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6.3. Metrópoli aero-portuaria

Contaba en 2016 con más de 720.000 pasajeros, siendo casi 450.000 de cruceros (en 2017 se alcanzará la cifra récord de 500.000), lo que lo sitúa como el segundo puerto de cruceros de la Península. Su superficie de aguas abrigadas es de más de 115 hectáreas y de 123 hectáreas la superficie terrestre. En estos momentos es puerto base en el Mediterráneo de varias compañías, prolongándose cada vez más las estancias pre y post crucero de los viajeros. La última compañía incorporada, la británica Thomson Cruises, ya cuenta con una veintena de escalas con base en Málaga y una previsión de movimiento de casi 90.000 personas en 2017, requiriendo hasta el momento más de 500 vuelos chárter en el aeropuerto para darles cobertura. Esta vinculación con el aeropuerto también se está viendo favorecida por el turismo de megayates, más de una veintena en 2017, ya que suelen utilizar la terminal privada del aeropuerto para sus desplazamientos.

El Puerto ha cambiado radicalmente en los últimos quince años, pasando de una actividad basada en el transporte de crudo, a una actividad más diversificada entre los cruceros y las mercancías. Ha evolucionado desde un puerto orientado exclusivamente al intercambio de mercancías, a ser un puerto también para el intercambio de personas. Tal vez lo más interesante es que esta transformación lo ha abierto a un nuevo hinterland más amplio en ambos tráficos, con la mejora económica que esto supone para el propio puerto y para la ciudad. Hoy día, por el puerto transitan mercancías del sector agroalimentario del Valle del Guadalhorce, del sector cárnico del Valle de los Pedroches, la aceituna de mesa de la zona de la Roda de Andalucía o los productos cárnicos de CampanillasCártama en Málaga. Hay que destacar que los principales tráficos siguen los graneles de clinker y cemento vinculados a la Fábrica de Cemento de Málaga, que se han mantenido a pesar de la crisis por su capacidad de orientar su producción en más de un 90% a la exportación (que siguen realizando desde Málaga); aunque también son significativos los tráficos de cereales y de coque de petróleo, así como la dolomita y el aceite de oliva.

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No obstante, una de las características históricas del puerto de Málaga y que habrá de potenciarse aún más de cara al futuro con estrategias concebidas expresamente para ello, es ser puerta de entrada privilegiada para el Marruecos occidental, con cabotaje de mercancías, vehículos y pasajeros. Esta relación con Marruecos, tercer país que más aporta a la Costa del Sol, está cambiando y se observa que se ha establecido una clase media que ve en Málaga un destino de ocio y de segunda residencia. El objetivo ahora es que también la consideren un destino de negocios, ya que por el momento solo el sector agroalimentario está aprovechando esta vinculación y podrían existir otros muchos sectores beneficiarios. En estos momentos, Tánger Med es quien mejor está aprovechando la oportunidad del tráfico de mercancías intermedias en el Estrecho de Gibraltar en esta zona del Mediterráneo, habiendo aprovechado la oportunidad para atraer y residenciar industria (como la automovilística).

En Málaga, la mejora de la conexión ferroviaria del eje central del Corredor Mediterráneo de tren que conecta el puerto con el resto de los sistemas ferroviarios, y así como el soterramiento del ferrocarril en su trazado urbano, es clave para conectar el Puerto y su zona de influencia con Madrid y con una de las principales plataformas logísticas nacionales como es Zaragoza Plaza.

Como se puede ver, Málaga es ahora mismo un gran intercambiador de personas y mercancías, gracias a la red de carreteras que tiene, así como a sus grandes infraestructuras de transporte. Esta condición resulta atractiva para las inversiones y el talento, por lo que hay que potenciarlo y aprovecharlo aún más, de forma planificada y coordinada.

La potencialidad de estas infraestructuras no solo tiene una proyección local, regional o nacional, sino internacional, muy especialmente dentro del marco europeo y el norte de África. Son puertas de entrada, pero también de salida al mundo. La accesibilidad e intermodalidad entre todas las infraestructuras de transporte es fundamental para seguir creciendo y siendo atractivos.

Puerto y aeropuerto son instrumentos al servicio de Málaga para su desarrollo y crecimiento económico y social, pero se debe hacer una planificación integrada de cara a futuro y coordinada con el modelo de ciudad y de espacio metropolitano. Un modelo de desarrollo donde el empleo que generan estas grandes infraestructuras ha de seguir siendo de calidad y profesionalizado, ya que es un elemento crítico de cara a su desarrollo.

2. PROSPECTIVA La Red Transeuropea del Transporte (conocida por las siglas TEN-T) es un conjunto planificado de redes prioritarias de transporte pensadas para facilitar la comunicación de personas y mercancías a lo largo de toda la Unión Europea. Su principal objetivo es promover el tráfico rápido internacional de larga distancia y la programación del mismo se realiza dentro de los distintos marcos de financiación europea, actualmente el 2014-2020.

Tanto el puerto como el aeropuerto de Málaga están recogidos dentro de lo que se considera la red global de este sistema, pero, por distintas circunstancias, no se ha considerado Málaga dentro de las mejoras previstas para el transporte de mercancías y personas en el llamado “corredor mediterráneo”.

Esta situación va a condicionar las posibles inversiones de las administraciones europeas y nacional, por lo que más que nunca, es necesario que en Málaga se trabaje de forma coordinada y planificada entre todos los agentes públicos y privados para apoyar el desarrollo de estas infraestructuras.

La interconexión entre el puerto, el aeropuerto y el ferrocarril es clave en el futuro del panorama europeo, tanto de personas como de mercancías. La previsión actual es la finalización a 2025 del corredor marítimo mediterráneo hasta Valencia, mientras que el corredor central mediterráneo (que conectaría Algeciras con Madrid, Zaragoza y la frontera con Francia) no está programado hasta el 2040, inicialmente. Este corredor central realmente está ejecutado y solo requiere solventar algunos cuellos de botella en su diseño, por lo que se podría finalizar mucho antes habiendo voluntad y coordinación entre todas las administraciones. El escenario actual a tan largo plazo perjudicaría el posicionamiento de Málaga en el Mediterráneo al consolidarse los tráficos portuarios y aeroportuarios más al norte de España y sería muy difícil encontrar una posición ventajosa en ese escenario de largo plazo para la oferta malagueña. Adicionalmente, la apuesta clara que existe para que Málaga sea puerta de Europa para el norte de África, en especial en conexión con los puertos de Tánger Med y Tánger Ville, perderían competitividad.

En los próximos años, en lo que respecta al puerto, deberá de consolidarse la actividad portuaria de exportación e importación de mercancías,

especialmente en lo que se refiere a la carga contenerizada y seguir apostando por la importación de vehículos y desarrollar los usos náuticos en San Andrés y de mega yates en la dársena de Guadiaro, sin olvidar la integración puerto ciudad en el Muelle Heredia.

AENA, empresa cotizada en bolsa desde 2016, tiene por delante nuevos retos. Para hacer frente ellos, sería interesante llevar a cabo un estudio más detallado de distintos ejemplos internacionales de ciudades medias con aeropuertos y puertos potentes para conocerlos en profundidad y terminar de crear el modelo propio de Málaga.

3. OBJETIVOS PARA UN TRABAJO CONJUNTO 2020 El grupo de prospectiva no ha tenido ocasión de profundizar en muchos de los estudios y datos que ha considerado relevantes y que aún debería estudiar para poder definir con claridad los retos de los próximos años. No obstante, en las sesiones ya celebradas se han establecido unos bloques de trabajo en función de lo que se han considerado los retos más evidentes en estos momentos y a los que habrá que dar respuesta a corto plazo. Estos retos u objetivos que podrían ser compartidos y enfrentados por el conjunto de agentes públicos y privados de Málaga son:

Mejorar la accesibilidad e intermodalidad de puerto y aeropuerto.

La coexistencia en Málaga de estas dos grandes infraestructuras supone una serie de ventajas competitivas que aún muchas están por descubrir, pero en cualquiera de los casos, se observa que la interrelación entre ambas y la posibilidad de ofrecer a los clientes su conexión resulta un atractivo importante, tanto para consolidar el puerto como base de cruceros, como para abrir al aeropuerto a otros mercados. Por otro lado, la promoción de cara al transporte de mercancías de ambas infraestructuras requiere la mejor conectividad posible con el sistema de carreteras y ferrocarril.

Promover las bondades y oportunidades de estas infraestructuras, en especial como puerta de interconexión de Europa con el norte de África, y mejorar su proyección internacional.

Se debería hacer una mayor promoción y proyección nacional e internacional de las bondades y oportunidades de estas infraestructuras, incidiendo en su valor y carácter de primer orden en un territorio mucho más amplio que el provincial. Es necesario explorar las posibilidades que ofrecen las TICS y los nuevos medios de comunicación.

Articular la vinculación de los centros de formación y generación de talento con estas infraestructuras.

Se ha de potenciar la relación entre estas infraestructuras dinamizadoras del territorio y el ámbito universitario. Hace años se hablaba de la necesidad de una mayor relación entre la Universidad y el Parque Tecnológico de Andalucía; tal vez hoy se deba insistir en la mayor relación aeropuerto- Universidad y puerto- Universidad, así como de ambas infraestructuras con el conocimiento y la capacidad productiva del Parque Tecnológico y sus desarrollos futuros. Existe todo un potencial en formación y generación de empleo y empresas si se potencia este conocimiento mutuo.

Atraer inversiones y empresas/ industrias de sectores clave (más allá del turístico) que requieran de estas infraestructuras y se quieran localizar en ellas o en su entorno.

El desarrollo de Málaga no se puede centrar solamente en el turismo y la cultura, y aún menos permitir que éstos se localicen en un espacio determinado de la ciudad. Hay que potenciar otros sectores de actividad y nuevos nichos de mercado.

La actividad económica y los grandes inversores internacionales tienen en cuenta el tamaño de las ciudades donde se asientan y su accesibilidad, Málaga empieza a tener un tamaño suficiente y está empezando a resultar interesante, pero hay que analizar a qué segmentos económicos y qué tipo de empresas les puede interesar a estas empresas y operadores internacionales.

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