Declaraciones sobre la protección de las montañas

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DECLARACIONES SOBRE LA PROTECCIÓN DE LAS MONTAÑAS

Diarmaid Ryan

DECLARACIONES SOBRE LA PROTECCIÓN DE LAS MONTAÑAS

INGURUMEN, LURRALDE PLANGINTZA, NEKAZARITZA ETA ARRANTZA SAILA DEPARTAMENTO DE MEDIO AMBIENTE, PLANIFICACIÓN TERRITORIAL, AGRICULTURA Y PESCA

Euskal Mendizale Federazioa


Declaraciones sobre la Protecci贸n de las Monta帽as


Colección “ Cuadernos de montaña y medioambiente” Vol.I : Manual de Legislación Ambiental para el colectivo montañero. Vol.II : Declaraciones sobre la Protección de las Montañas.


Diarmaid Ryan

Declaraciones sobre la Protecci贸n De las Monta帽as


Este trabajo ha sido realizado y publicado con la ayuda de la subvención concedida por el Departamento de Medioambiente, Planificación territorial, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco, concedida a Euskal Mendizale Federazioa en su convocatoria de 2009 para la sensibilización en materia de medio ambiente.

Volumen II de la colección “ Cuadernos de montaña y medioambiente “ Autor : Diarmaid Ryan

Fotografía panorámica en portada y contraportada: Cresterío del Duranguesado por Asier Castro. Fotografías pequeñas en portada: Fiesta en la Pedriza (Guadarrama), por Rosa F. Arroyo. La esfinge (Cordillera Blanca-Perú), por Whilly Usaola. Rebeco por Luis Alejos. Coordinación técnica: Orbela, Investigación y Educación Ambiental. Agradecemos su colaboración en este libro, entre otros a Jone Gil, Javi Moreno, Borja Osés, Jose María Nasarre, Rosa Fernández Arroyo, Xabier Ezeizabarrena, Luis Alejos y Ang Tshering. ©:

Euskal Mendizale Federazioa Paseo de Anoeta, nº 24 20014 Donostia. Teléfono: 945 124335

Imprime: Gráficas Santamaría, S.A. c/ Bekolarra, 4 (Pol. Ali-gobeo) 01010 Vitoria-Gasteiz ISBN:

978-84-932177-1-6

D.L.:

VI 41-2010


ÍNDICE Presentación............................................................................................ 7 CAPÍTULO 1 Introducción........................................................................................... 9 CAPÍTULO 2 Principales organismos montañeros y sus Declaraciones sobre la Protección de las Montañas................................................................... 13 2.1. UIAA................................................................................................. 13 Declaración de Katmandú . .............................................................. 16 Declaración de Kransjka Gora.......................................................... 19 Declaración de Tirol ........................................................................ 25 Mountain Ethics Declaration ........................................................... 31 2.2. Mountain Wilderness........................................................................ 35 Tesis de Biella................................................................................... 39 Manifiesto de un Grupo de Garantes de MW................................... 45 2.3. FEDME ............................................................................................ 49 Declaración de Cáceres . .................................................................. 52 Declaración de Gredos . ................................................................... 54 CAPÍTULO 3 Otros documentos y Declaraciones relevantes ................................... 57 3.1. Desarrollo Sostenible de las Regiones de Montaña . ....................... 57 Carta de las Montañas (Ministerio de MA– RedMontañas) ............ 57 Carta de Argeo: Directrices para el Turismo Sostenible de Montaña (UIAA) ............................................................................. 61 Montañismo y Desarrollo sostenible (FEDME) .............................. 65 Senderismo y Desarrollo Sostenible (FEDME) . ............................. 68

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3.2. Práctica Sostenible de los Deportes de Montaña ............................. 70 “Green Cross” y el “Deporte Sostenible” ........................................ 70 Montañismo, Escalada y Barranquismo en ENP (FEDME) ............ 74 3.3. Montañismo y Cambio Climático . .................................................. 77 Resolución de la UIAA sobre el Cambio Climático ........................ 79 El Futuro de Nuestras Montañas (Club Alpino de Canadá) . ........... 79 Recomendaciones sobre el Cambio Climático (FEDME) ............... 82 Declaración del Everest (Gobierno de Nepal) ................................. 84 3.4. Montañismo y Educación Ambiental . ............................................. 88 Montañismo y Educación Ambiental (FEDME) ............................. 88 CAPÍTULO 4 ........................................................................................ 93 Análisis y Reflexión Final ..................................................................... 93 Testimonios ............................................................................................ 101 Bibliografía ............................................................................................ 107

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PRESENTACIÓN El proyecto que presentamos aquí tiene como principal objetivo, seleccionar, analizar y dar a conocer al colectivo montañero vasco las declaraciones más significativas que ha habido en el mundo sobre protección de las montañas. Ello viene a suponer un eslabón más en la labor de concienciación medioambiental en la que está empeñada la Euskal Mendizale Federazioa (EMF) desde sus orígenes. Lógicamente el principal conducto utilizado ha sido la revista Pyrenaica. Desde el primer artículo que apareció en el Anuario de 1930, pidiendo la creación de espacios protegidos, se han sucedido noticias, denuncias y opiniones medioambientales en los Editoriales y en la Sección Oficial de la Federación, hasta que en 2004 se creó definitivamente la sección de Medio Ambiente. Pero como trabajos sistemáticos, quiero recordar las tres publicaciones más relevantes que ha editado la EMF, en los tres casos con la ayuda de la Administración Pública. La primera fue en 1993, con el título “Medio Ambiente en la Montaña del País Vasco”, resultado de una labor de investigación sobre impactos medioambientales coordinada por Iñaki Irizar, durante tres años, y en la que participaron 12 clubs de montaña. En 2006, el Comité de Medio Ambiente de la Federación Alavesa (AMF), impulsado por Josean Gil García, publicó su historia 1991-2005, en la que exponía el recorrido histórico de EMF en relación con el Medio Ambiente, y los resultados de 15 años de colaboración de AMF con la Diputación. Y en 2007, EMF publicó el “Manual de legislación medioambiental para el colectivo montañero”, en un trabajo coordinado por Igor Aldalur, como un avance en la busca de documentación ambiental. Damos ahora otro paso adelante en este proceso de sensibilización de la comunidad montañera. Se trata al final de conseguir con eso un compromiso con 7


el medio ambiente por la población, arrastrada por el colectivo montañero. Porque a nosotros nos va mucho en ello. Lo necesitamos. Necesitamos el paisaje y una montaña limpia. Tenemos que ser capaces de afrontar los retos que se nos presentan y liderar el proceso. Hoy es más necesario que nunca. Las amenazas externas son mayores y nuestra propia actuación puede ser peligrosa. Porque tenemos que encarar los planteamientos actuales y futuros del montañismo, sin perder nunca de vista que la montaña es nuestro terreno de juego, nuestro campo de acción, y que no podemos contribuir a perderla. Estamos involucrados irremediablemente en los nuevos parámetros de la competición y de la masificación de la concurrencia a la montaña. Y es mejor que no lo dejemos en manos de otros, sino que lo regulemos y controlemos nosotros mismos. Imponiéndonos criterios de no agresión. Organizando ecológicamente las actividades de las federaciones y de los clubes. Que no nos desenfoquen. Porque sobre todo lo que nosotros necesitamos es el monte, las cumbres y los ríos, la roca y la nieve, el bosque y la hierba, las crestas y las paredes, los caminos y las sendas. El estudio que presentamos ahora está abriendo una puerta; creemos que es un trabajo bonito, pionero, llamativo y que lo podemos exportar fácilmente fuera de nuestras fronteras y nuestros idiomas. Creemos que había que hacerlo porque añade un apoyo más a nuestro discurso. Está claro que para proteger a la montaña hay que quererla y para quererla hay que conocerla. Tenemos que saber. Tenemos que estudiar. Y tenemos que aprovecharnos de lo que han avanzado los que más tiempo han dedicado a debatir sus problemas y a buscar las soluciones al tema fundamental que nos preocupa: la defensa sostenible de las montañas y la apertura de accesos físicos, económicos y legales para los que las amamos. Txomin Uriarte Euskal Mendizale Federazioa Presidente 8


Declaraciones sobre la Protección de las Montañas

“Las montañas son el comienzo y fin de todos los paisajes (...) Las montañas han sido creadas como escuelas y catedrales; para los sabios son preciosos manuscritos; para los excursionistas son enseñanzas simples e instructivas; para los filósofos y pensadores son claustros silenciosos; para los adoradores sinceros y de corazón puro son santuarios luminosos (...) Cuanto más crece el carácter montañoso de un lugar más aumenta su belleza absoluta”. John Ruskin (1872): The True and the Beautiful in Nature, Art, Morals, and Religion.

CAPÍTULO 1 INTRODUCCIÓN Las montañas son áreas de un enorme valor ambiental, socioeconómico y cultural, ya que albergan recursos y funciones de vital importancia que benefician directa e indirectamente a toda la sociedad: actúan como reguladores del clima y los recursos hídricos; contienen importantes reservas de agua y nos proveen de combustibles; son santuarios de una gran diversidad de ecosistemas, con especies únicas y exclusivas y una extraordinaria riqueza de paisajes, pueblos y culturas; suponen un refugio para muchas variedades de algunos de los cultivos alimenticios más importantes del mundo; son escenarios para el estudio de disciplinas como la geología y la biología y un marco incomparable para desarrollar actuaciones de educación ambiental. Pero además, las montañas albergan valores que son identificados y buscados por una gran parte de la sociedad, como espacio para la experiencia vital y emocional, el aprendizaje y el descubrimiento, el desarrollo del individuo. 9


Introducción

Se podría decir que la práctica del montañismo como actividad deportiva y de manera sistemática, comenzó por la segunda mitad del siglo XIX, en una época en la que la industrialización de la sociedad avanza imparable y deshumaniza a las personas. Cada vez iban quedando menos rincones por descubrir y sin antropizar en Europa y Norteamérica, con lo cual las montañas suponen a menudo algunos de los últimos refugios de vida salvaje y una vía de escape que ayuda a recuperar ese vínculo perdido con la naturaleza, la esencia de todo ser humano. A partir de los años 60-70, la actividad en la naturaleza estaba empezando a masificarse, al extenderse el concepto de “la sociedad del bienestar”, que da más tiempo de ocio a los ciudadanos de una creciente clase media, consecuencia de unas décadas de clara expansión económica a costa del medio ambiente. Además, la proliferación de nuevas infraestructuras permite al gran público un acceso a las montañas en algunos casos hasta fácil y cómodo, al rebajar considerablemente la incertidumbre como el tiempo empleado en desplazarse y a su vez, aumentando la seguridad, estableciendo como consecuencia directa el negocio. Al mismo tiempo, es en esas décadas cuando entran en auge numerosos movimientos juveniles en el mundo occidental, que reivindican cambios sociales, económicos y ambientales. El movimiento ecologista tiene su origen en este contexto reivindicativo y los montañeros de esa época están íntimamente implicados en su creación. Se impusieron las tendencias ambientalistas en la montaña, la filosofía, el fin, y los medios estaban claros, aceptados y conseguidos. Las declaraciones sobre la protección de las montañas tienen una larga tradición internacional, vinculadas a la creciente preocupación del colectivo montañero por la naturaleza, además de los efectos negativos que acarrean el incremento y masificación de las actividades deportivas y turísticas en el medio natural de montaña y en las poblaciones locales. Destaca entre ellas, la Declaración de Katmandú de 1982, firmada por la Unión Internacional de las Asociaciones de Alpinismo (UIAA) que ha servido como referente pionero para posteriores declaraciones en este campo. Además de la UIAA, cabe 10


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señalar otras asociaciones como Mountain Wilderness a nivel internacional, y la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME) y la RedMontañas a nivel estatal, las cuales han elaborado también importantes documentos y declaraciones de principios donde destaca el valor de las montañas como ecosistema, la necesidad de compatibilizar el uso público de las montañas con la conservación de la naturaleza y el papel activo que el colectivo montañero puede y debería desempeñar para ello. Las declaraciones seleccionadas se han agrupado en dos grandes bloques: En el primer bloque, se presentan las declaraciones consideradas más relevantes agrupadas dentro de los principales organismos representativos del colectivo montañero, tanto a nivel internacional como estatal. Para cada uno de ellos el procedimiento de exposición pasa por identificar al organismo declarante y ofrecer un breve repaso de su historia. Luego entramos en cada una de sus declaraciones, encuadrándola primero en el marco en el que se realizó, para luego citar textualmente la declaración en sí. En muchos casos hemos tenido que seleccionar sólo el núcleo de la declaración, para no extendernos demasiado. En ellas se refleja la visión de estos colectivos sobre la protección de los entornos de montaña pero con un planteamiento más bien generalizado. En el segundo bloque, se incluyen de forma resumida algunas declaraciones o documentos relevantes que, aunque no todos han sido elaborados únicamente por colectivos montañeros o dirigidos exclusivamente hacia estos colectivos, tienen en común que manifiestan la importancia de la protección de los entornos de montaña y el papel que juegan los deportes de montaña en dicha labor. Se recoge un total de diez documentos que hemos seleccionado entre la gran variedad de los que hemos tenido acceso y han sido clasificados en cuatro áreas: Desarrollo sostenible de las regiones de montaña; Práctica sostenible de los deportes de montaña; Montañismo y cambio climático; y Montañismo y educación ambiental. El último capítulo contiene el análisis y la reflexión final, como una 11


Introducción

propuesta de trabajo para el futuro, y acaba con unos pensamientos de Josune Bereziartu, Xabier Ezeizabarrena, José María Nasarre y Juanjo San Sebastián, que han querido aportar su testimonio a este proyecto.

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CAPÍTULO 2 Principales organismos montañeros y sus Declaraciones sobre la Protección de las Montañas 2.1. UIAA La UIAA (Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo) es una federación que reúne a casi 1,3 millones de personas que tienen la montaña como pasión en común. Es una comunidad global de voluntarios en la que sus miembros intercambian ideas, ofrecen recomendaciones y trabajan en conjunto en las siguientes áreas: - Luchar por la oportunidad para que todos puedan acceder de manera responsable a los ambientes de montaña del mundo. - Brindar a los jóvenes la oportunidad de superar las diferencias y amistades a través de las fronteras y culturas (la construcción de un mundo pacífico y mejor por medio del deporte). - Preservar los ambientes de montaña para el bien de todos mediante el apoyo a las comunidades locales para lograr el desarrollo sostenible y respetar la naturaleza. - Proporcionar las normas de seguridad fiables para los equipos de escalada y asesoramiento sobre temas médicos relacionados con el montañismo. - Fomentar y desarrollar competiciones deportivas de montaña y escalada (entre otros, promover la inclusión de la escalada en hielo en los Juegos Olímpicos de Invierno) y la lucha contra el dopaje. Historia La UIAA fue fundada en 1932, como resultado de un congreso alpino

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celebrado entre 20 federaciones de montañismo en Chamonix (Francia). Como objetivo principal estaba el estudio y la búsqueda de soluciones a los problemas relacionados al montañismo, entre los cuales surgió la prioridad de acordar un sistema unificado de graduación de niveles de dificultad en la escalada. Desde 1964, los escaladores pueden garantizar su seguridad al comprobar la etiqueta de seguridad UIAA cuando compran equipo de escalada, fruto del acuerdo alcanzado en el desarrollo de las normas de seguridad y las pruebas de cuerda en años anteriores. En la década de 1970 y principios de 1980, hubo una mayor conciencia de las repercusiones ambientales del montañismo, que en 1982 dio lugar a la Declaración de Katmandú de la UIAA, una llamada a la acción contra la degradación de las montañas y que abogaba por la educación para el medio ambiente, la reducción de la basura en la montaña y la labor en proyectos de política ambiental. Esta declaración marcó un hito en la percepción moral del montañismo, y sirvió de referencia para resoluciones posteriores de la UIAA. Con el paso de los años, se fueron elaborando detalles y concretando los objetivos y directrices medioambientales que se plasmaron en la resolución adoptada en la Asamblea General de la UIAA en Kranjska Gora (Eslovenia) en 1997. Paralelamente, en los años noventa, se fue desarrollando una mayor conciencia sobre las cuestiones éticas relacionadas con el montañismo y la Asamblea General de 1994 aprobó por unanimidad una moción en contra de vuelos turísticos en las montañas. Al hilo de esta temática, e inspirado por el “Mountain Code” (Código de Montaña) creado por los alpinistas norteamericanos, se elaboró la Declaración de Tirol sobre “Buenas Prácticas en Deportes de Montaña”, fruto de la Conferencia sobre el Futuro de los Deportes de Montaña celebrada en Innsbruck, el 6 de septiembre de 2002. Recientemente, ha sido sustituida por una nueva declaración que se ha terminado denominando “UIAA Mountain Ethics Declaration”, aprobada en la Asamblea General de la UIAA en Oporto (Portugal) el 10 de octubre de 2009 y presentada el Día Internacional de la Montaña el 11 de diciembre del mismo año. Se trata de un código de valores del alpinismo y un llamamiento a la ética deportiva y el respeto a las culturas y el medio ambiente. 14


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Desde 2004, la UIAA ha concedido el Sello de Medio Ambiente a los que siguen las directrices medioambientales UIAA a la hora de organizar actividades en las montañas.

Foto: Ainara Ibarra

Aunque comenzó como una organización europea, ahora todos los continentes están representados en 57 países diferentes, con 82 organizaciones miembros, entre las que se incluye la EMF. La UIAA es reconocida por el Comité Olímpico Internacional como la Federación Internacional para el Alpinismo.

Gran Paradiso (Alpes)

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declaración de katmandÚ sobre las Actividades de Montaña Redactada en la Asamblea General de la Comisión para la Protección de la Montaña de la UIAA, Katmandú (Nepal), octubre de 1982 En una época de creciente concienciación ambiental y, más concretamente, por las repercusiones ambientales que pudiera acarrear el montañismo, la Asamblea General de la UIAA acordó de forma solemne redactar una Declaración en la que advertía sobre la necesidad de “una protección eficiente de los medios montañosos y del paisaje” y de “acciones que reduzcan el impacto negativo de las actividades humanas en las zonas de montaña”. La declaración es una llamada a la acción contra la degradación de las montañas y que abogaba por la educación para el medio ambiente, la reducción de la basura en la montaña y la labor en proyectos de política ambiental. A pesar de centrarse principalmente en los aspectos ambientales del montañismo, se ocupa también de los aspectos culturales, tales como los derechos de los indígenas y legales como el acceso al público general a áreas montañosas. Contiene una serie de objetivos que dan respuesta no sólo a los interrogantes que suscitaba el previsible, y cumplido, incremento de visitas de los montañistas a los países montañosos en desarrollo, continúa plenamente vigente como declaración de intenciones sobre la relación entre los montañistas y todas las zonas montañosas del mundo. Resoluciones posteriores de la UIAA toman como referencia la Declaración de Katmandú, elaborando detalles ulteriores. Artículos de la Declaración: 1. Hay una necesidad urgente de protección efectiva del medio ambiente de montaña y el paisaje. 2. La flora, fauna y recursos naturales de todo tipo requieren de una inmediata atención, cuidado y concienciación. 16


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3. Se deben fomentar las acciones destinadas a reducir el impacto negativo de las actividades del ser humano en la montaña. 4. El patrimonio cultural y la dignidad de la población local son inviolables. 5. Se necesita alentar todas las actividades destinadas a restaurar y rehabilitar el mundo de la montaña. 6. Se deben alentar en mayor grado los contactos entre los montañistas de diferentes regiones y países en el espíritu de amistad, el respeto mutuo y la paz. 7. La información y educación para mejorar la relación entre el ser humano y su entorno debe estar disponible para sectores cada vez más amplios de la sociedad. 8. El uso de la tecnología adecuada para las necesidades energéticas y la adecuada disposición de residuos en las zonas de montaña son asuntos de interés inmediato. 9. Se requiere de un mayor apoyo internacional (tanto gubernamental como no gubernamental) a los países de montaña en vías de desarrollo, por ejemplo, en materia de conservación ecológica. 10. La necesidad de ampliar el acceso a las zonas de montaña con el fin de promover su reconocimiento y estudio no debe tener restricciones por consideraciones políticas.

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Foto: EPA

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K2, Karakorum (Pakistan-China).

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declaración de kranjska gora Objetivos y Directrices Medioambientales de la UIAA Resolución adoptada en la Asamblea General de la UIAA en Kranjska Gora (Eslovenia) 4/10/1997 Esta es una declaración política que proporciona un esquema de los principales temas ambientales que preocupan a los alpinistas. Reconoce que el término “alpinismo”, tal y como es practicado por las asociaciones miembros de la UIAA, incluye todos los aspectos de las siguientes actividades: escalada, excursionismo, senderismo y esquí de montaña. Considera tanto los efectos del alpinismo en el medio ambiente como el papel que la UIAA desea que los alpinistas jueguen con el fin de ayudar a asegurar un futuro sostenible para el entorno de la montaña. Estos objetivos y directrices proporcionan el marco en el que las asociaciones miembro han de moverse cuando desarrollan actividades montañeras. Tienen que ayudar a las asociaciones miembro a asegurar que estas actividades son sensibles a las necesidades ambientales y que ayudarán a proteger las paredes y áreas de montaña de los impactos ambientales adversos, sea cual sea su origen. Están basados en las orientaciones internacionales de conservación y actividades deportivas y en los informes y documentos de política de la UIAA. Principios 1. Un punto clave en el trabajo de la UIAA es el convencimiento de que la libertad de practicar el alpinismo, desde las altas cumbres lejanas hasta las tierras bajas y los acantilados marinos, es muy valiosa para la mayoría de ciudadanos del mundo. La libertad de escalar y subir montañas es parte de la necesidad más amplia de que las personas tengan acceso a las tierras y las aguas para la apreciación de la naturaleza y el paisaje, tal y como se reconoció en el Congreso Mundial para la Conservación de 1996. Esto también incluye la necesidad de la aventura, el ejercicio 19


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físico y las dimensiones sociales y mentales que proporciona el deporte del alpinismo. Promover el reconocimiento de estos valores al nivel más amplio de la sociedad es un punto de partida importante para lograr los objetivos ambientales de la UIAA. 2. La UIAA reconoce el enorme valor de las áreas de montaña como reservas de diversidad biológica, como lugares de gran interés espiritual e histórico, como lugares con espectaculares fenómenos naturales asociados al clima y la geología y como lugares donde se encuentran algunos de los paisajes más bonitos y tranquilos del mundo. Estas áreas varían desde lugares que son remotos, salvajes y naturales hasta zonas habitadas, a menudo con áreas fuertemente humanizadas de gran valor cultural. La UIAA reconoce que dichas áreas a menudo contienen ecosistemas frágiles, fácilmente degradables y estilos de vida local que son sensibles a intrusiones externas. 3. La UIAA reconoce que las montañas son, a menudo, la fuente de productos esenciales para la humanidad en conjunto. De éstos, los recursos de agua pura en los ríos y torrentes que bajan de las zonas de montaña son de suma importancia. De forma similar, la UIAA reconoce el uso de las áreas de montaña como fuente de productos forestales y agrícolas, de recursos minerales y energéticos. Sin embargo, la UIAA subraya la necesidad de que la extracción de estos productos sea de manera que no comprometa la calidad ambiental de estas áreas. 4. La UIAA celebra el papel que el turismo de montaña tiene de cara a dar apoyo a las economías locales, incluyendo la producción de productos comercializados localmente, y reconoce la necesidad de mantener las técnicas locales de gestión del territorio. La UIAA también se preocupa por garantizar que las actividades de los alpinistas ayuden a mantener las comunidades locales de forma que sean beneficiosas globalmente para la gente de la montaña y que sean aceptables para la comunidad del alpinismo.

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Impactos La UIAA cree que los alpinistas, al igual que otras muchas personas y organizaciones, tienen que estar muy interesados por el futuro del entorno natural de la montaña. Los siguientes tipos de impacto amenazan la integridad de los ecosistemas de montaña y sus comunidades, y como tal amenazan el disfrute y la participación futuros a través del alpinismo: 1. La pérdida de biodiversidad debida a la destrucción forestal, sobrepastoreo o quemas excesivas. Estos impactos pueden tener profundos efectos en la capa natural de la vegetación, la riqueza de especies animales y la pérdida de suelo y vegetación por erosión. El carácter salvaje y virgen de las áreas de montaña se ve disminuido. 2. Cambios masivos o intrusivos en el paisaje. Los trabajos de minería a gran escala, los planes hidroeléctricos o de abastecimiento de aguas, las carreteras, las líneas ferroviarias, las torres de alta tensión y las estructuras de telecomunicación, las estaciones de esquí alpino y las edificaciones, especialmente aquellas asociadas con algunos desarrollos turísticos e industrias, pueden dar motivos de especial preocupación. 3. El cambio climático y la polución, a través de la contaminación del aire o el agua y del ruido intrusivo de los vehículos de motor y aeronaves. Prácticamente no existe ninguna área de montaña en el mundo donde los signos de la polución estén ausentes y el mundo entero se ve afectado por los procesos del cambio climático. Los alpinistas tienen que tener en cuenta hasta que punto sus propias actividades están contribuyendo a los problemas de polución y como, con relación al conjunto de la sociedad, pueden utilizar su influencia para hacer que el mundo sea un lugar con menos polución. 4. El uso masivo de áreas sensibles. El excesivo número de visitantes, incluyendo alpinistas, está llevando a la degradación de algunos ambientes de montaña por el uso excesivo de áreas sensibles o la falta de estándares de conducta alpinística adecuados. Este daño se da en áreas 21


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relativamente pequeñas en muchos macizos montañosos y es menos significativo que algunos de los otros factores que afectan a los ambientes de montaña en conjunto y que han sido mencionados anteriormente. Este uso masivo parece ser, a pesar de todo, altamente significativo allí donde impacta en las localidades más famosas alrededor del mundo, como son los campamentos base en las montañas más elevadas, a lo largo de los caminos más populares frecuentados por los alpinistas, excursionistas y peregrinos, o en los precipicios y riscos más apreciados por los escaladores, ornitólogos y botánicos. Es esencial que las organizaciones de trekking, expediciones de alpinismo y los escaladores reconozcan estas preocupaciones y adopten técnicas de buena práctica. Integración La UIAA cree que los alpinistas pueden hacer frente mejor a sus responsabilidades ambientales, así como ayudar a la protección de las tierras de montaña y de las comunidades locales, mediante un proceso de integración. Estos son los requisitos clave: 1. Persuadiendo a los que toman decisiones de que las montañas y su gente son importantes y que el alpinismo responsable es una actividad que se merece los más altos niveles de apoyo. 2. Ampliando el apoyo para el concepto de que la libertad de acceso, ejercitada con responsabilidad, es un elemento integrante del alpinismo, a menudo asociado a un intenso esfuerzo físico y mental, al riesgo y la aventura y a una ausencia relativa de normas y reglamentos. 3. Reconociendo que viajar a través de lugares espléndidos es un elemento básico de muchas experiencias alpinísticas y que los alpinistas tienen que esforzarse para conservar estos lugares tan bellos como sea posible. 4. Desarrollar y promover técnicas alpinísticas que tengan un impacto mínimo en el medio ambiente, incluyendo preparativos de viaje y transporte que minimicen la contaminación y el agotamiento de los 22


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combustibles fósiles y el uso de materiales reciclables. 5. Apoyando soluciones que ayuden a proteger las áreas de montaña y a mejorar el bienestar y la prosperidad de las comunidades locales, asumiendo que estas soluciones han sido acordadas con arreglo a los intereses del alpinismo a través de un proceso de consultas previas y de negociación, como por ejemplo: a) El establecimiento de áreas protegidas, como parques nacionales y reservas, para salvaguardar los mejores paisajes y vida salvaje, siempre que estos estén gestionados eficazmente, bien integrados con las necesidades de las comunidades locales y sean sensibles a los requisitos del alpinismo. b) Soluciones de regulación (donde sea necesario) que sean aceptables para los intereses del alpinismo y capaces de ser aplicadas equitativamente, preferiblemente con fórmulas de acuerdo voluntario. c) Medidas justas y equitativas que ayuden a los alpinistas a contribuir directamente a la prosperidad económica y al bienestar ecológico de las comunidades locales, a través de la adquisición de bienes y servicios o mediante tasas o sistemas de cuotas razonables. 6. Apoyando el trabajo de educación que ayude a un mejor conocimiento del carácter y uso de los ambientes naturales de la montaña. Hace falta fomentar, en particular, la incorporación de aspectos de educación ambiental en los programas de formación para instructores y guías de montaña. 7. Promoviendo negociaciones y consultas entre las federaciones de alpinismo y las organizaciones que representan grupos de ciudadanos, gobiernos y organizaciones internacionales en el desarrollo de políticas de uso del territorio, energía y transporte que afecten a áreas de montaña.

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8. Desarrollando asociaciones entre las organizaciones de alpinismo y otras organizaciones con interés en la protección de las montañas, fomentando su uso sensato y manteniendo el máximo posible la libertad de acceso.

Foto: Luis Alejos

9. Estos requisitos clave definen el principal alcance de la política medioambiental de la UIAA y proveen una base para que las federaciones miembros promuevan actividades alpinistas que tengan en cuenta las principales consideraciones ambientales.

Agujas de Chamonix (Alpes).

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DEclaración de Tirol Buenas Prácticas en Deportes de Montaña Aprobada por la Conferencia sobre el “Futuro de los Deportes de Montaña”, Innsbruck (Austria), 6-8 de septiembre de 2002 La Declaración de Tirol tuvo su origen en un borrador de documento llamado Mountain Code (Código de Montaña), completado por alpinistas americanos en conjunto con la Comisión de Montañismo de la UIAA en 2001. En septiembre del 2002, representantes de federaciones de montaña y algunos de los más destacados alpinistas y escaladores del mundo se reunieron en la conferencia arriba mencionada. Dicha conferencia se organizó en cooperación entre el gobierno local, las federaciones alpinas de Austria y Alemania y la UIAA. Los participantes desarrollaron el Mountain Code con mayor profundidad para finalmente adoptar el documento actualizado como la Declaración de Tirol sobre Buenas Prácticas en Deportes de Montaña. Recientemente, esta declaración ha sido sustituida por una nueva declaración que se ha terminado denominando “UIAA Mountain Ethics Declaration” (Declaración de Ética de la Montaña), aprobada en la Asamblea General de la UIAA en Oporto (Portugal) el 10 de octubre del 2009 y que se expondrá con más detalle en el siguiente capítulo. “Amplía tus límites, abre tu espíritu y aspira al máximo” Introducción En todo el mundo hay millones de personas que practican el alpinismo, el excursionismo, el senderismo y la escalada en roca. En muchos países los deportes de montaña se han convertido en un factor muy importante de la vida cotidiana. Difícilmente encontraremos otra actividad que abarque un espectro tan amplio de motivación como los deportes de montaña. Éstos no sólo ofrecen 25


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a la gente la oportunidad de conseguir objetivos personales, sino también practicar una importante actividad a lo largo de toda la vida. Entre los distintos motivos para estar activo en las montañas y rocas destacan los beneficios para la salud, el placer del movimiento, el contacto con la naturaleza e incentivos sociales, como la emoción por la exploración y la aventura. La Declaración del Tirol sobre las mejores prácticas en los deportes de montaña, aprobada por la conferencia sobre el futuro de los deportes de montaña en Innsbruck el 8 de septiembre de 2002, contiene un conjunto de valores y máximas que aconsejan sobre las mejores prácticas en los deportes de montaña. No se trata de normas ni detalladas instrucciones, sino que: 1. Definen los valores fundamentales actuales de los deportes de montaña 2. Contienen principios y normas de conducta 3. Formulan los criterios éticos para la toma de decisiones en situaciones inciertas 4. Presentan los principios éticos mediante los cuales la opinión pública pueda juzgar los deportes de montaña 5. Instruyen a los principiantes sobre los valores y principios morales de su deporte. El propósito de la Declaración del Tirol es contribuir a conseguir que el potencial innato de los deportes de montaña se utilice como forma de esparcimiento y crecimiento como personas, así como para promover el desarrollo social, el entendimiento cultural y la conciencia medioambiental. Con este fin, la Declaración del Tirol aprovecha los valores tradicionales no escritos así como códigos de conducta inherentes al deporte y los amplía para conseguir las demandas de nuestros tiempos. Los valores fundamentales en los que se basa la Declaración del Tirol son vigentes para todos aquellos individuos que practican deportes de montaña en el ámbito mundial; ya sean excursionistas o senderistas, escaladores o alpinistas que pretenden llevar sus límites hasta elevadas altitudes. Incluso en aquellos casos en los que las directrices sobre la conducta sólo son importantes para una pequeña elite, una gran cantidad de las propuestas formuladas en la Declaración del Tirol están dirigidas a la comunidad de los deportes de montaña como un todo. Con estas sugerencias, lo que pretendemos especialmente es llegar a nuestros jóvenes, ya que ellos son el futuro de los deportes de montaña. 26


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La Declaración del Tirol es un llamamiento para: • Aceptar los riesgos y asumir responsabilidades • Mantener tus objetivos según tus propios conocimientos y equipamiento • Divertirse con medios adecuados e informar honestamente • Esforzarse por lograr una buena práctica y no dejar nunca de aprender • Ser tolerante, tener en cuenta al prójimo y ayudarse mutuamente • Proteger el carácter salvaje y natural de montañas y acantilados • Apoyar a comunidades locales y su desarrollo sostenible. La Declaración del Tirol se basa en la siguiente jerarquía de valores: • Dignidad humana: premisa según la cual los seres humanos han nacido libres e iguales en cuanto a la dignidad y los derechos y por tanto deberán tratarse unos a otros con espíritu de fraternidad. Deberá prestarse especial atención a que los hombres y mujeres tengan los mismos derechos. • Vida, libertad y felicidad: como derechos humanos inalienables y con especial responsabilidad en lo que se refiere a los deportes de montaña para contribuir a proteger los derechos de comunidades en zonas montañosas. • Mantener intacta la naturaleza: como responsabilidad para garantizar el valor ecológico y las características naturales de montañas y acantilados en todo el mundo. Esto incluye la protección de especies amenazadas de flora y fauna, sus ecosistemas y su paisaje. • Solidaridad: como oportunidad mediante la participación en los deportes de montaña para promover el trabajo en equipo, la cooperación y la comprensión y así superar los obstáculos de género, edad, nacionalidad, nivel de capacidad, origen social o étnico, religión o creencias. • Actualización personal: como posibilidad mediante la participación en los deportes de montaña de realizar un progreso significativo hacia importantes metas y conseguir la satisfacción personal. • Verdad: como reconocimiento de que en los deportes de montaña la honestidad es esencial para evaluar los logros. Si la arbitrariedad sustituye a la verdad, será imposible evaluar el rendimiento en la escalada. • Excelencia: como oportunidad mediante la participación en los deportes de montaña para luchar por objetivos anteriormente inalcanzables y para 27


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establecer estándares más elevados. • Aventura: como reconocimiento de que en los deportes de montaña la gestión del riesgo mediante la razón, conocimientos y responsabilidad personal es un factor esencial. La diversidad de los deportes de montaña permite que todos podamos elegir nuestra propia aventura, en la que deben equilibrarse las habilidades y los peligros. Artículos de la Declaración de Tirol Artículo 1 – Responsabilidad individual Los alpinistas y escaladores practican su deporte en situaciones de riesgo y en lugares donde a veces no se dispone de ayuda exterior. Teniendo esto en cuenta, practican esta actividad bajo su propia responsabilidad y son responsables de su propia seguridad. Los actos de cada uno no deberán poner en peligro a los que están a su alrededor ni dañar al medio ambiente. Artículo 2 – Espíritu de equipo Los miembros del equipo deberán estar preparados para comprometerse con el fin de equilibrar los intereses y habilidades de todo el grupo. Artículo 3 – Comunidad escaladora y montañera Debemos el mismo respeto a toda persona que nos encontremos en la montaña o en zonas rocosas. Incluso cuando se trata de condiciones de aislamiento o de mucha tensión, no deberíamos olvidar tratar a los demás como nos gustaría que lo hicieran con nosotros. Artículo 4 – Viajes a países extranjeros Como huéspedes de culturas extranjeras, debemos siempre dirigirnos con cortesía y respeto hacia la gente local, nuestros anfitriones. Debemos respetar montañas sagradas y otros lugares sacros, al tiempo que buscamos 28


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beneficiar y asistir a la gente y a la economía local. Comprender una cultura extraña es parte de una experiencia completa de montaña. Artículo 5 – Responsabilidades de los guías de montaña y otros líderes Los guías de montaña profesionales, otros líderes y miembros de grupos deberán comprender sus respectivos roles y respetar las libertades y derechos de otros grupos e individuos. Con el fin de estar preparados, los guías, líderes y miembros de grupos deberán conocer las demandas/peligros y riesgos del objetivo, poseer los conocimientos necesarios, experiencia y equipamiento adecuado, así como comprobar el tiempo y las condiciones. Artículo 6 – Emergencias, peligro de muerte y fallecimiento Con el fin de estar preparados frente a emergencias y situaciones que conlleven serios accidentes e incluso la muerte, todos los participantes en deportes de montaña deberán tener bien claros los peligros e inconvenientes así como la necesidad de poseer las habilidades, conocimientos y equipamiento adecuados. Es necesario que todos los participantes estén preparados para ayudar al prójimo en caso de emergencia o accidente así como para afrontar las consecuencias de una tragedia. Artículo 7 – Acceso y conservación Creemos que la libertad de acceso a las montañas y acantilados de forma responsable es un derecho fundamental. Siempre deberemos llevar a cabo nuestras actividades de modo sensible frente al medio ambiente y contribuir a la conservación de la naturaleza. Debemos respetar las restricciones de acceso y las normas acordadas por escaladores con organizaciones y autoridades para el mantenimiento de la naturaleza. Artículo 8 – Estilo La calidad de la experiencia y cómo resolvemos un problema es más importante que el hecho de resolverlo. Procuramos no dejar huellas. 29


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Artículo 9 – Primeras ascensiones La primera ascensión de una ruta o montaña es un acto creativo. Deberá realizarse en un estilo que como mínimo sea tan bueno como las tradiciones de la región y se deberá ser responsable con la comunidad de escalada local y las necesidades de futuros escaladores. Artículo 10 – Patrocinio, publicidad y relaciones públicas La cooperación entre patrocinadores y deportistas deber ser una relación profesional que sirva a los mejores intereses de los deportes de montaña. Es responsabilidad de la comunidad de los deportes de montaña, en todos sus aspectos, educar e informar a tanto a los medios como al público de una manera activa.

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DECLARACIÓN DE ÉTICA DE LA MONTAÑA Aprobada en la Asamblea General de la UIAA en Oporto (Portugal), 10 de octubre 2009 La “UIAA Mountain Ethics Declaration” o Declaración de Ética de la Montaña, sustituye a la anterior Declaración de Tirol sobre “Buenas Prácticas en Deportes de Montaña (2002)” con algunas modificaciones. Aunque se aprobó en la Asamblea General de la UIAA en Oporto (Portugal) el 10 de octubre de 2009, ha salido a la luz recientemente, en el Día Internacional de la Montaña el 11 de diciembre de este mismo año. Se presenta como un código que sirva como referente de los valores del montañismo, resaltando la ética de la deportividad, el respeto a las culturas y la protección del medio ambiente. Los participantes de la Asamblea General aclararon que la declaración puede ayudar a aquellos montañistas en lugares donde no hay un consenso firme sobre las mejores prácticas del montañismo y está pensada como un documento vivo que pueda ser mejorado constantemente.1 Artículos de la Declaración 1. Responsabilidad individual Los alpinistas y escaladores practican su deporte en situaciones de riesgo y en lugares donde a veces no se dispone de ayuda exterior. Teniendo esto en cuenta, practican esta actividad bajo su propia responsabilidad y son responsables de su propia seguridad. Los actos de cada uno no deberán poner en peligro a los de su alrededor ni dañar al medio ambiente. Por ejemplo, la fijación de anclajes en vías nuevas o ya existentes no se puede dar por aceptable automáticamente.

1 El texto original de la declaración consta solamente de los 12 artículos que se muestran a continuación

en esta traducción no oficial.

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2. Espíritu de equipo Los miembros del equipo deberán estar preparados para comprometerse con el fin de equilibrar los intereses y habilidades de todo el grupo. La ascensión siempre será más exitosa cuando los miembros del grupo se apoyen y motiven mutuamente. 3. Comunidad escaladora y montañera Debemos el mismo respeto a toda persona que nos encontremos en la montaña o en una pared rocosa. Incluso cuando se trata de lugares remotos y situaciones de mucha tensión, siempre debemos tratar a los demás como nos gustaría que lo hicieran con nosotros. 4. Visitas a países extranjeros Como huéspedes en países extranjeros, debemos dirigirnos siempre con cortesía y mesura. Debemos mostrar consideración hacia la gente local y su cultura (son nuestros anfitriones). Debemos respetar el estilo y la ética de escalada local y nunca realizar agujeros o colocar pernos de anclaje donde existe una tradición contraria a dicha práctica o donde no hay ninguna ética establecida localmente. Debemos respetar montañas sagradas y otros lugares sacros, al tiempo que buscamos beneficiar y asistir a la gente y a la economía local. Comprender una cultura extraña es parte de una experiencia completa de montaña. 5. Responsabilidades de guías de montaña y otros líderes Los guías de montaña profesionales, otros líderes y miembros de grupos deberán comprender sus respectivos roles y respetar las libertades y derechos de otros grupos e individuos. En esta declaración, reconocemos el alto nivel de práctica adquirido por el propio cuerpo profesional del guía de montaña.

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6. Emergencias, riesgo de muerte y fallecimiento Debemos estar preparados para emergencias y situaciones que ocasionen accidentes graves y muerte. Todos los que participen en deportes de montaña deben entender claramente los peligros e inconvenientes y la necesidad de poseer las habilidades, conocimientos y equipamiento adecuados. Deben estar dispuestos a ayudar a los demás en caso de emergencia o accidente y también estar preparados para afrontar las consecuencias de una tragedia. Se espera que los operadores comerciales en particular adviertan a sus clientes de la posibilidad de que sus objetivos tengan que ser sacrificados para asistir a otros que se encuentran en peligro. 7. Acceso y conservación Creemos que la libertad de acceso a las montañas y paredes de manera responsable es un derecho fundamental. Siempre debemos practicar nuestras actividades de un modo respetuoso con el medio ambiente y ser activos en la defensa de la naturaleza y el paisaje. Siempre deberíamos respetar las restricciones y regulaciones de acceso acordadas por los montañistas y escaladores con las autoridades y las organizaciones de conservación de la naturaleza. 8. Estilo La calidad de la experiencia y cómo resolvemos un problema es más importante que el hecho de resolverlo. Procuramos no dejar huellas en la roca o la montaña. 9. Primeras ascensiones La primera ascensión de una ruta o montaña es un acto creativo. Deberá realizarse en un estilo que como mínimo sea tan bueno como el estilo y las tradiciones de la región. La forma en que se completó la ascensión debe ser documentada con exactitud.

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10. Patrocinio, publicidad y relaciones públicas La cooperación entre patrocinadores y montañistas o escaladores debe ser una relación profesional que sirva a los mejores intereses de los deportes de montaña. Es responsabilidad de la comunidad montañera, en todos sus aspectos, educar e informar tanto a los medios como al público de una manera activa. 11. Uso de oxígeno suplementario en el montañismo El uso de oxígeno suplementario en el montañismo de grandes altitudes ha sido objeto de debate durante años. En este debate, se pueden distinguir diferentes componentes relacionados con este tema, tales como los aspectos médicos o consideraciones éticas. Los aspectos médicos deberían ser de máxima preocupación para todo el colectivo montañero. Las consideraciones éticas es mejor dejarlas recaer sobre el escalador individual, con la condición de que si un escalador decide usar oxígeno, se incluya en los planes la retirada de la montaña de las bombonas de oxígeno usadas. 12. Expediciones guiadas comerciales de alta montaña Se espera de los operadores comerciales, especialmente aquellos no capacitados, que tienen como meta picos de 8000 m o similares con facilidades limitadas de rescate, reconozcan las limitaciones de los clientes bajo su tutela. Se deberán concentrar todos los esfuerzos en garantizar la seguridad de dichos clientes y advertirlos de que los planes pueden ser cercenados para ayudar a otros que se encuentren en peligro en la montaña.

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2.2. MOUNTAIN WILDERNESS Mountain Wilderness es una organización no gubernamental internacional dedicada a la preservación de las áreas de montaña en su aspecto natural y cultural. La organización fue fundada en Europa y tiene su presencia más fuerte en las regiones alpina y pirenaica. Tiene, sin embargo, alcance mundial, con representantes y acciones en todos los continentes. El término inglés “wilderness”, de difícil traducción al castellano, se podría traducir como “medio natural o naturaleza agreste sin alterar por las actividades humanas” y aplicado al medio ambiente de la montaña, es el concepto base del que parte la filosofía de pensamiento de la organización. Historia Mountain Wilderness se fundó en 1987 en Biella, Italia, durante una conferencia internacional Esta conferencia fue una continuación de una asamblea similar de montañistas convocada por el Club Alpino Académico Italiano el 8 de agosto de 1986, con ocasión del bicentenario de la primera ascensión al Mont Blanc. En esta ocasión, un "manifiesto por el Mont Blanc" fue redactado y firmado por un cierto número de alpinistas renombrados, entre los cuales estaban Sir Chris Bonnington, Yvon Chouinard, Reinhold Messner, Doug Scott. Este manifiesto reclamaba un derecho humano fundamental a "los espacios abiertos para la libre aventura". La conferencia de Biella atrajo una asistencia más numerosa de alpinistas e intelectuales de todo el mundo, varios de los cuales se convirtieron en garantes fundadores y miembros fundadores de Mountain Wilderness. Entre ellos estaban Haroun Tazieff, Kurt Diemberger, Jim Bridwell, John Hunt, Wanda Rutkiewicz. La "Tesis de Biella", en la que se basa la declaración de objetivos arriba mencionada, se escribió durante esta reunión.

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Objetivos Mountain Wilderness comparte algunos de los valores y objetivos de los clubes alpinos y organizaciones, pero es claramente distinta de ellas. Fue fundada por montañistas y pone un mayor énfasis en la experiencia humana de “wilderness” que en la defensa exclusiva de la vida silvestre en sí misma. Incluso en las más remotas regiones de montaña, quedan unas pocas zonas intactas de “wilderness” en sentido estricto. Contrariamente a lo que una interpretación literal sugeriría, Mountain Wilderness no se centra en esa “wilderness” pura, prístina. Casi todos los paisajes de montaña, e incluso en mayor grado, la percepción de las montañas por el ser humano, portan una huella cultural fuerte. Mountain Wilderness trabaja para la preservación de este medioambiente de montaña natural y cultural en general, de las siguientes formas complementarias: - promoviendo actividades y prácticas que fomenten la autosuficiencia, el respeto por la naturaleza y el disfrute compartido de las montañas por aquellos que las aman (por ejemplo, alentando el montañismo al estilo alpino en los Himalayas y otras cordilleras remotas con expediciones ligeras y ultraligeras) - oponiéndose a las actividades agresivas, tales como conducción fuera de carretera, motos de nieve, heliesquí recreativo, y más en general la comercialización, desarrollo excesivo y apropiación exclusiva de las montañas por aquellos que sólo quieren explotarlas. - presionando a los gobiernos locales hacia la adopción y refuerzo de medidas estrictas a los transportes mecanizados en las montañas y también contra el comportamiento insensible/inaceptable de las expediciones y grupos de trekking (en particular estas medidas deberían exigir el descenso de la basura de las áreas de montaña a lugares apropiados que se determinen), acompañada de medios de control y de sanciones adecuadas en caso de violación. - elaborando el concepto, estudiando la fiabilidad y promoviendo la creación de parques o de zonas protegidas en áreas donde la “wilderness” puede todavía protegerse. - fomentando un desarrollo de las regiones de montaña respetuoso con la 36


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naturaleza y las culturas locales, para asegurar un futuro sostenible para aquellos que escogen vivir en ellas. - actuando en las asociaciones que se preocupen del alpinismo y de la protección de la naturaleza en todos los países, con el fin de: a) Promover una reforma de la cultura alpina en el espíritu de la “wilderness” (contra la comercialización, contra el proselitismo indiscriminado, por la sensibilización de los jóvenes en el ámbito de la escuela, por la formación de una conciencia ecológica entre los guías, instructores de alpinismo, organizaciones de trekking, etc.). b) Hacer más intensa y eficaz la acción de las asociaciones por la protección del entorno, interviniendo siempre que estén aparentemente dispuestas a proyectar o aceptar iniciativas no conformes con el espíritu de la “wilderness”. Acciones Algunas de las acciones llevadas a cabo por Mountain Wilderness a nivel internacional han sido las siguientes: Manifestación en la Punta Helbronner el 16 de agosto de 1986, contra el teleférico de la Vallée Blanche, un telecabina que cruza la “Vallée Blanche” desde la Aiguille du Midi hasta el Col du Géant sobre Courmayeur, profanando el mismísimo corazón del Macizo del Mont Blanc, un área de wilderness de principal significación simbólica y cultural para Europa. Durante esta manifestación, Reinhold Messner trepó a una de las torres del telecabina para colgar una pancarta de protesta. Aunque Mountain Wilderness estaba todavía por establecerse formalmente como organización cuando esto tuvo lugar, fue percibido más tarde como un evento inaugural. n

“Free K2” expedición organizada en 1990 al K2, la segunda montaña más alta del mundo, para quitar cuerdas fijas y material abandonado por todas las expediciones que habían intentado la ascensión. n

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n Campaña para proteger el Monte Olimpo en Grecia de un proyecto de desarrollo gigantesco. Se publicó un manifiesto a finales de 1993 y una petición internacional fue firmada por intelectuales y escritores de todo el mundo, entre los cuales había cinco premios Nobel. El proyecto fue retirado en 1995, después de que esta petición fuera entregada al gobierno griego. n "Oxus, montañas para la paz", una expedición organizada para ascender al Monte Nowshak, el pico más alto de Afganistán, en el Corredor de Wakhan, en la cordillera del Hindu Kush, en 2003: este evento estaba destinado a promover el turismo de aire libre sostenible en este país, y servir como símbolo de un posible retorno a la paz y la normalidad, después de la guerra civil y la caída del régimen talibán, durante el cual toda forma de turismo había desaparecido completamente.

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TESIS DE BIELLA 1. El concepto 1.1. El concepto de “wilderness”, que se podría traducir como “medio natural, o naturaleza agreste sin alterar por las actividades humanas", comprende factores psicológicos y éticos. 1.2. Se entiende por “wilderness” de montaña, todo aquel entorno de altura, no contaminado, donde todos aquellos que sientan realmente la necesidad interior, pueden experimentar el encuentro directo con los grandes espacios libres, y disfrutar en total libertad de la soledad, el silencio, los ritmos, las dimensiones, las leyes naturales y los peligros. La cualidad de “wilderness” reside, sobre todo, en su capacidad potencial para permitir una relación creativa entre el ser humano civilizado y el entorno natural. El grado de autenticidad de esta relación es lo que da un sentido no efímero a la aventura. 1.3. Dado que supone una toma de conciencia total, la experiencia de la “wilderness” reviste particular importancia en las sociedades complejas y divididas en las que viven la mayor parte de los alpinistas, lo que puede producir una reacción vital de enfrentamiento con las limitaciones de un sistema encaminado a debilitar al ser humano cada vez más, a restringir su responsabilidad y sus necesidades, a limitar su autonomía en el campo de las decisiones y de las emociones. 1.4. En consecuencia, es de gran importancia tener plena conciencia de los lazos que se establecen entre los valores ecológicos y los valores éticos, estéticos y de comportamiento. Es en estos lazos, en efecto, en los que se basa el sentido del alpinista, como expresión de cultura.

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2. Degradación de la “Wilderness” y responsabilidades 2.1. La comunidad de alpinistas y asociaciones que los reúnen tienen responsabilidades históricas concretas en la degradación de la naturaleza en la montaña, tanto en los Alpes como en el resto del mundo. Una responsabilidad que, aunque la mayor parte de las veces no haya sido más que indirecta o involuntaria, no por eso es menos condenable. La indiferencia, la ignorancia, la falta de sensibilidad, no son tampoco justificables 2.2. El deseo, teóricamente comprensible, de atraer la mayor cantidad posible de gente a la práctica de la montaña, facilitando su apropiación, ha sido a menudo el origen de un proceso de "civilización” exagerada. Para hacer frente a la creciente demanda que se produce, se ha recurrido a la construcción de nuevos refugios, a la ampliación progresiva de los ya existentes, a la creación de itinerarios equipados y a otras incitaciones al consumo. Pero esta política conlleva grandes errores de juicio. En realidad, no se tiene en cuenta el factor de “wilderness”, y la soledad que le caracteriza, como ejes fundamentales de los valores del alpinismo. Creemos que la construcción y la capacidad de los refugios no deberían determinarse de acuerdo con la demanda de los usuarios potenciales, sino que deberían depender del número de personas que el entorno natural pudiera soportar sin perder su sentido. Refugios y vivacs fijos no deberán en ningún caso estar situados a lo largo de los itinerarios de ascensión, ni en la proximidad de las cimas, ni en todo caso en emplazamientos que puedan acarrear perjuicios a la grandeza salvaje y al valor simbólico de un entorno prístino. 2.3. La “wilderness” en montaña está también gravemente amenazada por toda clase de medios de transporte mecánicos. La comunidad alpinista subraya de nuevo su oposición a la expansión incontrolada promovida por la industria de las estaciones de esquí, dada la combinación de necesidades de infraestructura pesada, la naturaleza especulativa de las nuevas iniciativas, y la pobreza cultural que favorece. Se necesita urgentemente una estricta regulación de los deportes de invierno, nacional e internacionalmente. 40


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Además, es importante prohibir, por un lado, el uso de helicópteros para transportar esquiadores a mayor altitud, y por otro, la construcción de remontes de esquí para llegar a cumbres, collados y glaciares, o para enlazar valles (eventualmente, cualquier medio de transporte mecánico que pueda empañar la belleza de la naturaleza o interferir con la experiencia alpina). 2.4. Incluso las intervenciones que, desde un punto de vista estricto ecológico o estético, causan un impacto de poca importancia sobre el entorno, pueden revelarse peligrosas porque alteren, limiten o reduzcan la riqueza potencial de la experiencia de montaña. Un conjunto de cuerdas fijas abandonadas en una pared es todo lo que se necesita para quitarle todo su misterio. Lo que es más, estamos siendo testigos de la difusión de ciertas actitudes cuestionables hacia las montañas (caracterizadas por un nuevo énfasis en el entretenimiento de consumo) que, incluso aunque no sean directamente perjudiciales para el entorno, parecen promover una visión de las montañas como un mero telón de fondo para actividades deportivas, recreativas y turísticas. 2.5. Habría también que empezar a preguntarse si la proliferación de descripciones técnicas y guías excesivamente detalladas representa una amenaza potencial a los valores de la “wilderness”, reduciendo considerablemente las posibilidades del descubrimiento personal y la satisfacción incomparable que de él se deriva. 2.6. Nos enfrentamos a una merma del espíritu montañista, menos visible pero no menos peligroso que la degradación física del entorno de montaña. A este respecto, los montañistas tienen una pesada carga de responsabilidad, especialmente aquellos que, a fuerza de iniciativa y osadía, han alcanzado cierto seguimiento entre el público aficionado. Su comportamiento se tomará como modelo; se seguirá su ejemplo. No vale para nada predicar sobre la pureza de la aventura de montaña y firmar peticiones para la defensa de la “wilderness” si, cuando se enfrenta con el señuelo de la fama, la distinción competitiva o la ganancia económica, las acciones de uno no son absolutamente consistentes con sus palabras. Ciertamente, ningún montañista puede arrogarse el derecho de juzgar las motivaciones íntimas 41


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de otros montañistas o criticar sus elecciones interpretando las reglas libres del juego como límites morales. En cualquier caso, está claro que nuestra credibilidad en la defensa del entorno de montaña dependerá enteramente de nuestra coherencia. 2.7. Desgraciadamente, esta coherencia ha sido desmentida hasta ahora por el comportamiento de numerosas expediciones al Himalaya o a los Andes. La responsabilidad de la degradación de la “wilderness” en estos lugares excepcionales recae enteramente sobre los alpinistas y practicantes de trekkings, incluso los mejores de ellos. Ha llegado el momento para la comunidad montañera de enfrentarse a la tarea urgente de formular un código de comportamiento riguroso, y de mirar por que sea respetado. 2.8. En este sentido, hay que considerar como una falta grave el abandono de campamentos de altura y de cuerdas fijas, así como el abandono o enterramiento de desechos sólidos. Incluso si nos vemos forzados a hacer esto en una emergencia, cada miembro de la expedición debe después hacer el esfuerzo necesario para borrar cualquier huella de su paso. 2.9. En regiones de montaña áridas, y especialmente en zonas más allá de los últimos asentamientos humanos, las expediciones deben evitar absolutamente el uso de madera recolectada localmente para hacer fuego. El paso frecuente de grupos de montañismo y trekking está causando la desertización de los valles de altura y el empobrecimiento del precioso manto vegetal, al que lleva un tiempo increíblemente largo crecer a tales altitudes. Una simple comida puede suponer la eliminación de numerosos árboles y arbustos, algunos de ellos centenarios. 3. “Wilderness” y las poblaciones de montaña 3.1. El paso repetido de las grandes expediciones y de los grupos de trekking está produciendo transformaciones profundas en las poblaciones locales, en su nivel de bienestar material, en su mentalidad y en su cultura tradicional. No resulta fácil evaluar las partes positivas y negativas que 42


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comportan estas transformaciones, ya que las opiniones de los expertos están divididas. De igual modo, parece razonable considerar que los importantes flujos de dinero y bienes materiales, a los que acceden con más facilidad los jóvenes que los viejos, pueden producir efectos desestabilizadores, al introducir criterios de evaluación típicamente occidentales, en grupos étnicos no preparados para interpretarlos correctamente; además, una eventual y siempre posible desviación de estos flujos hacia otros objetivos, expone a graves problemas a las poblaciones locales, acostumbradas a sobrevivir exclusivamente de las ocupaciones tradicionales. A todo esto hay que añadir la escasa preparación socio-histórica de la mayoría de los alpinistas, lo que les hace difícil prescindir de sus puntos de vista eurocentristas, para aceptar la diversidad y respetarla, aunque les resulte incomprensible. Sería deseable que el debate sobre estos temas se ampliase y profundizase; nadie puede ser indiferente al hecho de que su comportamiento pueda haber causado la degradación ética, social o cultural de otras poblaciones, o haber desestabilizado con su ligereza la vida de otras personas. 3.2. Parece muy complejo, desde este punto de vista, tratar de manera creíble y completa el problema de las relaciones entre el alpinismo y las poblaciones de montaña. No obstante, este problema existe; la comunidad de los alpinistas tiene que prepararse para afrontarlo. 4. Estrategia 4.1. Sería inexacto afirmar que no se ha hecho nada por parte de los alpinistas y las asociaciones de alpinismo para defender la “wilderness” de la montaña. Por otra parte, las iniciativas en este sentido han tenido efectos prácticos forzosamente limitados. 4.2. Ya es hora de dar un paso decisivo hacia adelante. Los alpinistas de todo el mundo, reunidos en el congreso de MOUNTAIN WILDERNESS en Biella, quieren crear un movimiento organizado con nuevos aires, capaz 43


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de elaborar estrategias valientes, anticonformistas y eficaces para defender o recuperar los espacios libres que quedan en el planeta. Esta estrategia tiene que prever el recurso sistemático de las acciones concretas, como provocación utópica, con vistas a estimular la elevación del nivel de conciencia ecológica de un número cada vez más grande de usuarios de la montaña. 4.3. El movimiento, nacido en Biella, toma el nombre de MOUNTAIN WILDERNESS, y tiene carácter internacional.

5. Objetivos a corto y medio plazo del movimiento “Mountain Wilderness”1

6. Conclusión La necesidad de proteger la “wilderness” en montaña es más urgente hoy que nunca. Por esto la conferencia de Biella se ha fijado en ciertos objetivos concretos a corto plazo. Pero esta conferencia ha motivado también una mayor conciencia (la conciencia de que la protección del medio ambiente de montaña es sólo un aspecto de la protección de la “wilderness” en todo el mundo) de que debemos trabajar juntos con todas las organizaciones cuyo objetivo es la protección de las zonas intactas de nuestro planeta, no sólo montañas, sino también desiertos, océanos, bosques, casquetes polares... Protección que debe abarcar todas las formas de degradación ambiental de estas zonas, incluyendo maniobras militares, experimentos nucleares y basura radiactiva. Las montañas son parte de los últimos vestigios de “wilderness” en la Tierra, y pertenecen por tanto al patrimonio cultural de la Humanidad. 1 Texto

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original suprimido, ver objetivos y acciones de la organización “Mountain Wilderness” al inicio.


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Declaración de un Grupo de Garantes de Mountain Wilderness (5/2/2009) Somos completamente conscientes de que nuestras reflexiones no tendrán prácticamente trascendencia- al menos en un corto periodo de tiempo – pero seguimos sintiendo que es nuestro deber moral expresarlos ante la comunidad montañera a nivel mundial, las asociaciones de montaña, la prensa especializada, los gobiernos de aquellas naciones con zonas de montaña en todos los continentes, y en Asia en particular. De hecho, la evolución de la práctica del montañismo se está deteriorando, sobre todo en la zona asiática, dejando cada vez más de lado los imperativos éticos y la actitud responsable con el entorno que son la columna vertebral de esta actividad en la que todos creemos. La falta de estas responsabilidades e imperativos tiene como resultado la desaparición parcial de su razón de ser, de su capacidad de moldear la mente, de la riqueza de sus significados. El problema más serio se encuentra relacionado con las operaciones de rescate. Debe quedar absolutamente claro que cualquiera que se considere montañero ha de estar dispuesto a renunciar a la consecución de su objetivo, independientemente de lo importante que éste le pueda parecer, por el propósito de intentar salvar la vida de cualquier otro montañero que se encuentre en peligro, dejando de lado cualquier prejuicio sobre las condiciones físicas y técnicas de éste o la temeraria despreocupación de la persona en que se encuentra en peligro. Por otro lado, se debería rechazar por completo la tendencia actual que permite que las operaciones de rescate se conviertan en un acto mediático, ya que en numerosas ocasiones ofrece no sólo al público en general, sino a los seguidores, una visión distorsionada de la práctica del montañismo. Esto se cumple especialmente cuando estas operaciones se llevan a cabo en países lejanos, dejando claro que en realidad no ayudan a las personas que lo necesitan. Incluso en el caso de que el mejor miembro de un cuerpo de rescate fuese depositado al pie de cualquier pico del Himalaya sin un adecuado periodo de aclimatación, éste no sería capaz de ofrecer ningún tipo de ayuda efectiva. 45


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Los montañeros que se enfrentan a los picos más altos de las cordilleras asiáticas en estilo alpino sin una organización de equipo de apoyo son completamente conscientes de su decisión, la cual incluye la aceptación de un alto nivel de riesgo, y saben además a la perfección que sólo pueden confiar en su fuerza y en su habilidad en caso de accidente. Acaso merezca la pena insistir: esto no significa que otros grupos de montañeros bien aclimatados que se encuentren cerca queden dispensados de la obligación de ofrecer ayuda tan rápido como sea posible, incluso en el caso de que estas operaciones pongan en peligro su propio programa. La tragedia del pasado verano ha vuelto a colocar en primer plano el uso y el abuso de las cuerdas fijas. Por eso, creemos que es necesario repetir de nuevo algunos de los conceptos y normas de conducta que no parecen haber interiorizado todos los montañeros que han intentado escalar los gigantes asiáticos. El uso de cuerdas fijas para agilizar el transporte de material a los campamentos superiores es una práctica ampliamente aceptada que, como tal, no debería ser criticada. Pero es la mala costumbre de no retirar las cuerdas fijas al final de una expedición, por falta de energía o de tiempo, lo que se debe rechazar. Todos los vestigios del paso de una expedición deben ser eliminados. Dejar cuerdas fijas en las montañas podría ser tolerado de forma excepcional sólo en el caso de un cambio severo en las condiciones climáticas que pusiera en peligro la vida de los escaladores y en cuyo caso estos deberían informar a la UIAA y a las autoridades locales al respecto. Las cuerdas fijas no han de dejarse en herencia para expediciones futuras, ni siquiera bajo petición de estos últimos. Estamos convencidos de que el uso de cuerdas fijas por un grupo previo disminuye la importancia y el valor de las victorias, hasta tal punto que la comunidad internacional de montañeros y las sedes de la UIAA implicadas no deberían aceptar tales hazañas como válidas. Esto se cumple aún más cuando el duro y peligroso trabajo de instalar las cuerdas es llevado a cabo por equipos de sherpas contratados por expediciones comerciales. Las reflexiones de arriba nos llevan a la consecuencia lógica de que sería acertado conseguir una limitación en el número de expediciones que retan a los ocho miles. No somos tan ingenuos ni estamos tan desinformados como 46


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para no ser conscientes de que nuestro punto de vista está cercano a la utopía. A pesar de ello sentimos que tenemos la obligación moral de estimular a la comunidad internacional de montañeros para que consideren en detalle la forma en la que se podría devolver algo de dignidad al montañismo en los Himalayas. A pesar de que la presente evolución del montañismo en los Himalayas es tal que resulta irrealista intentar evitar que más de una expedición escale en la misma ruta al mismo tiempo, insistimos en la necesidad de una asignación de permisos más severa y selectiva. Obviamente, una regulación similar traería consigo fuertes protestas de distintas partes, a no ser que se instalen normas alternativas creíbles y eficientes al mismo tiempo, para no dañar así a los locales que obtienen beneficios económicos justamente del número incontrolado de visitantes extranjeros. El ajetreo que se está dando en los ochomiles debería ser desalentado en dos sentidos, por iniciativas que desmitificaran la fama de los picos más altos -disminuyendo al mismo tiempo el atractivo de las expediciones comerciales- y actuando sobre los derechos: aumentándolos en los itinerarios que más lo necesitan y disminuyéndolos drásticamente en los llamados picos menores. Además, por las razones mencionadas anteriormente, las asociaciones montañeras deberían ser activas a todos los niveles con el fin de obtener una recalificación real de los Oficiales de Enlace, convertir en obligatoria su contratación, darles una clara definición de sus funciones y un control más eficiente sobre el comportamiento medioambiental en las expediciones extranjeras. Podría recordarse que hace algunos años los cursos teóricos y prácticos desarrollados por Mountain Wilderness en Pakistán y la India sirvieron a este fin y alcanzaron cierto éxito en su objetivo. En los últimos años se ha demostrado claramente que los montañeros en buena forma física y con un estado psicológico adecuado son capaces de alcanzar picos de más de 8000 m sin la necesidad de oxígeno. Quizás sea el momento de establecer dos categorías distintas de escaladores, otorgando las primeras ascensiones reales a aquellos que lo han conseguido sin ningún tipo de ayuda y sin botellas de oxígeno. Es necesario recordar que normalmente las botellas vacías son abandonadas en la ruta, lo que supone un duro golpe al entorno. 47


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Sinceramente esperamos que la UIAA, las asociaciones alpinas nacionales, la prensa especializada y las autoridades de las naciones implicadas comiencen un riguroso debate sobre estos temas. El destino del montañismo depende de una redefinición más estricta y ampliamente compartida.

Foto: Ainara Ibarra

Firmado por: Bernard Amy, Nùria Balagué, Bernhard Batschelet, Edwin Bernbaum, Andrea Bianchi, Sir Chris Bonington, Fausto De Stefani, Patrick Gabarrou, Maurizio Giordani, Richard Goedeke, Alessandro Gogna, François Labande, Franco Michieli, Olivier Paulin, Carlo Alberto Pinelli, Jordi Quera, Lodovico Sella, Josep Sicar, Patrick Wagnon.

Vista del Mont Blanc (Alpes).

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2.3. FEDME La Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME) es una entidad privada sin ánimo de lucro, declarada de utilidad pública por su labor en la promoción de los deportes de montaña y la escalada. Tiene funciones delegadas por el Gobierno, como la representación en foros internacionales. La entidad trabaja para el desarrollo de distintas modalidades deportivas cuyo nexo de unión es el escenario en el que se realizaban originariamente: la montaña. Así, además de la escalada en todas sus variantes, la FEDME se ocupa del esquí de montaña, carreras por montaña, alpinismo, senderismo, acampada con fines alpinísticos, excursiones, descenso de barrancos, raquetas de nieve etc. Del mismo modo y por extensión, la FEDME contempla todas aquellas actividades no deportivas que tienen relación con los deportes de montaña y la escalada: espectáculos deportivos, investigación, jornadas, publicaciones, formación, etc. Objetivos La función básica de la FEDME es la de apoyar a los deportes de montaña, así como a los deportistas que los practican, administrativa, técnica y económicamente. De esta primera función se derivan una serie de objetivos y competencias que constituyen su razón de ser. A nivel deportivo, la Federación cumple multitud de funciones, entre las que se pueden destacar: 1. Realización de cursos de mejora para deportistas y técnicos. 2. Selección de deportistas que representarán al estado español en las modalidades deportivas que la FEDME abarca.

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Principales Organismos

3. Diseño, elaboración y ejecución de planes de tecnificación deportiva para deportistas de alto nivel. 4.Todo lo referente a la organización, calificación y reglamentación de competiciones deportivas oficiales competencia de la FEDME. Además, la organización ostenta la responsabilidad disciplinaria deportiva en los términos establecidos en la ley del deporte. La FEDME trabaja estrechamente con las Federaciones Autonómicas con el fin de lograr un objetivo común: estimular la práctica de todo tipo de actividades deportivas por montaña entre los ciudadanos. Por último, desde la Federación se trabaja para concienciar a la sociedad de la importancia de una práctica responsable del deporte, para ello, promueve la protección y respeto del medio ambiente, potencia la seguridad en la práctica de todas y cada una de sus modalidades deportivas y lucha contra el dopaje. Historia La FEDME se constituyó el 1 de julio de 1922 bajo el nombre “Federación Española de Alpinismo” ya que en su origen ésta era su actividad principal. Más tarde pasaría a llamarse “Federación de Montañismo” para finalmente adoptar su actual nombre: Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada. Actualmente la FEDME cuenta con más de 75.000 federados, 1.300 clubes y 18 federaciones autonómicas dedicados a la práctica o competición de los deportes de montaña y/o escalada o que tienen alguna relación con ella. Entre los años 1978 y 1998, España pasa de una treintena de espacios naturales protegidos a contar con más de 1.000 espacios. Eso significa que muchas montañas comienzan a ver reguladas distintos aspectos del acceso, 50


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el uso público y la práctica de los deportes de montaña, sin que los gestores medioambientales hayan consultado con quienes practican deportes de montaña. Ante esta situación, en el año 1995, la Asamblea General de la FEDME aprueba la llamada Declaración de Cáceres, en la que se realiza una primera llamada de atención sobre la progresiva limitación del acceso a los espacios en los que se practica el montañismo. A lo largo de todos estos años se han venido realizando encuentros sobre temas concretos mediante reuniones de los montañistas con gestores de espacios protegidos. Así, del 16 al 18 de mayo de 2008 se celebró en el Parque Regional de la Sierra de Gredos (Castilla y León) el I Encuentro de Profesionales de la Montaña en Espacios Naturales Protegidos. En él participaron representantes de federaciones de montañismo, gestores de espacios naturales protegidos, guardas de refugio de montaña, empresarios de turismo activo y guías de montaña, procedentes de diferentes comunidades autónomas, culminando con la Declaración de Gredos.

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Principales Organismos

Declaración de Cáceres Asamblea General de la FEDME. Cáceres, 14 de mayo de 1995 (Texto íntegro) “La Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada, conjuntamente con todas las federaciones autonómicas del montañismo, expresa su preocupación por la forma como en muchos casos se dictan las medidas de protección de las zonas de montaña en nuestro país. Vemos con creciente inquietud cómo por encima de las necesarias normativas de control, racionalización y vigilancia, dotadas de su correspondiente aportación presupuestaria tanto en lo que se refiere a medios humanos como materiales, priman con demasiada frecuencia indiscriminadas y arbitrarias prohibiciones que obstaculizan e incluso impiden el lícito y deseable derecho de acceso, uso y disfrute de nuestras montañas por parte de los ciudadanos. Nos tememos que en gran parte esto es debido a que resulta mucho más barato prohibir que controlar y vigilar eficazmente los espacios naturales, sin que necesariamente éstos deban convertirse en cotos cerrados o en museos al aire libre. El montañismo y el alpinismo son actividades deportivas que desarrollan en su seno un gran número de inquietudes humanísticas y culturales, muy ligadas al medio natural y en perfecta armonía con las leyes de la naturaleza. Su práctica se remonta en nuestro país al año 1876 y sus practicantes agrupados en clubes de montaña y federaciones han sido, desde siempre y en la actualidad, los grandes defensores no solamente de la necesidad de poder contar con una legislación tendente a la conservación de los espacios naturales sin transformaciones, sino también a la mejora y potenciación del nivel de vida de las poblaciones de montaña que, entendemos, son las principales y auténticas garantes de lo que debe ser una verdadera y eficaz conservación. Los montañistas practicantes, educados en el respeto a la naturaleza y en la lucha por su conservación en el seno de nuestras asociaciones montañeras, no podemos aceptar que cada vez más se limite nuestro acceso a las zonas de montaña, donde desarrollamos una actividad deportiva y cultural 52


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absolutamente tradicional y que en ningún caso resulta agresiva ni con el entorno ni con la fauna que las habita. Nosotros no formamos parte de los colectivos ni secundamos las acciones que realmente degradan el entorno natural: la desviación incontrolada del turismo de masas hacia la montaña una vez destrozadas todas nuestras costas, la permisividad en la apertura de rutas forestales que facilitan el acceso a todo tipo de vehículos motorizados, la excesiva proliferación de promociones inmobiliarias en altas cotas que provocan graves impactos, la deficiente recogida de basuras y desechos y la consiguiente contaminación de las aguas de montaña, la ausencia de regulación en la práctica de los llamados deportes de aventura, los bajos niveles de educación ambiental existentes, etcétera... Entendemos que son ejemplos de problemas que realmente deben preocupar al legislador responsable.

Foto: Luis Alejos

Por lo dicho, los montañistas agrupados en los clubes de montaña federados exigimos, en línea con las directrices emanadas de la Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo, libertad de acceso a las zonas de montaña para poder continuar practicando responsablemente, como siempre, nuestra actividad deportiva”.

La Pedriza, sierra de Guadarrama.

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Principales Organismos

DECLARACIÓN DE GREDOS I Encuentro de Profesionales de la Montaña en Espacios Naturales Protegidos Navarredonda de Gredos, 17 de mayo de 2008. (Texto íntegro) “En el Parque Regional de la Sierra de Gredos (Ávila), se ha celebrado durante los días 16 a 18 de mayo de 2008, el I Encuentro de Profesionales de la Montaña en Espacios Naturales Protegidos (ENP). En él han participado representantes de federaciones de montañismo, gestores de espacios naturales protegidos, guardas de refugio de montaña, empresarios de turismo activo y guías de montaña, procedentes de las comunidades autónomas de Andalucía, Aragón, Asturias, Canarias, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid, País Vasco y Región de Murcia. Tras los debates mantenidos, los participantes en el Encuentro, de común acuerdo, expresan las siguientes conclusiones que quieren trasladar a todos los agentes interesados en la práctica del montañismo en espacios naturales: El terreno de juego de los deportes de montaña es el medio natural y en muchas ocasiones los espacios naturales protegidos. Todos los presentes coinciden en la necesidad de colaborar en los procedimientos de conciliación entre la conservación y el disfrute de la naturaleza en los espacios naturales protegidos para alcanzar regulaciones lógicas fruto de consenso y de investigaciones científicas efectivas. Las organizaciones vinculadas a las actividades deportivas en la montaña deben ser oídas, y han de contribuir en la determinación lógica de las reglas que van a regir su actividad. Los actuales sistemas de participación en la gestión de espacios naturales protegidos deben reforzarse mediante mecanismos de colaboración constantes que faciliten la participación tanto en el proceso de elaboración de las decisiones que les afectan, como en la 54


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realización de los estudios científicos que deben servirles de apoyo, y los procesos de elaboración de los documentos de planificación y gestión de estos espacios (PORN y PRUG). Los deportistas, profesionales y técnicos que realizan sus actividades en espacios naturales protegidos deben conocer e incorporar a su quehacer los valores que inspiraron la declaración del espacio como protegido. Para conseguir eficazmente este objetivo es necesaria la comunicación y cooperación entre quienes realizan sus actividades de ocio y su trabajo en las zonas protegidas y la administración. Colaboración que debe extenderse también a los procesos formativos en materia de medio ambiente para que, a través de los profesionales y de los voluntarios de los clubes, se logre un mejor conocimiento de los valores del medio y una mayor difusión de las actitudes responsables.

Foto: Comisión Accesos y Naturaleza de FEDME.

Los niveles de comunicación alcanzados muestran la conveniencia de reproducir foros de encuentro para reflexionar en común sobre unas materias cuya regulación y gestión son interés de diferentes organizaciones sociales que están dispuestas a colaborar con las administraciones públicas en la consecución de consensos sobre las actividades deportivas que se realizan en espacios naturales protegidos. Estos consensos deben procurarse también, de manera individualizada en cada espacio natural protegido”.

Participantes del Encuentro en el que se elaboró la Declaración de Gredos.

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CAPÍTULO 3 OTROS DOCUMENTOS Y DECLARACIONES RELEVANTES 3.1. DESARROLLO SOSTENIBLE DE REGIONES DE MONTAÑA Las regiones de montaña no son meros escenarios de juego y recreación, ni deben convertirse en museos o parques de atracciones, sino que albergan comunidades de personas con sus derechos y necesidades. Tal y como se refleja en la Carta Ecológica de las Regiones de Montaña (1976), adoptada por el Comité de Ministros del Consejo de Europa, las comunidades rurales e indígenas forman parte indispensable de la vida en la montaña. La explotación forestal, agrícola, ganadera y pastoril, el turismo, la industria, el transporte…todos son parte de un sistema económico que debe mantener el equilibrio ecológico con el medio de montaña del que se sustenta. A continuación presentaremos una selección de documentos muy relevantes que tratan de abordar desde diferentes ángulos el desafío de compaginar la protección de las montañas y su patrimonio con el bienestar de las comunidades locales:

La Carta Española de las Montañas Se trata de un documento de directrices para compatibilizar la conservación del medio de montaña y el bienestar sostenible de sus pobladores. Esta carta, recoge el espíritu de su antecesora, la Carta Europea de las Regiones de Montaña de 1995, de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, y la adapta a las características de los entornos de montaña locales. La crítica situación ambiental y social de la mayor parte de las áreas de montaña del mundo llevó a la Asamblea de las Naciones Unidas a 57


Otros documentos

declarar el 2002 como Año Internacional de las Montañas. En el estado español, haciéndose eco de esta iniciativa, el Comité Español para el Año Internacional de las Montañas resolvió elaborar un primer borrador de la Carta Española de las Montañas en Valsaín (Segovia). Tras algunas modificaciones, un tercer borrador de La Carta Española de las Montañas se presenta finalmente en la Comisión de Medio Ambiente del Congreso de Diputados en mayo de 2005 para su debate y aprobación. Sin embargo, la iniciativa de aprobación de la Carta queda en un estado de suspensión hasta hoy día. A raíz de esta situación, surge en 2005 la Asociación RedMontañas, primera organización de ámbito estatal que asume el reto de impulsar y coordinar la defensa de todas las montañas españolas y solicitar su protección institucional. La asociación es una plataforma compuesta por más de noventa colectivos montañeros, naturalistas, educativos, culturales, conservacionistas y ciudadanos de todo el territorio español, junto con más de cuatrocientos integrantes a título particular, y que cuentan con el apoyo de un Grupo de Expertos integrado por medio centenar de científicos, investigadores, académicos, técnicos y gestores ambientales vinculados al ámbito de las montañas. Desde su creación, RedMontañas ha reclamado en diversas ocasiones al Ministerio de Medio Ambiente la aprobación definitiva de la Carta de las Montañas, además de solicitar reiteradamente a los responsables políticos una protección básica y generalizada para todas las zonas de montaña españolas, que evite la degradación de sus paisajes, su biodiversidad y su morfología, e incentive los usos sostenibles y la preservación de sus ecosistemas. Recientemente (2007), Montañas elaboró asimismo el “Programa para la Conservación de las Montañas”, una propuesta estratégica para la integración del desarrollo sostenible y la conservación en las áreas de montaña.

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Foto: Luis Alejos

Declaraciones sobre la Protección de las Montañas

Movimiento reivindicativo a favor de la protección de las montañas promovido por RedMontañas.

En resumen, La Carta Española de las Montañas consiste en un documento integrador que propone, previa adaptación al caso específico de las montañas, un conjunto de instrumentos jurídicos, administrativos y financieros ya existentes en España y en la UE, potenciando al mismo tiempo aspectos éticos bien fundamentados, con el objeto de garantizar la protección y conservación de las áreas y los recursos de las montañas, sin olvidar por ello el bienestar equitativo de sus habitantes. La Carta de las Montañas plantea como objetivo prioritario básico de toda política de montaña: el diseño de políticas integrales capaces de garantizar la protección de las montañas (preservar su integridad y sus valores naturales, paisajísticos y culturales) como única vía para garantizar la equidad, el bienestar y el desarrollo equilibrado de sus habitantes satisfaciendo a la vez las aspiraciones, intereses, y expectativas espirituales, recreativas, éticas, científicas y vitales del conjunto de la sociedad. 59


Otros documentos

En cuanto a las bases de las políticas de gestión, sus dieciocho puntos se estructuran en tres ejes fundamentales: - Conservación prioritaria del patrimonio natural y cultural, rehabilitación de los paisajes y espacios degradados y recuperación del legado cultural como base conceptual en la gestión. - Puesta en valor de la conservación de las montañas como objetivo estratégico para el desarrollo y el bienestar local, a través de la utilización equilibrada de los distintos recursos y el balance racional de los tres sectores económicos. - Contraprestaciones a la población local, en el respeto al principio de equidad social ante las desventajas naturales que impone la montaña, y en reconocimiento a los beneficios que todo el conjunto de la sociedad obtiene de las montañas y de las buenas prácticas por parte de sus pobladores. El conjunto de estas políticas debe desarrollarse partiendo del reconocimiento social del papel prioritario de la conservación del patrimonio, garantizando oportunidades de bienestar y pleno desarrollo de las iniciativas de sus poblaciones.

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Carta de Argeo: Directrices para el Turismo Sostenible de Montaña Comisión de Acceso y Conservación de la UIAA, junio de 2005 La UIAA y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) se asociaron para producir un documento sobre el trabajo coordinado con propietarios y gestores para garantizar el libre acceso a zonas de escalada. La Carta de Argeo ofrece un esquema para el enfoque sostenible del turismo de montaña. El documento pone a disposición unas recomendaciones generales a seguir por las comunidades locales que están experimentando el turismo de montaña en su área. Directrices 1. Comprender y proteger el medio ambiente: cada comunidad local debe ser plenamente consciente de su entorno local, a fin de promover el éxito de la política de desarrollo sostenible. La comunidad deberá centrarse en: - La protección de los recursos hídricos (...) - Proteger el alto nivel de biodiversidad en las regiones montañosas. - Control de los residuos sólidos y líquidos. - Promover la agricultura tradicional: dan forma y carácter al paisaje, cultura e historia de las montañas, crea hábitats para la fauna silvestre y contribuye a la biodiversidad de las regiones de montaña. - Ferrocarriles y carreteras: deben facilitar el acceso a las montañas. Minimizar en lo posible el uso del coche, los ferrocarriles son preferibles a las carreteras. - La construcción de nuevas infraestructuras en las montañas siempre debe ser bien evaluada, planificada y construida por el daño potencial al entorno natural. - Presencia humana: (...) hay que preservar el patrimonio local, expresión de la identidad cultural de una población (...) promover la creación de locales de capacitación en oficios tradicionales para enseñar a los diseñadores locales y trabajadores cómo utilizar los materiales típicos y el empleo de métodos y técnicas de la arquitectura tradicional. 61


Otros documentos

- Remontes: las pistas de esquí, los arrastres y teleféricos representan un desarrollo deportivo contemporáneo, que han mejorado las condiciones económicas de las zonas de montaña. Es importante subrayar que no tienen que desfigurar el paisaje y que debe estar ubicados habiendo consultado previamente a las comunidades locales y de otros grupos de usuarios, de manera que su construcción no se oponga a otras actividades como el montañismo, la escalada o el senderismo. 2. Preservar la identidad cultural: el turismo en las montañas incluye el deseo de experimentar las culturas tradicionales, por eso es importante evitar que el desarrollo social y económico destruya las tradiciones locales, de manera que las lenguas típicas, ropa, artesanía... puedan ser bien conservadas. Se deben apoyar y estudiar las culturas locales, deben ser protagonistas de libros específicos. En particular, es necesario centrarse en: - El desarrollo económico: se debe mantener un equilibrio. Es importante para evitar que el bienestar económico y la globalización destruyan el medio ambiente y las culturas locales. - Igualdad de oportunidades para la población de las regiones de montaña: la preservación de las tradiciones locales no tiene por qué significar la conversión de las regiones de montaña en museos al aire libre. El deseo de la población local para llevar una vida moderna con la igualdad de oportunidades también debe ser respetado. - Promover las culturas locales: en la escuela, los jóvenes deben ser animados a estudiar la historia y las tradiciones locales. Se deben apoyar las investigaciones históricas y etnográficas, junto con la publicación de libros y la producción de medios audiovisuales para describir, sostener y promover la cultura local de la región. - Promover las tradiciones locales: se deben mantener y apoyar las costumbres locales tales como las creencias religiosas y las ceremonias. - Promover la artesanía típica: se debe fomentar la producción de artesanías típicas y también la fundación de talleres de capacitación, donde la vieja generación de artistas y artesanos cualificados pueda instruir y formar a las generaciones más jóvenes en la producción de objetos tradicionales de la región de montaña. 62


Foto: WWF International

Declaraciones sobre la Protección de las Montañas

Comunidades locales de las regiones montañosas de Nepal.

3. Turismo en las montaña: el montañismo, trekking, escalada, esquí de montaña… pueden contribuir al desarrollo económico de las zonas de montaña. El libre acceso a la montaña debe ser garantizado y las limitaciones deben ser bien consideradas, de acuerdo a cada caso y se debe poner en práctica sólo cuando sea necesario. En muchos casos, la sensibilización sobre los problemas existentes en lugar de regular el acceso, es más eficaz en la conservación del medio natural. Conclusiones Estas directrices están destinadas a ser aplicadas, en su caso, a las comunidades recientemente expuestas al turismo de montaña, para poder adaptarlas posteriormente a las características y necesidades particulares. El turismo en las montañas es de vital importancia para garantizar el desarrollo económico y social sostenible para las personas que viven en zonas de montaña, pero, al mismo tiempo, es importante evitar que se destruya el medio ambiente y las culturas locales (como ha ocurrido con 63


Otros documentos

frecuencia en Europa y en algunos otros lugares del mundo). El turismo de montaña tiene un gran potencial para crear comunidades vibrantes en las regiones de montaña y aumentar su nivel de vida. Las personas que viven en las montañas son una parte importante de la geografía humana de estas zonas. En muchos casos, es importante crear “parques” para una mejor protección de la flora, los animales, el medio ambiente y las tradiciones locales; en cualquier caso, las características ecológicas siempre deben ser protegidas. Es muy probable que los turistas y ciudadanos de futuras generaciones tengan que escapar de la congestión de las ciudades para disfrutar de la naturaleza. Las montañas, supondrán seguramente su inspiración y realización espiritual.

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Contribución del Montañismo al Desarrollo Sostenible en el Medio Natural (FEDME)

Foto: Luis Alejos

III Seminario de Espacios Naturales Protegidos y Deportes de Montaña, 5 de noviembre de 2005, Granada.

Macizo del Mont Blanc, Chamonix, (Alpes).

La organización del seminario corrió a cargo del Organismo Autónomo Parques Nacionales, la Junta de Andalucía, la FEDME y la Federación Andaluza de Montañismo. Al final del debate, se redactó a consenso un documento que se centra en el papel que han jugado los montañistas en el desarrollo de las zonas de montaña y la conservación del medio ambiente. Entre otras cosas, el documento defiende que “la actividad deportiva es compatible con la conservación de la naturaleza, y más en concreto con la declaración y gestión de Espacios Naturales Protegidos”. 65


Otros documentos

El colectivo montañero manifiesta su “deseo de colaborar en las políticas de conservación y desarrollo de las zonas de montaña, y en los procesos de elaboración de sus normativas específicas”. Resalta por ello la “necesidad de crear espacios de encuentro para que las federaciones de montañismo, las Administraciones públicas y los sectores profesionales vinculados a estas actividades, debatan y planteen estrategias para que el montañismo contribuya efectivamente al desarrollo sostenible de las zonas de montaña”. Además, establece nueve bases para continuar colaborando en el futuro: 1. Montañismo sostenible: el montañismo es una práctica deportiva sostenible siempre que su desarrollo contribuya positivamente al mantenimiento del bienestar de los individuos que lo practican, respetando los recursos naturales de los que hace uso para ello y repercuta favorablemente en la calidad de vida de las poblaciones de montaña. Por ello, el montañismo debe formar parte de las políticas de ordenación, desarrollo, uso público y conservación de las zonas de montaña, aportando su visión sobre la forma de utilizar y aprovechar los recursos culturales y naturales. 2. Acceso a la montaña: la práctica del montañismo debe ser compatible con los objetivos de conservación del medio ambiente de las zonas de montaña. Los montañistas actuarán en la práctica deportiva bajo el criterio de minimización de impacto ambiental y de respecto hacia las normas de protección de los espacios naturales. Asimismo, es responsabilidad de las administraciones ambientales informar adecuadamente a los usuarios de los motivos que justifican las medidas de protección que afecten a la práctica del montañismo. 3. Indicadores ambientales de sostenibilidad: la información ambiental es uno de los elementos esenciales en la prevención de los impactos que afectan al medio ambiente. En lo que atañe al colectivo montañero, que midan el impacto que en las áreas de montaña se produce como resultado de la práctica de los deportes de montaña y de las actividades turísticas y recreativas, diferenciando claramente unas de otras en la valoración de impactos. Las federaciones de montañismo y las administraciones competentes promoverán formulas de colaboración con el fin de implementar dicho objetivo. 66


Declaraciones sobre la Protección de las Montañas

4. Formación y sensibilización: la formación medioambiental constituirá uno de los elementos prioritarios (organización de programas de formación para federaciones, clubes, guardas de refugios, guías, monitores y técnicos deportivos y empresarios del sector). 5. Participación en la gestión del medio natural: se hace necesaria la presencia formal de las federaciones de montañismo en los órganos de participación medioambientales. 6. Infraestructuras: se debe realizar un estudio ambiental diferenciado para cada tipo de instalación, así como un plan de mantenimiento, seguridad y divulgación de cada uno de ellos en coordinación con los gestores de los espacios naturales donde se ubica. 7. Refugios1: construcción ejemplo de compatibilidad de la actividad montañera con la conservación de la naturaleza. 8. Apoyo a la economía local y desarrollo de nuevas oportunidades de empleo: el montañismo ha contribuido a revalorizar desde el punto de vista del ecoturismo el desarrollo local de las zonas de montaña. Desde los Ayuntamientos de las Áreas de Influencia socioeconómica de los Espacios Naturales Protegidos, Federaciones de Montañismo, Grupos de Desarrollo Rural y Gestores de los Espacios Protegidos, se deberá trabajar por estimular y formar a la población local para que sea la principal beneficiaria de estos nuevos sectores económicos vinculados o que dan servicio al montañismo. 9. El montañismo y la planificación y ordenación del territorio: partiendo de la idea de que entidades montañeras son asociaciones deportivas sin ánimo de lucro, es preciso que desde las administraciones se tenga en cuenta a las para la gestión de proyectos deportivos, sociales y ambientales, debiendo potenciar este sector de la sociedad organizada en los planes y estrategias de ordenación sostenible del territorio. 1

La FEDME presentó la Declaración de Picos de Europa sobre Refugios de Montaña en Parques Nacionales Cangas de Onís en 2001, donde se exponen los criterios de sostenibilidad para los refugios de montaña en ENP (ver bibliografía)

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Senderismo y Desarrollo Rural (FEDME) V Seminario de Espacios Naturales Protegidos y Deportes de Montaña. Los Barrios (Cádiz), Parque Natural Los Alcornocales (28-30 octubre de 2009) (...) El senderismo, que surgió como movimiento deportivo y social desde los ámbitos urbanos, ofrece una actividad de ocio en la que se busca el disfrute y el reencuentro con el paisaje y el territorio. Tiene connotaciones ambientales, económicas, culturales y sociales, y favorece el acercamiento a la naturaleza de una forma sostenible y respetuosa. Dado el escenario en el que se realiza, se produce una importante incidencia económica al generar un turismo desestacionalizado que ayuda en la estructuración del territorio y es compatible con los usos tradicionales. Caminar por el gusto de recorrer y descubrir paisajes encuentra cada día más practicantes de todas las edades (...). El documento destaca algunas aportaciones del senderismo al desarrollo rural: - Recupera el patrimonio viario tradicional y el patrimonio rural asociado. - Estimula la actividad turística impulsando una oferta desestacionalizada e innovadora que se basa en la revalorización de lo autóctono. - Distribuye los flujos turísticos en el espacio y el tiempo, siempre que se planifique con las estrategias e instrumentos adecuados. - Potencia un modelo de desarrollo sostenible, basado en una actividad que es respetuosa con el medio ambiente y la cultura local. Los participantes del seminario acordaron 12 propuestas para que los senderos contribuyan al desarrollo rural sostenible, destacando aquéllas que hacen referencia a la necesidad de contar con la población local y de preservar las zonas más sensibles.

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Foto: Luis Alejos

Declaraciones sobre la Protecci贸n de las Monta帽as

Senderistas en el robledal de Urritzate (Navarra).

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Otros documentos

3.2. PRÁCTICA MONTAÑA

SOSTENIBLE

DE

LOS

DEPORTES

DE

En términos estrictamente deportivos, hemos de entender la sostenibilidad tal y como se indica en la Carta Europea del Deporte (aprobada por el Consejo de Europa en 1975 y renovada en 1992): “Garantizar y mejorar el bienestar físico, social y mental de la gente de una generación a la siguiente requiere que las actividades deportivas se adapten a los recursos limitados del planeta y se lleven a cabo conforme a los principios de desarrollo sostenible y administración del medio ambiente”. Podemos decir que los deportes de montaña son una práctica deportiva sostenible siempre que su desarrollo contribuya positivamente al mantenimiento del bienestar de los individuos que lo practican, respetando los recursos naturales de los que hace uso para ello y repercuta favorablemente en la calidad de vida de las poblaciones de montaña. “Green Cross” y el concepto “Deporte Sostenible” Green Cross es una ONG internacional presente en más de 30 países, fundada en 1993 por Mikhail Gorbachov, que tiene como misión fundamental ayudar a buscar un futuro sostenible y seguro para todos fomentando el diálogo entre las culturas, promoviendo nuevos planteamientos de desarrollo, basado en un Desarrollo Sostenible, intercambiando conocimientos y experiencias entre civilizaciones e inculcando nuevos comportamientos éticos necesarios para conseguir una conciencia global de la responsabilidad de la humanidad en su relación con la naturaleza y la vida. Deporte Sostenible, es una línea de actuación de Green Cross, que tiene como fin vincular el mundo del deporte con el Desarrollo Sostenible, bajo tres premisas fundamentales: - El deporte requiere para su práctica la utilización de recursos naturales y el disfrute de servicios ambientales. 70


Declaraciones sobre la Protección de las Montañas

- El deporte puede colaborar en la minimización de afecciones ambientales y el desarrollo de iniciativas sociales, tanto en la construcción y gestión de instalaciones e infraestructuras deportivas como en la organización de acontecimientos y competiciones deportivas. - El deporte puede transmitir a la sociedad valores de desarrollo sostenible gracias a su gran poder de difusión. La Carta Verde del Deporte, presentado en noviembre de 2007, supone el primer hito después del lanzamiento en 2006 de la Estrategia Nacional sobre Deporte y Sostenibilidad por Green Cross con la colaboración del Ministerio de Medio Ambiente y el apoyo del Consejo Superior de Deportes y el Comité Olímpico Internacional. Constituye un texto de principios básicos, en el cual aquellas organizaciones relacionadas, directa o indirectamente, con el mundo del deporte que la suscriban, se comprometen a respetar una serie de valores, así como a desarrollar algunas acciones básicas. En este sentido, la Carta Verde se erige, dentro de la Agenda 21 del Deporte Español, como el escrito que permite establecer el marco general de relaciones entre las organizaciones quienes desarrollan actividades dentro de los principios básicos de la Estrategia Nacional sobre Deporte y Sostenibilidad. La Guía de Medio Ambiente y Sostenibilidad aplicado a los Deportes No Olímpicos elaborada por Green Cross España en abril de 2008, es una guía de buenas prácticas que incluye cuatro bloques: - problemas ambientales globales y las principales afecciones que generan los deportes no olímpicos. - metodologías de la gestión ambiental, tanto en la organización de eventos deportivos como en la gestión de las instalaciones. - deportes no olímpicos y buenas prácticas específicas para cada deporte. - labores de comunicación y sensibilización para difundir valores ambientales entre la población.

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En la categoría de Deportes en la Naturaleza (terrestres), se engloban los deportes practicados en el medio natural, bien sea montañoso (baja, media o alta montaña) o bien en medios naturales no necesariamente de montaña. Entre ellos se encuentran las carreras a pie, el senderismo, orientación, escalada, barranquismo y espeleología. Algunos aspectos comunes a todos estos deportes que potencialmente pueden tener una mayor afección para el medio ambiente son: - Compactación y erosión del suelo por el paso repetido de deportistas y espectadores por un mismo lugar. - Restos de materiales empleados para la práctica de estos deportes que son abandonados en el entorno natural, los cuales son considerados como residuos y provocan un potencial impacto paisajístico. - Afecciones a la flora y fauna, especialmente si no se contemplan durante su práctica los periodos de polinización, nidificación, puesta, cría, etc., por ruido, pisoteos, etc. - El desplazamiento hasta los lugares donde estos deportes se practican conlleva la emisión de gases contaminantes debido, generalmente, al empleo de vehículos particulares. Sin embargo, hay algunas afecciones concretas que deberían considerarse en cada deporte: Carreras a pie: tienen un impacto muy leve en el medio natural. El propio hecho de correr no provoca más que la compactación del suelo por donde se corre y el ahuyentamiento momentáneo de los animales al paso del corredor. Ahora bien, cuando se trata de una carrera organizada con instalaciones de salida y meta, controles, señalización, avituallamiento, etc. sí que hay riesgo de otra tipología de afecciones. Senderismo: al poder ser practicado con facilidad y sin ningún medio específico es un deporte realmente valioso en la transmisión de valores relativos a la conservación de la naturaleza y del desarrollo sostenible. Una creencia popular es que todo residuo es biodegradable y antes o después se convertirá en abono para el suelo, lo cual puede derivar en la 72


Declaraciones sobre la Protección de las Montañas

acumulación de residuos en zonas específicas causando un impacto visual negativo. Orientación: conlleva, por su parte, la instalación de balizas que, tras la finalización de la prueba deben ser adecuadamente retiradas para evitar posibles afecciones a la avifauna presente y que éstas se acaben convirtiendo en residuos. Barranquismo: se producen afecciones paisajísticas derivadas de los senderos de acceso y salidas de los barrancos con múltiples sendas alternativas y mal estado de conservación. Asimismo su práctica puede disminuir la presencia de vegetación acuática. Escalada: se pueden producir perturbaciones en la fauna, especialmente a las especies rupícolas así como la flora, ya que en las paredes montañosas se dan importantes endemismos. Del mismo modo las rocas se modifican creando agujeros y ensanchamientos artificiales, así como restos de magnesio en las rocas. Asimismo el marcaje de los anclajes con magnesio conlleva un impacto visual para los usuarios del medio natural. Medidas y buenas prácticas ambientales (a modo genérico): - Determinar adecuadamente las zonas de acceso, marcando o balizando los itinerarios con el fin de que no se accedan a zonas especialmente sensibles. En caso necesario, crear pistas de grava o geotextil (que serán retiradas tras la celebración del evento) para evitar las afecciones a zonas de interés. - Estudiar la posibilidad de establecer los aparcamientos autorizados en zonas preparadas, cercanas a zonas antrópicas y proporcionar servicios de transporte colectivo desde dichos aparcamientos hasta el lugar del evento deportivo, si éste se realiza en zonas de alto interés natural. Esto reduce el problema y controla el acceso a la zona deportiva. - Contar con la colaboración de voluntarios/as o personal propio de la organización del evento, que además de otras instrucciones sobre la normativa ambiental del evento deportivo (...) permitan informar sobre 73


Otros documentos

los aspectos relacionados con los accesos. - Evitar aquellas zonas especialmente sensibles, principalmente durante periodos de puesta en el caso de aves o de cría en mamíferos. - Evitar la contaminación acústica prescindiendo en lo posible de megafonía y usando aislamiento acústico en los generadores de electricidad. - No dejar restos de basura (...) - Espeleología: la entrada de grupos numerosos altera las condiciones naturales. Residuos como pilas, plásticos que contaminan las cavidades, es necesario sacarlos al exterior y depositarlos en contenedores adecuados. - Escalada: antes de abrir nuevas vías se debe valorar la afección posible al medio natural, analizándose los valores naturales que encierra. Se debe acotar el tipo de equipamiento y la metodología empleada, dependiendo del valor ambiental del espacio considerado. Asimismo se debe evitar la utilización del taladro y de sika para la apertura de nuevos bloques debido a las alteraciones en la roca que conlleva su uso. Escalada en Espacios Naturales Protegidos (FEDME) En el III Seminario de ENP y Deportes de Montaña, en Granada el 2005, ya citado anteriormente, se organizó una mesa de debate paralela sobre la escalada. De dicha reunión se redactó un documento de consenso que resalta que “la escalada genera efectos positivos sobre la economía de las poblaciones y potencia el desarrollo turístico”, eso sí, “procurando la buena convivencia con la población local, y respetando su identidad cultural y sus valores tradicionales”. Trata de fomentar el respeto al medio ambiente por parte de los escaladores, al tiempo que los gestores ambientales admiten que la regulación debe realizarse de acuerdo con criterios científicos que tengan en cuenta el impacto real de la escalada. Además de ello, lista una serie de medidas a tomar por los escaladores en consonancia con la Declaración de Tirol, incidiendo especialmente en la minimización de impactos. - Evitar la degradación del suelo en los espacios de escalada y en sus 74


Declaraciones sobre la Protección de las Montañas

accesos, respetando los estacionamientos de vehículos, caminos y sendas, evitando el uso de atajos y de nuevos tramos en los itinerarios de aproximación a las paredes. - Minimizar los ruidos provocados por la presencia humana. Salvo que se justifique por motivos de seguridad, la comunicación entre los escaladores en zonas sensibles habrá de evitar sonidos que produzcan molestias u originen el desplazamiento de los animales. - Recoger todos aquellos residuos generados durante la actividad, transportándolos hasta el domicilio propio o a los contenedores de los núcleos urbanos próximos. - No sólo respetar sino proteger la vegetación y la vida animal, tanto al pie de la vía como a lo largo de la misma. Es especialmente importante la preservación en determinadas fechas de los espacios de nidificación de las aves en las paredes. - Utilizar criterios de mínima intervención en la apertura de nuevas vías de escalada. El aperturista debe respetar al máximo la morfología y características naturales de la roca en la limpieza de las vías de escalada y abstenerse de tallar presas de manera artificial. - Cuidar otras prácticas, como evitar el marcaje con pintura o el abandono de material, procurar la utilización de material mimético, mantener controlados a los animales domésticos, respetar las normas relativas a la acampada en las proximidades de las vías, etc. Dos años después, en abril de 2007, en el IV Seminario de Espacios Naturales Protegidos y Deportes de Montaña celebrado en Covadonga, se abordó un documento similar pero enfocado al barranquismo: Barranquismo en Espacios Naturales Protegidos (FEDME) Al igual que en el anterior documento sobre Escalada en ENP, se reclama por parte del colectivo que “la necesidad de regulación (basada en el conocimiento científico) habrá de considerar criterios ambientales como la presencia de especies protegidas o amenazadas, épocas de reproducción o cría de cualquier especie, riesgo de erosión o peligro de incendios”. 75


Otros documentos

La aplicación de estos criterios ambientales puede concretarse mediante la regulación de la frecuentación, estacionalidad, equipamiento, accesibilidad, información y publicidad. Eso sí, se entiende conveniente “establecer un sistema de directrices flexible y adaptado”, proponiendo la necesidad de: 1) Una normativa preventiva básica cuyo objetivo sea establecer “buenas prácticas”, tendiendo hacia una práctica respetuosa, de baja incidencia en el entorno, y a la vez más segura y dinámica para el practicante. Se podrá concretar en: a) Limitar la cantidad de personas por grupo (para evitar una progresión caótica y descuidada). b) Recomendar una práctica respetuosa. c) No equipar o reequipar, salvos casos de patente emergencia o inutilización de los preexistentes. d) Favorecer la unificación de los accesos pedestres mediante una señalización mínima y básica. e) Tener en consideración las épocas desfavorables de las especies protegidas. f) Establecer una estrategia de información, especialmente en los puntos de acceso señalizados: las condiciones físicas y medioambientales del barranco, etc. 2) Una normativa específica que contemple dónde y cuándo se regula. a) En el espacio, fijando los lugares y no necesariamente la totalidad de los barrancos. b) En el tiempo, determinado las fechas de aplicación. El documento concluye que se precisa la comunicación entre las administraciones públicas y la FEDME y otras federaciones, que puede articularse mediante convenios y otros mecanismos de colaboración, resultando especialmente importante la integración de las federaciones en los órganos de todos los espacios naturales protegidos en los se practica el barranquismo.

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Declaraciones sobre la Protección de las Montañas

3.3. MONTAÑISMO Y CAMBIO CLIMÁTICO Las montañas se encuentran entre las regiones más sensibles a los efectos del cambio climático y muestran de forma inmediata y pronunciada sus efectos, como es el caso del retroceso de los glaciares. Las consecuencias del cambio climático en estas zonas se extienden, además, más allá de las propias montañas, ya que: • Las montañas proporcionan agua dulce a la mitad de la población del mundo. El cambio climático afectará la disponibilidad de agua, y en muchos casos, esto significará menos agua cuando más se necesita. • Las zonas de montaña están generalmente expuestas a múltiples riesgos. El cambio climático es probable que aumente esta exposición ante fenómenos extremos como tormentas, deslizamientos, avalanchas y desprendimientos de rocas, que tienden a ser más frecuentes y más intensas en las zonas de montaña, amenazando tanto a los medios de subsistencia como a la infraestructura. • La mitad de los “puntos calientes” de biodiversidad mundial (las zonas con mayor índice de biodiversidad) se encuentran en regiones de montaña. Son un importante patrimonio mundial que está siendo amenazada por el cambio climático y la acción humana. • Las montañas son el hogar de alrededor del 10% de la población mundial. Además, la gran mayoría de los habitantes de montaña viven en países en desarrollo. Muchos de sus pobladores pertenecen a culturas ancestrales y/o en peligro de desaparición y se encuentran a menudo recluidos e implicados en conflictos bélicos transfronterizos. Un tercio de ellos padecen de inseguridad alimentaria (una alta proporción en comparación con la media global). Las montañas son a menudo entornos de opciones limitadas debido a las duras condiciones de vida y su situación marginal en términos de integración económica y la toma de decisiones políticas. Si a estos factores se le añaden las consecuencias del cambio climático, podrían forzar a las poblaciones de montaña a la migración masiva.

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Foto: Luis Alejos

Otros documentos

La flora alpina es muy sensible a los efectos del cambio climático.

En los últimos años, diversos colectivos montañeros han publicado manifiestos donde se refleja su postura respecto al cambio climático. He aquí una selección de algunos documentos que consideramos relevantes: 78


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Resolución de la UIAA sobre el Cambio Climático La Asamblea General de la UIAA, en Banff, Canadá, 14 de octubre 2006: • Expresa la preocupación de la UIAA por la amenaza que padecen los recursos vivos de la Tierra, incluyendo pero no limitándose a las áreas de montaña y las comunidades humanas, de los efectos del cambio climático y el rol de los combustibles fósiles en contribuir a dichos cambios. • Reconoce la contribución fundamental que los montañistas pueden aportar a la concienciación del público sobre aspectos del cambio climático a través de sus observaciones históricas y el conocimiento actual sobre el retroceso de los glaciares y neveros. • Urge a todas las asociaciones montañeras y sus miembros que consideren tanto las implicaciones del cambio climático en sus propias actividades como la oportunidad que tienen para influenciar a otras organizaciones, desde el sector público al privado, a una mayor comprensión de la crisis del cambio climático y aumentar la disposición de estos otros intereses a adoptar medidas para hacer frente a los problemas del cambio climático.

El Futuro de Nuestras Montañas: Impactos del Cambio Climático en la Región Alpina Canadiense (Club Alpino de Canadá) A iniciativa conjunta del Club Alpino de Canadá (ACC) y la Comisión para la Protección de las Montaña de la UIAA, en Banff el 10/11 de octubre de 2006, se celebró un taller para examinar la cuestión del cambio climático y sus consecuencias para los montañistas y el montañismo. Fruto del trabajo de taller, el ACC desarrolló una declaración de políticas o pasos a seguir sobre el cambio climático para el club que pueden servir para que otras asociaciones consideren adoptar alternativas similares. Como introducción admite que “todos necesitamos un lugar tangible para comenzar a abordar el problema, y como todos nosotros (los miembros del club) amamos las montañas, deberíamos empezar desde allí (…)”. 79


Otros documentos

Resalta los “precedentes pioneros de la comunidad de montañistas que demuestran que el colectivo tiene los conocimientos y la experiencia necesaria para contribuir significativamente en la formación de opinión pública sobre el cambio climático en las regiones alpinas”. Pero ¿cómo puede una organización de voluntarios como el Club Alpino de Canadá orquestar y utilizar sus recursos limitados y energía de manera que se marque una diferencia positiva en abordar lo que es en realidad un problema de dimensión global? A esta pregunta se proponen diez pasos a seguir (presentados aquí de forma resumida) para que el ACC influya en las políticas públicas que afectan a las regiones alpinas de Canadá: 1. Hacer de esto un asunto personal: reconocer lo que esta amenaza significa para la montaña y los montañistas y comprometerse a la acción. 2. Conocer los datos y compartirlos dentro y fuera del club: necesitamos ponernos de acuerdo en qué vamos a hacer. Antes de tratar de cambiar el resto del mundo, tenemos que trabajar sobre nosotros mismos. 3. Construir un puente funcional para el entendimiento entre la ciencia y los miembros del club: nuestra deuda con el privilegio de practicar el montañismo es determinar por qué este mundo está cambiando y en qué medida nosotros, tanto en nuestra actividad montañera como en nuestra vida diaria, podemos conducir a cambios en la práctica de la vida diaria por nosotros y por otros. 4. Armonizar actividades y programas del club con objetivos de lucha contra el cambio climático. 5. Establecer una agenda del clima de la ACC: para hacer frente al cambio climático desde dentro del club, además de diseñar actividades e instalaciones, no se puede abordar la cuestión tomando decisiones ejecutivas verticales desde la directiva hacia el resto de secciones y miembros, sino que se debe establecer un diálogo orquestado en todos los niveles del club. Ese diálogo será significativo si antes se ofrece a los miembros del club un programa educativo sobre los conocimientos y perspectivas más actuales 80


Declaraciones sobre la Protección de las Montañas

sobre el cambio climático en los montes de Canadá. Solamente después de llevar a cabo este diálogo y establecer una agenda práctica sobre el clima podrá el club tomar este asunto en serio y definir el campo político en el que puedan buscar influencias. 6. Entender y apreciar la actual incomprensión y esperar oposición: muchos canadienses han sido seducidos por una silenciosa pero a su vez agresiva campaña de desinformación errónea que ha llevado a una autocomplacencia y negación de lo que está pasando delante de sus ojos. Es por ello que la evolución de políticas públicas efectivas relacionadas al cambio climático en Canadá se ha visto obstaculizada por estas dudas generadas artificialmente. Como resultado, la gente no sabe qué hacer ni a quién o qué creer. Los miembros de la ACC, tal y como estamos ligados a la montaña, podemos aportar nuevas perspectivas a los debates sobre el rumbo que está tomando el clima en nuestro planeta. 7. Reconocer y establecer puentes entre afirmaciones positivas y normativas: los científicos y los políticos tienen motivaciones y métodos de discurso tan diferentes que no es de extrañar que tengan problemas para comunicarse. Debemos establecer un puente fiable y duradero entre la ciencia y el entendimiento del público que conlleve a una política pública efectiva. 8. Crear asociaciones eficaces con organizaciones con necesidades y agendas similares en torno al cambio climático: al tiempo que los ecosistemas alpinos se van desplazando hacia el norte y a mayores altitudes, las áreas protegidas que albergan el paisaje representativo de estos ecosistemas se verán modificadas de forma dramática. Esto supondrá el mayor desafío para la administración de la red de parques nacionales y provinciales de Canadá y eventualmente necesitarán una gran ayuda. Los miembros del ACC podemos ser de gran ayuda si nos asociamos con estas agencias para hacer frente a los problemas generados por el cambio climático. 9. Crear puentes entre políticas públicas a nivel local, regional y nacional de forma cuidadosa y respetuosa: el éxito de las recomendaciones políticas es debido normalmente a la conexión creada entre la frontera del debate científico 81


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y el político. La mejor influencia política es la creada por aquellos en los que se confía y que saben cuáles deben ser las cuestiones a plantear y las decisiones a tomar. Conseguimos esa conexión con el gobierno en la creación de una red de parques nacionales en las primeras dos décadas de existencia del club y lo podemos conseguir ahora en la lucha contra el cambio climático. 10. Asimilar la necesidad de la sociedad de ser positiva y persistente y a su vez, flexible y adaptable: nuestros conocimientos sobre la geografía y los ecosistemas de montaña nos permiten ser testigos altamente influyentes de los impactos del cambio climático y extender esa influencia fuera del colectivo a toda la gente de nuestro alrededor. Pero no son sólo esos conocimientos los que influirán a los demás, sino la confianza, carisma y carácter que transmitamos como guías sobre este tema. Debemos ser positivos y considerados sobre el futuro del clima. Pero también es importante que seamos flexibles y adaptables a las circunstancias cambiantes de la misma manera en que lo somos en la montaña. También debemos tener siempre en cuenta la complejidad del problema y la importancia de estar al tanto de la actualidad científica y acerca de nuevos acontecimientos climático que afectan a nuestras montañas. Finalmente, debemos ser persistentes, tal y como lo seríamos en cualquier montaña, si queremos alcanzar nuestra meta. Recomendaciones de la FEDME ante el Cambio Climático Las propuestas de este documento son fruto de la Jornada “Los glaciares como indicadores del calentamiento global: el montañismo ante el cambio climático” que tuvo lugar el 20 de septiembre de 2008 en Benasque (Aragón), organizada por el Consejo Asesor Científico de las Montañas de la FEDME. La Jornada reunió a 60 personas vinculadas a la investigación, la ciencia y el montañismo de diferentes comunidades autónomas, que pudieron conocer los estudios realizados sobre los glaciares de España y del resto del mundo de la mano de los eminentes científicos. Las propuestas son: 1. El impulso y fomento de buenas prácticas ambientales en las actividades deportivas de los federados y la colaboración con las diferentes administraciones públicas en las acciones de conservación de los entornos 82


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Foto: WWF International

naturales donde se desarrollan los deportes de montaña. 2. La colaboración con las Administraciones Públicas que gestionan los Espacios de Montaña con presencia de los glaciares para establecer sistemas de información actualizada de la situación de los glaciares, medidas de prevención, y acciones de sensibilización y educación medioambiental, tanto para el colectivo montañero, como para la población en general. 3. El incremento de las medidas de prevención y seguridad en las zonas que han sufrido degradación y retrocesos, para evitar riesgos asociados a desprendimientos de rocas, hielo, etc. 4. El intercambio a través de los Comités relacionados con esta materia en la FEDME (Comité de Accesos y Naturaleza, GAME, EEAM...) de informaciones que puedan ayudar a realizar de forma más segura y precisa la actividad alpinística en estos entornos. 5. Una revisión y actualización de las guías de alpinismo, para adecuar a la realidad las rutas y ascensiones con paso de glaciares y neveros, ya que la realidad está cambiando de forma acelerada. 6. La difusión entre los federados y clubes en España de las conclusiones y estudios de esta Jornada, con el fin de dar información actualizada sobre la situación de los glaciares.

Un 67% de los glaciares del Himalaya están retrocediendo hasta 10 metros cada año.

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Al hilo de la actualidad y entrando en el contexto de la recién celebrada Cumbre sobre el Cambio Climático en Copenhague (7-18 de diciembre de 2009), presentamos otra declaración que alerta sobre la necesidad de protección de las montañas ante el cambio climático. A pesar de estar planteado desde el punto de vista de la clase política, no por ello deja de ser oportuno y relevante para el colectivo montañero: Declaración del Everest sobre el Cambio Climático (Reunión del Gabinete del Gobierno de Nepal) El gabinete del Gobierno de Nepal se reunió el 3 de diciembre de 2009 en el Campo Base de Kala Patthar, a los pies del Everest, a 5242 m. El histórico encuentro, de un alto contenido simbólico, con los miembros del gabinete bien abrigados y usando máscaras de oxígeno, tenía como objetivo resaltar el impacto del cambio climático en el Himalaya y hacer un llamamiento urgente a la comunidad mundial mediante una declaración de 10 puntos para: 1. Expresar nuestro compromiso para trabajar conjuntamente con las naciones del Sur de Asia, así como otras naciones para proteger los Himalayas y los ecosistemas de montaña que se encuentran amenazados por el cambio climático y llamar la atención a la comunidad mundial sobre este problema. 2. Poner en marcha campañas de concienciación, tanto a nivel local como nacional, acerca de estudios sobre el potencial impacto y formas de mitigación de las situaciones adversas creadas por el cambio climático en las regiones del Himalaya y las zonas afectadas, al modo de vida y subsistencia local, especialmente entre las comunidades pobres y marginadas, indígenas, los dalit (casta de los intocables), mujeres y niños. 3. Mitigar el efecto negativo del cambio climático con antelación y promover la capacidad de adaptación social en la agricultura y otros sectores, adoptar un sistema de alerta anticipada, desarrollar un plan sobre el cambio climático y aumentar los conocimientos necesarios en este campo. 84


Declaraciones sobre la Protección de las Montañas

4. Con el objetivo de preservar el ecosistema de montaña, expandir el actual 20% de superficie protegida al 25% de superficie total de Nepal, y establecer la superficie forestal del país en un 40%. Para explicar nuestro compromiso, declarar las regiones de Gaurishankar y Apinapa como áreas de conservación. 5. Obtener apoyo de la comunidad global para implementar de manera efectiva proyectos acordes con las necesidades de Nepal, con el fin de abordar los efectos adversos del cambio climático en el sector socioeconómico de Nepal, especialmente en los recursos hídricos, la agricultura, la biodiversidad, los bosques, la vida humana y la salud. También apoyar la propuesta de exigir a los países desarrollados que contribuyan al menos con un 1,5% de su PIB al Fondo para el Cambio Climático. 6. Confiando en que por medio del desarrollo de energías limpias se pueden reducir las emisiones de carbono en la región, llamar la atención a los países desarrollados y vecinos, para que la tecnología moderna y adecuada, sea de fácil acceso e inversión. 7. Tomar la iniciativa de modificar el proyecto de Mecanismo de Desarrollo Limpio (CDM)1 para hacerlo más accesible y beneficioso a las naciones pobres como Nepal. 8. Para prevenir situaciones peligrosas debidas al cambio climático, exigir el mantenimiento del nivel de los gases de efecto invernadero en la atmósfera por debajo de 350 ppm (partes por millón) y la temperatura media del planeta al nivel que presentaba en la era pre-industrial. 9. Debido a que la investigación acerca de los impactos del cambio climático en el derretimiento de la nieve y los glaciares en la región del 1

Acuerdo dentro del Protocolo de Kyoto que permite a los países industrializados con un compromiso de reducción de gases de efecto invernadero (llamados países de Anexo 1) invertir en empresas que reduzcan las emisiones en los países en desarrollo como una alternativa a la reducción de las emisiones más caras en sus propios países.

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Himalaya es muy limitada, tomar la iniciativa de satisfacer estas necesidades de conocimiento en este aspecto. 10. Hacer una llamada a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para mitigar los graves impactos de estos gases y otras actividades en los ecosistemas de montaña y los Himalayas. Además, llamar la atención a todos para obtener compensación de los países emisores de gases de efecto invernadero, y aliviar a las naciones y personas pobres afectadas negativamente por estos gases. Este llamamiento sirvió como preámbulo para la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Copenhague (Dinamarca), celebrado entre el 7 y 18 de diciembre del 2009. Aprovechando la coincidencia con el Día Internacional de las Montañas el 11 de diciembre, se organizó un encuentro colateral bajo el nombre de “Cumbre para Salvar los Himalayas (S3H)”. Alpinistas del Himalaya y de todo el mundo, celebridades de renombre internacional, y una mayor audiencia global con una preocupación por el cambio climático mundial se reunieron y desfilaron para discutir y poner de relieve los desafíos a los que se enfrenta el Himalaya, en el contexto del calentamiento global.

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Foto: Everest Summiters Association

Declaraciones sobre la Protección de las Montañas

Foto: AFP/Getty Images

Manifestación en Copenhague, a raíz del encuentro “Cumbre para salvar los Himalayas”

Reunión del Gabinete del gobierno nepalí en el Campo Base del Everest (Kala Pathar).

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3.4. MONTAÑISMO Y EDUCACIÓN AMBIENTAL “Montañismo y Educación Ambiental” (FEDME). Este texto, acordado en el IV Seminario de Espacios Naturales Protegidos y Deportes de Montaña, en Covadonga, 21 de abril de 2007, parte del concepto de que el montañismo ha estado ligado desde sus orígenes en España y Europa a un deseo de explorar y conocer el medio natural mediante la práctica de una actividad deportiva cuya esencia pasa por el respeto a la naturaleza y el aprendizaje de valores y actitudes positivas para la persona y la sociedad y proyecta hacia el futuro ese compromiso de los montañistas con la educación ambiental. El Montañismo y el Medio Natural - El montañismo no es sólo una práctica deportiva, sino además una forma de comportamiento que favorece el desarrollo integral de la persona y de la sociedad aportando valores educativos y sociales en relación al medio natural. - El conocimiento del medio natural donde se desarrolla la actividad deportiva es la base para garantizar un comportamiento respetuoso hacia el medio ambiente por parte de sus practicantes, apoyándose además en protocolos y códigos de buenas prácticas ambientales, y en el conocimiento y comprensión de la legislación vigente que afecta al acceso y disfrute de la naturaleza. El Papel del Colectivo Montañero en la Educación Ambiental NoReglada - (...) El montañismo (…) es un buen medio para comprender el medio natural, mediante el desarrollo de una actividad lúdico-deportiva que tiene un fuerte componente de exploración, curiosidad y conocimiento directo de la naturaleza. Las federaciones y clubes deben seguir con su labor de divulgación activa y responsable de los paisajes, siendo preciso tener en cuenta estas motivaciones y necesidades por parte de los gestores 88


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ambientales y deportivos. - El papel de las entidades excursionistas, clubes de montañas y las federaciones con relación al sector infantil y juvenil, ha sido y es fundamentalmente correa de transmisión de valores y como laboratorio social de aprendizaje (...). - Desde su origen las entidades montañeras han sido pioneras en el mundo asociativo en la protección y defensa de las montañas. - Desde las vocalías de naturaleza de los clubes, se viene realizando una tarea de divulgación y sensibilización ambiental a escala local y regional. Se han transmitido valores y éticas de conducta, basadas en la participación activa frente a los problemas ambientales y la práctica deportiva responsable (...). - (...) las entidades montañeras y sus federaciones han realizado una amplia labor en el mundo editorial excursionista, dando a conocer paisajes y lugares en clave excursionista, normalmente bajo la premisa de un respetuoso acercamiento a la naturaleza. Esta tarea de divulgación (…) responsable con el medio ambiente, debe complementarse y coordinarse con las acciones divulgativas en el marco de la gestión de los espacios protegidos y con otros sectores editoriales, para conseguir una información con capacidad de involucrar a los usuarios y lectores en la conservación y el uso responsable de los espacios naturales. - En el amplio abanico de los profesionales de la montaña, los guardas de los refugios realizan tareas y colaboraciones con los gestores de los espacios naturales protegidos, convirtiéndose así en referentes de la sensibilización ambiental que se desarrolla en estos espacios. Participación, Voluntariado y Educación Ambiental - La participación es una herramienta fundamental para conseguir que las personas que practican el montañismo estén informadas, sensibilizadas y capacitadas para actuar en la defensa del medio natural (…) - El voluntariado ambiental en España tiene una amplia base que proviene en parte del colectivo montañero y, por tanto, debe ser objeto de especial atención y apoyo, sobretodo en los espacios naturales protegidos. 89


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Recomendaciones 1. Trabajar todas las partes implicadas (federaciones, administraciones, población local, etc.) en la mejora de la educación ambiental de los montañeros (…) 2. Es necesario difundir y potenciar entre las administraciones públicas y las asociaciones sin ánimo de lucro (ONG, deportivas, ambientales, culturales, juveniles, etc.) la importante labor desarrollada por parte de los clubes y federaciones de montañismo en materia de cursos de iniciación al montañismo y técnicas de conocimiento del medio, como estrategia respetuosa de acercar al ciudadano a la naturaleza. 3. (...) Las administraciones ambientales y las federaciones deportivas deben trabajar para difundir los códigos de buenas prácticas ambientales, para así poder difundir de forma más efectiva los mensajes y actitudes entre el colectivo federado y todos aquellos grupos que sienten preocupación por las montañas. 4. (…) Desde las escuelas deportivas y las administraciones se debe apoyar las titulaciones de técnicos deportivos (que incluyen la formación en Medio Ambiente, especialmente los módulos de sensibilización e interpretación ambiental) y establecer canales de colaboración entre los gestores de uso público de los espacios naturales protegidos y los profesionales de la montaña, para coadyuvar a una mejor formación en esta materia, lo que redundará en la transmisión de valores y actitudes ambientales a las personas que guíen. 5. (…) Apoyar y asesorar desde los órganos de gestión de los espacios naturales protegidos la red de senderos de GR y PR para conseguir que estos itinerarios tengan mayores contenidos de interpretación ambiental; sobre todo en los senderos locales y de pequeño recorrido que pueden servir para la transmisión sencilla de conocimientos y actitudes ambientales. Asimismo, se debe buscar una mayor coordinación entre las federaciones y las administraciones ambientales con relación a la promoción y señalización de nuevos senderos. 90


Declaraciones sobre la Protección de las Montañas

6. La irrupción de nuevas tecnologías en la sociedad debe facilitar a las federaciones y clubes un medio de trabajo para comunicar e informar de forma responsable y sostenible a sus asociados y al resto de la sociedad en el terreno de la educación ambiental. 7. Se debe promover desde el ámbito federativo y los organismos públicos el acercamiento a la naturaleza mediante prácticas deportivas no motorizadas (siempre dentro de la regulación establecida) que supongan una modalidad sostenible de conocer las montañas, ayudando con estas buenas prácticas ambientales a la reducción de la contaminación atmosférica y a la conservación de las montañas frente a las amenazas del cambio climático. 8. Las federaciones y las administraciones deben impulsar y apoyar Centros de documentación vinculados a la montaña. Los objetivos serán actualizar y difundir los servicios existentes en educación ambiental, y servir de herramienta y asesoramiento al profesorado y a las entidades. Las administraciones públicas pueden ayudar a la creación y mantenimiento de estos centros de documentación mediante convenios-marco de colaboración. 9. Se debe apostar por el aumento de los programas de formación continua que desarrollan las federaciones para el profesorado (docentes, técnicos, guías, guardas, monitores de clubes, etc.) con relación a materias de educación y sensibilización ambiental, a través de acuerdos entre las federaciones y administraciones públicas competentes en medio ambiente, educación y deportes. En el mismo sentido, se seguirá apoyando la colaboración de las federaciones con instituciones de enseñanza superior e investigación, facilitando el acceso, estudio y evaluación ambiental de ENP, acentuando su función social. 10. Los programas y planes de Uso Público y Educación Ambiental en los ENP, deberían potenciar la participación activa de las federaciones y clubes en todo lo relacionado con la divulgación de normas de uso público, fomentando la buena ordenación de las actividades deportivas en la naturaleza y la formación de los responsables y asociados en materia ambiental. 91


Otros documentos

11. Las instalaciones de acogida de los ENP, así como los refugios de montaña deben integrarse en los programas educativos, divulgativos e interpretativos, y servir de soporte para la difusión de mensajes que induzcan a actitudes de mayor respeto al medio ambiente, fomentando la participación activa de los visitantes, en general, y de los montañeros, en particular.

Foto: RedMontañas

12. En este contexto, se propone la implantación de encuentros o reuniones periódicas especificas entre gestores de espacios naturales y federaciones de montañismo (a modo de plataforma de comunicación socio-ambiental), para fomentar mutuamente programas y acciones de sensibilización ambiental, que promuevan en estos espacios actitudes y valores respetuosos con la naturaleza y compatibles con la práctica de los deportes de montaña.

Celebración del Día Internacional de las Montañas en la Sierra de Guadarrama.

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Declaraciones sobre la Protección de las Montañas

CAPÍTULO 4 ANÁLISIS Y REFLEXIÓN FINAL Las declaraciones sobre la protección de las montañas, surgen de la concienciación por las crecientes agresiones ambientales que sufren los frágiles entornos montañosos, además de los efectos negativos que acarrean el incremento y masificación de las actividades deportivas y turísticas de montaña. Aunque hay una larga lista de declaraciones que reclaman la protección del medio ambiente, la Declaración de Katmandú (1982) de la UIAA fue un documento pionero considerando que partió del propio colectivo montañero y su concienciación sobre la necesidad de una protección eficiente de los entornos de montaña. Fue una llamada a la acción contra la degradación de las montañas, por la práctica del montañismo respetuosa con el medio ambiente y las culturas locales, por el derecho al libre acceso a las áreas montañosas, etc. La Declaración de Katmandú, aunque no es muy extensa y aborda los problemas de las montañas de forma muy generalizada, supuso un gran paso para el colectivo montañero y un referente para futuras declaraciones tanto de la UIAA como de otras organizaciones. Pocos años después, en 1987, el movimiento “Mountain Wilderness” anuncia su nacimiento con la “Tesis de Biella”, su carta de presentación que reivindica la protección de las montañas, pero traspasa el mero ámbito conservacionista y medioambiental y entra en el terreno filosófico y moral. La esencia de la doctrina se encuentra en el concepto de “wilderness”, que se podría traducir como “medio natural, o naturaleza salvaje sin alterar por las actividades humanas”, pero que comprende factores psicológicos y éticos más allá de su definición. Incluye las mismas reivindicaciones ambientales de la Declaración de Katmandú pero especifica y profundiza más en ellas. Incluso hace autocrítica y asume la responsabilidad de la comunidad de alpinistas y las asociaciones que las reúnen, ya que aunque la mayor parte de las veces no haya sido más que indirecta o involuntaria, no por

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Análisis y reflexiones

eso es menos condenable. Obviamente, se opone frontalmente al proceso de “civilización” exagerada e indiscriminada de la montaña mediante la construcción de pistas de esquí, proliferación de refugios y la ampliación de los ya existentes, con el deseo de atraer a la mayor cantidad de gente a la práctica de la montaña y satisfacer sus necesidades de entretenimiento de consumo. Pero incluso las intervenciones que desde el punto de vista ecológico o paisajístico causan un impacto de poca importancia sobre el entorno, como un conjunto de cuerdas fijas abandonada o unas señales pintadas, son cuestionables desde el punto de vista de MW ya que le quitan el misterio y la satisfacción del descubrimiento personal del entorno, que son la esencia de los valores del concepto de “wilderness”. Una vez más, las reivindicaciones ambientales conllevan a los principios éticos y morales del alpinismo. Algunos autores tachan la reivindicación MW de elitismo y de exclusivismo, que difícilmente es trasladable a países en desarrollo y que presenta grandes contradicciones. Todo esto parece que ha contribuido, junto a sus limitados recursos materiales, a su escasa incidencia social y ha impedido la consolidación del proyecto MW. Puede que sea cierto, pero su mensaje causó impacto y propició un debate muy intenso y controvertido en el mundo del montañismo que sigue vivo aún hoy en día. Prueba de ello es que después de tantos años, se siguen publicando declaraciones de ética y buenas prácticas en el montañismo. En 2002 la UIAA publica la Declaración de Tirol, un conjunto de valores y máximas sobre buenas prácticas en los deportes de montaña. Aunque no profundiza en el concepto filosófico de la “wilderness”, hay un lema que prevalece sobre todo el texto y que refleja parte de esa filosofía: el no dejar huella o “leave no trace” en las montañas o paredes de escalada. Ambas declaraciones exigen también el respeto de los montañeros visitantes hacia las poblaciones locales y su cultura. La Declaración de Ética de la Montaña (2009) de la UIAA es una actualización reciente que añade otros dos artículos a su predecesora la Declaración de Tirol. Son los artículos referidos al uso suplementario de 94


Declaraciones sobre la Protección de las Montañas

oxígeno y a las expediciones comerciales a gran altura. En la Declaración de Tirol, en las directrices del artículo 8 sobre el Estilo, se considera que “el buen estilo en las grandes montañas implica no utilizar cuerdas fijas, ni drogas para mejorar el rendimiento, ni oxígeno suplementario”. Llama la atención que en la Declaración de Ética de la Montaña se retractan y dejan recaer las consideraciones éticas sobre el alpinista individual, con la condición de que retire las bombonas usadas de la montaña. En cuanto a las expediciones guiadas comerciales, el predecesor de la Declaración de Tirol, el Mountain Code americano, exigía la limitación de estas a 6.500m, lo cual se borró de la declaración final de Tirol y finalmente, se ha pasado a aceptar en la Declaración de Ética de la Montaña que “estas expediciones asuman las limitaciones de sus clientes y que garanticen su seguridad”. Por lo tanto, la excesiva diplomacia y el retroceso en las exigencias de buenas prácticas parece considerable, en comparación con anteriores declaraciones. La reivindicación del libre acceso a las montañas como derecho fundamental es común a prácticamente todas las declaraciones realizadas por colectivos montañeros (Katmandú, MW, Kranjska Gora, Tirol...), eso sí, de manera responsable y respetuosa con el medio ambiente. A veces por conflictos políticos, otras por la falta de miras de determinadas actuaciones conservacionistas, se ha limitado el acceso a estos entornos al colectivo montañero. De esto último se quejaba la FEDME en su “Declaración de Cáceres” de 1995, de las crecientes restricciones de acceso a entornos protegidos al colectivo montañero por motivos conservacionistas, mientras que las autoridades no incidían en los verdaderos problemas medioambientales más graves y agresivos que acechaban el entorno local y global como puede ser la fuerte presión urbanística y la construcción de grandes infraestructuras de deportes de invierno. La declaración, asume de antemano el comportamiento ambientalmente responsable de todo el colectivo montañero, justificando de forma unilateral el libre acceso a las zonas de montaña. Sin embargo, parece ser que las relaciones y la comunicación entre las autoridades competentes de los espacios naturales protegidos y los representantes de las organizaciones vinculadas a las actividades deportivas de montaña ha mejorado notablemente en los últimos años, tal y como se ve reflejado en la Declaración de Gredos (2008) 95


Análisis y reflexiones

de la FEDME. Emplaza a que se siga en la misma línea de colaboración y entendimiento entre las federaciones de montaña, profesionales y técnicos que tienen el entorno natural como escenario de actuación. El colectivo montañero se compromete a la colaboración con profesionales en procesos formativos en materia de medio ambiente para aumentar los conocimientos sobre las mejores prácticas de los deportes de montaña. Con la Declaración de Kranjska Gora (1997), la UIAA profundizó más en los problemas medioambientales que afectan al entorno de la montaña. El documento lista los impactos ambientales que sufren las montañas (tanto por causas globales como los causados por el alpinismo) y considera el papel que la UIAA desea que los alpinistas jueguen con el fin de ayudar a garantizar un futuro sostenible para el entorno de la montaña. Entre algunos impactos que amenazan a los ecosistemas y comunidades de montaña, se cita el excesivo número de visitantes (incluyendo alpinistas) en áreas sensibles, especialmente en áreas famosas como los campamentos base de las montañas más elevadas. Reconoce sin embargo, que las montañas son fuente de recursos esenciales para las comunidades locales y la humanidad en conjunto, y que el turismo de montaña supone una importantísima fuente de ingresos para las comunidades locales. Pero este aporte económico, si no se controla adecuadamente, puede tener repercusiones negativas en el entorno y las culturas locales, que son especialmente sensibles en las regiones de montaña, y aún mas en países en desarrollo. El movimiento MW ya denunció en su Tesis de Biella que a menudo se ha fomentado un turismo masivo que degrada el entorno y produce transformaciones profundas en la cultura de las poblaciones locales y su concepto de bienestar material, ya que puede que no estén preparadas a acceder con tanta facilidad a importantes flujos de dinero y bienes materiales. La Carta de las Montañas, promovida por RedMontañas en 2005, plantea como objetivo el diseño de políticas integrales capaces de garantizar la protección de las montañas (preservar sus valores naturales, paisajísticos y culturales) como única vía para garantizar la equidad, el bienestar y el desarrollo equilibrado de sus habitantes satisfaciendo a la vez las aspiraciones, intereses, y expectativas espirituales, recreativas, éticas, 96


Declaraciones sobre la Protección de las Montañas

científicas y vitales del conjunto de la sociedad. La gestión debe tener su base conceptual en la conservación y, en su caso, recuperación del patrimonio, y su objetivo estratégico debe ser la puesta en valor y gestión racional de todos los recursos protegidos a fin de contribuir a garantizar el bienestar de las comunidades de montaña y el cumplimiento de las expectativas de toda la colectividad. La Carta de las Montañas es una adaptación de la Carta Europea de las Regiones de Montaña a la realidad del estado español, lo que permite concretar mejor el objetivo del diseño de políticas de protección a la realidad local. En cambio, la Carta de Argeo (2005) de la UIAA, está planteada para las regiones de montaña a nivel internacional, pero en especial para aquellas regiones expuestas recientemente al turismo de montaña (países en desarrollo), para poder adaptarlas posteriormente a las características y necesidades particulares. Al igual que la Carta de las Montañas, pone a disposición unas recomendaciones generales a seguir por las comunidades locales. El conjunto de estas políticas debe desarrollarse partiendo del reconocimiento social del papel prioritario de la conservación del patrimonio garantizando oportunidades de bienestar y pleno desarrollo de las iniciativas de sus poblaciones. Cuando desde el montañismo hablamos de sostenibilidad, estamos hablando de la necesidad de compaginar la actividad deportiva y turística en la naturaleza, con su conservación como patrimonio irrenunciable y con la vida de quienes viven de la montaña y del campo. Desde el punto de vista del colectivo montañero, la FEDME también resalta el papel fundamental que han jugado la práctica del montañismo y el senderismo al desarrollo sostenible de las poblaciones rurales. Siguiendo el espíritu de la Declaración de Cáceres, defiende la compatibilidad de la actividad deportiva con la conservación y aporta sus recomendaciones sobre la manera en que deberían de contribuir el montañismo y el senderismo al desarrollo de las comunidades rurales, sin antes resaltar la necesidad de una buena comunicación entre la población local, gestores, técnicos y las federaciones deportivas. En términos estrictamente deportivos, hemos de entender la sostenibilidad como se indica en la Carta Europea del deporte: 97


Análisis y reflexiones

“Garantizar y mejorar el bienestar físico, social y mental de la gente de una generación a la siguiente requiere que las actividades deportivas se adapten a los recursos limitados del planeta y se lleven a cabo conforme a los principios de desarrollo sostenido y administración del medio ambiente”. Existen documentos específicos sobre la práctica sostenible de los deportes de montaña que recomiendan las medidas ambientales a tomar sobre cada modalidad deportiva. La FEDME tiene sendos documentos sobre Escalada y Barranquismo en ENP que ofrecen recomendaciones para no perjudicar estos entornos basándose en los principios de la Declaración de Tirol de “leave no trace”, aunque eso sí, reclaman una vez más el diálogo con las autoridades y que las limitaciones de acceso tengan una base científica demostrada. El movimiento “Green Cross” también describe brevemente las buenas prácticas específicas de cada deporte de montaña en la “Guía de Medio Ambiente y Sostenibilidad aplicado a los Deportes No Olímpicos” (2008). En lo que respecta al problema del cambio climático, las montañas han cobrado gran protagonismo en la actualidad al ser las zonas más sensibles del planeta, junto con los polos, a los efectos del clima. El Gobierno de Nepal consiguió llamar la atención a los medios y a comunidad internacional mediante una puesta en escena espectacular de la reunión de gabinete de gobierno en el campo base de Kala Pathar (5242 m) a los pies del Everest. El mensaje de su declaración tuvo un gran eco y sirvió de pretexto para posteriores reivindicaciones en la reciente Cumbre sobre el Cambio Climático en Copenhague en diciembre de 2009. Entre otras cosas exigía la cooperación entre los países bajo la influencia del Himalaya para actuar conjuntamente en la lucha contra el cambio climático, pero sobre todo, exigía a los países desarrollados, que son los que más contaminan, tomen cartas en el asunto e inviertan al menos el 1,5% del PIB al Fondo para el Cambio Climático. Resulta cuando menos curioso que, siendo responsable de tan sólo el 0,25% de las emisiones de gases de efecto invernadero de todo el planeta, Nepal sea uno de los países más inmediatamente afectados por los efectos del cambio climático en todo el planeta.

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Declaraciones sobre la Protección de las Montañas

Cierto es que la Declaración del Everest ha recibido sus críticas. Según el periódico “The Himalayan Times”, la Federación de Usuarios de Bosques Comunitarios (FECOFON) critica la decisión apresurada del gobierno para anunciar nuevas áreas protegidas y parques nacionales a fin de llamar la atención en el mundo. Reclaman que “el gobierno no puede ignorar el papel desempeñado por los usuarios de la comunidad forestal en la protección de los bosques”. Pero, siendo como es, un problema a escala global ¿qué es lo que puede aportar el colectivo montañero en la lucha contra el cambio climático y sus efectos? Es evidente la preocupación del colectivo montañero por las consecuencias inmediatas de los efectos del cambio climático en las montañas que son su escenario de juego. El llamamiento a ser coherentes y a desarrollar hábitos sostenibles tanto en la montaña como en la vida cotidiana es algo asumido de manera común por todos los colectivos montañeros como primer paso en esa lucha contra el cambio climático. Tanto la UIAA como la FEDME resaltan la contribución fundamental que los montañistas pueden aportar a la concienciación del público sobre aspectos del cambio climático a través de sus observaciones históricas y el conocimiento actual sobre el retroceso de los glaciares y neveros. Sin embargo, parece que la declaración sobre los glaciares de la FEDME queda reducido a una serie de recomendaciones técnicas a tomar en cuenta como consecuencia del cambio climático. Se echa en falta una campaña más profunda de concienciación por este grave problema. El Club Alpino de Canadá ha preparado una serie de recomendaciones y pasos a seguir que podrían servir a otros colectivos montañeros como referencia. Entre otras cosas subraya que el colectivo montañero tiene los conocimientos y la experiencia necesaria para contribuir significativamente en la formación de opinión pública sobre el cambio climático en las regiones alpinas. Como poseedores del privilegio del acceso y disfrute a la montaña, es de hecho, nuestra obligación moral, el observar la naturaleza y no dejar de aprender cosas nuevas sobre la dinámica del cambio climático para 99


Análisis y reflexiones

después dar a conocer y concienciar al público sobre este problema. No dejar de aprender y transmitir siempre que podamos nuestros conocimientos a la gente de nuestro alrededor, ese debería ser nuestro lema. El colectivo montañero, tal y como se refleja en el documento Montañismo y Educación Ambiental de la FEDME, es un puente de comunicación entre la ciencia y el público general, jugando un papel fundamental en la difusión de conocimientos y la concienciación ambiental. Evidentemente, los ecosistemas de montaña no son independientes del resto de ecosistemas del planeta, ni siquiera de los mares. Lo mismo que no existen personas que sólo sean alpinistas o montañistas, además de eso tienen un oficio, una profesión o un trabajo del que viven y unos hábitos de vida ligados a ello que pueden afectar en mayor o menor grado al medio ambiente. No podemos olvidar que se trata de un problema global que debe ser afrontado de una manera integral y que no conviene dividir en partes. Pero al mismo tiempo, es más fácil y efectivo conseguir que la gente empiece a concienciarse por algo concreto que le importe y de ahí vaya adquiriendo paulatinamente un comportamiento igual de coherente con otros lugares, ecosistemas y especies. En otras palabras, los problemas globales se atacan con acciones locales y los practicantes de deportes de montaña comparten un interés común que es proteger su escenario de juego, la montaña... ¡Qué mejor sitio donde pasar a la acción!

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TESTIMONIOS

Josune Bereziartu San Sebastián, 26 de enero de 2010

Su sola pronunciación crea en mi interior emociones encontradas. Desde la distancia, los paisajes que contemplo son belleza. Cuando pisando la hojarasca me acerco desde los valles recorriendo todos sus caminos, éstos son cultura. Cuando llego a lo más alto, cuando piso sus cimas, éstas son historia. Finalmente, cuando desciendo de ellas y me alejo, las luces del atardecer alargan las sombras, las laderas se van llenando de oscuridad y sólo las cimas quedan al abrigo de las últimas luces del día que se acaba, ¡es entonces cuando otra vez las vuelvo a mirar con el encanto tan especial que me transmite lo inaccesible! A menudo, los que nos sentimos atraídos por ellas, los que las amamos, acostumbramos a vivir en la medida de lo posible con los valores que éstas nos transmiten. ¿Es posible, que exista quien no quiera preservar semejantes maravillas? ¡Ah! Por cierto, hablaba de la Montaña.

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Análisis y reflexiones

Xabier Ezeizabarrena Abogado ambientalista y montañero Doctor en Derecho (UPV/EHU) Donostia, 25 de enero de 2010.

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Tanto de las Declaraciones objeto de análisis en este estudio como de la normativa internacional en general es posible configurar el derecho de acceso a las montañas como integrante peculiar del derecho a un medio ambiente adecuado en sus vertientes individual y colectiva, con la particularidad de poder dotar a sus instrumentos prácticos de aplicación de las notas que aportan a este derecho otras fórmulas y técnicas directamente relacionadas con los principios y derechos de participación en relación con los entornos naturales. Ello ha de incluir también el acceso y disfrute de todas las tipologías de espacios protegidos. Estos aspectos son perfectamente aplicables tanto en el ámbito interno de cada sistema jurídico como en el propio ordenamiento internacional. Con ello, el plano teórico de disfrute y protección de las montañas en general estaría bien protegido por el Derecho. Claro que, como en la montaña, pasar del campo base a la cima no suele ser tarea sencilla.


Declaraciones sobre la Protección de las Montañas

José María Nasarre Responsable de Accesos y Naturaleza Junta Directiva FEDME Zaragoza, 25 de enero de 2010.

Desde la aprobación de la Declaración de Cáceres han pasado más de diez años, y el panorama ha cambiado. Sigue la preocupación de los montañeros por el estrechamiento del “terreno de juego” deportivo, pero a la vez existe mayor conciencia de que las regulaciones, si son fundadas en estudios científicos, resultan adecuadas. A partir de 1999, la FEDME ha impulsado foros de encuentro con gestores de espacios naturales protegidos y de ahí que, a diferencia de otras organizaciones, las declaraciones que contiene este libro no sean fruto de una expresión de voluntad unilateral sino del consenso entre montañeros y técnicos de las administraciones ambientales. El futuro no puede ser sino una profundización en los mecanismos de comunicación que han se servir para conciliar la conservación del medio natural con la realización de actividades deportivas en la montaña, siempre bajo criterios fundados en la ciencia. Pero otro planteamiento habría que hacer en las grandes cordilleras del planeta. Los estados ricos han de poner mucho de su parte para que el desarrollo no sea un enemigo de la conservación, y la conservación no sea un freno al desarrollo en países pobres, a veces en guerra. 103


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Queridos amigos, Doug Scott Wigton (Cumbria) 24 de febrero de 2010

Me agrada conocer vuestros planes para mantener el alpinismo libre de las interferencias de aquellos cuyos intereses creados lo cambiarían buscando sus propios fines: habitualmente fama o dinero. La mejor cita que os puedo dar es la del maestro Bob Dylan: ‘The rules of the road have been lodged It’s only people’s games you’ve got to dodge But it’s alright Ma, it’s life and life only’ “Las reglas de la carretera ya están establecidas. Son sólo las triquiñuelas de la gente lo que tienes que evitar. Pero es así, madre, es la vida y nada más.”

Muchas cosas empiezan bien pero luego acaban corrompiéndose (...) Es bueno saber hay que profetas para darle duro y mantener el rumbo de nuestra escalada. Berg heil!

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Declaraciones sobre la Protección de las Montañas

“NO COPIARÉ EN CLASE”

Juanjo San Sebastián Bibao, 31 de enero de 2010

“Me lo escribes 100 veces”, decía el profesor. Era un castigo habitual en aquellos años lejanos en que los profesores podían castigar. En las normas reguladoras de un parque natural cuyo nombre no viene al caso, se expresaba la prohibición de practicar el piragüismo. En muchos parajes pirenaicos que sólo se pueden atravesar en varias jornadas se prohíbe vivaquear, en no pocos ríos a su paso por parques nacionales está prohibido bañarse… Son cosas curiosas, porque en ese parque natural donde no se puede remar, no se puede remar, evidentemente, porque no hay ríos con caudal suficiente ni para bañarse; muchos de esos parajes en los que no se puede vivaquear están próximos a estaciones de esquí, con grandes aparcamientos, con tendidos de remontes, con cafeterías, instalaciones o urbanizaciones que en verano cobran un aire fantasmal. En esos ríos en los que está prohibido bañarse, nadie se baña -salvo tres o cuatro majaras- por lo gélidas que corren sus aguas incluso en pleno verano. Hace apenas tres años, me denegaron el permiso para subir al Teide ¡porque el camino estaba helado! y ellos, probos funcionarios, no podían responsabilizarse, cosa que nadie les pedía que hicieran. El camino, ese camino que “empieza” a la salida de ese teleférico que todos los años transporta a decenas de miles de personas en

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Análisis y reflexiones

pleno corazón de un parque nacional. Tampoco se puede esquiar las pocas veces que hay nieve, ni volar en artilugios que se transportan andando y no meten ruido… La lista de absurdos podría llegar al infinito. Eduardo Martínez de Pisón, un hombre sabio, sensible y comprometido con la protección de la naturaleza, de cuya amistad –inexplicablementedisfruto, basaba la causa de estos despropósitos en que “hay mucho funcionario.” Él también lo es: está prácticamente recién jubilado -sólo oficialmente, por fortuna- de su puesto de catedrático de Geografía en la Autónoma de Madrid. De modo que, líbreme el cielo de meterme con” los funcionarios” así, en general. Mi amigo Eduardo se refería a los funcionarios que copian, a veces sin siquiera leer previamente, normas de un lugar en el que tienen sentido para aplicarlas a otro en el que son absurdas, a esos funcionarios que se evitan el trabajo de pensar bien su trabajo, o se pliegan a presiones de presuntos ecologistas… para soslayar cualquier lío. Proteger las montañas es realizar un trabajo de criba, discriminando su acceso a quienes puedan pagarlo. Con la única moneda igualitaria y solvente: el esfuerzo. Quienes sean capaces de esforzarse por visitar ciertos rincones, pasan. El resto, no. Pero esa es mi visión de profano. Estoy seguro de que también hacen falta normas, leyes y restricciones elaboradas por expertos, juristas, ecologistas, funcionarios… que hagan sus deberes rigurosamente. Que sepan mojarse y mancharse. Y que no copien. 106


BIBLIOGRAFIA Declaraciones y Documentos: - Declaración de Kathmandu: www.theuiaa.org/upload_area/files/1/kathmandu_declaration(0).pdf - Declaración de Kranjska Gora: www.theuiaa.org/upload_area/files/1/UIAA_Objetivos_y__directrices_ medioambientales(0)(0).pdf - Declaración de Tirol: www.theuiaa.org/upload_area/files/1/tyrol_declaration(0).pdf - Mountain Code: www.theuiaa.org/upload_area/files/1/The_Mountain_Code.pdf - Declaración de Ética de la Montaña de la UIAA: www.theuiaa.org/upload_area/files/1/Mountain_Ethics_ Declaration2009(3).pdf - Tesis de Biella: www.mountainwilderness-agg.org/doc/biellaes.pdf - Declaración de un Grupo de Garantes de MW www.mountainwilderness-gg.org/doc/Manif_garantes_2008_es.pdf - Declaración de Cáceres: www.fedme.es/?action=documentacion.ver_documento&documento =871&atras=true - Declaración de Gredos: www.fedme.es/?action=documentacion.ver_documento&documento =872&atras=true - Carta Española de las Montañas: www.mma.es/secciones/biodiversidad/desarrollo_rural_paisaje/ paisaje_rural/pdf/carta_espaniola_montanias_julio05.pdf - La Carta de Argeo: www.theuiaa.org/upload_area/files/1/Argeos_Charter(2).pdf - Contribución del Montañismo al Desarrollo Sostenible en ENP: www.fedme.es/uploads/contenidos/Documento/874/pdf/Montanismo +Sostenible.pdf

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- Refugios de Montaña en Parques Nacionales (FEDME): www.fedme.es/index.php?action=documentacion.ver_documento &documento=877&atras=true - Senderismo y Desarrollo Rural: www.fedme.es/uploads/contenidos/Documento/1096/pdf/Texto+ V+Seminario.pdf - Carta Europea del Deporte: www.deportesostenible.es/doc/Internacionales/3_cartaeuropea.pdf - Carta Verde del Deporte: www.greencross.org.es/index.php?option=com_content&task=view &id=136&Itemid=40 - Guía de Medio Ambiente y Sostenibilidad aplicado a los Deportes No Olímpicos: www.fundaciobarcelonaolimpica.es/pdf/castella/GMASENO-esp.pdf - Escalada en Espacios Naturales Protegidos: www.fedme.es/uploads/contenidos/Documento/873/pdf/Escalada +en+espacios+naturales+protegidos.pdf - Barranquismo en Espacios Naturales Protegidos: www.fedme.es/index.php?action=seccion.seccion&subseccion=182 &subsubseccion=197 -Resolución de la UIAA ante el cambio climático: www.theuiaa.org/upload_area/files/1/uiaa_resolution_on_climate_ change(0).pdf - El Futuro de Nuestras Montañas: Impactos del Cambio Climático en la Región Alpina Canadiense (Club Alpino de Canadá): www.theuiaa.org/upload_area/files/1/the_future_of_our_mountains.pdf - Recomendaciones de la FEDME ante el cambio climático: www.fedme.es/?action=documentacion.ver_documento&documento =876 - Declaración de Everest (texto no-oficial publicado en el Nepal Monitor): www.nepalmonitor.com/2009/12/a_call_from_the_top.html - Montañismo y Educación Ambiental: www.fedme.es/index.php?action=documentacion.ver_documento &documento=875&atras=true

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Organismos: - UIAA: www.theuiaa.org - Mountain Wilderness: www.mountainwilderness.org - FEDME: www.fedme.es - Red Montañas: www.redmontanas.org - Green Cross: www.greencross.org.es - Club Alpino de Canadá (ACC): www.alpineclubofcanada.ca Otras referencias: - Himalayan times (crítica de FECOFON a la Declaración de Everest): http://www.thehimalayantimes.com/fullNews.php?headline=Forest +users+flay+Everest+Declaration&NewsID=198313

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DECLARACIONES SOBRE LA PROTECCIÓN DE LAS MONTAÑAS

Diarmaid Ryan

DECLARACIONES SOBRE LA PROTECCIÓN DE LAS MONTAÑAS

INGURUMEN, LURRALDE PLANGINTZA, NEKAZARITZA ETA ARRANTZA SAILA DEPARTAMENTO DE MEDIO AMBIENTE, PLANIFICACIÓN TERRITORIAL, AGRICULTURA Y PESCA

Euskal Mendizale Federazioa


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