AUTORES: ALUMNOS DE 5ยบ Y 6ยบ DE PRIMARIA CEIP ANTONIO GALA (EL BORGE) 2012
Coincidiendo con la celebración de Halloween, hemos trabajado en el tercer ciclo la expresión escrita y la creatividad, junto a todo el colegio, con la invención de relatos de terror. Hay que tener imaginación para escribir y ¡vosotros la tenéis! Aquí os presentamos los textos de nuestros “queridos monstruos”, que nos cuentan historias de detectives, fantasmas, monstruos, cementerios, vampiros, etc... Esperamos que disfrutéis leyendo estos relatos, que os mantengan en tensión, pasando miedo o intriga, pero sobre todo que veáis lo que sois capaces de hacer cuando nos lo proponemos. ¡Quién sabe si en un futuro saldrá de entre vosotros un nuevo Edgar Allan Poe!
Mª.Ángeles Castro Núñez (Tutora 5º de Primaria)
1. Noche en el cementerio. Alejandro Villalba Campos.
2. La cueva de los murciélagos. Juan Manuel Pérez Medina.
3. El secreto del campanario. Alba Navarrete Vega.
4. El lago oscuro. Francisco Molero Muñoz.
5. Monstruos en la ciudad. Penélope Pendón Ponce.
6. Los niños detectives. Lydia Vela Sarmiento.
7. La inesperada fiesta de Halloween. Gara Molero Fernández.
8. El misterio del guante blanco. Estefanía Portillo Marín.
9. Una terrorífica noche de Halloween. Inocencio Jiménez Pérez.
NOCHE EN EL CEMENTERIO La noche de Halloween unos niños de un pueblo se reunieron , como hacían todos los años, para recorrer todo el pueblo y que las gentes les dieran caramelos y chucherías.
Eran tres chicos Pepe, Juan, Luis y una chica Lola. Luis se disfrazó de hombre lobo , Pepe se disfrazó de vampiro, Juan que iba de fantasma y Lola de zombi. Quedaron a las ocho de la tarde, a esa hora ya estaría anocheciendo, les daba un poco de miedo , pero eso era lo divertido. Era la primera vez que salían sin sus padre y solo conocían su barrio , por lo que les dijeron que no se alejaran mucho . Empezaron el recorrido por las casas de sus familias , abuelos, tíos y conocidos. A la hora ya estaban cansados de correr por las calles y las bolsas que llevaban para los caramelos estaban a rebosar . Entonces decidieron que iban a buscar un lugar para descansar un rato y empezar a comer chuches. Juan que era el mas atrevido del grupo tuvo una idea , -¿Por qué no vamos al cementerio y allí descansamos y comemos algunas chuches.?
A los demás les pareció una idea estupenda , en esos días el cementerio del pueblo estaba abierto por que era costumbre que los familiares fueran a limpiar y visitar a sus difuntos. Así que allí se hicieron presentes los cuatro amigos con sus disfraces y con sus bolsas de chuches, buscaron un banco donde poder sentarse y empezaron a comer caramelos , castañas , gominolas…. Al rato de estar allí se les acercó un chico y les pregunto que si les importaba que se sentara allí con ellos que sus amigos se habían ido ya y que el no tenía que volver a casa todavía. Los chicos le dijeron que sí , que se quedara allí con ellos y que comiera chuches con ellos. El chico nuevo estaba disfrazado con ropa pasada de moda y llevaba un maquillaje muy pálido . Les dijo que se llamaba Javier y que vivía muy cerca de allí.
Los chicos estaban un poco asustados de estar en el cementerio pero Javier les dijo que allí no había nada que temer , que el conocía bien el cementerio y que se los enseñaría. Los llevó por todos los rincones , algunos sitios parecían laberintos y así estuvieron un rato hasta que ya se hizo muy tarde y decidieron volver a casa . Se despidieron de Javier hasta otro día y volvieron a casa . Al día siguiente cuando les contaron a sus padres que habían conocido a un chico en el cementerio y que se llamaba Javier sus padres se quedaron pálidos , por que ellos cuando eran pequeños también conocieron a Javier una noche de Halloween.
FIN Alejandro Villalba Campos 6º.
LA CUEVA DE LOS
MURCIÉLAGOS En un pequeño pueblo de la serranía, cuentan los mayores la historia de los chicos que descubrieron las cuevas de los murciélagos. Así os lo contaré como lo contaba mi abuelo: Todo ocurrió una tarde de otoño, cuando tres amigos aburridos de no hacer nada, decidieron dar un paseo por un bosque cercano al pueblo.
Era un bosque con mucha vegetación, árboles grandes y grandes rocas. Aquella tarde, y aunque era temprano, de repente se hizo de noche. Los chicos notaron algo extraño en el ambiente, oían gritos y lamentos, pero no sabían de dónde venían, como ya era de noche, decidieron ir cogidos de la mano. Caminando sin saber a donde, y muertos de miedo por los ruidos, que cada vez eran más cercanos, el último de los chicos, sorprendentemente desapareció. Los dos amigos gritaban su nombre, pero el chico no contestaba.
De pronto, vieron un árbol enorme con grandes ramas que parecían un gran fantasma. Los chicos salieron corriendo, y cayeron en un agujero que les llevó a una cueva, en la que encontraron huesos, calaveras y cadáveres de personas y animales. Todo eso lo pudieron ver porque una luz cegadora venía del final de la cueva. Siguiendo la luz, llegaron a un lugar pantanoso, con arenas movedizas, encontraron a lo lejos a su amigo, pidiendo auxilio, y casi hundiéndose en el barro.
Lo raptaron una tribu de caníbales, que querían comérselo vivo, pero cómo en ese momento habían salido ahuyentados por unos murciélagos que les perseguían, los chicos salieron corriendo buscando una salida, pero aquella cueva, era interminable y con muchos caminos diferentes. No sabían por dónde ir. Se separaron, y cada uno fue por un lugar distinto. El primer chico, cogió el primer camino, y salió justo por debajo de la iglesia del pueblo, dónde había un cementerio abandonado. Fue encontrado al día siguiente durmiendo junto a las tumbas sin saber quién era. El segundo chico, fue encontrado varios días después por un cazador del bosque, estaba aterrorizado y había perdido un poco el norte. Tenía la
mirada perdida, y no paraba de gritar cosas extrañas. Además, tenía un tatuaje muy raro en el cuello, y un hueso que le pasaba por la nariz.
Y finalmente, el tercer chico, nunca más se supo de él. Aunque se rumorea por el pueblo, que las noches de Luna Llena, se oyen aullidos con una voz de chico joven. Y otro rumor, cuenta que, su espíritu ronda por el cementerio abandonado que hay junto a la iglesia.
Y así mi le contó mi abuelo...
Fin Juan Manuel Pérez Medina 6º de Primaria.
EL SECRETO DEL CAMPANARIO En un pueblo perdido entre sierras y bosques, un pueblo lleno de leyendas, el pueblo no salía en los mapas, nadie salvo sus habitantes sabía que existía. El pueblo cuyo nombre no diré, vivían ochocientos habitantes cien de ellos niños.
El pueblo era tranquilo, pero misterioso y un poco siniestro, por no decir mucho. Sus habitantes eran normales y otros eran demasiados raros.
El cura del pueblo muy serio y muy religioso siempre entraba al campanario asustado y con una jaula de conejos vivos. Nadie excepto el cura se atrevía a entrar, era como si le tuviesen miedo... Jimena (familia normal) era muy curiosa y bondadosa, de unos catorce años, de pelo negro y ojos marrones. Jimena era la sobrina del cura y vivía con él, en una casa cerca del río, ella vivía con él porque se quedó huérfana con ocho años.
Aquel día de treinta de octubre, Jimena acompañaba a su tío al campanario… en la puerta: -No tú me esperas aquí ¿entendido?-dijo. -¿Por qué? Déjame ir-contestó. -¡No!- gritó. A la mañana siguiente Jimena salió de paseo con Niki (familia demasiado rara), una chica de unos trece años, pelo rizado y castaño, ojos verdes y rebeldes. Pasaron por el campanario y cuando iban a entrar la más anciana del pueblo les dijo: -¿Que creéis que hacéis? Ahí está prohibido entrar, niñas tontas. -Cállese vieja loca-dijo Niki enfadada. -Niñas, los que entran ahí ya no salen-contestó. -¿Por qué? ¿Qué hay ahí?- preguntó Jimena.
-Ya he hablado demasiado y por favor no intentéis entrar-dijo la anciana despidiéndose. Llegó la noche del Día de los Santos, todo el pueblo fue al cementerio a escuchar el sermón del cura. Después, Jimena fue a casa con su tío el cura, a dormir. Jimena tuvo una pesadilla de que algo destruía la ciudad.
El día uno de noviembre amaneció con una tormenta muy fuerte. El cura no paraba de rezar pero no era el único, todo el pueblo...
De repente se fue la luz en todo el pueblo, un trueno derribó el campanario, de donde salió una enorme jaula, la jaula vibró: -Tío, ¿qué pasa? ¿Qué es eso? -El secreto… el se..cre..to… del campanario. La jaula se abrió y de ella salió el secreto; un gigantesco monstruo que dio un salto y provocó un terremoto. Pasado tres años del terremoto el cura sobrevivió con otros cuantos y reconstruyeron el pueblo pero hoy nadie aún se atreve a preguntar por Jimena o su fantasma y me refiero a fantasma porque para que el campanario volviera a su sitio se necesitaba un alma bondadosa y fue el cura con sus propias manos quien la asesino a puñaladas. No digáis nada u os aparecerá el alma de Jimena. FIN Alba Navarrete Vega 6º de Primaria
EL LAGO OSCURO. Hace mucho tiempo en un lago junto al mar, se encontraba un grupo de cinco amigos. Eran grandes compaĂąeros e iban todos los viernes a pescar al lago. Una tarde de viernes, mientras los cinco amigos pescaban en la vieja barca empezaron a moverse y a jugar entre ellos y la barca volcĂł y todos los chicos cayeron a las frĂas aguas y murieron sin poder ser rescatados.
Desde entonces cada vez que alguien iba a ese lago, desaparecía misteriosamente. Nadie podía saber lo que pasaba allí; durante años y años siempre la misma historia. Todas estas desapariciones dieron paso a una investigación de la policía, decidieron hacer un estudio. Tras días de investigación y entrevistas personales descubrieron la muerte de los chicos y el misterio que guardaba aquel lago. La policía jefe que era amiga de una médium, decidió contar con ella
y que le ayudará a descifrar esta historia. Decidieron las dos chicas, cautivadas por la historia, quedar el día de Halloween en el lago. Allí estaban las dos, frente al lago, escondidas tras la hierba. Después de un largo rato, aburridas, a lo lejos divisaron entre la niebla una barca. ¡Eran los amigos pescadores! Sus espíritus eran quienes hacían desaparecer a la gente. La médium estableció contacto con ellos y descubrió que estaban muy enfadados porque nadie en el lago les había recordado con una señal de que eran peligrosas aquellas aguas.
Entonces al otro día, después de aquello, la policía jefe señalizó ordenadamente la zona de peligros. Nunca más desapareció nadie en el lago oscuro.
FIN......... Francisco Molero Muñoz. Curso 6ºPrimaria
Monstruos en la ciudad.
Había una vez un niño que se llamaba Lucas, tenía el pelo negro, los ojos marrones y tenía 10 años. Su hermana mayor se llamaba Mariam y tenia 17 años, le contaba historias de miedo en Halloween. Un día Lucas fue a la Biblioteca a por un libro de miedo. -Déme un libro de miedo-dijo Lucas. A Lucas le encantaba Halloween y llevaba días esperando ese momento. -¡Por fin! ¡Por fin! ¡Por fin!-gritaba Lucas emocionado. -¿Abuela me has comprado el disfraz? -Claro que sí-afirmó la abuela de Lucas, cuando de repente llegó Mariam. -¡Qué tontería!-dijo Mariam burlándose de Lucas. -No te burles de Lucas- dijo la abuela.
Lucas y su abuela se fueron a pedir caramelos y Mariam se quedo
sola en casa de su abuela.
Pero… el libro de Lucas estaba abierto ¡y se movía sin parar!
Mariam lo agitó y… ¡salieron todos los monstruos del libro! Mariam se escondió bajo la manta. -¡No somos malvados! ¡Tú, tranquila!-Dice Frank, que era el monstruo protagonista del libro. -No me importa ¡fuera de la casa de mi abuela! -Como os vea me mata –dice Mariam. -Vale, pero no te pongas así –dice Frank. Los monstruos se fueron pero…¡ahora estaban en la ciudad!
Lucas y la abuela volvieron gritando: -¡Ahí fuera hay un montón de bichos gigantes! -¡Socorro! -¡Vale, vale, he sido yo! Pero no quería hacerlo. -¿De qué estás hablando? –pregunta la abuela. -Te lo cuento por el camino –dice Mariam. -¡Vamos a salvar la ciudad! ¡Mariam coge las pistolas de agua y llénalas al máximo! ¡Tú, abuela, coge la mantequilla! Y salieron los tres. -Mariam, coge las pistolas de tu mochila y lánzaselas en los ojos, y tú, abuela, coge la mantequilla y pónselas en los pies, ¡rápido! Lucas cogió un libro de magia y dijo: “Libritus entraritus” y todos los monstruos entraron en el libro. Y si os pasa eso alguna vez decir: “libritus entraritus” y no tengáis miedo. FIN Penélope Pendón Ponce 5º de Primaria
Los niños detectives Había una mansión no habitada por personas sino por unos fantasmas.
Unos niños muy aventureros fueron una noche a la mansión. Los niños no tenían miedo hasta que un fantasma apagó y encendió la luz unas cinco veces. -¿Qué ha sido eso?-preguntó María. -Se habrá ido la luz.-preguntó Juan. -Sigamos-dijo José.
Siguieron por un pasillo oscuro hasta llegar a un gran salón lleno de telarañas.
Los fantasmas querían que se fueran y volvieron a hacer lo mismo, los niños temblando dijeron: -Esto no puede volver a ser un apagón-gritó María. -Entonces ¿qué va a ser?-pregunto Juan. -Dejad de pelear, no sirve de nada.-añadió José. -Venga sigamos –prosiguió María. Entonces llegaron al desván, había cuadros muy antiguos que empezaron a moverse de aquí para allá y de allá para acá.
Todos empezaron a preguntar.
-¿Quién anda ahí?- preguntó María. -¿Qué está pasando?-siguió preguntando Juan. -¿Por qué se mueven los cuadros?-dijo José. -¡Corred!-gritó María.
Los niños salieron corriendo y jamás nadie ha entrado ahí. ¿Tú te atreverías?
Fin Lydia Vela Sarmiento 5º de Primaria.
LA INESPERADA FIESTA DE HALLOWEEN Llegó el día de Halloween, los niños estaban muy contentos pero los mayores no tanto, porque hace unos años ocurrieron unas cosas extrañas; al día siguiente de Halloween el pueblo se llenó de gatos negros. Llegó la noche de Halloween y los niños salieron a pedir caramelos. Cuando el reloj marcó las doce de la noche, los niños se fueron para sus casas pero, Jaime se quedó escondido para ver qué pasaba.
Entonces vinieron muchos niños y niñas disfrazados de brujas, momias, demonios, zombis etc…Y empezaron a hablar muy bajo, traían muchas cajas grandes. De allí sacaron muchos gatos.
Luego Jaime salió del escondite y les preguntó por qué traían tantas cajas con gatos negros y le contestaron que se trataba de un juego. Entonces Jaime llamó a todo el pueblo y les dijo que no tuviesen miedo, porque esos gatos negros que aparecían al día siguiente de Halloween eran por un juego. Y como todo el pueblo se enteró de que los gatos se trataba de un juego, salieron a hacer concursos de disfraces, a jugar a hacer recorridos, y cada año sabiendo lo de los gatos negros, ya no tenían miedo y se divertían mucho.
Gara Molero Fernández 5º primaria.
FIN
EL MISTERIO DEL GUANTE BLANCO
Érase una vez un detective que resolvía muchos misterios pero este caso era muy difícil; el misterio del guante blanco en el museo de la ciudad. Había una urna en la que estaba el diamante más valioso de todo el mundo y lógicamente estaba muy vigilado.
Por alguien robó el diamante. Pero nadie se enteró por qué habían envenenado a los policías que vigilaban las cámaras de seguridad. Las rompieron, entonces nadie se dio cuenta. A la mañana siguientes antes de abrir el museo, el encargado miró todos los objetos por si alguien los hubiera robado y vio que no estaba el diamante. Entonces llamó a la policía y al detective Jason Ensmis. Les contó que cuando él llegó estaban los vigilantes envenenados y la urna estaba rota y no estaba el diamante. Entonces el detective miró los cristales y debajo de dónde estaba la urna vio un guante blanco lleno de sangre porque el ladrón se cortó con un cristal y dejó el ADN.
Entonces el detective pudo saber que era una mujer. Luego fue a ver si había alguna pista más y vio un trozo de tela. A través del guante y la tela supo quién era la ladrona, era Miriam Maclader, la farmacéutica de la ciudad. ¿Por qué lo robó? Aún hoy sigue investigando.
Fin
Estefanía Portillo Marín 5º de Primaria
UNA TERRORÍFICA NOCHE DE HALLOWEEN
Érase una vez un niño que se llamaba William, tenía el pelo corto, negro y puntiagudo.
El padre, Marc, era alto, rubio, con el pelo rizado y unos grandes ojos marrones. La madre, Susan, era baja, tenía unos pequeños ojos verdes y el pelo largo, castaño y liso.
Eran ricos, y vivían en una mansión con un gran jardín y una enorme fuente con dos sirenas de piedra.
William estaba muy mimado, y todo le daba terror. Un día se fueron de excursión al parque de atracciones, pero cuando volvieron, su casa y la del vecino estaban envueltas en llamas y rodeadas de bomberos… decían que se había prendido con la barbacoa del vecino.
Todo se había quemado, también el dinero, entonces se mudaron a una casa abandonada, destartalada y que se caía a trozos.
Llegó la noche de Halloween y había una terrible tormenta, William estaba aterrado junto a sus padres. Un rayo deslumbró a William y cuando pudo ver…¡¡ qué horror!! sus padres habían desaparecido dejando un rastro de sangre y arañazos en el suelo. William muy asustado y temblando, siguió la sangre y los arañazos. Los rayos le dejaban sordo, pero entre rayo y rayo, podía oír una gota de algo que caía contra el suelo. Llegó a un lugar donde había un montón de puertas y las abrió y no había nadie, menos una que no se atrevió a abrir, pero la abrió y estaban sus padres empalados y destripados, la gota que oía era de
sangre.
Un monstruo se los estaba comiendo, era gigantesco y tenía cinco lenguas como serpientes. Entonces William corrió pero el monstruo le persiguió, le acorraló y se lo comió como si fuera una golosina.
Más tarde del cuerpo de cada uno de ellos, Marc, Susan y William, salió un alma y cogieron al monstruo y lo tiraron por la ventana y por fin murió. Entonces los tres fueron al cielo y el monstruo fue al infierno.
FIN. Hecho por: Inocencio Jiménez Pérez. Curso: 5º Primaria.
¿Truco o trato?
PRODUCCIÓN Y DISEÑO ROSACOLE 2012