La religión egipcia era politeísta. La mayoría de sus dioses se identificaban con fuerzas de la naturaleza. No existía un sistema religioso unificado. Las diferencias entre las prácticas religiosas de los gobernantes y las del pueblo eran notables Sus dioses se presentaban con características humanas y animales. Cada divinidad se relacionaba con un animal. Entre los muchos animales que respetaban destacaba el gato, que fue considerado animal sagrado.
La religión constituía un aspecto fundamental de la vida de los egipcios, y su significación se prolongaba incluso después de la muerte. De aquí el culto sumamente especial y fervoroso que rendían a los muertos. Este pueblo creía firmemente que, después de morir, el alma del hombre viviría feliz sólo si se daba un tratamiento especial al cadáver para preservarlo de la corrupción.
De esta manera perfeccionaron el proceso de conversión llamado embalsamiento, por el cual convertían los cadáveres en momias que colocaban en sarcófagos. Estos se decoraban con mayor o menor suntuosidad, dependiendo de la jerarquía social del muerto.
Durante el siglo XIV a. C., el faraón Amenofis IV repudió la adoración a varios dioses e implantó el culto a una sola divinidad, Atón, el disco solar. Amenofis adoptó el nombre de Akenatón ("el que agrada a Atón") e hizo borrar de todos lo monumentos los nombres de los dioses adorados por los egipcios. Sin embargo, a la muerte de Akenatón se instituyó de nuevo el antiguo politeísmo, debido principalmente a los intereses de la clase sacerdotal cuyas prerrogativas habían sufrido un duro descalabro con la reforma monoteísta del culto a Atón.
Ni el hombre ni el faraón pueden "amar“ a un dios, sino únicamente "respetarlo", "adorarlo“ o "darle gracias". El "temor“ significa la capacidad de levantarlo y "amor“ la facultad de inspirarlo.
El fin del culto es mantener e intensificar la orden establecida del mundo. El culto lo practicaba toda una jerarquía de sacerdotes. Solo los sacerdotes podían entrar en el santuario, al pueblo no le interesaba. El dios abandonaba el templo solo en algunas festividades, la imagen cultica se mantenía oculta en una capilla que era transportada sobre una barca simbólica, de manera que se conocía la presencia del dios, pero no se le veía
El núcleo de la ética egipcia fue el ma´at, que significaba: justicia, equilibrio, norma, orden, verdad, acción recta y correcta, y todo lo que instituyeron los dioses, y estaba garantizado por el faraón; pero, como siempre, eran los sacerdotes los que hablaban y legislaban en nombre de esos dioses. Las normas éticas del ma´at se enseñaban después en las escuelas de escribas, ignorarlas equivalía a fracasar en la vida, y violarlas era incurrir en castigos.
El sacerdocio no era una dedicación exclusiva. En la XVlll dinastía resurge como una clase, podían dedicarse al sacerdocio un oficiante, un especialista en ritos o sacerdote lector. Hubo una tendencia constante a que el hijo siguiera a su padre en el oficio sacerdotal, pero esto se vio frenado porque el faraón podía elegir al mejor para cada cargo y la sociedad egipcia fue evolucionando hacia una situación rígida.
Llego a crear una especie de castas, llevaban una dieta especial, tenĂan su manera de vestir y de llevar la barba y la continencia sexual cuando se hallaban de servicio, aunque tal vez no en otras circunstancias. Los templos llevaban adjunto talleres y escuelas.
era un compuesto de cuerpo, alma y otro elemento que ellos llamaban Ka, el doble. A éste se le concebía como una especie de genio invisible o sombra que acompañaba a cada persona, que nacía con ella, pero le sobrevivía después de la muerte. Los egipcios creían en la otra vida y, por consiguiente, en la supervivencia de una parte esencial del hombre.
DIOS: Los egipcios fueron fundamentalmente politeístas; tenían dioses de todas las configuraciones: zoomórficas, antropomórficas, etc. Y estaban llenos de mucha superstición y ocultismo. Para ellos, el Sol, tan poderoso como necesario, era la manifestación más espléndida del Creador.
la tierra que pisamos era según su visión, suelo plano. Su concepto sobre el planeta azul era un tanto diferente, siendo ésta una especie de media pelota, apoyada sobre cuatro elefantes gigantes asentados sobre el caparazón de una inmensa tortuga que flotaba intemporalmente sobre un mar sin límites.
De acuerdo a la actual constituciรณn la religiรณn oficial de Egipto es el Islam, siendo practicada por alrededor del 60% de la poblaciรณn.