Ciencia

Síntesis de «La Vida contra el Aborto»

a Asociación MédicoEspírita de Brasil (AMEB) elaboró un estudio con diez preguntas y respuestas sobre el origen de la vida humana y su inicio en el embrión, como una contribución del pensamiento médico-espírita al tema del aborto intencional. El objetivo fue establecer los argumentos en la Ciencia. La pregunta inicial es: ¿La vida es un bien indisponible?. La defensa de esta tesis, en el caso del tema del aborto, lleva a la siguiente interrogante: «¿Dónde comienza la vida?» Para resolverlo, es indispensable todo el concurso que la Ciencia pueda ofrecer.

La célula huevo es considerada nuestra primera morada y después de pasar por múltiples modificaciones, se transforma en un ser humano multicelular. Algunos embriólogos afirman que el cigoto y el embrión inicial son organismos humanos vivos, en los cuales ya están fijadas todas las bases del individuo adulto. Con fundamento en este concepto, figuras notables de la obstetricia brasileña hicieron una declaración conjunta: «Aborto inducido significa la eliminación de una persona biológicamente viva». Estudios científicos demostraron que existe una individualidad embriofetal muy nítida, tanto inmunológica como psicológica, que puede ser acompañada, desde muy temprano, a través de la ultrasonografía. Se ha verificado que cada feto, así como cada recién nacido, es un ser altamente individualizado. No es de modo alguno una tabla rasa, como se podría suponer, esperando ser moldeado, exclusivamente por el medio ambiente. Tiene vida emocional propia: experimenta placer y disgusto, dolor y tristeza, angustia o bienestar, y tiene una conexión intensa con su madre, siendo capaz de captar sus estados emocionales y sentir cuáles son los sentimientos de afectividad de ella con relación a él. L

Por lo tanto, el embrión no pertenece a la madre, al padre, al juez, al equipo médico o al Estado. Pertenece, exclusivamente, a él mismo, porque la vida que le fue otorgada, es un patrimonio intrínseco, inherente a su condición de organismo humano vivo. El feto anómalo, inclusive el portador de grave deficiencia, como es el caso del anencéfalo, hace parte de esta diversidad. El texto de la AMEB reconoce que la mujer, al generar un feto deficiente, puede necesitar de ayuda psicológica. Pero una mujer que aborte intencionalmente se encontrará en una situación mucho peor, cargando el complejo de culpa al carecer de ayuda psicológica. Esto es algo que los defensores del aborto nunca comentan, pero es común y acarrea mucho sufrimiento. Se trata de la depresión que surge, por lo general, en la época de la menopausia, teniendo como causa el complejo de culpa por el aborto practicado. Varios psicoterapeutas constataron la relación muy próxima entre aborto y depresión.

Marlene Nobre amebr@uol.com.br - www.amebrasil.org.br Tomado de la revista Reformador N o 2116 (La Vida contra el Aborto, AMEB, São Paulo, 2005)

Médica Ginecóloga, Presidente de la Asociación Médico-Espírita de Brasil e Internacional