El libro describe la importancia que tiene la capacitación de personal en la productividad de las empresas. Esto lo hace poniendo como ejemplos a los grandes empresarios del primer mundo, desde Thomas Bata (Calzado Bata) y Tom Watson (IBM) que fueron pioneros hasta Jack Welch, gran líder del GE en sus mejores tiempos quien, quien apoyó el centro de capacitación de Crotonville, hasta hacerlo el más famoso del mundo, apodado por los críticos "La Harvard de las universidades corporativas". Destaca el autor que la capacitación debe empezar en las oficinas corporativas, poniendo de ejemplos a presidentes de empresas como Toyota y Motorola, quienes dicen que la capacitación debe empezar por arriba. Se citan algunos errores que las empresas cometen al capacitar a su personal e insta a los líderes empresariales a invertir en el crecimiento personal de su gente, como un medio de motivar y al mismo tiempo, ser más productivos, y en consecuencia, ganar más dinero.