- URGENTE -
LA GRAN PROMESA DEL CORAZÓN DE MARÍA. PONTEVEDRA. 1925 (y 1926). (Tomado de las obras del P. Joaquín Alonso) “La Santísima Virgen está muy triste, pues nadie le da ninguna importancia a Su Mensaje” (Hermana Lucía, vidente de Fátima). DIOS HA ESPERADO SIEMPRE UNA FERVOROSA RESPUESTA DE PARTE DE NOSOTROS. En Fátima, en 1917, la Virgen dijo a los pastorcitos: “Con el fin de prevenir la guerra, vendré para pedir la Consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la Comunión Reparadora en los Primeros Sábados de mes.”. “A quien abrazare la devoción a Mi Inmaculado Corazón le prometo la salvación, y sus almas serán queridas por Dios como flores puestas por Mí para adornar su Trono.”
Nuestra Señora del Rosario. Ella pidió en Fátima el rezo del Santo Rosario todos los días.
La promesa hecha por Nuestra Señora de realizar una manifestación futura concerniente a la práctica de la Comunión Reparadora fue cumplida el 10 de Diciembre de 1925. La Comunión reparadora, también conocida como La Gran Promesa del Corazón de María, es garantía de salvación y condición para la conversión de Rusia.
Lucía era postulante en el Convento de las Doroteas en Pontevedra, España, cuando tuvo una aparición de la Virgen sobre una nube de luz, con el Niño Jesús a su lado. La Sma. Virgen puso su mano sobre el hombro de Lucía, mientras en la otra mano sostenía su Corazón rodeado de espinas. El Niño Jesús le dijo a Lucía:
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“Ten
compasión del Corazón de tu Santísima Madre, su Corazón está cercado de las espinas que los hombres ingratos le clavan a cada momento, y no hay quien haga un acto de reparación para sacárselas.” Inmediatamente, Nuestra Señora dijo a Lucía: “Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y di que a todos los que durante 5 meses, en el primer Sábado + se confiesen, + reciban la Sagrada Comunión, + recen el Rosario + y me hagan compañía durante 15 minutos meditando en los misterios del Rosario con el fin de desagraviarme, les prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para su salvación.”
Aparición en Pontevedra, 1925.
Debido a la dificultad que suele presentarse para confesarse en Sábado, Jesús consintió en que ésta se efectúe dentro de los 8 días siguientes, y hasta de muchos días más, con tal de que el alma reciba la Comunión en estado de Gracia y con la intención de desagraviar al Corazón Inmaculado se María. Además, será igualmente aceptable la práctica de esta devoción en el Domingo siguiente al primer Sábado, cuando los sacerdotes, por justos motivos, así lo concedan a las almas. Esta devoción consta de 5 Sábados porque son 5 las blasfemias proferidas contra el Inmaculado Corazón de María: 1. Contra su Inmaculada Concepción. 2. Contra su Virginidad. 3. Contra su maternidad divina, rechazándola a la vez como Madre de los hombres. 4. Infusión en los corazones de los niños la indiferencia, el desprecio y el odio hacia Ella. 5. Ultrajes a sus sagradas imágenes.
“Por fin mi Inmaculado Corazón triunfará” 2
Y la promesa hecha por Nuestra Señora de realizar una manifestación futura concerniente a la Consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón fue cumplida en Tuy, España, en 1929. Es Nuestra Señora quien habla: “Ha llegado el momento en que Dios pide al Sto. Padre que haga, en unión con todos los obispos del mundo, la Consagración de Rusia a mi Corazón Inmaculado, prometiendo salvarla por este medio.” Si Dios permite que la consagración de Rusia llegue tarde es porque los grandes crímenes y pecados así lo exigen, pero principalmente por nuestra flojedad e indiferencia.
Aparición en Tuy, 1929. Este mensaje no llegó a manos del Papa hasta 1942, y la Consagración que se efectuó en este mismo año no cumplió con todas las exigencias del Cielo: “Consagración de Rusia por el Papa en unión con todos los obispos del mundo, en un solemne y público acto de reparación”. Por este motivo no se obtuvo, por el momento, la conversión de Rusia, pero sí la abreviación de la Segunda Guerra Mundial (la cual fue anunciada durante la noche del 24 al 25 de Enero de 1938 por una luz desconocida que alumbró a toda Europa, tal como la Sma. Virgen lo advirtió en Fátima, en 1917).
Verdadero y Extraordinario Rostro de la Virgen María. San Juan Diego vio ternura y paz en este Rostro; pero los 3 pastores de Fátima vieron bondad y tristeza.
[Y en todo el siglo XX no se realizó la Consagración.]
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