mizael sรกnchez
de humores y otros lenguajes
Rojo-amate Revista de política, economía y cultura Año 1 | Número 4 | abril - junio | 2011 Director: Julio Moguel Coordinador Editorial: Miguel Ángel García Consejo editorial: David Aburto, Gaspar Aguilera, Miguel Ángel García, Ismael García Marcelino, Julio Moguel, Adolfo Orive, Enrique Pérez, Carlos San Juan, Víctor Suárez Consejo consultivo nacional: René Alvarado, Laura Andrade, Mario Baeza, Armando Bartra, Benjamín Berlanga, Gustavo Bernal, Raúl Cabrera, José Cárdenas, Juan José Chagolla, Lizbeth Cruz, Evodio Escalante, Alejandro Estrada Salinas, Eduviges Franco, Javier García Chávez, Abraham García Gárate, Rosario Herrera Guido, Víctor Herrera, Martha Guaderrama, Mariana Hernández García, Benjamín Herrejón, Víctor Jiménez, Adolfo Lizárraga, Patricia Moguel, Arturo Montañana, Fidel Negrete, Luis Rojas, Laila Saab, Emilio Toledo, Víctor M. Toledo, Alfredo Ramírez Bedolla, Roberto Sánchez, Karla Velasco Herrera, Enrique Velázquez Zárate, Jorge Zepeda, Francisco Zamudio, Sergio Zermeño Consejo consultivo internacional (en proceso de integración): Alín Cid Fleitas, Norberto Codina, Nicolás Hernández Guillén, Thierry Linck, José Morales González, Enrique Saínz Diseño editorial: Mizael Sánchez Fotografías: Mizael Sánchez, Emiliano García Fotografía de portada: Mizael Sánchez Distribución: Tinta Roja ROJO-AMATE es una publicación editada por Fundación México Social Siglo xxi ac, Monterrey 242, Colonia Roma Norte, Delegación Cuauhtémoc, México, df, cp 06700. Tel. 52647157 www.rojoamate.com Información en el correo: mexxicosocial@hotmail.com Editor responsable: Julio César Moguel Viveros Reserva para uso exclusivo otorgada por la Dirección de Reservas del Instituto Nacional del Derecho de Autor bajo el
amate en el otlayo, pedro cote
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mucho por hacer en este rubro; dado lo anterior, en el próximo número
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Gustavo A. Madero, México, df, mayo 2011.
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Armando Bartra Director del Instituto de Estudios para el Desarrollo Rural Maya y profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Xochimilco. Ha publicado numerosos libros sobre economía, política, historia y filosofía. Actualmente es director del suplemento La Jornada del Campo.
JORGE BUSTAMANTE GARCÍA Nació en Zipaquirá, Colombia. Geólogo, escritor y traductor. Ha vivido en Rusia y Costa Rica. Reside en México desde 1982. Sus publicaciones más recientes son El instante maravilloso: poesía rusa del siglo xx, y El perro vagabundo y otras memorias de escritores rusos. JOSÉ ALFREDO GARCÍA FLORES 1990, Ihuatzio, Michoacán. Sus cuentos han sido publicados en El final de un fetiche, Colectivo Artístico Morelia ac. Miguel Ángel García Psicólogo Social por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Subdirector de Rojo-amate. Poeta y narrador. EMILIANO GARCÍA MAGDALENO Nació el 4 de mayo de 1992 en la ciudad de México. Estudiante del bachillerato y apasionado del arte gráfico. Ingresó a la Escuela Activa de Fotografía en la Delegación Coyoacán.
ISMAEL GARCÍA MARCELINO Escritor, poeta, novelista, periodista, y actualmente profesor de lengua p’urépecha en el Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras (cele) de la unam. premio estatal del Primer Concurso de Cuento en Lengua P’urhépecha. MARIANA HERNÁNDEZ GARCÍA Licenciatura en Sociología (unam). Ha trabajado en distintas áreas y niveles de desarrollo comunitario en el df y Michoacán. Víctor Jiménez Arquitecto por la Escuela Nacional de Arquitectura de la unam. Tuvo a su cargo la Dirección de Arquitectura del Instituto Nacional de Bellas Artes. Desde marzo de 1998 es director de la Fundación Juan Rulfo. Historiador, analista en diversos temas y crítico literario.
LUIS MENESES Ex dirigente de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (unorca). Activo luchador social en distintos temas del ámbito rural. Ha sido diputado federal. Silvia Moguel Viveros Activista en promotora de los derechos de los animales no humanos. Actualmente es colaboradora editorial en Rojo-amate.
genio y obra de antonio bení-
CLAUDIA M. SALAZAR-VILLAVA Profesora investigadora de la uam-x. Psicoanalista y doctora en Ciencias Sociales. Autora de La intervención por la autonomía en procesos colectivos y otros textos sobre procesos grupales, institucionales y comunitarios.
MARXITANIA ORTEGA Estudió Filosofía y Letras. Musicóloga y amante de la literatura. Incursiona en la cultura y las letras del mundo islámico. ÓSCAR QUEVEDO Miembro de Colectivo Paracaídas, organizador del Encuentro Nacional de Letras Independientes, en Morelia. Autor del libro El mar boca arriba, con el cual ganó el premio Michoacán de Literatura de Cuento “Xavier Vargas Pardo” 2009.
mizael sánchez Fotógrafo y artista visual. Ha realizado exposiciones individuales de pintura, fotografía en México y Estados Unidos. En 2003 trabajó como curador de exposiciones en el Peabody Museum de la Universidad de Harvard.
ANA CRISTINA RAMÍREZ BARRETO Licenciada en Filosofía, maestra en Filosofía de la Cultura (umsnh), doctora en Antropología Social (Colmich). Profesora en la Facultad de Filosofía (umsnh), autora del libro De humanos y otros animales.
ALBERTO VITAL Licenciado en Lengua y Literaturas HIspánicas y maestro en Letras Mexicanas (unam) y doctor en letras por la Universidad de Hamburgo. Investigador del Instituto de Investigaciones Filológicas de la unam desde 1991.
LUCÍA RIVADENEYRA Poeta. Licenciada en Ciencias de la Comunicación y maestra en Literatura Mexicana, ambas carreras en la unam. ALBERTO SAAVEDRA NIET Cuentista, músico y guionista de cortometrajes. Estudió Historia en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
genio y obra de antonio benítez rojo
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genio y obra de antonio benĂ-
Índice
presentación
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ESPECIES DE COMPAÑíA 51
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NOTICIAS SOBRE LA PROTECCIÓN ANIMAL Mariana Hernández García Silvia Moguel Viveros EL PERRO DE PRÁCTICAS QUIRÚRGICAS Y LA BIOÉTICA Ana Cristina Ramírez Barreto
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de humores y lenguajes CARNAVALIZAR LA POLÍTICA Armando Bartra A PROPÓSITO DE LO CARNAVALESCO EN LA POLÍTICA Julio Moguel
21
LA RISA, LA MÚSICA Y EL HUMOR EN LA POESÍA DE NICOLÁS GUILLÉN Nicolás Guillen
24
desimaginar el mundo
PATRIMONIOS Y conquistas Nos han dado el nombramiento Ismael García Marcelino
LAS IMÁGENES VACÍAS 58 MODOS DE DES-SUBJETIVACIÓN CONTEMPORÁNEOS Claudia M. Salazar-Villava
Ventana 28
Expediente político amloylaregeneraciónnacional
EL NIÑO DE ARENA Tahar Ben Jelloun
67
rulfo: 25 aniversario luctuoso
DIEZ TESIS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EN EL NUEVO PROYECTO DE NACIÓN
33
AMLO DE CARA A LA REGENERACIÓN NACIONAL
39
UNA TERCERA VÍA PARA EL MOVIMIENTO RURAL EN MÉXICO Luis Meneses Murillo
47
JUAN RULFO EN EL MUNDO Víctor Jiménez
71
MAPA RULFO Alberto Vital
73
UNA SEÑA FILOSÓFICA EN RULFO Julio Moguel
76
JESÚS RODRÍGUEZ GUERRERO: EL OLVIDADO DE LOS OLVIDADOS Miguel Ángel García
80
Los iraníes y el gusto por la poesía Marxitania Ortega
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PUROS CUENTOS tapioca mario bros Alberto Saavedra Niet
90 91
círculo vicioso S/T Óscar Quevedo
92 93
EL GERMEN José Alfredo García Flores
94
El milagro de las cosas nombradas Jorge Bustamante García
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Rumor de tiempos Lucía Rivadeneyra
100
pERFILES La caricatura de erasmo
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Presentación de humores y lenguajes ¿Son el humor –el denominado sentido del humor– y la risa elementos superestructurales y secundarios del lenguaje humano? ¿Son acaso envolturas de la presencia del Ser, colocadas ahí, sobre su cuerpo, sólo o fundamentalmente para servirle de abrigo o adorno? ¿O son por el contrario elementos centrales del lenguaje del Ser, rechazados por las convenciones racionalistas del capitalismo moderno por su carácter esencialmente liberador (individual y colectivamente liberador)? Acudamos para responder con una rápida respuesta al amado poeta Nicolás Guillén: “Otros lloran, yo me río,/ porque la risa es salud:/ lanza de mi poderío,/ coraza de mi virtud./ Otros lloran, yo me río,/ porque la risa es salud”. O leamos sin respiro esa otra joya literaria del mismo poeta: “¡Eh, compañeros, aquí estamos!/ Bajo el sol/ nuestra piel sudorosa reflejará los rostros húmedos de los vencidos,/ y en la noche, mientras los astros ardan en la punta de nuestras llamas,/ nuestra risa madrugará sobre los ríos y los pájaros”. ¡La risa!: “nuestra risa” abarcadora e incluyente. De eso nos habla Nicolás Guillén. Es esa, “nuestra risa”, la que “madrugará sobre los ríos y los pájaros” como una sola e irrebatible verdad. Armando Bartra y Julio Moguel entran, con sus respectivos artículos, a hurgar sobre esta temática en este número de Rojo-amate. Ambos con una clarísima conclusión: la “carnavalización” de la política es en muchos sentidos un elemento necesario en la construcción de una nueva cultura política en México y en el Continente. PATRIMONIOS Y conquistas Muchos (y muchos de los muchos, desde posiciones que se autoubican en la izquierda) se alegraron de que la pirekua (música tradicional p’urhépecha) hubiera sido catalogada formalmente como “patrimonio inmaterial de la humanidad”. Pero no fue el caso, entre otros, del escritor, investigador y cantautor –p’urhépecha– Ismael García Marcelino, quien considera que en ese lance –como en cualquier “universalización” externa y abstracta o genérica, como es el caso– se esconde el mapeo de un determinado proceso de “expropiación”. La temática resulta esencial en nuestros tiempos, dentro del marco de un debate que ya empieza a tocar algunas fibras sensibles de las convicciones o creencias más arraigadas en las inercias de nuestra cada vez menos firme convencionalidad.
presentación
8
amlo y la regeneración nacional Los textos que se integran en nuestro “Expediente político” quieren acercar al lector a la propuesta programática de quien hoy por hoy constituye, sin lugar a dudas para nosotros, el principal impulsor del cambio democrático en México. Y no abonamos aquí mayores detalles sobre el punto, pues hemos hecho una presentación específica al inicio de la referida sección. Luis Meneses, por su cuenta, ofrece en este mismo bloque un primer acercamiento a lo que pudiera considerarse como una especie de “mapa” programático para el campo mexicano, abonando elementos a la discusión que deberá guiar “la regeneración de México” (para utilizar una idea propia de amlo).
certidumbre y las sombras, los espacios inhabitables que nos mueven a juntarnos para actuar. Se esparcen tóxicas remitiendo los actos a la rutina cotidiana transformada en un molesto y fatigoso intervalo que transita de hipnosis en hipnosis, de pantalla en pantalla, de programa en programa, como si allí cesaran toda pena y anhelo”.
rulfo: 25 aniversario luctuoso Rojo-amate abre de nuevo sus páginas para presentar textos sobre la obra de Juan Rulfo (en el primer número de la revista se publicaron ya algunos ensayos al respecto), con la convicción de que el regreso a la obra del autor jalisciense constituye un ejercicio siempre iluminador. Y lo hacemos ahora en el tiempo signo de su rememoración, por el cumplimiento, en este 2011, del primer cuarto de siglo de su fallecimiento (1986). Tres textos breves se integran en esta específica sección.
ESPECIES DE COMPAÑíA ¿Debemos considerar la “problemática” de lo animal no humano dentro de la “problemática” del Ser? ¿No son perros y gatos, jirafas y ballenas, leones y leopardos, vacas y caballos, gorilas y lagartos, elementos que han permitido la propia conformación del Ser? ¿No es acaso el egocentrismo del hombre excesivamente fatuo cuando alcanza a suponer que el artificialismo de un planeta sin especies –salvo la específicamente humana, se entiende– (pues tendemos a ello en esta desmecatada modernidad, ¿o alguien lo duda?) sería para él una casa propia para seguirla habitando por los siglos de los siglos? Ana Cristina Ramírez, Mariana Hernández García y Silvia Moguel entran al quite para ofrecernos sus reflexiones al respecto, en un tema que para nuestra revista adquiere desde ahora una relevancia no menor.
*** Marxitania Ortega, Jorge Bustamante y Lucía Rivadeneyra ofrecen aportes significativos a la temática poetica. Miguel Ángel García nos da una semblanza de Jesús Rodriguez Guerrero y su imputado destierro del ámbito literario. Alberto Saavedra, Óscar Quevedo y José Alfredo García nos ofrecen una muestra del trabajo realizado por las voces jóvenes de la narrativa contemporánea. Julio Moguel
dESIMAGINAR EL MUNDO Claudia M. Salazar-Villava entra al dificilísimo tema de “las imágenes vacías” producidas por lo que algún conocido escritor nombró hace ya tiempo como “la caja idiota”. Extraordinario texto en nuestra opinión; logra hacer a un lado los lugares comunes y generar elementos que conmueven seriamente nuestra inteligencia y posibilidad de comprensión. Un solo párrafo de su texto servirá en esta breve presentación para abrir el camino: “Las imágenes vacías poseen una capacidad disolvente del arraigo en lo radicalmente otro y de la necesidad agobiante del encuentro que produce horizontes. Vuelven innecesarios el pensamiento y la angustia, acallan la in-
9
presentacion
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de humores y otros lenguajes
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Carnavalizar la política Armando Bartra
“Hay que actuar como locos”. Cuando algunos de los alcaldes campesinos del departamento de Tarija, en Bolivia, se esmeran por gobernar “como es debido”, el consejo de Elvio, dirigente de la federación campesina regional, dice que no, que lo que se debe hacer es comportarse como locos. No interiorizarse en las artes de la “correcta” administración municipal sino subvertirla, ponerla de cabeza, hacer las cosas al revés, en breve: actuar como locos. Y uno que es cultivado piensa en Erasmo de Rotterdam, quien hace 500 años hablaba de la “locura sabia”, de la “demencia sensata”, y sostenía que: “[...] la locura vence toda la sabiduría del mundo [...] La suma de toda la felicidad humana depende de la locura”.1 Pero la referencia de Elvio no es el libro titulado Encomiun moriae. Seu laus stultitiae, sino El padrecito, una película mexicana de los años sesenta del pasado siglo en la que Cantinflas, en el papel de cura joven, pinta la iglesia de colores chillantes, convoca a los fieles con música de mariachi y dice misa a media noche, a la hora de las ideas pecaminosas.
[...] Ya que los religiosos ordinarios hacen tres votos, a saber: el de castidad, el de pobreza y el de obediencia, sería ordenado que allí honorablemente pudiesen estar casados, ser ricos y vivir en libertad.2
Los referentes de un dirigente campesino están en la cultura popular realmente existente (de donde, por cierto, también Erasmo y Rabelais sacaban inspiración), pero la vecindad de la propuesta de Elvio (actuar como locos) y las ideas iconoclastas de sus predecesores (quienes fueron los máximos representantes de la crítica grotesca y plebeya a la Iglesia, la aristocracia, la teología y en general al orden medieval) no son un accidente. En los tres casos estamos ante lo que Mijail Bajtin ha llamado carnavalización: carnavalización de la protesta, de la resistencia, de la subversión del orden existente; carnavalización de la política. Y es que en el ánimo subversivo compartido por el de Rotterdam, el de Devinière y el de Tarija hay un sustrato común: la resistencia grotesca a un orden opresivo. Pero además de designar el estilo del decorado romano de las Termas de Tito (donde se entreveran motivos vegetales, animales y humanos, pintura que se encontró en una gruta) de donde viene lo de grotesco, ¿qué sentido le damos hoy al término? Dice Wolfgang Kayser: “Lo grotesco es el mundo vuelto extraño [...] Lo grotesco es un juego con lo absurdo [...] Un intento por invocar y someter los aspectos demoníacos del mundo”.3 “Lo grotesco es híbrido sin restricciones, lo híbrido por excelencia”,
Los grotescos Revolución cantinflesca de las costumbres eclesiales muy semejante a la que en 1535 preconizaba François Rabelais en Gargantúa, donde se cuenta que el fraile Jean se propone fundar una abadía [...] opuesta a todas las ya instituidas [...] Empezaremos por no construir murallas alrededor, pues todas las demás están fuertemente amuralladas [...] Y porque en los conventos de este mundo todo está acompasado, limitado
2
y medido por las horas, decretaría que allí no hubiese reloj 1
François Rabelais, Gargantúa, Juventud, Barcelona, 1972, pp. 257-258.
3
Citado por A.D. Coleman, “Lo grotesco en fotografía”, en Luna Córnea núm. 30, Conaculta, México, 2005, p. 145.
Erasmo de Rotterdam, Elogio de la locura, sarpe, Madrid, 1984, pp. 224-225.
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señala Robert Storr, y le añade una pertinente connotación política: “Allí donde gana la desconfianza mutua o el desprecio entre los grupos sociales, lo grotesco es un arma”.4 Pero es Bajtin, en su estudio sobre Rabelais y su contexto, quien más ha calado en el concepto: La forma de lo grotesco carnavalesco [...] ilumina la osadía inventiva, permite asociar elementos heterogéneos, aproximar lo que está lejano, ayuda a liberarse de ideas convencionales sobre el mundo y de elementos banales y habituales, permite mirar con nuevos ojos el universo, comprender hasta qué punto lo existente es relativo y, en consecuencia, permite comprender la posibilidad de un orden distinto del mundo.5
Lo grotesco es subversivo y utópico: más que un estilo, un ánimo y una intención. No hay clásicos en lo grotesco ni tampoco existe un canon. Pero a falta de unanimidad estilística sus practicantes comparten un cierto aire de familia: un leve estrabismo, una imperceptible cojera, una ocasional dislalia, un gusto por las malas palabras y los chistes sucios, una predilección (como la de Luis Buñuel) por comerse precisamente la cabeza del cabrito. Esta no es galería de grotescos ilustres sino apenas lista de súper donde registro en desorden algunos de los que pueden ser recordados por su nombre. En literatura, además de Rabelais, están François Villon, Miguel de Cervantes, el Francisco Quevedo de Historia de la vida del Buscón, el Jonathan Swift de Una modesta propuesta y Los viajes de Gulliver, el Marqués de Sade, Feodor Dostoievsky, Nikolai Gogol, Charles Baudelaire, Alfred Jarry, Charles Bukowsky, Roberto Bolaño... En pintura es grotesco el Goya de las series Caprichos, Desastres y Disparates, y lo son los mexicanos Guadalupe Posada en el grabado de difusión popular y José Clemente Orozco en la caricatura y el muralismo… En el cine son memorables los hermanos Marx, Luis Buñuel, David Lynch y los cortometrajes La fórmula secreta y Tequila, del mexicano Rubén Gamez... En fotografía tengo presentes a Arthur Tress, Diane Arbus, Wee Gee y el mexicano Enrique Metinides. En el cómic hay que mencionar a Robert Crump y casi todo el underground californiano, pero también la historieta excrementicia del mexicano Rafael Araiza. La carnavalización del rock tiene infinidad de practicantes, entre ellos el inefable Marilyn Manson y las agrupaciones mexicanas Botellita de Jerez y El Personal. En filosofía, el talante burlesco va de Diógenes de Sínope y el resto de
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los cínicos de la Grecia clásica al brillante provocador Slavoj Zizej, pasando por el ya mencionado Erasmo de Rotterdam. Pero también Walter Benjamin se puede incluir en el selecto grupo de iconoclastas. Terry Eagleton destaca el lado grotesco de Benjamin: “[...] el bricoleur cuyos textos ensamblan violentamente los materiales más heterogéneos”,6 aunque señala la ausencia de elementos carnavalescos en una obra que si de algo adolece es de sentido del humor. La recuperación de la risa, lo grotesco y el carnaval rabelesianos que emprende Bajtin en tiempos de stalinismo, es lo que Benjamin propone respecto de la historia cuando afirma que en los momentos de “peligro” (que para él eran los del fascismo) es necesario “encender en el pasado la chispa de la esperanza”. Eagleton reconoce, sin embargo, que en la somática política del alemán el cuerpo es negativo, mientras que para el ruso la carnalidad es subversiva. Más allá de los paralelismos con Benjamin, Eagleton considera que “[...] el humor es un concepto poco familiar al marxismo”,7 y subraya la importancia de 6
Terry Eagleton, Walter Benjamin o hacia una crítica revolucionaria, Cátedra, Madrid, 1990, p. 94.
4
Robert Storr, “Disparidades y deformaciones”, en Luna Córnea núm. 30, Conaculta, México, 2005, pp. 171-172.
7
5
Mijail Bajtin, La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento. El contexto de François Rabelais, Alianza, Madrid, 1995, p. 37.
de humores y otros lenguajes
12
Ibid., p. 217.
En la defensa de su tesis doctoral, que más tarde convertiría en el libro que ya hemos citado, Bajtin es claro al señalar el carácter político y revolucionario de las estrategias carnavalescas: La risa fue uno de los más poderosos medios de lucha. El pueblo luchaba no sólo con la risa, sino también con las armas: con garrotes, con los puños [...] Este pueblo no es exclusivamente sonriente, sino que es de igual modo un pueblo que puede organizar revueltas. Y ambos aspectos están íntimamente relacionados. Porque aquí se trata de la risa de la plaza, de la calle, de esa risa popular que nada tiene de divertido. Es más bien una risa excepcional, de otro orden, una risa destructiva donde la muerte está siempre presente.14
Desmedida, excéntrica, carnavalesca, es la vida del mexicano fray Servando Teresa de Mier, y claramente grotesca la estrategia que adopta para impulsar la independencia americana. En 1794, en el púlpito de la Basílica dedicada a la Virgen de Guadalupe (frente al Ayuntamiento en pleno y en presencia de la Real Audiencia, el virrey Branciforte y el obispo Núñez de Haro), el joven fray Servando cuestiona las bases del presunto descubrimiento, la conquista, la evangelización y la Colonia al sostener que el culto guadalupano es en realidad precolombino y que lo instauró el mismísimo Santo Tomás, quien era conocido en Mesoamérica como Quetzalcóatl y en cuya capa (que no en el ayate de Juan Diego) está pintada la sagrada imagen. Postura que él mismo llama “extraña e inaudita” pero que era cualquier cosa menos ingenua pues si los pueblos americanos eran cristianos, tan antiguos como los europeos, todo el andamiaje colonial se venía abajo. El sermón le costó el destierro a España y un primer encierro del que se fugó iniciando una carrera de escapista que lo llevó a entrar y salir de siete cárceles. En el viejo continente peleó contra los franceses en el batallón de voluntarios de Valencia y en 1816 convenció a Francisco Javier Mina de emprender una expedición libertaria a México a resultas de la cual el español muere a manos de los realistas y fray Servando es encarcelado una vez más. Consumada la independencia es diputado en el Congreso Constituyente y firma el Acta Constitutiva de la Federación. Muerto en 1827 y enterrado con honores en el templo de Santo Domingo, su cadáver fue exhumado en 1861 y su momia exhibida en los portales de la Diputación como si fuera el de una víctima de la Inquisición. En tal calidad la compró un italiano y ahí se pierde la pista de quien propusiera un insólito mito
la “[...] risa ambivalente, destructiva, liberadora”,8 propuesta por Bajtin para un marxismo occidental melancólico a fuerza de frentazos. Pero también toma distancia pues sostiene que al destacar el carácter disruptivo del carnaval, el ruso soslaya la función “debilitadora” e “integradora” de una fiesta “autorizada” que es “desahogo popular”,9 además de que “[...] no todo puede convertirse en humor”,10 es decir, que hay cosas de las que no es debido reírse. Disensos que exhiben lo somero de su adhesión a la estrategia grotesca pues resulta obvio que para Bajtin risa es revolución: “[...] no se trata de una risa alegre que evade la lucha, sino de la risa involucrada en la lucha [...] esta risa que por su naturaleza es profundamente revolucionaria”.11 Porque para cambiar el mundo “[...] es necesario dejar de temer. Y aquí la risa tiene un papel fundamental”.12 “La risa carnavalesca libera al mundo del miedo”.13 8
Ibid., p. 221.
9
Ibid., p. 225.
10
Ibid., p. 243.
11
Mijail Bajtin, La cultura popular… op. cit., p. 84.
12
Ibid., p. 85.
13
Ibid., p. 87.
14
13
Ibid., p. 84.
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emancipador y una imagen grotesca y subversiva difícil de superar: la fusión de Santo Tomás y Quetzalcóatl.15
orientales… En México fue Juan de Alameda el fraile que en el siglo xvi sobrepuso elementos provenientes del carnaval cristiano al festival de la fertilidad que los indios celebraban en Huejotzingo con motivo del inicio de la primavera. Y en adelante el ritual sincrético devino circunstancia festiva y coartada para burlar a la autoridad escudándose en el anonimato de las máscaras. En España los carnavales fueron prohibidos (sin éxito) por Carlos v en 1523, por Felipe v en 1716 y por Carlos vi en 1779, y en la Nueva España fueron reglamentados en 1539 porque los indios aprovechaban el trago, los sicotrópicos y la permisividad para burlarse de las autoridades virreinales. Y así, con diferentes combinatorias culturales en las que se mezclan usos mediterráneos, asiáticos, africanos y americanos, el carnaval devino arraigada tradición continental. En Bolivia, y en general en el área andina, es proverbial la inagotable imaginería de máscaras y vestuarios, la multicultural policromía de tramas y coreografías. Es verdad que en muchos casos las fiestas de carnestolendas se comercializaron perdiendo parte de su filo subversivo, pero en compensación durante las últimas décadas se ha venido carnavalizando la protesta social. La gran convocatoria del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (ezln) se explica en parte por la filiación carnavalesca de sus pasamontañas y por la índole saludablemente grotesca de sus iniciativas políticas, empezando por el primer encuentro de la Convención Nacional Democrática realizado a fines de 1994 en la comunidad de Guadalupe Tepeyac, en plena selva chiapaneca. Protagonizado por el ezln y 6 mil variopintos representantes de las izquierdas mexicanas, el acto (realizado en el primer “Aguascalientes”) fue una espectacular puesta en escena donde hubo pueblo en armas (unas de madera y otras de verdad) y discurso nocturno del subcomandante (Marcos en el papel de Votan-Zapata iluminado por reflectores y encuadrado por dos enormes banderas nacionales, al modo del salón de plenos del Congreso de la Unión), para culminar en un providencial diluvio tropical que tronchó la arboladura y desgarró las velas pero también aplacó los enconos políticos evitando el naufragio prematuro de la nave de Fitzcarraldo.18 El mismo aire de carnaval tienen las provocadoras marchas gay y las representaciones, happening y mojigangas usuales en las movilizaciones altermundistas iniciadas con las protestas de Seatle, en Estados Unidos, y pronto replicadas en todo el planeta. Grotescidad boliviana
Carnestolendas El espíritu grotesco puede inspirar obras literarias, teatrales, plásticas, musicales o coreográficas pero su origen y clave se encuentra en el carnaval y sus variantes, y en sus antecedentes: las fiestas griegas a Dionisio, las bacanales y saturnales romanas. La raíz profunda de lo grotesco hay que buscarla en la cultura popular, en lo que ésta tiene de desquiciante, de iconoclasta, no de subalterna sino de contrahegemónica. Y por encarnar ante todo en el carnaval, lo grotesco no es puramente presencial sino participante, lúdica arremetida del pueblo llano contra el poder y los poderosos mediante la apropiación paródica de los usos, instituciones, símbolos y valores de orden dominante. Subversión jocosa cuyo recurso más afilado es la mundanización de lo elevado, la trivialización de lo solemne, la carnalización del espíritu. Y en el centro la risa: la risa plebeya, la infrecuente pero poderosa carcajada social. No la sonrisita defensiva que acompaña a la ironía o al sarcasmo sino la risa alegre, expansiva, vital: de quienes han aprendido a no reír en presencia de la autoridad y sus personeros, pero que en el carnaval, como en las marchas de orgullo gay, en las manifestaciones de protesta y en los mítines contestatarios no sólo increpan y se burlan del poder, también lo injurian, se ríen en su cara. “Lo grotesco se manifiesta en su verdadera esencia a través de las máscaras”,16 escribe Bajtin, porque el disfraz y la máscara desestabilizan el orden identitario y subvierten las jerarquías. “Toda jerarquía es abolida en el mundo del carnaval, todas las clases sociales, todas las edades, son iguales”.17 Y así la pintura corporal, los disfraces y las máscaras (que en las culturas de cazadores, recolectores y agricultores propiciaban la conversión ritual de los hombres en animales y otras fuerzas de la naturaleza) se enriquecen con usos socialmente transgresores sin perder por ello su connotación profunda. En la efímera permisividad del carnaval y sus equivalentes, los plebeyos se transforman en nobles, los pobres en ricos, los feos en guapos, los tontos en listos, los hombres en mujeres. Y en un continente colonizado como el nuestro los carnavales son la oportunidad de que los indios se vuelvan españoles, pero también romanos antiguos, judíos, franceses, ingleses, moros, negros, 15
Servando Teresa de Mier, Memorias, Universidad Veracruzana, México, 2009, pp. 39-125.
16
Mijail Bajtin, La cultura popular... op. cit., p. 42.
17
Ibid., p. 225.
de humores y otros lenguajes
18
Armando Bartra, El hombre de hierro, uacm/uam-x/Itaca, México, 2008, pp. 168169.
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En El hombre de hierro, un libro de 2008, hablé de la carnavalización de la acción política, y más tarde lo hice en el ensayo “Campesindios: la formación del campesinado en un continente colonizado”. Me dio gusto confirmar esta propuesta interpretativa. Me referí someramente a la índole grotesca de la sociedad boliviana y sus luchas recientes en un par de textos que leí después: “Literatura contemporánea y grotesco social en Bolivia”, de Javier Sanjinés, y De ángeles, demonios y política. Ensayos sobre cultura y ciudadanía, de Gonzalo Rojas. Escribe este último: “Utilizo la noción de grotesco social, que Sanjinés rescata de Bajtin para aplicarla al conjunto de la cultura política vigente en Bolivia hoy, para significar un proceso de transición [...] incompletud, ambigüedad, espíritu de carnaval [...] hálito festivo”;19 mientras que Sanjinés, en una entrevista citada por aquel, propone un “grotesco jubiloso” como espacio estético de tensión entre “lo rural y lo urbano”.20 Tensión grotesca que, según Sanjinés, se da también entre el monologante estatalismo verticalista y la horizontalidad dialógica de la sociedad. Los claroscuros de lo grotesco social boliviano han sido señalados desde que Sanjinés se apropió del término. Así, en un texto del 2000, Rojas sostiene que “ha devenido en entrabamiento” y en una lógica del “bloqueo” que resulta estadólatra a fuerza de ser antiestatal.21 Y también toma distancia Cecilia Salazar con el ensayo “¿Ethos barroco o herencia clásica?...”, donde analiza el malhadado Pacto Militar Campesino de 1964; sostiene que “[...] si desde abajo la diversidad es celebratoria y potencialmente transformadora, desde arriba puede ser destructiva y retrógrada”.22 Debate en torno a la connotación política de un concepto que aún denota su vitalidad. Habría que rastrear lo grotesco andino en el estilo que H. E. Wethey llamó “mestizo”. Concepto que retoman José de Mesa y Teresa Gisbert,23 y que se refiere al peculiar “barroco” que entre los siglos xvii y xviii se desarrolla en las antiguas audiencias de Charcas y Cuzco, parte de las tierras altas de lo que hoy son Bolivia y Perú, en el contexto de una hibridación social por la que no sólo los indios, sino también los peninsulares avecindados
y los criollos, se amestizan. Así, dejando atrás las influencias manierista y flamenca, y tomando al barroco como paradigma, la arquitectura, pintura y escultura, así como el teatro y la música andina, desarrollan un estilo exagerado y profuso en el que se entreveran motivos europeos y americanos. En la decoración de las iglesias encontramos motivos de origen occidental como mascarones, ángeles y sirenas mezclados con piñas, papayas, pumas, monos y papagayos propios del “nuevo mundo”. Llaman la atención las sirenas tocando el charango y las figuras de princesas indígenas en función de columnas que Alfredo Guido llamó “indiátides”.24 En la pintura “mestiza” dominan la escuela paceña que recibe la influencia de Leonardo Flores, así como la escuela de Cuzco, heredera de Diego Quispe Tito, en cuyo estilo destaca la serie de jerarquías militares angelicales realizada por un artista anónimo al que se ha dado en llamar el Maestro de Calamarca, quien pinta arcabuceros, alabarderos y tamborileros angélicos en un estilo que bien podemos calificar de grotesco.25 Ánimo sin duda presente en el Arcángel con pututu, del pintor contemporáneo Roberto Mamani Mamani, quien en el catálogo de una exposición realizada en 1997 en La Paz escribe: “Trajeron sus dioses y los pusieron sobre nuestros dioses. Hoy agarro elementos de Los Andes sagrados y los pongo sobre sus dioses”.26 De inspiración carnavalesca es también el trabajo de jóvenes artistas plásticos que frecuentan el tema de las máscaras como Adriana Bravo y Javier Fernández. En todos estos casos el término grotesco no remite tanto a los paradigmas de un estilo pictórico (por su propia naturaleza iconoclasta lo grotesco es anticanónico) o al mestizaje como contexto social, sino a una estrategia de resistencia y a una práctica contrahegemónica: más que a un ethos abigarrado o barroco, a un pathos subversivo. Habría que explorar la grotescidad, es decir la capacidad para desquiciar todas las jerarquías y de unir lo que por naturaleza se excluye que han tenido y tienen los alzamientos indígenas de nuestro continente. Insurrecciones milenaristas sincréticas donde la restauración de la mitológica edad dorada se entrevera con simbolismos religiosos cristianos, recuperación de instituciones políticas coloniales, manejo de conflictos entre potencias imperialistas y (desde fines del xix) fórmulas y símbolos provenientes del imaginario anarquista y socialista. Juan Santos Atahualpa, jefe de una rebelión que por 13 años (1742-1755) recorre gran parte de Los Andes,
19
Gonzalo Rojas Ortuste, De ángeles, demonios y política. Ensayos sobre cultura y ciudadanía, Muela del Diablo, La Paz, 1999, p. 16.
20
Ibid., p. 47.
21
Gonzalo Rojas Ortuste, “Bolivia: la sociedad bloqueada”, en Umbrales, revista del Posgrado en Ciencias del Desarrollo, núm. 7, julio 2000, cides-umsa, La Paz, 2000, pp. 84-85. 22
Cecilia Salazar de la Torre, “¿Ethos barroco o herencia clásica?, en torno a la tesis americanista de Boaventura de Sousa Santos”, en Luis Tapia Mealla (coord.), Pluralismo epistemológico, cides-umsa, La Paz, 2009, p. 109.
23
Vicente Gesualdo, Enciclopedia del arte en América. Historia I, t. 1, Aires, 1968, pp. 91-156.
omeba,
Buenos
15
24
Ibid., p. 116.
25
Ibid., pp. 132-134.
26
Gonzalo Rojas Ortuste, “Bolivia: la sociedad bloqueada”... op. cit., p. 14.
de humores y otros lenguajes
había estudiado con los jesuitas en Cuzco, España y Angola, y presumiblemente su alzamiento cuenta con el beneplácito de Inglaterra. Entre 1780 y 1784, Tupac Amaru y Tomás Katari combinan la reivindicación de sus derechos coloniales como caciques y su fidelidad táctica a la Real Audiencia con el intento de restaurar el imperio incaico, mientras que Julián Apasa (Tupac Katari) se declara virrey y llama virreina a su esposa Bartolina Sisa. Al término del siglo xviii: la insurrección de Pablo Zárate Willka, aunque deriva en cruenta guerra racial, surge del conflicto interoligárquico protagonizado por liberales y conservadores y se desata cuando los primeros reclaman la ayuda de los aymaras de la región paceña. Grotesco por excelencia me parece el neokatarismo de La revolución india, libro imprescindible donde el aymarya urbano, leído y ex marxista que es Fausto Reinaga, entrevera el imaginario del incanato con el paradigma de la revolución (derivado de la francesa y puesto al día con las que tachonaron el siglo xx) en una visión neoprometeica mezcla de sputnik y pachakutej que pese a su abigarramiento (o quizá gracias a él) resultó tener una insólita eficacia política.
esclarecer la relación entre este concepto interpretativo y los de “formación abigarrada”, de René Zavaleta, y “ethos barroco” de Bolívar Echeverría. Y lo primero es destacar el aire de familia: los tres remiten a un mestizaje básico, a una hibridez consustancial, entre otros órdenes, al de la colonialidad, que siendo herida abierta no es lastre o falencia sino pivote contestatario y asidero altermundista. Pero hay diferencias. En Zavaleta, quien desarrolló la idea en sus obras de madurez escritas entre 1983 y 1988 como Lo nacional popular en Bolivia, abigarrado califica al concepto de “formación económico-social”, entendida como articulación de modos de producción. Luis Tapia lo traduce como: “[...] ambigüedad morfológica [...] Densa coexistencia de dos o más tipos de sociedad que se han sobrepuesto y penetrado, generalmente como resultado de relaciones coloniales”.28 Y si bien en el desarrollo de su pensamiento la categoría va adquiriendo complejidad conforme pasa de enfatizar la subsunción de lo diverso (en el modo económico dominante) a subrayar la diversidad misma como intersubjetividad contestataria, me parece que la lectura de las sociedades como combinatorias propia del estructuralismo sigue siendo una limitante, no porque haya inhibido el incisivo empleo (interpretativo y hasta prescriptivo) que Zavaleta hace del concepto, sino porque debilita su coherencia teórica. Para Echeverría “ethos barroco”, más que formación económica o paradigma cultural, es uno de los cuatro “mundos de la vida” en los que se actualiza la modernidad (clásico, romántico y neoclásico son los otros tres), modo peculiar de rescatar el “valor de uso” en un mundo presidido por los valores de cambio que encuentra su lugar y su tiempo no exclusivos pero sí privilegiados en la “España americana de los siglos xvii y xviii”,29 donde la “debilidad” del capitalismo y la imposibilidad de clonar a Europa en el “nuevo continente” generan: “[...] una peculiar estrategia de comportamiento [consistente] en no someterse ni tampoco rebelarse o, a la inversa, en someterse y
Al “vacío espiritual” del Occidente [escribe Reinaga en un párrafo de sincretismo sin par], oponemos la fe sin límites en el hombre. “Porque los últimos serán los primeros” queremos hacer del indio-esclavo un hombre mejor que Sócrates, mejor que Marx, que Lenin, que Gandhi, que Einstein, que Schweitzer…, igual o mejor que nuestro mismo Inka Pacakútej en plena posesión de la cultura y la técnica del siglo xx.27 Compré mi ejemplar de La revolución india en un paceño puesto callejero de revistas usadas donde el libro de Reinaga convivía con Batman y Condorito. ¿Qué texto político radical puede hoy presumir de tan grotesca popularidad?
¿Grotesco, abigarrado, barroco? Si entendemos por grotesco no sólo una estrategia plebeya de resistencia sino también un tipo de sociedad entreverada, paradójica, incompleta, se impone 27
Fausto Reinaga, La revolución india, Fundación Amaútica “Fausto Reinaga”, El Alto, 2001, p. 96.
28
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Luis Tapia, La condición multisocietal. Multiculturalidad, pluralismo, modernidad, Muela del Diablo, La Paz, 2002, p. 58.
cides-umsa,
16
Bolívar Echeverría, La modernidad de lo barroco, Era, México, 2000, p. 47.
mizael sánchez
supone la aceptación (así sea reticente) de lo ineluctable de la modernidad, y si bien afirma que: “[...] la negación de un capitalismo vivido en la perspectiva barroca debiera ser una negación barroca”,33 el poscapitalismo barroco sólo aparece como de pasada y proyectado a un presunto futuro “socialista”. Sin embargo, el hecho es que en el siglo xviii, en pleno auge del estilo pictórico “mestizo” con que los “indígenas urbanizados” de las antiguas audiencias de Charcas y Cuzco “imitaban” a su modo la civilización europea para “salvar al mundo americano de la barbarie”, otro discípulo de los jesuitas, Juan Santos Atahualpa, trataba de salvar su mundo de otra manera: encabezando una insurrección indígena que por 13 años tuvo en vilo a gran parte de Los Andes. Rebelión sin duda abigarrada a la que bien podríamos llamar barroca, o mejor grotesca. Y es que tras la otra cara del mestizaje cohabitante que incorpora lo premoderno a la modernidad para hacerla soportable, es un mestizaje insurrecto que afirma lo premoderno (lo incaico)
rebelarse al mismo tiempo”,30 adaptación barroca que se prolonga en el tiempo y reaparece como una de las características de la posmodernidad. Para este autor, ethos significa tanto “refugio” como “arma” pero, siendo una “estrategia de resistencia radical”, el barroco no es “[...] por sí mismo un ethos revolucionario”.31 Acotamiento que podría suscribirse si no fuera porque en el espléndido libro que es La modernidad de lo barroco, lo que se documenta es la capacidad de esta estrategia de “disimulo”, para “hacer vivible lo invivible”32 mediante la estetización de la vida y no tanto su capacidad de subvertirla simbólica y realmente, sea a través del ritual festivo contestatario o de la mitologización milenarista de la insurrección, cuestiones que por la forma en que su propio autor lo delimita, quedarían fuera del concepto y corresponderían más a las que aquí he llamado carnavalización de la política popular o estrategia grotesca. Como lo define Echeverría, el ethos barroco 30
Ibid., p. 181.
31
Ibid., p. 16.
32
Ibid., p. 162.
33
Samuel Arriarán, Barroco y neobarroco en América Latina. Estudios sobre la otra modernidad, Itaca, México, 2007, p. 97.
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contra la modernidad aun si sus movimientos asimilan y resignifican elementos de la propia modernidad repudiada. Buscando convergencias y no divergencias, me parece que (sin ser nociones incompatibles) a diferencia de abigarrado y barroco, el concepto grotesco social enfatiza la nihilización como clave de la dialéctica histórica, el lado potencialmente desquiciante de la hibridez, el carácter plebeyo de las estrategias que la esgrimen y el papel subversivo del exceso, la desproporción, la paradoja, la risa. Además de que lo grotesco, habiendo sido reactualizado por la modernidad, tiene una genealogía más profunda que remite a modos de resistencia ancestrales presentes en todas las sociedades donde las jerarquías se petrifican en valores e instituciones carnavalizables. Hay una grotescidad colonial americana, cierto, pero el concepto no se refiere tanto a las formaciones periféricas como a la omnipresente exterioridad social por la que todos pertenecemos al orden que nos subsume y a la vez no pertenecemos, por la que todos somos incluidos y al mismo tiempo excluidos, por la que estamos y no estamos. Exterioridad que es estigma pero también fortuna en tanto que precondición ontológica de la resistencia y la utopía.
la asimetría, la hibridez remite a la inevitable corrupción de toda legalidad, a la transgresión como condición de posibilidad de la regla y, en última instancia, remite a la muerte como celebración de la vida.34
Arpías, centauros, unicornios, cíclopes, sirenas… los países y regiones de nuestro continente son cuerpos híbridos, disformes; órdenes zurdos, disléxicos, daltónicos a la vez que neuróticos, esquizoides, maniacodepresivos, bipolares… extravagancias sociales; sueños de la razón occidental; quimeras. Mezclas monstruosas que demandan de nosotros, sus hijos o entenados, estrategias grotescas. Hagamos de Nuestra América un edén subvertido donde los débiles sean fuertes; los locos, cuerdos; los tontos, sabios; los feos, bellos; los pequeños, grandes; los viejos, jóvenes; y los hombres, mujeres. Hagamos del mundo un carnaval. Nosotros los otros, los salvajes, tenemos la misión de mandar al carajo la dicotomía civilización-barbarie. Nos tocó la tarea de jubilar la confrontación excluyente entre ciudad y campo, cultura y naturaleza, hombre y bestia, vigilia y sueño, masculino y femenino, vida y muerte. No suprimir la tensión vivificante, sí la polaridad alienada. Y lo estamos haciendo. Qué mejor ejemplo de carnavalización libertaria que Bolivia. Un país andino y amazónico que es uno y es múltiple pues en espléndido ejercicio de unidad decidió refundarse como diverso, como Estado Plurinacional; un país que eligió como presidente a un líder cocalero aymara y como vicepresidente a un blanco que fuera académico, guerrillero y preso político; un país cuya revolución tiene como máximos protagonistas a los bifrontes campesindios: pueblos originarios a los que primero
Quimeras sociales El calificativo de grotesco no llama la atención sobre la condición abigarrada o barroca del orden social que padecemos, sino sobre su carácter torcido, contrahecho, monstruoso. Perversión ambivalente pues al tiempo que envilece: exterioriza. Lo que sigue lo escribí en referencia al cuerpo biológico, pero igual puede aplicarse al cuerpo social: Entonces el cuerpo grotesco dramatiza un desgarramiento constitutivo. Al evidenciar el desequilibrio, la disformidad, de humores y otros lenguajes
34
Armando Bartra, “Los otros”, en Luna Córnea núm. 30, Conaculta, México, 2005, pp. 59-60.
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usos administrativos insostenibles. Más tarde hará falta diseñar de abajo arriba un plan unitario de desarrollo municipal, construir de manera participativa un presupuesto integral que evite que, en nombre de su democrática descentralización, los recursos fiscales se pulvericen mermando sus posibles efectos multiplicadores. Y es que carnavalizar es la mejor forma de resistir, de tomar distancia respecto del sistema y sus inercias, de devolverle el poder a la gente. Pero después hay que construir, y ahí el carnaval ya no funciona como paradigma. Pienso que la inspiración para las tareas constructivas la encontramos también en el pueblo y en una tradición plebeya tan profunda como el carnaval: en las múltiples formas de trabajo colectivo con que las comunidades han enfrentado siempre sus apremios. Mediante el trabajo cooperativo los antiguos llenaron Los Andes de terrazas y caminos, ¿no podremos nosotros construir también así un mundo nuevo?
transformaron en indios y después en campesinos pero que volvieron a ser indios sin dejar de ser campesinos y que (por si fuera poco) aprendieron de los obreros las artes de la lucha gremial por lo que sus organizaciones se llaman sindicatos aunque son de base comunitaria… ¡uf!; un país que produce y distribuye teniendo como paradigma una quimera llamada “economía plural”, donde coexiste la lógica de la subsistencia en la que prevalece el valor de uso con la lógica de la acumulación donde priva el valor de cambio, y que va en pos de un oxímoron, el “socialismo comunitario”, y todo esto por el inédito camino del neodesarrollismo protoposdesarrollista; un país que para dejar de ser extractivo depende de la economía extractiva y donde las recién descubiertas reservas de litio son una maldición y una bendición; el primer país, junto con Ecuador, donde la Pachamama tiene derechos. Un país grotesco. La consigna “actuar como locos”, es decir, carnavalizar la política, que formulara Elvio ante los alcaldes campesinos de Tarija (y que es la causante de esta grotesca y, espero, pertinente disquisición) ya había sido asumida en la práctica por el más joven de los munícipes propuestos por la Federación y llegados al cargo a través del mas. Dando un giro de 180 grados a la lógica tradicional de los alcaldes, consistente en ejercer toda la inversión en la cabecera donde residen los notables, Juan Carlos ha decidido transferir los recursos y la capacidad de decidir su destino a las comunidades periféricas siempre en la intemperie presupuestal. Emplear el poder centralizado para descentralizarlo, trabajar arriba por los de abajo, concentrar dinero fiscal para dispersarlo es una grotesca paradoja y sin duda un buen punto de partida. Pero es sólo el necesario quiebre, la obligada negación de
19
de humores y otros lenguajes
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A PROPÓSITO DE LO CARNAVALESCO EN LA POLÍTICA
Julio Moguel
En la eufórica severidad del azar se requiere actuar
de cara a lo absurdo sin reservas,
[…] con el fin de que nada, salvo el Humor,
se imponga en nuestro territorio por asalto.
Porque: “[...] es tarea de Dionisos hacernos ligeros, enseñarnos a danzar. Concedernos el instinto del juego.”4 ¿Dionisos? Sí: el Dios “de las mil alegrías”. Para estar en condiciones de enfrentar los retos de la época el Yo requiere un proceso de des-centramiento sistemático, reiterado, entusiasmado, esencial. Se requiere confrontar la enfermedad (cinética) de nuestros tiempos con el des-centramiento del Yo. Para lo que hace falta una buena dosis de desapego quínico y de sana búsqueda de buenas cuotas de levedad. Peter Sloterdijk define esta perspectiva:
Gilles Groulx
En El hombre de hierro, Armando Bartra señalaba que en estos difíciles tiempos de la Gran Crisis ha llegado el momento de “enterrar a los muertos para abrir cancha a los vivos” y de participar activa y alegremente en un tiempo de fiesta, en un “tiempo de carnaval”.1 Y agregaba que era indispensable forjar “una izquierda burlona y con humor”, pues: “[...] para sobrellevar nuestros desfiguros y el papelazo que hicimos durante el siglo xx hace falta coraje pero también sentido del ridículo y cierto desparpajo.”2 En “Carnavalizar la política” –en este mismo número de Rojo-amate– Bartra regresa a esta temática con su ya característica escritura, enriqueciendo significativamente las aproximaciones sobre “el humor” y “la risa” en los escenarios astrosos de nuestro –tan– vapuleado mundo de la política moderna. Aquí trenzamos, sobre el tema, nuestras propias ideas.
[…] si hubiera que dar a conocer una fuente de la promesa de libertad y desligamiento propia de una cultura superior, ella radicaría en ese silencio fetal de la respiración, que con su alerta priva de positividad al mundo, lo desbrutaliza y lo desarma […] Diógenes de Sínope, que heredó una parte del impulso socrático, se refugió en un cosmopolitismo pantomímico con objeto de proseguir el servicio al desligamiento de su maestro; en este camino él se convirtió en el primer disidente plebeyo. Platón, en cambio, que trató de captar la otra parte de la verdad socrática, consumó el paso, repleto de consecuencias, hacia la teoría de los universales. Poniendo de manifiesto la realidad de las ideas y de los ideales, fundó un cosmopolitismo lógico que debía desligar a los pensadores
El héroe alegre y danzarín, y el desapego quínico Se requiere hacer a un lado la figura del héroe que cargaen-sí-lo-más-pesado; del héroe que se consume y agota en la-carga-que-lleva-de-los-demás; del héroe que “no come dulces”;3 del que no hace ni acepta bromas; del que impone su ley de mando como si fuera la mismísima ley de la gravedad. Hay que desmitificar la heroicidad revolucionaria sustentada en el prometeísmo. Estaríamos hablando entonces, con Nietzsche, del “héroe alegre, el héroe ligero, el héroe danzarín, el héroe jugador”.
para la contemplación de lo universal, pero al coste de toda esa oscura positividad reconcentrada en lo inmediato y más próximo.5
El humor, la risa y la locura El humor entra entonces a cumplir la función decisiva de descarrilar el sentido común que generalmente inhibe nuestra fuerza, creatividad e intuición. Pero no basta. 4 Gilles Deleuze, Nietzsche y la filosofía [1967], trad. de Carmen Artal, Anagrama, Colección Argumentos, Barcelona, 2002, p. 30.
1
Armando Bartra, El hombre de hierro, uacm/Itaca/uam-x, México, 2008, p. 17.
2
Ibid., p. 18.
5
Peter Sloterdijk, Venir al mundo, venir al lenguaje, Pre-textos, Valencia, 2006, p. 154. En los términos de María Zambrano: “[...] he descubierto que el condescendimiento es lo que otorga legitimidad, más que la búsqueda de las alturas [...] veo claro que vale más condescender ante la imposibilidad, que andar errante, perdido, en los infiernos de la luz.” Filosofía y poesía, fce, México, 2006 (cuarta reimpresión de la Segunda edición, corregida, de 1987), p. 11.
3
Sobre la figura del héroe que “no come dulce”, ver, de Peter Sloterdijk, Extrañamiento del mundo, Valencia, Editorial Pre-textos, 2001; y Esferas I. Burbujas, Microesferología, Siruela, Madrid, 2003.
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Hace falta colocar al lenguaje de tiempo en tiempo en el límite de sus posibilidades de sinsentido. Y ello con el mismo objetivo de confrontar el contenido autoelógico y autoreferencial de un discurso –el del lenguaje– que juega y se impone en el mundo como un hecho natural. En los términos de Deleuze:
Pero no habrá que abonar con este razonamiento posiciones a favor de aquellos que ven en la digresión, el borde o la disfunción metódica y reiterada del verbo o de la acción, la forma de escapar al sentido de corresponsabilidad al que nos convocan nuestros tiempos. No se trata de oponer al racionalismo predador un simple irracionalismo, pues la dialéctica de esta oposición tiende –por lo general– a convertirse en coartada de evasión propia del frívolo encumbrado o del single cósmico moderno. O en la artimaña conceptual del pensamiento nihilista, que quiere, como Ricardo Reis, soltar todas las amarras y abdicar para que el mundo adquiera la asibilidad del sueño individual y propio. (Nada mejor en esta perspectiva que hacerse pequeño e invisibilizarse para “conquistar al mundo”, pensaría tal vez el heterónimo de Pessoa.) O en la ironía simple y sistemática, con boleto de ida y sin regreso, que “[...] no pretende edificar, sino corroer, demoler, volver polvo lo que toca”.9 O del autista que decide encerrarse en un bioterio para deshojar la margarita o para crear la fantasía de su merecida inmunidad frente al desastre ecológico y social del planeta. O de quien busca en una perspectiva bukovskiana desplegar un radical descentramiento dirigido en realidad a generar una marginalidad histérica o elocuente con el fin de formar una nueva y trascendente centralidad (individual). No pretendemos negar con este razonamiento la necesidad de pensar al Yo como un referente necesario y esencial en nuestra vida, pues su dilución en el mar de lo indistinto no es sino otra forma de destruir de raíz el sentido básico del ser-plural. Digamos entonces sí al Yo y captemos su figura, pero a la manera en que lo querían Jesi y Kerényi: dibujando o pintando nuestro autorretrato, que “no diga yo” sino que descubra a ese “otro” que aparecerá como nuestra posible representación. Entonces lograremos vernos como esa “figura-del-yo-fluida, plástica, cargada de vida” y de sentido del humor, en la que acaso lleguemos a reconocernos.10
Es preciso que por el mismo movimiento mediante el que el lenguaje cae desde lo alto, y luego se hunde, seamos devueltos a la superficie, allí donde ya no hay nada qué designar ni siquiera qué significar, pero donde se produce el sentido puro: producido en su relación esencial con un tercer elemento, esta vez el sinsentido de superficie.6
La locura –y aquí también, la risa– aparece entonces en su capacidad de definir los límites, pero también de desbocar las aguas de un lenguaje que, para “vivir”, requiere evadirse una y otra vez de sus propios círculos viciosos, casi siempre articulados con y desde las caprichosas trampas del Yo. La locura, entonces, se experimenta como una manera de evadirse en un momento dado de la dictadura de la luz, que nos vuelve a todos patéticamente contemporáneos. Habría que atreverse a ver las cosas por fuera de esta autoritaria determinación. Como en los pliegues se recoge el alma; como en el tartamudeo se reencuentra el habla; como en el caminar del renco se entiende el sentido de la verticalidad.7 Rastreamos esta idea en Nietzsche, cuya “teoría del pensamiento depende de una tipología de las fuerzas”, que depende a su vez de una determinada “topología”. En el análisis de Deleuze sobre la idea específica del pensador alemán: Pensar depende de ciertas coordenadas. Tenemos las verdades que merecemos según el lugar al que llevamos nuestra existencia, la hora en que velamos, el elemento que frecuentamos. No hay idea más falsa que la de que la verdad salga de un pozo. Sólo hallamos verdades allí donde están, a su hora y en su elemento […] No pensaremos hasta que se nos obligue a ir allí donde están las verdades que dan que pensar, allí donde se ejercen las fuerzas que hacen del pensamiento algo activo y afirmativo.8
6
Gilles Deleuze, Lógica del sentido [1969], trad. de Miguel Morey, Paidós, Barcelona, 1989, p. 146.
9 Evodio Escalante, Las metáforas de la crítica, Joaquín Mortiz, México, 1998, pp. 99-100.
7
Sobre el tema de la luz y sus determinantes de sentido, ver Jean Baudrillard, Las estrategias fatales [1983], trad. de Joaquín Jordá, Anagrama, Colección Argumentos, Barcelona, 2000. También el libro de Giorgio Agamben, La potencia del pensamiento, Anagrama, Barcelona, 2008. 8
10
Gilles Deleuze, Nietzsche y la filosofía, op. cit., p. 155.
de humores y otros lenguajes
22
Giorgio Agamben, La potencia del pensamiento, op. cit., p. 115.
PRÓXIMAMENTE en librerías
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de humores y otros lenguajes
Presentación latinoamericanos de todos los tiempos: para el gozo de los lectores y, sin duda, para la mejor comprensión del carácter libertario de esos recursos lingüísticos propios del espíritu caribeño. La redacción
La risa, la música, la broma y el espíritu satírico o burlón: armas de los pobres; formas de lenguaje que acompañan comúnmente la lucha por su redención. Rojo-amate presenta aquí cuatro casos extraordinarios en que esas armas aparecen como canto en uno de los más grandes poetas
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LA RISA, LA MÚSICA Y EL HUMOR EN LA POESÍA DE NICOLÁS GUILLÉN
Nicolás Guillén
ADIVINANZAS2 LLEGADA
1
En los dientes, la mañana, y la noche en el pellejo. ¿Quién será, quién no será? –El negro.
¡Aquí estamos! La palabra nos viene húmeda de los bosques, y un sol enérgico nos amanece entre las venas. El puño es fuerte y tiene el remo.
Con ser hembra y no ser bella, harás lo que ella te mande. ¿Quién será, quién no será? –El hambre.
[…] Nuestro canto es como un músculo bajo la piel del alma, nuestro sencillo canto.
Esclava de los esclavos, y con los dueños, tirana. ¿Quién será, quién no será? –La caña.
Traemos el humo en la mañana, y el fuego sobre la noche, y el cuchillo, como un duro pedazo de luna, apto para las pieles bárbaras; traemos los caimanes en el fango, y el arco que dispara nuestras ansias, y el cinturón del trópico, y el espíritu limpio.
Escándalo de una mano que nunca ignora la otra. ¿Quién será, quién no será? –La limosna. Un hombre que está llorando con la risa que aprendió. ¿Quién será, quién no será? –Yo.
Traemos nuestro rasgo el perfil definitivo de América. […] ¡Eh, compañeros, aquí estamos! Bajo el sol nuestra piel sudorosa reflejará los rostros húmedos de los vencidos, y en la noche, mientras los astros ardan en la punta de nuestras llamas, nuestra risa madrugará sobre los ríos y los pájaros.
1
Forma parte del grupo de poemas de Guillén conocido como “Songoro cosongo”, de 1931. Los poemas han sido transcritos del libro de Nicolás Guillén, Poesía-son. Voz de dos gargantas, Antología, de Juan Pablos Editor y Fundación Nicolás Guillén, México, 2010.
2 Forma parte del grupo de poemas de Guillén conocido como “West Indies, Ltd.”, de 1934.
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de humores y otros lenguajes
CUANDO YO VINE A ESTE MUNDO4 Cuando yo vine a este mundo, nadie me estaba esperando; así mi dolor profundo se me alivia caminando, pues cuando vine a este mundo, te digo, nadie me estaba esperando.
MARACAS3 De dos en dos, las maracas se adelantan al yanqui para decirle: –¿Cómo está usted, señor?
Miro a los hombres nacer, miro a los hombres pasar; hay que andar, hay que mirar para ver, hay que andar.
Cuando hay barco a la vista, están ya las maracas en el puerto, vigilando la presa excursionista con ojo vivo y ademán despierto. ¡Maraca equilibrista, Güiro adulón del dólar del turista!
Otros lloran, yo me río, porque la risa es salud: lanza de mi poderío, coraza de mi virtud. Otros lloran, yo me río, porque la risa es salud.
Pero hay otra maraca con un cierto pudor que casi es antiimperialista: es la maraca artista que no tiene que hacer nada en el puerto.
Camino sobre mis pies, sin muletas ni bastón, y mi voz entera es la voz entera del son. Camino sobre mis pies, sin muletas ni bastón.
A ésa le basta con que un negro pobre la sacuda en el fondo del sexteto; riñe con el bongó, que es indiscreto, y el ron que beba es del que al negro sobre. Ésa ignora que hay yanquis en el mapa; vive feliz, ralla su pan sonoro, y el duro muslo a Mamá Inés destapa y pule y bruñe más la Rumba de oro.
4
Forma parte del grupo de poemas de Guillén conocido como “Son entero”, de 1947.
3
También forma parte de “West Indies, Ltd.”.
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Con el alma en carne viva, abajo, sueño y trabajo; ya estará el de abajo arriba cuando el de arriba esté abajo. Con el alma en carne viva, abajo, sueño y trabajo.
Tú no sabe inglé51 Con tanto inglé que tú sabía, Bito Manué, con tanto inglé, no sabe ahora desí ye.
Hay gentes que no me quieren, porque muy humilde soy; ya verán cómo se mueren y que hasta a su entierro voy, con eso y que no me quieren porque muy humilde soy.
La mericana te buca, y tú le tiene que huí: tu inglé era etrái guan, de etrái guan y guan tu tri. Bito Manué, tú no sabe inglé, tú no sabe inglé, tú no sabe inglé.
Miro a los hombres nacer, miro a los hombres pasar; hay que andar, hay que vivir para ver, hay que andar.
No te enamore má nunca, Bito Manué, si tú no sabe inglé, si tú no sabe inglé.
Cuando yo vine a este mundo, te digo, nadie me estaba esperando; así mi dolor profundo, te digo, se me alivia caminando, te digo, pues cuando vine a este mundo, te digo, ¡nadie me estaba esperando!
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Forma parte del grupo de poemas de Guillén conocido como “Motivos de son”, de 1930.
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de humores y otros lenguajes
Nos han dado el nombramiento
consumó a finales del año pasado. A estas alturas, los vivas y las arengas son parte de una celebración casi imposible de detener. Sin embargo, decir que el canto de los pireris (las pirekuas) podrá perpetuarse sólo porque ahora tiene el nombramiento, está muy alejado de la verdad. Para comprender cómo funciona debe separarse a los pireris del pueblo p’urhépecha de los pireris del mundo o de los músicos tradicionales. Vamos a ver: ¿le suenan a usted los nombres de Pablo Sebastián, Armando Bravo, Francisco Hernández, Dionisio Antonio o Ignacio Márquez? ¿Ha oído hablar de Delfino Maravilla o Pedro Espíritu? ¿Conoce alguna canción de Los Alfareros de Huáncito, Los Cascabeles de Turícuaro o de Los Galleros de Nurío? Sería sano saber si estos artistas fueron informados –ya no digamos consultados– acerca de la pertinencia o las bondades, si las tiene, de que su obra y legado ancestral fueran nombrados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Se sabe que no fue así. Si no le son familiares estos nombres ni estos grupos de cantadores debe ser porque el Conjunto Erandi (Ahuirán, Paracho), el Grupo Purembe (Morelia) o Las Hermanas Pulido (San Lorenzo, Uruapan), por nombrar lo sobresaliente a nivel comercial, han ocupado más tiempo aire en la televisión nacional o extranjera y otros espacios de difusión (folletos, trípticos y panfletos). Juan Victoriano, de San Lorenzo (Uruapan), le resultará más familiar seguramente, sobre todo porque en los últimos días la prensa publicó que su familia ha reclamado airadamente el tratamiento poco transparente para pirekuas pireris. Juan Victoriano falleció en 2010; es otro artista que se fue sin haber alcanzado el reconocimiento de las instituciones. Luis Jaime Cortés, a la sazón secretario de Cultura en el estado de Michoacán, hizo lo pertinente con Ismael Bautista (Comachuén, Nahuatzen) y con Domitilo Alonso (Tiríndaro, Zacapu), pero de ahí nada ocurrió con tata Gervasio López (Jarácuaro, Erongarícuaro) o tata Francisco Salmerón (Quinceo, Paracho). ¿Será que la unesco se tardó demasiado?
Yo no canto por cantar ni por tener buena voz, canto porque la guitarra tiene sentido y razón Víctor Jara
Arribó la pirekua como patrimonio inmaterial de la humanidad, de acuerdo con la unesco; qué le vamos a hacer. Y qué difícil será disociar este hecho con otro que, en el mismo sentido, se refiere a la comida tradicional mexicana. En la medida en que el nombramiento honra y distingue, es necesario señalar que tampoco será motivo de entusiasmo este acontecimiento, en virtud de que se olvida considerar que quienes han impulsado el proceso, por ingenuidad o por ignorancia, faltan a la verdad. En los más de 50 años de indigenismo y procesos sociales y administrativos “encaminados a la preservación” de rasgos culturales como la lengua, la impartición de justicia basada en el derecho consuetudinario, la festividad y el canto, por ejemplo, el Estado no ha logrado identificar la problemática cultural de las etnias en México ni ha conseguido evitar que los índices de deterioro social se hayan agudizado. En una especie de primer tiempo en la historia de los pueblos indígenas se ha negado su civilización para imponer una idea no propia y antagónica de desarrollo y, tiempo después, se les ha devuelto un modelo que termina por explotar su riqueza. La política pública exhibe sus rasgos culturales pero no los impulsa al desarrollo: diseña discursos folcloristas en folletos, trípticos y panfletos en torno a lo que debe saberse de su cultura pero favorece la desinformación y construye una realidad alterna. Intereses inocultablemente político-administrativos animaron a un grupo turístico de promoción a buscar el nombramiento por parte de la unesco, mismo que se
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Ismael García Marcelino
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mizael sánchez
música y la palabra, valen por ellas mismas y no se ponen al servicio de nadie. Los cantadores de pirekuas tendrían que estar informados del propósito de penetración que tienen las instituciones de ahora en adelante o atenerse a sus propias convicciones para rechazar el trueque de la anulación de su cultura por un eventual crecimiento económico que nunca será suficiente, pero a pesar de que lo fuera, no por eso sería menos letal. Los organismos formales y no formales negarán este objetivo y confeccionarán un discurso más o menos amable para disimular. Ya lo están negando. De acuerdo con esas condiciones, la profesionalización inminente de la pirekua (ejecución depurada, imagen prediseñada, glamour, traducción inevitable, obligatoria quizá), lejos de fortalecer su preservación impulsará su propagación, permitirá que “bienintencionados” promotores externos vengan a manosearla. La confusión evidente ha sido puesta ahí deliberadamente: se pretende equiparar “desarrollo de la pirekua” con “difusión y divulgación de la pirekua”, y esta confusión, por lo que puede verse a simple vista, traerá aparejado el tratamiento comercial de la pirekua
No todos los pireris tendrán las mismas oportunidades, seguro, y cualquier proceso para buscar y garantizar la equidad, si ése fuera el punto, será un proceso político. Quien disfrutará de la proximidad de instancias financiadoras que le programen giras por el país y el extranjero no tiene ningún derecho, merced al glamour y al estruendo que representa internacionalizarse, de olvidar la pobreza y desigualdad de los pireris que no acceden a tales condiciones. El talento no es lo más importante en el trabajo de un cantador dentro de la comunidad, a pesar de que el talento hará posible su incursión en el canto: lo verdaderamente valioso del oficio es la condición para ser escuchado; tampoco es lo más importante quedar grabado en un disco (a pesar de que el sentimiento es muy interesante, cómo negarlo). Atenidos a un rigor sistemático y absoluto (a “los criterios”, suele decirse), no es el talento lo que hace mejor o peor a un cantador de pirekuas, sino ganar un concurso. Pero las pirekuas (las verdaderas, las instaladas en el sentido cotidiano, las que se cantan en la esquina), lo mismo que la buena literatura, se refugian en la 29
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de pueblo”, uno de esos que no será llamado a los foros donde ya están instalados conjuntos espectaculares y clownes, así como quienes se sumen al proyecto. El Conjunto Erandi, como referente de la pirekua o de la música p’urhépecha, será igual que tener como referente de la música mexicana a Vicente Fernández o a Luis Miguel, soslayando la obra de Manuel M. Ponce, Ferrusquilla o tata Nacho Fernández Esperón. La población va a creer que el estilo de vida de un cantador de pirekuas es el de todos ellos en conjunto, sin saber que es apenas el de un sector privilegiado, incluidos aquellos artistas de otra línea que de ahora en adelante incluirán en sus repertorios el canto de pirekuas como un estilo pretendidamente “suyo” (o “nuestro”, dirán), sin importar que ahí mismo trasluzcan matices inconfundiblemente ajenos. Se convertirá la pirekua en estribillo y no habrá sorpresa si pronto quisieran darle el mismo uso que al “Cielito lindo” como identitario para animar un partido de futbol. Los instalados en Carolina del Norte, o en cualquier punto del extranjero, van a reproducir la pirekua en Estados Unidos como catarsis por haber abandonado sus comunidades y perdido la identidad. Regresarán de turistas a su propio pueblo y aprenderán pirekuas para que la gente los perdone. Pero la gente de una comunidad no tiene nada que perdonar a sus miembros: no es así como funciona. Cualquier cantador serio va a encontrarse con que en el extranjero a nadie interesa de la cultura p’urhépecha más que la “cara de pingo” de lo pícaros mexicanos, pero nada quiere saberse de la desigualdad ni de las políticas neoliberales de exterminio, exclusión y asimilación. Para el neoliberalismo, México, y en particular Michoacán, sólo será importante como consumidor potencial y ahora como proveedor de curiosos productos culturales. Consumado el daño, en territorio p’urhépecha ha habido un par de protestas que no llegan a ser de fondo sino de forma: lo único que exigen dichos reproches es que “haya para todos”. Pero una vez que para todos haya, nadie sabe lo que le espera a la pirekua en su estructura literaria, en su armonización, en su relación con la comunidad, en su esencia y su sentido espiritualidad. La unesco no necesariamente se equivoca al obsequiar el nombramiento tal como está, pero quienes impulsaron tales trámites debieron considerar ampliamente la posibilidad de que la sociedad indígena en su conjunto, sin premura, pudiera decir sí o, con toda convicción, dijera que no.
(su hechura como elemento de felicidad o de violencia) como una forma de “atender” lo cultural. En realidad es otra forma de subsidiar con violencia la conducta cultural de la comunidad. Un principio aristotélico señala que “mostrar la música y la danza de un pueblo permite discernir sobre su vitalidad”. Esta verdad tiene categoría de axioma pero “mostrar” significa también “permitir ver”. Baste pues permitir que los turistas miren lo que quieran mirar de la pirekua y la danza del pueblo, siempre que ello sea resultado de haber venido a mirar y no de ir allá para ser mirados. De acuerdo con este principio, la vitalidad cultural de un pueblo como el nuestro no será mayor si nos mira un nutrido grupo de alemanes ni será menor si sólo nos mira la gente de la comunidad. En ese estricto sentido, los festivales A, B o C no hacen ningún favor a las manifestaciones artísticas de una etnia. Quienes estén verdaderamente interesados en el desarrollo cultural no pasarán por alto que las cámaras de televisión comercial alternan con dos palabras claves: violencia y felicidad. Ya se sabe: en su programación, algo así como el espíritu teleteatral, todo mundo siempre come bien y la historia de quienes anuncian ropa, perfumes o cigarrillos nunca tiene nada que ver con la falta de dinero. Todo es belleza y basta con estar de vacaciones para ser felices. El comerciante, auspiciado por la mercadotecnia, le tendrá todo a la mano; un indígena o un campesino sólo tendría que hacer clic. Metida la pirekua en la televisión comercial, el canto de los p’urhépecha tendrá que abonar a una condición social y cultural donde todo mundo es feliz, y quienes no estarán arrebatándole la felicidad a quien la vende. El juego comercial es sencillo: se vende o no se vende. La pirekua que mejor venda será la que mejor sonrisa ofrezca, la de excelente ambiente escenográfico, la de espectacular belleza, la que no esté interesada en incluir detalles incómodos como la miseria, la pobreza o la desnutrición. Hay que meditar acerca de eso, saber con toda seguridad quién o quiénes serán felices con la materialización de la inmaterial pirekua. Para un cantador que aspire a representar a Michoacán en el extranjero, aparte de su desempeño artístico como requisito indiscutible, la sonrisa ensayada (no espontánea) tendrá que ser una obligación profesional, algo así como una cláusula en el contrato, y su cumplimiento reflejará la naturaleza de sus metas: unos cantarán pirekuas y otros harán las giras por el extranjero; unos cantarán lo que sienten o piensan mientras otros lo que convenga, lo que los lleve lejos. Sin la sonrisa puesta, un cantador se sentirá (de hoy en adelante) algo así como desnudo. Será un simple “pireri
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amlo y la regeneración nacional Presentación El domingo 20 de marzo del presente, en el Auditorio Nacional, Andrés Manuel López Obrador presentó su Nuevo Proyecto de Nación en dos vertientes: una, desplegada en un documento amplio –que ya puede ser leído bajo la forma de libro en una edición especial de la Editorial Grijalbo–, de la que hablaron algunos de los intelectuales y políticos que colaboraron en su síntesis y redacción. La otra fue a través de un discurso del propio amlo, en el que integró “50” puntos programáticos “indispensables para la regeneración nacional”. Del documento más amplio Rojo-amate seleccionó algunos ítems de su primera parte, en la inteligencia de que –se esté o no de acuerdo con algunas de sus tesis– marca sin lugar a dudas un parteaguas en los esquemas, conceptos y modos de construcción programática de la izquierda mexicana. Y que conviene en consecuencia detenerse en ella para su estudio, debate y difusión. Valga en esta breve nota citar algunas de las palabras que presentan dicho libro desde la pluma del mismo Andrés Manuel:
los temas, las ideas y las opciones que existen para frenar la decadencia, regenerar la vida pública y lograr el renacimiento de México […] El presente libro, en más de un sentido, es una obra colectiva. Es fruto de un ejercicio de reflexión y diálogo colegiados, de una participación democrática, de una consulta nacional que convocamos para ese propósito. La primera versión fue presentada para su análisis en julio de 2010; con posterioridad se organizaron foros y mesas de debate en todo el país que enriquecieron su alcance y contenido […] En esencia, se propone un camino del todo nuevo, alejado de la política de pillaje, de la explotación irracional de los recursos naturales y de la concentración desmedida de la riqueza a costa del sufrimiento de la inmensa mayoría de los mexicanos […]
Del discurso de amlo sobre los “50 puntos” Rojo-amate hizo también un ejercicio de selección, con un trabajo de edición en el que se eliminaron algunos giros propiamente discursivos del documento (pocos, en verdad) y se reagruparon algunos de esos puntos en bloques temáticos de mayor generalidad. Ambos ejercicios tienen el único objetivo de hacer más accesibles los documentos programáticos de amlo y del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), para una lectura detenida en casa, en el círculo de estudios o en foros de discusión programática.
Antes de 2006, durante la campaña por la Presidencia de la República, presentamos un Proyecto Alternativo de Nación que reunió propuestas de cambio en el terreno económico, político y social para enfrentar los grandes y graves problemas nacionales […] El proyecto ha sido revisado y
La redacción
puesto al día con aportaciones de un grupo de intelectuales, académicos y especialistas que han profundizado en
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DIEZ TESIS DE FILOSOFÍA POLÍTICA en EL NUEVO PROYECTO DE NACIÓN
1. Vivimos en una crisis civilizatoria y hay que actuar en consecuencia Como nunca antes en la historia, las naciones y los pueblos se hallan indisolublemente ligados entre ellos y con la naturaleza. La realidad del siglo xxi es la de la globalización y la integración a escala planetaria tanto de los diferentes ámbitos sociales como de éstos con el mundo natural del cual dependen. Por todo ello estamos obligados a inscribir nuestro proyecto en el contexto planetario o global. Hoy se vive una crisis de la civilización industrial, del capitalismo tardío, materialista y tecnocrático, y toda propuesta alternativa de escala nacional debe cuidar no contribuir con esa crisis general o global, sino todo lo contrario. La actual contienda política de México debe ubicarse en ese contexto, pues el destino de la Nación no puede concebirse aislado de los procesos globales que hoy ocurren en el mundo. El dilema político del país es también un dilema civilizatorio: o se sigue alimentando una modernidad que explota, margina y enajena a los ciudadanos, que vuelve al mundo un espacio de mayor riesgo, que incrementa la amenaza ecológica y que aumenta la descomunal concentración de capital y pone a la política al servicio de las élites, o se avanza hacia una modernidad alternativa basada en la restauración ecológica, el uso democrático del agua, la energía, la biodiversidad, la tecnología y los conocimientos científicos, la disminución del riesgo, el control social del mercado
y los poderes políticos, la democracia participativa y la recuperación de la cultura en tanto riqueza diversa y la historia.
2. La crisis civilizatoria es también, y de manera esencial, una profunda crisis de valores […] México vive una degradación generalizada y de múltiples dimensiones. Pero lo más grave es la profunda crisis de valores, la decadencia ética. Sostenemos […] que sin una reconstrucción moral de la Nación no habrá cambio verdadero […] Necesitamos una revolución que vaya al fondo, que vaya a la raíz de los problemas, necesitamos una revolución de las conciencias. Una refundación ética que se inspire en lo mejor de nuestra historia y nuestra cultura. La codicia, el egoísmo, el desmedido afán de lucro, el materialismo, el individualismo, la deslealtad son ajenos a nuestra idiosincrasia. Por el contrario, los mexicanos tenemos un fuerte sentido de comunidad que nos hace generosos, nuestras raíces agrarias nos impulsan a preservar la naturaleza y nuestra pluralidad cultural nos induce a ser respetuosos de la diversidad. La batalla por la Nación es también y ante todo un choque entre dos sistemas de valores […] Recuperar a la Nación de quienes la tienen secuestrada es recuperar nuestros principios: el amor por el trabajo, el valor de la solidaridad, el respeto por los demás, la generosidad, la esperanza, la alegría. 33
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5. No se trata de una perspectiva que rechace o nulifique las perspectivas y posibilidades del individuo; por el contrario: se requiere desplegar todas las potencialidades de la individualidad Aunque rechazamos los excesos propios del individualismo, creemos que la individualidad debe desplegarse en todo su potencial y debe contar con las mejores condiciones para ello. Sin el menor asumo de duda, los derechos civiles y políticos de cada persona deben hacerse plenamente efectivos en una sociedad democrática.
3. ¿Tenemos armas para pelear? Sí tenemos. Entre otras importantes: la moral popular y sus capacidades revolucionarias En el México actual anidan dos sistemas morales principales. El ya descrito, que promueve una minoría de enriquecidos hasta el hartazgo, con sus antivalores; y el que todavía orienta las ideas, los sentimientos y los fines de la mayoría del pueblo mexicano. Por fortuna, la moral oligárquica no ha conseguido ahogar la moral popular que tiene profundas raíces en nuestra historia. En el pueblo mexicano, especialmente en los de abajo anidan muchos valores que son fundamentales para impulsar e inspirar los grandes cambios que necesita el país. Esa reserva, que no ha podido ser desgastada por la ética del egoísmo y el afán de lucro, hay que acogerla como materia prima preciosa para la regeneración de la vida pública de México.
6. Para “utilizar” la moral popular y el sentido de comunidad como fuerzas decisivas de cambio se requiere, entre otras importantes medidas o líneas de combate, descolonizar el pensamiento y adoptar el concepto del buen vivir Hoy, todo proyecto alternativo debe reconocer la necesidad de descolonizar el pensamiento. Ello significa cuestionar los conceptos de modernidad y desarrollo, dos de los puntales sobre los que descansa la globalización depredadora dominada por el capitalismo salvaje. El desarrollo descansa sobre la idea del crecimiento económico descontrolado, la explotación impía de los recursos naturales y del trabajo, la lógica del mercado sin control y la búsqueda de la satisfacción materialista de los individuos, por encima de todo. Después de la Segunda Guerra Mundial, los ideólogos de los países centrales nos inventaron a los latinoamericanos, africanos y asiáticos una identidad “subdesarrollada”, lo cual nos condena a imitar, ciegamente y sin matices, los modelos de los países industrializados. El llamado desarrollo crea individuos “racionalistas” y consumistas, no atados a lugar ni a comunidad; familias y comunidades sin poder de decisión, en sociedades donde la naturaleza está separada de la cultura, y la economía de la sociedad y de la naturaleza; en donde el que “sabe” es el experto y donde no existen ni sabidurías ni
4. Recuperar el sentido y la cultura de lo comunitario constituye otra importantísima fuerza de transformación Frente al individualismo que promueve el sistema liberal debemos impulsar un vasto proyecto de construcción de comunidad. El rescate de lo colectivo frente a la individualización extrema de la sociedad es piedra angular de este proyecto. Hay que poner a la comunidad y la vida comunitaria en el centro de la nueva sociedad. Requerimos superar el esquema de hegemonía cultural, inclinada durante dos siglos hacia la homogenización mediante la imposición de una única concepción del mundo, que choca con los pilares axiológicos del pluralismo que permitirían el despliegue de toda la riqueza cultural propia del país […] En ese horizonte, lo cultural no se reduce a las llamadas “bellas artes” o a las actividades e iniciativas de las pequeñas élites privilegiadas […] expediente político
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suscripci贸n anual $160.00 Tinta Roja (distribuidor) info@tintaroja.com.mx tel. 56 59 02 52 fax. 56 59 44 80
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terror para inmovilizar a los ciudadanos e impedir que participen. De la desmovilización de los ciudadanos se alimenta la dictadura antidemocrática. Por el contrario, la participación del ciudadano crea y constituye la comunidad democrática […] Una comunidad de ciudadanos participantes tiene real poder político […] La comunidad política es el sujeto continuo en el tiempo, y activo cotidianamente, de la democracia participativa […] […] La democracia participativa implica el desarrollo de una cultura democrática que ha sido bloqueada por las prácticas corruptas del sistema de representación vigente. En el marco de una nueva cultura democrática debe cambiarse la costumbre inducida de desmovilización popular durante los largos intervalos entre elecciones […] Una cultura democrática participativa permitiría actualizar cotidianamente en los comités de barrio, de aldea, de base y comunitarios en general, la conciencia responsable de todos los ciudadanos, que se hacen cargo de las tareas locales, y de allí en los otros niveles de organización política […]
culturas populares. Ese desarrollo ha creado sociedades basadas en el despilfarro de energía, la mercantilización de la vida y de la sociedad, el uso perverso de la ciencia y de la tecnología, el sobreconsumo, la sujeción de la política al capital corporativo, y una democracia representativa inoperante y cínica. Frente a lo anterior, en varias naciones latinoamericanas […] han comenzado a implementarse programas y proyectos políticos basados en nuevas concepciones. Es el caso de países como Ecuador y Bolivia, donde han quedado establecidos en sus constituciones nuevas visiones basadas en la idea del “buen vivir” (mejor conocida como “Sumak Kawsay”, en la lengua aimara). Estas innovaciones culturales, morales, políticas e ideológicas han sido fundamentalmente nutridas por las concepciones de los pueblos indígenas y afroamericanos cuya presencia política ha sido creciente y decisiva.
7. Construir nuevas instituciones de participación, desde una nueva cultura democrática (fundar un sistema de democracia participativa) La representación […] no es […] la esencia de la democracia ni su fundamento. La representación es una forma necesaria pero derivada de su sustancia y fundamento: la participación. Por la participación de los ciudadanos se constituye la comunidad política desde la base. Si nadie participa […] la política desaparece. Las tiranías crean el expediente político
8. Construcción de poderes sociales y populares Una de las innovaciones de las nuevas corrientes de pensamiento es el reconocer que no basta tomar el poder político; también es necesario construir el poder social. Es decir, se debe actuar, sincrónicamente, sobre dos escenarios. Y este “juego de dos pistas”, que se complemen36
género o racial, de idioma o edad, de inclinación sexual, moral o política: […] un mundo en donde quepan todos los mundos. […] El nuevo espacio será político, pero no será reducible a la política ni mucho menos a lo estatal. Se trata de la realización actualizada, al día de hoy y del futuro, de la comunidad de los hombres y mujeres autogobernándose que nuestro país descubrió en las jornadas posteriores al terremoto de 1985, y en la infinidad de luchas previas en que las comunidades e individuos defendieron su autonomía frente al afán de cooptación por el sistema de partido de Estado.
tan, eleva la potencia política en varios órdenes, y hace de los tiempos “no electorales” tiempos vivos y llenos de creación. […] El poder social se construye poniendo en juego tres elementos: la solidaridad, la organización y el conocimiento científico y tecnológico, en proyectos concretos. Cada uno de ellos es necesario pero no suficiente. Ello implica gestar “modos alternativos de vida” basados en la autogestión, la autosuficiencia, la diversidad, la democracia participativa y la equidad, por medio de los cuales los individuos, las familias, las comunidades recuperan el control sobre los procesos que les afectan, es decir, disminuyan el riesgo al que los ha condenado a vivir la sociedad dominada por el capital.
10. Forjar el reconocimiento como bien fundamental; dar cabida a la alegría; hacer a un lado la tristeza […] El nuevo espacio de lo público deberá vivirse como una experiencia cotidiana y continua de enriquecimiento espiritual, vital, y cada vez más, progresivamente, de mejoramiento material y espiritual. El bien esencial, el mediador común de todos los que interactúen en el espacio público, será […] el reconocimiento. En el ámbito de nuestra nueva socialidad confluiremos para debatir e inventar nuevas formas de dar sentido a nuestras existencias. “Por la alegría hemos luchado, que la tristeza jamás sea unida a nuestros nombres”, dijo el periodista Julios Fucik, asesinado por el nazismo […]
9. Forjar el Nuevo Espacio de lo Público Frente al capitalismo como sistema general de privatización y mercantilización de cada vez más sectores de la vida, promovemos la creación y ampliación constante de un Nuevo Espacio de lo Público, que, en sus diferentes facetas y dimensiones, se constituya en lugar, ámbito, dimensión, ethos, en el que podamos confluir, habitar, dialogar y convivir los unos con los otros. Un nuevo espacio que se caracterice por el acceso universal, sin la imposición de requisitos de solvencia económica, de formación académica, de condición de
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En LibrerĂas de Prestigio expediente polĂtico
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AMLO DE CARA A LA REGENERACIÓN NACIONAL
(TESIS PROGRAMÁTICAS CENTRALES DEL NUEVO PROYECTO DE NACIÓN)
Promover una revolución de las conciencias a través del pensamiento crítico * Es ineludible derrotar a la oligarquía en el terreno político y por la vía pacífica para establecer en México una verdadera democracia, un gobierno del pueblo y para el pueblo.
tarea de exaltar y promover valores en lo individual y colectivo.
* El propósito es contribuir a la formación de mujeres y hombres buenos y felices, bajo la premisa de que ser bueno es el único modo de ser dichoso. Insistiremos en que la felicidad no se logra acumulando riquezas, títulos o fama, sino estando bien con nuestra conciencia, con nosotros mismos y con el prójimo […] Sólo así podremos hacer frente a la mancha negra del individualismo, codicia y odio que se viene extendiendo cada vez más, y que nos ha llevado a la degradación progresiva como sociedad y como nación.
* Nos proponernos transformar a México, buscando alcanzar un ideal moral. Estamos convencidos que no basta con mejorar las condiciones de vida y de trabajo de nuestro pueblo; es indispensable crear una nueva corriente de pensamiento para fortalecer valores culturales, morales y espirituales. * La crisis actual no sólo se gestó por la falta de empleos
Limpiar al gobierno de corrupción y acabar con privilegios * Limpiaremos al gobierno de corrupción. Lo haremos de arriba hacia abajo como se limpian las escaleras. No habrá influyentismo, amiguismo, nepotismo ni ninguna de esas lacras de la política. La corrupción será considerada como delito grave y se castigará sin derecho a fianza.
y de oportunidades, también porque se ha convertido a la codicia en virtud, se ha elevado a rango supremo el dinero y se ha inducido la creencia de que se puede triunfar a toda costa sin escrúpulos morales de ninguna índole […] Por eso, a partir de la reserva moral y cultural que todavía existe en las familias y en las comunidades del México profundo, y apoyados en la inmensa bondad que hay en nuestro pueblo, vamos a emprender la 39
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* Le costará menos al pueblo mantener al gobierno.
Soberanía popular y revocación de mandato * Se llevarán a cabo las reformas legales necesarias para que el presidente de la República se someta al principio de la revocación del mandato. Al cumplirse tres años de gobierno, se hará una consulta para que la gente decida si continúa o no en su cargo. El pueblo es soberano: así como otorga un mandato, puede retirarlo. El pueblo pone y el pueblo quita.
Se acabarán los privilegios de la alta burocracia, se reducirán los sueldos a la mitad de directores generales hacia arriba. Se cancelarán bonos, viáticos, pensiones de ex presidentes, servicios médicos privados, cajas de ahorro especiales, el uso de aviones, helicópteros y otras canonjías.
* Se va a desterrar la corrupción de los cuerpos
Democracia y Poder Judicial
policíacos; habrá capacitación permanente para profesionalizar a la policía y se aumentarán sueldos y prestaciones a los agentes de todas las corporaciones; se protegerán los derechos humanos; habrá una sola oficina de inteligencia; se le seguirá la pista al blanqueo de dinero y se solicitará con firmeza al gobierno estadunidense que prohíba las ventas de armas destinadas a nuestro país.
* Es necesario que el Poder Judicial garantice el cumplimento de las leyes y la impartición de la justicia, porque en la actualidad sólo sirve para legalizar abusos y despojos que cometen los poderosos. Nunca habrá democracia si no hay justicia para todos.
* La mayoría de los 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación han sido nombrados por Salinas, Fox, Calderón, Diego Fernández de Ceballos y Manlio Fabio Beltrones, y a ellos obedecen. Por esa razón promoveremos una reforma constitucional para elegir democráticamente a los ministros de la Corte, para lograr que este tribunal recupere su independencia, se ponga realmente al servicio del pueblo y de la Nación.
Política nacional frente a la inseguridad y la violencia * Gradualmente se retirará el Ejército y la Marina del combate al narcotráfico y no se les utilizará para resolver conflictos de orden social o para suplir la incapacidad del gobierno civil, mucho menos para reprimir al pueblo.
Nuevo federalismo y plenos derechos para la capital del país * Impulsaremos un nuevo federalismo para definir con claridad las reglas de convivencia y cooperación entre los gobiernos federal, estatales y del Distrito Federal. La capital de la República contará con plenos derechos.
* La violencia, junto con el desempleo, es el más grave de los problemas nacionales. Tenemos claro que sin garantizar la seguridad resulta ociosa cualquier nueva propuesta de Nación […] nosotros sí vamos a resolver la crisis de inseguridad y de violencia. Lo haremos, no con criterios policíacos, como lo hace el gobierno usurpador […] sino bajo el principio de que la paz y la tranquilidad son fruto de la justicia. […] La violencia no se resuelve con más violencia, sino mejorando las condiciones de vida y de trabajo de la población y atendiendo a los jóvenes […]
Democratización de los medios de comunicación * Se democratizarán los medios de comunicación. Habrá competencia y se hará efectivo el derecho a la información. Es inaceptable que la televisión y la radio se concentren en unas cuantas manos y que, en vez de informar con amplitud, veracidad y profesionalismo, se utilicen como instrumentos para manipular y controlar al pueblo, proteger privilegios y hacer negocios al amparo del poder público. Si Carlos Slim, como cualquier otro ciudadano, quiere tener un canal de televisión, no tendrá problemas, porque queremos que no sólo haya dos televisoras que acaparen toda la audiencia sino 10, 20, las que sean técnicamente posibles. De la misma forma, si Emilio Azcárraga, Ricardo Salinas Pliego o cualquier otro empresario desea participar en la telefonía, podrá hacerlo, porque no debe haber, bajo ninguna consideración, monopolios.
* Esta nueva estrategia será complementada con las siguientes medidas: no se perseguirá a una banda para proteger a otra, se aplicará la ley por parejo; no se permitirá la venta de plazas en estados y municipios. Los encargados de la seguridad pública serán hombres y mujeres rectos, de inobjetable honestidad, no como Genaro García Luna, por mencionar un caso. Todas las dependencias trabajarán coordinadamente, el presidente de la República tendrá reuniones diarias con el gabinete de seguridad, en las cuales participarán los secretarios de Desarrollo Social, Salud y Educación. expediente político
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emiliano garcía
* Se promoverán las radiodifusoras y televisoras locales y regionales que permitan el acceso y el manejo de estos medios a pueblos indígenas, comunidades campesinas, jóvenes, escuelas, universidades y centros de formación educativa y cultural.
* Habrá justicia para trabajadores mineros, electricistas, sobrecargos, pilotos y empleados de Mexicana de Aviación que han sido injustamente despedidos por la política privatizadora y por el contubernio entre funcionarios y empresarios corruptos.
* Vamos a garantizar el acceso universal al Internet como parte del derecho constitucional a la información.
Soberanía y cambio del modelo de desarrollo económico * Cambiaremos la actual política económica. Habrá crecimiento a partir del impulso a las actividades productivas y no se continuará privilegiando la especulación financiera.
Libertad sindical y derechos de los trabajadores * Habrá plena libertad sindical. El gobierno no intervendrá en la vida interna de los sindicatos y tampoco se respaldará desde el gobierno a dirigentes vitalicios, antidemocráticos y corruptos.
* Se frenará la degradación del territorio. Ningún proyecto económico, productivo, de infraestructura, inmobiliario, comercial o turístico, se llevará a cabo afectando el medio ambiente; es decir, se protegerán los recursos naturales, la flora y la fauna, y se evitará la contaminación del suelo, del agua y del aire.
* Velaremos por el cumplimiento de los derechos y prestaciones de los trabajadores. El salario mínimo se fijará con apego a la Constitución que establece que debe ser remunerador y nunca jamás, como ha sucedido en este periodo neoliberal, el aumento al salario quedará por debajo de la inflación.
* No será letra muerta el artículo 28 constitucional que prohíbe la existencia de monopolios. Por prácticas monopólicas los mexicanos pagamos más por bienes y servicios que en otros países del mundo. Abrir la competencia en la telefonía, el Internet, la televisión, el cemento, los bancos, la tortilla, el pan, los refrescos
*Los integrantes de las Juntas de Conciliación y Arbitraje procederán con rectitud para evitar el agravamiento de conflictos entre patrones y trabajadores y se respetará el derecho de huelga establecido en la Constitución. 41
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y otros artículos permitiría ahorros a los consumidores hasta por 15 por ciento
indispensables y lograr, al mismo tiempo, la reactivación rápida de la economía y la generación de empleos.
* Respetaremos la autonomía del Banco de México, pero
* Se mantiene vigente el compromiso de vincular
se buscará que no sólo procure el control de la inflación, sino que también se ocupe de fomentar el crecimiento económico. Habrá una adecuada política monetaria y disciplina en el manejo de la deuda y del déficit público.
comercialmente el Pacífico con el Atlántico, mediante el desarrollo integral del Istmo de Tehuantepec, lo cual implica la construcción de 2 puertos, en Salina Cruz y Coatzacoalcos, así como un ferrocarril de carga de contenedores y la ampliación de la carretera existente. Todo ello tomando en cuenta a la gente y con la participación de las comunidades de la región. También sigue en pie el compromiso de comunicar al país con ferrocarriles rápidos de pasajeros.
* Se hará valer el artículo 27 constitucional que establece el dominio directo de la Nación sobre los recursos naturales del país. Bajo este principio se revisarán las concesiones o contratos que han sido otorgados ilegalmente para privatizar petróleo y electricidad así como minas de oro, plata y cobre.
* Pondremos en práctica un programa integral en las ciudades fronterizas que fomente la industria maquiladora y aproveche la cercanía con el mercado más grande del mundo; que proteja los derechos laborales de hombres y mujeres que trabajan en esta actividad y que incluya el desarrollo urbano de colonias populares. Es decir, la construcción de escuelas, guarderías, unidades deportivas, centros de salud, alumbrado público, transporte, agua, drenaje y otros servicios.
* Se otorgarán concesiones para la creación de bancos regionales y por ramas productivas, con la finalidad de contrarrestar la falta de créditos y la usura. De esta forma se romperá la inercia de las actuales instituciones financieras que viven, fundamentalmente, a expensas de cobrar altas comisiones bancarias y de los intereses que les paga el gobierno. * Se fomentará la industria de la construcción, aplicando un amplio programa para dotar al país de la infraestructura, las obras y servicios que son
Nueva política hacendaria
* Para fortalecer la Hacienda Pública se cumplirá el mandato constitucional que establece que los emiliano garcía magdaleno
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* Vamos a preservar la gran diversidad biológica y cultural de México. Impulsaremos prácticas agropecuarias que aumenten la productividad sin dañar a la naturaleza. No se permitirá la introducción y el uso de semillas transgénicas. Cuidaremos nuestra reserva de recursos bióticos. Se respetarán y apoyarán las prácticas económicas autogestivas, tradicionales e innovadoras, habituales entre indígenas y campesinos.
impuestos deben cobrarse de manera progresiva, es decir, que debe pagar más quien tiene más. Esto exige llevar a la práctica las siguientes medidas: abolir los privilegios de las 400 grandes corporaciones del país que tienen ingresos al año por 6 billones de pesos y no pagan impuestos; se cobrarán impuestos por las operaciones que se realizan en la Bolsa Mexicana de Valores y tendrán que pagar impuestos por extracción las empresas mineras, nacionales y extranjeras que obtienen enormes ganancias y no dejan beneficios en el país.
* Se sembrará un millón de hectáreas de árboles maderables en el sur-sureste del país, caobas y cedros entre otros, con propósitos económicos, ecológicos y para crear alrededor de 400 mil empleos anuales.
* Se simplificarán los trámites para el pago de impuestos. Todos los ciudadanos deberán manifestar cada año sus ingresos y utilidades, y depositarán lo que les corresponda de contribuciones partiendo de fórmulas sencillas y de la confianza al contribuyente. La fiscalización se llevará a cabo por sorteo y se castigará con energía la evasión fiscal.
Nueva política energética y, dentro de dicho marco, nueva estrategia de la explotacióny comercialización del petróleo y la electricidad * Habrá una nueva política energética. Se integrará la exploración del petróleo, la perforación, la producción, la refinación, el gas y la electricidad para aprovechar toda la cadena de valor y convertir a este sector en palanca del desarrollo nacional.
Desarrollo alternativo del sector rural: apoyar al campo y promover la soberanía alimentaria * Vamos a rescatar al campo del abandono al que ha sido condenado por la política neoliberal. Se apoyará a los productores nacionales con subsidios y créditos para alcanzar la soberanía alimentaria y dejar de comprar en el extranjero lo que consumimos. Con ello se arraigará a la gente en sus comunidades y se generarán empleos rurales que ayuden a contener la migración.
* Se explotará racionalmente el petróleo, teniendo siempre presente que se trata de un producto no renovable y que nuestra generación está obligada a cuidarlo. Por eso su extracción quedará supeditada a la reposición de reservas. 43
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* Se dejará de vender, gradualmente, petróleo crudo
Impulso prioritario a la economía popular, social y solidaria * Se pondrá todo el énfasis en el apoyo a las pequeñas y medianas empresas. Tendrán energéticos y créditos baratos; se les protegerá ante precios exagerados de insumos, de impuestos altos y del burocratismo. En el entendido que las pequeñas y las medianas empresas, industriales, agropecuarias, de servicios y comercio, generan el 90 por ciento de los empleos existentes.
al extranjero para procesar toda la materia prima en nuestro territorio; se construirán 5 refinerías: en Tula, Hidalgo; Salamanca, Guanajuato; Salina Cruz, Oaxaca; Dos Bocas, Tabasco; y en Atasta, Campeche, con el propósito de generar empleos y dejar de importar 500 mil barriles diarios de gasolinas y diesel que representan el 50 por ciento del consumo actual, con una erogación de 20 mil millones de dólares anuales.
* Impulsaremos la industria petroquímica y la producción de gas para frenar la creciente dependencia del exterior.
* Se construirán nuevas carreteras, sobre todo en el sur-sureste. Actualmente, existen 362 municipios que no cuentan con caminos pavimentados a sus cabeceras municipales. Nos comprometemos a construirlos con el uso intensivo de mano de obra comunitaria para generar empleos y fortalecer la economía local.
* Van a operar a toda su capacidad las hidroeléctricas y otras plantas de la Comisión Federal de Electricidad para reducir la compra, a precios elevadísimos, de energía eléctrica a empresas extranjeras que se llevan alrededor de 80 mil millones de pesos del presupuesto público cada año.
* Aplicaremos un programa de mejoramiento, ampliación y construcción de vivienda, la meta es realizar un millón de acciones al año y generar 500 mil empleos.
* Impulsaremos la investigación científica y tecnológica. Se recuperará el prestigio y la calidad de todas las ramas de la ingeniería mexicana. Se dará prioridad a la investigación de fuentes de energía alternativas, renovables y limpias.
* Se apoyará la actividad pesquera para mejorar las condiciones vida de las comunidades costeras y ribereñas del país y pondremos al alcance de la población proteínas de buena calidad a bajos precios.
* Reiteramos nuestro compromiso de bajar el precio de las gasolinas, el diesel, el gas y la energía eléctrica en beneficio de consumidores, transportistas y de pequeños y medianos empresarios.
expediente político
* Fomentaremos el sector social de la economía, en particular las cooperativas, pesqueras, de producción, de servicios y de consumo. El modelo a seguir y a reproducir es el de la Cooperativa Pascual, esta sociedad beneficia a 5 mil trabajadores, compra a los productores nacionales 20 mil toneladas de frutas para producir 44
una bebida de muy buena calidad, a diferencia de los productos chatarra que dañan la salud y el bolsillo.
Reconocimiento de derechos indígenas y apoyo prioritario al desarrollo comunitario * Se atenderá a todos, se respetará a todos, pero se dará preferencia a los pobres y a los desposeídos. Empezaremos a pagar la deuda histórica que se tiene con las comunidades y los pueblos indígenas. Es una infamia que en donde hay carencias, pobreza y marginación, no lleguen los apoyos que se necesitan. Las comunidades indígenas reciben menos del 1 por ciento del presupuesto público. emiliano garcía magdaleno
Pensión universal para los adultos mayores
el respeto a la soberanía y en la cooperación para el desarrollo. Nuestra frontera común de 3 mil kilómetros representa un desafío y una oportunidad para ambos países, pero sin militarización, intervencionismo, ni muros que nos dividan y confronten.
* Vamos a establecer el Estado de Bienestar; es decir,
habrá pensión universal para todos los adultos mayores de 68 años del país y para las personas con discapacidad. Se combatirá el hambre garantizando el derecho del pueblo a la alimentación y se otorgará atención médica y medicamentos gratuitos a toda la población.
* Debe revisarse el Tratado de Libre Comercio. En la agenda bilateral, más que la cooperación de carácter militar, deben estar los temas del crecimiento económico y la generación de empleos en México para enfrentar las causas que originan el fenómeno migratorio. Así como la protección de los derechos humanos y laborales de nuestros compatriotas que por necesidad cruzan la frontera para trabajar en Estados Unidos.
Política internacional alternativa
* Mantendremos una relación de respeto con todos los pueblos y gobiernos del mundo. Haremos valer los principios de no intervención, la autodeterminación de los pueblos y la solución pacífica de los conflictos. Recuperaremos el prestigio que históricamente habíamos mantenido en América Latina y en el concierto de las naciones.
* La relación con los Estados Unidos se fincará en 45
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UNA TERCERA VÍA PARA EL MOVIMIENTO RURAL EN MÉXICO
Luis Meneses Murillo
* Las importaciones agropecuarias, realizadas
LOS DATOS MÍNIMOS SOBRE EL DESASTRE DEL CAMPO MEXICANO * Según Ceneval, el 50 por ciento de la población vive en condiciones de pobreza y siete de cada diez de estos viven en el campo.
principalmente de los Estados Unidos pasaron de 2 mil 756 millones de dólares en 1982 a 18 mil 400 millones en 2009; y para el año 2010 fueron alrededor de 25 mil millones de dólares.
* Las políticas neoliberales, aplicadas desde mediados de los años ochentas por gobiernos emanados del pri y profundizadas en los dos gobiernos emanados del pan, han provocado la emigración de más de medio millón de mexicanos por año.
* 18 millones de mexicanos padecen hambre y 40 por ciento de los niños padecen algún tipo de desnutrición. * 600 mil mexicanos emigran cada año a Estados Unidos.
* Nuestro nivel de dependencia alimentaria ha llegado a límites insostenibles. El 50 por ciento de los alimentos básicos que comemos son importados.
* Actualmente importamos 12 millones de toneladas de maíz, el 95 por ciento del frijol y soya que consumimos, el 80 por ciento del arroz, el 56 por ciento del trigo, el 33 por ciento del frijol y el 40 por ciento de la carne de res y cerdo.
* Con las reformas agrarias de 1992, ejidos y comunidades perdieron su autonomía para controlar sus territorios y sus propias fórmulas de gobierno: mercantilizaron sus tierras. El Tratado de Libre Comercio con América del Norte (tlcan) forma parte del sistema expoliador de nuevo tipo del campo mexicano, con expresiones graves de dependencia alimentaria, destrucción económica y debilitamiento del “sector social” de los espacios rurales.
* De 1982 al año 2009 el gasto público para el sector agropecuario disminuyó de 9.9 por ciento al 0.6 por ciento del pib, y la inversión pública del 1.48 por ciento al 0.15 por ciento.
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LA IZQUIERDA ORGANIZADA EN LOS MOVIMIENTOS RURALES En la vertiente de la izquierda mexicana se encuentran organizaciones que pertenecen al: * Consejo Nacional de Organismos Rurales y Pesqueros (conorp).
* Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas (conoc). * La Coordinadora Nacional Plan de Ayala (cnpa). * La Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (unorca). * El Barzón. * La Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (unta).
Actualmente el movimiento campesino e indígena y sus organizaciones se encuentran en condiciones de relativa disgregación, tanto en cuanto en lo que se refiere a sus expresiones o formas de manifestación por medio de los partidos políticos, por sus niveles de agrupamiento gremial o por sus capacidades reales de gestión y desarrollo en los niveles locales.
* La Unión Campesina Democrática (ucd). Conviene señalar que la mayor parte de las organizaciones locales y regionales de los medios rurales no tienen referente nacional. Entre éstos:
* Los pueblos de la sierra y costa chica de Guerrero agrupados en torno a su organismo de “policía comunitaria”.
DIEZ PUNTOS PROGRAMÁTICOS DECISIVOS de LOS MOVIMIENTOS RURALES 1 Pensar a la agricultura en su condición multifuncional, como áreas productivas, de vida, recreación, de generación de oxígeno y de paisaje, etcétera.
* Organizaciones populares como la appo y las vertientes estatales de este movimiento o la de los Afectados Ambientales, que se agrupa para combatir las políticas y acciones de los gobiernos que provocan el deterioro ambiental en diversas regiones del país.
2 Volcar de nueva cuenta nuestras mejores energías al reconocimiento de los pueblos indígenas como sujetos de derecho, enfrentando de lleno el neo-racismo propio de la aristocratizante y elitista visión panista del ejercicio de gobierno y de las formas de vida.
* Los Consejos Indígenas creados después del surgimiento del ezln.
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7 Revaloración de las estrategias tecnológicas para un cambio y desarrollo del campo mexicano que cumpla al menos con dos requisitos decisivos: a) Favorecer esquemas y niveles de gestión productiva que empodere social y políticamente a los núcleos sociales organizados; y b) Neutralizar y echar atrás los procesos de severo deterioro ambiental del medio agropecuario. 8 Reordenar ideas y proyectos con respecto al desarrollo de la infraestructura en los medios rurales. Con perspectivas tales como: a) Construcción de caminos y vías de comunicación bajo la idea de la conectividad de núcleos o de sectores sociales y no de las economías de costo de transporte para el consumo de los “grandes centros”; y b) Infraestructura productiva con los menores grados posibles de concentración o centralización.
emiliano garcía magdaleno
3 Luchar por la bioseguridad alimentaria y la protección a la biodiversidad de los recursos naturales (no al uso de semillas transgénicas y a la producción de biocombustibles basada en alimentos como el maíz).
9 Favorecer en todo momento al desarrollo del mercado interno y definir un sí tajante y decisivo a favor de la economía popular, social o solidaria, no como medida subsidiaria para el “combate a la pobreza”, sino como palanca de desarrollo básico para enfrentar la Crisis (así, con mayúsculas).
4 Poner en marcha procesos de democracia participativa; empujar firmemente en los espacios donde gobierna la izquierda para que se abran cauces al ejercicio de presupuestos participativos. 5 Abrir la mente y la perspectiva de lucha a planteamientos comprehensivos y de calado hondo como los que resumen algunas ideas ya plasmadas en algunos países de Sudamérica (como Bolivia, por ejemplo) en torno al “buen vivir” y a la recuperación de “patrimonios colectivos”.
10 Abrir la mente y la conciencia al desarrollo “del campo en la ciudad” y de “la ciudad en el campo”. Iniciar un proceso (que sin duda será largo) de nivel cultural, político, social y, por supuesto, económico, que rompa en definitiva el “modelo” tan separado y tajante (de compartimentos estancos) campociudad, basado éste en la polarización propia de la liberalización y de un concepto de modernidad (y modernización) que cree a pie juntillas que éstas sólo pueden florecer en el asfalto.
6 Rechazo a toda la estrategia de plena liberalización económica de los medios rurales; contra ello, revaloración del necesario papel de intervención estatal, con apoyos básicos que ayuden a serios procesos regenerativos, con sólidas perspectivas sustentables. 49
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NOTICIAS SOBRE LA PROTECCIÓN ANIMAL
“Los aullidos de los perros sin dueño que andan por la noche amplían la ciudad, le inventan nuevos rumbos”, dice Francisco José Cruz Pérez al referirse a la manera en que el poeta Antonio Deltoro aborda la temática de “lo animal”.1 No es muy diferente la forma en que Juan Rulfo distingue la presencia e importancia de los perros, cuando anuncian con sus ladridos que la casa (nuestra casa, nuestro poblado) ya está cerca y que aún tenemos entonces la esperanza de llegar.2 ¿Acaso ello podría llevarnos a pensar que los animales son algo más que “contexto”, materia de circos y zoológicos, o materia alimenticia para la multiplicada y desquiciada humanidad de nuestros tiempos? Eso sugiere o dice Ana Cristina Ramírez en su excelente artículo “Donna Hanaway, lenguaje de perros”, (publicado en Fractal No. 28) o en el texto que ahora publica en este número de Rojo-amate. No pretendemos agregar con estas notas elementos al debate en torno a la forma en que debe ser tratada 1
Antonio Deltoro, “Poesía a la intemperie”, en Fractal No. 14, Otoño de 1999.
2
Juan Rulfo, “No oyes ladrar los perros”, en El Llano en llamas, fce, 1953.
especies de compañía
Mariana Hernández García Silvia Moguel Viveros
la grey de “las mascotas” para darles finalmente una connotación más cercana a lo verdaderamente humano (acaso “especies de compañía”, como plantea Donna Hanaway). Sólo acompañar el texto de Ana Cristina Ramírez en este número de Rojo-amate con algunas noticias significativas en torno al tema animal:
*En 2009, en Bolivia, se promulgó la ley 4040, que prohíbe el uso de animales de todo tipo (incluye desde leones, elefantes, jirafas, monos, hasta perros, gatos, palomas o cualquier tipo de animales domésticos) salvajes en espectáculos públicos o circenses.
*Según una ley aprobada en Cataluña a principios del presente año, a partir del 1 de enero de 2012 quedarán prohibidas las corridas de toros en dicha comunidad. Se trata de la segunda comunidad autónoma de España en la que se prohíbe esta sanguinaria fiesta.
*Existe una Declaración Universal de los Derechos del Animal, con año de nacimiento en 1977, adoptada
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mizael sánchez
por la Liga Internacional de los Derechos del Animal (posteriormente fue aprobada por la onu). Esta Declaración considera, entre otras cosas, que “[…] el reconocimiento por parte de la especie humana de los derechos a la existencia de otras especies de animales constituye el fundamento de la coexistencia de especies en el mundo. El respeto hacia los animales por el hombre está ligado al respeto de los hombres entre ellos mismos.”
término, del respeto a la naturaleza y los seres vivos […] La defensa de los derechos de los animales, y su traducción jurídica (la Ley General de Bienestar Animal), tendrá un resultado importantísimo: dar aviso desde el Poder Legislativo de un hecho fundamental: el comportamiento civilizado […] La ignorancia o, mejor, el desprecio ante estos hechos, se desprende de la actitud ancestral de arra samiento de lo “innecesario”. Todo al servicio del hombre, el único género sobre la tierra, y esta noción monstruosa nutre los ecocidios y le da rienda suelta al machismo que,
*Carlos Monsiváis habló en una ocasión sobre las “Voces y derechos de los animales” en un Foro que la Asamblea Legislativa del df organizó sobre el tema que ahora nos ocupa. Y dijo:
por ejemplo, se burla y asume como expresión de la debili dad extrema a las muestras de sensibilidad ante la barbarie de las corridas de toros, ante los horrores de los antirrábi cos, ante la maldad ostensible en los mataderos […]
[…] el trato hacia los animales es fundamental en la comprensión general de nuestro comportamiento, se produce antes que la crueldad hacia los niños, e inicia el gran proceso de la deshumanización, en el sentido más estricto, porque siempre se ha buscado desvincular la condición humana, en la acepción más rigurosa del
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especies de compañía
el perro de prácticas quirúrgicas y la Bioética Ana Cristina Ramírez Barreto
Muchos años atrás, se alojó en las caballerizas a un lado de la casa un perrillo negro, más bien pequeño, escuálido, un tanto peludo. Habría sido 1982. En febrero de ese año el presidente José López Portillo juró que “como un perro” defendería el peso de las devaluaciones frente al dólar; para el informe de septiembre de ese mismo año, con lágrimas en los ojos, José López Portillo, don Pepe, reconocía que le había fallado a los pobres de México. El peso se había devaluado escandalosamente 400 por ciento. Uno de mis hermanos taladró un hoyo en un peso, le puso una argolla y lo colgó a un collar para el perro acogido. Le empezamos a decir don Pepe. Era un perro alegre, afectuoso, sin ser nada meloso, incapaz de agredir a humanos pero excelente guardián de las caballerizas, y el mejor cazador de ratas que habíamos visto jamás. Pero había algo en su pasado que lo sacaba de ser sólo un perro callejero. Una espantosa cicatriz corría desde su bajo vientre hasta cerca del cuello. Cuando se agitaba por correr tras las ratas o jugando, se sentaba a recuperar el aliento y nos parecía que sufría al hacerlo. Una médico veterinario nos confirmó que se habían realizado prácticas quirúrgicas en él, que su diafragma habría sido perforado, y que esto estaría afectando a los pulmones y otras vísceras. Don Pepe, uno de los perros más admirables que he conocido, murió pocos años después, al parecer por insuficiencia respiratoria. Las reflexiones que a continuación les presento tienen el trasfondo de esta historia personal. ¿De dónde nos viene este “derecho de captura” (Chris Weller) y disposición de la vida y sufrimiento de otros animales? ¿Cómo se justificó que alguien, actuando en coordinación con otras personas, realizara una innecesaria operación invasiva, tan dañina para la vida de ese animal? ¿Es que se ponderó un beneficio mayor (¿y para quién?) al daño infligido al animal? Estas preguntas convergen en los intereses de un importante campo de ciencia y orientación práctica llamado bioética. Mi acercamiento aquí se limita a una incipiente etnografía que pude empezar en 2008 sobre una sola de
especies de compañía
las varias facetas implicadas en este tema: qué cuenta el estudiante que realiza las prácticas, y qué su familia, quien “recibe” al perro de prácticas quirúrgicas no en calidad de mascota querida o refugiado a acoger, sino en una muy perturbadora condición de “sujeto de prácticas quirúrgicas”.
La lección de anatomía Desde décadas atrás, la carrera de Médico Cirujano y Partero de nuestra Universidad Michoacana enfrenta problemas académicos y administrativos por una sobredemanda estudiantil que, “por movimiento”, presiona para levantar restricciones por examen de admisión o por cupo. La mayoría de los estudiantes de esta carrera son jóvenes de clases media y baja, que residen en Morelia alojados en “Casas del estudiante”, rentando cuartos con otros estudiantes, en la casa de sus padres o parientes. En 2008, la asignatura “Prácticas quirúrgicas” fue impartida a 30 secciones. Los estudiantes se dividieron en equipos para conseguir el material y lo que fuera necesario para realizar la práctica quirúrgica. Son aproximadamente siete equipos por sección, de cinco estudiantes cada uno. Sin embargo, de esas 30 secciones, 25 realizan la práctica utilizando un animal vivo (lo más conveniente para las mesas quirúrgicas: perros de entre 5 y 11 Kg), mientras que las otras 5 secciones recurren a otras estrategias didácticas: entrar a cirugías que atienden problemas reales, con pacientes humanos, e ir apoyando paulatinamente a los médicos y enfermeras en el quirófano. Es decir, aproximadamente 175 estudiantes (35 equipos) quedan libres de la tarea de encontrar, capturar y lidiar con el perro que será sometido a sus prácticas quirúrgicas. El resto, casi 900 jóvenes, deberá asumir esa tarea como un deber que se le impone. Hasta donde sé, es extremadamente inusual que los estudiantes objeten este procedimiento o pregunten a los profesores si es realmente necesario. Según mi informante (utilizaré el pseudónimo Abel), quien entró “por movimiento”, ellos obedecen instrucciones precisas y no se sienten confia52
Auschwitz –y su olvido– impuesto cada año, en cada hogar En la sección de Abel las prácticas de ese año se realizaron con 12 perros. De esos, dos fueron adquiridos en el Centro de Control Canino por adopción o préstamo, a un costo de 120 pesos por perro; otro de esos doce era un “perro de la casa” (Abel no utilizó el término “mascota”) y los otros 9 los hallaron por ahí en la calle. Si 12 es un número apropiado para calcular cuántos perros se utilizaron en esas 25 secciones en 2008, estimo que fueron trescientos. Cincuenta de esos provendrían del Centro de Control Canino. Dónde conseguir al perro y con qué papeleo no era la única preocupación de los equipos. Tenían que reunir el dinero para el material de las prácticas: 700 pesos por cirugía y otros 700 por los costos pre y postoperatorios. Los equipos debían realizar de dos a tres cirugías a su perro, ya fuera el mismo en las tres o diferente (dependía de ellos y de las condiciones de salud del perro): una laparotomía, una traqueotomía y, de manera opcional, una venodisección. Todas estas son intervenciones calificadas con el más alto grado de invasividad por las normas internacionales.2 Según describió Abel la laparotomía, “[...] abrimos el vientre del perro, sacamos los intestinos, los vemos, los volvemos a meter y cerramos”. ¿Para qué hacer esto? ¿Qué sentido tienen estas cirugías que no atienden a un problema real de salud sino que lo crean de la nada? Según Abel, “[...] así nos familiarizamos con el equipo del quirófano, cómo ponernos los guantes y cubrebocas, los nombres de los instrumentos...”3 y con la sangre. ¿Significa esto que los estudiantes de las cinco secciones que no realizan prácticas quirúrgicas de esta forma están mal capacitados, poco familiarizados con el instrumental o no tienen las
dos para hacer preguntas o desafiar la autoridad de profesores o tradiciones en la carrera a la que tanto empeño le ponen.1 Para mí era del todo relevante la razón por la cual los profesores de esas cinco secciones, a contracorriente del resto, decidieron no utilizar animales no humanos para las prácticas. Pero tuve que limitarme a lo que Abel, que no estaba en una de esas secciones, me pudo referir al respecto y que, francamente, me parece la peor de todas las razones posibles. Me dijo: “[...] ellos no las hacen así porque el profesor no quiere que se rebajen a la condición de veterinarios”. Indudablemente, habrá que conversar directamente con esos profesores y matizar información que puede haber sido completamente malinterpretada, pero es relevante subrayar cómo, a través del curriculum oculto que se construye incluso más allá de las aulas, los estudiantes pueden asumir como aceptables mensajes no sólo especistas (y no cuestionar el derecho de captura, por ejemplo) sino también jerarquías que discriminan a las profesiones universitarias, considerando así que quien se dedica a animales no humanos tiene un estatus inferior a quien se dedica a humanos. Así pues, inicia el curso y los aproximadamente 875 estudiantes de 25 secciones, agrupados en 175 equipos, se organizan para conseguir al indispensable perro, llenar formatos y seguir normativas que hacen de esto una práctica regulada y académicamente observada. Por ejemplo, el perro debe estar en buenas condiciones de salud antes de las prácticas; lo revisan pasantes de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Al término de las mismas los equipos deben volver a presentar al perro vivo para una revisión final, lo cual les da el derecho a la calificación para la asignatura. Lo que suceda después ya no tiene ningún seguimiento. Algunos perros son presuntamente “eutanasiados” (lo cual, si estaban sanos, sería una contradicción de términos), llevados al Centro de Control Canino o simplemente abandonados.
2
Aline Shunemann de Aluja [2003], “La ética en la investigación científica y la enseñanza con animales vertebrados”, en El papel de la ética en la investigación científica y la educación superior, M. Aluja y A. Birke (coords.), fce/amc, México, p. 281, 2004.
3 1
“Para eso igual da que en la plancha del quirófano haya una zanahoria en vez de un perro”, dijo con agudo sarcasmo Óscar Horta, filósofo que en aquel año nos visitó y ofreció un curso sobre la consideración moral a los animales.
Abel, Morelia, 07/06/2008.
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especies de compañía
respuesta ética para la institución que así lo impone. Esto sería algo parecido a atomizar Auschwitz y repartirlo por la ciudad en la que todos vivimos, de algún modo convirtiéndonos en cómplices de los jóvenes que durante unos meses aceptan el papel de Mengele, “el ángel de la muerte”, con tal de hacer una profesión médica. De toda esta situación tan perturbadora para toda la familia, era la madre de Abel, ama de casa, quien levantaba protestas enérgicas por la estrategia didáctica que la afectaba directamente: “Abel se la pasa estudiando y en la escuela; no está aquí más que a ratos. Soy yo la que tengo que atender al perro, darle de comer, lavarle los excrementos, aguantar sus ladridos y sus ganas de jugar –cuando estaba bien– y su malestar, sus gemidos de dolor ahora que salió de la primera intervención. Que nadie más del equipo lo quiere en su casa. Que o está aquí o lo echan a un lote baldío. Que si se muere o le pasa algo y no lo presentan para la evaluación final, no les ponen calificación. Que luego de eso ya lo devuelven a la perrera para que ahí lo maten humanitariamente... ¿Pues que en la escuela los maestros no ven este problema que nos causan?” En estas palabras leemos el profundo malestar de alguien cuya capacidad de agencia ha sido sistemática-
agallas que se requieren para soportar ver sangre? ¿Podemos anticipar que serán malos cirujanos? La respuesta de Abel resultó desconcertante: “[...] no, en absoluto. Personalmente conozco a alguien que egresó de la carrera sin haber hecho prácticas en perros y su desempeño en cirugía es excelente”. Entonces ¿cómo se justifica la permanencia de la práctica quirúrgica haciendo daño a perros “devaluados”? Si no hay evidencia contundente que soporte la necesidad imperiosa de realizarla, por ejemplo, demostrando que sólo quienes practican con perros logran un buen desempeño en el quirófano, no alcanzo a comprender por qué se sigue realizando. Antes y después de la cirugía, el perro de prácticas es “resguardado” en la casa de alguno de los estudiantes del equipo. Esto significa que, en 2008, 300 hogares morelianos se vieron confrontados durante varios meses con una experiencia sumamente angustiosa: admitir a un sujeto vivo, no deseado ahí ni como la mascota de la familia ni como un animal refugiado, con la conciencia de que se le haría un daño severo, muy problemáticamente justificado en la necesidad de que el estudiante apruebe la asignatura, y que habrían de observar su sufrimiento tras una y otra intervención, sin capacidad de articular una
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mente disminuida en este asunto. La voz de un ama de casa –tan auténtica y audible como los gemidos de un perro intervenido innecesariamente– no cuenta, no es importante ni aun para que Abel la lleve como protesta legítima a su institución educativa y algo empiece a cambiar. El sistema que cada año instala un pequeño Auschwitz en 300 hogares morelianos, sistemáticamente desautoriza a las personas que ahí viven para decir algo. Son mujeres, son estudiantes, son animales indeseables atrapados en los engranes de poderes que funcionan no por maldad de personas específicas o falta de cuidado y dedicación, sino por pura inercia sistémica y falta de hábitos reflexivos. En ese 2008 hubo historias de perros hacinados en una casa donde había tres o cuatro estudiantes de equipos diferentes haciendo prácticas quirúrgicas. Otra, tristísima, de un perro abandonado en una azotea en el postoperatorio; el estudiante responsable se tuvo que regresar a su pueblo por una urgencia familiar. Luego de días sin agua y comida, el perro se lanzó desde esa azotea y murió atravesado por una varilla de la azotea hacia la cual se arrojó. Que estudiantes como Abel y sus compañer@s4 nos cuenten estas historias es ya una manera de protestar y empezar a dar pasos hacia otra dirección. Sería un buen inicio recabarlas y publicarlas, combatiendo así la amnesia y banalización que esta extraña complicidad reitera cada año, luego de que el curso de prácticas quirúrgicas llega a su fin y tras los perros dañados y muertos aparecen las calificaciones de los estudiantes.
los procedimientos de justificación ética de las prácticas en sujetos vivos y, desde luego, con quienes quizá defiendan que esta forma de enseñanza de la asignatura debe continuar sin cambios. Quiero suponer, siguiendo la ética de la creencia que nos aporta Luis Villoro en su libro Creer, saber y conocer, que estos últimos podrían tener razones para ello, y que incluso estas razones podrían resultarme convincentes luego de conocerlas. En ese caso, adelanto la propuesta de conectar: a) la urgente necesidad de que los estudiantes y profesores de áreas de la salud se preparen en Bioética, con b) la posible necesidad de continuar haciendo prácticas sobre estos animales. Propongo que la asignatura de “prácticas quirúrgicas” siga el marco de principios ya bien establecidos para la Bioética5. Esto significa que: 1.
No realizarían intervenciones que intencionalmente causen daño en el sujeto de práctica (principio de no maleficencia).
2.
Realizarían intervenciones que lo beneficien (principio de beneficencia); por ejemplo, una esterilización quirúrgica, alguna cirugía necesaria.
3.
Con atención al principio de justicia, abandonarían el cultivo de esta extraña categoría social que brilla por su injusticia: el perro callejero, marginado, descastado, etiquetado como plaga peligrosa, es un animal que se puede torturar impunemente y con la complicidad de la sociedad; mientras que el perro fino, de raza, sin dejar de ser mercancía tiene un valor de cambio que lo hace digno y respetable.
Conclusión y propuesta: conectando los puntos sueltos No he querido guardarme estas reflexiones más tiempo, a pesar de que mi incipiente etnografía del perro de prácticas quirúrgicas en Morelia está tan incompleta. Me falta hablar con las autoridades universitarias, investigadores que atienden bioterios y están familiarizados con
Se podría objetar que los principios de la Bioética no son válidos para aplicarlos a otras especies distintas a la humana. Se tendría que explicar cabalmente por qué se sostiene esto. Tiene la carga de la prueba quien sostenga que nuestra responsabilidad llega hasta donde llega la burda definición convencional de especie; y que tam-
4
5
T. L. Beauchamp y J. Childress [1979], Principios de ética biomédica, Masson, Barcelona, 1999.
Utilizo la @ como síntesis de a y o, para visibilizar el género gramatical femenino además del masculino.
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fuera posible, en diálogo significativo con quienes realizan las prácticas que quisiéramos modificar o abolir, sin dar pie a encasillar el punto a una confrontación del sentimentalismo anti-científico o delirante contra la razón y la libertad científica. Empezar el diálogo con hostilidad y calificativos deshumanizantes hacia otras personas nos deja incluso sin el crédito de haber intentado dialogar seriamente. También nos recomendaba observar atentamente cómo funcionan las verdaderas palancas del poder y tomar el estudio detallado de la realidad como una guía para la acción.7 ¿Sería posible que las transformaciones a que apuntan nuestras reflexiones estén más cerca de lo que creemos? No nos impacientemos. La conversación va para largo y es mejor no desesperarse. No hay más camino que seguir ajustando palabras, proponiendo ideas, cruzando miradas, entrelazando manos y tendiendo puentes entre nuestras preocupaciones y una sociedad sin duda sensible e inteligente, pero aturdida por tanto trabajo y tanta desconexión –como bien muestran las palabras de la mamá de Abel.
bién explique en qué se distingue este límite de los que se ponen sobre otras características más o menos fijas en una misma “especie”, como el color de la piel, el sexo o la lengua que se habla. Es claro que tratándose de animales no humanos, el principio de autonomía adquiere los matices que asumimos para sujetos que no comprenden la finalidad de una intervención. Como con los niños pequeños, el dolor y el temor por su vida en peligro se apodera de ellos sin alcanzar a tranquilizarse con la idea de que el tratamiento que reciben es para su beneficio y que están con gente bienintencionada. Pero somos nosotros quienes debemos cruzar las miradas y revisar los procedimientos para garantizar que esto sea así. Los jóvenes estudiantes de Medicina tendrán que enfrentar el problema de conciencia de si accedieron a hacer daño innecesario, persiguiendo qué fin, y si tenían otra opción. Mientras tanto, el silencioso malestar sigue extendiendo su miasma por la ciudad –lo cual es bastante dañino para todos. Esto es acorde a lo que Aline Shunemann viuda de Aluja escribió: “La ética no es divisible, y no cabe concebir una para el ser humano y otra diferente para animales; debe por lo tanto existir un convenio que incluya a las dos”.6 Cierro con unas consideraciones sobre el procedimiento de consecuente indignación, protesta y acción. Henry Spira, un notable activista sindicalista y pro-animal, recomendaba ir dentro del sistema tan lejos como
*Agradezco los comentarios de Marcela del Toro, Rebeca Tovar, Beatriz Salas y Jaime Vieyra a una versión previa de este texto, presentada en Zona Animal. Jornada por el trato ético a los animales, Morelia, 2 de abril de 2011.
7
Henry Spira, 1983, “Fighting for Animal Rights: Issues and Strategies”, en Ethics and animals. Contemporary issues in biomedicine, ethics, and society, H. B. Miller y W. H. Williams (coords.), Clifton, N.J./Humana Press.
6
Aline Shunemann de Aluja, “La ética en la investigación científica… op. cit., p. 289.
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Las imágenes vacías
Modos de des-subjetivación contemporáneos Claudia M. Salazar-Villava
transmutación que sufre aquella operación fundamental
Este humilde fuego resulta el antitelevisor. Prende la imaginación de quienes se reúnen en torno a él como ante la hoguera primitiva: abuelos, padres, hijas, hijos. Sobrevienen relatos de cosas verdaderas y fingidas y, cuando las narraciones han terminado, el ballet de las manos, la pantomima de las siluetas.
de lo humano que hace de lo invisible, imaginable; operación que ha sido por milenios una forma de arraigar lo vivido en un relato o una descripción, forzosamente metafórica, que vaya de la sensación y la pasión a la existencia y al encuentro con los otros.
José Emilio Pacheco “El quinqué”
*** Somos testigos del vaciamiento que hoy se expande, de la pérdida de las potencias significativas que van de la imagen a la percepción de sí, a la necesidad de
Hay un dispositivo impersonal, autónomo y generalizado que asume la calidad de estrategia sin estratega en la producción de individuos de
sentido y de allí al relato, al encuentro, al mundo común. Configuración actual del entretenimiento como mandato (pues es un imperativo huir del aburrimiento),1 la pasividad existencial frente a las imágenes vacías se opone frontalmente al impulso de narrar y encontrarse,
la posmodernidad, del neoliberalismo entendido como construcción socio-histórica, es decir, de la transfiguración del mundo en un mercado sin límites. Este dispositivo, cada vez más abarcador, produce un efecto sobre una multitud de individuos aislados
de actuar e imaginar. Se desvanece la potencia de una imagen plena que fuerza a decir. En el lenguaje que humaniza, a cada palabra subyace una imagen y su enigma. Es su ancestro, su cimiento, su arraigo en la tierra. En cada célula palpitante de una palabra fluye
que quedan detenidos, paralizados, neutralizados subjetivamente en el acto de permanecer frente a sucesiones interminables de imágenes transmitidas simultáneamente, vacías, en la medida en que su contenido es perfectamente prescindible pues lo
la savia vital de una imagen que hoy se marchita trágicamente, frente al alud de imágenes vacías.
que importa es la detención brutal de todo proceso humanizante, es decir, social, subjetivo. Al paralizar al individuo e irrealizar el mundo por la vía de la virtualidad, se hace de la imagen no una construcción reveladora de alguna calidad del sujeto o de alguna faceta del mundo, no una incitación al movimiento, a la imaginación o a la confrontación con las condiciones de la propia vida, sino una construcción capaz de congelar la necesidad de pensar, actuar y vivir.
*** Proliferación ilimitada, diseminación sin freno, multiplicación de imágenes que paralizan anestesiando el impulso vital hacia la acción. Operación impersonal como estrategia sin estratega, la imagen trabajada narrativamente, descriptiva, evocadora de ese otro lugar inenarrable en donde aparece el sujeto presentándose (compareciendo, diría Jean-Luc Nancy), está siendo desplazada precipitadamente por un transcurrir frenético
*** Es preciso elucidar esta condición actual de la imagen virtual, característica de las emisiones televisivas, de los juegos electrónicos, de muchos espacios en Internet (con la clara excepción de aquellos tomados por el arte). Esas imágenes vacías son evidencia de la vertiginosa
desimaginar el mundo
1
“El aburrimiento es el pájaro del sueño que incuba el huevo de la experiencia. Basta el susurro de las hojas del bosque para ahuyentarlo. Su nido –las actividades íntimamente ligadas al aburrimiento– se han extinguido en las ciudades y también en el campo”. Walter Benjamin [1936], “El narrador”, en Iluminaciones, Taurus, Madrid, 1999, p. 18.
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vida. ante la mirada (en pasmo) de sucesiones de imágenes arrojadas por los dispositivos que hacen de la vida pura virtualidad capaz de prescindir de la memoria,
***
del sentido, de la invocación de otra presencia, de la invención de un horizonte hacia dónde moverse.
Enmarcadas por la oscuridad de las noches (lo mismo citadinas que aldeanas) y avasalladas por reflejos que quieren abatir la penumbra por horror a la oscuridad
***
misma y al silencio –condiciones indispensables de la conciencia y de la posibilidad del pensamiento–, pueden verse infinitamente multiplicadas las luces azuladas de millones de pantallas. Cada ventana eléctricamente iluminada se puebla de esos reflejos destellantes,
Contra el aburrimiento: entre-tenerse; tenerse a uno mismo impávido entre los flujos vitales. Mirarcomprar, mirar-comprar, la mirada y el deseo vacíos ya no son más mirada ni deseo. Antojo no es deseo. Es menos que la zanahoria que hace andar a los burros. Antojo es una forma de pastoreo. El mercado lleva a sus ovejas a la engorda y de la engorda al matadero.
móviles, ventanas interiores relampagueantes, imágenes virtuales que usurpan la realidad, el silencio, la soledad fecunda. Hay alguien allí, ventana por ventana, suspendido en una contemplación absurda y paralizante, paradójicamente encubierta por la idea-
Los que “aprovechan” las “ganancias” tampoco miran, ni desean, se precipitan en el consumo ilimitado agradecidos por no tener que hacer. Hacer está maldito.
slogan de la “comunicación social”, que no comunica, no hace que nada sea en común con otro y por ende, devasta lo social.
***
Este paisaje destellante deja de decir, diciendo nada, en el extravío abrumador de la potencia metafórica. ¿Cómo ha sido posible despojar a la imagen de su capacidad transitiva para viajar desde allí hasta cualquier otro lugar, y eventualmente, hasta cualquier idea?
Nadie coordina, nadie orquesta el torrente que arrastra a un precipicio sin fondo. La proliferación de imágenes vacías se articula ella misma como fuerza autoalimentada. La lógica del consumo emula a la fuerza de gravedad que prescinde de una acción concertada, de intención deliberada. Los cuerpos caen y se acomodan en un sórdido fondo en el que se puede estar sin ser. El vacío atrae. En la hipnosis sólo el vértigo resiste. El vacío atrae abatiendo el vértigo. Nada de donde sujetarse. No vale preguntar “ser o no ser”. Frente a la pantalla no se es. Los televisores encendidos se transforman en prótesis siniestras que ocupan el lugar en donde habitaba la imaginación, petrifican el pensamiento, ciegan la incertidumbre, silencian el deseo banalizando la posibilidad de pensar, desplazando la necesidad del encuentro. Inundan nuestros paisajes cotidianos ahogando la existencia en su sentido más fuerte; constituyen una forma de no estar, de morirse dejando pasar el tiempo como si con él no pasara también la
*** El espectador detenido frente a las pantallas cree que viaja permaneciendo inmóvil, cree que piensa pero rumia una pastura extraña que no nutre; renuncia sin saberlo a la potencia humanizante del silencio, de una soledad que incite la añoranza de las presencias que habitan la memoria y el deseo. En el 93 por ciento de los hogares mexicanos hay por lo menos un televisor. La miseria se encuentra agujerada por una fantasía infame de progreso hecho de estupidez: la hipnosis avanza sin freno. Imágenes mediante, las pantallas disuelven la atención deteniendo los cuerpos que deben olvidar
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que no dejan que el tiempo cobre su presa en un
olores, movimientos, texturas y sabores. Operan una calidad de hipnosis excéntrica que no remite a ninguna profundidad o superficie de sí. Millones de pantallas en
acercamiento con la muerte que obligue a mantenerse con vida. Son ellas la muerte misma acrecentándose sin mediación.
la noche señalan millones de individuos hipnotizados en la suspensión del tiempo, la oscuridad, la evocación, el encuentro, el silencio, la hondura.
Parecen estrategias de mercado (y lo son en un primer sentido, el más evidente y simple aunque igualmente mortífero, que es su permanente esfuerzo por construir consumidores), pero por encima de la idiotez publicitaria que se vende y se compra a sí misma se realiza una operación inmensamente más monstruosa que es la detención de lo humano, el desplazamiento de los impulsos imaginativos y la sumisión a una pasividad generadora de inmensas obesidades psíquicas y emocionales.
*** Delante de la pantalla encendida las imágenes vacías no precipitan otra cosa que el vaciamiento del pensamiento, el mutismo y la reducción de la experiencia a un simulacro banal. Es el como sí del diálogo, del estar con otro, de compartir y disentir. Los espectadores “hablan” frente a la nada de una imagen camuflando una soledad perturbadora. Sonríen en resonancia con un rostro fulgurante que desaparece con sólo oprimir un botón, lloran una pena que se difumina en fracciones de segundo. Es el como sí de un mundo que aparece y desaparece con el automatismo del dedo sobre una tecla. Estas imágenes vacías convocan miradas que no encuentran rostros, que no colisionan con otros ojos, desimaginar el mundo
*** En la imagen plena de contenido metafórico (construida en un intento narrativo imposible) de la que está hecha la materia fundamental del pensamiento, habita la memoria y en ésta un transcurrir vital sin freno. La subjetividad adviene en la necesidad de transitar desde
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infinitas y posibilidades impredecibles, una imagen nombrada desde la metáfora que se abre al sentido ilimitado en donde se encuentran unas con otras las
la imagen de una mirada puesta en mí ancestralmente, que hace su huella y fuerza un movimiento hacia la persecución de lo irremediablemente ausente. Esa imagen
historias y se gesta la posibilidad del “nosotros” en su fragilidad y en su potencia.
vence siempre la aridez terrible del discurrir racional que reniega de sus fundamentos más primitivos, es decir más pasionales, en donde encuentra su lugar la afección.
*** ***
Olvidada por los hombres ilustrados, recluida en las catacumbas de los saberes no reconocidos, la retórica prendida en la metáfora sostiene su existencia
Te cuento, es decir, te llevo a imaginar lo que he vivido, figurándome allí, en un lugar insólito para tus ojos, reconocible por el puro arte retórico de hacer un lugar,
clandestina en la narración íntima, en la ironía y en el juego, en la sátira y en el sofisma, y oculta su posada en la poesía: trabaja la imagen. Devuelve la palabra a la imagen que la lanza (arco tensado y luego abruptamente
una escena, una recreación imposible. Te cuento y te llevo a imaginar lo que otros me han contado, recreo para ti atrayendo la herencia de los ancestros desplazada de época en época, imágenes plenas mediante. Nos reunimos con ellos en la invención
suelto), de nuevo hacia el orden incierto del sentido. Tanta fuerza yace allí que es posible encontrarse y hacer “nosotros” violando los límites del tiempo y el espacio, juntando a Virgilio, Goethe y Juan de la Cruz en un clan conmovedor que nos acoge… y a los niños también, y a
espectral que preserva los lazos antiguos con las batallas de la vida frágil. En las imágenes que transitan de voz en voz se inventan las raíces que fuerzan a la preservación
las canciones.
de la vida, transformada según una esperanza de futuro, un futuro imaginado.
*** ***
Pero este tiempo abandona esa odisea y dirige su mirada hueca a la pantalla; hace de la imagen una golosina de consumo compulsivo, simulacro de comunidad sin encuentro, puro espejismo en el desierto. Operación de devastación global, la imagen sin metáfora, virtualidad suplantadora de lo real, penetra los ámbitos de la belleza, del dolor, de la alegría. Usurpa el placer en una mirada onanista que ni evoca ni convoca otra cosa que el espasmo torpe de la existencia sin piel. Disuelve la presencia.
Atadura elemental con la naturaleza, recuperación de la furia indómita que hace emerger al gran predador que somos (imitador de la naturaleza que combatimos), la imagen que palpita en el fondo de toda creación metafórica siempre más cerca de la poesía que del argumento, es la escena primitiva de una guerra sin tregua entre la precariedad del acontecimiento prendido en el orden fenoménico de las cosas simples, vivido en el terror de la autoconciencia y la ambigüedad inmensa del acto de nombrar desprendiéndose a desgarrones de la contingencia para producir una idea, un prisma de facetas 61
desimaginar el mundo
No interrumpa, deje ver.
***
***
Las imágenes vacías poseen una capacidad disolvente Alguien se dirige a mí, le miro con horror y desconcierto
del arraigo en lo radicalmente otro y de la necesidad agobiante del encuentro que produce horizontes.
como si hubiera escapado de la pantalla para irrumpir en mi mundo quieto. Escena imposible. Algo no está
Vuelven innecesarios el pensamiento y la angustia, acallan las incertidumbres y las sombras, los espacios
bien. ¿Qué le pasa? ¿Cómo se le ocurre? ¡Vuelva a su lugar para que yo le mire sin que usted lo note! No haga
inhabitables que nos mueven a juntarnos para actuar.
contacto, no transgreda, no incomode, está fuera de
Se esparcen tóxicas remitiendo los actos a la rutina cotidiana transformada en un molesto y fatigoso
orden. El mundo es una pantalla, nada me perturba. Desaparezca, desaparezca ¡no puedo cambiar este canal!
intervalo que transita de hipnosis en hipnosis, de pantalla en pantalla, de programa en programa, como si allí cesaran toda pena y anhelo.
*** El espectador no piensa, ha sido construido para repetir, abandona progresivamente la imitación de los principios salvajes con y contra los que organizaba sus combates
*** Puerta falsa, no es necesario enfrentar la decisión terrible de hacerse morir, pues un ínfimo suicidio se consuma una y otra vez en cada sujeto absorto, ebrio, fugado
cotidianos para instalar un perenne y estéril reposo del espíritu. El espectador no juzga y se ve impelido a permanecer inmóvil, detestando por inútil su condición de buscador
del mundo, olvidado de sí como de todo lo demás. La pantalla es puerta de escape, fuga a la nada y hacia nadie. Atento a la pantalla, no quiere que le interrumpan, no escucha a nadie, no acaricia ni pelea, no sueña. Soñar es enfrentarse a un enigma propuesto por el
que le viene de compartir con lo viviente la necesidad de seguir andando. Contra el nomadismo esencial del pensamiento, de la historia, de la invención del destino, las imágenes vacías propagan un autismo inhumano y pétreo que conocemos a rabiar como la indiferencia que
otro que soy respecto de mí mismo, el de mis quiebres y mis terrores, el de mis deseos inconfesables. Se sueñan imágenes indescifrables y plenas de todos los sentidos posibles. Los sueños desafían, desgarran, incitan, empujan, obligan al relato. Frente a la pantalla y su
se apodera de las miradas que vagan sobre lo que persiste atrás, afuera, a los costados de las pantallas siempre encendidas.
multitud de imágenes banales, también los sueños se marchitan.
El espectador no habla, abre la boca como un idiota que deja escurrir sus babas sin hacerse cargo de su propia voz, de una voz ya inútil que se ahorra la pesadilla de exclamar sin que nadie le escuche. El espectador no se pregunta nada, dispone de todas las respuestas antes de formularse ninguna interrogación, deglute un torrente de verdades que no dejan lugar a la duda… y se acomoda.
*** Cada tarde, cada noche, cada rato “libre” nos entrenamos en mirar estáticos cualquier cosa, sin tener un lugar en las escenas con que nos embrutecemos. Poco a poco, el mundo se nos va convirtiendo en una inmensa pantalla que contemplamos impávidos. Miramos nuestro alrededor con los ojos vacíos del telespectador. Todo parece demasiado irreal como para hacer algo al respecto. Todo eso pasa ¿y?... Nos aburre el noticiario, cambiamos de canal. Reaccionar al acontecimiento parece tan ridículo como hablarle a la pantalla. El que lo intenta parece loco. Le miran con sordina y con desprecio. Silencio.
desimaginar el mundo
*** Mundo a voluntad, a la carta, pleno de opciones en el menú que ofrece desplazarse sin movimiento hacia donde nada perturbe ni recuerde la turbulencia de la vida. Asentimiento mecánico que se limita a colocar un “así pasa” resignado siempre de antemano a vivir un mundo que no le pertenecerá nunca. Ya en 2005 en
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México había 680 estaciones transmisoras de televisión.
un fuego y se cuentan los cuentos de otros tiempos y los sueños de esta noche.
¿Cómo soportarlo?
Frente a la plaga, la presencia, la mirada recíproca,
***
el vértigo, la batalla interminable por forjar desde lo indecible una imagen, desde la imagen una metáfora,
Contra el dolor, imágenes vacías. Contra el deseo, imágenes vacías. Contra la soledad, imágenes vacías. Contra el pensamiento, imágenes vacías.
desde la metáfora un relato y desde el relato un refugio para la memoria y el deseo. Deliberar, es decir, descifrar con otros el deseo de mundo compartido. ¿Cuál? ¿Cómo? Ponerse en marcha, hacerse nómada.
Contra el encuentro, imágenes vacías.
*** Al volver la electricidad, el escenario se apaga. La familia queda en silencio. Sabe que está condenada a la dispersión y es como el humo que el petróleo suelta al inmolarse. Somos apenas sombras que alguien proyecta en un muro invisible.
El gran enigma es cómo se ha hecho posible una imagen sin potencia de significación y que además resulta capaz de cegar mirando y de hacer del olvido: un absoluto. ¿Hay antídoto? ¿Hay una roca en el precipicio
José Emilio Pacheco
escarpado en donde asirse con las manos sucias y a desgarrones ascender hasta la cueva? Allí se enciende
“El quinqué”
mizael sánchez
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genio y obra de antonio bení-
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mizael sรกnchez
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VENTANA PRESENTACIÓN nos, y que hoy por hoy resulta imposible conseguir en la lengua de Cervantes. Hemos traducido para “Ventanas” de Rojo-amate el primer capítulo de la obra, a sabiendas de que esas pocas líneas bastarán para mostrar la estatura literaria del autor. No resta decir, en la recomendación que ahora presentamos, que hay otras obras importantes de Ben Jelloun que sí se encuentran a la mano en México y en España, y que vale la pena conseguir. Recomendamos al lector al menos dos: Mi madre y El último amigo.
¿Quién es Tahar Ben Jelloun? Digamos lo básico: es hoy por hoy uno de los mejores novelistas vivos en lengua francesa, de origen marroquí (nace en Fez), con 66 años de edad en este 2011. Pero no es sólo novelista: activo antirracista y defensor de diversas causas populares en África y Europa; es conocido por escritos como el de Papá, ¿qué es el racismo? y El Islam explicado a nuestros hijos, textos que por suerte se encuentran a la mano en español. No corre la misma suerte L’enfant de sable (El niño de arena), una de las novelas que en la década de 1980 le abrió las puertas de la buena fama en los países francófo-
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La redacción
EL NIÑO DE ARENA
Tahar Ben Jelloun
Hombre Aparecía a primera vista ese rostro alargado por algunas arrugas verticales, como cicatrices esculpidas por antiguos insomnios, una cara mal afeitada, trabajada por el tiempo. La vida –¿qué vida? una extraña apariencia hecha de olvido– debió haberla maltratado, contrariado, ofuscado. Podía leerse o adivinarse en ella una profunda herida, que un gesto torpe de la mano o una mirada sostenida, un ojo escrutador o malintencionado bastaban para reabrir. Él evitaba exponerse a la luz cruda y escondía sus ojos con su brazo. La luz del día, de una lámpara o de la luna llena le dañaba: porque lo desnudaba, penetraba su piel y desvelaba vergüenza o lágrimas secretas. Él sentía pasar esa luz sobre su cuerpo como una llama que incendiaba sus máscaras, un filo que desprendía lentamente el velo de piel que mantenía entre él y los demás la necesaria distancia. ¿Qué sería de su vida si este espacio que lo separaba y protegía de los otros llegara a anularse? Se proyectaría desnudo y sin defensas frente a aquellos que no habían dejado de perseguirlo por curiosidad, por desconfianza o incluso por un odio tenaz; frente a aquellos afectados por el silencio y la inteligencia de una figura que los perturbaba por su sola presencia autoritaria y enigmática. La luz lo desnudaba. El ruido lo perturbaba. Desde el momento en que se retiraba a ese cuarto alto, vecino de la terraza, no soportaba más el mundo exterior con el que se comunicaba una vez al día al abrir la puerta a Malika, la sirvienta que le llevaba los alimentos, el correo y un recipiente con flores de azahar. Estimaba bien a esta
vieja mujer que formaba parte de la familia. Discreta y dulce, jamás le hacía preguntas pues una cierta complicidad debía mantenerlos unidos. El ruido. El de las voces agudas o tenues. El de las risas vulgares. El de los cantos punzantes de los radios. El de los cubos de agua en los aseos del patio. El de los niños torturando un gato ciego o un perro de tres patas perdidos en esos callejones donde las bestias y los locos se hacen cazar. El ruido de las quejas y lamentaciones de los pordioseros. El ruido estridente del mal grabado llamado a la oración y que un alto-parlante emitía cinco veces al día: lo que dejaba de ser un llamado a la oración para transformarse en una incitación a la revuelta. El ruido de todas las voces y clamores urbanos que quedaban suspendidos allí, justo encima de su cuarto, durante el tiempo en que el viento se tardaba en dispersarlos o en atenuar su fuerza. Había desarrollado sus alergias; su cuerpo, permeable e irritado, las recibía a la menor sacudida, las integraba y mantenía vivas hasta el punto de hacer el sueño muy difícil, si no imposible. Sus sentidos no se habían deteriorado, como hubiera podido pensarse. Por el contrario, se habían hecho particularmente agudos, activos y resistentes. Se habían desarrollado hasta extenderse y arraigarse en ese cuerpo que la vida había atropellado y el destino desnaturalizado sin prisa. Su olfato recogía todo. Su nariz le hacía llegar todos los olores, incluso aquellos que aún no estaban allí. Decía que tenía la nariz de un invidente, el oído de un
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su cuerpo se dio una ruptura, una especie de fractura, su cara envejeció y su comportamiento se convirtió en el de un discapacitado. No le quedaba entonces más que refugiarse en una soledad total. Cosa que le permitió fijar el punto sobre todo lo que había precedido, y preparar su viaje definitivo hacia las tierras del silencio supremo. Sabía que su muerte no llegaría ni por un paro al corazón ni por una hemorragia cerebral o intestinal. Sólo una profunda tristeza, una especie de melancolía depositada en él por una mano inhábil pondría fin, sin dudar mientras durmiera, a una vida que fue simplemente excepcional y que no soportaría caer, después de tantos años y pruebas, en las banalidades de un hombre común. Su muerte estaría a la altura de lo sublime de su vida, con la diferencia de que para entonces él habría quemado sus máscaras; y con la diferencia, también, de que se presentaría desnudo, totalmente desnudo, sin mortaja, dentro del amasijo de tierra que poco a poco roería sus miembros hasta convertirlo en él mismo, en la verdad que le representó una carga perpetua. A los treinta días del retiro comenzó a ver que la muerte invadía su cuarto. Pero la mantuvo a cierta distancia diciéndole que había llegado a destiempo; que aún le faltaban algunos asuntos urgentes que tratar. En sus noches representaba a la muerte bajo la forma de una araña cansina, lenta, pero aún vigorosa. El hecho de imaginarla así paralizaba su cuerpo. Imaginaba enseguida que manos fuertes –acaso metálicas– llegarían desde lo alto para aprisionar a la temible araña; concediéndole así el tiempo necesario para cubrir sus pendientes. Y al arribo del alba la araña desaparecía. Era entonces cuando se descubría solo, acompañado de raros objetos, sentado, releyendo las páginas que había escrito en la noche. El sueño se presentaría en el curso de la mañana. Había escuchado decir un día que un poeta egipcio justificaba de la siguiente manera que se escribiera un diario personal: “Por más lejos que sea desde donde se regrese, nunca será más allá que de uno mismo. Un diario es necesario a veces para decir que uno ha dejado de ser”. Su propósito era exactamente ese: decir que él había dejado de ser.
recién muerto y la vista de un profeta. Pero su vida no había sido la de un santo, aunque pudo llegar a serlo si no hubiera tenido tantas cosas que hacer. Desde que se retiró a la recámara de arriba nadie osaba buscarlo. Fue necesario un largo momento, quizás de meses, para reintegrar sus miembros; poner en orden su pasado; corregir la imagen funesta que sobre él prevalecía en los últimos tiempos prevalecía en su entorno; arreglar minuciosamente los asuntos de su muerte y hacer lo propio en el gran cuaderno en que consignaba todo: su vida íntima, sus secretos –acaso un solo y único secreto– y también el esbozo de un relato del que sólo él tenía las claves. Una densa y persistente niebla lo había envuelto suavemente, colocándolo al abrigo de miradas sospechosas y de los maldicientes que sus más próximos y sus vecinos debían enfrentar en los umbrales de sus casas. Esta blanca capa de neblina lo tranquilizaba, lo invitaba a dormir y alimentaba sus sueños. Su retiro no intrigaba demasiado a su familia. Ella se había acostumbrado a verlo disminuir dentro de un gran mutismo o en las cóleras brutales pero sobre todo injustificables. Algo indefinible se interponía entre él y el resto de la familia. Debía haber razones, pero sólo él podía decirlas. Había decidido que su universo le pertenecía en exclusiva y que era superior al de su madre y al de sus hermanas –en todo caso que eran muy diferentes. Pensaba incluso que ellas carecían de universo. Ellas se contentaban con vivir en la superficie de las cosas, sin grandes exigencias, siguiendo su autoridad, sus leyes y voluntades. Sin que fuera un tema a tratar entre ellas, ¿no suponían que su retiro debía habérsele impuesto porque ya no lograba manejar su cuerpo, sus gestos y la metamorfosis que sufría su rostro a causa de los numerosos tics nerviosos que amenazaban con desfigurarlo? A partir de un cierto tiempo su conducta no fue más la de un hombre autoritario, dueño incontestable de la gran casa, hombre que hubiera retomado el lugar del padre y pretendiera resolver en los menores detalles la vida del hogar. Su espalda se había hecho ligeramente curva y sus hombros habían caído en desgracia. Habiéndose vuelto estrechos y fofos, no tenían más la pretensión de recibir una cabeza amante o la mano de algún amigo. Sentía una carga difícil de determinar en cuanto a peso sobre la parte superior de su espalda. Arrastraba los pies, recogiendo su cuerpo, luchando interiormente contra la mecánica de los tics que aparecían sin respiro. Todo se deterioró de pronto sin que nada indicara que tal cosa sobrevendría. El insomnio era una perturbación banal de sus noches en tanto que era frecuente e indomable. Pero después de que entre él y ventana
¿Y quién fue él? La pregunta llega después de un silencio embarazoso o de espera. El narrador sentado sobre la alfombra, los pies cruzados, saca de una cartera un gran cuaderno y lo muestra a la asistencia. El secreto se encuentra aquí, en estas páginas, tejido por sílabas e imágenes. Él me lo confió justo antes de 68
Desembarácense de esta febrilidad malsana que brota de sus ojos. Sean pacientes; caven conmigo el túnel de la cuestión y aprendan a esperar, no mis frases –ellas pertenecen a esa profundidad– sino el canto que vendrá lentamente del mar y que llegará para iniciar, sobre el camino del libro, la escucha del tiempo y de lo que él llega a romper. Sepan también que el libro tiene siete puertas extendidas sobre una larga muralla de al menos dos metros y alta de al menos tres hombres esbeltos y vigorosos. Yo les proporcionaré en su momento las llaves para abrir esas puertas. Y de verdad ustedes poseerán las llaves, pero no lo sabrán; e incluso, si llegan a saberlo, no atinarán a usarlas y mucho menos a saber bajo la piedra de qué tumba deberán enterrarlas. Por el momento ya saben lo suficiente. Es mejor abandonar el lugar antes de que el cielo se inflame. Regresen mañana si para entonces el libro del secreto no los ha abandonado.
morir. Y me hizo jurar que no lo abriría sino cuarenta días después de su muerte: el tiempo necesario para morir del todo, cuarenta días de duelo para nosotros y de viaje en las tinieblas de la tierra para él. Yo lo abrí la noche del día cuarenta y uno. Me inundó entonces por el perfume del paraíso, un perfume tan fuerte que estuve cerca del desmayo. Leí la primera frase y nada comprendí. Leí el segundo parágrafo y nada comprendí. Leí toda la primera página y fui iluminado. Las lágrimas provocadas por la sorpresa corrían sin parar por mis mejillas; mis manos estaban sudorosas; mi sangre no corría con normalidad. Supe entonces que me encontraba en posesión de un libro raro, del libro del secreto, escrito por una vida breve e intensa, por la noche de la larga prueba, guardado bajo piedras grandes y protegido por el ángel de la maldición. Ese libro, mis amigos, no puede circular ni transferirse. No puede ser leído por espíritus inocentes. La luz que llega a desprender embota y ciega los ojos que, sin estar preparados, en él se posan por descuido. Este libro, que ya he leído, lo he descifrado para dichos espíritus. Ustedes no podrán acceder a él sin atravesar mis noches y mi cuerpo. Yo soy este libro. Me he convertido en el libro del secreto; mas al leerlo he pagado con mi vida. Al llegar al fin, después de meses de insomnio, sentí que el libro encarnó en mí, porque ese es mi destino. Para relatarles esta historia ni siquiera tendré que abrirlo, porque lo he aprendido de memoria; pero también por prudencia. Pronto, oh gente de bien, el día se precipitará en las tinieblas; yo me reencontraré solo con el libro, y ustedes solos también con la impaciencia.
Los hombres y las mujeres se levantaron en silencio y se dispersaron sin hablar entre la multitud de la plaza. El narrador levanta la piel de borrego y coloca sus plumas y tinteros en una bolsa pequeña. Envuelve cuidadosamente el cuaderno en un trozo de seda negra y lo introduce en su cartera. Antes de partir un muchacho le entrega un pan negro y un sobre. Abandona la plaza con paso lento y desaparece con los primeros atisbos del crepúsculo. *Traducción de Julio Moguel
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rulfo: 25 aniversario luctuoso
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Juan Rulfo en el mundo Víctor Jiménez
A principios de 2010 apareció la primera edición de Juan Rulfo: otras miradas, libro coordinado por quien firma estas líneas, Julio Moguel y Jorge Zepeda, coeditado por la Fundación Juan Rulfo, Juan Pablos Editor, el Instituto Michoacano de Ciencias de la Educación, la Secretaría de Cultura y la Secretaría de Educación del Estado de Michoacán. Para entender la naturaleza de esta publicación puede ayudar que se diga que un título alternativo de la misma podría ser Juan Rulfo en el mundo. La primera parte de la obra presenta lo que han dicho algunos grandes escritores de muy diversos lugares (sólo se han incluido extranjeros) sobre la obra de Juan Rulfo: el peruano José María Arguedas, el colombiano Gabriel García Márquez, el argentino Jorge Luis Borges, la estadunidense Susan Sontag, el alemán Günter Grass, el marroquí Tahar Ben Jelloun, el chino Gao Xingjian, el japonés Kenzaburo Oé, el suizo Urs Widmer… También se presentan los resultados de consultas como las realizadas por el suplemento Babelia del diario español El País en 1999, que buscaba indagar cuál sería el libro más importante publicado en español en el siglo xx: resultó ser, según los críticos literarios y escritores convocados por ese medio, Pedro Páramo; o, el mismo año, la lista aparecida en el semanario alemán Die Zeit bajo el título “Mi libro del siglo” (es decir, el xx): Pedro Páramo fue la única obra de lengua española seleccionada. Y también está la encuesta llevada a cabo por el Club Noruego del Libro en asociación con el Instituto Nobel de Suecia para determinar, con la opinión de un centenar de escritores y críticos de todo el mundo, cuáles serían las 100 obras que deberían integrar una Biblioteca Universal (formada con obras de todas las épocas, geografías y géneros literarios): Pedro Páramo es la única obra mexicana de la lista.
La segunda parte reúne artículos vinculados a cierto ángulo de la universalidad de la obra de Juan Rulfo, ya que ésta es, entre todas las escritas en México, la más traducida. Hay reflexiones sobre el reto que implica trasvasar al autor de El Llano en llamas, Pedro Páramo y El gallo de oro, así como artículos escritos por algunos de sus traductores, o entrevistas a los mismos, e igualmente análisis de cierto número de sus versiones a otros idiomas. Hay reflexiones sobre la relación de la obra de Juan Rulfo con las literaturas de otros países y, por último, una tabla lo más completa que ha sido posible realizar sobre las ediciones de la obra de Rulfo en otras lenguas, así como la reproducción a color de la mayoría de las portadas de tales versiones. Este 2011, coincidiendo con la conmemoración del 25 aniversario luctuoso de Juan Rulfo, se hará la segunda edición de esta obra, corregida y aumentada: estarán ahí las declaraciones sobre la literatura de Juan Rulfo hechas por los escritores Jean-Marie Gustave Le Clézio y Mario Vargas Llosa, o las del cineasta alemán Werner Herzog, sin excluir otros extranjeros no vinculados a la literatura, así como una nueva consulta del suplemento Babelia sobre los cuentos más relevantes del siglo xx, sin olvidar las traducciones y nuevas ediciones en otras lenguas aparecidas en el año y medio transcurrido entre los cierres de la primera y la segunda ediciones. A manera de adelanto de los nuevos contenidos de la segunda edición de Juan Rulfo: otras miradas, presentamos aquí la sección dedicada al escritor de lengua francesa que estuvo recientemente en México, Jean-Marie Gustave Le Clézio.
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rulfo: 25 aniversario luctuoso
Jean-Marie Gustave Le Clézio El autor de lengua francesa que obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 2008 pasó largos años en México, particularmente en el estado de Michoacán, sobre cuya historia antigua escribió La conquista divina de Michoacán. Conoce igualmente bien nuestra literatura. Su novela Urania (publicada en 2006) es en cierta medida un homenaje a Juan Rulfo (entre muchas otras referencias hay un pasaje en que la silueta del propio autor de Pedro Páramo parece asomarse al final del corredor de un hotel en Colima). En 2001 escribió el Prefacio a la segunda traducción francesa de El Llano en llamas, que termina con estas palabras:
racismo, en una palabra. Le Clézio aboga, en contra, por un “mestizaje cultural” que lleve algún día a la abolición del etnocentrismo europeo. Se refirió elogiosamente a Sor Juana Inés de la Cruz y Juan Rulfo, pero el final de su discurso debió ser aún menos halagador para algunos (si se piensa, por ejemplo, en la fracción del campo literario que representa Enrique Krauze). Tomo la transcripción de las palabras de Le Clézio hecha por Ericka Montaño, de La Jornada del mismo día 13: Si la literatura tiene un papel, creo que es el de la vigilancia por su práctica del mestizaje cultural; por compartir, que es la meta de los libros, por su tendencia a abrazar a la humanidad en su integralidad. El escritor
El Llano en llamas arde en la memoria universal; cada uno
es generalmente un buen guardián de la paz. Se llama
de sus relatos deja en nosotros una marca indeleble, que
Cervantes o Shakespeare, Proust, Oscar Wilde. Se llama
habla mejor que todo el absurdo irreductible de la historia
Nezahualcóyotl, Vasconcelos, Octavio Paz, Gilberto Owen.
humana, y hace nacer en nosotros el fervor de la emoción,
Se llama, más que todos, Juan Rulfo, con su genio de la
nuestra única esperanza de redención.
compasión; sus lecciones no son morales: son lecciones para convivir.
El 12 de octubre de 2010, invitado por un banco español y el historiador Enrique Krauze, Le Clézio dictó una conferencia en el Museo Nacional de Antropología de la ciudad de México. El tema era uno de esos tópicos con que algunos gustan embellecer la empresa colonial española: el mestizaje. Las cosas no resultaron como los organizadores esperaban. Lo relata Óscar Cid de León, reportero del diario Reforma, el 13 de octubre:
Agregaba la periodista: “Le Clézio trabaja en un libro de ensayos sobre el autor de El Llano en llamas, Sor Juana y Luis González”. Interrogado por Verónica Díaz, del diario Milenio de la misma fecha, explicó las razones para ocuparse de estos tres mexicanos. En el caso del escritor jalisciense dijo: “Juan Rulfo, considero que es el autor más importante del siglo xx, el mejor novelista del siglo”. Le Clézio volvió a México poco después y dio otra conferencia en la Feria del Libro de Guadalajara. Ahí repitió que Rulfo era, para él, el mejor novelista del siglo xx, pero también amplió el sentido de esta afirmación, según la entrevista difundida por la agencia efe el 26 de noviembre. Dice la nota de la agencia española de prensa:
Jean-Marie Gustave Le Clézio se plantó ayer en el Museo Nacional de Antropología con la certeza de estar en un “lugar mágico”. “Me acuerdo que el gran pintor Salvador Dalí solía decir que el centro del mundo estaba en la estación de ferrocarril de Perpignan, en el sur de Francia. Yo creo que es un error: el centro del mundo ha de estar aquí, en el Museo de Antropología de la ciudad de México”, dijo apenas tomó el micrófono. Los asistentes
Le Clézio viajó por primera vez a México en 1967 y ha
al Auditorio Torres Bodet rompieron en aplausos, pero
residido varios años en este país, cuya cultura y tradiciones
el mensaje del Premio Nobel de Literatura 2008 no
admira profundamente, desde la Historia mexicana, “algo
resultaría halagador.
vivo”, a diferencia de la de Europa, hasta la literatura, con un escritor como Juan Rulfo, “el mejor de la
Porque Le Clézio no comparte la visión idílica presente en el discurso de los procesos de colonización, que incluye a veces la apología del mestizaje físico, pero oculta la segregación y la estratificación raciales: el
rulfo: 25 aniversario luctuoso
contemporaneidad”.
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Mapa Rulfo
Alberto Vital
El estado actual de los estudios en torno a Juan Rulfo ya nos permite trazar las delimitaciones más importantes del mapa ante el cual podrán y deberán situarse quienes traten de comprender al artista nacido en Sayula, Jalisco, el 16 de mayo de 1917 y fallecido en la ciudad de México el 7 de enero de 1986. “Todo lo sabemos entre todos”, dijo Alfonso Reyes. Esta verdad de cultura, de civilización, se realiza plenamente en las pesquisas a propósito del maestro jalisciense: especialistas en literatura, fotografía, cine, traducción y, un poco más lentamente, historia y antropología se han ido conjugando para dar cuenta de aspectos cada vez más específicos y puntuales con respecto a la constelación Juan Rulfo. Dichos especialistas son mexicanos o ingleses o italianos o colombianos o norteamericanos o japoneses o finlandeses o noruegos o españoles, por citar unas pocas de las nacionalidades de la gente afecta a la literatura Rulfiana. El propósito de las líneas siguientes consiste en apuntar un par de observaciones sobre el conjunto, a fin de apoyar a quienes, inmersos en el pormenorizado análisis del árbol, merecen el descanso de la contemplación del bosque. La idea general más sintética y orientadora sobre el estado de la cuestión Juan Rulfo durante los últimos tres lustros es justamente que en ese lapso se han hecho las grandes líneas, los deslindes principales de la topografía del territorio simbólico y creativo de la obra Rulfiana, con el fin de que se rinda ante la sociedad el Mapa Rulfo o Mapa Rulfiana.
En los dominios de la literatura tenemos dos aportaciones de primer orden que contribuyen decisivamente a romper el más viejo de los lugares comunes alrededor de Juan Rulfo: el de un hombre que un día de 1953 se levantó y dijo “¡Ah!, ¡hoy voy a escribir un libro de cuentos!” y un día de 1955 se levantó del mismo humor creativo y exclamó: “¡Ah, hoy tengo ganas de escribir una novela que se llamará Pedro Páramo!”, y luego desapareció del horizonte de la escritura literaria, no sin cambiar por completo ese horizonte. La primera de las aportaciones consiste en la nueva edición de El gallo de oro.1 Volumen en mano, podemos por fin apreciar sin sombras la novela corta, nouvelle o simple y llana novela o relato de Juan Rulfo. Una de las vertientes en torno a El gallo de oro es justamente el debate acerca de su filiación genérica. La edición de 1980, con algunos errores de fijación que hoy aparecen corregidos, se titulaba El gallo de oro y otros textos para cine. Juan Rulfo, fiel a su decisión de no perder el tiempo en la fijación filológica y en las vicisitudes de la recepción de su obra, nunca se curó de matizar, corregir o de plano suprimir los efectos, casi podemos decir los estragos del añadido. Bastó este último para que no se le concediera al texto la importancia debida, pues se le vio como un texto de mera transición, un texto no terminal en sí, un guión de camino entre la pluma del autor y la realización cinematográfica. 1
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Juan Rulfo, El gallo de oro, rm/Fundación Juan Rulfo, México, 2010.
rulfo: 25 aniversario luctuoso
México no ha sido un país rico en novelas cortas o nouvelles o relatos de índole no realista. El gallo de oro se sitúa en primer lugar, junto a Aura, de Carlos Fuentes. Ambos textos son lección para las generaciones siguientes. En los dos se cumple el principio de que al final tiene que presentarse una circunstancia totalmente nueva, y por eso ameritan llamarse nouvelles: no sólo por novelas, sino sobre todo por la novedad de lo insólito, de lo inesperado, de lo difícil de olvidar. La segunda aportación es “Castillo de Teayo”, un cuento perfecto, rescatado en Juan Rulfo, letras e imágenes2 y en Obras.3 Efectivamente, hace ya casi diez años se rescató por primera vez este texto que es magistral en el primer sentido del término: un cuento del que podrá disfrutar y aprender todo aquel que lo lea como hay que hacerlo. En 2011 “Castillo de Teayo” está experimentando el tránsito que El gallo de oro vivió en 2010: uno y otro pasan de una edición en la que pesaban mucho, respectivamente, la fotografía y el cine (de modo que, aunque el rescate estaba allí, listo para aprovecharse, en la realidad los lectores se mostraron por lo general esquivos ante la importancia del descubrimiento y de la actualización del Rulfo escritor, cada vez más próxima a lo definitivo) a una edición en la cual la escritura literaria lleva la voz cantante. En los dominios de la foto, la reciente edición de 100 fotografías de Juan Rulfo4 viene a sumarse a trabajos previos, como el ya mencionado Juan Rulfo, letras e imágenes y Juan Rulfo, de 2005, así como Juan Rulfo: Oaxaca, estos últimos bajo la curaduría de Andrew Dempsey, inglés, máximo especialista en la imagen gráfica de Rulfo. También contamos con la segunda parte de Tríptico para Juan Rulfo. Poesía, fotografía, crítica.5 El texto de Daniele De Luigi en la edición de 2010 alude a la relación entre palabra y fotografía.6 Éste es uno de los varios temas que son susceptibles de ampliarse en los próximos años, con bases epistemológicas sólidas y con conocimientos en ambas áreas: Juan Rulfo es cada vez más una constelación interdisciplinaria. En los dominios de Rulfo lector, son dignas de mencionarse las primeras páginas del Tríptico, que rescatan transcripciones, versiones, amagos de recreación 2 3 4
rm,
México, 2002.
rm, rm,
que el mexicano hizo en los años cuarenta de ese monumento de la poesía que es la obra de Rainer Maria Rilke, especialmente las diez Elegías de Duino. En Si una noche de invierno un viajero…, Italo Calvino muestra que la lectura del copista es la única lectura que es simultáneamente escritura.7 No hay lectura más devota y más práctica que la de quien transcribe por puro gusto, por aprendizaje. Después de todo, la mano del escritor tiene que ser tan fina como la del fotógrafo, tiene que estar tan intuitivamente conectada con el cerebro como la del artista gráfico: la transcripción de poemas admirados, de textos iniciáticos, es una práctica que corre el riesgo de desaparecer, en demérito del humilde aprendizaje del buen escribir. Quien quiera entender por lo menos algunas de las rutas que siguió el joven escritor, cuenta ahora con valioso material de un transcriptor,
Barcelona, 2011.
México, 2010.
5
Víctor Jiménez, Alberto Vital, Jorge Zepeda (coords.), Tríptico para Juan Rulfo. Poesía, fotografía, crítica, Congreso del Estado de Jalisco/unam/Universidad Iberoamericana/ Universidad Autónoma de Aguascalientes/Universidad de Colima/Fundación Juan Rulfo/rm, México, 2006.
6
“El drama y la gloria de la fotografía residen en su capacidad de penetrar a fondo, de aferrar lo esencial que está más allá de la opacidad de la superficie, que sólo la literatura, gracias a la luz de la conciencia, puede proveer: sin este saber las fotografías quedarían confinadas al campo de la estética” (“Donde no hay palabras”, pp. 16-19).
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7
Hans Robert Jauss nos hace notar esto en Si una noche de invierno un viajero… Clamor por una estética postmoderna.
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conociéramos nuestra historia con apoyo en la lectura de los libros más serios y Rulfo dedicó el último cuarto de siglo de su vida a la edición de complejos, minuciosos, exigentes volúmenes de dos disciplinas que le importaban enormemente, dos disciplinas que reunían intereses del propio escritor: entre otros, la simpatía hacia poblaciones indígenas, el conocimiento sólido mediante investigaciones de campo y la posibilidad de apoyar a los grupos marginados, comprendiendo su carácter, su lengua, sus tradiciones, sus cosmogonías, sus condiciones concretas. Hasta ahora no hemos dado suficiente peso al hecho de que en 1962 el escritor eligió el Instituto Nacional Indigenista como centro de trabajo. Es verdad que recibió una invitación para incorporarse, una invitación por parte de alguien a quien él admiraba, el antropólogo Alfonso Caso, pero también es verdad que Rulfo tiene que haber visto ese empleo como lo más alejado de una sinecura; al contrario, lo vio como una oportunidad para conjugar intereses muy concretos. Editó alrededor de 70 títulos en 23 años. Estos datos “duros” se volverán cada vez más significativos para el Mapa Rulfo. En los dominios del cine, especialistas como Douglas J. Weatherford y Dylan Brennan, por una parte, y la cuidadosa impresión de “La fórmula secreta” al final de la edición de El gallo de oro son indicios de las rutas que seguirá la investigación del Rulfo degustador de cine y cineasta. Otros dominios se están abriendo: uno es el de la recepción de Juan Rulfo entre lectores privilegiados, lectores de la estatura de Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez y Susan Sontag. Allí es útil el volumen Juan Rulfo. Otras miradas,8 que en 2011 tendrá una segunda edición con los recientes testimonios de Jean-Marie Gustave Le Clézio y Mario Vargas Llosa. La recepción por parte de autores de primera magnitud es una manera óptima de calibrar la dimensión de un colega. De hecho, este volumen “crea jurisprudencia” epistemológica al proponer una escala, un tabulador en el ámbito de la recepción internacional. Igualmente, Rulfo abre vetas hacia la microhistoria cuando se rastrean las huellas de los antepasados del escritor en zonas más o menos alejadas de Jalisco, como Tlalpujahua, Michoacán. El volumen Juan Rulfo. Nuevos indicios, coordinado por Jorge Zepeda, tiene mucho que decir al respecto.9
esto es, de un lector-escritor, quien al pasar a su letra y a su máquina las traducciones y las versiones de sus poetas preferidos (no sólo Rilke) llevaba a la sangre esa escritura, apropiándose simbólicamente de ella, sobre todo porque (tal es el caso de Rilke) el autor original practicaba la caligrafía con sus obras y, por ejemplo, a sus benefactores anónimos o explícitos les correspondía enviándoles los avances de las Elegías de su puño y letra. Uno de esos benefactores anónimos fue ni más ni menos Ludwig Wittgenstein. En los dominios del Rulfo observador de la lectura en México, el especialista es Juan Domingo Argüelles. Son pocos los documentos al respecto, pero muy valiosos, dignos de hermenéutica y continuación. En los dominios del Rulfo editor, especialmente de antropología y de historia, existe ya información, existen datos. Pueden darse dos afirmaciones básicas: Rulfo estaba muy interesado en que los mexicanos
8 Víctor Jiménez, Julio Moguel, Jorge Zepeda (coords.), Juan Rulfo: otras miradas, Fundación Juan Rulfo/Juan Pablos Editor/imced/Secretaría de Cultura del Estado de Michoacán/Secretaría de Educación del Estado de Michoacán, Morelia, 2010. 9
Jorge Zepeda, Nuevos indicios sobre Juan Rulfo: genealogía, estudios, testimonios, Juan Pablos Editor/ Fundación Juan Rulfo/imced/Secretaría de Cultura del Estado de Michoacán/Secretaría de Educación del Estado de Michoacán, México, 2010.
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rulfo: 25 aniversario luctuoso
una seña filosófica en RULFO
A la manera de epígrafes
Julio Moguel
en una en especial, aprovechando el viaje que, en todos los medios y por todos los medios de comunicación imaginables, nos hacen volar hasta el norte de África, hoy en esperanzadora revolución. ¿Qué tiene que ver el norte de África con México? A partir de los acontecimientos recientes o actuales hoy tendríamos que hacer la pregunta con la máxima seriedad. ¿De dónde proviene la digna rabia de las masas egipcias o tunecinas? ¿Podríamos identificar la fuente de tales rebeliones con “lo profundo” del México al que se refiere Guillermo Bonfil Batalla? Porque si la digna rabia de los norteafricanos proviene de una energía contenida parecida a la que nos señalaba puntualmente Bonfil con su idea del “México profundo” podemos decir sin demasiadas elaboraciones conceptuales o proyectivas que en nuestra tierra aún hay esperanza. Pero dejemos la respuesta específica de estas preguntas a sociólogos, economistas y politólogos. Traslademos una reflexión similar al campo de la literatura. ¿Por qué un escritor –actualmente vivo y de grandes méritos, de nacionalidad marroquí– como Tahar Ben Jelloun puede ser amante de la obra de Juan Rulfo? ¿Qué puentes extraños e invisibles se tienden entre tierras y mentalidades tan lejanas?
Pedro Páramo […] es para mí […] la más bella de las novelas que se han escrito en lengua castellana Gabriel García Márquez (1978) No son más de 300 páginas, pero son casi tantas, y creo que tan perdurables, como las que conocemos de Sófocles Gabriel García Márquez (1980) Pedro Páramo es una de las mejores novelas de las literaturas de lengua hispánica, y aun de la literatura Jorge Luis Borges (1985) Mi libro del siglo es Pedro Páramo Urs Widmer (1999) Rulfo es el mayor escritor de la literatura latinoamericana Tahar Ben Jelloun (2004) Rulfo es el autor más importante del siglo xx, el mejor novelista del siglo J.-M. Gustave Le Clézio (2010) Pedro Páramo es la pieza más fina, no sólo de la literatura mexicana, sino de toda Latinoamérica
Desde que descubrí a Juan Rulfo –dice Ben Jelloun– tengo
Werner Herzog (2011)
una certeza: es la tierra mortífera que escribe en nosotros; es el pueblo desposeído que se expresa en nuestras
Acaso estas líneas a la manera de epígrafes sean más reveladoras que cualquier otro tipo de aproximación sobre el significado de esas otras miradas que han depositado su atención en la obra de Rulfo desde los más distantes puntos del planeta. Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges, Urs Widmer, Ben Jelloun, Le Clézio o Werner Herzog, entre otros. El libro Juan Rulfo: otras miradas ayuda a saber por qué estas reconocidas plumas universales rinden al escritor mexicano este tipo de reconocimiento.
ficciones. Rulfo me ha enseñado una cosa esencial: el realismo no existe […] Lo real, sobre todo cuando surge de las tierras heridas de América del Sur o del Magreb, sólo puede ser loco e imprevisible; la realidad no es jamás lo que nosotros vemos.1
Y en otro momento agrega Ben Jelloun: El relato [de Pedro Páramo] toma caminos donde el realismo está por completo en otro lugar; es decir, enteramente loco, irracional, demencial y, sobre todo, cada vez más ininteligible […] Pedro Páramo es
Otras miradas; una en particular desde el norte de África Dejamos al lector acucioso la tarea de revisar el baúl de esas otras diversas miradas contenidas en parte en el libro que se mencionó líneas arriba. Aquí nos concentramos rulfo: 25 aniversario luctuoso
1
Tahar Ben Jelloun [1993], en Víctor Jiménez, Julio Moguel, Jorge Zepeda (coords.), Juan Rulfo: otras miradas, Fundación Juan Rulfo/Juan Pablos Editor/imced/Secretaría de Cultura del Estado de Michoacán/Secretaría de Educación del Estado de Michoacán, Morelia, 2010, p. 99.
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así más que una ficción, una fábula sin moraleja, una inmersión en el infierno que tejen las palabras de los hombres mucho después de su muerte […]2
la literatura.3 Porque –también en sentido estricto– “la verdad de las mentiras” no es sino la manera en que se construyen “sistemas de producción de algunas verdades” desde determinadas fórmulas de ficción. Remite entonces a un ámbito profesional, “de saber hacer”, de know how. Digámoslo de otra forma: se trataría de truquear las cosas para forjar aciertos. Por ello es que hay escritores que producen todo tipo de textos o novelas como si de lo que se tratara fuera de parir conejos. Y esto es en efecto un cierto tipo de literatura, con algunas obras de extraordinaria hechura, pero ello no nos lleva a la comprensión de toda La Literatura (así, con mayúsculas), o, si se prefiere, nos dificulta la comprensión de lo que en otro lugar hemos denominado la literatura de fundamento.4
Si esto es cierto tendríamos que ampliar la idea o la reflexión de Ben Jelloun para decir que el realismo mágico tampoco existe. No hay magia alguna que pueda derivarse esencialmente de ninguna específica realidad (¿por qué sobredeterminar “lo real” con “lo mágico”, o viceversa?). Digámoslo si se quiere de otra forma: en sentido estricto, no hay realidad –o verdad– que pueda construirse desde una específica escritura “de mentira”. Por eso no podemos comulgar con la idea expresada por Mario Vargas Llosa, el más reciente premio Nobel de Literatura, cuando hace algunos años habló (y escribió todo un libro) sobre “la verdad de las mentiras” para tratar de dar fe sobre “la verdad” –y el valor– de
2
Ibid., p. 106.
77
3
Mario Vargas Llosa, La verdad de las mentiras, Alfaguara, Madrid, 2002.
4
“Presentación” a Rojo-amate 1, julio-agosto, México, 2010.
rulfo: 25 aniversario luctuoso
reflexión sobre la literatura desde una seña filosófica Hay cierto tipo de literatura que se forja de manera un poco distinta. Se trata de la literatura que se acerca o que se funde en la perspectiva poética. O digámoslo de otra manera: que se forma como elaboración poiética. Nos atreveremos aquí a dar un salto un poco brusco (imposible no hacerlo en una exposición tan breve) hacia la idea heideggeriana de la aletheia. Veámoslo en sus propios términos. Nos dice Martin Heidegger:
Pero, ¿qué sucede si entendemos que el sustento del lenguaje tiene una naturaleza anterior al juicio, y en muchos sentidos pre-lógica? Esta particularidad pre-lógica, de apariencia o consistencia irracional o no-racional, ¿tendría que catalogarse como una “preverdad”? ¿Como ficción? ¿Como mentira? Sigamos con los razonamientos de Heidegger, quien nos dice en un luminoso texto escrito en la última fase de su vida: [La esencia del arte, y de la poesía en particular] tiene
La palabra griega para verdad se llama aletheia, no-
la mirada esencial para lo posible, [y] lleva a la obra las
ocultamiento […] Lo que nosotros llamamos lo verdadero,
posibilidades ocultas de lo ente, haciendo con ello por
los griegos lo entendían como lo des-oculto, lo ya
vez primera a los hombres videntes para lo realmente
no oculto; lo que es sin ocultamiento, y por tanto lo
existente, en lo que ellos se mueven a ciegas.6
arrancado al ocultamiento, en cierta manera lo que se
Y en forma aún más definida y explícita, en el mismo texto, Heidegger afirma:
ha arrebatado […] El significado de la palabra griega para verdad, ‘no-ocultamiento’, inicialmente no tiene nada que ver con enunciado ni con el contexto específico al que nos trajo el perfilamiento usual de la esencia de la
Lo esencial del descubrimiento de lo real no sucedió ni
verdad: coincidencia y rectitud. Estar oculto y desocultado
sucede mediante las ciencias, sino mediante la filosofía
significa algo totalmente distinto que coincidir, adecuarse,
original y mediante la gran poesía y sus proyectos
regirse por… Verdad como no-ocultamiento y verdad
(Homero, Virgilio, Dante, Shakespeare, Goethe). La poesía
como rectitud son cosas separadas del todo, como
hace a lo ente más ente. ¡Poesía, no literaturismo!7
si hubieran surgido de experiencias fundamentales
Que esta línea de interpretación ya había sido establecida en sus fundamentos en Ser y tiempo lo muestra el famoso parágrafo 44, donde Heidegger afirmaba con significativa lucidez:
totalmente distintas y no se las pudiera juntar en modo alguno.5
La “verdad de la mentira” planteada por Vargas Llosa se ubica dentro de esta manera de entender “la verdad” como “coincidencia y rectitud”. Es decir: “la mentira” que nos llevaría a la verdad no es esencial a ella misma sino sólo un instrumento para producirla.
[…] forma parte, en definitiva, del quehacer de la filosofía preservar la fuerza de las más elementales palabras [con las]
5
Martin Heidegger, De la esencia de la verdad. Sobre la parábola de la caverna y el Teeteto de Platón. Lecciones del semestre de invierno de 1931/1932 en la Universidad de Friburgo, edición de Hermann Morchen y trad. de Alberto Ciria, Herder, Barcelona, 2007, pp. 21-22.
rulfo: 25 aniversario luctuoso
78
6
Ibid., p. 70.
7
Idem.
resonancias de autorreferencia: el poder escuchar y escucharse en la voz o en el sonido ecoico o redundante propio o de los otros es lo único que les confiere la certeza de que existen (no de que están vivos, sino que existen). Es en este espacio de inmanencias –y no en cualquier otro, a riesgo de perder su arte y verosimilitud– en el que adquiere su verdadera razón de ser la deconstrucción de los referentes espaciales conocidos o habituales de las polaridades propias del valor de los seres realmente vivos. Comala será entonces un lugar en el que todas las oposiciones antagónicas se difuminen: vidamuerte, realidad-sueño, hombre-mujer. Y será, a la vez, el espacio-tiempo en el que las cosas y animales se humanicen y lo humano se inscriba en una densa y compleja cosificación. Es esto, y no la habilidosa técnica de una pluma capaz de producir “verdades” a partir de las “mentiras”, lo que Rulfo nos entrega en su maravillosa obra. Y tal vez desde esta perspectiva podamos entender entonces la gran profundidad de otro sencillo señalamiento, de esa otra mirada del marroquí Tahar Ben Jelloun, cuando señala: “El pueblo lleno de ecos de Pedro Páramo poco a poco se convierte en mi pueblo”.
que se expresa el Dasein, impidiendo su nivelación por el entendimiento común a un plano de incomprensibilidad, que a su vez opera como fuente de pseudoproblemas […]8
Idea que se completa con la siguiente consideración: La verdad (el estar al descubierto) debe empezar siempre por serle arrebatada al ente. El ente es arrancado al ocultamiento. Todo estado fáctico de descubrimiento es siempre algo así como un robo.9
Regresemos entonces al grito de Heidegger: “¡Poesía, no literaturismo!”. Tendríamos que poder pensar, en consecuencia, que la naturaleza de un cierto tipo de literatura se consume positivamente en sus propios artificios de realización. Es decir: no truquea la pluma desde el espacio-tiempo ficcional para desvelar a posteriori verdades programadas o exigidas, sino que es ella misma, en su naturaleza o cuerpo, aletheia, verdad o des-ocultamiento. En esta breve intervención recurriremos sólo a un ejemplo sobre la obra de Rulfo. ¿Cuál es la “consistencia” –digámoslo así– poético-literaria de Comala? Comala no está construida como un tiempoespacio ficcional cualquiera, sino como un espaciotiempo de inmanencias. No es, como en los casos de Yoknapatawpha de William Faulkner, Macondo de Gabriel García Márquez, Santa Trinidad de Tierra Firme de Ramón del Valle-Inclán o Santa María de Juan Carlos Onetti, un tiempo ficcional de vivos o de vivos y muertos, sino de vivos-muertos o de muertos-vivos. De tal forma que, por ejemplo, el lenguaje o los diálogos de sus personajes no pueden verse más que como
*Texto presentado en el coloquio sobre la obra de Juan Rulfo, en la uam-Iztapalapa, el 28 de febrero de 2011, a propósito del libro Juan Rulfo: otras miradas, coordinado por Víctor Jiménez, Julio Moguel y Jorge Zepeda.
8
Martin Heidegger, Ser y tiempo [1927], trad. de Jorge Eduardo Rivera, Trotta, Madrid, 2009, p. 236.
9
Ibid., p. 238.
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Jesús Rodríguez Guerrero: el olvidado de Los olvidados Miguel Ángel García
se ancló en el elogio incondicional y sin reparo a la genialidad del director de la cinta (y, con ello, por supuesto, de la cinta); b) la que reaccionó con furia y con ostentoso rechazo desde las filas del mundo de los pudientes y de los exquisitos comensales de la chatarra de la modernidad; c) los que reconociendo el valor de la cita y del genio de su director han demandado o exigido, desde muy diversas corrientes, que se otorgue el crédito tan obvio como justo al escritor michoacano de la novela homónima de la película de Buñuel (en algún momento dado circuló una carta de 5 mil firmas de intelectuales de muy diversos rumbos exigiendo tal reivindicación). El Vaina de la novela, alias El jaibo en el filme, al igual que su salida de la correccional, la vida en los arrabales mexicanos, los piojos multiplicados, el hambre perra o las travesías y aventuras por subsistir, será(n) tema(s) de conversación por décadas y décadas. ¿No es acaso justo que película (de Luis Buñuel) y novela (de Jesús Rodríguez Guerrero) ahora se fundan en un solo reconocimiento para hermanar artísticamente lo que no ha querido identificarse por muchos como una bifronte pieza de creación artístico-intelectual?
Más de un diamante duerme sepultado en las tinieblas y el olvido, lejos de picos y de sondas. Más de una flor exhala a su pesar su perfume, dulce cual un secreto en las soledades más profundas. Charles Baudelaire
Existen plagios intelectuales que resultan de alguna manera involuntarios, pues “el creador” ha terminado por olvidar –en ese espacio tan complejo y tramposo de nuestra mente– la chispa que dio origen a su creación. No reconoce entonces –el recuerdo es brumoso, o sencillamente no hay recuerdo– la influencia directa o indirecta del proceso generador. Mas existen plagios del intelecto que se realizan en plena flagrancia. De uno de ellos queremos hablar. Desplacémonos al México de 1950, más precisamente al 9 de noviembre, cuando fue estrenada la película Los olvidados, de Luis Buñuel. Extraordinaria joya de la cinematografía mundial de todos los tiempos.1 Pues resulta que en ninguna parte del filme apareció entonces lo que en ese momento o a la postre no había posibilidades de ocultar, a saber: que el guión se había basado –en su totalidad– en la novela homónima de Jesús Rodríguez Guerrero, obra que había sido publicada en 1944.2 El hecho ha desatado serias polémicas y controversias, en un arcoiris de opiniones que se mueven en tres direcciones fundamentales: a) la que
UN BREVE ACERCAMIENTO A LA PLUMA Y VIDA DE JESÚS RODRÍGUEZ GUERRERO Es José Revueltas quien nos da algunas de las claves fundamentales, en un texto titulado “A propósito de Jesús Rodríguez Guerrero”: Los problemas del hombre, el amor, el sexo, el destino, cobran, en la novela de Jesús Rodríguez Guerrero, una cruda dimensión, áspera y brutal, pero certera, exacta. Sus
1 “Dado su valor artístico y cinematográfico, [la película] ganó en 1951 el premio a la mejor dirección en el Festival Internacional de Cannes. En [México] ese mismo año obtuvo 11 de los 14 Arieles. El 16 de octubre de 2003 la UNESCO la nombró Patrimonio de la Humanidad en la categoría Memoria del Mundo”. Luis Eduardo Zedillo Ponce de León, “Presentación”, en Jesús Rodríguez Guerrero [1944], , IPN, México, 2009, p. VIII (numeración de los textos agregados a la edición facsimilar).
protagonistas están desnudos del alma y de esta manera se convierten, merced al bárbaro recurso, en seres donde puede uno contemplar el pozo infinito del hombre, sus abismos.
2
Sobre el guión de la película dijo en un momento dado Buñuel: “[Que empezó a trabajar] con Luis Alcoriza, […] pero que él tenía contrato de tiempo completo […]. Con la siguiente confesión: “[…] yo continué escribiendo con Larren y Max Aub. No puedo decir , [pues] soy casi completamente agráfico y prefiero hablar de mis ideas y ellos las han escrito para que las recuerden”. En José Carmen Soto, “Jesús Rodríguez Guerrero [1944], , p. XIX.
Esta dimensión de su escritura nos conecta con algunos rasgos de su vida personal. Veamos.
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Antes de redactar Los olvidados, Rodríguez Guerrero contaba con tres publicaciones (ver cuadro anexo), en las que se condensan circunstancias de una vida llena de suplicios y de falta de oportunidades. En torno a ello escribió su hija Morelia: Mi padre escribía siempre sus vivencias en los pueblos tristes en los que anduvo, sus relaciones con la gente sabia, vieja e inocente de esos lugares. Escribió su vida con otros nombres. Escribió sus tristezas en todos sus personajes. ¿De qué otra cosa podía escribir?3
GUERRERO, JESÚS RODRÍGUEZ. Novelista, cuentista y periodista. Nació en Numarán, Michoacán, el 3 de junio de 1911; murió el 5 de febrero de 1979 en la ciudad de México. Como novelista escribió El diputado Taffoyat, 1939; Oro blanco, 1941; Los olvidados, 1944; Los días apagados, 1946; El punto final, 1950 y El corral pintado, 1953. Publicó el libro cuentos titulado Reflejos de luz humana, 1948, y ha sido incluido en las antologías 29 cuentistas mexicanos actuales, en América. Revista Antológica, en la Antología de cuentistas michoacanos de Raúl Arreola Cortés, 1995; y en Cuentos mexicanos de autores contemporáneos de José Mancisidor. Estudió en el Colegio de San Nicolás. Más tarde se trasladó a la ciudad de México, donde trabajó en la Secretaría de Educación Pública y en el Instituto Politécnico Nacional. [...] En Morelia participó en las revistas Cristales, El Estado, El Tiempo, Azul y Siglo xx. En la ciudad de México desarrolló su más destacada labor literaria; participó en revistas y periódicos como en La Semana Ilustrada, América, Siempre! y El Nacional.
La dedicatoria de la novela que nos ocupa no puede ser más elocuente en este punto: “A los que hayan sentido el dolor en México”. Rodríguez Guerrero se mantuvo al margen de toda discusión y prefirió dedicarse de lleno a lo que daba sentido a su vida: las letras. Pero su huella y obra se encuentra allí: para que recuperemos su aliento y distinguimos su estancia en los más grandes círculos de la literatura michoacana y nacional. No nos referimos, por supuesto, a los “círculos” de la vida literaria de la que hablaba Balzac: podio desde el cual lo que se mueve más bien es la moneda corriente, la fina estirpe y el glamour.
*Diccionario de autores michoacanos, Jitanjáfora, Morelia, 2011 [fragmento]. 3
Morelia Rodríguez, “Jesús, mi padre”, en Jesús Rodríguez Guerrero [1944], , ., p. XIV.
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Los iraníes y el gusto por la poesía Marxitania Ortega
La poesía en Irán aparece en casi todos los momentos: en la intensa negociación con el bazarí; en casa después de la cena, entre el murmullo de la televisión y las tareas escolares de los hijos o acompañando el entrenamiento físico de los hombres en la Casa de la fuerza. Y no me refiero a que aparezca en un sentido metafórico a través de la belleza o melancolía de las cosas, sino a que aparece tal cual es, con todos sus versos y en voz alta. En este texto se recrean tres momentos que ejemplifican cómo viven los iraníes su literatura; su importancia en la vida cotidiana.
mazos, escudos de madera, cadenas. Las escalinatas forman un semicírculo en donde se sienta el público y, justo enfrente, se sitúa una especie de púlpito elevado, con una ornamentación especial: un gran tambor, grandes libros y varios tipos de campanas. Llegamos temprano, nos sentamos en las escalinatas y esperamos. Al entrar a la arena, los hombres tocan el piso y besan la mano con la que lo tocan. Empieza el tambor y luego el canto: en el nombre de dios, del espíritu.... Comienzan los ejercicios de calentamiento y flexibilidad, toman los mazos y rotan sus hombros con destreza. El tambor lleva el ritmo, el guía o maestro toca el tambor y canta: “Diez mujeres amamantaban al pequeño Rostam y cuando alcanzó la edad para comer consumía lo mismo que cinco hombres juntos. Su altura rebasaba la de ocho adultos uno sobre otro.” Cuando las hostilidades entre Irán y Turán crecieron, Rostam pidió permiso a su padre Sal para atacar a los insolentes turanios que estaban bajo el mando de Afrazyab. Sal se negó, considerando que su hijo aún no estaba en edad para entrar en combate, pero Rostam replicó:
Zurjané: Casa de la fuerza Para entrar al Zurjané –Casa de la fuerza– hay que bajar la cabeza o el tronco, según la estatura de cada uno, pues la puerta es baja y angosta; así está diseñada para que quien entre se incline mostrando respeto. La entrada a las mujeres estaba tradicionalmente prohibida. Sin embargo, en Teherán se pueden encontrar zurjanés a los cuales asisten las mujeres que están emparentadas con los atletas. Una vez dentro entiendes por qué. En Irán los hombres y las mujeres deben acatar la vestimenta islámica: deben cubrirse hasta las muñecas y hasta los tobillos. Sin embargo, ahí, en ese espacio masculino, los hombres usan pantalones ajustados y practican con el torso desnudo. Aunque asisten de todas las edades, la mayor parte son jóvenes y delgados, y mantienen una complexión atlética fácilmente observable, a pesar de que el pudor, siempre presente en el espacio público islámico, los obligue a usar camisetas para no mostrarse con el torso desnudo cuando hay mujeres presentes. Por fuera el Zurjané no destaca entre otras construcciones, pero por dentro el espacio es circular y tiene como techo una alta cúpula con motivos arquitectónicos islámicos austeros. Las paredes están vestidas con imágenes de mártires chiítas: el Imam Alí o el Imam Hossein, que son casi idénticos en la iconografía chiíta; una imagen de Jomeini y fotos de los mejores atletas. Si se observa con atención, también se encuentra alguna imagen en la que se representa la lucha de Rostam y Sohrab, una de las tragedias más importantes del Shah-Nameh. En el centro hay una arena o dojo hexagonal que está por debajo del nivel de suelo y alrededor están las armas:
No soy hombre de palacio: estos hombros y estos puños gigantes no se desarrollan en una vida cómoda y ociosa. Solo te pido un caballo capaz de cargar con mi potencia; y mi mazo de cabeza de búfalo, duro como un peñasco, hará que sobre el campo de batalla parezca que llueve sangre desde las nubes.
Otra vez el tambor y las campanas anuncian el cambio de ejercicio. Flexiones en el piso, luego toman las pesadas cadenas, tan pesadas como varias pesas, y las mueven sobre sus cabezas al ritmo del tambor mientras el relato sigue en el canto: Sal no tuvo más remedio que complacer a su hijo. Galopando sobre el lomo de su corcel, Rostam llegó hasta las puertas de Mazandarán, donde dio muerte al enorme monstruo blanco que tenía capturado al rey Kavús. Rostam libera a Kavús y le exige que se someta a los designios de su imperio, pero el rey se opone y prepara a su ejército de bravos para atacar a los iraníes. Los atacantes marchan hacia adelante llevando al frente al guerrero Yuya que grita a pulmón: “¿Quién va a pelear conmigo? No quiero 82
MARXITANIA ORTEGA
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es un gimnasio en la poesía y los instrumentos tradicionales dirigen la rutina. ¿Qué tipo de espacio es este?: ¿místico, deportivo, artístico, nacionalista? Valentina se levanta emocionada, quiere hablar con los jóvenes y transmitirles su emoción pero como no habla farsi en lugar de eso va hacia las armas. Los mazos más grandes casi alcanzan su tamaño. Toma uno con ambas manos y pretende imitar los giros. Todos voltearon a verla y se hizo un silencio tenso: está prohibido tocar las armas... Los orígenes del Zurjané no se conocen con certeza, aunque ya para el siglo xiv se cree que había un tipo de lucha que hacía suyos algunos rituales del sufismo. Durante el reinado de la dinastía de los safaví aparecen los primeros testimonios escritos al respecto. La afluencia y seguramente sus prácticas han cambiado con el tiempo; sin embargo, su esencia es la misma: una práctica identitaria donde el cuerpo y el espíritu se unen a través de la poesía. Y aunque no sólo se canta el Shah-Nameh, sino también a los poetas clásicos como Saadi, Hafez y fragmentos de la Marsia –las hazañas y tragedias de los mártires chiítas–, su destino está ligado al gran poema de Ferdousí. Sobre el llanto y la narración La primera vez que escuché la tragedia de Rostam y Sohrab lloré sin parar. Ya la había leído y desde el principio de la representación sabía lo que iba a pasar, así que conforme avanzaba la historia se desplegó también mi llanto. ¿Cómo no conmoverse ante la incapacidad de los héroes, encarnación de las virtudes humanas, para evitar el cumplimiento de su trágico destino? Nadie es tan poderoso como para modificar el destino y, por ello, en esta tragedia, el hijo encuentra la muerte en manos de su padre. Los iraníes se reúnen para recitar las historias del Shah-Naméh y cada vez que la escuchan, como si fuera la primera vez, se conmueven y vuelven a llorar. La conmoción se debe, en parte, a la gran tradición de narradores que cuentan sus historias con emoción contundente, pero también se debe a la disposición que
aburridos soldaditos iraníes que pisaré como escarabajos; quiero pelar con un verdadero guerrero que pueda sacar polvo del agua misma.” Indignado, Rostam espoleó su caballo hacia el frente y gritó: “Deja que la que te dio vida llore tu muerte y prefiera verte crucificado que en el estado que te dejaré.”
Los ejercicios continúan, de cuando en cuando los hombres corean algún verso o una estrofa. Mi compañera de viaje, Valentina, una bailarina de 75 años, contempla extasiada aquella rutina. Durante el camino se quejó de su pierna, que en los últimos años le ha causado problemas, pero en este momento, viendo a esos hombres entrenando sus cuerpos con destreza y ritmo, olvida sus dolores y llora en silenciosa emoción. El poderoso ejército enemigo vio a Rostam acercarse como si viniera hacia ellos una montaña en movimiento; cuando estuvo frente a Yuya, Rostam lo arrancó de la silla de su caballo como si fuera un pollo y lo aventó contra el suelo en donde quedó con la boca llena de tierra y la armadura hecha pedazos.1
En un momento el narrador calla y un joven delgado entra al centro de la arena y comienza a girar. Los brazos extendidos a los lados, el rostro inmutable, un pie baja al ritmo del tambor y luego se levanta del piso llevando el impulso mientras el otro pie sostiene el equilibro. Yek, do, ze, chajar, panch.... Como bailarín, el joven gira sobre su eje; como místico sufi parece entrar en un ritmo universal en su giro; como guerrero, nada obedece su cuerpo más que su voluntad. Cada atleta pasa al centro de la arena a girar. Los más flexibles, los más disciplinados y equilibrados dan al menos 30 giros. Dos horas después, cuando el entrenamiento termina, el occidental se ha quedado sin palabras ¿Qué es esto? No es una representación, no es un espectáculo, 1
Fragmento de la Epopeya de los Reyes, o Shah-Nameh, traducción de Kaveh Parmas y Manuel Mejía Armijo, sin embargo, existe una traducción aceptable al español de la editorial Hiperión.
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que en el lado de los hombres ocurrían las cosas más interesantes. Cuando entramos, el cántico había empezado vigorosamente. A nosotras nos llegaba la vibración a través del muro, y por las bocinas el canto, el llanto de los hombres: “Hossein, hossein hossein querido, ¿por qué no estuve ahí? ¿Cómo no estuve ahí?” Se lamentaban los hombres y se escuchaba el sonido de los golpes en el pecho. Se escuchaba como si bailaran. Imaginaba con envidia cómo movían sus cuerpos, lamentando no poder presenciar esa visión. Con las mujeres todo era más tranquilo. Sentadas, cubiertas las cabezas con chadors, lloraban, la mayoría en silencio, algunas dándose golpes suaves en el pecho. El cántico era contagioso. “Ya Hossein, Mir Hossein”, coreaban los hombres, y cuando el Mulah narró la matanza y la flecha que atravesó el pecho del pequeño hijo de Hossein, los llantos adquirieron fuerza y sin más una profunda tristeza se apoderó de mi cuerpo. Primero como un escalofrío, luego como un llanto largamente contenido, así que lloré, lloré sin ningún reparo por el martirio de Hossein que estaban narrando, por la muerte de los inocentes, por las guerras, por los hombres que van a las guerras y las mujeres que se quedan solas y por el pueblo iraní con el que me sentía muy bien compartiendo el llanto. Y también lloré al descubrir lo bien que me sentía ahí, sola entre mujeres y niños: cómoda, protegida y comprendida. Y lloré por el espacio femenino que me protegía en ese momento y por la maternidad, que era parte de todo aquello. Cuando salimos, compartimos todos, vacíos por el llanto, la comida que nos regalaron en la mezquita por el ashura. Así, al llorar colectivamente por sus historias trágicas, ya sea la del Imam Hossein o la del héroe Siavosh, los iraníes también lloran por sí mismos, por sus tragedias personales, por la injusticia y la opresión... y en ese vacío que dejan el llanto y la compasión, se reencuentran con su fe y con su cálida sensibilidad.
tiene el público a ser conmovido. En la sensibilidad iraní hay una disposición a sentir el dolor con el otro, es decir a la compasión. Cuando llegamos a Naghsh-e-Jahan, la plaza principal de Isfahan, eran las nueve de la noche. Hacía frío y la neblina amenazaba con su presencia, aunque las cúpulas de las mezquitas se erguían sobre el cielo. La plaza estaba casi vacía, sólo se escuchaba el borboteo del agua de la fuente; a lo lejos el murmullo de la voz humana y un cántico indefinido. Entre el sonido y la penumbra se me hizo un nudo en la garganta por la extrañeza de estar presenciando eso que parecía estar ocurriendo en un tiempo distante. Caminé hacia donde provenía el canto, que cada vez era más fuerte y se convertía en lamento y luego en llanto. Mi corazón dio un vuelco, un vuelco fuerte que dolió. Entre más me aproximaba a la majestuosa mezquita de donde procedía, más convencida estaba de que era un canto luctuoso. Cuando llegué a la puerta salió una mujer consternada (sus ojos revelaban llanto) que al verme cubrió su rostro con su chador y apresuró el paso. En ese momento aún no entendía lo que estaba presenciando. Lo entendí días después. Durante la Ashura, los musulmanes chiítas recuerdan el martirio y la muerte del Imam Hossein, el nieto del profeta Mahoma, de su familia y de sus seguidores en Karbalá en el año 680. La gente sale a las calles en procesiones, un cantor narra la tragedia y los seguidores la lloran y todas las ciudades de Irán se llenan de cánticos, del sonido de los tambores y del golpe de las cadenas sobre las espaldas. La visita a cualquier mezquita en ese tiempo es una experiencia que afloja el corazón. Tuve la fortuna de ir a una mezquita de tradición sufi a la que asiste la familia que se volvió mía en Irán. Ahí nos separamos, los hombres se fueron juntos, yo entré con las mujeres. La separación de los géneros solía molestarme: primero porque no podía estar con mis compañeros de viaje, pero sobre todo porque sentía
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Pregúntale a Hafez Dicen que en Irán, aun en la casa más humilde, hay un ejemplar del Corán y uno de El diván de Hafez. Este poeta del siglo xiv es tan importante que se ha convertido en el oráculo que guía la vida espiritual de los muchos. Todos conocen a Hafez, lo citan, lo recitan, y sus versos son leídos una y otra vez por los jóvenes la noche del equinoccio de invierno mientras toman jugo de granada. Los iraníes hablan tanto de Hafez, y tan seriamente de él, que sin haberlo leído uno se imagina a un poeta grave, ¿qué poeta leería tu abuela para aconsejarte en tu vida? ¿En qué poeta buscarías consuelo? No abrirías a Quevedo para buscar guía. Pero Hafez no es grave, canta al amor, a los amantes, a las ciudades de Irán, a las cosas mundanas, a la vida. ¿Qué tan profunda debe ser tu pregunta para interpretar un poema como respuesta? Todos tenemos dudas. ¿Me estaré equivocando en la vida? ¿A dónde llegaré con este trabajo? Pregúntale a Hafez, te anima un iraní y te muestra: toma el libro respetuosamente, lo besa, lo acerca al corazón mientras hace la pregunta en silencio.
Conocí (¿percibí?) a Hafez hasta que llegué a su mausoleo, en la ciudad de Shiraz. Fue un largo camino para llegar ahí. Un día de viaje que incluyó dormir una noche en la carretera, en el semidesierto, y amanecer casi congelada frente a la tumba de Ciro El Grande. Al llegar a Shiraz, por alguna extraña circunstancia, visitamos primero la tumba de Saadi, el otro gran poeta clásico. El mausoleo está decorado con un hermoso trabajo de mosaicos en donde el motivo principal son los pájaros y justo bajo la tumba hay una pequeña fuente con peces rojos. La gente llega ahí, lee los poemas grabados en su tumba, pasea por los jardines y pasa una tarde agradable. Tardamos más en llegar al mausoleo de Hafez; ahí compré El diván y sin saber de ceremonias lo abrí y leí: Somos los que fuimos y seremos los mismos mañana. Cuando pases por mi tumba, viajero pide un deseo, pues para los libertinos de este mundo, será un lugar de peregrinaje.
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El poema debe ser interpretado de una manera sabia, pero mi poema no necesitaba interpretación, me sentí emocionada. Cuando se lee a Hafez de esta forma oracular, los versos van más allá de su belleza y se convierten en un mensaje divino. La poesía suele aparecer en las conversaciones familiares, en las fiestas religiosas y en las privadas, en la música, en los pequeños rituales, en las negociaciones comerciales. Aparece metafóricamente, en las formas que tienen los iraníes de tratar el tiempo, en la complejidad visual de la decoración tradicional, en los sonidos del ambiente... pero también en voz alta, con todos sus versos. Y esto sucede tanto con la poesía persa clásica, que está íntimamente relacionada con la música por su ritmo y formas estróficas, como con la poesía contemporánea, que si bien experimenta tanto en forma como en contenido, hace una constante referencia a los simbolismos tradicionales. Cuentan que una mañana llegó a la redacción de una revista literaria una joven de 19 años. Tenía el cabello totalmente desordenado y las manos llenas de tinta verde. Era por el año de 1955 (pocas mujeres iraníes se habían atrevido a escribir poesía que además de romper con las formas poética tradicionales, explorara el mundo emocional femenino). Esa poeta era Furug Farrojzad.
En su obra publicada en cuatro títulos (Cautiva, El muro, Rebelión y Nuevo nacimiento) y uno póstumo (Tengamos fe en el comienzo de la temporada fría), explora temas como el erotismo, la soledad, la melancolía y la compleja situación de la mujer iraní. La poesía de Furug es estilísticamente simple, sin embargo, está llena de imágenes complejas que logran transmitir una postura estética de la vida. Furug Farrojzad tuvo una vida intensa que plasmó en su arte. Murió en 1964, a los 32 años. Actualmente, es la poeta persa más leída en Irán. Sus poemas son estandarte de las emociones femeninas y de las artistas persas, que en las diferentes disciplinas trabajan una y otra vez sobre su mundo poético, pero también para la gente común: los taxistas y los comerciantes conocen y gustan de la poesía de Farrojzad. “Good poetry”, aprobó un bazarí cuando me vio el libro de Furug bajo el brazo. Y esta soy yo una mujer sola en el umbral de la temporada fría, en el comienzo del entendimiento de la existencia de la [sucia tierra y la desesperanza triste y simple del cielo y la incapacidad de estas manos de cemento. El tiempo pasó.
Que angustia, ¡oh que angustia!
El tiempo pasó
Llego al balcón y extiendo mis dedos
y el reloj cantó cuatro veces.
penetrando la tensa piel de la noche.
Cantó cuatro veces.
Los semáforos están apagados.
Tengo frío.
Los semáforos están apagados.
Tengo frío y parece que nunca volverá el calor a mi cuerpo.
Nadie me mostrará la luz del sol,
Yo vengo del mundo de la indiferencia de pensamientos, [palabras y sonidos;
nadie me escoltará a la fiesta del gorrión. Al vuelo, recuerda
un mundo que es como un nido de serpientes;
el ave es mortal.2
un mundo lleno de sonidos, movimientos y pisadas de hombres que te besan trenzando en su mente la cuerda
2
Furug Farrojzad, “El ave es mortal”, traducción directa del farsí de Marxitania Ortega y Kaveh Parmas.
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[de tu horca.
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que ver con la posibilidad de contemplar lo bello, o, diría Kant, lo sublime, artificio o no del alma humana. Y en Irán la arquitectura, la tapetería, las miniaturas, el trabajo de mosaicos y espejos que cubren los principales espacios públicos y los espacios más importantes de las casas: encaminan a la contemplación. Sólo a través de la contemplación del abigarrado trabajo de las flores y los diseños geométricos, de los azules que adornan los techos de las mezquitas y de los múltiples reflejos de los espejos, se dispone el alma de esa manera tan particular a la poesía. La belleza, en Irán, parece que tiene algo que ver con ese gusto por lo trágico: el azul contrasta con los ocres de la tierra y el brillo y la majestuosidad del artificio parece gritar al cielo: ¡a pesar de la fatalidad, mira de lo que somos capaces, nosotros los seres humanos! La siguiente no es intuición mía sino de mis compañeros de viaje: la sonoridad, desde el canto del mujaidín (la llamada a la oración), que es un elemento común a todo el mundo islámico, hasta el extendido gusto por la música tradicional y por los instrumentos tradicionales, que acompañan, en general a la poesía, disponen y educan esa peculiar sensibilidad.
Tengamos fe. Tengamos fe en el comienzo de la temporada fría. Tengamos fe en las ruinas de los jardines de la
[imaginación. Las hoces tumbadas, ociosas semillas aprisionadas. Mira como está nevando.3
A modo de conclusiones Dice Aristóteles en la Poética que no es oficio del poeta contar las cosas como sucedieron, sino como debieron o pudieron haber sucedido, y que el historiador y el poeta no son diferentes por hablar en verso o en prosa sino porque “aquél cuenta las cosas tales cuales sucedieron, y éste como era natural que sucediesen. Que por eso la poesía es más filosófica y doctrinal que la historia”. La poesía es uno de los elementos de identidad más fuertes, más consolidados en el mundo persa contemporáneo. Lo cual, si lo pensamos, debería ser algo natural pues es donde se exploran y manifiestan en diversos sentidos la lengua, los valores y los problemas que enfrenta la sociedad. Habiendo estado ahí, mi primera intuición es que la poesía entra por los ojos. La formación estética tiene 3
Furug Farrojzad, “Tengamos fe en el comienzo de la temporada fría”, traducción directa del farsí de Marxitania Ortega y Kaveh Parmas.
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Tapioca Alberto Saavedra Niet
Niño extasiado del Royal Caribbean dice: ¡A mí me gusta Mickey! Sus padres fingen una sonrisa y posan para la cámara detrás de él (odian al avaro de tres dedos)... Una voz incita a que ¡Llame ya! El locutor: un latino sobreexplotado en Miami. El barco se ve cómodo, dentro tiene peces endeudados. Los números en la pantalla son amarillos y brillantes, obligan a ¡Llamar ya! El tiempo no avanza. Provoca mareos ver tantas sonrisas en el Atlántico. La cartera empieza a palpitar en el muslo, ¡sácame de aquí! grita MasterCard… El control no cede. Pilas mordidas y gastadas. No cierran los párpados. Mujeres en bikinis cariocas y gringos obesos (gancho clásico de televisión) indican que conseguir esas esculturas es sencillo, sin rastros de competencia alguna. Canas en el pecho, tostadas por el sol. Bebidas con sombrillitas. La cartera muerde el músculo. El reloj estático. El universo pide vacaciones. Mickey Mouse sonríe con tres dedos. Palmeras. Olas. Cartera. El teléfono cada vez más cerca de la mano. Música que acelera
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la cadera. MasterCard suplica. Frente sudando por el sol de la tv. Manos vibrantes. Muslos carcomidos. ¡A mí me gusta Mickey! ¡Llame ya! Pagos cómodos y mensuales (como las modelos del barco). Teléfono acechante y blanco. El volumen se incrementa. La tv palpita. La cartera palpita. Mickey palpita. Todo (menos el corazón) palpita. El comercial termina. Nuevas vacaciones. El teléfono fuma un cigarro. MasterCard suspira después del acto. Se suda. Deudas. Mickey ahora tiene dos dedos. La tv se enciende de repente. Lágrimas de estupidez. Se cuaja la tapioca. Trago de cerveza amarga. tv vomita el piso. Vacaciones. ¡A todos les gusta Mickey! Calambres. Silbido de angustia. Otro comercial. Deudas. MasterCard quiere más. Viaje a la cocina. Sofá de nuevo. Seguro fuera. Disparo 1. Disparo 2. Deudas. Sangre empotrada en la pared. La tv llora, vomita. El teléfono vomita. Todo se llena de vómito. MasterCard se persigna. Una mujer grita. Mickey Mouse sonríe…
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mario bros Alberto Saavedra Niet
Pobre Mario. En verdad que estabas enamorado. Ni siquiera cuatro vidas te bastaron, eres todo un terco. Además: ¿Por qué iba una princesa a enamorarse de un simple y sucio fontanero? Eso inspira a cualquiera. Una metáfora del proletario beneficiado con base en su esfuerzo. Eres un orgullo soviético. Yo también lo hubiese hecho. ¿Qué hay en tu bigote? ¿Sex appel? ¿Erotismo? ¿Cómo se consigue a una fémina de la alta nobleza mientras se porta un overol rojo y se apesta a tubería? Vaya desgraciado, afortunado. Abandonar los lavabos defectuosos del mundo, sólo para rescatarla. Sin que ella te lo pidiera. Aplastar tortugas. Pobrecillas. Asesinadas a causa de un amor ajeno a sus corazas. El abuso de sustancias alucinógenas para resistir la travesía. Mundos retorcidos. Todo con tal de encontrarla. Mamma mia. Una vida menos. La desgracia se asomaba en cada tubo verde, pero tu insistente, ahí estabas. Tristeza. Italia te necesita. Tú prefieres buscarla en cualquier lugar, de cualquier mundo. Te transformas por el coraje que tu corazón denota a cada palpitación. Arrojas bolas de fuego: la angustia de no encontrarla entre castillos y castillos. Lloras, pero sin lágrimas. Eres fuerte. Desilusión. Una vida menos. Mamma mia. La música de ocho bits te acaricia, y a la vez, taladra los oídos. Luigi no contesta la petición de apoyo. Él no tiene princesa a la cual rescatar, se conforma con su dinosaurio verde. Más. Más y más niveles. (Ella te parecía inalcanzable aquel primer día que entraste a reparar tubos en su castillo.) Ríos de lava hirviendo. En verdad la amas, ¿cierto? Cualquiera declinaría. Tú saltaste. Levantaste la mano para su rescate, sin reparar en tu simple oficio. No te importaba el dinero con el que te tentaban. Te duelen las corvas. Tobillos hinchados. Esguinces olímpicos. No importa. El castillo se traza, píxel a píxel, en el horizonte. Estás cerca de obtenerla. Del olor de su cabello rubio. De la seda rosa que rodea su cintura fina. Sonríes y te olvidas de los hongos por 10 segundos. Suspiras. Parado frente al castillo: lágrimas por Italia. Sueños rotos en Sicilia. Los desamores en Roma. El castillo es frío. Se atraviesa cualquier obstáculo en estas circunstancias. Arden las rodillas y las esperanzas. Se raspa tu pómulo y tu orgullo. Se pelea contra la Bestia. Un Asterión japonés y colorido. Ruge de envidia. Brama. Tu pasión disminuye el dolor.
Mamma mia, una vida menos. Epopeya griega en pixeles bien definidos. Lo vences. Corres por ella. Está ahí, con los brazos y piernas abiertas. Italia atrás. Lava y hongos por delante. Parpadeas. Asterión ha muerto. Eres un Teseo de bigotes gruesos. Te detienes. La meta huele a decepción. Hombros curvos y ojos hacia el piso. Una mujer así nunca será completamente tuya. Le gusta la aventura. Te usó, así como ha usado a muchos más. ¿Es esto un juego? Por su vestido rosa: ¿cuántas muertes? El dolor guardado escapa detonante de tus médulas. Ella llora. Tú lloras, Mario. Su vida se basa en esperarte. Tu vida se basa en encontrarla. ¿De qué sirve toparse rostro a rostro? Se dan la mano. Cabizbajos. Ni siquiera unas desinteresadas gracias, ni siquiera un carbonizado beso. Sales a fumar un poco. Una vida menos (porque quieres). Mamma mia. Per sempre. Esta es la definitiva. ¿Deseas reiniciar el juego? ¿Cierto? (Sonrisa burlona.) RESET… 91
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Círculo vicioso Óscar Quevedo
Desvalido camino, sólo quiero beber un buen trago. Nada es como acostumbro imaginar. Me siento atrapado en el cuerpo de un cuento seco. Eso soy, palabras, segundos que nunca suceden. No espero encontrarte. Tal vez esta mañana te fuiste, acaso nunca sucedió y soy un presente inacabado. Sólo en este instante, en esta hoja, en este humeante grado de intoxicación, soy cierto. Círculo vicioso que miente sus verdades. Si duermes, tu respiración es la noche, balbucea con violencia sobre su contorno oscuro. Me apresuro, o es la calle que me empuja; el sonido de los pasos suena como brillo de estrellas. El frío no me atemoriza, lo veo duplicarse hasta donde mi vista puede distinguir. Pero sin ir más, el final no imaginado, o como quieras llamarlo, recorre la garganta. Vuelvo a ese rincón donde sabías que te encontraría. Tengo la impresión de estar subido en un grandísimo tiovivo con miles de sonrisas girando lentamente, carcajadas, dientes de marfil. Ahora que duermes me reconoces.
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S/T
Óscar Quevedo
Detrás del gran árbol, enrojecido por el crepúsculo, está el último conejo. Al fulminarlo terminará la misión que me ha costado la salud. No podré volver. Los dos cargamos pesos: yo la muerte de toda una especie (si en su totalidad fueron culpables no me tocaba enjuiciar, sólo ejecutar); aquél lleva la conciencia de saberse el último. Acaso esto lo ha impulsado a una labor monumental de sobrevivencia, la peste debió teminar con él hace horas. Está cansado. Repaso mentalmente el mecanismo para accionar mi arma. Puedo escuchar su respiración, escondida entre el roce de las ramas. Miro ese bosque, desierto, lejos de la animalidad, se volverá mi prisión. Infectado, no he de volver. En unos cuantos pasos la única voz que podrá hablarme será la de las hojas que son aplastadas por mis garras. Doy la vuelta al largo diámetro del árbol rojo. Ahí está el conejo, en su cuello lleva un cinto y objeto metálico anudado en él. Increíble que un ser tan pequeño me diera tantas dificultades. En otros tiempos sería un extraordinario compañero. Su blanco pelaje tiene manchas de sangre, los ojos no dan muestra de emoción. Tomo el arma exterminadora. La dejo caer sobre las hojas secas, el conejo no ha de ir a ninguna parte, está vencido. La noche ha caído. No puedo quitarle la mirada de encima, la suya se apaga. Detrás de la nube verde oscuro, muy arriba, se juntan otras nubes. La potencia que queda en mi arma es suficiente para liquidar toda esta vegetación. En cuarenta y siete latidos todo cuanto vive en este lugar se evaporará. El resplandor iluminará todas las madrigueras del mundo sólo un instante, nadie me recordará.
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puros cuentos
el germen José Alfredo García Flores
Vienen de muy lejos. No se puede asegurar desde dónde; si del pelaje de un perro que se rascó la entrepierna en Pekín, si de un monte desgajado en Chiapas o producto de un terremoto en Chile. Cómo saberlo: las partículas de polvo llegan y aterrizan, luego se las lleva el viento de nuevo, a su capricho, hasta que las deja suspendidas en el espacio, en manos de la gravedad y el movimiento browniano. Fiuuuu. El viento otra vez. Una cortina espesa de aire caliente surge de la plancha de cemento. Parece que las casas bailan a través de ella.
puros cuentos
Es desolador. El polvo cae pero no consigue prenderse del piso y despega el vuelo. Parece cumplirse el deseo del homo sapiens posmoderno: habitar un sitio sin suciedad, tierra-lluvia: lodo. No hay nubes siquiera. Todo es asfalto y paredes de ladrillo inconclusas; el aire, seco, irrespirable casi. De pronto, como si por un instante las cosas adquirieran iniciativa: una semilla de diente de león encuentra una grieta en el suelo y se recuesta presurosa. El polvo acude solícito a cubrirle y, antes de que el viento pudiera interrumpir, una gota del cielo gris los funde. Ya sólo queda esperar a que brote el germen. El único en hectáreas de urbanidad.
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concha urquiza: el cantar poĂŠtico de la nitidez
Presentación Presentamos aquí textos de dos escritores con una amplia trayectoria. En primer lugar las “Consideraciones sobre la poesía”, de Jorge Bustamante García, colombiano conocido en diversas partes del mundo por sus quehaceres como traductor, antologador, ensayista y poeta. En segundo lugar una mini-antología de Lucía Rivadeneyra, quien a ganado con sus poemas los concursos nacionales “Elías Nandino”, “Enriqueta
Ochoa” y “Efraín Huerta”. Los textos presentados se encuentran en un perfecto desorden cronológico, con la idea de que el collage no lleve a ningún intento de reconstrucción “ordenada” de la idea y obra de la autora sino sólo a recibir de ella algunas de sus tan diversas como magníficas intensidades. Sabemos que así nos iremos “inmóviles de viaje”, como dijo alguna vez nuestro querido Villaurrutia.
Miguel Ángel García
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El milagro de las cosas nombradas
Jorge Bustamante García
mizael sánchez
La rebeldía sin fin La poesía no cambia al mundo, pero es capaz de insuflarle nuevos sentidos e insospechadas resonancias. Escribir es reinventar el mundo cada vez que se deletrean los objetos, cada vez que se vislumbran los paisajes, cada vez que la luz atropella los cuerpos y las cosas. Esto hace de la poesía, y de la escritura en general, una especie de rebeldía sin término, una insurgencia constante frente a lo que ya conocemos, a lo que ya está dado, a lo que debido a la reiteración inclemente se ha convertido en cliché.
en sí mismo todas las experiencias y acceder a su propio conocimiento a través de profundas y permanentes inspecciones, tanteos y aprehensiones, para luego volcarse en música y lenguaje, queda claro que la poesía tiene que ver sólo con lo que se queda impregnado en el alma. Aun cuando juega, incluso cuando es pirotecnia y acrobacia, la poesía no se desliga del alma porque es allí donde permanece la quintaesencia de las cosas que parecen ciertas. Ya lo decía José Gorostiza: “La poesía es la investigación de ciertas esencias.” Pero el don del alma, en poesía, sería insuficiente sin el don de la palabra y sin la posesión del delirio. Sentir y escribir es la vocación de todo poeta. Por eso Marina Tsvetáieva reflexionó:
Todo está en la quintaesencia Desde que Rimbaud descubrió que el poeta debe agotar 97
vital, alguien en los estertores del orgasmo en un bosque de pinos, un estado del alma. No sabemos lo que es la poesía. Sólo intuimos algunas cosas: sabemos, por ejemplo, que rompe cadenas…, que no deduce certezas, ni propone sistemas para alcanzar la felicidad. La poesía no sabe nada, sólo desentraña, interroga, es encuentro, celebración: no subyuga a las cosas, sólo deja que reposen en su ser. Tampoco la poesía es sabiduría. La poesía no sabe, es, y en ese estar siendo otorga nombre a las cosas, a lo desconocido, a la ausencia. Los grandes poetas realmente no han sabido lo que es la poesía. Si lo hubieran sabido, tal vez nunca hubieran escrito un buen poema.
Igualdad del don del alma y la palabra: eso es el poeta. De esta forma, no hay poetas que no escriban, ni poetas que no sientan. Sientes, pero no escribes –no eres poeta (¿dónde está la palabra?); escribes pero no sientes –no eres poeta (¿dónde está el alma?). Yo prefiero, naturalmente, a quien no escribe pero siente, que a quien no siente pero escribe. El primero, quizás, mañana será poeta. O santo. O héroe. El segundo, el versificador, no es nadie. Y su nombre es legión.
El asombro y el vacío El poeta no puede vivir sin el asombro. A fin de cuentas, lo que hace es hilar el vacío. ¿A dónde se va el tiempo y que será la poesía? Who knows where the time goes dice en una canción Judy Collins. Si es que el tiempo se va a algún lugar, ese lugar ha de ser la poesía, porque la poesía es sólo tiempo y, al mismo tiempo, no tiene tiempo: es invención. Muchas cosas puede ser la poesía. Es el pathos, los ojos de Olga a los 16 años, el espíritu profundo, un hombre pescando sobre un lago de hielo, un aliento
Jorge Bustamante García, El milagro de las cosas nombradas
(consideraciones sobre la poesía), Ediciones San Librario, Colombia, 2010.
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galerĂa
Rumor de tiempos
Lucía Rivadeneyra
Chequeo médico III
Si ignoras el horror, si quieres olvidarte de la vida un rato, entra en el hospital más próximo y busca la zona de corta estancia.
Robo calificado, alevosía, premeditación, desventaja, asociación delictuosa, despojo tumultuario, tráfico de temblores y peligro sexual.
Prohibido equivocarse, fumar, llorar a gritos. Intérnate. El horror estará cerca. Enférmate, y entonces arrancarán tu ropa de colores pesarán tus desmanes y tus dudas.
Y todo, todo, junto a la esperanza que en un motín de sueños despertó degollada.
Escucharán, extraños seres, tu corazón. Pincharán, sin piedad, todas tus venas. Querrán de tu dulzura saber todo. Contarán tus huesos a contraluz. Matarán tu pudor herido y gris.
Ofrenda
Recibirán completos tus desechos. Pondrán anestesia en tu memoria. Despertarás en blanco frente a un ramo de minutos muertos.
Porque me dejaste quemada por caricias en un lecho sin mañana desnuda de emociones vestida de tu ausencia te brindo mi silencio puñado de viento que silba tu nombre.
Todo bien, dirán en algún instante. Si te puedes ir, no olvidarás nunca.
Olfato Trompa de Eustaquio, seno esfenoidal, las cavidades, poros y cornetes son cómplices de que tu olor alcance las llamas del cerebro.
Hoy más que nunca lamo tu recuerdo como si te tuviera entre mis labios. Huelo los meses de febrero a junio. Palpo mi deshabitado cuerpo aprieto dolorosa mis erógenas zonas. Tiemblo entera en el rencor y la llama. Olfateo tus huellas, son de arena. Lloro en el charco del final absurdo. Me dueles todavía muy adentro. Escucho en resonancia el sol y el águila de tu abandono, se me encogen mis vísceras nocturnas, pero no me arrepiento.
Entonces llego a ti por olfato, y te rodeo. Soy jauría que husmea tus hornos. El deseo se huele igual que el miedo y tu olor de lobo en plena caza tu acidez de pasto mutilado, tu aroma de guerrero hacen que te me antojes desde lejos. Tu cuerpo y tus efluvios salobres, que persiguen mis mucosas las encuentran y las dejan tatuadas. La memoria de mi olfato conoce la abundancia. 100
Solidaridad a Rigoberto rescoldos
Le he tomado cariño al perchero pues recibe con humildad tu saco, tu camisa, tus pantalones.
nada no hay nada como llevar rescoldos de tu amor entre mis muslos y sentir el viento mientras camino pegajosa por las calles de Coyoacán
Es mi cómplice más firme porque cuida celoso tus ropas cuando me amas. No te dice que las acaricio mientras duermes ni que en sus ojales abrocho mis sueños. El perchero sufre conmigo si descuelgas tus prendas para irte a caminar sin arrugas por las calles.
Intelectual Selección La dejó porque sus manos nunca habían cargado una novela porque sus piernas jamás siguieron el camino de un cuento porque su boca no tuvo sabor a poemas y porque hacía teatro al aire libre donde la conoció.
Entre el cine, el café y la lectura yo prefiero tenerte un rato encima y a ver luego.
Lucía Rivadeneyra, Rumor de tiempos.
Antología (1986-2006), Jitanjáfora, Morelia, 2006.
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perfiles PRESENTACIÓN Rojo-amate abre a partir de este número su sección “Perfiles”, espacio dirigido a presentar algunos comentarios, notas y datos curriculares de intelectuales, académicos, dirigentes políticos, militantes o activistas sociales destacados en temas de arte y cultura que, en el criterio de nuestro órganos directivos, valga la pena reconocer o conocer en vida para tener a la mano una guía mínima de consulta para seguir sus pasos y, en
su caso, facilitar lecturas o la consecución de su obra. Iniciamos esta breve sección con Rosario Herrera Guido, filósofa, escritora, psicoanalista y profesora universitaria, pero más aún, activa luchadora de diversas causas políticas y sociales. Nos honra decir que desde el número 3 forma parte del Consejo Consultivo de nuestra revista.
perfiles
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La redacción
ROSARIO HERRERA GUIDO Julio Moguel
Empecemos por lo más reciente, con la distinción de la Presea Eréndira 2011, por su trayectoria como “Investigadora, escritora y luchadora por la Equidad de Género” otorgada por el Gobierno del Estado de Michoacán. Detrás de este reconocimiento hay méritos multiplicados, pero por motivos de espacio aquí sólo señalaremos algunos. Seguiremos con los reconocimientos. En 2002, el Reconocimiento al Mérito Académico Maestro Universitario, otorgado por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. En 2007, el Mérito Académico otorgado por la misma instancia que le otorgó la del 2011. Fue directora de la Facultad de Filosofía de la umsnh (1992-1996), y Secretaria de la Coordinación de Investigación Científica en la misma universidad (1998). Su trabajo académico se extiende a participaciones activas en ámbitos nacionales e internacionales, con membresía de la Academia Michoacana de Ciencias (miembro fundador), de la Asociación Filosófica de México, de la Sociedad Interamericana de Filosofía, del Círculo Mexicano de Psicoanálisis (membresía honoraria), de la International Association for Aesthetics, de la International Network or Philosophers of Education. En cuanto a su trabajo teórico –basado principalmente en el entrecruce de la filosofía, el psicoanálisis y la literatura– se reconoce la influencia de Ramón Martínez Ocaranza, quien le enseñó a “leer a los clásicos para leer a los modernos”, y de Braunstein, en cuya compañía se acercó a Freud, Lacan, Derrida, LéviStrauss, María Zambrano, entre otros. Entre sus libros destacados se encuentran: Freud y la música (umsnh, 1981), Filosofía de la cultura (umsnh, 1995), Hacia una nueva ética (Editorial Siglo xxi, 2006), Poética del psicoanálisis (Editorial Siglo xxi, 2008). Escribe en este último libro:
le otorga el poder al analista es el analizante, por medio de la transferencia, que surge ahí donde alguien le supone a Otro el saber que desconoce sobre su propio sufrimiento. Pero la transferencia debe ser analizada y disuelta; una disolución del poder que comienza con el descentramiento del analista, que también descentra al analizante, desde el momento en que lo conmina a ser errático, a que hable sin pensar, sin saber lo que dice, y a que tenga una experiencia poética.1
La perspectiva del descentramiento planteada por Rosario Herrera abre las puertas sin lugar a dudas a un posicionamiento libertario en otras áreas de su pensamiento y en su actuar político (hablamos aquí del sentido de lo político en su acepción más amplia). Porque establece de inmediato la necesidad de “librarse del propio yo” (para usar una fórmula de Giorgio Agamben), cuando el tema remite a la valoración de la festa.2 Dicha inclinación conceptual, dentro de su práctica y su planteamiento psicoanalítico, se ubica en la idea de que en dicho descentramiento puede emerger el pensar metafórico y oblicuo, traumático y balbuceante del paciente. Para que emerja incluso –nos dirá Rosario Herrera– de él una cierta poética o imaginación (en la idea bachelariana de la imaginación), que no puede ser captada o formulada sólo por y en el formalismo de la prosa o desde el pensamiento cartesiano racionaldespierto. Vencerán entonces, desde su perspectiva y pluma, los pliegues de Deleuze, la deconstrucción derrideana, y la sana distancia hacia la extrema luminosidad –de la que hablaba María Zambrano. Su pensamiento político no será, entonces, ajeno a la perspectiva ranciériana que conduce hacia “los márgenes” y a las “fronteras interiores”, líneas de combate despreciados por algunas de las corrientes dominantes del marxismo ortodoxo y de la autodenominada “izquierda” partidaria.
[…] el psicoanálisis es el contrario ético de la medicina, las psicoterapias, la psiquiatría y la hermenéutica, pues no hay continuidad entre uno y otro, sino ruptura y
oposición ética. Y es que sólo a partir de una ética es 1
posible oponer el discurso del analista al discurso del amo,
Rosario Herrera Guido, Poética del psicoanálisis, Siglo 15. Las cursivas son mías.
lo que explica que el pensamiento ético esté en el centro
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Editores, México, 2008, p.
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Giorgio Agamben, “Acerca de la imposibilidad de decir yo. Paradigmas epistemológicos y paradigmas poéticos de Furio Jesi”, en La potencia del pensamiento, Editorial Anagrama, España, 2008, p. 111.
de la práctica analítica, ya que es el discurso del poder el que se opone radicalmente al deseo. Ciertamente, quien 103
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