FIDA
AVANZA EL CAMPO centroamericano Revista especial sobre experiencias de proyectos FIDA en CentroamĂŠrica
Lucha por reducir la pobreza DA RESULTADOS
Revista especial sobre experiencias de Proyectos FIDA en CentroamĂŠrica
AVANZA EL CAMPO centroamericano
Recopilación de 20 experiencias de aplicación de las estrategias de lucha contra la pobreza en proyectos financiados por el FIDA en cinco países centroamericanos: Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Panamá. Un trabajo elaborado por el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA) y la Unidad Regional de Asistencia Técnica (RUTA).
FIDA
Dirección: Carmen Eugenia Morales, Enlace de FIDA/RUTA y Marco Tulio Sierra, Especialista en Proyectos, RUTA Redacción y edición: Gabriela Hernández Herrera Fotografías: Gabriela Hernández y proyectos. Diseño: Mónica Schultz Clarke Se agradece la participación de las beneficiarias y beneficiarios así como del personal de los proyectos visitados para elaborar esta publicación. San José, Costa Rica Enero 2010
Avanza el campo centroamericano
2
Contenido PRESENTACIÓN El campo centroamericano avanza con esfuerzo .........................................................................3 PROYECTOS APOYADOS POR FIDA EN CENTROAMÉRICA: Lucha por reducir la pobreza da resultados ......................................................................................4
SECCIÓN GUATEMALA Indígenas de Guatemala mejoran su nivel de vida ......................................................................7 Dueños de su propio negocio.....................................................................................................................10 “Queremos ser exportadores”.......................................................................................................................12 Café orgánico para el mundo .......................................................................................................................14 Entre flores de algodón ......................................................................................................................................16
SECCION HONDURAS Hondureños están saliendo adelante con innovación .........................................................18 “La meta es acabar con la pobreza”..........................................................................................................21 Exitosos fabricantes de concentrados ..................................................................................................23 Nuevo negocio familiar a base de sábila ............................................................................................25 300 socios cultivan tilapia en jaulas flotantes .................................................................................27
SECCIÓN EL SALVADOR Trabajo y entusiasmo en el campo salvadoreño .........................................................................29 Explosión productiva en Candelaria La Frontera.........................................................................32 Más de 50 mujeres se superan con exitosa granja ...................................................................34 Proyecto de agroturismo combate la pobreza con diversión .......................................36 Productores avícolas generan empleo en Chalatenango .................................................38
SECCIÓN NICARAGUA Un freno real contra la pobreza en Nicaragua .............................................................................40 Seguridad alimentaria para 250 familias en Chinandega ...................................................43 El desarrollo viene en barriles de miel .................................................................................................45 “Nos sentimos microempresarias realizadas ..................................................................................47 ¡Ay que lindo… de obreros a empresarios! .....................................................................................49
SECCIÓN PANAMÁ Comarca Ngäbe-Buglé rumbo al desarrollo ..................................................................................51 ¡Logramos comercializar! .................................................................................................................................54 Productores de hortalizas se organizan contra la pobreza ...............................................56 Programa de becas: un gran éxito ...........................................................................................................58 Listos para caminar solos .................................................................................................................................60
Pr e s e n t a c i ó n
3
El campo centroamericano avanza con esfuerzo
E
En medio de una coyuntura de crisis internacional y de subdesarrollo estructural, con efectos climáticos en contra y con escasa educación formal, los campesinos y campesinas pobres de Centroamérica están demostrando de manera contundente que se puede salir adelante, aún en contra de las condiciones más adversas. La esperanza y la fuerza de voluntad es el ingrediente principal, aunado, en muchos casos, al apoyo de iniciativas de los gobienos, la cooperación internacional y la sociedad civil en general, mediante métodos prácticos de trabajo promovidos a través de los proyectos de desarrollo. La presente publicación presenta 20 experiencias de trabajo en cinco países centroamericanos que están ejecutando proyectos de desarrollo rural financiados mayoritariamente por el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA). Interesaba escudriñar la forma en que estos proyectos están aplicando las estrategias de lucha contra la pobreza que promueve el FIDA, qué tan empoderados están los beneficiarios de estas estrategias y qué tan efectivas están siendo en la práctica, contado desde las experiencias de los mismos beneficiarios y benefeciarias y con una narración más periodística que científico-técnica. Los resultados han sido sorprendentes y satisfactorios. Más aún: motivadores. Los testimonios de los productores y productoras, los avances significativos que ellos han logrado, la forma en que han crecido y se han fortalecido, las capacidades que han descubierto y reforzado, su alegría de estar progresando se pueden encontrar en estas páginas. Ellas y ellos mismos cuentan cómo germinaron sus ideas, cómo aprendieron de gerencia y de contabilidad con disciplina, cómo se organizaron y se acostumbraron a trabajar en equipo, cómo han hecho de la participación una práctica diaria, cómo han sido exitosos en el manejo financiero y hasta han creado fondos revolventes, cómo han incorporado la equidad de género y el enorme liderazgo que han tenido las mujeres en sus iniciativas. Cuentan que están mejor y que aspiran a más. Afirman que no darán marcha atrás y que desean que las demás personas de sus comunidades también prosperen. Que tengan la oportunidad que ellos tuvieron de descubrir que son capaces, que solo necesitaban un buen empujón, “que los pobres también pueden ser empresarios” como destacó uno de ellos. Este esfuerzo de recopilación fue realizado por FIDA/RUTA con apoyo del personal de los proyectos en cada país. Abarcó Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Panamá. Los casos se presentan en formato de reportajes periodísticos elaborados por una profesional en comunicación quien entrevistó a más de 200 personas, entre junio y agosto de 2009, y tomó 1.200 fotografías en los cinco países visitados para ilustrar las experiencias. Esperamos que esta información sea útil en la valoración y fortalecimiento de las estrategias de lucha contra la pobreza de los gobiernos, el FIDA y otros socios, para juntos hacer de los proyectos de desarrollo rural mejores respuestas ante la necesidad sentida de las poblaciones rurales, que solo necesitan una mano y una buena estrategia para salir adelante.
Avanza el campo centroamericano
4
PROYECTOS APOYADOS POR FIDA EN CENTROAMÉRICA:
Lucha por reducir la pobreza da resultados Los beneficiarios y beneficiarias de los Proyectos FIDA en Centroamérica han logrado un salto cualitativo en su calidad de vida. Así lo indicaron ellos mismos durante un recorrido hecho por 20 experiencias de proyectos cofinanciados por el FIDA en Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Panamá. Más de 73.000 familias campesinas pobres se han beneficiado directamente con una inversión superior a los US$165 millones en los cinco proyectos visitados. El secreto son las estrategias de empoderamiento, participación, visión empresarial, equidad de género, fortalecimiento de capacidades, y otras estrategias de lucha contra la pobreza aplicadas por los proyectos que apoya el FIDA.
Así fue contado por los beneficiarios y beneficiarias de 20 experiencias representativas en cinco de los programas financiados por FIDA en esta región. La recopilación se realizó entre junio y agosto de 2009 y abarcó cuatro casos por país incluyendo Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Panamá. Esta actividad contó con la participación de los equipos de los proyectos involucrados. La coordinación del proceso estuvo a cargo de RUTA- FIDA. Los programas visitados fueron el Programa Nacional de Desarrollo Local (PRONADEL) de Honduras, el Programa de Desarrollo de las Verapaces (PRODEVER) en Guatemala, el Programa de Reconstrucción y Modernización Rural (PREMODER) en El Salvador, el Programa de Desarrollo Económico de la Región Seca de Nicaragua (PRODESEC), y el Proyecto Ngäbe-Buglé (PNB) en Panamá. Estos cinco programas suman una inversión superior a los US$165 millones para beneficio directo de más de 73 mil familias pobres de las zonas priorizadas. De este monto, US$110.5 millones provienen de préstamos del FIDA y los US$55 millones restantes son aportados por los gobiernos y beneficiarios (as) de cada país y por otros organismos de cooperación (ver cuadro).
Las estrategias de lucha contra la pobreza, aplicadas por los proyectos financiados con préstamos del FIDA en Centroamérica, están dando resultado y las familias campesinas están mejorando sus condiciones de vida.
Cabe recalcar que estos cinco programas representan cerca de una tercera parte de los 14 proyectos financiados por FIDA en Centroamérica en la última década. Los casos documentados en esta publicación fueron propuestos por los propios programas participantes y eviden-
Sección Introductoria
5 Proyectos FIDA visitados en Centroamérica para la presente publicación PAÍS
PROYECTO
MONTO TOTAL
PRÉSTAMO FIDA
BENEFICIADOS
Guatemala
PRODEVER
$ 26 millones
$ 15 millones
20.000 familias directamente
Honduras
PRONADEL
$ 56.9 millones
$ 36.5 millones
30.000 familias directamente
El Salvador
PREMODER
$ 24.5 millones
$ 20 millones
40.000 personas directamente (6.666 familias) *
Nicaragua
PRODESEC
$ 25 millones
$ 14 millones
12.000 familias
Panamá
PNB
$ 33 millones
$ 25 millones
30.000 personas directamente (5.000 familias) **
TOTAL
5 proyectos
$ 165.4 millones
$ 110.5 millones
73.666 familias directamente
Fuente: Elaboración propia con base en información de los Proyectos * Número aproximado de familias calculado a un promedio de 6 miembros por familia. Esta cifra corresponde a los beneficiarios del componente de Modernización Rural. ** Número de familias calculado a un promedio de 6 miembros por familia.
cian los resultados exitosos obtenidos por los campesinos y campesinas pobres, quienes mediante proyectos productivos e innovadores se han capacitado y fortalecido, y están saliendo adelante como poductores y microempresarios. Los ejemplos son de diverso tipo, desde proyectos centrados en asegurar la seguridad alimentaria de familias en extrema pobreza hasta estrategias de comercialización y mercadeo para grupos y cooperativas de segundo piso que ya están exportando. Hay mujeres, indígenas, agricultores, apicultores, piscicultores y una extensa gama de pequeños emprendedores, pero todos con un denominador común: son personas pobres que con estrategias bien aplicadas están dejando atrás la pobreza y descubriendo todo su potencial.
Ejes estratégicos de lucha contra pobreza aplicados por los proyectos financiados con préstamos del FIDA
Empoderados con estrategias efectivas
Empoderamiento y fortalecimiento de capacidades Aumento de las capacidades de la población pobre y de otros grupos excluidos para participar, negociar, influenciar, controlar y tener instituciones responsables que afectan, o que pueden afectar, su bienestar y sus vidas.
Todos los casos han aplicado y adaptado, en distinto grado y según su actividad, las estrategias de lucha contra la pobreza que promueve el FIDA en todas las iniciativas que financia: focalización hacia los sectores más pobres, empoderamiento y fortalecimiento de las capacidades locales, participación y equidad de género, alianzas estratégicas, visión empresarial y gestión del conocimiento e innovación (ver recuadro). En esta publicación, los propios beneficiarios y beneficiarias dan fe de los resultados obtenidos con apoyo de técnicos de los programas mencionados, con ayuda de aliados estratégicos y con el acompañamiento del FIDA.
Sosteniblidad ambiental Que los recursos naturales puedan ser utilizados por la presentes y futuras generaciones, a partir de un manejo racional. Enfoque de género Subraya la neces idad de considerar el género como una variable y de evaluar las oportunidades y limitaciones del hombre y de la mujer.
Visión empresarial Capacidad de desarrollar actividades para la producción de bienes o servicios que potencien el incremento de los ingresos en las familias y en la sociedad. Participación democrática y focalización Se basa en la idea de que una persona es parte de algo y por lo tanto juega un papel en el proceso que está viviendo. La verdadera participación implica una distribución equitativa de oportunidades y responsabilidades entre las personas involucradas.
Avanza el campo centroamericano
6
Sí lo están logrando En Guatemala, familias indígenas de las etnias Q´eqchí y Achí están mejorando sus condiciones de vida mediante proyectos empresariales e infraestructura comunitaria en la zona de las Verapaces. En este caso, el Programa PRODEVER, del gobierno de Guatemala, ha brindado asistencia técnica y apoyo financiero a más de 250 organizaciones, atendiendo directamente a unas 20 mil familias que viven en esta zona. Productores de cardamomo, café orgánico y textiles relatan sus logros. Algunos de ellos ya se perfilan como exportadores. En Honduras, más de 30.000 familias campesinas, organizadas en 438 grupos de base, se han visto beneficiadas directamente con el Programa PRONADEL, de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) y el FIDA, que se inició
en el año 2001. Productores de granos básicos, cosméticos, tilapia y alimentos concentrados señalan aquí sus experiencias y avances, de la mano de la innovación. En El Salvador, el entusiamo y el trabajo fuerte se puede palpar en las experiencias de campesinos y campesinas productores de hortalizas, granos básicos, productos avícolas y un proyecto de ecoturismo que fueron visitados. En este país, el Programa PREMODER, del gobierno salvadoreño, ha invertido $24.5 millones para ayudar a salir adelante a 40.000 personas en los departamentos de Ahuachapán, Chalatenango, La Libertad, Santa Ana y Sonsonate, que fueron duramente afectados por los terremotos del 2001. En Nicaragua, se está beneficiando a 12.000 familias de la región seca, a través de más de 300 planes de negocios y de formación, financiados por el Programa PRODESEC que ejecuta el Instituto de Desarrollo Rural (IDR). En este país, como también en los otros, se ha visto un fuerte liderazgo de las mujeres microempresarias o líderes comunitarias. Así lo demuestran las mujeres productoras de jugos naturales de Condega. También comparten su experiencia las familias campesinas productoras de granos y hortalizas de Chinandega, los productores de miel de Villanueva y los artesanos de Estelí, que son solo una muestra de cientos de casos exitosos. En Panamá, los indígenas Ngäbe y Buglé están demostrando al mundo y a sí mismos que son capaces de progresar con un poco de ayuda. En la Comarca Ngäbe-Buglé se ha desarrollado el Proyecto Ngäbe-Buglé (PNB) con una inversión de US$33 millones para beneficiar directamente a 30.000 personas. Uno de sus principales productos es el Plan Estratégico Comarcal que marca el camino para el desarrollo de los más de 130.000 indígenas que constituyen la población total de la comarca. En esta publicación, varios grupos indígenas cuentan sus éxitos en la siembra y comercialización de granos básicos, hortalizas y productos avícolas, al igual que destacan los beneficios del programa de becas que se ha implementado. En todos los países, los proyectos productivos van más allá de los casos visitados y abarcan una amplia gama de actividades, programas de capacitación y procesos de fortalecimiento local que son integrales y que buscan lograr el desarrollo con sostenibilidad de la población pobre focalizada.
Arriba: Productores (as) de granos básicos de Honduras. Abajo: Productores (as) de hortalizas de El Salvador.
Indígenas de Guatemala mejoran su nivel de vida Más de 250 organizaciones han recibido asistencia técnica desde el 2002 en Alta y Baja Verapaz, por parte del Programa de Desarrollo Rural de las Verapaces (PRODEVER), buscando que desarrollen una visión empresarial. Con su esfuerzo, el rostro de la pobreza en esta región empieza a cambiar.
L
Las montañas y los valles de “las Verapaces”, en la zona norte de Guatemala, están llenas de esperanza y trabajo. Esta zona, que fue una de las más castigadas durante el conflicto armado en los años 80, se ha venido recuperando después de la firma de los Acuerdos de Paz, y una de las iniciativas que ha contribuido para ello es el Programa de Desarrollo Rural de las Verapaces (PRODEVER). PRODEVER es un programa del Gobierno de Guatemala que ha inyectado más de US$26 millones en siete años de trabajo, de los cuales cerca de $15 millones provienen de un préstamo del FIDA, $5 millones de la OPEP y el resto de la contraparte nacional. Este Programa se inició en marzo de 2002 con tres objetivos fundamentales: combatir la pobreza, ayudar a consolidar los procesos de paz y apoyar las políticas para el sector agropecuario de Guatemala. PRODEVER ha sido ejecutado por el Fondo Nacional para la Paz (FONAPAZ), abarcando nueve municipios de Alta Verapaz y cuatro de Baja Verapaz. En esos trece municipios viven alrededor de 500 mil personas y el 90% son campesinos indígenas de las etnias Q´eqchí, Achí y Pocomchí. Con fondos y asistencia técnica, el PRODEVER ha llegado hasta rincones donde las instituciones tenían poca o ninguna presencia. Arriba: Indígenas de etnia Q´eqchí. Derecha: Indígenas de etnia Achí.
Formando y consolidando empresarios El PRODEVER ha trabajado con un propósito central: consolidar 150 organizaciones comunitarias, que funcionen con visión empresarial y en las que participen hombres y mujeres de manera equitativa. Hasta el momento, esa meta se ve posible, pues el Programa ha logrado atender a 256 organizaciones comunitarias o productivas, con distinto grado de éxito. Esta cobertura y la fuerza que estos grupos han tomado tienen un gran mérito, pues se trata de comunidades altamente deprimidas desde el punto de vista económico.
Avanza el campo centroamericano
8
La escasa organización comunitaria, la poca costumbre de trabajo en equipo y el analfabetismo de la gran mayoría de productores indígenas (campesinos y campesinas) han sido los principales obstáculos a vencer. Se requirió paciencia y años de trabajo para ver frutos, pero el esfuerzo principal provino de los propios beneficiarios, quienes vieron en PRODEVER una oportunidad para salir adelante. El primer paso, base para todo lo demás, fue un extenso Programa de Fortalecimiento de la Organización Comunitaria, que incluyó la capacitación de decenas de representantes comunitarios que luego se encargarían de liderar los proyectos productivos y de capacitar a los demás beneficiarios. Entre 2003 y 2005, PRODEVER realizó tres fases de capacitación intensas de seis meses cada una. La primera se enfocó a desarrollar habilidades de liderazgo en lo social, lo agrícola y lo pecuario. La segunda se concentró en el diseño y elaboración de proyectos, y la tercera fase de capacitación consistió en implementar proyectos de interés comunitario para que los participantes pusieran en práctica lo aprendido en las dos primeras fases. En total, se capacitó al menos a 315 representantes comunitarios de 91 organizaciones, y cerca del 40% de ellos son mujeres, lo cual coincide con dos de los principios de la estrategia del FIDA para la reducción de la pobreza: desarrollo del capital humano y promoción de la equidad de género. Las personas capacitadas indicaron que los temas que les resultaron más útiles fueron las prácticas de campo, los temas de agricultura, equidad de género, trabajo en equipo, liderazgo, comunicación y elaboración de proyectos. Asimismo, el PRODEVER desarrolló un programa de “alfabetización empresarial” en el que, además de enseñarles a leer y escribir, se capacitó a los indígenas en aspectos empresariales como manejo de costos de producción, costos de mano de obra, mercadeo y otros temas. Casi dos mil personas (1.648 mujeres y 271 hombres) participaron en este proceso de alfabetización empresarial.
PRODEVER operará hasta diciembre de 2010, mes para el que se tiene previsto su cierre. La consolidación de 150 organizaciones indígenas bajo el enfoque de gestión empresarial, pertinencia cultural, equidad de género y responsabilidad ambiental es la visión con que se trabajará en esta fase final.
PRODEVER: toda una escuela sobre desarrollo rural integral Durante la época post-conflicto no ha habido en Guatemala un Programa como el PRODEVER, el cual se ha convertido en una verdadera escuela para el país en el tema del desarrollo rural integral, según opinan los especialistas entrevistados del equipo técnico. PRODEVER ha propiciado proyectos productivos inéditos dentro de la población maya-hablante que han sido elegidos por las propias comunidades, cuya decisión se ha respetado. Hace 20 años nadie sembraba hortalizas en esta zona, nadie tenía proyectos de ecoturismo y no se sabía lo que era el rafting. PRODEVER introdujo estos elementos de innovación, al igual que los diagnósticos participativos, la investigación-acción, las sistematizaciones en ciertas áreas de influencia y otras herramientas técnicas. Una de las principales conclusiones es que se han logrado niveles trascendentales de organización comunitaria y por eso PRODEVER va a ser bastión de la temática de desarrollo comunitario en el futuro. De hecho, PRODEVER está sirviendo de piedra angular para el diseño e inicio de un nuevo programa con apoyo del FIDA en Guatemala: el PRODENORTE. El apoyo del FIDA y la gestión gubernamental, a través de FONAPAZ, han sido claves para una buena implementación y resultados del Programa.
Sección de Guatemala
9
Instalaciones para transformación de café, cardamomo y cacao (derecha), así como la construcción de caminos (izquierda) han sido parte de las actividades desarrolladas por PRODEVER.
Los resultados Armados con nuevos conocimientos, dispuestos a trabajar con empeño y acompañados por el equipo técnico de PRODEVER, los indígenas de Alta y Baja Verapaz han ejecutado 157 proyectos en los últimos siete años. Bajo el sol o la lluvia, han trabajado incansablemente en la producción y transformación de café, cacao, cardamomo y hortalizas. También han desarrollado actividades como ecoturismo, tejidos, artesanías, engorde de pollos y cultivo de mandarinas, entre otras. Con el apoyo de PRODEVER se construyeron 12 instalaciones para procesamiento de cardamomo, 8 centros de acopio para transformación de cacao, tres beneficios de café y mejoras en otros tres beneficios ya existentes. También se promovió la diversificación agrícola en 240 parcelas demostrativas de 2 cuerdas cada una (900 metros cuadrados aproximadamente). Además, 206 comunidades fueron capacitadas y dotadas con botiquines pecuarios y con promotores para el manejo profiláctico de sus especies de traspatio, como pollos, cerdos y pavos. Gracias al fortalecimiento local, 33 organizaciones obtuvieron su personería jurídica, y 30 microempresas mejoraron sus capacidades administrativas.
Caminos y acciones ambientales Otro de los resultados de PRODEVER es la construcción y rehabilitación de al menos 171 kilómetros de caminos a lo largo y ancho de las Verapaces, beneficiando a 65 comunidades que hoy tienen un mejor acceso y pueden transportar más fácilmente sus productos.
Este proceso incluyó la conformación de 53 comités de mantenimiento vial, los cuales fueron capacitados, legalizados y equipados con un juego de herramientas básicas para las actividades de mantenimiento de los caminos. El Programa también dotó de estufas mejoradas a 204 familias, facilitó la reforestación de 300 hectáreas, desarrolló un programa intensivo de educación ambiental y promovió la formación de 10 brigadas comunitarias contra incendios.
Las claves del éxito La priorización de los proyectos en conjunto con las comunidades y la elección de actividades productivas acordes con sus necesidades y conocimiento tradicional, ha sido el principal secreto del éxito que ha tenido PRODEVER, coinciden los técnicos y beneficiarios entrevistados. El intenso programa de fortalecimiento local previo al inicio de cada proyecto también fue clave, lo mismo que el seguimiento y la asesoría técnica continua a los distintos grupos. PRODEVER también ha coordinado acciones con otras instituciones para dar un apoyo conjunto más fuerte, entre ellas Agexport, GTZ, las Municipalidades, FUNCAFE y otras. Pero el ingrediente principal ha sido el interés puesto por las organizaciones y grupos beneficiarios. En una zona donde la mayoría de organizaciones han tenido problemas con sus recursos naturales, la falta de tierra y la explosión demográfica, en donde la tierra es seca y no hay agua, surge la necesidad de que las familias se organicen, formen organizaciones fuertes, se apoyen entre ellas y trabajen juntos hombres y mujeres. La misma necesidad los empuja a gestionar fondos y proyectos, y así empiezan a crecer.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
Avanza el campo centroamericano
10
72 indígenas de Cahabón tienen ahora su propia asociación para procesar y comercializar el cardamomo que producen, y en 2008 concretaron ventas por casi US$250.000. Ya compraron un vehículo para sacar el producto de las lejanas montañas en que viven. Antes tenían que caminar 6 horas ida y vuelta para ir a vender.
Dueños de su propio negocio
C
Chiax Balamté es una comunidad de difícil acceso donde viven indígenas de la etnia Q´eqchí, incrustada en las altas montañas del municipio de Cahabón, en Alta Verapaz. Para llegar hasta allí hay que recorrer 112 kilómetros que toman tres horas desde Cobán, la cabecera municipal de Alta Verapaz, por caminos escarpados. Cruzando luego en ferry el río Cahabón y subiendo por una empinada carretera se culmina en una aldea humilde rodeada de cultivos de cardamomo, cacao, maíz y café. Hasta aquí llegó en 2002 el PRODEVER, para ayudar a estas familias indígenas a desarrollar sus propios proyectos productivos y superar la pobreza en una zona deprimida y altamente castigada por el conflicto armado de los años 80. La propuesta fue tomada en serio por productores de 12 comunidades, quienes se organizaron en la Asociación de
Desarrollo Integral Chiax Balamté (ADICHBA), la cual nació en 2002 y se legalizó de la mano del PRODEVER. El Plan de Negocios de ADICHBA se incluyó dentro del programa de agroindustria del cardamomo proyectado por PRODEVER para las Verapaces, por ser uno de los 15 productos con alto potencial en esta zona guatemalteca. Un total de 118 asociados se unieron a la ADICHBA y buena parte de ellos recibieron capacitación sobre organización comunitaria, aspectos sociales, agrícolas y pecuarios, y gestión de proyectos comunitarios. Por supuesto, también aprendieron mejores técnicas para cultivar el cardamomo. Este proceso de capacitación duró tres años, con períodos entrecortados por la siembra y la cosecha, pero manteniendo ciclos continuados de formación que eran necesarios para sentar buenas bases para el trabajo en equipo, la capacidad de gestión y el trabajo en campo. “Nos enseñaron cómo cultivar al cardamomo, cómo mantenerlo y cómo cosecharlo. Yo he participado en todas las capacitaciones y me gusta; es bueno para mí”, relató Concepción Queó, una de las socias líderes que no se perdió ni uno solo de los talleres. En 2005, el grupo recibió la secadora para procesar el cardamomo en cereza y transformarlo en pergamino (grano seco). También se construyeron las instalaciones de la planta. De este modo, se concretaron los principios de capacitación, participación, equidad de género e innovación que forman parte de la estrategia del FIDA para la reducción de la pobreza.
Sección de Guatemala
11
Mejoras y logros Los primeros tres grandes logros que los indígenas obtuvieron con el apoyo de PRODEVER fueron, primero, tener su propia asociación y ser capaces de gestionar su propio negocio, comerciando el cardamomo sin necesidad de intermediarios; segundo, ahorrar a los socios el viaje de 3 horas de ida y 3 de regreso para poder trasladarse a la población más cercana para vender el producto, y tercero, mejorar el precio del cardamomo al establecer competencia con los coyotes (intermediarios). Manuel Tux, uno de los socios, lo explica muy claramente: “La ventaja para mí es que ahora no me sacrifico para sacar mis productos. Lo vendo aquí. Ya no tengo que cargar mis productos hasta Tamash a 3 horas de ida y 3 de regreso, a hombro, bajo la lluvia o bajo al sol”. Pero uno de los mayores impactos, sin duda, ha sido la mejora en el precio, pues al sentir la competencia de los indígenas, los coyotes ofrecían cada vez un mejor precio con tal que les vendieran a ellos el producto. Concepción Queó es una de las 36 socias de la Asociación de Desarrollo Integral Chiax Balamté. Las mujeres representan un 50% de los asociados, a tono con el principio de equidad de género señalado en la estrategia de FIDA para la reducción de la pobreza. “La primera compra, en el año 2005, la pagamos a 1.10 quetzales por libra de cardamomo en cereza, y entonces los coyotes ofrecieron 1.30 quetzales. Esto nos perjudicó y algunos socios se retiraron”, cuenta Francisco Choc, Secretario de la Junta Directiva de ADICHBA. No obstante, siempre se mantuvieron en el grupo 72 asociados --36 hombres y 36 mujeres--, quienes a lo largo del tiempo han comprobado las ventajas de pertenecer a la asociación. Para el 2008, la ADICHBA tuvo un volumen de ventas importante: se compró a los socios y a otros productores de la zona un total de 4.000 quintales de cardamomo en cereza (400.000 libras), a un promedio de 3.50 quetzales por libra, lo cual totaliza un monto de 1,400.000 quetzales (cerca de US$170.000).
Las condiciones de vida de los niños y adultos de Chiax Balamté y otras comunidades vecinas está mejorando poco a poco, en buena parte por el apoyo del PRODEVER. Este cardamomo en cereza fue transformado en la planta de secado y se sacaron 1.000 quintales de pergamino que se vendieron a un promedio de 2.000 quetzales por quintal. Esto totalizó 2,000.000 de quetzales en ventas (poco más de US$241.000). Esto significa que hubo una ganancia cercana a los 600,000 quetzales (US$72,000 aproximadamente) con el proceso de transformación. A esto hay que restar los costos de secado, mantenimiento de la planta y transporte del producto, pero sin duda es un buen ingreso para una asociación en pleno crecimiento y una muestra de que PRODEVER está logrando el cometido de sacar a los indígenas de la pobreza. Las ganancias que se han ido obteniendo año con año, han permitido crear un fondo para hacer un promedio de 15 préstamos al año para distintas emergencias de los asociados, tener capital para la compra de producto el año siguiente y comprar distintos equipos, entre ellos un camión para el transporte del producto. Los 72 socios y socias de ADICHBA avanzan hacia una mejor condición de vida y están invirtiendo más en el estudio de sus hijos. Pero ellos no se quieren quedar allí. “Queremos ser grandes” afirma el Secretario de la Asociación, Francisco Choc, quien explicó que este año empezarán a comprar cacao para también transformarlo y venderlo en grano seco. Lo que queda por delante es aumentar la comercialización, contactar exportadores en Cabón y en Ciudad de Guatemala y crecer, porque estos indígenas que alguna vez fueron jornaleros en las fincas de otros, ahora son dueños de su propio negocio.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
Avanza el campo centroamericano
12
Después de tres años de capacitación y un duro comienzo, los socios de la Asociación “La Catarata” compran hoy cardamomo a 55 productores y tienen una planta de procesamiento. Su próxima meta: procesar cacao y convertirse en exportadores.
“Queremos ser exportadores” Al grupo de mujeres se unieron luego otros productores y en 2005 crearon la Asociación de Productores Indígenas La Catarata, llamada así por la hermosa caída de agua que da la bienvenida al llegar a Chitzubil. PRODEVER apoyó esta Asociación con infraestructura, maquinaria y asistencia técnica. De esta forma se construyeron las instalaciones para la planta procesadora de cardamomo, que fue un trabajo realmente duro, pues había que transportar los materiales al hombro, caminando media hora desde el punto al que llegaba entonces la carretera.
E
El comienzo fue duro y lento para este grupo de la etnia Q´eqchí que hoy conforman la Asociación de Productores Indígenas La Catarata (APIC), ubicados en la pequeña comunidad de Chitzubil, municipio de Lanquín en Alta Verapaz. Primero asistieron a capacitaciones del PRODEVER, entre 2002 y 2005, para aprender sobre organización local, administración, actividad agrícola y pecuaria. Muy especialmente, aprendieron a manejar la secadora que recibirían al terminar su capacitación y con la cual podrían abrir su planta procesadora de cardamomo. “Empezamos un comité de mujeres y sabíamos que era muy importante esa capacitación para aprender a usar bien el equipo”, afirma con mucha seriedad Hilaria Coy Choc, Presidenta de la Asociación.
Además de la secadora, PRODEVER les dotó de una planta eléctrica, una computadora, 10 máquinas de coser para el desarrollo de un proyecto adicional de manufactura de ropa, así como sillas, mesas, mobiliario y equipo de oficina. En el 2004 se instaló la secadora, y para empezar a operar cada socio aportó dos metros de leña, dinero para comprar diésel para el motor y dos quintales de cardamomo. Las dos primeras secadas no salieron bien, el grano se tostó más de la cuenta y hubo pérdidas. Pero esto no desanimó al grupo y siguieron intentándolo. Para el 2005 lograron secar correctamente el cardamomo e iniciaron una exitosa agroindustria. Aún así, lo duro del comienzo hizo que algunos asociados se retiraran, pero llegaron otros y hoy la APIC está conformada por 28 socios –14 hombres y 14 mujeres --, que aprendieron el manejo de la secadora y actualmente compran cardamomo a 55 productores de las comunidades de Chitzubil, Pecalá y San Javier.
Sección de Guatemala
13
Mejoraron cuatro veces el precio y también sus vidas El éxito de la Asociación de Productores La Catarata no solo está ayudando a salir de la pobreza a los 28 socios del grupo, sino que representa un beneficio directo para otros 55 productores y sus familias, que ahora venden a un mejor precio la libra de cardamomo. “Ahora les hacemos competencia a los coyotes (intermediarios) y nosotros pagamos mejor precio que ellos: si los coyotes compran a 4 quetzales la libra nosotros ofrecemos 4.15 ó 4.20 quetzales por libra de cardamomo en cereza. Antes los coyotes pagaban sólo 1 quetzal por libra”, explica Hilaria Coy Choc, Presidenta de APIC.
Hilaria Coy Choc y Marcos Tec, Presidenta y Vicepresidente de APIC, explican la forma en que están organizados (arriba). Uno de sus principales equipos de trabajo es la secadora que les dio PRODEVER en 2004 (abajo).
En la época de cosecha del cardamomo, que va de setiembre a enero, la APIC realiza dos secadas por semana, logrando ingresos de 3.000 a 4.000 quetzales por semana, según sea el precio del cardamomo ya procesado en pergamino (tostado). Esto representa una ganancia de entre 12.000 a 16.000 quetzales por mes durante cinco meses. Es decir, que a la Asociación le están quedando libres entre 60.000 y 80.000 quetzales por temporada (alrededor de US$10,000), luego de pagar por el producto en cereza, así como la leña, el diesel y los trabajadores que se encargan del tueste.
Hilaria Coy Choc, Presidenta del grupo, también ha utilizado sus ganancias para financiar el estudio de sus cuatro hijos, tres de ellos en primaria y uno en secundaria.
Con esto, han recogido fondos para construir una nueva casa para la planta procesadora, en lo cual están invirtiendo cerca de US$2.000. También cuentan con capital para la compra de producto en la próxima temporada, y están ahorrando para comprar una finca para la Asociación, la cual heredarán a sus hijos e hijas.
Marcos Tec, Vicepresidente de la Asociación, también está mejor ahora, pues no tiene que emigrar a trabajar como jornalero a las fincas vecinas como antes. “Con el dinero que recibo acá me mantengo y le doy mantenimiento a mis dos manzanas de cultivos. Ya no voy a trabajar para otros y estoy más feliz”, afirma sumamente satisfecho.
También conservan una parte de los fondos para ayuda solidaria a los socios, a los cuales se les apoya con una donación de 1.000 quetzales (unos US$120) en casos de enfermedad grave.
Un buen futuro
Por su parte, cada socio percibe ganancias con la venta del cardamomo en cereza a la misma Asociación. Esto les está permitiendo una mejor calidad de vida y, sobre todo, costear el estudio de sus hijos. Antonio Tzuy logró que sus dos hijos, de 21 y 19 años respectivamente, culminaran sus estudios y ahora ambos trabajan como maestros. Lo mismo ha hecho su hermana Natalia Tzuy, socia de APIC, quien también ayudó a sus hijos de 27 y 20 años a terminar sus estudios y trabajar como maestros.
Además de aumentar su producción y procesamiento de cardamomo, la APIC se está preparando para cultivar y procesar cacao. El PRODEVER les proveyó semilla para sembrar 10.000 plantas de cacao que para el 2011 ya estarán dando cosecha. Las 14 mujeres socias formaron un “Comité de chocolateras” y se han capacitado para procesar el chocolate una vez que empiece la producción de los cultivos. “Queremos que nuestros hijos puedan vivir mejor que nosotros. Queremos mejorar nuestros productos y queremos llegar a ser exportadores” afirma Hilaria Coy Choc con voz contundente.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
Avanza el campo centroamericano
14
Café orgánico para el mundo En los últimos dos años, muchos productores del Comité Flor de Café, en Rabinal de Baja Verapaz, duplicaron su producción y mejoraron la calidad del grano con técnicas de producción orgánica introducidas por el PRODEVER. También están haciendo un esfuerzo intenso de mercadeo para aumentar las ventas de su principal producto: el Café de Chichupac.
L
La aldea de Chichupac, en el municipio de Rabinal en Baja Verapaz, fue arrasada en la década de los 80 durante el conflicto armado. Sus habitantes huyeron y muchos emigraron a Ciudad de Guatemala, a Petén y a otros lugares. Pero cuando se firmaron los Acuerdos de Paz, regresaron a su sierra querida y muchos de ellos reanudaron la actividad que mejor sabían hacer: cultivar café, maíz y caña de azúcar.
logrado aumentar la cantidad de café porque las plantaciones producen más, y también se ha aumentado la calidad del producto pues el grano sale más grande y de mejor consistencia. También, PRODEVER les está apoyando en una fuerte estrategia de comercialización, para aumentar las ventas.
Así se reactivó el Comité Flor del Café, conformado hoy por 25 indígenas de la etnia Achí --13 mujeres y 12 hombres--, que tienen 15 años de estar sembrando café en la Sierra del Chuacús. Con el apoyo de varias entidades y con el esfuerzo propio, estos productores fueron consolidando su actividad cafetalera y lograron un préstamo para construir un beneficio para el procesamiento del grano a café molido.
Gracias a la aplicación del abono orgánico y al cuidado de los cultivos con nuevas técnicas, Sara Córdoba y su esposo prácticamente duplicaron la producción de café en cereza de un año a otro, pasando de 18 quintales en 2008 a 35 quintales en enero de 2009. “Esto es porque nosotros le pusimos una libra de abono a cada mata de café y es un abono que nosotros mismos producimos”, comenta Sara muy orgullosa.
Sin embargo, apenas se encuentran a mitad del camino y para consolidarse como productores deben enfrentar tres problemas principales: cómo aumentar la producción, cómo mejorar la calidad de su café y cómo aumentar las ventas. Para solucionar estos problemas, el Comité Flor del Café está recibiendo el apoyo del Programa PRODEVER desde hace tres años. La estrategia fundamental ha sido introducir técnicas de producción orgánica, con las cuales se ha
Se ha duplicado la producción
Un éxito similar tuvieron otras socias del grupo, como Agustina Valey, quien pasó de 3 quintales en 2008 a 7 quintales en 2009, aumentando más del cien por ciento su producción, o Vicenta Mendoza que aumentó de 10 a 20 quintales en el mismo período. “Por eso vale la pena cuidar y limpiar el café, así da bastante”, afirma Vicenta. Sus compañeras Teresa Valey y Vicenta Ixpatá también experimentaron crecimientos del cien por ciento o más en
Sección de Guatemala
15 su producción de café orgánico. Teresa recogió 6 quintales en abril de 2009 contra los 3 quintales del año pasado, mientras que Vicenta Ixpatá pasó de producir 7 quintales en 2008 a 15 en este año. “Ese gran aumento es bueno porque nos hace animarnos más y dar más mantenimiento a nuestros cultivos. Pensamos mejorar sembrando más café”, explicó Sara Córdoba. Por supuesto, el aumento también se traduce en mayores ingresos para los socios y sus familias. En general, los indígenas aprendieron a elaborar abono orgánico y aplicarlo, limpiar sus parcelas, hacer terrazas y curvas de nivel, hacer barreras vivas con zacate y barreras muertas con piedra para evitar que la lluvia deslave el suelo, y podar adecuadamente sus plantas, entre otras técnicas. También tienen un vivero con 25.000 plantas mejoradas de la variedad borbón, las cuales serán plantadas en el 2010 y con las que aumentarán en 5 hectáreas más su área de cultivo. Además, PRODEVER les ha apoyado con equipos para el procesamiento del café molido, labor que desarrollan las mujeres. Se financió la compra de una secadora, un molino, una selladora para el empacado, guantes y mascarillas.
El aumento de las ventas La principal preocupación del Comité Flor del Café es mejorar la comercialización de su producto, para captar más clientes y aumentar sus ventas. En este punto, PRODEVER les ha apoyado con capacitación en mercadeo, asistencia a ferias, organización de stands, montaje de degustaciones del café y la publicación de un trifoliar. También les equipó con una computadora para facilitar la venta de lotes de
café por internet y el manejo de los pedidos por correo electrónico. Faustín Chen, Presidente del Comité, participó en una rueda de negocios en Dinamarca y Agustina Valey, Presidenta del grupo de mujeres, se capacitó en Costa Rica. “Queremos nuevos mercados para mejorar el precio del café y en esto PRODEVER nos ha echado la mano. Tenemos que aumentar nuestro conocimiento en mercadeo, porque somos productores pero no podemos exportar. Y queremos ser productores y exportadores”, afirma Faustín Chen. “Nuestro café de Chichupac ya es conocido, es un café del mundo, pero tenemos que cumplir con otros requisitos para poderlo exportar”, explica Agustina Valey, quien coordina el grupo de mujeres que se encargan de la comercialización y de asistir a las ferias. Entre esos requisitos pendientes está la certificación como café orgánico, el registro sanitario y la obtención del código de barras, procesos en los que el PRODEVER también está apoyando al grupo.
Ganancia para todos El crecimiento y la consolidación del Comité Flor del Café no solo es beneficioso para los 25 socios del grupo y sus familias, sino para otros 85 productores de las comunidades vecinas a los cuales esta organización también les compra su producto. Todos ellos se están beneficiando de los procesos de capacitación, participación, acceso a mercados, innovación tecnológica y fortalecimiento local, entre otros principios que está aplicando el Comité Flor de Café y que son parte de la estrategia del FIDA para la reducción de la pobreza. Plantas de café más saludables y granos más grandes se han logrado con las técnicas de producción orgánica (arriba), y las mujeres se encargan de procesar el café molido.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
Avanza el campo centroamericano
16
Catorce socios de la Asociación Flor de Algodón, crearon esta organización y reactivaron su producción de textiles con el apoyo del PRODEVER desde el año 2002. Ahora exportan a Estados Unidos y a Europa, y con las ganancias compran comida, siembran, pagan la educación a sus hijos y algunos hasta han comprado un terreno. Su meta es crear nuevos mercados y vender más. Para eso diseñaron una nueva colección y abrieron su propia página web.
Entre flores de algodón
T
Tejiendo manteles, individuales y servilletas de alta calidad 100% algodón, estos indígenas mayas de la etnia Achí, originarios de la aldea Chuaperol, en Rabinal de Baja Verapaz, están saliendo adelante. La Asociación de Desarrollo Flor de Algodón (ADIFA) se formó en 2003 con el apoyo del PRODEVER, un año después de que sus primeros socios se integraran al intensivo programa de capacitación previsto para las organizaciones apoyadas por el Programa. “Asistimos a talleres durante seis meses en Cobán sobre administración, agricultura y actividad pecuaria. Al año nos dijeron que si queríamos organizarnos como una asociación ellos nos apoyaban con los papeles y así podríamos exportar nuestros productos”, recuerda María Ana Lajuj, Presidenta de ADIFA y principal impulsora del grupo. María Ana, junto con otras mujeres viudas de la guerra de los ochenta, había aprendido a tejer mediante un programa del Centro de Integración Familiar y UNICEF. Eran finales de los ochenta y se acababan de firmar los Acuerdos de Esquipulas, que conducirían después a la firma de los Acuerdos de Paz. Para esa época María Ana tenía 16 años y aún no tenía hijos, así que aprendió muy bien el oficio de los tejidos. Era un grupo grande de mujeres de cinco comunidades que trabajaban juntas, muchas con niños y niñas huérfanos de padre. Pero durante la década de los noventa no les fue bien. No se conseguía mercado para los productos y la mayoría del grupo emigró a ciudad de Guatemala o se fueron a trabajar en fincas.
“Cuando llegó PROVEDER en 2002, sólo quedábamos siete mujeres en el grupo y nos ofrecieron la capacitación. Ahora ya somos una Asociación con personería jurídica y se unieron otros socios; actualmente somos 10 mujeres y 4 hombres”, explica María Ana. Para apoyar a este grupo, PRODEVER ha invertido en capacitaciones, especialmente para fortalecimiento gerencial, la construcción de un área de revisión y empaque del producto, participación en ferias y ruedas de negocios, asistencia técnica para mercadeo y comercialización, un equipo de cómputo así como apoyo en el diseño de una nueva colección y una página web. En este proceso también han participado instituciones como Agexport y Manos Mayas.
Sección de Guatemala
17 El cambio se siente La inversión del PRODEVER y el esfuerzo de los indígenas ha valido la pena. Se propusieron elaborar productos de alta calidad y crearon un Comité de Control de Calidad. Apoyados por PRODEVER y Agexport hicieron tres rondas de exportación a Bélgica y ahora, a través de la Organización Manos Mayas, están exportando a Estados Unidos. Cada socio tiene dos telares y trabajan en casa. Los principales productos son manteles, individuales y servilletas, pero también elaboran hamacas, bolsos, bufandas, centros de mesa, chalinas, güipiles, cojines y monederos. En 2007, el grupo hizo ventas por un total de 2,000.000 de quetzales (US$240.000 aproximadamente). En 2008, año de crisis, las ventas no fueron tan buenas, pero aún así cada socio ha estado percibiendo ganancias entre 1.000 y 3.000 quetzales por pedido cada dos meses (entre $190 y $570 aproximadamente), lo que totaliza un ingreso libre de entre $1.140 y $3,420 anuales. Para estos empresarios, este dinero sirve para comprar alimentos y sobre todo para costear la educación de sus hijos, aunque a algunos también les ha alcanzado para sembrar maíz y frijol, hacer mejoras en su casa y hasta comprar un terreno. “Yo le compré un terreno a mi mamá en 3.000 quetzales, y ahí sembré milpa y frijoles que ya estamos por cosechar”, relata Juana Capriel, una de las socias. María Ana Lajuj y su esposo Paulino Sarpec también compraron un terreno, en el cual invirtieron 50.000 quetzales. Para otras socias la gran ventaja no es solo ganar dinero, sino poder trabajar en casa y así cuidar de sus hijos.“Yo vengo desde lejos y si llueve mucho no puedo pasar el río, por eso me gusta este trabajo porque puedo hacerlo en la casa y puedo estar con mis hijos. Además gano dinero y a mis hijos no les falta nada”, explica María Lorenza Manuel, otra de las socias. De este modo, los productores también están enseñando el oficio a sus hijos y rescatando valores tradicionales Achi´es como el respeto y amor a la familia, a la vida y a la naturaleza. Lo mismo destaca Ángela Berta Sánchez: “Esto me ayudó a darle el estudio a mi hijo que está en la escuela. Yo hago
María Ana y Paulino revisan información de las ventas en la computadora facilitada por PRODEVER . Los socios proyectan hacer cambios a los telares para aumentar la producción y abrieron un sitio en internet para mercadeo . servilletas e individuales. Puedo trabajar en la casa y sembramos milpa para el consumo”. “Cuando nos pagan compramos maíz, comida, frijoles, de todo”, indica por su parte Cipriana Capriel, otra de las socias, mientras que Juliana Román asegura que le va mejor con este trabajo.
Página web y nueva colección Los socios de ADIFA saben que apenas están empezando y desean crecer. En 2009, buscando repuntar las ventas, la Asociación lanzó tres nuevas colecciones --Típica, Fuerza y Pastel— y abrió una página web (www.textildealgodon. com) para promocionar sus productos en todo el mundo y facilitar la comercialización. PRODEVER, FIDA, Agexport y Encadenamientos Empresariales les han asesorado en este proceso. “Este año queremos hacer nuevos clientes y después abrir un local para mostrar nuestros productos en Sololá. Ya tenemos una página web y de ese modo estamos dando a conocer lo que hacemos”, indicó Paulino Sarpec. La ADIFA es otra de las organizaciones que está avanzando en su consolidación y que se encuentra en pleno crecimiento, dando muestras de sostenibilidad, innovación y apropiación de los conocimientos necesarios para salir de la pobreza.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
Familia productora de sábila y cosméticos Avanza el campo centroamericano derivados de ésta en el municipio de 18 Reitoca.
Hondureños están saliendo adelante con innovación Manejando ellos los fondos y con un liderazgo extraordinario de las mujeres, más de 30 mil familias campesinas de Honduras están desarrollando proyectos innovadores y dejando atrás la pobreza. El Programa Nacional de Desarrollo Local, PRONADEL, les ha apoyado con capacitación, asistencia técnica y financiamiento. PRONADEL ha invertido US$56 millones en ocho años en más de 1.500 comunidades rurales de los municipios más pobres del país y los resultados han sido sorprendentes.
I
Innovación, esfuerzo y compromiso es lo que ha sobrado en más de 1.500 comunidades pobres del campo hondureño en los últimos ocho años. Más de 30.000 familias campesinas, organizadas en 438 grupos de base, se han visto beneficiadas directamente con el Programa Nacional de Desarrollo Local, PRONADEL, de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), que se inició en el año 2001. El PRONADEL ha invertido US$56,978.000 en ocho años, de los cuales US$36.5 millones provienen de dos préstamos del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), US$6.5 millones del BCIE, US$5 millones del PNUD, US$2.3
millones del Gobierno de Honduras, y US$6.6 millones como contraparte de los actores locales. Con estos recursos se han financiado proyectos y construido infraestructura en 136 municipios de 12 departamentos del país: Choluteca, Comayagua, Copán, El Paraíso, Francisco Morazán, Lempira, Ocotepeque, Olancho, Santa Bárbara, Valle, y los alejados departamentos de Gracias a Dios y Colón. En estas zonas se ha focalizado el apoyo hacia pequeños productores y productoras agropecuarios, grupos indígenas de todas las etnias, familias rurales sin tierra, productoras jefas de hogar, microempresarios, artesanos, y asalariados agrícolas y no agrícolas. De este modo, se ha cumplido el objetivo de dirigirse a “los grupos más pobres de los municipios más pobres de los departamentos más pobres del país”, según indicaron directivos del Programa.
Las mujeres han sido la mayor fortaleza del Programa Nacional de Desarrollo Local, PRONADEL, la más grande iniciativa de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) de Honduras a nivel nacional desde el 2001. Este Programa se diseñó como parte de las iniciativas de reconstrucción luego del Huracán Mitch. En la fotografía: productoras de granos de La Másica, departamento de Comayagua.
Sección de Honduras
19 Proyectos innovadores por todo el país PRONADEL ha tenido un efecto multiplicador e innovador sin precedentes en la zona rural de Honduras. Un total de 438 proyectos se han ejecutado en los departamentos mencionados, a cargo de igual número de grupos de base. Un 60% de las 30.000 familias beneficiarias apenas cubre con dificultades el costo de la canasta básica y otro 30% ni siquiera llega a cubrir la canasta básica. Se trata, pues, de los campesinos y campesinas más pobres del país, muchos de los cuales apenas lograron cursar hasta el tercer grado de educación primaria. Sin embargo, las estrategias de fortalecimiento de las capacidades locales mediante capacitación y asistencia técnica, y sobre todo la confianza en la gestión financiera por parte de los mismos grupos, han sido claves para ayudar a estas personas a proponer y ejecutar proyectos productivos sumamente exitosos, con un ingrediente adicional: innovación. Este empoderamiento y desarrollo de capital humano y social ha dado resultados sorprendentes y hoy día se tienen proyectos como el cultivo de tilapia, la fabricación de productos cosméticos a partir de sábila, y la introducción de hortalizas y frutas en áreas donde antes no se sembraba este tipo de productos agrícolas. Los proyectos de artesanías, bancos de granos, café, caña de azúcar y sus derivados, arroz, ganadería mayor y menor, tiendas de insumos, producción de concentrados y otras actividades también son parte de los cientos de iniciativas productivas solicitadas por los grupos. El PRONADEL instauró un programa de “Familias Productoras Innovadoras” (FAPRINES) que ya supera las 1.500 familias participantes. Estas familias desarrollan ideas productivas innovadoras y están transmitiendo sus conocimientos a otras familias con la metodología “productor a productor”. Para el año 2008, 784 FAPRINES ya estaban atendiendo a casi 12.000 familias e instalando 1.700 fincas-hogar demostrativas. En materia de granos básicos, PRONADEL ha apoyado la siembra de miles de manzanas de maíz, frijol y arroz. Las familias productoras están contribuyendo significativamente a la producción nacional de granos básicos, a la vez que están asegurándose alimento e ingresos para mejorar su calidad de vida. La gran mayoría de los fondos de PRONADEL han sido transferidos a Cajas Rurales de Ahorro y Crédito que, en un 70%, son manejadas por mujeres. Los recursos han sido muy bien administrados localmente y son los beneficarios los que deciden qué hacer con el dinero. En la fotografía: Rosario García, Presidenta de la Caja Rural Unión y Trabajo, comunidad El Valle, La Másica.
Los proyectos nacen localmente y los propios campesinos manejan el dinero Propuestas de negocios nacidas de las propias familias y consensuadas a nivel local, así como el manejo directo de los fondos por parte de los grupos han sido dos de las principales claves en el éxito de los proyectos productivos impulsados por el PRONADEL en Honduras. Más de US$30 millones han sido transferidos directamente a las cajas rurales de ahorro y crédito que manejan los propios grupos campesinos, los que han sido capacitados para ello y están funcionando con suma transparencia y agilidad. Tanto directivos como técnicos y beneficiarios, coinciden en que esto es lo que ha hecho al PRONADEL distinto a otros proyectos y programas. El techo de aporte que el PRONADEL puede hacer por familia es de US$1.000, lo cual suma más de US$30 millones asignados entre las más de 30.000 familias beneficiarias del Programa. Los proyectos los presenta el grupo primero a un Comité Local de Aprobación de Proyectos, en el cual participan representantes de la comunidad respectiva y la Alcaldía. Luego lo revisa un Comité Técnico Regional y finalmente lo aprueba el Comité Técnico Principal del PRONADEL que, de ser necesario, sugiere mejoras. Una vez aprobado, los fondos para ejecutar el Proyecto se transfieren a la Caja Rural de Ahorro y Crédito (CRAC), que es una especie de pequeño banco manejado por los propios grupos beneficiarios. Estas cajas aplican sus propias reglas. Algunas tienen un 0% de morosidad y se han convertido en fondos revolventes que permiten desarrollar más y más proyectos a nivel comunitario. PRONADEL ha apoyado a 780 cajas rurales en todo el país y dejará fortalecidas a 260 con su respectiva cédula jurídica.
Avanza el campo centroamericano
20
El apoyo es integral Las familias pobres beneficiarias del PRONADEL están saliendo adelante por una razón muy sencilla: este Programa no solo desarrolla proyectos productivos, sino que es una propuesta integral para desarrollar las capacidades locales en lo gerencial, lo tecnológico, lo financiero, lo legal, la equidad de género y el establecimiento de alianzas con entidades locales y nacionales. El fortalecimiento de las organizaciones locales se intensificó a partir de 2007, basándose siempre en los dos componentes básicos del Programa: el fortalecimiento de las instituciones locales y el Fondo de Desarrollo Rural. El PRONADEL ha realizado miles de eventos de capacitación involucrando a representantes de las más de 1.500 comunidades beneficiarias del Programa. Solo en el 2007, se realizaron casi 10.000 actividades de capacitación para el fortalecimiento organizativo, administrativo y financiero de las cajas rurales y los grupos de base. Los temas principales fueron desarrollo organizativo, gestión empresarial, capitalización, innovación, negociación y moderación, equidad de género, liderazgo y trabajo en equipo, y manejo ambiental. Uno de los énfasis más fuertes del Programa se ha puesto en la equidad de género, propiciando la participación de la mujer en todos los proyectos. El liderazgo femenino en las
El PRONADEL cuenta con un experimentado equipo de 73 especialistas, técnicos y administrativos repartidos en seis oficinas: una sede central y cinco oficinas regionales en el Centro Sur, Sabana Grande, Occidente, Santa Rosa de Copán y La Mosquitia. En la foto: parte del personal de la Región Centro Sur y de la sede central del PRONADEL.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
El cultivo de tilapias en jaulas flotantes es parte de los proyectos innovadores impulsados por el PRONADEL. organizaciones ha sido la mayor fortaleza del PRONADEL. El 70% de las cajas rurales que administran los fondos de los proyectos son manejadas por mujeres, y muchas de las microempresas más exitosas también. Por otra parte, se ha complementado el desarrollo organizativo con la introducción de tecnologías de punta, sistemas de riego, sistemas de agua potable, mejoramiento de viviendas, silos metálicos y equipos como bombas de mochila, balanzas y otros insumos. Para reforzar la capacitación y la asistencia técnica a los grupos y para evitar duplicidades, PRONADEL estableció convenios de cooperación con 11 instituciones públicas y privadas. Estas entidades son la Agencia para el Desarrollo de la Mosquitia (MOPAWI), la Fundación para el Desarrollo Rural (FUNDER), la Dirección de Ciencia y Tecnología Agropecuaria (DICTA), el Instituto Nacional de la Mujer (INAM), la Agencia de Cooperación Técnica del Gobierno Alemán (GTZ), la Organización Nacional Indígena Lenca de Honduras (ONILH), el Instituto Nacional de la Juventud (INJ), la Escuela Agrícola Panamericana El Zamorano (EAP) mediante el proyecto PROMIPAC, la Dirección General de Pesca y Acuicultura (DIGEPESCA), la Dirección General de Riego y Drenaje (DGRD), el Instituto Hondureño del Café (IHCAFE) En definitiva, el PRONADEL ha apoyado a cientos de grupos de base y de microempresas rurales, y está dejando en el campo un gran bagaje de conocimientos que son la mayor fortaleza actual de los campesinos y campesinas. El Programa proyectó su cierre para diciembre de 2009, pero ha previsto un fondo para que los grupos sigan recibiendo acompañamiento durante tres años más para su consolidación, gracias a un convenio con el Fondo Nacional de Desarrollo Rural Sostenible (FONADES).
Sección de Honduras
21
Más de 20 familias campesinas de la comunidad de La Másica, en Comayagüa, Honduras, se han unido para trabajar en dos importantes proyectos: un banco de granos que comercializa maíz y frijol, y una tienda de insumos agrícolas que está siendo todo un éxito. Para ambos proyectos, los campesinos recibieron poco más de $21,000 del PRONADEL que son administrados por la Caja Rural de la comunidad, la cual creció en un 200% en los últimos dos años y actualmente beneficia directamente a casi la mitad de la población de esta aldea.
“La meta es acabar con la pobreza”
T
Trabajando en grupo y con un fuerte liderazgo femenino, más de 20 familias campesinas de La Másica están saliendo adelante comercializando granos básicos y vendiendo insumos agrícolas en su comunidad.
recido a toda la comunidad, pues parte de la cosecha se almacena y se vende en el transcurso del año, con lo cual la gente no necesita ir hasta Tegucigalpa a buscar el maíz de consumo como lo hacían antes en los meses de escasez.
Lo primero que instalaron fue un banco de granos a cargo del Grupo Nuevo Amanecer, integrado por 13 socios, el cual ha dinamizado la compra y venta de granos básicos en la comunidad de La Másica y las zonas aledañas, especialmente maíz y frijol. Para este proyecto, se aprobó un aporte de 206.500 lempiras (poco más de US$11.000) por parte del Programa Nacional de Desarrollo Local (PRONADEL) y en 2007 se entregó una primera parte, acompañada de capacitación y asistencia técnica. El banco de granos compró en 2008 más de 350 quintales de maíz y 73 quintales de frijoles. En 2009 comercializó una cantidad parecida, beneficiando a unos 30 productores de la zona –socios y no socios—que ya no tienen que viajar a otros lugares para vender su producto. También ha favo-
La tienda de insumos agrícolas del grupo en La Másica es la única de este tipo en la comunidad, y es muy útil. Aquí venden desde abonos hasta botas de hule.
Avanza el campo centroamericano
22
“Tenemos 21 silos con capacidad de 30 quintales cada uno. Así podemos comprar a los 13 productores del grupo y también a otros 15 agricultores de la zona y tener grano todo el año para que la gente compre. Nosotros ganamos un porcentaje y la gente se beneficia porque aquí mismo puede conseguir su maíz y su frijol”, explicó Mario Vázquez Varela, Presidente del Grupo Nuevo Amanecer que fundó el banco de granos. “El maíz es la comida del hondureño. Aquí la gente de los alrededores y de la montaña vienen a comprar su maíz para hacer tortillas, rosquillas, nacatamales y otros productos; también para alimento de sus animales como gallinas y patos. Nuestra idea es comercializar después fuera de la aldea, a comercios, y vender empacado”, agrega Mario, quien no tiene dudas de la sostenibilidad del negocio iniciado por el grupo.
Tienda de insumos Otro de los proyectos exitosos en La Másica es la nueva tienda de insumos agrícolas, una iniciativa del Grupo del Valle, que se conformó en el 2008 integrado por 14 socios. La tienda abrió sus puertas en abril de 2009, pero su planificación y puesta en marcha ha requerido de un proceso de capacitación del grupo de socios en gerencia, aspectos contables y mercadeo. Este proyecto recibió un aporte de 189.000 lempiras (cerca de US$10.500) del PRONADEL que también son administrados directamente por los beneficiarios a través de la Caja Rural “Unión y Trabajo” de la comunidad. La tienda de insumos agrícolas ofrece abonos, productos agroveterinarios, botas de hule y otros productos que an-
tes los lugareños debían ir a comprar a Tegicugalpa. Ahora los encuentran en su propia comunidad, mientras que para los socios representa un nuevo ingreso. En sus primeros meses, la tienda ha tenido un volumen de ventas entre 12.000 y 16.000 lempiras mensuales, con utilidades entre 12 y 20%. “Nos reunimos todos los domingos a las seis de la tarde, en la casa de alguno de los socios, y yo veo que el negocio va bien”, indica Natividad García de 73 años, Presidente del Grupo del Valle. “La meta es acabar con la pobreza”, agrega Miguel Padilla, Tesorero del grupo.
Caja rural fortalecida La Caja Rural “Unión y Trabajo” de La Másica ha administrado los fondos de ambos proyectos, y sus líderes son dos mujeres muy dinámicas: Rosario García, Presidenta, y Aída Rodríguez, Tesorera de la Caja. Ellas han sido las principales impulsoras de los proyectos, cuyos socios son en un 70% mujeres y que tienen un fuerte componente de equidad de género. “La Caja Rural se ha fortalecido con el apoyo de PRONADEL. De 2007 a la fecha crecimos cerca de un 200% pues pasamos de 20 a 58 socios, que representan a casi la mitad de los hogares de esta comunidad”, aseveró Rosario García, Presidenta de la entidad financiera comunal. Con dinero que ya se ha recuperado del proyecto de banco de granos, la Caja Rural ha hecho 13 nuevos préstamos a los socios y la idea es generar más beneficios para la comunidad, dando sostenibilidad a todo este esfuerzo.
El grupo del banco de granos de La Másica cuenta con 21 silos o tanques metálicos para almacenar hasta 630 quintales de granos (foto izquierda), los cuales fueron adquiridos con el aporte de PRONADEL. De este modo han podido montar un negocio de compra y venta de granos básicos que beneficia a los productores de toda la comunidad.El maíz es lo que más se comercializa.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
Con las utilidades obtenidas y el aporte del PRONADEL, los beneficiarios de La Másica compraron un terreno y están construyendo un local propio para la tienda de insumos y el banco de granos.
Sección de Honduras
23
Hace seis años eran jornaleros que trabajaban para otros por un bajo salario o en agricultura de pequeña escala. Ahora son microempresarios en crecimiento que producen 14 tipos de concentrados para alimento de aves, cerdos y ganado en la zona de San José de Reitoca, y atienden a más de 50 clientes.
Exitosos fabricantes de concentrados
L
La alejada zona de San José de Reitoca, en el Departamento de Francisco Morazán, tiene hoy mejores pollos, cerdos y ganado, y las casi 500 familias del lugar pueden comprar carne, huevos y leche más baratos y de mejor calidad. Esto gracias a que el ciento por ciento de las 50 microempresas pecuarias de la zona son atendidas por una nueva microempresa de fabricación de concentrados: Alimentos San José. Esta fábrica se inició en 2003 con seis familias socias como uno de los proyectos apoyados por el PRONADEL en esta región, y actualmente los socios y socias son diez. Se trata de campesinos y campesinas que antes eran jornaleros, albañiles, soldadores, motoristas o agricultores de pequeña escala que apenas ganaban lo mínimo para sobrevivir. Ahora son unos entusiasmados microempresarios en crecimiento que producen 14 distintos tipos de concentrados para aves, cerdos y ganado, y que están generando utilidades por casi US$15.000 al año. Alimentos San José recibió en 2004 un aporte de 225.100 lempiras (US$12.500 aproximadamente) por parte de PRONADEL, y con ello compraron máquinas, materia prima para elaborar el producto y materiales para un local que ellos mismos construyeron. Decidieron dedicar el 75% de las ganancias a capitalizar el negocio y distribuir solo el 25% de
las utilidades entre los socios cada año. De ese modo, cuatro años después, en el 2007, ya tenían un capital de 800.000 lempiras (cerca de US$45.000), casi cuatro veces más del monto con que iniciaron. Esto lo han invertido en más máquinas, un vehículo para distribución, materia prima y otras inversiones que han ayudado a mejorar el negocio. Pero este avance de relámpago no es obra de la casualidad, sino de mucho trabajo, buena organización, capacitación, compromiso, visualización del nicho de mercado y una asistencia técnica continua por parte del PRONADEL. “Al inicio fue duro. Nos llevó como un año los trámites de organización y cuando empezamos a producir el concentrado la gente no creía en nosotros. Tuvimos que empezar regalando el producto para que lo probaran y poco a poco nos fuimos ganando los clientes”, cuenta Alejandrino Herrera, Presidente de Alimentos San José.
Avanza el campo centroamericano
24
Beneficio en cadena La producción de concentrados en San José de Reitoca genera beneficios en cadena a otros productores de la zona. Se han beneficiado los agricultores que cultivan maíz, materia prima principal del concentrado, así como un grupo que administra un banco de granos también apoyados por PRONADEL. También se han beneficiado los más de 50 clientes de Alimentos San José porque ahora pueden comprar concentrados recién hechos en su propia zona y a mejor precio, ahorrándose el tiempo y los costos de traslado hasta Tegucigalpa, adonde tenían que ir antes a comprar. Además sus pollos, cerdos y ganado se desarrollan mejor, porque el concentrado es fresco y de muy buena calidad.
Los socios de Alimentos San José también tienen una porqueriza de 80 cerdos muy bien criados con el concentrado que ellos producen. Sus esposas son socias en este negocio.
“Con el concentrado nuestro los pollos llegan a pesar hasta 4 libras en seis semanas, mientras que con el alimento de la competencia apenas pesan tres o tres líbras y media”, comenta orgulloso Francisco Núñez, Secretario de la Junta Directiva de la microempresa. “Esto ha sido un éxito para toda la zona de Reitoca, Curarén, Alubarén, San Miguelito y La Libertad. Antes no había carne de cerdo, no había huevos, y a partir de que nosotros ofrecemos los concentrados y los productores están sacando estos productos, ahora sí ya cualquiera come carne y sin temor alguno, por el aseo, porque ven que el pollo se engorda bien y también el cerdo”, explica Freddy Herrera, otro de los socios.
Los socios de Alimentos San José llevan libros claros de ingresos, gastos y rentabilidad, con un seguimiento continuo. En la fotografía: Lisandro Mejía, Subdirector del PRONADEL, y Alejandrino Herrera, Presidente del grupo.
Por supuesto, también los socios de la fábrica de concentrados están saliendo beneficiados y han mejorado su nivel de vida. Con el 25% de las utilidades, que se reparten anualmente, han mejorado sus viviendas, pagan la educación de sus hijos, y compran comida y ropa. También han hecho un fondo para ayuda social a los niños de la escuela y para préstamos a los asociados. “Cuando uno no está organizado no tiene esperanzas de ningún tipo de ayuda. Para salir adelante hay que organizarse, porque de esa manera recibimos apoyo y eso nos ha dado beneficio”, afirma Ángel Andino, otro de los asociados. “Nosotros queremos ser una empresa grande. Ya tenemos cédula jurídica y vamos a registrar nuestra marca. Nos gustaría que la otra gente también tenga oportunidades, como nosotros”, expresa Alejandrino Herrera, Presidente de Alimentos San José.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
Alejandrino instaló un bonito piso de mosaico e hizo otros arreglos a su vivienda, mejorando el nivel de vida de su familia. En general, los socios y socias de Alimentos San José han logrado mejorar sus condiciones de vivienda, vestido y alimentación.
S e c Magdalena, c i ó n d e Hsuo marido, nduras hijos, hijas, nietos y nuera 25 trabajan conjuntamente en el negocio de la sábila.
Con menos de un año de haber empezado a producir, esta familia de Agua Caliente de Reitoca ya tiene una línea cosmética de cinco productos a base de sábila y ven el futuro prometedor.
Nuevo negocio familiar a base de sábila
D
Desde hace 15 años, Magdalena Ilovares empezó a procesar artesanalmente la sábila en la humilde aldea de Agua Caliente, municipio de Reitoca, departamento de Francisco Morazán, una zona seca y de difícil acceso en el centro sur de Honduras. Un vecino le regalaba las pencas de sábila y Magdalena hacía unos pocos jabones para vender y ayudar a la economía familiar. A su generoso vecino, le recompensaba con algunos jabones. Pero la inquietud de Magdalena estaba ahí, esperando la oportunidad para hacer de su habilidad un negocio, y desarrollar otros productos a base de sábila ya como una línea comercial. Su sueño se hizo realidad en el año 2008, luego de que Magdalena y su familia se incorporaron a los proyectos del PRONADEL en esta zona. Participaron en la asamblea local de presentación de propuestas con su iniciativa de elaborar productos cosméticos a base de sábila, y su iniciativa fue considerada viable e innovadora. Para entonces ya Magdalena había fundado una pequeña microempresa rural denominada “Productos Naturales Agua Caliente”, PRONAC. “Pero no teníamos fondos para trabajar, y en agosto del 2008 el PRONADEL nos dio 122,000 lempiras para iniciar nuestro negocio. También nos capacitaron para hacer cuentas y
manejar el dinero”, relata Magdalena a viva voz. De estos 122.000 lempiras (cerca de US$7.000), PRONAC recibió un primer desembolso en el 2008 y con eso empezaron a producir en noviembre de ese año, involucrando a diez socios y socias del núcleo familiar. Para julio del 2009, en menos de un año, el grupo ya había desarrollado cinco líneas de productos: champú, acondicionador, dos tipos de jabón, crema para el cuerpo (en dos presentaciones) y una pomada medicinal, cuyo costo unitario oscila entre uno y dos dólares. “Primero hicimos una encuesta entre la gente del pueblo para ver qué productos necesitaban y qué tamaño les servía para que el precio fuera accesible, así todos nos beneficiamos”, explica Magdalena.
Avanza el campo centroamericano
26
Florecen las capacidades “Qué me iba a imaginar que yo iba a poder hacer champú”, expresa emocionada Miriam Funes, quien es maestra de kinder en Agua Caliente y es socia de PRONAC. Miriam recuerda que tuvo que luchar para que le dieran permiso en el trabajo para asistir a la capacitación de tres días donde aprendió a fabricar champú y acondicionador. “Yo sabía que esto era importante y que iba a servir para toda la vida”, afirma Miriam con contundencia. Ella y tres socios más fueron a esa capacitación. Otros cuatro socios habían ido antes a capacitarse para elaborar jabón, uno de los principales productos que actualmente fabrican. Nely Funes, hermana de Miriam, cuenta que no es fácil hacer jabón: “Es un proceso de tres días. Primero se hace la mezcla de sábila con soda caústica y se deja reposar, al día siguiente se le agrega el aroma y se sigue batiendo, la mezcla es pesada; cuando ya se coagula se tapa y se pone a reposar otra vez; al día siguiente se corta y se empaca”, explica Nely. Todos los socios y socias han aprendido a elaborar los productos que ofrecen, enseñados por los que fueron a capacitarse. “Todos tenemos que saber, por si alguno falta”, indica Magdalena. Con el aporte del PRONADEL, el grupo adquirió gabachas y guantes para el proceso de fabricación, además de las materias primas. También plantaron su propia parcela de sábila. PRONADEL les ha capacitado en mercadeo y les ha apoyado para que asistan a ferias, especialmente las
Magdalena Ilovares es la Presidenta de PRONAC (Productos Naturales Agua Caliente). Ella es la líder de este negocio familiar, con el apoyo de su esposo, Miguel Funes. Precisamente Miguel y su hijo Juan Miguel construyeron un local para producir los cosméticos, justo al frente de la nueva parcela de sábila que han plantado y que cuida toda la familia (la foto de la izquierda muestra la construcción cuando estaba en proceso).
ferias del agricultor del INA (Instituto Nacional Agrario) y ferias patronales de los pueblos vecinos en Reitoca, San Miguelito, La Libertad, Curarén y otros. Además, instalaron una pequeña tienda en el centro de Reitoca en donde venden parte de los productos. El grupo también construyó un nuevo local para la fabricación de los cosméticos, pues durante el primer año tuvieron que hacerlos en la cocina de Magdalena. Con el nuevo local cumplirán un requisito indispensable para obtener el registro sanitario y así tramitar el código de barras y la marca comercial. Miguel Funes, esposo de Magdalena, y sus hijas se han encargado de estos trámites, con el apoyo de los técnicos del PRONADEL. “Vamos bien. Cada mes tenemos que depositar 6.650 lempiras para pagar el préstamo, y las primeras ventas nos están alcanzando para esto. Todavía no nos estamos repartiendo utilidades pero sabemos que apenas estamos empezando”, afirma Adela Funes, Secretaria de PRONAC. “La idea de nosotros es mejorar nuestro nivel de vida. No nos vamos a quedar aquí, vamos a hacer más productos y por eso estamos haciendo el local, para producir más”, concluye Magdalena, feliz de ver que su sueño por fin se está haciendo realidad.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
Sección de Honduras
27
Casi dos mil personas de 300 familias socias se están beneficiando directamente de un proyecto de cultivo de tilapia en la Represa José Cecilio del Valle. La cría de tilapia les genera ingresos y les provee de alimento, pero aún quieren crecer mucho más. La organización y la perseverancia han sido las claves para este grupo.
300 socios cultivan tilapia en jaulas flotantes
O
Once grupos de base del municipio La Venta, departamento de Francisco Morazán, en el sur de Honduras, están cultivando tilapias en jaulas flotantes desde el año 2005 con apoyo del Programa Nacional de Desarrollo Local (PRONADEL). Se trata de 300 familias socias cuyos terrenos fueron expropiados para construir la Represa José Cecilio del Valle y que vieron la posibilidad de desarrollar una actividad económica alternativa aprovechando el lago que se formó con la inundación. Los beneficiarios se organizaron en la Empresa Asociativa Campesina de Transformación y Servicios “Fuerzas Unidas” y son uno de los grupos más grandes e innovadores que apoya el PRONADEL. Los socios provienen de 14 comunidades y se subdividen en once microempresas de los siguientes grupos de base: Buena Esperanza, Senderos de Progreso, Nueva Esperanza, Nuevo Tiempo, En Dios Confiamos, Unión y Esfuerzo, Las Marías, Nuevo Amanecer, Ojos de Agua, Lago Real, y San Antonio.
El aporte total previsto por PRONADEL para este proyecto fue de tres millones de lempiras (alrededor de US$166.000), con una contraparte de 893.000 lempiras (casi US$50.000) por parte de los beneficiarios. También les ha apoyado la Dirección General de Pesca (DIGEPESCA) y DINADERS.
Las 300 familias socias de estas microempresas suman alrededor de 2.000 personas en total, que se benefician directamente del cultivo de la tilapia tanto para su consumo y nutrición, como para generar ingresos familiares adicionales mediante una oportunidad de trabajo que funciona durante todo el año.
“Esto nos ha costado mucho; tenemos mucho trabajo metido aquí y sabemos que todavía estamos empezando”, afirma Enrique Santos, Fiscal de la Junta Directiva de la Empresa Fuerzas Unidas. Él y sus compañeros coinciden en que la organización y el trabajo conjunto han sido los aspectos más difíciles, pero está valiendo la pena.
Avanza el campo centroamericano
28
A mitad de camino Mediante el proyecto de cultivo de tilapia se construyeron 22 jaulas flotantes con capacidad para producir 475.000 peces al año en dos ciclos de producción de seis meses cada ciclo. Cada una de las once microempresas es dueña de 2 jaulas, pero han estado operando solo una por grupo; es decir, 11 jaulas. “Con el tercer desembolso pensamos poner a funcionar las dos jaulas por grupo y operar al 100% de la capacidad para incrementar la producción”, explica Héctor Sierra, quien fuera el primer Presidente de Junta Directiva del grupo. Hasta el momento, han estado obteniendo un ingreso entre 180.000 y 200.000 lempiras por jaula cada año, que son entre US$10.000 y $11.000 aproximadamente, de los cuales quedan libres alrededor de US$2.200 a US$3.200. “Esto repartido entre 30 personas que tiene cada grupo en promedio, es muy poco; por eso no hemos repartido utilidades todavía, hasta mejorar el negocio”, agrega Héctor Sierra. Sin embargo, la organización que han formado, la capacitación, la mejora en su alimentación y la infraestructura ya construida son logros que el grupo destaca. “Somos muchas empresas trabajando juntas y eso es muy importante; es un poco difícil entenderse entre tanta gente, pero estamos perseverando”, indica Isidro Funes, otro de los socios. “Hemos aprendido cosas que no sabíamos y además tenemos la alimentación segura para nuestras familias. Comer pescado es lo mejor que hay en la vida; nuestros hijos están bien nutridos. Con ese fin se hizo, de seguridad alimentaria; los socios compramos a menos precio”, asegura Isidro.
“Una parte fundamental es que hemos aprendido cómo manejar los peces, a cuidarlos, a hacer monitoreos. En los grupos nos repartimos el trabajo: unos se preparan para hacer monitoreos, otros para venir a limpiar las jaulas, otros para sexar los peces…” explica Héctor Sierra. Apenas entre un 20 y un 30% de los 300 asociados son mujeres, pero este es un aspecto que el grupo desea mejorar. En cuanto a infraestructura, además de las 22 jaulas flotantes ya construidas, la empresa cuenta con un local y una bodega, así como una nueva calle de acceso hasta un pequeño atracadero que también mejoraron con gradas y un muro. Asimismo, adquirieron equipos como balanzas y redes. Los productores de tilapia de La Venta saben que están iniciando en un negocio grande. Sus clientes actualmente son locales y nacionales, pero más adelante podrían incursionar en la exportación de filetes de tilapia a Estados Unidos, como hacen otros microempresarios hondureños. Además de dotarles de infraestructura, el PRONADEL les ha capacitado en acuicultura, en gerencia y en mercadeo, por lo que ya cuentan con las herramientas básicas para asegurar la sostenibilidad de su negocio. “Somos un grupo que tenemos como seis años y no damos pie atrás. Vamos a llegar hasta el final”, reafirma Héctor Sierra.
Estos son parte de los 300 socios de la empresa productora de tilapia en la Represa José Cecilio del Valle. Hoy tienen una estructura organizativa empresarial fortalecida y rumbo a ser sostenible. Al fondo, las 22 jaulas flotantes que tienen capacidad para producir hasta 475.000 peces al año cuando estén operando al 100%.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
Sección de El Salvador
29
Trabajo y entusiasmo en el campo salvadoreño Más de 170 organizaciones de campesinas y campesinos salvadoreños se están beneficiando con el Programa de Reconstrucción y Modernización Rural (PREMODER). Con una inversión cercana a los US$25 millones se les está ayudando a organizarse y a producir. La meta es beneficiar directamente a 40 mil personas.
El PREMODER contempla una inversión de US$24.5 millones, de los cuales $20 millones provienen de un préstamo del FIDA, $4.5 millones los aporta el Gobierno de El Salvador y $900 mil son contraparte de los beneficiarios. Con estos fondos y con asistencia técnica se ha beneficiado a 151 organizaciones en los primeros siete años de operación del PREMODER, mientras que otras 23 serán beneficiadas en el año 2010, totalizando más de 170 organizaciones participantes en proyectos productivos y de fortalecimiento local.
C
Con el entusiasmo y el tesón característicos de los salvadoreños, miles de campesinos y campesinas están llenando el campo de actividad y mejorando sus condiciones de vida de la mano del Programa de Reconstrucción y Modernización Rural (PREMODER). Este Programa, ejecutado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), se inició en el año 2003 para beneficiar a pobladores rurales pobres de cinco departamentos afectados por los terremotos del 2001. Estos departamentos son Ahuachapán, Chalatenango, La Libertad, Santa Ana y Sonsonate.
La meta del PREMODER es beneficiar directamente a 40.000 personas y ayudar de forma indirecta a otras 50.000 mediante el componente de Modernización Rural, mientras que el componente de Reconstrucción ha beneficiado a 60.500 personas más.. Los agricultores y agricultoras de subsistencia y las personas más pobres son la población objetivo de este Programa, mediante dos componentes principales: obras de reconstrucción y acciones de modernización rural.
Avanza el campo centroamericano
30
Organización, empleo y prosperidad Para hacer más sostenibles las iniciativas de lucha contra la pobreza en las zonas rurales pobres, el PREMODER se propuso beneficiar a las familias a través de organizaciones, no individualmente. Sin embargo, la débil organización en un sector rural abandonado por décadas es uno de los principales retos que se ha tenido que enfrentar. Por ello, ha sido necesario implementar un fuerte proceso de fortalecimiento organizacional y se introdujo la figura de los “Especialistas en Fortalecimiento Organizacional Empresarial” (EFOEs), que ayudan a los productores a organizarse y a consolidar sus organizaciones. De este modo, se ha logrado trabajar con cerca de 150 grupos organizados, especialmente cooperativas, asociaciones de desarrollo comunal y asociaciones de productores agropecuarios. Bajo estas modalidades, el PREMODER apoyó 151 proyectos de modernización rural entre 2003 y 2009, incluyendo actividades de horticultura, acuicultura, piscicultura, cría de especies menores, agroturismo, agronegocios, producción de abono orgánico, productos lácteos y otros. Con estos proyectos se han beneficiado 6.034 familias, de las cuales 1.981 son encabezadas por mujeres. También se han creado 2.040 empleos permanentes y 2.238 empleos temporales, cumpliendo así con una de las estrategias más efectivas para reducir la pobreza: la creación de empleo en la zona rural. La mayor parte del trabajo se ha hecho con agricultores y agricultoras de subsistencia, transformando sus actividades de susbsistencia en microempresas y vinculándolos a los mercados locales y regionales. Los proyectos han tenido un tope de US$50.000 o bien el 80% del valor del plan de negocios. Además, el PREMODER financió 55 proyectos de infraestructura bajo el componente de reconstrucción, sobre todo puentes, caminos rurales, sistemas de riego y sistemas de agua potable. Con esto se ha beneficiado a otras 60.500 personas que habían sido afectadas por los sismos del año 2001. De izquierda a derecha: Arnoldo Hernández, Gerente Administrativo; Jorge Alberto Alfaro, Director Técnico; Eduardo Cerrato, Coordinador de Unidad de Seguimiento y Evaluación; y Manuel Ponce, Director del PREMODER.
Innovaciones administrativas del PREMODER benefician a campesinos Buscando hacer más ágil, participativo y efectivo el proceso de desarrollo rural, el PREMODER ha introducido varias innovaciones administrativas y operativas que favorecen a campesinos y campesinas. Una de ellas fue descentralizar el “Comité de Inversiones” encargado de conocer y aprobar los planes de negocios que financia el Programa. Este Comité cuenta con representantes de la sociedad civil y el sector público en cada zona beneficiaria de los cinco departamentos que incluye el Programa, y realiza reuniones locales para conocer y aprobar los proyectos. Esto ha dado transparencia y fortaleza al proceso de selección de las iniciativas a financiar. Otro de los aciertos operativos del PREMODER ha sido la “Categorización de las Organizaciones”, calificándolas con A, B, C ó D, según sea su nivel organizativo y de avance. La categorización ha permitido dar una asistencia diferenciada de acuerdo con las debilidades o necesidades que muestra cada grupo, donde A es la calificación más buena y D es la más débil. El objetivo ha sido subir de calificación a aquellas que están más rezagadas para así lograr su sostenibilidad. Una de las innovaciones más importantes del PREMODER ha sido la introducción de los “Especialistas en Fortalecimiento Organizacional Empresarial” (EFOEs) para contrarrestar la débil capacidad organizativa encontrada en los grupos. Luego de identificar esta debilidad, el PREMODER introdujo esta modalidad en 2007 y contrató a 33 EFOEs distribuidos en los cinco departamentos que incluye el Programa. Otra adaptación clave del Programa fue trasladar los fondos directamente a una cuenta de las organizaciones beneficiarias y crear la figura de “Administrador de Cartera” para cada una de las cuatro zonas. Este Administrador les apoya y asesora en los aspectos financieros. Adicionalmente, se efectúan “Ejercicios de Rendición de Cuentas” cada seis meses, otra de las innovaciones con las que el PREMODER ha logrado proyectos exitosos.
Sección de El Salvador
31
Reducir la pobreza y dar seguridad alimentaria a los niños y adultos en la zona rural son dos de los principales objetivos que está logrando el Programa PREMODER. También propiciar la participación destacada de las mujeres, pues cerca del 40% de las familias beneficiarias son encabezadas por mujeres jefas de hogar.
Consolidación de las organizaciones: el principal desvelo
desarrollo de las capacidades gerenciales y administrativas, la planificación estratégica y operativa, y el seguimiento.
“La formación y consolidación de las organizaciones ha sido nuestra principal preocupación y hacia este objetivo se han enfocado las acciones y los cambios en los procedimientos del Programa”, insiste el Ing. Manuel Ponce, Director del PREMODER.
Para afianzar la capacidad económica, se les ha dado formación en gestión de negocios, formulación y gestión de planes de negocios y proyectos, y manejo de recursos financieros. En cuanto a valoración de la organización, se les ha formado en los aspectos de crecimiento y proyección social, lo cual incluye equidad, participación y control social.
Esto se refleja claramente en los ejes estratégicos del Programa: visión de atención integral a la organización, un plan de formación y atención a las organizaciones según su tipo y nivel de desarrollo, fortalecimiento con visión empresarial, un programa intensivo de formación a jóvenes y cooperación horizontal entre organizaciones. También se busca que las organizaciones establezcan vínculos con entidades privadas y hagan alianzas comerciales, que seleccionen adecuadamente los prestadores de servicios, que cuenten con un sistema de incentivos y reconocimiento de sus logros, y que se les de un seguimiento permanente a sus logros. Para lograr estos propósitos, el PREMODER ha desarrollado un fuerte componente de formación para las organizaciones en cuatro áreas: estructura organizativa y funcionamiento, capacidad gerencial y de gestión, capacidad económica y de servicios, y valoración interna y externa de la organización. Lo organizativo incluye el marco jurídico, el desarrollo personal y liderazgo, así como el funcionamiento interno de las organizaciones. Lo gerencial contempla el
Los equipos técnicos de PREMODER han estado 100% presentes en el campo a través de las Unidades Técnicas Móviles (UTM), formadas para cada una de las cuatro zonas en que se divide administrativamente el Programa. Cada UTM cuenta con un equipo básico a disposición de las organizaciones, incluyendo analistas de proyectos, técnicos en producción, técnicos en mercadeo, especialistas en formación organizacional empresarial, especialistas en género y organización, y un administrador de cartera. La equidad de género ha sido un eje transversal en el trabajo con las organizaciones. El PREMODER ha incentivado la participación de las mujeres en las organizaciones y los planes de negocios. Entre otras acciones, se hizo un estudio sobre la “Participación Real de Mujeres Rurales en la Organización y el Negocio”, que se presentó ante 200 mujeres durante un evento en el Día Internacional de la Mujer 2008. De esta forma, el PREMODER está transformando la visión empresarial, la capacidad de liderazgo y la equidad social en diversas zonas rurales pobres de El Salvador.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
Avanza el campo centroamericano
32
Muchos ni siquiera se conocían antes de 2007, cuando el PREMODER les ayudó a organizarse en una Cooperativa que llamaron “La Cristalina”. Hoy son los exitosos socios de un negocio agrícola y tienen 19 parcelas produciendo hortalizas enormes y saludables, así como maíz, frijol y papaya. Luego de casi dos años de trabajo, cuentan que a todos les ha ido bien, han mejorado sus condiciones de vida y están generando buenos ingresos. Su empeño, un plan de negocios claro, la buena asistencia técnica y los sistemas de riego en cada parcela han sido parte de su secreto.
Explosión productiva en Candelaria La Frontera
R
Recorrer las parcelas de los socios de la cooperativa La Cristalina deja una gran sensación de alegría. Chorreando sudor y con una linda sonrisa, estos campesinos y campesinas transmiten acción, esfuerzo, progreso, disciplina y satisfacción por los logros alcanzados. Esa misma energía se nota en los enormes chayotes, chiles, papayas, tomates, repollos y pepinos que producen, además de granos básicos y otras hortalizas. También producen loroco, uno de los ingredientes que se usan para hacer las deliciosas pupusas y otras recetas salvadoreñas. Estos productores se organizaron en una cooperativa en 2007, con apoyo del PREMODER y recibieron un financiamiento por US$42.300 para sembrar hortalizas, granos y frutas. Invirtieron en insumos como abonos, plantines, semillas, alambre y postes, así como en equipos de riego, bombas y mangueras. Actualmente son 19 socios muy unidos y generan 57 empleos permanentes. Sus cultivos están hermosos y saludables y a todos les ha ido bien, según ellos mismos lo afirman.
Arriba: producción de tomate y maíz en la parcela de Wenceslao Cruz y Ruth Jiménez. Abajo: toda la familia participa en la producción de hortalizas en la parcela de Dora Miranda y Juan Francisco Gudiel. Cada socio tiene su parcela y al que no tiene tierra, el mismo grupo le presta terreno para que siembre. “Varios ni siquiera nos conocíamos y ahora nos vemos como una familia”, asegura Pedro Flores, Presidente de la Cooperativa La Cristalina, que se ubica en el municipio Candelaria La Frontera, en el departamento de Santa Ana, fronterizo con Guatemala.
Sección de El Salvador
33
“Vivimos mejor, compramos más comida y estamos más gorditos” afirma Ruth Jiménez, quien trabaja una parcela de media hectárea junto a su esposo. Su pequeño muestra uno de los pipianes producidos por ellos.
Con tan solo 23 años, Rodolfo Herrera es uno de los socios más dinámicos de la cooperativa La Cristalina. Con las ganancias obtenidas, él ya pudo construir su casa y aquí la muestra junto a su esposa Elsa.
Todos han mejorado
Rodolfo Herrera es el más joven del grupo y era ayudante de albañil. Ahora, a sus 23 años es uno de los agricultores más dinámicos. A las 5 de la mañana ya está en el mercado de Santa Ana entregando sus hortalizas. Con sus primeras cinco cosechas de tomate hizo $9.000 y otros $3.000 con las tres primeras de pepino. Así pudo construir su casa y ayudar a su madre. “Nunca había ganado tanto dinero”, indica Rodolfo.
Luego de casi dos años de trabajo y mucho esfuerzo, los socios de la Cooperativa La Cristalina aseguran que ha valido la pena y que están empezando a recoger los frutos. Algunos han construido casa, otros han mejorado sus parcelas y todos, sin duda, han mejorado la alimentación. El punto de partida fue un buen plan de negocios y la asistencia técnica continua del PREMODER. Ruth y Wenceslao son un matrimonio que ahora tiene un ingreso promedio de $300 mensuales, además de contar con alimentos para el autoconsumo. Ellos tienen media hectárea sembrada con tomate, pepinos, repollo, pipián, maíz y otras hortalizas. Amílcar Escobar, a sus 77 años, es un gran ejemplo de trabajo y sus enormes chayotes y repollos son la envidia de todos los vecinos. El sistema de riego y los abonos utilizados han sido la clave para lograr una gran cosecha, según él cuenta.
También Irma Mendoza, Dora Miranda y Juan Francisco Gudiel han tenido buenas ganancias. El estudio de suelos que hizo la cooperativa, conforme al cual se sembraron los distintos cultivos, les ha permitido ser más exitosos. También la organización que tienen, con una junta directiva seria y comités de producción, comercialización y capacitación. Los socios son sumamente disciplinados. Cada ocho días se reúnen y al que no va le imponen $5 de sanción. Así, estos campesinos que antes no se conocían y que tampoco conocían las hortalizas, son ahora los orgullosos socios de una cooperativa agrícola cada vez más pujante.
Salvador Cardosa, de 58 años, antes era panadero y ahora es un exitoso agricultor. Con su primera cosecha de loroco hizo $2.500 y otros $2.000 con la de papaya. “Yo no soy dueño de parcela, pero Pedro me da tierra para que siembre”, relata Salvador refiriéndose a Pedro Flores, Presidente de la Cooperativa. Los socios de La Cristalina muestran el terreno que compraron para construir las instalaciones de la Cooperativa. También tienen un fondo revolvente y una caja chica para ayudar a los socios.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
Avanza el campo centroamericano
34
Con una unión y solidaridad ejemplares, las integrantes de la Asociación Municipal de Mujeres Las Guadalupanas están abriendo puertas para beneficiar a toda la población femenina de San Pablo Tacachico, un pequeño pueblo del departamento La Libertad. La granja que abrieron, con apoyo del PREMODER, les está permitiendo consolidarse como organización y proyectarse como líderes en la comunidad, con grandes planes para el futuro.
Más de 50 mujeres se superan con exitosa granja
L
La mañana del 18 de febrero de 2009, un gran acontecimiento marcó la vida de más de 50 mujeres de San Pablo Tacachico, un pequeño municipio del departamento La Libertad, en El Salvador. Ese día, arribaron las 1.500 gallinas ponedoras con las cuales se inició la producción de la granja de la Asociación Municipal de Mujeres Las Guadalupanas (ADEMGUAPE). El arribo de las gallinas significó la culminación de una primera etapa de esfuerzo en que se dio forma a la organización, creada un año antes, se diseñó el plan de negocios, se hizo el diagnóstico de mercado, se gestionó el proyecto y se recibió el desembolso de US$39.750 por parte del Programa de Reconstrucción y Modernización Rural (PREMODER). Además se construyó la primera galera de la granja y las oficinas, y se seleccionaron y compraron las aves que ese día llegaban, entre otros muchos detalles. También fue el punto de partida para todo lo que vendría a futuro: un largo y desafiante proceso de producción, de consolidación organizacional, de salir adelante como
mujeres emprendedoras, de ver realizarse sus sueños, de mejorar sus condiciones de vida y la de sus familias, y de empezar a ejecutar sus planes de solidaridad con las otras mujeres de la comunidad. Por eso las gallinas fueron recibidas con esmero. “Por el traslado llegaron estresadas y seis socias durmieron
Sección de El Salvador
35 durante dos noches en la granja para cuidarlas, dándoles agua, separándolas para que no se ahogaran hacinadas, y orientándolas”, cuenta María Julia Portillo, Presidenta de ADEMGUAPE y líder indiscutible de este emprendimiento apoyado por PREMODER y el FIDA.
Excelente producción
Planes para ayudar a otras mujeres Para el futuro, las socias de ADEMGUAPE tienen grandes planes. Lo primero es aumentar su negocio con otra galera para otras 1.500 gallinas. La idea es que las ganancias sirvan para construir una “Escuela de Formación para la Mujer” a nivel del municipio.
Con la seriedad y dedicación de las socias de ADEMGUAPE, eran de esperarse los buenos resultados obtenidos en los primeros meses de operación de la granja. En marzo, se inició la postura de huevos y para julio de 2009 ya se estaba produciendo a un 92% de la capacidad, con un promedio de 43 cartones diarios de 30 huevos cada cartón.
“En San Pablo Tacachico hay una problemática social, altos índices de violencia intrafamiliar, falta de participación, una mayoría de mujeres jefas de hogar y un alto índice de analfabetismo”, explica María Julia Portillo, Presidenta de ADEMGUAPE. “Por eso queremos ofrecer más formación en género y otros temas de interés”, agrega.
Las socias desarrollaron una gran ofensiva en mercadeo en tiendas, mercados y comunidades vecinas. Hicieron un paquete de promoción que incluyó un brochure y tarjetas de presentación. “Somos más de 50 mujeres, madres de familia y jefas de hogar, que luchamos por llevar sustento cada día a nuestras familias a través de la producción y venta de huevos frescos, gallinas de descarte y gallinaza” indica el brochure.
Por esas mismas razones, las socias de ADEMGUAPE están promoviendo que la Alcaldía de San Pablo Tacachico establezca una Política de Género, pues el 58% de los habitantes de este municipio son mujeres (aproximadamente 13.000 de una población total de 23.000 personas).
El resultado fue una base de 40 clientes en los primeros cuatro meses de trabajo, fruto de una sólida capacitación en mercadeo.“He aprendido mucho en las capacitaciones; cómo vender y cómo tratar a un cliente”, afirma Francisca Pineda, una de las vendedoras con más carisma de la asociación.
“A través del PREMODER he aprendido mucho, las jornadas de género me han ayudado a valorarme más y me propusieron que fuera Concejal; yo acepté a partir del 1 de mayo de 2009 y ahora estoy sirviendo al pueblo”, expresa Rosalina Menjívar, otra de las socias de ADEMGUAPE. De este modo, la asociación no es solo una plataforma para la superación de las 50 socias, sino una base para reducir las diferencias de género en este munipio salvadoreño.
Además de capacitación gerencial, las socias de ADEMGUAPE han recibido entrenamiento en producción avícola y mercadeo. Actualmente son excelentes productoras y vendedoras, con un promedio de ventas de casi 38.700 huevos por mes.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
Miembros de la junta directiva y trabajadores del Avanza el campo centroamericano proyecto agroturístico de San Antonio Los Ranchos.
36
Este es el único lugar de recreo y agroturístico del municipio San Antonio Los Ranchos de Chalatenango. Fue creado para dar opciones de entretenimiento y educación ambiental, especialmente a niños y jóvenes para que nunca se acerquen a las maras. Es un sitio hermoso administrado por la asociación de desarrollo comunal del lugar, con apoyo del PREMODER.
Proyecto de agroturismo combate la pobreza con diversión
S
San Antonio Los Ranchos es un pequeño municipio de 1.500 habitantes, ubicado en el departamento salvadoreño de Chalatenango, fronterizo con Honduras. Es un sitio considerado de severa pobreza y muchos habitantes emigran a los Estados Unidos para trabajar allá. Por eso, muchos niños, niñas y jóvenes del municipio quedan sin padres y expuestos a peligros. Para dar opciones de recreo y de educación ambiental a estos y a todos los niños, niñas y jóvenes del municipio, la Asociación de Desarrollo Comunal de San Antonio Los Ranchos ideó este proyecto y presentó la propuesta al PREMODER. Con un financiamiento de US$50.000 otorgado en 2007 y la asistencia técnica del PREMODER, se acondicionaron tres manzanas de tierra. Se construyeron dos piscinas, un salón de usos múltiples, una zona de restaurante, 4 cabañas, un módulo con dos habitaciones y baños públicos. También se instalaron 4 estanques para cría de tilapias y 8 galeras para cría de aves (4 para gallinas y 4 para codornices). De este modo, se tiene un proyecto integral de agro-ecoturismo, que incluye educación ambiental, especialmente para los escolares de la zona.
“No es un negocio, sino una oportunidad de recreación para la juventud y toda la familia, aunque también tenemos proyecciones para crecer como negocio”, explica María Consuelo Ayala, integrante de la Junta Directiva de la Asociación de Desarrollo Comunal (ADESCO) de San Antonio Los Ranchos, la cual cuenta con 345 socios.
Sección de El Salvador
37 200 árboles rotulados son parte del programa de educación ambiental que se desarrolla en conjunto con la ONG Plan El Salvador.
Hay 200 árboles rotulados con sus respectivos nombres científicos, senderos y 38 cajas con comida para atraer ardillas y pájaros, especialmente pericos, chorchas y tucanes. Pero, aparte de la educación y la recreación, uno de los propósitos de la ADESCO es propiciar un cambio en las actividades del municipio, que ha sido tradicionalmente agrícola y que continúa con altos niveles de pobreza.
La ADESCO de San Antonio Los Ranchos se ha fortalecido en aspectos organizativos, gerenciales y financieros a través del proyecto agroecoturístico. A la izquierda Elsa Tejada (blusa negra), especialista en fortalecimiento organizacional empresarial, revisa con miembros de la Junta Directiva el Plan de Trabajo 2009-2010 que la asociación elaboró con la asistencia técnica del PREMODER. A la derecha: miembros de la ADESCO disfrutan del área de picnic y de las nuevas cabañas.
Un cambio para beneficio de toda la comunidad Alrededor de 200 personas visitan mensualmente el proyecto recreativo de San Antonio Los Ranchos, mientras que en época de vacaciones llega también turismo nacional e internacional, éstos últimos traidos por la organización TNT. Además, ofrece un programa de educación ambiental disponible para los 400 niños del municipio y para los estudiantes del Centro Escolar San Antonio Los Ranchos.
“Por años el municipio ha vivido de la agricultura, pero esto ha traído pérdidas y muchos habitantes se han ido; las familias se han desintegrado y como asociación debemos buscar nuevas opciones; queremos que las remesas se queden acá y que los jóvenes se preparen”, afirma José Fernando Serrano, líder comunal y encargado de asuntos legales de la ADESCO. Adicionalmente, la ejecución de este proyecto ha servido para fortalecer organizacional y gerencialmente a la asociación con una intensa capacitación en estructura organizativa, economía y servicios de la organización, gerencia administrativa y proyección interna y externa. “Antes, como ADESCO hacíamos lo que podíamos pero no teníamos orientación en organización, en cómo hacer un plan de trabajo o una calendarización”, reconoce Celina Ortega, miembro de la junta directiva. “Ahora hemos avanzado mucho y soñamos despiertos; yo quiero que mis nietos vivan otro ambiente del que yo he vivido”, agrega Celina con una fuerte esperanza en los cambios que están impulsando.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
Avanza el campo centroamericano
38
Los cuatro mil habitantes del municipio de Arcatao, en Chalatenango, tienen ahora la posibilidad de comprar huevos y carne de pollo frescos y a menor precio, gracias a la granja instalada por la Asociación de Desarrollo Luz y Esperanza. El proyecto también ha generado siete empleos permanentes y planea ofrecer más.
Productores avícolas generan empleo en Chalatenango una vez que empezó a operar la granja de la Asociación de Desarrollo Luz y Esperanza (ADELUES), con apoyo del PREMODER. ADELUES recibió un aporte de US$35.000 con los cuales ha desarrollado un proyecto de pollo de engorde y otro de gallinas ponedoras, ofreciendo carne de pollo y huevos frescos a la comunidad. Con estos fondos se construyó una galera para los pollos de engorde y otra para las gallinas ponedoras, un local para oficina y para procesar el producto, equipos para refrigeración de la carne, y se compraron los pollos y las gallinas.
A
Arcatao es un pequeño y lejano pueblito rural en el departamento salvadoreño de Chalatenango, cerca de la frontera con Honduras. Por eso, los repartidores que antes llevaban pollo y huevos a esta zona debían viajar durante horas y a veces la carne llegaba descompuesta. Desde junio de 2008, este problema se terminó para los cuatro mil pobladores de Arcatao y pueblos circunvecinos,
“Primero empezamos con 300 pollitos y al mes trajimos otros 300; posteriormente hemos estado comprando un promedio de 600 por mes, porque la demanda ha ido creciendo, incluso hay gente que viene a comprar para revender en otros lugares”, afirma Domitila Ayala, Presidenta de la Junta Directiva de ADELUES. El proyecto de pollo de engorde se inició en junio de 2008 y en diciembre de ese año se empezó con el proyecto de gallinas ponedoras. Se compraron 380 gallinas y la venta de huevos también ha sido un éxito.
Sección de El Salvador
39 Alimentos frescos a menor precio ADELUES no solo ofrece huevos y carne de pollo fresca y nutritiva a los habitantes de Arcatao, sino que los vende a un precio más económico. La libra de carne de pollo se da a $1.15 mientras que los competidores la venden a $1.25. Lo mismo ocurre con los huevos, cuyo cartón de 30 unidades costaba $4 con los distribuidores que lo traían de Chalatenango, mientras que la ADELUES ofrece a $3.25 cada cartón de 30 huevos comprados al por mayor. “Nosotros no le ponemos el producto caro a la gente y la mayoría de clientes son tiendas y comedores; la mayoría nos compran de dos hasta doce cartones”, explica Felícita Navarrete, asociada de ADELUES.
Empleo y consolidación
“Estas son personas jóvenes y les estamos dando la oportunidad de trabajo, pero tenemos planes de abrir otra galera para gallinas ponedoras y un comedor, con lo cual estaremos generando más empleo”, destacó Angélica García, Vicepresidenta de la Junta Directiva de ADELUES. La capacitación y consolidación de la Asociación es otro de los beneficios obtenidos con el proyecto. ADELUES cuenta con 35 socios y todos ellos han tenido opción de participar en las distintas jornadas de capacitación que ha recibido la Asociación. Se ha hecho capacitación en temas empresariales, contables, equidad de género y alfabetización. “Los socios no recibimos pago aún, pero hemos adquirido experiencia; estamos aprendiendo cosas bien interesantes”, resaltó Obdulio López, Representante Legal de ADELUES y Síndico de Arcatao.
Otro de los principales beneficios generados por el proyecto avícola de ADELUES es la creación de empleos para jóvenes de la comunidad. En el primer año de operación, la granja ha ofrecido siete empleos permanentes a 4 destasadores, 3 repartidores y un gerente.
Parte del equipo técnico de PREMODER en la zona con los miembros de la Junta Directiva de ADELUES. La asistencia técnica estrecha ha sido clave para el avance de la organización y la consolidación del proyecto.
El liderazgo de las mujeres ha sido fundamental en el proyecto avícola de la Asociación de Desarrollo Luz y Esperanza. Domitila Ayala (izquierda), Presidenta de la Asociación, ha motivado al grupo.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
Avanza el campo centroamericano
40
Un freno real contra la pobreza en Nicaragua Más de 8.000 familias pobres ya están dando un cambio a sus vidas en la región seca de Nicaragua con apoyo del Programa PRODESEC del Instituto de Desarrollo Rural (IDR). Otras 4.000 familias también se verán beneficiadas en los años 2009 y 2010. Este Programa prevé una inversión total de US$25 millones en seis años para las regiones más pobres del país.
M
Más de 300 proyectos, denominados planes de negocios y de formación, se han financiado en los últimos 4 años como parte del Programa de Desarrollo Económico de la Región Seca de Nicaragua (PRODESEC). Bajo una visión de desarrollo integral y empresarial, estos planes ya han beneficiado a 8.103 familias rurales pobres, según un corte efectuado en junio de 2009. Esto está cambiando la realidad y mejorando las condiciones de vida de otras miles de personas en las regiones y caseríos más deprimidos del país.
Para ello, las acciones se han concentrado en tres áreas focales: la primera incluye los departamentos de Estelí y Madriz, la segunda abarca León y Chinandega, y la tercera contempla los departamentos de Carazo, Managua y Masaya. En estas tres zonas se ubica aproximadamente el 23% de la población rural de la zona seca del país, y comprenden 33 municipios. Adicionalmente, a través del FONDECA, se están atendiendo 26 municipios más, para un total de 59 municipios a nivel nacional.
El PRODESEC se inició en setiembre de 2004 y contempla una inversión de US$25 millones en seis años, hasta finales del 2010. De este monto, US$14 millones provienen de un préstamo blando del FIDA, US$3.9 millones del BCIE, US$4 millones del Fondo de Desarrollo Campesino (FONDECA), US$1.8 millones del Gobierno de Nicaragua, y US$1.1 millón como contraparte de los beneficiarios. El Programa lo ejecuta el Instituto de Desarrollo Rural (IDR).
Al menos 282 planes de negocios financiados por PRODESEC son liderados por mujeres, lo que representa un alto porcentaje y un éxito en la estrategia de equidad de género del Programa. En la fotografía: un grupo de mujeres productoras de jugos de frutas en Condega, Estelí.
El objetivo del PRODESEC es mejorar, de manera sostenible y equitativa, el acceso de las familias pobres rurales de la región seca de Nicaragua a activos que les permitirán beneficiarse de las oportunidades de generación de ingresos, en el marco de la política nacional de desarrollo rural.
Sección de Nicaragua
41 Eddy Aburto, actual Director de PRODESEC destacó los logros y la diferencia que ha hecho este Programa en el país, pese a las dificultades administrativas que ha enfrentado por los frecuentes cambios en la dirección y la inestabilidad institucional que ha caracterizado su ejecución. “Aún así, los logros en el campo han sido cuantiosos”, aseveró el funcionario.
Empleo y negocios para miles La promoción de iniciativas de empleo y negocios, y el financiamiento de dichas iniciativas, han sido los dos componentes en que el PRODESEC ha trabajado con más éxito. La promoción de las iniciativas incluye el identificar los beneficiarios, elaborar con ellos los planes de negocios y apoyarles con formación para poder ejecutarlos o bien para incorporarse al mercado de trabajo. En esta fase ha sido vital la participaron de aliados locales, especialmente ONGs, las alcaldías y asociaciones de base. El financiamiento de las iniciativas de empleo y negocios corresponde a la ejecución de las mismas tras el desembolso de los fondos aprobados para cada una, la realización de las actividades, la asistencia técnica a los grupos y el seguimiento de cada proyecto. Entre 2006 y 2009, el PRODESEC ha financiado 314 planes de negocios y de formación: 265 en los tres primeros años y 49 proyectados para el 2009. De estos planes, 10 eran de formación y el resto son planes de negocio o proyectos microempresariales ejecutados directamente por los beneficiarios. Como se mencionó antes, más de 8.000 familias rurales pobres han sido beneficiadas, lo que representa casi el 70% de la meta final del Programa, que es beneficiar a 12.000 familias en total. Las actividades productivas más frecuentes en los planes de negocios han sido la comercialización de granos básicos, pequeñas industrias, producción y comercialización de carne de cerdo y pollo, servicios rurales, producción de miel, costura y hortalizas. Mientras tanto, en los planes de formación para el empleo se destacaron los temas de manualidades y costura, albañilería, carpintería, asistencia para la producción de especies menores y bovinas, y comunicación rural. Un dato sumamente relevante es que al menos el 45% de las familias beneficiadas hasta el momento son jefeadas por mujeres, y esto evidencia que el Programa cuenta con una estrategia de género efectiva.
Hay un antes y un después del PRODESEC “Los resultados obtenidos con los grupos confirman que el Programa es efectivo, y que hay un antes y un después del PRODESEC”, afirma Eddy Aburto, Director del Programa desde julio de 2008. Según Aburto, los cambios son visibles una vez que los grupos beneficiarios ejecutan los planes de negocios y las claves son varias: se les ayuda a concebir las iniciativas con una visión empresarial, se les entrega los recursos para que ellos los administren directamente o a través de ejecutores que ellos mismos deciden, y se les capacita en aspectos gerenciales y en comercialización para que lleven adelante sus proyectos y los hagan sostenibles. Además, durante todo el proceso, se les brinda asistencia técnica por parte de empresas contratadas para ello o mediante los técnicos del Instituto de Desarrollo Rural (IDR). En opinión de Hugo López, Oficial de Proyectos del PRODESEC en Estelí, la gran diferencia de este Programa con otros que se han ejecutado en Nicaragua, es que se insiste a la gente para que piensen como empresarios. “El programa les ha apoyado para que ellos aprendan a ser líderes, cómo organizar una empresa, y a sacar los costos-beneficios de la empresa para que sepan si están perdiendo o si están ganando”, explica Hugo López. Uno de los factores de éxito es el diagnóstico que se realiza con los grupos antes de aprobarles un plan de negocios, para asegurar que la idea presentada sea viable, rentable y sostenible comercialmente. “Muchos de ellos están empezando de cero, con una gran pobreza y baja escolaridad, pero les decimos que no piensen en pequeñito y les ayudamos a organizarse y a elegir la mejor opción para hacer el negocio en grupo”, añade López. De esta forma, campesinos y campesinas nicaragüenses están alcanzando logros que antes no se imaginaron y desarrollando las capacidades que tenían guardadas.
Avanza el campo centroamericano
42
El objetivo fundamental del PRODESEC es mejorar la seguridad alimentaria y las condiciones generales de vida de miles de campesinos y sus familias.
Un trabajo de muchos Una de las grandes bondades del PRODESEC es que ha logrado reunir el trabajo de muchas manos. No solo las miles de personas beneficiarias que han puesto sudor y empeño a cada uno de los proyectos, sino el aporte y el trabajo de instancias locales,Alcaldías,grupos comunitarios e instituciones públicas que han sido aliados estratégicos para el Programa. Entre las entidades socias del PRODESEC figuran organizaciones de la sociedad civil como la Unión Nacional de Agricultura y Ganaderos (UNAG), la Asociación para la Vida, la Paz y el Progreso del Departamento de León (AVIPAC), la Fundación para el Desarrollo Tecnológico Agropecuario y Forestal de Nicaragua (FUNICA) a través de su Fondo de Asistencia Técnica (FAT-FUNICA), la Asociación de Desarrollo Social de Nicaragua (ASDENIC), la Asociación de Comunicación y Movilización Social Los Cumiches, y el Centro de Investigación, Capacitación y Acción Pedagógica (CICAP). También apoya al PRODESEC todo el grupo de instituciones del Estado que conforman el Sector Público Agropecuario y Rural (SPAR) y que son las siguientes: el Ministerio Agropecuario y Forestal (MAGFOR); el Instituto de Desarrollo Rural (IDR), que es la institución que ejecuta este Programa; el
Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA); la Empresa Nicaragüense de Alimentos Básicos (ENABAS); el Fondo de Crédito Rural (FCR); el Instituto Nicaragüense de Administración Forestal (INAFOR); el Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales (MARENA), y el Instituto Nicaragüense de Fomento Cooperativo (INFOCOOP). Igualmente, están siendo aliados del PRODESEC entidades como el Ministerio de Salud (MINSA), los Consejos del Poder Ciudadano (CPC), la Asociación de Retirados del Ministerio del Interior (AMIR) y diversos Juzgados Locales, lo mismo que la Universidad Politécnica de Nicaragua (UPOLI) y la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). La participación y el aporte de estos y otros aliados ha posibilitado una mejor promoción y divulgación del Programa en todo el territorio, así como una efectiva y coordinada focalización y priorización de comunidades y comarcas, grupos potenciales e iniciativas. También ha facilitado recursos materiales, humanos y financieros, para el acompañamiento a los grupos, la elaboración de propuestas y la implementación de las mismas.
El liderazgo y la participación de las mujeres en el Programa es una de las mayores fortalezas. El 45% de las familias beneficiarias son de mujeres jefas de hogar.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
Sección de Nicaragua
43
250 familias de doce comunidades pobres del municipio de Villanueva de Chinandega, en el occidente de Nicaragua, tienen hoy cultivos, gallineros, porquerizas, fogones mejorados, pozos y otros beneficios con los que han mejorado su alimentación. Todo mediante un proyecto de US$250.000 financiado por PRODESEC.
Seguridad alimentaria para 250 familias de Chinandega
M
Más de 150 manzanas de tierra cultivadas con granos básicos y 150 huertos familiares y escolares sembrados con hortalizas son parte de los logros más importantes que muestran 250 familias del municipio de Villanueva, uno de los más pobres del departamento de Chinandega, ubicado en la calurosa región occidente de Nicaragua. En este municipio, caracterizado por una fuerte emigración, se inició a principios de 2008 un Proyecto Local de Innovación para Producción de Alimentos (FLI-PA), denominado “Promoción de Producción Diversificada para la Seguridad Alimentaria y Mejoramiento de las Condiciones Agroecológicas de 250 Familias de Villanueva, Chinandega”. Este proyecto contempla una inversión de US$250.000 –US$1.000 por familia—, financiados por el Programa de Desarrollo Económico de la Región Seca de Nicaragua (PRODESEC) y ejecutados a través de la Fundación para el Desarrollo Tecnológico Agropecuario y Forestal de Nicaragua (FUNICA), con el apoyo de la Unión Nacional de Agricultura y Ganaderos (UNAG). La administración de los fondos se efectúa mediante un ejecutor elegido por los propios beneficiarios que, en este caso, fue la Fundación
Nicaragüense para la Promoción y Desarrollo de Tecnologías Alternativas (FUNPROTECA). Luego de un diagnóstico y de una cuidadosa selección, realizada en conjunto con la Alcaldía de Villanueva, se seleccionaron para participar en el proyecto 250 familias que no tuvieran más de dos manzanas de tierra. Así se aseguró la debida focalización y priorización hacia el sector más pobre de doce comunidades: Platanal, Las Vegas, Madroño, Chagüite, Pajuil, San Ramón, La Esperanza, Pacayra, Santa Anita, Rancho Pando, La Carreta y Las Jolotas.
Avanza el campo centroamericano
44
Producción contra la adversidad Desafiando las duras condiciones climáticas de una de las regiones más cálidas del país, pero también abatida por duros inviernos, los campesinos y campesinas de Villanueva de Chinandega están cosechando maíz, frijol y sorgo. Entre las 250 familias beneficiarias suman 151 manzanas cultivadas. Para lograrlo han recibido semillas, asistencia técnica, fertilizantes,plaguicidas y bombas de mochila para aplicarlos, así como sistemas de riego que han ayudado a obtener una mejor producción. En el caso del maíz, han aprendido que es mejor su semilla criolla que la semilla certificada y están sembrando maicillo criollo, pero con técnicas de cultivo mejoradas. El proyecto ha destinado doce técnicos que trabajan divididos en tres zonas, destacando cuatro técnicos por zona que dan asistencia técnica continua a los productores. Para complementar su dieta alimenticia, también se les ha asistido en la siembra de 145 huertos familiares y 5 escolares, de los que obtienen tomate, pepino, rábano y otras hortalizas, además de sandías y otros alimentos. Otros dos componentes refuerzan la estrategia de mejorar la alimentación: los 95 gallineros instalados y los 170 cerdos entregados (110 hembras y 60 machos), de los cuales han sacado crías para comida y para la venta. Los fogones mejorados también han ayudado a acrecentar la calidad de la alimentación, disminuyeron el consumo de leña a la mitad y han impactado en la salud de las mujeres, pues ya no respiran gran cantidad de humo. Además, el proyecto ha incluido la instalación de 57 sistemas agroforestales con plántulas de guanacaste, laurel, pochote, frutales y otros árboles nativos para contribuir a la recuperación ambiental de la zona. “Este es el primer proyecto que nos viene a ayudar y la gente está muy contenta”, afirma Juan Francisco Betanco,
Los principales resultados del proyecto en Villanueva: 92 fogones mejorados 151 manzanas con granos básicos 150 huertos familiares y escolares 21 sistemas de riego instalados 170 porquerizas 95 gallineros 57 sistemas agroforestales 50 calzadas de pozo Coordinador de la comunidad de Chagüite, de donde participan 16 productores, la mitad mujeres.
Menor emigración y nuevos planes de negocios Además de mejorar la seguridad alimentaria, el proyecto en Villanueva ha tenido otros dos logros fundamentales: disminuir a más de la mitad la emigración entre una población de más de 10.000 habitantes, y perfilar los primeros cinco planes de negocios para dar seguimiento y sostenibilidad al esfuerzo iniciado. Cada uno de estos planes asciende a US$25.000, para un total de US$125.000 adicionales que el PRODESEC invertirá en este municipìo a partir del 2010, mientras que el 10% de contraparte local se tomará del fondo revolvente que se ha conformado mediante el primer proyecto. “La gente está mejor. Ya no emigran como antes, están trabajando su tierra y ahora tienen como pasarla”, asegura Daniel Rivera, Representante de la comunidad de San Ramón Dos. Los pozos y sistemas de riego habilitados por el proyecto (foto izquierda) han sido vitales para superar las duras condiciones de un clima caluroso y los veranos secos de Chinandega. De este modo, se han logrado cultivos fuertes y productivos, como este vigoroso maizal (foto derecha). Las bombas de mochila también han sido de enorme ayuda para evitar que los cultivos agarren plagas y ya no se pierdan las cosechas como antes.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
Sección de Nicaragua
45
Los 38 socios de la Cooperativa Multisectorial Orgánica Aprendiendo a Sobrevivir, de Villanueva de Chinandega, cuentan con un nuevo local para procesar y comercializar la miel que producen. Este local lo construyeron con un aporte del PRODESEC y con su propia mano de obra. Tener estas instalaciones les permitirá obtener el registro sanitario y pasar a otro nivel como productores de miel de abeja orgánica en Nicaragua. Su idea es ayudar también a otros pequeños productores de la zona.
El desarrollo viene en barriles de miel
C
Con apenas dos años de haberse agrupado como cooperativa, 38 productores y productoras de Cayanlipe, municipio de Villanueva en Chinandega, están dando pasos enormes para consolidar su negocio de producción y comercialización de miel orgánica a nivel nacional. Estos pequeños apicultores recibieron en 2008 un aporte de US$13.706 acompañado de asistencia del PRODESEC,
vía FUNICA, que les ha servido para hacer avances fundamentales y crecer como empresa. El logro más visible es el nuevo local que construyeron con sus propias manos entre finales de 2008 y principios de 2009, con materiales comprados con el aporte del Programa. En estas instalaciones no solo tienen una sala para extraer y procesar la miel, sino que cuentan con una bodega de acopio para almacenar hasta 200 barriles de miel de 320 kilogramos cada uno. También tienen una sala de distribución, una oficina y baño. “Este local nos unifica más como grupo, nos permite centralizar las ventas y cobrar mejor precio que cuando vendíamos por separado, y lo más importante es que podremos obtener el certificado sanitario y entrar en otra etapa de crecimiento de nuestro negocio”, afirmó Eddy Rivas, líder de la cooperativa.
Las mujeres del grupo han participado activamente en las capacitaciones sobre el proceso productivo y de extracción de la miel, así como en los aspectos organizativos, gerenciales, contables y de mercadeo que se incluyen en los proyectos apoyados por el PRODESEC.
Con el aporte del PRODESEC también se han adquirido equipos para mejorar la producción y el procesamiento del producto, incluyendo dos extractores de miel, una secadora de polen, una estampadora de cera, 280 excluidores de abeja reina, así como cuchillas, espátulas, trampas para polen y otros materiales que se han unido a los equipos que el grupo ya tenía.
Avanza el campo centroamericano
46
En otra fase empresarial El local construido, la capacitación y los nuevos equipos adquiridos con el apoyo de PRODESEC, colocan a la Cooperativa Multisectorial Orgánica Aprendiendo a Vivir (COMUAS) en una posición idónea para crecer y consolidarse. Para mediados de 2009, la cooperativa sumaba 1.800 colmenas divididas entre los 38 socios, de las cuales 600 son cámaras de cría y las 1.200 restantes están produciendo. Esta cantidad de colmenas generó cerca de 240 barriles de miel en el último año, que se vendieron a un promedio de 10.000 córdobas por barril. Esto totalizó un ingreso bruto aproximado de 2,400.000 córdobas (unos US$120.000), que representa un ingreso promedio de unos US$3,150 por socio. Lo bueno es el potencial de crecimiento que se perfila para la cooperativa una vez que se tramite el certificado sanitario y se aumente la producción y las ventas. El grupo ya adquirió 720 nuevas cajas para aumentar a 2.520 el número de colmenas en los próximos dos años. El siguiente paso para la cooperativa, además de aumentar la producción de miel, es buscar nuevas líneas de mercado bajo criterios de producción más limpia.
En el nuevo local construido con apoyo del PRODESEC, los productores de miel orgánica de Cayanlipe tienen espacio para almacenar 200 barriles de miel. También compraron 720 nuevas cajas para aumentar la producción en los próximos dos años. “Nuestra miel es orgánica y de primera calidad,ya que estamos en la zona de amortiguamiento de las reservas naturales Estero Real y Apaunca, donde las abejas encuentran gran cantidad de flores y vegetación abundante para polinizar”, expresó Eddy Rivas. La miel de COMUAS ya está certificada como producto orgánico y presenta un espesor, tonalidades y sabores tan distintos como deliciosos según sea la época del año. En marzo es etapa de floración del mangle, el genízaro, el guanacaste y el jícaro; en agosto abunda la flor amarilla; en setiembre florece la campanita y en diciembre el madroño. “Estamos entusiasmados porque hemos aprendido mucho sobre la apicultura moderna en las capacitaciones, y las mujeres nos sentimos parte del grupo y aprendemos cada día más”, dijo Marcia Ochoa, socia de COMUAS.
Con la nueva estampadora de cera, los productores pueden hacer sus propias láminas de cera, bajar costos y hacer más eficiente la producción de sus apiarios. También ofrecen el servicio de estampado de cera a otros pequeños productores de la zona.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
Pero la idea de la cooperativa no es solo beneficiar a los socios y socias, sino a otros pequeños apicultores de la zona, transfiriéndoles conocimiento y brindándoles servicios para su producción y comercialización. De este modo, el proyecto no solo promueve el desarrollo para los beneficiarios directos sino el de toda la comunidad apícola de Villanueva y sus familias.
Sección de Nicaragua
47
Con gran valor y determinación, 13 mujeres del municipio de Condega avanzan en salir de la pobreza y algunas de la violencia doméstica para convertirse en exitosas microempresarias. La capacitación en liderazgo y un plan de negocios para elaborar jugos naturales han hecho la diferencia y tranformaron sus vidas de manera radical.
“Nos sentimos microempresarias realizadas”
A
Al hablar con ellas, visitar las instalaciones de su microempresa, conocer sus logros y observar el cafetín que ahora tienen, cualquiera se impresiona frente a microempresarias tan organizadas, exitosas y conocedoras de su negocio. Tal es la transformación y el avance que han tenido las integrantes de la Asociación de Mujeres Sol Naciente de Condega (AMSONAC), en el Departamento de Estelí, que son apoyadas por el Programa de Desarrollo Económico de la Región Seca de Nicaragua (PRODESEC), que cofinancia el FIDA y ejecuta el Instituto de Desarrollo Rural (IDR). Estas socias producen los jugos naturales más sabrosos del municipio bajo la marca “Jugos Tropicales del Norte”, tienen un encadenamiento productivo con productores de frutas de la misma zona a los cuales les compran la materia prima, tienen un cafetín y dan empleo a cuatro mujeres más. Y todo eso lo han logrado en apenas cuatro años. “Yo hacía tortillas, coyolitos y cajetas, y mandaba a mis hijos a vender a la calle. Vivía encerrada entre cuatro paredes y me sentía una mujer incapaz”, cuenta Alma Ligia González de 53 años y Presidenta de la Asociación. Ahora, Alma es
la líder indiscutible de una microempresa pujante y ha ayudado a otras mujeres a mejorar su vida. El punto detonante fue un Taller sobre Hornos Solares que recibieron en el 2005 en la Casa de la Cultura del municipio, que estuvo acompañado de varias charlas sobre liderazgo. Ahí nació el grupo con 20 mujeres de las comunidades de San Diego, El Jobo y Santa Rita, muchas de las cuales tenían en común una historia de violencia doméstica y de pobreza extrema. Actualmente, las socias son 13. “En los talleres de liderazgo nos dimos cuenta de que sí somos capaces y que valemos. Entonces nos organizamos, empezamos a buscar financiamiento y el IDR nos ayudó a elaborar un plan de negocios para procesar jugos naturales con financiamiento del PRODESEC. Hoy tenemos muchos logros”, asegura Alma. El grupo recibió un aporte de US$10.000 del PRODESEC para la compra de los equipos industriales y semi industriales necesarios para desarrollar la producción, al tiempo que recibieron capacitaciones en aspectos contables, gerenciales, de mercadeo y de liderazgo. Posteriormente, recibieron US$10.000 más para la construcción y equipamiento del cafetín.
Avanza el campo centroamericano
48
A pensar en grande Al principio, las mujeres plantearon un modesto proyecto para cría de pollos, pero inmediatamente los técnicos del PRODESEC las retaron: “ustedes no van a salir de la pobreza con eso; tienen que pensar en grande” les dijo Hugo López, Oficial de Proyectos del IDR-PRODESEC en Estelí. “Entonces ellas cambiaron y empezaron a ver qué alternativa era mejor: jugos, granja, soya, derivados de cerdo o fábrica de tortillas. A cada actividad se le dio calificación y la idea más factible, la que ganó en el macrofiltro y microfiltro de ideas de negocios, fue la de fabricación de jugos, porque ya ellas sabían cómo procesarlos, tenían parte de los equipos y disponen de materia prima en la región pues Condega es un municipio altamente productor de frutas”, explica Hugo López. En efecto, la producción de jugos naturales ha sido un éxito y de 10 galones semanales que producían han pasado a una producción inicial de 70 galones por semana, 50 unidades en envase de 7 onzas, 20 unidades en presentaciones de 1 litro y 20 unidades en envases de litro y medio. Esto significa un aumento de casi el 800% en la producción, empleando apenas el 50% de su capacidad. Su principal cliente es la Alcaldía Municipal de Condega que compra los jugos para distribuirlos a escuelas como parte de un programa de refrigerios para escolares financiado por la Cooperación Austriaca, que igual apoya al grupo. La gente del municipio también les compran jugos. Pero la visión a futuro es pasar de micro a empresarias fuertes y están tramitando el registro sanitario para vender los jugos a nivel nacional en comercios, bases militares, hospitales y escuelas.
“Ahora somos mujeres realizadas”
Además de producir jugos tropicales, las socias de AMSONAC instalaron un cafetín en Condega donde también venden panes y repostería. hoy es Promotora de Liderazgo en la Asociación y usa su propio testimonio para dar ejemplo de lo que una mujer puede lograr. “A mis 55 años soy la Tesorera del Proyecto de Jugos, me siento diferente y con valores que no creí que tenía. Soy promotora de hornos solares, hago informes, hago cheques y mucho más”, explica Francisca Fuentes, otra socia. “Yo soy maestra y tengo cuatro hijos, y ahora mi familia se da cuenta de que yo soy capaz; yo he cambiado y eso también beneficia a mi familia”, afirma Silvia Flores, Secretaria de AMSONAC.
Pero más allá de lo comercial, el negocio de los jugos naturales ha propiciado una mejora radical en la vida de las socias de AMSONAC. Muchas eran amas de casa que nunca salían y no se creían capaces. Ahora, organizadas, están dando pasos gigantescos.
“Mi esposo emigraba a trabajar a Costa Rica y yo cosía, pero siempre había querido estar organizada. Ahora me siento una mujer realizada y tengo a mis tres hijos estudiando. Aquí podemos trabajar dignamente y nos sentimos con la autoestima en alto”, indica, por su parte, Francisca Gómez, Responsable de Producción en el Proyecto de Jugos.
“Yo era ama de casa, ahora estoy separada y vivo sola con mis hijos. Ha sido un gran logro haberme liberado de la dependencia en que vivía”, relata Marisel Martínez quien
Y así, una a una, las socias de AMSONAC son una muestra de mujeres empoderadas y microempresarias cuya vida de pobreza está quedando atrás.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
Sección de Nicaragua
Luis Adolfo Chacón, Presidente de la Asociación ¡Ay qué lindo!
49
Eran zapateros y panaderos sin trabajo fijo, y hoy son unos crecientes fabricantes de cajas para puros en Condega de Estelí. En sus meses de alta producción facturan US$30.000 mensuales y dan trabajo a 60 empleados. Ya compraron el terreno donde van a construir su nuevo taller y un vehículo para entregar el producto. En apenas dos años de operación, sus vidas han cambiado.
¡Ay qué lindo… de obreros a empresarios!
L
La historia de los socios de la fábrica de cajas para puros “¡Ay qué lindo!” es uno de esos casos de éxito en donde no queda duda de que cuando las personas quieren, pueden. Y es otra muestra de que la estrategia de reducción de la pobreza promovida a través del PRODESEC, con fondos del FIDA, da resultado. Luis Adolfo Chacón de 38 años fue zapatero durante 16 años y hoy es un microempresario líder. Sus socios son Luis Alberto Padilla de 20 años, quien era panadero; Lener Peralta de 27 años, quien laboraba en un taller mecánico, y Darwin Osorio de 23 años, que también trabajaba en panadería. Estos cuatro microempresarios, y otros dos socios que luego se retiraron, recibieron un aporte de US$6.000 del PRODESEC en el año 2007, y con eso iniciaron un taller de fabricación de cajas de puros y artesanías que actualmente emplea a 60 personas y factura US$30.000 mensuales en la temporada de más alta producción en Estelí, una zona caracterizada por su producción tabacalera. Pero el principio no fue nada fácil. “Empezamos reparando cajas de puros y hasta se reían del nombre de nuestra asociación, pero no nos dimos por vencidos. Yo anduve
ofreciendo nuestros servicios en todas las fábricas de puros hasta que una empresa grande nos encargó la reparación de cajas y luego nos empezó a comprar cajas nuevas. El día que nos hicieron el primer encargo sentí que se me salía el corazón de la alegría”, relata Luis Adolfo Chacón, Presidente de la Asociación ¡Ay qué lindo!. Tanto Luis Adolfo como sus compañeros han sabido aprovechar la oportunidad que representó el financiamiento de PRODESEC, así como la capacitación y la asistencia técnica del IDR en aspectos de administración, contabilidad, diseño, fabricación y mercadeo del producto.
Avanza el campo centroamericano
50
Antes Un cambio radical El Plan de Negocios elaborado, la asesoría continua del IDRPRODESEC y la seriedad que han puesto los socios en el trabajo, han provocado un cambio radical en las vidas y en la situación económica de los cuatro socios de la Fábrica de Cajas para Puros ¡Ay qué lindo! “Yo vivía con mi mamá en un cuarto todo hacinado y ahora tengo mi casa. La fui construyendo desde que empezamos a trabajar con el taller, en año y medio. También compré todas las cosas: refrigeradora, cocina, televisor, computadora…”, explica Lener Peralta, Fiscal de la Junta Directiva de la Asociación. “Sinceramente, mi vida ha cambiado en lo ecónomico. Yo no tenía nada. Vivía con mi mamá. Ahora estoy comprando el material para construir mi casa y he comprado muchas cosas que no tenía: televisor, teléfono y una bicicleta”, afirma también Luis Alberto Padilla, Secretario del grupo, quien con apenas 20 años es todo un microempresario. “Yo veo que esto es algo serio, para nuestra superación. Yo vendía pan y ahora me siento diferente… de panadero a empresario hay una gran diferencia”, asegura Luis Alberto.
Después
Lener Peralta nos mostró feliz la hermosa casa de dos pisos que pudo construir luego de año y medio de ser socio de la fábrica de cajas para puros, donde vive con su esposa y su hija. Antes vivían con su mamá “en un cuarto todo hacinado”, como él mismo cuenta.
los primeros equipos y materia prima, con un préstamo acondicionaron su taller en un terreno alquilado, y con los conocimientos adquiridos han sabido crecer. Actualmente producen un promedio de 6.000 cajas para puros mensualmente, a US$4 la unidad, lo cual general un ingreso mensual de US$24.000. Con esto pagan una planilla de 30 trabajadores que en la temporada alta sube a 60 empleados. También pagan la materia prima, el salario de los socios, han invertido en un vehículo para la entrega del producto y en nueva maquinaria. Además, ahorraron US$5.000 para comprar media manzana de terreno y comprarán otra media manzana para completar una manzana donde construirán su nuevo taller, un comedor (restaurante) y un exhibidor o pequeña tienda para sus productos y para las artesanías que piensan fabricar. Para todo esto proyectan hacer una inversión de US$55.000 aproximadamente. “Nosotros vamos para adelante y vamos a dar más trabajo en esta zona”, afirma Luis Adolfo Chacón.
También Luis Adolfo Chacón, Presidente de la Asociación, da cuenta del enorme avance que ha significado este proyecto para él y su familia: “Antes vivía con mi mamá en un cuartito, donde dormía con mi esposa y mis dos hijos en una misma cama, uno encima del otro. Ahora tengo una casa grande y vivimos bien”, afirma. Pero el cambio más importante para estos pequeños productores es la capacidad empresarial que han desarrollado, lo cual le está permitiendo salir adelante. Con el aporte de US$6.000 del PRODESEC compraron
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
La fábrica da empleo a 60 trabajadores de la zona en la temporada alta.
S e c c i ó n d e Pa n a m á
51
Comarca Ngäbe-Buglé rumbo al desarrollo Un Plan Estratégico Comarcal que orientará el desarrollo de los pueblos indígenas Ngäbe y Buglé es el principal logro del Proyecto Ngäbe-Buglé, del gobierno de Panamá y el FIDA. También la inversión de US$33 millones para beneficio directo e indirecto de casi 70 mil personas. un nivel del pobreza del 93%, y mejorar sus condiciones de vida es la razón de ser del PNB. Este proyecto se inició en 2003 con una inversión de US$33 millones, de los cuales US$25 millones provienen de un préstamo del FIDA y el monto restante es aportado por el Fondo de Inversión Social (FIS) de la Presidencia de la República de Panamá. El PNB fue diseñado para beneficiar a 30.000 personas de manera directa y a otras 33.000 indirectamente, con un total de 66.000 beneficiarios.
D
Doce años después de su nacimiento, el nuevo territorio autónomo indígena Ngäbe-Buglé, en el norte de Panamá, cuenta con un instrumento vital para su futuro: el Plan Estratégico de Desarrollo de la Comarca Ngäbe-Buglé, que orienta las acciones a seguir hasta el año 2020 en esta zona. Este plan es el principal logro del Proyecto de Desarrollo Rural Sostenible de la Comarca Ngäbe-Buglé del gobierno de Panamá y el FIDA, conocido con el nombre corto de “Proyecto Ngäbe-Buglé” (PNB). La Comarca se fundó en 1997 y en ella viven alrededor de 130,000 indígenas de las etnias Ngäbe y Buglé que enfrentan
El gran propósito del PNB es mejorar las condiciones económicas y sociales de las comunidades indígenas y los campesinos pobres en los 16 territorios de la Comarca Ngäbe- Buglé, y de 15 corregimientos aledaños a la Comarca, que pertenecen a las provincias vecinas de Bocas del Toro, Chiriquí y Veraguas. Para ello trabaja en cinco objetivos: desarrollar y fortalecer los recursos humanos y sociales mediante capacitación; fortalecer los lazos productivos, de mercado y de trabajo de las comunidades indígenas y campesinas pobres; promover el uso racional y la conservación de los recursos naturales; promover un enfoque equilibrado de género en todas las actividades del proyecto; mejorar el marco institucional del gobierno en la Comarca; y fortalecer a las organizaciones indígenas.
Avanza el campo centroamericano
52
En el PNB participan 16 comités locales que representan a los territorios de la Comarca, y se trabaja articuladamente con al menos 14 instituciones estatales y locales presentes en la zona, inspirados en los principios de empoderamiento, fortalecimiento local, ejecución descentralizada y trabajo en equipo, entre otros principios que incluye la estrategia para la reducción de la pobreza del FIDA.
El plan que marca el camino El Plan Comarcal de Desarrollo 2009-2020 define las aspiraciones de los habitantes de la Comarca NgäbeBuglé y las acciones que emprenderán para alcanzarlas. Estas acciones se enmarcan en seis ejes estratégicos: gobernabilidad y participación ciudadana; manejo de recursos naturales; producción y seguridad alimentaria; generación de ingreso y empleo; educación y salud; y desarrollo de infraestructura. Este plan es el resultado de un diagnóstico profundo y de un proceso participativo, dirigido por el Proyecto NgäbeBuglé en coordinación con los 16 comités locales de los territorios comarcales, 11 instituciones estatales, el gobierno municipal y ONGs. El Consejo de Desarrollo Comarcal, formado por los 16 comités locales, será el responsable de la ejecución del Plan, apoyado por el PNB, y en conjunto con la Alcaldía Municipal, ONGs y las 11 instituciones que ayudaron en el diseño del plan y participarán en su ejecución. Entre estas entidades se ubican siete ministerios: salud, educación, desarrollo agropecuario, gobierno y justicia, desarrollo social, comercio e industrias, y obras públicas. También el Fondo de Inversión Social, la Autoridad Nacional de Ambiente, el Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá, y el Instituto Nacional de Formación y Capacitación para el Desarrollo Humano.
Financiamiento de 124 microproyectos El Proyecto Ngäbe-Buglé también ha sembrado la semilla empresarial a lo largo y ancho de la Comarca mediante el financiamiento de 124 microproyectos productivos, desarrollados por organizaciones indígenas y campesinas. Las actividades productivas promovidas incluyen la fabricación de artesanías como sombreros, naguas, chaquiras (collares y pulseras), bateas y chácaras (bolsos). También se han financiado cultivos agrícolas como café, arroz, otoe, ñame, frijol, plátano, cacao, caña de azúcar, malanga, noni, guaba, fruta de pan, piña, aguacate y otras actividades en que los indígenas tienen conocimiento tradicional. Igualmente, el PNB ha otorgado financiamiento para microproyectos de pesca artesanal y turismo.
“Ricardo Vázquez, Presidente del Comité Local de Los Valles:
¿Quién dice que los pobres no podemos ser empresarios?” Ricardo Vázquez es uno de los 16 líderes de los comités locales que representan a los 16 territorios indígenas que conforman la Comarca Ngäbe- Buglé. Asegura que el PNB les quitó “la venda de los ojos” y les hizo ver que los indígenas y campesinos sí pueden ser empresarios. Las capacitaciones y la asistencia técnica recibida del Proyecto ha sido fundamental para cambiar la manera de pensar y para actuar, según indica este líder local. “Nos capacitaron en liderazgo, y nos ayudaron a organizarnos y a trabajar en grupo”, cuenta Ricardo. En efecto, el Proyecto Ngäbe- Buglé ha priorizado y enfocado acciones en los 16 territorios de la Comarca para fortalecer la capacidades locales, empoderar a los grupos, promover su trabajo en equipo y desarrollar en ellos una visión empresarial. Ricardo Vázquez confirmó que lograr que las personas trabajaran organizadamente fue una las cosas más difíciles. “La gente no quería trabajar organizadamente, ni estar en capacitaciones porque pensaban que era perder el tiempo. Ahora la gente comprende que vale la pena trabajar en grupo, porque es más fácil hacerse escuchar y conseguir apoyo”, indicó. “El Proyecto Ngäbe nos ha abierto el panorama. Nos hemos dado cuenta de que nosotros también podemos competir más allá de nuestra fronteras. Mi principal objetivo es que cada miembro que se está formando, en un futuro sea empresario. ¿Quién dice que los pobres no podemos ser empresarios?”, aseveró el líder local.
S e c c i ó n d e Pa n a m á
53 El Proyecto Ngäbe-Buglé cuenta con un equipo de 30 personas (arriba) y su Comité Directivo está conformado por 4 representantes de los Congresos de la Comarca y 4 de instituciones estatales. Los programas de becas y de capacitación para miles de personas (abajo) han sido claves dentro del PNB. Otra línea importante de trabajo han sido los microproyectos para la conservación de recursos renovables a través de manejo de microcuencas, conservación de suelos, propuestas productivas agroecológicas, reforestación y agroreforestación. El PNB ha realizado actividades de fortalecimiento y capacitación con 480 organizaciones Ngäbe y Buglé, y a 124 les ha facilitado financiamiento, dedicando un monto cercano a los US$800 mil para los microproyectos. También ha propiciado que 16 grupos de productores realicen mesas de negocios con empresas y comercialicen sus productos, principalmente café, pifá y granos básicos (guandú, maíz).
Becas y caminos Una de las ideas más exitosas del Programa Ngäbe-Buglé ha sido el programa de becas para niños, jóvenes y adultos, tanto hombres como mujeres, que fue concebido como parte de la estrategia de género, ya que el dinero de las becas se entrega a las madres de familia para que ellas lo administren. El PNB adjudicó 1.677 becas entre 2004 y 2009, con lo cual está a punto de sobrepasar la meta de 1.700 becados que se propuso. Para ello, ha destinado una suma superior a US$1.6 millones que ha permitido cubrir 565 becados de primaria, 546 de premedia, 437 de educación media y 129 de grado universitario. Para los Ngäbe-Buglé, estas becas son una de las mejores inversiones realizadas por el Proyecto, pues significa prepararlos para el futuro, ya que la educación les facilitará el hacerle frente a la pobreza. El PNB también ha desarrollado un extenso programa de capacitación para la administración y ejecución de proyectos productivos y otros temas de interés para el Proyecto. Se han realizado más de 260 eventos de capacitación en los que han participado casi 8.000 beneficiarios, técnicos de la unidad gerencial del proyecto y coejecutoras. Entre ellos
sobresalen los talleres de capacitación a mujeres líderes, que han sido de especial interés para el Proyecto. Otra de las grandes inversiones del Proyecto Ngäbe-Buglé ha sido en infraestructura vial, para lo cual se destinó un monto superior a los US$10 millones. La obras previstan incluyen al menos 17 puentes peatonales para paso de ríos (zarzos), la rehabilitación o construcción de la menos 8 caminos y carreteras, la remodelación de 19 locales y centros de desarrollo, y la construcción de 3 puente vehiculares.
Convenios y alianzas del PNB Para desarrollar muchas de sus actividades y reforzar las distintas acciones institucionales dentro de la Comarca, el Proyecto Ngäbe-Buglé ha establecido alianzas con diez instituciones nacionales e internacionales. Se trata de convenios con el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) para hacer prevención en salud; con el Ministerio de Educación (MEDUCA) para desarrollar un programa de alfabetización; con la Autoridad Nacional de Ambiente (ANAM) para promover la agroecología; con el Instituto de Investigación Agropecuaria (IDIAP) para investigar los sistemas de producción de la Comarca; y con el Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA) para realizar estudios y capacitación en mercadeo, comercialización y economía solidaria. El PNB también estableció un convenio con el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) para desarrollar las acciones en campo del Sistema Comarcal de Asistencia Técnica, en lo cual también intervienen el IDIAP, el IMA y la ANAM. Para otras acciones de capacitación y desarrollo productivo, el PNB ha perfilado convenios con el Instituto Nacional de Formación y Capacitación para el Desarrollo Humano (INADEH), el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), la Autoridad de Turismo de Panamá (IPAT), y el Instituto Panameño Autónomo Cooperativo (IPACOOP). El monto comprometido para las acciones que contemplan estos convenios es superior a los US$ 6.8 millones.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
Avanza el campo centroamericano
S e c c i ó n d e Pa n a m á
54
54
Socios del Grupo de Productores de Cerro Tula saludan en la entrada de su nuevo centro de acopio.
En 2004, este Grupo de Productores de Granos Básicos de Cerro Tula apenas producía 30 quintales de porotos para autoconsumo. Para el 2008, con apoyo del PNB, llegaron a producir 600 quintales y 300 los vendieron en el mercado nacional. Además de mejorar su producción y comercialización, el grupo creció y hoy tienen su propio centro de acopio. También incursionaron en la producción de guandú. Actualmente, este grupo de 30 hombres y 19 mujeres de familias jóvenes, ve el futuro con optimismo.
¡Logramos comercializar!
A
A dos horas de la ciudad de David, por caminos que requieren vehículo doble tracción, y a unos 40 minutos más a pie, caminando montaña adentro, llegamos a los escarpados campos de Cerro Tula, en el corregimiento de Hato Chamí, región Nedri de la Comarca Ngäbe-Buglé. El sol inclemente y el frío viento nos avisa que vivir y trabajar en estas montañas es duro, y que se requiere de fuerza y coraje para salir adelante en esta retirada región indígena de Panamá. Pero los socios y socias del Grupo de Productores de Granos Básicos de Cerro Tula están demostrando lo que es posible lograr con esa fuerza y coraje, y con un poco de ayuda del Proyecto Ngäbe-Buglé (PNB) y sus aliados. En 2004, cuando el grupo se conformó con apenas 20 socios, producían de 20 a 30 quintales de porotos (frijoles) al año para su propio consumo, pero querían mejorar su situación, producir más y lograr vender su producto. Contactaron entonces al PNB, que les apoyó con una inversión inicial de US$420 y con asistencia técnica en materia de producción y de comercialización. El PNB les contactó, a su vez, con el IMA (Instituto de Mercadeo Agropecuario) y con el IDIAP (Instituto de Investigación Agropecuaria). El IDIAP realizó un estudio de fertilidad de los suelos en tres sitios distintos y determinó que Cerro Tula era el más apto
para producir granos. El IMA les capacitó en el manejo postcosecha y les contactó con una empresa para comercializar el poroto y hacer un convenio para la siembra de guandú, en cuyo cultivo también les capacitó. Para el 2008, en cuestión de 4 años, los socios de Cerro Tula pasaron de ser productores de subsistencia a comercializadores, aumentaron su producción de porotos a 600 quintales y vendieron 300 en el mercado nacional, especialmente en Veraguas y David. Los otros 300 quintales los conservaron para su propio consumo y para semilla, garantizando así su seguridad alimentaria y la sostenibilidad de su negocio.
S e c c i ó n d e Pa n a m á
55 Las mujeres son el 40% de los asociados en el Grupo de Productores de Granos Básicos de Cerro Tula y participan activamente en las actividades conforme el principio de equidad de género que promueven el PNB y la estrategia de reducción de la pobreza del FIDA. Su principal preocupación es asegurar alimento y educación para sus hijos e hijas.
Mejores tiempos La cantidad de logros obtenidos por los productores de Cerro Tula en 2008 y 2009 no son obra de la casualidad, sino el resultado de un trabajo en equipo continuado y con una asistencia técnica sistemática por parte del PNB y otras entidades. No solo vendieron 300 quintales de porotos en 2008, obteniendo un ingreso de US$15.000, sino que realizaron una mesa de negocios con la empresa Proluxa para comercializar la producción de 35 hectáreas de guandú. Además, sembraron 100 quintales de semilla de poroto en 2009 con miras a obtener una producción de 900 quintales para el 2010. El Grupo ganó el primer lugar en la Feria Agroecológica del IMA en Hato Chamí, en mayo de 2008, por ser la experiencia más exitosa de comercialización en la región Nedri. En ese año, también firmaron un convenio con el IMA para construir su primer centro de acopio, el cual fue concluido en julio de 2009 y es uno de los logros que muestran con más orgullo, pues significó dos meses de trabajo intenso. “Tuvimos que cargar los materiales al hombro y a caballo desde la carretera, pero todos ayudamos: hombres, mujeres y niños cargamos blocks y sacos de cemento”, relata Javier Rodríguez, Presidente del Grupo. El centro de acopio tiene capacidad para almacenar 2.000 quintales de grano y representa una ventaja para los asociados, pues muchos de ellos viven a 2 horas de camino, más adentro de las montañas, y se les hacía todavía más difícil salir hasta los centros de población a vender su producto.
Pero los logros más significativos son los cambios que se han dado en la calidad de vida de los socios y socias del Grupo de Productores de Granos Básicos de Cerro Tula, que actualmente son 49 personas, 30 hombres y 19 mujeres. Muchos de ellos emigraban a Costa Rica para trabajar en las cosechas de café o la zafra de caña de azúcar, o eran empleados de transnacionales bananeras. Otros permanecían en la Comarca, pero enfrentando un alto nivel de pobreza. Ahora sus ingresos familiares han aumentado y, lo mejor de todo, es que se han convertido en empresarios y están a punto de obtener la personería jurídica para el grupo. “Antes llevaba mala vida trabajando en una empresa bananera en Puerto Armuelles, ahora cultivo mis porotos; la última vez coseché ocho quintales y vendí cinco”, dice Dámaso Rodríguez, uno de los socios. Emérita Salinas, otra de las socias, cuenta que con los ingresos han podido comprar un caballo, comida, ropa y zapatos para toda su familia. Paola Santos y su marido, Gilberto Rodríguez, pudieron agrandar su vivienda que antes era de una sola pieza y ahora tiene 4 cuartos para ellos y sus 6 hijos. “Ahora vivimos mejor, comemos mejor, con arroz y pollo, pudimos pagar las deudas y en la casa tenemos más platos, cucharas y vestidos”, explica Marlene Guerrero, otra de las socias. Cada historia de vida es un ejemplo de que a estos campesinos indígenas les va mejor, y su trabajo está motivando a otras personas a hacer lo mismo en el área comarcal.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
Avanza el campo centroamericano
56
En Hato Chamí, 33 productores de hortalizas se juntaron con un claro propósito: vender sus productos directamente y “pelear contra la pobreza”. Hace un año instalaron un puesto de venta que funciona las 24 horas. Todos llevan allí sus productos y así han agilizado las ventas.
Productores de hortalizas se organizan contra la pobreza
O
Organizados les va mejor. Así lo han comprobado los 33 socios y socias de la Asociación de Productores de Hortalizas de Hato Chamí, quienes han recibido apoyo del Proyecto Ngäbe-Buglé para mejorar su producción hortícola y, sobre todo, para comercializar directamente sus productos. Se trata de indígenas Ngäbe que han enfrentado duras condiciones de pobreza y que han encontrado en la horticultura una alternativa para aumentar sus ingresos y mejorar su calidad de vida.“Para eso nos hemos organizado: para pelear contra la pobreza”, afirma claramente Edilberto Montezuma, uno de los asociados. El grupo se conformó en 2002 y a partir del 2004 han recibido capacitación y asistencia técnica del PNB, en conjunto con el IMA (Instituto de Mercadeo Agropecuario) y el INADEH (Instituto Nacional de Formación y Capacitación para el Desarrollo Humano), para desarrollar sus conocimientos en administración gerencial de empresas, técnicas de agricultura orgánica y mercadeo. La Asociación agrupa a campesinos de Cerro Flores, Algarrobo, Huacas, Lechuza, Quebrada Caña, Bagla, Cachito, Alto Nube y Cerro Tula, entre otras comunidades. Actualmente cultivan papa, tomate, pimentón, cebolla, apio,
lechuga y repollo, entre las principales hortalizas. También están introduciendo brócoli, coliflor y zanahoria. El PNB y el IMA les han facilitado semillas, abono y asistencia técnica para mejorar sus cultivos, pero su principal desvelo es aumentar las ventas, eliminando los intermediarios, para aumentar los ingresos familiares. “Queremos ser una microempresa para generar empleo y salir adelante aquí mismo, y no tener que emigrar a Cerro Punta o a Costa Rica”, aseveró Reinaldo Santos, otro de los socios.
S e c c i ó n d e Pa n a m á
57 El mercadito Uno de los principales objetivos conseguidos por la Asociación de Productores de Hortalizas fue la construcción de un “mercadito” que funciona en el centro de Hato Chamí, cabecera del corregimiento del mismo nombre, en donde viven alrededor de 6.000 personas. El “mercadito” es un puesto de venta ubicado al lado de la carretera que funciona las 24 horas para recepción de los productos que cultivan los asociados del grupo. Para el público, está abierto de 6 de la mañana a 11 de la noche. Es un puesto pequeño pero bonito, que le ha dado una gran dinámica a las ventas de los productores.
como la yuca. Estos productos también se comercializan en el Mercadito o se envían a comercios de San Félix, un poblado cercano, a través de la Asociación que han conformado. Su meta es aumentar la producción y la comercialización, trabajando siempre organizados, dando sostenibilidad a su negocio y desarrollando una visión empresarial cada vez más sólida. “Queremos aumentar las ventas para lograr una mejor calidad de vida de la familia y salir adelante en nuestro mismo lugar”, reafirma Roberto Santos, Presidente de la Asociación.
“Lo que uno trae por la mañana generalmente se vende en el mismo día. Nos compra la misma gente de las comunidades, los maestros y la gente que pasa por aquí”, explica Reinaldo Santos, Presidente del Mercadito. Para los productores de hortalizas de Hato Chamí, poder tener sus propios cultivos y vender los productos en su pueblo es un logro fundamental para mejorar sus condiciones de vida y mantener su cultura.“Queremos una mejoría aquí mismo; queremos que la juventud estudie y se mantenga aquí”, explica Ginio Caballero, otro de los asociados. Una opinión similar tiene Esperanza Montezuma, también integrante de la Asociación: “Necesitamos lograr muchas cosas y ahora con apoyo del Proyecto Ngäbe-Buglé y otras instituciones vamos a ganar más dinero. Sin dinero no podemos hacer nada. Yo tengo 6 hijos, 4 mujeres y 2 varones, y 4 están estudiando. Quiero que sigan estudiando”, apunta Esperanza. Además de hortalizas, estos indígenas Ngäbe producen granos como maíz, porotos y guandú, al igual que tubérculos
El Mercadito de la Asociación de Productores de Hortalizas de Hato Chamí (arriba) tiene un año de construido y se ubica junto a la carretera de acceso a este poblado. Además de hortalizas, en este puesto se venden granos (derecha) y tubérculos.
Ha habido un cambio Según los integrantes del Comité Local de Hato Chamí, en la Comarca Ngäbe-Buglé hoy se ve un movimiento de instituciones que antes no se veía, y consideran que eso es un logro del PNB. Este Comité se formó en 2004 de la mano del PNB. “Con la capacitación y el apoyo que nos han dado, se ha logrado un cambio”, asegura Benito Séptimo, Presidente del Comité. “La idea es cambiar esta gran pobreza, tener educación y avance”, afirma por su parte Javier Rodríguez, Vocal del Comité. En la foto, de izquierda a derecha: Javier Rodríguez, Vocal; Balbina Montezuma, Vicepresidenta, y Benito Séptimo, Presidente del Comité Local de Hato Chamí.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
Avanza el campo centroamericano
58
Más de 1.500 mujeres indígenas Ngäbe y Buglé han recibido becas para la educación de sus hijos e hijas entre 2004 y 2009. Están felices por el beneficio que esta ayuda representa para el futuro de sus niños y jóvenes, y también porque ellas han podido adquirir capacidades y empoderamiento al administrar los fondos. El Programa de Becas es una de las iniciativas más exitosas del Proyecto Ngäbe-Buglé (PNB). Indígenas Ngäbe beneficiarias de becas para sus hijos e hijas en las comunidades de Los Valles, Los Lajones y otras localidades.
Programa de becas: un gran éxito
E
El Programa de Becas para niños y jóvenes de los 16 territorios de la Comarca Ngäbe-Buglé, ha resultado ser uno de los mayores aciertos del PNB. Esta iniciativa se planteó como parte de la estrategia de equidad de género del Proyecto, pues no solo beneficia a los estudiantes sino que es un medio para capacitar y empoderar a las madres, que son las encargadas de recibir y administrar el dinero. Entre 2004 y 2009, el PNB ha becado a 1.677 personas, de las cuales 1.548 (un 97%) corresponden a niños y jóvenes de educación primaria, premedia y media de familias indígenas y campesinas. El Proyecto ha comprometido US$2.2 millones para el otorgamiento de becas y la mayoría de beneficiarios han sido mujeres: de los 1.677 becados, 733 son hombres y 944 mujeres. Los niños de primaria reciben una beca de US$250 anuales que se entregan en dos tractos de $125 cada uno, y los becados de premedia y media reciben una ayuda económica de $350 al año, divividos en dos pagos de $175 cada uno. Generalmente, las becas se otorgan por un período de tres años para cada beneficiario. La condición es que los becados y becadas se mantengan estudiando y muestren buenas calificaciones, pero las encargadas de retirar y administrar los fondos son las madres.
Muchas mujeres Ngäbe y Buglé recibieron por primera vez en sus vidas un cheque y ha sido una experiencia significativa para ellas, por el apoyo que representa para el estudio de sus hijos e hijas, y por el empoderamiento que les otorga la administración de dichos fondos. El Programa de Becas del PNB comprende: s "ECAS PARA ESTUDIOS PRIMARIOS EDUCACIØN PREMEDIA media y universitaria. s &ORMACIØN TÏCNICA Y LABORAL PARA JØVENES HOMBRES Y mujeres.
S e c c i ó n d e Pa n a m á
59 Para varias mujeres entrevistadas, el apoyo recibido mediante las becas tiene un extraordinario valor, no solo por las oportunidades que abre para el futuro de sus hijos, sino por el soporte que esta ayuda significa para el entorno familiar y para ellas como “administradoras” del dinero recibido. “Mi marido entiende que soy yo la que tiene derecho a cuidar la plata para mi hija y para la comida”, explica Juana Urriola, de la comunidad Paredón Abajo. Juana tiene 5 hijos, 4 son mujeres y su hija de 14 años recibe una beca y actualmente cursa segundo año de colegio. “Ella no me ha fracasado ningún año y yo le digo a los niños que estudien, porque ellos tienen esa suerte que nosotros no tuvimos, de poder estudiar y que nos dieran una beca”, agrega Juana. “La beca nos ha ayudado bastante para comprar las cosas de la escuela, y lo que queda se usa en la comida”, cuenta Gloria González de la comunidad Paredón, quien administra la beca de su hijo de 12 años que se encuentra en sexto grado. “Me siento muy contenta porque nos apoyaron y mi niño está estudiando. Con la beca pude conseguirle vestido y zapatos”, afirma Cecilia González de la comunidad de Banquillo, otra de las beneficiarias cuyo hijo de 13 años está becado y cursando el tercer año básico. Un relato similar hace Evarista Sánchez de la comunidad de Batista: “Nos ayudó mucho porque tenía dos hijos en secundaria y otros niños en la escuela”. Su hijo de 16 años fue becado, cursa el quinto año en un colegio agropecuario y “le gustaría ser ingeniero”.
Estos colegiales Ngäbe caminan dos horas cada día para llegar desde Cerro Tula hasta el Colegio de Hato Chamí, y otras dos horas para regresar a sus hogares. El esfuerzo de los estudiantes y de sus padre es extraordinario para que los chicos y chicas se mantengan estudiando. En la foto de la derecha: estudiantes de primer ciclo en una comunidad Buglé. El Proyecto Ngäbe-Buglé diseñó el Programa de Becas para reforzar el proceso de desarrollo sostenible de la Comarca y para disminuir la desigualdad de oportunidades en el acceso a la educación por parte de las familias más humildes.
“Nunca en mi vida había cambiado un cheque”, cuenta Sofía Bordones de la comunidad Paredón Arriba. Ella y la mayoría de las indígenas Ngäbe y Buglé no saben leer ni escribir. Por eso aprecian lo que las becas pueden hacer por ellas y por sus hijos; unas becas que han mejorado la vida de miles de familias en la Comarca. Estas niñas Buglé se trasladan diariamente en bote para asistir a la escuela, en la zona costera de la Comarca, limítrofe con la provincia Bocas del Toro.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
Avanza el campo centroamericano
60
Este grupo de productores de Los Lajones, liderado por nueve mujeres, cruzan este río a diario para llegar a la parcela donde tienen una hectárea cultivada con maíz, arroz, ñame, yuca y hortalizas.
Empezaron con un pequeño proyecto de cría de pollos y ahora han diversificado sus actividades con la siembra de yuca, maíz, poroto, arroz y hortalizas. Gracias al apoyo del PNB y a la capacitación en gerencia, género y técnicas agrícolas, este grupo de productores de Los Lajones se siente firme y asegura que están listos para seguir adelante solos.
Listos para caminar solos…
L
La capacitación y la asistencia técnica recibida del Proyecto Ngäbe-Buglé (PNB), desde el 2007, ha mejorado la vida de 12 campesinos y campesinas de la comunidad Los Lajones, en la región Kodri de la Comarca Ngäbe-Buglé. Este grupo, liderado por nueve mujeres, a las cuales se unieron tres socios varones, recibió en 2007 un financiamiento de US$416 del PNB, que ellos mismos administraron, para la cría de 100 pollos de engorde. Ese fue el punto de partida para un proceso de capacitación en aspectos gerenciales, contabilidad, liderazgo, equidad de género, planificación y nuevas técnicas agrícolas que son las grandes herramientas con las cuales hoy este grupo se siente empoderado para seguir con otros negocios. Además de la capacitación, hubo un hecho que sirvió de inspiración para el salto productivo que han dado: la participación de su líder, Maura Jiménez, en el “Primer Concurso de Mujeres Indígenas de las Comarcas Ngäbe– Buglé y Emberá Wounaan” organizado en 2008 en ciudad de Panamá por el PNB y el FIDA. “De ahí vine entusiasmada y me di cuenta de que no solo con el proyecto de pollo íbamos a salir adelante; así que metimos maíz, arroz y hortalizas”, relata Maura de 51 años,
quien es la Presidenta del grupo y cuya experiencia fue una de las siete clasificadas en el área comarcal Ngäbe-Buglé para participar en el Concurso. Pero la clave han sido los conocimientos adquiridos por estos productores y la asistencia técnica del PNB durante los últimos dos años. Los técnicos del Proyecto les han guiado para planificar el cultivo de diversos productos en una hectárea de terreno, en donde han sembrado maíz, arroz, poroto (frijoles), yuca, ñame y hortalizas como tomate y pepino. Además, cada uno de los socios ha aplicado los conocimientos en sus propias parcelas.
S e c c i ó n d e Pa n a m á
61
El grupo de Productores de Los Lajones todavía conserva parte de los 100 pollos de engorde comprados con el aporte inicial del PNB, pero luego incursionaron en la diversificación agrícola sembrando granos y hortalizas. Actualmente gestionan una parcela de una hectárea en conjunto y han mejorado sus parcelas individuales. Aunque trabajar organizados no ha sido fácil a veces, están convencidos que es la mejor manera de prosperar.
Otro apoyo importante es que han contado con la asesoría de una Mejoradora del Hogar, que es una técnica que el PNB ha incorporado en todos los proyectos. Esta especialista enseña técnicas prácticas para sacar partido a los productos cultivados con recetas diversas que mejoren la nutrición, higiene en el manejo de alimentos y elaboración de productos como artesanías y manualidades.
Ingresos y nutrición
“Mi principal preocupación es mejorar la alimentación y la nutrición de los niños, desde que nacen. También enseñamos a las mujeres a hacer artesanías para vender y trabajamos con ellas en liderazgo y autoestima”, dice Antina Pérez, técnica Mejoradora del Hogar del PNB.
Los pollos y los productos agrícolas han significado no solo mayores ingresos para los productores y productoras de Los Lajones, sino que representan una fuente de alimento y nutrición para sus familias. “Con el maíz hacemos varias cosas: nos sirve para chicheme (bebida), tortillas y muchas cosas más”, indica Bernardina Jiménez, otra de las socias. Precisamente, Bernardina es la que mejor maneja la técnica de hacer abono orgánico, con el cual se mejoran los cultivos y se obtienen cosechas más buenas. “El abono lo preparamos en verano. Recogemos estiércol de ganado, la gallinaza de los pollos, hojas secas, hojas verdes y ceniza para desinfectar; luego le ponemos melaza, lo mezclamos y lo dejamos de 15 a 30 días para que esté listo”, explica Bernardina. Los productores ya están viendo los buenos frutos de esta y otras técnicas agrícolas, como la división de los surcos para cada producto y la limpieza de los cultivos. Además, con la ganancia de los pollos compraron 20 gallinas ponedoras y los huevos sirven para la venta y como alimento nutritivo para ellos mismos.
Lo cierto es que el mejoramiento de las familias ha sido integral gracias a las capacitaciones, las nuevas actividades de producción, las becas y el empoderamiento empresarial que el PNB ha impulsado en toda la Comarca. Catalina Jiménez, otras de las socias de Los Lajones, lo resume claramente: “En mi caso pienso que el PNB ha sido un proyecto muy importante para las comunidades NgäbeBuglé y las áreas pobres aledañas de la Comarca, porque nos ha dado capacitaciones y también en género. Nos ha ayudado mucho a salir adelante. Si el PNB no hubiera estado, muchas personas no habrían podido mantener a sus hijos en las escuela. Sí hemos mejorado nuestras condiciones de vida.” Maura Jiménez es la líder del Grupo de Productores Avícolas y Agrícolas de Los Lajones. Su hermana Bernardina (atrás) es parte del grupo y se ha vuelto experta en elaborar abono orgánico.
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA FIDA
Avanza el campo centroamericano
62
Lecciones aprendidas de la participación del FIDA en los proyectos de Centroamérica
Agricultores de La Másica, Honduras
E
El FIDA inició operaciones en esta subregión desde 1978 y a partir de ese año ha colaborado con el desarrollo agrícola y rural de los seis países de esta zona. En los últimos diez años, el FIDA ha financiado una cartera de 14 proyectos en la región de Centroamérica, dirigidos a promover el desarrollo rural y la superación de la pobreza. El grupo objetivo a nivel de los países de Centroamérica incluye familias y personas rurales pobres de pequeños productores y empresarios, pescadores artesanales, campesinos y campesinas sin tierra, empleados agrícolas, artesanos, jóvenes y adultos. Cerca de un 40% de la población objetivo es femenina y un porcentaje igual es indígena.
Además, se apoya las organizaciones de base, en las cuales se agrupan estas familias e individuos para efectos de mejorar su capacidad de demandar y ofrecer servicios y productos. El objetivo del FIDA de dotar a los más pobres de las zonas rurales de la capacidad para superar la pobreza por sí mismos se ha mantenido invariable desde su fundación. Lo que ha evolucionado a través del tiempo es el entendimiento de las causas, las ramificaciones y las consecuencias de la pobreza, así como la comprensión de las implicaciones prácticas que conlleva el financiamiento de los esfuerzos que emprenden los gobiernos y la sociedad civil para reducirla.
63
Las lecciones aprendidas s ,AS ACTIVIDADES AGRÓCOLAS Y NO AGRÓCOLAS TIENEN UN POTENCIAL igual para diversificar las fuentes de ingreso, generar empleo y mejorar las condiciones de vida de los pobres rurales. s %L FORTALECIMIENTO DEL CAPITAL HUMANO Y SOCIAL ASÓ COMO EL respeto a la cultura y costumbre de los diferentes grupos étnicos es un requisito para los proyectos. s ,OS EFECTOS MÉS DURADEROS DE LOS PROYECTOS SE CENTRAN EN el fortalecimiento de las organizaciones de productores y productoras y en promover su capacidad creativa en la identificación de nuevas oportunidades de desarrollo. s ,A COMBINACIØN DE INVERSIONES EN INFRAESTRUCTURA FÓSICA social y ambiental concentradas es más efectiva para combatir la pobreza que las inversiones individuales y dispersas. s %L DESARROLLO DEL CAPITAL AMBIENTAL PUEDE SER UNA FUENTE DE ingresos en el corto plazo, mediante la venta de servicios ambientales, agroturismo, paisajismo y biodiversidad. Fuente: Estrategia del FIDA 2007-2010
Indígenas Ngäbe durante una convención de mujeres emprendedoras en ciudad de Panamá.
s %S NECESARIO REMOVER OBSTÉCULOS Y DISTORSIONES DE mercado que limitan y encarecen el acceso a los alimentos, por parte de la población más pobre. s ,AS ALIANZAS ENTRE EL SECTOR PRIVADO GOBIERNOS Y LAS comunidades deben ser promovidas para la lucha contra la pobreza. s ,A IMPLEMENTACIØN DE ESTRATEGIAS DE INTERVENCIØN DE LOS proyectos deben favorecer, desde el inicio, la sostenibilidad de las iniciativas y la participación de los beneficiarios y sus organizaciones. s 5NA ADECUADA FOCALIZACIØN DE LA POBLACIØN DISTINGUIENDO grupos representativos de mujeres, grupos indígenas, jóvenes y familias sin tierra favorecerá procesos de atención graduales, con estrategias diferenciadas. s %L CAMBIO A OPERACIONES EN LAS QUE SE INTEGRA Y FORTALECE la perspectiva de género, a través de todas las acciones, garantiza la participación equitativa de hombres y mujeres en las actividades y beneficios de los proyectos.
Avanza el campo centroamericano
64
NiĂąa y su madre en Chinandega de Nicaragua.
Mejorar las condiciones de vida de la poblaciĂłn rural pobre es el ďŹ n superior de FIDA y los gobiernos centroamericanos mediante los diversos proyectos de desarrollo rural.
Escolares de San JosĂŠ de Reitoca, Honduras.
AVANZA EL CAMPO centroamericano
FIDA
www.ifad.org
www.ruta.org