INFORMACIÓN PARA FAMILIAS ANFITRIONAS
INFORMACIÓN PARA FAMILIAS ANFITRIONAS
Recibir a un estudiante de otro país que participa en el Intercambio de Jóvenes puede ser una experiencia muy grata, siendo ésta una estupenda oportunidad para la familia anfitriona de familiarizarse con otra cultura y tradiciones y, a la vez, hacer propias las ambiciones e ilusiones del estudiante a su cargo. El programa de Intercambio de Jóvenes sin duda enriquecerá la vida de todos sus familiares. Esta guía presenta un panorama general del programa de Intercambio de Jóvenes y describe sucintamente las responsabilidades de la familia anfitriona. En el curso de las sesiones de orientación que deberán organizar los rotarios encargados del programa de su localidad podrá obtener más detalles sobre el funcionamiento del Intercambio de Jóvenes y formular las preguntas pertinentes. No deje de asistir a todas estas importantes sesiones, a fin de informarse cabalmente de las expectativas que podrá tener al ofrecer la participación de su familia en calidad de anfitriona del programa de Intercambio de Jóvenes, así como del papel que el estudiante y los organizadores del programa esperan que usted desempeñe.
© 2004 Rotary International
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INTRODUCCIÓN Existen dos tipos de intercambios en el marco del programa: 1. Los intercambios de largo plazo generalmente tienen una duración equivalente a un año lectivo del país al que viaja el estudiante. Durante el período del intercambio, éste asiste a clases y se hospeda con dos o tres familias anfitrionas. 2. Los intercambios de corto plazo pueden extenderse desde un lapso de varios días hasta varias semanas. Frecuentemente, se realizan en períodos de vacaciones y, por lo general, no incluyen un programa de estudios. En este tipo de intercambio, el estudiante suele alojarse en casa de una sola familia en el país anfitrión, pero también es común que se organicen programas de campamentos internacionales que congregan a estudiantes de diversos países. Tanto los rotarios como las personas no afiliadas a Rotary podrán participar en calidad de familias anfitrionas. Las familias integradas por un rotario (o más de uno) pueden ser muy pequeñas o sin hijos, o bien numerosas, con hijos pequeños, adolescentes o adultos. Para las familias sin lazos rotarios, comprender la manera en que Rotary funciona es fundamental para la apreciación plena de su experiencia como anfitriones. Los clubes rotarios son entidades de servicio que procuran mejorar la calidad de vida en la comunidad local, promueven la observancia
de elevadas normas de ética en el ámbito profesional y empresarial, y fomentan la buena voluntad y la comprensión internacional. El cuadro social de los clubes constituye una muestra representativa de la vida profesional y empresarial de la localidad. Los clubes rotarios realizan gran variedad de actividades de servicio, entre las cuales se cuenta el Intercambio de Jóvenes. Para fines administrativos, los clubes se agrupan en circunscripciones geográficas denominadas distritos rotarios. La administración del programa de Intercambio de Jóvenes de Rotary está enteramente a cargo de los clubes y distritos participantes. Rotary International (RI) es la asociación de los clubes rotarios de todo el mundo. Aunque RI alienta a los clubes y distritos a emprender actividades en el marco del Intercambio de Jóvenes y brinda apoyo mediante publicaciones y pautas sugeridas, los distritos rotarios organizan sus programas de intercambio independientemente de RI. Cada año, los distritos rotarios organizan más de 7.000 intercambios internacionales para estudiantes de secundaria, siendo uno de los objetivos primordiales del programa la promoción mundial de las relaciones cordiales mediante los intercambios entre diferentes culturas.
Selección de los estudiantes Los participantes en el Intercambio de Jóvenes de Rotary son estudiantes de secundaria o bachillerato y, generalmente, los interesados son
aceptados para integrarse al programa si han obtenido notas superiores a la media y pueden demostrar su participación directa en actividades extracurriculares. Normalmente, los clubes y distritos rotarios seleccionan a los jóvenes mediante el análisis detenido de su solicitud formal y entrevistas a fondo con los interesados. De esta manera, se asegura que en cada intercambio participen solamente estudiantes responsables que demuestren el nivel de madurez necesario. Normalmente, los rotarios encargados de la gestión del programa en el país de origen del estudiante evalúan sus antecedentes académicos, sus conocimientos del idioma del país anfitrión, su adaptabilidad general y otras cualidades. Se alienta la participación de estudiantes con discapacidades físicas, tanto en los intercambios de largo como de corto plazo.
Normas del programa de Intercambio de Jóvenes Los programas de intercambio que organicen los clubes o distritos deberán establecer las reglas concretas que deberán observar los jóvenes participantes. Antes de partir del país de origen, los estudiantes que sean aceptados para tomar parte en el Intercambio de Jóvenes de Rotary deberán comprometerse a cumplir con las normas y reglas correspondientes y firmar una declaración aceptando las condiciones del intercambio. Aun cuando el club rotario anfitrión del estudiante les explicará a los rotarios del club o distrito patrocinador y al estudiante las normas que rigen para el programa, se recomienda que los rotarios patrocinadores las repasen con el estudiante para cerciorarse de que todos comprendan claramente
sus respectivas obligaciones. Durante la sesión, se deberá permitir al estudiante formular las preguntas y hacer las consultas que desee sobre sus funciones y responsabilidades como participante en el intercambio. Las normas del programa usualmente consisten en disposiciones basadas en el sentido común, tales como la prohibición de conducir vehículos automotores y la obligación de obtener permiso específico para viajar fuera de la localidad del club anfitrión durante el período del intercambio. Asimismo, se exhorta a los participantes a abstenerse de mantener relaciones amorosas mientras se encuentren en el distrito anfitrión; sin embargo, se los alienta a entablar amistades y cultivar la camaradería con los jóvenes del área anfitriona, siempre que se respeten las normas sociales del país. Queda estrictamente prohibido todo tipo de actividad sexual.
Responsabilidades de los clubes y distritos rotarios El club o distrito rotario patrocinador del país de origen del estudiante deberá: • Informar al club o distrito rotario anfitrión sobre el itinerario del estudiante y organizar un programa de orientación previo a la partida de éste. • Mantener contacto con el distrito y club anfitriones, así como con el estudiante, mientras dure el intercambio.
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• Organizar una o varias sesiones para asesorar al estudiante, intercambiar impresiones y ayudarlo a adaptarse a su nueva situación al cambiar de familia anfitriona o a su regreso al país de origen tras la estancia en el exterior. El club o distrito rotario anfitrión del estudiante deberá: • Analizar las cualificaciones y seleccionar a todos los voluntarios y las familias anfitrionas antes de autorizar su participación en el programa. El proceso de selección incluirá la presentación de una solicitud formal, visitas concertadas e imprevistas al hogar de las familias interesadas y una entrevista o más de éstas con los rotarios designados al efecto. Es posible que a las familias interesadas en hospedar a un estudiante del Intercambio de Jóvenes se les exija la presentación de cartas de referencia y su autorización para una investigación sobre antecedentes policíacos. • Recibir al estudiante a su llegada. • Tramitar con la escuela secundaria local las inscripciones, matrículas y otros asuntos educativos (para intercambios de largo plazo). • Organizar un programa de orientación para facilitar la adaptación del estudiante a su nuevo entorno. • Alentar el diálogo franco con el estudiante sobre sus expectativas y necesidades, y organizar algunas actividades sociales y culturales apropiadas para el estudiante.
• Designar, en el caso de los intercambios de largo plazo, a un consejero rotario y, opcionalmente, disponer el pago de una mensualidad al estudiante. • A lo largo del intercambio, mantenerse en contacto con el estudiante y las familias anfitrionas por intermedio del consejero rotario, quien no deberá ser miembro de ninguna de las familias anfitrionas ni integrar el círculo social inmediato de éstas.
Responsabilidades de las familias anfitrionas Aunque los jóvenes que participan en el programa de intercambio suelen ser excelentes estudiantes, más capacitados que el adolescente medio para sobreponerse a las dificultades y hacer frente a nuevas situaciones, son vulnerables en virtud de encontrarse en un país que no conocen y en el que, posiblemente, tengan que comunicarse en un idioma extranjero. Las familias anfitrionas asumen la máxima responsabilidad con respecto al éxito del intercambio en vista de que les corresponde brindar al estudiante un ambiente seguro en el que no se sienta en peligro. Es indispensable que en los hogares anfitriones el respeto mutuo marque la pauta a fin de que se establezca y reine la confianza y la amistad entre el estudiante y su familia del intercambio. Con el objeto de dar realce a la importante función que desempeñan las familias anfitrionas, Rotary International ha aprobado una “Declaración de normas de RI respecto a las actividades para la juventud” (reproducida en la contratapa interior
de este impreso), debiendo todos los participantes en el programa comprender y acatar las estipulaciones descritas.
sus obligaciones o no hayan recibido las respuestas adecuadas a sus preguntas que se abstengan de ofrecerse como familias anfitrionas.
Las familias que acogen al estudiante deberán siempre mantenerse en estrecho contacto con el club rotario anfitrión a efectos de hacer frente a todo problema que pudiera surgir y resolverlo cuanto antes. Además, el estudiante deberá poder comunicarse en todo momento con el consejero rotario, a fin de consultar con él acerca de los problemas o dudas que pudieran surgir en el transcurso del intercambio.
A continuación se describen algunas situaciones que las familias anfitrionas deben considerar antes y después del intercambio.
PREPARACIÓN POR PARTE DE LAS FAMILIAS ANFITRIONAS Recibir en su hogar a un estudiante de otro país puede ser una experiencia sumamente grata para toda la familia y la satisfacción de todos aumentará en la medida en que la familia anfitriona participe en la vida del estudiante a su cargo. Se recomienda que las familias anfitrionas consulten con el distrito o club rotario de su localidad para pedir información más detallada o formular preguntas específicas sobre el programa. Es de esperarse que en la familia que nunca haya recibido a un estudiante de intercambio se aguarde con cierto nerviosismo tal experiencia. Es muy importante que a todos los miembros de la familia les agrade la idea de recibir a un joven o una joven de otro país. Se recomienda a las familias que tengan reservas al respecto, duden en poder cumplir con
Preparativos para la llegada del estudiante Aunque el club rotario patrocinador y el club rotario anfitrión del estudiante de intercambio se encargarán de la mayor parte de los arreglos logísticos, conviene que la familia anfitriona tome las medidas pertinentes a fin de prepararse para la llegada del huésped. Se deberá considerar si los conocimientos sobre el entorno cultural del que procede el estudiante invitado son suficientes para comprender las diferencias que puedan surgir. De lo contrario, sería prudente investigar el tema por medio de Internet, la biblioteca de la zona u otras fuentes. El club rotario local también podría ser un recurso muy útil. En cuanto se conozca el nombre del estudiante y se cuente con la dirección de éste, la familia anfitriona deberá ponerse en contacto con el o la joven y sus padres. La manera más fácil de hacerlo es solicitar a los rotarios encargados del programa en el ámbito local la dirección de correo electrónico del estudiante. El próximo paso consiste en enviarle una carta de presentación al estudiante de intercambio, dándole la bienvenida por anticipado y describiendo a la familia (cuántas personas la integran, sus edades, pasatiempos, etc.), indicándole el tipo de ropa
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que necesitará según el clima de la localidad (si no hubiera salido ya de su país), describiendo la comunidad anfitriona o la escuela a la que asistirá e incluyendo todos los demás detalles pertinentes. Sería conveniente preguntarse lo que uno mismo desearía saber sobre un nuevo hogar en otro país y transmitirle esa información al estudiante que en breve formará parte de la familia.
Contacto inicial con el estudiante de intercambio y presentaciones Aunque un rotario del club o distrito anfitrión recibirá en el aeropuerto al estudiante a su llegada, se aconseja que un miembro de la primera familia anfitriona también esté presente para darle la bienvenida. Se debe tener presente que el estudiante seguramente se sentirá cansado tras el viaje y necesitará un tiempo razonable para recuperarse del desfase horario. Además de la recepción en el aeropuerto, numerosas familias anfitrionas organizan una fiesta informal de bienvenida con la finalidad de presentar al recién llegado a algunos residentes de la comunidad y amigos de la familia con quienes el estudiante tendrá contacto durante el intercambio. Posteriormente, se podrá presentar al estudiante a más personas de su misma edad, ya que la mayoría de las personas con las que interactuará mientras participa en el intercambio serán sus contemporáneos. Muchos clubes rotarios anfitriones celebran una función social durante los primeros días del intercambio para iniciar el
ciclo de presentaciones, sobre todo si se cuenta en el área local con un número considerable de estudiantes que participan en el Intercambio de Jóvenes. Rotary International ha preparado una lista de “Preguntas que se sugieren para formular a su familia anfitriona”, para consulta de los estudiantes y las familias anfitrionas, con miras a facilitar el diálogo entre las partes desde el comienzo del intercambio. Para recibir una copia de la lista de preguntas, diríjase al club rotario local o al representante local del Intercambio de Jóvenes de Rotary. La lista también está disponible en la sección “Descarga de materiales” del sitio web de RI (forma parte del Manual de Intercambio de Jóvenes, impreso 746-SP).
Orientación y adaptación Los estudiantes que participan en el Intercambio de Jóvenes deberán recibir orientación formal antes de partir del distrito en el que residen y/o después de llegar al país anfitrión. No obstante, sin perjuicio de la calidad de la orientación brindada, el estudiante siempre se presenta ante la primera familia anfitriona como extranjero en tierra extraña donde posiblemente se encuentre con un idioma que no domina, un acento que le resulte difícil entender o regionalismos y expresiones coloquiales desconocidas. Es posible, incluso, que su participación en el intercambio sea el primer viaje que le obligue a residir lejos de casa durante un tiempo prolongado.
Una manera de facilitar la adaptación del estudiante es reconocer que éste y la familia anfitriona seguramente tendrán algunos conceptos erróneos respecto a la usanza cultural de uno y otra. El comportamiento que se considera inapropiado o imprudente en una sociedad podría ser correcto en otro entorno cultural. Se deberá tener en cuenta que tales conceptos erróneos pueden llevar a los anfitriones a atribuir motivaciones inexistentes al comportamiento del estudiante. Algunos distritos rotarios organizan programas de orientación intercultural para las familias anfitrionas con miras a ayudarlas a superar tales dificultades. Se anima a las familias interesadas en hospedar a los estudiantes de intercambio a participar en las sesiones de orientación. Otra sugerencia para acelerar la integración del estudiante a su nuevo entorno es hacerle partícipe de las actividades cotidianas. Esto no significa que sea necesario organizar un programa complicado o muy formal. Basta con aceptar al estudiante como parte de la familia y darle la oportunidad de participar en los aspectos de la vida en familia que son comunes a la mayoría de los jóvenes de escuela secundaria en la comunidad anfitriona. Se aconseja que la familia anfitriona trate al estudiante como un pariente más y no como un invitado y de la manera en que quisiera que se tratara a sus hijos si éstos viajaran al exterior para tomar parte en un intercambio. Es recomendable que el estudiante se dirija a los adultos de la familia anfitriona usando términos familiares como “mamá” o “papá” u otra expresión apropiada que contribuya a hacerlo sentirse como otro
miembro más de la familia. Al fomentar este tipo de relación con el estudiante desde los primeros días del intercambio se sentarán las bases para una estadía placentera y provechosa. Sin embargo, a pesar de que se tomen las precauciones indicadas, es posible que la familia anfitriona no pueda contrarrestar la nostalgia que sienta el estudiante o no esté en condiciones de encontrar la solución a determinadas dificultades que se presenten. Uno de los elementos clave del programa de orientación del estudiante deberá ser el sistema de apoyo que se organice, integrado por personas ajenas a la familia anfitriona a quienes pueda recurrir cuando sea necesario. Entre estas personas se cuentan el consejero rotario del país anfitrión, los asesores adscritos a la escuela, los funcionarios del programa distrital de Intercambio de Jóvenes, los socios del club rotario y la familia del estudiante en su país de origen. Se deberán tomar las medidas pertinentes para que el estudiante sepa cómo comunicarse con todas estas personas. Asimismo, los integrantes de la familia anfitriona no deberían sentirse molestos o desalentados si al estudiante le resulta difícil hablar con ellos sobre ciertos asuntos. Un sistema amplio de apoyo asegura que el estudiante pueda tratar sin inhibiciones sus preocupaciones o problemas con una persona de confianza. Por otra parte, se deberá permitir a los estudiantes comunicarse con sus padres con más frecuencia de lo usual en el caso de que surjan problemas o dificultades que no pueden resolverse fácilmente en el país anfitrión.
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Disposiciones generales La duración de la estadía del estudiante de intercambio en casa de su(s) familia(s) anfitriona(s) deberá fijarse antes de su llegada. De preferencia, el estudiante tendrá su propia habitación o compartirá la habitación con otro joven del mismo sexo y edad similar. De no contar el estudiante con habitación privada, es imprescindible, sin embargo, que tenga su propia cama y suficiente privacidad para vestirse y bañarse. Se deberá, asimismo, designar un área de la casa donde el estudiante pueda estudiar sin distracciones. Además de proporcionar al joven participante alojamiento y comida, la familia anfitriona deberá supervisar sus actividades y, en general, asumir las responsabilidades que corresponden a los padres de éste. La familia anfitriona también tiene la obligación de notificar al consejero rotario si el estudiante sufre problemas excepcionales (por ejemplo: enfermedad, dificultad en adaptarse a la familia anfitriona o al centro de estudios, preocupación por asuntos familiares o nostalgia excesiva). Las comunicaciones francas entre todos los interesados son indispensables para crear un ambiente acogedor y de confianza para el estudiante de intercambio y su familia anfitriona. Se deberá alentar al estudiante a expresar sus preocupaciones o problemas y entablar un diálogo al respecto con la familia anfitriona en cualquier momento. Es sumamente prudente evitar los malentendidos, debiendo, por consiguiente, explicarse desde el comienzo los siguientes temas y reglas de la casa:
• Las tareas que le corresponderán al estudiante de intercambio, tal como se espera que hagan los hijos de los anfitriones (por ejemplo: limpieza de la habitación asignada, ayuda en la preparación de las comidas, etc.) • La rutina diaria de la casa: horario de las comidas, hora de retirarse por la noche, horas de estudio, etc. • Hora vespertina de regreso obligatorio al hogar • Llaves de la casa • Explicación acerca de los procedimientos a seguir en caso de urgencia y los teléfonos pertinentes • Información sobre el transporte público urbano (los planos callejeros son muy útiles) • Usanzas religiosas • Uso del teléfono y la computadora
PRINCIPALES DIFICULTADES QUE ENFRENTAN LOS ESTUDIANTES DE INTERCAMBIO Aún siendo bastante maduros para su edad, hay que tener presente que la mayoría de los estudiantes de intercambio siguen siendo los característicos adolescentes. Es una máxima que las familias anfitrionas deben siempre tener en cuenta mientras convivan con un estudiante del Intercambio de Jóvenes. Es importante recordar que lo normal es que el
estudiante de intercambio se dirija en primer lugar a la familia anfitriona en caso de algún problema o dificultad. De surgir un problema grave, se deberá informar inmediatamente al respecto al consejero rotario con el objeto de analizar la situación y determinar la mejor manera de resolverla. Se deberá notificar al consejero rotario, al presidente del club rotario anfitrión o al presidente del Comité Distrital de Intercambio de Jóvenes sobre toda duda que preocupe a la familia anfitriona, por insignificante que parezca. Aun cuando cada experiencia del Intercambio de Jóvenes es singular y reviste características exclusivas, la mayoría de los estudiantes experimentan ciertas dificultades durante un momento u otro del intercambio. Entre las dificultades principales están las siguientes.
Conocimiento del idioma Durante los primeros días de convivencia, el estudiante de intercambio y los integrantes de la familia anfitriona descubrirán los problemas que existan al respecto. Muchos estudiantes han estudiado el idioma del país en el que vivirán antes de emprender el viaje, habiendo alcanzado frecuentemente un nivel de fluidez relativamente alto. Otros posiblemente tengan que asistir a clases tras su llegada a fin de perfeccionar sus conocimientos del idioma. El conocimiento adquirido a través de libros, sin embargo, no es suficiente para que uno hable el idioma con soltura en la vida diaria. Los anfitriones deberán estar preparados para resolver los pequeños malentendidos o frustraciones que puedan ocurrir
al tratar de comunicarse con el estudiante. Lo mejor es pronunciar claramente, hablar sin prisa y ser paciente. Es importante desplegar el máximo esfuerzo a fin de que el estudiante comprenda las instrucciones que se le imparten sobre las reglas de la casa, las indicaciones geográficas y otros asuntos fundamentales. Téngase en cuenta que la frustración de comunicarse en un idioma extranjero puede llevar a un joven que desea disimular su falta de conocimientos a indicar que ha comprendido algo cuando no es así. De la misma manera, los anfitriones deberán cerciorarse de haber entendido al estudiante, sin tener reparo en pedirle que repita lo dicho en caso necesario. Algunas veces será menester repetir o parafrasear las preguntas y respuestas varias veces. En algunas ocasiones podría requerirse la asistencia de otra persona que domine el idioma del estudiante (por ejemplo: un profesor, traductor o visitante del país de origen del estudiante).
Nostalgia Los problemas de dominio del idioma a menudo coexisten con otro fenómeno que casi todo estudiante de intercambio experimenta en un momento u otro: la nostalgia. Pasados la novedad y el entusiasmo inicial de la experiencia del intercambio, el estudiante de pronto suele sentirse solo y aislado en un lugar extraño. Ésta es una reacción normal y a los estudiantes que se sienten abrumados por la nostalgia les parecen insuperables los pequeños problemas cotidianos, lo cual les hace idealizar y extrañar a su país y sus familiares.
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La nostalgia excesiva puede ser devastadora. Los mejores remedios podrían incluir el contacto con otra persona que domine la lengua materna del estudiante y un programa de múltiples actividades que lo mantendrán ocupado. Una excursión a un sitio de interés de la localidad o la asistencia a una función social podrían levantarle el ánimo. Se podría lograr el mismo resultado al exhortar al estudiante a que se dedique a un pasatiempo de su preferencia o que participe en otras actividades que se realicen en la comunidad. En el caso de los intercambios de largo plazo, si persiste la nostalgia del estudiante, se recomienda consultar con el consejero rotario o asesor escolar.
Salud y atención médica Los organizadores del programa deberán informar a la familia que recibe al estudiante de intercambio sobre su estado de salud y sobre toda alergia u otra dolencia o malestar que sufra, debiendo indicársele también los medicamentos que a éste le han sido recetados y si usa anteojos o lentes de contacto. Además de la solicitud de participación del estudiante, el club o distrito rotario anfitrión tendrá en su poder la documentación pertinente sobre sus antecedentes médicos recientes. Los estudiantes que participan en el programa deberán contar con un seguro médico adecuado para la duración completa de su estadía en el país anfitrión. El seguro deberá contratarse por intermedio del distrito rotario y deberá cubrir todos los gastos médicos en que incurra el estudiante. La familia anfitriona deberá contar con una copia de la póliza de
seguro y toda documentación adicional pertinente sobre el estado de salud del estudiante mientras éste se hospede en su hogar.
Dieta Es posible que el estudiante de intercambio deba seguir un régimen alimenticio por razones de salud, religión o preferencia personal, y se deberán respetar siempre estas consideraciones. Muchos alimentos típicos o comunes en el país anfitrión podrán ser una novedad para el estudiante o parecerle extraños. Conviene exhortar al estudiante a que pruebe nuevos platillos, pero, a la vez, se deberán respetar sus preferencias y no obligarle a probar lo que no le apetece.
Problemas escolares En la mayoría de los intercambios de largo plazo se exige que el estudiante que viaja al exterior asista a clases. Aunque los clubes y distritos rotarios anfitriones conciertan los arreglos con la escuela secundaria local con respecto al pago de la matrícula, si corresponde, la familia anfitriona deberá tomar las medidas adecuadas para que el estudiante empiece los estudios en las mejores condiciones posibles. Los padres de la primera familia anfitriona deben considerar la posibilidad de una entrevista con el asesor escolar en compañía del estudiante de intercambio para organizar el programa de estudios. Se debe tener presente que los estudiantes de intercambio frecuentemente se sienten obligados a seguir un programa de estudios casi imposible de realizar. Es de suma
importancia aconsejar al estudiante que no intente cursar demasiadas asignaturas mientras se adapta a su nueva escuela.
ya habrá establecido una buena relación con la familia que lo ayudó a superar el choque cultural inicial.
El estudiante tal vez requiera la guía de su familia anfitriona para familiarizarse con las prácticas comunes de la escuela, sobre todo si hubiera una marcada diferencia entre ésta y la escuela a la que asistió previamente. Los hijos de la familia anfitriona —los “hermanos” y “hermanas” del estudiante de intercambio— pueden colaborar con el asesor escolar a fin de brindar apoyo y asistencia en este campo. De importancia fundamental es cerciorarse de que el estudiante sepa cómo trasladarse a la escuela y volver a casa (ruta, medio de transporte, etc.) y dónde comprar el almuerzo o la comida fuera del recinto escolar, si fuera necesario.
Por lo tanto, sería ideal que el estudiante conociera en fecha temprana a la(s) familia(s) con la(s) que vivirá posteriormente. Suele ser buena idea hacer los arreglos para que la nueva familia anfitriona acuda al hogar de la familia con la que se encuentra viviendo el estudiante para trasladarlo a su nuevo hogar. Asimismo, para facilitar la transición entre una familia y otra, se recomienda que la(s) familia(s) anfitriona(s) anterior(es) visite(n), de tanto en tanto, al estudiante en casa de sus nuevos anfitriones.
Cambio de familia anfitriona En la mayoría de los intercambios de largo plazo los jóvenes participantes se hospedan en el hogar de dos o tres familias anfitrionas en el transcurso del año lectivo. De esta manera, los estudiantes viven diversas experiencias y participan en diversas facetas de la vida de familia en el país anfitrión, lo cual les brinda una visión más amplia de la cultura de éste y les permite apreciarla mejor. Es indispensable que tanto las familias anfitrionas como los estudiantes comprendan desde el principio la duración limitada de su estadía con cada una de las familias anfitrionas. El primer cambio de familia anfitriona tal vez resulte ser el más desconcertante para el estudiante, puesto que, posiblemente,
Si el estudiante experimenta dificultades al cambiar de familia anfitriona, se le deberá animar con sensibilidad y palabras compasivas y comentarle que el cambio significa nuevas oportunidades para ampliar sus horizontes. La guía y orientación del consejero rotario, un profesor comprensivo o un miembro del clero o representante de su religión también puede ayudar al estudiante a adaptarse al cambio de familia
Obligaciones del estudiante de intercambio para con Rotary Se alienta a los anfitriones a ayudar al estudiante de intercambio a cumplir con sus obligaciones para con Rotary, las cuales tienen prioridad sobre las demás actividades extracurriculares. Estas obligaciones normalmente incluyen la asistencia a diversas funciones rotarias, tales
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como las reuniones distritales o de los clubes. Ocasionalmente se le requiere al estudiante que pronuncie un discurso o una breve charla en una de estas reuniones. Compartir su experiencia como participante en el Intercambio de Jóvenes con el club o distrito anfitrión es un elemento muy importante del programa y contribuye a la realización cabal del estudiante en calidad de embajador extraoficial de buena voluntad.
Se sugiere que las familias no vinculadas con Rotary también participen en estas actividades rotarias con el estudiante. Este tipo de apoyo puede contribuir enormemente a que el estudiante se sienta cómodo y a gusto en los eventos rotarios.
Los anfitriones deberán estar conscientes de las obligaciones rotarias del estudiante desde el comienzo del intercambio y deberán integrarlas al proceso general de adaptación. Se deberá tener en cuenta, por ejemplo, que el estudiante necesitará tiempo para acostumbrarse al idioma y su nuevo entorno cultural antes de que se le exija que dirija la palabra en una reunión rotaria. Es una excelente idea invitar al estudiante a que asista a las reuniones de los clubes rotarios de la localidad al poco tiempo de su llegada, a fin de que se familiarice con el programa de éstos y se sienta a gusto cuando llegue el momento de pronunciar sus discursos.
La responsabilidad de hospedar a un estudiante del Intercambio de Jóvenes puede resumirse según los puntos que figuran a continuación:
No se deberá permitir a los estudiantes que rechacen la invitación de dirigir la palabra al público en las reuniones rotarias bajo el pretexto de “no ser buenos oradores”. No se espera que sean oradores con experiencia. El público rotario quiere ver al estudiante y escuchar sus impresiones acerca del intercambio, no le interesa presenciar un discurso elegante y esmerado.
• Hacer al estudiante partícipe de los deberes, responsabilidades y actividades que realizan todos los miembros de la familia anfitriona.
RESUMEN • Recibir al estudiante a su llegada al país anfitrión e integrarlo a la vida de la familia, haciéndole sentirse que forma parte de la familia. • Tratar al estudiante de la misma manera en que desearía que se tratara a un familiar suyo durante su estadía en otro país. • Cerciorarse de que al estudiante se le trate siempre con respeto y que se encuentre en todo momento viviendo en condiciones seguras y un ambiente apropiado.
• Velar permanentemente por el desempeño del estudiante en la escuela. • Ayudar al estudiante a perfeccionar su dominio del idioma del país anfitrión.
• Animar al estudiante a relacionarse con otros jóvenes. • Proteger al estudiante de distracciones externas y permitirle que dedique suficiente tiempo para cumplir con sus obligaciones para con Rotary. • Ser tolerante en cuanto a las diferencias culturales y estar dispuesto a modificar las propias opiniones. La responsabilidad de recibir a un estudiante de intercambio no es asunto complicado, pero sí requiere tacto, comprensión y paciencia. A la vez, los anfitriones que participan en el programa local del Intercambio de Jóvenes se ven recompensados con creces, dado que éste les brinda, entre otros beneficios, la oportunidad de ampliar sus propios horizontes, contribuir directamente a la comprensión internacional y forjar amistades perdurables. Para más información sobre cómo participar en el programa y recibir en su hogar a un estudiante del Intercambio de Jóvenes de Rotary, contacte con el club o distrito rotario de su localidad. Felicitaciones por su decisión de servir en calidad de familia anfitriona, enriqueciendo su propia vida mientras influye directa y profundamente en la vida de un estudiante de otro país.
DECLARACIÓN DE NORMAS DE RI RESPECTO A LAS ACTIVIDADES PARA LA JUVENTUD Rotary International es una entidad consagrada a crear y mantener el entorno más seguro posible para todos los participantes en las actividades de Rotary. Es el deber de todos los rotarios, los cónyuges de los rotarios, los colaboradores y otros voluntarios, salvaguardar de la mejor manera posible el bienestar de los niños y jóvenes con quienes entran en contacto y desplegar todo el esfuerzo posible para evitar todo tipo de abuso físico, sexual o afectivo.
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749-SP—(304)