El Renacimiento Durante el Renacimiento, la música se desarrolló en paralelo al resto de las artes. De esta manera surgió la escuela Florentina. Más tarde surgió la escuela Romana y posteriormente otras escuelas. En el Renacimiento las artes buscaron siempre la naturalidad. Proporción entre las partes y la armonía entre los textos y la melodía. Sus características eran: Fusión de la música religiosa y profana. Mayor equilibrio entre las voces. Mayor sentido imitativo en el contrapunto. Uso atenuado de acordes disonantes. Paulatina sucesión de voces por instrumentos. Ampliación del campo de acción de la interpretación musical. Búsqueda del goce sensual. Mayor dignificación social del músico profesional.
La polifonía religiosa La escuela castellana: Su máximo representante fue el abulense Tomás Luis de Victoria, contemporáneo y discípulo de Palestrina. Escribió misas y motetes, aunque su principal obra es Oficio de Semana Santa. La escuela andaluza: Morales y Guerrero llenaron de gloria esta escuela: Morales: Se formó en Roma y fue maestro de capilla en las catedrales de Ávila, Toledo y Málaga. Poseía una gran técnica, a la que se unía una sobria interpretación. Guerrero: Fue discípulo de Morales y maestro de capilla en las catedrales de Jaén, Sevilla y Málaga. Otras escuelas españolas: Otras escuelas españolas menos importantes son la valenciana con Juan Gines y Ambrosio Cotés; la aragonesa con Melchor Robledo y la catalana con Pedro Alberch Vila.
Daniel y José Luis