ESPECTÁCULOS “Ponerme la peluca era ya como cargar un yunque en la cabeza” 7B I DI A R IO MON I TOR I J U E V E S 3 DE J U N IO DE 2004
Con el fin de El Mañanero se cierra un ciclo en la historia de la TV en México; Víctor Trujillo explica sus razones para dejar de hacer el “informativo chacotero” luego de 10 años de estar al aire Rogelio Segoviano
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¿Cómo lo tomó Emilio Azcárraga cuando le informó su decisión? Se lo informé a Emilio y a Bernardo Gómez, y encontré en ellos una solidaridad inmediata, no hubo ni siquiera polémica o debate al respecto. Les puse sobre la mesa todas mis consideraciones y las entendieron. El Mañanero no se acabó por broncas o presiones, se encontró con un buen final. El proyecto cumplió más allá de lo que alguna vez pensamos Carolina y yo. Fue muy bueno tener a Emilio y Bernardo en el último programa. Con su presencia mostraron la actitud de la empresa, así como la de mis compañeros de Noticieros Televisa. ¿Qué pasará con Brozo? Tuve mucho cuidado en separar el final de El Mañanero y el personaje de Brozo. Creo que más fácil me acabaría enterrando él a mí que yo a él. A partir de ahora vamos a empezar a hacer lluvia de ideas hasta que surja algo. ¿Brozo regresará a algún otro noticiero en el futuro? No lo sé. De lo que se trata todo esto es de tener una página en blanco enfrente. Obviamente, no puedo dejar de lado todo lo hecho, pero..., lo que quise decir fue: ‘hasta aquí’. Ahora ya podemos hacer un buen balance de lo realizado en TV desde 1985. Vamos para adelante. Si de pronto hay un buen proyecto en el que pueda involucrar a Brozo, lo haré. Si encuentro otro para la Beba Galván, será para ella. Y si encuentro un formato que me soporte también a mí, pues qué mejor. Estuvo a punto del llanto en su despedida por TV, pero se contuvo... Ha habido muchos ejercicios de tristeza en los últimos diez meses (tiempo en el que su esposa estuvo gravemente enferma). Por lo que tuve un poco de control es que, previo a la despedida, hubo una canción de David Filio acompa-
EL ADIÓS: Fuera pelucas.
El noticiero más irreverente de la televisión
FOTOS: RODOLFO FLORES
ensé mucho la decisión que tomé. Desde luego, no soy ni el primero ni el único en atravesar por una situación así, pero me di cuenta de que la muerte de Carolina me meneó el tapete más allá de lo que imaginé, así que, en beneficio personal, por el de mis hijas y el de mi equipo de trabajo, decidí rendirle un homenaje a la que fue mi esposa y compañera durante tantos años de mi vida y cerrar el ciclo de El Mañanero ahora que se cumple una década del programa”, aseguró Víctor Trujillo, al explicar el fin del desenfadado e irreverente noticiero que vino a revolucionar la televisión en México. El popular conductor señaló que ahora que El Mañanero estaba “más fuerte” y posicionado que nunca, consideró que este era “el mejor momento para establecer un parteaguas, un hasta aquí, una... misión cumplida”. Manifestó que a un mes de la pérdida irreparable de su esposa, las ganas de seguir en el proyecto que ambos iniciaron en radio Acir y que luego lo llevaron a CNI-Canal 40 y a Televisa, ya no fueron las mismas. “Trabajar dejó de ser divertido. Llegar al estudio y ponerme la peluca, era como tener un yunque en la cabeza. No me habría gustado ser una de estas figuras que ríen delante de las cámaras y sufren al salir del escenario”, dijo Trujillo, creador del célebre personaje de Brozo, “el payaso tenebroso”, quien se encargaba de conducir el también llamado “informativo chacotero”. Con El Mañanero, dijo el comediante, “acompañamos una parte brutal en la historia de México: desde la muerte de Colosio y el ascenso de Zedillo, hasta los tres primeros años del Gobierno de Fox. Lo hicimos con dignidad y eso me dejó satisfecho”. Ahora, Trujillo informó que viajará con el equipo de Televisa Deportes a los Juegos Olímpicos de Atenas a celebrarse el próximo mes de agosto, y que a su regreso desarrollará nuevos proyectos para la televisión. “La vida sigue y hay que trabajar, sólo que en mi caso será desde una plataforma que no me afecte emotivamente. Venga lo que venga, seguiré reinventándome y sorprendiéndome. Es un giro necesario y de mucha salud mental”, indicó.
MOTIVOS: “Acabar con El Mañanero fue una decisión igual de difícil que cuando decidí venirme a Televisa”.
MAQUILLAJE: Manita de gato.
AFECTO: “Emilio entendió las razones que le expuse”.
ñada de un collage de imágenes, y estos recuerdos le pegaron en “las canillas” a mis hijas y les abrieron las llaves. Entonces, el verlas llorar me hizo tener más control. Además, qué bueno que logré contenerme porque así dije lo que quería decir. Aún así, terminamos el programa un minuto tarde. Y puede haber emotividades y lo que quieras, pero el master es el master.
bien, porque este tipo de proyectos de alto riesgo se terminan en los momentos menos esperados. Además, cada quien hacía otras cosas aparte del programa. Claro, en los proyectos que comenzaremos a cranear los iremos integrando.
¿Está orgulloso de haber descubierto los video-escándalos? En este aspecto he sido muy afortunado. Esta cuestión de coincidir en un proyecto que la gente acepta y tener de pronto la primicia de unas imágenes que van a desatar un escándalo tiene dos aristas. Una: No fue fácil someter a una persona que traficaba influencias. Las imágenes son de un gran dramatismo y hay vergüenza en medio de todo esto. La otra arista: Hay que tener el oficio para aprovechar esos garbanzos de a libra que se nos presentan en la vida. No es agradable, pero hay un oficio que se debe seguir. ¿Y su equipo de trabajo? Ellos han sido bien aceptados por la empresa. Digo, no se trata de una bolsa de trabajo, porque, en el mejor sentido, no han sido jamás burócratas. Desde que se integraron a El Mañanero, cada uno sabía que se podía acabar mañana o dentro de diez años. Siempre les dije que no nos acostumbráramos a la comodidad de que nos iba
¿Cree que Carolina estaría de acuerdo con su decisión de acabar con El Mañanero, o vendría a reprochárselo? Pues ojalá y lo hiciera. Pago por eso, por encontrármela de nuevo. Estoy seguro que Carolina hubiera estado de acuerdo, por una sola razón. Siempre hicimos lo que nos divertía. No desde Televisa ni desde Azteca ni del 40 ni del Canal 13, lo hacíamos desde antes, desde el cabaret, desde el teatro, siempre hicimos sólo lo que nos divertía. Esta diversión se fue apagando en este último mes y yo no puedo ya jugar con eso. Ponerme la peluca era ya como tener un yunque en la cabeza. Acabar con El Mañanero fue una decisión difícil de tomar, como igual de difícil fue la decisión de venirme a trabajar a Televisa. En ese momento le dije a Carolina: Televisa será la única empresa en la que vamos a poder desarrollar los proyectos que queremos en los próximos diez años. Lo dije entonces y lo reitero ahora. ¿Cómo queda en términos económicos con Televisa? De mi contrato no voy a hablar ni de dinero ni de nada de eso. Si
un trascendido en el periódico Milenio me puso encima a los de Hacienda durante un año. Me los echaron a andar, ya parece que les voy a revelar esa información. ¿Ha pensado en una precampaña política para Brozo? En la despedida pensaba hacer algo así pero me ganó el sentimiento. Quería decir que me retiraba del aire porque ahora Brozo iba a contender por la Presidencia de la República, hacer una pausa de unos cuatro segundos y ya luego romper con una carcajada. ¿Brozo a la Presidencia? No sería mala idea... El mismo personaje, ya no tanto el sofware, que en este caso soy yo, el hardware, que es Brozo, está grueso, está súper grueso, porque estamos hablando de un personaje de ficción que está más allá de poder contender por la Presidencia de la República. El mismo payaso ya se dio cuenta que es más útil trabajar. Ya hizo televisión en Imevisión, TV Azteca, Canal 40 y en Televisa, ¿en dónde es mejor trabajar? Sería un planteamiento injusto porque son realidades distintas. Cuando llegamos a Televisa había un sector que se sentía herido, es decir, pensaban: “Cómo llegan a Televisa estos cuates que se la han pasado atacándonos”. Ya cuando pudimos asentarnos y con un poco de más confianza, les dijimos que
“Lo que hicimos en televisión fue un proyecto original, pero la televisión lo magnifica. ¿Cuál era el sentido de El Mañanero?: hacer atractiva la información, demostrar que la información no es aburrida, lo que sucede es que se plantea aburrida. ¿Cómo poder establecer un código con el público, en donde podamos reírnos de lo mismo? Nos reímos de desgracias, planteamientos, discursos y tradiciones. Utilizamos el libreto de la vida nacional para insertar la comedia en los centros nerviosos del país. Nos llevó diez años colarnos y tener el aval no sólo del público, sino de los propios compañeros que hacen información. Primero tuvimos que hacer que los compañeros que estaban en la radio, en la prensa escrita y en la televisión, creyeran que lo que hacíamos tenía que ver con la información y que estábamos muy bien documentados. Hacíamos comedia al tiempo que estudiábamos a nuestros entrevistados, y creo que logramos bien ese punto”. Víctor Trujillo cómo no íbamos a decir lo que dijimos de Televisa, si era verdad. No era mentira, pero al mismo tiempo desde donde estábamos, ya fuera el Canal 40 o TV Azteca o Imevisión, no nos dedicábamos a escupir al de enfrente, simplemente decíamos: “a ver quién se democratiza primero, si el PRI o Televisa”. La ironía ahora es que en el momento más difícil de mi vida llegue al mejor lugar. Cuando estaba en Imevisión, Televisa no era el mejor lugar. Allá éramos muy felices porque, aunque no teníamos lana para producir, podíamos hacer lo que se nos pegara la gana, sin tener que rendirle cuentas a nadie, sin tener que ofrecerle un rating a nadie. Fue un gran laboratorio para desarrollar personajes que sólo pudimos haber hecho ahí. La etapa de TV Azteca fue agradable, pero lo que yo quería hacer ellos no lo querían hacer y viceversa. Terminamos sin broncas, cada quien quería seguir su propio camino. De Canal 40 debo agradecerle a Ciro Gómez Leyva que él fue quien se atrevió a sacar El Mañanero del radio para llevarlo a la TV. Y claro, el mérito de Televisa fue haber traído el producto tal cual y redimensionarlo. ¿Le gustó a Brozo dejar El Mañanero? Si Víctor y Brozo se pusieran a platicar, Víctor le diría: “Mira, si yo no estoy bien, tú tampoco lo vas a estar. Tienes el camino, las palabras, las imágenes y las posibilida-
“Nunca he sido un mártir” ROGELIO SEGOVIANO
El final se aproximaba. El reloj en la pantalla marcaba las nueve de la mañana con 55 minutos. Los ojos se le enrojecieron y las palabras se le comenzaron a entrecortar, mientras una de sus piernas no dejó nunca de moverse. El payaso no aguantó más la presión y cedió el micrófono a Víctor Trujillo, su alter ego, al tiempo que gruñía: “Yo me borro”. Con Trujillo en el control de las emociones del robusto sujeto que aparecía a cuadro, de inmediato se quitó la peluca verde y la nariz roja. Explicó a los televidentes que el programa El Mañanero había llegado a su fin, que sin su esposa, la productora de televisión Carolina Padilla, fallecida justo un mes atrás, la emisión había dado un giro radical y que, “en homenaje” a “mi compañera, mi cómplice”, había decidido terminar con la emisión. El hasta hace unos minutos payaso Brozo invitó a todos sus compañeros y colaboradores a pasar al frente, a despedirse. Sus dos hijas se colocaron justo detrás de él y lo tomaron por los hombros. Señaló el teléfono que estaba encima de su escritorio y dijo que cada que le llamaban por esa línea, esperaba escuchar la voz de su mujer para darle alguna indicación, o tal vez para regañarlo (“porque a ella era a la única que le permitía regañarme”) porque no había mandado a corte comercial en el momento adecuado. Al tiempo que apareció en la pantalla de televisión un recuadro con la imagen de Carolina Padilla, las notas de la canción “La barca de oro” se comenzaban a entrelazar con las palabras de Trujillo. Atrás quedaban diez años de salir al aire todas las mañanas, de lunes a viernes, así como las miles de entrevistas que hizo a políticos, deportistas y figuras del ambiente artístico. Lo mismo que los video-escándalos que destapó. Durante las últimas horas del “informativo chacotero”, Brozo recibió decenas de misivas de felicitación, como la del presidente Vicente Fox; lo visitaron Javier Solórzano y Carmen Aristegui, y fue ametrallado con infinidad de llamadas de políticos, artistas y personalidades de la cultura que le expresaron sus mejores deseos. Tampoco faltó la presencia en el estudio de Emilio Azcárraga, presidente del Grupo Televisa. “Nunca he sido mártir y no lo voy a ser ahora. Ya no me estoy divirtiendo. No es el trabajo en el que quisiera continuar. Ahí le dejo a Garric a quien le guste”. Una de sus hijas se agachó para besarlo. Al final, el payaso volvió a entrar en el cuerpo de Víctor Trujillo. Aunque sólo fue para poder despedirse muy a su estilo: “Y si tienen tele... ahí se ven”. des de proyectarte, pero yo te tengo que surtir porque no puedes ir con otro proveedor. Si yo no estoy bien, tú tampoco vas a estar bien”. Y Brozo tendría que responder: “Vete, aliviánate, plánchate a cuatro viejas, métete seis litros y ya que estés al tiro vienes, porque yo tampoco quiero estar mal”. No hay uno sin el otro. Aunque Brozo tenga vida propia, no lo voy a dejar. ¿Crees que a estas alturas me voy a arriesgar a traicionarlo en un proyecto chafa? En este momento, con este personaje no puedo darme el lujo de cometer errores. ¿Hubo presiones de algunos grupos en su contra de El Mañanero? Sí los hubo, pero obviamente no diré quiénes. Los que fueron derechos y no estuvieron de acuerdo, me hablaban a mí y no me acusaban con Bernardo Gómez. Ya no es el clásico: “Oye, tu payaso me está molestando, a ver si le callas el hocico”. Les decían: “Si tienes algún problema con Víctor, llámale, él es el encargado de sus contenidos, aquí tienes su teléfono. Si quieres, hay derecho de réplica”. Los que se molestaban y no lo decían ya sabía quiénes eran. Andar con escolta para mí representaba un problema menor, cuando el problema mayor lo tenía en mi casa. Son gajes del oficio. Ya no es como hace 20 años, cuando el “caca grande” te acusaba con el dueño de tu empresa y el dueño te corría o te mandaban dar una buena madrina.