TRISTE FIGURA

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UNDACIÓN DE CULTURA ANDALUZA

triste

figura escultura

sobre la 2ª parte de El Quijote, de M. de Cervantes, en el IV centenario de su publicación Sevilla, otoño de 2015


Fer n a n d o

Ser g i o

Baños

Cruz

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José

Chiqui

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EXPOSICIÓN Triste Figura. Escultura sobre la 2ª parte de El Quijote, de M. de Cervantes, en el IV centenario de su publicación

Coordinación: Marta López Navarro Técnicos: Javier Garrigós Perucha y Marga Gª Pinto Edición del catálogo e imagen corporativa de la muestra Diseño y maquetación de catálogo: Marta López y Ados. Fotografías: varios autores Edición y tratamiento de fotografías: Juan Domínguez y Sergio Cruz Acto inaugural Fotografías: Lougarlim


triste

figura escultura

sobre la 2ª parte de El Quijote, de M. de Cervantes, en el IV centenario de su publicación

Sala de exposiciones DAVID PUENTES Sevilla, otoño de 2015


Autorretrato incluido por Cervantes en el prólogo de las Novelas Ejemplares (1613): Este que veis aquí, de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada, de alegres ojos y de nariz corva, aunque bien proporcionada; las barbas de plata, que no ha veinte años que fueron de oro, los bigotes grandes, la boca pequeña, los dientes ni menudos ni crecidos, porque no tiene sino seis, y ésos mal acondicionados y peor puestos, porque no tienen correspondencia los unos con los otros; el cuerpo entre dos extremos, ni grande, ni pequeño, la color viva, antes blanca que morena, algo cargado de espaldas, y no muy ligero de pies. Este digo, que es el rostro del autor de La Galatea y de Don Quijote de la Mancha, y del que hizo el Viaje del Parnaso,... Llámase comúnmente Miguel de Cervantes Saavedra.

Supuesto retrato de Miguel de Cervantes Saavedra. Fragmento atribuido a Juan de Jáuregui. 1600. óleo sobre tabla de nogal. 46 x 32 cm. Donada por José Albiol a la Real Academia de la Lengua Española en 1911



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TRISTE FIGURA

Marta López Navarro

Sala de exposiciones DAVID PUENTES

“La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres”. El Quijote, 2ª parte, capítulo LVIII

La FUNDACIÓN DE CULTURA ANDALUZA abre la temporada 2015/16 de la sala de exposiciones DAVID PUENTES con la inauguración de la muestra TRISTE FIGURA. Los que conocéis la trayectoria de la Fundación sabéis que no es la primera vez que esta sala de exposiciones programa muestras dedicadas a la vida y obra de figuras destacadas en cualquiera de sus facetas culturales o artísticas, siéndonos especialmente grato vincular el mundo de la literatura y las artes plásticas, dos de los ámbitos culturales en los que más incide nuestra actividad fundacional. Esta ocasión ni podemos ni debemos dejarla pasar, sobre todo, cuando “el caballero de la triste figura” reune infinitas condiciones de partida que la hacen particularmente idónea a la hora de plantear una exposición alrededor de un personaje y sus compañeros y de sus andanzas caballerescas; posiblemente no habrá un personaje en la historia universal de la literatura, sin contar con las obras de motivación religiosa, que haya sido objeto de más atención por parte de artistas de todo lugar desde su publicación. Y esto se debe, sin duda, a su conocimiento universal y a las intrínsecas posibilidades plásticas con las que Miguel de Cervantes dotó al Quijote y su entorno. Y pensamos que como mejor pueden expresarse esas circunstancias es mediante un lenguaje material; una exposición de escultura y textos, reuniendo un elenco en el que destacan algunos de los creadores mejor considerados del actual panorama artístico andaluz, acompañados de los que avanzan con fuerza en la consolidación de sus trayectorias. El resultado: variedad de estilos, lenguajes y materiales; de lo clásico a lo conceptual, de lo figurativo a la abstracción, de la madera al hierro, el bronce... la piedra. Esculturas acompañadas de literatura, escultores y escritores fundidos en una pasión, un personaje... una obra. Para comenzar la temporada una exposición completa que muestra un conjunto de piezas de gran belleza y brillantez. Gracias a los participantes y a la fundación por hacerla posible, y gracias a todos los que os animéis a disfrutarla. Seguro que os gusta. Sevilla, octubre de 2015 Monumento a Cervantes. Lorenzo Coullaut Valera. 1930. Plaza de España, Madrid 9



QUIJOTES José María García Blanco Director de programas culturales de FUNDECA

—Eso no —respondió Sansón—, porque es tan clara, que no hay cosa que dificultar en ella: los niños la manosean, los mozos la leen, los hombres la entienden y los viejos la celebran; y, finalmente, es tan trillada y tan leída y tan sabida de todo género de gentes, que apenas han visto algún rocín flaco, cuando dicen: «Allí va Rocinante». Y los que más se han dado a su letura son los pajes: no hay antecámara de señor donde no se halle un Don Quijote, unos le toman si otros le dejan, estos le embisten y aquellos le piden. Finalmente, la tal historia es del más gustoso y menos perjudicial entretenimiento que hasta agora se haya visto, porque en toda ella no se descubre ni por semejas una palabra deshonesta ni un pensamiento menos que católico. El Quijote, 2ª parte, capítulo III

Mi segundo Quijote fue de segunda mano. Una edición adaptada para alumnos de primaria. La adaptación se reducía a la supresión de palabras malsonantes, de relatos poco edificantes y de las “disgresiones”, sobre todo en la primera parte. Algunas ilustraciones de objetos en desuso (yelmo, celada de encaje o ballesta me vienen inmediatamente a la memoria). Lo más desconcertante, las reproducciones de grabados de Doré, varias de las cuales correspondían a las partes suprimidas, que me dejaban bastante perplejo. Mi tercer Quijote, una edición desencuadernada de los años veinte, en un papel quebradizo, encontrado entre otros libros condenados a sufrir los rigores encontrados (humedad en invierno, calor en verano) en un lavadero. Al cumplir los catorce años me regalaron el cuarto. Por fin un Quijote completo, en la bendita colección Austral, de Espasa-Calpe. Un libro asequible, bien distinto de los que se anunciaban, encuadernados en piel y con primorosos grabados, pero con unos precios prohibitivos. Después vinieron otros muchos, con una característica común: estar destinados a la lectura, no a la exhibición o al almacenamiento. ¿Y el primero?, el que dejó enganchado para siempre, el que recuerdo con más cariño. Se trataba, claro, de una adaptación. Pero de una adaptadora genial: mi madre. Me contaba, con infinita paciencia, la lucha contra los molinos de viento, la batalla contra los rebaños, los consejos al gobernador Sancho… No poseía formación filológica afortunadamente porque, como avisaba la sirvienta al profesor de La lección, “la filología es lo peor”.

Sevilla, octubre de 2015 11


UNA PERSPECTIVA PSICOSOMÁTICA DEL QUIJOTE Manuel Álvarez Romero

Médico. Miembro de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz Presidente de las Sociedades Española y Andaluza de Medicina Psicosomática

La Literatura es, y debe ser, fuente de inspiración y aportación renovada del bagaje vivencial de mentes privilegiadas que han sabido describir el dolor y el gozo –la vida vivida- de los hombres a lo largo de la historia. ¿Qué es la literatura, si no la descripción de las reacciones intra y extra personales del autor o de sus semejantes? Muchas han sido las perspectivas desde las que se ha observado y estudiado El Quijote, esta inmortal obra cervantina con sus incontables ambientes, personajes, historias y mensajes. Lo observaremos ahora, someramente, desde la perspectiva de la Medicina Psicosomática aplicando el paradigma bio-psico-socio-eco-espiritual al estudio de la persona, sana o enferma pero siempre capaz de perder/recuperar su preciada salud. Y todo ello concretándolo a sus protagonistas en este año 2015, de su IV Centenario. Mucho disfruté y aprendí en las Jornadas de la Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas (Málaga 10 al 12 de Noviembre de 2005) en las que se abordaron aspectos múltiples de la genial obra cervantina. Juan Rof Carballo, nuestro principal mentor en éstas lides psicosomáticas, (Lugo, 11 de junio de 1905-Madrid, 12 de octubre de 1994) fue un médico y ensayista español, padre de la Medicina Psicosomática española y miembro de la Real Academia Española, en su libro “Medicina y Creatividad”, profundiza en el tema y parangona la curación psicoterapéutica de un paciente psicótico, grave y resistente a todo tratamiento psicofarmacológico –un típico D. Quijote de aquellos tiempos- mediante la psicoterapia basada en la comprensión, el afecto, la ternura y la acogida por parte de un buen profesional con la prolongada actuación de un Sancho, siempre corazón amistoso y disponible para con el doliente D. Quijote, que también llega a alcanzar la salud mental antes de su muerte. Son ríos de tinta los vertidos para relatar, comentar y tratar de explicar “la locura” del ingenioso hidalgo. De entre los muchos diagnósticos asignados pienso, como el más ajustado, es el del Dr. Ricardo Royo Villanova, emitido en su discurso “La locura de D. Quijote” algo antes de 1905, como “Paranoia crónica o delirio sistematizado o parcial de tipo expansivo, forma megalómana y variedad filantrópica”. Desde la perspectiva psicosomática y con los datos disponibles, podríamos abordar, los antecedentes genéticos (familiares) de D. Alonso Quijano, su personalidad previa a la enfermedad, su educación e influencias familiares, su entorno social, la impronta en su salud de la heredada condición de “fijosdalgo” -pues la hidalguía del momento influye ¡y bien! -, su vivencia amorosa y sexual, etc. La falta de espacio nos limita en lo que sería una rica y pródiga aplicación del citado paradigma. Refiere Rof Carballo, en “El Teatro de Humor en España” lo que se atribuyó al Quijote por parte de sabios expertos, algo tan fundamental en medicina como es la “recuperación de la realidad” por parte del sujeto y que para Rof viene a constituir nada menos, que “la clave del humorismo”. Cervantes lo lleva a cabo en el Quijote invirtiendo constantemente la perspectiva y pasando, de manera casi imperceptible, de un punto de vista a su contrario, es decir de la sensatez a la locura y desde la seriedad al estilo humorístico. En toda sociedad bien constituida unos locos, tales como D. Quijote y su no menos chiflado escudero son


meras figuras marginales respecto a los aledaños de las estructuras colectivas. La norma suele ser el encerrarles o se les deja aislados y olvidados en un virtual rincón. Pero Miguel de Cervantes los convierte nada menos que en protagonistas. De este modo, el mundo pasa a ser el trasfondo de la narración, a modo de escenario de sus hazañas. Por eso, D. Quijote y Sancho se nos muestran aquí dotados de una realidad enormemente más rica y hasta más auténtica que el trasfondo de personajes y personajillos que por contraste, ponen de manifiesto su natural pobreza”. Finalicemos considerando como resuelve el autor ese “no querer mirar el propio lado oscuro que todos tenemos”, actitud que genera un cierto conflicto, doloroso en sí y, con gran frecuencia, en quienes con nosotros conviven. Son situaciones o estados conflictivos que necesariamente –antes o después- hemos de resolver. Muchas veces la enfermedad que una persona presenta no es más que la mejor solución que encuentra ante los problemas de su vida según nos enseña el maestro argentino Dr. Luis Chiozza. Pues aquí Alonso de Quijano lo salva con el delirio y Sancho acudiendo a los mil refranes y chanzas del vulgo..... ¿Y los demás personajes? Pues sin duda de una manera menos auténtica, digna y realista aunque, eso sí, más acomodada y de menor precio y calidad humana. Interesante tema éste que, como tantas otras facetas de la obra cervantina, es merecedor de futuras atenciones. Sevilla, mayo de 2015 Don Quijote leyendo libros de caballerías. Fragmento Gustavo Doré (1833-1888) 13


Mª Paz del Río Paramio

Licenciada en Filología Románica. Escritora

Caballero, cervantino, creador... Enclenque, enjuto, enredador, entelequia, entuertos, enamorado, enajenado... Rocín, Rocinante, rompedor, respetuoso, raro... Vahido, valiente, vehemente, voluntarioso, vividor, vitalista... Anhelo, artista, alocado, ala triste, austero... Navegante, nubes, no necio, narrador... Temerario, tímido, tortuoso, transformista... Enfático, eufórico, entusiasta... Señor, sabedor, selecto, sombrío, sin sentido, sortilegios, sorna, suavidad, sorbido el seso, su “sosias”, Sancho..

Sevilla, junio de 2015 14


RECUERDOS EN AZUL Ana García Pinto-Tyzzer Escritora

A través de la ventana en cuyo alféizar se mece el repicar del tiempo, recuerdo una estancia atrapada entre historias, leyendas, rimas y cuentos. Y en un rincón de esa añoranza, entre las páginas de un libro abierto, recuerdo un hilo de seda devanando las aventuras azules de un Hidalgo Caballero. Recuerdo un relato salpicado de risotadas y lamentos salados. Un laberinto de encantamientos, disparates, duelos y quebrantos. Y al final de la trama, rodeado de un bosque de ingenio, recuerdo un Retablo en el que una marioneta de hilos dorados relata las hazañas de un personaje soñado. Es el Retablo de la Vida. Es un juego de luces y sombras, un contrapunto de realidades y ficciones, un desafío entre la cordura y la locura. Es un escenario narrado por la feliz imaginación de una Triste Figura. Recuerdo un personaje engalanado con jubón honrado y noble armadura, y un alma transparente protegida por una celada de sabia locura. Recuerdo los desvelos de un corazón profundamente enamorado de la idea del bien, y un romance entre un hombre y una gran Dama conocida con el nombre de Poesía. Recuerdo un momento azul. Una página final. Un instante en el que cansada de soñar y enloquecida de cordura, fallece la Triste Figura. A través de la ventana en cuyo alféizar se mece el repicar del tiempo, recuerdo un epílogo. La figura de un niño jugando con un hilo dorado. Un libro abierto. Un poema en prosa. Un hombre bueno.

Australia, septiembre de 2015 15


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CARTA ABIERTA DE D. MIGUEL DE CERVANTES A CORRAL DE ALMAGUER Félix Fernández-Clemente Collado Psicólogo

Según nos cuenta Cervantes en el Quijote, paseando y husmeando por el Alcaná de Toledo, en buena hora se topó en la tienda de un sedero con un muchacho que llegaba a vender unos cartapacios y papeles viejos. Era “la historia de D. Quijote de la Mancha, escrita por Cide Hamete Benengeli, escritor arábigo” que no dudó en adquirir. Este, según él, fue el comienzo de su Universal Novela. Paseando yo con el mismo espíritu por el Rastro Madrileño, en una tienda de libros y papeles viejos, me encontré igualmente con un cartapacio enlazado con unas cintas de color sepia gastado y cubierto de polvo. El librero viejo, que lo era más aún que sus libros, me dijo que provenía de un derribo “muy sonado” en la antigua calle Francos, hoy Cervantes, esquina a calle León nº 20, hoy nº 7, calles del barrio de Antón Martín. Teniendo yo noticias de ese famoso derribo por la polémica que creó el periodista Mesonero Romanos en su tiempo (fue la casa en donde murió Cervantes), desempolvé con varios soplidos la cubierta y, en letra muy clara y cuidada, como proveniente de un gran escribano, leí “ Asuntos familiares. Francisco Martínez Marcilla, presbítero”. Teniendo igualmente noticias de este clérigo, por ser hijo del escribano Gabriel Martínez, natural de Corral de Almaguer, Toledo, me sumergí con inusitado interés en el montón de polvo y papeles, y me encontré, pegado y envejecido por el tiempo, este sorprendente y desconocido escrito, del puño, letra y renqueante firma de Cervantes, y que a continuación muestro traducido al castellano actual: “Carta abierta a los lugareños que lo fueren de El Corral de Almaguer.” MADRID, 10 DE MARZO DE MIL SEISCIENTOS DIECISEIS AÑOS. Amigos de Corral, poco me queda para rendir viaje de esta mi vida tan azarosamente ajetreada. Teniendo ya puesto mi pie en el estribo, no quiero irme de aquí sin antes reparar una deuda que tengo con vosotros. Aunque lleno de dolores, este último año que he pasado ha sido uno de los más serenos de mi existencia. Y ello es debido a la gran acogida que en esta nueva y sosegada casa de la calle León, nº 20, después de la lóbrega y fría vivienda de la calle de las Huertas, he recibido por parte de unas entrañabilísimas personas: el señor escribano D. Gabriel Martínez, natural de vuestro pueblo, su mujer Catalina y sus hijos, el presbítero D. Francisco Martínez Marcilla y el también presbítero D. Luis. Son mis vecinos, mis amigos y mis caseros; sabiendo de mis penurias económicas nunca me han querido cobrar; es más, el presbítero Francisco, hombre cabal donde los haya, capellán de las Trinitarias en Cantarranas, es mi confesor, mi amigo, mi confidente, y lo designo mi albacea junto con mi querida esposa Catalina. 17


A ellos les conté, lo que a vosotros quiero contar en honor suyo. Desde que la primera parte de mi D. Quijote de la Mancha saliera de las prensas de Juan de la Cuesta, debido al tremendo éxito que ha tenido en todos los sitios (espero que la segunda parte, ya en la calle desde el pasado diciembre, tenga el mismo), se están haciendo muchas conjeturas de lo que en él se narra. Y la primera, se refiere al lugar de la Mancha del que digo no quererme acordar. Pues bien, aunque en la penúltima página de la segunda parte de mi Libro siga dejando dudas para que todos los lugares manchegos compitan entre sí por ser ese lugar, ese lugar de la Mancha al que me refiero, ese lugar del que salieron D. Quijote y Sancho es vuestro pueblo, es el CORRAL DE ALMAGUER”. (Aquí aparece la temblorosa firma de Miguel de Cervantes. Y, a continuación, con letra clara, precisa y preciosa, continúa el relato, por lo que deduzco que lo que sigue lo escribió al dictado el presbítero Francisco Martínez, pues la letra es distinta y exquisitamente trabajada). “FRANCISCO SUAREZ GASCO, un corraleño, a la sazón vecino de Tarancón, de buena familia y de mal vivir (lo condenaron al destierro de 4 años del Corral de Almaguer por “su desarreglada conducta”) y al que conocí bien, debido a otras amistades del pueblo, me ayudó en un momento importante de mi vida saliendo fiador mío por mucho dinero; gracias a ello pude realizar mis cobranzas de alcábalas por el reino de Granada en los años 90, y ganar algo de dinero. Pero tuve un revés, me estafó el usurero de Simón Freire, y al no poder devolver el dinero, Gasco, al igual que todos, me “traicionó” y me denunció a la Audiencia de Sevilla, que me condenó a la cárcel en Sevilla. Lo pasé muy mal, estaba indignado. Le escribí al rey Felipe II y aunque me concedió la libertad, pasé siete terribles meses en esa cárcel, la peor y la más incómoda del reino. Fue allí donde empecé a escribir una novelita corta, D. Quijote de la Mancha, que luego fui alargando y alargando estando ya en Esquivias y Toledo, con mi mujer. En aquéllos momentos y en aquella cárcel, sólo tenía en mi cabeza al dichoso Gasco, y no se me ocurrió otra cosa, que situar a mi personaje en la Mancha, en su pueblo, vuestro pueblo, para, a continuación, relegarlo al olvido. Fue mi revancha no sólo contra él, sino también contra el rey y los que le apoyaron. Hoy, amigos, gracias, nuevamente a otro corraleño, D. Gabriel Martínez, y su hijo Francisco, vuelve a estar presente en mi vida vuestro pueblo. Si en aquél momento, llevado por mi lógico enfado, llegué a maldecir la cuna de Francisco Suárez Gasco, con el que luego volvió la amistad, y de su entorno salió el conocimiento no sólo del buen escribano Gabriel, sino de mi yerno Luis de Molina, ahora cuando ya me queda poca vida, la hidropesía me la está robando, debo bendecir la cuna de mis acogedores y buenos vecinos D. Gabriel Martínez y su hijo el cura de las Trinitarias, Francisco. Y esa misma cuna resulta ser la misma: Corral de Almaguer. Recuerdo que cuando era muchacho en Sevilla –la ciudad más sorprendente del mundo-, me aficioné a la literatura en el colegio de los jesuitas. Fue el padre Acevedo el que me metió el gusanillo en el cuerpo. Con él hacíamos obras de teatro por las calles (en varias ocasiones trabajé con mi admirado Lope de Rueda) y autos sacramentales, éstos en la catedral. Por estos quehaceres el padre Acevedo tenía mucha relación con D. Martín Gasco, canónigo maestrescuela de la Catedral, personaje muy influyente en la vida sevillana por ser un gran protegido tanto del Rey Carlos como de su hijo Felipe, luego supe por qué. Cuando le nombraron obispo de Cádiz, dejó en su lugar a su sobrino Andrés Gasco, haciéndole igualmente Maestrescuela e Inquisidor de Sevilla junto con D. Miguel del Carpio, tío de “ese” que vive ahí enfrente de mi casa (el tal Lope ), se trajo también a otro sobrino, D. 18


Alonso Gasco, que lo hizo racionero, y Ortuño Espinosa, comisario de la Inquisición, y más...Por el Padre Acevedo supe que estos eclesiásticos provenían de un lugar de la Mancha, Corral de Almaguer, pueblo del que se sentían orgullosos y al que favorecían en cuanto podían, no sólo creando fundaciones para los pobres sino facilitando, debido a su poder, a muchos corraleños el embarcarse para Indias .¡Con lo difícil que era éso!. ¡Varias veces lo intenté yo y me lo denegaron!. Pasados muchos años, quiso la casualidad y la fortuna, después de tantos avatares vividos por mí, que diera con mis huesos y afectos con un pueblo de Toledo, Esquivias, pueblo del entorno de Ocaña, en la Sagra, y perteneciente a la ribera del Tajo. Allí me enamoré de Catalina, y me casé en tres meses. Necesitaba sentar la cabeza, pues tenía ya a la sazón 37 años y mucho cansancio en mi cuerpo. Me pasé dos largos años en ese pueblo y al alimón con mi dedicación a la literatura, mi suegra, viuda de Salazar, me encargó la administración de sus bienes rurales, ya que los varones de la casa sólo tenían 7 y 3 años y mi suegro había muerto. No era mucho, pero tuve que viajar por los pueblos de alrededor para colocar los productos, comprar simientes, aperos, etc. Uno de los pueblos que visité fue el vuestro, por el que ya pasé camino de Cartagena en mi breve viaje a Orán, ya que allí vivían unos primos de mi suegra, de apellido Salazar, que me facilitaron mis quehaceres comerciales. Era un pueblo próspero, el más grande de esa parte de la Mancha, pero sobre todo, era un pueblo “mimado” con prebendas y exenciones por el Rey porque en las Guerras de las Comunidades fue el único de todo su entorno que permaneció fiel al Rey Carlos, luchó con su ejército en la batalla del Romeral y en la de la Sisla en Toledo haciendo capitular a Doña María de Padilla, y de la misma forma odiado por todos los demás, pero sobre todo por Ocaña y sus alrededores. También era odiado por los familiares de mi mujer ya que ellos, como todos los importantes de Esquivias, cayeron en desgracia. En cierta ocasión pernocté hasta tres noches allí. En ese lugar tuve ocasión de conocer y tratar también a los famosos GASCO, la familia de los poderosos eclesiásticos de Sevilla; conecté con Pedro Gasco, primo de Francisco, mayordomo de la fiesta del Santísimo Sacramento, el famoso Corpus del que tanto me habla el escribano Gabriel y al que todos los años asiste ya que tiene casa en Corral; dice que en esa fiesta se representan comedias, bailes y entremeses con los mejores cómicos del reino. Conocí igualmente Quintanar, pueblo de mis grandes amigos los Villaseñor, y el Toboso con los Zarco y Villaseñor también, sobre todo Ana Zarco, la Dulce Ana que me cautivó (¿os dice algo este nombre?; ella fue mi Dulcinea). Guardo aún en mi retina vivas imágenes de ese lugar precioso, bañado por dos ríos el Riánsares y el Albardana, escoltados, durante su travesía por todo su gran término, por miles de árboles formando cuadrillas de pequeños y verdosos bosques; aún conservo en mi mente el añil de los zócalos de sus casas, en competencia con el sereno azul del cielo; su Iglesia pastoreando las calles, las casas solariegas. ¡Qué gozo para la ojos el paisaje que se divisa desde el cerro del Gollizno!. Desde allí se podía ver el Camino Real de Madrid a Sevilla, que tan bien conozco por que mil veces lo pisé en mi vida. Desde allí se veía en días claros Puerto Lápice, un lugar grabado en mi mente debido a unas calenturas que sufrí allí en el primer viaje, a los 6 años, que hice con mis padres al pueblo de mi abuelo Juan, Córdoba”. (Aquí acaba el escrito sin firma, sólo aparecen unos rayones a pie de página. Presumo que continuaría, pero no encontré, por más que busqué, ningún renglón más) Sevilla, mayo de 2015 19


A MI QUERIDO AMIGO EL CABALLERO LUNÁTICO Ignacio Trujillo Berraquero

Abogado e Historiador del Arte

Oh, D. Alonso Quijano, ¿quién dice que estáis loco? ¿Quién osa llamaros demente? Locos somos nosotros, que vemos el mundo ruin, plebeyo y prosaico. Que afirmamos que hay molinos, donde de verdad hay gigantes, que convertimos a altas damas en labradoras villanas, que cambiamos los castillos por ventas de camino. ¿Oh, dónde están los elevados ideales, la entrega a excelentes designios, el honor sin tacha, el combate contra la injusticia, los caballeros valientes de hermosas armaduras y enjaezados corceles, de lanzas y cascos de coloridas plumas, paladines del amor y la lealtad? Oh, D. Quijote amigo, que buscas un mundo bello y limpio, ajeno a la ruindad que te rodea, donde no hay egoísmo, ni campesinos pillos, ni mujeres de la vida, ni venteros ladrones, sino príncipes, y señoras y dueñas y dignos castellanos en fortalezas inexpugnables. Inquebrantables, como tu fe en el hombre, en el mundo y el bien. Esa es tu fortaleza, ese es tu baluarte, tu cosmos, tu universo cordial, pleno de benevolencia y generosidad. Oh D. Quijote, mal llamado de la triste figura… triste estampa es la nuestra, afanados en viles empresas, en minúsculas mezquindades, en cicateros y vulgares designios. Cuánto necesitamos de tu bendita locura para redimirnos de nuestra poquedad de miras, de nuestros objetivos rastreros, de nuestro egoísmo miserable. No trocaría yo, tu demencia por nuestra cordura, tu ingenio, por mi prudencia, tu simplicidad por nuestra agudeza. Con tu ingenuidad nos desarmas, con tu bondad nos conquistas, con tu discreto entendimiento nos seduces. Buen amigo Quijano, si tú has perdido la razón, déjame acompañarte, que quiero ir junto a ti, para encontrar también la mía.

Sevilla, octubre de 2015 20


MUERTE Y TESTAMENTO DE ALONSO QUIJANO EL BUENO Ernesto Juliá Díaz Escritor

“Morir cuerdo y vivir loco” Todavía muchos se harán la misma pregunta: ¿el final del Quijote, ese capítulo 74 de la Segunda Parte, es la forma más perfecta, o al menos, la más conveniente y acertada, para acabar con la aventura del Hidalgo? No sé si Cervantes le dio muchas vueltas a su cabeza, antes de decidirse por esa solución. Vista hoy parece fácil coincidir con él en que el “morir cuerdo y vivir loco” ha sido el final más acertado para el héroe. A Thomas Mann no le gustó la presentación de la muerte de Alonso Quijano, y tuvo la humildad de reconocer: “Comprendo, por otra parte, que no hubiera sido cristiano ni pedagógico dejarle morir en su extravío”. Más allá de todas las consideraciones, quizá mejor llamarlas elucubraciones, que se han hecho en torno al Caballero de la Triste Figura, este sencillo pensamiento de Mann me parece la mejor respuesta a quienes, todavía hoy, siguen teniendo dificultades para ver en el Quijote algo más que “un libro de ameno entretenimiento”. En su lecho de muerte, y después de dormir seis largas horas, despertó el Quijote y exclamó: “¡Bendito sea el poderoso Dios, que tanto bien me ha hecho! En fin, sus misericordias no tienen límite, ni las abrevian ni impiden los pecados de los hombres”. A lo largo de las páginas de la Primera y de la Segunda Parte palpita la luz y las sombras de la misericordia divina, el aliento del más profundo sentido cristiano del vivir; y entra dentro de la lógica vital que el Quijote recobre la plena conciencia de la vida eterna cuando se prepara a rendir el alma a Dios. Leopoldo Arias, Clarín, reconoció con sencillez: “¡qué emoción tan fuerte y dulce lamía, al ver a Tolstoi, el extraño pero simpático místico...o lo que sea, penetrar, a ferza e genio, la sublimidad (¡verdaderamente asombrosa!) del último capítulo del Quijote, de aquel resucitar a la razón de Quijano el Bueno!” Don Quijote se lanza a deshacer entuertos como un enviado de Dios -ciertamente no es un profeta ni hijo de profeta-, para hacer justicia en esta tierra llena de pecado. Su cabeza se descalabra y osa intentar hacer justicia contra los gigantes, molinos de viento; una justicia que siempre busca el revivir de la dignidad del hombre querida por Dios -también la de los condenados a galeras-, más que cumplir la letra de una ley establecida por la simple autoridad de los hombres. El Hidalgo de la Mancha presta su lanza, y las pocas fuerzas de Rocinante, para llevar a cabo su gran misión: “Y para entonces os prometo mi favor y ayuda, como me obliga mi profesión, que no es otra sino favorecer a los desvalidos y menesterosos” (cap. LII, part 1ª) Don Quijote de la Mancha no desfallece nunca y aun después de ser devuelto a su pueblo, el lugar sin nombre de la Mancha, en un carro de bueyes, descalabrado y sin fuerzas, recapacita, se recompone y vuelve a comenzar. Verdaderamente, ¿es un loco don Quijote? No. Ya lo señaló en su día Castilla del Pino: “La locura en la obra de Cervantes no debe tomarse de ninguna en sentido médico, a modo de un padecimiento venido de donde viniere, sino como una construcción ficcional en la que muestra y describe la transcendencia del error en la construcción de la propia vida por parte de cualquier ser humano en general, representado precisamente en este caso en alguien que nunca existió”. ¿Transcendencia del error? ¿Es verdaderamente un “error” la vida del Quijote? No basta situar al Quijote y a Sancho, en el momento histórico de España, del mundo, en el que comenzó 21


a tener vida. Cervantes sabe que la misión, el caminar, del hombre sobre la tierra transcurre en medio de mil aventuras de todo tipo; y como buen creyente cristiano, sabe también que en los recovecos de todos esos caminos el hombre puede, y encuentra a Dios. Unamuno entendió bien el espíritu que palpita en el corazón de Alonso Quijano: “Cervantes sacó a don Quijote del alma de su pueblo y el alma de la humanidad toda, y en su inmortal libro se lo devolvió a su pueblo y a toda la humanidad”. El sentido profundamente cristiano de la justicia que el Quijote sueña con establecer en todas sus aventuras, viene a ser un eco de la liberación del pecado que Jesucristo estableció muriendo en la Cruz; un anuncio de la Verdad eterna de la Redención del hombre por Dios. Después de pedir a la Sobrina que llamara a sus bueno amigos, el Cura, el bachiller Sancho Carrasco y a Nicolás el Barbero, porque quiere confesarse y hacer testamento, don Quijote abrió su alma: “Dadme albiricias, buenos señores, de que ya yo no soy don Quijote de la Mancha, sino Alonso Quijano, a quien mis costumbres me dieron el renombre de Bueno (…) ya me son odiosas todas las historias profanas de la andante caballería; ya conozco mi necedad y el peligro en que me pusieron haberlas leído; ya, por misericordia de Dios, escarmentando en mi cabeza, las abomino”. Ante las hazañas y desvaríos del Quijote las reacciones son muy dispares. Algo tienen sin embargo en común: invitan a pensar. Como quedaron pensativos los que formaban el coro de personajes en la disputa sobre el yelmo de Mambrino, cuando oyeron la voz de don Quijote: “Y en la mitad de este caos, máquina y laberinto de cosas, dijo (don Quijote) con voz que atronaba la venta: -¡Ténganse todos; todos envainen; todos se sosieguen; óiganme todos, si todos quieren quedar con vida! A cuya gran voz todos se pararon” (part. 1ª, cap. XLV). Volver a la cordura, y prepararse a bien morir, es la última invitación a todos nos hace don Quijote-Alonso Quijano. “Los de hasta aquí, que han sido verdaderos en mi daño, los ha de volver mi muerte, con ayuda del cielo, en mi provecho. Yo, señores, me estoy muriendo a toda priesa: déjense burlas aparte, y traíganme un confesor que me confiese y un escribano que haga mi testamento, que en tales trances como éste no se ha de burlar el hombre de su alma” (part. 2ª, cap. LXXIV). El escribano dio testimonio de que no le constaba que ningún caballero andante hubiese muerto “tan sosegadamente y tan cristiano como don Quijote” (part. 2ª, cap. LXXIV). Con el deseo de “desfacer entuertos”, el Quijote-Alonso Quijano, no perdió la vida; ganó la última batalla, anunciando la Resurrección, la Vida Eterna, como le cantó el bachiller Carrasco: “Yace aquí el Hidalgo fuerte que a tanto extremo llegó de valiente, que se advierte que la muerte no triunfó de su vida con su muerte” “Morir cuerdo, vivir loco”: sin duda, su mejor Testamento. Sevilla, mayo de 2015 22


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Fernando Baños Sergio Cruz Chiqui Díaz José Manuel Díaz. Vichero Juan Domínguez Juan Fernández Mayo Marga Gª Pinto Javier Garrigós Alberto Germán Luis Medardo Paco Parra Germán Pérez Vargas Pedro Simón

Grabado para el Quijote. Fragmento. Gustavo Doré (1833-1888)




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FERNANDO BAÑOS SEVILLA 1948 La obra de Fernando es multidisciplinar con base experimental, entre la abstracción y la figuración, mezclando a veces dichas tendencias. Los conceptos utilizados van desde la ironía a lo geométrico, pasando por lo surreal y analítico. Sus exposiciones individuales más importantes: serie “Gabo y Barrancos” La Caixa Barcelona, 1983; “Postales a Kurt”, galería Estampa, Madrid, 1984; Cromofauna, gal. Palace, Granada, “Interiores” gal. Carmen Carmona, Sevilla y gal. Carles Poy, Barcelona, 1991; “Radiografías”, gal. Trinta, Santiago de Compostela, 1992; “Serie Blossfeldt”, gal. Full Art, Sevilla, 2006; “Esporas”, gal. Carmen Carmona Sevilla, 2008; “Mar de Esporas”, Universidad de Huelva y Baluarte, Cádiz, 2009;; “Clásicos Ciudad” y “Cosmos Ciudad”, gal. Félix Gómez, Sevilla y “Ciudades”, Meca Mediterráneo, Almería, 2013. Entre las colectivas más importantes: “Homenaje a Marcel Duchamp”, gal. Juana de Aizpuru, Sevilla; “Arte Contemporáneo” Palacio de Cristal, Madrid; “ARTEDER 82”, Feria Internacional, Bilbao; “X Bienal IBIZAGRAFIC”, Museo de AC, Ibiza; “Perfil del Aire”, gal. Tossan-Tossan, Nueva York; “Bienal Iberoamericana de Arte Seriado”, Museo de AC, Sevilla; “ARCO 85”, gal. Estampa, Madrid; “IX Premios Nacionales de Grabado”, Museo del Grabado, Marbella; ALBIAC, Bienal Internacional de Almería; “Pintores Andaluces”, gal. Art & Planet, Paris; “CARAVANA” exp. Internacional, Brasil,; “Sin Fronteras” org. MECA en Normandía; “DOCEDODICI” org. MECA en Milán, Nápoles, Palermo y Lyon. Obra en: MEAC, Calcografía y gal. Estampa de Madrid; La Caixa y gal. Carles Poy de Barcelona; CAAC, Canal Sur, Presidencia de la Gobernación y Ayto. de Sevilla; gal. Tossan-tossan Nueva York; MECA Mediterráneo, Almería, etc. Crítica: Kevin Power, Juan M. Bonet, Jose A. Chacón, Raúl Chavarri, Manuel Lorente, Manuel Ferrand, Manuel Olmedo, Luis Casado, Jose A. Álvarez Enjuto, Jose M. Gómez Segade, Laura Fajardo, Lola Domínguez, Rosa Montero. 29


FERNANDO BAテ前S La sombra de Dulcinea acero corten lacado 101 x 75 x 0,3 cm.

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XIV «—Pues en tanto que subimos a caballo —dijo don Quijote— bien podéis decirme si soy yo aquel don Quijote que dijistes haber vencido. —A eso vos respondemos —dijo el de los Espejos— que parecéis, como se parece un huevo a otro, al mismo caballero que yo vencí; pero según vos decís que le persiguen encantadores, no osaré afirmar si sois el contenido o no. —Eso me basta a mí —respondió don Quijote— para que crea vuestro engaño; empero, para sacaros dél de todo punto, vengan nuestros caballos, que en menos tiempo que el que tardáredes en alzaros la visera, si Dios, si mi señora y mi brazo me valen, veré yo vuestro rostro, y vos veréis que no soy yo el vencido don Quijote que pensáis.»

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SERGIO CRUZ SEVILLA 1973

Licenciado en Escultura, Pintura y Diseño por la Facultad de BB.AA. y Licenciado en Historia del Arte en la Universidad de Sevilla. Profesor de Artererapia en el Aula de la Experiencia UHU. Galardonado con prestigiosos premios, cuenta con obras en colecciones a nivel Internacional entre otras en el Instituto Cervantes de Atenas, en Marrakech y en El Cairo. Su obra se ha expuesto en lugares como el Carrusel de Louvre París y el Pabellón de España en la Expo de Hannover, Alemania, entre otros. 35


SERGIO CRUZ Dos Caballeros acero corten 2 piezas de 187 x 40 x 30 cm.

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XIII «Harto mejor sería que los que profesamos esta maldita servidumbre nos retirásemos a nuestras casas, y allí nos entretuviésemos en ejercicios más suaves, como si dijésemos cazando o pescando, que ¿qué escudero hay tan pobre en el mundo, a quien le falte un rocín y un par de galgos y una caña de pescar, con que entretenerse en su aldea? —A mí no me falta nada deso —respondió Sancho—. Verdad es que no tengo rocín, pero tengo un asno que vale dos veces más que el caballo de mi amo. Mala pascua me dé Dios, y sea la primera que viniere, si le trocara por él, aunque me diesen cuatro fanegas de cebada encima. A burla tendrá vuesa merced el valor de mi rucio; que rucio es el color de mi jumento. Pues galgos no me habían de faltar, habiéndolos sobrados en mi pueblo; y más, que entonces es la caza más gustosa cuando se hace a costa ajena.»

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CHIQUI DÍAZ SEVILLA 1967 Chiqui Díaz expone por primera vez en la galería Ingres, Madrid, en el año 1991. Desde entonces, su trayectoria artística ha seguido una línea ascendente, y su obra se ha expuesto tanto en España: Madrid, Barcelona, Zaragoza, Sevilla... como en Portugal, Reino Unido y, repetidas veces en París, donde mantiene una exposición permanente en la Galería Chateau de Bonnevaux. De sus exposiciones se podrían destacar las realizadas en la Maison de la Chasse et de la Nature (París), en 1994 y 1996; en el Parlamento Europeo (Estrasburgo), también en 1996; en la Galería d´Art Mar de Barcelona, donde expone desde el año 2.000 en años alternativos; en la sala de exposiciones Cajasur (Córdoba) en 2006 y la exposición Conformatio Naturae, celebrada en la Plaza de San Francisco de Sevilla, con el patrocinio de la Consejería de Medio Ambiente, en el año 2008. Especial mención merece la exposición Natural Drama que se desarrolló durante el verano de 2011 en el Parque Metropolitano Los Toruños, en el Puerto de Santa María (Cádiz), bajo el patrocinio de la Consejería de Obras Públicas, y donde compartió cartel con el escultor Javier Ayarza. Esta exposición abre un proyecto, Natural Drama, que nace con la intención de unir ciencia y arte, con vocación de continuidad e itinerancia, y que se caracteriza por una serie de acciones artísticas en este sentido, como la que tuvo lugar el 24 de junio de 2011, día de la inauguración, y que pueden ver: en http://www.youtube.com/watch?v=f_Mcs8n5lck . 41


CHIQUI DĂ?AZ Churruca bronce y acero 45 x 35 cm.

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XXX «En esto llegó don Quijote, alzada la visera, y dando muestras de apearse, acudió Sancho a tenerle el estribo; pero fue tan desgraciado, que al apearse del rucio se le asió un pie en una soga del albarda, de tal modo, que no fue posible desenredarle, antes quedó colgado dél, con la boca y los pechos en el suelo. Don Quijote, que no tenía en costumbre apearse sin que le tuviesen el estribo, pensando que ya Sancho había llegado a tenérsele, descargó de golpe el cuerpo y llevóse tras sí la silla de Rocinante, que debía de estar mal cinchado, y la silla y él vinieron al suelo, no sin vergüenza suya, y de muchas maldiciones que entre dientes echó al desdichado de Sancho, que aún todavía tenía el pie en la corma. El duque mandó a sus cazadores que acudiesen al caballero y al escudero, los cuales levantaron a don Quijote maltrecho de la caída...»

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JOSÉ MANUEL DÍAZ CERPA. Vichero SEVILLA

Comenzó como autodidacta dejando su empleo en la Telefónica en el 1980 para dedicarse por entero a la escultura animalista en el Parque Nacional de Doñana. En el 1983 monta la primera fundición en Andalucía de escultura en bronce de gran formato, unos 150 años después de que se fundiesen las últimas en Sevilla: los Leones de las Cortes Españolas en la Real Fábrica de Cañones. Su obra en general es reconocible por gran tamaño, huecos, ojos de buey y grandes planos con aristas de líneas puras. En los últimos años a desarrollado técnicas para la escultura figurativa realista en chapa de acero inoxidable. Su pasión: desarrollo de técnicas escultóricas nuevas con nuevos metales. 47


JOSÉ MANUEL DÍAZ CERPA. Vichero Homenaje a Cervantes. (Mairena del Alcor)/Maqueta bronce y acero / cera 45 x 35 cm.

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XLIV «“...¡Que tenga de ser tan corta de ventura la sin par Dulcinea del Toboso que no la han de dejar a solas gozar de la incomparable firmeza mía! [...] Dejad, dejad a la miserable que triunfe, se goce y ufane con la suerte que Amor quiso darle en rendirle mi corazón y entregarle mi alma. Mirad, caterva enamorada, que para sola Dulcinea soy de masa y de alfenique, y para todas las demás soy de pedernal; para ella soy miel, y para vosotras acíbar; para mí sola Dulcinea es la hermosa, la discreta, la honesta, la gallarda y la bien nacida, y las demás, las feas, las necias, las livianas y las de peor linaje; para ser yo suyo, y no de otra alguna, me arrojó la naturaleza al mundo. Llore o cante Altisidora, desespérese Madama, por quien me aporrearon en el castillo del moro encantado, que yo tengo de ser de Dulcinea, cocido o asado, limpio, bien criado y honesto, a pesar de todas las potestades hechiceras de la tierra”»

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JUAN DOMÍNGUEZ SEVILLA 1961

De formación autodidacta, su currículum cuenta con exposiciones individuales y colectivas en su ciudad natal, así como en Huelva, Cádiz, Badajoz y Portugal. Ha asistido a ferias de Arte: “Hotel y Arte” en el Hotel Inglaterra así como en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla. Su obra está presente en colecciones de España, Portugal y EEUU. Vive y trabaja en Sevilla. 53


JUAN DOMĂ?NGUEZ El castillo del moro bronce 19 x 8 x 7 cm.

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XLVI «Levantóse don Quijote en pie y, poniendo mano a la espada, comenzó a tirar estocadas por la reja y a decir a grandes voces: —¡Afuera, malignos encantadores! ¡Afuera, canalla hechiceresca, que yo soy don Quijote de la Mancha, contra quien no valen ni tienen fuerza vuestras malas intenciones! Y volviéndose a los gatos que andaban por el aposento les tiró muchas cuchilladas. Ellos acudieron a la reja y por allí se salieron, aunque uno, viéndose tan acosado de las cuchilladas de don Quijote, le saltó al rostro y le asió de las narices con las uñas y los dientes, por cuyo dolor don Quijote comenzó a dar los mayores gritos que pudo. Oyendo lo cual el duque y la duquesa, y considerando lo que podía ser, con mucha presteza acudieron a su estancia y, abriendo con llave maestra, vieron al pobre caballero pugnando con todas sus fuerzas por arrancar el gato de su rostro.»


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JUAN MANUEL FERNÁNDEZ MAYO SEVILLA 1950

De formación autodidacta, su currículum cuenta con exposiciones individuales y colectivas en su ciudad natal, así como en Huelva, Cádiz, Badajoz y Portugal. Ha asistido a ferias de Arte: “Hotel y Arte” en el Hotel Inglaterra así como en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla. Su obra está presente en colecciones de España, Portugal y EEUU. Vive y trabaja en Sevilla. 59


JUAN MANUEL FERNÁNDEZ MAYO El Quijote talla en raíz de olivo 52 x 30 x 18 cm.

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XVI «Salí de mi patria, empeñé mi hacienda, dejé mi regalo y entreguéme en los brazos de la fortuna, que me llevasen donde más fuese servida. Quise resucitar la ya muerta andante caballería, y ha muchos días que tropezando aquí, cayendo allí, despeñándome acá y levantándome acullá, he cumplido gran parte de mi deseo, socorriendo viudas, amparando doncellas y favoreciendo casadas, huérfanos y pupilos, propio y natural oficio de caballeros andantes; y así, por mis valerosas, muchas y cristianas hazañas, he merecido andar ya en estampa en casi todas o las más naciones del mundo: treinta mil volúmenes se han impreso de mi historia, y lleva camino de imprimirse treinta mil veces de millares, si el cielo no lo remedia. Finalmente, por encerrarlo todo en breves palabras, o en una sola, digo que yo soy don Quijote de la Mancha, por otro nombre llamado el Caballero de la Triste Figura...»

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MARGA Gª PINTO SEVILLA 1965

Marga, interiorista, pintora, escultora y grafista se inicia en las artes plásticas a partir del interiorismo -actividad que ha desarrollado como profesional libre- a la docencia y el diseño. Su inquietud por la escultura la lleva a la Escuela de Arte de Sevilla (2007) para formarse y titularse en Escultura y Artes Aplicadas a la Piedra, continuando posteriormente su formación en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla. Como pintora y escultora ha participado en diferentes exposiciones colectivas en España. En la última temporada ha expuesto en la Fundación de Cultura Andaluza, Fundación Valentín de Madariaga, Pabellón de Colombia, Teatro Felipe Godínez de Moguer, Sala de la Provincia de la Diputación de Huelva y en la I Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Tetuán. Su obra forma parte de importantes colecciones particulares de carácter nacional e internacional. 65


MARGA Gª PINTO Capítulo dieciséis ensamblaje, hierro 180 x 72 x 60 cm.

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LXXIV «—¡Ay! —respondió Sancho llorando—. No se muera vuestra merced, señor mío, sino tome mi consejo y viva muchos años, porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir sin más ni más, sin que nadie le mate ni otras manos le acaben que las de la melancolía.[...] —Así es —dijo Sansón—, y el buen Sancho Panza está muy en la verdad destos casos. –Señores —dijo don Quijote—, vámonos poco a poco, pues ya en los nidos de antaño no hay pájaros hogaño. Yo fui loco y ya soy cuerdo; fui don Quijote de la Mancha y soy agora, como he dicho, Alonso Quijano el Bueno. Pueda con vuestras mercedes mi arrepentimiento y mi verdad volverme a la estimación que de mí se tenía, y prosiga adelante el señor escribano.»


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JAVIER GARRIGÓS SEVILLA 1960

Arquitecto. Desarrolla su actividad laboral en el terreno de la edificación y el urbanismo. Vinculado a la sala de exposiciones David Puentes como habitual colaborador en el montaje de las exposiciones, inicia con esta obra su recorrido (y quizás lo concluye) en el campo de la creación plástica, a petición de su mujer Marta López 71


JAVIER GARRIGĂ“S Yo fui loco, y ya soy cuerdo piedra y hierro 53 x 13 x 45 cm.

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XVIII «“Hasta ahora —dijo entre sí don Lorenzo— no os podré yo juzgar por loco. Vamos adelante.” Y díjole: —Paréceme que vuesa merced ha cursado las escuelas: ¿qué ciencias ha oído? —La de la caballería andante —respondió don Quijote—, que es tan buena como la de la poesía, y aun dos deditos más. —No sé qué ciencia sea esa —replicó don Lorenzo—, y hasta ahora no ha llegado a mi noticia. —Es una ciencia —replicó don Quijote— que encierra en sí todas o las más ciencias del mundo, a causa que el que la profesa ha de ser jurisperito y saber las leyes de la justicia distributiva y comutativa, para dar a cada uno lo que es suyo y lo que le conviene...»

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ALBERTO GERMÁN SEVILLA 1970 Doctor en de Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, se licencia en la rama de escultura en el año 1.993. Es en ese mismo año cuando gana el Certamen de Escultura, organizado por el Servicio de Actividades Deportivas de la Universidad Hispalense, para elegir el trofeo para los Campeonatos Universitarios. En 1999 le conceden el Primer Premio del VI Certamen Nacional de Escultura de Punta Umbría, con una obra en hierro soldado, homenaje a los cien años del Cine. Cuenta con más de cuarenta exposiciones colectivas en lugares como Madrid, Barcelona, Miami, Sevilla, Jaén, Huelva, o Cádiz. En lo que respecta a exposiciones individuales, han sido seis, habiendo realizado alrededor de cincuenta obras de carácter público y monumental, pudiéndose destacar los monumentos taurinos a Pepe Luis Vázquez y a Chicuelo en Sevilla, a la familia “LITRI” en Huelva, a Bombita en Tomares (Sevilla), y otros como el de los Hermanos Reyes en Castilleja de la Cuesta (Sevilla), a Cristóbal Colón en el Vº Centenario de su muerte, en los jardines de Monasterio de Santa María de la Rábida y en la Plaza de las Monjas en Moguer (Huelva), al Fútbol en Huelva, a Joaquín Sorolla, a Sor Ángela de la Cruz, a la Música o a Antonio León Ortega en Ayamonte (Huelva), al Concejil en Aracena (Huelva), a Cayetano Triviño en Aldeire (Granada), a Rafael Zabaleta en Quesada (Jaén), a Cosme Mellado en Chipiona (Cádiz), o la Columna escultórica en la entrada del edificio del Externato João Alberto Faria en Arruda dos Vinhos en el Distrito norte de Lisboa (Portugal), etc... Además tiene numerosas obras de carácter religioso, repartidas por toda la provincia de Huelva y Portugal, como la Virgen do Carmo para Arruda dos Vinhos, o las esculturas en honor al Beato Juan Pablo II, para la Basílica dos Mártires, la Iglesia da Encarnação y la Parroquia del Santo Sacramento, estas tres en Chiado, en la ciudad de Lisboa. También posee esculturas del Beato Juan Pablo II en el Monasterio de Santa María de la Rábida y la Parroquia de San Jorge en Palos de la Frontera. Ha desarrollado otras facetas artísticas, como diseños y maquetación de publicaciones, organización de espacios escénicos teatrales y comisariado varias exposiciones. Es miembro de la Academia Iberoamericana de la Rábida, de la Academia de Letras e Artes de Portugal y de la Academia Internacional de Heráldica en Portugal, así como miembro del Instituto Dom João VIº. Ha sido distinguido, entre otras, con la Cruz al Mérito Militense de la Orden Hospitalaria de San Juan de Malta. Desde el 2010 es profesor asociado del Departamento de Escultura e Historia de las Artes Plásticas de la Universidad de Sevilla. 77


ALBERTO GERMĂ N Caballero andante resina policromada y piedra Gosan 187 x 40 x 30 cm.

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IX Donde se cuenta lo que en él se verá

«—¿A qué palacio tengo de guiar, cuerpo del sol —respondió Sancho—, que en el que yo vi a su grandeza no era sino casa muy pequeña? —Debía de estar retirada entonces —respondió don Quijote— en algún pequeño apartamiento de su alcázar, solazándose a solas con sus doncellas, como es uso y costumbre de las altas señoras y princesas. —Señor —dijo Sancho—, ya que vuestra merced quiere, a pesar mío, que sea alcázar la casa de mi señora Dulcinea, ¿es hora esta por ventura de hallar la puerta abierta? ¿Y será bien que demos aldabazos para que nos oyan y nos abran, metiendo en alboroto y rumor toda la gente? ¿Vamos por dicha a llamar a la casa de nuestras mancebas, como hacen los abarraganados, que llegan y llaman y entran a cualquier hora, por tarde que sea?»


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LUIS MEDARDO SEVILLA 1961

Luis se forma como arquitecto y trabaja como tal hasta 2010. A partir de entonces dedica su motivación y esfuerzo a la escultura y al diseño. No cambia ni sus herramientas básicas -el espacio, la luz y el volumen- ni tampoco la búsqueda de la belleza en las formas, pero sí utiliza otros materiales y otra escala de trabajo...“En esta nueva actividad no hay excusas para que casi todo el esfuerzo se dirija a la creatividad”. Ubicado en Sevilla se siente influenciado por artistas de su entorno como el pintor Chema Rodríguez, la artista Elizabeth Bolza y el escultor Jaime Gil Arévalo. Exposiciones recientes: “Esculturas” junto a Jaime Gil Arévalo. C. Lumbreras. Sevilla, 2013. Exposición colectiva en “La libélula“ Sevilla, 2014. Exposición colectiva en Container Art. Sevilla, 2014. Exposición colectiva “Julietta”. Puerto de Santa María. Cádiz, 2014. 83


LUIS MEDARDO El palacio de Dulcinea ensamblaje de piezas CCN sobre planchas de metacrilato 36 x 20 x 25 cm.

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II «—En lo que toca —prosiguió Sancho— a la valentía, cortesía, hazañas y asumpto de vuestra merced, hay diferentes opiniones. Unos dicen: «loco, pero gracioso»; otros, «valiente, pero desgraciado»; otros, «cortés, pero impertinente»; y por aquí van discurriendo en tantas cosas, que ni a vuestra merced ni a mí nos dejan hueso sano. —Mira, Sancho —dijo don Quijote—: dondequiera que está la virtud en eminente grado, es perseguida. Pocos o ninguno de los famosos varones que pasaron dejó de ser calumniado de la malicia. Julio César, animosísimo, prudentísimo y valentísimo capitán, fue notado de ambicioso y algún tanto no limpio, ni en sus vestidos ni en sus costumbres. Alejandro, a quien sus hazañas le alcanzaron el renombre de Magno, dicen dél que tuvo sus ciertos puntos de borracho. »



PACO PARRA SEVILLA 1961 Paco Parra, reconocido y prolífico escultor, reparte su obra por toda la geografía andaluza y también fuera del país. Es un autor que destaca por la gran versatilidad de estilos, técnicas y materiales que utiliza en su obra. Ha realizado innumerables obras monumentales públicas y privadas, así como relieves, retablos, arte funerario y de restauración. Destacan los monumentos dedicados a Fray José de Cádiz, en Cádiz y en Ronda, a San Francisco de Asís también en Ronda, a la Virgen del Rocío en Villamanrique de la Condesa (donde también ha realizado el monumento dedicado al Tamborilero), Jerez, San Juan de Aznalfarache y Ronda, donde cuenta además con los dedicados a Blas Infante y a la Dama Goyesca. En Sevilla cuenta entre otras con obras dedicadas a santa Ángela de la Cruz, en su casa natal, a Miguel Hernández y el homenaje al Trabajador, en Chucena los dedicados a Fray Jacinto y a la Virgen de la Estrella, en Nerja a la Góndola de Nerja, en Islantilla a la memoria de D. Manuel Camacho y en Fuentes de Andalucía a las víctimas del aguaucho. Entre los varios retablos, destaca el del trascoro de Santa María la Mayor de Ronda, posiblemente el mayor realizado en bronce en el mundo. Son destacables igualmente la tumba de D. Hernando Colón, hijo del almirante, en el trascoro de la Catedral de Sevilla, el mausoleo del torero Manolo Vázquez, en el cementerio de San Fernando y las restauraciones del monumento a Zurbarán en la plaza de Pilatos y de la veleta que corona la Giralda de Sevilla, El Giraldillo. 89


PACO PARRA Laureado bronce y acero 65 cm.

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XXXIV «Con el temor les cogió el silencio, y un postillón que en traje de demonio les pasó por delante, tocando en vez de corneta un hueco y desmesurado cuerno, que un ronco y espantoso son despedía. —Hola, hermano correo —dijo el duque—, ¿quién sois, adónde vais, y qué gente de guerra es la que por este bosque parece que atraviesa? A lo que respondió el correo con voz horrísona y desenfadada: —Yo soy el Diablo, voy a buscar a don Quijote de la Mancha, la gente que por aquí viene son seis tropas de encantadores que sobre un carro triunfante traen a la sin par Dulcinea del Toboso. Encantada viene con el gallardo francés Montesinos, a dar orden a don Quijote de cómo ha de ser desencantada la tal señora.»



GERMÁN PÉREZ VARGAS TOCINA, SEVILLA 1952

Germán Pérez Vargas estudió el bachillerato superior en Carmona y cursó la carrera de Bellas Artes en la Escuela Superior Santa Isabel de Hungría. Es Doctor en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla. Imparte docencia desde 1980 de las asignaturas de Procedimientos y Técnicas Escultóricas, Imaginería Polícroma, Discurso de la Escultura en su Entorno y Talla Escultórica. En el campo artístico tiene en su haber numerosas exposiciones individuales y colectivas así como numerosos premios. En cuanto a obra monumental tiene doce esculturas repartidas en los municipios de la Vega del Guadalquivir. Combina su actividad docente y artística con la investigación histórica, siendo autor de numerosos libros y artículos. 95


GERMÁN PÉREZ VARGAS Despertar chapa oxidada 28 x 44 x 32 cm.

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XVII «—El carro es mío; lo que va en él son dos bravos leones enjaulados, que el general de Orán envía a la corte, presentados a Su Majestad; las banderas son del rey nuestro Señor, en señal que aquí va cosa suya. —¿Y son grandes los leones? —preguntó don Quijote. —Tan grandes —respondió el hombre que iba a la puerta del carro—, que no han pasado mayores, ni tan grandes, de África a España jamás; y yo soy el leonero y he pasado otros, pero como estos, ninguno. Son hembra y macho: el macho va en esta jaula primera, y la hembra en la de atrás, y ahora van hambrientos porque no han comido hoy; y, así, vuesa merced se desvíe, que es menester llegar presto donde les demos de comer. A lo que dijo don Quijote, sonriéndose un poco: —¿Leoncitos a mí? ¿A mí leoncitos, y a tales horas?»



PEDRO SIMÓN MADRID 1949

Estudios de Medicina, Derecho y Bellas Artes, beca Juana de Aizpuru 1980, socio fundador de la ‘’Maquina Española‘’ y exposiciones internacionales en Toulouse, Chicago, Lisboa, Oporto, Milán, Génova, París, Basilea, Cannes, Jerusalén, Venecia, El Cairo, Zurich, Hamburgo, Pompidou, etc... 101


PEDRO SIMÓN S/T mixta 123 x 123 x 51 cm.

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Fer n a n d o

Ser g i o

Baños

Cruz

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José

Chiqui

Manuel

D í a z

D í a z .

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Ju a n

Vi ch e r o

D o m í n g u e z

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Ju a n

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M a r g a

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Sala de exposiciones David Puentes. fundeca

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