Minis eróticas

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GYNAIKOS Antología de minificciones eróticas

Perla Rubí Sánchez Martínez

Universidad Nacional Autónoma de México

Minificción Iberoamericana (de la antología al tuiter)

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GYNAIKOS Antolog铆a de minificciones er贸ticas

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS COLEGIO DE LETRAS HISPÁNICAS Literatura Iberoamericana 6 Minificción Iberoamericana (de la antología al tuiter) Perla Rubí Sánchez Martínez Mayo 2015 Ilustraciones por Violeta Zumaeta http://violetailustraciones.tumblr.com

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Prólogo Ana María Shua alguna vez dijo que las minificciones deben morder, al compararlas con pirañas refiriéndose a lo que logran provocar en el lector. En el caso de esta antología me gustaría cambiar un poco la idea de Shua y decir que las minificciones eróticas más que morder deben dar besos con un pequeño mordisco, mas que provocar al lector, deben hacerlo sentir y dejarlo con un cosquilleo, que lo deje con ganas de buscar algo más en el texto. Esta

antología

está

dedicada

a

textos

escritos

por

mujeres

latinoamericanas que se aventuraron tanto en el mundo de la literatura breve como en el mundo de lo erótico. En un mundo controlado en su mayoría por hombres, que dictan la mayor parte de normas e ideas en el mundo, una antología de este tipo no sólo es necesaria y sin afán de ser feminista intentará darle voz a las voces femeninas que hablan sobre un tema tan relevante como lo es la sexualidad, su propia sexualidad. Para conocer el otro lado de lo que ya es de por sí es conocido,

por esto es importante no sólo rescatar estos

textos, si no leerlos y difundirlos.

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Introducción El término minificción podría ser desconocido para el lector acostumbrado a la narrativa tradicional, pues se trata de un género relativamente nuevo. Para comenzar debemos hablar del término minificción. Se han dado miles de definiciones e ideas que giran alrededor de textos que pueden entrar en otros géneros pero que se vuelven textos incómodos al no estar completamente en ellos. Para esta antología se pretende usar el término minificción para denominar a los textos presentes en ella.

Tomando la

idea de minificción como un texto breve de no más de una página y que, como dice

Violeta Rojo, “es breve, proteica, des-generada, intertextual,

construida, fragmental, producida y siempre un misterio.” (Rojo 15) Para agregar aspectos a lo ya mencionado, la minificción tiene distintos niveles de lectura que permiten que existan distintas interpretaciones de un mismo texto, además de que predomina el uso de la elipsis entendiéndola como la eliminación de elementos sin los cuales es posible entender el texto. Erotismo Ahora bien, tenemos al erotismo el cual se conceptualiza basado en lo propuesto por Giuseppe Lo Duca en su libro Historia del erotismo. En el cual se propone la idea de que lo erótico existe cuando sea hace la sugestión o la alusión a temas sexuales; Al respecto Lo Duca dirá que “El erotismo aborda formas de placer, de apetito o de necesidad más o menos claramente sexual” (Lo Duca 8) Esta declaración nos sirve para ejemplificar lo que el erotismo puede ilustrar dejando claro que si bien es cercano a lo sexual es posible un acercamiento a actividades no de ese tipo. También se habla del erotismo en su máxima sublimación como causante de tensión, “una suerte de vibración interior propicia a las creaciones del espíritu”

(Lo Duca 11) Esto último va muy de la mano de la idea del

erotismo en el arte.

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Es

importante

explicar

la

separación

entre

lo

erótico

y

lo

pornográfico, regresando a Lo Duca, la pornografía se presenta cuando no existe simbolismo alguno y se toma al sexo como algo decorativo. Georges Bataille, experto en erotismo, da una idea más acercada a la literatura del erotismo. En primer lugar toma a la literatura con el único fin de buscar la felicidad al lograr fascinar provocando emociones que van desde el deseo, la soberbia, la risa o el amor. (Bataille 84) Además de decir que si bien la literatura puede llegar a fracasar en su intento por provocar la felicidad, su otra meta es el placer. Estando este placer en la literatura erótica, que no sólo debe representar la belleza femenina, ya que debe describir los estados de dicha y provocar la sugestión de modos atractivos (Bataille 103) De la mano de lo bello y la sugestión está lo que se considera sexual, que para el autor no reside solo en el objeto si no en la conducta. Tambien relata que lo erótico no excluye a las conductas normales de las conductas sexuales. Erotismo en la literatura de la mujer latinoamericana. El erotismo en la literatura de la mujer latinoamericana

es

presentado como una contradicción al sentar sus bases en la literatura erótica masculina. Sobre esto nos habla Martha Morello en “Discurso erótico y escritura femenina”. Las bases en las que sienta su tesis comienzan con la idea de la sexualidad como concepto universal, como el impulso sexual que se construye en la atracción hacía el otro. De tal forma que

sostiene que al sujeto femenino le es arrebatada su capacidad de

representarse por sí misma (Morello 22), conjunta a esta idea, se encuentra la consideración del cuerpo femenino, mismo que sigue los estándares masculinos, esta circunstancia es visible en la literatura erótica tanto escrita por hombres como por mujeres. Esto causa que la figura femenina se vea relegada a la deseada más no a la deseante.

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Por otro lado, Morello tiene una idea más amable en la que supone que la literatura erótica escrita por mujeres logra liberar al sujeto femenino al apropiarse de las armas masculinas y ponerlas a su disposición (Morello 25). En contraste con la idea de Morello tenemos a Magdalena García Pinto que en “La problemática de la sexualidad en la escritura de Margo Glantz” nos dice que la literatura erótica escrita por mujeres logra no sólo usar al cuerpo de la mujer como un objeto sino que también logra crear con ella un cuerpo textual que tiene mayor profundidad que uno concebido por un hombre. (García Pinto 47) Lo que se debe resaltar es el modo en el que la literatura escrita por mujeres, mas no feminista, logra expresar un erotismo, que si bien se encuentran influenciado por la concepción masculina tanto del erotismo como de la mujer intenta formular, dándole un nuevo enfoque. La forma usada por las mujeres latinoamericanas no sólo las antólogadas aquí, presentan en sus textos una característica de la minificción. La de eludir aspectos tanto formales como sustanciales en sus obras, puesto que sin mencionar algo en particular se logra no sólo entender el objetivo del texto, si no sentir lo quiere provocar su autora. Retomando

las

ideas

anteriores

podemos

resumir

que

las

minificciones eróticas son textos pueden tener intertextualidad, no pertenecen a un género específico por lo cual pueden conjuntar ciertas características de los géneros narrativos tradiciones. Mientras que el ingrediente erótico viene con el uso no sólo de temáticas de carácter sexual sino que logran sugestionar al lector. De la mano del carácter erótico está el uso de la elipsis que resulta útil en este caso, ya que al evadir elementos tanto de la forma como del fondo, logran un texto completo que sin necesidad de caer en situaciones gráficas, mueve los sentidos del lector, incitándolo a ver más allá del texto en sí.

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Erotismo y minificción Sobre la minificción existe un artículo de Dina Grijalva Monteverde llamado "Eros y afrodita en la minificción". Con un título muy afortunado logra crear un panorama de lo erótico en la minificción, presentando una selección muestra de textos breves escritos por hombres y por mujeres. Dina menciona que las temáticas usadas en la minificción erótica pueden ir desde encuentros fortuitos hasta descripciones del placer, entre muchas otras, todas contadas con diversos tonos. Un aspecto muy importante y ya antes mencionado es la elipsis, Grijalva dice “aquí lo elusivo se engarza con lo alusivo, que es tan propio de la escritura erótica.”(72) Junto a lo anterior está la importancia de los silencios, la autora dice que dichos silencios son causantes de provocar la intensidad en el lector. Ese mismo lector que busca vivir

emociones

intensas debe ser indagador en su lectura para enriquecer en su compresión. Es necesario resaltar que la división que hace Dina sirve para hacer una breve comparación entre las minificciones escritas por mujeres y las escritas por hombres. Tal parece que los textos escritos por hombres tienden más al micro relato por alejarse del juego proteico de la minificción. Mientras que las minificciones escritas por mujeres se acercan más a la diversidad genérica y la intertextualidad; de tal forma que la misma autora lo menciona al decir "Lo lúdico, la pasión y el humor son ingredientes presentes en varios de los mini cuentos de las autoras" (Grijalva 76) Por otro lado se llega a encontrar un lenguaje más poético en estas. De igual manera Castañeda propone en "Hacía una erótica del microtexto” la idea del orgasmo de la escritura, un orgasmo breve que funge como ahogo y desahogo. En el texto logra mencionar algunos escritos breves y encontrar su contraparte sexual, que van desde coitus interruptus, pasiones desmedías, parafilias y hasta beso infantiles.

El placer literario

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que se logra con la composición de un texto y la capacidad del lector es producto de lo que el autor menciona que es la capacidad hacer buenos microtextos

comparada la idea de hacer bien el amor, analogía bien

lograda tomando en cuenta la idea errónea de la facilidad de crear buenos textos breves. Otro aspecto interesante a retomar es la idea de que el lector debe ser seducido por el texto. De tal forma que para lograr dicho juego deben existir una serie de circunstancias que van desde el poder de sorprender al lector además de atraerlo pero sobre todo lograr que al final el lector puede encontrar en la obra algo más que un acostón

de una

noche. No por ser breve debe ser olvidable, la capacidad de la memoria es puesta a prueba al lograr recordar algo tan breve de mejor manera que una novela de quinientas páginas. Se han dado algunos esfuerzos para incentivar la creación de minificciones eróticas. Uno de estos es el trabajo de la Dirección General de Atención a la Comunidad Universitaria de la UNAM que buscó impulsar la creación de minificciones eróticas. Tal dependencia lanzó en el 2013 un certamen llamado "Fantasía lasciva" insertado en una serie de actividades que tenían como base los siete pecados capitales, en este caso la lujuria era el tema a seguir para la producción de minificción. Para llegar a un ganador las minificciones recabadas fueron sometidas a un jurado de las cuales se eligieron las mejores que fueron subidas a la red social Facebook y fueron puestas a votación de los estudiantes y la comunidad en general, de tal forma que el ganador fue el autor de la siguiente minificción. Antes de Perseo Una vez al día se contonea frente a mí. No cabe duda, ¡tiene unos senos hermosos! Lástima que fui un caballero. Yobany de José García Medina

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Delimitación de la obra El método de selección de los textos para esta antología fueron muy específico, se comenzó consultando los textos de minificción previamente recopilados las siguientes antologías: Relatos vertiginosos, La minificción en México: 50 textos breves, Para leerlos todos, Antología de microcuentos Por favor, sea breve. Entre otras. Cuando se agotaron la mayoría de las fuentes, gracias a la ayuda de la profesora Lucila Herrera llegó a mis manos una lista muy extensa de nombres de escritores y escritoras que habían escrito textos breves y eróticos, de dicha lista se eliminaron los escritores hombres. Con una lista más reducida me di a la tarea de buscar el texto que se mencionaba o bien algún otro de la autora mencionada.

Lo que me llevó a una enorme

variedad de blogs encargados de presentar minificciones de todo tipo, algunos de los visitados fueron Minificción mínima, Cuentos y

más y

Antología virtual de minificción mexicana. Pero sobre todo logré llegar a los blogs de algunas escritoras que sirvieron como fuente de la gran mayoría de textos que se encuentran en esta antología. Los parámetros seguidos para la conformación de esta obra se basaron primero en la definición anteriormente propuesta para minificción, después la concepción de erotismo ya mencionad, además del requisito indispensable de que debían ser textos escritos por mujeres que dichas mujeres debían ser latinoamericanas.

y también

Los aspectos formales

que se consideraron fueron que cada texto no sobrepasara una cuartilla y que estuvieran escritos en español. La mayoría de los textos también cumplen con la idea de minificción de alguna u otra manera. Algunos poseen rasgos intertextuales, pero el mayor aspecto observado en todos es el de eludir el tema principal que si bien no se encuentra explicito si es posible inferir y sentir.

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Ahora bien enfocándonos más a las temáticas que se buscaron en los textos puedo decir que se lograron encontrar temáticas variadas y muy diversas. Lo cual reafirma la hipótesis de que el erotismo se puede encontrar en muchas formas, colores y sabores. Por esta razón en la antología se encuentran textos que muestran las distintitas formas de vivir el erotismo, que van desde el erotismo vivido entre parejas tanto heterosexuales como homosexuales. El erotismo visto sin un rango restrictivo de edad y el erotismo no sólo como parte de una pareja más bien un erotismo personal y solitario. De tal forma se logró conjuntar 19 textos de 19 escritoras diferentes, mismas que varían en su nacionalidad puesto que hay escritoras mexicanas, panameñas, chilenas y argentinas. Sirva esta antología como una invitación al lector a acercarse al mundo de la minificción y mediante el tema del erotismo conocer su diversidad genérica y enriquecer su lectura indagatoria a la que obligan de buen modo las minificciones aquí contenidas, y disfrutar de las ilustraciones aquí presentadas, realizadas por otra latinoamericana que es la dibujante chilena Violeta Zumaeta, quien amablemente prestó sus ilustraciones para esta antología Bibliografía Bataille, Georges. La felicidad, el erotismo y la literatura: selección, traducción y prólogo de Silvio Mattoni Buenos Aires: A. Hidalgo, 2001 Castañeda, Lobsang. “Hacia una erótica del microtexto” en Razón y palabra, El otro calentamiento global, México: No. 77, agosto-octubre, 2011 García Pinto, Magdalena.

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“La problemática de la sexualidad en la escritura de Margo Glantz” en Coloquio internacional escritura y sexualidad en la literatura hispanoamericana Madrid: Fundamentos, 1990 p.p. 31-47 Grijalva Monteverde, Dina. “Eros y Afrodita en la minificción” en Forma Breve. Microficção, No 11, 2014 p.p. 71-80 Lo Duca, Giuseppe. Historia del erotismo. Buenos Aires: Siglo XX, 1965 Morello Frosch, Marta. “Discurso erótico y escritura femenina” en Coloquio internacional escritura y sexualidad en la literatura hispanoamericana Madrid: Editorial Fundamentos, 1990 p.p. 21-30 Rodríguez, Saturnino. “Criaturas pequeñas y feroces, como las pirañas Conversación con Ana María Shua” La minificción en Hispanoamérica V en el cuento en red. México: No. 18, 2008 p.p. 25-31 Rojo, Violeta. Resonancias, características, historias y dudas sobre la minificción. Conferencia para el Primer Encuentro Internacional de Microrrelato. Santiago del Estero, Argentina, Agosto 2011

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Mónica Lavín

Dos puntos

Sedúceme con tus comas, con tus caricias espaciadas, tu aliento respirable y tus atrevimientos continuos; colócame el punto y coma para cambiar las caricias por largos besos y frases susurradas boca a boca. Haz un punto y seguido para desatarte de mí y contemplar mi desnudez sobre tu cama, ahora interrumpe con guiones para soltar un halago sobre mi cuerpo y su huella en el tuyo -recorrer con la mirada el talle y el hundimiento en la cintura, el ascenso en la cadera, la larga prolongación de las piernas rematadas por un pie que no resistes besar-. Embísteme sin mi rechazo y tortúrame con la altivez de tu deseo arrastrándome muy lejos (al borde del abismo entre paréntesis y sin comas por favor), ahora desenvaina tus puntos suspensivos... -maldito trío de puntos- ese espacio sin nombre no se alcanza.

Un punto y aparte para calmar el temblor de mi cuerpo y sonreírte al tiempo que me das de beber del vino espumoso en una copa. Borro mis interrogaciones. Toda una antesala para retomar tus comas y regalarme la humedad de tu boca y la suavidad de tu respiración en mis orejas, cuello, nuca, hombros; atacar con puntos y comas nuevamente para buscar con tu dedo un clítoris congestionado, pasar tu lengua entre esos labios escondidos y saborear mis secreciones -robármelas entre guiones- y atizar de nuevo en mi centro ardiente ocupándolo, sosteniendo el ascenso ¡inminente! con signos de exclamación, la eyaculación inevitable... hasta acabar con los puntos suspensivos y vaciarte todo en mí y desplomarte extenuado, aliviado y amoroso en mi cuerpo complacido. De nuevo un punto y aparte para dormir sobre mi pecho y poner punto final al entrecomillado "acto" que en este caso es un hecho amoroso sin ningún viso de actuación. Si estoy equivocada, felicito tu dominio de la puntuación. Punto final.

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Isabel Wagemann

Cama con espejos

A Don Gonzalo Rojas Reflejados infinitamente en los espejos de uno y otro lado de la cama, hicimos todas esas veces el amor. Valdivia, Chile

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Yolanda J. Hackshaw M.

El sonido del deseo

Lo había visto en el inmenso colegio donde yo estudiaba, y en más de una ocasión se detuvo a admirar mis monumentales y firmes senos que siempre llevaba libres y en gozoso movimiento. Por eso no me amedrenté cuando, al bajar, mi amiga Iluminada me informó que el ascensor una vez más mostraba sus achaques mensuales. Al subir, el viejo mecanismo dio un salto como caballo encabritado, todos los libros de álgebra, español y de lenguaje mímico que llevaba se me resbalaron, y en el intento por asirlos toqué accidentalmente las partes íntimas de mi acompañante que al instante respondieron a mis dedos con un saludo efusivo y fuerte. Un huracán interior se desató. El dedo en el piso 13 seguía insistiendo sobre el botón de llamada. El nuevo salto para continuar ni siquiera lo notamos, la máquina indiferente a la tormenta de caricias y gemidos siguió su rumbo. Nuestros veleros de las ganas inclinaban sus velas, cuando a nuestras espaldas alguien nos remecía con fuerza y angustia, así fue que abrimos los ojos y vimos a doña Bárbara Morales, la directora del colegio para sordos donde estudiábamos, con las cuencas desorbitadas empujando a nuestros cuerpos elípticos que cuchicheaban sobre amor.

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Pía Barros

Sin Claudicar A Susana Sánchez, respondiendo a su Valparaíso; a Marjorie, también porteña. Aquí está ella, la más barata del puerto, la del corazón grande, navegante e inconcluso para siempre, los mástiles abiertos para él, que es uno más de hombros anchos y poderosos, uno más sin afeitar y la expresión compungida de los hombres abyectos y desnudos, él, a quien ha dejado creer que la posee cuando es en realidad ella la que permite que le hunda su proa a en esa pieza angosta y helada, frente al lavatorio de agua sucia y al espejo que ya ni refleja de cansancio, y que en un extremo tiene su carnet que certifica cincuenta años junto a esa guirnalda atesora desde la última Navidad en que fue niña. Oregón, Florence, 1990

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Lilian Elphick

Mas polvo enamorado

Soñé contigo, Pelá. Soñé que te hacía polvo y que tú me lo agradecías.

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Ana María Mopty de Kiorcheff

Diálogo La ciruela, me dijiste, debe ser comida con los ojos cerrados. Me enseñaste que podía acariciar la fruta y morderla sin ruido ni queja. Pienso que puede ser que en este momento, el laurel se quiebre sin que calles, cuando mezclas la espesura de la salsa sobre el fuego. Todo eso en la cocina. La noche calla y miro desde la ventana una lámpara, impregnando cuerpos amarillos. Te miro y me convences. Es verdad que el pretérito se hace presente en noches como estas, te digo, mientras van desanudándose en mis bolsillos las voces de los pájaros.

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Coatlicue Aboites Manrique

Tinto como mi vino

Una gota de vino tinto rodaba por la comisura de mis labios, la dejé bailar al filo de mi barbilla, hundirse en las curvas de mi cuello, hasta desaparecer en mis senos, como los besos húmedos de aquel desconocido. En este mismo bar lo vi, su mirada profunda: felino cauteloso. Me invitó una copa, embriagaba más su risa. Caminamos sobre callejones oscuros vestidos de complicidad. Tomó con fuerza mis manos anudándolas a mi espalda. Mi rostro se fue transformando: ojos de fuego, olfato agudo, latidos galopantes, dientes que crecían. Él, cegado de pasión, recorrida sediento mi piel, no advirtió a la bestia nocturna, mis piernas abrazaban su entono, clavé resuelta mis colmillos en su cuello, disfruté cada gemido de vida, un líquido en el cuerpo inerte se perdía, era tinto como mi vino.

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Amélie Olaiz

Intimidades de una joven rubia Alicia se encerró en un libro para acariciarse el cuerpo. Su sonrisa nos confirmaba que, gracias a tan pródiga imaginación, ella viviría por siempre en el país de las maravillas.

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Carla Aguilar Cervantes

El beso Estaba sentada sobre la viga de acero, sus piernas caían tensas, como pétalos esperando ser deshojados. Apoyada sobre sus manos, se inclinó hacia mí y pude ver el regalo bajo su escote marchito. El tiempo había pasado besando su piel, pero el vigor juvenil de su mirada me incitaba a mirar más allá. A pesar de los gritos de mi conciencia, me acerqué para juntar sus labios con los míos y cuando abrí los ojos, vi mi labial en el espejo.

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Ana María Shua

100 Mientras Aladino duerme, su mujer frota dulcemente su lámpara maravillosa. En esas condiciones, ¿qué genio podría resistirse?

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Marcia Ramos Lozoya

Erótica Ella estaba abierta como un compás, la puerta que se atoró cuando se fue de su casa, una herida sangrante, una muñeca inflable. Ella, llave de las anginas que piden suero de anestesia descubrió su sexo. Tú solo eras parte del encuentro erótico. Quiero hacer de tu boca una novela.

Tocó mi espalda y en mi mente hice una minificción con final feliz.

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Giselle Aronson

Pedido

—Sólo te pido una cosa —susurró ella cuando descubrió que él se había propuesto quitarle la ropa. —Lo que quieras. —Que parezca amor.

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Paola Cescon

La trama de Penélope

Luego de dos largas décadas de ausencia, se le ocurre aparecer justo ahora cuando ella, rendida de soledad, se enamoró perdidamente de una de sus sirvientas, la dulce joven que con cuerpo seductor como canto de sirena, supo levantarle el velo y transformar en miel tanto infortunio. ¡Maldito el momento en que juró a Ulises fidelidad eterna! Es hora de conjugar juramentos. Pero, ¿cómo? Si el deseo ya ancló en la más deliciosa y húmeda de las bahías. Y su bahía, se llama Agneta. Ulises se encuentra con una esposa distante, la cual alegando un shock provocado por las circunstancias, implora tiempo para el encuentro carnal. El tiempo preciso para terminar otro sudario que, con alevosía, cuatro suaves manos ya comenzaron a tejer.

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Gabriela Aguilera

Tránsitos Aseguró ser un buen conductor. Lo desafié esa noche a recorrer mis caminos con su lengua. Lo hizo, deteniéndose el tiempo justo en cada una de las paradas obligatorias inscritas en los lunares rojos que tapizan mi piel. Respetuoso de las leyes, no pasó por alto ninguno de ellos. No sabía que viajaba siguiendo las señales de un mapa que lo conducían a estrellarse de cabeza entre mis piernas.

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Alba Omil

Polinización La mariposa olía con fruición la flor mientras lamía con su larga lengua, el terciopelo del cuerpo –pétalos encarnados, pétalos de rosa–, gustaba la dulzura del pistilo, se empolvaba entre frágiles estambres ¡Qué placer! Voló hacia otra flor: el goce del aroma, el colchón de estambres. Succionó el erecto pistilo, mientras la flor se estremecía: su descendencia estaba asegurada. En seguida la sedujo la lujuria de una enorme azucena de labios entreabiertos y corola profunda, puro pétalos, de estambres lujuriosos, hinchados de polen. Y ella gozándola, sorbiéndola, oliendo sus sabores, mezclando la carga de sus antenas (cenizas de ave fénix) que ya visitaron otras flores. ¡Qué promiscuidad! La madre tierra celebraba las primaverales nupcias, exhalando aromas por todos los rincones de su cuerpo.

Mónica Sánchez Escuer 31


Incunable Al caer la noche, el autor ya la espera en la cama con una historia ardiente. Ella se desnuda y lo toma. Él abre sus páginas, le besa los ojos y le descubre todas sus lenguas. En un pasaje lento, oscuro, él le sopla al oído, la enloquece, le moja los dedos, le graba sueños prohibidos en el cuerpo.

Cuando llegan la noche y el marido, el autor duerme: ella lo lleva, como libro de bolsillo, entre las piernas.

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Dina Grijalva Monteverde

El deseo

Cuando se despierta su deseo, su cuerpo empieza a desprender tenues aromas: fresa en sus labios, el aroma del musgo brota de sus axilas, un leve olor a leche se desprende de sus pechos, un intenso aroma de rosas y miel asciende entre sus piernas. Y cuando llega el placer -¡Oh, el placer!- todos esos aromas se convierten en efluvios de una intensidad tal que quienes pasan frente a su casa se sienten dulcemente atraídos a detenerse y hay ocasiones en las que más de un transeúnte se ha sentido tan agobiado por esa mezcla de olores que ha deseado intensamente morir. Algunos atardeceres los olores que se escapan por las ranuras de las puertas y ventanas de su casa son suficientes para provocar la alegría o la euforia de los paseantes, quienes, esa misma noche, sorprenderán gratamente a sus novias, esposas o amantes.

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Bertalicia Peralta

Historia de ojos

En el fondo de la pupila había algo pagado, algo así como una brusca, cuántas veces caray, había tenido ganas de decírselo, pero no, que si el concierto es a las nueve, que si está limpia la camisa blanca, que si los zapatos debe estar brillante, y que los chiquillos correteando, mojado todo el cuarto y de repente, zás, un chorrillo de agua en plena cara o en las piernas y claro, arecía como si se hubiera orinado y entonces serian, y se reían, y tenía también que reírme y luego raspaba tratando de quitar la manchita, la brusquita del fondo de la pupila, recuerdo que me había dicho “debe estar limpia, cuídala, siempre debe estar brillante” (la lámpara de Aladino, pensé yo), y froté y froté, mil veces froté y de pronto describí la rayita en el ojo, y el ojo me miraba, subyugantemente y me gustaba mirarme allí tan brillante, tan alargado a veces, tan lleno de ángulos insospechados como los de los santos antiguos, antiguos sí, eso era, los cordones eran antiguos y claro, no iban con los zapatos, y el concierto a las nueve, como de costumbre uno corría, sudaba, trataba de estar listo, almidonado, duro igual que los que los puños de camisa, igual que la corbata, tieso, y los polvos se pegan a la cara y entonces había que rapar y raspar, con toda la fuerza de que disponía raspaba hasta sentir que la muñeca dolía y un placer inaudito se entraba en el cuerpo y no sentía entonces el dolor ni el vértigo en la piernas, los músculos se abrían dulcemente y me acercaba a ese ojo brillante, maravilloso que atraía terriblemente como si realmente estuviera iluminado con miles de luces, como en una cinta sin fin, todas las lucecitas alineadas como si fuera una carretera larga y oscura, oscura, larga, la noche sería igual a tantas otras noches, de concierto y tus ojos serían pálidos y frescos y luego diría qué bueno y estaría en silencio el resto de la noche, en un silencio espeso mirándome siempre, mirándome como ahora, como me has mirado desde hace un año, como seguramente me mirarás toda la vida, con ese solo ojo grandote, iluminado, con una brusca al fondo, mientras yo raspo y raspo y voy acercándome al ojo y la pupila expele sus brazos metálicos y estoy atrapado, igual que ahora, para siempre.

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Luisa Valenzuela

La cosa

Él, que pasaremos a llamar el sujeto, y quien estas líneas escribe (perteneciente al sexo femenino) que como es natural llamaremos objeto, se encontraron una noche cualquiera y así empezó la cosa. Por un lado porque la noche es ideal para comienzos y por otro porque la cosa siempre flota en el aire y basta que dos miradas se crucen para que el puente sea tendido y los abismos franqueados. Había un mundo de gente pero ella descubrió esos ojos azules que quizá – con un poco de suerte- se detenían en ella. Ojos radiantes, ojos como alfileres que la clavaron contra la pared y la hicieron objeto – objeto de palabras abusivas, objeto del comentario crítico de los otros que notaron la velocidad con la que aceptó al desconocido-. Fue ella un objeto que no objetó nada, hay que reconocerlo, hasta el punto que pocas horas más tarde estaba en la horizontal permitiendo que la metáfora se hiciera carne en ella. Carne dentro de su carne, lo de siempre. La cosa empezó a funcionar con el movimiento de vaivén del sujeto que era de lo más proclive. El objeto asumió de inmediato – casi instantáneamente- la inobjetable actitud mal llamada pasiva que resulta ser de lo más activa, recibiente. Deslizamiento de sujeto y objeto en el mismo sentido, confundidos si se nos permite la paradoja.

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Escritoras Mónica Lavín. Escritora mexicana. Novelista, cuentista, ensayista. Estudió biología en la Universidad Autónoma Metropolitana Entre sus obras destacan Café cortado, Hotel Limbo, Yo, la peor y Manual para enamorarse. “Dos puntos” fue encontrado en Retazos. http://www.monicalavin.com/ Isabel Wagemann. Escritora chilena, nació en Valdivia, sur de Chile. Fotógrafa, formada en el taller de escritura creativa de Clara Obligado. Sus cuentos están publicados en antologías como Por favor sea breve 2, o Parafilias ilustradas. Forma parte del grupo de escritoras “Microlocas” que publicó, en 2012, el libro de microrrelatos La Aldea de. “Cama con espejos” fue encontrado en la antología Destello en el cristal https://www.facebook.com/microlocas/ Yolanda J. Hackshaw M. Escritora panameña. Licenciada en español y Profesora de Segunda Enseñanza, Maestría en Literatura Hispanoamericana y Postgrado en Literatura Panameña. Ha publicado los cuentarios Corazones en la pared y Las trampas de la escritura. “El sonido del deseo” fue encontrado en la antología La minificción en Panamá Pía Barros. Escritora chilena, nacida en Santiago. Ha sido miembro del directorio de la Sociedad de Escritores de Chile. Ha publicado librosobjeto con material literario ilustrado. Es profesora de técnicas narrativas, en la Escuela de Periodismo de la Universidad Bolivariana. “Sin Claudicar” fue encontrado en la antología de la RIB http://piabarros.blogspot.mx Lilian Elphick. Escritora chilena. Licenciada en Literatura de la Universidad de Chile, y con estudios completos de magíster en Literatura Hispanoamericana y Chilena en aquella misma institución. En 1990 fue finalista en el Concurso de Cuentos Juan Rulfo, celebrado en París, Francia. "Mas polvo enamorado” fue encontrado en su blog. http://lilielphick.blogspot.mx/ Ana María Mopty de Kiorcheff. Escritora argentina, nacida en San Miguel de Tucumán. Es profesora en Letras, publicó cuatro libros de cuentos y microrrelatos: Entre Sur y Norte (1993) Microrrelatos (1998), Con ojos y alas (2001) y Con abrazos (2007). Es una de las coordinadoras y fundadoras de la flamante "Asociación Literaria “Dr. David Lagmanovich, dedicada a la difusión de los textos de ese autor y de la microficción en general. “Diálogo” fue encontrado en un blog llamado Jaquemate

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Coatlicue Aboites Manrique. Escritora mexicana, nacida en León, Guanajuato. “Tinto como mi vino” fue encontrado en la antología Para leerlos todo. Amélie Olaiz. Escritora mexicana, nació en León Guanajuato. Estudió Diseño Gráfico en la Universidad Iberoamericana. Cursó la Maestría en Diseño Industrial en la UNAM y el diplomado de Creatividad en la UIA. Ha publicado dos libros Aquí está tu cielo y Piedras de Luna. “Intimidades de una joven rubia” fue encontrado en su blog personal Espacios dispares. http://espaciosdispares.blogspot.mx/ Carla Aguilar Cervantes. Escritora mexicana, nacida en Celaya, Guanajuato. “El beso” fue encontrado en la antología Para leerlos todos p.10 Ana María Shua. Escritora argentina, nació en Buenos Aires No sólo ha publicado minificciones , cuenta con novelas como Los amores de Laurita, (llevada al cine), El libro de los recuerdos (Beca Guggenheim) y La muerte como efecto secundario (Premio Club de los XIII y Premio Ciudad de Buenos Aires en novela). “100” fue encontrado en el blog Topmicrorrelatos. http://www.anamariashua.com.ar/ Marcia Ramos Lozoya. Escritora mexicana, de Tijuana, Baja California. Licenciada en Lengua y Literatura de Hispanoamérica por la Universidad Autónoma de Baja California. Ha publicado cuentos, poemas, minificciones, crónicas y ensayo en diversas antologías, medios impresos y páginas web. Fue publicada en las páginas web La imaginación en México y Círculo de poesía. “Erótica” fue encontrado en su blog personal http://marcya-ramosl.blogspot.mx Giselle Aronson. Escritora argentina. Nació en Gálvez, Santa Fe. Es Escritora y Licenciada en Fonoaudiología. Publicó Cuentos para no matar y otros más, inofensivos y Poleas. “Pedido” fue encontrado en el blog Ficción mínima https://gisellearonson.wordpress.com/ Paola Cescon. Escritora argentina, nacida en Buenos Aires. Escribe poesía, minificciones y es narradora. Dicta taller literario de metodología virtual y es correctora de textos. Integró las antologías literarias “La voz viene del pasillo”, “Mientras limpiamos la Jaula” y “El placar”, Formó parte también, junto a poetas mexicanos de la antología “Poetas en la Red”, editada en México en formato CD. “La trama de Penélope” fue encontrada en su blog Mínimo animal demente http://minimoanimaldemente.blogspot.mx/ 40


Gabriela Aguilera V. Escritora chilena. Narradora y tallerista. Profesora suplente en los talleres de Pía Barros y miembro del Comité Editorial de Asterión Ediciones desde 2007. Publicó tres libros de cuentos y tres de microcuentos, y también en antologías de Cuba, Argentina, Estados Unidos, Venezuela y España. “Tránsitos” fue encontrado en Imagen Revista Latinoamérica de cultura. Alba Omil. Escritora argentina. Licenciada en Lengua y Literatura Española y Americana, por la Universidad Nacional de Tucumán. Ejerció de profesora en Nivel Medio de Lengua Castellana y Literatura Argentina, en la Escuela Normal Nacional Juan B. Alberdi 1956-1966; 1968-1976. “Polinización” fue encontrado en su blog personal http://albaomil.blogspot.mx/ Mónica Sánchez Escuer. Escritora mexicana. Socióloga y maestra en creación literaria. Ha impartido cursos y conferencias sobre literatura, sociología, traducción literaria y cultura en diversos foros académicos. Ha sido ganadora del University of Texas Literary Contest en narrativa (2005) y del The Frank McCord Memorial Poetry Prize (2006). “Incunable” fue encontrado en su blog personal http://monicaescuer.blogspot.mx Dina Grijalva Monteverde. Escritora mexicana, nacida en Ciudad Obregón, Sonora. Es Licenciada en Letras por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y realizó su Maestría y el Doctorado en la UNAM. Escribe artículos sobre sus temas de investigación para publicaciones especializadas, y artículos de tema diverso para publicaciones periodísticas de Culiacán. “Deseo” fue encontrado en el blog Ficción Mínima Bertalicia Peralta. Escritora panameña. Ha escrito también guiones para Televisión y libretos especiales para Radio. Fundadora y Co-directora de "El Pez Original" (1968-1970), Revista de la Nueva Literatura Panameña. • Dirigió la página literaria "Letras de Critica", en el periodismo nacional. “Historia de ojos” fue encontrado en la antología La minificción en Panamá http://bertaliciaperaltapty.blogspot.mx/ Luisa Valenzuela. Escritora argentina. Nacida en Buenos Aires. Tambien ha sido periodista. Es Doctora Honoris Causa de la Universidad de Knox, Illinois, y miembro de la American Academy of Arts and Sciences. “La cosa” fue encontrada en la antología Por favor sea breve http://www.luisavalenzuela.com/

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Bibliografía Aboites Manrique. “Tinto como mi vino” en Para leerlos todos. Antología de microcuentos León, Guanajuato.: Universidad Iberoamérica León, Instituto Cultural de León, 2009 p.8 Aguilar Cervantes, Aguilar. “El beso” en Para leerlos todos. Antología de microcuentos León, Guanajuato: Universidad Iberoamérica León, Instituto Cultural de León, 2009 p.10 Aguilera V., Aguilera. “Tránsitos” Imagen Revista Latinoamérica de cultura No. 4 Nueva época, 2011 p. 28 Aronson, Giselle. “Pedido” en Ficción mínima [blog] Recuperado en http://ficcionminima.blogspot.mx/2010/05/cinco-micros-de-gisellearonson.html Consultado el 20 de mayo 2015 Barros, Pía. “Sin Claudicar” en Antología de la RIB, Revista Interamericana de Bibliografía p. 290 Cescon, Paola. “La trama de Penélope” en Mínimo animal demente [blog] Recuperado en http://minimoanimaldemente.blogspot.mx/2008/09/la-trama-depenlope.html Consultado el 20 de mayo 2015 Elphick, Lilian. "Mas polvo enamorado” en Ojo travieso [blog] Recuperado en http://lilielphick.blogspot.mx/2007/01/mas-polvo-enamorado.html Consultado el 20 de mayo 2015

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Grijalva Monteverde, Dina. “Deseo” en Ficción mínima [blog] Recuperado en http://ficcionminima.blogspot.mx/2010/05/las-micros-generosasde-dina-grijalva.html Consultado el 20 de mayo 2015 Hackshaw M., Yolanda J. “El sonido del deseo” en La minificción en Panamá: breve antología del cuento breve en Panamá. Prólogo y selección a cargo de Enrique Jaramillo Levi. Bogotá, D.C.: Universidad Pedagógica Nacional, 2003 p. 51 Lavín Mónica. “Dos puntos” en Retazos, México, Tava Editorial, 1995 Mopty de Kiorcheff, Ana María. “Diálogo” en Jaquemate [blog] Recuperado en http://franciscomendez.blogspot.mx/2010/11/ana-maria-mopty-dekiorcheff.html Consultado el 20 de mayo 2015 Olaiz, Amélie. “Intimidades de una joven rubia” en Espacios dispares [blog] Recuperado en http://espaciosdispares.blogspot.mx/2003/04/intimidades-de-unajoven-rubia.html Consultado el 20 de mayo 2015 Omil, Alba. “Polinización” en La letra profunda [blog] Recuperado en http://albaomil.blogspot.mx/search/label/Bestiario%20Er%C3%B3tico Consultado el 20 de mayo 2015 Peralta, Bertalicia. “Historia de ojos” en La minificción en Panamá: breve antología del cuento breve en Panamá. Prólogo y selección a cargo de Enrique Jaramillo Levi. Bogotá, D.C.: Universidad Pedagógica Nacional, 2003 p. 69 Ramos Lozoya, Marcia. “Erótica” en Historias de una mente fragmentada [blog] Recuperado en http://marcya-ramosl.blogspot.mx/2013/04/erotica.html Consultado el 20 de mayo 2015

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Sánchez Escuer, Mónica. “Incunable” en Historias baldías [blog] Recuperado en http://monicaescuer.blogspot.mx/2011/11/incunable.html?view=cla ssic Consultado el 20 de mayo 2015

Shua, Ana María. “100” en Top microrretalos [blog] Recuperado en http://topmicrorrelatos.blogspot.mx/2014/11/ana-maria-shua100.html Consultado el 20 de mayo 2015 Valenzuela, Luisa. “La cosa” POR FAVOR SEA BREVE. Antología de relatos hiperbreves. Edición de Clara Obligado. España: Páginas de espuma 2001 p. 15 Wagemann, Isabel. “Cama con espejos” en Destellos en el cristal Antología de microrrelatos de espejos. Internacional Microcuentista, Revista de microrrelatos y otras brevedades 2013 p. 11

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Índice Prólogo…………………………………………………………………………………….4 Introducción………………………………………………………………………………5 Mónica Lavín. Dos puntos……………………………………………………………14 Isabel Wagemann. Cama con espejos……………………………………………..15 Yolanda J. Hackshaw M.………………………………………………………………16 Pía Barros. Sin Claudicar …………………………………………………………….17 Lilian Elphick. Mas polvo enamorado …………………………………………….19 Ana María Mopty de Kiorcheff. Diálogo…………………………………………..20 Coatlicue Aboites Manrique. Tinto como mi vino………………………………21 Amélie Olaiz. Intimidades de una joven rubia ………………………………….22 Carla Aguilar Cervantes. El beso……………………………………………………24 Ana María Shua. 100………………………………………………………..………..25 Marcia Ramos Lozoya. Erótica……………………………………………………...26 Giselle Aronson. Pedido ……………………………………………………………..27 Paola Cescon. La trama de Penélope ……………………………………………..29 Gabriela Aguilera. Tránsitos………………………………………………………...30 Alba Omil. Polinización……………………………………………………………….31 Mónica Sánchez Escuer. Incunable…………………………………………………32 Dina Grijalva Monteverde. El deseo….…………………………………………….34 Bertalicia Peralta. Historia de ojos ………………………………………………...35 Luisa Valenzuela. La cosa…………………………………………………………..36 Las escritoras…………………………………………………………………………..39 Bibliografía………………………………………………………………………………42

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