Lucy fue descubierta en 1.974 d.C. en Etiopía. Era una adolescente que tenía 1.20 mt. de altura, un cerebro con 300 gramos de peso. Se maneja como hipótesis que de Lucy descendemos los humanos. Lucy era diferente por su postura bípeda, cosa que los científicos saben, debido a la configuración de sus caderas.
La capacidad de hacer juicios morales, es decir, determinar lo bueno o lo malo, es cosa muy diferente de los códigos morales, es decir, las normas convenidas por las culturas para decir que una acción es buena o mala, como no robar o fornicar, proteger la vida o socorrer las necesidades de los demás. Confundir estas dos cosas, seria tanto como decir que la capacidad de hablar es lo mismo que el idioma que se habla. La capacidad de hablar es un atributo universal humano; que se hable español o ingles depende de circunstancias espaciotemporales.
Para hacer juicios morales se requiere necesariamente de la presencia conjunta de tres atributos: * Anticiparse a las consecuencias de las acciones * Hacer juicios de valor * Y el libre albedrĂo. El primero de estos atributos es el mĂĄs fundamental pero los tres requieren de la presencia de una inteligencia eminente, tal como se da en los seres humanos y solo en ellos.
Junto con la destreza manual, evolucionaron el tamaño del cerebro y la inteligencia, que permitieron a nuestros ancestros diseñar utensilios cada vez más eficaces que les permitieron cazar animales más grandes y más fuertes que ellos. Esto es, anticiparse cada vez más al futuro y prever consecuencias positivas o negativas.