Fanzine Problemática del arte latinoamericano del SXX

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Problemá�ca del arte la�noamericano del siglo veinte es una materia del primer año de la carrera de Bellas Artes, los alumnos vienen de la escuela secundaria con serios problemas de escritura, lo notamos en los trabajos prác�cos, parciales y en la monogra�a que les pedimos para acceder al Coloquio. Desde hace algunos años hemos dedicado clases a hacer ejercicios de escritura y eso se ve reflejado luego en las instancias de evaluación escrita. Los trabajos son individuales y sin evaluación. Este es un fanzine digital compuesto por fragmentos de los textos de los estudiantes y por las imágenes que los inspiraron.

El instruc�vo fue el siguiente: El texto de la obra (adaptación) Ideado por Silvia Gurfein, quien se define como ar�sta mul�disciplinaria, autodidacta en pintura y formada en filoso�a y artes escénicas. Nació en Buenos Aires en 1959 y fue docente en el posgrado de la FADU/UBA. En 2010 crea el taller de escritura para ar�stas El texto de la obra, que dicta en ins�tuciones y en forma privada.

El taller trabaja sobre varias variables:

- El TIEMPO: los ejercicios �enen una duración determinada

- El SONIDO: marca el �empo de duración de los ejercicios

- El SILENCIO: requerimiento de la escritura

- La ALEATORIEDAD: dinámica del proceso

1) Elegir una obra de las trabajadas hasta el momento en clase. Hacer una ventana de papel y superponerla a la imagen. 15 minutos

2) Asociación libre: escribir una lista de palabras que surjan de la observación del fragmento que se ve a través de la ventana de la imagen seleccionada. 10 minutos

3) Buscar dos de esas palabras en el diccionario. 15 minutos

4) Usar esas dos palabras para redactar un párrafo de cinco renglones. 20 minutos

5) A par�r de la imagen del microrecorte escribir un párrafo que relate un sueño. 20 minutos

6) Desde lo que le sugiera el mismo recorte redactar una men�ra. 20 minutos

7) Recuperar palabras de la lista, del sueño y de la men�ra e incluirlas extendiendo el párrafo de cinco a diez renglones. 20 minutos

8) Editar el texto final luego de la clase.

7) Enviar un archivo con la imagen –con referencias- y todo el proceso de escritura a monica.castagno�o.68@gmail.com con el asunto El texto de la obra.

A veces nos cuesta tanto ver la puerta, llegar a la puerta. mucho más, abrirla.

Llave en mano, abro y entro o salgo, ambas ¿A dónde entré? ¿De dónde entre?

¿A dónde salí? ¿De dónde salí?

No sabemos a donde voy o estoy, no sé ni si me estoy yendo, ¿de quién me iría? ¿De quién creó este camino espejado?

Toca seguir porque volver no es una opción, dejaré la niebla atrás, incursionaré este camino sin fin, será lo que tenga que ser, si es que es. En mi mente �ene existencia ¿por qué no respetarlo? y regarlo, darle persistencia y la autoridad para ser yo quien diseñe los pasos, de esa rata de laboratorio .

Ma�as Achilli

Grete Stern, 1950, a través de la ventana

Mientras paseaba desapercibide por los rincones de un museo desolado, buscando algo que ver que no fuesen marcos vacíos, retratos aburridos, y pura oscuridad con olor a humedad y vejez. Podredumbre y desolación, parecía casi irónico, ¿Quizás la obra de un ar�sta deprimido fue desolar un museo, vaciarlo de vida y encerrarme? O, ¿Quizás mi misión era encont rar donde acababa mi propia desolación a través de las paredes cubiertas de telas de arañas y viejas pinturas rasgadas?. Y después de horas y horas, girando sobre mis pies, buscando una ventana, una señal de que seguía con vida y que todavía estaba dentro de un mundo, de un universo conocido, una puerta que había sido ignorada se apareció ante mis ojos, como una de las obras más bellas que había visto en todas mis vidas, alta, gigante, de madera pesada y con un pomo dorado y brillante que otorgaba vida a lo muerto. Me adentre a través de ella, y allí estaba.

Una silueta descolorida de lo que alguna vez fue un hombre yacía acostada durmiendo, cubierta en pequeñas manchas de pintura colorida sobre todo su cuerpo, y frente a él un corazón Un corazón que la�a, pero era plano, aunque lleno de colores, un circulo amarillo como un sol era casi el centro de la obra, rodeado de rojos, verdes, azules, blancos… Todos rodeando a ese sol, como abrazándolo casi. Un poco parecían sonrisas macabras pero diver�das, que te obligan y desafiaban a compar�r con ellas un rato de in�midad, ese rojo sangre me helaba, el amarillo me reconfortaba, el azul me ahogaba Pero en conjunto era fascinante. Y allí me p are, a contemplar los colores por mil noches, por mil días, con miedo de que esa maravilla se escapase de mis ojos, ya que ese sol de óleo, era el único sol que veía desde que entre al museo de la desolación. ¿Cuánto había pasado ya? Mis manos eran lisas cuando llegue, y ahora poseían arrugas, mi vista era aguda y ahora apenas dis�nguía los colores frente a mí, mis pies y rodillas eran fuertes, y ahora solo querían ceder a la dulzura del sueño eterno y descansar. La desesperación de no querer dejar ir a ese sol y que me siguiese iluminando en su desdichado abandono, cedi y ocupe el lugar del casi hombre que ahora era polvo, y me dormí, me dormí frente a la obra, y deje de ser humano. Y desperté, de nuevo donde empecé, en el pasillo del museo vacío, ¿Dónde estaba?

Max Bill, 1938, a través de la ventana

Sueño
:
Constanza Coll

Solo en una habitación rodeado por oscuridad lo único que se puede ver es esta imagen que me devuelve una mirada que me genera confusión no sé dónde estoy solo quiero salir siento frio me quedo quieto obser vo fijamente casi sin parpadear, buscando un sen�do a esto, no hay luz como puede ser que este mirándola solo se encuentra dentro de mi mente lo único es abrir los ojos . Facundo López

Max Bill, 1938, a través de la ventana.

En su rostro pensa�vo se dibujaba su belleza, su tristeza, su alma que buscaba respuestas. Sus ojos miraban más allá de sus pensamientos. Buscaban espacios para encontrar el Ser de su existencia, el dominio de sus virtudes y la calma de su espíritu. El �empo quedó detenido en ese instante de dudas, de preguntas sin respuestas. Necesitaba salirse de sí misma, buscarse en otros lugares, y tal vez nunca encontrarse. Caminar sería ahora más di�cil, pero caminar no era lo único, era buscarse.

Lorena Bertune

Carmelo Arden Quin , 1947, a través de la ventana.

Tus líneas me llevan a recorrer, me confunden y me dejo de reconocer,

El laberinto al que me adentré

Lugar donde felicidad encontré, pero dolor vomité

De lejos miras Algún día vas a escapar.

Polillas doradas empeñadas en detenerme, Mientras susurran men�ra tras men�ra En este laberinto que consume mi luz Nubes de gas toxico entran en mis sueños, los aniquilan Polillas que consumen mi vida, Era yo la mariposa de aquel día. Francisco Lami

Lygia Pape, 2002

Sentada en la playa,a oscuras, sonido del mar, son las olas rompiendo contra un bloque firme que emerge de la oscuridad. Las olas golpean tan fuerte sobre ese muro concreto, sólido, que el brillo que produce el agua salada, abre como ventanas que se iluminan en plena noche. Las formas del agua al producirse el estallido, parecen sonar cual bombas. Oscuridad, silencio, viento , brisa de mar, arena mojada, gotas suspendidas de sal. No quisieras estar frente a esa ola en la oscuridad, son sensaciones que lleva y trae el mar. La luz que todo lo invade, que todo lo baña en el lugar: es la luna!!!!; que si miro fijamente, todo lo ocupa y sobresale entre tanta oscuridad. Gabriela Elias

Grete Stern, 1949

Tan inmensa y a la vez tan pequeña, te veo luna desde cualquier ventana todas las noches. Mi eterna compañera, me llevas siempre a un estado de introspección, donde navego en mis pensamientos y dejo florecer los sen�mientos solo con mirarte, tan brillante y pacífica, gracias por regalarme esos momentos de libertad, desconectada de todo lo que me rodea, conectando solo conmigo. Después de tanto observarte creo que lo que más me gusta de vos son tus imperfecciones, como sin ser simétrica llegas a transmi�r tanta armonía. No sé qué sería de mi si un día me despierto y veo que ya no estás ahí, irradiando colores en la oscuridad de mis noches. Eternas serán nuestras conversaciones y mi encanto hacia vos siempre que te vea, hasta en un cuadro de Van Gogh, donde tan bien logró capturar tu esencia, con ese color amarillo, con esas pinceladas tan rápidas y e�meras como tu �empo en el cielo todas las noches.

Zoe Carrera

Max Bill, 1938

Una vez me dijeron que al obser var algo o a alguien, podemos decir que estamos conectados a ese algo o a esa persona, ya que este es el acto de mantener la atención puesta en un determinado objeto o fenómeno. El sen�do de la vista, que nos permite realizar esta acción, nos conecta a las diferentes cosas que �ene el mundo; la más interesante puede ser la naturaleza y todo lo que esta puede abarcar, tanto destruyendo como creando. Me pregunto cómo se verá desde el otro lado, me lo pregunté tanto �empo que perdí la concentración en el presente por un momento. Cuando me desperté, corrí y desesperé, incluso intenté gritar y no salió nada, me percaté de que todo lo que me rodeaba parecía que fue arrasado y solo quedó una nota que ponía: “No me gusta ver a nadie, prefiero estar sola, sin compañía.” Tal vez ese fue un deseo que se hizo realidad, pero … ¿quién lo habrá pedido?

Katerina Müller

Lygia Clark, Diálogo de óculos, 1968, a través de la ventana.

No se podían ver nunca porque sus ojos estaban cejados, pero encontraron la posibilidad de verse, pero necesitaban contar el por qué, y dar algo a cambio al universo el cual les otorgaría poder verse una sola vez, pero a cambio de un precio caro. Lo lograron, pero ahora eran parte del universo .

Lygia Clark, Diálogo de óculos, 1968, a través de la ventana.

Sobre que las palabras dicen cosas es sabido, pero también es verdad que se ocultan en ellas mucho más de lo que dicen. Tal vez la palabra disenso la pueda u�lizar para definir a un extraño, que soy yo mismo en que situación estamos tu y yo. Que te has ido, o que te he dejado ir, o que nos hemos ido extraviados por cosas que nos separan. Pero que difuso es separar un alma de otra con una sencilla palabra. La palabra dice pero hay más siempre hay más que no quiero y quiero. Un recorte de la forma inequívoca del brazo del adiós con los edificios de fondo como un cuadro blanco. Son imágenes que guardare. ¿Guardare algo de todos estos momentos? ¿Es una división o esto es un encuentro conmigo?

Yo camino sobre la ancha avenida sin mirar hacia atrás no quiero conver�rme en sal. Pueden las palabras explicar algo de todo esto. Puede la palabra difuso explicar algo. Todo, vacuo, vano, fú�l. Impreciso como la palabra adiós.

Marcelo Bianco

Theo Van Doesburg , 1930.

Vaivenes del más acá que arrastra a los desiertos inexplorado de ese co�diano terco, neutro, que se repite, y repite, y repite, y repite, y repite ….. Incesante, insistente, sin paz ni pausa. Co�diano ruin, lánguido, inmundo, desconcertante, despilfarrado de �empo, �empo de líneas negras. El hombre que no estaba allí, chorreado de rojos sangra en su caminar. Se había perdido. Encuentro fugaz, atardeceres de soles azules, atardeceres ineptos, sombríos, sangrantes. Insensatos momentos de angus�as. Huir, huir de ese loco devenir de la humanidad. Humanidad maniá�ca, sangrante, inmunda, austera de sen�miento, hundida en el asco, en la podredumbre más extrema del ser.

Erica Fernanda
Carmelo Arden Quin , a través de la ventana.

Analizar esta obra es fascinante, sin duda. Su selección de colores es

impresionante, pues transmiten una calidez y una paz digna de admirar. Si bien se hallan por toda la pieza, es inigualable como ninguno se sobrepone con el otro; y la manera en la que se mime�zan con el fondo es extremadamente singular. A su vez, esa forma dispersa e indis�nguible, es misteriosa, suelta por el espacio, como si estuviera derramada.

Juliana Dascanie Max Bill, 1938, a través de la ventana

Los colores superpuestos chocan en una imagen que produce una sensación temerosa de la realidad Los clarooscuros se anteponen desviando la mirada al horizonte, provocando una sensación de paz y sosiego. Las diferentes formas oscuras y la incorporación del negro provocan una profundidad con respecto a un plano horizontal de referencia. Esta forma esquemá�ca de representar, de anteponer una cosa a otra, y darle mayor importancia produce un placer nunca antes vivido. El frio invade la inestabilidad emocional que provoca esta obra, mirada desde otro lugar más arriba, y con menor estabilidad visual. María Fernanda Vera

Tomás Maldonado, 1953

Como podemos observar en este fragmento de la obra presentada hay un conjunto de figuras geométricas que contrastan con la forma amorfa, irregular y orgánica que separa a este fragmento del resto de la obra. Parece ser un espacio infinito en el cual se podrían encontrar miles de estas formas y recorrerlas sin que nunca se termine, un paseo entre formas y colores en el que te perderías porque no �ene principio ni fin, entrada ni salida.

Podríamos mirarlas e imaginar que las figuras toman formas abstractas y sin sen�dos, que se tocan y se separan, tal vez que se acercan y juegan juntas o que por alguna razón se enojan con nosotros y nos persiguen eternamente hasta que nos alcanzan y absorben convir�éndonos en parte de ellas mismas. Dejaríamos de ser nosotros mismos y pasaríamos a ser un concepto abstracto, una forma, un color ...

Victoria Isabel Naharro

Theo Van Doesburg , 1930, a través de la ventana.

Planos que se modifican o se trasforman en abstrato , parece que lo claro indica un camino con giros, pero con apertura a la que se accede y se baja. Tiene cuadrados oscuros como paredes semi abiertas no hay sombras solo hay dos colores el negro y el blanco. La modificación que me lleva hacia allá es también una transformación que me lleva a una trampa de la que no puedo salir , las paredes tal vez son puertas o los cuadrados serán una indicación de no caer en su trampa o solo hay ese camino.

Lygia Clark, 1957.

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