraga Iribarne Guerra y Conflicto Social (1962); o los textos de André Beaufre, Introducción a la Estrategia (1965), Disuasión y Estrategia (1966) y Estrategia de la Acción (1973). Karl von Clausewitz es uno de los tratadistas militares más citado en los siglos XIX y XX. Es célebre por su tratado De la guerra, en el que efectúa (ocho volúmenes) un análisis sobre los conflictos armados, desde su planteamiento y motivaciones hasta su ejecución. No solo se refiere a la estrategia, sino también incluye materias de táctica y filosofía militar. Su obra influyó de forma decisiva en la evolución de la ciencia militar occidental, y sus teorías se enseñan hasta el día hoy en la mayoría de las academias militares del mundo, ya que muchos de sus preceptos tienen plena validez. Clausewitz indica que la Estrategia es el uso del encuentro para alcanzar el objetivo de la guerra, por lo tanto, debe dar un propósito a toda la acción militar, propósito que debe estar de acuerdo con el objetivo de la guerra. En otras palabras, según Clausewitz, la Estrategia traza el plan de la guerra y, para el propósito mencionado, añade las series de actos que conducirán a 176 Baquer, Miguel Alonso, ¿En qué consiste la estrategia?, Madrid: Ministerio de Defensa, 2000, p. 208.
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ese propósito; o sea, hace los planes para las campañas separadas y prepara los encuentros que serán librados en cada una de ellas. Luego agrega: un príncipe o un general que sabe cómo organizar la guerra exactamente de acuerdo con su objetivo y sus medios, que no realiza ni demasiado, ni muy poco, proporciona con eso la prueba más grande de su genio.177 Esta y otras aseveraciones de Clausewitz lo han transformado en el máximo exponente de la ciencia militar de los últimos tiempos. Como se indicó, es profusamente mencionado, pero no íntegramente leído, y algunas veces erróneamente interpretado. Se acostumbra a citarlo por su expresión la guerra es la continuación de la política por otros medios, pero Clausewitz es mucho más que eso, y necesariamente debe ser leído por los interesados en las ciencias militares, e incluso, recomendaría no guiarse por las interpretaciones, para que cada lector construya la suya.178 Uno de los textos más consultados por los escritores militares de las últimas décadas, es el Diccionario Militar de José Almirante y Torroella (1823-1894),179 donde incluye un profuso análisis sobre la historia de la acepción estrategia, y de las treinta y ocho definiciones que contiene su obra. Almirante reconoce la existencia de una confusión en el entendimiento del concepto, y por ello, haciendo alusión a las disímiles explicaciones que incluye en su diccionario indica: aquí tiene el lector definiciones en que escoger, largas, cortas, concisas, difusas, antiguas y modernas.180 Incluso, después de exponer las diferentes ideas señala: Después de esta larga trascripción de definiciones, quizás conviniese condensarlas con crítica en una sola y general; pero este trabajo, que con placer dejamos al lector, nos lo veda la índole de esta obra, lo desmesurado de este artículo y la llana profesión de fe que lo encabeza, y que desde luego nos desautoriza. Para nosotros, en efecto, el resumen de las treinta y ocho definiciones definiría: “estrategia lo que no es táctica; táctica, lo que no es estrategia.181 177 von Clausewitz, Karl, De la Guerra (Resumen), Barcelona: Editorial Labor S.A., 1994, p. 172. 178 Su obra De la Guerra fue publicada por su viuda, y comprende ocho apartados. Una versión está disponible en inglés en http://www.clausewitz.com/Cwzhome / VomKriege2 /Onwartoc2.Html 179 El Diccionario Militar de José Almirante, de 1869, se reeditó en el año 1989, con el mismo título, por el Ministerio de Defensa del Reino de España, en 2 volúmenes. Está disponible en la Biblioteca de la Academia de Guerra del Ejército de Chile. 180 Almirante, José, Diccionario Militar, Volumen I, Madrid: Ministerio de Defensa, 2002, pp. 427-448. 181 Ibídem, p. 441.
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Por su parte, el ilustre militar español Francisco Villamartín (18331872), para definir la Estrategia Militar señala lo siguiente: El plan general de una campaña pertenece a la estrategia; el de una batalla pertenece a la táctica; la primera es especialmente especulativa, la segunda práctica; aquella medita y decide, esta obedece y ejecuta; la estrategia traza las líneas que se deben seguir, y designa los puntos que se han de ocupar, la táctica ordena, pone en orden a las tropas y los materiales de guerra para marchar por esas líneas o tomar esos puntos; la una es el alma, la inteligencia; la otra es el cuerpo, la forma visible y palpable; en el arte bélico como en todos, el artista ha de tener sentimiento y ejecución; y el sentimiento es aquí la estrategia, la ejecución, la táctica.182
Como se puede apreciar, Villamartín, es otro famoso tratadista militar, autor de numerosas obras que ayudan a involucrarse y a entender el pensamiento militar del siglo XIX, uno de sus textos más destacados es Nociones del Arte Militar,183 que incluye temas tales como: política militar, clasificación de las guerras, moral militar, consideraciones sobre el mando, historia del arte militar, el progreso del arte militar en sus analogías con el progreso de la sociedad, elementos de estrategia, y teoría de las fuerzas, entre otros. Diversos autores han continuado abordando la definición de la acepción estrategia para ayudar y aportar al razonamiento y a la reflexión sobre sus fines. Por ejemplo, Manuel Montt Martínez las explicita en su obra La Guerra, Su Conducción Política Estratégica,184 donde se refiere a Clausewitz, al archiduque Carlos, a Jomini, Von Moltke, Von der Goltz, Von Bernhardi, entre otros. Luego, Miguel Alonso Baquer, en su texto ¿En qué consiste la estrategia?,185 incluye 29 definiciones, donde se repiten las de José Almirante y las de Manuel Montt. De igual forma es interesante su comprensión, sobre todo porque la mayoría de ellas intenta englobar a la estrategia en todos sus niveles. Por lo anterior y por estimar que divagar en las definiciones es inconducente a los fines de este capítulo, basta con reiterar y aceptar
182 Citado por Munilla Gómez, Eduardo, Introducción a la Estrategia Militar Española, Madrid: Servicio de Publicaciones del EME, 1984, pp. 39-40. 183 Disponible en la Biblioteca de la Academia de Guerra del Ejército de Chile. 184 Montt Martínez, Manuel, La Guerra, Su Conducción Política Estratégica, Santiago: Biblioteca del Oficial, 1955, p. 18. 185 Baquer, Miguel Alonso, op. cit., pp. 43-44
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la definición de Estrategia Militar mencionada en el Libro de la Defensa Nacional de Chile 1997: La estrategia militar es la ciencia y arte que aplica el conductor militar de alto nivel en la concepción y conducción de los medios puestos a su disposición, para la consecución de objetivos que contribuyen al triunfo en la guerra.
Por los múltiples textos que existen sobre estrategia, sus diferentes tratadistas, modelos, teóricos y vertientes, la mayor dificultad del presente capítulo lo ha constituido la clasificación de los temas que comprenderá, y el riesgo que significa dejar de lado a algún célebre exponente de ella, o no incluir lo esencial para ofrecer una primera aproximación representativa de sus materias. No será tarea fácil centralizarse solo en la estrategia militar, ya que la Estrategia admite que las relaciones entre sus niveles sean interdependientes, y muchas veces que sus colindes sean difusos. Pese a ello, se espera aportar una panorámica selectiva y básica sobre la Estrategia Militar, que al margen de los reglamentos o manuales vigentes, constituya una entrada temprana y complementaria al aporte que han realizado destacados tratadistas, que mejor la representan.186
4.2 Estrategia: Historia Universal No existe coincidencia entre los historiadores o tratadistas militares para referirse a los orígenes o historia de la estrategia, algunos lo hacen uniendo cronológicamente las hazañas de los grandes capitanes o generales que han existido, y otros lo efectúan basándose en las batallas más célebres de la historia militar universal. Por lo cual se ha optado por seleccionar al destacado teniente general del Ejército de Tierra de España, Antonio Martínez Teixidó, quien publicó un texto que está siendo profusamente utilizado en los estudios militares hispanos, intitulado Enciclopedia del Arte de la Guerra,187 en esta obra, el autor separa la orientación general que siguió la estrategia en diferentes periodos como sigue:
186 En el texto de Miguel Alonso Baquer, ¿En qué consiste la estrategia?, Madrid: Ministerio de Defensa, 2000, se enuncian los nombres y las obras de veinte autores de estrategia global; veintiocho de estrategia total; veintinueve de estrategia general o conjunta; y cincuenta y tres de estrategia operativa. 187 Martínez Teixidó, Antonio, Enciclopedia del Arte de la Guerra, Barcelona: Planeta, 2001.
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En la edad antigua época clásica los griegos prefirieron la estrategia de desgaste del adversario a su aniquilamiento en una batalla, ya que el griego de aquel entonces demostraba interés por la supervivencia del derrotado, para seguir arrebatándole bienes. Luego rompen con este esquema Filipo de Macedonia (382 a.C.–336 a.C.) y su hijo Alejandro Magno (356 a.C.–323 a.C.), estos impondrán las guerras de conquista por amplios espacios. Jenofonte (430 a.C.-355 a.C.) privilegió la guerra de movimiento, la explotación de situaciones favorables, el adelantamiento en la ocupación de puntos altos y el empleo de la caballería al margen del choque. Alejandro empleó una estrategia de aniquilamiento, que se basó en la persecución del enemigo y buscar la decisión en áreas que el enemigo estaba obligado a defender. Alejandro se inclinó por atacar lo más sólido del adversario. En el Imperio Romano llamaron a la falange “legión”, pero la organizaron más flexible y fácil de maniobrar. En la Roma republicana, como en Cartago, se tenía la impresión de que la seguridad del Estado estaba en peligro por el solo hecho de su proximidad con otro Estado. Por lo anterior, al cabo de un tiempo se definió la posibilidad de destruir al adversario o de pactar con él. La estrategia romana definida como “fabiana” se basó en infligir constantes ataques con fuerzas menores y obligar a la caballería a combatir en terrenos difíciles. Todo ello, combinado con el dominio del mar y la creación de segundos frentes. En la Edad Media predominó la construcción de fortificaciones (castillos, fuertes, y ciudades rodeadas de muros de protección). La influencia que produjeron las cruzadas, el enriquecimiento de los señores feudales y de las ciudades y la fiebre de construcciones que se apoderó de todas las áreas cristianas hicieron que se levantasen castillos y ciudades, que eran verdaderas fortalezas que hasta el día de hoy son de admiración de la arquitectura. Los artefactos mecánicos tuvieron un significativo uso militar, pero no se diferenciaban mucho de los que empleaban los romanos. Las guerras feudales consistían en pequeños encuentros, por lo cual no inculcaron nuevas doctrinas o modalidades de empleo de las fuerzas. La conquista de territorios se realizaba por medio de grandes expediciones. La Guerra de los Cien Años188 se inició con técnicas y métodos de la antigüedad, pero finalizó aplicando procedimientos modernos. En la táctica, la trascendencia de la caballería fue disminuyendo, y las fortalezas 188 Nombre con el que se conoce a la serie de conflictos que comenzaron en 1337 y finalizaron en 1453, y en el cual se enfrentaron las dos grandes potencias europeas de la época: Inglaterra y Francia.
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cada vez fueron siendo más vulnerables. Dos nuevas armas se hicieron más trascendentes: la infantería que pasaba a ocupar la posición principal en el combate, y la artillería, que con el empleo de la pólvora se impondría en el ataque a las fortalezas, y también en la defensa de las ciudades. La táctica feudal francesa se basaba en el empleo de combatientes seleccionados y no en una poderosa masa humana: y la caballería francesa seguía considerando la aparición de infantes en el campo de batalla como un insulto a la superioridad de su clase. Para los ingleses se trataba de batir a los caballeros franceses. Mientras la táctica francesa se basaba en desmontar al adversario, hacerlo prisionero y pedir un rescate por él, los ingleses consideraban más positivo matarlo.189 En la Edad Moderna la estrategia de situar a los ejércitos en el campo de batalla fue la característica principal. Para ello, se situaba a los ejércitos en las zonas en disputa y se sitiaban las plazas o ciudades más importantes. Este sistema era eminentemente defensivo y la batalla campal solo se daba cuando concurría otro ejército a la plaza sitiada. Las alianzas fueron otra característica de las estrategias de la Edad Moderna: el caso más significativo fue la alianza franco-otomana en el siglo XVI para hacer frente a las tropas imperiales. Ha pasado a la historia como un ejemplo paradigmático del “sistema de cerco” y “contracerco”. En el fondo, la pretensión estribaba en la búsqueda del “equilibrio de poder” para evitar una desventaja insalvable y un desenlace más dramático de lo deseado.190 Con la estrategia de situar a los ejércitos y la estrategia de las alianzas, se fueron configurando dos niveles en la estrategia. Uno más cerca de la diplomacia e intereses de los Estados, y otro más próximo a las actividades operativas de las tropas. Hasta la época Revolucionaria y de Napoleón la estrategia había consistido en desplazar a las tropas al campo de batalla para enfrentarse a las fuerzas opuestas. El genio de Napoleón cambia esta modalidad y realiza desplazamientos para obtener ventajas con anterioridad a la batalla, de tal forma de que el adversario se diera cuenta que cualquier esfuerzo sería inútil. Principalmente, el éxito de Napoleón se atribuye a una actitud mental muy superior a la del enemigo, ya que tomaba decisiones inesperadas. En el siglo XIX y después de las innovaciones napoleónicas, la forma en que los generales enfrentaban las campañas o guerras para que las condiciones les fueran favorables fue gradualmente cambiando. Las diversas voluntades que influyen en los acontecimientos tornan a la guerra en un evento de mayor complicación en el que influían, no solo las fuer189 Martínez, Antonio, op. cit., p. 105. 190 Ibídem, p. 131.
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zas, sino que otras variables, que hasta aquel entonces habían quedado postergadas. El potencial de un país pasa a ser más importante que la mera fuerza, donde tenía especial cabida la capacidad industrial, la movilización, la instrucción, la fuerza moral, y la flexibilidad y maniobrabilidad para realizar operaciones en amplios frentes: la estrategia fue evolucionando hasta convertirse en un arte/ciencia que intentaba dar las claves para afrontar una guerra de forma global.191 La Estrategia Moderna se inicia con la aceptación de que para librar grandes batallas no predominarán las fuerzas y las maniobras, sino la capacidad de movilización nacional. Para la victoria solo quedaba el recurso de ser capaz de poner en armas un ejército superior al del enemigo que pudiese sobrepasar su despliegue y envolverle por los flancos para atacar su retaguardia: nacía así la Teoría del Envolvimiento Estratégico, que se convertiría en una obsesión para el pensamiento militar alemán hasta la Segunda Guerra Mundial.192 Continuando con este recorrido, en la Primera Guerra Mundial es memorable el Plan Schlieffen, que consistía en que Alemania sacrificaría el este de la Prusia oriental y se retiraría al Bajo Vístula, en beneficio de un poderoso frente ofensivo en la frontera francesa. Cuando este plan fracasó, ambas fuerzas se establecieron a la defensiva en una línea desde Suiza hasta el Canal de la Mancha. Para desbloquear esta situación y recuperar la movilidad se orientaron las acciones en dos direcciones: la Estrategia de Desgaste y la Batalla Profunda. La Estrategia de Desgaste perseguía concentrar un importante fuego de artillería, seguido por un avance limitado de la infantería. Se pretendía de esta forma, con el mínimo de bajas hacer concurrir a las reservas para atacarlas con otra acción de fuego de la artillería y un nuevo avance limitado. De esta forma se esperaba llegar a agotar las reservas enemigas. Al fin de cuentas, esta estrategia trajo consigo una gran pérdida de vidas humanas y no obtuvo resultados decisivos. La Batalla Profunda se basaba en que el objetivo principal no era destruir a las unidades enemigas de primera línea, sino que sus puntos vitales (unidades logísticas, sistemas de mando, apoyo de fuego) que se encontraban a la retaguardia. Las experiencias en estas operaciones tuvieron gran influencia en la posterior formulación de doctrinas alemanas y soviéticas de posguerra, que daban una gran importancia a la movilidad y a la maniobra. En la Segunda Guerra Mundial está el origen del actual pensamiento estratégico occidental. Se consolida el poder aéreo, aparecen 191 Ibídem, p. 255. 192 Ibídem.
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las armas nucleares, los ejércitos se mecanizan, adquieren importancia las fuerzas conjuntas y particularmente las aeronavales y anfibias. De igual forma, queda establecida la supremacía del poder político sobre el poder militar. En 1944 los alemanes obtuvieron una capacidad de ataque sobre las ciudades y las zonas industriales enemigas: comenzó la era del misil. La construcción de las “bombas volantes” V-1 y V-2 constituyó un avance de gran trascendencia tecnológica. La Estrategia del Poder Aéreo (bombardeos estratégicos) y el ataque a las ciudades y barrios industriales enemigos obtuvieron resultados insignificantes en relación con los recursos empleados. Pero cimentaron la estrategia para el empleo definitivo de las armas nucleares. A partir del empleo de bombas nucleares en Japón el pensamiento estratégico comienza nuevamente a cambiar. Una de las innovaciones importantes de la Segunda Guerra Mundial fueron las modalidades de la Guerra Relámpago. El lugar donde mejor se experimentó esta nueva forma de emplear los recursos en la batalla fue en las llanuras rusas. En estas estepas las unidades acorazadas realizaron espectaculares penetraciones y defensivas móviles abarcando un amplio espacio según lo permitiera la movilidad y alcance de los medios mecanizados. Este empleo de los medios permanece con algunas variaciones hasta el día de hoy, y sus vulnerabilidades continúan siendo la dependencia logística y las limitaciones en algunos terrenos. La Estrategia Anfibia también tuvo variaciones radicales. El portaaviones y la proyección del poder aéreo contribuyeron decisivamente en ello. A esto se agrega la modernización de los medios de desembarco, con capacidad para trasladar al personal, como también a sus carros y el pesado equipo logístico pertinente. En la Guerra Fría y el nuevo Orden Mundial, la estrategia se centralizó en la posibilidad de empleo de los recursos nucleares y en la guerra revolucionaria como parte de la confrontación ideológica que caracterizó la bipolaridad EE.UU.-URSS. Los EE.UU. realizaron el principal aporte estratégico con la Batalla Aeroterrestre, que se basaba en la superioridad tecnológica para llegar con las fuerzas a la retaguardia del adversario, y con ello se lograba el colapso de las unidades de primera línea: la batalla aeroterrestre preveía, además, una participación más dinámica de las fuerzas terrestres, que debían emplear la iniciativa para lanzar contraataques y completar el colapso de las fuerzas enemigas. Tanto la teoría como las armas que se desarrollaron para llevarla a cabo tuvieron oportunidad de demostrar su eficacia durante la Guerra del Golfo (1991).
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Independiente del recorrido efectuado por Antonio Martínez Teixidó, se ha estimado conveniente incluir algunos sucesos históricos, que hacen manifiesta la importancia de la estrategia militar en las operaciones militares. Por ello, los ejemplos más renombrados, por la habilidad como estratega de su principal protagonista, Napoleón Bonaparte, son la Batalla de Austerlitz, y la Batalla de Waterloo, ambas consideradas como las batallas más famosas de todos los tiempos y recordadas como clásicos por los estudiosos de la Estrategia.
4.2.1 Batalla de Austerlitz en 1805 En las proximidades de la localidad de Slavkov (cerca de Brno o Brunn-República Checa), los ejércitos de los emperadores austriaco y ruso enfrentaron al gran ejército (Grande Armée) de Napoleón I, en la batalla de Austerlitz, que es recordada como la “Coronación de la Brillante Campaña Francesa de 1805 contra la Tercera Coalición”. En mayo de 1805 se inició la guerra entre Francia y la “Tercera Coalición”, que estaba formada por Rusia, Austria e Inglaterra. En aquel entonces, la mayor parte del ejército francés se encontraba a lo largo de la costa del Canal de la Mancha, alistándose para invadir Inglaterra. Pero la amenaza para el ejército francés surgió en el este, por parte de los ejércitos de los imperios ruso y austriaco, ante lo cual, en septiembre de 1805, Napoleón trasladó el ejército a la zona inmediata al río Rin, desplegando 200.000 hombres entre Maguncia y Estrasburgo y nombrándolo el “Gran Ejército” (Grande Armée), que estaba formado por 145.000 infantes y 38.000 jinetes, integrados en 7 cuerpos de ejército, cada uno a las órdenes de un mariscal francés, una gran reserva de caballería a las órdenes del mariscal Príncipe Murat y la Guardia Imperial, directamente bajo el mando de Napoleón; a ellos se les unieron más de 20.000 bávaros aliados. Napoleón, tomando la iniciativa, decide dar un primer golpe contra el ejército de 72.000 austriacos que, a las órdenes del general Mack y el archiduque Fernando, hijo del emperador Francisco II, avanzaba hacia Ulm. En un rápido avance, el Grande Armée cruzó el centro de Alemania, desde el Rin al Danubio, (25 septiembre-6 octubre), interponiéndose a la llegada de fuerzas rusas de refuerzo que esperaban los austriacos. Los franceses iniciaron el cruce del Danubio el día 7 y, durante toda la semana siguiente, Napoleón hizo converger en un enorme espiral a la mayoría de sus fuerzas sobre Ulm, mientras un cuerpo de ejército vigilaba la posible llegada del general Kutuzov por el este. El general Mack realizó en vano varios intentos de ruptura, con los mayores esfuerzos en Haslach 184
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y Elchingen. Luego, los dos comandantes austriacos se pelearon y el archiduque Fernando se separó del grueso con sus 6.000 jinetes e intentó escapar en dirección noreste, pero, cerca de Trochtelfingen, sus fuerzas fueron rodeadas y vencidas por el cuerpo de caballería de Murat. Otros 12.000 austriacos se rindieron en Neustadt. El general Mack y el resto de sus hombres (unos 27.000, tras los combates e incidentes citados), y con Napoleón a las puertas de la ciudad de Ulm desde el 14 de octubre, se rindió a los pies de los montes Michelsberg, firmando la capitulación del ejército el 20 de octubre. Los rusos, al mando del general Kutuzov, que acudían en auxilio de las fuerzas del general Mack, no se dejaron atrapar y volvieron sobre sus pasos, primero hacia el este y luego hacia el norte del Danubio, alejando más a Napoleón de sus bases. Napoleón procede a conquistar Viena el 12 de noviembre, pero Kutuzov seguía rehusando la lucha, evitando incluso dos trampas francesas tendidas por el cuerpo de caballería de Murat. Kutuzov, buscaba reunirse con las fuerzas del general Buxhowden y del zar, cerca de Olmutz, antes de volverse contra los franceses. El 20 de noviembre se efectuó la concentración de unos 85.000 soldados austro-rusos, estando presentes el emperador Francisco y el zar Alejandro I.
Fig. IV.1 Fuente: The Times, La Cartografía de la Historia. Historia de la Guerra, Madrid: HarperCollins Publishers Ltd, 2006. Elaboración: Francisco Lizama Delgado 185
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Napoleón, que había iniciado la campaña contra Mack desde sus posiciones en el río Rin con unos 210.000 hombres, estaba ahora a 720 km de ellas. El ejército bajo su mando directo se había reducido a 55.000 hombres. Las vanguardias de caballería francesa retrocedieron al contacto con las patrullas cosacas, cerca de Olmutz. Inmediatamente Napoleón evacuó la villa de Austerlitz y las alturas de Pratzen. Ante lo anterior, los aliados le ofrecieron un armisticio, a la espera de dar tiempo a que se les unieran los archiduques Carlos y Juan, que se acercaban desde el sur con otros 122.000 austriacos. El 1 de diciembre los aliados avanzaron desde Olmutz y ocuparon Pratzen. Por su parte, Napoleón recibía el refuerzo de los cuerpos de ejército I y III, de los mariscales Bernadotte y Davout, que acudían desde las guarniciones de la línea de comunicaciones de Iglau y Viena, incrementando hasta los 73.000 sus fuerzas. Napoleón ofreció como señuelo un debilitado flanco derecho a los aliados, los que estaban ansiosos por conseguir una victoria, que veían posible. Además, la victoria y la penetración aliada en esa zona, tras sus líneas, cortaría a Napoleón la retirada hacia Viena, y le dejaría aislado, en terreno hostil, rodeado de enemigos, sin refuerzos por acudir, y en enorme inferioridad numérica. Aquello era una oportunidad para el zar Alejandro, que continuamente se inmiscuía en las decisiones militares. A la derecha del despliegue francés, que se extendía unos 6 km, el general Le Grand recibió solo el esqueleto de una fuerza para mantener la línea del arroyo Goldbach y el pueblo de Zokolnitz, en la dirección de Viena, y se le prometió la ayuda de la división de Friand, del cuerpo de ejército de Davout. En el área de Santon, que fue fortificada, al norte, descansaba el flanco izquierdo francés, que estaba confiado al V cuerpo del mariscal Lannes, a parte de las tropas de Bernadotte y a una parte de la reserva de caballería, a las órdenes directas de Murat. Ambos flancos tenían una función defensiva. En el arroyo de Bosenitz, el pueblo de Puntowitz y la colina Zurland, de sur a norte, se concentraba el grueso de los cuerpos de ejército I y IV, este a las órdenes del mariscal Soult, el resto de la caballería de Murat, la división de Oudinot, la reserva de artillería del Grande Armée y la Guardia Imperial. El despliegue aliado se extendía más oblicuamente, a lo largo de unos 10 km, desde el pueblo de Aujest Markt a las alturas de Goldbach. Era fuerte en su flanco izquierdo, muy reforzado en el centro y débil en el derecho. Este último estaba cubierto de norte a sur por las fuerzas de Bragation, la caballería de Lichtenstein, concentrada junto a Austerlitz y el cuerpo de Constantine, como reserva central (la Guardia Imperial rusa, con 8.500 hombres de élite), al noreste de Krenowitz, 186
Estrategia militar
que engranaba con el cuerpo de reserva de Kollowrath, al oeste de ese pueblo. El plan de Napoleón consideraba que, cuando los aliados se hubiesen lanzado sobre el flanco derecho francés, debilitando al máximo su centro al noreste y sudeste del pueblo de Pratzen, en persecución de la apariencia creada (señuelo), el cuerpo de Soult avanzaría sobre la meseta donde se asentaba aquél, rompiendo el punto de unión del dispositivo aliado. El resto de las fuerzas que quedasen aún como reservas, penetrarían por la ruptura y envolverían hacia el norte o hacia el sur los flancos derecho o izquierdo aliados. Según el plan aliado, más de la mitad de las fuerzas aliadas, al mando del general Buxhowden, romperían el frente del arroyo Goldbach, bloquearían la carretera de Viena y avanzarían hacia el norte, despejando todas las posiciones francesas. Poco después de la ruptura, la reserva del general Kollowrath, unos 15.000 hombres, descendería de las alturas de Pratzen para apoderarse de Puntowitz, rompiendo el punto de unión de la línea francesa. Una tercera fuerza, de menos de 18.000 hombres, a las órdenes del general Bragation y del príncipe de Lichtenstein, se acercaría a Santon y fijaría allí las fuerzas francesas. Cerca de las 4 de la mañana del 2 de diciembre, los dos ejércitos comenzaron sus movimientos. Aproximadamente a las 9, con las tropas de Buxhowden totalmente empeñadas y habiendo descendido detrás de ellas una parte de la reserva de Kollowrath, situada en su centro, Napoleón ordenó el asalto de las alturas de Pratzen. Las dos divisiones del mariscal Soult ocuparon rápidamente la zona, sorprendiendo al ejército aliado. A partir de ahora se trataba de enfrentar, sin llegar a agotar las reservas, a las distintas crisis locales que emergerían. Los granaderos de Oudinot fueron enviados desde la colina Zurland a apoyar el flanco sur, donde se estaba librando la batalla principal. Bernadotte avanzó hasta el pueblo de Blaswitz, para cubrir el flanco norte de Soult. La caballería de Murat en la colina Santon tuvo que empeñarse contra la caballería de Lichtenstein, para apoyar a los novatos del cuerpo de Lannes, que vacilaban. Cerca de las 10:30 hrs. Kutuzov consiguió traer hacia Pratzen a parte de las fuerzas de su ala izquierda y Soult, atacado por tres lados, tuvo que empeñar a parte de la reserva de artillería para contener al enemigo con su fuego de abatimiento. Napoleón adelantó su cuartel general, la Guardia Imperial, y la reserva aún no empeñada, hasta Putowitz, en las faldas de Pratzen. Hacia la una de la tarde Constantine y su Guardia Imperial rusa atacaron 187
Capítulo IV
a los cansados franceses en Pratzen. La primera línea francesa cedió. La caballería de la Guardia Imperial francesa, al mando del mariscal Béssiers y del general Rapp, atacó a los rusos y los pusieron en fuga. Y Bernadotte, desde Blauswitz, envió una división en apoyo del centro. Las crisis tácticas habían sido superadas. Napoleón podía ahora rematar su triunfo y miró hacia el sur. Las fuerzas restantes de Soult, de Le Grand y de Davout y la Guardia Imperial francesa atacaron concéntricamente a los dispersos hombres de Buxhowden. Hacia las 15:30 horas todo había terminado. Por su parte, el general Bagration se retiraba de Santon y Kutuzov y los dos emperadores y sus séquitos huían desde Krenowtz y Austerlitz, protegidos por la Guardia Imperial rusa. Los franceses habían perdido el 11,4% de sus hombres, unos 1.300 muertos y 7.000 heridos y desaparecidos. Las bajas aliadas fueron de 16.000 muertos y heridos y 11.000 prisioneros ilesos, que suponían el 32% de sus fuerzas. Además, los franceses se apoderaron de 180 cañones y 45 banderas. La Tercera Coalición había desaparecido en una brillante campaña con dos batallas.
Fig. IV.2 Fuente: The Times, La Cartografía de la Historia. Historia de la Guerra, Madrid: HarperCollins Publishers Ltd, 2006. Elaboración: Francisco Lizama Delgado 188
Estrategia militar
4.2.2 Batalla de Waterloo de 1815 La Batalla de Waterloo es otro episodio célebre de la historia militar, pero donde las previsiones de Napoleón le fueron adversas. Napoleón I Bonaparte, se vio obligado a abdicar en 1814, presionado por una coalición compuesta por las principales potencias, entre las que cabe destacar a Prusia, Rusia, Gran Bretaña y Austria. Fue enviado al exilio en la isla de Elba y Luis XVIII pasó a ser el nuevo gobernante de Francia. Napoleón escapó de Elba y regresó a Francia, donde veteranos de sus anteriores campañas se unieron en torno al líder, y Bonaparte llegó a París el 20 de marzo de 1815 para asumir nuevamente el poder. Los representantes del Congreso de Viena (Prusia, Rusia, Gran Bretaña y Austria), alarmados por el regreso de Napoleón, reaccionaron rápidamente ante esta crisis, por lo cual acordaron aportar cada uno 150.000 hombres para formar un ejército conjunto que habría de concentrarse en Bélgica, cerca de la frontera francesa. Napoleón, instalado en París, tuvo noticias de este plan y decidió atacar rápidamente a los aliados en su propio terreno antes de que tuvieran tiempo de constituir su ejército. Bonaparte, movilizó a 360.000 soldados adiestrados en dos meses. Reservó la mitad de sus tropas en Francia como guarnición de seguridad y agrupó a las restantes en unidades de ataque. El 14 de junio de 1815, Napoleón alcanzó la frontera franco-belga al frente de 124.000 hombres, desplazándose con gran rapidez y en el más absoluto secreto. Otros 65.000 quedaron en posiciones de retaguardia. Al lado de la frontera belga, se encontraban dos ejércitos aliados independientes. El mayor, formado por 116.000 prusianos y sajones, comandado por el mariscal de campo prusiano Gebhard Leberecht Blücher, situado en la ciudad flamenca de Namur. Otro contingente, compuesto por 93.000 soldados británicos, holandeses y alemanes, se hallaba en Bruselas, en un puesto avanzado establecido en la localidad de QuatreBras, al mando del general británico Arthur Wellesley, que además era el comandante general de las tropas aliadas. Napoleón decidió atacar a ambos ejércitos para dividirlos y vencerlos con rapidez. Intentaría entonces hacer frente a las fuerzas rusas y austriacas que se aproximaban a Francia por el este. Para llevar a cabo su plan, distribuyó a sus hombres en dos líneas de ofensiva y un grupo de reserva estratégica formada por veteranos. El 15 de junio de 1815, Napoleón cruzó la frontera belga, lo que sorprendió al mando aliado. Después de traspasar el río Sambre, los franceses derrotaron a la vanguardia prusiana en Charleroi. Luego, Bonaparte ordenó al mariscal Michel Ney, que dirigía el ala izquierda de sus tropas, 189
Capítulo IV
atacar a una brigada de la caballería de Wellington en Quatre-Bras, 19 km al norte de Charleroi. El siguiente paso fue mandar al ala derecha, comandada por el general Emmanuel de Grouchy, atacar en el este a una brigada prusiana destacada en la ciudad de Gilly. Grouchy cumplió su misión y se adelantó hasta cerca de la localidad de Fleurus, donde estaba reunido un regimiento de Blücher. El emperador francés había conseguido situar a su ejército entre los elementos de avance de Wellington y Blücher, mientras que el grueso de sus tropas estaba ubicado de tal forma que podía dirigirse hacia el oeste, contra las fuerzas angloholandesas, o hacia el este, para atacar a las tropas prusianas. El 16 de junio Bonaparte se trasladó con sus tropas de reserva desde Charleroi hasta Fleurus. Una vez allí, asumió el mando del ejército de Grouchy y derrotó a los regimientos prusianos. A continuación, se dirigió hacia el norte de Ligny para enfrentarse a Blücher, que se había apresurado a situarse al oeste de Namur con la esperanza de interceptar a los franceses. La estrategia de Bonaparte en la acción de Ligny era coordinar su ataque a Blücher con la ofensiva de Ney en Quatre-Bras, contando con que sus fuerzas de reserva se desplazarían en apoyo del ala que lo precisara; si todo se desarrollaba según lo previsto, las reservas se dirigirían finalmente hacia el noroeste para unirse a Ney en Quatre-Bras y avanzar hacia Bruselas a fin de dividir a los dos ejércitos aliados. Cuando Ney inició su ataque sobre Quatre-Bras (16 de junio), Napoleón comenzó su ofensiva sobre las tropas de Blücher. Tras una hora en la que la batalla no se resolvía, Bonaparte envió un mensaje al mariscal Ney, ordenándole enviar su primer destacamento al frente de Ligny. El mensajero de Napoleón, en lugar de entregar la orden a través del cuartel general del mariscal Ney, la entregó directamente al general Jean Baptiste Drouet, conde D’Erlon, jefe del primer destacamento. Este se dirigió inmediatamente a Ligny. Sin embargo, cuando Ney tuvo noticia de la partida de D’Erlon, le envió un mensaje para que regresara a QuatreBras. Drouet recibió este comunicado en el momento en el que llegaba al campo de batalla de Ligny y, de nuevo obedeció las instrucciones, de manera que no tomó parte en ninguno de los dos enfrentamientos. A pesar de ello, Napoleón consiguió derrotar a Blücher. Los prusianos se retiraron al anochecer; pese a sus numerosas bajas, el grueso del ejército de Blücher permanecía en condiciones de combatir al no haber intervenido D’Erlon en la lucha. Mientras tanto, Ney, que se hallaba en Quatre-Bras, había esperado inexplicablemente varias horas a que se realizara el ataque sobre la posición anglo-holandesa; esta demora permitió a Wellington recibir el 190
Estrategia militar
refuerzo de varias divisiones de caballería e infantería. Finalmente, Ney lanzó un ataque a las dos de la tarde, pero fue bruscamente rechazado. Las sucesivas ofensivas sobre las fuerzas anglo-holandesas resultaron igualmente infructuosas, debido a la ausencia del regimiento de D’Erlon. Wellington contraatacó enérgicamente hacia las siete de la tarde y obligó a Ney a replegarse sobre la ciudad de Frasnes, situada varios kilómetros al sur de Quatre-Bras. No obstante, D’Erlon se reunió con Ney en Frasnes a las nueve de la noche. A primeras horas de la mañana del 17 de junio, un mensajero de Blücher alcanzó la posición de Wellington en Quatre-Bras y le informó de la derrota sufrida por los prusianos en Ligny. El general británico, al percatarse de la estrategia de Napoleón, se apresuró a enviar un mensaje a Blücher sugiriéndole que se dirigiera hacia el noroeste y se uniera al ejército anglo-holandés para enfrentarse así a Napoleón conjuntamente en las proximidades de la localidad de Mont-Saint-Jean, al sur de la ciudad de Waterloo. Wellington se retiró de Quatre-Bras varias horas después, dejando allí una brigada de caballería para confundir al mariscal Ney. Esa misma mañana, Bonaparte, que se encontraba en Ligny, ordenó a Grouchy perseguir al ejército de Blücher, que se batía en retirada. A continuación, envió mensajes a Frasnes en los que ordenaba a Ney atacar a Wellington. El mariscal francés, que no conocía la retirada de Wellington, no obedeció estas órdenes. Napoleón llegó a Frasnes esa tarde, asumió el mando de las fuerzas de Ney, rechazó a la brigada que guardaba Quatre-Bras y partió con su ejército en busca de Wellington. A primeras horas de la tarde, Bonaparte divisó al ejército anglo-holandés atrincherado al sur de Mont-Saint-Jean. Ambos ejércitos comenzaron a prepararse para la batalla. Durante este lapso, Grouchy no había logrado alcanzar al ejército de Blücher. Cerca de las diez de la noche del 17 de junio, las tropas de reconocimiento de Grouchy le informaron de que los prusianos, en lugar de retirarse hacia el este de Namur, se habían dirigido al noroeste, con la supuesta intención de unirse a Wellington. Grouchy mandó un mensaje para avisar a Napoleón de tal circunstancia, y este le envió la respuesta a las diez de la mañana del 18 de junio: debía intentar alcanzar a los prusianos, lo que el general francés no logró. El ejército francés y el ejército anglo-holandés se encontraban en posición de ataque en la mañana del 18 de junio. La fuerza anglo-holandesa, orientada hacia el sur, contaba con 67.000 efectivos y 156 cañones, y Blücher se había comprometido a enviar a Wellington 70.000 hombres de refuerzo a lo largo del día. Así pues, la estrategia de Wellington consistía en resistir la ofensiva de Napoleón hasta que llegaran los sol191
Capítulo IV
dados de Blücher, flanquear el ala derecha de las tropas napoleónicas y después rebasar la línea francesa. El ejército de Bonaparte, situado hacia el norte, disponía de 74.000 hombres y 246 cañones. Su plan era tomar Mont-Saint-Jean y cortar la ruta de retirada hacia Bruselas a la fuerza anglo-holandesa. De este modo, podría destruir el ejército de Wellington sin ninguna dificultad. La batalla comenzó a las 11.30 de la mañana con una acción de engaño de Napoleón en el flanco derecho de las tropas de Wellington. Tras esta maniobra, que no dio el resultado esperado, los franceses abrieron fuego para debilitar el frente central aliado. Hacia la una de la tarde, el emperador observó que las unidades de avance del ejército de Blücher se aproximaban por el este. Bonaparte envió un nuevo mensaje a Grouchy para comunicarle la situación y le ordenó atacar a los prusianos. Mientras tanto, la caballería y la infantería luchaban junto a la sierra que ocultaba al grueso de las tropas de Wellington. A las cuatro de la tarde, las tropas de avance de Blücher, que habían esperado el momento oportuno, entraron en batalla y obligaron a los franceses a retroceder unos 800 metros. Estos consiguieron retomar su posición tras un contraataque y los prusianos tuvieron que replegarse hacia el noreste 1,6 km. Poco después de las seis de la tarde, Ney avanzó hasta el centro de las fuerzas anglo-holandesas y puso en peligro toda la línea de Wellington. Pese a ello, el general británico logró rechazar a Ney. Napoleón decidió realizar entonces una ofensiva general como último recurso; envió al campo de batalla a todos los batallones de la Vieja Guardia –salvo cinco de ellos– para lanzar un ataque sobre el grueso de las fuerzas enemigas. La infantería aliada causó graves pérdidas a los franceses y reprimió la ofensiva. Napoleón reagrupó a sus fuerzas y atacó de nuevo, pero su situación era cada vez más desesperada. Hacia las ocho de la tarde, los prusianos, que habían tomado posiciones en el ala izquierda de la línea de Wellington, atravesaron el flanco derecho de los franceses provocando el pánico entre las tropas de Bonaparte. Este consiguió escapar gracias tan solo a las valientes acciones de retaguardia emprendidas por los batallones de la Vieja Guardia. Mientras las derrotadas fuerzas del emperador huían por el camino de Charleroi, Wellington y Blücher se reunieron y decidieron que las brigadas prusianas persiguieran a los franceses. Durante la noche del 18 de junio, los prusianos atacaron al enemigo y le obligaron a retroceder hasta la otra orilla del Sambre. Napoleón firmó su segunda abdicación el 22 de junio y Luis XVIII fue restaurado en el trono de Francia el 28 de junio, con lo que concluyó la etapa de los Cien Días. 192
Estrategia militar
Fig. IV.3 Fuente: http://www.nationmaster.com/encyclopedia/Battle-of-Ligny Elaboración: Francisco Lizama Delgado
La batalla de Waterloo fue una de las más cruentas de la historia moderna. El número de bajas del 18 de junio fue de 40.000 hombres en el bando francés, 15.000 en el ejército anglo-holandés y 7.000 entre los prusianos.
4.3 Modelos estratégicos “clásicos” Referirse a lo que algunos autores han llamado “modelos clásicos” de la estrategia militar, representa en alguna forma una contradicción a los fines de este capítulo (que son aportar una panorámica selectiva y básica sobre la estrategia militar, que constituya una entrada temprana y complementaria al aporte que han realizado destacados tratadistas), 193
Capítulo IV
pero ante el riesgo de no incluir “materias clásicas” de estrategia militar, se optó por hacerlo, a sabiendas que el principal error en el que puede incurrir un estratega militar, es plantear una “estrategia” basado en la diseñada por otro o en aquellas que se conocen como “clásicas”, sobre todo, porque su oponente, también las conoce. Para un artista sería lo mismo que copiar un cuadro de otro pintor ¿dónde está el arte del autor? No olvidemos, que la milicia es una ciencia y un arte, la ciencia lo constituye el aporte al conocimiento, la acumulación de ideas, los principios y la metodología en los procesos, pero el arte militar tiene que ver con las aptitudes de cada cual, para instrumentalizar su propio conocimiento en acciones y en la armonización de los medios puestos a su disposición, donde también se incluye la información geográfica y los antecedentes sobre las fuerzas y voluntades que deberá enfrentar en la batalla: El artista ilumina y penetra con el pensamiento todo el asunto que trata; el general, al contrario, marcha a través de ilusiones y desengaños continuos; todo es vago y oscuro en torno suyo; casi siempre ignora el punto en que encontrará al enemigo. Forzoso es que su genio, cerniéndose sobre el teatro de operaciones, esté dotado del don de segunda vista, y, por un movimiento de inspiración, haga brotar la certeza de la incertidumbre (…) se descubre un principio considerando bien el objeto y buscando enseguida el mejor medio de conseguirlo. Reconocidos los principios, el genio hace la aplicación y en esto consiste principalmente todo el arte de la guerra.193
4.3.1 Aproximación Indirecta Efectuada la salvedad anterior, cabe referirse a sir Basil Henry Liddell Hart (1895-1970), quien destacó por sus aportes en el uso militar del carro de combate, cuando el empleo de los medios blindados eran objeto de mucha improvisación en los campos de batalla. Se centró en el uso del carro para alcanzar la ruptura del frente enemigo, envolviendo sus posiciones, como una acción preferente a un asalto frontal de las líneas enemigas. Con el envolvimiento era posible romper las líneas de aprovisionamiento enemigas, lo que favorecía la debilitación de su resistencia. Esta idea, con el tiempo ha tenido una denominación muy obvia, “aproximación indirecta”: la idea central de esta concepción es invertir, mediante una maniobra y no con el com193 Almirante, op. cit., pp. 543 y 547.
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bate, la relación de las fuerzas opuestas antes de la prueba de la batalla. En lugar de un enfrentamiento directo, se apela a un juego más sutil destinado a compensar la inferioridad en que se halla uno de los adversarios.194 André Beaufre desarrolla en extenso la teoría de Liddell Hart, e incluso la lleva al plano superior del de las operaciones militares, llegando a afirmar: que la estrategia indirecta aparece como el arte de saber explotar lo mejor posible el estrecho margen de libertad de acción que escapa a la disuasión por las armas atómicas, obteniendo éxitos decisivos importantes pese a la limitación, a veces extrema, de los medios militares que pueden ser empleados.195 Un ejemplo histórico de la aproximación indirecta se puede observar en la Segunda Guerra Mundial, en la invasión de las fuerzas alemanas a Francia. La intención del plan alemán era simple, pero tomaba en cuenta las nuevas concepciones de la guerra con el empleo de tanques y vehículos que les permitía profundizar la movilidad, flexibilidad y concentración. Estos nuevos preceptos habían sido asumidos técnicamente por los alemanes, pero no por los franceses, que todavía perduraba en ellos el empleo de las fuerzas con un sentido más estático similar al de la Primera Guerra Mundial, para ello los franceses confiaban en la fortaleza de la Línea Maginot, como un área de máxima resistencia para cualquier tipo de fuerzas. Los alemanes dividieron sus fuerzas en tres grupos: • El grupo de Ejército “B” bajo las órdenes del general Von Bock, golpearía frontalmente al enemigo en el norte, en Holanda, con veintinueve divisiones incluyendo tres de tanques. Su misión era atraer y retener a los aliados y hacerlos pensar que el ataque principal se consolidaría en ese frente. • El grupo de Ejército “C”, al mando Von Leeb, con diecinueve divisiones, sin tanques, quedaría emplazado frente a la línea Maginot, con el propósito de retener a las divisiones francesas allí organizadas. • El grupo “A” materializaría el centro de gravedad y el peso del ataque. Penetraría con cuarenta y cinco divisiones incluyendo siete divisiones de tanques, y atacaría sorpresivamente por el 194 Beaufre, André, Introducción a la Estrategia, Madrid: Instituto de Estudios Políticos, 1965, p. 126. 195 Ibídem, p. 128.
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Capítulo IV
que se consideraba impenetrable bosque de las Ardenas, lugar menos pensado por los franceses, y por ende, donde eran más débiles las defensas. Luego, el Grupo “A” debía marchar hacia las costas del Canal de la Mancha y encerrar por la retaguardia a las fuerzas aliadas, que estarían combatiendo contra el grupo “B”. En este caso la “aproximación indirecta” se logró mediante el engaño y atracción de fuerzas; la contención de otro esfuerzo; y un esfuerzo principal que sorpresivamente se emplea por una zona imprevista, para caer a la retarguardia de las fuerzas adversarias. Los franceses poseían, en el momento de la invasión, una fuerza aérea inferior a la alemana, pero al contrario, contaban con más tanques. El problema no consistió en la calidad ni en la cantidad de medios, sino en la forma como fueron utilizados.196
4.3.2 Guerra Relámpago Otro clásico de los últimos tiempos y que forma parte de la teoría y doctrina convencional de muchos ejércitos, es la que se conoció como la “Guerra Relámpago” o “Blitzkrieg” –uno de sus principales exponentes es el militar alemán Heinz Guderian (1888-1954)–, que consistía en un ataque con un bombardeo inicial, luego el uso de fuerzas móviles atacando con velocidad y sorpresa para impedir que un enemigo pueda concretar su defensa. La Blitzkrieg recurre a la concentración de medios móviles y coordinados con fuerzas blindadas apoyadas por elementos de infantería mecanizada, fuerza aérea y artillería. En la medida de que fuera factible las fuerzas alemanas evitaban el combate directo, para interrumpir con ataques selectivos las comunicaciones, líneas de suministros, los puestos de mando, y contraer la moral del adversario. Las fuerzas que se defendían, si eran lentas y poco flexibles, no tenían muchas opciones en contra de la Blitzkrieg más que dividirse para poder combatir las fuerzas alemanas las cuales acababan rodeando y acabando con las bolsas aisladas. Se buscaba de esta manera que un ejército pequeño y profesional pudiese derrotar rápidamente y con pocas pérdidas a cualquier adversario. 196 Para mayor información se sugiere la lectura del artículo de Juan Emilio Cheyre Espinosa, las “Teorías Estratégicas de la Aproximación Indirecta y de la Estrategia Indirecta”, AA.VV., Memorial del Ejército Nº 415, Santiago: Estado Mayor General del Ejército de Chile, 1984, p. 60.
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La Segunda Guerra Mundial fue el escenario de la Blitzkrieg, gracias a una tecnología más avanzada en tanques y aviones. El 1 de septiembre de 1939 Alemania utilizó contra Polonia este método, consistente en el ataque blindado a las principales posiciones de defensa enemiga con el apoyo de la aviación. Los espacios que abrían eran utilizados por la infantería motorizada que, rápidamente, rodeaban al ejército enemigo y acababan con ellos, o simplemente lo aislaba. Mientras tanto los bombarderos destruían las ciudades, y principalmente los aeropuertos, centrales de comunicación y centros vitales. Posteriormente, para invadir Francia (1940) el plan consistió en 2 fases: el Plan Amarillo y el Plan Rojo. La primera fase tenía por objetivo los Países Bajos y Bélgica usando 2 cuerpos de paracaidistas y de fuerzas blindadas. Tres días después un cuerpo del ejército Panzer avanzó a través de las Ardenas logrando romper el frente usando apoyo aéreo. Luego este ejército se movió por la costa del Canal de la Mancha neutralizando a la Fuerza Expedicionaria Británica, algunas unidades del ejército francés y al ejército de Bélgica. Las fuerzas mecanizadas dada su rapidez lograron avanzar más velozmente que las divisiones que las seguían lo que aprovecharon las tropas británicas para contraatacar con tanques en la Batalla de Arras lo cual creó incertidumbre entre los comandantes alemanes. A pesar de esto, las unidades mecanizadas lograron avanzar hasta ser detenidas brevemente en la ciudad de Dunkerke. Esto lo aprovecharon los aliados para evacuar a sus fuerzas que corrían el riesgo de ser capturadas. La Luftwaffe trató de detener la evacuación mediante operaciones aéreas, sin embargo al final unos 300.000 soldados ingleses y franceses pudieron ser evacuados mediante la operación Dínamo. Por su parte, la Operación Plan Rojo comenzó cuando el XV Cuerpo Panzer atacó Brest en Francia mientras el XIV Cuerpo Panzer atacaba el sureste de París y el XIX Cuerpo Panzer avanzó hacia Lyon con lo cual envolvió completamente la Línea Maginot. Ante este ataque los defensores no pudieron organizar un contraataque ya que se encontraban abrumados por los alemanes. Cuando las fuerzas francesas formaban nuevas líneas de defensa se encontraban con que las unidades alemanas ya habían franqueado las posiciones. La invasión alemana de la Unión Soviética (1941) se inició con la Operación Barbarroja e implicó el uso de tácticas de rompimiento de frentes y envolvimientos usando fuerzas motorizadas con el fin de destruir las fuerzas soviéticas en el oeste y así evitar que retrocedieran al este, a los grandes espacios abiertos del país para así lograr una victoria rápida. Cuatro ejércitos Panzer cercaron y atraparon a las desorganiza197
Capítulo IV
das fuerzas soviéticas seguidos por ejércitos de infantería que completaban el movimiento y destruían a las unidades enemigas. A pesar de los éxitos iniciales de la Guerra Relámpago en 1941 los alemanes no lograron derrotar a los soviéticos antes del invierno de ese año. El ejército de la Unión Soviética pudo reagruparse atrás de la línea principal de batalla y contragolpear ya que no había sufrido ningún golpe estratégico importante a pesar de las grandes extensiones de territorio cedidas ante el Ejército alemán. Es así como pudo detener el avance alemán y derrotarlos por primera vez en la Batalla de Moscú. Para el verano de 1942 el Ejército alemán lanzó otra ofensiva esta vez al sur de la Unión Soviética hacia la ciudad de Stalingrado y los campos petrolíferos del Cáucaso. Los soviéticos tuvieron grandes pérdidas, sin embargo, por el desvío que ordenó Hitler de recursos para el ataque de Stalingrado, no pudieron ser aprovechadas por lo cual se perdió la iniciativa al desviarse los ejércitos alemanes de su plan y objetivos originales. Finalmente, respecto de la aplicación de los principios de la Guerra Relámpago, cabe indicar, que se necesitaban condiciones geográficas y meteorológicas adecuadas. El terreno debía ser preferentemente firme, plano y sin grandes obstáculos naturales o fortificaciones que impidieran el libre movimiento de las unidades. En caso de que las condiciones fueran más adversas, las tropas blindadas eran más vulnerables a contraataques. Si las condiciones atmosféricas no eran las adecuadas, el apoyo de la fuerza aérea y de la artillería sería limitado. Por otro lado se corría el riesgo de extender demasiado las líneas de abastecimiento y ante un enemigo determinado que no le importara ceder territorio como en el caso de los soviéticos la estrategia podía ser derrotada. El ejército soviético permitió que los alemanes ingresaran en su territorio para después proceder a aislarlos cortando sus líneas de suministro.197
4.3.3 Modelos estratégicos contemporáneos Una de las últimas publicaciones sobre estrategia es la de Miguel Alonso Baquer, ¿En qué consiste la estrategia?,198 donde el autor aporta un resumen de los diferentes modelos estratégicos contemporáneos, y hace una estrecha relación entre los desafíos de seguridad contemporáneos y la teoría clásica de la estrategia. 197 Información de la Segunda Guerra Mundial, disponible en: http://guerramundial. info /invasion-alemana-guerra-relámpago-blitzkrieg/. Ingreso el 15 enero 2009. 198 Baquer, Miguel Alonso, op. cit.
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En el Capítulo IV de la primera parte, se refiere a los “modelos estratégicos” contemporáneos para la acción y para la disuasión, que explicita de la siguiente manera:199 Tabla Nº 6 MODELOS ESTRATÉGICOS CONTEMPORÁNEOS (POLÍTICA MILITAR) Estrategia de la acción Al modo directo. Sin limitaciones de INTERVENCIÓN Objetivo vital
Interés: útil
Medios
LUCHA PROLONGADA (Guerrillas) Mao, Giap…
PRESIÓN DIRECTA (Milicias políticas) Maquiavelo, Hitler…
ESCASOS (El hombre)
ACCIÓN DIRECTA (Ejército de masas) Napoleón, Moltke…
APROXIMACIÓN DIRECTA (Ejércitos de oficio) Wellington, Churchill…
POTENTES (La máquina)
La lucha prolongada corresponde a una situación en la que una de las partes busca un objetivo al que considera vital con medios escasos y lo hace sin especializar sus fracciones en lucha. La presión directa es aquella situación en la que la parte que lleva la iniciativa, en principio, es poderosa y reclama al adversario débil un interés, al parecer, meramente útil y lo hace con medios de apariencia vulgar, es decir, poco formalizada en términos militares. La acción directa es aquella en que la parte que inicia las hostilidades, en principio fuerte, reclama como vital un objetivo al que se dirige con medios potentes en términos militares. En la aproximación indirecta el actor principal, siempre pendiente de alcanzar mayores capacidades, se orienta hacia intereses operativos útiles sirviéndose de medios especializados para el combate moderno. En el nivel de la política de defensa, define los siguientes modelos estratégicos contemporáneos:
199 Ibídem, pp. 40-42.
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Capítulo IV
Tabla Nº 7 MODELOS ESTRATÉGICOS CONTEMPORÁNEOS (POLÍTICA DE DEFENSA) Estrategia de la DISUASIÓN Al modo indirecto. Con limitaciones de INTERVENCIÓN SUBVERSIÓN-INSURRECCIÓN AGRESIÓN INDIRECTA (Militantes) (Partisanos) Lenin, Trotsky… Engels, Lawrence… DISUASIÓN NUCLEAR (Tecnólogos) De Gaulle, Kennedy…
DISUASIÓN CONVENCIONAL (Soldados) Kitchener, Lyautey…
ESCASOS (El hombre) POTENTES (La máquina)
La agresión indirecta corresponde a una situación en la que juega como decisiva la amenaza de intervención de un tercero (muy poderoso), en una disputa por intereses útiles entre contendientes débiles que carecen de efectivos análogos a los ejércitos regularizados. La disuasión con medios convencionales corresponde a una situación en la que la decisión de obtener ventajas, sin aperturas de hostilidades, se quiere lograr del otro mediante la demostración de la propia fortaleza siempre y solo respecto de intereses útiles. En la subversióninsurrección una parte inicialmente débil en recursos de fuerza primero agiganta lo vital de sus objetivos en brazos de una ideología totalitaria y luego subraya los abusos del poder establecido. Y finalmente, en la disuasión con medios nucleares las dos partes se prohíben mutuamente gestos de ampliación de su zona de influencia mediante la amenaza de empleo de medios de destrucción masiva. Luego, Alonso Baquer, señala que hay que saber entre qué modelos estratégicos se puede elegir antes de mostrar el que pretendemos practicar: Todos los modelos estratégicos aplicados en los dos últimos siglos tuvieron alguna capacidad para recoger en su teórico proceso de desarrollo, distintos ambientes, cambios de actitud y alteraciones de modalidad. Han sido modelos de media duración más o menos marcados por la prisa o por la paciencia de los directores de la guerra.200 200 Ibídem, p. 86.
200
Estrategia militar
Cada modelo dependerá de la opción entre las actitudes que se adopten. Más se aproximaba a la estrategia del siglo XXI el general De Gaulle, que decía que los ejércitos solo podían estar de dos formas en los teatros de operaciones: en guerra de movimientos o en guerra de posiciones: o los dos ejércitos pueden moverse (y prefieren hacerlo) o ninguno de los dos lo hace, de momento. Tales son los dos tipos más clásicos de situaciones en que se encuentra el estratega en operaciones, por mucho que prefiera otras, en movimiento o en posición, en la guerra relámpago o en la guerra de trincheras. Tales son las modalidades que mejor nos aproximan a los modelos estratégicos contemporáneos.201 Para finalizar con los modelos estratégicos clásicos, se ha estimado conveniente incluir el pensamiento del argentino Augusto Benjamín Rattenbach,202 que publicó Introducción a la Estrategia, donde hace una aproximación a la estrategia moderna, y particularmente a su naturaleza, reglas básicas, elementos, aplicación y metodología. Las reglas básicas de la estrategia, las divide en primarias y eventuales, y sobre ellas, en síntesis, señala lo siguiente: Tabla Nº 8 REGLAS BÁSICAS PRIMARIAS
SÍNTESIS
Objetivo
Fin último que genera la estrategia, la motiva y la encauza. Constituye una meta alcanzable, a la luz de los medios disponibles, de las circunstancias imperantes, de las prioridades establecidas y del esfuerzo e inversión de cualquier tipo que se está dispuesto a realizar.
Oportunidad
Es esencial para obtener el efecto deseado. Al tener la iniciativa en el empleo del tiempo se goza de libertad de acción y es posible concretar las aspiraciones con menor inversión de medios y esfuerzos.
Innovación
Diseñar y desarrollar algo nuevo para la sorpresa y la libertad de acción. Cuando se utilizan recursos conocidos el oponente sabrá qué contramedidas deberá adoptar.
201 Ibídem, p. 87. 202 Rattenbach, Augusto Benjamín, Introducción a la Estrategia, Buenos Aires: Editorial Pleamar, 1979.
201
Capítulo IV
REGLAS BÁSICAS PRIMARIAS
SÍNTESIS
Correlación entre medios y objetivo
Saber cuál es el esfuerzo que se puede realizar con los medios existentes. Conocer la realidad y las posibilidades efectivas.
Flexibilidad
Adaptarse a las variables contingencias que presenta la aplicación de una estrategia. Sin flexibilidad no hay éxito. Determinar cuándo se deberá adaptar la situación o cuándo se deberá insistir en ella.
Persistencia
Es la contraparte de la flexibilidad. Ante algunos cambios tendrá más valor sostener las decisiones, que efectuar rectificaciones.
Concentración
No disgregar la capacidad. Permite materializar el esfuerzo principal, que es el lugar y la dirección sobre las cuales el estratega aplica la mayor parte de sus medios.
Integración y coordinación
Aseguran la unidad del esfuerzo, el objetivo común y la economía en la inversión de recursos.
Riesgo
El riesgo es inmanente a la estrategia; puede y debe ser medido, a fin de valorar los peligros propios de una operación.
Control
Montar un sistema de verificaciones, que permita pulsar continuamente las operaciones en desarrollo.
Ocultamiento
No mostrar anticipadamente la intención estratégica. Facilita la sorpresa y la oportunidad. Realizar operaciones de engaño.
Sencillez
Cuantos más medios intervengan, más sencillo debe ser el plan. Si la operación es compleja, dividirla en fases para que el “todo” resulte de la suma de esfuerzos.
202
Estrategia militar
De igual forma, Augusto Rattenbach, selecciona las reglas básicas eventuales, como preceptos de aplicación eventual, condicionados a las exigencias del conflicto que se debe resolver y del objetivo a cumplir, tampoco excluye a otras que se estime pertinente.203 Tabla Nº 9 REGLAS BÁSICAS EVENTUALES
SÍNTESIS
Evitar colisiones o choques directos cada vez que se pueda o cuando convenga. No operar Eludir la acción frontal contra el lado más fuerte del enemigo, sino se trata de ubicar sus lados más débiles. Disuasión
Presentar un cuadro estratégico que intimide al enemigo. Convencer al enemigo que la lucha carece de sentido para él.
Quitar el objetivo al oponente
Quitar al oponente algún objetivo importante para él, aunque este no sea del propio interés. No olvidar que el adversario puede realizar una operación similar.
Desgastar al adversario en su interior
Combinar la maniobra exterior, con el desgaste interior del adversario, para debilitarlo tanto por dentro, que desde afuera resulte fácil obtener el éxito.
Provocar cambios en provecho propio
Preparar el terreno para crear condiciones favorables. Si el tiempo es limitado, habrá que provocar cambios parciales circunscriptos a las modificaciones computadas como esenciales.
Ceder un objetivo a favor de otro
Renunciar a algunos objetivos, para no tener que perder el más importante.
Ofrecer resistencia elástica
Si el oponente gana la delantera, ceder terreno y ganar tiempo para poder reaccionar en forma favorable
Dislocar al oponente
Actuar sorpresivamente sobre el adversario permite dislocar su dispositivo. Se requiere sorpresa, potencia, velocidad y decisión.
203 Ibídem, p. 64.
203
Capítulo IV
Si bien la perspectiva de Rattenbach podría no estar catalogada como “modelos estratégicos clásicos”, sus reglas básicas otorgan un amplio contexto para definiciones que debe tomar el estratega militar de los tiempos actuales, por ello, señala que el estratega no puede operar como antaño, ya que lo que antiguamente fue posible, hoy es prácticamente imposible. Por lo anterior, dice Rattenbach, el estratega moderno debe haberse iniciado en el área de la táctica, y saber accionar en el mediano plazo, en función del largo y operando en el corto plazo: debe ser, a su manera, un artista creador, un técnico sin esquemas, un luchador tenaz y un conductor de indiscutida personalidad y gravitación.204
4.4 Tratadistas nacionales Como se indicó anteriormente, en la literatura militar de Chile, los artículos y textos sobre estrategia son variados. Numerosos oficiales han aportado –desde su particular punto de vista– a incrementar el conocimiento o a realizar una crítica constructiva a los planteamientos de tratadistas internacionales. Por tal motivo, se mencionará a los más representativos, para que los que inician sus estudios en esta materia, conozcan las fuentes que les permitirá aumentar sus conocimientos. Las obras más destacadas al respecto son las de Manuel Montt Martínez, La Guerra. Su Conducción Política y Estratégica (1955); Carlos Prats González, La Conducción Estratégica de una Campaña y de la Guerra (1962) Bernardino Parada Moreno, Polemología Básica (1967); Luis Olivares Dysli, Disuasión, Conflicto y Estrategia (s/año); y Juan Emilio Cheyre, La Interpenetración Político-Estratégica (1986), que comentaremos a continuación. Manuel Montt Martínez publicó La Guerra. Su Conducción Política y Estratégica (1955),205 que comprende una primera parte donde trata de las relaciones entre la política y la estrategia, una segunda parte donde el tema central es la estrategia propiamente tal, y una tercera donde las materias principales son la parte operativa. En la primera, se refiere a la política de guerra, al objetivo político, a la apreciación político estratégica, a los planes de la dirección política de la guerra, y a la organización nacional y doctrina de guerra. La segunda, hace mención a los principios de la guerra, los procedimientos, la guerra 204 Ibídem, p. 125. 205 Montt Martínez, Manuel, La Guerra. Su Conducción Política y Estratégica, Santiago: Estado Mayor del Ejército, Biblioteca del Oficial, Volumen XVI, 1955.
204
Estrategia militar
terrestre, naval y aérea, a la maniobra, la guerra a objetivo limitado, las interferencias en la conducción estratégica, la apreciación de situación estratégica y los planes. En la parte operativa, se refiere a la movilización, concentración, despliegue estratégico, cobertura y a la batalla propiamente tal. El libro de Manuel Montt M., ha sido profusamente utilizado en la formación de los oficiales de Estado Mayor del Ejército de Chile, y sus planteamientos teóricos acerca de la conducción política y estratégica, han predominado en la doctrina militar chilena, donde muchos de sus preceptos tienen hoy plena validez. Manuel Montt escribió este libro influenciado por las experiencias que trajo consigo el término de la Segunda Guerra Mundial, y sobre todo por sus observaciones de la relación entre los que conducen políticamente la guerra y los que conducen las tropas que van a la batalla: la conducción política de la guerra, requiere, de parte de los antecedentes estatales, un conocimiento suficiente de lo que a cada uno de los ejecutantes se le puede pedir. Por ejemplo, una noción de las posibilidades estratégicas. La conducción estratégica, por su parte, requiere de los militares una noción de lo que sus acciones producirán como efecto en la escala nacional.206 Por ello, M. Montt, indica que la política penetrará en los dominios de la estrategia mientras más técnico en conducción militar sea o quiera ser el conductor político, y la estrategia penetrará en el campo político cuanto más sea la preparación y prestigio del conductor militar. En la II parte de su obra, que denomina Conducción de la Guerra, incluye dos capítulos que no pueden estar ausentes en este texto, ya que han sido profusamente citados y diferentemente interpretados en los autores que lo han sucedido: los principios de la guerra y los tipos de maniobras estratégicas. M. Montt indica que los principios de la guerra es una materia difícil de tratar por los diferentes criterios que al respecto existen y advierte: la guerra por su naturaleza no puede hacerse por un manual de reglas. Los principios son la esencia de la guerra, pero como ella también es arte, no se podrán aplicar rígida y mecánicamente sin exponerse a ser derrotados por un adversario que proceda con más arte o ingenio.207 Luego, y después de comentar a Napoleón, Lidell Hart, Clausewitz, Foch, y a Culman, define –en el nivel estratégico– los siguientes objetivos estratégicos de la guerra:
206 Ibídem, (Prólogo de Óscar Herrera Jarpa). 207 Ibídem, p. 91.
205
Capítulo IV
Tabla Nº 10 Nº
OBJETIVO
EXPLICACIÓN
Mantenimiento del objetivo
Determinar y mantener la razón por la cual se ha tomado tan extremo camino. En cada nivel de la conducción existirán objetivos y cada uno será diferente, pero todos encadenados sirven cada uno de ellos al propósito del escalón superior.
Concentración
Formación de una masa. La masa significa reunión de las fuerzas donde también está incluido el mando, la disciplina, la moral y la administración. Una fuerza se considera concentrada cuando sus unidades subordinadas pueden concurrir a la batalla sin peligro de ser batidas en detalle.
Economía de fuerzas
El máximo de fuerzas en el lugar de la decisión y el mínimo en lugares secundarios. No solo se refiere a los aspectos cuantitativos, sino también a los cualitativos. Ser superior en el lugar y momento de la decisión.
4
Sorpresa
Crear una situación inesperada, para la cual el enemigo no está preparado y ante la cual debe improvisar. Puede ser estratégica, táctica y técnica. La sorpresa es más fácil de obtener en el nivel táctico que en el estratégico.
5
Seguridad
Permite evitar la sorpresa y otorga libertad de acción.
Ofensiva
La esencia de la guerra es la violencia y la ofensiva es la acción que busca al adversario con la intención de destruirlo. Requiere libertad de acción, normalmente medios superiores y un eficiente sistema de mando y control (conducción).
Movilidad
El movimiento (rápido) permite conformar la masa, materializar una economía de fuerzas, permite la sorpresa e impulsa la ofensiva. No basta con moverse, sino que es necesario hacerlo velozmente.
1
2
3
6
7
206
Estrategia militar
Nº
OBJETIVO
EXPLICACIÓN
8
Libertad de acción
Posibilidad de actuar con entera libertad, sin estar supeditado por el adversario o por alguna situación de las propias fuerzas.
9
Cooperación
Principio de unión, de simultaneidad de esfuerzos y de armonía con el conjunto. Fusión de todas las voluntades.
10
Simplicidad
En la guerra lo sencillo es difícil y lo complicado es imposible. Principalmente se refiere a las concepciones estratégicas.
11
Secreto en las operaciones
Mantener la incertidumbre en el enemigo. Facilita la sorpresa y la seguridad.
Los principios de la guerra son fruto de la experiencia de los grandes capitanes y de los célebres ejemplos de batallas históricas, indican formas de proceder para crear condiciones favorables para el éxito, no aseguran la victoria, pero su omisión aumenta las posibilidades de fracaso. Son un guía en el campo de lo desconocido: No siempre sería, ni aún aconsejable emplear todos los principios de la guerra, simultáneamente. Muchas veces habrá que dejar de mano alguno o varios de ellos aceptando ciertos riesgos propios de la naturaleza de la guerra. En tal caso, tendrá gran valor la personalidad del jefe.208
En el Capítulo XIV de la II parte, M. Montt se refiere a las maniobras en general, y en particular a las que se han denominado “clásicas”. En primer lugar analiza el significado de una maniobra en el nivel estratégico, indicando que estas son la suma de movimientos de una forma operativa a fin de crear una situación favorable para alcanzar cierto objetivo estratégico: la maniobra estratégica creada para resolver el problema de la guerra da lugar muchas veces a maniobras estratégicas particulares con parte de las fuerzas dentro de los teatros de operaciones.209 Luego, se refiere a las maniobras clásicas de la siguiente forma según se aprecia en tabla Nº 11.
208 Ibídem, p. 104. 209 Ibídem, p. 156.
207
Capítulo IV
Tabla Nº 11 Nº
TIPOS DE MANIOBRAS
EXPLICACIÓN
Línea interior
Maniobra de una fuerza colocada frente a un adversario dividido en dos o más núcleos. Consiste en buscar el aniquilamiento del adversario batiendo en forma sucesiva cada uno de los núcleos que presenta.
Línea exterior
Maniobra de dos o más fuerzas colocadas en la periferia del adversario, que atacan en forma coordinada al adversario que ocupa la posición central (maniobra convergente).
Envolvente
Es la que realiza una fuerza que actúa ofensivamente y choca con un frente defensivo adversario, y al no convenirle el ataque frontal, desborda sus alas para atacar puntos menos fuertes que el frente, tales como la espalda, los flancos o las comunicaciones del dispositivo.
4
Ruptura
Romper mediante una ofensiva poderosa el frente adversario para continuar hacia la profundidad. Principal exponente: Alfred von Schlieffen (1833-1913).
5
Defensiva tenaz
Esperar al adversario en un terreno propicio, conocido y próximo a las bases, para frustrar su ataque.
Defensiva en retirada
Tiene el propósito de desgastar física y moralmente al adversario en un espacio de mucha profundidad, el que se aprovecha para ir frustrando todos los ataques enemigos mediante retiradas sucesivas. Principal exponente: Mariscal de Campo francés, Ferdinand Foch (1851–1929). Publicó: Los Principios de la Guerra en 1903, y Sobre el Desarrollo de la Guerra en 1904.
1
2
3
6
En 1962, y bajo la influencia de Manuel Montt, el ex Comandante en Jefe del Ejército –en aquel entonces con el grado de teniente coronel– Carlos Prats González obtuvo el Primer Premio en el Concurso 208
Estrategia militar
Literario Militar de 1961, y al año siguiente publicó su obra en un Memorial del Ejército bajo el título “La Conducción Estratégica de una Campaña (en un Teatro de Operaciones) y de la Guerra”.210 En este texto se refiere a los aspectos teóricos de la conducción de una campaña y de la guerra, lo que matiza con algunos ejemplos históricos. Se refiere en extenso a la conducción de las fuerzas en la preparación y ejecución de las campañas, a la preparación y conducción estratégica de la guerra. Además incluye 12 anexos complementarios sobre la guerra contemporánea, política de seguridad nacional, documentos de planificación primarios y secundarios, etcétera.211 El mismo año, el autor aludido publica una versión similar en la Colección de la Biblioteca del Ejército de Colombia, Volumen Nº 10, agosto de 1962. Con posterioridad a la obra de M. Montt, se publica el texto Polemología Básica, del general Bernardino Parada Moreno,212 quien al momento de su publicación era Comandante en Jefe del Ejército. Su obra sobre las leyes y principios de la guerra constituye una de los aportes más significativos a las ciencias militares que existe en la literatura militar chilena del siglo XX, y sus reflexiones se han irradiado y constituido referente académico en Latinoamérica. En los capítulos II, III y IV analiza las que ha denominado tres leyes y principios de la conducción, que se resumen en la tabla Nº 12:
210 Prats González, Carlos, “La Conducción Estratégica de una Campaña (en un Teatro de Operaciones) y de la Guerra”, Memorial del Ejército Nº 306-7, Santiago: Departamento Comunicacional del Ejército de Chile, 1962. 211 Según el profesor de Historia Militar y Estrategia de la Academia de Guerra, coronel Gabriel Rivera Vivanco, la publicación de Carlos Prats G., constituye el origen y pilar básico del Reglamento de Conducción Estratégica del Ejército de Chile, que con las correspondientes modificaciones estuvo vigente hasta el 2007. 212 Parada Moreno, Bernardino, Polemología Básica, Santiago: Estado Mayor del Ejército de Chile, Biblioteca del Oficial, 1967.
209
Capítulo IV
Tabla Nº 12 Nº
LEY
PRINCIPIOS DERIVADOS Superioridad en la ofensiva Fijación del enemigo en la ofensiva
1
LEY DE LA IMPULSIÓN
Elasticidad en la defensiva Reservas en la defensiva Escalonamiento ofensivo Economía de las fuerzas
2
LEY DE MASA
Centro de gravedad en la ofensiva Reunión de los medios Decisión por ruptura y envolvimiento Sorpresa y seguridad
3
LEY DE SUPERVIVENCIA
Libertad de acción Tenacidad
El general B. Parada agrupa en tres leyes esenciales (impulsiónmasa-supervivencia) una serie de principios que se derivan de cada una de ellas, y que se sustentan en las grandes batallas de la historia militar universal y en su experiencia como soldado. Claramente eso sí advierte: la base de la formación del conductor militar está sugerida a través del dominio de leyes inmutables de la ciencia de la conducción. De este modo podrán cambiar las tácticas, los procedimientos y los materiales todo lo que se quiera: perdurarán los dictados de esas leyes naturales y de sus principios derivados, constituyendo ellos –su conocimiento y asimilación– el punto de apoyo del oficial no solo para su rápida adaptación a los cambios de táctica y procedimientos en el curso de su carrera, sino para crear e inventar él mismo, otros modos de acción sin caer en “errores de principio”, tan frecuentes como peligrosos para la doctrina de instrucción de un ejército.213 Finalmente, se ha estimado conveniente incluir dos obras más, que no están directamente relacionadas con el nivel de la conducción de la estrategia militar propiamente tal, pero que constituyen un desta213 Ibídem, p. 20.
210
Estrategia militar
cado aporte a la estrategia general, por lo cual, al menos es necesario señalarlas. La primera de ellas es la de Luis Olivares Dysli Disuasión, Conflicto y Estrategia (s/año), donde el autor en extenso se refiere a las principales características y definiciones de la disuasión, sus niveles, escalada, principios, desarme, proliferación nuclear, y el rol del Estado y de los diferentes campos de acción. La obra de Luis Olivares está convenientemente ejemplarizada con situaciones internacionales propias de los tiempos de la Guerra Fría, y es un importante enfoque realista de las relaciones internacionales de aquel entonces. Incluye las opiniones de importantes tratadistas internacionales como André Beaufre, J.F.C. Fuller, Heinz Guderian, Liddell Hart y Arnold Toynbee entre otros. De igual forma, muchas de sus aseveraciones y definiciones todavía están vigentes y son un gran aporte en los estudios que realizan los estados mayores. La segunda obra es la del ex Comandante en Jefe del Ejército Juan Emilio Cheyre Espinosa La Interpenetración Político-Estratégica (1986), donde el autor efectúa una revisión teórica de la guerra y su relación con la política y la estrategia, luego define la interacción de lo político y lo estratégico en la preparación y ejecución de las crisis y conflictos, para llegar a definir los ámbitos de acción de la política y de la estrategia, de tal forma de llegar a establecer un sistema de decisiones al más alto nivel en la conducción de crisis y conflictos. El general Juan Emilio Cheyre señala que se produce una interpenetración político-estratégica en la acción de la máxima autoridad del Estado y de sus principales asesores cuando esta se orienta a decidir y a actuar en asuntos que por sus características tipifiquen relaciones contrapuestas y objetivos antagónicos de un Estado-nación con otro actor, independiente del tipo de acción y de los medios que las desarrollen o lleven a cabo: esta interpretación exige aceptar una visión estratégica en la política y asimismo obliga a considerar aspectos políticos en la estrategia.214
4.4.1 Otros autores nacionales Además de los textos mencionados, diversos oficiales han analizado algunas teorías o han aportado una perspectiva diferente mediante artículos o estudios específicos. No es posible enunciarlos a
214 Cheyre Espinosa, Juan Emilio, La Interpenetración Político-Estratégica: Santiago: Ejército de Chile, 1986, p. 92.
211
Capítulo IV
todos, por lo cual se hará mención solo a los que tienen una relación más directa con la estrategia militar que nos ocupa. En el Memorial Nº 166 de 1940 se publicó un artículo denominado “La Estrategia de Aniquilamiento”,215 que indica que el creador de la teoría de la batalla de aniquilamiento es el conde Schlieffen, ya que nadie ignora que él había tomado por su tipo de su maniobra favorita la batalla de Cannas. Sus discípulos, los generales alemanes, heredaron las ideas de Schlieffen, que consistía en el envolvimiento del enemigo por las dos alas a la vez y un cerco total.216 La aplicación del método del doble envolvimiento ha conducido a los alemanes a éxitos completos: en Tannenberg, en 1914 y en Augusto, a comienzos de 1915, el diunvirato Hindenburg Ludendorff ha embestido y capturado la casi totalidad de las fuerzas rusas que se le oponían; en Polonia, en la reciente guerra, la tenaza de las tropas alemanas, desarrollándose sobre un inmenso perímetro se han estrechado alrededor de la parte más importante de las tropas polacas. En el Memorial Nº 222 de 1948 se publicó un artículo denominado “La Ciencia y la Estrategia”,217 donde señala que se entenderá por gran estrategia o estrategia general, a la “suma de principios con los cuales, y con la ayuda de los medios adecuados, se asegura la vida del Estado y del pueblo”, como asimismo que este se fundamenta en la historia, en la táctica y en otras ciencias, y su alcance ha aumentado en la actualidad, incluyendo la economía, la sociología, la técnica industrial, etc. Los factores que engloba, constituyen tres grupos fundamentales correspondientes a las tres fuerzas estatales: la fuerza militar, la política y la económica, en perfecta armonía y compenetración entre sí.
215 Memorial del Ejército Nº 166, AA.VV., “Estrategia de Aniquilamiento”, Santiago: Estado Mayor General del Ejército de Chile, 1940, p. 91. 216 La batalla de Cannas (216 a. C), se realizó entre el ejército púnico, comandado por Aníbal, y las tropas romanas, dirigidas por los cónsules Cayo Terencio Varrón y Lucio Emilio Paulo, en el marco de la Segunda Guerra Púnica. Ha sido uno de los principales eventos de táctica militar en la historia, y la más grande derrota de la historia de Roma. Los romanos se enfrentaron a Aníbal con su ala derecha desplegada cerca del río Aufidus (río Ofanto), los romanos colocaron a su caballería en los flancos y agruparon su infantería pesada en el centro, en una formación con mayor profundidad de lo normal. Para contrarrestar ese plan, Aníbal utilizó una táctica de “tenaza”. Colocó a la infantería en el centro, con los flancos compuestos de caballería cartaginesa, sus líneas fueron adoptando una forma de luna creciente, haciendo avanzar a sus tropas veteranas de los laterales. 217 Hijar, José, “La Ciencia y Estrategia” AA.VV. Memorial del Ejército Nº 222, Santiago: Estado Mayor General del Ejército de Chile, 1948, p. 58.
212
Estrategia militar
En 1958 se publicó un interesante artículo de Renato Leiva Opazo, que se tituló “Los Principios de la Estrategia”,218 donde dice que la aplicación de las leyes se realiza sobre hechos que se producen en circunstancias semejantes o idénticas y que provocan resultados rigurosamente iguales. Nada más ilógico que el apoyarse en fórmulas o curvas exactas para demostrar la validez de los principios de la conducción. Ciencias como la Estrategia no pueden medir cuantitativamente las relaciones entre causa y efecto, por tener que basarse solamente en las cualidades de los hechos históricos y a una ciencia cualitativa no es posible exigirle, aún, expresiones de forma métrica o de carácter absoluto. Reconocemos y aceptamos, pues, la razón del empleo del término “principios” para referirnos al fundamento de la ciencia de la Estrategia, pero como hemos citado autores que solo se refieren a la ciencia o arte de la guerra, creemos que será perdonable nuestra redundancia al agregar algunas palabras a lo que ya hemos dicho para justificar nuestro abandono de los conceptos de ciencia o arte de la guerra e inclinarnos hacia el de belicología y, dentro de ella, dedicar nuestro esfuerzo al estudio de la Estrategia. Luego, Renato Leiva enuncia a una serie de tratadistas militares que han estipulado diferentes principios de la estrategia, para llegar a concluir que los “principios de la Estrategia” son los fundamentos en que se basa esta ciencia y se expresan por la síntesis de las normas para la conducción y empleo de los potenciales. Sin embargo, recordamos que Augusto Comte dijo: “Todo es relativo; he aquí el único principio absoluto” y convencidos de la fuerza de su sentencia repetimos las palabras de Antonio Fernández de Rotta y Tournan: “El que crea haber hallado algo absoluto, es porque no posee espíritu crítico, sino que, por el contrario, es un ser superficial que no penetra más allá de la superficie de las cosas”. Y, finalmente, R. Leiva asevera que desde su punto de vista los principios de la estrategia militar son: El objetivo, la superioridad y la seguridad. En 1960, Renato Laso Jarpa publicó “Conceptos Estratégicos Básicos”,219 que tiene el mérito de explicitar una serie de conceptos teóricos que a la fecha del artículo no se definían por completo, tales como: objetivo estratégico, generalidades sobre los diferentes tipos de objetivos, objetivo general de las FAs, objetivos parciales, clasificación 218 Leiva Opazo, Renato, “Los Principios de la Estrategia”, AA.VV., Memorial del Ejército Nº 250, Santiago: Estado Mayor General del Ejército de Chile, 1958, p. 8. 219 Laso Jarpa, Renato, “Conceptos Estratégicos Básicos”, AA.VV., Memorial del Ejército Nº 297, Santiago: Estado Mayor General del Ejército de Chile, 1960, p. 27.
213
Capítulo IV
de los objetivos, nacimiento de los objetivos estratégicos, teatros de guerra, teatros de operaciones, clasificación de los teatros, concepto naval, concepto aéreo, líneas de operaciones, bases de operaciones, y líneas de comunicaciones. En el Memorial Nº 295 de 1960 se publicó un artículo denominado “Política Estrategia y Técnica”,220 donde se expone la idea de que occidente sucumbirá por parálisis atómica, si no tiene el valor y la fuerza de retroceder en busca de la ruta perdida; para Miksche, esta ruta no es otra que la de las fuerzas y armamentos tradicionales, pero adaptados y suficientemente desarrollados para que puedan cumplir el papel a que están destinados. El armamento atómico es una especie de “línea Maginot” al estilo moderno, tan rígida e incompleta como ella, ya que la defensa europea puede ser –y lo está siendo– envuelta por el norte de África, plataforma desde la cual la acción antioccidental puede fácilmente extenderse a través del Atlántico. Luego agrega una clasificación de las armas atómicas: 1. Armas estratégicas –instrumentos de la guerra total– para actuar profundamente en el interior, sobre los centros neurálgicos del adversario, sea por bombardeos aéreos, sea por cohetes de gran tamaño. 2. Armas tácticas destinadas a ser empleadas en las zonas de operaciones, como apoyo a las fuerzas terrestres. Parece indispensable establecer la relación entre las dos categorías y, en consecuencia, insistir en cosas ya dichas. La guerra atómica es una lucha conducida con medios demasiado rígidos. La potencia explosiva de esos medios es prácticamente ilimitada, por lo que es ilusorio tratar de limitarlos en sus valores mínimos. En el mismo Memorial, se publicó un artículo de Hernán Toledo denominado “Clausewitz su obra”,221 donde en lo esencial describe quién era Clausewitz, su vida militar, sus publicaciones, la actitud mental, la valorización de los conceptos militares, la importancia de la inteligencia, el análisis y estimación de los factores morales, y la perspectiva de Clausewitz visto por Liddell Hart. 220 Lira, Gabriel, “Política Estrategia y Técnica”, AA.VV., Memorial del Ejército Nº 295, Santiago: Estado Mayor General del Ejército de Chile, 1960, p. 51. 221 Toledo C., Hernán, “Clausewitz y su obra”, AA.VV. Memorial del Ejército Nº 295, Santiago: Estado Mayor General del Ejército de Chile, 1960, p. 64.
214
Estrategia militar
Gabriel Lira señala que Clausewitz considera “la sorpresa” como un elemento fundamental de la conducción de la guerra: ella es más o menos la base de todas las acciones, pues sin ella la superioridad de medios en el punto decisivo no se puede obtener. Pero la frase de Lidell Hart: Engañar al enemigo es el objetivo de la Estrategia significa lo mismo. La sorpresa según Clausewitz y la aproximación indirecta tal como lo comprende Lidell Hart, tienen ambas el mismo efecto, que es turbar intelectualmente al adversario y de trastornar sus disposiciones. En fin, Lidell Hart escribe: La contribución más importante de Clausewitz a la teoría de la guerra ha sido reconocer la importancia de los factores psicológicos. Él eleva la voz contra las escuelas de estrategia “geométrica” que florecían en su época, y demuestra que las fuerzas psíquicas son infinitamente más importantes que las líneas y los ángulos bajo los cuales están comprendidas las operaciones. También ha discernido con una rara penetración los efectos del miedo y de la fatiga; el valor de la audacia y de la firmeza en las resoluciones. Todo esto prueba que nuestra época no ha descubierto los aspectos psicológicos de la guerra, sino que Clausewitz les ha visto muy bien antes que nosotros, puesto que estima mucho más las fuerzas espirituales y las virtudes militares que el armamento y el equipo. En nuestra era atómica, la técnica no podrá ocupar todo el campo; el hombre que piensa no podrá ser reemplazado por la máquina; uno y otro se complementan, y el hombre mantiene el primer lugar. Eminentes capacidades intelectuales son necesarias para emplear los mecanismos infinitamente complejos de la guerra, y para exaltar las fuerzas morales necesarias antes de los efectos de las armas atómicas; aún hoy, en caso de guerra, las fuerzas armadas que quieran pretender la victoria deberán ser superiores, no solo material, sino intelectual y moralmente. En el Memorial Nº 355 de 1970 se difundió un artículo denominado “Fundamentos de la Estrategia”,222 donde se señala que la estrategia es un concepto muy usado, principalmente en el campo militar, pero que frente a un examen más detenido no ofrece una significación totalmente inequívoca. Las siguientes definiciones, tomadas de diferentes diccionarios militares alemanes muestran claramente esta dificultad: Estrategia es aquella parte principal del arte de la guerra, que se ocupa de la preparación, planificación y conducción de la guerra, tanto en forma total, como de cada una de sus campañas. La Estrategia de-
222 von Klaus Goldschmidt, “Fundamentos de la Estrategia”, AA.VV., Memorial del Ejército Nº 355, Santiago: Estado Mayor General del Ejército de Chile, 1970, p. 70.
215
Capítulo IV
pende de la Política en forma inmediata y está subordinada a ella. Esta definición caracteriza a la Estrategia Militar como parte de la Política. Otra definición dice que la Estrategia es la enseñanza sobre la acción combinada de los órganos supremos de conducción política, económica y militar de uno o varios Estados, con la finalidad de explotar todo el potencial disponible hasta un grado tal que permita imponer al enemigo nuestra voluntad. En esta definición, el concepto de estrategia debe entenderse en el sentido de una estrategia global, que sobrepasa lo meramente militar. Entre ambos extremos hay una variedad de interpretaciones de este concepto. Por otra parte, al analizar el componente puramente militar de la Estrategia, se concluye que: Estrategia Militar es la ciencia y doctrina de empleo de las fuerzas armadas en el marco de la estrategia global a que está subordinada. Así, pues, la Estrategia Militar cumple dos tareas, a semejanza de otras estrategias parciales. Por un lado, es parte integrante de la estrategia global, y por otro, es responsable del desarrollo y aplicación de las concepciones estratégicas en el campo de acción de las fuerzas armadas. En 1975, se publicó el artículo de René Pérez Negrete, “Estrategia de la Guerra Limitada”,223 donde señala que los jefes de Estado Mayor conjunto norteamericanos definieron la guerra limitada diciendo que “es un conflicto armado que no llega a constituir una guerra general, exclusive de incidentes, que envuelve el combate abierto de fuerzas militares de dos o más naciones”. A mi modo de ver, dice René Pérez, esta definición es poco clara, muy general y ambigua, pero ello se comprende si pensamos que definir la guerra limitada desde un punto de vista meramente militar es muy difícil y menos con las condiciones modernas que la enmarcan. Podemos pensar en muchos tipos de guerra limitada; puede ser una guerra limitada a una región geográfica definida o una guerra que no utilice todos los sistemas de armas disponibles (por ejemplo, abstenerse del empleo de armas nucleares). Puede ser una guerra que utilice todo el sistema de armas, pero limite su empleo contra objetivos específicos. Pero estas definiciones militares no parecen adecuadas por sí mismas, pues una guerra puede limitarse a un área geográfica determinada y exigir el empleo de todos los recursos nacionales, haciéndola total en este aspecto (Francia en la I G. M.). El hecho que no se empleen las armas más destructivas o que el poder de las mismas sea pequeño, no garantiza un sufrimiento limitado (en la Guerra de los 30 años: Ale223 PÉREZ Negrete, René, “Estrategia de la Guerra Limitada”, AA.VV., Memorial del Ejército Nº 383, Santiago: Estado Mayor General del Ejército de Chile, 1975, p. 23.
216
Estrategia militar
mania redujo su población en un 30%). Incluso, si se librara una nueva Guerra Mundial con armas convencionales, el número de bajas sería enorme, ya que la potencia de dichas armas ha aumentado de 5 a 10 veces desde la II G. M. En cualquiera de los casos expuestos y basándose en consideraciones puramente militares, “es seguro que será la guerra total: el deseo de convertir en indefenso al enemigo”, según las palabras de Henry Kissinger. René Pérez sostiene que la guerra limitada se sostiene por objetivos políticos específicos, los cuales, por su existencia misma, tienden a establecer una relación entre la fuerza empleada y la meta por alcanzar. Refleja un intento por “influir” en la voluntad del enemigo, no de aplastarla, de hacer que las condiciones a imponer parezcan más atractivas que la continuación de la resistencia, de luchar por objetivos específicos y no por el aniquilamiento completo. Característica distintiva de la guerra limitada es el hecho que no tiene una solución puramente militar, razón por la cual la dirección política debe asumir la responsabilidad de la definición de la armazón dentro de la cual los militares deberán desarrollar sus planes. Por doctrina, nosotros tendemos a planificar la obtención de la victoria final, la derrota del adversario sin condiciones, su destrucción total. Por ello, si planificamos la guerra limitada solo como “pequeñas guerras totales”, por falta de claridad o de oportunidad de la dirección política, y esta, se niega a emprender cualquier acción militar que pueda desembocar en una guerra general. Finalmente, René Pérez concluye indicando que el equilibrio nuclear entre las grandes potencias antagónicas, así como el significado que tendría su empleo, no solo para ellos sino para la humanidad entera, hace que se mantengan en una mutua disuasión de recurrir a este medio para lograr sus fines político-estratégicos. Luego, recurrirán a guerras convencionales y de insurgencia entre países menores para obtener sus propios objetivos. Como corolario, se puede afirmar que a medida que crece la potencia de las armas, la amenaza de la guerra total pierde su credibilidad y, por lo tanto, su efectividad política. Que la guerra limitada actual se ve a nivel de las grandes potencias, pues los pequeños países beligerantes emplean todo su potencial humano y económico en el conflicto, el que para ellos es una guerra ilimitada. En el Memorial Nº 397 de 1978 se publicó un artículo de Jaime Concha Pantoja denominado “Nuevas Dimensiones de la Estrategia”,224 224 Concha Pantoja, Jaime, “Nuevas Dimensiones de la Estrategia”, AA.VV., Memorial del Ejército Nº 397, Santiago: Estado Mayor General del Ejército de Chile, 1978, p. 88.
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Capítulo IV
donde se asevera que ha quedado comprobado que la Estrategia no constituye una doctrina, ciencia o arte rígido, un sombrero o traje que se adapte a todas. Ante este cuadro surgen teorías, muchas de ellas basadas más en la intuición que en la investigación, o en verdades científicamente comprobadas. La Estrategia no ha sido ajena a esto. Sin embargo, dada la diversidad de definiciones, aplicaciones o usos de esta disciplina, los autores que han intentado esclarecer la maraña descrita, han logrado más confundir que guiar al auditorio y a los estudiosos del tema. Según Churchill, mientras más alto el escalón de conducción más estrecha es la diferencia entre la estrategia y la política hasta que finalmente tienden a ser una sola cosa. Esta afirmación es cierta solamente desde un punto de vista sectorial; aparentemente la gradación de tonos entre política y estrategia se confunden, pero no hay que olvidar que sus misiones son fundamentalmente distintas. La Política determina los grandes objetivos, la Estrategia es la herramienta, la ciencia de la acción para lograrlos. La Política es la que orienta, la Estrategia ejecuta, así no “ponemos el arado delante de los bueyes”. (L. Hart) Para Morgenthau, la estrategia más elevada combina la política y las armas de la nación, de tal manera que la guerra es innecesaria o se hace con las máximas posibilidades de lograr la victoria. De todos los campos donde actúa la estrategia el más concreto parece ser precisamente el militar (léase también institucional). Existe un enemigo más o menos claro, tenemos nuestras propias fuerzas y un objetivo que no es otro que la destrucción de este adversario. Se definen como modos estratégicos la estrategia directa y la estrategia indirecta. La directa corresponde a la búsqueda de la decisión o disuasión teniendo como base el empleo o la existencia de las fuerzas militares, como medio principal. Corresponde a la idea clausewiana y ha inspirado a los conductores de la I y II Guerra Mundial. La estrategia indirecta se refiere a las formas de conflictos que no buscan directamente la decisión mediante el empleo de la fuerza militar, sino a través de procedimientos menos directos. Puede actuar en el orden político o económico, incluso también en el orden militar, mediante acciones cortadas por negociaciones. Este tipo de estrategia es la que ha inspirado especialmente a las superpotencias desde que la amenaza de guerra integral de modo directo puede conducir a catástrofes difíciles de controlar. Finalmente, Jaime Concha Pantoja concluye su artículo indicando que la estrategia indirecta ha constituido una antigua solución cuyos principios recién en la época moderna han sido enunciados, y científicamente estudiados, considerando la paralización de la estrategia directa 218
Estrategia militar
en el plano internacional. A medida que la estrategia nuclear se desarrolla, la estrategia indirecta seguirá su ritmo de empleo. La clave, como en toda estrategia, es la lucha por la libertad de acción. Sin embargo, la fuerza continúa siendo un factor importantísimo que no es nunca nulo. De ser así no habría estrategia posible. Esta fuerza, éticamente, no es buena o mala intrínsecamente hablando. Ello depende de la política que la emplea. La política y los modelos estratégicos representan diversos ejemplos antes que una clasificación. Muestran la diversidad de soluciones que pueden darse a cada situación, los que dependerán de la apreciación estratégica que haga el conductor respectivo. El ex Comandante en Jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre Espinosa, publicó dos artículos titulados “Política Exterior, Estrategia Política y Estrategia Militar”,225 y las “Teorías Estratégicas de la Aproximación Indirecta y de la Estrategia Indirecta”,226 en el primero de ellos aporta su punto de vista de los siguientes conceptos: política exterior, estrategia, política y estrategia militar, ¿Dónde se unen y en qué forma dichos conceptos? ¿Cómo interactúan ellos? ¿Existen diferencias fundamentales entre ellos? ¿Existen semejanzas entre ellos? ¿Existe interdependencia entre los conceptos? Respecto de la estrategia militar señala que constituye otro nivel de la estrategia distinta a la estrategia política, pero siendo interdependientes con ella y con otras que configuran otros niveles. Juan Emilio Cheyre dice que la Estrategia Militar se ha definido como “aquella parte de la estrategia que se encarga de la conducción militar de la guerra, coordinando las actividades de cada una de las ramas de la Defensa Nacional tras el logro del objetivo estratégico final de las Fuerzas Armadas en el ámbito del teatro de guerra. Esta estrategia es responsabilidad del mando de las Fuerzas Armadas asesorado por el Estado Mayor de la Defensa Nacional y se encuentra circunscrita al campo de acción de la defensa nacional o bélico, en el caso nacional. Dentro del ámbito de la estrategia militar es posible acercarse a las concepciones tradicionales que se le han dado al término conceptualizado por Lidell Hart como “el arte de emplear las fuerzas militares para alcanzar los resultados fijados por la política”. En el artículo las “Teorías Estratégicas de la Aproximación Indirecta y de la Estrategia Indirecta”, Juan Emilio Cheyre indica que las doctrinas 225 Cheyre Espinosa, Juan Emilio, “Política Exterior, Estrategia Política y Estrategia Militar”, AA.VV., Memorial del Ejército Nº 411, Santiago: Estado Mayor General del Ejército de Chile, 1983, p. 54. 226 Cheyre Espinosa, Juan Emilio, “Teorías Estratégicas de la Aproximación Indirecta y de la Estrategia Indirecta”, AA.VV., Memorial del Ejército Nº 415, Santiago: Estado Mayor General del Ejército de Chile, 1984, p. 60.
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Capítulo IV
estratégicas contemporáneas se han visto influenciadas por el pensamiento de dos estrategas europeos. Ellos son el capitán británico sir Henry Basill Liddell Hart y el general francés André Beaufre. El primero de ellos es el creador de la teoría estratégica de la aproximación indirecta y el segundo de la teoría de la estrategia indirecta. Por efecto del nombre de ambas teorías y del período y forma en que ellas se desarrollaron, muchos piensan que son similares o al menos que tienen relaciones estrechas en su planteamiento doctrinario. Es por eso, dice el general Cheyre, que nos ha parecido interesante tratar de conceptualizar los aspectos fundamentales de ambas teorías, a fin de que por una parte se detalle lo que cada una considera y por otra se resalten posibles diferencias o similitudes. Es así como es posible establecer que la teoría de la aproximación indirecta y de la estrategia indirecta son absolutamente diferentes. La primera de ellas, cuyo autor es sir Basil Liddell Hart, se orienta a prescribir una forma de solución estratégica que sirve al empleo de la fuerza militar en la obtención del objetivo que se le asigna en la guerra. La segunda de ellas, cuyo autor es el general André Beaufre, se orienta a conformar una forma de solución estratégica que busca una respuesta al problema del logro de un objetivo político que implique una contraposición de intereses. Ello mediante la articulación de un conjunto de medios y procedimientos donde la fuerza militar y la victoria militar es solo uno de ellos. Por lo tanto no se orienta solo a la guerra ni al campo bélico, sino que al nivel de la estrategia total. Nos encontramos por tanto frente a la teoría de la aproximación indirecta dirigida al nivel de la estrategia militar clásica y a la teoría de la estrategia indirecta dirigida al nivel de la estrategia total o gran estrategia. Lógico es por tanto que cada uno de los componentes de ambas teorías, como asimismo los conceptos en que ellos se fundan, presente algunas diferencias. El haber buscado conceptualizar las teorías y resaltar lo fundamental de ellas a base de un padrón de comparación, permite adentrarse en la comprensión global de dos pensamientos claves en el mundo de la estrategia de nuestros días. A partir de los elementos teóricos desarrollados por ambos autores, los responsables de la conducción político y estratégica militar de nuestros días han elaborado sus planes y formas de actuar.
4.5 Nuevos desafíos Los tratadistas internacionales y nacionales mencionados en forma referencial en este capítulo permiten observar el largo trayecto histórico de la estrategia, de las particularidades de la estrategia militar 220
Estrategia militar
propiamente tal, de la diversidad de pareceres que sobre ella existen, y de la complejidad de las materias que comprende. El tema es infinito, y nunca un texto abarca las materias suficientes para los que se apasionan con sus contenidos, por ello, este apartado constituye una panorámica preliminar y en ningún caso intenta reemplazar las excelentes obras y artículos que sobre la estrategia existen. La compilación precedente ha servido para entrelazar la historia de la estrategia con la teoría que se ha ido derivando de ella. Como también, se ha explicitado, que los modelos son parte de la historia y solo son referentes para concepciones similares. Por el contrario, sus leyes o principios son parte de la acumulación del conocimiento de las ciencias militares, y por ende un bastión para la formación de los oficiales de Estado Mayor de cualquier ejército. La estrategia militar del siglo XXI enfrenta nuevos desafíos. La globalización y la tecnología han llegado al campo de batalla. La globalización, en el sentido de que la forma de hacer las guerras admitirá diferencias: los objetivos serán más difusos, los éxitos iniciales serán los decisivos, las alianzas internacionales serán parte del poder nacional de cada Estado o grupos de Estados, la integración tendrá implicancias multidimensionales donde la defensa y seguridad no estarán ausentes, las asimetrías implicarán a los organismos internacionales en cualquier conflicto, y continuará –al menos en el sur de América– la intención de formar una fuerza concertada para fines colectivos, donde de igual forma subyacerá la conflictividad bilateral. Por su parte, la tecnología exigirá nuevas concepciones estratégicas y operacionales, ya no importará la profundidad estratégica, sino que prevalecerá el control integral –al mismo tiempo– del espacio terrestre, aéreo y marítimo. Esto implica un desarrollo satelital que otorgue autonomía a las comunicaciones y a los sistemas de armas, y la convergencia entre las doctrinas conjuntas de empleo y las armas de las diferentes fuerzas. En el siglo XXI –en el ámbito latinoamericano– cobrarán un nuevo protagonismo la estructura de defensa regional, las políticas de Defensa, y la redefinición de las amenazas consideradas en la Declaración de Seguridad de las Américas de 2003. Estos tres factores tendrán implicancias en variables de seguridad y defensa, que serán decisivas en las políticas militares de sur de América en general y de Chile en particular. En el siguiente cuadro se intentará representar a los tres factores aludidos (estructura–políticas–amenazas) y cómo estos condicionan a diferentes variables y cuál podría ser la tendencia resultante: 221
Capítulo IV
Tabla Nº 13 FACTOR 1
Estructura de Seguridad
VARIABLES
TENDENCIAS
Defensa
Cuestionamiento de la Estructura de Seguridad para los fines de la defensa común y de fortalecimiento para el propósito de la prevención de conflictos.
Cooperación
La cooperación entre los Estados se incrementará al margen de los lineamientos de las áreas de acción de la Estructura de Seguridad.
Medidas de confianza mutua
Se continuará utilizando la actual Estructura de Seguridad para abordar aquellas áreas de los diferentes instrumentos que la conforman y que facilitan la cooperación. Tabla Nº 14
FACTOR 2
VARIABLES
TENDENCIAS
Defensa
Avance paulatino a una concepción de defensa colectiva basada en las amenazas definidas como comunes.
Cooperación
Cooperación entre los Estados mediante la ejecución de ejercicios militares combinados, participación conjunta en asuntos internacionales y toda acción que permita la mitigación de las amenazas tradicionales comunes.
Medidas de confianza mutua
Incremento de las medidas que permiten estrechar los vínculos entre los ejércitos y sustentación de las acciones realizadas para dar credibilidad al instrumento mediante el intercambio de asesores, visitas profesionales y transparencia y homologación del gasto en defensa.
Políticas de Defensa
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Estrategia militar
Tabla Nº 15 FACTOR 3
TENDENCIA Atenuación de las amenazas tradicionales que comúnmente se refieren a integridad territorial.
Amenazas (Declaración de Seguridad de las Américas 2003)
Reconocimientos de las nuevas amenazas que hacen necesarias la cooperación y adopción de medidas comunes para su neutralización o mitigación. Mayor importancia a los desafíos que ponen en peligro la gobernabilidad democrática, la desigualdad social, la suficiencia energética, la protección del medioambiente, el combate contra el narcotráfico, las inmigraciones, la delincuencia organizada y la pobreza extrema.
En los intentos por dibujar los desafíos estratégicos para el siglo XXI es necesario considerar que en los últimos años está ocurriendo una serie de hechos en materias de seguridad y defensa que no pueden pasar inadvertidos en el sur de América y que hace conveniente su seguimiento. En un espacio que se ha declarado como “zona de paz” no ha disminuido la adquisición de material bélico; por el contrario, Venezuela adquiere material ruso y promueve la fabricación de fusiles de esa nacionalidad; Argentina incrementa sus alianzas militares para la producción de armamento y se asocia con Brasil para integrar las industrias bélicas; Chile compra submarinos, aviones y tanques de última generación; Paraguay admite la presencia de fuerzas militares estadounidenses en su territorio; se realizan ejercicios entre fuerzas aéreas que diez años atrás eran inimaginables; y se forman alianzas estratégicas entre países tradicionalmente rivales. La cooperación militar y la creación de confianza de carácter militar son un punto de inflexión para entrar al nuevo siglo y para darle solidez a la estructuración de los procesos de integración que, con renovados bríos, se han actualizado e impulsado en los noventa. Las repercusiones positivas para otras esferas de la vida nacional y regional no demorarán en manifestarse y en ir consolidándose. Fortalecer de este modo nuestro patrimonio común actual –de democracia política e institucional– contribuirá a la estabilidad económica y política en nuestros países, facilitando las perspectivas de la confianza mutua en materia de defensa y seguridad. Y es, precisamente, con el establecimiento y la práctica de medidas de confianza mutua –esencialmente militares por ahora– como se obtienen vastas consecuencias 223
Capítulo IV
positivas en el campo diplomático, en el ámbito político y en la esfera económica.227 En América del Sur prevalecen los conflictos tradicionales por la integridad territorial, como herencia de una accidentada geografía y tratados imprecisos, que admiten diferentes interpretaciones en la separación de las aguas, nacimiento de los ríos y proyección de los cordones montañosos, a los que se han agregado los conflictos y desafíos traídos consigo por la globalización y la mutua interdependencia, como el terrorismo, tráfico de drogas, la contaminación y depredación del medioambiente, a los que se suman los problemas y riesgos implicados en la corrupción, delincuencia, falta de gobernabilidad y ruptura de la democracia.
227 Rojas Aravena, Francisco, Cooperación y Seguridad Internacional en las Américas, Caracas: Editorial Nueva Sociedad, 1999, p. 45.
224
conclusiones
225
En cada uno de los capítulos desarrollados en este trabajo se puede apreciar que en las ciencias militares el estudio de los escenarios es esencial para comprender el desarrollo de las operaciones militares, como también para concluir sobre los intereses y objetivos nacionales. Las fronteras teóricas de la geografía militar, geopolítica, geoestrategia y estrategia están explicitadas en este libro de diferentes formas. Primero, el estudio de la historia permite observar que, inicialmente, el estudio del terreno permitió contrarrestar desventajas entre las fuerzas o maximizar el alcance de las armas. Luego, otras variables fueron decisivas en las operaciones, y fundamentalmente, impactaron en las campañas de larga duración que se realizaron más allá de los deslindes geográficos habituales, donde el clima, otro tipo de vegetación y culturas, influían en el avance de las tropas, y principalmente, en las comunicaciones y abastecimientos requeridos. En la medida que las tropas se alejaban de sus bases habituales, era necesario otro tipo de abrigos, prever la obtención o los transportes de armas y alimentación, e incluso planificar las operaciones en determinadas épocas del año según el área geográfica que se tratara. De igual forma, y desde la formación de los primeros ejércitos permanentes, los comandantes se dieron cuenta de la necesidad de contar en forma previa, con información del escenario y de utilizar planos y mapas que les permitieran guiar a las tropas por adecuadas direcciones de empleo, o para evitar obstáculos naturales infranqueables. Dependiendo de la magnitud de las unidades militares, y de los propósitos que esta tenga, la valorización de los factores geográficos será diferente, pero no por eso más o menos importante. Para una unidad que desarrolla una marcha motorizada, un río podrá tener una importancia vital en el cumplimiento de su misión, mientras para la unidad superior de esta, el mismo río, puede ser intrascendente, ya que para ella tendrá más valor conquistar un área geográfica que permita proyectar fuerzas a la profundidad o para envolver el dispositivo adversario. Por ello, el análisis geográfico militar es decisivo en las operaciones militares que se desarrollen en el ámbito táctico o estratégico, la relación divergente solo se encuentra en la valorización geográfica que se haga, según la situación particular, la misión, magnitud y ubicación de las fuerzas que se enfrentan. Segundo, a principios del siglo XX se explicita la relación existente entre el hombre y el espacio terrestre, y se empieza a considerar a la Geopolítica como una unidad de análisis en las decisiones políticas ligadas al desarrollo y a la seguridad. Si bien esta relación encuentra 227
Conclusiones
claros ejemplos en toda la historia de la humanidad, sólo a partir de las leyes de Ratzel empieza a ser parte del razonamiento político, llegando directamente a confundirse con la Geografía Política, pero con una diferencia vital, la Geopolítica implicaba evolución-vida-dinamismo, mientras la Geografía Política aportaba información estática. Posteriormente, a mediados del siglo XX, la ciencia que había impresionado a célebres estadistas, se sumerge por el estigma que le propina la situación mundial de aquel entonces, y comienza una época en la cual solo es estudiada para entender las acciones bélicas. A fines del siglo XX, nuevamente la Geopolítica emerge y se posesiona explicando las relaciones e intereses entre la geografía y el hombre, y principalmente para analizar las relaciones entre la población, el espacio que habita y las múltiples influencias que permitan deducir algunos objetivos o estudiar proyecciones. Es así como, los estudios geopolíticos que a principios del siglo XX se centralizaban en el espacio vital, ahora encuentran su máxima expresión en los “recursos vitales” y en los problemas que tiene toda la humanidad en su conjunto. La Geopolítica está directamente relacionada con la Geografía y con la Historia. La primera es su fuente principal, con información sobre los factores geográficos, y la segunda, permite observar los influjos y relaciones entre los factores geográficos y la vida social del hombre. De esta relación y análisis de hechos pasados es posible hacer aseveraciones de situaciones probables que ocurrirán en el futuro. La reseña clásica sobre geopolítica que se incluyó en el Capítulo II, se armonizó con el particular punto de vista del autor y principalmente con los desafíos que esta disciplina representa en los albores del siglo XXI. Nuevos desafíos para los Estados y para la humanidad han construido una nueva perspectiva geopolítica: es evidente que la Geopolítica, como disciplina que estudia el impacto de ciertos factores geográficos en la formulación de la política exterior y de seguridad de los Estados, sigue activa en la mayor parte del mundo occidental y, es más, ha experimentado un renacimiento y ha sufrido una revisión de sus fundamentos teóricos y su aplicación.228 Este reposicionamiento de la Geopolítica ha traído consigo nuevas teorías y planteamientos diversos que en nada desmerecen el trazado clásico efectuado en el capítulo aludido. Si bien hoy se teoriza sobre la Geopolítica posmoderna o Geopolítica crítica, los precursores y el pensamiento clásico continúan siendo los mismos. 228 García Arriagada, Germán, “¿Quo Vadis Geopolítica?”, AA.VV, Memorial del Ejército de Chile Nº 476, Santiago: Estado Mayor General del Ejército, 2005, p. 48.
228
Conclusiones
Para realizar análisis geopolíticos es fundamental conocer las particularidades geográficas del Estado o de la zona en estudio. Las relaciones espaciales, la condición geográfica esencial, los factores geofísicos, geohumanos, y geoeconómicos son esenciales para, prospectivamente, concluir geopolíticamente. A todo esto, se suma lo esencial de la Geopolítica, que está vigente desde su nacimiento, las leyes de expansión, la historia, los intereses de los Estados, los objetivos nacionales, las teorías del poder y los recursos vitales. Tercero, en la medida que los estrategas fueron definiendo concepciones ofensivas y defensivas que implicaban vastos escenarios, la geografía militar no fue suficiente para satisfacer la información que se requería, ya que era necesario incorporar en los análisis a los centros de atracción mundial, los pasos oceánicos vitales, las conformaciones continentales, las desmembraciones de extensas áreas geográficas, las comunicaciones marítimas, los recursos naturales, y otras variables que permitieran entender las relaciones de poder que se están dando en un mundo donde los países están en lucha por los recursos necesarios para su desarrollo, y que incluye la formación de alianzas y procesos integracionistas donde se trata de interrelacionarse para crecer, mantener la paz por la vía de la interdependencia y las alianzas por conveniencia. En este escenario pragmático, la Geoestrategia estudia primero, los factores geográficos que influyen en las concepciones estratégicas que se relacionan con la localización, posición, extensión, forma, recursos y contornos geográficos de los Estados, y luego, estudia cómo la posesión de determinadas áreas geográficas continentales o mundiales otorgan alguna ventaja al que los posee. En este sentido, Chile tiene un gran desafío, que ha sido acertadamente explicitado en el Libro de la Defensa Nacional 2002, ya que los diferentes escenarios geográficos de nuestro territorio (tricontinental) impone características geoestratégicas que deben ser consideradas en las concepciones estratégicas de más alto nivel. La larga y angosta faja, la desmembración al sur, y una valiosa isla considerada como la más remota del mundo, requieren de soluciones y previsiones estratégicas que los ejemplos clásicos no contemplan. La Geografía Militar efectúa una valorización del escenario donde es probable se realicen las operaciones militares; la Geopolítica relaciona los factores geográficos con las conductas sociales; la Geoestrategia analiza las constantes geográficas –preferentemente inmutables– que supeditan a las estrategias que se definan para las defensas y políticas nacionales, y por último, será la Estrategia, y particularmente la Estrategia Militar, la instancia que conduce las campañas que se 229
Conclusiones
materializan a través de batallas u operaciones militares de cualquier tipo. En las operaciones nuevamente la Geografía Militar sirve a los fines de la conducción, la Geopolítica observa y explica los sucesos de las relaciones y los resultados finales, y la Geoestrategia se retroalimenta en la definición de las constantes que orientan en las decisiones relativas a la defensa nacional. Por ello, la Estrategia Militar es la habilidad del conductor militar para dirigir a las tropas tras la consecución de uno o más objetivos que están relacionados con los fines principales de la empresa bélica a la que sirve, y existe una clara correspondencia entre ella y la Geografía Militar, por la valorización del escenario y determinación de los efectos que este ocasionará en los recursos a su disposición. La relación de la Estrategia con la Geoestrategia se interpreta a partir de las decisiones globales que atañen a la defensa nacional y por lo general son el sustento principal de las políticas de defensa y política militar respectiva, ya que los factores geográficos permanentes son la esencia de las definiciones geoestratégicas, que luego se traducen en diferentes decisiones según el nivel de la conducción que se trate. La Estrategia Militar está pasando por un período de reformulación de sus preceptos teóricos modernos. Este inacabado proceso está afectado por tres hitos que han perturbado el pensamiento tradicional que se relacionaba con la guerra convencional, y que se refieren, en primer lugar, a la necesidad de emplear diferentes recursos para enfrentar las llamadas “amenazas multidimensionales”, segundo, para hacer frente a las “nuevas amenazas” de carácter global, y tercero, para participar en una confrontación asimétrica donde el potencial militar no lo es todo. Se agrega a ello, que las estructuras de prevención de conflictos han tenido efectos relativos; los Estados privilegian la bilateralidad, y las presiones internacionales tienen efectos tardíos. Producto de lo anterior, se estima que “los logros y efectos del impacto inicial serán decisivos en el posterior desarrollo del conflicto” y que la comunidad internacional latinoamericana está dirimiendo –en común acuerdo– sus conflictos territoriales en instancias internacionales, pero la estructura no está preparada ni considera los instrumentos suficientes para solucionar o prever los conflictos donde las “nuevas amenazas” sean el centro del suceso. Además de lo anterior, en este texto ha sido posible acotar respecto de destacados oficiales que han efectuado un aporte a la enseñanza de las ciencias militares, y en el caso de las materias tratadas en este libro, resaltan los ex comandantes en Jefe y las recíprocas influencias que hubo entre ellos: Jorge Boonen Rivera, Indalicio Téllez Cárcamo, 230
Conclusiones
Bernardino Parada Moreno, Carlos Prats González, Augusto Pinochet Ugarte y Juan Emilio Cheyre Espinosa. Entre ellos el influjo académico se concretó a través de las publicaciones que en su oportunidad hicieron y que han marcado un hito en la bibliografía pertinente. Además de los anteriores, en este libro se incluye a más de veinte oficiales que han efectuado docencia en la Academia de Guerra y que de una forma u otra aportaron al conocimiento que se ha ido acumulando en las ciencias militares. Se agrega a ello, a destacados tratadistas internacionales sobre los cuales se ha incluido alguna referencia, como lo son Miguel Alonso Baquer, Andre Beaufre, Felipe André Quero Rodiles y José Almirante. El estudio de las Ciencias Militares, como ciencia que lo son, implica un camino de nunca acabar. Las Ciencias Militares tienen una base de conocimiento que se ha ido construyendo con el aporte de innumerables civiles y militares que han plasmado en diferentes publicaciones sus teorías, apreciaciones, opiniones y estudio de relaciones entre las diferentes disciplinas que comprende el estudio de las ciencias militares. La retroalimentación ha permitido avanzar y acumular conocimientos que han sido indistintamente aprovechados por las diferentes generaciones. Nada está demás, todo lo publicado ha servido para avanzar, y pese a la tecnología y beneficios de la era digital, todavía prevalece la escritura y publicaciones correspondientes como la principal fuente con variada información de carácter militar. Este texto espera ser una más de ellas. Para finalizar, cabe incluir a modo de proposición, una definición del autor de cada una de las disciplinas descritas en este libro para explicitar las fronteras de cada una. La Geografía Militar estudia las ventajas y desventajas para las fuerzas propias y adversarias de todos los factores geográficos –preferentemente geofísicos– que inciden en las operaciones militares. Dependiendo de las magnitudes, unidades y recursos que posean, cada factor geográfico será valorizado en forma diferente. La Geopolítica estudia la influencia de los factores geográficos en las decisiones políticas y evolución de los Estados. Se basa –principalmente– en las relaciones entre los factores geográficos y el comportamiento histórico del hombre. La Geoestrategia es el estudio de los factores geográficos –de preferencia los de características inmutables– que influyen en las decisiones estratégicas relacionadas con la seguridad o defensa de un Estado, dos o más Estados, o una región del mundo en particular. La Estrategia es el arte de emplear los recursos propios para lograr uno o más objetivos. La Estrategia Militar es el arte de conducir a las fuerzas militares y de aprovechar las ventajas del escenario para los fines de la guerra. 231
anexo Nยบ 1
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RESUMEN HISTÓRICO DE LOS LÍMITES GEOGRÁFICOS DE CHILE El siglo XV (1401-1500) es llamado el “siglo de las innovaciones” y, principalmente comprende la era de los descubrimientos. Para Occidente es el último siglo de la Edad Media (siglos V al XV) y el primero de la Edad Moderna. Algunos de los acontecimientos relevantes que lo caracterizan son el Renacimiento que influye en la filosofía, ciencia y arte, la Inquisición española, la invención de la imprenta y el descubrimiento de América. En aquel entonces, dos imperios se disputaban el predominio en el Atlántico: Portugal y Castilla.1 Los respectivos gobernantes incentivaban la exploración marítima para descubrir un paso que les permitiera llegar a las Indias, y poder así expandir su imperio.2 Por el Tratado de Alcácovas-Toledo (1479)3, Portugal logró el dominio de la ruta por el Atlántico sur, en el camino de Guinea, y Castilla el dominio de las Islas Canarias. El tratado fue significativo porque solucionó momentáneamente el problema de la competencia entre Portugal y Castilla por la exploración del océano Atlántico, y delimitó claramente la zona de expansión de cada reino. De igual forma, por el mismo tratado, Portugal recibió los dominios de Madeira, Azores, Cabo Verde y Guinea; además, vio reconocido su derecho exclusivo a la navegación y al comercio a lo largo de la costa del golfo de Guinea. Por su parte, la Corona de Castilla obtuvo, el control sobre las Islas Canarias, aunque se le impidió navegar al sur del cabo Bojador, en la costa occidental del Sahara. En 1492, en oportunidad del viaje de Cristóbal Colón, Juan II invocó que el viaje se habría efectuado en la zona que le correspondía a Portugal por el Tratado de Alcácovas. El Papa Alejandro VI resolvió el
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El matrimonio de los reyes católicos en 1496 (Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón) permitió la unión de las coronas de Castilla y de Aragón. Castilla había incursionado en el Atlántico compitiendo con Portugal por su control desde finales del siglo XIV, momento en el cual fueron enviadas varias expediciones andaluzas y vizcaínas a las islas Canarias. El reinado de los reyes católicos significó el tránsito del mundo medieval al mundo moderno en España. Entre 1487 y 1488, el portugués Bartolomeu Dias (1450-1500) se convirtió en el primer navegante que bordeó el extremo meridional de África y abrió una ruta marina hacia Oriente. El Tratado de Alcácovas fue firmado el 4 de septiembre de 1479 entre los representantes de los reyes católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Castilla y Aragón, por un lado, y del rey Alfonso V de Portugal y su hijo Juan por el otro.
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Anexo
diferendo por medio de las llamadas Bulas Alejandrinas.4 Entre otros aspectos, este tratado decidió el matrimonio entre Isabel (primogénita de la reina castellana) y el infante Alfonso, heredero del trono portugués. Los castellanos buscaron una nueva ruta hacia las Indias, navegando hacia occidente y fue así como el 12 de octubre de 1492 Cristóbal Colón llegó a la isla Guanahani, a la que bautizó “La Española” en las tierras del Nuevo Mundo.5 Ante lo anterior, el Papa Alejandro VI por las Bulas Inter Caetera de 1493 (concesión de territorios) asignó a los Reyes de Castilla y a sus sucesores en esa corona, las tierras descubiertas y por descubrir al occidente de una línea imaginaria trazada de polo a polo a 100 leguas de las islas de Cabo Verde. Más tarde, el 7 de junio de 1494, se modificó entre ambas potencias la línea aludida, lo que se concertó en el Tratado de Tordesillas, disponiéndose que dicha línea pasara a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde. El Tratado de Tordesillas (ratificado por el Papa) fijó las zonas de expansión de Castilla y Portugal en América, con el encargo para ambos imperios de cristianizar a los aborígenes (Fig. Anexo 1.1). El 21 de mayo de 1534, el Emperador Carlos V, firmó unas capitulaciones que dieron lugar a tres gobernaciones, al sur de la de Francisco Pizarro. Ellas fueron otorgadas de norte a sur a Diego de Almagro,6 Pedro de Mendoza7 y Simón de Alcazaba,8 cada una con frente de 200 leguas de costa, sin precisar su límite oriental que se supone habría sido el Meridiano de Tordesillas (Fig. Anexo 1.2).
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Las “Bulas Alejandrinas” es el nombre con el que se conoce a cuatro documentos papales otorgados por el Papa Alejandro VI a los Reyes Católicos españoles entre abril y septiembre de 1493, después del hallazgo del Nuevo Mundo. Con estas bulas el papa hacía donación a los Reyes Católicos de las islas descubiertas y por descubrir que se encontrasen por occidente y que no perteneciesen a ningún príncipe cristiano; hacía concesión de privilegios en las tierras donadas; y establecía la demarcación en las expediciones hacia el oeste. El lugar específico al que llegó C. Colón todavía se discute. Algunos geógrafos dicen que llegó a la isla que en la actualidad es conocida como el territorio nacional de Haití y República Dominicana. Diego de Almagro (1475-1538) participó en la conquista del Perú y se le considera oficialmente el descubridor de Chile. Pedro de Mendoza y Luján (1487-1537), primer gobernador del Río de la Plata, territorio que comprendía del Río de la Plata hasta el Estrecho de Magallanes. Fundó la primera ciudad de Buenos Aires el 2 de febrero de 1536. Simón de Alcazaba (1470-1535) fundó el primer asentamiento europeo en el actual territorio argentino, un año antes que Pedro de Mendoza intentara la primera fundación de Buenos Aires.
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Anexo
Fig. Anexo 1.1 Fuente: www.odisea.cl Elaboración: Francisco Lizama Delgado
La exploración y conquista del territorio chileno se inició desde el Perú. El primer intento lo realizó Almagro, quien salió de Cuzco en 1535 y, tras una larga marcha, alcanzó el valle del Copiapó en 1536. No encontró resistencia por parte de los aborígenes, pero le llamó la atención la pobreza del territorio, que no satisfacía las expectativas, ya 237
Anexo
que no existían los minerales preciosos que buscaban. Los hombres de Almagro consiguieron llegar hasta el valle del río Maule, es decir, exploraron hasta los 36º de latitud sur, pero decidieron retornar sin haber llegado a fundar alguna localidad en el territorio que habían recorrido.
Fig. Anexo 1.2 Fuente: Atlas Histórico de Chile, Instituto Geográfico Militar, 2009 Elaboración: Francisco Lizama Delgado 238
Anexo
Primera delimitación del territorio chileno (Gobernación de Chile) En 1537, Carlos V autorizó a Francisco Pizarro para que enviase a conquistar y poblar la Nueva Toledo y región de Chile. De esta resolución surge la expedición de Pedro de Valdivia (1540) que lo hacía en calidad de teniente de Francisco Pizarro.9 La muerte de Pizarro transformó a Pedro de Valdivia en gobernador interino de Chile por designación del Cabildo de la recientemente fundada ciudad de Santiago.10 El virrey del Perú don Pedro de la Gasca11 (con las facultades que le concedió Carlos V) extendió a favor de los intereses de Valdivia los primeros límites del área que luego sería Chile: Desde Copiapó que está en el grado 27 de la línea equinoccial a la parte sur hasta cuarenta y uno de la dicha parte, procediendo norte sur derecho por meridiano, y de ancho entrando de la mar a la tierra hueste leste cien leguas. Luego esta concesión fue ratificada por Carlos V en 1552, y de esta forma la primera delimitación de la Gobernación de Chile se extendía más allá de la cordillera de los Andes y avanzaba al oriente en territorios que antes le habían sido dados a Pedro de Mendoza.
Ampliación del territorio chileno El 15 de octubre de 1550, Pedro de Valdivia había enviado una carta a Carlos V donde le solicitaba su autorización para fundar tres o cuatro fortalezas donde fuera conveniente y hasta el Estrecho de Magallanes.12 Si bien en un comienzo los indios no habían presentado resistencia a la penetración de los soldados españoles, en 1553 estalló la sublevación de los araucanos, dirigidos por Colo Colo, y en la matanza de Tucapel murió el conquistador de Chile, Pedro Valdivia, sin haber
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Francisco Pizarro (1476-1541), conquistador español del Perú, primer gobernador (1534-1540) de los territorios que habrían de formar el virreinato del Perú. 10 Fundada por Pedro de Valdivia en 1541. 11 Pedro de la Gasca (1494-1565) fue un sacerdote, político, diplomático y militar español. El Rey de España, Carlos I, lo envió a América como presidente de la Real Audiencia de Lima en 1545, con el encargo de someter el Virreinato del Perú con el título de pacificador y plenos poderes. 12 El Estrecho de Magallanes fue descubierto por el explorador portugués Fernando de Magallanes en 1520, durante su viaje de circunnavegación alrededor del globo. El día 21 de octubre de ese año, Magallanes, se aventuró a internarse por este angosto paso que bautizó de “Todos los Santos”, y el 28 de noviembre desembocó en el otro océano que luego llamó Pacífico.
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recibido respuesta a su petición. En 1555 es nombrado gobernador de Chile Jerónimo de Alderete.13
Primera consolidación en el siglo XVI Mientras las prioridades de los gobernadores del Río de la Plata orientaban sus esfuerzos hacia el norte y en abrir rutas de conexión con el Perú, los gobernadores del reino de Chile lo hacían hacia el sur y alcanzaban las tierras ubicadas en el Estrecho de Magallanes y territorios adyacentes.14 Valga recordar que Pedro de Valdivia siempre tuvo esa intención. Prueba de ello, es la carta que envió a Carlos V el 4 de septiembre de 1545 donde dice: V.M. sepa que esta ciudad de Santiago del Nuevo Extremo es el nuevo escalón para armar sobre él los demás e ir poblando por ellos toda la tierra a V.M. hasta el Estrecho de Magallanes y Mar del Norte (Atlántico).15 A partir del siglo XVI el Reino de Chile se extendía desde el paralelo 27 hasta el polo y de oeste a este, desde el Mar del Sur u océano Pacífico hasta 100 leguas al interior de la tierra, es decir, una franja de más o menos 630 km de ancho. Esta distribución se alteró parcialmente por el desglosamiento en el año 1563 de la provincia trasandina de Tucumán y desde entonces, la región oriental de los Andes se inició en la provincia de Cuyo hasta rematar en el polo, dejando dentro de la administración de Chile la costa atlántica desde el paralelo 38 al sur.
Siglo XVII En 1680, la Corona Española promulgó la recopilación de Leyes de los Reinos de Indias. En su libro II se ocupa de las Audiencias del Nuevo Mundo, su régimen administrativo y ámbito jurisdiccional. Así el 13 El Rey lo nombró gobernador el 29 de marzo de 1555, en reemplazo de Pedro de Valdivia, además lo nombró caballero de la Orden de Santiago. El 15 de octubre de 1555, Alderete se embarcó para asumir el cargo, en la misma flota que conducía al nuevo virrey del Perú Andrés Hurtado de Mendoza, pero en una escala en Panamá Alderete cayó enfermo de fiebre amarilla, y murió en la isla de Taboga el 7 de abril de 1556. 14 En el siglo XVIII el Virreinato del Río de la Plata, fue una entidad político-administrativa establecida por España en 1776, que comprendía los territorios de Buenos Aires, Paraguay, Tucumán, Potosí, Santa Cruz de la Sierra, Charcas (Alto Perú) y Cuyo. En la actualidad serían los estados de Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, y el sur de Brasil. 15 Vázquez de Acuña, Isidoro; Cabrera, Óscar, Breve Historia del Territorio de Chile, Santiago: Editorial Universitaria, 1991.
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Título V, Ley 5, al referirse a la Audiencia de Lima, dispuso que ella tenga por distrito la costa que hay desde dicha ciudad hasta el Reino de Chile inclusive. Y en el Título XV Ley 12 se refiere a la audiencia de Chile y dispone que ella tenga por distrito todo el dicho Reino de Chile con las ciudades, villas, lugares y tierras que se incluyen en los gobiernos de aquellas provincias, así lo que ahora está pacífico y poblado, como lo que se redujere, poblare y pacificare dentro y fuera del Estrecho de Magallanes y tierra adentro hasta la provincia de Cuyo inclusive.16 De esta forma, Chile colindaba al norte con el Perú. Los límites hacia el este incluían la Patagonia. Los límites hacia el sur incluían Tierra del Fuego, islas adyacentes y territorio antártico.
Siglo XVIII Con la instauración del Virreinato del Río de la Plata en 1776, la demarcación norte del territorio del norte de Chile con el Virreinato del Perú no fue modificada; así como tampoco varió en el resto de los territorios. Solo significó el desmembramiento de las ciudades de Mendoza y San Juan del Pico, que conformaban la provincia de Cuyo, provincia que tiene como límite sur el río Diamante que la separa de la Patagonia o Tierras Magallánicas, tierras que continuaron bajo la jurisdicción de Chile. Un claro testimonio de los límites de Chile lo constituye el Mapa de América Meridional elaborado por don Juan de la Cruz Cano y Olmedilla en 1775, que cumplía servicios como cartógrafo para la Corona (Fig. Anexo 1.3.):
16 Ibídem, p. 17.
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Fig. Anexo 1.3 Mapa de América meridional (Juan de la Cruz Cano y Olmedilla) 1775 Fuente: David Rumsey Map Collection (www.davidrumsey.com)
Límites de Chile al momento de su independencia (1810) En el Plano General del Reino de Chile (1793), y mapa oficial de la corona española realizado por el cosmógrafo Andrés Baleato, se determina que a fines del siglo XVIII el límite norte de Chile estaba en el grado 21 ½, coincidente con la desembocadura del río Loa. Desde esa fecha y hasta 1810, no fueron alterados los límites de la gobernación de Chile, por lo cual al momento de su independencia sus límites eran los siguientes (Fig. Anexo 1.4): 242
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Fig. Anexo 1.4 Fuente: Vázquez de Acuña, Isidoro y Cabrera, Óscar, Breve Historia del Territorio de Chile, Santiago: Editorial Universitaria, 1991. 243
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Límites de Chile con Perú y Bolivia Con ocasión de las sucesivas independencias que se fueron dando en América del Sur con respecto de la corona española: Argentina (1810-1816), Bolivia (1825), Ecuador (1822), Colombia (1810), Chile (1810), Paraguay (1811), Perú (1821), y Venezuela (1811), la norma que se impuso fue la de continuar poseyendo lo que el monarca español había resuelto en su oportunidad, que se conoce como uti possidetis juris. Conforme con lo anterior, los límites de Chile por el norte eran los siguientes: río Loa, que entrega su afluente en el océano Pacífico en el paralelo 21 grados y 27 minutos. Por el oeste: océano Pacífico, en toda su costa desde el límite norte hasta el Cabo de Hornos. Las primeras décadas de vida independiente de Chile no fueron fáciles: No olvidemos que Chile tuvo activa participación en la independencia del Perú, y que solo en 1826 logra la independencia definitiva del archipiélago de Chiloé. Producto de estas situaciones y otras, propias de un país que está recién organizándose, hubo una despreocupación de su límite norte, pese a que en 1813 se había censado la caleta Paposo y sus 570 habitantes: y que Bernardo O`Higgins había comunicado a los pueblos del desierto la proclamación de la Independencia. En este contexto, en 1826, Simón Bolívar le dispuso al coronel Francisco Burdett O’Connor, que definiera la ubicación de un puerto que evitara que el nuevo Estado, Bolivia, quedase sin una salida al mar. Francisco Burdett O’Connor optó por la caleta Cobija, situada al sur del río Loa. En este lugar, Andrés de Santa Cruz fundó una gobernación marítima, sin oposición de Chile, que como se dijo, estaba preocupado de la consolidación y anexión definitiva de Chiloé. Al poco tiempo, Chile descubrió la existencia de importantes yacimientos de guano en las costas de desierto, por lo cual el presidente Manuel Bulnes promulgó el 13 de julio 1842 una ley donde declaraba propiedad nacional las guaneras ubicadas al sur de la bahía de Mejillones. Seis meses después, el 30 de enero de 1843, el Ministro Plenipotenciario de Bolivia, don Casimiro de Olañeta, solicitó la revocación de la ley, argumentando que Bolivia era soberana hasta el río Salado, que él situaba en el paralelo 26º de latitud sur. Ante la inconsistente demanda boliviana, Chile continuó su presencia en el desierto de Atacama, donde la mayoría de la población del litoral era chilena. Hubo sucesivas reclamaciones de Bolivia, al extremo, que en 1863, el congreso autorizó al gobierno para que declarara la guerra a Chile. Esta no se concretó, ya que la escuadra española ocupó las islas Chinchas (importantes guaneras peruanas) exigiendo la reparación 244
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de daños causados a súbditos de España. Chile apoyó al Perú, ya que era necesario evitar cualquier intento de reivindicación de España. Terminada la guerra contra España, las relaciones entre Chile y Bolivia se reanudan, y el 10 de agosto de 1866 se fija como línea divisoria de los territorios en disputa, el paralelo 24 del mar a los Andes y la repartición por iguales partes de los impuestos del guano y otros minerales, entre los paralelos 23 y 25. En 1874 se suscribió un nuevo tratado. Se mantuvo como límite el paralelo 24 y Chile renunciaba a los derechos soberanos al norte de esa línea. Por su parte, Bolivia se comprometía por un periodo de 25 años a que las personas e industrias chilenas situados en los territorios cedidos, no quedarían sujetos a más impuestos que los existentes hasta el momento. Pese a lo pactado, cuatro años después, Bolivia promulgó una ley que gravaba con 10 centavos el quintal de salitre que exportara la Compañía de Salitre y Ferrocarril de Antofagasta, e incluso luego reivindicó la posesión de la compañía salitrera aludida. Chile ocupó el puerto de Antofagasta, dando inicio a la Guerra del Pacífico contra Perú y Bolivia, e incluso este último país intentó implicar en su beneficio a Argentina. Las tropas bolivianas fueron derrotadas el 26 de mayo de 1880. El pacto de tregua firmado con Bolivia el 4 de abril de 1884 estableció que los territorios antes cedidos a Bolivia (hasta la desembocadura del río Loa en el Pacífico) quedaban sujetos a la jurisdicción chilena. El 20 de octubre de 1904, en un tratado definitivo, se consagró el dominio absoluto y perpetuo de Chile en todos los territorios ocupados en virtud del pacto de tregua. El Tratado de Paz con Perú, firmado el 20 de octubre de 1883, estipulaba que Perú cedía a perpetuidad a Chile la provincia de Tarapacá, que se extendía por el norte desde la quebrada y río de Camarones, hasta la quebrada y río Loa por el sur, al este Bolivia y al oeste el océano Pacífico. Además entregaba a la administración chilena por 10 años las provincias de Tacna y Arica. Transcurridos los 10 años un plebiscito debería decidir la nacionalidad de los territorios, pero ambos países nunca alcanzaron un acuerdo sobre este último punto. Prácticamente 50 años después del conflicto, Chile y Perú suscriben un acuerdo definitivo sobre el límite norte. El 3 de junio de 1929 se suscribió un tratado cuyo artículo segundo y principal dice lo siguiente: El territorio de Tacna y Arica será dividido en dos partes. Tacna para el Perú y Arica para Chile. La línea divisoria entre dichas partes, y en consecuencia la frontera entre ambos países, partirá de un punto de la costa que se denominará Concordia, distante 10 kilómetros al norte 245
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del puente del río Lluta, para seguir hacia el oriente paralela a la vía de la sección chilena del ferrocarril de Arica a La Paz y distante 10 kilómetros de ella con las inflexiones necesarias para utilizar en la demarcación los accidentes geográficos cercanos que permitan dejar en territorio chileno las azufreras del Tacora y sus dependencias, pasando luego por el centro de la laguna Blanca, forma que una de sus partes quede en Chile y la otra en el Perú. Además, en un protocolo complementario se dispuso que los gobiernos de ambos países no podrán, sin previo acuerdo entre ellos, ceder a una tercera potencia la totalidad o parte de los territorios, ni podrán construir a través de ellos nuevas líneas férreas internacionales. El resultado de la Guerra del Pacífico y la definición de los límites con Perú y Bolivia, restableció la directa colindancia de Chile con el Perú, vigente durante la administración española y ocasionalmente interrumpida por la interferencia de los gobiernos bolivianos en el desierto de Atacama, zona sobre la cual Chile tiene títulos históricos y jurídicos de acuerdo al uti possidetis juris de 1810.17
Límites de Chile con Argentina Es conveniente reiterar que al momento de su independencia la norma que se impuso fue el uti possidetis juris. Por ello, los límites de Chile eran: Por el norte: río Loa, que entrega su afluente en el océano Pacífico en el paralelo 21 grados y 27 minutos. Por el oeste: océano Pacífico, en toda su costa desde el límite norte hasta el Cabo de Hornos. Por el este: cordillera de los Andes hasta los 34 grados y 10 minutos, latitud aproximada al volcán Maipo, en que la línea divisoria se internaba en el macizo cordillerano para entroncar con el río Diamante hasta cortar el grado 65 de longitud oeste de Greenwich. Desde allí la línea divisoria se desviaba hacia el oriente hasta tocar el Atlántico en las proximidades del paralelo 38. De esta manera toda la costa Atlántica desde el paralelo 30 al sur quedaba dentro del territorio chileno. Al sur, Chile era sucesor además de los derechos de España en el sector americano de la Antártica; la línea de Tordesillas en el meridiano 46º37’ alcanzaba hasta el polo y todas las tierras australes al occidente de esa línea habían sido sometidas desde el siglo XVI, y sus aguas circundantes, a la tuición de los gobernadores de Chile. El 21 de septiembre de 1843, una expedición chilena al mando del capitán Juan Williams en la goleta Ancud, tomó posesión solemne del 17 Ibídem, p. 35.
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Estrecho de Magallanes y de sus territorios adyacentes. Un mes más tarde se fundó Fuerte Bulnes, que simbolizaba la soberanía nacional. El 15 de diciembre de 1847 el gobierno argentino invocó los primeros derechos de su país en la Patagonia. En 1856, Argentina y Chile suscriben un tratado de comercio y navegación en el que se incluyó una disposición especial sobre el tema fronterizo, reconociendo como límites el uti possidetis juris, y de no recurrir jamás a medidas violentas para dar solución a posibles problemas limítrofes. En 1872, Argentina se centralizó en circunscribir el debate a las tierras del estrecho, pero Chile dejó establecido que los derechos chilenos se referían a las tierras de la Patagonia y a las riberas del estrecho. Chile propuso la división de la Patagonia por el paralelo 45 y advirtió que en caso de no ser aceptado, el gobierno de Chile acataría el Tratado de 1856, instituyendo un juez Árbitro. Ante la negación argentina, y posterior fracaso de la misión Barros Arana de 1876, el estado de tensión aumentó y se vislumbró la posibilidad de una guerra. El 6 de diciembre de 1878 se creó un tribunal mixto para resolver el problema y fijaba un modus vivendi que difería por 10 años la controversia. Se dilató el problema pero no se solucionó. Cuando Chile estaba inmerso en la Guerra del Pacífico, e imposibilitado de actuar con fuerzas militares en otro frente, el coronel argentino Julio Roca18 realizó una campaña por la Patagonia, exterminando a los indígenas y anexando a Argentina tierras chilenas. Chile con la creencia de que la Patagonia era un territorio sin valor suscribió en Buenos Aires el 23 de julio de 1881 un tratado que puso término a la disputa, y por el cual Chile renunció a más de un millón de kilómetros cuadrados. El Artículo 1º del Tratado de 1881 dispuso: El límite de Chile y la República Argentina es de norte a sur hasta el paralelo 52 de latitud la cordillera de los Andes. La línea fronteriza correrá en esa extensión por las cumbres más elevadas de dichas cordilleras que dividan las aguas y pasará entre las vertientes que se desprendan a un lado y a otro. El Artículo 2º estableció que al norte del Estrecho de Magallanes el límite entre los dos países será una línea que partiendo de Punta Dungeness se prolonga por tierra hasta monte Dinero; de aquí continuará hacia 18 Alejo Julio Argentino Roca (1843-1914), político y militar argentino, presidente de la nación en dos oportunidades. Dirigió la política argentina durante más de 30 años mediante el Partido Autonomista Nacional, tejiendo complejos sistemas de alianzas con distintas fuerzas, lo que le valió el apodo de “El Zorro”. El coronel Roca, al mando de un ejército bien pertrechado, conquistó la Patagonia venciendo la resistencia de los pueblos mapuches.
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el oeste siguiendo las mayores elevaciones de la cadena de colinas que allí existen hasta tocar en la altura de monte Aymond. De ese punto se prolongará la línea hasta la intersección del meridiano 70 con el paralelo 52 grados de latitud y desde ahí seguirá hacia el oeste coincidiendo con este último paralelo hasta el Divortia Aquarum de los Andes. Los territorios que queden al norte de la línea divisoria pertenecerán a la República Argentina y a Chile los que se extienden al sur.
El Estrecho de Magallanes con sus dos orillas quedó bajo la soberanía de Chile El Artículo 3º estipuló que en la Tierra del Fuego se trazará una línea que partiendo del punto denominado Cabo del Espíritu Santo en la latitud 52 grados 40 minutos se prolongará hacia el sur coincidiendo con el meridiano occidental de Greenwich 68 grados 34 minutos hasta tocar en el Canal Beagle. La Tierra del Fuego dividida de esta manera será chilena en la parte occidental y Argentina en la parte oriental. En cuanto a las islas, pertenecerán a la República Argentina la isla de los Estados, los islotes próximamente inmediatos a ésta y las demás islas que haya sobre el Atlántico al oriente de Tierra del Fuego y costas orientales de la Patagonia; y pertenecerán a Chile todas las islas al sur del Canal Beagle hasta el Cabo de Hornos y las que haya al occidente de la Tierra del Fuego. Considerando que el Tratado de 1881 dio lugar a diferentes interpretaciones respecto de la división de las aguas, se suscribió un protocolo complementario el 1 de mayo de 1893. Este protocolo no fue suficiente, y Argentina comenzó a ocupar –sin corresponderle– los valles cordilleranos situados al poniente de la línea divisoria de las aguas, al extremo de que en 1889 vendió a colonos ingleses tierras chilenas. En 1894 y hasta 1900 Argentina continuó ocupando y colonizando el territorio chileno en la región de los valles cordilleranos. Como el Tratado de 1881 contemplaba la posibilidad de recurrir a un arbitraje por parte de S.M. Británica, se concurrió a esta instancia, la cual falló en 1902, y dispuso como límites a lo largo de la cordillera de los Andes y en una extensión aproximada de 1.500 km una línea arbitraria que dejó como territorio argentino todos los valles que habían sido ocupados por colonos ingleses. Chile aceptó la Sentencia Arbitral de 1902. El 28 de mayo del mismo año se firmó entre ambos países el Tratado General de Arbitraje, que obligaba a las partes a someter a juicio arbitral todas las controversias.
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Puna de Atacama Mientras transcurría el diferendo anterior, surgió un nuevo conflicto de delimitación geográfica en la zona denominada puna de Atacama, situada entre el volcán Licancabur en el paralelo 22 grados y 54 minutos y el paso de San Francisco en el paralelo 26º52’45” y encerrado entre los cordones oriental y occidental de la cordillera de los Andes. El origen del diferendo se remontaba a 1884, ya que terminada la Guerra del Pacífico, Chile firmó una pacto de tregua con Bolivia, donde se estipulaba que este territorio quedaba sometido a la jurisdicción de Chile. Desconociendo lo anterior, Bolivia cede a Argentina parte del territorio que estaba en poder de Chile, y el 10 de marzo de 1893, establece que Argentina es soberana de toda la puna de Atacama. Esta situación es dirimida en marzo de 1899 con la mediación de un representante de EE.UU. (William Buchanan). En el Acta de Buchanan el terreno se delimitó por 42 hitos entre el cerro Zapaleri y el paso de San Francisco. Con esto Argentina quedaba con 60.000 km2 y Chile con 20.000 km2.
Zona de Palena
Fig. Anexo 1.5 Fuente: Vázquez de Acuña, Isidoro; Cabrera, Óscar, Breve Historia del Territorio de Chile, Santiago: Editorial Universitaria, 1991. Elaboración: Francisco Lizama Delgado 249
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La aplicación del laudo arbitral de 1902 provocó una divergencia entre ambos países en la zona de Palena entre los paralelos 43º30’ y 44º latitud sur, donde ya se había perdido el curso superior del río Palena o Carreleufú. La posición chilena indicaba que el límite entre ambos países a partir del hito 16, de la demarcación fronteriza, debía remontar el río Encuentro hasta entroncar con el cerro Central y de allí continuar al sur por las cumbres del cerro Cóndor y cerro Llano, siguiendo la divisoria de las aguas hasta la ribera norte del lago Palena o General Paz, donde está el hito 17. El planteamiento argentino hacía pasar la línea a partir del hito 16, remontando el río Encuentro hasta la confluencia, continuaba hacia portezuelo de las Raíces y cerro de la Virgen para entroncar, finalmente, con el hito 17 a orillas del lago Palena o General Paz. El arbitraje (Reino Unido 1966) aceptó el planteamiento chileno acerca del verdadero río Encuentro. Pero, para Chile de igual forma significó la pérdida de los valles Norte y Hondo, la región del río Engaño y laguna del Engaño (400 km2).
Canal Beagle El Tratado de Límites de Chile con Argentina de 1881 dice en el Artículo 3º que en la Tierra del Fuego se trazará una línea que partiendo del punto denominado cabo del Espíritu Santo… se prolongará hacia el sur …hasta tocar el canal Beagle y... pertenecerán a Chile todas las islas ubicadas al sur del canal Beagle hasta el Cabo de Hornos y las que haya al occidente de la Tierra del Fuego. Por lo cual las islas Hoste, Picton, Lennox y Nueva son indiscutiblemente chilenas. La posición argentina pretendió circunscribir la denominación de “canal Beagle” sólo al tramo que va hasta el extremo noroeste de la isla Navarino, doblando en este punto hacia el sur y haciendo pasar la línea divisoria entre Picton y Navarino, dejando las islas Picton, Nueva y Lennox bajo la soberanía argentina. Las otras áreas del canal las intentó denominar canal Moat. Para solucionar el diferendo y de acuerdo al Tratado General de Arbitraje de 1902, se concurre a la mediación de S.M. Británica, que en 1977 dictó la sentencia de que las islas, Picton, Nueva y Lennox, conjuntamente con los islotes y otras inmediatamente adyacentes a ellas y, además, fijó la frontera terrestre y marítima entre ambos países mediante una línea que corre al centro del Canal Beagle. Chile aceptó la sentencia, pero Argentina declaró su nulidad. Esta situación escaló al extremo de existir un peligro de guerra entre ambos países. 250
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Por lo anterior, se concurre a la mediación de Juan Pablo II, que en 1980 reitera la soberanía chilena de las islas Picton, Lennox y Nueva, y se limitó la boca oriental del Estrecho de Magallanes entre punta Dungeness y el cabo Espíritu Santo (Fig. Anexo 1.6.).
Fig. Anexo 1.6 Fuente: Benadava, Santiago, Historia de las Fronteras de Chile, Santiago: Editorial Universitaria S.A., 1993.
Territorio Antártico Cuando en 1680 la Corona Española promulgó la recopilación de Leyes de los Reinos de Indias. En su libro II se ocupa de las Audiencias del Nuevo Mundo, su régimen administrativo y ámbito jurisdiccional. Así el Título V, Ley 5, al referirse a la Audiencia de Lima, dispuso que ella tenga por distrito la costa que hay desde dicha ciudad hasta el Reino de Chile inclusive. Y en el Título XV Ley 12 se refiere a la audien251
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cia de Chile y dispone que ella tenga por distrito todo el dicho Reino de Chile con las ciudades, villas, lugares y tierras que se incluyen en los gobiernos de aquellas provincias, así lo que ahora está pacífico y poblado, como lo que se redujere, poblare y pacificare dentro y fuera del Estrecho de Magallanes y tierra adentro hasta la provincia de Cuyo inclusive.19 Al referirse a los “territorios dentro y fuera del Estrecho de Magallanes”, se asume que Chile es heredero de los derechos de la Corona Española en el continente antártico. Se agrega a ello, las concesiones hechas a los reyes de Castilla por el Papa Alejandro VI el 4 de mayo de 1493 y por lo convenido en el Tratado de Tordesillas entre los reinos de Castilla y Portugal en 1495. Posteriormente, el Emperador Carlos V de España le otorgó a los gobernadores del reino de Chile en 1555 el dominio de todas las tierras que caen en la demarcación de la Corona de Castilla al sur del Estrecho de Magallanes. Al independizarse Chile de España el principio de uti possidetis juris le otorga la facultad de mantener bajo su jurisdicción los territorios que poseía durante la etapa hispánica. El Presidente de Chile don Pedro Aguirre Cerda (1938-1941) promulgó el decreto Nº 1747 de 6 de noviembre de 1940 que dice: Forman la Antártica Chilena o Territorio Chileno Antártico todas las tierras, islas, islotes, arrecifes, glaciares y demás conocidos y por conocerse, y el mar territorial respectivo existente dentro de los límites del casquete constituido por los meridianos 53 grados longitud oeste de Greenwich y 90 grados longitud oeste de Greenwich. Los derechos chilenos sobre el territorio Antártico están sustentados por antecedentes históricos, jurídicos, y por la presencia chilena desde mediados del siglo XX. Otros países pretenden soberanía en el área: Gran Bretaña desde 1908, Nueva Zelandia en 1923, Francia en 1924, Australia en 1933, Noruega en 1939 y Argentina en 1942. Solo Gran Bretaña y Argentina reclaman territorios que se superponen con el territorio chileno.
Islas Esporádicas Chile posee algunas islas que prolongan su zona económica y que se les conoce como islas Esporádicas. Las principales son: Archipiélago de Juan Fernández (isla Más a Tierra o Robinson Crusoe, isla Más Afuera o Alejandro Selkirk, isla Santa Clara); isla de Salas y Gómez
19 Vázquez de Acuña, Isidoro; Cabrera, Óscar, Breve Historia del Territorio de Chile, Santiago: Editorial Universitaria, 1991, p. 17.
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o también llamada isla de los Pájaros; islas de San Félix y San Ambrosio llamadas también Desventuradas; e isla de Pascua o Rapa Nui. Chile está compuesto por una faja de territorio continental de 755.776 km2, el Territorio Antártico con una superficie de 1.250.000 km2. El lecho marítimo de Chile es de 4.633.615 km2. El territorio insular está compuesto por islotes e islas. Los islotes se tipifican por una superficie que oscila entre los 0,03 km2 y 0,9 km2, sumando 2.180 unidades, con un total de 137 km2. Unas 3.739 islas cuya extensión varía entre los 0,1 km2 y 30.000 km2, cubren un total de 105.424 km2.
Resumen del territorio chileno:20 (Fig. Anexo 1.7)
Territorio Marítimo El espacio marítimo chileno comprende las siguientes áreas medidas en millas náuticas (1 milla náutica = 1.852 metros) Aguas Interiores: Son los mares interiores, puertos, bahías y aquellas aguas situadas entre la costa y las líneas de base recta (similar condición tienen los lagos, ríos y canales artificiales). Mar Territorial: Espacio que comprende desde las líneas de base hasta una distancia de 12 millas náuticas. En esta franja el Estado ejerce plena soberanía en relación con el tráfico, explotación, extracción, instalaciones, contaminación y tránsito de buques de guerra extranjeros, jurisdicción sobre tripulantes y pasajeros de barcos mercantes. Zona Contigua: Es el espacio que se extiende a partir del Mar Territorial por otras 12 millas náuticas, sobre la cual el Estado ejerce jurisdicción económica, aduanera, policial y sanitaria. Zona Económica Exclusiva: Espacio que comprende desde el término del Mar Territorial hasta 188 millas náuticas sobre la cual ejerce derechos exclusivos para la explotación de recursos que existen en las aguas, suelo y subsuelo oceánico.
20 Atlas Geográfico para la Educación, Santiago: Instituto Geográfico Militar, 1985 y 2007.
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Anexo
Plataforma Continental: Es el lecho y subsuelo de las áreas submarinas que se extienden más allá de su mar territorial hasta una distancia de 350 millas, o bien hasta el llamado borde exterior del margen continental, si este se encuentra a mayor distancia. Chile proclama una plataforma continental de 350 millas alrededor de la isla de Pascua y Salas y Gómez. Mar Presencial: Es el espacio marítimo de interés internacional externo a la Zona Económica Exclusiva en la cual el Estado ejerce presencia e influencia para preservarla, ocuparla, explotarla, vigilar sus intereses y contrarrestar amenazas directas o indirectas a su desarrollo y seguridad. Comprende la alta mar entre la Zona Económica Exclusiva continental, el paralelo de Arica y el meridiano que pasando por el borde de la plataforma de la isla de Pascua se prolonga hasta el Polo Sur.
Espacio aéreo Comprende el espacio aéreo chileno donde el Estado ejerce soberanía hasta una altura máxima de vuelo de aeronaves convencionales (60.000 pies app.) sobre todo el espacio terrestre y marítimo.
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Anexo
Fig. Anexo 1.7 Fuente: Libro de la Defensa Nacional de Chile 1997 Elaboraci贸n: Francisco Lizama Delgado. 255
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• Operaciones de Paz • Seguridad y Defensa • Conicto y Negociación Internacional • Planicación Militar • Conducción Militar • Historia Militar • Pensamiento Estratégico • Relaciones Internacionales y Geopolítica • Estudios de la Guerra Contemporánea • Geopolítica Otros Títulos de la Colección: • G"#$#%&'()* O)"-.()* / A12'3*%4 G"."3*% R*67. C*9*2 :#.'*%;*
RODOLFO A( ORTEGA PRADO
Coronel de Ejército, Doctor en América Latina Contemporánea por la Universidad Complutense de Madrid, España (2008). Magíster en Ciencias Militares en dos menciones: Políticas de Defensa y Gestión y Planicación Estratégica (Academia de Guerra del Ejército de Chile). Licenciado en Ciencias Militares. Ocial de Estado Mayor, especialista en Infantería y profesor de Academia en la asignatura de Táctica y Operaciones.
E"cenario y E"trategia es un libro dedicado a las nuevas generaciones de ociales de la Academia de Guerra que requieren de una visión sintética, pero a la vez enciclopédica de los asuntos y términos propios de la profesión militar. Esta obra constituye un compendio de las nociones más propias de las ciencias militares que son parte de la función docente de nuestro instituto. Por este motivo el escrito que presentamos desarrolla un vasto esquema de trabajo, en el que los alumnos y profesores interesados van encontrando los clivajes teóricos y prácticos del conocimiento militar de forma llana y gradual, de modo que los conceptos teóricos y aplicaciones de caso puedan ser evidenciados en este proceso de aprendizaje. Finalmente, el texto tiene un orden lógico deductivo que permite su consulta tanto sistemática como discontinuada, demostrando su gran versatilidad y augurando una capacidad para ser utilizado en la exploración primero, y en la profundización luego de los conocimientos de la malla del curso regular de Estado Mayor.
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La Academia de Guerra del Ejército desarrolla la serie editorial Colección Academia de Guerra del Ejército con el n de difundir y exponer los contenidos de su quehacer académico en el campo de las ciencias militares. La misma tiene como objetivo contribuir a la formación del capital humano y aumentar el acervo de conocimientos tanto al interior de la Institución como en su relación con académicos y estudiosos de asuntos militares en Chile y el extranjero, civiles y militares, que se dediquen preferentemente a las siguientes líneas de investigación:
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Diplomado en Estudios Avanzados de América Latina por la Universidad Complutense de Madrid; en Sociología Militar por la Academia de Guerra del Ejército de Chile; en Prevención de Conictos y en Gestión de Conictos en Asia-Pacíco por la Universidad Complutense de Madrid; en Gestión Estratégica de Organizaciones por la Academia Politécnica Militar del Ejército de Chile. Realizó el Curso de Alto Mando en la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos (ANEPE). Ha publicado libros y artículos en Chile y el extranjero. Destacan H"#$%&"' M"*"$'& +, *'# V"&$.+,# +,* E01&2"$% C4"*,5%, Biblioteca del Ocial, Santiago (2008) y P&,#,52"' M"*"$'& ,5 *' 7&%8"52"' +, L*'5:."4., 1<=1>?==1, Imprenta Austral, Temuco (2001).
Editado por el Departamento de Investigación y Desarrollo
Actualmente se desempeña como profesor del Departamento de Estudios Estratégicos de la Academia de Guerra del Ejército de Chile.
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