CUENTOS DE NAVIDAD 2

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De nuevo un año más los alumnos/as de quinto y sexto de primaria nos presentan sus cuentos de Navidad realizados en el taller de animación a la escritura y para el III Concurso de Cuentos Navideños del CEIP Antonio Gala.

Navidades mágicas y misteriosas, duendes traviesos, ¿Reyes Magos o Papá Noel? El Apocalisis Navideño, juguetes en rebelión… estas y otras son las historias que nos esperan al leer este nuevo libreto de “CUENTOS DE NAVIDAD 2”

Esperamos que disfrutéis con su lectura.

Rosa Paniagua Ruiz (tutora de 6º de Primaria)


PANFLITO EL SALVADOR. Unas semanas antes de Navidad, la gente estaba muy entusiasmada con las fiestas que se avecinaban. Iban a recibir muchos regalos y a pasarlo con la familia. En las noticias solo se hablaba de que Los Mayas decían que el mundo acabaría el 21 de diciembre del 2.012, pero nadie creía esas chorradas, excepto una persona, Panflito. Él decía todos los días que el Apocalipsis llegaría el 21 de diciembre del 2012, pero nadie le hacía caso, creían que estaba chiflado.

A falta de una semana para “El día del Apocalipsis”, la gente seguía sin creer a Panflito, que se puso a construir un barco gigante, con capacidad para 500 personas, podría caber allí el humilde pueblo de Mememondo, donde él vivía. Ya faltaba poco para la Navidad, las calles estaban adornadas, la gente iban de compras, decoraban sus casas, se compraban décimos de Lotería para el sorteo, ya se sentía la Navidad en todo el mundo. Faltaban pocas horas para que el “fin del mundo” llegara; el chiflado de Panflito había acabado de construirse un barco súper resistente para el Apocalipsis, y la gente de Mememondo se reía de él.


Hasta que llegó la hora exacta del día señalado, las 12 de la noche en punto del 21 de diciembre del 2.012, pasaron unos minutos del supuesto Apocalipsis, pero...no pasó nada. La gente se rió de Panflito y de la tontería que hizo. -¡Panflito, eres idiota! -¡Has hecho el ridículo! -¡No ha pasado nada! jajajaja.

Pero había gente que veía la televisión en aquel momento, y de pronto, las retransmisiones de todas las cadenas se cortaron, y salió un boletín de noticias, en el cual decía que las calles de New York empezaron a agrietarse y empezó a llover torrencialmente; además hubo un par de terremotos. La gente de Mememondo se arrepintieron mucho de lo que le habían dicho a Panflito, y le suplicaban arrodillados que les dejara subir a su barco. Panflito dijo: -Os habéis portado muy mal conmigo, pero os dejaré subir a mi barco; no quiero ser la única persona del mundo, que quizás, sobreviva a esta catástrofe, quiero tener a gente de mi pueblo y a mis pocos amigos, así que os dejaré subir.


La gente del pueblo se subió agradecida al barco. Ya en el agua, un par de horas después, hubo una gran tormenta y un fuerte tsunami, pero el barco era tan duro, que salió intacto. Durante unas semanas el barco estuvo navegando por todo el mundo, hasta que el Apocalipsis paró, y fueron los únicos supervivientes del mundo, los 500 habitantes de Mememondo, incluyendo al gran salvador, Panflito.

No pudieron celebrar la Navidad, pero al siguiente año, la pudieron celebrar; lo disfrutaron mucho y nombraron alcalde a Panflito y alcaldesa a la novia que encontró, Anacleta. Y panflitín panflitado este cuento se ha acabado. Cuento e ilustraciones: Juan Manuel 6º de Primaria. Cuento premiado en la categoría tercer ciclo y primer ciclo de la ESO


CUIDA LOS JUGUETES Había una vez unos niños muy caprichosos; los Reyes Magos siempre le traían los juguetes que querían. Tenían toda clase de muñecos: de los que hacían pipí, caca …pero no los cuidaban y cuando se cansaban de jugar con ellos los tiraban la basura. Pasaron los años pero la cosa seguía igual. Llegó el día de Reyes y los niños/as de nuevo se pidieron toda clase de cosas y los juguetes ya estaban hartos de ser despreciados y tirados a la basura cuando... ¡Se escaparon! Los juguetes se escaparon y se fueron a las casas de los niños más pobres, que en el día de Reyes solo se pedían un miserable mantecado para comer. Cuando los niños pobres vieron las casas de muñecas, los perritos que andaban y las camisetas que brillaban, se alegraron muchísimo. En cambio los niños caprichosos patalearon, lloraron y hasta rompieron cosas. Pero... los niños pobres nunca rompieron los juguetes. Era el mayor regalo de sus vidas.

Narración e ilustración: Penélope 5º de Primaria.


Una mágica Navidad Érase una vez, en un pueblo llamado Clavado, llamado así, porque estaba clavado en una montaña; allí vivía una familia un poco pobre.

. El niño se llamaba Óscar, tenía los ojos verdes el pelo rojo y era un poco bajito. La madre se llamaba Ana era baja con los ojos azules y el pelo marrón. El padre se llamaba Manolo era alto, con los ojos marrones y el pelo negro. Llegó la noche de Navidad y estaban todos sentados en el sofá al lado de la chimenea. Ana, la mamá, tenía cáncer de mama, entonces fue con Manolo a tomarse la medicación, y de repente un soplo de viento apagó la chimenea y empezó a nevar, pero el niño se asomó por la ventana, pero el cielo estaba raso, ¡¡¡¡¡¡solo nevaba en la chimenea ¡!!!!.


Se oyó un ruido y de pronto un hombre entró por la chimenea ¡¡¡¡ era Papá Noel ¡!!!!

El niño estaba aterrado, entonces el hombre le dijo que no tuviera miedo que pidiera dos deseos. El niño le dijo que quería que su madre se curara y que su padre consiguiera trabajo, y el hombre de repente... desapareció. Al día siguiente, la madre fue a una revisión del médico y el médico le dijo que estaba curada. También pronto el padre consiguió trabajo. Al año siguiente eran ricos y el niño ya estaba muy contento.

Fin

Hecho por: Chencho. 5º Primaria


Una Navidad con sorpresas. Ya llegaba la Navidad y los niños y niñas estaban muy entusiasmados, porque el día 24 de diciembre vendría Papa Noel, pero este año no iba a ser igual. Los Reyes Magos estaban celosos de Papá Noel porque él repartía los regalos antes que ellos. Entonces los Reyes Magos pensaron un plan contra él. El plan era secuestrar a Papa Noel para que solo ellos pudiesen repartir regalos. Los Reyes Magos fueron a casa de Papa Noel el día antes de Nochebuena y cuando estaba dormido, roncando profundamente, lo metieron en un saco y se lo llevaron. Para que Papa Noel no les reconociera se taparon la cara con un pasamontañas. Cuando Papa Noel despertó empezó a preguntar:

-¿Dónde estoy? -¿Qué hago aquí? -¿Quiénes sois vosotros? -¿Por qué no estoy en mi casa? -Cállate- dijo Melchor con voz diferente para que Papá Noel no le reconociera. Los duendes de Papá Noel se dieron cuenta de su ausencia y como ellos sabían que los Reyes tenían celos de Papá Noel fueron a rescatarlo. Llegaron a la fábrica de los Reyes y cuando estos estaban preparando los regalos y leyendo las cartas de los niños… los duendes, con mucho cuidado, rescataron a Papá Noel.


Al final Papá Noel repartió a tiempo sus regalos y los Reyes Magos se dieron cuenta de lo mal que se habían portado con Papá Noel y le pidieron perdón. También se dieron cuenta de que lo importante era repartir regalos a todos los niños y niñas del mundo.

Cuento: Lydia 5º de Primaria.


Los niños y el árbol de Navidad. Había una vez unos niños llamados Antonio y Laura que estaban poniendo el árbol de Navidad con sus padres en el salón.

Cuando se fueron a la cama el hermano de Laura bajó a la cocina a beber agua y olió a humo. Miró en el salón y vio que el árbol estaba ardiendo y llamó a su padre.

-¡Papá baja corriendo! - ¿Qué pasa Antonio?


Cuando fue al salón vio el árbol de Navidad que estaba ardiendo, nadie sabía por qué se había prendido.

El papá apagó el fuego y tiraron el trozo de árbol que quedó a la basura pero…al día siguiente estaba plantado en el jardín, muy bonito y con muchos juguetes.

Fin Cuento: Alejandra 6º de Primaria. Ilustración primera: Alejandra.


La triste historia de Navidad. Hace ocho años, en las Navidades de 2005, a un niño recién nacido se le murieron los padres en una trágica tormenta, que es normal en Estados Unidos en esa época del año. Como no tenía familia lo llevaron a un orfanato en California. Allí se crió con sus amigos pero siempre quiso estar con unos padres.

Nunca tuvo regalos de Navidad pero aun así este año esperaba que Santa Claus le trajera al menos uno. Era 19 de diciembre, ya se acercaba la Navidad y George, estaba muy emocionado. Pero su amigo Peter, que era otro niño de su orfanato, le dijo que todo eso de la Navidad era mentira y que Santa Claus no le traería ningún regalo.


George se fue a llorar debajo de su cama; la llantina le duró toda la noche. Le pidió a Santa Claus que le regalara una familia para poder ser feliz. El 1 de Enero, una familia que vivía en Canadá, muy buena, adoptó a George. Él cuando vio a su nueva familia se quedó asombrado porque eran muy buenos, pensó que le querrían mucho y para siempre. Eran los padres que cualquier chico querría tener, lo llevaron a Disneyworld, le compraron juguetes. Al final George dio gracias a Santa Claus por su nueva familia, porque después de tanto tiempo podía tener una oportunidad para ser feliz con una familia de verdad, que era lo que él echaba de menos desde que perdió a sus padres verdaderos.


FIN. Cuento e ilustraciones: Alejandro 6ยบ de Primaria.


LOS DUENDES DE LA NAVIDAD El dos de diciembre cayó una nevada en Hoja Verde; el colegio no abrió. Anabel, una chica de pelo ondulado castaño claro, ojos negros y con repentinos cambios de humor, cogió su abrigo de piel (falsa) y se fue a dar un paseo. Como se mudaron hacía un mes, Anabel no tenía amigos pero es que era orgullosa, así que esperaba a que alguien le hablara. Y la única persona que le habló fue Venus, la chica superdotada de pelo negro y recogido, con gafas y tímida, que se le acercó y le preguntó:

-¿Sabes cómo celebramos aquí la Navidad? - dijo Venus. -No lo sé, nos mudamos aquí porque trasladaron a mi padre.contestó Anabel -¿Puedo pasear contigo? - Bueno, le contestó Anabel.


Anabel y Venus paseaban cuando de pronto vieron a algo o a alguien de unos trece centímetros de color rojo y verde. Venus quiso seguirlo pero Anabel la agarró y le dijo: -No, no sabemos qué es, puede ser peligroso- dijo Anabel asustada y dudosa. -Quizás sea una señal sobre la magia de la Navidad - dijo Venus. -Está bien-aceptó Anabel, sigámoslo. Saltaron por un agujero y... -¡¡¡Aaah!!!!-gritaron las dos. ¡¡¡Boom!!! Se levantaron y de pronto vieron una fábrica de juguetes de colores brillantes, rojo, azul, verde...

Se quedaron sin habla, en la cara de Venus salió una sonrisa mientras que Anabel empezó a alucinar. Dieron un paso, después se miraron y fueron hacia la fábrica.


Entraron y había duendes (de trece centímetros) que vestían con unos pantalones de color rojo y verde; estaban haciendo regalos. Anabel pregunto: -¿Aquí vive Santa Claus?- dijo Anabel ilusionada. -Lo siento niña con chaleco de piel-dijo un duende con voz chillona. -Y ¿Los Reyes Magos?-preguntó otra vez. -No- dijo enfadado. -Aquí solo hay duendes; son quienes fabrican los juguetes-dijo otro duende. -¡Claro! porque ni Santa Claus ni los Reyes Magos existen-dijo Venus convencida. -No, sí existieron lo que pasa es que la gente cuando se hace mayor se muere; ya están muertos -dijo el duende riéndose. - ¿Quién quiere a un jefe gordo y tres viejos montados en camellos? En conclusión es mejor así - se reía otro duende a carcajadas. Anabel y Venus siguieron a los duendes, ellos le explicaron que fabricaban los juguetes y se los vendían a las empresas Chinas. Cada una de las dos se cogió de la mano de un duende para que les enseñaran el resto de la fábrica. Anabel fue hacia arriba y Venus hacia las zonas de descanso. Venus de pronto…escuchó algo horrible detrás de una puerta. -Cuando quememos esos regalos se acabó la maldita Navidad-dijo un duende alto y delgado. -Sí, sí, sí, poooor sssuuuuppoeeesttooo- contestó otro tartamudeando. Venus corrió para contárselo a los demás duendes, pero el duende delgaducho la cogió, le tapó la boca y se la llevó. A la hora de cenar, Anabel y tres duendes fueron a buscar a Venus.


De repente Anabel tropezó y se cayó; vio el pañuelo de Venus, se levantó y corrió hacia donde estaba el pañuelo. Escucharon un ruido y allí estaban, Venus, el duende delgaducho y el tartamudo. Los duendes estaban a punto de quemar los regalos de ese año. Uno de los duendes que estaba con Anabel llamó a todos los demás. Enfadados se echaron encima de los duendes malos, desataron a Venus y así pudieron salvar la Navidad. Les dieron las gracias a Venus y Anabel.

Cuando volvieron fueron a sus casas y pasaron las fiestas con sus familias sin decir nada de duendes, pero ahora cada Navidad se van a ver a esos duendes tan graciosos. Autora e ilustradora: Alba Navarrete Vega 6º de Primaria.


EL SECRETO DE LA NAVIDAD. Los Reyes Magos enfermaron, ya eran demasiado viejos. Un día iban a repartir regalos y… Baltasar justo cuando iba a montarse en su camello cayó al suelo, entonces sus dos compañeros Gaspar y Melchor intentaron ayudarle pero ya era demasiado tarde. Baltasar había muerto. Entre Gaspar y Melchor lo cogieron y lo enterraron. Entonces ya las Navidades no eran lo mismo, ya no eran los tres Reyes Magos y el trabajo era mucho mayor. Entonces Gaspar tuvo una idea. Se unirían con Santa Claus.

Santa Claus aceptó; esta Navidad irían juntos a repartir regalos por toda las casas, pero en el trineo volador que era más rápido que los camellos.

El día del reparto Santa Claus esperaba a los Reyes Magos en la puerta con su trineo de renos, Melchor y Gaspar salieron y subieron, primero se dirigirían a Suecia. Ya desembarcados allí se situaron en la casa que iban a


dejar los regalos. Como siempre Santa Claus entraría por la chimenea y los dos Reyes Magos tampoco tenían otra entrada así que tenían que entrar los tres por la chimenea y dejar los regalos debajo del árbol. Primero entró Santa Claus y luego los dos Reyes Magos pero surgió un problema, Santa Claus había engordado más estas Navidades y quedó atrancado en mitad de la chimenea. Tras la ayuda de los Reyes Magos y el esfuerzo que hizo, consiguió entrar a la casa pero habían realizado demasiado escándalo y eso hizo que el niño que dormía se despertara. El niño se dirigió hasta la sala donde vio a Santa Claus dejando los regalos debajo del árbol, Santa Claus se quedó sorprendido, nunca antes le había pasado esto. Los Reyes Magos al ver que no subía preguntaron qué era lo que pasaba y Santa Claus les dijo que el niño le había visto y rápidamente Gaspar le dijo a Santa Claus que cogiera al niño porque nadie los debía ver mientras repartían regalos. El niño se dirigió al dormitorio de sus padres entonces Santa Claus cogió al niño, abrió la puerta y se montaron todos en el trineo. Por suerte consiguieron hipnotizar al niño y que se quedara dormido; después continuaron el reparto y volvieron a casa. Ya en casa tendieron al niño dormido e idearon un plan para que pudiera volver a su casa sin recordar nada de Santa Claus y así no lo contaría en el colegio. A la mañana siguiente los padres del niño despertaron y vieron que no estaba, se llevaron un gran susto y buscaron por toda la casa, las calles, todos los sitios hasta que tuvieron que llamar a la policía. Santa Claus y los Reyes Magos pensaron ir otra vez a la casa de aquel niño sueco llamado Esteben. Esteben despertó y rápidamente Santa Claus y los dos Reyes Magos metieron al niño en un cuarto y le dijeron que no hiciera mucho ruido, y ya llegada la noche cogieron al niño lo metieron rápidamente en un saco y se dirigieron a Suecia a casa de Esteben.


Se bajaron del trineo cogieron al niño de los brazos y pegaron a la puerta. Los padres de Esteben abrieron y Santa Claus, el niño y los Reyes Magos se adentraron en la casa a hablar con los padres, intentaron decirle que eran Santa Claus y los Reyes Magos y que venían a traerles a su hijo, el padre cogió un palo y empezó a palearles creyendo que eran unos secuestradores vestidos de frikis. Ellos les dijeron que por favor parara y que eran de verdad, que el niño y ellos no podían decirle nada a nadie porque se rompería el secreto de la Navidad y como consecuencia a ellos siempre les traerían carbón.


Los Reyes Magos y Santa Claus se marcharon y aquella familia mantuvo en silencio aquel secreto para siempre.

Fin Autor e ilustrador: Francisco Molero MuĂąoz 6Âş de Primaria.


El deseo cumplido. Una niña llamada Maika estaba con sus abuelos porque sus padres fueron de viaje.

Maika vivía en un pueblo muy pequeño y no tenía amigos ni amigas; en el colegio nadie jugaba con ella.

Ya se acercaban los días de Navidad. Todos los niños y niñas de su colegio tenían ya preparadas sus cartas; sin embargo, Maika, no había escrito su carta porque no quería pedirle regalos a los Reyes, lo que quería era pedir un deseo y que se cumpliese. Los padres de Maika volvieron a casa de los abuelos. Celebraron Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Reyes. Maika pidió el deseo, que era tener amigos, se le cumplió, y desde ese momento fue feliz. Y cada año celebraban Nochebuena, Navidad, Nochevieja y los Reyes felices. Maika cada año se sentía más feliz, sabiendo que tenía amigos y amigas.

Gara 5º de Primaria.


Una Navidad distinta en El Borge, Esta Navidad en El Borge creíamos que iba a ser como todas las Navidades, cenar con la familia y luego acostarse; pero pensamos que mejor podíamos hacer un árbol gigante en la plaza y cenar todo el pueblo junto y que cada uno llevara algo de comer. Y podíamos hacer el amigo invisible.

Llegó Nochebuena, hicimos el árbol, le pusimos bolas y cintas de


colores y quedó muy bonito; sorteamos el amigo invisible y fuimos a comprar el regalo. Cuando preparamos la comida y nos vestimos guapos, nos fuimos para la plaza. Después de comer dimos los regalos. Estábamos todos bailando en la fiesta y de pronto... se cayó el árbol, eso fue increíble, todas las bolas, como eran tan grandes fueron rodando y se rompieron y de ellas salieron los duendes de la Navidad. Ellos arreglaron el árbol pero también vinieron a poner una sonrisa en la cara de todos los alborgeños que estaban tristes y fue una Navidad perfecta. Cuento: Estefanía 5º de Primaria


FELIZ NAVIDAD Y FELIZ 2013


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