Esto es la poesía. No un don de fácil música ni una gracia riente apenas una forma de recordar, apenas - Entre el hombre y su orillauna señal, un puente.
Margarita Michelena
A MANERA DE PRÓLOGO “LAS TRES MARÍAS” suena a constelación, a magia. Tres poetas mujeres unidas por un nombre en el espacio y en el tiempo, reunidas por su voz poética, amarradas en este lapso solamente por lo de ‘María’. Tres voces, tres sentimientos cargados de vivencias e íntimo erotismo de brillantes alegorías. Como toda antología, responde a una elección personal subjetiva y parcial en el momento de transcribir los poemas de una u otra. Ellas son:
ROSSE MARIE CABALLERO MARÍA LUISA RENDÓN MARÍA DE LA CRUZ BAYÁ Pasión, entusiasmo, exploración interior marcan las voces de estas tres inspiradas poetas. Cada cual con su singular manera de percibir el mundo -su mundo- experiencia de rara intensidad, dada por sus particulares miradas, cuya significación finalmente brotará del encuentro entre el poema y el lector. Carlos Rimassa
antologador 3
rosse MARIE caballero vega
(1961) Cochabamba. Docente de Literatura e Idiomas. Licenciada en Francés por la Universidad Mayor de San Simón. Viaja a Europa con una beca sobre Literatura. Para esta poeta la existencia es un compromiso en continuo reajuste, su lucidez y la pasión garantizan sus experiencias, así como su constante introspección y autoconocimiento, generando situaciones inquietantes sobre la existencia cotidiana, sobre el amor y el desamor y la constante búsqueda de la felicidad con inéditas miradas. OBRA POÉTICA Antítesis (1998) Hojas de Eva (2004) In versos (2006) NARRATIVA Enigmas de la esfinge (2007) El vuelo de la esfinge (2009) 4
CAEN LAS HOJAS EN EL OTOÑO
EMIGRANTE
Caen las hojas en el otoño arces, álamos, cipreses la noche quieta en la ventana despide al día, lejana estrella.
Escapo de tus molles corro dentro tu río me pierdo, me pierdo.
Vuela el símbolo mágico de las palabras susurra el viento al polvo el canto de un cisne ausente que está muriendo caen las hojas en el otoño... La tierra enjuga su última lágrima un cirio azul dentro la esfera rima la danza de los latidos arces , álamos, cipreses.
Un remolino me lleva a otro suelo lejano los ojos se me llenan de dólares americanos. El avión va a partir mi equipaje se retracta y yo asumo mi desgracia.
Arces, álamos, cipreses... el monte esconde en su mirada la hoja sagrada maniatada abre su vientre y en él la encierra caen las hojas en el otoño.
Viajaré, volaré, triunfaré entre los platos de algún restaurante se quedarán mis ilusiones, otras valijas en los hoteles pesarán más que las mías, mis bolsillos reventarán…
(Hojas de eva)
Pero… ????? Verás, yo volveré bajo tus molles correré por tus praderas tu cielo blanco responderá mis mil preguntas.
(Antítesis)
5
EL MANIFIESTO Sufro por el devaluado nombre de mi patria por los guardias de museos en el mundo por la indiferencia del turista multilingüe por los niños en los lienzos mal pintados.
La sombra esparce sus mil enigmas el ancho bosque verde ha cambiado en negro fuego sus lentas hojas. Protesto por el esplendor de capitales milenarias por la miseria de los pueblos conquistados por las religiones que han ateizado la palabra por la geografía que ha marcado el destino de los hombres.
La sal devora del mar las aguas tierra y montañas se yerguen crueles arena y rocas cubren los campos. Solicito romper las fronteras hilvanadas en la épica de los siglos construir un paraíso infinito donde los exploradores no perturben el sueño de la luna dialogar con el amor que no necesita traductores saltar de la cruz en la que nos hemos eternizado plantar una bandera blanca en el mar.
UN PAÑUELO BLANCO ¿Cómo remover las algas del mar comprimir las nubes del cielo o buscar piedrecillas preciosas al borde de un río o perlas marinas debajo la arena? ¿Cómo encontrar las promesas perdidas, volviendo a nacer o muriendo de nuevo? Las ostras contienen las claves del oro tus cartas apenas quimeras prohibidas las voces mentidas son larvas resecas. Van miles, millones de horas varadas en los minuteros marchitos del tiempo tú no sufres nada. Naciste riendo en tu pecho han puesto corazón de hielo y el frío de invierno perdura en tu alma. ¿Cómo navegar sin barco en la orilla tramontar Los Andes o Los Pirineos? La balsa ha expirado anclada en la playa las nieves forjaron fronteras gigantes mis manos flamean un pañuelo blanco.
(Hojas de eva)
Las olas funden la vida y muerte se abren los cielos omnipotentes tiemblan los ángeles frente al Final. (Hojas de eva) 6
BALADA DE LA LUNA Cadencioso cruza un gato el tejado a la hora en que se citan los amantes las higueras entrelazan emociones se yergue el aire bramante para traspasar aortas. Otro gato le persigue, o tal vez gata, en la amarillenta transparencia de la luna la luz se enciende prohibida en el ventanal vecino techos y calles hiela el invierno y afuera, donde comienza el silencio, un amante continúa en espera confundido.
(Hojas de eva)
LA VIDA MATÓ A LA MUERTE
Una sola vez murió la muerte (ella sigue imperturbable y callada en su habitación ilícita). La sal parida por su volcánica boca se llevó azogada la respiración del espejo. ¿Qué es la vida? La viajera de un tren desconocido una estación de frontera que espera inconmovible su apertura una falla de cartón para la Cremà o una tora en Zaragoza que danza contra el torero. Una quimera clandestina. ¿Y qué la muerte? Un sepulcro blanco sin ruido permitido la tristeza del viento en las montañas una languidez sin adjetivo o una lengua extranjera incomprendida. La enigmática utopía. Ningún secreto es ya secreto sólo el silencio mudo del silencio. La vida vive mientras escribe su poesía.
7
De la botella de vino caía un hombre.
MARIA luisa rendón vallejos
De un bolso de mano se desprenden mujeres.
Se cansó de ser padre quiso ser hijo se cansó de ser hombre quiso vivir.
El hombre ya casi aprendía a vivir sin comer... pero, murió.
Encuentros (no quiero vivir entre) despedidas...
(del libro: In versos)
Nace en Oruro (1960). Estudia piano y danza. Docente en la Facultad de Odontología de la Universidad Mayor de San Simón, Cochabamba. Palabra de intensidad en un estilo de máxima economía verbal. Poeta de la soledad y la nostalgia con una sensitiva acentuación espiritual bordeando inquietudes metafísicas con emociones despojadas de temporalidades. OBRA POÉTICA Huellas (1998) Usted (2000) Revelaciones (2003) Contrasilencio (2007) 8
XLIV
Usted me hace hierba cálido reposo en la tierra enraizada. Usted me hace raíz amarrada a corrientes subterráneas alimentando cortezas creciendo profunda. Usted me hace tallo cuerpo, dueña de un tronco firme -venerada fortaleza. Usted me hace fruto maduro, siempre a punto, golondrina en primavera. Usted me hace porcelana mejor cocida, mejor que la palabra más buscada sumergida perla silenciosa. (del libro Usted)
COMO LA ESPUMA Como la espuma crece la tarde ancha celebrado esplendor la luz: en su deslumbramiento. La respiración conspira la humedad de esta lluvia sin prisa vaciándose para ser por primera vez y para siempre. Perseverancia del aire en complicidad de las voces sumergiendo el solo tiempo juegos sin tiempo. Atrapada y dispersa busca el centro hacia dentro abraza su sola transparencia Vulnerable y delicada alta en su orilla en su propio círculo, hueco y matriz. Por encima del latido por debajo sumergida juega en lo breve antes que la palabra. En silencio se hace cuerpo, súbita actitud abierta para que ocurra para ser estimada para que crezca para que estalle! -como si uno y la espuma fuese uno.
(Revelaciones) 9
VIII ALGUNAS PRECAUCIONES
4
busco en
… el cuadro de Góngora
mi propio
en la pared del frente
nacimiento
las habitaciones muy bien ordenadas
el retorno
y limpias
que
el refrigerador lleno de fast food
me sostenga
leche y jugos de frutas.
quiero
Me siento al escritorio
vivir
apunto para el nuevo día
sin cenizas
las mañanas son de arcilla
no
donde se modela tierra y agua
quiero
para que no queden intersticios
resurrección
ovillando su propia esencia
sin
padeciéndome en lo callado.
alas. (Revelaciones)
(Contrasilencio)
10
8
24
jugando frenética
a ser
en combate,
locos
impetuosa
se
desafío
derritió
para
la luna
mi pecho
en
un lado
el anillo
sediento
de
el otro
tu abrazo
partido
el
que me quede
alba aclaraba
que me sea
dispuesto velo
pero
-en despilegue-
seguirá siendo
resplandesciente
insurrecta
nos fue
tirana
de nuestros
insania
cuerpos
su venganza.
atados se colgaba
(Contrasilencio)
la luz.
(Contrasilencio) 11
MARIA de la cruz bayá claros V Como un país árboles de paisaje, siglos de dibujos tocados en mis ojos, baños claros en mi sien madura, geografía embrujada, de paso húmedo, erecto y combado, esencia de amazona, prisionera en la tierra, de una aparición.
(Huellas)
Nace en Cochabamba (1968). Poeta, abogada, docente de la Universidad Mayor de San Simón. Afincada en mundos interiores en los que rige, se pregunta sobre el mundo y sus diferencias. Solitaria ante las injusticias. Poesía honda y simple que se transforma en testimonio entre el amor y el dolor. Le duele la pobreza de los seres y su voz se desgarra cuando los nombra. Domina la arquitectura del poema sin concesiones, para ella un acto trascendente. OBRA POÉTICA Entre alas y raíces (1996) La víspera del deseo (2003) Los inexistentes (2008)
12
Publicó dos libros sobre Derecho Internacional. II Alguien puso mi vestido de novia a la luna, coqueta, bajo un beso menguante y creciente, que de algarabía la llena y renueva en cada noche…
(Entre alas y raíces) Sentidos 3 En la cumbre de una noche mis sentidos se desprenden y observan desde la prístina vía láctea un rosario de amores amorfos que van escapando y en medio de esta carrera estelar siento un aroma distinto del sol o la lluvia, del frío o el rocío… me detengo… es estremecedor, humilde y doloroso… Es el aroma del deseo… eres tú.
(La víspera del deseo)
(Entre alas y raíces) Encuentro 4 Reflexión Soy una mujer, un cuerpo, condenado a vivir la soledad de un nacimiento efímero, de nostalgias apostadas en cada esquina, de claroscuros imprecisos, y esperanzas contundentes…
Entonces… no sé. No sé si es la cantidad de palabras que duermen bajo la sombra de nuestros cuerpos apasionados, flotando entre cornisas o la magia de aquellas sensaciones que despiertan tus labios al peregrinar sobre un viento desnudo, que motiva sta ansia inconclusa de beberte sorbo a sorbo… En cada esquina… Precipitadamente.
(La víspera del deseo 13
37
38
Grito… ¿Por qué callar, si la muerte habla? ¿Por qué llorar, si la vida es festejo? ¿Por qué amar, si el destino es nada?
No me esperes esta noche. no peinaré tus cabellos, ni maquillaré tu rostro, no cocinaré para ti, ni pondré la mesa para dos. tengo cita con la luna…
Grito… Porque me arrancaron el paisaje de los abrazos; y me dieron una merienda de silencio… grito y me pierdo para que no me olvides en la “lucidez” de tus pasos… Grito… Porque no tengo miedo de mentirle a la luna…
(Los inexistentes)
No me esperes mañana, a trenzar cintas blancas, en los lienzos de tu vida, o a dejar silenciar mi verdad con un beso lastimero. No vendré, estaré abrazando al sol. Esta tarde, cundo el ángelus se desgaje y meza, entre los versos de un té, desbordante, ya seré amante de la muerte…
(Los inexistentes)
14
17 Ante la crisis de la ciencia, Llega el chamán y recita los versos De la tierra y los ancestros, Conjura n los dinteles del tiempo, Recita otros versos… Las lágrimas se columpian… Ha llegado estruendosamente El silencio.
La presente antología titulada Las Tres Marías, del autor Carlos Rimassa se terminó de elaborar en CochabambaBolivia, en el mes de junio de 2009
(Los inexistentes)
15
16