SAMPLE - COPYRIGHTED MATERIAL CUARESM A AÑO
Librito para la Familia
www.VivelaEucaristia.org
Ministerio de Paulist Evangelization Ministries 3031 Fourth Street, NE Washington, DC 20017 www.pemdc.org
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AGR AD ECI M I ENTO
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AUTORA ■ Sra. Catherine Maresca Catherine Maresca, catequista de niños de 3 a 12 años desde 1981, prepara catequistas en todo el país para trabajar en la Catequesis del Buen Pastor. Investiga y publica materiales para fomentar la vida espiritual de los niños y los adultos que los atienden en el Center for Children and Theology [Centro de la Niñez y la Teología] en Washington, D.C. Es la autora de DoubleClose: The Young Child’s Knowledge of God [El conocimiento del niño pequeño acerca de Dios], que presenta a los adultos la perspectiva que el niño tiene de Dios. EDITOR GENERAL ■ Padre Kenneth Boyack, CSP
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Índice PAUTAS PARA PADRES
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REUNIÓN #1: Lo que le ofrecemos a Dios
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PRIMER DOMINGO DE CUARESM A
EDITORA DEL INGLÉS ■ Sra. Paula Minaert
REUNIÓN #2: La Oración Universal
TRADUCTORA ■ Marina A. Herrera, Ph.D.
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SEGUNDO DOMINGO DE CUARESM A
DISEÑO Y MAQUETACIÓN ■ Pensaré Design Group, LTD Nihil obstat: P. Christopher Begg, S.T.D., Ph.D., Censor Deputatus. Imprimatur: Reverendísimo Barry C. Knestout, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Washington, 28 de marzo de 2012. El nihil obstat y el imprimatur son declaraciones oficiales de que un libro o panfleto está libre de errores doctrinales o de moral. No implican de forma alguna que quienes han otorgado el nihil obstat y el imprimatur estén de acuerdo con el contenido, las opiniones o declaraciones expresadas. Copyright © 2012 de Paulist Evangelization Ministries. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este folleto puede ser reproducida o transmitida en cualquier forma o medio, ya sea electrónico, mecánico, fotocopia, grabación o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin el permiso del propietario de los derechos. Las referencias bíblicas son tomadas de la Biblia Latinoamérica © 1972, Ramón Ricciardi y Bernardo Hurault, Sociedad Bíblica Católica Internacional. Se usan con permiso.
REUNIÓN #3: Recibir el perdón de Dios
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TERCER DOMINGO DE CUARESM A
REUNIÓN #4: La Oración del Señor
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CUARTO DOMINGO DE CUARESM A
REUNIÓN #5: La Señal de la Paz
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QUINTO DOMINGO DE CUARESM A
REUNIÓN #6: Jesús en la Última Cena
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DOMINGO DE RA MOS EN L A PASIÓN DEL SEÑOR
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CONTINÚA VIVIENDO LA EUCARISTÍA
Publicado por Paulist Evangelization Ministries 3031 Fourth Street, NE, Washington, DC 20017 www.pemdc.org
IMPRESO EN ABRIL DE 2012
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Bienvenidos a Vive la Eucaristía La hora de comer tal vez es la parte más importante de la experiencia de lo que es una familia para los niños. Al compartir la comida, el tiempo y las noticias del día, profundizamos nuestras relaciones entre sí y damos forma a nuestra identidad familiar. El altar en la iglesia es el lugar donde la familia de Dios se reúne para compartir su comida, profundizar su relación con Dios y con la comunidad parroquial, y formar su identidad cristiana. Nuestra comida parroquial incluye casi cincuenta oraciones (cantos, lecturas y gestos) en un tiempo bastante corto. Este folleto ayudará a la familia a centrarse en las oraciones que iluminan el sentido de la Eucaristía; reflexionar sobre el Evangelio para el domingo siguiente; y pensar sobre la manera de vivir la Eucaristía durante toda la semana. La familia comienza sus reuniones de Cuaresma durante la semana anterior al Primer Domingo de Cuaresma y termina una semana antes del Domingo de Ramos en la Pasión del Señor. La familia se reúne seis veces. Si su familia
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Algunas pautas para ayudar en sus reuniones: 1 ■ Elija el momento y el lugar. Todos juntos, elijan el día y la hora para reunirse semanalmente durante unos treinta minutos y también dónde se reunirán. En el espacio que elijan, preparen una mesa pequeña o usen su altarcito, si lo tienen (o parte de la mesa del comedor), para la reunión. Cúbranla con un paño morado, para la temporada de Cuaresma. Incluyan una vela, una Biblia, un crucifijo pequeño y cualquier artículo adicional necesario para la reunión de cada semana. Mantengan los fósforos a mano, un apagador, cantos y oraciones que le gusten a la familia, y este folleto. Deje la mesa de oración puesta durante todo el tiempo de Cuaresma. Por último, hablen un poco acerca de la cortesía necesaria para la reunión. Los niños pueden generar ideas, tales como no interrumpir, turnarse y usar una voz suave. Hagan una lista corta de los puntos acordados. Que toda la familia participe en estas decisiones para que todos se comprometan a ellas. Si no hay una Biblia en la casa, sería una magnífica oportunidad para presentar una Biblia a la familia y mantenerla en el altarcito durante la Cuaresma y en un lugar especial después. Una buena traducción de la biblia tal como la Biblia Latinoamérica o Dios Habla Hoy son preferibles a una biblia para niños. Esto le permite acceso a la Palabra de Dios directamente, y sus lecturas en la casa serán más familiares cuando los niños las escuchen en la iglesia. Al considerar diferentes ediciones, piensen en lo que les ofrece en cuanto a referencias como notas al pie y referencias cruzadas en el texto, tamaño de la letra (no muy pequeña), grosor del papel (no fácil de romper), y firmeza de la cubierta y del encuadernado.
está acostumbrada a rezar juntos, asegúrense de incluir formas de oración con las que ya se sienten cómodos. Si se trata de una actividad nueva en familia, utilice nuestras sugerencias para ayudarles a empezar, y escojan aquellas que parecen encajar mejor en su familia.
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2 ■ Los niños menores de seis años son muy diferentes a los niños mayores y adultos en varios aspectos importantes. ■ Los niños pequeños necesitan moverse, tocar o vivir el tema de alguna manera para ayudarlos a que lo comprendan. Se ofrecen sugerencias para la creación de esta experiencia, y estas apoyarán el razonamiento abstracto de los niños mayores también.
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A los niños pequeños no les interesan los asuntos de moralidad, y no son capaces de hacer juicios morales. Su comprensión del bien y del mal es “prestado” de los adultos, en lugar de provenir de ellos. Durante estos primeros años, aunque la religión no se enfoque en lo que es bueno o malo, los niños tienen la capacidad excepcional de saborear los dones y la presencia de Dios. De esta manera, ellos son modelos para los adultos del verdadero propósito de la espiritualidad: disfrutar de nuestra relación con Dios.
3 ■ La reunión familiar incluirá una breve oración al comienzo, al final y durante la transición de considerar la Eucaristía a la consideración del Evangelio para el próximo domingo. Incluimos algunas maneras de orar juntos más abajo. Elijan una o dos que se adapten a los niños y presénteselas si es necesario. Cada semana antes de la reunión, inviten a cada niño a escoger una oración, y que la dirija, cuando llegue el momento. Esto asegura que la oración será apropiada para los niños y les permitirá participar activamente en la reunión.
Como padres, guiaremos el comportamiento de nuestros hijos durante estos años, pero es mejor evitar relacionar ese comportamiento con juicios morales o su amor por Dios.
■ Canto. Cantar une a un grupo y es una manera fácil para rezar juntos. Se puede encontrar música adecuada en la página digital www.LivingtheEucharist.org/es/ familia. Si los niños no pueden leer todavía, asegúrense de introducir simples cantos que cambian una o dos palabras en cada verso, o canten solamente el estribillo.
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Los niños pequeños son “metafóricos” y “metafísicos”. Los signos de la Eucaristía, el pan y el vino, encarnan una realidad superior. Los niños pequeños son muy capaces de entender el significado espiritual de los signos y las historias. Por esta razón, se sugieren para cada reflexión algunas preguntas abiertas. Úselas para invitar a la familia a profundizar más en el significado del signo o la historia/parábola. Deje algo de tiempo para examinar la pregunta. Cada respuesta que escuchan, aunque sea diferente, puede de alguna manera ser parte de la respuesta. No interrumpa la contribución diciendo: “¡Muy bien!”, como diciendo que el asunto está cerrado. Al contrario, mantenga una actitud de reflexión continua, esperando que las ideas sigan creciendo mucho tiempo después de terminar la sesión. ■
Los niños pequeños no tienen el tipo de imaginación que les permita captar la experiencia de un tiempo o lugar que nunca han vivido. La vida nómada de Abraham, o de las tribus del antiguo Israel, incluso la vida en Israel durante el primer siglo, son muy difíciles de percibir para ellos. Esto limita su capacidad de explorar los textos que requieren una cierta comprensión del contexto cultural. Por esta razón, las reuniones familiares se centran en los Evangelios, en lugar del Antiguo Testamento. Y a veces incluso éstas serán difíciles. ■
Por eso, cualquier pregunta o sugerencia que no es apropiada para niños menores de seis años tendrá (6+), para indicar que no esperen demasiado de los más pequeños. Si todos sus hijos son menores de seis años, puede omitirlas.
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Silencio. Ayude a los niños a sentirse cómodos y tranquilos. Los puede ayudar si toca una campanita suave y comienza un cronómetro durante uno, dos o tres minutos. ■
■ Oraciones de intercesión o acción de gracias. Elija un pequeño crucifijo para pasar alrededor del círculo. A medida que cada uno lo tiene en sus manos, él o ella puede compartir una oración, terminando con una fórmula acordada, como “Roguemos al Señor”, a la que todos responden, “Señor, escúchanos”.
Fórmulas para oraciones o bendiciones. Oraciones como el Padre Nuestro, el Ave María, el Gloria al Padre o una decena del Rosario son las más apropiadas para niños mayores. Puede hacer una pequeña carpeta para recoger las oraciones y bendiciones más largas. También, presten atención a las oraciones ofrecidas por sus hijos; escríbalas e inclúyalas en la carpeta. Todas estas oraciones pueden ser leídas por un niño o todos pueden recitarlas juntos. Si desea agregar más oraciones a la carpeta, pueden buscar en Internet utilizando las palabras claves “oraciones católicas”. ■
4 ■ Lea el material con bastante antelación para pensar en los temas de la reunión. Las “Notas para padres” al final de cada sesión les ayudarán a prepararse para sus reuniones familiares semanales. Pueden adaptar las sesiones a
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sus hijos mediante la inclusión de cantos, historias familiares y ejemplos que les son conocidos. Esto va a profundizar su comprensión del material. Tómese unos minutos también para reunir los materiales simples y necesarios, contando con la ayuda de los niños cuando sea apropiado. Piense en compartir las tareas de la reunión. Tal vez uno de los padres puede dirigir la reflexión sobre la Eucaristía, y el otro la reflexión sobre el Evangelio y la sección titulada “Vive la Eucaristía”. Cada niño puede tomar una oración para preparar, o hacer algo simple, como apagar la vela cuando hayan terminado.
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Anote aquí las decisiones que tome la familia sobre cuándo y dónde se reunirán durante Cuaresma, las oraciones y los cantos favoritos de la familia que podrían usar, y otras sugerencias que hagan sus miembros para incorporar en las reuniones.
5 ■ Además de los padres y los niños de tres a doce años, su hogar podría incluir bebés, adolescentes, abuelos y otros familiares. Haga todo lo posible para incluir a toda la familia. Mientras más amplia sea la gama de edades entre los niños que participan en las sesiones, más difícil será incorporarlos a todos. Este librito está escrito principalmente para las familias con niños entre 3 a 12 años. El componente de Vive la Eucaristía para los jóvenes ha sido creado para sus intereses y necesidades. Reconozca y explíqueles que este material es para sus hermanos más pequeños. Invite a sus adolescentes a hacer una contribución, tal como la preparación del espacio o un elemento de la oración, sentarse con un hermanito menor y participar en las reflexiones. La experiencia y las ideas únicas de cada persona enriquecen a toda la familia. Las lecturas y las oraciones de este folleto se utilizan en toda la Iglesia. No las dejamos atrás, pero volvemos a ellas una y otra vez a la luz de nuestra propia vida. Por ejemplo, comenzamos con las tentaciones de Cristo, la lectura del Evangelio para el Primer Domingo de Cuaresma. Pero nuestra comprensión de cómo se vive con tentaciones cambia de manera significativa a medida que avanzamos desde la infancia a la adolescencia y la edad adulta. Pida a los miembros de la familia que compartan lo que la lectura o la oración de la Eucaristía significa para ellos. Durante su reunión tomen en cuenta la presencia de Dios entre ustedes, quien les habla en el Evangelio, los niños, el silencio y el canto. Relájense y disfruten de su familia y las bendiciones que se les ofrecen.
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NOTAS PARA LOS PADRES El material de esta semana es más apropiado para niños mayores de 6 años. Si todos sus hijos son menores de 6 años, tal vez deseen practicar las gentilezas de pedir perdón a los miembros de la familia o ayudarse mutuamente cuando hay alguien lastimado. Los niños menores de 6 aún no pueden percibir las implicancias morales del pecado y el arrepentimiento, y las palabras “malo” o “pecado” no deben ser parte de esta conversación. Pueden omitir la reflexión sobre el Evangelio y substituirla por un canto u oración adicional. Con los niños mayores de 6 años, las conversaciones morales son bastante irresistibles. Están entusiasmados de lidiar con asuntos del bien y el mal a medida que se desarrolla su conciencia. Las imágenes y oraciones bíblicas de arrepentimiento están llenas de confianza en la misericordia de Dios. Con las reflexiones litúrgicas y bíblicas para esta semana, estamos seguros de proclamar que la reconciliación es un don y obra de Dios en lugar de algo que hacemos nosotros mismos. El amor de Dios es tan grande que, en la parábola de la higuera, el viñador, no el árbol, asume el trabajo de ayudar el árbol a dar fruto. Y cuando reconocemos nuestros pecados en las oraciones litúrgicas, cada forma del Acto Penitencial termina con la bendición de la misericordia de Dios y su perdón. Como padres, buscamos asegurar a nuestros hijos el amor de Dios por nosotros a pesar de nuestros fracasos en palabras y acciones. Finalmente, una fórmula sencilla para buscar y ofrecer perdón ayudará a la familia a estar en paz. Como modelos, pueden usar la fórmula que se ofrece arriba, y todos la pueden practicar. Pero no debería forzarse, poniendo a los niños en una situación donde sus palabras no pueden expresar sus sentimientos. A los niños que están muy enojados para disculparse o perdonar se les puede ofrecer tiempo para calmarse. Ustedes pueden decir: “Cuando estés listo, entonces podemos hablar de lo sucedido. Estaré en la cocina cuando quieras hablar”.
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La Oración del Señor o Dominical
PREPARACIÓN Inviten a los niños a elegir las tres oraciones, una para comenzar, una para la mitad y una para terminar. Vean el no. 3 en la página 5 de este folleto para sugerencias. (No traten de utilizar todas las sugerencias en una sesión.) ■
Cubran la mesa de oración con un paño morado. Añadan Biblia, crucifijo y vela (tengan fósforos y un apagador disponibles). ■
COMIENCEN CON UNA ORACIÓN PRESIDIDA POR UN NIÑO.
PREPARACIÓN PARA LA EUCARISTÍA: LA ORACIÓN DEL SEÑOR O DOMINICAL Introducción Leer o decir lo siguiente con sus propias palabras: “Uno de los discípulos de Jesús le pidió que le enseñaran a orar. Parte de su respuesta fue la oración que rezamos juntos en misa y que comienza: ‘Padre nuestro…’. Tenemos una copia de toda la oración en el altarcito y otra copia cortada en líneas. Pongamos las tiras en orden”. Deje que los niños las organicen con o sin la ayuda de la copia que tiene la oración completa.
Coloquen un marcador en la Biblia en Lucas 15,11-24 ■
Preparen dos copias del Padre Nuestro impreso con letras grandes, una frase por línea. Pongan una copia en el altarcito, y corten la otra en tiras con cada línea. Coloquen las tiras en otra parte del altarcito y mézclenlas. ■
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Reflexión “Hemos rezado esta oración muchas veces. ¿Sabías que era una oración compuesta por muchas oraciones? ¿Cuántas oraciones diferentes encontramos en la Oración?”. Pidan a los niños que pongan grupos de líneas o líneas individuales que formen una oración. Podrían encontrar entre 8 y 12 oraciones; no hay un número específico. “Hay muchas buenas oraciones aquí, hoy elijamos solo una para pensar”. Inviten a los niños a elegir una frase. Consideren cada frase por separado. Comiencen explicando o parafraseando las palabras difíciles. Luego examinen el significado de la frase. Pueden invitar a los miembros de la familia a repetir la frase con sus propias palabras, o encontrar ejemplos relacionados, por ejemplo un momento en el que se hizo la voluntad de Dios, o cuando recibimos nuestro pan de cada día. Si hay más de tres niños, pida a los más grandes que esperen para dialogar sobre sus frases más adelante en la semana. ORACIÓN PRESIDIDA POR UN NIÑO.
El Padre Nuestro, recitado o cantado por todos juntos, sería una buena opción esta semana.
Leer o decir lo siguiente con sus propias palabras: “En el tiempo de Jesús, la riqueza de un padre era compartida con sus hijos después de su muerte. Pero en el relato que Jesús nos cuenta en el Evangelio del Domingo, un hijo pidió su parte antes de la muerte de su padre. El padre accedió y dio a su hijo su parte de su riqueza. Escuchemos lo que sucedió a su hijo después que recibió el dinero de su padre”.
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“Repasemos lo que acabamos de escuchar”. Recuenten la historia, con la ayuda de los niños, con sus propias palabras. ¿A dónde fue primero? ¿Qué hizo allí? Y luego, ¿qué sucedió…? Asegúrense de que cubren los detalles de la parábola sin agregar ninguno. Relean versículos seleccionados si la familia no sabe cómo seguir.
Reflexión “Pensemos ahora sobre la parábola y el arrepentimiento. ¿A quién se parecería el padre en el Reino de Dios? ¿Y el hijo más joven? ¿Qué podría representar la herencia, o el dinero que recibió el hijo menor? ¿Qué lo ayudó a decidirse a regresar a su padre? ¿Por qué el padre ve a su hijo cuando todavía está muy lejos? ¿Por qué no fue a buscar a su hijo para llevárselo a su casa? Cuando el hijo regresó a su casa, ¿qué dijo e hizo el padre? ¿Qué hizo el hijo? ¿Qué nos dice eso acerca de Dios? ¿Qué aprendemos sobre nosotros?”. Vuelvan a leer Lucas 15,11-24.
Dejen las tiras de papel del Padre Nuestro en la mesa de oración y continúen reflexionando acerca de ellas una por una en la hora de comer o rezar. No se preocupen por el orden, sino sigan el interés de los niños. Si deciden repetir una, está bien.
Introducción
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Un niño mayor o un padre enciende la vela y lee Lucas 15,11-24, el Evangelio del Cuarto Domingo de Cuaresma.
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NOTAS PARA LOS PADRES La oración del Padre Nuestro es tan rica que “finalizar” una reflexión sobre ella es realmente imposible. Por lo tanto este examen es una forma de invitar a los niños a una meditación que dura toda la vida. Muévanse lentamente por cada
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frase que exploren y no se preocupen por completar todas las frases, sacar la lección correcta de cada línea o memorizar toda la oración. Una buena conversación solamente sobre dos frases está bien. Dejen que las ideas de los niños inspiren a la familia y ayuden a los adultos a ver la oración con nuevos ojos. El Hijo Pródigo es una parábola muy querida que por lo general se interpreta como una lección sobre nuestro arrepentimiento en lugar de la misericordia de Dios. Tal vez nos hayan dicho que Dios no perdonará hasta que nos hayamos arrepentido, hayamos dicho que lo sentimos y pedido perdón. Pero la parábola muestra a un padre que extiende una bienvenida sin condiciones. No le exige palabras ni actos antes de acoger a su hijo en su hogar. Sí respeta la libre voluntad de su hijo y espera que libremente decida regresar. Enfóquense principalmente en el deseo, la misericordia y el gozo del padre, no en los pecados ni el arrepentimiento del hijo. La reconciliación es una fiesta que nos espera, no una valla que debamos saltar. Cuanto más jóvenes sean los niños en esta conversación, más debe ponerse el enfoque en la buena
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PREPARACIÓN PARA LA EUCARISTÍA: LA SEÑAL DE LA PAZ Introducción Leer o decir lo siguiente con sus propias palabras: “Vamos a pensar en un gesto de la misa hoy que conocen muy bien. Con Jesús presente entre nosotros en el pan y el vino, el sacerdote nos ofrece ‘la paz del Señor’, y luego el sacerdote o el diácono nos invita a ofrecer a cada uno la señal de esta paz. Y luego, ¿qué hacemos”. Deje que los niños respondan.
La lectura continúa en una segunda parte de la parábola, sobre el hermano.
“Démonos fraternalmente la paz ahora”.
Si el tiempo lo permite, y los niños son mayores, pueden leer la segunda parte
Despacio, y sin palabras, ofrezcan una señal de paz a la persona al lado. Dejen que la paz pase a todos en el círculo hasta que regrese a ti.
padre y del hermano. ¿Qué espera Jesús que aprendamos de esto? Luego ter-
■ Inviten a los niños a elegir las tres oraciones, una para comenzar, una para la mitad y una para terminar. Vean el no. 3 en la página 5 de este folleto para sugerencias. (No traten de utilizar todas las sugerencias en una sesión.)
Cubran la mesa de oración con un paño morado y coloque una servilleta blanca abierta sobre el paño. Pongan una copa bonita y un pequeño plato sobre la servilleta blanca. Añadan una Biblia, un crucifijo y una vela (tengan fósforos y un apagador disponibles). ■
noticia de la misericordia y amor de Dios.
(Lucas 15,25-32). Cuando reflexionen, noten el contraste entre la acogida del
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Coloquen un marcador en la Biblia en Juan 8,1-11. ■
minen volviendo a leer todo el Evangelio del Domingo (Lucas 15,1-3.11-32).
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