Los eventos galopan; no hay semanas que no se escuche de un terremoto o de cualquier otra catástrofe o evento natural en algún lugar del mundo. No hay día que no quedemos tristes por lo que vemos o escuchamos por lo que está pasando en nuestra sociedad.
Hermanos y hermanas, necesitamos prepararnos y estar listos para encontrar al Salvador con el gozo de hijos que esperan sus familiares cuando se han ido lejos por largo tiempo. Este es el caluroso llamado de nuestro Salvador cuando nos invita: “Así también vosotros, cuando viereis hacerse estas cosas, entended que está cerca el reino de Dios” (Lucas 21:31). “Vosotros pues también, estad apercibidos; porque a la hora que no pensáis, el Hijo del Hombre vendrá” (Lucas 12:40).