Reflexología podal: camine hacia la buena salud ¿Sabe la importancia que tienen sus pies en cuanto a su salud integral? Descubra cómo la técnica de la reflexología podal le puede ayudar a resolver sus problemas emocionales y físicos. Es ampliamente conocido que los productos de desecho (toxinas) acumulados de los alimentos que comemos y el aire contaminado que respiramos, contribuye a muchos de nuestros problemas de salud. Cuando los productos de desecho de nuestro cuerpo alcanzan un nivel excesivo, esto puede causar fatiga, inquietud u otras enfermedades. La reflexología podal tiene por objeto prevenir o tratar condiciones de salud mediante la aplicación de presión con los dedos en puntos específicos en los pies. La idea subyacente de la reflexología podal es que ciertas áreas de los pies corresponden a ciertas partes del cuerpo y al estimular esas zonas, se puede sanar y desintoxicar la parte correspondiente del cuerpo.
Breve historia sobre la reflexología podal La reflexología es una antigua terapia natural que utiliza las zonas de la energía en las manos y los pies. Esto sirve para aliviar una gran variedad de enfermedades, así como para activar el sistema del cuerpo. Actualmente, la reflexología podal es muy común en China, Japón, Taiwán, Corea del Sur y Tailandia, y también es cada vez más popular en otras partes del mundo, incluyendo Europa y los EE.UU. Se cree que es una de las formas milenarias de curación, ya que se practicaba en China desde hace 5000 años. La historia demuestra que fue practicada por los egipcios antes de 2500 AC. Incluso fue utilizado por los indios y las tribus africanas. No fue sino hasta principios del siglo 20 que un médico estadounidense llamado William Fitzgerald sugirió que ciertas áreas del pie se relacionaran con otras áreas del cuerpo para diagnosticar y tratar enfermedades. Este proceso fue originalmente llamada terapia de la zona. El cuerpo fue estratégicamente dividido 10 zonas, cada zona representaba un órgano o sistema del cuerpo diferente. A continuación propuso que la presión constante y regular en un área particular del pie podría aliviar el dolor, la tensión y promover la curación como “reflejos” en la zona elegida. En la década de 1930, una enfermera y fisioterapeuta llamada Eunice Ingham, desarrolló mapas corporales que incluían puntos específicos de reflejo. Fue en ese momento que la zona pasó a llamarse terapia de reflexología podal y el nombre se ha quedado desde entonces. Los mapas