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R E V I S TA T É C N I C A D E L A A S O C I AC I Ó N D E P R O F E S I O N A L E S D E I N G E N I E R Í A D E P R O T E C C I Ó N C O N T R A I N C E N D I O S


Asociación de Profesionales de Ingeniería

Capítulo Español

de Protección contra Incendios

Society of Fire Protection Engineers

Staff

Edita y diseña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . APICI - Asociación de Profesionales de Ingeniería de Protección contra Incendios Ávila, 18 - 28020 Madrid (España) Tfno: + 34 91 572 21 95 Fax: + 34 91 571 50 24 apici@apici.net www.apici.net

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ISSN 1699-0668 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Depósito Legal M-1721-2005 . . . . . . . . . . . El contenido de los artículos incluidos en esta publicación reflejan solamente las opiniones personales de sus autores y no contribuye necesariamente a la postura oficial de APICI respecto a los temas tratados. APICI no se responsabiliza de tales opiniones.

Sumario Punto de vista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 Carta del Presidente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 Primera Línea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8 Performance - Based . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14 Tiempos de Evacuación. Redacción ICI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .14 La Modelización de los Efectos del Fuego. Tipos de Modelos. Guillermo Lozano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .22

Nueva Reglamentación . . . . . . . . . . . . . . . . . 30 Evacuación de Humo y Control de Temperatura en Caso de Incendio. La norma UNE 23585-2004: Una norma de “nuevo enfoque”. Ricardo Martínez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .30 Código Técnico de la Edificación. Seguridad de Utilización. Juan Carlos López . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .40

Prevención de incendios . . . . . . . . . . . . . . . . 44 El Edificio Windsor. Ocho meses después... Andrés Pedreira . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .44

Detección de incendios . . . . . . . . . . . . . . . . . 47 Mantenimiento y Vida Util de los Detectores. Miguel Moreno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .47

Formación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51 Necesitamos Formación. Fernando Bermejo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .51

Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos de esta publicación sin la autorización expresa de APICI.

ICI al día . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55

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El Técnico Titulado Competente. Francisco López Estrada . . . . . . . . . . . . . . . . . . .55

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Equipos y Sistemas de PCI. A la Eficacia de las Inspecciones Periódicas para Mantenimiento. Pedro Ubeda. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .58

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Diciembre 2005 - ICI - Nº 3

Punto de vista La Ingeniería de Protección contra Incendios

Fernando Vigara

Ingeniería contra Incendios

Secretario General - APICI

ICI-

Desde la perspectiva que brindan 30 años de ejercicio profesional en la ingeniería de protección de incendios, llama la atención el escaso aprecio de nuestra sociedad por esta especialidad de la ingeniería. Con motivo del Congreso Internacional organizado por AFITI y gestionado por nuestra asociación APICI, que convocó en Toledo a los responsables europeos de los Laboratorios del Fuego y Entidades de Certificación, me comentaba un entrañable compañero, refiriéndose a la situación actual del mundo del PCI en nuestro país, que se había logrado avances en nuestro campo; que hacía 30 años éramos 20 los que nos dedicábamos al PCI, y que ahora seríamos, según sus cálculos 20.000. Pues a pesar de ello, y a pesar de que las inversiones en protección de incendios en España hayan crecido de forma similar al número de profesionales en estos 30 años, es difícil comprender cómo en España la consultoría profesional de protección de incendios brilla por su ausencia, o cómo no existen carreras, especialidades, ni incluso asignaturas que formen a los diversos profesionales que ejercen en esta materia de la ingeniería de PCI. La ingeniería de protección de incendios, tal como se practica en ese marco, consiste usualmente en el simple traslado de los requisitos contenidos en los reglamentos y normas de PCI, a los proyectos de edificios e industrias. En la mayoría de las ocasiones, sin realizar un proyecto específico que examine las peculiaridades del recinto o entorno a proteger, analizando y cuantificando los riesgos involucrados y las posibles estrategias de protección. Generalmente preocupa el ahorro de medidas, y la búsqueda de la legislación aplicable menos exigente, para cumplir al mínimo coste. Sin embargo, el avance general de las ciencias de PCI en todo el mundo trae continuamente a nuestro país nuevas tecnologías y nuevos procedimientos y herramientas de ingeniería, que se incorporan al mercado profesional. El déficit en formación en ingeniería de seguridad contra incendios que padece nuestro país curiosamente no impide que estos nuevos adelantos se utilicen en proyectos e instalaciones de PCI, naturalmente sin la intervención facultativa de profesionales expertos preparados. La necesaria sustitución de los halones, por ejemplo, se ha realizado y se continúa realizando sin el necesario análisis de cada situación. Eligiendo este o aquel sistema de protección, o uno u otro agente extintor, sin elaborar un proyecto específico con una justificación adecuada. El resultado, en ocasiones, son instalaciones ineficaces o peligrosas. Sobre el nuevo marco de diseño "performance based", se pueden oír comentarios tales como, "jamás se aplicará en España", "un chanchullo de impresión que es capaz de justificar hasta la cuadratura del círculo", o"el performance based es el modeling y nada más". Se puede escuchar "yo prefiero el agua nebulizada al 13". O ver como se realizan instalaciones de CO 2 sin las mínimas medidas de protección para el personal.

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"Performance based fire protection engineering", traducido como ingeniería de protección de incendios basada en prestaciones, es simplemente "la ingeniería de protección de incendios". Y la ingeniería de protección de incendios es el proceso lógico para diseñar la protección de incendios en un determinado entorno. Analizar los riesgos y los posibles escenarios de incendio. Asignar probabilidades de ocurrencia y pérdidas máximas posibles. Definir los objetivos que pretendemos con la protección, evitar la pérdida de vidas, del patrimonio, la continuidad de las operaciones o la limitación del impacto medioambiental. Analizar, cuantificar y proponer posibles diseños y estrategias de protección. Evaluar su eficacia y fiabilidad, y justificar técnicamente que el diseño seleccionado alcanza los objetivos, en la forma más eficaz, fiable y económica posible. Los sistemas de protección mediante "agua nebulizada o el 13" se deben utilizar en función de su idoneidad analizada por un ingeniero de protección de incendios en función de los objetivos de la protección y características del entorno. Y no se puede ni se debe utilizar sistemas de CO 2 sino se hace con todas las cautelas necesarias y obligatorias. Por desgracia, el fin más habitual y a veces único de los sistemas de PCI es obtener el placed de las autoridades competentes a efectos de licencias y tramitaciones, etc., y probablemente el sistema nunca tendrá que demostrar si era o no el adecuado para la protección de incendios. Cuando ocurre un incendio, se produce un espeso y tupido silencio que imposibilita conocer qué falló, si lo había o no lo había. Creo firmemente que sin los conocimientos de ingeniería de PCI adecuados, es imposible lograr objetivo alguno de seguridad contra incendios. Si nuestra sociedad, y "los 20.000 profesionales que trabajamos en esto" seguimos sin verlo, el futuro podría resultar dramático. Muchas vidas se pueden perder, que se podían haber salvado. Facilitar la protección adecuada a nuestro patrimonio histórico y artístico ante los incendios. Las empresas que suministran, instalan y mantienen los sistemas de seguridad contra incendios, y los profesionales que adquieren la responsabilidad facultativa en los diferentes tramos, deben tener una visión clara sobre su futuro, por encima de los intereses inmediatos. APICI esta impulsando, con entusiasmo la formación en esta materia, colaborando con las universidades, con los colegios profesionales, y directamente desde APICI, a través de un conjunto de programaciones formativas adecuadas a las necesidades de nuestra sociedad y del colectivo profesional. Esperamos que en un próximo futuro, "los 40.000 que vivan de esto" contribuyan de una forma más nítida y eficaz a todos aquellos que desean vivir en una sociedad lo más segura posible ante los incendios.


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Carta del Presidente Una clara voluntad integradora

Las bases de partida de la protección que son la evaluación del riesgo y la estrategia de protección, no se pueden establecer si los diversos responsables, que participamos en el proceso, no hablamos el mismo idioma. Y ese "idioma", ese cuerpo de doctrina, ese conocimiento común es la ingeniería de protección de incendios. En APICI trabajamos para mejorar el conocimiento y la práctica de la ingeniería de protección de incendios de todos los profesionales que trabajamos en este sector. APICI es una asociación de profesionales, a título individual, que cuenta en la actualidad con 500 socios aproximadamente, que prestan sus servicios en todos los segmentos de la industria y de la sociedad, incluyendo, administración, fabricantes, ingenierías, instaladores, mantenedores, usuarios, etc. En nuestro país existen otras asociaciones, cuya labor se desarrolla en este mundo de la protección de incendios, que incluyen a los aseguradores, a los bomberos, a los fabricantes, etc., y que defienden los intereses de sus miembros asociados, y que actúan en el mercado con la voluntad de mejorar las prestaciones a la sociedad. APICI, por su parte, se ha constituido en un foro de información, formación y debate de todos sus asociados, los profesionales de la ingeniería de PCI, sin cuya participación eficaz y responsable en cada uno de los segmentos sociales mencionados, no resultaría posible alcanzar el nivel de seguridad contra incendios que nuestra sociedad espera y merece. Por ello, creemos llegada la hora en que APICI sea vista, nítidamente y sin sombras, por el resto de asociaciones y empresas, como un instrumento eficaz para la formación de sus profesionales, y para el mejor resultado de sus actividades en el mercado, en pro de la calidad y de la seguridad.

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Ingeniería contra Incendios

Mi firme convencimiento es que la ingeniera de PCI constituye la piedra angular del edificio de la prevención de incendios, y que sin su existencia y aplicación resultaría imposible conseguir los niveles de protección de incendios adecuados que nuestra sociedad precisa. Pero por la misma razón que no existirían edificios con solo la primera piedra, la protección de incendios es el resultado de la concatenación de los esfuerzos profesionales de todos los eslabones: usuarios, reguladores, fabricantes, instaladores, mantenedores, certificadores, etc.

Antonio Madroñero Presidente - APICI

ICI-

Siguiendo la singladura de nuestra revista llegamos al tercer número de ICI. Quiero agradecer sincera y efusivamente la colaboración recibida de todos nuestros socios, y de las instituciones y empresas sin cuya colaboración no hubiéramos llegado hasta aquí. Cada paso dado ha costado mucho, posiblemente porque cada vez nuestra responsabilidad sea mayor, pero también la satisfacción que nos ha producido lo ha compensado todo.

APICI tiene una clara vocación y necesidad integradora por su propia esencia asociativa, ya que en su seno se encuentran profesionales de todos los sectores sociales. Esperamos que nuestros esfuerzos de comunicación a la sociedad en este sentido se vean respondidos por los demás con el mismo entusiasmo que nosotros ponemos en nuestra tarea diaria. La Administración precisa de la existencia de profesionales técnicos en PCI que sean capaces de participar en la elaboración de las regulaciones y normas, y que puedan establecer las estrategias de protección, responsabilidad de los diferentes gobiernos. Los Aseguradores precisan técnicos de prevención e inspección de riesgos cada día más capacitados y conocedores de las últimas tecnologías y herramientas de protección. Los Fabricantes deben tener esperanza en el crecimiento continuado de su mercado, si la demanda dispone de la calidad necesaria, y esto solo puede ser el fruto del conocimiento de las tecnologías y de la importancia de la calidad por los usuarios, instaladores e ingenierías. Los Técnicos competentes, que prestan sus servicios en las diferentes empresas, precisan formación continuada y ese foro de contacto permanente con sus colegas, que es APICI, donde debatir, informarse y formarse. Los Usuarios deben hacer frente a sus responsabilidades de mantener su entorno seguro en un mundo de mayores exigencias y responsabilidades cada día, donde la seguridad contra incendios en sus respectivos edificios, hoteles, oficinas, industrias, etc., figura en la más alta prioridad. Y para ello precisan la colaboración de profesionales competentes en ingeniería de PCI. Las Universidades deben desarrollar planes de estudio relacionados con la ingeniería de protección de incendios y para ello deben contar con el soporte del colectivo profesional que se reúne en APICI. Desde APICI deseamos que nuestra actividad asociativa, con el objetivo de satisfacer las necesidades de los diversos profesionales de la protección de incendios, y de la sociedad en general, se vea con la transparencia deseada y cada vez en nuestro seno seamos mayor número de asociados y mejor comprendida y ayudada nuestra labor. Y desde APICI queremos desear a todos: ¡Muy Felices y Seguras Fiestas de Navidad y Año Nuevo¡


Primera Línea La actualidad en el mundo de la Seguridad contra Incendios

LA

REDACCIÓN DE LA NORMA

UNE 23585 SOBRE S ISTEMAS DE C ONTROL DE T EMPERATURA Y E VACUACIÓN DE H UMOS CUESTIONADA POR EL NUEVO

C ÓDIGO T ÉCNICO .

de evacuación mecánica o forzada, sin embargo, estos últimos solamente se admitirán cuando se trate de edificios ya construidos en los que sea materialmente imposible utilizar un sistema natural o de edificios con carácter históricoartístico, cuando por sus especiales circunstancias de conservación no sea posible utilizar otro procedimiento" Si el seguimiento de esta norma, más que ser una guía técnica, se convierte en obligatorio en los diferentes reglamentos y ordenanzas, no sería admisible la utilización de los sistemas de ventilación forzada para cumplir con estos documentos. Sin embargo la norma europea EN 12101 parte 5, cuya traducción, según se indica en la UNE 23585, se utilizó para la redacción de la norma española, no incluye dicho párrafo, ni nada parecido.

D. José Luís Posada, Jefe del Servicio de Normativa de Seguridad del Ministerio de la Vivienda, durante el Seminario sobre Sistemas de Control del Humo celebrado la semana pasada en Toledo, comunicó que el nuevo Código Técnico de la Edificación considera la utilización de la norma UNE 23585 para el diseño de los Sistemas de Control del Humo "…sin tomar en consideración la exclusión de los sistemas mecánicos que figura en el apartado 03. Aplicaciones". Para aquellos que no hayan leído detenidamente la Norma UNE 23585 aclaramos que en la página 14, apartado 0.3 Aplicaciones, del Capítulo 0 Introducción, se incluye el siguiente párrafo: "Dependiendo de las diferentes circunstancias y de la situación y tipología del edificio, los cuales pueden afectar a su funcionamiento, puede utilizarse un SCTEH de evacuación natural o

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Desde luego parece que la eficacia de la ventilación natural es dependiente de factores tales como las condiciones climatológicas existentes en el momento del incendio, viento, dirección, intensidad, temperatura, y el propio tamaño del incendio que creará unas condiciones de flotabilidad del aire y humos muy diferentes, mientras que la ventilación forzada no tiene esas limitaciones. El Ingeniero Sr. Ferreira que impartió el Curso sobre Diseño de Sistemas de Control del Humo, durante los dos días anteriores a la intervención del Sr. Posada, había comentado acerca del mencionado párrafo, que no podía entender la restricción mencionada, y, que por el contrario, en su experiencia profesional, no conocía casos de atrio en los que se hubiera utilizado ventilación natural. Añadió, que la ventilación natural se utiliza típicamente en EEUU en los almacenes, debido al tamaño e intensidad de los incendios previsibles.

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La situación resulta sin duda curiosa e invita a una seria reflexión sobre el proceso seguido para la elaboración de las normas técnicas sobre seguridad contra incendios en nuestro país, que provoca que un código de edificación español que debe adaptarse a Europa, deba incluir una nota de ese tipo sobre una norma técnica asimismo española. Esperamos que el camino seguido por el Ministerio de la Vivienda, cancelando la restricción de sistemas de evacuación mecánico de humos, sea seguido por el Ministerio de Industria, y por las demás Administraciones. Mientras se retira la Norma UNE 23585 y se traduce fielmente la EN 12101 parte 5, la norma UNE 23585 al igual que cualquier otra norma técnica permite la utilización de alternativas diferentes a las señaladas en la propia norma en su apartado 1.7 Otros métodos de diseño: Se podrá hacer uso de otros procedimientos de diseño distintos a los expuestos en esta norma siempre que estén debidamente justificados……, y sean aprobados por el órgano que tenga las competencias en la materia de Prevención de Incendios. En cualquier caso lo que nos parece más importante, y que no se expone de forma nítida en la norma, es que cualquier sistema de control de humos, para resultar eficaz y fiable, debe ser proyectado, calculado, y recepcionado por ingenieros competentes cualificados. Sin duda, sin normas técnicas de calidad y actualizadas no se podrían conseguir niveles adecuados de protección de incendios. Pero las normas deben ser el referente de los técnicos, no la panacea del atrezzo. Para más información: apici@apici.net


Primera Línea La actualidad en el mundo de la Seguridad contra Incendios

D ISEÑO DE S ISTEMAS DE P ROTECCIÓN CONTRA I NCENDIOS A B ASE DE A GUA D ISEÑO , I NSPECCIÓN Y M ANTENIMIENTO . Los sistemas de protección de incendios basados en agua constituyen la columna vertebral del PCI. Para poder diseñar correctamente estos sistemas, el técnico debe conocer en profundidad los conceptos y normas que enmarcan los abastecimientos, tanques, bombas, redes exteriores e interiores, Hidrantes, Bies, sistemas de rociadores automáticos, sistemas de agua pulverizada, sistemas de agua nebulizada, etc. Estos sistemas frecuentemente se diseñan indistintamente siguiendo normas europeas EN o normas NFPA. Este curso se imparte presentando la base conceptual para el diseño y cálculo de los sistemas, y de forma sistematizada las diferencias entre las normas europeas y españolas para cada uno de ellos. Los alumnos aprenderán a efectuar los cálculos hidráulicos de forma manual e informática a través del sistema de software más utilizado en el mundo del PCI, el HASS. OBJETIVOS El curso capacitará al asistente con los conocimientos y métodos prácticos para el diseño de sistemas de extinción por agua. Se dará un enfoque global de la protección contra incendios. Por medio de ejemplos típicos se aprenderá el uso de las normas europeas y NFPA para el diseño y cálculo de los diferentes sistemas de protección.

CONTENIDOS CONCEPTOS BÁSICOS: - Características dinámicas de los incendios. - Control y extinción de los incendios. SISTEMAS DE BOMBEO: - Componentes y requerimientos según NFPA 20, UNE 23500, Reglamento de Industria 2267, Reglamento de Instalaciones Petrolíferas, Reglamento de Almacenamiento de Productos Químicos. - Selección de bombas y accesorios. - Diseño Mecánico. - Pruebas de aceptación y de rutina. REDES DE DISTRIBUCIÓN DE AGUA: - Componentes principales. - Criterios de diseño y alcance de la norma NFPA 24. - Tipos de tuberías, métodos de instalación. - Pruebas de aceptación. SISTEMAS DE ROCIADORES: - Tipos de sistemas y sus componentes. - Clasificación según normas EN y NFPA. - Distribución y ubicación de Rociadores. - Procedimientos según NFPA 13 y EN 12485 - Pruebas de aceptación y de rutina. SISTEMAS DE AGUA PULVERIZADA: - Aplicación y selección de parámetros, NFPA 15 Y une 23501-7, Reglamento de Instalaciones Petrolíferas, Reglamento de Almacenamiento de Productos Químicos. - Componentes del sistema. - Selección y ubicación de toberas. - Parámetros típicos para protección de tanques, transformadores, tuberías, bombas. - Pruebas de aceptación y rutina.

SISTEMAS DE AGUA NEBULIZADA: - Selección, aplicaciones y diseño según NFPA 750. CÁLCULOS HIDRÁULICOS DE REDES Y SISTEMAS DE ROCIADORES: - Hidráulica Básica para PCI. - Procedimiento de cálculo según NFPA 13 y EN 12485 MANTENIMIENTO DE SISTEMAS DE AGUA: - Operaciones y periodicidad para cada uno de los sistemas tratados. - Requisitos según la Norma NFPA 25. - Requisitos según Normativa Española. El curso se realizará en Madrid, del 23 al 26 de enero de 2006, en horario de 09:00 a 14:00 h y de 15:00 a 18:00 h. MATERIAL DE APOYO Cada participante recibirá un manual de diseño, que incluye los tópicos tratados en el programa y un ejemplar en español de las normas NFPA 13, 15, 20, 24 y 25, así como un extracto de la norma NFPA 750. INSTRUCTORES El curso será dictado en su totalidad por el siguiente equipo de ingenieros profesionales en protección contra incendios y en concreto en los temas tratados en este curso: - Ing. Guillermo Lozano, SFPE. - Ing. Javier de la Vega, SFPE. - Ing. Andrés Pedreira, SFPE. - Ing. Fernando Vigara, SFPE. MATRÍCULA - Inscripción antes del 31 de Diciembre 1.000 euros. - Inscripción antes del 10 de Enero 1.100 euros - Después de esa fecha 1.200 euros. Socios de APICI. 10% Dto. Política de cancelaciones. Para más información: www.apici.net

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Primera Línea La actualidad en el mundo de la Seguridad contra Incendios

L OS SISTEMAS DE PROTECCIÓN DE INCENDIOS MEDIANTE AGUA NEBULIZADA . Los sistemas de agua nebulizada generan cada día una mayor atención y atractivo en un creciente número de usuarios. Sin duda, existen buenas razones para ello. Los sistemas de agua nebulizada, aúnan dos aspectos muy positivos en el mundo de los sistemas de protección de incendios. La tradicional eficacia y fiabilidad de los sistemas de agua, y la minimización de los daños por agua que acompaña a los sistemas de agua convencionales de rociadores automáticos o agua pulverizada, que hacen a estos últimos inadecuados para la protección de contenidos sensibles, como fin primario.

Foto. José Figueroa y Larry King de FM con Fernando Vigara.

Pero sin embargo, no todo son luces en la utilización de los sistemas de agua nebulizada. Un elevado número de usuarios opta por el agua nebulizada o por algún agente limpio, como solución final inocua, o "sustituto más adecuado del halón", de acuerdo a sus más variopintas convicciones. Tanto en una opción como en otra, se echa de menos, muy a menudo, la existencia de una correcta evaluación del riesgo, la redacción de un proyecto, el establecimiento pormenoripág.10

zado de los objetivos que se pretenden y las condiciones de entorno que se deben cumplir para que el sistema resultante sea eficaz y fiable para la misión perseguida. En el caso de utilización de agentes limpios es frecuente observar riesgos que no cuentan ni con sistemas de detección adecuados (detección precoz), ni con recintos suficientemente estancos. La prueba de estanqueidad es un requisito de la norma que se realiza en contadas ocasiones. En el agua nebulizada, la situación es peor si cabe, porque solamente las aplicaciones ensayadas y aprobadas son aceptables. Estas aplicaciones ensayadas y aprobadas por un Laboratorio de Ensayos cualificado, conlleva un Manual de Diseño, Instalación, Operación y Mantenimiento que forma parte inseparable de la aprobación, y sería muy conveniente que la solución fuese supervisada por un ingeniero cualificado independiente en términos de "tercera parte". Factory Mutual reconoce en los sistemas de agua nebulizada uno de los sistemas de supresión de incendios con mayor atractivo de presente y futuro y ha publicado recientemente un nuevo Standard que protocoliza un gran número de aplicaciones y ensayos. El uso de aplicaciones aprobadas, con la metodología adecuada y participación de ingenieros cualificados que supervisen las aplicaciones y acepten válidos los inevitables "gaps" entre aprobación y aplicación real conducirá a un uso fiable y eficaz de estos sistemas. El responsable de los sistemas de watermist en Factory Mutual es el Sr. Lawrence King.

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Para más información: www.fmglobal.com

F E R I A S SICUR 2006 Del 21 al 24/02/06 Madrid IFEMA sicur@ifema.es www.sicur.ifema.com SICUREZZA-SICURTECH del 15 al 18/03/06 Milán - Italia www.sicurezza.it IFSA 6TH INTERNATIONAL FIRE SPRINKLER CONFERENCE & EXHIBITION 28 y 29/03/06 Lisboa - Portugal www.sprinklerworld.org ASIS INTERNATIONAL EUROPEAN SECURITY CONFERENCE del 23 al 26/04/06 Niza - Francia www.asisonline.org THE AMERICAS' FIRE & SECURITY EXPO Del 18 al 20/07/06

www.americasfireandsecurity.com

ASIS INTERNATIONAL 52ND ANNUAL SEMINAR & EXHIBITS Del 25 al 28/09/06 San Diego - EEUU www.asisonline.org EXPOPROTECTION Del 07 al 10/11/06 París - Francia www.expos-protection.com


Primera Línea La actualidad en el mundo de la Seguridad contra Incendios

I CURSO DE INGENIERÍA BÁSICA DE PCI A DISTANCIA. APICI, Asociación de Profesionales de Ingeniería de Protección contra Incendios, y AFITI, Asociación para el Fomento de la Investigación y la Tecnología de la Seguridad contra Incendios, con el impulso del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, han programado este Curso Básico de Ingeniería de Protección contra Incendios al objeto de fomentar y mejorar la formación de los técnicos de seguridad contra incendios que prestan sus servicios en las diversas empresas de ingeniería, instalaciones, mantenimiento, etc. Con él se pretende abarcar todas las áreas de conocimiento que pueden ser de interés para el profesional en el desarrollo de su actividad diaria y en particular: - Proporcionar a los alumnos los conocimientos necesarios para obtener una visión global de los incendios y su protección. - Ser capaces de planificar un sistema de seguridad contra incendios adecuado al problema de protección planteado diferenciando entre las distintas posibles alternativas.

acreditativo del Curso Básico de Ingeniería de Protección contra Incendios, expedido por Apici y Afiti, en el que se incluye la colaboración del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. La duración total del curso es de 100 horas, de las cuales 80 serán horas de estudio a distancia que incluyen la preparación del proyecto final y 20 horas presénciales. Las horas presenciales se distribuirán en 5 sesiones, a realizar en horario de 16:00h a 20:00h, y en las fechas que se establezcan. Se programarán al menos 10 fechas entre las que cada alumno podrá escoger las que se adapten más a su disponibilidad. El curso se desarrolla fundamentalmente en modalidad de formación a distancia lo que permitirá al alumno marcar su propio ritmo de aprendizaje. Se combina con sesiones presénciales de apoyo, que tendrán un enfoque eminentemente práctico y de capacitación profesional, y donde la participación, el debate y el intercambio de experiencias entre los asistentes serán punto de referencia, para el correcto desarrollo del curso y un adecuado nivel de aprovechamiento del mismo. FECHAS DE IMPARTICIÓN

- Conocer la normativa española e internacional en materia de PCI en vigor.

- Fecha de Inicio: 1 de marzo de 2006.

- Dotar a los alumnos de los conocimientos necesarios que solicitan otras titulaciones como requisitos imprescindibles para obtener certificaciones profesionales reconocidas en el sector de PCI.

- Presentación Trabajos de Fin de Curso: 26 al 30 de Junio de 2006.

A la finalización del curso, los alumnos que hayan superado los test de evaluación de cada bloque, el examen final y el proyecto final de curso, recibirán un diploma

- Fecha de Finalización: 20 de Junio de 2006.

PROGRAMA El programa ha sido diseñado con el propósito de proporcionar a los asistentes los contenidos necesarios y la metodología adecuada para formar a futuros profesionales

cualificados en Ingeniería de Protección contra Incendios. Se distribuye en los siguientes bloques temáticos: 1 Información y análisis en PCI. 2 Fundamentos sobre el fuego. 3 El comportamiento humano en las emergencias. 4 Sistemas de protección activa contra incendios. 5 Técnicas y sistemas de protección pasiva en la edificación. 6 Gestión de la protección de incendios. 7 Apéndices.

El manual de referencia para todo el curso es el FIRE PROTECTION HANDBOOK, Edición 19, volumen I y II. En cada bloque temático, el alumno recibirá el material de estudio correspondiente en formato DVD, las referencias bibliográficas relativas al Fire Protection Handbook y los cuestionarios de evaluación. En cada DVD, el alumno podrá seguir la conferencia magistral del tema de estudio a través de presentaciones de PowerPoint que incluyen vídeos en los que se desarrollan las explicaciones de las materias tratadas. El alumno podrá visionar estas conferencias tantas veces como estime necesario. El alumno recibirá vía correo electrónico, aquella documentación

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Primera Línea La actualidad en el mundo de la Seguridad contra Incendios

que el tutor desee enviar de forma adicional para completar la formación, tales como artículos, prensa especializada, bibliografía,… Los cuestionarios de evaluación, del tipo de respuesta múltiple, deberán ser remitidos por el alumno a AFITI-APICI para su corrección y posterior devolución al alumno. En el caso de que el cuestionario incluya respuestas incorrectas, será enviado al alumno de nuevo para que proceda a su nueva cumplimentación, hasta que se haya contestado ala totalidad de las respuestas correctamente.

El miércoles 20 de julio en el Centro de Convenciones de Miami Beach, se llevaron a cabo las elecciones 2005 para la Junta Directiva de la Sección Latinoamericana. Fueron elegidos nuevos Directores de la misma los Ingenieros Jorge Suarez de Méjico y nuestro secretario general Fernando Vigara.

El primer curso solo admitirá 20 alumnos. El periodo de inscripción al curso será del 10 de Enero al 10 de Febrero de 2006. Este periodo se dará por finalizado una vez las plazas queden cubiertas o hasta la fecha indicada anteriormente. El importe de la matrícula es de 2.000 €. (Socios de APICI: 1.500 €) Incluye: Libros de texto, DVD´s conteniendo lecciones y videos, ejercicios, tutoría, clases presenciales, y pruebas finales.

APICI ha creado la figura de Socio Simpatizante para estrechar las relaciones entre la Industria y la Comunidad de la Ingeniería de Protección contra Incendios. Ser Socio Simpatizante reconoce aquellas empresas que tienen un interés común con APICI en la contínua mejora de la información y formación de los profesionales del PCI como mejor medio para lograr los mayores niveles de Seguridad contra Incendios en nuestra Sociedad.

Arce Clima Ashes Fire Consulting Casmar Colt Ibérica Comin, S.L. La Sección Latinoamericana de la NFPA fue autorizada por la Junta Directiva de la NFPA en 1997 y organizada ese mismo año. La membresía a la Sección es un beneficio de su afiliación a la NFPA y está abierta a todo miembro activo quien tenga interés en "Incrementar el nivel tecnológico de protección contra incendios y seguridad humana en América Latina compartiendo conocimientos y experiencias." Membresía en la Sección no requiere cuota adicional aparte del pago anual a la afiliación a la NFPA. Ser Director de una Sección Profesional de la NFPA representa un gran honor y el reconocimiento de los méritos profesionales y humanos realizados en ambas trayectorias a lo largo de una vida de dedicación a la Protección contra Incendios.

Para más información: www.apici.net pág.12

2005

Afiti-Licof

Los alumnos tendrán a su servicio un sistema de tutorías donde podrán ponerse en contacto con el tutor para que le resuelvan cuantas dudas puedan surgirle en el estudio de cada bloque.

PERIODO DE INSCRIPCIÓN

Socios Simpatizantes

F ERNANDO V IGARA NOMBRADO D IRECTOR DE LA J UNTA D IRECTIVA DE LA SECCIÓN LATINOAMERICANA DE LA NFPA

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Para más información: www.capitulosnfpa.org

CPI-Comercial de Protección contra Incendios Fire-Consult, S.L. FVA, S.L. Marioff - HI-FOG, S.A. Nordes, S.A. Notifier España, S.A. Prosysten Ruiz Sistemas S.L. - RUCA Securitas Sistemas de Seguridad, S.A. Sima, S.L. Telefónica Ingeniería de Seguridad Ubeda Consulting, S.L. Vision Systems Wormald Mather + Platt España, S.A. Para más información: apici@apici.net


Performance-B Based

Un método para el Cálculo de los Tiempos de Evacuación

Los tiempos de evacuación, parámetro clave a la hora de evaluar la seguridad contra incendios.

L

a predicción del tiempo necesario para la evacuación de un edificio, en los diferentes escenarios de incendio, resulta de gran interés, muy especialmente en los diseños de PCI basados en prestaciones o "Performance-Based". Los códigos prescriptivos no suelen facilitar métodos de cálculo para realizar este tipo de evaluación. Para ello existen en el mercado diferentes modelos que predicen el movimiento humano y que permiten predecir los tiempos estimados de evacuación. El coste, software y hardware necesarios para la utilización de cada uno de ellos, así como el tipo y grado de precisión de la información obtenida, son también diferentes. El Handbook of Fire Protection Engineering de la SFPE Edición 3ª, en su Capítulo 14, escrito por Harold E. "Bud" Nelson (1) y Frederick W. Mowrer (2), presenta un modelo de análisis del movimiento humano, de cálculo manual, del que por su interés y utilidad, a continuación ofrecemos una síntesis. El Handbook, que incluye en detalle los procesos y tablas de cálculo para este modelo, así como otra información del máximo interés para los ingenieros de protección de incendios, con un total de 1604 páginas, se puede adquirir en APICI. El Tiempo Requerido para la Evacuación, Trevac, se define como el tiempo que transcurre desde que se produce el inicio del incendio, hasta que es

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evacuada la edificación, y que debe siempre ser menor que el Tiempo Disponible para la Evacuación, Tdevac (Tiempo en el que las vías de evacuación son transitables en términos de temperatura visibilidad y toxicidad). Trevac es la suma de un conjunto de intervalos de tiempo:

Trevac = td + ta + tp + ti +te

td =Tiempo de detección. Tiempo que transcurre desde el inicio del incendio hasta su detección. ta =Tiempo de alarma. Tiempo que transcurre desde la detección hasta que se notifica a los ocupantes sobre el incendio. tp =Tiempo de percepción. Tiempo que tardan los ocupantes en percibir el incendio. ti =Tiempo de interpretación y acción. Tiempo que transcurre desde la percepción y toma de la decisión de la acción hasta el comienzo de la evacuación. te =Tiempo de evacuación. Tiempo desde que comienza la evacuación hasta que es completada. La estimación precisa del tiempo requerido para la evacuación, Trevac, encierra una cierta dificultad, puesto que los tiempos parciales expuestos varían en

Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

Redacción ICI función de factores tales como los diferentes escenarios de incendio, los sistemas de detección y comunicación de alarma disponibles, el conocimiento de las vías de evacuación por los ocupantes, el comportamiento a nivel individual y de grupo, etc. Por ello el tiempo sobre el que se suelen efectuar los cálculos a la hora de estimar el tiempo de evacuación es el referido al tiempo mínimo estimado para recorrer las diferentes rutas de evacuación desde que se inicia el movimiento del personal hacia las salidas o áreas de refugio, tiempo de evacuación, te. El tiempo a añadir, correspondiente al resto de los intervalos, queda cubierto por el adecuado factor de seguridad utilizado, o bien es añadido por datos concretos de los que disponga el proyectista, y aprobado por la autoridad competente.


Performance-B Based

EL

Densidad - δ, (personas/m ), número de personas por unidad de área. 2

MODELO HIDRÁULICO

El modelo que comentamos se denomina modelo hidráulico. Está basado en la relación existente entre la densidad de ocupantes y la velocidad de los mismos a través de las vías de evacuación. El tiempo calculado por el modelo se denomina tiempo modelado de evacuación, tme, que es una aproximación al tiempo real de evacuación basada en datos obtenidos en simulacros de evacuación y en la experiencia de tiempos de evacuación medidos en casos de incendio real. Es posible que el tiempo modelado de evacuación pueda diferir del tiempo real de evacuación. La diferencia entre el tiempo de evacuación modelado y el tiempo de evacuación real puede ser expresada en términos de eficiencia de evacuación aparente, e, usando la siguiente relación:

Velocidad - v, (m/s), velocidad de desplazamiento por pasillos, escaleras y rampas, que es función de la densidad y de un factor k. Si la densidad es menor que 0,54 perso2 nas/m , la velocidad de movimiento es independiente de la velocidad de movimiento de los otros.

Figura 1. Velocidad de desplazamiento en función de la densidad.

te = tme .e Los elementos que afectan al valor de e, están relacionados con los factores imprevisibles del comportamiento de los ocupantes, como por ejemplo la infrautilización de determinadas salidas y la saturación de otras, interrupciones en el movimiento, etc. En el modelo hidráulico se utilizan los siguientes parámetros: Ancho efectivo - we , de un componente de la evacuación, pasillo, puerta, escalera, etc., se corresponde con el ancho real del componente menos unos determinados márgenes.

La máxima velocidad de desplazamiento

Tabla 2.

de los ocupantes ( δ = 0,54/m ) se muestra 2

Máxima velocidad de desplazamiento de los Ocupantes

en la siguiente tabla.

COMPONENTE

DE

EVACUACIÓN

VELOCIDAD (m/min)

E SCALERA T RADICIONAL

60

P ASILLOS

72

P UERTAS

72

we = wreal - márgenes

COMPONENTE E SCALERAS

CON PARED

MARGEN POR CADA LADO (cm) 15

Tabla 3. Factor K en m/s para escaleras y pasillos

ESCALERAS P ASILLOS ,

B ARANDILLAS B UTACAS

Y PASAMANOS

DE TEATROS , CINES , ESTADIOS

P ASILLOS

Y RAMPAS

O BSTÁCULOS S ALONES

Y PASILLOS GRANDES

P UERTAS

9

CON ESCALONES CON

FACTOR

DE

DE CONVERSIÓN DISTANCIA

RAMPAS ,

1,40

1,0

25,4

1

1,66

17,78

27,94

1,08

1,85

16,51

30,48

1,16

2,08

16,51

33,02

1,23

2,22

DESCANSILLOS

(h escalón )

(w escalón )

0

19,05

20 10

FACTOR K (m/s)

46 15

Tabla 1. Anchos de los Márgenes

Diciembre 2005 - ICI - Nº 3

pág.15


Performance-B Based

Flujo específico φs y flujo calculado φc, El flujo específico, es el flujo de ocupantes a través de un punto de la ruta de evacuación por unidad de ancho y de tiempo. En la siguiente figura, se muestra el flujo específico en función de la densidad de 2 personas por m en relación al componente de evacuación. Para obtener el flujo máximo respecto de la densidad:

Los flujos específicos máximos para cada componente se muestran en la siguiente tabla: Tabla 4. Flujo Específico Máximo Los flujos máximos serán los utilizados si el cálculo facilitase un flujo mayor. El flujo calculado, φc, es el número de personas por segundo que atraviesan un componente de evacuación.

Figura 2. Flujo específico de personas por minuto por m de ancho efectivo, para los distintos componentes de evacuación.

ELEMENTO DE LA RUTA DE EVACUACIÓN P ASILLOS , RAMPAS , PUERTAS , ESCALERAS ALTO (cm)

FLUJO ESPECÍFICO MÁXIMO PERSONAS/S/M

(h escalón )

A NCHO (cm) (w escalón )

1,3

19,05

25,4

0,94

17,78

27,94

1,01

16,51

30,48

1,09

16,51

33,02

1,16

El embotellamiento se genera cuando el flujo de ocupantes que entra en un componente de evacuación es mayor que el flujo de ocupantes que salen del elemento. Tiempo de paso, tp, se define como el tiempo que tarda un grupo en pasar por un determinado punto en la ruta de salida. Se puede expresar de la siguiente forma:

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Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

DE ANCHO EFECTIVO

P P tp =


Performance-B Based

TRANSICIONES Las transiciones se producen en los puntos donde las características o dimensiones de una ruta de evacuación cambian o en los puntos donde confluyen varias rutas. El flujo específico, φs, de la ruta de salida en un punto de transición está determinado por las siguientes ecuaciones en función de los parámetros:

φs (salida) =

Flujo específico de salida desde un punto de transición.

φs (entrada) =

Flujo específico de llegada a un punto de transición.

we (entrada) = Ancho efectivo anterior al punto de transición. we (salida) =

a) Transiciones con un flujo de entrada y un flujo de salida:

b) Con dos flujos entrantes y uno de salida:

c) Otras geometrías de confluencia, se aplica la siguiente relación general:

Ancho efectivo después del punto de transición.

Caso Práctico

Se trata de un edificio de oficinas con las siguientes características:

1. Hay 9 plantas de 91 m. x 24 m. con altura entre plantas de 3,7 m. 2. Dispone de 2 escaleras localizadas en ambos extremos del edificio. (No existen fondos de saco.) 3. Las escaleras tienen una anchura de 1,12 m. con barandillas que sobresalen 0,063 m. 4. La huella y piso de los escalones son de 27,9 y 17,8 cm. respectivamente. 5. Existen 2 descansillos son de 1,2 m x 2,4 m. por cada piso.

Para el cálculo asumiremos las siguientes hipótesis: a)

b)

El flujo de ocupantes estará limitado por la capacidad de paso de las puertas de acceso a las escaleras o por la limitación de flujo creado por las propias escaleras, lo que producirá la formación de colas ante las puertas de acceso.

1. Estimación de la densidad de flujo(δ), velocidad(v), flujo específico (φs), anchura eficaz (we) y flujo calculado (φc) por cada planta: Se estima que los ocupantes de cada planta abandonan la planta divididos en dos mitades que lo hacen por las dos salidas. En este supuesto cada mitad debe recorrer un pasillo de 45 m de longitud y 2,4 m de ancho.

Todos los ocupantes inician la evacuación de forma simultánea.

Se procede al cálculo siguiendo los siguientes pasos:

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6. La anchura libre de las puertas de entrada y salida a las escaleras es de 0,91m. 7. La primera planta no termina a través de escaleras. 8. Cada planta tiene un solo pasillo de 2,4 m de anchura que termina en las puertas de acceso a las escaleras. 9. Hay una ocupación de 300 personas /planta.


Performance-B Based

2. Estimación del impacto de las puertas de entrada a las escaleras en el flujo:

4. Estimación del impacto de la mezcla de flujos en las escaleras:

Debido a que el flujo del pasillo es mayor que el que atraviesa la puerta, se formará una cola con una tasa de crecimiento de 2,42 - 0,79 = 1,63 pers/s 3. Estimación del impacto de las escaleras en el flujo:

Para el cálculo de la densidad y la velocidad en la escalera, observando la Figura 2, se obtiene un2 valor aproximado de d de 1,6 pers/m y por tanto una velocidad de: v = k·(1-a·δ)|k=1,08 = 0.62 m/s La distancia entre planta y planta del tramo de la escalera, serán los 3,7 m de altura, entre planta y planta, multiplicado por el factor de conversión (Tabla 3) más los dos pasillos de 2,4 m de longitud. Lo que hace un total de 11,6 m. (3,7·1,85+2·2,4)

5. Estimación del tiempo de desplazamiento:

PASILLO

PUERTA

ESCALERA

MEZCLA DE FLUJOS

w e (m)

2

0,61

0,82

-

v (m/s)

0,88

-

0,62

-

φs

1,21

1,3

0,97

-

2,42

0,79

0,79

0,82

(pers/(s.m)) φ c (pers/s)

Tabla 5. Cuadro Resumen

-

Se asume que todos los ocupantes se disponen a evacuar al mismo tiempo. El tiempo inicial, hasta que confluyen los flujos de la planta superior y el de la planta considerada, es de 30 segundos. Y la evacuación se realiza de modo descendente, es decir desde la novena planta hasta la primera, aunque podía haberse tomado de otra forma.

-

Durante los 30 primeros segundos hasta el colapso, las escaleras se han llenado de 120 personas, correspondiente a 15 por cada planta, lo que implica que quedan por evacuar 135 por planta.

-

El tiempo que se tardará en evacuar la novena planta será, el tiempo inicial de 30 segundos, 19 segundos de descenso de las escaleras

El tiempo necesario para bajar cada piso por la escalera será por tanto de:

El flujo calculado φc será:

El número de personas que accederá a la escalera de cada planta desde la 9ª a la 2ª hasta que se produzca la mezcla de flujos a los 19 segundos será de:

A partir de ese momento se produce la confluencia de flujos.

Diciembre 2005 - ICI - Nº 3

pág.19


Performance-B Based

donde habrá 15 personas y las 135 restantes en atravesar la puerta de acceso a las escaleras lo harán a razón de 48 personas/minuto durante los siguientes 19 segundos hasta que el flujo alcance la 8ª planta. -

-

-

-

PLANTA

TIEMPO INICIAL

FLUJO

PERSONAS

9

30 + 19

0,79

135

8

238

0,82

7

421

En la octava y sucesivas el flujo será el de mezcla de flujos.

6

En la siguiente tabla se muestra los tiempos parciales obtenidos:

El tiempo de descenso de cada planta es de 19 segundos por planta.

El tiempo total en desalojar el edificio son 1519 segundos, es decir, 25 min.

TIEMPO

TIEMPO

170

219

19

135

164

402

19

0,82

135

164

585

19

604

0,82

135

164

768

19

5

787

0,82

135

164

951

19

4

970

0,82

135

164

1134

19

3

1153

0,82

135

164

1317

19

2

1336

0,82

135

164

1500

19

1

1519

0,82

0

0

1519

0

RESUMEN Y CONCLUSIONES Como se puede comprobar a lo largo del ejemplo desarrollado, incluso para una configuración simple el proceso de cálculo puede resultar tedioso y complejo, sobre todo si se desean manejar varias hipótesis de comportamiento. La modelización del proceso permite obviamente predecir la variación que experimentarán los tiempos en función del cambio de ancho de puertas, escaleras, etc. Información que permanece inescrutable cuando el proyectista se limita a los requisitos geométricos marcados por el código prescriptivo. En el ejemplo se ha considerado que el flujo dominante es el que se mueve de las plantas superiores sobre las inferiores. Se podrían considerar otras hipótesis diferentes que conducirían a resultados diferentes. El modelo utilizado asume que el movimiento de los ocupantes es similar al de un fluido hidráu-

pág.20

TIEMPO

Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

lico. Por ello en los puntos de unión de flujos se considera que los ocupantes que se suman al flujo existente de ocupantes se autorregulan en función de la capacidad de la escalera. El grado de eficacia de las rutas de evacuación y del proceso de evacuación en su conjunto depende de muchos factores tales, como la adecuada señalización, la actuación de equipos de ayuda a la evacuación, la existencia o no de humo, la percepción y actitud de los ocupantes que deben ser valorados convenientemente. Estudios realizados muestran que los flujos de evacuación más eficaces se obtienen cuando todos los ocupantes se hayan entrenados y son ayudados por equipos de ayuda a la evacuación. El uso no balanceado de las vías de evacuación, es decir la ifrautilización de unas y la sobrecarga de otras es uno de los factores que contribuye al descenso de la eficacia. El Capítulo 14 del Handbook de la SFPE, presenta un estudio

PARCIAL

EVACUAC. DESCENSO

muy detallado sobre estos extremos. Simplemente como nota de atención indicaremos que en el estudio realizado por MacLennan`s que se expone en el libro, se demuestra que los tiempos requeridos para la evacuación duplican a los modelados cuando existe una adecuada organización y entrenamiento para la evacuación, y los triplican cuando esta organización no existe. Aquellos que deseen aplicar y/o estudiar el modelo deberían manejar todos los datos que se ofrecen en el Handbook of Fire Protection Engineering de la SFPE Edición 3ª, en su Capítulo 14. En la actualidad el número de modelos desarrollados para calcular los tiempos de evacuación es muy grande. La revista FIRE Protection Engineering, que publica trimestralmente la SFPE, su último número (No. 28) está dedicado íntegramente al comportamiento humano en las evacuaciones. Dentro de su contenido se facilitan criterios para la selección del modelo más adecuado a cada aplicación.


Performance-B Based

La modelización de los efectos del fuego. Tipos de modelos.

La necesidad de modelar los efectos del fuego. UN POCO DE HISTORIA

En 1984 Gunner Heskestad de Factory Mutual introdujo el concepto de origen virtual para establecer que los incendios accidentales por naturaleza no son puntuales.

Institutos de investigación alrededor del mundo como UK Fire Research Station y el Japanese Fire Research Institute en fechas tan tempranas como 1946, comenzaron a tomar interés sobre el fuego impulsados por los efectos devastadores de la II guerra mundial.

LA NECESIDAD DE MODELAR LOS EFECTOS DEL FUEGO

Algo similar ocurre en Estados Unidos en 1950 la Office of Civil Defense impulsada por la guerra fría proporciona fondos para el Major Fire Reasearch program, el cual se centró principalmente en el impacto de un ataque nuclear. Uno de los resultados de mayor impacto de este programa fue el "The Home Fire Project" realizado en la universidad de Harvard bajo la dirección del profesor Howard Emmos. El famoso programa de modelización denominado Harvard Fire Model fue uno de los logros obtenidos. Para finales de los años 70, la National Fire Foundation trasfiere toda la responsabilidad de investigación a National Bureau of Standards NBS (conocido ahora como el National Institute of Standards and Technology NIST), el cual desde 1914 disponía del Center for Fire Research, NIST actualmente es un líder internacional en la investigación y desarrollo de modelos de incendio. Por supuesto otras organizaciones y universidades alrededor del mundo han y siguen contribuyendo al entendimiento y modelización de los efectos del fuego. Solo como ejemplo tenemos a la Universidad de Lund en Suecia, la de

pág.22

Guillermo Lozano Ing. PCI, SFPE

Fig. 1

Edimburgo en Escocia, el National Reseach Council de Canadá, Factory Mutual, etc. Para mediados de los años setenta, el profesor Edward Zukoski y sus colegas en el Instituto de Tecnología de California, desarrollaron una de las primeras teorías sobre las plumas de incendio y las primeras ecuaciones para predecir su temperatura, masa de gases y velocidad considerando el fuego como una fuente de generación de energía puntual. Estas fueron formalmente presentadas en 1981 y se ha utilizado en programas de modelación tales como el ASET, FIRE SIMULATOR, y CCFM.

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Cuando un ingeniero civil diseña una estructura parte de un objetivo muy claro, debe resistir una carga determinada (por unidad de área, puntual, estática, dinámica, etc.) y dispone de las herramientas para el cálculo estructural que le permiten predecir el comportamiento estructural bajo las condiciones exigidas. Un ingeniero mecánico que deba diseñar un eje conocerá las exigencias a las cual va a estar sometido (potencia a transmitir, velocidad, tipo de carga, etc.) y luego por medio de cálculos bien establecidos determinará su diámetro. Un ingeniero electricista, si debe diseñas un conductor sin duda conocerá el amperaje a manejar, voltaje y demás variables requeridas, luego por medio de cálculos determinara la sección del conductor capaz de soportar la exigencia. Sin embargo, cuando vamos a diseñar un sistema de protección contra incendio para una determinada ocupación dentro de una edificación ¿Cuál es la carga de diseño o cuál es la exigencia, a la cual van a estar sometidos los ocupantes, el edificio y las operaciones que se realizan? Tradicionalmente el diseño de los sistemas de protección contra incendio se ha hecho siguiendo los requerimientos de códigos de protección u ordenanzas, las


Performance-B Based

cuales exigen ciertos sistemas o componentes (mangueras, rociadores, detectores, extintores, medios de escape, resistencia al fuego, etc.) para poder dar conformidad de uso a una determinada edificación. Nos preguntamos, ¿Estamos concientes del desempeño de estos sistemas frente a la carga que imponga un incendio? ¿Estaremos satisfechos con los resultados del desempeño de los sistemas cuando ocurra un incendio? ¿Estos resultados satisfacen las expectativas del propietario frene a la inversión que ha hecho? Y lo que es más importante ¿Qué nivel de seguridad ante el fuego tienen los ocupantes? ¿Cuál es el impacto sobre la continuidad operativa del sistema que protegemos? ¿Cuál es el impacto sobre la propiedad misma?

LA MODELIZACIÓN MATEMÁTICA O DETERMINÍSTICA

FAST/CFAST (R.D. Peacock y otros, NIST).

Los modelos determinísticos los podemos clasificar dependiendo de su complejidad en varios grupos:

FIRST (FIRe Simulation Technique, H.W. Emmons, NIST).

Cálculos manuales. Por medio de ecuaciones se pueden realizar cálculos manuales sencillos para estimar altura de las llamas, temperaturas y velocidades en la pluma de gases, descenso de la capa de humos dentro de un recinto, ocurrencia del Flashover.

WPI/FIRE (D. B. Satterfield, WPI).

Herramientas de cálculo. Se han desarrollado a partir de la ecuaciones varios programas de computación y hojas de cálculo, por ejemplo:

Muchas de las respuesta las podremos conocer si disponemos de herramientas de cálculo que nos permitan conocer como progresa un incendio dentro de una edificación, como estimar las consecuencias de incendio, cual es la carga de diseño que no sería otra que la tasa de generación de calor producida por el fuego. Estas herramientas de cálculo existen. Van desde las muy modestas y útiles ecuaciones que permiten cálculos manuales, a los modelos por zonas y los más sofisticados modelos basados en la dinámica de fluidos computacional.

FPETool NIST).

TIPOS DE MODELACIÓN DE EFECTOS DEL FUEGO

La hoja de cálculo "Spreadsheet templates for fire dynamics calculations" preparada por Frederick W. Mowrer.

Podemos dividir en tres grandes grupos los modelos. Los modelos físicos, los determinísticos (o matemáticos) y los probabilísticos. Los modelos físicos o experimentales intentan reproducir en condiciones controladas (por lo general en un laboratorio) a escala real o reducida las consecuencias de un fuego en una determinada situación, el impacto de sistemas de extinción o detección; a manera de ejemplo la casi totalidad de información que tenemos para el diseño de sistemas de rociadores se han obtenido de ensayos a escala real. Los modelos determinísticos se basan el las ecuaciones que describen el comportamiento del incendio dentro de un sistema o volumen de control. Por otra parte, están los modelos probabilísticos utilizando métodos estadísticos y redes de eventos que permiten simular el crecimiento del fuego. En estos modelos la transición de un estado a otro, la efectividad de los sistemas automáticos o manuales de extinción, la efectividad de sistemas pasivos son gobernadas por probabilidades que por lo general se basan en experiencia y datos históricos.

(Nelson,

1990,

ASKFRS (Chitty and Cox, 1988, FRS UK). FIRECALC (CSIRO, 1991). Fire Wind (V. Shestopal).

Modelos basados en la dinámica de fluidos computacional. A diferencia de los modelos por zona, los modelos basados en esta técnica DFC dividen el espacio a ser modelado en miles de pequeños cubos; el modelo calculará las condiciones físicas de cada cubo en función del tiempo por medio de resolver las ecuaciones fundamentales de conservación de masa, momentum y energía para cada cubo. Los siguientes son algunos modelos típicos: ALOFT-FT (A Large Outdoor Fire Plume Trajectory Model Flat Terrain, W>D> Walton, 1998, NIST).

Evans,

FDS (Fire Dynamics Simulator, K. MacGratten, 2000, NIST).

ASMET (Atria Smoke Management Engineering Tools, J. H. Klote, 1994, NIST).

SOFIE (Simulation Of Fire In Enclosures, Galea, Cranfield UK).

DETACT-QS 1986).

(D.D.

Modelos por Zonas. Estos modelos dividen cada cuarto en dos espacios o zonas: un zona superior que contiene los gases calientes producidos por el incendio y una zona inferior que contiene todo el espacio por debajo de la zona superior. La zona inferior es la fuente de suministro de aire para la combustión y para la ubicación del fuego. Durante el desarrollo del incendio la zona superior se expande y pudiera llegar a llenar todo el recinto. Algunos de los programas mas conocidos son: ASET (Available Safe Egress Time, L.Y. Cooper, D.W. Stroup, 1985, NIST). ASET-B (W. D. Walton, 1985, NIST) versión en Basic de ASET. FIRM (Fire Investigation and Reconstruction Model, D.M. Birk,1991).

JASMINE (Analysis of Smoke Movement, G. Cox, 1987,FRS UK). ENTENDIENDO EL INCENDIOS Y SUS EFECTOS No podemos utilizar ningún modelo por sencillo que sea a menos que tengamos una clara compresión del fenómeno del fuego, su crecimiento y sus efectos sobre las estructuras, personas y sistemas. Los incendios progresan exponencialmente una vez que ha transcurrido un tiempo de incubación y aparecen las llamas por primera vez, llamamos a este evento ignición. A partir de ese momento entra en la fase de crecimiento caracterizado por un aumento continuo de la tasa de generación de calor hasta llegar a una tasa máxima. En algunos casos pudiera ocurrir una combustión súbita generalizada (Flashover) dentro del recinto de origen del fuego. Luego durante un cierto tiempo (el cual depende de la cantidad de combustible disponible) se estará generando calor a una tasa aproximadamente constante para luego empezar a decaer cuando el combustible se agota.

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pág.23


Performance-B Based

CÁLCULOS MANUALES DE LOS EFECTOS DEL FUEGO Si conocemos la tasa de generación de calor del incendio que deseamos modelar, existen ecuaciones sencillas que permiten estimar la altura de las llamas, la temperatura dentro de la pluma de gases calientes de un incendio, en la Fig. 2 La tasa de generación de calor depende material que se quema y su disposición. Por lo general se expresa en kW. En el caso de líquidos inflamables Q = mA ∆H, donde m es la rapidez de consumo 2 del combustible expresada g/m s, A el área de la superficie de líquido que se quema y ∆H el calor efectivo de combustión en kJ/s. Para los sólidos su valor depende de la tasa de energía que recibe por radiación. Ciertos arreglos han sido modelados físicamente y se conoce experimentalmente como varía su tasa de generación con el tiempo. La tasa de generación de calor es la variable más importante de un incendio y define la severidad de este. Puede ser constante o variar en el tiempo hasta alcanzar un valor máximo cuando termina su etapa de crecimiento. A continuación se ilustran estos dos tipos de tasas de generación de calor. En la figura 3 una tasa de generación de calor fija y en la figura 4 la tasa de generación de un fuego en una estación de trabajo. Para efectos de modelar la tasa de generación de calor y conocer la respuesta típica de detectores, rociadores o determinar como se deterioran las condiciones dentro de un recinto (aumento de la temperatura de la capa de gases, altura de la capa de humos, etc.) podemos asimilar el progreso del fuego a un crecimiento cuadrático, NFPA 72 en su apéndice B para efectos de diseño por desempeño de los sistemas de detección de calor y de humo ha clasificado el desarrollo del fuego en cuatro clases. Incendios de crecimiento lento, moderado, rápido y ultrarrápido (figura 5). Por definición, cada uno de estos fuegos tiene respectivamente un tiempo de crecimiento de 600 s, 300 s, 150 s y 75 s. El tiempo de crecimiento es el que tarda el fuego en alcanzar una tasa de generación de calor de 1005 kW. Las fotografías de la figura 6 muestran el progreso del fuego dentro de una habitación, desde la ignición efectiva, su etapa de crecimiento y luego el Flashover. Todo esto ocurre en cinco minutos.

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Fig. 3

Fig. 4

capa de gases que se desplaza en un techo horizontal, la respuesta de detectores de calor. A continuación en la figura 7 se muestran las ecuaciones simplicadas que desarrolló G. Heskestad para la altura de las llamas, temperatura y velocidades en el centro de la llama. Alpert, R.L y Evans, D.D han desarrollado ecuaciones (figura 8) que permiten estimar las temperaturas en la capa de gases que se mueve bajo un techo horizontal sin obstrucciones. McCaffrey, B.J. y otros desarrollaron correlaciones para estimar las temperaturas dentro de un cuarto como función de la tasa de generación de calor, altura y área de la ventilación, características térmicas del material del recinto. El coeficiente de pérdida de calor se calcula según el tiempo t (s) al cual se va a estimar la temperatura. La estimación de la ocurrencia del Flashover según varios autores se indica a continuación en la figura 10. En todos los casos se estima la tasa de generación de calor que sería capaz de establecer temperaturas del orden de los 500 a 600ºC en la capa de gases, a estas temperaturas los gases emiten una radiación2 del orden de los 20 kW/m , suficientes para causar la ignición simultánea de los combustibles presentes dentro del recinto. Un ejemplo que ilustra el uso de estas ecuaciones lo podemos ver a continuación en la figura 11. Es un recinto de yeso d 20 mm de espeso y un incendio de tasa constante de 500 kW.

Fig. 5

Una visualización del incendio desde su ignición efectiva para t = 0 y una tasa de crecimiento rápida (a = 0.049 2 kW/s ) puede verse en la figura 12. La mayoría de estas formulas han sido programadas dentro de suites o herramientas de cálculo como FPETool, Fire Wind y hojas de cálculo. Estas pueden ser obtenidas de las páginas web del NIST u otras instituciones.

Fig. 6


Performance-B Based

LOS MODELOS ZONAS

Fig. 7

Fig. 8

Fig. 9

Fig. 10

POR

Han sido los modelos de más uso entre la comunidad de ingenieros de protección contra incendio. Estos programas dividen en dos volúmenes de control o zonas el ambiente del recinto o los múltiples escenarios analizados -dependiendo de la complejidad del mismo- una capa superior de gases calientes y una inferior donde usualmente se encuentra el fuego y está a condiciones ambiente. Las condiciones de ambas capas se consideran uniformes y existe un marcada interfase entre las dos. Para cada una de ellas se resuelven las ecuaciones de conservación de masa y energía. Los cálculos realizados por el Modelo proporcionan una estimación de las condiciones dentro de cada capa en función del tiempo. Existen una gran variedad de modelos sencillos para un solo recinto como ASET, ASET-B, FIRM, FIRE SIMULATOR; capaces de estimar la temperatura de la capa superior de gases calientes, la posición de la capa de humos con relación al piso para un incendio determinado por el usuario. ASET como ASET-B consideran que las puertas y ventanas están cerradas y el primero puede calcular el tiempo para el cual se alcanza una condición peligrosa para los ocupantes. FIRM por otra parte puede analizar casos donde existe una ventilación debida a una puerta o ventana abierta. Quizás el programa más popular es el modelo por

Fig. 11

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Fig. 12

zona de la herramienta FPETool desarrollado por Nelson, el FIRE SIMULATOR. Este modelo permite estimar las condiciones antes y después del Flashover dentro de un recinto. Se requiere introducir la geometría y material del recinto, la descripción de tipo de fuego, los parámetros de los rociadores o detectores que se van a evaluar. Se obtienen como resultados la temperatura y posición de la capa de humos; el flujo de gases calientes por las aberturas; la respuesta de detectores de calor, humo y rociadores; concentración de oxígeno, monóxido de carbono, dióxido de carbono en la capa de humo; el efecto de la disponibilidad de oxigeno para la combustión. Otro programa utilizado ampliamente es el FAST/CFAST, es un modelo por zonas para múltiples espacios, la versión 4.0 puede manejar 30 recintos con múltiples abertura entre ellos o con el exterior. Permite igualmente modelar el efecto de la ventilación mecánica (hasta 30 ductos y cinco ventiladores) se pueden definir hasta 30 fuegos y múltiples rociadores y detectores. FAST permite la edición de los datos que requiere CFAST y los medios para representar sus resultados. Podemos obtener los estimados de temperatura, espesor de la capa de humos, concentración de gases para las capas de gases calientes y fríos de cada uno de los recintos. FAST ha sido uno de los programas mas validados en un recinto, en varios recintos en un mismo piso, en un hotel de siete pisos y en un hangar para aviones. Una de las limitaciones inherentes en estos modelos es su incapacidad de tomar en cuenta los procesos de radiación adecuadamente, también existen gran incertidumbre en cuanto hasta donde podemos aplicar estos modelos. Hay un gran debate sobre esto, sin embargo podemos ver que hay una cantidad de validaciones hechas para cuartos simples y hasta seis recintos de tama2 ños no muy grandes (unos 10 m ) y para tamaños de incendios modestos de 1000 kW. Esto no limita a que no podamos usarlos para tamaños de recintos mayores, solamente que no sabemos hasta donde podemos extrapolar todas las asunciones y simplificaciones hechas.


Performance-B Based

MODELOS BASADOS EN LA DINÁMICA DE FLUIDOS COMPUTACIONAL Estos modelos permiten un análisis detallado de las condiciones dentro del volumen o dominio que deseamos modelar. A diferencia de las simplificaciones que se realizan en los modelos por zonas, los modelos basados en la dinámica de fluidos computacional (DFC) calculan las temperaturas, velocidades y concentraciones de gases en miles o decenas de miles de celdas tridimensionales en función del tiempo.

Fig. 13

BIBLIOGRAFÍA

Fig. 14

J. Quintiere "Principles of Fire Behavior". R. Alpert "Celing Jet Flows" SFPE Handbook. D. Drysdale "An introduction to Fire Dynamics". NFPA 72 "National Fire Alarm Code" Apendix B.

La DFC ha sido una disciplina desarrollada en la mecánica de fluido para el análisis de problemas complejos para la industria automotriz, electrónica y aeronáutica. Modelos comerciales DFC permiten complejos análisis de flujo de fluidos, disipación de calor, etc. Los primeros modelos para analizar el fenómeno de incendio se basaron en programas comerciales, los cuales fueron adaptados para modelizar los fenómenos de turbulencia específicos encontrados en el fuego, la gran variación de temperaturas y densidades, la radiación de calor de partículas, gases y superficies sólidas

situación que los modelos por zonas. Por supuesto estos programas requieren mayores recursos tanto en equipos como en tiempo requerido para establecer el modelo y todas sus condiciones. A pesar de esto, el uso de la modelización basada en DFC tiene muchas bondades cuando se analizan geometrías complejas y cuando se requiere un estudio detallado de lo que ocurre.

En general, la modelización basada en DFC resuelve dentro de cada celda las ecuaciones diferenciales parciales no lineales (ecuaciones de Navier-Stokes) fundamentales de la conservación de energía, masa, momentum. Se ha desarrollado programas específicos para la modelización de incendios como: JASMINE desarrollado por el BRS en Inglaterra, SOFIE en la universidad de Cranfield, SMARTFIRE en la universidad inglesa de Greenwich y finalmente el Fire Dynamic Simulator FDS desarrollado en USA por NIST. Como se puede apreciar en las figura 15 y 16, la modelización basada en DFC puede examinar en más detalle una

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Karlsson, B., and Quintiere. Enclosure Dynamics.

R. Schifiliti "Design of detection system" 4-1 SFPE Handbook. Craig Beyler, Philip DiNenno "Introduction to Fire Modeling" Fire Protection Handbook, NFPA. W.D. Walton, D.J. Carpenter, C.B. Wood, "Deterministic computer fire Models" Fire Protection Handbook, NFPA.

Fig. 15

Fig. 16

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J.G. Fire


Nueva Reglamentación

Evacuación de Humo y Control de Temperatura en Caso de Incendio. La norma UNE 23585-2004: Una norma de "nuevo enfoque"

"Requisitos y métodos para proyectar un sistema de control de temperatura y de evacuación de humos en caso de incendio".

E

l pasado mes de Diciembre era editada la norma UNE 23585-2004: Sistemas de control de temperatura y evacuación de humos (SCTEH) "Requisitos y métodos para proyectar un sistema de control de temperatura y de evacuación de humos en caso de incendio". Norma especialmente deseada, porque durante la última década se ha venido considerando, cada vez con mayor profusión, la utilización de estos sistemas como integrantes de las soluciones que ofrecen un adecuado y aceptado nivel de seguridad en caso de incendio. Que haya aparecido esta norma tan recientemente no quiere decir que la protección contra incendios en nuestro país haya estado huérfana de estos sistemas, puesto que se han podido diseñar e instalar utilizando como referencia normativa de aplicación en otros países comunitarios. Lo que ha venido sucediendo - como ya es habitual - es que aunque la utilización de normas de "reconocido prestigio" esté formalmente aceptada como posibilidad, su uso de hecho ha supuesto en algunos casos dificultades para el especialista tanto en sus relaciones con las propiedades, como con algunas autoridades locales poco informadas. La aparición de esta norma UNE y su referencia en el Reglamento de Seguridad contra Incendios en los Establecimientos Industriales, ya en vigor, y en el futuro Código de la Edificación, facilita la gestión de los técnicos de la ingeniería de protección contra incendios y de las autoridades responsables de la aprobación de este tipo de instalaciones.

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Es conveniente señalar que este artículo como es lógico, pretende únicamente poner de manifiesto algunos aspectos que el técnico debe tener en cuenta en la aplicación de esta norma que presenta matices que la hacen singular. No se tratan todas las singularidades, sino algunas que pueden ilustrar algunas de las tareas que esperan al técnico que tenga que aplicarla.

Se ha venido considerando, cada vez con mayor profusión, la utilización de estos sistemas como integrantes de las soluciones que ofrecen un adecuado y aceptado nivel de seguridad en caso de incendio. ANTECEDENTES Y OBJETIVOS Como se menciona en su punto 0.1: "Esta norma es el resultado de una combinación de los conceptos de diseño esenciales de la futura norma de diseño europea prEN 12101, en especial en su Parte 5, con otros conceptos de la norma inglesa BS-5588, así como de la norma Belga NBN S.21-208-1". Y en este momento es oportuno reconocer el trabajo que en su traducción y adaptación, y antes de dejar de estar entre nosotros, hizo D. José Paz, arquitecto del

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Ricardo Martínez RM & Asociados Departamento de Protección Civil del Ayuntamiento de Madrid, gran conocedor y estudioso de estos sistemas de protección. Hay también que mencionar que tradicionalmente han sido los Departamentos de Prevención de Incendios que están directamente vinculados a los Cuerpos de Bomberos, los que han sido más receptivos y dispuestos a admitir, e incluso a prescribir, soluciones utilizando estos sistemas, dado que conocen por propia experiencia el peligro que representa y las dificultades añadidas que supone en las tareas de extinción, la presencia de humo y altas temperaturas. Si calificamos a esta norma como de "nuevo enfoque" es aplicando, con imaginación, un paralelismo con las actuales Directivas Comunitarias dado que no es una norma estrictamente prescriptiva sino que como indica el Reglamento de Seguridad contra Incendios en los Establecimientos Industriales en su Anexo II: "La eliminación de los humos y gases de la combustión y, con ellos del calor generado, de los espacios ocupados por sectores de incendio de establecimientos industriales, debe realizarse de acuerdo con la tipología del edificio en relación con las características que determinan el movimiento del humo". Esto supone que el especialista para aplicar esta norma de diseño, y antes de aplicar los métodos de cálculo que se indican, debe conocer estas características en función del objetivo u objetivos a conseguir con la utilización de estos sistemas.


Nueva Performance-B Reglamentación Based

Objetivo(s) también a justificar ante los correspondientes organismos responsables de las necesarias autorizaciones técnicas y administrativas. Por otra parte, y además, esta norma ofrece al especialista alternativas claras con respecto a las posibilidades de aplicación de soluciones de protección contra incendios, cuando de forma expresa indica en su punto 0.3 - Aplicaciones: "Los SCTEH se pueden utilizar en cualquier edificio u obra de ingeniería donde las grandes dimensiones particulares, su forma o su configuración, hacen necesario los sistemas de control de humos y de calor, al no ser razonablemente admisibles los procedimientos de protección pasiva requeridos en la reglamentación que sea aplicable, bien por circunstancias funcionales del uso de la edificación o bien, por requisitos del propio diseño". Esta consideración permite, por ejemplo, diseños mediante estructura metálica que sin estos sistemas no serían admisibles. En algunos casos, incluso ofreciendo soluciones que suponen a los promotores inversiones de menor cuantía. No es aventurado considerar que este tipo de sistemas se está convirtiendo en una herramienta muy útil en manos de los arquitectos, al permitirles diseños que de otra forma no hubieran sido posibles; ya tenemos en nuestro país numerosos ejemplos: recintos feriales, pabellones para actividades de ocio y deportivas, centros comerciales, almacenes logísticos, naves de uso industrial, etc. También y de acuerdo con lo que ya es normal, cuando se definen objetivos a satisfacer, la propia norma admite en su punto 1.7 - Otros métodos de diseño: "Se podrá hacer uso de otros procedimientos distintos a los expuestos en esta norma siempre que estén debidamente justificados tanto los métodos como su necesidad y, sean aprobados por el órgano que tenga otorgadas las competencias en materia de Prevención de Incendios". Es importante conocer que los procedimientos de cálculo que se establecen en esta norma, son consecuencia de estudios y ensayos realizados en Europa a "escala real", es decir, que se han utilizado modelos en los que se ha reproducido, por ejemplo, una típica galería de tiendas de un centro comercial.

en este centro se realizaron estudios sobre la influencia de la coexistencia de los sistemas de rociadores automáticos y los sistemas de evacuación de humo y control de temperatura.

En algunos casos, incluso ofreciendo soluciones que suponen a los promotores inversiones de menor cuantía...Este tipo de sistemas se está convirtiendo en una herramienta muy útil en manos de los arquitectos, al permitirles diseños que de otra forma no hubieran sido posibles. Las infraestructuras de este centro de investigación y que ocupan un edificio de 52m de largo, 21 de ancho y 12 de altura fueron financiadas en su momento por los organismos:

Uno de los centros de investigación en los que se han hecho estos estudios con fuego real y con parámetros a escala 1:1 es el Multifunctioneel Trainingcentrum en Gante (Bélgica) y se realizaron a finales de la década de los 80. Además de definir/confirmar parámetros de cálculo,

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Building Research Stablishment (Reino Unido). Verbad der Sachversicherer e. V. (Vds) (Alemania). Cuerpo de Bomberos de la ciudad de Gante (Bélgica).

Los estudios e investigaciones realizadas en este centro han contribuido a establecer los procedimientos de cálculo y supuestos en los que se ha basado la normativa ya en uso en otros países comunitarios, confirmando su fiabilidad. REQUISITOS PROYECTO

GENERALES

DEL

La norma es muy precisa con respecto a los requisitos a satisfacer por los proyectos de este tipo de sistemas y es importante señalar y advertir que ahora ya las autoridades locales están en situación de rechazar formalmente los proyectos presentados que no satisfagan los requisitos establecidos para estos sistemas. Hay que tener en cuenta que el técnico en relación con estos sistemas: a) Deberá definir claramente el propósito por el cual se diseña el sistema y objetivo(s) a satisfacer: Protección de Vidas al proteger las vías o recorridos de evacuación (manteniendo las rutas de evacuación y acceso libres de humo). Protección de las propiedades (protegiendo elementos estructurales, equipamientos y mobiliario por reducción de los daños causados por descomposición térmica de los productos, gases calientes y radiación de calor).


Nueva Reglamentación

Control de la temperatura de los gases calientes del humo que afectan a la estructura del edificio, fachadas, acristalamientos, etc. Facilitar las operaciones de lucha contra incendios por creación de una capa libre de humos. Una combinación de cualquiera de ellos. b) Deberá elaborar una documentación indicando que la filosofía del diseño y los cálculos satisfacen uno o una combinación de los objetivos de diseño indicados. Esta documentación debe ser puesta a disposición del propietario y/o el usuario del edificio donde se instala el sistema.

Ahora ya las autoridades locales están en situación de rechazar formalmente los proyectos presentados que no satisfagan los requisitos establecidos para estos sistemas.

Esta documentación contendrá toda la información necesaria (bocetos y planos, descripción, lista de componentes, acta de certificación de instalación, informes de ensayo de los componentes, detalles de los cálculos hechos, etc.) para una identificación clara del sistema instalado.

e) Se analizarán las interacciones de este tipo de sistemas con el resto de protecciones o sistemas del edificio, tomando en consideración de forma expresa las cláusulas indicadas en la sección 7 de la propia norma. También se establecen condicionantes de operatividad a tener en cuenta al definir los detalles del proyecto, y de forma específica los relacionados con la gestión de la seguridad. Definidos y establecidos los objetivos para el sistema se dan indicaciones sobre su forma y secuencia de la actuación. PROCEDIMIENTOS DE CÁLCULO El sistema utiliza la capacidad de flotabilidad o ascensión de los humos calientes para concentrarlos en un depósito formado bajo la cubierta o techo y luego proceder a su eliminación mediante extracción natural o mecánica y se definen siempre unas zonas - regiones de diseño - que se corresponden con el camino recorrido por el humo. REGIONES DE DISEÑO El cálculo considera las siguientes regiones y componentes: a) El incendio u hogar. b) El penacho o columna ascendente desde el hogar hasta el depósito de humos. c) El depósito de humos y los equipos de evacuación. d) Las influencias exteriores. e) Las entradas o admisión de aire de reposición. f) Las barreras o cortinas que conforman los depósitos de humo. g) Los techos suspendidos.

c) Si un establecimiento existente con un sistema instalado se alterase estructuralmente, o si el uso se cambiase, deberá volver a calcularse todo el sistema nuevamente, considerando cualquier cambio del entorno exterior. Por el diseñador del nuevo sistema, se dispondrá de la documentación de origen y se proporcionará una nueva documentación fechada y la pondrá a disposición del propietario y/o el usuario del edificio donde se instala el sistema. d) Se incorporará dentro del diseño del sistema la compatibilidad con otras protecciones y/o sistemas dentro del mismo edificio.

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Esta norma obviando la posible dificultad que puede suponer la estimación de la evolución temporal del incendio y para facilitar una más directa aplicación en la mayoría de los casos, establece que es admisible utilizar un procedimiento simplificado basado en el modelo de incendio de mayor tamaño que razonablemente sea posible alcanzar en las circunstancias del edificio.


Nueva Reglamentación

que es admisible utilizar un procedimiento simplificado basado en el modelo de incendio de mayor tamaño que razonablemente sea posible alcanzar en las circunstancias del edificio. Se define de esta forma un modelo de incendio en estado estacionario en el que se ha obviado el factor tiempo. Se asume que un sistema de evacuación de humo y control de temperatura en caso de incendio, que es capaz de hacer frente a un incendio mayor, hará frente también a una etapa más pequeña/temprana del incendio. Ejemplos de modelos de incendio en estado estacionario, como definidos en la norma, son: Cuando en determinados edificios el penacho de humos ascendentes no se incorpora directamente al depósito de humos, sino que es interceptado por un techo por el que circula horizontalmente antes de derramarse en un espacio adyacente de mayor altura, se definen regiones adicionales (Figura 2): h) Desplazamiento de los humos bajo el voladizo y caudal de humos en el borde.

de lo correcto de los supuestos de partida, sino también de la fiabilidad o adecuación de las herramientas utilizadas para llegar a dimensionar la instalación. Este es un punto importante que la norma establece, y que ya toma en consideración el uso de herramientas de tipo informático que la aplicación de los diseños por prestaciones va a hacer cotidianas.

MODELOS DE ZONA BASADOS EN ORDENADOR La norma de forma expresa indica: "Cuando son utilizados modelos de zona basados en ordenador para llevar a cabo los cálculos establecidos por esta norma como parte del proceso de diseño, todas las fórmulas matemáticas utilizadas en estos modelos, cuestiones o hechos asumidos, y valores de entrada de parámetros estarán explícitamente incluidos en la documentación puesta a disposición del propietario del edificio. Adicionalmente, se incluirá en la documentación información concerniente a la validación de los modelos de zona basados en ordenador utilizados. Cuando tal información de validación exista en la literatura disponible publicada, será suficiente con citar las referencias apropiadas". Es importante que tanto los técnicos responsables de la realización y tramitación de los proyectos, como las autoridades u organismos responsables de su aprobación se aseguren no solamente

2

Area del Incendio: 10 m (Af). Perímetro: 12 m (P). Calor liberado: 625 kW/m (qf).

2

Un coche ardiendo en un aparcamiento: 2

Area del Incendio: 10 m (Af).

i) Derrame al espacio adyacente. Estas regiones definen procedimientos de cálculo que se proponen en los anexos de la norma, pero es muy importante tener en cuenta lo indicado con respecto a los procedimientos y herramientas utilizadas para los cálculos.

Areas de Venta al por menor, con rociadores automáticos:

Cuando no se tengan referencias que permitan una clara definición del modelo de incendio el diseñador deberá acordar la elección con las autoridades reguladoras apropiadas en la etapa inicial del proceso de diseño.

MODELOS DE INCENDIO En general y con las salvedades o condicionantes que cada caso imponga, con los cálculos de ingeniería de protección contra incendios lo que se pretende es definir un "tiempo de peligro" en función del desarrollo previsto del incendio, tiempo que normalmente se compara con las valoraciones que de forma separada, se hacen por ejemplo, para conocer los tiempos requeridos para la evacuación segura de los ocupantes del establecimiento, o del tiempo requerido para la iniciación de las acciones de lucha contra el incendio. Esta norma obviando la posible dificultad que puede suponer la estimación de la evolución temporal del incendio y para facilitar una más directa aplicación en la mayoría de los casos, establece

Perímetro: 12 m (P). Calor liberado: 400 kW/m (qf).

2

La estimación del modelo de incendio, por ser uno de los parámetros fundamentales para la definición del sistema, debe hacerse no solo con el máximo rigor, sino que el técnico debe estar siempre en disposición de argumentar su elección, que debe quedar reflejada en la documentación de proyecto y como también se indica en la norma cuando no se tengan referencias que permitan una clara definición del modelo de incendio "el diseñador deberá acordar la elección con las autoridades reguladoras apropiadas en la etapa inicial del proceso de diseño". EL PENACHO O COLUMNA ASCENDENTE Definidas y acordadas las características del modelo de incendio, otro factor o elemento de cálculo es la altura que tendrá el penacho de humo ascendente hasta incorporarse al depósito de humos. Esta altura es determinante de la cantidad de humo (Kg/s) que entra en el depósito y de la temperatura media del mismo, dado que la cantidad de humo que se incorpora o llena el depósito no está formada, mayormente, por productos resultantes de la combustión, sino por aire del ambiente que se incorpora al penacho ascendente. A mayor altura

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de penacho tendremos una mayor cantidad de humos y de acuerdo con el modelo de cálculo basado en un fuego estacionario, una temperatura menor del humo en el depósito. Basándose en este mecanismo se definen en la norma requisitos a ser tenidos en cuenta por el proyectista; por ejemplo y entre otros: Altura mínima libre de humos en las vías de evacuación (objetivo salvar vidas): Edificios de pública concurrencia: 3.0m. Edificios no públicos: 2,5m. Cuando la temperatura predeterminada para la capa de humos es menor de 50 ºC por encima de la temperatura ambiente, se añadirán 0,5 m a los mínimos indicados. Con respecto al calor convectivo que transporta el penacho ascendente y que penetra en el depósito de humos, se establece: Se tomará como de 0,8 veces el valor del calor emitido (qf x Af) por el modelo de incendio definido. EL DEPÓSITO DE HUMOS Y LOS EQUIPOS DE EVACUACIÓN El depósito de humos es "el recipiente" en el que se acumula el humo y del que mediante los adecuados puntos de extracción se evacua al exterior. Al eva-

cuar la misma cantidad de humo que la que se incorpora o está llenando el depósito, se consigue mantener sobre el suelo una capa o zona libre de humos. La norma establece determinados parámetros a tener en cuenta para asegurar que el diseño se mantiene dentro de los límites que aseguran lo correcto de su funcionalidad, por ejemplo: Cuando el incendio está directamente debajo del depósito de humos, la superficie máxima de cualquier depósito de 2 humos será de 2000 m si se han adoptado aireadores naturales de extracción 2 de humos ó, 2600 m si se adoptan aireadores mecánicos de extracción de humos. Cuando el incendio está en una habitación adyacente al espacio que contiene al depósito, o está debajo de una entreplanta en el mismo espacio (los ejemplos incluyen centros comerciales simples y multiplanta, y atrios) la máxima superficie de habitación de incendio (o entreplanta) permitida para generar gases de los humos que fluyan dentro2 del depósito de humos será de 1000 m si se adoptan aireadores naturales de 2 extracción de humos ó 1300 m si los aireadores son mecánicos. La superficie máxima2 del depósito de humos será de 1000 m si2 los aireadores son naturales ó 1300 m si son mecánicos. La máxima longitud de cualquier depósito de humos a lo largo de su eje mayor será de 60 m.

Es importante comprobar que la temperatura media calculada para el humo que ocupa el depósito bajo la cubierta se mantiene dentro de los límites que garantizan el nivel de seguridad previsto y aceptado, por ejemplo: La temperatura de diseño de los gases en la capa flotante no será lo bastante alta como para amenazar la integridad de la estructura del edificio. La temperatura de diseño de los gases en la capa flotante no excederá de 200ºC cuando las vías de evacuación pasen debajo del depósito de humos. La temperatura de diseño de los gases en la capa flotante del depósito de humos no será menor que 20ºC por encima de la temperatura del aire ambiente. La propia norma ofrece procedimientos de cálculo para definir cada uno de los parámetros a considerar en cada una de las regiones de diseño. LAS INFLUENCIAS EXTERIORES Este tipo de sistema de protección contra incendios presenta unas características que lo hacen singular, por cuanto sus condiciones de instalación y requisitos de diseño y operación, deben ser tenidos muy en cuenta en el proceso de la concepción arquitectónica del edificio con el fin de conseguir que la propuesta final y en su conjunto, suponga la solución económica más ventajosa. Es preciso que los estudios de arquitectura conozcan los requisitos que se imponen a estos sistemas ya desde las etapas iniciales de diseño del edificio, si se quiere ofrecer a los promotores la solución que suponga el menor coste para su inversión. Si bien es necesario tener en cuenta la distribución estructural interior para optimizar los costes involucrados en la formación de los depósitos de humo, la situación de los aireadores en los cerramientos es condicionante. Tal como indica la

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norma: "Los gases calientes de los humos extraídos desde el edificio por el SCTEH serán todavía peligrosos en muchos casos hasta que hayan sido diluidos con grandes cantidades de aire. Por lo tanto, se proporcionarán por el proyectista instrucciones para reducir los riesgos potenciales en el entorno exterior del edificio, así como en otras partes del mismo edificio donde los humos y el calor externo puedan afectarle". Este punto, entre otros, ya pone de manifiesto la necesidad de que la protección contra incendios sea considerada desde las etapas más tempranas del diseño del edificio y con una concepción global.

b Se instalarán aireadores de extracción natural en número y situación suficientes, los cuales se abrirán o se cerrarán automáticamente bajo control de sensores de dirección del viento o medidores de presión del viento en los aireadores naturales, …..

Se pone de manifiesto que si el arquitecto conoce estos requisitos, podrá ajustar su diseño de cubierta con pendiente para que pueda estar próxima a los 25 grados pero sin sobrepasarlos. La diferencia en costes puede ser significativa.

c) Se utilizarán aireadores de extracción mecánica en lugar de los de extracción natural.

De hecho como requisito inicial en la norma se establece que: "Los supuestos de diseño se basarán en la forma del edificio que está siendo equipado con el SCTEH, la situación y formas de los edificios que lo rodean, y en otras características que rodean a la obra de construcción en el momento en que el sistema sea instalado". Como otro ejemplo, podemos tomar los requisitos a considerar en función de la pendiente de la cubierta donde en la mayoría de los casos se instalarán los aireadores: Si la pendiente de la parte superior del tejado, donde está montado un aireador natural de extracción excede de 25º, se aplicará una de las siguientes medidas: a) Se instalarán protectores del viento no integrados con el aireador para producir depresión por encima del aireador natural de extracción para cualquier dirección del viento, …...

CONCLUSIONES El objeto de este artículo y como ha quedado indicado al principio, es poner de manifiesto la necesidad de que no solamente el técnico de protección contra incendios, sino también el resto de técnicos y en especial los involucrados en el diseño de los edificios conozcan esta norma con el fin de conseguir el nivel de seguridad adecuado con el menor coste posible. No pretende ser una divulgación detallada. Se plantea la utilización de unos sistemas de protección contra incendios, que aunque de aplicación en nuestro país y de una manera cada vez más frecuente durante la última década, ofrecen unos niveles de seguridad importante ante una de las consecuencias inmediatas de los incendios: las elevadas temperaturas y la presencia y difusión de los humos. A los arquitectos les brinda la posibilidad de proponer diseños que de otra forma no serían factibles o supondrían mayores inversiones. Por ejemplo, la utilización de este sistema puede permitir que para el espacio común de una galería de tiendas en un moderno centro comercial, se acepte su calificación de "espacio exterior seguro". Al técnico especialista en sistemas de protección contra incendios le obliga a conocer una técnica y métodos de diseño y cálculo que no son los que hasta ahora venían siendo tradicionales. Le obliga también a ser muy riguroso con las herramientas que utiliza porque debe estar en disposición de argumentar, justificar sus decisiones, documentar y acordar con las autoridades encargadas de las aprobaciones técnicas y administrativas todas sus propuestas. Y lógicamente asumiendo la responsabilidad personal que como ya es habitual suponen estos proyectos relacionados con la seguridad de vidas y bienes.

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Seguridad de Utilización Estas desviaciones producen situaciones no deseadas como puede ser el pánico de los ocupantes ante una situación de emergencia.

C

ontinuando con la serie de artículos que nos hemos propuesto editar a efectos de difundir las pautas del futuro CTE, hoy continuamos con el apartado referido a la Seguridad de Utilización que en su Sección SU 5 aborda los aspectos de SEGURIDAD FRENTE AL RIESGO DERIVADO DE ALTAS OCUPACIONES. Sabemos que los aforos son una parte esencial en la seguridad tanto para el diseño de las vías de evacuación como para el control posterior que permita garantizar las ocupaciones de diseño sin que excederse de las proyectadas originalmente, en detrimento de la seguridad de los ocupantes. Estas desviaciones producen situaciones no deseadas como puede ser el pánico de los ocupantes ante una situación de emergencia, frente a unas vías de evacuación bloqueadas por un exceso de aforo.

de información para que la correcta utilización no comporte peligro para el usuario, así como medidas de notificación en caso de emergencia.

7.

Los medios de evacuación deberán disponer de señalización con un emplazamiento visible en todo momento, en función del uso previsto.

3.

El número y disposición de las salidas así como la longitud de los recorridos hasta ellas, serán los adecuados para facilitar que se pueda abandonar el edificio en un tiempo suficientemente corto.

8.

4.

Las dimensiones y características de los medios de evacuación serán las adecuadas para facilitar la evacuación en caso de emergencia.

Los elementos de contención y sectorización tales como barreras, vallas, barandillas o cercas, deberán estar diseñados y construidos de forma que se reduzca a límites admisibles el riesgo de aplastamiento debido a una alta ocupación de los espacios a los que pertenezcan.

5.

Las puertas y otros elementos practicables de paso que comuniquen con vías de evacuación o espacios de seguridad en caso de emergencia, deberán disponer de dispositivos de apertura de forma que puedan abrirse con suficiente facilidad en función del uso previsto.

6.

Los asientos y tribunas deberán proyectarse, construirse y mantenerse de forma que faciliten su uso y circulación, y no comporten peligro para el usuario en caso de evacuación.

Las exigencias definidas en la parte I del CTE, son las siguientes: 1.

2.

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Los edificios con alta ocupación contarán con los medios adecuados para la transmisión de la alarma a los ocupantes de forma que se facilite la evacuación en caso de emergencia en un tiempo suficientemente corto.

Juan Carlos López UPC

los edificios con alta ocupación, con riesgo asociado al número de personas no familiarizadas con las mismas, deberán disponer de medidas

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Nueva Reglamentación

Cabe tener presente la terminología básica que emplea éste apartado que es la siguiente: Centros de pública concurrencia: son instalaciones estructurales o partes de las mismas diseñadas para acoger de forma simultanea a un gran número de personas en actuaciones, así como en bares y restaurantes. Estadios deportivos: son centros de reunión con tribunas para espectadores y con superficies deportivas no cubiertas.

evacuación, por lo establecido en dicho DB.

Graderios para espectadores sentados: 1.

El número máximo de asientos seguidos en una fila que tenga accesos desde pasillos situados en sus dos extremos será de 40. Cuando la fila sólo disponga de acceso por un extremo, el número máximo de asientos seguidos será de 20.

2.

La anchura útil de los pasillos se determinará de acuerdo con las exigencias de evacuación establecidas en el apartado 4 de DB SI 3 y tendrán una anchura de 1,20 m, como mínimo, excepto los que se encuentren entre las butacas y los paramentos laterales que podrán tener una anchura de 1,00 m, como mínimo.

3.

Se dispondrán pasillos transversales cada 25 filas, como máximo, con una anchura de 1,20 m, como mínimo.

4.

La anchura libre de paso entre las proyecciones horizontales de los asientos de dos filas consecutivas, incluidos todos los elementos y accesorios que puedan quedar no abatidos o plegados, será de 0,40 m, como mínimo.

5.

La diferencia de cota entre cualquier fila de espectadores y alguna salida del graderío será de 5 m, como máximo.

Aquí hace una referencia al documento Básico de Seguridad en caso de Incendios, al cual todo éste documento hace alusión permanente, por tanto se ha de tener muy en cuenta éste documento a los efectos de establecer la PCI en los edificios de pública concurrencia. En el caso de contar con gradas o butacas como en cines, teatros, etc. las condiciones serán las siguientes:

Sector: partes en que se divide un graderio, cada uno de ellos con su propio punto de ingreso, servicios higiénicos así como otros servicios esenciales, de forma que los espectadores no deberán poder pasar de un sector a otro a menos que sea para evacuar el estadio. Tribunas: son instalaciones estructurales con filas escalonadas de plazas de pie o con asientos para los espectadores. Origen de evacuación: se considerará como tal, a todo punto ocupable del edificio. Recorrido de evacuación: Es el que va desde todo origen de evacuación posible hasta una salida del edificio. La longitud de dicho recorrido por pasillos, escaleras y rampas, se medirá sobre el eje de los mismos. No se considerarán a efectos de evacuación los recorridos en los que existan tornos y otros elementos que puedan dificultar el paso, salvo que puedan abrirse desde el interior con facilidad y en toda su amplitud. El Ámbito de aplicación de ésta sección hace las siguientes referencias: 1.

Los edificios o zonas en los que se prevea una ocupación mayor que 3000 personas bajo una densidad de ocupación mayor que una persona 2 por metro cuadrado (m ), como estadios o polideportivos abiertos, centros de reunión al aire libre, etc. cumplirán las condiciones establecidas en esta sección.

2.

Los edificios o zonas a los que sea de aplicación el Documento Básico DB SI se regirán además en todo lo relativo a las condiciones de

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Observamos algunas diferencias con respecto a la referencia que teníamos hasta ahora del R.D. 2816/1982, de 27 de agosto, Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas.


Performance-B Nueva Reglamentación Based

P ENDIENTE

D ISTANCIA

P < 10%

5

10% < P < 25%

4

P > 25%

3 6.

Graderios para espectadores de pié: 1.

La pendiente no será mayor que 50%

2.

La longitud de una fila que tenga accesos desde pasillos situados en sus dos extremos será de 20 m, como máximo. Cuando la fila sólo disponga de acceso por un extremo, la longitud de esta será de 10 m, como máximo.

3.

ENTRE BARRERAS

La anchura útil de los pasillos se determinará de acuerdo con las exigencias de evacuación establecidas en DB SI 3.4 y tendrán una anchura de 1,20 m, como mínimo, excepto los que se encuentren entre las filas y los paramentos laterales que podrán tener una anchura de 1,00 m, como mínimo.

4.

Se dispondrán pasillos transversales cada 12 filas, como máximo, con anchura de 1.20 m, como mínimo.

5.

La diferencia de cota entre cualquier fila de espectadores y alguna salida del graderío será de 5 m, como máximo.

D

M

DISTANCIA MÁXIMA ENTREBARRERAS Las barreras resistirán una fuerza de 5,0 kN/m aplicada en el borde superior.

Cuando existan más de cinco filas, se dispondrá una barrera continua o rompeolas de 1,10 m de altura, como mínimo, delante de la primera fila, así como barreras adicionales de la misma altura a la distancia horizontal que se indica en la tabla 2.1 en función de la pendiente del graderío.

No existirán más de 2 aberturas alineadas en filas sucesivas de barreras. La línea que une en planta dichas aberturas formará un ángulo menor que 60º con respecto a las barreras (véase figura 2.1) Las aberturas tendrán una anchura comprendida entre 1,10 m y 1,40 m.

En cuanto a los medios para evitar aplastamientos en situaciones de alta ocupación, el documento presenta las siguientes novedades:

Barreras

Figura. 2.1 - Líneas sucesivas de barreras en planta.

1,10 < a < 1,40 D

60º máx.

60º máx.

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Prevención de Incendios

El incendio del Edificio Windsor. Ocho meses después…

Sin duda si el Edificio Windsor hubiera dispuesto de un sistema de protección de incendios adecuado, hoy estaría en pié.

E

l pasado 13 de Febrero se producía el incendio urbano más espectacular ocurrido en nuestro país. La noticia fue portada de todos los periódicos y el incendio fue retransmitido en directo para medio mundo. En menos de doce horas el Edificio Windsor había quedado reducido a cenizas. Desde los más diversos medios, nacionales e internacionales, incluyendo, televisión, radio y prensa escrita, se nos solicitó nuestra opinión, sobre qué podía estar pasando cuando el edificio aún permanecía en llamas. A pesar de la voracidad del incendio era muy posible que la causa fuera de origen fortuito, una colilla en una papelera, un convector-radiador funcionando inadvertidamente, un cortocircuito…., y si era así, lo que parecía fuera de toda duda es que el edificio o no contaba con los sistemas de protección de incendios adecuados, y si contaba con ellos, obviamente no habían funcionado adecuadamente. Las investigaciones oficiales que se han llevado a cabo apuntan hacia lo correcto de aquella hipótesis según publican los diversos medios, en estos días. No parece que existan indicios de un incendio provocado. Parece ser incluso que no existe responsabilidad penal de ningún tipo, ya que la causa no fue intencionada y el edificio cumplía la normativa que le era aplicable.

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Andrés Pedreira APICI

Porque al parecer el edificio cumplía con la legislación que le era aplicable. La del año de construcción. (Años 1970s). Aunque si le hubiera sido de aplicación la legislación actual, tampoco hubiera sido obligatorio que el edificio dispusiera de rociadores automáticos. Merece la pena citar que los rociadores automáticos son un sistema inventado y desarrollado en el siglo XIX.

las posibles victimas mortales que afortunadamente no se produjeron porque el edificio estaba felizmente desocupado.

Tampoco parece que los sistemas de extinción manual, columna seca y bocas de incendio equipadas, se encontrasen en correcto funcionamiento, según han declarado los bomberos a los medios.

hubieran producido los daños ocurridos, ni habría que pensar en la posible tragedia para los posibles ocupantes en un horario normal.

Así que parece que aquello ocurrió por simple mala suerte y hay que asumirlo. Resulta, cuando menos sorprendente, que no exista una gran preocupación entre la ciudadanía por el hecho de que el edificio no contase con las medidas de protección adecuadas que hubiesen impedido la destrucción del edificio, el colapso de la circulación en Madrid hasta el pasado Septiembre, la paralización de muchos negocios en la zona, y

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Sin duda, si el Edificio Windsor hubiera dispuesto de un sistema de protección de incendios adecuado (rociadores automáticos, sistemas de alarma, sectorización, medios manuales de extinción eficaces) hoy estaría en pié y no se

El hecho de que un incendio, de carácter fortuito, como se consideró desde un principio, en los albores del siglo XXI, en un edificio emblemático, en la zona de alquileres de oficinas posiblemente más cara de Madrid (se supone que no han faltado medios económicos) se haya saldado con la destrucción total del mismo, nos deberían llevar a pensar que nuestra legislación y cultura sobre protección de incendios es claramente insuficiente.


Prevención de Incendios

¿Cuantos edificios e industrias en nuestro país, estarán en iguales o peores condiciones de vulnerabilidad ante los incendios de carácter fortuito? ¿Qué normativa les es aplicable? ¿Tenemos que aceptar como fatalidad que la muerte nos sorprenda un buen día porque la normativa sobre protección de incendios era insuficiente? ¿Deben ser los propios empleados de las empresas ocupantes de los edificios de oficinas los que evalúen las medidas de seguridad contra incendios de que disponen? Yo creo que rotundamente no. Las razones últimas de la situación tienen dos componentes: una legislación inadecuada y la falta de sensibilidad de prevención de incendios a la hora de proyectar, construir y mantener los edificios. La legislación en materia de protección de incendios, estatal y local debe ser adaptada al estado actual de la tecnología, y exigir que los edificios o industrias que presenten riesgos elevados ante los incendios, se protejan de forma adecuada. Y, por otro lado, que los arquitectos e ingenieros que intervienen en los procesos constructivos dispongan de la formación adecuada y actualizada en las medidas disponibles de protección. La protección de incendios adecuada de un edifico o industria debe ser el resultado de una correcta evaluación de los riesgos de incendio y de la adopción de medidas acordes que minimicen la probabilidad de su ocurrencia y el alcance de sus consecuencias. Y ello solo es posible mediante la intervención en el proceso de construcción y mantenimiento de los edificios de profesionales de ingeniería de protección contra incendios con los conocimientos adecuados. Por el contrario, el sentimiento generalizado en nuestra sociedad y en sus dirigentes es que la protección de incendios de un determinado entorno se consigue con el mero cumplimiento reglamentario. "Magíster dixit". Si la Administración dice hay que hacer esto, no vamos a ser nosotros más "papistas que el papa". Otro matiz que invita a la reflexión es lo del "carácter fortuito". El gran público parece que entiende que si el incendio es de carácter intencionado, la cosa no tiene remedio. Y sería interesante aclarar este punto. Un diario de tirada nacional titulaba al día siguiente al incendio del Windsor: "Un diez a la arquitectura española". Al parecer en alusión de que el edificio Windsor había permanecido

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en pié, al contrario de lo sucedido con el edificio de Nueva York , el World Trade Center (Torres Gemelas), el fatídico 11 de Septiembre de 2001. Pensamos que es muy diferente un incendio, fortuito o provocado como el ocurrido en el Windor con el que afectó a las Torres Gemelas a las que les impactó un avión lleno de queroseno. Pues es curioso resaltar que la sociedad norteamericana, a pesar del dramatismo de la tragedia y al contrario de lo que es habitual en la española, dedujo de las investigaciones llevadas a cabo por diversas ingenierías de protección de incendios, que si la protección pasiva de las Torres Gemelas hubiera sido diferente, las torres no se hubieran colapsado. ¿Será porque en Estados Unidos al igual que en otros muchos países la ingeniería de protección de incendios es una profesión regulada y respetada? Sería lamentable que el espectáculo del incendio del Windsor, retransmitido en directo para medio mundo y afortunadamente sin víctimas, no sirva para llevar a los dirigentes y gobernantes españoles al entendimiento de que el nivel de protección de incendios en nuestro país es claramente deficiente. Y que la protección de incendios no se resuelve solo con normativas, sino con ingenieros y arquitectos que entiendan el fenómeno de los incendios y cómo proteger a los edificios e industrias de los mismos, y con responsables de los edificios e industrias que comprendan que deben evaluar el riesgo de incendio y sus posibles consecuencias; y establecer las medidas necesarias de protección, basadas en el juicio técnico de los expertos y no dotar a los edificios del mero atrezo que es en ocasiones el mero cumplimiento normativo. No olvidemos tampoco que además de las ordenanzas municipales y de los códigos de edificación y de protección de las industrias, los recintos en los que se desarrollan actividades de tipo laboral, están sujetos a la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que establece taxativamente que se deben evaluar los

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diferentes riesgos, incluido el de incendio, y establecer las medidas de protección. Art.20 : ‘’El empresario, teniendo en cuenta el tamaño y la actividad de la empresa, así como la posible presencia de personas ajenas a la misma, deberá analizar las posibles situaciones de emergencia y adoptar las medidas necesarias en materia de primeros auxilios, lucha contra incendios y evacuación de los trabajadores, designando para ello al personal encargado de poner en práctica estas medidas y comprobando periódicamente, en su caso, su correcto funcionamiento. El citado personal deberá poseer la formación necesaria, ser suficiente en número y disponer del material adecuado, en función de las circunstancias antes señaladas. Para la aplicación de las medidas adoptadas, el empresario deberá organizar las relaciones que sean necesarias con servicios externos a la empresa, en particular en materia de primeros auxilios, asistencia médica de urgencia, salvamento y lucha contra incendios, de forma que quede garantizada la rapidez y eficacia de las mismas.’’ ¿Estaba evaluado el Windsor y protegido correctamente ante ese incendio de carácter fortuito? ¿Le era de aplicación la Ley de Prevención de Riesgos Laborales? Esperemos que el incendio del Edificio Windsor tenga como consecuencia que nuestras autoridades actualicen la legislación sobre protección de incendios y su obligatoriedad, e incorporen en los planes de estudios de arquitectos e ingenieros las asignaturas o especialidades de protección de incendios necesarias. Y que con ello se evite el próximo incendio, que quizá no contemos con la misma fortuna…….. El edificio Windsor lo hemos visto arder todos, pero también lo hemos dejado arder todos, debe el que legisla hasta el que diseña pasando por el usuario, el propietario, ... En definitiva la sociedad y sus fantasmas.


Detección de Incendios

Mantenimiento y vida útil de los detectores

Miguel Moreno Notifier España

Más allá de la situación legal en la que se encuentre una industria o un edificio en relación con la protección contra incendios, el trabajo en un entorno seguro es un derecho que no debe ser menospreciado.

CAUSAS DEL DESGASTE DE LOS DETECTORES Cambios bruscos de la temperatura. Fatiga de los materiales. Relajación de las tensiones de los materiales plásticos. Humedad. Salinidad. Ambientes ácidos. Luz solar sobre materiales como el ABS. Vibraciones. Relajación por esfuerzo continuado de muelles y contactos. Pérdida de propiedades de los productos de protección antihumedad y corrosión. Intervención humana.

E

l incendio acaecido en el edificio WINSOR de Madrid hace más oportuna la reedición acerca de la vida útil de los sistemas de protección contra incendios en general y detección de incendios en particular. Más allá de la situación legal en la que se encuentre una industria o un edificio en relación con la protección contra incendios, el trabajo en un entorno seguro es un derecho que no debe ser menospreciado. Es patente que los criterios de seguridad utilizados años atrás no resultan válidos ni suficientes en la actualidad. Razones de tecnología, calidad de vida o bienestar social hacen impensable e inaceptable que efectos como los producidos por el incendio del edificio WINSOR se produzcan. Por otro lado, hay una tendencia a pensar que la tecnología y los materiales utilizados en los equipamientos de seguridad contra el incendio mantendrán inalterable su eficacia. Existen multitud de razones para desmentir esta idea y se intentarán explicar a lo largo de este artículo. El trabajo en la mentalización de los usuarios de que los sistemas de Detección de Incendios no son "eternos", es una labor de todos los profesionales que formamos parte de éste sector y el éxito de conseguirlo estará en la persistencia y tenacidad de cada uno de nosotros en recordárselo.

En el transcurso de las conversaciones con algunos colegas del sector, ha surgido reiteradamente la conveniencia de formar e informar a los profesionales del diseño, instalación y mantenimiento con el objeto de modernizar las bases por las que se rigen los criterios utilizados. En este artículo no vamos a pretender desarrollar todos los aspectos y vamos a centrarnos en uno de ellos, el mantenimiento y la vida útil de los equipos. A quién no le ha sucedido en alguna ocasión, al querer disfrutar del tan esperado derby que enfrentaba nuestro equipo con el eterno rival, que el televisor o el decodificador no ha querido funcionar y tras emitir una larga lista de palabras indescifrables ha tenido que conformarse con escuchar el partido por la radio. En nuestra vida cotidiana, nos hemos habituado a emplear multitud de aparatos, útiles o herramientas y no

Habitualmente, no nos planteamos la necesidad del mantenimiento de nuestros bienes ni de la temporalidad de su vida útil.

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Detección de Incendios

advertimos su necesidad hasta que aparece el fallo. Habitualmente, no nos planteamos la necesidad del mantenimiento de nuestros bienes ni de la temporalidad de su vida útil, por el contrario, en un negocio, la falta de previsión puede desmontar la organización de la empresa, paralizar la productividad o provocar la absoluta ineficacia de un sistema incluso con el riesgo para las personas. En general, las compañías son conscientes de la necesidad de un mantenimiento adecuado y de la conveniencia de establecer los plazos de amortización de sus inversiones ajustándolos a la necesidad de mejora productiva. Lamentablemente, no son muchas las que, en el terreno de la seguridad contra incendios, aplican la misma doctrina al no ser productivo y considerarlo quizá como una parte estructural e inmutable del edificio. Pero incluso esta última consideración resulta inconsistente a saber de la necesidad de rehabilitación de los edificios. En un análisis más detallado, vamos a ver brevemente determinados conceptos como fiabilidad, mantenibilidad, tasa de fallos, sensibilidad de los detectores y calibración. Más adelante, trataremos el contenido normativo y reglamentario. LA FIABILIDAD La fiabilidad no es meramente un concepto genérico sino que a lo largo de los años se ha convertido en una ciencia. Al iniciarse la era industrial, y durante mucho tiempo, los desarrollos no se afrontaban con la idea de garantizar un funcionamiento continuado. De hecho, durante mucho tiempo fue prioritario el plazo de entrega a la propia calidad del producto, sin embargo, la historia está llena de ejemplos que han demostrado la necesidad de adoptar nuevas técnicas de calidad para superar el altísimo índice de fallos al inicio de la vida útil. A medida que los elementos o productos fabricados entrañan un nivel de complejidad mayor, mayor es la necesidad de programar estudios de fiabilidad en el proceso de desarrollo, ¿con qué fin?: El establecimiento de los periodos de garantía que establecen los fabricantes no son fruto de una arbitrariedad sino que son fruto de un análisis previo cada vez más generalizado, además dichos estudios nos aportan información acerca de la conveniencia de repuesto de ciertos elementos o su sustitución. En suma, la fiabilidad nos indica la probabilidad de que un componente, siste-

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ma o equipo funcione correctamente durante un periodo determinado de tiempo y en las condiciones para las que fue diseñado. Cuando nos planteamos el concepto de fiabilidad debemos tener en cuenta que debe haber una relación de coste adecuado a su mercado minimizando los costes del mantenimiento posterior, es decir, se debe hallar el equilibrio entre ambos factores. De todos los elementos que componen un sistema complejo, un mínimo porcentaje no funcionará correctamente, ello, unido a la probabilidad de error en el ensamblaje del sistema, dará como resultado una probabilidad mayor de fallo al inicio de la vida útil del sistema o equipo recién fabricado. Esta probabilidad de fallo no resulta transparente al usuario puesto que se reduce rápidamente con el tiempo y los fabricantes someten a sus sistemas a unas horas de funcionamiento antes de proceder a su suministro.

Curva de fiabilidad

Curva de vida útil

hasta el fallo, el tiempo medio entre fallos sucesivos o el tiempo medio de reparación. Para decidir qué debemos hacer con nuestros detectores de incendios, debemos tener en cuenta estos aspectos y, como ya hemos dicho anteriormente, valorarlos en función de sus costes reales. Pensemos en la siguiente cadena:

Una vez transcurrido este periodo inicial, la probabilidad de fallo o tasa de fallos se reduce y permanece muy baja, solo con fallos aleatorios durante el periodo de vida útil del equipo.

El tiempo invertido en la localización del problema.

LA MANTENIBILIDAD

El tiempo dedicado por la administración quizá en la reclamación por demoras.

Factores tales como la vibración, la temperatura de trabajo, la pérdida de fluidez del material, el desgaste, la fatiga, la suciedad, etc. influirán en cada uno de los elementos de nuestro sistema, aumentando la tasa de fallos de con el tiempo y, aún más, transcurrido el tiempo establecido de vida útil. No todas las piezas tienen el mismo desgaste y debiera ser posible reponer los elementos más sensibles a éste. En estos casos, el fabricante o suministrador debiera darnos una idea de qué tipo de equipos va a ser necesario reponer y con qué periodo o si es preciso mantener un parque de repuestos con el fin de reducir el periodo de reposición. Los estudios de mantenibilidad desarrollan estos aspectos, el tiempo medio

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El tiempo dedicado a la solicitud de suministro.

El tiempo y coste de la reparación. El tiempo de la reubicación del equipo. El tiempo de obtención de la comprobación. Quizá, si se ha tratado de una falsa alarma, habría que considerar: El tiempo y coste de movilización de los equipos de protección. El posible coste de desplazamiento de brigadas contra incendios. El coste de la compañía de recepción de alarmas.


Detección Performance-B de Incendios Based

En el caso de los detectores de incendio, dado su bajo coste, si el tiempo medio entre fallos sucesivos es creciente y el tiempo necesario de reparación nos impide mantener el sistema en servicio, lo más recomendable parecería proceder a la sustitución de los detectores. Efectivamente, el periodo de vida útil de los detectores de incendios es de entre 10 y 12 años, por lo que sería aconsejable la sustitución sistemática transcurrido éste. LA CALIBRACIÓN Algunos sistemas disponen de mecanismos de alerta que previenen el fallo y otros, además, incorporan sistemas de compensación de la deriva producida a lo largo del tiempo, sin embargo estos últimos solo reducen los costes de limpieza del equipo pero en ningún caso evitan la necesidad de realizar ensayos funcionales regulares y la inspección del estado de calibración. Los ensayos realizados en los laboratorios determinan unos ensayos de sensibilidad al humo generado por distinto tipo de combustible. Estos ensayos exigen no solo unos niveles de sensibilidad determinados (m e y) sino repetibilidad y reproducibilidad de los ensayos entre detectores. En consecuencia, transcurrido el tiempo, y frente al desgaste del material, las especificaciones exigidas normativamente se degradan y es precisa la calibración o inspección del estado de calibración. Parece aceptado que, al menos cada tres años, el fabricante debiera proceder a la limpieza y a la inspección del estado de calibración. Es posible que el usuario lleve a cabo este tipo de calibración, pero la imposibilidad de disponer de los equipos adecuados y el desconocimiento de los niveles de ajuste apropiados lo hacen poco viable. FALTA DE MANTENIMIENTO = PÉRDIDA DE FIABILIDAD = PÉRDIDA DE CREDIBILIDAD = SISTEMA INEFICAZ = RIESGO Un sistema mal mantenido o sin una calibración periódica conduce a la consecución de falsas alarmas, avisos y alertas innecesarios con el subsiguiente coste económico y pérdida de confianza que lo convierten, a medio plazo, en un sistema inútil.

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El índice de absorción para la medición de sensibilidad de los detectores ópticos se designa m y se expresa en unida-1 des de decibelios por metro (dB m ). m = (10 / d) log (P0 / P) dB m

-1

La magnitud sin dimensión y es aproximadamente proporcional a la concentración de partículas de aerosol o humo de un tipo determinado, se emplea como medida del valor del umbral de respuesta de los detectores de humo iónicos. y = (I0 / I) - (I / I0) La falta de mantenimiento se detecta con los fallos o las falsas alarmas, pero una calibración inadecuada no será advertida hasta llevar a cabo una inspección de la calibración del detector. Estos desajustes pueden permitir funcionar al detector con una prueba funcional con un aerosol de ensayo, sin embargo, frente a un incendio real, pueden retardar excesivamente la señal de alerta e incluso puede llegar a no producirse.

Un sistema mal mantenido o sin una calibración periódica conduce a la consecución de falsas alarmas ... con el subsiguiente coste económico...

NORMAS Y REGLAMENTOS Hasta la publicación de este artículo, el mantenimiento de los sistemas de detección, y concretamente de los detectores de incendio, está regulado por el RIPCI (Reglamento de Protección Contra Incendios) y la norma UNE 23007-14, sin embargo es absolutamente necesario tener en cuenta las recomendaciones del fabricante puesto que es él quien debe haber realizado los ensayos oportunos para determinar el modo de preservar la eficacia de sus sistemas, sustitución de piezas, periodicidad de los ensayos, obsolescencia…. Como en otras ocasiones se ha señalado, la reglamentación no lleva el mismo ritmo que la técnica y, al consultarla, encontraremos recomendaciones anacrónicas o insuficientes. Elabore un plan de mantenimiento y siga un protocolo de pruebas acorde a la complejidad de su sistema y al riesgo que protege. No dude en sustituir los elementos que han superado un periodo de vida útil lógico y menos aquéllos que presentan incidencias injustificadas reiteradas.

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CONCLUSIONES Como ya se sugirió al principio de este artículo, al proyectar una instalación de detección de incendios, como al hacerlo con cualquier otro bien, debe ser un requisito para el proyectista delimitar los criterios de mantenimiento que deberá seguir la propiedad teniendo en cuenta los ciclos de vida útil de los elementos críticos. Al considerar los ciclos de vida útil o la conveniencia de la calibración, debería estimarse el distanciamiento entre los requisitos exigidos en el momento de la producción y los de las normas vigentes. Con el transcurso del tiempo, la técnica permite disponer de sistemas más seguros y eficaces, probablemente los parámetros de calidad y fiabilidad de hoy no permitan cumplir las exigencias de dentro de 12 ó 15 años. Para poder mantener la eficacia de los sistemas de protección es imprescindible, tanto como una revisión, la renovación de los elementos críticos, en nuestro caso los detectores de incendio de forma regular y sistemática, al tiempo que deben cuestionarse si las técnicas empleadas en la protección contra incendios son socialmente aceptables, siendo la administración quien impulse y facilite esta renovación.


Formación

Necesitamos Formación

Fernando Bermejo Bomberos Badajoz

Los problemas para iniciarse (y mantenerse) en el campo de la seguridad contra incendios.

C

uando hace veintiséis años acepté la propuesta de mi Ayuntamiento de responsabilizarme del Servicio de Bomberos de Badajoz, me enfrenté a un reto nuevo. Un reto al que se enfrentan hoy en día muchos profesionales abocados a transformarse en Ingenieros de Incendio en una sociedad que no dispone de planes de estudios de Ingeniería de Incendios. De la noche a la mañana me encontré con la necesidad de aprender algo completamente nuevo. En mis estudios de Ingeniería Técnica ninguno de mis profesores había dedicado ni cinco minutos de su tiempo para explicarme qué era un extintor. Había aprendido cómo se construye una nave industrial, o cómo diseñar una central eléctrica. Pero nadie me había advertido que convenía proteger los edificios y las instalaciones contra las devastadoras consecuencias de los incendios. Un peligro, por cierto, que descubrí como mucho más probable de lo que jamás había pensado antes. Mi contacto con los terribles efectos de los incendios me hizo ver de modo inmediato la necesidad de adoptar medidas para elevar el nivel de prevención en el territorio que estaba bajo mi jurisdicción. Así que inmediatamente puse manos a la obra, primero para prepararme a mí mismo y después para procurar que la seguridad contra incendios en mi ciudad se incrementase. Ardua tarea. En esa época no había normas de obligado cumplimiento para proteger a los edificios de los incendios

excepto en algunas pocas ciudades. Ese parecía ser el camino: redactar una ordenanza de protección contra incendios. Necesitábamos una normativa de protección contra incendios. Comencé a estudiar las normas existentes a nivel local, para hacer algo igual para mi ciudad. Y me encontré con un problema: no eran fáciles de entender. Y también

Un reto al que se enfrentan hoy en día muchos profesionales abocados a transformarse en Ingenieros de Incendio en una sociedad que no dispone de planes de estudios de Ingeniería de Incendios. surgió el primer dilema: ¿por qué se protegían de forma diferente edificios similares en Madrid y en Barcelona? Y si se incluían en la comparación normas de otros países volvía a plantearse el mismo problema. ¿Quien tendría razón? Mi nivel de formación no me permitía encontrar la solución a esta pregunta. Quizás todos tenían razón y había diversas formas de solucionar el mismo problema. Tenía mucho que aprender. Así que otra vez tuve que poner manos a la obra. No bastaba con aprender normas, había que entenderlas. Y eso exigía

comprender como se comporta el fuego, como combatirlo, qué instalaciones de protección hay disponibles y como funcionan. Y también entender el comportamiento humano en las emergencias. No me fue fácil encontrar textos escritos en español que me sirviesen de fuente para aprender esos temas. Tampoco había muchos cursos, y los que había me resultaban caros y me exigían un gran esfuerzo de desplazamiento fuera de mi ciudad, lo que también suponía gastos suplementarios. Aún así lo intenté. Y en algunos casos me encontré desagradables sorpresas: algunos cursos, incluso avalados por entidades importantes del sector, no tenían el nivel que parecían prometer sus altas cuotas de inscripción. Algunos de los profesores apenas sabían un poco más que yo, que era un principiante. Y a veces me encontré otro problema: quienes impartían algunos cursos eran fabricantes de productos o instaladores de determinados sistemas que parecían estar tan involucrados con lo que vendían, que pregonaban que otros productos y otros sistemas de empresas competidoras no eran lo suficientemente fiables. Obviamente la conclusión volvía a ser la misma: tenía que aprender lo suficiente para saber discernir entre las soluciones que me ofrecían unos y otros. Tenía que estudiar aún más, y el problema era que con mis escasos conocimientos tenía que orientarme en un mundo en el que tu interlocutor la mayoría de las veces estaba demasiado interesado en convencerme de que la mejor solución era la que él vendía.

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Formación

Tengo que reconocer que encontré un impagable amigo en el Manual de Protección Contra Incendios de la NFPA. A sus fuentes acudía una y otra vez para encontrar orientación y ayuda desinteresada. Y según iba aprendiendo descubría que tenía más cosas que aprender. A cada paso que daba me daba cuenta de que sabía menos de lo que creía. Eso de la protección contra incendios era un tema muy complejo. Y cada vez tenía más dificultades para aprender. Ahora era incluso capaz de darme cuenta de que algunos de los que antes me enseñaban, necesitaban un profesor tanto como yo. Cuando me adentraba en un campo concreto encontraba que era un mundo en sí mismo que necesitaba una especialización para poder dominarlo. Empecé a descubrir, por ejemplo, que había muchas más cosas sobre detección de incendios que los detectores ópticos, iónicos, térmicos y termovelocimétricos. Que no era suficiente con saber qué instalación era necesaria, sino que tenía que aprender parámetros de diseño para que las instalaciones fuesen realmente eficaces.

Era un problema obvio. Hacía falta formación a gran escala. Pero ¿por qué no la abordaban las universidades? ¿Por qué la administración no solucionaba este problema? Ha pasado un cuarto de siglo y el problema sigue siendo casi el mismo. No encontraba tiempo suficiente para aprender todo lo que necesitaba. Lo de "solo sé que no sé nada" empezaba a tener sentido para mí cuando pensaba en aquello a lo que ahora dedicaba mi vida profesional, la protección contra incendios. Cada vez lamentaba más no haber podido aprender estos temas durante mis estudios de ingeniería, ahora mi trabajo me absorbía mucho tiempo y estudiar no me resultaba fácil. También me encontré con otro problema. Muchos expertos del sector no querían compartir sus conocimientos. Me sorprendía que a veces me resultaba más sencillo encontrar la respuesta a un problema consultando a un técnico estadounidense que a un colega español. Probablemente porque esos conocimientos les suponían una posición de

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privilegio en un mercado tan deficiente de formación como el nuestro. Más tarde me dí cuenta de que algunos de esos "expertos" no eran tales, y que su escasa accesibilidad se debía a que tampoco tenían mucho más que ofrecer que una fachada muy bien diseñada. Por cierto, acabamos teniendo en mi ciudad una Ordenanza Municipal a falta de norma nacional, y nos dispusimos a hacer que se cumpliese creando una Sección de Prevención y dedicando a personal específico a revisar proyectos e instalaciones. Pero eso no solucionaba el problema: los arquitectos e ingenieros encargados de redactar los proyectos y de dirigir las obras no habían recibido tampoco formación en seguridad contra incendios durante sus estudios. Ellos también tenían el mismo problema que yo había tenido. Tenían que aprender a proteger los edificios que proyectaban, porque los planes de estudios con los que habían conseguido sus títulos no incluían nada al respecto. Y tenían las mismas dificultades para aprender con las que yo me había encontrado. ¿Y los instaladores? Pues más de lo mismo. Hasta entonces casi el único elemento de protección contra incendios eran los extintores, y solo se encontraban en contados establecimientos. Quienes hasta entonces se dedicaban a vender extintores empezaron a recibir pedidos de instalaciones de detección, bocas de incendios equipadas, etc. Y ellos tampoco sabían mucho del tema. Nos encontramos en un mundo con una gran carencia de conocimientos, carencia de tiempo para adquirirlos, carencia de escrúpulos a veces, desvergüenza otras. La buena voluntad de algunos no era suficiente. Así, el índice de rechazo inicial en las instalaciones que revisábamos era, al principio, superior al noventa por ciento. Extintores inadecuados, detección que no funcionaba o no era adecuada, alumbrado de emergencia que no cumplía las normas. Y así hasta el aburrimiento. Nuestros pocos años de preparación antes de iniciar nuestros programas de prevención nos hacían estar a años luz de los demás elementos de nuestro entorno inmediato. ¡Y apenas sabíamos lo imprescindible! Era un problema obvio. Hacía falta formación a gran escala. Pero ¿por qué no la abordaban las universidades? ¿Por qué la administración no solucionaba este problema?. Ha pasado un cuarto de siglo y el problema sigue siendo casi el mismo. Las Universidades siguen sin impartir formación en protección contra incendios a los técnicos a los que forman.

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Es increíble que un Arquitecto, o un Ingeniero puedan obtener su titulación que teóricamente les capacita para diseñar un edificio y dirigir su construcción sin haber recibido ni siquiera una formación básica sobre como hacer seguros esos edificios ante los incendios. Increíble que después de que en 1979 el incendio del Hotel Corona de Aragón de Zaragoza conmocionase a la sociedad española con su centenar de víctimas mortales, la Norma Básica de la Edificación sobre Condiciones de Protección Contra Incendio en los Edificios, NBE-CPI-82, que se redactó para solucionar esos problemas, no fuese obligatoria. Increíble que tuviesen que pasar nueve años para que apareciese la NBE-CPI-91, ahora sí de obligado cumplimiento, pero que no regulase

el uso comercial hasta 1993, ni regulase nunca el uso de espectáculos y actividades recreativas, ni el uso industrial. Increíble que la norma de 1996 siguiese sin regular el uso industrial, y que cuando apareció un reglamento específico para industrias en 2004, regulase de distinta forma que la NBE-CPI-96 algunos aspectos similares. Y que esté a punto de aparecer otra normativa, el Código Técnico de la Edificación, que también discrepará en algunos aspectos de la normativa para uso industrial apoyada en la norma anterior.


Formación

La seguridad contra incendios en España es obligatoria. Las empresas de instalación de equipos de protección contra incendio tienen obligación legal de tener un Técnico competente. Pero ningún Técnico puede ser "competente" sin la formación adecuada, y los planes de estudios no incluyen esa formación. ¿Dónde conseguir esa formación adecuada si las Escuelas Técnicas no la imparten? Dado que el futuro inmediato no ofrece mejores perspectivas, tendrá que nacer una oferta formativa alternativa, ofrecida, por ejemplo, por las asociaciones del sector. Cierto que ya hay en el mercado una oferta de formación en seguridad contra incendios, pero no está debidamente reglada, es dispersa e incompleta; y muchas veces de mala calidad. ¿Qué hacer con los cientos de Técnicos que ya están trabajando en el sector de la seguridad contra incendios y que necesitan formación que les evite asumir graves responsabilidades por puro desconocimiento? Habrá que conseguir una oferta formativa que sea compatible con el las ocupaciones laborales de estos Técnicos.

Las tendencias actuales de la protección contra incendio y las normas de próxima aparición abogan por el diseño por prestaciones, el diseño de soluciones alternativas a los códigos prescriptivos. Pero ¿cómo conseguir que los Técnicos sean capaces de iniciarse en el diseño de esas soluciones alternativas? Será necesario que la formación que reciban sea de la suficiente calidad para que esos Técnicos sean capaces de comprender con total claridad como se comportará un incendio en un edificio singular, y ser capaces a su vez de diseñar soluciones singulares. Y, obviamente, será necesario que sean capaces de convencer de lo adecuado de sus diseños a los Técnicos de las Administraciones que deben aprobarlos.

Con la formación adecuada, cualquier técnico puede ser capaz de discernir la solución más adecuada de entre todas las posibles, cuando recibe recomendaciones dispares de distintas empresas. Un problema que disminuiría si se potenciase la figura de los consultores independientes, que recomiendan soluciones, y dirigen las obras, pero que no las venden.

En definitiva, las soluciones del sector pasan necesariamente por la formación: para quienes diseñan y proyectan no solo con objeto de que sus diseños se ajusten a las normas y proporcionen seguridad a los edificios, sino para que puedan entenderse con los instaladores que deben llevar a la práctica sus diseños, y para que sepan seleccionar la mejor opción al costo más adecuado posible, para los instaladores, para que ejecuten las obras de modo correcto, para los Técnicos de la Administración que deben aprobar los proyectos, Con la formación adecuada, cualquier técnico puede ser capaz de discernir la solución más adecuada de entre todas las posibles, cuando recibe recomenda-

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ciones dispares de distintas empresas. Un problema que disminuiría si se potenciase la figura de los consultores independientes, que recomiendan soluciones, y dirigen las obras, pero que no las venden. Disponemos de excelentes Técnicos, pero son muy pocos para el volumen del mercado. Más de veinte años supervisando proyectos e instalaciones de protección contra incendios en nuestra jurisdicción nos han permitido detectar múltiples defectos en proyectos, obras e instalaciones, muchos de ellos por desconocimiento, otros malintencionados y fraudulentos. Nos han permitido también cometer errores de todo tipo, y darnos cuenta de nuestras carencias y de las ajenas. La sociedad española requiere que el mundo de la seguridad contra incendios tenga acceso a una formación completa, de calidad, y asequible para los nuevos Técnicos que salen de nuestras Universidades, y que, a su vez, sea compatible con las obligaciones laborales de tantos y tantos técnicos que ahora se esfuerzan en hacer su trabajo de la mejor forma posible, pero que encuentra muchas dificultades para conseguirlo. Esperemos que esa formación tan necesaria, esté disponible en breve plazo. El beneficio será para todos; para la sociedad que estará más protegida; para los Técnicos de la Administración que verán facilitado su trabajo; para las empresas instaladoras serias y profesionales, porque tendrán más trabajo y de mayor calidad; para las compañías de seguros, porque presumiblemente asumirán menos riesgos... Los conocimientos están ahí. Hay suficientes expertos. Necesitamos compartir sus conocimientos, obviamente retribuyendo a cada cual los esfuerzos realizados para formarse y el tiempo que dediquen para formar a otros. Pero también es preciso que todos hagamos un ejercicio de humildad y nos decidamos a aprender lo que no sabemos. Pongamos lo antes posible manos a la obra. Está a nuestro alcance.


ICI al día

El Técnico titulado competente

Francisco López Estrada Asesoría Jurídica APICI

En todo caso los profesionales firmantes deberán acreditar la cobertura de la responsabilidad civil que pueda derivarse de sus actuaciones profesionales.

E

de los proyectos de construcción, de transformación, reforma o reparación de buques y de los asociados a la dirección de obra de estos mismos procesos, requerirán, en función de su naturaleza y contenido, la firma de un ingeniero naval, de un titulado superior de la Marina Civil, de un ingeniero técnico naval, o bien de un diplomado de Marina Civil, todos ellos en el ámbito de su especialidad y legalmente capacitados para el ejercicio de su profesión. Asimismo, deberán ser visados por el Colegio Oficial correspondiente del profesional que los haya firmado.

n los dos artículos precedentes hemos intentado establecer las nuevas responsabilidades del técnico titulado competente, a raíz de la promulgación del nuevo Reglamento de Seguridad contra Incendios en los Establecimientos Industriales (Real Decreto 2267/004, de 3 de diciembre), pero ahora, una vez superada la urgencia del análisis de la nueva normativa, deberíamos profundizar en lo sustancial del debate. Concretar la figura del Técnico Titulado Competente. En Reglamentaciones parejas el legislador no tiene ningún empacho en descender a definir la titulación o la competencia del técnico. Así, por ejemplo, la Orden de 31 de mayo de 1985 complementaria a las normas generales establecidas en el Reglamento de Aparatos a Presión (BOE 149 de 22 de junio de 1985) prescribe la obligación para los fabricantes de "disponer en plantilla, al menos, de un Técnico Titulado competente, Ingeniero Superior o Ingeniero Técnico, que será el responsable técnico…". Por acudir a una norma más reciente, fijémonos en el Real Decreto 1837/2000, de 10 de noviembre, que aprueba el Reglamento de inspección y certificación de buques civiles, que establece en su Artículo 20. Firma y visado de documentos. 1.

Todos los documentos, informes o manuales que a requerimiento de la Administración deban ser elaborados por los interesados, excepción hecha

E incluye un requisito por el que siempre abogo y me parece fundamental: 2.

En todo caso los profesionales firmantes deberán acreditar la cobertura de la responsabilidad civil que pueda derivarse de sus actuaciones profesionales.

En el caso de la protección contra incendios nos encontramos que carecemos de una orientación para dilucidar ante quien nos encontramos cuando hablamos del Técnico Titulado Competente. Recurriendo a la titulación y adentrándonos en las distintas carreras universitarias, parece que serían las ingenierías las que más se aproximen a las competencias requeridas, pero resulta que en

En el caso de la protección contra incendios nos encontramos que carecemos de una orientación para dilucidar ante quien nos encontramos cuando hablamos del Técnico Titulado Competente.

universidades tan prestigiosas como la Complutense de Madrid o la Central de Barcelona no figura, no ya una especialidad, ni siquiera una asignatura que trate de la protección contra incendios. Profundizando un poco más y abriendo el abanico de posibilidades, resulta que, casi como anécdota, la Escuela de Ingenieros Industriales de la Universidad de Extremadura cuenta, entre sus materias optativas de segundo ciclo, con una asignatura de Seguridad e Higiene Laboral en la que se describe "protección contra Incendios y explosivos". Incluso el Campus Tecnológico de la Universidad de Navarra recoge como optativa la asignatura de Teología, pero no concibe la necesidad de incluir materia alguna sobre protección contra incendios. Así las cosas tendremos que empezar a preguntarnos quién es, cómo se forma y con qué conocimientos cuenta el profesional que firma como Técnico Titulado

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Performance-B ICI Balased día

Competente adecuación de las instalaciones de un establecimiento industrial. Y es que, incluso, el hecho de que un proyecto lo vise un colegio profesional tampoco es garantía de lo adecuado del mismo. No olvidemos que el artículo 6 del Real Decreto 1332/2000, de 7 de julio que promulga el Estatuto del Colegio de Ingenieros Industriales, lo que establece es que el visado colegial garantiza la identidad, la titulación y la habilitación del que suscribe el trabajo. Asimismo acredita la autentificación, el registro, la corrección formal de presentación de los documentos y que se ha contemplado la normativa aplicable, "pero no sanciona el contenido del trabajo profesional ni su corrección técnica". Es decir, que no garantiza la competencia, ni se responsabiliza de lo adecuado del mismo. Naturalmente que una ingeniería aporta la titularidad y puede ser la base ideal para la competencia, titularidad y base que también podría aportar una arquitectura, y otras licenciaturas, pero, en todos esos casos, esa base habrá de complementarse para que nos encontremos ante un técnico competente. Y por otra parte, es preciso que se cuente con una titulación, es decir que no cabe la mera experiencia para considerarse competente, por muy amplia y reconocida que ésta sea. La cuestión no es baladí ya que, por un lado el proyecto, la instalación, el mantenimiento de una instalación de protección contra incendios ha de ser suscrita por ese Técnico para cobrar eficacia frente a terceros, especialmente frente a los distintos estamentos públicos, encargados de expedir la correspondiente licencia de apertura de las instalaciones. Pero, además, desde el momento en el que alguien, considerándose Técnico Titulado Competente, firma ese proyecto…, se convierte inmediatamente en el perfecto "chivo expiatorio" a quien achacar todas las culpas, negligencias y responsabilidades que de él se deriven.

contra Incendios y el anhelado Código Técnico de la Edificación, pueden ser el momento oportuno. b.

Sin pretender desde aquí resolver el problema, consideramos que la posible solución pasa, al menos, por tres etapas. a.

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Conseguir de la Administración una más concreta definición del Técnico Titulado Competente en Protección contra Incendios, a través de especificar las titulaciones que le pueden servir de base, permitiendo un abanico, eso si, lo más amplio pero concreto posible. Precisamente la anunciada reforma del Reglamento de Instalaciones de Protección

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Conseguir el reconocimiento social de la necesidad de Técnicos en Protección contra Incendios. Algo que hasta ahora no se ha conseguido. Tienen que suceder hechos catastróficos como el reciente incendio del Edificio Windsor de Madrid, o la muerte de más de cuarenta personas en apenas tres meses en Paris, para que la sociedad cobre conciencia de esa necesidad. Conciencia que se tiene que traducir en que, por ejemplo, entidades tan incrustadas en el tejido social como la Universidad y la Empresa empiecen a incluir entre sus estudios y entre sus recursos humanos la formación de profesionales en protección contra incendios, como incluyen expertos en informática o en publicidad.

c.

Conseguir la mejor cobertura posible para que puedan asumir los indudables riesgos, que comportan sus actuaciones con el mayor desahogo, lo que permitiría que los proyectos pudieran diseñarse basándose más en la eficacia que en evitar la sanción. No se trata tanto de acompañar copia de la póliza para cubrir un requisito, como de actuar con la tranquilidad y confianza de sentirse patrimonialmente amparado.

Desde el punto de vista del profesional del derecho, esa triple implicación es fundamental. Nos permitirá disponer de actuaciones previas sólidas, al contar con proyectos, instalaciones y mantenimientos adecuados, y para el supuesto de que se produzca el riesgo que se quería evitar, con normas claras y peritajes fiables que orienten a los Tribunales a la hora de dirimir responsabilidades.


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Equipos y Sistemas de PCI En los últimos meses nos hemos enterado por los medios de comunicación de siniestros por incendio en establecimientos muy significativos que, a la vista de las consecuencias finales, inquietan a los profesionales de la Ingeniería de Protección Contra Incendios, llegando a la indignación al escuchar con frecuencia opiniones de "sufridos usuarios", y no digamos de los medios de difusión, acerca de las dudas sobre la utilidad de los equipos y sistemas de protección, lo cual en verdad, y a la vista de los resultados, no es reprochable. Aparte las instalaciones implantadas en épocas en las que no se disponía de Reglamentos ni documentos de diseño como los que hoy aplicamos, que todavía pueden verse "activas", actualmente no caben disculpas para que existan instalaciones ineficaces, debido fundamentalmente a motivos que, sacados de estadísticas personales del autor, ya hace años, responden a los siguientes hechos: Un diseño incorrecto, realizado generalmente por técnicos sin experiencia (20%), que incurren en errores tales como Sistema de protección no adecuado al tipo de riesgo, Aplicación de criterios dispares para la protección de riesgos concretos, principalmente en la industria y en recintos de riesgo especial. Instalaciones calculadas cuando lo están - con parámetros de diseño actualmente en desuso o mal aplicados. Un montaje ejecutado defectuosamente, acompañado normalmente de una baja calidad de los componentes (10%),

A la eficiacia por las inspecciones periódicas para mantenimiento

¿Cuáles son las causas de la "ineficacia"? Compromiso de mantenimiento sin comprobar los aspectos anteriores, y Aplicación incompleta de las operaciones de inspecciones periódicas para el mantenimiento de los equipos e instalaciones de P.C.I. Con este panorama, originado normalmente por empresas desaprensivas a las que al parecer les interesa solo el negocio, y poco el disponer de Técnicos competentes, no es de extrañar la idea de "inutilidad" a la que nos referíamos de algunos usuarios y promotores, los cuales tenderán a implantar los medios mínimos necesarios para "obtener los papeles legales". LAS BASES DE LA EFICACIA De lo anterior se deduce que, para conseguir que las instalaciones de P.C.I. sean eficaces, se hace imprescindible el cumplimiento de las siguientes condiciones: 1.

Aplicación inadecuada del agente extintor a la clase de riesgo o tipo de combustible (30%), y Mantenimiento incompleto o nulo (40%). Cuando se realiza, realmente cada día más por requisitos reglamentarios, suelen darse los siguientes hechos:

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Pedro Ubeda APICI

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Realizar un diseño adecuado, sujeto a los requisitos marcados por los Reglamentos y normativa en vigor, o por otros documentos de reconocido prestigio internacional, con más contenido y exigencias. Esto solamente es posible con la realización de un Proyecto de Ingeniería, por técnicos conocedores de los citados documentos de diseño y con experiencia suficientemente comprobada. Pero

2.

Dejar en manos de empresas instaladoras, con experiencia demostrada, el suministro y montaje de los componentes, sujeto a las especificaciones del Proyecto. No debería considerarse suficiente, puesto que no refleja la calidad de la empresa, el Certificado de registro en su Comunidad Autónoma, aunque sí necesario. Estas empresas deben presentar un Proyecto final "Según construido", con el correspondiente MANUAL DE INSTRUCCIONES, imprescindible para la Empresa de Mantenimiento, en el que se definan: Parámetros de diseño definitivos en base a los documentos de diseño aplicados, Valores reales de regulación de equipos y componentes, Actas de las pruebas realizadas, tanto en bancos de fabricantes como en la instalación, Certificados de aprobaciones u homologaciones de los componentes que lo requieran, Planos "según construido", Catálogos y/o fichas técnicas de todos los componentes incorporados,


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Instrucciones de operación, Instrucciones de mantenimiento y Listado de repuestos recomendados. 3.

Realizar un CONTRATO DE MANTENIMIENTO serio, responsable y muy bien definido, siguiendo los conceptos fundamentales que se indican en el apartado que sigue.

INSPECCIONES PERIÓDICAS MANTENIMIENTO

Y

Aunque genéricamente lo denominamos como "Mantenimiento", hay dos fases bien diferenciadas en las operaciones de atención a los equipos e instalaciones: INSPECCIÓN Y MANTENIMIENTO: La Inspección consiste en la realización de una serie de operaciones que permitan comprobar el estado operativo y de eficacia de un equipo o instalación, tanto en su diseño como en su montaje y funcionamiento. Los resultados de esta inspección se reflejan en un Informe para el usuario y la autoridad competente. Por Mantenimiento se entiende la realización de una serie de operaciones, normalmente mecánicas y eléctricas, para corregir las deficiencias encontradas en la inspección para conservar el equipo o instalación en perfecto orden de operatividad y eficacia.

dos en el Contrato, obviamente obligación final de la empresa contratada.

UNA NECESIDAD AMPLIAMENTE JUSTIFICADA Es indiscutible el valor que representan todas las máquinas y equipos productivos, las instalaciones eléctricas y sanitarias, así como el confort que proporcionan las instalaciones de calefacción y aire acondicionado. Pero las consecuencias de un fallo o avería en cualquiera de estos servicios no van más allá de tener que soportar una incomodidad pasajera o, a lo sumo, aunque importante, la pérdida de una parte de la producción por un período normalmente corto.

Aparte los aspectos legales y de política interna de cada empresa, para alcanzar el objetivo final y emplear el costo del servicio en algo que sea de verdadera utilidad, en un Contrato de inspecciones periódicas deben constar los siguientes aspectos: 1.

Por el contrario, un fallo de un equipo o instalación de P.C.I. en el momento que se necesita, puede suponer desde la paralización de la actividad por un tiempo más o menos largo o, lo que aún es peor e irreparable, la pérdida de vidas humas.

Se emite un informe de resultados con un Presupuesto para corregir las desviaciones que pudieran existir.

A esto hay que añadir la peculiaridad de los equipos e instalaciones de P.C.I. que no funcionan de forma continua y por largos períodos de tiempo, además de considerar el hecho de que cuando se necesita que actúen deben hacerlo de forma certera y sin fallos. Todo esto justifica ampliamente que las operaciones de Inspecciones periódicas y de Mantenimiento son necesarias para asegurar la operación con eficacia de los equipos e instalaciones de P.C.I., aparte de que el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios, establece como obligatorias estas operaciones, marcando los periodos en que deben realizarse. EL CONTRATO PARA INSPECCIONES PERIÓDICAS Y MANTENIMIENTO

Aquí existe una responsabilidad y obligación del usuario de proceder a realizar dichas correcciones. Una vez corregidas, comienza la verdadera responsabilidad de la empresa mantenedora, realizando las inspecciones en los periodos contratados. NOTA: La Auditoria no debería limitarse al estado operativo, debiéndose comprobar el cumplimiento con los documentos de diseño, incluso realizarlos cálculos necesarios para asegurarse del cumplimiento de las condiciones de servicio del agente extintor. 2.

Implica, como todo Contrato, unos derechos y unas obligaciones para ambas partes. Es evidente que EL USUARIO (Contratante) tiene, en términos generales, La obligación legal de disponer de unos servicios de mantenimiento, según se establece en el Artículo 19 del R.I.P.C.I. (R.D. 1942/1993, de 5 de Noviembre).

Debería reflejarse un INVENTARIO DE MEDIOS, es decir de los equipos e instalaciones a mantener, con "Fichas Técnicas" en las que se reflejen las características de los mismos. Cada equipo o instalación debe identificarse con una referencia y con el lugar donde se sitúa o áreas y recintos que protege.

3.

Puesto que en el RIPCI se tratan de forma muy genérica, para cada tipo de sistema debería constar una METODOLOGÍA DE OPERACIONES A REALIZAR, indicando con claridad todas las acciones que van a desarrollar los Inspectores.

4.

Se deberían reflejar los PRECIOS UNITARIOS DE REPOSICIÓN, incluyendo la

En este sentido, el propio usuario podrá realizar las revisiones de conservación con personal propio o encargar estos servicios a una empresa legalmente autorizada. El derecho, si contrata a otra empresa, a recibir un servicio adecuado que garantice la continuidad de operación y eficacia de los equipos e instalaciones inclui-

La empresa mantenedora, u otra empresa asesora neutral, o bien utilizando un Software adecuado, debería realizar una AUDITORÍA PREVIA del estado operativo y de eficacia de los equipos e instalaciones a mantener.

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mano de obra y el repuesto o reparación de las partes con mas posibilidad de ser afectadas. 5.

De cada inspección periódica se emitirá un INFORME DE RESULTADOS, reflejando claramente la incidencia y su costo. Aquí también existe la responsabilidad del usuario de proceder a subsanar las incidencias reportadas. Estos Informes deben estar disponibles para cuando lo soliciten para su análisis las autoridades competentes o la Compañía Aseguradora.

PARA LOS USUARIOS El usuario, o empresa contratante, que realizó un gasto en la dotación de equipos e instalaciones de protección contra incendios, aún en el caso de no estar convencido, o no estar mentalizado, de que en un momento puedan salvar su patrimonio y, lo que es aún más importante, vidas humanas, sería ir contra sus propios intereses si no mantuviera lo que produjo ese gasto. Debe exijir a todas las empresas a las que consulte precios, las mismas condiciones, preferiblemente fijadas por Vd., y así podrá contratar a la más económica con toda tranquilidad.

el fuego, se olvidan de su existencia y no se mantienen en orden de operación inmediata. Indudablemente, el mejor sistema para asegurarse del estado en que se encuentra un equipo o instalación sería haciéndolo funcionar periódicamente. Esto no siempre es posible, especialmente si se trata de lanzar un Agente Extintor sobre un riesgo al que protege de forma fija y permanente. Solamente es posible realizar operaciones de descarga con equipos portátiles, ya que permiten hacerlo en lugares donde el Agente Extintor no pueda causar daños o ensuciar, y con Sistemas fijos que protegen riesgos exteriores. Otro aspecto a considerar a la hora de realizar pruebas reales de descarga es el económico, por el costo que pueda suponer el consumo de Agente Extintor y reposición de algunas partes necesariamente sustituibles del equipo. Por esto, todas las instalaciones fijas deben disponer de "Puntos para inspección y pruebas", previamente dispuestos en el Proyecto, aunque no figuren en los documentos de diseño. PUNTOS PRUEBAS

INSPECCIÓN

Y

A continuación se detallan, para diversos equipos e instalaciones, los puntos fundamentales para inspección y pruebas, la mayoría requeridos por los documentos de diseño.

Nunca debería consultar con propuestas "libres" de las diferentes empresas y seleccionar la más económica. Es un riesgo demasiado alto que puede acarrearle problemas serios y de consecuencias fatales. Es evidente y natural la motivación de un empresario sobre la adquisición de cualquier máquina o equipo que suponga un aumento de la rentabilidad de su negocio, puesto que al adquirirlo ve resultados tangibles e inmediatos. En consecuencia, organiza equipos de hombres especialmente entrenados y dedicados a mantener todo su equipo productivo en perfecto orden de marcha. Pero ¿cómo piensa, con respecto a los equipos de Protección Contra Incendios? Como ya comentamos al principio, continuamente se están dando casos de desastres producidos por el fuego. Nadie piensa, por eludir complicaciones, por falta de tiempo, por imitar al avestruz o por otras razones de índole similar, "también puede ocurrirme a mí". Pero esta despreocupación llega a tales extremos que, aun disponiendo de equipos adecuados para la lucha contra

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PARA

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EXTINTORES PORTÁTILES Manómetro, en los del tipo presión incorporada, para leer la presión en todo momento. Lógicamente para que sea fiable, deberá ser de buena calidad y contrastable. Botellín presurizador tarado, con peso en vacío y lleno grabados. Así podrá comprobarse la carga presurizadora (Normalmente de CO2 o N2) Seguro precintado, que garantice el estado de no haberse utilizado el aparato. BOCAS DE INCENDIO EQUIPADAS (BIE) Manómetro, situado antes de la válvula de paso, para comprobar la presión de la red de agua. Deberá contrastarse cada uno con el resto para asegurarse de la fidelidad de la lectura, aunque es conveniente y recomendable contrastar con un Manómetro Patrón, para lo que se necesita una conexión de contraste, ya sea fija o acoplable. Puerta practicable, cuando el equipo esté contenido en una caja, para facilitar la inspección ocular del mismo y realizar las operaciones para inspeccionar el estado de la válvula. Es necesario que abra y cierre con facilidad. Cuando existan dificultades para extender los 20 m de manguera del equipo se recomienda disponer de un trozo de recorte de manguera, de aproximadamente 1 m de longitud con racores de conexión en los extremos. Con él se


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lectura fácil, son elementos a recordar por su importancia para que sea posible llevar a cabo una buena inspección de los equipos de Bombeo.

podrá dirigir un pequeño caudal de prueba a un recipiente. Con esta operación tan sencilla se comprobará: Que los racores de conexión se desconectan y conectan fácilmente, comprobando a la vez el estado de las juntas de los mismos.

RED GENERAL Válvulas de seccionamiento (Direccionales) con Indicador de su posición de paso y con posibilidad de acceso para comprobar puntos de fuga y su reparación.

Que la válvula abre correctamente (aquí se utiliza el trozo de manguera) y después cierra sin producirse fugas.

Puntos de Drenaje practicables en tramos a los que puedan afectar las heladas con posibilidad de dejarlos "secos" en época invernal, o para realizar operaciones de mantenimiento.

Que la manguera no presenta síntomas de descomposición ni tiene residuos de agua por fugas lentas, y Que la Lanza no está obstruida, teniendo el dispositivo de accionamiento de los tres fectos en buen estado de operación.

ROCIADORES AUTOMÁTICOS Conexión de contraste para comprobar el estado de los Manómetros.

EQUIPOS DE BOMBEO Además de disponer de los elementos de control necesarios para comprobar el funcionamiento normal, resultarán muy prácticos, por facilitar las pruebas sin afectar al resto de las instalaciones Contra Incendios, los siguientes elementos:

Circuito de Prueba de Alarmas en el Puesto de Control. Válvula de ensayo, en el punto más alejado del Sistema, con salida equivalente al orificio de los Rociadores instalados. La descarga se conducirá a un drenaje y habrá una conexión para Manómetro después de la válvula.

Válvula en Colector de salida, de buena calidad para independizar el equipo de bombeo de la Red General e Instalaciones. Conexión de Prueba en el colector de impulsión, con válvula de asiento y descarga al Depósito de Reserva de Agua. (Se dispondrá de ella si existe la línea de pruebas con Caudalímetro).

Válvula de descarga en derivación para los sistemas "Secos" en general. SISTEMAS DE DILUVIO. By-pass de descarga que permita probar la Válvula Automática sin necesidad de descargar agua sobre el riesgo que protege.

De esta forma podrán simularse, desde el interior del recinto donde se encuentra el equipo de bombeo, distintos caudales de descarga para observar la actuación de todos los automatismos, controles y alarmas. Caudalímetro, conectado a la línea de Pruebas y situado en el interior del recinto. Con él se evitará la utilización del "Tubo Pitot" para comprobar el estado de la Curva Característica de las Bombas. El Tubo Pitot, aparte de no ser muy preciso en manos inexpertas, no es un instrumento de medida asequible en el mercado nacional. Instrumentación, indicadores de Nivel, Manómetros, Cuentahoras, Cuenta-impulsos, Amperímetro, Voltímetro, Indicador de carga de Baterías, Presostatos de

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Válvula de drenaje automático que permita, además de su función propia, comprobar una posible fuga de la Válvula Automática. Bloqueo de actuación, para comprobar el funcionamiento del Sistema de Detección sin disparar la Válvula Automática. Toma de aire, para comprobar la no obstrucción de líneas y boquillas de descarga haciendo pasar aire comprimido. NOTA: en riesgos a la intemperie se suele permitir la descarga real. SISTEMAS FIJOS PARA GASES

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Pesaje de Botellas incorporado a la estructura de sujeción de éstas, evitando en lo posible su desconexión del Sistema.

Indicador de fugas, pudiendo sustituir a lo anterior, incorporado a cada botella y que detecte cualquier fuga de gas desde la rosca de conexión de la válvula, o por ésta. Desconexión de disparo de botellas que permita, mediante una operación sencilla, disparar el Sistema sin descargar el gas. Toma de aire que permita conectar una fuente de suministro de aire comprimido para asegurarse de la no obstrucción de líneas y boquillas de descarga. Manómetros en todas y cada una de las Botellas de almacenaje, para comprobar su estado de carga, cuando se requiere por el tipo de gas. SISTEMAS DE DETECCIÓN Y ALARMA Detectores accesibles, por muy altos y escondidos que se encuentren, ya que es muy probable la necesidad de limpieza (según ambiente), reparación o sustitución. En el Cuadro de Control: Prueba de alarmas, Silencio de alarmas, Prueba de lámparas, Comprobador de Baterías, Simulador de "Avería", Simulador de "Fuego". Dispositivos simuladores que permitan activar los tipos de detectores instalados con manifestaciones de fuego (calor, llama, humo aerosoles), de forma adecuada al ambiente.


Asociación de Profesionales de Ingeniería de Protección contra Incendios

B OLETÍN

DE

S USCRIPCIÓN 2006

D ATOS D EL S USCRIPTOR APELLIDOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . NOMBRE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .NIF . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . EMPRESA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .CIF . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . CARGO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . CALLE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Nº . . . . . . . .PISO . . . . . . POBLACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .PROVINCIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .C.P. . . . . . . . . . . . TELÉFONO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .FAX . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .MOVIL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . E-MAIL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .WEB . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . INSCRIPCIÓN A ICI - INGENIERÍA CONTRA INCENDIOS - 4 NÚMEROS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .32 - Las suscripciones dirigidas al extranjero tienen un recargo de 6 por ejemplar. - Las suscripciones enviadas por correo aéreo tienen un recargo de 15 por ejemplar. FORMA DE PAGO:

Domiciliación Bancaria. Tarjeta de Crédito (VISA / MASTER CARD). Transferencia Bancaria a nombre de APICI. Enviar copia de la transferencia por fax: 91 571 50 24 BSCH - 0049 5138 15 2516626589

D OMICILIACIÓN B ANCARIA TITULAR DE LA CUENTA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . NOMBRE ENTIDAD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . CALLE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .N . . . . . . . . POBLACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .PROVINCIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .C.P. . . . . . . . . Nº CUENTA COMPLETO

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DE

C RÉDITO

TITULAR DE LA TARJETA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . TIPO DE TARJETA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . CADUCIDAD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Nº TARJETA COMPLETO Atentamente les saluda:

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