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3.2 Contexto Local

BREVE APROXIMACIÓN HISTÓRICA

El ámbito que hoy comprende los límites del término municipal de Candelaria está habitado desde la época prehispánica, como atestiguan los numerosos yacimientos arqueológicos catalogados en el municipio comprendiendo desde acumulaciones de residuos en las zonas de costa -laperos- hasta asentamientos residenciales y fúnebres -principalmente en forma de cuevas- (PGOU 2007). Candelaria ocupa en el imaginario de memoria colectiva del archipiélago el momento de transición de la cultura aborigen a la cultura hispánica a partir del mito de la adoración de la población autóctona a la virgen, simbolizando este cambio a partir de la asunción pacífica y autónoma del dogma central del culto de la civilización entrante. Esta situación acaba por justificar la colonización con todos sus efectos, institucionales y por lo tanto de estructura social. La colonización del municipio se vertebra a partir de la distribución de tierras para el cultivo, que en sus inicios consiste principalmente explotaciones agrícolas de subsistencia, a partir de la asignación de tierras a los recién llegados, y a la población aculturada, por parte de las figuras jerárquicas del momento (PGOU 2007).

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CONDICIONES FÍSICAS Candelaria ocupa una superficie aproximada de 49.31 km2, con una configuración en planta prácticamente cuadrangular y un desarrollo litoral de aproximadamente 8 km de un perímetro total de 40.24 km. El rango de altitud del municipio varía desde el nivel del mar hasta los 1746 m. lo que implica una pendiente media de inclinación del terreno desde el litoral hasta la cumbre de un 20%. La meteorización de este marcado relieve ha conformado un sistema de barrancos y lomas que discurren desde la cumbre hasta el litoral, y que además han configurado los ámbitos de abrigo en los que se ha asentado la población en las zonas de medianía, y matizado el

EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA

relieve en la franja costera, de manera que es donde se asienta la mayor parte de la población.

INFRAESTRUCTURAS Dos infraestructuras de orden insular condicionan la organización territorial del municipio. En un primer momento la carretera general del Sur, que recorre el municipio de manera paralela a la costa, en la mayor parte de su longitud, sobre la cota 100 m. sobre el nivel del mar, conectando los núcleos rurales tanto insulares como municipales en un momento en que la actividad agrícola representaba el principal sector económico. En segundo lugar la autopista del Sur -o TF-1- vía rápida de comunicación entre la capital y las zonas turísticas más importantes de la isla y el aeropuerto que les da servicio. Si bien las motivaciones principales de trazado de esta vía eran el transporte de la producción agrícola desde el sur hacia el puerto de Santa Cruz, esta situación pronto quedó obsoleta en favor del sector servicios. Esta infraestructura es hoy la mayor contrición territorial municipal, dividiendo el municipio en dos partes, separando claramente el municipio en un ámbito más urbano ligado a la costa y a lo largo de una franja de poco más de 500 m. de anchura por más de 6 km de largo; de otro con carácter periurbano formado principalmente por urbanizaciones incompletas y de baja densidad, cuando no dispersas, difusas e inconexas, entre la autopista y la carretera general del Sur. Por encima de la carretera general se sitúan los núcleos rurales históricos, que también se han visto afectado por el fenómeno de la dispersión, sobretodo en el ámbito de Araya y Las Cuevecitas - Malpaís. Fenómeno al que se suma el abandono del suelo agrícola. En la mayoría de los casos la sustitución es directa.

DEMOGRAFÍA

Candelaria crece demográficamente de una forma lenta y equilibrada en los diferentes núcleos poblacionales que componían el municipio. Tres se encontraban localizados en la medianía, vinculados a la actividad agrícola, -Araya, Barranco Hondo, e Igueste-; y el último en la costa, Candelaria, y con un carácter más relacionado con la actividad pesquera, además de albergar el lugar de culto de referencia insular. Es a partir de los años 80 del siglo XX cuando se constata que este último núcleo costero comienza a tomar una relevancia que supera a la del resto de asentamientos, prácticamente doblando la población del segundo asentamiento en importancia en el censo de 1981. Desde este momento el crecimiento demográfico del ámbito costero es exponencial, diferenciándose significativamente del resto. En el año 2004, según los estudios realizados para la redacción del Plan General de Ordenación urbana del municipio, el núcleo de Candelaria acogía a 10695 habitantes, claramente diferenciado del segundo núcleo de población Las Caletillas con 2294 moradores.

Este último asentamiento surge en los años sesenta al calor de las expectativas de desarrollo turístico y pronto se convierte en un lugar de concentración residencial. Para el tiempo de redacción del PGOU aún era un núcleo segregado del casco urbano de Candelaria.

EVOLUCIÓN DE LA OCUPACIÓN DEL SUELO

El resto de asentamientos tiene un crecimiento lineal y sostenido sin variaciones significativas más allá del aparente crecimiento vegetativo hasta el momento señalado anteriormente.

Los habitantes totales en el año 2004 en el conjunto del término municipal ascendían a 19197 almas.

Si atendemos al incremento de población comparado entre el municipio, la isla y el archipiélago podemos observar como el crecimiento demográfico de Candelaria se descuelga del incremento porcentual acumulado que mantienen tanto Tenerife como Canarias, para tomar impulso de nuevo en la década de los 70 hasta converger de con la tendencia general de crecimiento en la década de los años 90. A partir de este año se inicia una escalada que lleva al municipio a tener un crecimiento porcentual acumulado desde el año 1900 en 2021 del 1178% por un 676% de Tenerife y un 596% del conjunto del archipiélago canario. En la actualidad, según cifras oficiales del padrón municipal de habitantes para el año 2021, Candelaria acoge a 28463 habitantes. OCUPACIÓN DE TERRITORIO

A lo largo del siglo XX y las dos primeras décadas del s. XXI, en la representación de los datos de ocupación del suelo por la edificación residencial, podemos observar tres momentos diferenciados o ritmos de evolución. En primer lugar se da un crecimiento sostenido entre el año 1900 y 1960 con una evolución constante, lenta y continuada, aunque ya se empiezan a notar alguna variaciones en esta tendencia la última década de este periodo. En estos 60 años el suelo ocupado por la edificación residencial se triplica, pasando de 3.6 hectáreas en el año 1900, a 15.31 Ha. en el año 1960, suponiendo un incremento porcentual del 325.67%. El segundo periodo diferenciado abarca desde el año 1961 hasta 1996, donde se produce una gran aceleración en el ritmo de ocupación del suelo por el tejido residencial. En estos 35 años la superficie nueva superficie ocupada por la edificación destinada a principalmente a la residencia aumenta cinco veces con respecto a la existente a final del periodo anterior, creciendo en 82.34 hectáreas. Esto viene a significar una ocupación residencial total en 1996 de 90.70 Ha. y un incremento del 535.78%. A partir del año 1996, coincidiendo con la aprobación del Real Decreto-ley 5/1996, de 7 de junio, de medidas liberalizadoras en materia de suelo y de Colegios Profesionales, en principio orientada, tal como reza su exposición de motivos: " a incrementar la oferta de suelo con la finalidad de abaratar el suelo disponible. [...]. Se conseguirá así, avanzar en el logro del objetivo público de garantizar con mayor facilidad el acceso a la vivienda y a reducir la enorme discrecionalidad ahora existente.", se produce una nueva aceleración del ritmo de ocupación del tejido residencial. Este periodo cubre el intervalo entre 1997 y el año 2011. En tan solo 15 años se supera el doble de la ocupación del tejido residencial existente en el municipio hasta el momento llegando a las 207.33 hectáreas de suelo ocupado por la edificación con destino principal el uso residencial. Esta situación implica un incremento de superficie destinada a este uso de 104.88 Ha. o un 112.20% con

RENTA ANUAL DISPONIBLE POR HABITANTE

respecto al periodo anterior. En resumen, en 15 años se ocupa tanto territorio nuevo como en todo el periodo histórico anterior. Por último en el intervalo que va desde 2011 hasta hoy esta situación se estabiliza, debido principalmente a la crisis sobrevenida en el sector inmobiliario producto de las excesivas expectativas depositadas en las posibilidades del sector. En este periodo el crecimiento es de apenas 2.16 Ha. Un incremento porcentual del 1.04%, insignificante si tenemos en cuenta las situación de las dos etapas anteriores.

ECONOMÍA

En lo que se refiere a la actividad económica en el municipio, para este estudio nos hemos basado en el análisis de los datos de la ocupación de suelo de los destinos de uso principal de la edificación según cuatro categorías clasificadas por sectores: agrícola, industrial, terciario -o servicios- y equipamientos. Según esta clasificación, efectuando una interpretación de los datos registrados en la información catastral para el mismo periodo de análisis anterior, desde al año 1900 hasta 2020, el principal sector de actividad hasta mediados de la década de los años 20 del s. XX está directamente vinculado a la agricultura, en que se ve superado, por lo menos en lo que se refiere a la extensión de suelo que ocupaba la edificación destinada a este uso, por el sector institucional y de equipamientos. Esta situación se mantiene con un crecimiento paralelo en todos los sectores hasta la década de los años 70, en que hay un repunte de la ocupación de las actividades no residenciales en el municipio, en especial la relacionada con el sector terciario, que llega a suponer la mayor superficie de ocupación destinada a la actividad económica durante un breve periodo de tiempo -aproximadamente 5 años-, en que se ve superada tanto por el sector agrícola como el institucional justo en el inicio de la década de los 80. En la primera mitad del periodo de constitución de la democracia cobran especial importancia los sectores institucional e industrial, este último con un especial impulso que le lleva a ser el sector con mayor superficie ocupada en el municipio hasta nuestros días. En tercer lugar de importancia estaría el sector agrícola y a una distancia considerable el sector servicios. En términos generales del análisis de datos de la ocupación del suelo se puede deducir el carácter eminentemente residencial del municipio, reflejado en la distancia que va cobrando, tal como se observa en los gráficos en relación al resto de sectores. Y la poca significancia del sector servicios dentro de la ocupación de suelo de la actividad económica. En relación a la capacidad económica de los habitantes del municipio, si bien los datos disponibles no abarcan una evolución semejante a al analizada en el caso anterior, como podemos observar en el gráfico correspondiente a la renta per cápita disponible, Candelaria se encuentra en una situación privilegiada en relación al resto de corporaciones municipales, formando parte del grupo de los diez municipios cuyos moradores muestran un mayor nivel económico.

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