Grandes Familias de Panamá II

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Vol. II

Dirección, Diseño y Edición

GUILLERMO DÁVILA P. Coordinación y Entrevistas

SONIA CANNATA Z. Producción Ejecutiva

PILAR VÉLEZ Z. Digitalización Gráfica

VANESSA HEINICKE





SALUDO DE LA EXCELENTÍSIMA SEÑORA MIREYA MOSCOSO PRESIDENTA DE LA REPÚBLICA EN EL CENTENARIO DE NUESTRA NACIÓN

P

anamá celebra cien años de vida republicana e independiente, y la ocasión es oportuna para repasar una serie de hechos que han colocado a nuestro país como una de las naciones más prósperas de la región. Y es que no sólo somos el país del Canal y el de mayor abanderamiento de naves; también somos la nación que abre sus brazos y ofrece oportunidades a la inversión extranjera, tal como se constata por la gran cantidad de empresas que han hecho de Panamá su casa. Consolidado como un país de servicio, Panamá es el lugar propicio para las zonas libres, zonas procesadoras para la exportación, el turismo y tantas otras infraestructuras, que nos han llevado, con la determinación y aporte de todos los panameños a hacer de este istmo un lugar próspero y progresista. El lema “Puente del Mundo y Corazón del Universo” no nos fue otorgado al azar. Somos el canal en donde los corazones laten fuertemente, en una lucha que no cesa, siempre teniendo como norte un país al servicio de los panameños, las panameñas y del mundo. El Panamá de hoy es una nación donde convergen las culturas universales, es un país que se enfrenta con valentía y grandes iniciativas, a los graves problemas que afectan al mundo, siempre con la convicción y en la búsqueda de un futuro mejor para todos los que nos albergamos bajo la sombra de nuestro pabellón. Luego de cien años de luchas, logros y de metas por alcanzar, los panameños, sin distingos de clase, credo y religión celebramos el primer Centenario de nuestra República, con la convicción de que a partir de hoy, la unión será nuestro norte, cantando a viva voz “alcanzamos por fin la victoria en el campo feliz de la unión”.

MIREYA MOSCOSO Presidenta de la República

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PRESENTACIÓN DEL SEÑOR GUILLERMO DÁVILA EDITOR GENERAL DEL LIBRO “GRANDES FAMILIAS DE PANAMÁ, VOL. II”

A

l arribar a su primer siglo de vida republicana, Panamá exhibe con orgullo las más hermosas credenciales de lucha en busca de un destino superior, consagrando su tierra como crisol de razas y su privilegiada ubicación geográfica como real puente del mundo, latiendo en el corazón del universo. Esta celebración centenaria, es al mismo tiempo escuela y formación para niños y jóvenes que por mandato de Dios, vinieron al mundo en este territorio de leyenda, punto cósmico en el cual se dieron encuentro la bravura de la selva, el misterio de antiguos guaymíes, kunas y chocoes, para cantar en la sangre salvaje de las cascadas y el murmullo soñador de pájaros y riachuelos. Panamá es creación heroica de los hombres y mujeres que lo animan y le dan vida y hoy, a los cien años de vivencia republicana, se traducen en promesa de progreso, que será la más rica herencia que habrán de heredar los niños de hoy que mañana serán adultos. Por eso, al saludar reverentes a la enseña patria, ponemos a vuestra disposición el segundo volumen de “Grandes Familias de Panamá”, trabajo que iniciamos hace dos años y que muestra la contribución al desarrollo del país por parte de respetables familias y la rica mezcla racial que ha generado el mestizaje, la cual explica en cierto modo la pujanza, la alegría de vivir y el empeño por construir una nación cada vez mejor para todos. Hoy más que nunca, Panamá sigue siendo símbolo irrevocable de unidad familiar, puente, servicio y progreso. Hoy más que nunca debemos irradiar el mensaje de fe y esperanza por un mañana mejor, como ideal alcanzable por la vía del trabajo y el fortalecimiento de nuestra identidad, tal cual lo quisieron nuestros antepasados quienes dieron lo mejor de sí para forjar ésta nación que celebra engrandecida sus primeros cien años como República.

GUILLERMO DÁVILA Editor General GFP II

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Las Familias


Grandes Familias de Panamá II

Los Arias Madrid Estadistas, políticos, caudillos, periodistas y ciudadanos de bien.

Arnulfo y Harmodio Arias Madrid.

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armen y Antonio, no pertenecían a los grupos rurales dominantes de la época, y con limitados recursos económicos, formaron una familia numerosa de ocho hijos. A esta familia se une Nazaria Arias, de una unión anterior de Don Antonio. Reconocidos también antes de unirse con Carmen Madrid son: Estanislao, Dominga y Fernando. La familia se radica en Río Grande y posteriormente en Penonomé, provincia de Coclé, donde se superan con el trabajo de todos los días -Antonio atendía un negocio de lechería y Carmen poseía una pequeña panadería-, ambos inculcándole a sus hijos la importancia del trabajo honrado y asegurándoles una buena educación. Este legado ha sido protagónico en la historia de Panamá, creando una estirpe de líderes, presidentes, caudillos, intelectuales, hombres y mujeres comprometidos con un mejor futuro para el país. De los ocho hermanos Arias Madrid Harmodio, Gerardo y Arnulfo, con vocación al servicio ciudadano, optaron por la política como medio directo para hacer grande la patria. Harmodio Arias Madrid, nació el 3 de julio de 1886 en Río Grande, provincia de Coclé. Asistió a la escuela rural de Río Grande. A nivel secundario, hizo sus estudios en el Colegio del Istmo, en la ciudad de Panamá. A sus 18 años, y sin haber terminado aún sus estudios secundarios ganó con honores una beca para estudiar en Londres. Sin dominar el idioma, tuvo que empezar por prepararse para entrar en la universidad. En 1906, terminó sus estudios preparatorios en la Universidad de Southport. Ese mismo año ingresó al Colegio Saint John de la Universidad de Cambridge para estudiar Derecho y Ciencias Políticas. Tres años más tarde obtuvo con honores sus títulos de Bachelor of Arts y Bachelor of Laws. En 1911 consigue su título de Doctorado en la Escuela de Economía de la Universidad de Londres. Su tesis doctoral “El Canal de Panamá: Estudio sobre la Diplomacia Americana”, fue recibida con grandes elogios y la universidad le compró

Harmodio, Gerardo y Arnulfo Arias Madrid, ingresaron a la política. 10

La semilla de esta familia viaja a Panamá desde lejos. Juan Francisco Arias llega de España a Costa Rica, radicándose en Cartago donde junto a María Salazar forman una familia estable con dos hijos. Uno de ellos, José Gabriel Arias se muda a territorio panameño, donde el 8 de enero de 1840 en la ciudad de Penonomé contrae matrimonio con Nicolasa Castillo, oriunda de Aguafría, Coclé e hija de Bartolomé Castillo y de Gabriela Camargo. De esta unión nace Antonio Arias C., quien en matrimonio con Carmen Madrid, dan inicio a la familia que hoy conocemos como los “Arias de Río Grande” o los Arias Madrid.

Atrás, de izq. a der. Antonio Arias, Eudocia Arias (de Knapp) y Harmodio Arias. Adelante (junto a su madre), Josefita, Carmen Madrid de Arias, el padre, Antonio Arias Castillo y Carmen Arias (de Mac Ilvaine). No aparecen Gerardo y Alfredo Arias Madrid.


Los Arias Madrid

Harmodio Arias Madrid: pionero de las comunicaciones con El Panamá América en 1938.

Familia Arias Guardia: De izquierda a derecha (parados) aparecen Gilberto, Harmodio Jr., Harmodio Arias M., Roberto y Antonio Manuel. Sentadas: Señora Rosario Guardia de Arias y su única hija, Rosario del Carmen. los derechos de publicación. Ese mismo año regresa a Panamá con 25 años y es nombrado subsecretario de Relaciones Exteriores. Al poco tiempo de su llegada a Panamá, el doctor Julio Fábrega lo invitó a unirse para establecer una firma. Así, deja su cargo de subsecretario de Relaciones Exteriores y surge el bufete Fábrega y Arias. A partir de 1912 reinicia sus actividades de carácter público, cuando se le designa miembro de la Comisión Codificadora para que, junto con cinco destacados juristas nacionales y dos extranjeros, redacte una legislación panameña propia, ya que hasta esos momentos, regían gran parte de las leyes colombianas. Redactó el Código Fiscal, con las más modernas teorías de su tiempo sobre la hacienda pública. El 12 de agosto de 1917 se casó con Rosario Guardia, dama perteneciente a una familia de gran prestigio en Coclé. De este matrimonio nacen cinco hijos: Harmodio, Roberto, Gil-

berto, Antonio Manuel y su única hija, Rosario del Carmen Arias Guardia. En 1918 fue creada la Escuela de Derecho y Ciencias Políticas e inicia sus actividades en el Instituto Nacional. Fue llamado a dictar la asignatura de Derecho Romano. Poco después, el ejecutivo lo designó Delegado de Panamá ante la Liga de las Naciones. En 1921, cuando la república soportaba la invasión costarricense en la frontera chiricana, fue designado Ministro Plenipotenciario y Extraordinario ante la República de Argentina para aclarar la posición panameña. Inició su periodo legislativo de 1924 a 1928, en el cual propuso y logró la Ley 8 del 12 de enero de 1925, por lo cual se establecía el procedimiento para la nacionalización y arqueo de naves, que bien puede calificarse como la base jurídica de nuestra marina mercante, una de las más grandes del mundo. Mantuvo una decisiva oposición contra el Tratado KellogAlfaro, del 28 de julio de 1926,

lo que logra suspender su consideración. Terminado el periodo de su elección parlamentaria volvió de lleno a sus obligaciones profesionales. El 2 de enero de 1931 la agrupación política Acción Comunal encabeza un golpe de Estado que derroca al presidente Florencio H. Arosemena. Aunque no estaba de acuerdo con el golpe, los triunfantes imponen su nombre para ocupar la primera magistratura del Estado, mientras llegaba del extranjero el primer designado, el doctor Ricardo J. Alfaro. Fue nombrado secretario de Gobierno y Justicia “para que se hiciera cargo de la presidencia”. Se mantuvo al frente del gobierno del 2 al 15 de enero de 1931; más tarde se presenta como candidato para la presidencia de 1932 a 1936. Así, el “Cholito de Río Grande” y el “Candidato de los Pobres”, gana las elecciones, lo que reconoce abiertamente su contendor, don Pancho Arias. De la obra de gobierno de

El doctor Harmodio Arias (Presidente de la República 1932-1936), junto a su esposa, señora Rosario Guardia y el presidente Franklin Delano Rossevelt, durante un banquete que se ofreció en honor al mandatario estadounidense en 1935. Harmodio Arias, sobresalen dos grandes realizaciones que, por su alcance, influyeron profundamente en el devenir histórico del país y lo señalan como uno de los más destacados estadistas de la República: la Universidad de Panamá (Decreto 29 del 29 de mayo de 1935) y el Tratado de 1936, el cual marcó definitivamente la independencia política del país. Cabe destacar su arduo trabajo en materia de comunicación: la radiodifusión y el periodismo escrito, a través del diario El Panamá América, el cual adquirió en 1938. Como periodista su estilo claro, preciso, cometido y analítico, se muestra claramente en “Influencia Extranjera en la Cultura Nacional” (1915); “El Patriotismo en Relación con la Enseñanza” (1917); “La Política Internacional de Bolívar” (1918); “Estudio sobre la Soberanía de Panamá en la Zona del Canal” (1926); “Relaciones entre Pa-

namá y los Estados Unidos” (1926); “La Universidad de Panamá” (1935); “Mensaje Presidencial” (1936); “Don Francisco Arias Paredes” (1946). A esto se suma un gran número de editoriales, los cuales reflejan la posición política, filosófica y moral del distinguido estadista. Murió el 23 de diciembre de 1962. Gerardo Arias Madrid, nace en Río Grande el 25 de diciembre de 1895. Inicialmente se dedica a la construcción, respaldado por un título de ingeniero civil, orientándose mayormente a la construcción de puentes y caminos. Siente el llamado de la política, convirtiéndose en diputado de la Asamblea Nacional en 1936. Muere el 19 de septiembre de 1939 en un accidente de construcción, no pudiendo terminar su periodo legislativo en la Asamblea. De su matrimonio con Juana Grimaldo, de Penonomé, tiene ocho hijos: Renato Orlando, To11


Los Arias Madrid

“Servidor de la Nación Panameña”, único título que Arnulfo Arias quiso llevarse a la tumba.

El doctor Arnulfo Arias Madrid cuando fue presidente de la República en 1941. más Antonio, Tito Juvenal, Martha del Carmen, Vilma Odyli (Lily), Gerardo Edilberto, Alfredo y Juana Gloriela Arias Grimaldo. Arnulfo Arias Madrid, nació el 15 de agosto de 1901 en Penonomé, provincia de Coclé. Cursó sus estudios primarios en Penonomé y la secundaria en Nueva York. Ingresó a la Universidad de Chicago donde se graduó de licenciado en Ciencias. Luego asiste a la Universidad de Harvard donde obtiene el título de Doctor en Medicina y Cirugía en 1925. Graduado, regresa a Panamá, donde laboró como médico en el Hospital Santo Tomás. En 1930 se inscribe en Acción Comunal y el 2 de enero de 1931 lideriza un golpe de Estado contra el gobierno de Florencio H. Arosemena. El 1ero. de octubre de 1941 inicia su primer periodo presidencial donde promulga una nueva Constitución que introduce reformas al sistema jurídico, da el voto a la mujer, permite la formación de sindicatos de trabajadores, crea a Caja del Seguro Social (CSS) y el Banco Agropecuario Industrial. Su política nacionalista 12

interfiere con los intereses de los Estados Unidos de Norteamérica y a raíz de ello, es depuesto el 9 de octubre de 1941, mediante un golpe de Estado por Ricardo Adolfo de la Guardia, su ministro de Gobierno y Justicia. Fue elegido presidente nuevamente en 1950 y 1968. En ambas ocasiones fue depuesto por los militares, primero en 1951 y en 1968, a sólo 11 días de haber tomado posesión. En 1984 nuevamente ganó las elecciones, pero el general Manuel Antonio Noriega y los militares que aún estaban en el poder, impusieron tras un histórico y sonado fraude electoral a Nicolás Ardito Barletta y se mantuvieron en el poder hasta 1989. Murió el 10 de agosto de 1988 en Miami, donde estaba exiliado. Durante ese exilio, contrajo el 27 de diciembre de 1972 segundas nupcias con Mireya Moscoso quien en septiembre de 1999, se convierte en la primera mujer presidente de Panamá. Harmodio Arias Guardia, nació en la ciudad de Panamá el 6 de septiembre de 1917.

El 27 de diciembre de 1972, se casó en segundas nupcias con la señora Mireya Moscoso quien en septiembre de 1999 se convirtió en la primera mujer en ocupar la primera magistratura de la nación. Sus estudios primarios los cursó en Panamá y la secundaria la realizó en Peddy School en Highstown, Nueva Jersey. Continuó sus estudios en París e Inglaterra y se graduó de Licenciado en Derecho en la Universidad de Cambridge en Inglaterra. Practicó leyes desde octubre de 1940 hasta noviembre de 1943, junto a su hermano Roberto, su socio en la firma legal Arias & Arias. En este último año renunció para convertirse en gerente general de la compañía El Panamá América, la cual publicó los periódicos Crítica, La Hora, El Panamá América (en español) y El Panamá América (en inglés). Se integró al servicio público al fin de la Segunda Guerra Mundial, como delegado a la Segunda Conferencia de Telecomunicaciones, celebrada en Brasil, donde presentó una resolución, aprobada por la mayoría, la cual condenaba la censura de las noticias que hiciese cualquier gobierno. En 1960, fue electo a la Asamblea Legislativa. Durante su periodo, presidió la Comi-

sión de Asuntos Económicos, en la cual redactó leyes creando el Instituto de Acueductos y Alcantarillados (IDAAN), emprendió la construcción y supervisó el desarrollo de plantas de agua a lo largo del país. Su siguiente ley fue la creación del Instituto de Recursos Hidráulicos y Electrificación (IRHE), para desarrollar la electrificación del país. Su último acto legislativo fue la creación de un sistema de ahorros y préstamos en Panamá. Esta ley incrementó la cantidad financiable del valor de una casa del 30% y 90% y extendió el plazo de las hipotecas de 5 a 20 años. Casado con Patricia Czerjak Alvarado, tuvieron a Patricia, Harmodio III -quien es actualmente ministro de Relaciones Exteriores-, Melissa y Eric Arias Czerjak. Falleció el 16 de mayo de 1994. Roberto E. Arias Guardia, nace el 26 de octubre de 1918 en la ciudad de Panamá. Cursó sus estudios primarios en Panamá y la secundaria en Peddy School en Hightstown, Nueva Jersey, graduándose en

junio de 1935. Continuó sus estudios en París e Inglaterra, los cuales culminaron con un Doctorado en Leyes Internacionales de la Universidad de Cambridge, en 1944. Contrae matrimonio con Querube Solís García en 1946, del cual nacieron las mellizas Querube y Rosita, así como Roberto Arias Solís. Al divorciarse se traslada a Nueva York como Embajador Delegado de Panamá ante las Naciones Unidas en 1952. Se une en segundas nupcias el 6 de febrero de 1955 con la primera bailarina inglesa Margot Fontaine. Durante varios años fue Embajador de Panamá ante la Corte de Saint James. En mayo de 1964 regresa a Panamá y es elegido diputado de la Asamblea Nacional por el Partido Panameñista. El 4 de junio de ese mismo año, un atentado contra su vida lo deja paralizado desde el cuello hasta los pies. Permanece rehabilitándose en Stoke Manderville Hospital (Inglaterra) por tres años y el resto de su vida lo pasó en una silla de ruedas.


Los Arias Madrid

La vocación y el legado de la familia Arias Madrid ha sido siempre el servir a su patria.

Rossana, Mercedes del Carmen, Martha Isabella y Carlos Alfredo Arias Brostella, hijos del matrimonio entre Alfredo Arias y Mercedes Brostella. Ing. Alfredo Arias Grimaldo. En mayo de 1968 es elegido nuevamente a la Asamblea Nacional como diputado. Con motivo del golpe de Estado militarista el 11 de octubre de 1968, parte exiliado de Panamá. Muere en Panamá el 22 de noviembre de 1989, a los 71 años de edad. A pesar de los obvios inconvenientes de su vida, Roberto Arias mantuvo su buen humor como abogado, diplomático, político y periodista. Rosario Arias Guardia (de Galindo), nació el 4 de enero de 1920 en la ciudad de Panamá. Estudió la primaria en el Colegio de San José, en Panamá y la secundaria en el Colegio San José, el Convento de los Sagrados Corazones en Santiago de Chile y el Sagrado Corazón, en Bruselas (Bélgica). En 1940 se casó con el ingeniero industrial Gabriel Galindo V., con quien tuvo tres hijos: Gabriel, Carmen y María del Rosario Galindo Arias. Actualmente tiene 8 nietos y 10 bisnietos. Ha sido una luchadora incansable por las libertades políticas y de expresión. Combatió el golpe militar de octubre de 1968, el cual despojó a la familia de los diarios y radios agrupadas en Editora Panamá América. Junto a su hermano Gilberto y en su condición de presidenta de Editora El Panamá América combatió esta usurpación, tanto en foros internacionales, como dentro de Panamá hasta el 26 de diciembre de 1989, cuando con la caída de la dictadura, las empresas fueron tomadas por la familia Arias Guardia y luego recuperadas ante los tribunales. Gilberto Arias Guardia, nace en Panamá el 21 de mayo de 1921. En 1930 empezó sus estudios primarios y siguió los secundarios en la ciudad de Pana-

má, terminando estos últimos en el Peddy School de Nueva Jersey. En 1939 ingresó al Massachusetts Institute of Technology, pero se trasladó a la prestigiosa Universidad de Harvard en Cambridge, al inicio de la Segunda Guerra Mundial, donde empezó su carrera de Economía. En el mismo centro continuó estudios de Derecho, obteniendo una licenciatura para entrar a la Escuela de Leyes de Yale para su Doctorado -también en Derecho-. A partir de 1946 se dedica al ejercicio de la abogacía en la firma Arias, Fábrega & Fábrega. Se casó el 7 de mayo de 1947 con Hilda Antonia Pizá, con quien tuvo a Melinda, Hilda (Cuqui), Madelaine, Margarita y Gilberto. En 1957, el presidente Ernesto De La Guardia lo llamó para ocupar la cartera de Hacienda y Tesoro. En un año fundó el Instituto de Vivienda y Urbanismo, primera institución dedicada a construir viviendas populares. Terminada su función gubernamental vuelve a la abogacía, a los afanes agropecuarios y ganaderos. En 1958 funda el diario Crítica y se involucra en actividades del transporte aéreo y terrestre, hoteleras e industriales. Bajo la administración de don Roberto F. Chiari retorna al ministerio de Relaciones Exteriores. Como ministro presidió la delegación panameña Punta del Este, en 1962, donde fue designado gobernador del Banco Interamericano. Fue miembro del Consejo Nacional de Relaciones Exteriores e igualmente presidió delegaciones panameñas a Buenos Aires y México. En 1982 contrajo matrimonio con María Elena Bouffard, con quien tuvo una hija, Samantha. Antonio Manuel Arias Guardia, nació

el 25 de junio de 1924. Sus estudios secundarios los realizó en el Peddy School en Hightstown, Nueva Jersey y los universitarios en Harvard College, obteniendo el título de Bachelor in Business Administration. Fue el primer director de Aeronáutica Civil, gerente general de Pesquera Nacional, S.A. primera empresa dedicada al negocio de pesca y procesamiento de camarones para exportación. También ocupó el cargo de presidente de Batjack Productions Inc., produciendo películas para John Wayne. Desde muy chico se entusiasmó con la aviación a tal punto que el piloto Marcos A. Gelabert, uno de los zapadores de la aviación panameña lo llevaba con él y le enseñó a volar siendo todavía casi un niño. Tuvo su propia avioneta en la cual se transportaba de un lugar a otro en los Estados Unidos durante sus estudios y llegó varias veces sólo a Panamá. Contrajo matrimonio con Graciela Campagnani Tejada, del cual nacieron Antonio Manuel, Graciela y Fernando. Falleció en un accidente aéreo de una línea comercial a los 32 años, el 15 de noviembre de 1956. Renato Orlando Arias Grimaldo, “Lando” para todos, se casa con Elvia Fonseca y tienen tres hijos: Juana Marcela, Renato y Elvia (Chiqui). Tomás Antonio Arias Grimaldo, en nupcias con Yolando Bianco, tuvo a Brenda, Rosario y Aminta. De su segundo matrimonio con Neiza Burdette nacen Neizín, Rosemarie, Norka y Tomás. Tito Juvenal Arias Grimaldo, en matrimonio con Lastenia Villarreal, se convierten en padres de Gerardo e Irene. Martha del Carmen Arias Grimaldo, nunca contrae matrimonio, convirtién-

dose en matriarca y protectora del clan. Vilma Odyli (Lily) Arias Grimaldo (q.e.p.d.), se casó con John Thorton, radicándose en Nueva Orleans, Loussiana; son los padres de Dana Jean, Gerald Eugene, Robert y Richard. Gerardo Edilberto Arias Grimaldo (q.e.p.d.); su matrimonio con Cristela Olivares trajo la descendencia más numerosa: Ana Matilde, Aidita, Cristela, Gerardo, Julia Esther y Arnulfo. Alfredo Arias Grimaldo, nace en Panamá el 27 de julio de 1930. Como su padre, opta por una carrera en Ingeniería Civil, realizando estudios en la Universidad de Florida en Gainesville, con postgrados en España e Italia. Se casa con Mercedes Brostella y tienen a Mercedes del Carmen, Rossana, Carlos Alfredo y Martha Isabella Arias Brostella. Ha sido presidente de la SPIA, presidente de la Junta Nacional de Ingenieros y Arquitectos, vicepresidente de la CAPAC, director de APEDE, miembro de la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles y miembro distinguido del Club Rotario. En 1991 es nombrado ministro de Obras Públicas hasta 1993, cuando se separa para dar inicio a una campaña política buscando una curul por el distrito 4-3 Bugaba, Chiriquí. De 1994 a 1999 se desempeña como legislador de la nación en la Asamblea Legislativa. Desde febrero del 2002 a la fecha, ejerce el cargo de administrador general de la Autoridad de la Región Interoceánica (ARI), entidad gubernamental que administra los territorios de la antigua zona del Canal. Mercedes Arias Brostella, nace en la ciudad de Panamá en 1962. Cursa estudios en Comunicación Social, Periodismo y Literatura en la Universidad de Boston y en la de Massachussetts, respectivamente. Se desempeña como corresponsal para cadenas extranjeras como CNN y Telemundo. Ha trabajado en diversos medios nacionales como RPC Televisión (Canal 4), Televisora Nacional (TVN-Canal 2) y El Panamá América. Actualmente conduce y dirige una revista radial en Caracol. También ha descollado como novelista. En 1984 se casa con el doctor Luis Daniel Crespo y fruto de esa unión nacen cuatro hijos: Luis Daniel, Tatiana, Lucas Alfredo y Roberto Alonso. 13


Grandes Familias de Panamá II

Los De la Espriella Exitosos empresarios, financistas de renombre y políticos honorables.

Don Francisco Vicente de la Espriella N. staba casado con la dama cartagenera Constancia Macaya y tuvieron cinco hijos: María, Cristina, Josefina -la única nacida en Panamá-, Francisco Eduardo y Catalina. En 1903 participó en el movimiento separatista y es nombrado entonces ministro de Relaciones Exteriores de la Junta de Gobierno que se formó para gobernar el nuevo Estado. Ocupó también el cargo de ministro de Hacienda en el gobierno del doctor Manuel Amador Guerrero (1904) y fue fundador del Banco Nacional de Panamá; presidente de la Corte Suprema de Justicia de 1912 a 1913 y luego Embajador de Panamá en Holanda, Bélgica, Francia e Inglaterra. Falleció en la ciudad de Panamá el 22 de abril de 1916. Francisco Eduardo de la Espriella Macaya, el quinto hijo de la pareja y único varón de la descendencia, nació en Cartagena el 4 de mayo de 1880. Estudió Economía en Nueva York, Estados Unidos de Norte América y se especializó en Ginebra, Suiza. Durante el gobierno de don Juan Demóstenes Arosemena fue nombrado Embajador Plenipotenciario de Panamá en Costa Rica, Honduras, El Salvador y Nicaragua. Francisco Eduardo y doña Griselda Pérez, fueron padres de Ricardo Ernesto de la Espriella Pérez. Posteriormente se radicó en San José, Costa Rica, donde se dedicó a los negocios, la ganadería y al comercio. Contrajo matrimonio con la dama de la sociedad costarricense Marta Díaz

E

Francisco V. de la Espriella fue el primer ministro de Relaciones Exteriores de la naciente república. 14

Francisco Vicente de la Espriella Navarro nació en Cartagena de Indias el 5 de abril de 1844. Obtuvo un Doctorado en Derecho en el Colegio Superior del Rosario de Bogotá. Fue secretario de la Cámara de Representantes en Bogotá y Magistrado del Tribunal Superior de Bolívar. Llegó al Istmo por primera vez en el año de 1882 para atender un caso legal en representación de una familia que lo había contratado como abogado. En ese entonces le agradó el Departamento de Panamá que todavía formaba parte de Colombia y se trasladó definitivamente con su familia en 1884. Allí inició el legado de esta familia, cuyos descendientes han destacado en las finanzas, los negocios y la política.

Francisco Eduardo de la Espriella Macaya fue un destacado hombre público. Su hijo, Ricardo Ernesto de la Espriella Pérez, estuvo vinculado siempre al deporte.


Los De la Espriella

Don Francisco Vicente de la Espriella participó del movimiento separatista de 1903.

Foto familiar tomada en 1968, donde se aprecian (parados) a Roberto, la señora Lilia, don Ricardo de la Espriella Pérez, las mellizas Marta y Marcela y Ricardo. Agachados se observan a Irene y Alfonso. La señora Lilia Toral Malek de De la Espriella junto a sus hijos en 1952. Granados Ross, con la cual tuvo cuatro hijos: Francisco Vicente, Marta, Eduardo y Carlos, todos nacidos en Costa Rica. Falleció el 24 de octubre de 1962. Ricardo Ernesto de la Espriella Pérez, nació en la ciudad de Panamá el 28 de julio de 1907. Estudió en el Instituto Nacional de Panamá. Desde temprana edad se vinculó con los organismos del deporte nacional e internacional. Fue maestro de escuela en la provincia de Chiriquí y profesor de Educación Física en el Instituto Nacional. Se distinguió siempre como empresario, estableciendo en Panamá los primeros parques de diversiones (aparatos mecánicos) para niños. Fue condecorado por los gobiernos de Venezuela, Guatemala, México y Panamá, por su labor en pro del deporte. Se le otorgó además la Orden Manuel J. Hurtado por su servicio a la educación. Ocupó el puesto de director del Departamento de Deportes en el Ministerio de Educación. Fue Juez Ejecutor Municipal del Distrito de Panamá, vicemi-

nistro y ministro de Agricultura en el gobierno del presidente Rodolfo F. Chiari. Ricardo de la Espriella Pérez contrajo matrimonio con la dama panameña Lilia Toral Malek, con la cual tuvo siete hijos: Ricardo Ernesto, Lilia, Marta, Marcela, Roberto, Irene y Alfonso. Lilia de la Espriella Toral, licenciada en Administración de Empresas en la Universidad de Panamá, administra un negocio familiar. Está casada con Rómulo Alvarado, diplomático que se desempeñó como Cónsul en Nueva York y tienen tres hijos: Lorena, Rómulo y Francisco Alvarado de la Espriella. Marcela de la Espriella Toral, (melliza de Marta), casada con Gari Martin, abogado, publicista y empresario, quien se desempeñó como Cónsul en Hong Kong. Son padres de Gari, Lyll Judith y Jaime Martin de la Espriella. Marta de la Espriella Toral, está casada con Luis Dutari Esteves y tienen cinco hijos: Patricia, Marcela, Angelina, Luis Alberto y Raúl Dutari de la

Espriella. Irene de la Espriella Toral, se casó con Flavio Mora. El matrimonio se dedica a negocios agrícolas y son padres de Javier, Gabriela y Rafael Mora de la Espriella. Alfonso de la Espriella

Toral, obtuvo su licenciatura en Administración de Empresas y Finanzas en la Universidad Sam Houston. Está casado con Patricia Durling, licenciada en Derecho Mercantil y tienen dos hijos: Cecilia y Alfonso de la Espriella Durling. Roberto, tiene muchos años de estar radicado en Australia

y no tiene hijos. Ricardo Ernesto de la Espriella Toral, es el hijo mayor de la familia de la Espriella Toral y nació el 5 de septiembre de 1934. Estudió en el colegio La Salle y en el Instituto Nacional. Realizó sus estudios de Administración de Instituciones Finan-

Don Ricardo De La Espriella junto a su esposa, doña Lilia Toral Malek. Fruto de su amor, nacieron siete hijos que han continuado su línea de honor y servicio. 15


Los De la Espriella

Ricardo E. de la Espriella Pérez fue ministro de Agricultura en el gobierno de Rodolfo F. Chiari.

Doña Mercedes Martínez y don Ricardo de la Espriella Toral tienen muchos gustos en común. Don Ricardo de la Espriella cuando fue Presidente de la República (1982-1984). cieras que culminó en universidades de La Florida y California, respectivamente. Fue gerente del Primer Banco de Ahorros, gerente de la Caja de Ahorros, del Banco Nacional de Panamá, vicepresidente de la República y presidente de la República de 1982 a 1984. Durante su gestión presidencial reformó la Constitución Nacional, organizó el Tribunal Electoral y promulgó el Código Civil que rige actualmente. Durante la administración de gobierno del doctor de la Espriella se concretó el refinanciamiento de la deuda externa con los organismos de crédito internacional, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Otro de sus logros fue la Gestión de Paz de Contadora, que congregó a líderes políticos para hallar una alternativa pacífica a las sangrientas guerras que se suscitaban en 16

América Central. Se ha destacado como empresario en las finanzas y en bienes raíces. Ostenta condecoraciones otorgadas por innumerables países en reconocimiento a su labor financiera y política. Es un hombre sencillo que gusta de la lectura y la música clásica. Está casado con la señora Mercedes Martínez y es padre de cuatro hijos: Ricardo, Gloria, Raúl y Roberto. Ricardo de la Espriella III, obtuvo su licenciatura en Producción de Comunicaciones en la Universidad de Boston College en Chestnut Hill, Massachusetts. En 1989 terminó su Maestría en Relaciones Internacionales en la Universidad de Miami, Coral Gables. Raúl de la Espriella Martínez, es licenciado en Administración de Negocios, con una Maestría en Finanzas en el Bryans College Rhode Island

Providence. Gloria de la Espriella Martínez, es licenciada en Leyes de la USMA y ostenta una Maestría en Derecho Internacional de la Universidad de Miami.

Roberto de la Espriella Martínez, está en 4to. año de Derecho en la USMA. La familiia y sus descendientes han sabido entregar durante todos estos años sus

mejores esfuerzos por contribuir al engrandecimiento del país, siguiendo la misma huella de honor y servicio dejada por don Francisco Vicente de la Espriella Navarro.

Como Jefe de Estado, el doctor Ricardo de la Espriella Toral tuvo la oportunidad de entrevistarse con su Santidad, Juan Pablo II, durante su visita a Panamá.


Los De la Espriella

Ricardo E. de la Espriella Toral destaca como empresario de finanzas y bienes raíces.

En Palacio de las Garzas don Ricardo de la Espriella junto a su esposa, señora Mercedes Martínez.

La familia de la Espriella Martínez.

Agosto de 2003: En la piscina de la residencia de don Ricardo de la Espriella, todos los descendientes de este honorable apellido. 17


Grandes Familias de Panamá II

Los Ducruet El honor, es su divisa.

Louis Robert Ducruet Walker, estudió Seguros en Chicago. De regreso a Panamá, trabajó con Maduro, Moses y Rimmington. En menos de diez años, ya era accionista único de la empresa. o vino como diplomático, al parecer renunció a su puesto y llegó para orientarse y ver qué facilidades habían para establecer en la provincia de Colón algún negocio. Con él vino también su hijo Luis Juan Antonio Ducruet, quien había nacido en la Embajada de Francia en Perú, en 1890. Viendo que todas las condiciones eran propicias, la familia Ducruet se estableció en Colón, donde Juan Julián se dedicó al comercio. Con el tiempo llegó a tener una finca por debajo del lago Gatún, con muchos caballos finos. Su espíritu activo y dinámico le lleva a ser fundador y Primer Comandante de los Bomberos de Colón en 1897, durante una época en la que había que llevar las mangueras en carretas. Panamá era todavía parte de Colombia, así que para él fue una forma digna de mostrar sobe-

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ranía el cambiar para siempre el sistema de entonces, donde el fuego se apagaba con las mangueras de los barcos anclados en Colón, usando agua de mar. Tanto Juan Julián como su hijo Luis Juan Antonio participaron activamente en el desarrollo económico de Colón. Él, como su padre, fueron Comandantes del Cuerpo de Bomberos, era CPA y fue Alcalde, posteriormente Luis Juan Antonio fue nombrado director de Zona Libre y director del Banco Nacional de Colón. Se casa con Raquel Walker Herrera, natural de Santiago de Veraguas y educadora muy querida en Colón, quien fue presidenta de la Cruz Roja en Colón, siendo uno de los pilares para hacer realidad la construcción del edificio que aún existe en Calle 7. Catalogada por quienes la conocieron como una mujer muy activa, fue además Constituyente en

Don Juan Julián Amadeo Ducruet y su hijo participaron en el desarrollo de Colón. 18

Don Juan Julián Amadeo Ducruet, de origen francés, llegó a Panamá en 1896 procedente de Perú donde se había desempeñado como funcionario diplomático en la Embajada de Francia. Estaba casado con doña Emilia Evers, de nacionalidad norteamericana. Con él, se inició una estirpe de prósperos profesionales que han destacado con luz propia en el campo de los seguros.

Izquierda: Luis J. Antonio Ducruet, se dedicó al comercio en Colón, donde fue Comandante del Cuerpo de Bomberos. Derecha: Raquel Walker Herrera de Ducruet, educadora y esposa de Luis Juan Antonio Ducruet Evers, era natural de Santiago de Veraguas y su belleza la llevó a ser elegida Reina del Carnaval.


Los Ducruet

Era 1961, cuando Louis Robert Ducruet inicia la compañía Ducruet, Sasso y Greene.

Familia Ducruet Walker. De izq. a derecha (sentados): Raquel Walker de Ducruet, Luis Juan Antonio Ducruet Evers y Carmen Alicia Ducruet Walker. Parados, en el orden acostumbrado Horacio, Eric Alejandro, Louis Robert y Carlos Eduardo Ducruet Walker. 1946. El matrimonio tuvo cinco hijos: Louis Robert, Horacio, Eric Alejandro, Carlos Eduardo y Carmen Alicia. Louis Robert Ducruet Walker; mientras estudiaba medicina en los Estados Unidos, descubrió que su pasión en verdad eran los negocios y no la práctica galena, por lo que ingresaría al mundo de los seguros, muy joven e impetuoso, aprendiendo la profesión al más puro estilo norteamericano. Esto sería muy apreciado por sus colegas panameños Maduro, Moses y Rimmington, quienes lo trajeron procedente de Chicago para entablar operaciones en su firma de seguros en noviembre de 1952 y se instaló en Avenida del Frente y Calle 6, en la Arena de Colón como Maduro, Moses y Ducruet. Así llegaría a Panamá uno de los más importantes y reconocidos corredores de seguros, quien le daría a la profesión un giro trascendental, hasta la fecha de gran prestigio internacional. Tiempo después y al fallecer el señor Eduardo Maduro en 1959 y posteriormente el señor Lionel Moses en 1960, L.R. Ducruet adquiere las acciones del señor A.E.B. Rimmington, cuya dedicación a otra empresa (Central de Finanzas) lo alejaron paulatinamente

del ramo de los seguros. Así, L.R. Ducruet, orienta y capacita a los señores Stanley Sasso Maduro y Robert K. Greene, quienes no tenían conocimiento alguno del negocio de los seguros, para luego asignarles parte de su cartera de clientes y conformar así una nueva sociedad. De esta forma nace Ducruet, Sasso y Greene procedente de la firma original iniciada por el señor Joshua Maduro, padre del señor Eduardo Maduro, en 1896. Posteriormente participó exitosamente como accionista inicial de la Compañía Nacional de Seguros y de Aseguradora Mundial, pero su ética de trabajo -que le impedía discernir sobre dos negocios paralelos-, hizo que vendiera sus acciones después de cooperar con la organización y toma de decisiones en la formación de estas empresas. En 1982, Greene salió de la empresa para radicar definitivamente en Costa Rica; en 1984 Sasso forma una empresa familiar. La compañía se mantiene a pesar de todo como Ducruet, Sasso y Greene hasta el año 1991, en que se crea L. R. Ducruet e Hijos. Luego de una larga experiencia que se remonta a más de 45 años de servicio a sus clientes, L.R. Ducruet, indis-

Escudo de la familia Ducruet. cutible pionero de la industria de los seguros de Panamá, funda L.R. Ducruet & Hijos, demostrando rápidamente un sólido y positivo crecimiento en la cantidad y calidad de sus clientes. No sólo ganó su participación en la sociedad al inicio de su carrera por méritos propios, sino que su experiencia y conocimiento motivaron que en más de una ocasión -ya retirado- lo llamaran para asesorar a grandes compañías de seguros.

Louis Robert se casó con Aura Hepburn, natural de Panamá, en el año de 1954. El matrimonio Ducruet Hepburn tuvo tres hijos: Louis Robert Jr. (Tito), Roger Louis y Jean Louis. Los tres crecieron viendo y aprendiendo el negocio de los seguros y aunque hubieron otras oportunidades, se interesaron mucho más por este rubro. Cuando hubo la oportunidad, entraron como vendedores y productores, ganando sólo comisiones, sin

Toda la familia unida, disfrutando de merecidas vacaciones. 19


Los Ducruet

L. R. Ducruet e Hijos empezó en 1991 con 11 personas; hoy tienen 70 empleados.

Fachada del edificio de L.R. Ducruet e Hijos, S.A. salario base. Tito Ducruet ingresó a laborar en la empresa en 1979, su hermano Roger en 1982 y luego Jean en 1983. Finalmente el sueño de la empresa familiar visionada por L. R. Ducruet era una realidad. Tres años más tarde, falleció. L.R. Ducruet e Hijos empezó con once personas en una oficina ubicada en el edificio Chagres; en 1994 se mudaron a un local en el piso 11 de la Torre Miramar, siendo ya dieciocho personas.

En 1998 se mudan a un edificio propio con treinticinco empleados. En la actualidad son setentidós los que laboran en la empresa. Horacio Ducruet Walker ingresó en la Academia Federal de Marina Mercante en King’s Point, Nueva York. Se desempeñó en Terminales Panamá, Zona Libre y la Autoridad Portuaria. El “Tío Horacio” -como lo llaman cariñosamente todos-, está casado con doña Stella Núñez Castillero y fueron padres de cinco hijos: Luis Juan Anto-

Los abuelos Stella Núñez Castillero y Horacio Ducruet Walker junto a sus nietos (de izq. a der.): Juan Felipe, Raquel, Ona, Luca, Ana Mariel, Gyl, Kim y Omar.

Los nietos de Louis Robert Ducruet Walker con su abuela, señora Aura Hepburn (de izq. a der.): Jean Philippe, Anne Marie, Andrée Sophie, Jean Louis Jr. (en brazos) y Louis Robert III.

Los tres hijos de Louis Robert, rodeando afectuosamente a la matriarca de la familia, doña Aura Hepburn de Ducruet. De izq. a der. (sentados): Tito y Jean Louis. Parado, Roger. 20

nio, Stella Ivonne, Lillian Marie, Leslie Marlene y Marie Madeleine. Luis Juan Antonio Ducruet Núñez, especialista en Mantenimiento de Maquinaria John Deere. Stella Ivonne Ducruet Núñez, pediatra, labora en el Hospital del Niño. Lillian Marie Ducruet Núñez, abogada, es Asistente de la Corte Superior de Justicia. Leslie Marlene Ducruet Núñez, es promotora de la Fundación Amigos de los Niños con Leucemia y Cáncer. Marie Madeleine Ducruet Núñez,

Graduada en Ingeniería, es especialista en Seguridad Industrial y Salud Ambiental. La principal enseñanza de Louis Robert Ducruet Walker fue el HONOR, palabra que está perennizada en el escudo que representa el nombre de la compañía. La placa que se aprecia en la entrada al edificio Ducruet, resume el pensamiento y sentir de este hombre que aportó con su trabajo y visión empresarial al crecimiento de la industria de los seguros en Panamá, legado sobre el cual todos sus hijos trabajan.



Grandes Familias de Panamá II

Los González Revilla Una destacada familia de políticos y empresarios por excelencia.

Don Manuel González Revilla Barloco. anuel González Revilla Barloco nació en Matanzas, Cuba el 15 de mayo de 1855. Hijo del matrimonio formado por Manuel González Revilla, de origen español, y Paula María de las Mercedes Barloco Arango, nacida en Cuba. Desde muy joven, atraído por las tendencias liberales, participaba en los intentos separatistas que llevaban a cabo los patriotas cubanos contra el imperio español. Su padre, alarmado por este hecho que pondría en peligro su vida, lo envía a Francia. Es en La Sorbona de París donde cursa sus estudios universitarios obteniendo el grado de Médico Cirujano. Ya graduado, conoce a Ferdinand De Lesseps quien después de su gran triunfo con la apertura del Canal de Suéz gozaba del aprecio y admiración de sus compatriotas y se preparaba para repetir la hazaña abriendo un Canal en el Istmo que uniera los dos Océanos. De Lesseps convence al joven profesional de seguirlo a Panamá -donde ya se ejecutaban las obras-, como parte del grupo médico. Al fracasar el canal de los franceses (1889), Manuel González Revilla se establece como médico en David. Aquí conoce a Mercedes Delgado Jurado, joven chiricana de gran belleza, de quien queda prendado. A pesar de la diferencia de edad, pues él contaba ya con 35 años y ella 16, contraen matrimonio, formando una familia que es bendecida con la llegada de una numerosa descendencia; dos de sus hijos fallecen infantes, sobreviviendo Mercedes, Emelina, Carlos, Ramón, María Luisa, María Enriqueta, Alejandro, Antonio, Alicia, conocida por todos como “Lizca” y Marcela. Manuel González Revilla, participó activamente en política desde el comienzo de la república; eran frecuentes las reuniones partidistas en su casa, y en alguna ocasión hubo de refugiarse en Costa Rica como exiliado político.

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El doctor Manuel González Revilla fue un apasionado de la política. 22

Natural de Matanzas, Cuba, el doctor Manuel González Revilla Barloco fue un luchador de las causas libertarias, lo que le trajo más de un inconveniente. Por ello, sus padres decidieron enviarlo fuera de la isla para seguir sus estudios en Francia, donde conoce a Ferdinand De Lesseps quien venía a Panamá a hacerse cargo de la construcción del Canal Interoceánico. Animado por un futuro promisor, es en la provincia de David donde se establece brindando sus servicios como médico cirujano y convirtiéndose en fundador de esta numerosa familia chiricana donde la mayoría de sus miembros destacan como reconocidos profesionales, políticos y empresarios de reputación intachable.

Doña Mercedes Delgado Jurado (al centro), junto a sus hijas. En la primera fila vemos de izquierda a derecha a María Luisa y Emelina. En la segunda fila a Mercedes y María Enriqueta y en la tercera fila a Lizca y Marcela.


Los González Revilla

Don Manuel González Revilla propulsó la creación del Hospital José Domingo de Obaldía.

Manuel González Revilla Barloco (2do. sentado 1era. fila de izq. a der.), cuando fue elegido representante por Chiriquí a la Asamblea Constituyente en 1906.

Mercedes Delgado Jurado, era una joven chiricana de cautivante belleza. Don Manuel se dedicó de lleno a su profesión sin marginar sus afanes políticos. En 1906 fue elegido representante de Chiriquí a la Primera Asamblea Constituyente. Gozaba de gran respeto del pueblo chiricano y ocupó durante varios años la presidencia del Consejo Municipal de David. Durante los años 40 llegó a ser Gobernador de la Provincia de Chiriquí y diputado a la Asamblea representándola. Preocupado por las obras cívico sociales en su región, impulsó la creación del Parque de Cervantes, el Cementerio Municipal de David, el Palacio de Gobierno y el Hospital José Domingo de Obaldía. Estableció una de las dos primeras farmacias más importantes de David -que perduran hasta hoy-, donde muchos necesitados obtenían los medicamentos sin costo alguno. Don Manuel González Revilla, después de una vida dedicada al ejercicio de su profesión y al servicio público, falle-

ce en Boquete el 26 de abril de 1930. Al producirse su fallecimiento, sus hijos Carlos y Ramón tomaron las riendas de la familia. Los descendientes de “Papá Doctor” -como llamaban cariñosamente a don Manuel-, son considerados como los comerciantes y políticos más representativos de la sociedad chiricana. Genealogía de los González Revilla Delgado Mercedes González Revilla Delgado, realizó sus estudios en Bélgica. Contrajo matrimonio con Juan Arias Quintero y fueron padres de Graciela, Mercedes Amelia, Amelia Mercedes y Cecilia Inés Arias González Revilla. Graciela se casa con Juan M. Araúz, con quien tuvo cinco hijos: Juan, Graciela del Carmen, Inés, Mercedes y Rita Cecilia Araúz Arias. Mercedes Amelia, se casa con Enrique J. Clare y fueron padres de Mercedes Luz y

Carmen Cecilia Clare Arias. Amelia Mercedes, contrajo matrimonio con Guillermo Villegas y fueron padres de Guillermo, Enrique, María Isabel, Amelia Mercedes y Esther María Villegas Arias. Cecilia Inés, se casa con Arnold J. Mayher, y fueron padres de Arnold, Antoinette, Christina, Bárbara, John y Miguel Mayher. Emelina González Revilla Delgado se graduó de Maestra de Economía Doméstica y Enfermería en Bélgica, en el Instituto Notre Dame. Contrajo matrimonio con Gustavo Ortega Orozco, con quien tuvo tres hijos: Hernando, Gabriela y Jaime Ortega González Revilla Hernando contrajo matrimonio con Norma Towsen y tuvieron a Emelina, Gabriela, Dolores y Gustavo Ortega Towsen. Gabriela se casó con Ren Ruther. Tuvieron un solo hijo: Gustavo Ruther Ortega. Jaime se casó con Marcela Cucalón y fueron padres de Jaime, Ricardo Enrique, Nikki del Carmen, Benjamín, Lilia del Carmen y Jorge Ortega Cucalón. Carlos González Revilla Delgado se encontraba estudiando en Nueva York Adminis-

tración de Negocios cuando enfermó y regresó a Panamá, donde se asoció con su hermano Ramón y formaron una serie de empresas de generación eléctrica y telefonía, así como la conocida Farmacia González Revilla. Casado con Bilo Pérez Venero, tuvieron tres hijos: Carlos -que murió joven-, Marissa y Cecilia. A su fallecimiento, en 1942, sus hijos asumieron la conducción de las dos primeras empresas, transformándolas en Empresas Eléctricas de Chiriquí y Micro-Ondas de Chiriquí. Ramón González Revilla Delgado, ingeniero electrónico graduado en el Instituto Don Bosco de Panamá. Se dedicó con gran empeño al comercio, asociado con su hermano Carlos. Al fallecer éste, mantuvo la dirección de la farmacia y creó una importadora de medicamentos (Droguería González Revilla) y Farmacias Revilla, prestigiosos establecimientos dedicados al servicio de la salud. Casado con Flora Miró, no tuvieron descendencia. María Luisa González Revilla Delgado, se casó con Aristides Romero, y fueron padres de Aristides, Mario Luis, Rina, Iván y Javier Romero González Revilla.

Aristides, contrajo matrimonio con Jacqueline Blau y sus hijos son Carolina y Eduardo Aristides. Mario Luis se casó con Beatríz Victoria de la Guardia y tienen a: Mario Luis, Victoria, Emanuel, Rogelio Aristides, Roberto y Beatríz Victoria. Rina, contrajo matrimonio con Aquilino de la Guardia; sus hijos son Aquilino Antonio, Iván Aristides, Jorge Juan, María Luisa, Juan Raúl, Rina María Dolores, Carlos Alfredo y Marta Cecilia. Iván contrajo primeras nupcias con Julaine Fogarty y tuvieron a Iván Antonio, Marco Antonio, Juan Antonio y Lili. Posteriormente, se casó con Mabel Pinto. Javier contrajo matrimonio con Annette Gerbaud con quien tuvo dos hijos: Javier y Ricardo Romero Gerbaud. María Enriqueta González Revilla Delgado, estudió en la Normal de Panamá, donde se graduó de Maestra. Contrajo matrimonio con el doctor Ernesto Pérez Balladares, y son padres de Ernesto (Toro) Pérez Balladares -ex Presidente de la República-, y Mario Enrique Pérez Balladares González Revilla. Lizca González Revilla 23


Los González Revilla

Carlos y Ramón González Revilla fundaron las empresas eléctricas de Chiriquí.

David, 24 de junio de 1922, aparecen de izquierda a derecha (de pie): Ramón, María Luisa y Carlos González Revilla Delgado. Sentados: Mercedes González Revilla de Arias y sus hijas, las mellizas Mercedes y Amelia Arias, Nicolás González Revilla, doña Mercedes, Marcela González Revilla, Cecilia Arias González Revilla, don Manuel “Papá Doctor”, Graciela Arias González Revilla, Antonio, Emelina y Lizca González Revilla. Delgado, casada con el doctor Félix Stanziola Rosanía, fueron padres de Marianella, Lizca y Félix Stanziola González Revilla. Marianella se casó con Roberto Motta Jr., con quien tiene a Roberto, Emily, Liz Marie y Félix Miguel Motta Stanziola. Lizca, se casó en primeras nupcias con Eduardo Tribaldos y tuvo a Ana Lizca, Marianela, Guillermo y Doménica Abigail Tribaldos Stanziola. Félix Stanziola González Revilla, quien radica en Miami, está casado con Rosana Cordobés, y tiene dos hijas: Domenica y Ana Gabriela. Alejandro González Revilla Delgado, político y hombre de negocios. Obtuvo el título de Administrador de Negocios y Finanzas en la Universidad de Washington. Fue Alcalde de David, y Gobernador de la ciudad de Chiriquí (1941-1945), también fue elegido Diputado a la Asamblea Nacional por el Partido Nacional Revolucionario. 24

Contrajo matrimonio con Edisa Jurado y tuvieron cuatro hijos: Emanuel, Roberto, Marta y Nicolás González Revilla Jurado. Emanuel González Revilla Jurado, educado en los Estados Unidos, posee una vasta experiencia en la industria bancaria, fundador y primer presidente de la Asociación Panameña de Bancos. Fue miembro de la última Junta Directiva binacional de la extinta Comisión del Canal de Panamá hasta su disolución el 31 de diciembre de 1999. Está casado con Julie Lince. Roberto González Revilla Jurado, contrajo matrimonio con Susie Vallarino. Nicolás González Revilla Jurado, se casó con Marie Elena Paredes. Antonio González Revilla Delgado, considerado Padre de la Neurología y Neurocirugía panameña, obtuvo el grado de doctor en medicina y postgrado en neurología y neuropatología (Magna cum Laude) en la Universidad George Washing-

ton en Estados Unidos. Realizó posteriormente un postgrado en neurocirugía en la Universidad John Hopkins en Baltimore, postgrado en electroencefalografía en la Universidad de Chicago y obtuvo el título de especialista en neurocirugía en el American Board of Neurological Surgery en 1951. Fue Decano en la recién nacida Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá y condecorado con la Orden Vasco Núñez de Balboa. Contrajo matrimonio con Angela Rosanía Stanziola y fueron padres de María Enriqueta, María Luisa y Antonio González Revilla Stanziola. María Enriqueta González Revilla Rosanía, licenciada en Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Santa María La Antigua, Panamá. De su matrimonio con el ingeniero Miguel Clare Quijano, tiene tres hijos: Angela María, Olga María y Miguel Ángel Clare González Revilla. Angela María, se casó con Reneé Harrouche y tiene dos

hijas: Krystle Marie y Francheska Renata. Olga María, contrajo matrimonio con Lorenzo Richelli; tiene tres hijos: Federico, Enrico y Fabritzia. Miguel Ángel, casado con Melissa Araúz, tiene dos hijos: Miguel Ángel y Ana Melissa de Fátima. María Luisa González Revilla Rosanía, obtuvo su licenciatura en Bellas Artes, con especialización en Arquitectura de Diseño de Interiores, en la Universidad Santa María La Antigua de Panamá. Contrajo matrimonio con Lorenzo Ramón Hincapié Vila con quien tuvo dos hijos: María Luisa y Antonio Hincapié González Revilla. Marcela González Revilla Delgado, fue madre de Mercedes Guerra González Revilla. Ernesto Pérez Balladares González Revilla, hijo de doña María Enriqueta González Revilla y el doctor Ernesto Pérez Balladares, nace el 29 de junio de 1946, en la ciudad de

Panamá. Realizó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio San Vicente De Paul, en David. Licenciado en Administración de Empresas, con especialidad en Finanzas, es graduado de la Notre Dame University y Master en Economía de la misma universidad. Master en Administración de Empresas en la Universidad de Pensylvania, Wharton School of Finance and Commerce. En 1970 comienza a trabajar en el Citibank de Panamá y llegó a ser gerente de crédito para Panamá y Centroamérica. Durante el gobierno del General Omar Torrijos Herrera fue Ministro de la Comisión de Legislación (1975-1976); Hacienda y Tesoro (1976-1981 Planificación y Política Económica (1981-1982). También fue Miembro Negociador de los Tratados del Canal de Panamá y estuvo presente en la firma de los mismos, 1977. Miembro de la Junta Direc-

Doctor Ernesto Pérez Balladares González Revilla cuando fue Presidente de la República (1994-1999).


Los González Revilla

En la gestión presidencial de Ernesto Pérez Balladares se impulsó la economía nacional. tiva de la Zona Libre de Colón; de la Directiva de la Autoridad Portuaria Nacional; de la Directiva del Instituto Panameño de Turismo (IPAT). Miembro además de la Comisión Financiera Nacional. Director General del Instituto de Recursos Hidráulicos y Electrificación, IRHE (1983); Delegado Internacional y Representante de la República de Panamá; Negociador de los Convenios para Financiamiento de las Hidroeléctricas Fortuna y Estrella Los Valles. Miembro fundador del PRD en marzo 1979, fue su Secretario General en 1982 y 1992. Muerto el General Torrijos, se dedicó a sus negocios privados hasta 1990, siendo después de la intervención estadounidense el principal artífice de la reestructuración del partido. Fue Presidente Constitucional de la República de Panamá durante el periodo 1994-1999. En su gestion se impulsó la economía nacional y se llevaron a

cabo ambiciosos proyectos de infraestructura y de modernización, como la construcción de los Corredores Norte y Sur, la ampliación de la Carretera Interamericana hasta Penonomé, la construcción de los hospitales de Chiriquí Grande, Santiago, Aguadulce, LasTablas y Chorrera, así como el traslado del aeropuerto de Paitilla a la zona de Albrook. Se reformaron aspectos de la administración pública, entre ellos la Ley del Ente Regulador de los Servicios Públicos, la Ley de Defensa de la Libre Competencia que generó luego la CLICAC y la creación de los ministerios de Economía y Finanzas, así como el de la Juventud, la Mujer, el Niño y la Familia. Se trabajó en la transición y la transferencia del Canal y la recuperación de la imagen de Panamá en el extranjero. Además se fortaleció las relaciones económicas internacionales. Durante su larga trayectoria política

ha recibido numerosas distinciones como el Gran Cordón de la Orden del Tesoro Sagrado, concedido por el Emperador del Japón (marzo 1980); Orden del Águila Azteca, otorgada por el Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos en el Grado de Banda (marzo 1981) y en el Grado de Collar (septiembre 1995); Orden Nacional Vasco Núñez de Balboa en el Grado de Gran Cruz Extraordinaria (1994); Orden Nacional Manuel Amador Guerrero en el Grado de Collar (septiembre 1994); Orden Belisario Porras en el Grado de Collar (septiembre 1994); Orden del Jade Brillante con Gran Cordón otorgada por el Gobierno de la República de China (septiembre 1995); Orden Sikatuna en el Grado de Rajá, otorgada por el Gobierno de la República de Filipinas, (septiembre de 1995) y Orden del Libertador San Martín en el Grado de Collar, otorgada por el Gobierno de la República Argentina (mayo 1996).

En la empresa privada es presidente director de Café Boquete, S.A. También es director de Inversiones El Torreón, S.A. Ernesto Pérez Balladares González Revilla, debe su apelativo de “Toro” a su corpulencia. Desde niño siempre era el más grande de su grupo. Sus primos en la ciudad anunciaban su llegada cuando venía de visita diciendo “viene el toro chiricano”. Hombre trabajador, organizado, de naturaleza imperiosa -aunque a veces su actitud parezca rigida y distante-, es una persona sensible y agradecida. Quienes lo conocen lo definen como un hábil político y excelente hombre de negocios. Casado con la licenciada Dora Boyd de Pérez Balladares, son sus hijos Dora María Pérez Balladares de Saldaña, Isabella Pérez Balladares Boyd de Pretell y María Enriqueta Pérez Balladares Boyd de Iglesias.

Doña María Enriqueta González Revilla de Pérez Balladares junto a su hijo Ernesto, su nuera Dora Boyd, sus nietos y biznietos en el 2003. 25


Grandes Familias de Panamá II

Los Herbruger El trabajo como fuente para engrandecer a la familia.

Don Florencio Charles Herbruger Rietbrock (1836-1932).

F

ue don Florencio Charles Herbruger Rietbrock un hombre luchador, de mucha entereza y trabajador como pocos. Vivió en dos siglos diferentes y de grandes contrastes, pero sin embargo se amoldó a las distintas situaciones, saliendo siempre adelante en sus empresas. Nació un 13 de abril de 1836 en Frankfurt, Kentucky, (USA) y desde muy joven comenzó a viajar y a cambiar de paisajes, ya que su padre, Emil Herbruger -hombre alemán inquieto y polifacético-, cambiaba de residencia muy frecuentemente como Cuba, Colombia, Guatemala, etc., enseñando música y ejerciendo su profesión de fotógrafo. Así aparece Florencio en Philadelphia en el censo de 1850, junto con sus hermanos menores: Lewis de 11 años, nacido en Tennesse y Emil de 8 años, nacido en Mississippi. El 24 de mayo de 1860 llega a la ciudad de Panamá junto con su padre. Al mes leva anclas nuevamente con el fin de investigar el resto del departamento y ver que nuevos horizontes comerciales se abrían en su camino. De esta manera, dedicado al comercio, fue creciendo en los negocios, instalando en 1865 su propio estudio fotográfico, arte heredado de su padre. Tres años después, junto con otros señores miembros fundadores, incorporó la “Sociedad de la Iglesia Protestante de Panamá” (Decreto Ejecutivo del 22 de diciembre de 1868). El 17 de junio de 1888, Florencio Herbruger y 34 comerciantes crearon la Primera Cámara de Comercio de Panamá, presidida por el señor E.L. Salmon; como vicepresidente J.N. Uribe; tesorero M.H. Heurtematte y él fue elegido como vocal. Fue fundador de F. C. Herbruger Co., compañía dedicada a la importación de telas y encajes finos de Bélgica; de la fábrica de Hielo de Calidonia, de la Cervecería Alemana del Pacífico -más conocida como Cervecería Milwakee-, que con el correr de los años se transformó en la Cervecería Nacional, S.A., al unirse con la Cervecería Atlas y Balboa.

Don Florencio Charles Herbruger, fue pionero del arte de la fotografía en Panamá. 26

Fue en el año de 1834 cuando el joven Emil Herbruger, nacido en Alemania, salió de su país con la intención de recorrer el mundo. Así conoció a su esposa, Marie Sophia Rietbrock, cuando ambos estaban embarcados con rumbo hacia los Estados Unidos. Del fruto de este amor nació Florence Charles Herbruger Rietbrock, quien llegaría para radicarse en Panamá y fundar esta noble familia que tiene a la fecha un gran número de destacados descendientes.

1929: Fachada de la Cervecería Alemana del Pacífico, conocida como Cervecería Milwakee y que con los años se transformó en Cervecería Nacional, de la cual Florencio Charles Herbruger fue fundador.


Los Herbruger

Emil Herbruger fue un naturalista y hombre polifacético que recorrió el mundo entero.

Don Florencio Herbruger, junto a su hijo, Rodolfo. Con su primera esposa, Manuela Zorrilla Sucre, tuvo un hijo: Carlos Federico Herbruger Zorrilla; con su segunda esposa, Paula Castro Bernal, tuvo a Matilde Adelaida Herbruger Castro, casada con el prócer don Enrique Linares de Obaldía y a Luis Herbruger Castro, casado con Mercedes Méndez. En su tercer matrimonio con Leona de León, no tuvo descendencia, y con su cuarta esposa, Matilde Gamboa Caballero, tuvieron a Rodolfo F. Herbruger Gamboa, casado con Estela Deliot. Rodolfo Florencio Herbruger Gamboa, nació en la ciudad de Panamá el 11 de diciembre de 1901. Hizo sus estudios primarios y secundarios en el colegio La Salle de los hermanos cristianos y los superiores en la Universidad de Santa Clara en California, donde se graduó con honores como Ingeniero Civil. Una vez graduado y de regreso al suelo patrio, trabajó en la construcción de las carreteras nacionales como em-

pleado de la Junta Central de Caminos de 1923 a 1927 donde formó parte del Consejo Directivo de 1927 a 1929. También desde 1927 y hasta 1931 desempeñó el puesto de gerente de la casa comercial The F.C. Herbruger Co., compañía de importación y distribuidora de productos extranjeros en la incipiente república panameña. En 1928 contrae matrimonio con la hermosa dama chiricana Estela Delmira Deliot, de ascendencia española y francesa. El matrimonio Herbruger Deliot tuvo tres hijos: Stella Matilde, Rodolfo Florencio y Doris Elicia. En el año 1929 fundó con su padre y otras personas la Cervecería Alemana del Pacífico, conocida también como Cervecería Milwaukee de Panamá, actuando como gerente general desde el 1933 a 1939, cuando se unió a las otras dos cervecerías existentes en Panamá (Atlas y Balboa) para formar la Cervecería Nacional, S.A., de la que actuó como gerente general desde 1939 hasta 1943.

Estela Deliot de Herburger y Rodolfo Herbruger Gamboa se casaron en 1927.

Rodolfo (junto a su hermana Estelín), fue paje en la boda de Chichi y Eric Humber (1934).

Panamá. En abril de 1947 fue delegado de la Cámara de Comercio, Industrial y Agricultura de Panamá a la tercera reunión plenaria del Consejo Interamericano de Comercio y Producción que se reunió en la ciudad de Montevideo, Uruguay. Al año siguiente es nombrado vicepresidente de los delegados panameños ante la Comisión Permanente del Congreso de Ferrocarriles con

sede en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. En enero de 1950, fue nombrado Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República de Panamá en los Estados Unidos. En 1951 ejerció el cargo de ministro de Hacienda y Tesoro, en 1954 fue elegido como candidato a la presidencia de la República por el partido que liderizaba el doctor Arnulfo Arias Madrid, sin embargo,

Fue tesorero de la Cervecería Nacional hasta su muerte. Desde 1931 hasta 1943 fue tesorero de la Fábrica de Hielo de Calidonia (Balboa Ice and Refrigerating Co.), de 1941 a 1943 miembro de la Junta Directiva de la Lotería Nacional de Beneficencia y presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá. De 1941 a 1946 ocupó la vicepresidencia de la Junta Directiva del Banco Nacional de

Rodolfo Herbruger Gamboa, junto a su esposa Estela Deliot de Herbruger y sus hijos Estelín, Rodolfo y Doris. 27


Los Herbruger

Rodolfo Herbruger Gamboa fue un empresario de éxito que fundó la Cervecería Nacional.

Luis Rodolfo Muller Herbruger, junto a su esposa Judith Ruíz Barranco y sus hijos Judith Marina y Luis Rodolfo. renunció a este honor espontáneamente. Fue condecorado con la medalla Vasco Núñez de Balboa por el gobierno panameño y con la medalla Eloy Alfaro por el gobierno ecuatoriano. Murió el 28 de noviembre de 1973. Su primer hijo, Florencio Emilio Herbruger López, nació en 1926. Graduado de Técnico Electrónico, radica en Orlando, Florida (Estados Unidos). Sus hijos son Florencio Carlos, Irene de Burgos, Betty de Vernaza y Betsie de Flores. Stella Matilde Herbruger Deliot (Estelín), hizo su primaria en el Colegio de María

Inmaculada y su secundaria en el Colegio Mallinckrodt de Buenos Aires, Argentina. Cursó Arte, Decoración y Pintura en la misma ciudad. Estudió Pintura y Escultura en México y se graduó de Estética en el Instituto “Dora Bruschi” de Roma, Italia. Estuvo casada con el doctor Adalberto Muller Espino, con quien tuvo tres hijos: Adalberto, Luis Rodolfo y Elsa Matilde Muller Herbruger. Adalberto Muller Herbruger, médico especialista en dermatología, graduado en Washington D.C. contrajo matrimonio en 1976 con la española Jesusa González Alonso, también

Adalberto Muller Herbruger, su esposa Jesusa González y sus hijos Christie y Carol. 28

Teresa Simons y Camilo González Jr. (q.e.p.d.).

Camilo González y Estelín Herbruger junto a hijos y nietos.

médico dermatólogo. Ambos practican su profesión en su clínica privada en Houston. Tienen dos hijas, Christie y Carol, economistas, que trabajan y radican en Los Angeles, California. Luis Rodolfo Muller Herbruger, médico odontólogo, con especialidad en ortodoncia, ejerce su profesión en su propia clínica en Panamá. Casado en 1984 con Judith Ruíz Barranco, economista, son padres de Luis Rodolfo y Judith Marina. Elsa Matilde Muller Herbruger, profesora de párvulos, trabaja en su kinder privado. Está casada desde 1976 con Julio Pascal Villanueva, ingeniero agrónomo, con quien tiene tres hijas: María Cristina, psicóloga, casada con Marcelo Severino, argentino, radican en Buenos Aires; Carolina Victoria, abogada y financista, casada con el abogado David Sucre Levy. Alejandra Isabel, la más pequeña, estudia Negocios Internacionales. Stella (Estelín) está casada en segundas nupcias, desde agosto de 1963 con Camilo Humberto González Ramírez, quien estudió milicia en la Escuela Politécnica de Guatemala, recibiendo además el

título en Construcción de Carreteras; ha estado dedicado al comercio. El matrimonio tuvo tres hijos: los mellizos Camilo y Stella Maris, e Irene Gabriela González Herbruger. Camilo González Herbruger, quien se graduó de Técnico en Ingeniería Mecánica en Delawere, EE.UU, se casó en 1992 con la americana de ascendencia irlandesa Teresa Simons. Camilo murió el 20 de abril del 2002. Stella Maris González Herbruger, graduada en Administración de Empresas, tiene dieciocho años trabajando en el sector bancario. Casada en

1990 con el español nacido en Valencia Antonio Díaz Brosel, Máster en Ingeniería Electrónica, tienen dos hijos: María Fernanda de 11 años y Javier Antonio de 3. Irene Gabriela González Herbruger, graduada en Finanzas, se casó en el 2001 con Carlos Ábrego García, comerciante. De su primer matrimonio con Ralph Pontichelli (q.e.p.d.) tuvo dos hijas, Stephany Gabriela de 12 años y Francesca Antonella de 7 años. Estelín, junto con su hermana Doris, publicaron el libro de poesía “Inquietud”, dedicado a su padre, don Rodolfo Florencio Herbruger Gamboa.

Elsa Matilde Muller Herbruger y su esposo Julio Pascal Villanueva (al centro), junto a sus hijas y yernos.


Los Herbruger

La descendencia de los Herbruger ha destacado principalmente en la empresa privada.

La señora Rosinéz de Herbruger junto a sus hijas Hanna Loren, María Estela, Monique y Diana Patricia. Rodolfo Florencio Herbruger Deliot, nacido el 24 de mayo de 1931 y bautizado el 1ero. de septiembre de 1932, fueron sus padrinos Enrique Linares y María Jesús Deliot. Asistió al Colegio Interna-

cional de María Inmaculada durante el 1er. Grado. Posteriormente y hasta 1943 al Colegio Miramar -regido por los hermanos cristianos de La Salle-, donde se encuentra hoy el Hotel Miramar.

Familia Herbruger Fernández de Córdova a bordo de un crucero en el año 2002.

Familia Herbruger Fernández de Córdova con sus hijos y nietos en 1991. En 1943, cursando el 6to. Grado de primaria, la familia se moviliza a Buenos Aires, Argentina, donde asistió al colegio La Salle, posteriormente fue trasladado al colegio Carmen Arriola de Marín en San Isidro. En 1948 ingresó a la academia militar Riverside Military Academy en Gainesville, Georgia, en 1950 ya graduado de secundaria, fue a Washington donde su padre había sido nombrado Embajador de Panamá ante el gobierno norteamericano. Aquí ingresó en el “Institute of Languages and Linguistics”, School of Foreing Service, en la Universidad de Georgetown; en 1952 continuó sus estudios en el México City College, en la ciudad de México, donde se graduó en Administración de Negocios en el año 1954. De regreso a Panamá, ingresó a trabajar en el Banco Nacional; posteriormente se dedicó a la ganaderia y agricultura en Cabuya, Chame. Radicado allí, en una de sus venidas a Panamá, conoció a la joven ecuatoriana Rosinéz

Fernández de Córdova, de quien quedó prendado y con quien se casó unos cuantos meses después, en la ciudad de Quito, Ecuador. En compañía de sus hermanas y cuñados se dedica de lleno al negocio de representaciones con la compañía Representaciones Herpi, S.A., que inicia en los años 60 con la invaluable ayuda de su esposa, distribuyendo importantes marcas comerciales, trabajando allí hasta su jubilación, en el año 2000. Parte muy importante en la vida de Rodolfo Herbruger Deliot, ha sido su participación en la Cervecería Nacional, en la cual siguiendo la tradición familiar de los Herbruger, llegó a formar parte de la Junta Directiva en 1963, ocupando desde 1974 hasta 1995 el muy honroso cargo de vicepresidente de la Directiva. Impulsado por el deseo de trabajar por su país, participó activamente dentro del Partido Panameñista, y es elegido diputado suplente en 1964, y luego diputado en 1968. Desafortunadamente Panamá sufre

el nefasto Golpe de Estado y luego de apenas 12 días de gobierno, el doctor Arnulfo Arias Madrid y su gobierno fueron destituídos. Posteriormente la Cervecería Nacional de Panamá fue comprada por la Cervecería Bavaria de Colombia, momento que aprovechó para retirarse a la vida privada. El matrimonio HerbrugerFernández de Córdova, tuvo cuatro hijas: Monique, Hanna Loren, Diana Patricia y María Estela. Monique Herbruger Fernández de Córdova, licenciada en Administración, contrajo matrimonio con el ingeniero Ricardo Restrepo Arango, y son padres de Ricardo Alfredo, Rodolfo José y Andrea Carolina Restrepo Herbruger. Hanna Loren Herbruger Fernández de Córdova, casada con el comerciante Hernán Dávila Dubois, son padres de Susana Patricia, Carlos Andrés y Daniella Marie Dávila Herbruger. Diana Patricia Herbruger Fernández de Córdova, licenciada en Finanzas, se casó con el ingeniero en refrigeración 29


Los Herbruger

Todos ellos están comprometidos desde siempre con el desarrollo nacional.

Don Rodolfo Herbruger Deliot y su mamá, doña Estelita Deliot de Herbruger (1990). Juan Carlos Serrano Montarroso, y son padres de Adriana Patricia y María José Serrano Herbruger. María Estela Herbruger Fernández de Córdova, graduada en Comunicación Social, está casada con el ingeniero en computación Herbert Schmidt Villarreal; son padres de Herbert John y Christopher Schmidt Herbruger. Doris Elicia Herbruger Deliot, empezó sus estudios en el Colegio Internacional de María

Inmaculada. Continuó en Buenos Aires, Argentina en el Colegio Mallinkrod y luego en Nuestra Señora del Sagrado Corazón, donde completó la primaria. En el Convent of the Sacred Heart, terminó en Washington D.C. la secundaria. Viajó con su madre y su hermana Estelín a México, donde estudiaba su hermano Rodolfo. Ella y su hermana estudiaron Arte en el Mexico City College. Cursó estudios superiores en

el Incarnate Word College, de San Antonio, Texas, donde tomó clases de pintura, interesándose sobre todo en el retrato. Se casó con Carlos Raúl Piad Bequer, descendiente de familia cubana quien iniciaba una empresa dedicada a la fabricación de muebles y decoración. Asociada con su esposo, se encargó de la parte administrativa de “Interiores Piad”, uno de los primeros negocios en Panamá dedicados a la decoración. Años después trabajó en la Balboa Ice & Refrigerating Co., empresa de la familia donde fungió como gerente. Desde entonces se ha dedicado a administrar su propia compañía inmobiliaria. De su matrimonio con Carlos Raúl Piad tiene cinco hijos: Doris Elicia (Dorisín), Estela Isabel de las Mercedes (Estelabel), Michelle Jacqueline De Lourdes, Carlos Raúl y Rodolfo Ernesto Piad Herbruger. Dorisín Piad Herbruger, estudió Arquitectura y Diseño de Interiores en la Universidad Nacional de Panamá; contrajo matrimonio con el ingeniero José (Pepo) Jelenszky en 1976 y tienen tres hijas: Michelle del Carmen, Cristela y Natasha.

Hijos y nietos, integrantes de la familia Piad Herbruger con su madre Doris y su abuela doña Estelita Deliot de Herbruger. 30

Estelabel Piad Herbruger, es licenciada en Contabilidad graduada en la USMA y actualmente Directora de Ingresos. Se casó en 1976 con Joao Da Silva Viera. Son sus hijos Estelabel Joana, licenciada en Derecho y Ciencias Políticas de la USMA; Joao Gabriel, ingeniero industrial administrativo, y Christian Joseph, quien estudia en el Oxford International School. Estelabel se divorció en 1991. Michelle Jacqueline de Lourdes Piad Herbruger es Cheff, graduada en el Cordón Bleu de París y de Administración en Hotelería y Turismo en la Ecole Internationale de Glion Sur Montreaux, Suiza. Casada desde 1995 con el doctor Serafín (Toto) Sánchez González, médico psiquiatra tienen dos niñas: Jacqueline Michelle y Paola Cristina. Carlos Raúl Piad Herbruger, se graduó en Administración de Empresas con Májor en Finanzas en la American University de Washington D.C. Desde muy joven se involucró en la política, y lo mismo que su abuelo, padres y hermanos siempre fue arnulfista. Actualmente es secretario ge-

neral de este colectivo. En 1999 fue nombrado gerente general de la Caja de Ahorros donde desempeñó una magnífica labor. Está casado con la licenciada en Ciencias Computacionales Emérita Tejada Correa y tienen tres hijos: Carlos Raúl, Victoria Isabel y Juan Antonio. Rodolfo Ernesto Piad Herbruger, ingeniero industrial graduado en la ULACIT, heredó la habilidad para los negocios de su bisabuelo Florencio Carlos. Siendo el menor de los hermanos, es el administrador de las empresas de la familia las que con gran firmeza y disciplina ha convertido en prosperos negocios. Está casado con la licenciada en mercadeo Itzel Toll Méndez, y tienen dos hijos: Valery y Rodolfo Ernesto. A lo largo de todos estos años, los descendientes de don Florencio Charles Herbruger Rietbrock han mantenido su vocación por el trabajo y de servicio por su país. Cada uno de los integrantes de la familia Herbruger se sienten comprometidos con el desarrollo de Panamá, tal como lo hiciera desde el inicio su ilustre antecesor.

Doris Elicia Herbruger Deliot junto a sus hijos. De izquierda a derecha Dorisín, Rodolfo Ernesto, Estelabel, Carlos Raúl y Michelle Jacqueline.



Grandes Familias de Panamá II

Los Huertas Cuando el valor va más allá de las aspiraciones militares.

General Esteban Huertas López (1876-1943).

El general Esteban Huertas, escribió la página más preciada de su vida en los acontecimientos del 3 de noviembre de 1903, cuando con firme determinación apoya la causa panameña, y es así cuando en compañía del general Domingo Díaz y el pueblo panameño toma su célebre decisión de “Vencer o morir”. Sus acciones de innegable valentía, inclinaron la balanza hacia el exitoso final con que concluyó el movimiento independentista.

steban Huertas López, nace en la población de Umbita, departamento de Boyacá, República de Colombia, el 28 de mayo de 1876, siendo hijo de Fulgencio Huertas y Sagrario López. Sus padres se interesaron desde el primer momento que Esteban se dedicara a la sagrada carrera del sacerdocio, para lo cual lo internaron -siendo todavía muy niño-, en un convento católico de Colombia. Parece que el destino de Esteban Huertas estaba ya escrito y era indudablemente muy distinto al que sus padres intentaron trazarle. Es por ello que una madrugada de diciembre de 1884, a la escasa edad de 8 años, se escapa del convento y logra enrolarse en el Batallón “10 de Soacha” . Teniendo en cuenta la vocación y aptitudes demostradas por la carrera militar, lo uniformaron poco tiempo después. Su primer ascenso fue al rango de Tambor Mayor como soldado el 1ero. de enero de 1885 y ese mismo año tuvo su bautizo de fuego en Colombia, en el combate de “Alto de las Rojas” bajo la jefatura del general Antonio Cuervo. Ésta sería la primera de las muchas batallas en las que participó. En el año 1890 llega a Panamá, a la escasa edad de 14 años, en las filas de la Segunda Compañía del “Batallón Valencey”. Desde su llegada al Istmo de Panamá hizo numerosas amistades con jóvenes panameños, logrando formar fuertes lazos de hermandad y amistad. Su brillante carrera militar en Colombia y Panamá estuvo llena de hazañas, actos heroicos y mucha valentía en los campos de batalla, tanto navales como terrestres, lo que le valió variadas condecoraciones y rápidos ascensos que culminaron con su nombramiento a General el 16 de noviembre de

E

Pese a que sus padres querían que fuera sacerdote, Esteban optó por la vida militar. 32

Doña Joaquina Ponce Fierro, esposa de Esteban Huertas.


Los Huertas

El general Esteban Huertas demostró siempre valentía y coraje en el campo de batalla.

Manuel Esteban Huertas Ponce, hijo único del general Esteban Huertas. “Soy panameño de corazón y prefiero separarme del servicio militar antes de dejarlos solos”, sostuvo Huertas en una ocasión. 1902 a la edad de 26 años. Cabe destacar que en ese momento ya ostentaba cinco condecoraciones de oro puro en cuyo centro se leía: “POR ACTO DE VALOR Y HEROISMO”. Entre las batallas más memorables se destacan la de “El Sitio del Morro de Tumaco” a las órdenes del general Carlos Albán en diciembre de 1900, actuando como artillero jefe de la embarcación Boyacá y donde perdió su mano derecha en plena faena. Otra batalla heroica fue cuando al mando del pequeño barco de guerra “El Chucuito” persiguió al navío “Padilla”, incidente donde murió el general Albán. El 8 de enero de 1903 se casa con doña Joaquina Ponce Fierro, distinguida dama panameña, hija de don Joaquín Ponce Jaén y Carmen Fierro Plicet, familias prominentes de

la región de los “Llanos del Chirú” ahora Antón y San Carlos. El general Huertas escribió la página más preciada de su vida en los acontecimientos de independencia de Panamá del 3 de noviembre de 1903 en los cuales adoptó la decisión de tomar la causa panameña en compañía de otros insignes panameños, como el general Domingo Díaz, a quienes les confesó la hoy célebremente recordada frase de “VENCER o MORIR”. Esteban Huertas tomó la decisión de liberar a Panamá del maltrato y abandono de Colombia y por razón de que su esposa e hijo eran panameños, sus mejores amigos eran panameños, había crecido en Panamá, era respetado y querido por el pueblo panameño y amaba esta tierra como si hubiera nacido acá.

En el momento crucial en la tarde del 3 de noviembre de 1903 cuando parecía que todo estaba perdido, surge el general Huertas apresando a los generales colombianos y saliendo al frente de sus tropas al encuentro con otros próceres, tales como el general Domingo Díaz, su hermano Pedro, Nicanor de Obarrio,

Carlos Mendoza, Carlos Clement, Harmodio Arosemena, el capitán Pedro de Icaza, Pancho De La Ossa, Constantino Arosemena y tantos otros en compañía de grandes cantidades de manifestantes panameños, sellándose la independencia. El general Huertas era un hombre modesto y sencillo, le gustaba alternar con los ele-

mentos más humildes del pueblo. Hacía caridad a manos llenas. En su residencia de retiro en Aguadulce, mandaba preparar grandes cantidades de alimentos para los pobres que acudían a su casa. Le agradaba ayudar a causas sociales, así como contribuir con la Iglesia. Era católico ferviente, caballero a carta cabal, cortés y amable con sus congéneres. Disfrutaba enormemente en compañía de amigos y familiares recordar sus hazañas, sus batallas, la independencia de Panamá y mirar a la distancia y exclamar feliz y orgulloso: “Esta es mi Obra”. Panamá lo adopta como hijo y lo declara por decreto “PROCER DE LA INDEPENDENCIA” y sobrevive 40 años a la misma, los cuales vivió todos en el Istmo. Falleció el 31 de julio de 1943 y el gobierno nacional decretó día de duelo nacional; el pabellón nacional permaneció a media asta por ocho días. Momentos antes de morir, solicitó que su ataúd fuera cubierto con la bandera nacional. Fue enterrado con todos los honores el 1ero. de agosto de 1943, con la asistencia del

El día de su sepelio, un mar humano acudió a darle el último adiós al hombre cuya decisión cambió el destino de la nueva república.

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Los Huertas

Retirado de la vida militar, el general Huertas se dedicó a la ganadería y la agricultura.

El gobierno declaró día de duelo nacional aquel 31 de julio de 1943, día del sepelio del general Huertas. mandatario de la República y todo su gabinete, así como los Comandantes de la Policía, Cuerpo de Bomberos, Cuerpo Diplomático, diputados, políti-

cos, personalidades de la época, y por supuesto, de ése pueblo panameño que invadía las calles como nunca antes en un sepelio de la historia repu-

El hijo del general Esteban Huertas fue un hombre estricto, pero al mismo tiempo amable y dadivoso.

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blicana, para honrar a aquel militar que había dado a los panameños una Patria. Manuel Esteban Huertas Ponce, nace en la ciudad de Panamá el 5 de octubre de 1903. Hijo del hogar formado por el general Esteban Huertas López y doña Joaquina Ponce Fierro, fue bautizado el día 26 de ese mismo mes en la Iglesia de la Merced y fueron sus padrinos don Pablo Pinel y su abuela, doña Carmen Fierro. Huertas Ponce -como se le conocía- no pudo nacer en momento más oportuno, ya que sin saberlo jugó un papel importante en la decisión más trascendental de su padre, el general Huertas, al seguir la causa panameña de la independencia. Manuel Esteban fue un hombre estricto, pero al mismo tiempo amable y dadivoso. Dedicó parte de su vida a recopilar, editar y publicar las memorias de su padre en 1959. Forma su hogar con doña Paula Juárez, de cuya unión nacen Sagrario del Carmen, Álvaro Esteban y Sandra Tecila. Fue profesor del Instituto Nacional, director de Aduanas y corregidor de Pueblo Nuevo por varios años, donde se hizo muy célebre su frase: “Esto lo compongo yo”, para imponer el orden en el corregimiento. Fallece rodeado de su familia el 6 de julio de 1969, a la edad de 65 años. Sagrario del Carmen Huertas Juárez, la primera nieta del general Huertas, nace en la ciudad de Panamá y hace sus estudios en el Colegio Internacional de María Inmaculada. Carmen crece rodeada de mucho amor de sus padres y hermanos menores. Se caracteriza por ser una persona vivaz, con muchas y sólidas amistades que ha cultivado desde muy niña y que hasta el día de hoy mantiene.

Además de dedicar su vida a su hogar y a la crianza de sus hijas, se destaca en labores de filantropía y, al igual que su padre y su abuelo se dedica a realizar obras de beneficencia para los más necesitados, a través de diversas organizaciones a las que pertenece activamente. Carmen se casa con el ingeniero Demetrio Constantino Calenkeris Mayora, de cuya unión nacen sus hijas María del Carmen Calenkeris Huertas y Paola Patricia Calenkeris Huertas, ambas tituladas como abogadas en la Universidad de Panamá. María del Carmen Calenkeris Huertas se casa recientemente con el abogado Ramsés Owens Saad y Paola Patricia Calenkeris Huertas se casa con el también abogado Carlo Rognoni Arias. Álvaro Esteban Huertas Juárez, el único nieto varón, nace en la ciudad de Panamá. Conocido como hombre deportista y alegre, ha consagrado su vida al servicio público, destacándose por ser un hombre jovial y servicial. Además

vive para ayudar a los demás, en especial a su familia. Álvaro Esteban tiene una hija bautizada con el nombre de Malena Huertas Weeden, banquera de profesión quien está casada con Ricardo Enrique Vaughan España. Sandra Tecila Huertas Juárez, nace apenas unos meses antes que su abuelo Esteban Huertas falleciera. Siempre se distinguió por ser una mujer de principios morales y cristianos arraigados, trabajadora, estricta, valiente y gran carácter, atributos éstos que le sirvieron a lo largo de su vida y en especial para enfrentar, por más de diez años, la enfermedad del cáncer. Sandra decide entrar a la Facultad de Derecho de la Universidad de Panamá, donde obtiene su título de Derecho y Ciencias Políticas. Dedicó toda su vida profesional a la administración de justicia, ocupando diversos cargos en el sistema judicial y llegó a ser Magistrada en 1990 del Segundo Tribunal Superior de Justicia, organismo colegiado del cual fue presidenta ese

Don Manuel Esteban Huertas Ponce fue objeto durante su vida de múltiples reconocimientos.


Los Huertas

Su espíritu valiente y de servicio fue la herencia que legó a sus descendientes.

Demetrio Calenkeris, Carmen Huertas de Calenkeris, don Manuel Esteban Huertas Ponce, Sandra Huertas de Icaza, Ricardo Icaza, doña Paula Juárez de Huertas y Álvaro Esteban Huertas Juárez.

Nietos y bisnietos junto a la placa del Paseo General Esteban Huertas, en el Casco Antiguo.

mismo año, donde se distinguió por su fortaleza ética, probidad y capacidad. A lo largo de su carrera, la Magistrada Huertas de Icaza, sirvió a la nación de manera honesta e imparcial. Fue conocida por administrar justicia basada en el imperio de la ley y la independencia

gantes y amigos, así como de todos aquellos que la conocieron. Se une en matrimonio con el empresario panameño Ricardo Enrique Icaza Epperson, de cuya unión nacen Ricardo Enrique, Esteban Enrique y Arturo Enrique; todos jóvenes profesionales y

judicial, ya que, aún en los tiempos más difíciles que vivió la justicia en nuestro país, no permitió injerencias ni intervenciones en sus fallos y decisiones. Como Magistrada y como persona, se ganó el respeto y admiración de sus superiores, compañeros, abogados liti-

educados por estrictos principios morales, mismos que rigieron la vida de sus progenitores. Ricardo Enrique Icaza Huertas, abogado, contrajo matrimonio con la distinguida joven abogada Cristina Elena Thayer Hauss.

Primera fila: María del Carmen Calenkeris Huertas, Álvaro Esteban Huertas, Carmen Huertas de Calenkeris, Paola Patricia Calenkeris Huertas, Malena Huertas Weeden, Cristina Thayer Hauss. Segunda fila: Ramsés Owens, Arturo Icaza Huertas, Esteban Icaza Huertas, Carlo Rognoni, Ricardo Vaughan y Ricardo Icaza Huertas. 35


Grandes Familias de Panamá II

Los Martinelli Desde sus inicios prósperos agricultores y ganaderos.

Don Giovanni Francesco Fabiano Pardini, ‘Papá Nino”.

D

on Juan Pardini Pardini (Papá Nino) nace el 20 de enero de 1836, en Lucca, Italia. Armador y propietario de barcos; atraído por la fiebre del oro en California y ante la perspectiva generada por la construcción de un canal interoceánico en el Istmo, llega a Panamá en 1858 donde establece su empresa navegando por las costas del litoral pacífico. En una de sus travesías, uno de sus navíos sufre un desperfecto y llega a un poblado cercano, Soná, donde se instala en espera de las piezas correspondientes para la reparación. Durante su estadía adquiere propiedades, convirtiéndose en el dueño de una de las fincas más grandes del área, llamada “Las Ánimas del Purgatorio”, situada en la parte central de Veraguas hasta el Cantón de Chiriquí. También presta dinero, considerándose el primer “Banco Personal” de aquellos lejanos tiempos. En este pueblo acogedor conoce a Felicia Dutari Arosemena, hija de Don José María Dutari y María Manuela Arosemena Espinoza de los Monteros, una de las familias más importantes de la región, con quien contrae matrimonio. La pareja tuvo cuatro hijos: un varón César, y tres mujeres: Angelina, María y Sara María Pardini Dutari. Al llegar sus hijas a la edad casadera, creyó apropiado enviar por jóvenes sobrinos suyos a Italia, ofreciéndoles dotes. El primero en arribar -en aquellos tiempos épico románticos- fue Luis Martinelli, luego José Della Togna y por último Francisco Martinelli, razón por la cual la familia siente tanto arraigo a sus raíces sonaeñas. El 3 de noviembre de 1903, la esposa de Juan Pardini Pardini y sus familiares participan activamente en el movimiento separatista en Veraguas, como consta en el Acta del Grito de Independencia de Soná, Veraguas (8 de noviembre de 1903). Don Juan Pardini era un hombre profundamente religioso y quien tuvo el privilegio de conocer y seguir a San Juan Bosco (Don Bosco) durante su vida en Italia; por ello, se interesó y participó en la instalación de la Orden de

Juan Pardini Pardini era armador de barcos y llegó a Soná por una mera casualidad. 36

Oriundo de Lucca, provincia de Toscana, Italia, fue don Juan Pardini Pardini, tronco y origen de cuatro cultas familias en el Istmo. Hombre visionario e innovador, por un azar del destino arriba a Soná, distrito de Veraguas y, prendado del garbo y belleza de doña Felicia Dutari Arosemena, contraen matrimonio en 1869 dando inicio -a través del tiempo y la herencia- a una de las familias más representativas de la región: los Martinelli-Pardini, que cuentan entre sus múltiples descendientes a pioneros de los barcos de cabotaje y de la bucería de perlas; próceres de la independencia (Grito de Soná), políticos, banqueros, profesionales y empresarios.

Francisco Martinelli Martinelli, llamado cariñosamente “Don Checo” y su esposa, Sara María Pardini Dutari, contrajeron matrimonio en 1904.


Los Martinelli

La esposa de Juan Pardini participó del movimiento separatista de 1903 en Veraguas.

Familia Martinelli Pardini. De izq. a der. vemos a José Ramón, José Francisco Della Togna, Eugenia, María Sara, Enrique Bermúdez y Ricardo. Sentados: Enrique Martinelli, Emma, Don Checo, María Elida y Francisco. Padres Salesianos en la República de Panamá. Los matrimonios formados por sus hijos constituyeron cuatro troncos de importantes y reconocidas familias de la sociedad panameña. Don Juan Pardini falleció el 3 de diciembre de 1926, rodeado de su vasta y entrañable familia. Angelina Pardini Dutari (1870-1956) contrajo matrimonio con Demetrio Dutari Calviño, oriundo de Soná, hombre culto y correcto, quien destacó en la vida pública siendo Diputado a la Asamblea Nacional en 1904. Ellos fueron padres de Demetrio (Meco), Fernando (Pilolo), Felicia, Angelina, Camilo, Elvira y María Teresa Dutari Pardini. Todos excepto Angelina -quién murió prematuramente-,formaron numerosas e importantes familias. María Pardini Dutari (18771978), contrajo matrimonio con Luis Martinelli Pardini y tuvieron a Rafael (Fallen), Eduardo (Lalo), María Luisa, Casimiro, Luis, Margarita, y José Guillermo Martinelli Pardini. César Pardini Dutari (18801939) de prestante personalidad y don de gente, instaló la primera planta eléctrica en

Soná. Contrajo matrimonio con Carlota Parrilla Cobos y tuvieron a: Juan Francisco (Pancho), Lucia Azucena (Chita), Luz María (Luchy), José Fortunato, Felicia, y Carlota Pardini Parrilla. Sara María Pardini Dutari nació el 24 de marzo de 1883, contrajo matrimonio en 1904 con Francisco Martinelli Martinelli unión de la cual nacieron nueve hijos: Enrique, Lorenzo, Francisco, María Sara, Eugenia Felicia, Ricardo, María Elida, José Ramón y Emma Martinelli Pardini. Francisco Martinelli Martinelli, (Don Checo) sufrió la irreparable pérdida de su gran amor, Sara María en 1920, al alumbrar al último de sus hijos. Desolado, sólo y con negocios que atender, mandó por su primogénito Enrique, quien a los 15 años dejó sus estudios en el Colegio La Salle para ayudar a su padre a cuidar los negocios y velar por sus hermanos. La vida siguió su curso, Enrique y Lorenzo eran hombres de mar y capitanes de los buques de la “Bucería de Perlas” de su padre, y recorrían los mares del Pacífico hasta las islas del archipiélago de Las Perlas. Un infausto accidente ter-

minó con la vida de Lorenzo a la escasa edad de 23 años, dejando a la familia nuevamente sumida en el más profundo dolor. Don Checo, falleció en 1954 viendo a todos sus hijos felizmente casados y numerosos nietos que lo veneraron hasta sus últimos días. Enrique Martinelli Pardini (1905-1979) como hijo mayor ayudó a su padre en la crianza de sus hermanos y los negocios hasta los 28 años, edad en la que se casa con Victoria Assunta Della Togna, hija de Don José Della Togna y Teodolinda Dutari, el matrimonio tuvo cinco hijos: Alberto Lorenzo, Enrique, Güido, Rolando y Edda Victoria Martinelli Della Togna. Victoria Assunta, heredó de sus padres parte de la finca de Cenegal, correspondiéndole “Los Pajales” y el extremo del bajo de “Justavino”; la parte mayor de las tierras y ganadería correspondió a su hermano José Della Togna, por ser varón y heredero principal (según la usanza de aquellos tiempos). Enrique, que amaba la tierra comenzó a interesarse y manejar las propiedades de su esposa, tuvo el deseo de ampliar

sus posesiones en esta hermosa región, por lo que compró a su cuñado la otra parte de Cenegal, haciéndose de esta gran propiedad del otro lado del río Caté. Posteriormente, volvió sus ojos al otro lado del río, hacia la gran finca de “Las Filipinas” que pertenecía a sesenta miembros de las familias de origen español que residían en la zona desde principios del siglo XVII. En poco tiempo compró sus partes a las familias allegadas. Uno de los propietarios más importante era don Fernando Dutari Pardini -su primo hermano- amante como él de la ganadería quien finalmente cedió en vender su parte. Una vez dueño Enrique Martinelli del gran valle de las Filipinas, se abre un futuro promisor a épocas modernas en busca de mayor progreso con ayuda de los nuevos adelantos de la ciencia. Con muchísimo trabajo y bajo su dirección, contando ya con la ayuda de sus hijos formados profesionalmente, los negocios crecieron y se expandió en el ramo ganadero, con la agricultura mecanizada se consolidó un verdadero imperio agrícola, llegando a convertirse en lo que es hoy la codiciada Hacienda Filipinas. El 20 de enero de 1978 muere en su residencia en Panamá don Enrique Martinelli, político importante (Diputado 19601964), hombre visionario, filántropo, esposo amantísimo y pa-

dre ejemplar, amigo de todos, cuyo mayor legado fue el formar una familia de hombres correctos y exitosos en todos los aspectos de la vida. Alberto Lorenzo Martinelli Della Togna (Titi), nace en Soná en 1933. Obtuvo el título de Ingeniero Agrónomo en Louisiana State University, Estados Unidos; recibido regresó a Panamá donde se integró al trabajo en Las Filipinas. Ha sido presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos, de la Asociación Nacional de Molineros y representante de Panamá ante la Confederación Interamericana de Ganaderos (CIAGA). Hombre emprendedor, correcto y trabajador ha logrado obtener sus metas y es reconocido en la sociedad como uno de los ganaderos más exitosos del país. Contrajo matrimonio con Sonia Lince Quijano y tienen cuatro hijos: Gina María, Julie del Carmen, Alberto Lorenzo y Jacqueline Martinelli Lince. Gina María, contrajo matrimonio con Otto Oswald Wolfschoon Horta, y son padres de Otto Oswald y Gina María. Julie del Carmen, casada con Adolfo Antonio Grimaldo Paredes, son padres de María José, Ana Patricia y Enrique Miguel. Alberto Lorenzo, casado con Marianela Vallarino Denis, son padres de Alberto Enrique, Marianela Victoria y Alejandro. Jacqueline, es un angelito

Don Enrique Martinelli Pardini y su esposa doña Victoria Assunta Della Togna de Martinelli. 37


Los Martinelli

La familia Martinelli fue en sus inicios conocida como grandes buceadores de perlas.

Hermanos Martinelli Della Togna en 1942. Parados: Güido, Alberto y Enrique. Sentados: Rolando, Edda y su primo hermano José Della Togna Martinelli. enviado por Dios para la unión de la familia, y goza del amor y la protección de los suyos. Enrique Francisco Martinelli Della Togna (Toto), nace en Soná en 1935; ingresó a la Universidad de Maryland en College Park, donde cursó estudios de Ingeniería Agrícola dedicándose a las empresas de la familia y es ganadero y empresario. En 1968 incursiona en política por mandato de su padre, y es postulado para Diputado a la Asamblea Nacional, sale electo y es depuesto 11 días después por el cruento Golpe Militar del 11 de octubre. En el ramo empresarial es presidente de tres compañías, siendo también director de compañías familiares y del sector privado. Ha sido miembro del Club Activo 20-30 y del Club de Leones y es un hombre sencillo, popular, humanitario, con fuertes principios éticos y morales. Gusta de escribir (lo que realiza en sus ratos de ocio) y es autor de diez libros con los que recaba fondos para el Santo Sepulcro de Soná, al cual en unión de su esposa Eyda, 38

hizo una capilla, siguiendo la tradición de cincuenta años de su madre, Doña Toya. Su afán es dedicarle su trabajo y vida a su familia y a sus negocios. Contrajo matrimonio con Eyda Orillac Navarro, hija de don Carlos Orillac Arango y Doña Eyda Navarro Diez y son padres de tres hijas: Melissa María, Patricia María y Anabella María Martinelli Orillac; que estudiaron en Texas Christian University, Fort Worth, Texas y desempeñan actividades gerenciales en sus especialidades. Melissa María, nace el 8 de septiembre de 1972, contrae matrimonio el 16 de mayo de 1998 con Ricardo Alberto Arias Boyd, y tiene dos hijas: Fabiola Inés y Rafaela María. Patricia María, nace el 18 de marzo de 1974, casada desde el 31 de julio de 1999 con Horacio Valdés Barrios tienen una hija: Victoria María. Anabella María, nace el 22 de noviembre de 1976, soltera. Güido J. Martinelli Della Togna, nace en Soná en 1937. Es Presidente de la Junta Di-

rectiva del Banco Panamericano, S.A. (PANABANK), del Panabank Trust Ltd. y Presidente y Gerente General de Facturas y Descuentos, S.A. (Costa Rica y San Salvador). Fue Presidente fundador de Servicios de Cobros y Finanzas, S.A. (Secofisa) y de la Asociación Nacional de Financieras (ANAFI). Es Director de Interoceánica de Seguros S.A., Hacienda Cenegal y Central Molinera, entre otras empresas. Es miembro actual del Consejo Nacional de Relaciones Exteriores y Presidente de la Comisión Colombo-Panameña de Buena Vecindad y de la Fundación Animales Sanos (FASS). Fue representante de Panamá ante la Confederación Interamericana de Ganaderos (CIAGA), miembro del Comité Ejecutivo del CATIE (Costa Rica), Embajador Plenipotenciario de Panamá en Nicaragua (1990), Director Internacional y Gobernador (Panamá-Colombia) del Club Activo 20-30. Considerado como un importante empresario nacional y ganadero de la región veragüense, fue director y ocupó la Vicepresidencia de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá y Presidente nacional del Club Activo 20-30. Fue Diputado a la Asamblea Nacional por la Provincia de Veraguas de 1964 a 1968. Estuvo casado con Elsa María Endara Galimany (q.e.p.d.) con quien tuvo tres hijos: Güido J., Diana y Magda Martinelli Endara. Güido J., contrajo matrimonio con Mariela Mérida y son padres de Güido J., Aldo G., Pablo E. y Adriana. Diana I., contrajo nupcias con Desmond Harrington, con quien tuvo una hija: Valerie. Magda, contrajo matrimonio con Andrés Francisco Torres. Rolando H. Martinelli Della Togna (Pin), nace en Soná en 1938. En la Universidad de Maryland realizó sus estudios de

Economía Agrícola. Recibido trabajó inicialmente con el Banco Chase, integrándose posteriormente a las empresas de la familia. Ha sido viceministro de Agricultura en 1969, presidente de la Comisión de Reforma Agraria 1969 y Diputado a la Asamblea Nacional de 1989 a 1994. Contrajo matrimonio con Arelis Remond Poll y son padres de Rolando Humberto, Juan Carlos, Gianina, Arelis y Jorge Enrique. Rolando Humberto, contrajo nupcias con Denise Bennett Arosemena, son padres de Rolando III; Daniel Enrique, Juan Gabriel y Beatriz Ivonne. Juan Carlos, casado con Aída Mónica Icaza, son padres de Luciana María y Danniela María. Gianina, casada con Mario Correa Esquivel, son padres de Luis Eduardo y Gabriel Ricardo. Arelis, esta casada con Iván De Ycaza y tienen un hijo: Damián Daniel. Edda Victoria Martinelli Della Togna, nace en Soná en 1941, obtuvo la Licenciatura en Diseño de Interiores en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Panamá y en la Universidad Santa María la Antigua del Darién. Durante 1965 y hasta 1968 fue Cónsul General de Panamá en Saint Louis Missouri, y desde 1999 ocupa el cargo de Embajadora de Panamá ante la Santa Sede y la Soberana Orden de Malta.

En octubre de 2002 el Vaticano le concedió la Condecoración Magna Cruci Ordinis, de la Orden Piana. Recibió también en el mismo año, de la Soberana Orden Militar de Malta la Gran Cruz; y de la Orden Militar del Santísimo Salvador y Santa Brígida de Suecia, la Condecoración de Dama de Gran Cruz de Gracia Magistral. En el ámbito empresarial fue fundadora y presidente de ADDEX; S.A. Actualmente es presidente de Ganadera Edda (propietaria de fincas y recursos ganaderos), así como otras corporaciones. Está casada con el doctor Demetrio Dutari Estévez, especialista en Medicina Interna con quien tiene cuatro hijos: María Isabel, Victoria Eugenia, Tito Enrique y Rafael Antonio Dutari Martinelli. María Isabel, tiene tres hijos: Claudia Victoria, Juan Luis y Alejando José Correa Dutari. Victoria Eugenia, está casada con José Miguel Alemán Healy, y son padres de Miguel y Felipe José Alemán Dutari. Tito Enrique, contrajo matrimonio con Elvira Fiorentino Porras y son padres de María Cristina Dutari Fiorentino. Rafael Antonio, se casó con María Estela Díaz Strunz y son padres de Rafael Antonio y Ricardo Enrique Dutari Díaz. Francisco Martinelli Pardini (Ruco) (1908-1970) empresario y ganadero, ostentó por décadas la concesión minera más

Edda Victoria Martinelli Della Togna y su esposo, Demetrio Dutari, junto a Su Santidad Juan Pablo II.


Los Martinelli

Gran parte de la familia Martinelli han sido reconocidos políticos y servidores públicos.

Ricardo y Mario Martinelli Berrocal, Enrique “Toto”, Alberto “Titi” y Güido Martinelli. Sentado, don Ricardo Martinelli Pardini. grande en sus tiempos. Hombre muy conocido y estimado por todos, con gran don de gente y absorbente personalidad. Contrajo matrimonio con Delia Bermúdez, con quien tuvo seis hijos: Francisco, Ramón, Raúl, Irene, Maribel y Mariela Martinelli Bermúdez. Francisco Martinelli Bermúdez, contrajo matrimonio con Delia Patton, son sus hijos, Francisco, Michelle y Graciela Martinelli Patton. Francisco, está casado con María Antonieta Thalassinos, y son padres de Francisco Pablo y Miguel Antonio. Ramón Martinelli Bermúdez (q.e.p.d.) estuvo casado con Milka Corró, padres de Ramón, Larissa, René y Yesenia Hijas del matrimonio de Larissa con Ricardo Alcedo son Mariamelia, María Lucía y María Sofía. Raúl Martinelli Bermúdez, contrajo matrimonio con Alida Vallarino Sosa y son padres de Alida Raquel, Raúl y José Antonio Martinelli Vallarino. Alida Raquel, está casada con Rodolfo Palomino y son padres de Luccia Danielle. Raúl, se casó con Daisy Reyes, son padres de Andrea. José Antonio, casado con Guadalupe Miranda son padres de Cristina Raquel. Irene Martinelli Bermúdez, se casa con Javier Cardoze F. y son padres de Marlene, María Fernanda, Javier Antonio y

Juan David Cardoze Martinelli. Marlene se casó con Horacio Mendoza, y son padres de Diego Mendoza Cardoze. María Fernanda está casada con Javier Ferrer. Maribel Martinelli Bermúdez, contrajo matrimonio con Luis Roberto Levy Cervera y son sus hijos Liz Marie, Ana Lorena y Luis Roberto Levy Martinelli. Liz Marie está casada con Jorge Morgan Vallarino y son sus hijos Daniel, Isabella y Jorge Enrique Morgan Levy. Ana Lorena está casada con Phillipe Claude y tienen una hija: Valentine Claude Levy. Mariela Martinelli Bermúdez, se casó con John Moses Arias, son sus hijos John Moses Martinelli, casado con Patricia Quijano; Melissa Moses Martinelli, casada con Alfredo Maduro; Ramón Alberto y Emmanuel Antonio Moses Martinelli. María Sara Martinelli Pardini (1911-1988), contrajo matrimonio con Enrique Bermúdez Icaza, fueron padres de Myriam, María Sara, Rodolfo y Enrique Bermúdez Martinelli. Myriam Bermúdez Martinelli, licenciada en Finanzas, ha sido Embajadora de Panamá en la UNESCO (París, Francia) y en la República de El Salvador. María Sara Bermúdez Martinelli, licenciada en Administración de Empresas, fue secretaria de la Embajada de

Washington por diez años, posteriormente trabajó en el Chase hasta su jubilación. Rodolfo Bermúdez Martinelli, médico optómetra, contrajo matrimonio con Marta De León, con quien tiene tres hijas, Julia, Marta Cecilia y Maricarmen Bermúdez De León. Julia está casada con Jorge Tzortzatos Coutsoumbos y tienen a Jorge Enrique. Enrique Bermúdez Martinelli, médico optómetra, casado con Liliana Kant, tienen a María Sara, Enrique y María Alejandra Bermúdez Kant. Eugenia Felicia Martinelli Pardini, nació en 1912. Sirvió a la educación del país y fue propulsora nacional de la enseñanza musical. Contrajo matrimonio con José Della Togna Dutari (Chito), hombre polifacético que en su vida pública fue Diputado en la Asamblea Nacional de Panamá en dos períodos. Gobernador de Bocas del Toro, Cónsul General de Aruba, Director de Aeronáutica Civil, Presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos y del Instituto Ganadero. El matrimonio tuvo siete hijos: José Francisco (Molo), Carlos Alberto, María Eugenia, Reynaldo, Humberto (Beto), Orlando Ricardo y Gisela Della Togna Martinelli. José Francisco Della Togna Martinelli (q.e.p.d.), contrajo matrimonio con Dora Burgos Zubieta y tuvieron a Diana Isabel (q.e.p.d.) y Gloribeth, quien se casó con Rodrigo Castrellón y son sus hijos Ana Gabriela y Daniela Elisa Castrellón Della Togna. Carlos Alberto Della Togna Martinelli, arquitecto, constructor, banquero y ganadero. También se ha desempeñado como autor/compositor destacado a nivel nacional, ha fungido como Presidente de la Sociedad Panameña de Autores y Compositores (SPAC) y ha sido el Productor Artístico del Festival Nacional de la Tambo-

rera Ricardo Fábrega en sus últimas 10 versiones. Estuvo casado con Maribel Castillero Espino y tienen como hijos a Catherina, Carlos Alberto, Juan Ramón Della Togna C., así como Luis Alberto, Giancarlo y Dante Alessandro Della Togna. Luis Alberto, está casado con Marisol Polo y son sus hijos Marie Giannina, Ana Carolina y Luigi. Catherina se casó con Guillermo Leblanc y tienen a Paul Ignace y Juliette. Carlos Alberto está casado con Yill Otero Guevara. María Eugenia Della Togna Martinelli, está casada con Abdiel C. Terán Dutari, y son sus hijos: Julio César, Abdiel, Lianella Isabel y María Isabel Terán Della Togna. Julio César, contrajo matrimonio con Alexandra Quintero y son padres de Liz Marie y Amelia. Abdiel, casado con Eyza Berrio, padres de Lianella Marie y Alyssa. Lianella Isabel está casada con Jaime Alvarado. María Isabel se casó con Rogelio Enrique Cruz Landero y son padres de María Isabel y Abdiel Enrique. Reynaldo Della Togna Martinelli, médico odontólogo se casó con Clara O. Nieto, son padres de Clara Eugenia, Marisol, Gina y Ricardo Della Togna Nieto. Clara Eugenia está casada con Ricardo Angulo y son padres de Mariana; Reynaldo se casó con Lisa Koch. Humberto Della Togna Martinelli, ingeniero civil, constructor y ganadero casado con Adelina Mercedes Monterrey, padre de Humberto, Giovanna y María Lorena Della Togna Monterrey, así como de Estela del Carmen y Valerie Alexandra Della Togna. Orlando Ricardo Della Togna Martinelli (q.e.p.d.), se casó con Eyra Carles, son padres de Orlando Ricardo y José Francisco Della Togna Carles. Gisela Della Togna Martinelli, casada con Andrés Sape-

ne Lander, son padres de Francisco José y Ramón Andrés Sapene Della Togna. Ricardo Martinelli Pardini (1914-2001) se graduó de Cirujano Odontólogo en la Universidad de Maryland Estados Unidos en 1942, ejerciendo su profesión hasta los años 60, para dedicarse después a la agricultura y ganadería en Soná, así como sus negocios en Panamá. Fue Cónsul General de Panamá en Baltimore, Maryland. Contrajo matrimonio con Gloria Berrocal Fábrega y fueron padres de cinco hijos: Ricardo, Mario Enrique, Analida, Irma Lorena y Gloria Esther Martinelli Berrocal. Ricardo Martinelli Berrocal, nace en Panamá en 1952. Obtuvo su título de licenciado en Administración de Empresas en la Universidad de Arkansas y tomó una maestría en Finanzas en el INCAE. Contrajo matrimonio con Marta Linares con quien tiene a Ricardo Alberto, Luis Enrique y Carolina Isabel Martinelli Linares. Ha sido director de la Caja del Seguro Social y Ministro de Asuntos del Canal. Es director del Global Bank, TVN, Panasal, Central Azucarera La Victoria, Plastigol, Gold Mills, Calox de Panamá y Blue Ribbon, entre otras. Es presidente de la cadena de Supermercados Super 99. En la actualidad es candidato presidencial para las elecciones presidenciales del 2004 por el partido Cambio Democrático. Mario Enrique Martinelli Berrocal, nace en 1953 Recibió el título de licenciado en Administración de Empresas en la Universidad de Arkansas, también se graduó de Abogado en la Universidad Santa María La Antigua. Ejerció de Notario del Circuito de Panamá. Casado con la doctora Ivonne Matute tienen dos hijos: Mario Enrique e Hilda Isabel Martinelli Matute. Es director de Central Azu39


Los Martinelli

Todos los descendientes han tenido éxito en el campo de los negocios y la ganadería.

La familia en el monumento Grito de Independencia de Próceres en Soná. carera La Victoria, Blue Ribbon, Gold Mills, Calox de Panamá, entre otras. Vicepresidente de la cadena de Supermercados Super 99. Analida Martinelli Berrocal, nace en 1955. Obtiene el título de Administración de Empresas con especialidad en Finanzas en Florida State University. Se casó con Dámaso Blas Villanueva García (q.e.p.d.); y tuvieron a Patricia, Ana María y Diego Manuel Villanueva Martinelli. Directora de Avipac, Aseguradora Ancón. Es actualmente Contralora de Supermercados 99. Irma Lorena Martinelli Berrocal, nace en 1957, obtiene el título de Administración de Empresas en Loyola University, Louisiana. Directora de Gold Mills, en la actualidad lleva la Publicidad y Relaciones Públicas de los Supermercados 99. Casada con Roberto de Lima (q.e.p.d.) tiene una hija: Analida Ester. Gloria Esther Martinelli Berrocal, nació en 1961. Obtuvo su título de Administración de Empresas en Florida State University. Casada con David de Jesús Virzi Jiménez, el matrimonio tiene tres hijos: Ana Laura, Marcela Isabel y David José Virzi Martinelli.

María Elida Martinelli Pardini (1915-2002) conocida por todos como Elide, se distinguió por su paciencia y amabilidad. Con una gran pasión por su familia, fue excelente esposa, madre y nuera. Dedicó su vida a hacer el bien, perteneció al grupo de Damas de la Caridad. Contrae matrimonio con Oscar Townshend Lapeira fueron padres de Elide (q.e.p.d.) y Frederick Townshend Martinelli. Frederick Townshend Martinelli, contrajo matrimonio con María de Lourdes Pérez Balladares son padres de Rose Marie, casada con Gregory P. Baloga; Ann, Victoria y Frederick A. III Townshend Pérez Balladares. Todos residen en Estados Unidos. José Ramón Martinelli Pardini, nació en Soná en 1917. Obtuvo su título de Doctor en Derecho en la Universidad de Baltimore, Maryland. Fue Cónsul General de Panamá, tanto en Baltimore como en Houston, Texas por 15 años. De regreso en Panamá, se dedicó a la ganadería hasta el fin de sus días. Contrajo matrimonio con Margarita de las Mercedes Tono Irisarri y tuvieron tres hijas, Sara Margarita Francis, Sonia Isabel de Lourdes e Ileana del Carmen Martinelli Tono. Sara Margarita Martinelli Tono, nace en 1949. Obtuvo su titulo de Bióloga en el College of Notre Dame of Maryland. Fue oficial de contratos en el U.S. Navy hasta su jubilación. Es co-fundadora y actual Presidenta de la Fundación Tierra Nueva. Contrajo matrimonio con Rodrigo de la Guardia Arosemena, de cuya unión nacieron Alina Marie y Rodrigo José. Alina Marie está casada con Oscar Emiliani Valencia y tienen a Ximena de Lourdes y Oscar Alberto. Sonia Isabel de Lourdes Martinelli Tono, nace en 1952. Obtiene su título de Antropóloga en la Universidad de McGill, Canadá. y su maestría en la Universidad de Essex, Inglaterra. Es Representante Auxiliar del Fondo de Población de las Naciones

Unidas. Contrajo matrimonio con el doctor Stanley Heckadon Moreno y tienen dos hijos: Diego Antonio y Mónica Isabel. Ileana del Carmen Martinelli Tono, nace en 1959. Obtiene su título de licenciada cum lauda en Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Santa María La Antigua. Labora como abogada en la firma Arias, Fábrega & Fábrega en el área de propiedad industrial, en la que ha destacado nacional como internacionalmente. Fue presidenta de la Asociación Panameña de Derecho de la Propiedad Industrial de 1998 a 2002. Emma Martinelli Pardini (1919-1995), conocida como la Tía Muma, última hija de Don Checo, mujer excepcional, madre y esposa abnegada, se dedicó a cuidar de su padre los últimos años y a la Iglesia San Isidro de Soná por 50 años. Contrajo matrimonio con el empresario y ganadero Florentino Dutari García y tuvieron dos hijos: Roberto Marcial y Emma Maritza Dutari Martinelli. Roberto Marcial Dutari Martinelli, médico odontólogo, contrajo primeras nupcias con Dora Bermúdez Dutari con quien tuvo a Marelissa, Anamae y Roberto Dutari Bermúdez. Marelissa, está casada con Alberto Tamburelli y son padres de Miguel Alberto y María Gabriela Tamburelli Dutari. Anamae, casada con Julián París son padres de Dorianne, Julia y Lizamae París Dutari. Roberto está casado con Carolina Benítez. De su segundo matrimonio con Carla Ferrari son Liz Marie, Alvaro y José Dutari Ferrari. Los numerosos integrantes de esta familia agradecen a don Juan Pardini Pardini su valioso ejemplo como luchador constante y maestro en muchas lides. A través de su vida, él supo irradiar caballerosidad y honradez, así como elevados conceptos morales y sociales, los cuales representan el más importante legado recibido por sus descendientes.

La familia en pleno reunida en casa de la señora Edda Martinelli de Dutari para celebrar la navidad del año 2002. 40



Grandes Familias de Panamá II

Los Mendoza Hijos meritorios e insignes a través de varias generaciones.

Doctor Carlos A. Mendoza Soto (1856-1916).

S

i hay algo que palpita permanentemente en la historia de la familia Mendoza es el amor a la libertad. El 14 de septiembre de 1829, nace en Panamá Juan Mendoza Herrera, hijo del joven capitán del ejercito venezolano Antonio Mendoza, y la dama panameña Antonina Herrera. Desde niño demostró rasgos de una vigorosa personalidad que cimentó con sus estudios de Derecho. Se incorporó desde muy joven al Partido Liberal y llegó a ocupar los más importantes cargos en el servicio público de Panamá. Fue secretario de Gobierno, secretario de Hacienda, secretario general de Estado, dejando en cada uno de ellos muestras de integridad y defensa inalterable de sus ideales. Contrajo matrimonio con Josefa Soto -la menor de las hijas de don José Victoriano Soto- con quien tuvo trece hijos, siete de ellos varones: Oscar, el mayor, vivió unos pocos meses; Genaro, quien se incorporó al ejército bajo el mando del general Felipe Arias y, durante la Guerra de los Mil Días, con el grado de coronel, luchó a favor de la causa liberal; Alberto, llegó a ser un notable jurista; Juan Antonio, defensor como todos los Mendoza de la causa liberal, cayó luchando por ella el 24 de julio de 1900 en el Combate del Puente de Calidonia durante la Guerra de los Mil Días; Alcides, quien fue subtesorero de la recién nacida República; e Ismael quien soñó llegar a ser torero y lo consiguió muy joven. Las seis hijas mujeres fueron Carlota, Eladia, Albertina, Josefa del Carmen, Rosa y Laura. Rosa -una jovencita de mucho caracter-, decidió estudiar para telegrafista, logrando ser la primera mujer panameña que ejerció ésta profesión. Laura contrajo matrimonio con don Antonio Conte y tuvieron varios hijos, entre ellos el destacado médico doctor Horacio Conte Mendoza; Magdalena

Pese a ocupar importantes cargos, Carlos A. Mendoza Soto nunca olvidó su origen humilde. 42

El capitán Antonio Mendoza, que perteneció al grupo de los libertadores de Venezuela, fue el fundador de la familia Mendoza en el Istmo. De sus descendientes su nieto, Carlos Antonio Mendoza Soto dejó huellas imborrables en nuestra historia patria como soldado de la revolución liberal, tribuno en plazas públicas, incorruptible periodista de combate y también como estadista, siempre defendiendo con calor y honradez sus convicciones.

Don Juan Mendoza Herrera (1829-1876), figura determinante del arrabal santanero, fue presidente del Estado Soberano de Panamá y senador de la República. A la derecha, doña Rita Barsallo de Mendoza, madre abnegada y mujer ejemplar que fue compañera inseparable del doctor Carlos A. Mendoza Soto.


Los Mendoza

Don Carlos Antonio Mendoza Soto fue uno de los forjadores de la nueva República.

Junta de Gobierno presidida por el doctor Carlos Antonio Mendoza Soto.

“Humilde hijo del pueblo como lo soy, y como siempre me he enorgullecido en proclamarlo, mis conciudadanos no tendrán en mí un caprichoso director de sus destinos, sino el primero de sus servidores”. (Alocución del Dr. Carlos Mendoza al pueblo panameño como Presidente de la República, el 2 de mayo de 1910).

Conte de Duque y Carlota Conte Mendoza. El doctor Conte Mendoza estudió en Inglaterra, donde se casó con Constance Brinton y tuvieron dos hijos: Antonio Tomás e Isabel. Carlos Antonio Mendoza Soto (1856-1916), fue el quinto hijo del matrimonio Mendoza Soto, llamado por el destino y su enorme capacidad a desempeñar honrosas posiciones en la historia panameña. Desde muy temprana edad y hasta su muerte, asumió la dirección de la familia. En 1869, cuando el general Buenaventura Correoso ejercía el Gobierno del Estado Federal de Panamá Carlos A. Mendoza, fue favorecido con una beca para emprender estudios superiores en Bogotá. En 1875 regresa al istmo a causa de las conmociones políticas que agitaban Colombia. Al año siguiente fallece su padre y se hace

cargo de las obligaciones familiares; consigue trabajo en la casa comercial Arosemena Hermanos y posteriormente obtiene su primer cargo público al ocupar el puesto de Archivero en la Secretaría de Gobierno, nombrado por el presidente, general Rafael Aizpuru. Desde entonces hasta 1884 ocupó en los gobiernos del Estado Soberano los puestos de Tesorero General de Instrucción Pública, Procurador General del Estado, Gobernador del distrito capital, Subsecretario de Hacienda, diputado a la Asamblea Legislativa y miembro del Cabildo de Panamá. De extracción humilde, Carlos A. sobresalió como hombre de gran talento y extraordinaria conciencia social. Surgido del arrabal santanero, sabía despertar la emoción popular. Su gran objetividad y fuerte personalidad lo convirtió muy

pronto en un profesional de gran prestigio. En 1882 contrajo matrimonio con la dama panameña Rita Barsallo, con quien tuvo una hija: Josefa María Mendoza Barsallo. Para 1888, luego de la derrota sufrida por la revolución liberal de 1885, Mendoza y otros jóvenes -entre los que estaban Belisario Porras y Eusebio A. Morales-, despiertan la aletargada conciencia del istmo. Mendoza se comunica con las masas y frecuentemente acude a la plaza pública. Recurrió igualmente al periodismo combativo a través de diferentes órganos de prensa como La Idea, El Deber, El Ciudadano y El Criterio; nunca abandonó su tendencia a expresar por escrito sus ideas, aún en los tiempos de intolerancia y represión. Cuando llegó la hora de la rebelión, todavía vestido de civil, expuso su vida en cada uno de los combates contra las fuerzas superiores del ejército colombiano. La mañana del histórico 3 de noviembre de 1903, José Agustín Arango, jefe del movimiento separatista, informó a Carlos A. Mendoza de la inminente emancipación, solicitándole que conjuntamente con el doctor Eusebio A. Morales preparasen la Declaración de Independencia. El extraordinario aprecio que los miembros de la Junta

Separatista mostraron a estos eminentes ciudadanos por la redacción del histórico documento, determinó que se les llamase a colaborar con el gobierno que se formó una vez proclamada la República, como ministros de Justicia y Gobierno, respectivamente. Como ministro de Justicia correspondió al doctor Mendoza sentar las bases para la organización del Poder Judicial y la creación de comisiones

para preparar los Códigos Nacionales. Posteriormente fue llamado a ocupar el puesto de secretario de Hacienda y Tesoro, donde reveló capacidades no conocidas, ni aún por sus amigos íntimos. “Transformó aquel departamento -que era un caos- en un centro ordenado y metódico, donde podía conocerse en un instante el estado exacto de las finanzas nacionales. Organizó las rentas y estableció estrecha vigilancia en la recaudación de estas”. En 1910, siendo segundo Designado, ocupa la presidencia de la República al fallecer el titular, José Domingo de Obaldía; meses antes, había fallecido el primer Designado, José Agustín Arango. Durante su presidencia, el doctor Mendoza jamás abandonó su domicilio en el arrabal santanero, no tuvo temor del contacto con el hombre de la calle, ni de convertirse en vocero de los humildes. En el gobierno de Pablo Aro-

El doctor Carlos A. Mendoza junto al doctor Eusebio A. Morales. Sus ideales independistas, los unió en una amistad que se mantuvo inquebrantable a través de los años. 43


Los Mendoza

Todos los Mendoza han sido acérrimos defensores del liberalismo y la soberanía patria. semena (1910-1912) fue elegido como delegado de Panamá en Colombia, con el fin de convencer al gobierno de Bogotá que reconociera la independencia de nuestro territorio. Posteriormente, ocupó el cargo de presidente del Directorio del Partido Liberal. Extracto del discurso del doctor Eusebio Morales en julio de 1912. En el largo período de la Regeneración colombiana, Mendoza fue un luchador incansable, inteligente y valeroso. No hubo campaña política en la cual no tomara parte con el ímpetu y la energía pasmosa que pone en todo lo que acomete, y por tal razon llegó a ocupar un puesto muy elevado entre los jefes del Partido Liberal y uno mucho más importante aún en el concepto de los copartidarios que saben distinguir lo que vale mucho de lo que tiene un valor mediocre o nulo. El prestigio de

un político no se adquiere en cuatro días de declamación, de bullanga, de gritos mercenarios y de explosión de cohetes; se gana con servicios, con sacrificios reales, con ofrecer la vida por su causa si ello es necesario, con actos de abnegación que demuestran elevación de espíritu, con actos que prueban integridad de carácter. Esos elementos del prestigio no se conquistan en un dia. Mendoza ha dado todas esas pruebas, ha demostrado en la adversidad la integridad de su carácter, ha sacrificado su bienestar personal por su partido y por su patria, ha expuesto su vida como soldado por conquistar para sus conciudadanos un poco de libertad y justicia. El 13 de febrero de 1916, un infarto cardíaco, termina con la vida de Carlos A. Mendoza, y la nación perdía uno de sus caudillos más prestigiosos. Su sepelio fue un impresionante testimonio del duelo que

embargaba a toda la ciudadanía. La prensa nacional y extranjera destacó con numerosos editoriales y artículos biográficos la brillante trayectoria de este hijo meritorio del istmo y fueron innumerables las manifestaciones de pesar y condolencias recibidas de los gobiernos y personalidades de todo el mundo. Josefita Mendoza Jaén, nació en la ciudad de Panamá el 25 de mayo de 1883. Siempre quiso ser maestra, profesión que ejerció con amor, dedicación y distinción. Ella hizo de la educación un apostolado. Recibió su formación profesional de las señoritas Matilde y Rosa Rubiano, insignes educadoras colombianas traídas a Panamá por el gobierno nacional para dirigir la Escuela Normal de Institutoras. En 1916, Carlos A. Mendoza construyó para su familia una residencia en Bella Vista, entonces un nuevo barrio en las

afueras de la ciudad donde ya la familia había sembrado árboles frutales y, entre esos, un grandioso árbol de mango. Al morir su padre, Josefita Mendoza decide iniciar su magisterio y, bajo la sombra del frondoso árbol, enseñar las primeras letras a los niños del vecindario. Allí, bajo esa maravillosa sombra fresca, doña Josefita finalmente fue maestra de su escuelita. Doña Josefita -como siempre la llamaron sus alumnas-, recibió múltiples homenajes y muestras de aprecio y reconocimiento por los servicios prestados a la educación nacional, su fina cultura y su extraordinaria calidad humana. La Escuela Normal de Institutoras le ofreció en 1927 un cálido homenaje al cumplir ella 25 años de profesorado. En esa ocasión, nuestra laureada poetisa, doña María Olimpia de Obaldía le dedicó su poema “La Maestra”, del cual transcribi-

Busto del Dr. Carlos A. Mendoza, ubicado en la Plaza Santa Ana. mos dos estrofas. El gobierno nacional le otorgó dos condecoraciones. La primera, la Orden Vasco Nuñez de Balboa en 1950, honor que igualmente otorgó a las distinguidas forjadoras de la educación nacional, las profesoras Débora Henríquez de Ayala, Inéz

Poema dedicado a Josefita Mendoza Jaén, en el Día del Maestro LA MAESTRA Para doña Josefita Mendoza de Jaén, distinguida institutora de mi Patria. Es la niñez, jardín fresco y ameno de trinos y de aromas siempre lleno y de suave fulgor y jardinera del vergel risueño la maestra lo cuida con empeño, con solícito amor... Honor y amor para los nobles seres que desdeñan la copa de placeres por cumplir su misión sin su constancia, abnegación y celo el pensamiento no emprendería el vuelo para buscar el sol...

María Olimpia de Obaldía Diciembre 1ero. 1927 Día del Maestro 44


Los Mendoza

El legado del Dr. Carlos A. Mendoza ha sido seguido con rectitud por sus descendientes. Fábrega de Prieto y Lilia Sosa. Años mas tarde, en 1970, recibió la Orden Manuel José Hurtado, reconocimiento otorgado a las educadoras . Después de terminar sus labores de docencia, trabajó activamente en importantes proyectos de beneficio social y civico. Fue socia fundadora de Acción Católica y la Liga Patriótica Femenina, cuyo objetivo fue la promoción del voto para la mujer y su participación en la Asamblea Nacional, logrando promover, postular y llevar por primera vez a dos prestigiosas educadoras, la doctora Esther Neira de Calvo y la profesora Gurmencinda Páez a la Asamblea Constituyente de 1945. Tambien tuvo destacada participación en La Mesa Redonda Panamericana y en la Unión de Ciudadanas de Panamá, institución todavía activa y próxima a cumplir cuarenta años de la labor ininterrumpida. Doña Josefita Mendoza de Jaén, falleció en la ciudad de Panamá el 29 de mayo de 1974, a los 92 años de edad. Gladys Jaén Mendoza, hija única de Josefita Mendoza Barsallo y el arquitecto Octavio Jaén, natural de Penono-

Familia Jaén Mendoza. Sentados: Gladys Jaén Mendoza de Brannan (al centro) y sus hijos (de izquierda a derecha) Betty, Rita, Victoria y Chale. De pie: Sofía, Nathan y Susana Berger, Fredric Berger y Eugenio Rodríguez Carreira. mé, nace en Panamá y contrajo ma-trimonio con el ingeniero de origen estadounidense Francis T. Brannan, con quien tuvo cuatro hijos: Elizabeth, Rita Cecilia, Charles y Gladys Victoria

Brannan Jaén. Elizabeth “Betty” Brannan Jaén, está casada desde 1978 con el ingeniero Fredric S. Berger con quien tiene a Sofia Margot, Nathan Octavio y Susana

Raquel. Rita Cecilia Brannan Jaén, está casada con Eugenio Rodríguez Carreira. Charles “Chale” y Gladys Victoria Brannan Jaén están solteros.

Pese a tener casi noventa años de construída (recuadro), la residencia familiar en Bella Vista conserva su estructura original. 45


Grandes Familias de Panamá II

Los Morales Un compromiso que viene de generación en generación.

Eusebio Antonio Morales Mogollón.

Eusebio A. Morales tenía sólo veintiún años cuando llegó a Panamá procedente de su natal Colombia, que se debatía en un ambiente de anarquía. Desde su llegada y durante los años que siguieron a la formación de la nueva República, su participación activa en la vida política y afán patriótico de servir al país, lo hicieron merecer la admiración y el respeto de cuantos lo conocieron y ser reconocido como uno de los principales rectores de la nación panameña.

ació en Sincelejo, departamento de Bolívar, Colombia, el 5 de febrero de 1865. Fueron sus padres Juan José Morales y Ramona Mogollón de Morales. De espíritu crítico y analítico, realizó sus estudios en la Universidad de Cartagena, donde recibió su título de Doctor en Derecho y Ciencias Políticas. Llegó al istmo en 1886, luego de la derrota de los liberales en Colombia, cuando el triunfo del doctor Rafael Núñez, hacía morir el Estado soberano de Panamá creado en 1855. Estableció su residencia en la ciudad de Colón, en ese entonces, centro de reuniones de personas distinguidas que de todo Colombia llegaban en busca de asilo tranquilo y seguro contra las persecuciones e intolerancias políticas del resto del país. Aquí ejerció su profesión de abogado y las funciones de juez municipal. En Panamá conoce al doctor Belisario Porras; la doctrina liberal, la concordancia de sus pensamientos, anhelos y esperanzas, hicieron que en ambos naciera una viva simpatía, que el tiempo convirtió en intima amistad. En aquella misma época conoció al doctor Carlos A. Mendoza, otro de los grandes pilares del liberalismo istmeño. La situación política, social y económica de nuestra patria hizo que él fuera incorporado rápidamente a nuestra nacionalidad, iniciando su actividad partidista en el Partido Liberal. En 1888 contrajo matrimonio con la dama panameña María Enriqueta

N

Eusebio A. Morales tuvo una estrecha amistad con Belisario Porras y Carlos A. Mendoza. 46

Doña María Enriqueta Bermúdez Arosemena. De su matrimonio con Eusebio Morales tuvo seis hijos.


Los Morales

Eusebio A. Morales fue un hombre sencillo que gustaba de las peleas de gallos y nadar en la playa. Bermúdez Arosemena con quien tuvo seis hijos: Eusebio, Enriqueta, Ricardo, Josefina, Juan y Elena, herederos de las virtudes de sus progenitores. Se traslada a la ciudad de Panamá, donde su fama de jurista se extendió rápidamente. Durante la Guerra de los Mil Días actuó junto a Porras y Mendoza. En 1903, fue llamado a colaborar en la nueva República y fue el autor del Mensaje y del Manifiesto de la Junta Provisional de Gobierno, así como también de la carta protesta que en agosto de 1904 le presentó José Domingo de Obaldía a John Hay. Ocupó varias secretarías de Estado, negoció empréstitos y tratados en los Estados Unidos, ocupó altos cargos dentro del Directorio Liberal, fue periodista y ensayista destacado y miembro de número de la Academia Panameña de la Lengua. Fue además, diputado a la Asamblea Nacional y presidente de la misma, catedrático de la Facultad Nacional de Derecho, etc. De entre sus innumerables actuaciones como servidor público, debemos destacar su notable desempeño como secretario (ministro) de Educación durante los gobiernos de José Domingo de Obaldía y Carlos A. Mendoza en que organizó y reglamentó la enseñanza primaria; no menos distinguida y sobresaliente fue su gestión como secretario de Hacienda y Tesoro cargo que ocupó durante la Tercera Administración del doctor Belisario Porras y en la de Rodolfo Chiari. Su preocupación lo llevó a examinar a fondo el sistema tributario y a sugerir las reformas necesarias; es a su iniciativa que debemos casi todas las leyes de carácter fiscal de ese entonces, así como la reorganización del Banco Nacional. La participación activa del doctor Morales en tantas cues-

tiones de gran importancia para la nación, suscitó en algún momento la reacción de políticos ambiciosos, quienes no dudaron en hostilizarlo abierta o veladamente. Él, por su parte, sólo miraba con desprecio y desdén estas actitudes, y alguna vez declaró: “Yo soy enemigo de dar explicaciones de mi conducta. A mí me causan tristeza los hombres que a cada momento están dando explicaciones al público sobre lo que hacen o no hacen con el fin de responder a cargos pueriles o graves, manifiestamente injustos y apasionados. Yo ni explico ni me defiendo. Hay dentro de mí un testigo superior que sabe lo que hago, lo que soy y lo que merezco, y mientras ese testigo esté satisfecho, la voz de los calumniadores, la baba de los envidiosos, la ira de los necios y los estúpidos, en nada alteran la serenidad de mi espíritu. Yo me considero muy por encima de toda esa muralla asquerosa que surge de las democracias embrionarias y que trata de hacerse sentir mordiendo furiosamente a todo ser humano que tiene algún merito; y aún en la humildad de mi vida, tengo para todas esas gentes la única respuesta de mi desprecio y mi silencio” Eusebio Morales disfrutaba cada instante de la vida; lejos de los quehaceres propios de la profesión y la actividad partidista, gustaba de las peleas de gallos y nadar en la playa. Le encantaba la ópera; lo alegraban mucho las fiestas de carnavales en las que solía participar mezclándose con la gente entre los desfiles. En 1928 publicó su libro en dos tomos: “Ensayos, Documentos y Discursos” Falleció trágicamente en un accidente automovilístico el 8 de febrero de 1929.

Eusebio Antonio Morales Bermúdez. Eusebio Antonio Morales Bermúdez, nace en Panamá, en 1890. Realizó sus estudios en Cartagena, en Freeport, Long Island, y en la Universidad de Paris, Facultad de Ciencias Políticas, donde se graduó en Psicología y Periodismo. Trabajó en el “Diario de Panamá”, del cual su padre era propietario. Fue Fiscal del Juzgado Superior. Contrajo matrimonio con la francesa Suzanne Baillargeat y tuvieron dos hijos: Eusebio y Jorge Morales Baillargeat. Murió en 1914, a la temprana edad de 24 años. Eusebio Morales Baillargeat “Bebí”, (1910-1999). Se graduó en Eaton College, Inglaterra. Trabajó en Panamá en el Royal Bank of Canada. Posteriormente ingresó al servicio diplomático, fue Cónsul en Londres, Embajador en México, las Naciones Unidas, República Dominicana e Inglaterra. Se casó con Ana Luisa López Fábrega y fueron padres de Eusebio Antonio, María Margarita y Jaime Morales López. Eusebio Antonio (Chebito) Morales López, contrae matrimonio con Maritza Isabel Diez Ramírez, siendo padres de cuatro hijos: Eusebio Antonio, Anadele María, Larissa Inés y Manuel Antonio Morales Diez. Eusebio Antonio Morales Diez, contrajo matrimonio con Anabelle Vanesa Viggiano Piad; son padres de Anabelle, Giu-

liana y Valerie. Anadele María Morales Diez, está casada con Luis Alejandro Posse Martinz y son padres de Luis, Ana Cristina y Ana Isabel. Larissa Inés Morales Diez, contrajo matrimonio con Juan José Berberián Salvado y son padres de Aída, Andrés y María Alejandra. Manuel Antonio Morales Diez, casado con Ida Isabel Virzi Vallarino, son padres de María y Juan Manuel. María Margarita (Marisita) Morales López, contrajo matrimonio con Kurt Honold Guajardo y tuvieron a Kurt, Anita, José Antonio, Marco Antonio y Jaime Eusebio Honold Morales. Jaime Antonio (Jimmy) Morales López, casado inicialmente con Leticia Arias de Para, tuvo dos hijos: Jaime y Fernando Morales Arias. Casado en segundas nupcias con Susana Hall, es padre de Susana y Cristina Morales Hall. Jorge Morales Baillargeat, (1913-1977). Se graduó de Doctor en Odontología en Emory University en Atlanta, Georgia. Se especializó en Cirugía Máxilo-Facial en Columbia University, Nueva York siendo el primer especialista en Panamá en esta rama. Practicó a nivel público y privado exitosamente. Perteneció al Partido Liberal y fue cónsul en Londres, Inglaterra y embajador ante los gobiernos de Haití y

República Dominicana. Se casó con Bélgica Quijano, con quien tuvo tres hijos: Jorge, Lyda y Alina Morales Quijano. Posteriormente contrajo matrimonio con Yolma Alvarado, con quien tuvo una hija Enriqueta Morales Alvarado. Jorge Morales Quijano, ingeniero, contrajo matrimonio con Magali Méndez Ojeda y tuvieron dos hijos: Jorge Enrique y Rodolfo Antonio Morales Méndez. Casado en segundas nupcias con Aurora Lugo Vallarino, tiene dos hijos: Anabella e Iván Alexis Morales Lugo. Alina Morales Quijano, contrajo matrimonio con Jorge Enrique Mattos y son sus hijos Ritha y Jorge Enrique Mattos Morales. Enriqueta Morales Alvarado, estuvo casada con Ricardo Malek y tiene dos hijos: Ricardo Julio y Enrique Ramón Malek Morales. Enriqueta Morales Bermúdez, nace en Panamá en 1891. Asistió al Colegio San José (Marina) y posteriormente en Bruselas, Bélgica, recibió formación de profesora de kindergarten y, la especialización en Enfermería y en Organización de Sociedades de la Cruz Roja. En Panamá fue secretaria general de la Cruz Roja por 23 años (1917-1940). Bajo su dirección se realizaron los siguientes proyectos: Creación de los Comedores Escolares; Fundación de la Clínica Prenatal Popular, de la Primera Clínica Postnatal, de una Farmacia Gratuita. Fundó con Amelia Lyons de Alfaro, la primera Casa Cuna de Panamá, el Kindergarten de la Cruz Roja. Creó asimismo, el Dispensario y la Clínica para Tuberculosos, el Asilo de la Infancia, los programas de Protección a los Pobres de Solemnidad, y se ocupó también de los enfermos del Leprosorio de Palo Seco. En 1947, ocupó el cargo de viceministra secretaria del Ministerio de Previsión Social, Tra47


Los Morales

Escribió “Ensayos, Discursos y Documentos”, que resumía su vida pública y profesional.

Ricardo A. Morales Bermúdez, fue un destacado doctor en leyes. bajo y Salud Pública. El Papa Pío XII le concedió la condecoración “Pro Eclesia Et Pontífice'” en reconocimiento a su labor a favor de los más necesitados. No se casó. Murió a los 95 años de edad. Ricardo A. Morales Bermúdez, nace en Panamá en 1892. Estudió en University Tutorial College of London y obtuvo su doctorado en Leyes en Georgetown University, Washington D.C. Fue subsecretario de Relaciones Exteriores, II Designado de la Presidencia, diputado a la Asamblea Nacional por la provincia de Colón, Magistrado del Tribunal Superior y del Contencioso Administrativo, Ministro

Consejero de la Embajada en Washington, embajador en Costa Rica, ministro de Hacienda y Magistrado y presidente de la Corte Suprema de Justicia. Se casó con Carmen Brid, con quien tuvo tres hijos: Yolanda, Enrique Antonio y Adolfo Morales Brid. Posteriormente contrajo segundas nupcias con Josefa Catalina Guardia. Yolanda Morales Brid, asistió all Colegio San José (Marina) en Panamá. Estudió en Inmaculata High School y College en Washington. En Panamá trabajó en el ejército americano y en la línea aérea Copa. Casada con Wilfred Eskildsen, tuvieron dos hijos: Ricardo y Javier Eskildsen Mo-

Hermanas Morales Bermúdez. De izq. a der. en foto de la época vemos a Enriqueta, Elena y Josefina. 48

rales. Ricardo se casó con Lynn Glasgall y tienen tres hijos: William, Ricardo y Alexandra Marie Eskildsen Glasgall. Javier contrajo matrimonio con Aída Pino y tuvieron a Wilfred Mateo Eskildsen Pino. Enrique Antonio Morales Brid, se casó con Gloria Alicia De Icaza Villamil y tuvieron cuatro hijos: Enrique Luis, Ricardo Antonio, Glorisel y Marisol Morales De Icaza. Enrique Luis, quien está casado con Marianela Beckwith, ha tenido los siguientes hijos: Dominique Alexandra Morales Causadias; Poulett Morales Montero, Domingo Enrique y Luis David Morales Ochy. Ricardo Antonio, está casado con Patricia Arango, ha tenido los siguientes hijos: Ricardo Antonio y Michael Anthony Morales Carter; y, Marichel y Richard Anthony Morales Villarreal. Glorisel quien está casada con Ramón Orlando Lorenzana, tiene las siguientes hijas: Ana Victoria, Gloria Gabriela y Marisol Guizado Morales. Marisol contrajo matrimonio con William Enrique Milanés Silan y tienen dos hijos: William Enrique y Melanie Milanés Morales. Adolfo Morales Brid, no tuvo hijos. Josefina Morales Bermúdez, nació en 1894. Se graduó en el Colegio San José (Marina) y en el Visitation Convent de Washington, D.C. Contrajo matrimonio con Rafael Benítez, y no tuvieron hijos. Falleció en 1929. Juan Roberto Morales Bermúdez, nació en 1896. Obtuvo su doctorado en Leyes de la Universidad de Georgetown en Washington, D.C. Formó parte del bufete de abogados Alfaro, Sucre y Morales, el cual fue muy exitoso. Fue concejal del Distrito de Panamá, Recaudador General de Rentas Internas, ministro de

Cuatro generaciones juntas: Juan R. Morales Bermúdez, Juan R. Morales Vega, Juan R. Morales Núñez y Juan R. Morales Riley. Hacienda, embajador en Italia, Francia, Bélgica, Holanda e Inglaterra. Se desempeñó como abogado consultor de la Caja del Seguro Social. Se casó con Leticia Vega y tuvieron dos hijos: Elena y Juan Roberto Morales Vega. Falleció en 1991. Elena Morales Vega, nació en 1926. Se graduó en el Colegio San José (Marina) y después estudió en Barry College, Florida. Trabajó en la Clínica Morales por muchos años. Se casó con Juan Francisco Arias, y tuvieron una hija Ana Elena. Ana Elena Arias Morales, contrajo matrimonio con Carlos Francisco Fajardo Ortíz y tuvieron cinco hijos: Ana Dolores, Aída Isabel, Marta Cecilia, Carlos Antonio y Juan Francisco Fajardo Arias. Ana Dolores se casó con Víctor Rojas Granados y tuvo tres hijos: Víctor Andrés, Ana Cristina y Pablo César Rojas Fajardo. Aída Isabel, se casó con Juan Rafael Mora Cerdas. Marta Cecilia se casó con Al-

berto Castro Esquivel y tuvo dos hijas: Ana Cecilia y Claudia Elena. Carlos Antonio contrajo matrimonio con Mariangela Lewis Catan. Juan Francisco está soltero. Juan Roberto Morales Vega, obtuvo su licenciatura en Ciencias y el doctorado en Cirugía Dental en la Universidad de Georgetown; Washington, D.C. Especialista en Ortodoncia de la Universidad de Columbia Presbyterian Hospital, New York. En Panamá fue el primer especialista graduado en Ortodoncia. Presidente de la Comisión Organizadora, director, primer decano y profesor titular de la Facultad de Odontología de la Universidad de Panamá. Fue presidente de la Asociación Odontológica Panameña, Comité Nacional de Especializaciones Dentales, Sociedad Panameña de Ortodoncistas. Recibió el título de Doctor en Ciencias Honoris Causa, otorgado por la Universidad de


Los Morales

Su numerosa descendencia mantienen el legado de honor del doctor Eusebio A. Morales. Georgetown. Es miembro honorario de la American Dental Association y Odontólogo Distinguido de Panamá ante la FOCAP. Ocupó las presidencias del Club Unión, Club Rotario, Fundación Rotaria de Panamá, así como la vicepresidencia de la Fundación Obsequio de Vida y la dirección ejecutiva de la Fundación Universidad de Panamá. Casado con Marta Beatríz Núñez Roca, tiene cinco hijos: Giselle del Carmen, Juan Roberto, Mireya del Carmen, Melissa del Carmen y Miriam del Carmen Morales Núñez. Giselle del Carmen contrajo matrimonio con Ramón Fernández y son padres de Analisa, Ramón Enrique y Ricardo Alberto Fernández Morales. Analisa, contrajo matrimonio con Jerome Ramos Estéban. Ramón Enrique está casado con Mariela Egloff Castro y Ricardo Alberto, está soltero. Juan Roberto está casado con Patricia Jean Riley y son

padres de Juan Roberto IV, Diego Alonso y Laura Isabel Morales Riley. Mireya del Carmen, casada en primeras nupcias con Gilbert Mallol, tuvo un hijo: Gilbert Ignasi Mallol; posteriormente, casada con Julio Arias Zubieta, son padres de Alexandra Arias Morales. Melissa del Carmen, se casó con Eduardo Carrizo y son padres de tres hijos: Eduardo Andrés, Juan Pablo y Ana Lucia Carrizo Morales. Miriam del Carmen, casada inicialmente con Marco Luigi Pezzotti, son padres de Luigi Andrés Pezzotti Morales, contrajo segundas nupcias con Julio Gómez con quien tiene a Julián Antonio y Julio Enrique Gómez Morales. Elena Morales Bermúdez, nació en 1897. Se graduó del Colegio San José (Marina) y fue al Visitation Convent en Washington, D.C. donde se graduó de Domestic Sciencie. Contrajo matrimonio con Arthur Morgan

en 1921 y tuvieron tres hijos: Arturo, Mary Margaret y Nellie Morgan Morales. Arturo Morgan Morales, (1922-1987), estudió en la Universidad de París y obtuvo el doctorado en Derecho y Ciencias Políticas. Profesor de la Universidad de Panamá en Derecho Internacional, ocupó posiciones académicas muy importantes. Fue ministro consejero de la Embajada de Panamá en Washington D.C., viceministro de Relaciones Exteriores, Encargado de Negocios en Washington D.C., embajador en Francia y ante la Santa Sede. Asesor de la Presidencia de Panamá y magistrado del Tribunal Electoral. Contrajo matrimonio con María Luisa Watson con quien tuvo cinco hijos: Elena, Isabel, Alfonso, Arturo y Raúl Morgan Watson. Elena, se casó con Fernando Coelho con quien tuvo a María Isabel Coelho Morgan. Isabel contrajo matrimonio

con Eduardo San Juan y tienen cinco hijos: Gabriela, Fernando, Francisco, Mariana y Rafael San Juan Morgan. Alfonso, se casó con Mairene Saavedra Catalá y tienen tres hijas: Valerie, Vivian y Victoria Morgan Saavedra. Arturo es soltero; Raúl se casó con Carolina Valdés Barrios y tienen un hijo: Juan Antonio Morgan Valdes. Mary Margaret Morgan Morales, (1924-1999), se graduó en el Colegio de San José (Marina). Fue al Inmaculate Heart College en Hollywood, Los Angeles, y obtuvo su Bachiller en Secretariado en el Kaiser Business en Los Angeles. En 1944 contrajo matrimonio con Emanuel Lyons Alfaro con quien tuvo tres hijos: Beatriz, Mary Margaret y Emanuel Lyons Morgan. Beatríz se casó con Carlos López Navarro y tuvieros dos hijas: Beatríz Victoria y María Elena López Lyons. Mary Margaret -quien tiene

de su primer matrimonio a Claudia García de Paredes-, contrajo segundas nupcias con Ricardo Cardoze Leigh, con quien tuvo a David George Cardoze Lyons. Emanuel se casó con Emma Raquel Delvalle Paredes, y tienen a Emanuel, Ernesto y Emma Lyons Delvalle. Nellie Morgan Morales, se graduó en el Colegio San José (Marina). Estudió en el Inmaculate Heart College, Los Angeles y obtuvo su Bachillerato en Secretariado en el Kaiser Business School. Trabajó durante 36 años en el Gorgas Hospital. La numerosa descendencia mantiene en la actualidad vivo el legado de honor dejado por el doctor Eusebio Antonio Morales Mogollón. Todos ellos se han destacado por ser hombres y mujeres de bien, padres amorosos y servidores irrectrictos de la patria. www.clínicamorales.com/eusebio/

Familia Morales, en fotografía tomada en julio de 2003 en la terraza del Club Unión. 49


Grandes Familias de Panamá II

Los Núñez Profesionales de la medicina, siempre al servicio del país. José María Núñez Roca fue un personaje polifacético, gran autodidacta e incansable lector. Brilló con luz propia como político, escritor, agricultor, periodista, industrial, jurista, funcionario público y diplomático pero, sobre todo, como militar. Su ejemplo no ha sido olvidado por las nuevas generaciones, sino que se ha cimentado con el paso de los años. Don José María Núñez Roca (1863-1940).

N

ació en Santa Marta en 1863, hijo de José María Núñez Ruíz y Juana Nepomucena Roca Polo. Tenía siete años cuando perdió a su padre; desde esa corta edad tuvo que realizar diversos trabajos para contribuir al sostén familiar. Su madre, a pesar de las múltiples ocupaciones domésticas, hizo también de maestra para él y sus hermanos, enseñándoles no sólo a leer, escribir y contar, sino que les hacía recitar composiciones, y cimentó en sus corazones nociones de moral y cortesía. Tenía doce años cuando entró a trabajar en la imprenta de don Juan C. Cevallos, casado con una hermana de su padre; con el tiempo empezó a participar en diferentes funciones periodísticas, llegando a ser impresor y periodista en ciernes. Su amor a la imprenta lo acompañó toda la vida. Desde muy joven se identificó con el Partido Conservador y en los años 1885 y 1895 tuvo experiencia real de combate. Su inquietud migratoria lo trajo desde su patria en ruta tentativa hacia Argentina a la región de Azuero. Eventualmente se radicó en Ocú, donde conoció a la que sería su esposa, Antonia Quintero Carrizo, hija de don José de la Rosa Quintero y doña Juanita Carrizo, padres de una familia numerosa, querida y respetada de la región. Después de una romántica etapa de viajes casi semanales -desafiando en ocasiones los ríos que corren entre Pesé y Ocú-, la pareja contrajo matrimonio en la vieja iglesia del pueblo. En 1894 vino al mundo en Ocú su primer hijo, al que llamaron José María. Para la época que precedió a la guerra en 1898 nació Leonardo Alberto; de regreso a Panamá, fue sorprendido por la Guerra de los Mil Días, siendo nombrado jefe civil y militar de las provincias centrales. Hábilmente defendió el pueblo de Penonóme, al mando de una tropa conformada casi en su totalidad por conservadores de la región. Durante la Batalla del Puente de Calidonia -en la cual no participó-, cubrió con su batallón la ribera oriental del Río Grande, donde se esperaba un ataque procedente de Farfán. Después de estas ultimas actividades bélicas fue ascendido al rango de general del Ejército de

Tras la muerte de su padre, José María trabajó desde los 7 años para ayudar a su madre. 50

Antonia Quintero Carrizo (1872-1977), madre abnegada y ejemplar. En 1950 fue escogida por las Naciones Unidas como “Madre del Año” de la República de Panamá, distinción que se otorgaba por primera vez en el istmo.


Los Núñez

La Biblioteca Pública de Ocú, ostenta con orgullo el nombre de José María Núñez Roca.

1941: José María Núñez Roca, su esposa Antonia Quintero y sus siete hijos. Colombia. Se negó a participar en los actos que gestaron la independencia del 3 de noviembre y siguió siendo colombiano hasta el fin de sus días. Fue detenido, pero respetado por el nuevo gobierno panameño y puesto en libertad de inmediato por especial intervención del general Nicanor de Obarrio. Consumada la separación de Colombia, volvió a su hogar en Ocú, donde se dedicó a la agricultura. En esta época nacieron sus otros hijos Juan Antonio, Rodrigo Alonso y Rubén Octavio. Posteriormente completarían la familia Pedro Vasco y Marta Catalina. Convirtió los terrenos aledaños a la finca de su suegro en un gran centro de actividad agrícola. Además incentivó el desarrollo cultural del pueblo de Ocú con veladas literarias y funciones de teatro. Una de sus facetas más destacadas poco conocidas, y que sin duda debe haber influído en su descendencia, fue su interés por la medicina. Recurría a manuales o enciclopedias médicas y resolvía problemas de salud de su aislada comunidad ocueña mediante el acertado uso de los polvos de quinina, tintura de opio, ipe-

cacuana, bismuto y otros productos de la época. Fue salubrista y educador, promoviendo escuelas, bibliotecas, acueductos, cementerios, letrinas, y campañas públicas, como la de electrificación. Sus últimos años estuvieron llenos de actividad, de deseos de infundir en los demás entusiasmo y anhelos de progresos. Sentía la satisfacción de ver lograda en sus hijos una de sus mayores aspiraciones: la edu-

cación profesional y su asiento social. José María Núñez Roca, murió el 6 de enero de 1840. Su cuerpo -según su deseo-, fue envuelto en el pabellón de su patria, la bandera, como dijo él, “hecha de rayos de sol, de jirones de arrebol y retazos de cielo”. José María Núñez Quintero, nace en Ocú el 6 de enero de 1894. Aprendió las primeras letras en su casa y en la

Doctor José María Núñez Quintero.

escuela del pueblo; sus estudios de bachillerato en el antiguo colegio Universitario de Panamá. Recibió su título de doctor en medicina en la Universidad de Cartagena en noviembre de 1919. Durante sus primeros años como médico trabajó intensamente en los dispensarios y hospitales de la United Fruit Company. En 1924 volvió a Panamá como director del Hospital Provincial de Chitre, donde realizó una gran labor como médico general, cirujano, obstetra, pediatra y salubrista. Ese mismo año, contrae matrimonio con Carmen María Roca Chanis, natural de Las Tablas, a quien conoció cuando laboraba como enfermera en Santa Martha. Fruto de esta unión nacieron José María, Carmen Antonia, Marta Beatríz y Alicia Mercedes Núñez Roca. En 1931 se traslada a Panamá donde inicia funciones en el hospital Santo Tomás, como asistente del doctor Tomás Guardia. Eventualmente quedó a cargo de la jefatura del Departamento de Medicina. Fueron treinta años de luchas difíciles, de avances lentos, de

vaivenes políticos e íntimas satisfacciones durante los cuales dejó una estela imborrable en su querido Santo Tomás, donde por sus valiosos servicios, fue merecedor de su máxima condecoración, la Medalla de Oro “Doctor Alfonso Preciado” y Certificado de Honor al Mérito. Es en este hospital, al que dedicó su vida, donde se celebró el cuadragésimo aniversario de su graduación, motivo por el cual en un acto presidido por el doctor Víctor M. Pareja se le concedió la condecoración Vasco Núñez de Balboa, en grado de Gran Oficial. Dedicado de lleno a la enseñanza y a la medicina curativa, incursionó también en la salud pública mediante pronunciamientos sobre el control de la natalidad, iodizacion de la sal, la importancia de las inmunizaciones, parasitosis, malaria, y tuberculosis. Su experiencia, dedicación, tenacidad en el estudio y su enorme respeto por la dignidad del ser humano lo convirtieron en el maestro de la medicina interna. Fue presidente de la Asociación Médica Nacional, de la

Señora Carmen María Roca Chanis. 51


Los Núñez

El Dr. Núñez enseñó y compartió su arte sin egoísmos, con su ejemplo y sabios consejos.

El doctor José María Núñez Quintero junto a su esposa Carmen María y sus hijos Alicia Mercedes, José María, Carmen Antonia y Marta Beatríz. Academia Panameña de Medicina y Cirugía, de la cual fue miembro fundador y de la Sociedad Panameña de Medicina Interna. Miembro honorario de la Sociedad de Pediatría, de la Medical Association of the Isthmian Canal Zone, miembro laureado del American College of the Chest Physicians, miembro de la Academia Panameña de la Lengua y de numerosas asociaciones culturales. En 1969 al conmemorarse sus cincuenta años de graduado -siendo Ministro de Salud Renán Esquivel- se le otorgó la condecoración Manuel Amador Guerrero, en el grado de Gran Oficial En noviembre del mismo año, fue declarado “Hijo Meritorio” del distrito capitali-

no y otorgado el “Pergamino de Honor”. La Universidad Nacional, lo nombró Consultor Permanente de la Cátedra de Medicina Interna y le otorgó el “Botón Hipocrático”. La Facultad de Odontología -en reconocimiento a su labor como profesor-, le rindió homenaje y le entregó el “Pergamino de Honor” La Universidad de Cartagena le otorgó en 1978 el título de Profesor Honorario, el que valoró por ser su Alma Mater. En 1986 fue declarado Ciudadano Ejemplar en la Semana de los Valores Cívicos y Morales, por los clubes cívicos de la capital. Además de sus numerosos artículos sobre medicina, escribió también obras literarias,

Condecorado con la Orden Manuel Amador Guerrero, en el grado de Gran Oficial por el doctor José Renán Esquivel, ministro de Salud, junto a José M. Varela, jefe de Protocolo. 52

El doctor José María Núñez (al centro) como Director Médico del Hospital Santo Tomás, el 23 de noviembre de 1949. entre las cuales se encuentran tres ediciones: “Cuentos”, “Algo sobre las Serpientes Venenosas de Panamá” y “Cuentos; Cuentos de Ayer... y de Mañana”; que le mereció ser incluído en la Antología sobre Cuentistas Latinoamericanos. Incursionó en la pintura con éxito y en su paleta se mezclaron sus colores de hombre de Dios, resaltando en ellas las creencias e ideales campesinos, así como el recuerdo familiar, la imagen paternal e influencias del terruño. Fue un hombre desprendido, ayudó siempre a conocidos y extraños con generosidad. Se distinguió siempre por su acrisolada honestidad y finos modales. Falleció en 1990, próximo a cumplir 97 años. Como homenaje póstumo el antiguo pabellón Victoriano Lorenzo, fue dedicado a su memoria con el nombre de “Pabellón Dr. José María Núñez”, en 1994. El doctor José María Núñez Quintero, fue uno de los clínicos más completos con que contó el Hospital Santo Tomás. Además de médico de cuerpo y alma, fue también poeta, escritor y pintor, un artista que supo conjugar su ciencia con la sabiduría; y la sencillez con el mérito positivo, destacándose como fiel exponente de los auténticos valores de nuestra patria.

Leonardo Alberto Núñez Quintero, el segundo hijo del matrimonio, quedó a cargo de la hacienda familiar en Ocú; contrajo matrimonio con Juana Manuela Núñez y tuvieron cuatro hijos: Alberto Manuel, José Antonio, Hernán y Libia. Juan Antonio Núñez Quintero, nació en 1904, cursó la primaria en Ocú, la secundaria en el Colegio de La Salle y estudió Medicina en la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá. Fue interno y residente de cirugía en el hospital Santo Tomás y luego fue trasladado a Colón realizando en dicha ciudad excelente trabajo como cirujano general, gineco-obstetra y urólogo. Contrajo matrimonio con Mercedes Niño Medina. No tuvieron descendencia. Falleció súbitamente en 1956. Rodrigo Alonso Núñez Quintero, nacido en 1906, compartió una educación similar a la de su hermano Juan Antonio. Escogió la Odontología y se graduó con honores de la Universidad Nacional de Colombia. Fue Cónsul Honorario de la República del Uruguay. Durante toda su vida mantuvo particular interés por los problemas de su pueblo natal. Estimuló la construcción de la “Posada de San Sebastián” y del hospital; además motivó el establecimiento

de la Feria Agropecuaria Anual y del Festival del Manito, en Ocú. Incursionó también en la literatura, es conocido su cuento “Comarca de los Manitos”. Se casó con Aída Amado Burgos con quien tuvo tres hijos: Aída, Rodrigo y María. Falleció en 1965. Rubén Octavio Núñez Quintero, hizo sus primeros estudios igual que sus hermanos, pero optó por la carrera de Ingeniería Civil; graduándose en la Universidad de Tulane, New Orleans. Demarcó los límites cartográficos de la frontera con las hermanas repúblicas de Colombia y Costa Rica. Casado con Manuelita Castillero, tuvieron tres hijas: Manuelita, Estella y Matilde. Pedro Vasco Núñez Quintero, nació en 1910. Cursó la primaria en el escuela José Dolores Carrizo y la secundaria en el Colegio La Salle. Hizo sus estudios universitarios en la Universidad Católica en Washington y luego en la Escuela de Medicina de Tulane, en New Orleans. Volvió a Panamá en 1934 como interno y luego residente de planta del Santo Tomás. Se inclinó hacia la pediatría y quedó a cargo de la Sala 14, en aquel entonces, la sala pediátrica de dicha institución. Contribuyó a la formación de docenas de nuevos pediatras siendo el fundador y primer presidente de la Sociedad Panameña de Pediatría. Recibió la Condecoración Belisario Porras, en el grado de Gran Cruz. Contrajo matrimonio con Isabel Jáuregui, oriunda de Guatemala, con quien tuvo seis hijos: Pedro, Percy, Mario, Miriam, Lilia Isabel y Juan Carlos, de los cuales tres son médicos distinguidos: Pedro, Percy y Lilibel. Marta Catalina Núñez Quintero, apodada como “la niña de los naranjos”, fue la


Los Núñez

Los Núñez han destacado por su trabajo dedicado a innovar la medicina en Panamá. última de los hijos del matrimonio. Contrajo matrimonio con Ricardo Marciaq. Miembros de la siguiente generación son: José María Núñez Roca, nace en 1926. Primogénito del matrimonio del doctor José María Núñez Quintero y Carmen María Roca Chanis. Inicia sus estudios de medicina, pero los deja para seguir la carrera diplomática. Fue cónsul de Panamá en Buenos Aires, donde conoce y contrae matrimonio con Elda Ragazzo. El matrimonio tiene siete hijos: Marta Cecilia, José María, Fernando Juan, Guillermo, Roberto Francisco, Pablo y Gabriel Rodrigo Núñez Ragazzo. Carmen Antonia Núñez Roca, nacida en 1928, contrajo matrimonio con Aquilino Gilberto Vega y tuvieron a Gilberto Antonio Vega Núñez, quien creció y se crió en el hogar de sus abuelos Núñez, quienes lo consideraron otro hijo más. Gilberto, es un empresario exitoso casado con Jeannette Durling Villalaz y padre amoroso de tres hijos. Arlene, Gilberto y Fernando. Marta Beatríz Núñez Roca nacida en 1930, heredó las inclinaciones humanísticas de su padre y ha participado siempre de los movimientos culturales nacionales de las letras y artes, en especial la música. Ha obtenido premios nacionales en poesía y música, e internacionales en diseño floral. Contrajo matrimonio con el doctor Juan R. Morales Vega, distinguido pionero de la ortodoncia en Panamá, con quien tiene cinco hijos: Giselle del Carmen, empresaria de éxito; casada con Ramón Fernández. Juan Roberto, destacado odontólogo y ortodoncista como su padre; casado con la dominicana Patricia J. Riley. Mireya del Carmen, quien es diseñadora de interiores; casada con

José María Núñez Roca y su esposa Elda Ragazzo. Pintando a Ernesto J. Castillero, su gran amigo. Julio Arias Zubieta. Melissa del Carmen especializada en Turismo, contrajo matrimonio con Eduardo Carrizo, y por último, Miriam del Carmen, heredera de la vena artística de su abuelo, es Magister en Mercadeo y Publicidad, y está casada con Julio Gómez. Alicia Mercedes Núñez Roca, nace en 1931; dotada de gran sensibilidad y espíritu solidario. Laboró en la Caja del Seguro Social (CSS) y la Compañía Panameña de Seguros y

posteriormente, en la conocida empresa aseguradora ASSA donde Alicia Mercedes, organizó eficientemente el Departamento de Archivos. Aquí trabajó por más de 28 años hasta su jubilación. Apoyó siempre a los grupos culturales; fue asesora del grupo “Hacia la Luz” y actualmente es coordinadora del grupo cultural “Poesía eres Tu”. Alicia fue compañera amorosa de sus padres, por quienes veló hasta el fin de sus días.

Gilberto Vega Núñez, su esposa Jeannette Durling e hijos.

La familia Morales Núñez reunida durante las fiestas navideñas del año 2000. 53


Grandes Familias de Panamá II

Los Pardini Distinguida familia sonaeña que engrandece a Panamá.

Don Giovanni Francesco Fabiano Pardini Pardini.

D

on Giovanni Francesco Fabiano Pardini Pardini, natural de Lucca (Toscana) Italia, nació el 20 de enero de 1836. Fueron sus padres Marco Pardini y María Doménica Pardini; sus abuelos Giuseppe y Lucca Pardini. Era un virtuoso del piano y destacaba en el coro de la iglesia; profundamente católico muy joven se desempeñaba ya como diácono en su natal Santa Anna. Para 1846 Colombia y Estados Unidos firman el tratado para la construcción del ferrocarril transcontinental en el Istmo, alcanzando gran relevancia con el descubrimiento de las minas de oro en California. El volumen del tráfico humano durante este periodo, así como las exploraciones e investigaciones que se hicieron para la construcción del ferrocarril, dejó abierta a Panamá las negociaciones para un canal interoceánico. Atraído por los acontecimientos Giovanni -quien había dejado los hábitos-, llega al Istmo en 1858. Por exigencias establecidas en el Código Civil de Colombia de aquella época, tuvo que cambiar su nombre al español castizo de “Juan”, dedicándose al oficio de armador, lo que le permitió posteriormente ser propietario de barcos. En uno de sus viajes de cabotaje, uno de sus barcos sufre una avería, obligándolo a recurrir al poblado más cercano: Soná. Es en esta vistosa localidad rural, donde Juan conoce a Felicia Dutari Arosemena, cuya familia materna tenía muchos años de estar establecidos en Veraguas. Eran propietarios de tierras y aserríos, entre otras actividades. En la medida que transcurría el tiempo, Juan Pardini iba desarrollando más actividades en Soná, convirtiéndose en hacendado y hombre de negocios. Cuando finalmente logra reparar su barco, decide radicarse y se ve obligado a nombrar un administrador para sus negocios establecidos en la ciudad de Panamá y a

Giovanni Pardini y su esposa Felicia Dutari eran una pareja con espíritu emprendedor. 54

Giovanni Pardini Pardini, nace en Lucca, Italia. A los 20 años abandonó los hábitos de diácono y se aventuró al mundo marítimo convirtiéndose en armador y posteriormente en propietario de barcos, transportando mercancía entre los distintos puertos del litoral Pacífico. Un desperfecto mecánico lo obligó a quedar varado en la desembocadura del Río San Pablo. En este pintoresco lugar conoce y se enamora de doña Felicia Dutari Arosemena, con quien contrajo matrimonio.

Doña Felicia Dutari Arosemena (1847-1911), participa activamente en el movimiento separatista, así consta en el Acta del Grito de Independencia de Soná, Veraguas, siendo ésta la primera participación masiva de la mujer en el acontecer político nacional.


Los Pardini

Los Pardini Dutari llegaron a poseer una de las haciendas más grandes de la época en Soná.

Don César Augusto Pardini Dutari (1880-1939) y su esposa Carlota Parrilla Cobos, distinguida dama de la sociedad salvadoreña, a quien llamaba “Chula mía”. quien visitaba una vez al año. El hogar formado por don José María Dutari Espinoza y doña Manuela Arosemena De Los Montero, padres de Felicia, era una casa ubicada frente a la hoy Iglesia de San Isidro de Soná, conocida como punto de reunión vespertina para veladas de lectura, poesía, música y temas políticos previos y posteriores a la independencia. Participaban en estas actividades los Sosa, los Ortíz, los Fábrega, los Calviño y otras familias, incluyendo a los reverendos frailes. Felicia -que poseía una personalidad cautivadora y gran inteligencia-, era una joven mujer, con capacidad empresarial; observando que sus hermanos adquirieron su primer barco para transportar mercancía, los estimuló a establecer una de las primeras tiendas de distribución de mercancía al por mayor de la región, abasteciéndose de productos procedentes en su mayor parte de Costa Rica. Además mostraba aptitudes musicales y declamaba extraordinariamente. Enamorados, Juan y Felicia deciden contraer nupcias, uniéndose en matrimonio el día 24 de julio de 1869, en la Parroquia de San Isidro de Soná, Veraguas.

El matrimonio tuvo tres hijas y un hijo varón: Angelina, María, Sara María y César Augusto Pardini Dutari. Don Juan fallece el 3 de diciembre de 1926 a la edad de 94 años. Ordenó en su testamento que de su caudal hereditario se celebraran treinta misas -llamadas gregorianas- y cien más en sufragio de su alma. Incluyó también su última de tantas donaciones que efectuó a la Parroquia de San Isidro de Soná y a la capilla del caserío de San José, Distrito de Soná. Angelina Pardini Dutari, hija mayor del matrimonio, se casa con Demetrio Dutari Calviño, hijo de José María Dutari y Benigna Calviño. Su padre don Juan Pardini, previo al matrimonio, escribe a sus parientes en Lucca, Italia, Francesco, Luigi Martinelli y José Della Togna, interesado en que visitaran su nuevo hogar y que posiblemente se asentaran al igual que él lo había hecho en el nuevo mundo. Fue en ese mismo tiempo en que Angelina y Demetrio concretaron sus sentimientos al consumar su matrimonio. María Pardini Dutari, se casa con Luis (Luigi) Martinelli, el 19 de febrero de 1898 y formaron una numerosa y distin-

guida familia sonaeña. Sara María Pardini Dutari, se casa con Francisco (Francesco) Martinelli, el 16 de abril de 1904, formando igualmente una prolífica y reconocida descendencia. César Augusto Pardini Dutari, único hijo varón de Juan Pardini Pardini y Felicia Dutari Arosemena, nace en Soná el 4 de junio del año 1880 y es bautizado 20 días más tarde. César Pardini culminó estudios superiores de Contabilidad en Bogotá Colombia, fue un conocido empresario y ganadero meritorio por sus aportes a la recién iniciada industria agropecuaria panameña. Introdujo al país y distribuyó gratuitamente entre amigos y familiares la semilla de “faragua” que representó una solución de la época a las deficiencias alimenticias de los hatos. Viaja a Costa Rica para asistir como parte de la comitiva de inversionistas extranjeros radicados en Panamá a una reunión de presidentes centroamericanos, conoce a Carlota Parrilla Cobos, distinguida dama de la sociedad salvadoreña, hija de Francisco Parrilla y Luz Cobos Madriz, propietarios de los cafetales de Santa Ana y personalidades políticas de El Salvador.

Contrae matrimonio el 13 de abril de 1913 e inmediatamente se trasladan a Soná, donde establecen su nuevo hogar, llenando de alegría a don Juan y doña Felicia. Producto de este matrimonio nacen seis hijos: César Antonio -quien fallece a temprana edad a causa del tétano-; Juan Francisco (Pancho); Lucía (Chita); Luz María (Luchy); Felicia; José Fortunato y Carlota (Tilla). Con el correr del tiempo va enseñando a sus hijos varones el manejo de los negocios de Soná y viaja frecuentemente con su esposa a la ciudad de Panamá para atender otros negocios y compartir con sus hijas a fin de que pudieran realizar sus estudios secundarios. Esta situación y los frecuentes viajes lo motiva a crear otro negocio, la Pensión Pardini, ubicada en Calle 5ª. San Felipe, (muy cerca del Palacio de Las Garzas); la cual albergó a conocidas personalidades de nuestra sociedad. Hombre correcto, justo y confiable, César Pardini Dutari, fallece el 26 de agosto de 1939 en Panamá, después de una larga enfermedad. Contaba 59 años de edad. Don César había adquirido mediante un compromiso económico con un banco la única fuente de fluído eléctrico del distrito de Soná, una enorme planta eléctrica y las instalaciones de distribución correspondientes. La empresa satisfacía las necesidades de sus pobladores, sin embargo, la planta sufre serios y costosos daños; el pedido de piezas de repuesto se retrasó por 37 meses. Esto, junto con las circunstancias económicas mundiales de la epoca -los 30’s- consumió gran parte de su capital circulante. Antes de fallecer don César, encomendó a su hijo mayor Juan Francisco asumir la difícil tarea de honrar los compro-

misos de pago con los bancos en las fechas establecidas. Segunda Generación: Nietos de Don Giovanni Pardini. Juan Francisco “Fratello” Pardini Parrilla, nace el 28 de enero de 1914. Juan Francisco (Pancho), realizó sus estudios universitarios en Estados Unidos. Joven de una jovialidad muy especial -popular y conocido también como “Fratello”-, siempre con una expresión original y agradable para cada persona, fue diplomático y diputado a la Asamblea Legislativa de la República de Panamá en dos periodos. Estuvo casado con Marta Boyd, una distinguida dama panameña, quien murió cuando su único hijo, Juan Francisco Pardini Boyd, era apenas un infante. Pancho falleció el 30 de abril de 1979. Lucía “Chita” Pardini Parrilla (q.e.p.d.). Durante su carrera diplomática conoce en Atenas con Constantino Docati, griego y médico radiólogo con quien se casa. No llegan a tener hijos sin embargo; al enviudar “Chita”, reconoce como suya una hija de su esposo Constantino (Costas) de nombre Alexandra Docati Pardini. Durante las últimas décadas de su vida -falleció de enfisema pulmonar a una muy avanzada edad en la ciudad de Panamá-, buscó vehementemente la presencia de Dios. Luz María “Luchy” Pardini Parrilla, nació el 19 de octubre de 1919. Fue una dulce y abnegada hija que al fallecer su padre, César A. Pardini Dutari, en el año de 1939, estrecha aún más sus lazos con su madre y ayuda en la administración de la conocida y prestigiosa Pensión Pardini. Un día del año 1947, llega Pablo José Rojas Gutiérrez, joven ingeniero civil, oriundo de Rivas, Cárdenas, Nicaragua, a la Pensión Pardini en busca 55


Los Pardini

César Pardini Dutari introdujo al país la semilla de “faragua” de alimento para el ganado. Estados Unidos como modelo profesional. Su cautivante belleza la convierte en la portada de periódicos y revistas de la época. Se retira del modelaje al contraer matrimonio con un ginecólogo norteamericano, hijo de italianos, Melchior (Mel) Saavarese con quien tiene tres hijos: Melchior, César Augusto Darío y Carlota Marisa. Estos tres residen en Estados Unidos y Marisa en Australia.

Pablo José Rojas Gutiérrez y Luz María Pardini (Luchy), se casaron al cabo de un año de conocerse.

Tercera Generación: Biznietos de Don Giovanni Pardini Pardini.

febrero de 1991. Felicia Pardini Parrilla, nace el 12 de junio de 1923 se desempeñó por mucho tiempo como cónsul de Panamá en distintas ciudades, especialmente de Europa. Se casa con Eduardo Martinelli Pardini y de esta unión nacen Eduardo y Carlota Martinelli Pardini Pardini Parrilla. Carlota Pardini Parrilla, hija menor de César A. Pardini Dutari y Carlota Parrilla de Pardini. Siendo muy joven, viaja a

Juan Francisco Pardini Boyd, (hijo de Juan Francisco Pardini Parrilla con Martha Boyd), doctor en leyes, contrajo matrimonio con Marcela Álvarez-Calderón Arias y son padres de Juan Francisco, Diego Daniel y Daniel Diego Pardini Álvarez-Calderón, estudiantes de secundaria. (Hijos de Luz María Pardini Parrilla con Pablo José Rojas Gutierrez). César Rojas Pardini (1949), médico y ganadero, reforesta-

de uno de sus huéspedes; quedando cautivado con la belleza y gracia de Luz María. Pocos días transcurrieron cuando durante una fiesta Pablo José Rojas tomó su guitarra para cantar y comentó públicamente a sus amigos y en alta voz: “He conocido a una luz que me ha cegado”. Se casan al año siguiente (1948). El matrimonio fue bendecido con seis hijos: César,

Pablo, Ramiro, Patricia, Myrna y Stella Rojas Pardini. José Fortunato Pardini Parrilla, nació en 1921 y permaneció en Soná, bajo las enseñanzas de su padre. Viaja a Estado Unidos a realizar estudios y a su regreso contrae matrimonio con Adriana Calviño Sosa, nacida en Soná, con quien sólo llega a tener una hija: Marta Isabel Pardini Calviño. Falleció el 10 de

Carlota Pardini Parrilla fue modelo internacional. 56

dor (miembro fundador de Fundación Natura), colaboró como gestor en la elaboración de la ley de incentivo para la reforestación. Contrajo matrimonio con Irma Ivankovich Anzola, con quien tiene a Carla (Abogada LLM) y César Augusto (estudiante de Psicología) Rojas Ivankovich Pardini. Pablo Rojas Pardini (1950), odontólogo ortodoncista y reforestador. Ha realizado varias investigaciones en el campo de la ortodoncia, aportando nuevas prácticas y técnicas a esta especialidad, logrando reconocimiento de las asociaciones internacionales. Contrajo matrimonio con la psicóloga industrial Rebeca Santacoloma Carrizo, con quien tiene a José Alejandro (estudiante de Ingeniería Industrial) y María Paola (estudiante de Administración de Negocios) Rojas Santacoloma Pardini. Patricia Rojas Pardini (1952), licenciada en Administración de Empresas y Reforestadora. Contrajo matrimonio con el doctor en leyes Manuel Virgilio Aizpurúa Velásquez y son padres de dos hijos:

Matrimonio religioso entre don Juan Francisco “Fratello” Pardini Parrilla y doña Marta Boyd de Pardini.


Los Pardini

La visión sobre el futuro y el porvenir marca el rumbo de todos sus descendientes.

Juan Francisco Pardini Boyd, su esposa Marcela Álvarez-Calderón Arias y sus hijos Juan Francisco, Diego Daniel y Daniel Diego. Manuel Virgilio (abogado) y Patricia Adela (médico) Aizpurúa Rojas Pardini. Ramiro Rojas Pardini (1953), empresario y reforestador, contrajo matrimonio con la licenciada en Mercadeo y Publicidad María Teresa Domínguez Osorio y son padres de Pablo José y Juan Antonio Rojas Domínguez Pardini, ambos estudiantes secundarios. Myrna Rojas Pardini (1956), odontóloga, casada con el ingeniero Edilberto Carles Solanilla y tienen cuatro hijos: Adriana Raquel, licenciada en Finanzas; Regina del Carmen, estudiante de Ingeniería; Olmedo José y José Olmedo -estudiantes secundarios-, Carles Rojas Pardini.

Stella Rojas Pardini (1962), vive rodeada de las atenciones y el cariño de toda la familia, a quienes le demuestra toda su ternura y afecto. (Hijos de Felicia Pardini Parrilla con Eduardo Martinelli Pardini). Eduardo Martinelli Pardini Pardini Parrilla, ingeniero industrial. Carlota Martinelli Pardini Pardini Parrilla, licenciada en Administración. Marta Pardini Calviño, (hija de José Fortunato Pardini con Adriana Calviño), licenciada en Artes Gráficas, contrae matrimonio con el economista Hans Hammerschlag y tienen dos hijos: John Christian y Michael Patrick, estudiantes de secundaria y primaria.

Carlota Pardini Parrilla y sus hijos Melchior, Carlota Marissa y César Augusto Darío Saavarese Pardini.

José Fortunato Pardini Parrilla y su esposa Adriana Calviño Sosa en el matrimonio de su hija Marta Isabel.

La familia Rojas Pardini en pleno, durante las Bodas de Plata de Luz María Pardini Parrilla y Pablo José Rojas Gutiérrez, en 1997.

(Hijos de Carlota Pardini Parrilla con Mel Saavarese). Melchior F. R. IV Saavarese Pardini, contrajo matrimonio con Gabriela Perela y son padres de Simone y Abigail. Cesar Augusto Darío Saavarese Pardini, contrajo matrimonio con Cindy Strosand y son padres de César Augusto Darío, Madison Leigh, Melchior F.R. V y Samuel James Saavarese Strosand. Marissa Saavarese Pardini, licenciada en Administración de Empresas, se desempeña como empresaria en Surf Paradise, en Australia. Don Juan Pardini Pardini y dona Felicia Dutari pertenecen al grupo de personas con determinadas cualidades especiales cuya visión sobre el futuro y el porvenir marca el destino de sus descendientes; a quienes legó además, sus firmes convicciones morales, su acrisolada honestidad, infatigable laboriosidad y espíritu emprendedor. 57


Grandes Familias de Panamá II

Los Royo Destacados en la política, la docencia y la diplomacia. En esta prominente familia figuran docentes, escritores y políticos. A todos los antepasados los unió una causa común: la del liberalismo. Esta doctrina e ideología produjo la llegada de don Aristides Royo Urueta, joven abogado y profesor reconocido como un destacado miembro del Partido Liberal, quien fuera el primero de esta descendencia en llegar a Panamá como consecuencia de la vorágine desatada por el conflicto reinante en suelo colombiano, conocido como la “Guerra de los Mil Días”. Casado con Vicenta Bolívar, junto a sus hijos adoptó al Istmo como su segunda patria. Don Aristides Royo Urueta (1864-1954).

J

osé Manuel Royo Torres, era natural de Cartagena de Indias, la vieja y colonial ciudad amurallada, a la que había llegado de España el padre de su tatarabuelo, Juan Isidoro Royo y Pontal. José Manuel era médico de profesión y como tal fue uno de los fundadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena, de la que fue Rector en varias ocasiones. Tenía no obstante otras aficiones. Además de su cátedra de Anatomía en el antiguo hospital ubicado en el convento Santa Clara, hoy un lujoso hotel del mismo nombre, fue autor de libros de matemáticas y su Geografía Universal, luego continuada por su hijo Aristides, fue libro de texto en los colegios de Colombia. Dejó también obras sobre ética y moral, así como varias piezas teatrales. Se casó con María de Jesús Urueta, con quien tuvo a Aristides en 1864. En 1890, este joven abogado y profesor de veintiséis años, se casó con Vicenta Bolívar, docente cartagenera con quien tuvo cuatro hijos: Roberto, Purificación, Aquilina y Jorge Tulio. Al estallar la Guerra de los Mil Días en Colombia, Aristides -que era destacado miembro del Partido Liberal-, intentó escalar una de las murallas del Castillo de San Felipe, bastión de los conservadores. Fue detenido y llevado a la Cárcel de San Diego y luego a la de Santa Teresa. Tras agobiantes diligencias de la atribulada esposa, se logró el confinamiento del joven abogado liberal en la ciudad de Colón, ubicada en el entonces todavía Departamento de

José Manuel Royo Torres, fue fundador de la Facultad de Medicina en la U. de Cartagena. 58

Roberto Royo, fue Alcalde de Los Santos y Subsecretario de Gobierno y Justicia (1931-1936). Su esposa, doña Gilma Elena Sánchez, fue una abnegada educadora.


Los Royo

Aristides Royo Urueta ocupó importantes cargos públicos luego de la Independencia.

Panamá, 23 de mayo de 1932: La señora Gilma Elena de Royo se tomó esta fotografía, dedicándosela a su suegro, el doctor Aristides Royo. Panamá. En la entonces joven ciudad del Caribe, se hospedó en casa de la familia Emiliani. Cuando se acordó la paz en 1902, Aristides trasladó a su familia de Cartagena a la ciudad de Panamá. Luego de la independencia alcanzada en 1903, el gobierno del Presidente Manuel Amador Guerrero lo nombró Inspector General de Obras Públicas; después lo fue de Educación y, posteriormente, Juez Superior de Instrucción. En 1924 fue nombrado Cónsul de Panamá en Barcelona, donde permaneció hasta que la Guerra Civil Española hizo aconsejable su salida en 1937. Escribió un libro titulado “Vibraciones”, con prólogo de Ernesto Morales, y actualizó la Geografía Universal escrita por su padre. Su hijo, Roberto Royo Bolívar, fue Alcalde de los Santos y, de 1931 a 1936 Subsecretario (hoy Viceministro) de Gobierno y Justicia, encargándose en

diversas ocasiones del Despacho durante las ausencias del titular, doctor Galileo Solís. Fue abogado de lo Contencioso Administrativo y, durante muchos años dirigió el Departamento de Naturalización, entonces parte del Ministerio de Relaciones Exteriores. El 14 de mayo de 1932, contrajo matrimonio con la educadora Gilma Elena Sánchez, hija de Gil. F. Sánchez, Constituyente de 1904, Alcalde de la ciudad de Panamá y conocido dirigente del liberalismo santanero. En tal calidad, promovió la participación popular en apoyo a la independencia de Panamá de Colombia, efectuada el 3 de noviembre de 1903. Gil F. Sánchez estudió en Inglaterra y cuando se retiró de los quehaceres políticos, ejerció en los últimos años la cátedra de Inglés en el Instituto Nacional. El único hermano varón de Roberto, Jorge Tulio Royo Bolívar, fue Cónsul de Panamá

Familia Royo-Sánchez en el año 1944. De pie, de izquierda a derecha aparecen Ricardo, Gloria Elena y Aristides. Sentados: Señora Gilma Elena Sánchez de Royo, Robertito y Roberto Royo Bolívar. en Yokohama y Kobe. Joven con inquietudes literarias fundó, junto con Gaspar Octavio Hernández la revista Memphis y,

cuando el gran poeta falleció prematuramente, Jorge Tulio pronunció el discurso de despedida en el cementerio. Pasó

Jorge Tulio Royo, cuando fue Cónsul de Panamá en París, Francia, aparece en una recepción junto a Charles De Gaulle, jefe del estado francés.

trece años en Japón, donde escribió cuatro libros sobre esa nación aún muy desconocida para los panameños y fue además profesor de español en la Universidad de Tokyo. En 1931 se le trasladó al Consulado de Panamá en El Havre y, dos años después, al de París. En esta ciudad vivió más de cuarenta años, incluídos los cinco de la Segunda Guerra Mundial. Durante el curso de la misma, fue arrestado por la Gestapo y protegió intereses de judíos norteamericanos, a los que salvó documentos y bienes. Sus hermanas Purificación y Aquilina se dedicaron a la educación; Aquilina Royo Bolívar, se casó con Antonio Vos, y fue copropietaria de un jardín de infancia; en tanto que Purificación, quien permaneció soltera, fue profesora en la Escuela Profesional y era reconocida y excelente cocinera, por lo que su mesa era la favorita de sus sobrinos. 59


Los Royo

Aristides Royo fue miembro del equipo negociador de los Tratados Torrijos-Carter.

Aristides Royo y su esposa, Adela Ruíz González, en el Palacio de las Garzas. Roberto Royo Bolívar vivió 94 años y tres meses. Era un lector incansable y disfrutaba enormemente de distendidas tertulias sobre temas de historia y literatura con sus amigos y compadres, Cecilio Moreno del Castillo, Domingo H. Turner, José Guillermo Batalla, Juan Antonio Susto y Ernesto J. Nicolau. Su hijo primogénito, Julio César Royo, trabajó durante toda su vida en el Chase Manhattan Bank, de donde se retiró con el cargo de Gerente; luego fue Embajador en Alemania. Casado con Aura Jaén, son padres de Julio, médico; Maritza, abogada, actualmente Fiscal Primera Superior del Primer Distrito Judicial; Gilberto, Aura Irene y Alberto, que ejercen sus respectivas profesiones en Estados Unidos. La única hija de Roberto, Gloria Elena Royo, luego de graduarse en el Colegio Internacional de María Inmaculada, hizo sus estudios en Our Lady 60

of the Lake College, en San Antonio, Texas. Es madre del Ingeniero Industrial Tomás Paredes y está casada con Luis A. Posse C. Su vida laboral la ha dedicado al turismo. Ricardo Rafael Royo, se educó en Balboa, ex -Zona del Canal y su actividad laboral la ejerció en las oficinas de la Administración y luego en la Policía del Canal, una vez que se autorizó el ingreso de los panameños en dicho cuerpo. Murió en 1980, a los 43 años de edad. Casado con la profesora Vilma Rivera, dejó cinco hijos: Ricardo, Roberto y Reynaldo, que viven en California, Estados Unidos; Lourdes, que radica en Calgary, Canadá; y Reina, quien fue Señorita Panamá para el Concurso Miss Universo y que ejerce la docencia en la Balboa Academy en Panamá. El ultimo hijo de Roberto, Aristides Royo, cursó la primaria en la escuela Pedro J. Sosa, la secundaria en el Instituto Nacional, la que culminó en 1959, la Universitaria

Durante su gestión como Presidente de la República, Aristides Royo Sánchez (1978-1982), mantuvo estrechas relaciones diplomáticas con mandatarios de otras naciones, como el Premio Nóbel Jimmy Carter (arriba) y el Rey Juan Carlos de España (abajo). en Salamanca, España y estudios de Doctorado en Bologna, Italia, habiéndolos cursado en el Real Colegio de San Clemente de Bolonia, que fue fundado por el famoso Cardenal Gil de Albornoz en el siglo XIV. Contrajo matrimonio en la histórica Gruta de Covadonga, España, con la asturiana Adela Ruíz González, primero estudiante de Medicina en Salamanca, y luego graduada como profesora de Matemáticas en la USMA. Han tenido tres hijos: Marta Elena, graduada en Darmouth en Literatura Inglesa; Natalia, que terminó periodismo en New York University e hizo su Maestría en Relaciones Internacionales en Columbia University; y Aristides José, que estudió en Saint Louis University, después se graduó en el Instituto Europeo de Design, y se dedica actualmente al Diseño Gráfico como profesional y docente. Marta vive en Bogotá con sus cuatro


Los Royo

La familia Royo mantiene un alto sentido de amor y orgullo nacional por Panamá.

Víctor en homenaje a quien fuera alumno destacado de la Universidad de Salamanca.

Familia Royo Ruíz. De izquierda a derecha: Marta Elena, Aristides José, Natalia, Adela Ruíz de Royo y Aristides Royo Sánchez.

Aristides Royo y Adela Ruíz, el día de su boda, el 26 de julio de 1963, en Covadonga, Asturias. hijos: Sebastián, Laura y los gemelos Lucas y Nicolás Obregón; Natalia reside en Madrid con sus hijos Eduardo y Martita Hagerman; el hijo varón, Aristides José, soltero, también vive en la capital de España. Aristides Royo Sánchez fue Secretario General de la Procuraduría General de la Nación, fue autor del Proyecto del Código Penal de 1970 luego convertido en Ley de la República, profesor por varios años de Derecho Penal en la Universidad de Panamá, ministro de Educación de 1973 a 1978 y miembro del equipo negociador de los Tratados Torrijos-Carter de 1977. Presidente de la República de 1978 a 1982), durante su gestión se remodeló el Palacio de las Garzas, el Teatro Nacional y el Parque de la Independencia; se construyó la carretera de cemento de Panamá a Chepo, se concluyó la autopista Arraiján-La Chorrera y se construyó el edificio de la Biblioteca Nacional, luego denominada Ernesto J. Castillero. En su presidencia se inició la vigencia de los Tratados Torrijos-Carter y el 1 de octubre de 1979 el Presidente Aristides Royo izó la bandera panameña por primera vez en el Cerro Ancón. Posteriormente fue Embajador en España en dos ocasiones y en Francia y Suiza, de 1996 a 1999. Es autor de dos libros, “Laberinto de Ausencias” y “La Frustrada derogatoria de la Ley 96-70” y de numerosos ensayos. Desde 1968 se incorporó a la firma de abogados Morgan y Morgan, en la que aún continúa prestando sus servicios. El matrimonio Royo tiene varias aficiones comunes: la lectura, la ópera, los viajes, la navegación, el esquí y el senderismo. El legado de la familia Royo se ha caracterizado por su inquebrantable vocación de servicio a la patria, una invalorable herencia que fue plasmada hace más de cien años por don Aristides Royo Urueta.

Madrid, Navidad de 2002: De izquierda a derecha: Aristides José Royo Ruíz, Santiago Hagerman, Natalia Royo Ruíz, Aristides Royo Sánchez, Adela Ruíz de Royo, Martita Hagerman, Eduardo Hagerman, Lucas Obregón, Laura Obregón, Marta Elena Royo Ruíz, Nicolás y Sebastián Obregón. 61


Grandes Familias de Panamá II

Los Vallarino Una familia comprometida con el sentir de una nación.

Ramón Vallarino Jiménez.

B

ernando de Vallarino y Tarja, nació en Cádiz. De noble abolengo era hijo de don Bernardo Vallarino y Delfino natural de Arenzano (Génova) Italia y doña Rosa Tarja, de la Isla de León, en los Reinos de España. Bernardo de Vallarino y Tarja ostentaba el rango de Caballero del Hábito de Santiago y de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo. Hacia fines del siglo XVIII era Coronel de los Reales Ejércitos, Gobernador Civil y Militar de Costa Rica y de Cartagena de Indias. Contrajo matrimonio con doña Josefa Jiménez de la Cueva y Álvarez, nacida en Barcelona, con quien tuvo varios hijos entre ellos, José, Bernardo y Ramón Vallarino Jiménez, nacidos en Panamá. Retirado de las milicias reales, fue enviado por el Rey Fernando VII como gobernador del Departamento de Riohacha, perdiendo la vida al naufragar en Bocas de Ceniza (Río Magdalena-Colombia). José Vallarino Jiménez, el mayor de los hijos nació en la heroica Villa de Los Santos en julio de 1792. Se educó en Cartagena como cadete del Rey y fue nombrado administrador de las Cajas Reales con solo 22 años. Fue fundador del Club Independentista y comisionado por el general José de Fábrega para recibir a las tropas españolas en las fortalezas de Chagres y Portobelo. Con actitud valerosa y resuelta este joven prócer de la Independencia proclamó desde los balcones del Cabildo de Panamá, el 28 de noviembre de 1821, la resolución del pueblo panameño de separarse definitivamente de la corona española. Contrajo matrimonio con doña María Miró y Rubini con quien tuvo a Emiliano, Joaquín, Carlos, Pedro, Teresa, Concepción y Rosa Vallarino Miró; antecesores de una numerosa y destacada rama Vallarino, tanto en Perú como en Panamá, entre los que podemos mencionar a los Vallarino Zachrisson y Morrice Vallarino. Falleció el 25 de abril de 1864 Bernardo Vallarino Jiménez, nació en Panamá en 1793. Militar de carrera, participó en la Batalla de Ayacucho (Perú) que en 1824 selló la Independencia de América del Sur, herido fue ascendido al grado de Coronel y condecorado

Los primeros descendientes de este apellido fueron valientes y osados militares. 62

Con más de dos siglos de presencia en Panamá, los Vallarino ostentan antiguo e ilustre linaje. Originario de Génova pasó a España, de donde a mediados del siglo XVIII llegaría a Panamá Bernardo de Vallarino y Tarja. Dos de sus hijos nacidos en el Istmo, -José y Ramón- fueron próceres de la independencia de 1821 y a ellos se debe la numerosa descendencia que ha dado a la patria reconocidos miembros que han descollado en todos los campos, gozando de gran prestigio entre sus contemporáneos.

Vallarino Escudo Vallarino Vitelli, Arenzano, Génova, (siglo XVI) Terciado en faja: 1era. en campo de plata, un águila de sable (negro), mirando a la derecha y coronada; 2da. en campo de asur (azul) un león pardo acompañado de tres besantes de plata, uno en jefe y otro a cada lado del león. 3era. en campo de plata tres bandas de asur.


Los Vallarino

La política y la diplomacia han caracterizado los inicios de la familia Vallarino.

Ramón Rafael Vallarino Arosemena el día de su matrimonio en Ecuador con Rosario Donoso Chiriboga. en el campo de batalla. Murió en 1829 luchando al lado del mariscal Antonio José de Sucre en la Batalla de Tarqui, donde el ejército colombiano derrotó a las fuerzas peruanas del general Antonio La Mar. Ramón Nicanor Vallarino Jiménez, nace el 10 de enero de 1794 en la ciudad de San Felipe de Portobelo. Al igual que su hermano mayor participa del movimiento que se inició el 10 de noviembre de 1821 y culminó con la Declaración de Independencia del Istmo de España. Fue Magistrado, Procurador y Diputado en 1829. Administrador de la Renta del Tabaco en 1831. Participó también del movimiento separatista de 1840. Contrajo matrimonio con doña Josefa Sandalia Braximo de Heredia y Esquivel y tuvieron once hijos: Francisca, Carmen, Ramón, Emilia, Rita, Ludovina, Manuela, Josefa, Próspero, Juan de la Cruz y Bernardo Vallarino Braximo. Ramón Vallarino Jiménez fallece en Panamá en 1881 .

De su extensa descendencia Francisca contrajo matrimonio con un coronel de apellido Canterac y posteriormente tiene hijos con Fermín Jované. Carmen se casó con Ernesto Zachrisson; Ramón con Manuela Arosemena Quesada; Emilia con José Navarro; Rita con Gabriel de Obarrio; Manuela con Charles Zachrisson; Josefa se casa con Juan Poylo; Próspero con María Paredes; Juan de la Cruz contrae matrimonio con Josefa Miró Quesada; posteriormente, contrae segundas nupcias con Grimanesa Tenaud; por último, Bernardo se casa con Clara Herrera. (El presente artículo está referido a dos hijos de Ramón Nicanor Vallarino Jiménez: Ramón y Juan de la Cruz Vallarino Braximo que en la actualidad llegan a la octava y novena generación). Ramón Vallarino Braximo, tercer hijo de Ramón Vallarino Jiménez, nace en la ciudad de Panamá en 1822. En 1843 contrae matrimonio con Manuela Arosemena Quezada, hija del prócer Gaspar

Arosemena de la Barrera y doña Vicenta Quezada Velarde. El matrimonio tuvo nueve hijos: María Carlota, Dolores María, Octavio Augusto, Ramón Rafael, Braulio, María Aura, Octavio, Aura y Alberto Vallarino Arosemena. Don Ramón Vallarino Braximo también tuvo con Sofía de la Torre un hijo: Darío Vallarino de la Torre Ramón Rafael Vallarino Arosemena, el cuarto hijo de Ramón Vallarino Braximo, nace en 1848. Contrajo matrimonio con Mercedes Zubieta Arosemena y fueron padres de cinco hijos: (1) Ramón Lorenzo, (2) Ismael, (3) Antonio, (4) Bolívar, (5) Elena Vallarino Zubieta. Viudo, contrajo segundas nupcias en Quito, Ecuador con Rosario Donoso Chiriboga, de nacionalidad ecuatoriana, con quien tuvo tres hijos: (6) Beatriz, (7) Jorge y (8) Teodoro Vallarino Donoso. (1) Ramón Lorenzo Vallarino Zubieta se casa con Ercilia Martínez (de Ecuador) y tuvo a Joaquín, Ercilia, Ramón, Carlos, Alicia y Mercedes Vallarino Martínez. Todos ellos, excepto Joaquín, formaron sus familias y radicaron en Perú. Joaquín Vallarino Martínez, se casó con Nora Medina y tuvieron a Nora María, Joaquín, Ramón, Alicia y Gabriela Vallarino Medina. (2) Ismael Vallarino Zubieta, contrajo matrimonio con Carlota Isabel García de Paredes Díez y tuvieron seis hijos: Graciela Mercedes, Mercedes Elena, Carlota Isabel, Ismael, Bolívar Ernesto y Rafael Vallarino García de Paredes. Graciela Mercedes Vallarino García de Paredes, contrajo matrimonio con Carlos Icaza y tuvieron a Gloria, Carlos y Ruchena Icaza Vallarino. Mercedes Elena Vallarino García de Paredes, contrajo matrimonio con José Arosemena Galindo y fueron padres

de Mercedes, Emilia, Gloria y Vilma Arosemena Vallarino. Carlota Isabel Vallarino García de Paredes, se casó con Bey Mario Arosemena y tuvieron a Yila Isabel, Bey Mario, Kel Harmodio y Reny Adolfo Arosemena Vallarino. Ismael Vallarino García de Paredes (Cucho), contrajo matrimonio con Valentina Pinilla y fueron padres de Everardo y Lourdes Vallarino Pinilla. De la unión de Ismael Vallarino García de Paredes con María Concepción Bartuano son Arturo Ulíses; Fernando Vallarino Bartuano, casado con Magda Aizpurúa; Juan Vallarino Bartuano, casado con Herminia Apolayo y; Marilín Vallarino Bartuano, casada con Agustín Sellhorn. Arturo Ulíses Vallarino Bartuano, nació en 1943, licenciado en Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Panamá. Fue presidente de la Asamblea Legislativa de 1993 a 1994, desempeñándose también como encargado de Negocios de la Embajada de Panamá en la República Argentina. Es en la actualidad primer vice-

presidente de la República. Está casado con Elka Aparicio y son padres de Javier, Marcos, Héctor, Ariel y Arturo Vallarino Aparicio. Bolívar Ernesto Vallarino García de Paredes, militar, graduado en la Escuela Militar del Perú; general y comandante de la Guardia Nacional hasta 1968. Contrajo matrimonio con Irma Strunz Galindo y tuvieron cinco hijos: Irma María de Lourdes, Gretel, Bolívar Ernesto, Jorge Enrique e Iván Antonio Vallarino Strunz. Irma Vallarino Strunz, está casada con Felipe Motta García de Paredes y son padres de Fernando Ernesto, Raúl Alberto, Felipe Edgardo, Luis Carlos, Ricardo Alberto y Gabriel Antonio Motta Vallarino. Gretel Vallarino Strunz, contrajo matrimonio con Juan David Morgan González y tuvieron a Juan David, Jorge Enrique, Gretel y Carlos Morgan Vallarino. Bolívar Ernesto Vallarino Strunz, casado con Lidia Arrocha Castillero, son padres de Marisol, Nicolás Bolívar y Nicolle Vallarino Arrocha.

Doña Ercilia Martínez de Vallarino, esposa de Ramón Lorenzo Vallarino Zubieta, junto a sus hijos. 63


Los Vallarino

Alberto Vallarino Clement: exitoso empresario comprometido con el futuro de Panamá.

Don Octavio Vallarino Arosemena. Jorge Enrique Vallarino Strunz, casado con María Auxiliadora Miranda son padres de Jorge Enrique, Juan Carlos y Marcela Vallarino Miranda. Iván Antonio Vallarino Strunz, se casó con Anabella Alemán Boyd son padres de Analisa, Iván y Carlos Vallarino Alemán. Rafael Vallarino García de Paredes, diplomático con más de treinta años de trayectoria, fue embajador en Italia, Roma, Egipto y la Santa Sede. Se casó con Gilma Senior. (3) Antonio Vallarino Zubieta, contrajo matrimonio con Leticia López Sosa con quien tuvo a Leticia, Antonio , Ramón

Doña Ana Teresa Vallarino Méndez. 64

y Elena Vallarino López. De esta descendencia sólo Leticia radicó en Panamá. También son descendientes de Antonio Vallarino Zubieta, Aníbal, Antonio y César Augusto Vallarino Vásquez, de quienes descienden los Vallarino Siner, Vallarino Padilla, Vallarino Campbell, Vallarino Velarde. (4) Elena Vallarino Zubieta, contrajo matrimonio con Alberto Wright Vallarino, de Ecuador. (5) Bolívar Vallarino Zubieta, se casó con Noemí Sotomayor, de Ecuador. (6) Beatriz Vallarino Donoso, contrajo matrimonio en Quito con Julio Castro Gortaira. (7) Jorge Vallarino Donoso, se casó también en Quito con Luisa Freyre Angulo. (8) Teodoro Vallarino Donoso, se casó con Teresa López Fábrega, con quien tuvo una hija: Yolanda del Carmen Vallarino López, quien se casó con Franklin Tello Quirol y son padres de tres hijos: Mónica, casada con Johnnie Tate, padres de Nikki; Hernán Tello Vallarino, casado en primeras nupcias con Patricia Henríquez, con quien tuvo a Carolina; posteriormente contrajo matrimo-

nio con Pilar de Janón y son padres de Suzanne Marie y Juliana Teresa. Patricia Tello Vallarino, casada con David Guardia Varela, son padres de Jimena, María Camila (q.e.p.d.) y Juan David. Teodoro Vallarino Donoso, contrajo segundas nupcias con Mercedes de la Fuente y tuvieron a Gilda, Isabel y Eduardo Vallarino de la Fuente. Octavio Vallarino Arosemena, séptimo hijo de don Ramón Vallarino Braximo, nace en 1853. Se casó en 1882 con Mercedes Méndez García de Paredes y tuvo a: (1) Analida, (2) Dolores de las Mercedes, (3) Octavio Augusto, (4) Juan Ramón, (5) Mercedes María y (6) María Ida. Viudo, contrajo matrimonio en 1894 con Teresa Méndez García de Paredes con quien tuvo a (7) Ana Teresa y (8) Alberto Florentino Vallarino Méndez. . (1) Analida Vallarino Méndez, contrajo matrimonio con Mario Galindo Toral y fueron padres de Mercedes, Raquel, Mario, Juan, Inocencio, Gabriel, Pedro, Analida y Enrique Galindo Vallarino. (2) Dolores de las Mercedes Vallarino Méndez, contrajo matrimonio con Oswald Chapman y fueron padres de: Guillermo Octavio, Ida, Camilo Alberto, Mercedes Rosa, Jorge Ramón y Pablo Augusto Chapman Vallarino. (3) Octavio Augusto Vallarino Méndez, nace en 1885. Se integró activamente al movimiento separatista del istmo en 1903, enrolándose muy joven en el ejército donde alcanzó el grado de subteniente. De 1918 a 1924 fue diputado suplente por la ciudad de Panamá. De 1924 a 1928 diputado a la Asamblea por la provincia de Herrera, cargo que volvió a ocupar de 1932 a 1938, y de 1940 a 1941. Fue embajador en Chile, Paraguay, Cuba, Paraguay, República Domini-

Don Octavio Vallarino Méndez (sentado), su hijo Octavio Vallarino de la Guardia, su nieto Octavio Vallarino Arias y su biznieto Octavio Vallarino Ferrer. cana, España y Perú. Casado con Elvira María de la Guardia Méndez, tuvo a Octavio, Luis, Aquilino, Elvira, Analida e Ida Vallarino de la Guardia. Octavio Vallarino de la Guardia, médico cirujano, contrajo matrimonio con María

Ester Arias García de Paredes y tuvieron seis hijos: Mayra, Anabella, Octavio, Ida, Irene y Marelissa Vallarino Arias. Octavio Vallarino Arias, ingeniero, contrajo matrimonio con Judith Ferrer y son padres de Octavio, Ramón, Analida y Jorge Vallarino Ferrer.

Alberto Florentino Vallarino Méndez.


Los Vallarino

El aporte de los Vallarino al desarrollo socioeconómico ha sido determinante para el país.

Los hijos de Alberto Florentino Vallarino Méndez junto a su abuela materna, Carolina Essaín de Céspedes (de izq. a der.): Teresa Raquel, Bally Elsa, Alberto, José Antonio, Ramón Alberto y Lina Isabel. Octavio Vallarino Ferrer, contrajo matrimonio con Jeannete Chevalier y son padres de Octavio Vallarino Chevalier. Luis Vallarino de la Guardia, contrajo matrimonio con Marcela Díaz Torrentes y tuvo un solo hijo: Luis Vallarino Díaz. Aquilino Vallarino de la Guardia, contrajo matrimonio con Lisa Morrice y fueron padres de Mona Lisa y Manuelita Vallarino Morrice. Elvira Vallarino de la Guardia contrajo matrimonio con Manuel Raúl Arias Espinoza y tuvieron a Elisa, Francisco, Octavio, Carmen, Elvira,

Ana Isabel, Manuel y María Mercedes Arias Vallarino. Analida Vallarino de la Guardia, casada con Antonio de Roux Arosemena tiene a Analida, Cristina, Antonio y Guillermo de Roux Vallarino. Ida Vallarino de la Guardia, se casó con Ramón Arias y tuvo a Lourdes, Lupita, Ramón, Pilar y Adela Vallarino Arias. (4) Juan Ramón Vallarino Méndez, nace en 1887. Contrajo matrimonio con Dolores Arias Rice, y fueron padres de Juan Ramón, Odeli, Cecilia y Ricardo Vallarino Arias. Juan Ramón Vallarino

Cuatro generaciones, cuatro Octavios.

Arias, fue primer secretario de la Embajada de Panamá en Washington. Diputado a la Asamblea de 1952 a 1956 y de 1956 a 1960, ocupando la vicepresidencia y presidencia de este cuerpo legislativo. Casado con Aura López Fábrega, fueron padres de José Ramón y Fernando Vallarino López. (5) Mercedes María Vallarino Méndez, nace en 1888 y contrajo matrimonio con Julio Arosemena Navarro y tuvieron seis hijos: Esther, Joaquín, Julio, Julieta, Octavio y Mercedes Arosemena Vallarino. (6) María Ida Vallarino Méndez, se casó con Manuel Manotas, de Colombia. (7) Ana Teresa Vallarino Méndez, nace en 1894. Contrajo matrimonio con Alfredo Arias Revello y fueron padres de Olga y Doris Arias Vallarino. Olga contrajo matrimonio con Ricardo Manuel Arias Espinoza, -quien fuera presidente de la República- y fueron padres de Álvaro Alfredo, Ana Teresa, Ricardo Alberto y Olga. (8) Alberto Florentino Vallarino Méndez, nace en 1896. Se desempeñó como primer secretario de la Embajada de Panamá en Washington. Nombrado por el doctor Belisario Porras superintendente del Ferrocarril de Chiriquí, fue además el primer gerente del Banco Agropecuario, y primer administrador del Aeropuerto Internacional de Tocúmen. Se dedicó por muchos años y con éxito a la agricultura, poseía dos grandes fincas en Alto Lino, Boquete. Se casó con Isabel Céspedes Essaín y fueron padres de Alberto, Teresa Raquel, Lina Isabel, José Antonio, Bally Elsa, Ramón Alberto, Isabel y Dora Vallarino Céspedes. Falleció en 1954. Alberto Vallarino Céspedes, nace en 1920. Exitoso empresario y contratista. Dedicado a sus negocios trabajó también las fincas que heredara de su padre en Boquete.

Contrajo matrimonio con Martha Stella Clement Linares y son padres de Alberto y Stella Martha Vallarino Clement. Alberto Vallarino Clement, nace en Panamá en 1951. Ingeniero Industrial, prominente hombre de negocios y político. La excelencia demostrada por Alberto Vallarino en su preparación académica se refleja en el campo laboral. Tuvo un rol protagónico en la industria panameña como gerente general de Industria Nacional de Plásticos, S.A. y vicepresidente ejecutivo de Metalforma, S.A. Desde 1988, que fue nombrado vicepresidente ejecutivo del Banco del Istmo y subsidiarias, ha llevado a este organismo al mayor de los éxitos. La política ha sido siempre parte del entorno existencial de Alberto Vallarino, quien desde los 13 años participa en actividades políticas y gremiales. Su bisabuelo, don Enrique Linares, designado presidente en dos ocasiones, fue uno de los fir-

mantes del Acta de Independencia de la República; su otro bisabuelo, Carlos Clement, fue prócer de la Independencia por Colón. El ingeniero Vallarino Clement, participa activamente en asociaciones e instituciones relacionadas con el ámbito empresarial y cívico. Está casado con Adriana Lewis Morgan y son padres de Ana María, Diego y Ximena Vallarino Lewis. Stella Martha Vallarino Clement, estuvo casada con Luis Barletta,(q.e.p.d.) con quien tuvo a María Beatriz y Carlos Alfonso Barletta Vallarino. Viuda, contrajo segundas nupcias con el arquitecto René Estripeaut. Darío Vallarino de la Torre (1878), hijo de Ramón Vallarino Braximo y Sofía de la Torre. Fue uno de los firmantes del Acta de Independencia de 1903. Recordado como uno de los héroes de “El Polvorín” donde perdió una pierna.

Alberto Vallarino Clement, su hijo Diego Vallarino Lewis y su padre, don Alberto Vallarino Céspedes. 65


Los Vallarino

El apellido Vallarino ha traspasado fronteras, llegando a enraizarse en Ecuador y Perú.

Don Darío Vallarino de la Torre. Se dedicó con éxito a la abogacía, la que ejerció hasta su nombramiento como Juez del Tribunal de Cuentas en 1916. Fue juez del Circuito de Panamá, secretario de Hacienda y Tesoro, magistrado de la Corte Suprema. Contrajo matrimonio con Inés Chiari, con quien tuvo cuatro hijos: Ramón Eduardo, Eduardo, Inés y Ricardo Vallarino Chiari. Eduardo Vallarino Chiari (1906) licenciado en Derecho. Fue Fiscal Superior de la República, notario y presidente del Ayuntamiento. Se casó con Margarita María Arjona y fueron padres de Margarita María, Ana Evelina, Eduardo y José Darío Vallarino Arjona. Margarita María Vallarino Arjona, contrajo matrimonio con Héctor Reátegui y son padres de Héctor Javier, Ana María, y Margarita Reátegui Vallarino. Ana Evelina Vallarino Arjona, contrajo matrimonio con Ernesto de la Guardia III. Eduardo Vallarino Arjona, se casó con María Raquel Fernández Montagne y fueron padres de Maria Raquel y María Eugenia Vallarino Fernández. José Darío Vallarino Arjona, contrajo matrimonio con Analida Alemán Arosemena y fueron padres de José Dario, Eduardo José y Alfredo José Vallarino Alemán. Inés Elvira Vallarino Chiari, contrajo matrimonio con Rogelio De Ycaza y fueron padres de 66

Familia Vallarino Arias. Rogelio Ramón, Manuel María, Octavio, Mariela y Lupe De Ycaza Vallarino. Ricardo Vallarino Chiari, contrajo matrimonio con Julia A. Pérez Castrellón y fueron padres de Dario, María Eugenia, Julieta, Carlos Manuel, Raúl y Ricardo Vallarino Pérez . Darío Vallarino Pérez, contrajo matrimonio con Maritza Cecilia Denis Estrada y son padres de Darío, Maritza, Melissa, Carmen Cecilia y Marianela Vallarino Denis. María Eugenia Vallarino Pérez, casada con Roberto Eisenmann, son padres de Denise, Roberto, Anabella y Eduardo Eisenmann Vallarino. Julieta Vallarino Pérez, casada con David Richardson, son padres de María Ester y John Richardson Vallarino. Carlos Manuel (Piqui) Vallarino Pérez, está casado con Elena Menéndez Córdova y son padres de Carlos Manuel, Marta Elena, Ana Lidia y Julie Vallarino Menéndez. Raúl Vallarino Pérez, contrajo matrimonio con María de Lourdes Arango y son padres de María Lourdes, Raúl y María Eugenia Vallarino Arango. Ricardo Vallarino Pérez, casado con Margarita Moreno, son padres de Ramón, Ricardo y Roberto Vallarino Moreno. Juan de la Cruz Vallarino Braximo, décimo hijo de don Ramón Vallarino Jiménez, y

doña Josefa Sandalia Braximo de Heredia, contrajo primeras nupcias con Josefa Miró Quesada, con quien tuvo siete hijos: Emma, Ida, Juan, Rosaura, Matilde, María Esther y Enrique Vallarino Miró. Posteriormente contrae segundas nupcias con Grimanesa Tenaud del Pomar con quien tiene tres hijos: Ricardo Enrique, José Luis y María Cecilia Vallarino Tenaud. Juan Vallarino Miro Quesada, contrajo matrimonio con Elisea Febres Cordero. Rosaura Vallarino Miro Quesada, se casó con Alberto de Obarrio Vallarino. Matilde Vallarino Miro Quesada, contrajo matrimonio con Juan Bautista Destruge. Enrique Vallarino Miro Quesada, contrajo matrimonio

Familia Vallarino Strunz. con Bertilda Vallarino Zachrisson y fueron padres de Enrique, Rubén, José Antonio y Bertilda Vallarino Vallarino. Ricardo Vallarino Tenaud, contrajo matrimonio con Lilia Elisa Quijano Robles con quien tuvo a Luz Cecilia, Manuel Ricardo, Juan Gaspar e Ida Cecilia Vallarino Quijano. Luz Cecilia Vallarino Quijano, contrajo matrimonio con Raúl Rogelio del Castillo Vascones y son padres de Ida Cecilia, Raúl Rogelio y José Ernesto del Castillo Vallarino. Manuel Ricardo Vallarino Quijano, contrajo matrimonio con Manuela Salazar Manrique y tuvieron a Manuel Ricardo, Lilia Elisa, Roberto Enrique y Juan Carlos Vallarino Salazar. Posteriormente contrajo se-

Familia Vallarino Clement.

gundas nupcias con Mary Emely Jackson Platt. Juan Gaspar Vallarino Quijano, contrajo matrimonio con Maria Elena García de Paredes Vives con quien tiene a Juan Gaspar y Javier José Vallarino Quijano García de Paredes. Ida Cecilia Vallarino Quijano, contrajo matrimonio con Guillermo Chiari Estripeaut y tiene a Luz Cecilia, Dora Elisa, José Guillermo y Ricardo Eduardo Chiari Vallarino. José Luis Vallarino Tenaud, contrajo matrimonio con Isabel Hansen García y son padres de Pedro Juan y Grimanesa Rita Vallarino Hansen. María Cecilia Vallarino Tenaud, contrajo matrimonio con un ciudadano estableciéndose en Inglaterra.


Protagonistas de la Historia L as hondas raíces que unen históricamente a todos los pueblos con Panamá, explican la rápida integración de nuestros nacionales quienes, al compartir prácticas de labor y hábitos vivenciales, se acoplaron fácilmente conformando uniones familiares que han perdurado con el paso del tiempo con sus peculiares características, pero con lejanas e inextinguibles raíces comunes. 67


Comunidad Afroantillana

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COMUNIDAD AFROANTILLANA

Grandes Familias de Panamá II

Puro Corazón Estos trabajadores antillanos, que con su energía hicieron realidad la vía interoceánica desde sus inicios, sintieron en carne propia los rigores de la explotación, el peso opresivo de la segregación y discriminación, percibiendo pagos onerosos, habitando viviendas precarias, teniendo una deficiente educación y utilizando servicios por debajo del modo de calidad de vida humana indispensable.

N

o cabe duda que el protagonismo de la etnia africana en el Istmo de Panamá, se relaciona íntimamente con nuestra condición de país de tránsito y servicio. Ya desde tiempos de la Colonia surgieron vigorosos porteadores negros esclavos que se encargan de manipular la carga de diversas mercancías estibadas o desembarcadas de las naves. Entre 1850 y 1855 cerca de 45 mil jamaicanos llegan para las obras de construcción del ferrocarril nacional. Entre 1880 y 1889 nuevamente se importa mano de obra de Jamaica, esta vez 22 mil trabajadores para el proyecto del Canal francés. Posteriormente, entre 1904 y 1912 -fracasado el intento de Ferdinand de Lesseps- se incorporan obreros reclutados de las islas caribeñas, estableciéndose que de los 45,107 trabajadores empleados durante este periodo, el 44.1% provenía de Barbados, el 12.3% de Martinica, el 4.6% de Guadalupe y el 3.7% de Trinidad. Estos trabajadores antillanos, que con su energía hicieron realidad la vía interoceánica desde sus inicios, sintieron en carne propia los rigores de la explotación, el peso opresivo de la segregación y discriminación, percibiendo pagos onerosos, habitando viviendas precarias, teniendo una educación deficiente y utilizando servicios por debajo del modo de calidad de vida humana indispensable -de la cual sí disfrutaban los trabajadores blancos-. Además de estas denigrantes situaciones, se vieron obligados a realizar los trabajos más difíciles. En las excavaciones todos eran antillanos. Los derrumbes, las explosiones de dinamita cobraron, junto, con la fiebre amarilla y la malaria, muchas vidas de los trabajadores. El reporte anual del Departamento de Sanidad de la Compañía del Canal indica que, para 1913, habían muerto 11,943 empleados blancos en relación con 44,711 obreros negros. Estas condiciones, en muchos casos infrahumanas, no fueron aceptadas en su totalidad por todos los trabajadores; es más, muchos de ellos se erigieron como

líderes y pioneros de ofensivas serias y decididas que, sobre la base de luchas valerosas y desprendidos sacrificios, lograron mejoras y algunos beneficios para estos trabajadores. Ya para 1914, cuando luego de titánicos esfuerzos se inaugura el Canal de Panamá, muchos obreros decidieron regresar a su lugar de origen. Sin embargo, una proporción significativa decidió establecerse en el istmo, en las ciudades de Panamá y Colón, manteniéndose ligados de manera directa o indirecta a las actividades de la vía acuática. Muchos de ellos, han sido pieza clave en el funcionamiento, mantenimiento y administración de esta maravilla de la ingeniería moderna, mientras que otros empezaron a agruparse para realizar una lucha en contra de la discriminación y segregación de la cual eran objeto, fundamentalmente durante el régimen del general Omar Torrijos Herrera, cuando se desarrolla un importante movimiento cívico que tuvo consecuencias favorables determinantes para la realidad actual de los afroantillanos. Durante la década de los 80’s el principio de esta lucha centenaria por eliminar la discriminación racial, rescatar y valorizar la cultura afropanameña y optimizar la calidad de vida de cada uno de ellos, se consolida con el trabajo de destacados estudiosos afroantillanos de la sociología, empeñados por darle a esta comunidad su verdadero lugar en la participación del desarrollo de la nación panameña. Estos movimientos reivindicativos se han nutrido con el nacimiento de agrupaciones como Acción Reivindicadora del Negro Panameño (ARENEP), Unión Nacional del Negro Panameño (UNNEP), Asociación de Negros Profesionales (APODAN), el Centro de Estudios Afro Panameños (CEDEAP), la Sociedad de Amigos del Museo Afroantillano (SAMAAP) y Grupo Alternativa, así como las luchas que en el campo sindical han efectuado el Local 900 y el Local 907, en la Zona del Canal. Expresiones importantes que merecen ser mencionadas como aportes de la comunidad afroantillana a

Foto página 67: El vapor Ancon al llegar a Cristóbal proveniente de Barbados con 1,500 trabajadores (Panama Canal Company).

Foto página 68: Obreros trabajando en la pavimentación con ladrillos frente a las oficinas de fletes del ferrocarril de Panamá (1907). 69


Grandes Familias de Panamá II

Muchos de ellos, han sido pieza clave en el funcionamiento, mantenimiento y administración de la vía interoceánica, mientras que otros empezaron a agruparse para realizar una lucha en contra de la discriminación y segregación de la cual eran objeto.

Trabajadores antillanos trabajando en la construcción del Ferrocarril Transístmico.

la cultura, son el movimiento conocido como la Nueva Literatura Afro Panameña, cuyos principales exponentes son Carlos Guillermo Wilson, Alberto Smith, Juanita Mitil, Carlos Russell, Melvin Brown, Winston Churchill James y Gerardo Maloney. También cabe señalar el trabajo investigativo de historiadores como Armando Fortune y el sociólogo George Westerman, aportes que han sido continuados con propiedad por nuevas generaciones de afroantilla-

Vivienda típica de los trabajadores antillanos, Golden Green, Zona del Canal. 70

nos, como Roy Simón, Gerardo Maloney, Bryce Laporte, Melva de Goodin. Alberto Smith Fernández, Aminta Núñez, George Preistley, Carlos Russel, Agatha Williams y Chancelot Williams, entre otros. Gracias a su documentado trabajo, nos es posible en la actualidad aproximarnos directamente a la verdad histórica en torno a la contribución afroantillana a lo que hoy conocemos como nuestra admirada nación panameña.


Comunidad China

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Grandes Familias de Panamá II

COMUNIDAD CHINA

Fuerza Oriental Desde la época de la construcción del canal a la actualidad no han dejado de llegar y conforme Panamá fue derivando hacia la era republicana, estos trabajadores orientales vieron que su fuerte no estaba en los rudos trabajos canaleros. Pronto se dedicaron a arar parcelas agrícolas con excelentes resultados en las afueras de la entonces pequeña capital, de las que luego vendían hortalizas y verduras en el Mercado Público, contiguo al Barrio Chino. a nación panameña se ha formado tras una serie de oleadas de inmigrantes de diferentes continentes, grandes masas humanas en busca de un futuro mejor. La primera llegada masiva de chinos al Istmo -entre 700 u 800 de acuerdo a los cronistas-, se produce en marzo de 1854, procedente de Cantón, a bordo de la nave “Sea Witch”, como mano de obra barata para la construcción del Ferrocarril Transístmico. Una descripción de la época habla de que “llegaron a la ciudad desfilando en largas hileras”, muchos con sus largas coletas, zapatillas y pantalones angostos anudados a la pierna; otros con sus sombreros de mimbre. Se entretejió como leyenda un supuesto suicidio colectivo de miles de estos inmigrantes asiáticos en el hundido caserío de Matachín, en la ruta férrea hacia Colón. Pero fue una exageración de la época, ya que fue menor la cifra de los que se inmolaron por causa de enfermedades, la nostalgia o la inadaptación. Desde esa época a la actualidad no han dejado de llegar y conforme Panamá fue derivando hacia la era republicana, estos trabajadores orientales vieron que su fuerte no estaba en los rudos trabajos canaleros. Pronto se dedicaron a arar parcelas agrícolas con excelentes resultados en las afueras de la entonces pequeña capital, de las que luego vendían hortalizas y verduras en el Mercado Público, contiguo al Barrio Chino. Poco a poco fueron ocupando las viviendas cercanas a ésta área eminentemente comercial y no sólo la habitaron, sino que abrieron abarroterías, barberías, lavanderías, panaderías y fondas, así como escuelas y templos. No dejaron por fuera las logias, las sociedades religiosas y de beneficencia, ni mucho menos las fondas. Una institución que no podía ser excluída fueron los casinos, dada la gran afición que muestran los chi-

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Foto página 71: Una de las primeras tiendas de chinos que se instalaron en el país. 72

nos por los juegos de suerte y azar. El Barrio Chino se fue forjando desde la segunda mitad del siglo XIX en el arrabal santanero y fue cuna de ilustres familias asiáticas que se asentaron a comienzos de la República en el lugar. Entre ellas destacan las del industrial y dirigente cívico Fermín Chan, la de Aurelio Chen, Juan Siu, la familia Achú, los Tam, Cheung y otros. Pero allí también residieron, varias décadas atrás, notables familias panameñas como las de Alfredo Ramírez, los De León Arias, los Altafulla, los Moreno Céspedes, los Ardiles y los Botello, entre otras. Aquí se formaron varias sociedades religiosas y de beneficencia (Shang Yap, Ku Kon Chau, Fa Yen y la Yang Wo). Esta última mantiene un pequeño templo en su piso superior, donde se venera la imagen de un santo guerrero, Kwan Tai Kung. Se encuentra también, el local de la Asociación China de Panamá, en donde reposa el busto del fundador de la República de China, Sun Yatsen, y la bandera del sol blanco. Gran cantidad de restaurantes preparan las clásicas especialidades de la cocina china a bajo precio, incluyendo el desayuno con hampao y siu mai, con sus asados y menús especiales; Las tiendas repletas de mercaderías exóticas; sus mercados de fragantes especies y pintorescas artesanías. A su lado, en la Casa Chen, de don Aurelio Chen, usted encuentra desde el árnica china, la alucema y los camarones secos, hasta las diversas clases de té e inciensos. En las décadas del 50, 60, y aún en los 70, la colonia del Barrio Chino que convivía en amistad con los nacionales, su gente, tranquila, servicial y laboriosa, hacía partícipe a los panameños de las fiestas del Nuevo Año Lunar; 3 de Noviembre y Carnavales. La colonia china organizaba comparsas, construía carros alegóricos y tenían a su propia reina. Todo ello acabó con el


correr del tiempo. El emporio que constituyó Salsipuedes con sus comercios fue decayendo y desplazándose hacia la Avenida B en busca de mayor seguridad. Si bien en los tiempos que corren, el número de sus devotos ha disminuído -al igual que el flujo turístico-, la imagen de Kwan Tai Kun, se sigue venerando en el Barrio Chino, siendo notable la proliferación de imágenes de dicho santón en comercios y viviendas de chinos y sus descendientes, que impetran a este mediador ante los dioses, por los ideales más preciados en Oriente. Vale decir: paz y prosperidad económica. Los conocedores de este pintoresco barrio, añoran diversas tiendas y a los antiguos regentes de las mismas, que un día se fueron sin que sepamos porqué. Sin embargo, aún persisten almacenes como el de Don Juan Siu, hoy atendido por sus descendientes que han abierto una sucursal en El Dorado. Otros comerciantes chinos, se han modernizado inaugurando negocios de alquiler de vídeos, salones de belleza, casas de té como la llamada “Nuevo Siglo” y otras que no tienen nada que envidiar a un comercio de los más novedosos de otras zonas de la capital panameña. Los conceptos chinos vinculados a la salud humana, difieren mucho de los criterios occidentales, pues se basan en los principios del Yan (masculino, positivo, diurno) y el Ying (femenino, negativo, nocturno), al tiempo que vinculan el funcionamiento del organismo a las sucesiones de los eventos cósmicos y la alternancia de

las estaciones. Como un gran aporte de esta comunidad a Panamá, están sus métodos terapéuticos que se fundamentan en la dieta vegetariana, la herborística y la acupuntura, ciencia milenaria recientemente convalidada en Occidente, sobre todo como método anestésico y eficaz remedio contra el reumatismo y otras dolencias análogas. No obstante, los médicos chinos, tienen a la acupuntura, como una suerte de panacea universal, pues la estiman capaz de curar absolutamente todos los males. El sistema de diagnóstico empleado por la medicina china, atiende a varios factores; uno de ellos, se orienta a los “36 pulsos”, que el terapeuta aprecia en su ritmo e intensidad, tocando las muñecas y otros puntos de cuerpo del paciente. Luego entra en funciones la “iriología” u observación de los ojos y luego, el médico apreciará el relato de los síntomas acusados por el consultante. Demás está decir, que este método de diagnóstico, es altamente personalizado y requiere una larga y detenida sesión que puede durar una hora o más. En el Barrio Chino de Panamá, florece desde hace unos años el consultorio del médico Jorge Chial, que no sólo brinda exámenes de medicina general, sino también tratamientos a base de la antiquísima acupuntura. Debe decirse que justamente a su lado y sin generar rivalidad de ninguna especie, atiende un herbolario chino de acuerdo a milenarias recetas que son surtidas en una botánica cercana, con “recetas” que el “yerbero

Grandes Familias de Panamá II

Bomberos chinos. En aquellos tiempos el agua se transportaba en pipotes, era sacada de los manantiales de El Chorrillo y así se surtió la ciudad por muchos años.

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Grandes Familias de Panamá II

Como aporte de esta comunidad están sus métodos terapéuticos y la acupuntura, sobre todo como método anestésico y eficaz remedio contra el reumatismo y otras dolencias análogas.

Comerciantes chinos reunidos durante un ágape en la década de los 50’s.

chino” escribe en un papel blanco, con la clásica tinta y el pincel que existen desde que -según Marco Polo- los chinos inventaron la escritura. Lamentablemente y a pesar de que durante el día el Barrio Chino muestra aún signos de su pasado encanto, al caer la noche, se convierte en peligrosa zona roja, merced a la inseguridad generada por la delincuencia que a su vez, se deriva de diversos factores sociológicos, tales como la pobreza extrema, el desempleo y la tensión demográfica. No hace muchos años, precisamente en 1994 y a petición de la Colonia China, la entonces Alcaldesa del Distrito, Mayín Correa, instaló un puesto policial en la Calle Carlos A. Mendoza, el mismo que si bien representa un cierto alivio en materia de seguridad ciudadana, no alcanza a cumplir plenamente sus objetivos, según puede comprobarse estadísticamente. Los empresarios chinos y líderes de dicha comunidad se resisten comprensiblemente a tratar tan espinoso tema, pero la incidencia de secuestros, asaltos y aún asesinatos de comerciantes asiáticos durante los últimos tiempos, alimenta los rumores en torno a la existencia de una mafia china, organización que se dedicaría al tráfico de drogas, explotación de prostitutas y la usura con su secuela de cobro de exorbitantes intereses mediante métodos que no excluyen golpizas o el simple asesinato de los deudores morosos o insolventes. Algunos descendientes de chinos, no ocultan su desencanto por esta situación ya que sus antepasados vinieron a Panamá en busca de oportunidades de trabajo y progreso, sin pensar jamás en incurrir en conductas delictivas. Ellos atribuyen a algunos “recién llegados” tan negativo y peligroso comportamiento. La comunidad china en la actualidad se encuentra sectorizada. Un grupo está compuesto por los descen74

dientes de los primeros inmigrantes chinos. Estos, aculturados en su gran mayoría, se han asimilado a través de matrimonios interraciales y aunque gran parte de ellos perdieron la conexión con la tradición y el idioma, existe otro buen número que mantiene sus milenarias costumbres tradicionales. Estos chinos alientan el matrimonio entre iguales y conservan sus raíces históricoculturales. Debe señalarse por ser de importancia, que muchos de estos descendientes de chinos, han adoptado la religión católica, practicándola fielmente, e incluso algunos otros, pertenecen a diversas sectas protestantes. En los 70’s y los 80’s llegó un gran número de inmigrantes provenientes de la República Popular China. Estos, dedicados en su mayoría al comercio en pequeñas abarroterías, carnicerías, casas de repuesto, electrónicas, lavanderías, etc., provienen de un régimen político-social comunista, tienen un comportamiento social que difiere del de los inmigrantes que les antecedieron. Formados en las ciudades y en una sociedad diferente, se les conoce por ser mucho más positivos en su comportamiento social y por la agresividad con que conducen sus negocios. Se mantienen unidos entre ellos a pesar que se han desplegado por todo el territorio nacional y conservan sus costumbres pero no participan necesariamente de las celebraciones de la comunidad tradicional. Atendiendo a un balance de términos generales, debe entenderse que la Colonia China está integrada por elementos laboriosos, emprendedores, progresistas, respetuosos de la ley y la familia, quienes han trabajado arduamente durante más de cien años por lograr insertarse en la cultura nacional, adoptándola como propia.


Comunidad EspaĂąola

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COMUNIDAD ESPAÑOLA

La Madre Patria Los españoles que venían al Istmo eran hombres jóvenes bien formados y robustos, en otras palabras, en perfecto estado de salud, muy aptos para las fuertes y agobiantes tareas de las excavaciones por pico y pala, expuestos a lluvia o sol y en ambientes calurosos y húmedos.

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Foto página 75: Españoles viviendo en los vagones del ferrocarril en la época de la construcción del Canal de Panamá.

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a población laboral del Canal de Panamá, para finales de 1908, era de 50003 personas, notándose un gran incremento sobre los 764 que se encontraban en mayo de 1904, cuando los norteamericanos tomaron bajo su responsabilidad la construcción de la obra. Para el año de 1908, los 4370 españoles constituían un 8.7 % de los obreros europeos que trabajaban como mano de obra del Canal. En algunos casos, eran contratados en Cuba, pero la mayoría provenían directamente de la Madre Patria. Junto con los italianos (1941- 3.8%) y los griegos (11012.2%) integraban la inmensa mayoría de la fuerza laboral europea. Se calcula que un 50% de los hispánicos vinieron contratados y la otra mitad viajó por voluntad propia, en busca de un mejor futuro económico. Con estos últimos, la Compañía del Canal no había firmado ningún contrato legal, sino que las condiciones impresas y aceptadas, que aparecían en el boleto de viaje hacia Panamá, se consideraban como un documento de valor y por medio del cual se regía la relación laboral. Los españoles, que venían al Istmo, eran hombres jóvenes, bien formados, y robustos, en otras palabras, en perfecto estado de salud y muy aptos para las fuertes y agobiantes tareas de las excavaciones por pico y pala, expuestos a lluvia o sol y en ambientes calurosos y húmedos. El costo del pasaje, era cubierto en forma inicial por la Compañía, sin embargo, después se le deducía al obrero, a través de letras mensuales. El arreglo firmado también incluía las horas de trabajo, el salario estipulado de 20 centavos oro (cuarenta centavos plata) por hora, para una jornada no menor de nueves horas diarias. También estaban autorizados para comprar alimentos a precios bajos y obtener servicios médico-hospitalarios gratis, lo mismo que transporte de ida y regreso a su lugar de trabajo. La Comisión del Canal esperaba un comportamiento digno y un desempeño eficiente en las funciones

encomendadas, además de mostrar interés y rapidez en el desempeño de las mismas. De no clasificar el trabajador, dentro de estos parámetros que marcaba la Comisión, el contrato se podía declarar nulo, además de retenerle el cheque. Esta política no era solamente aplicable a los europeos, sino que igualmente regía para el resto de la fuerza laboral, inclusive los norteamericanos. A los empleados de España, se les había concedido un pequeño trato preferencial, cuando eran despedidos, ya que podían retener el comprobante del cheque, donde constaba el sueldo devengado y de esta manera, solicitar un pago equivalente en su nueva posición. Esta norma tenía un punto débil, ya que al dejar un trabajo y retener el citado comprobante, el obrero podía dirigirse a otras dependencias en el canal o con los contratistas independientes, en búsqueda de un mejor ambiente laboral, y con el mismo sueldo. Como la situación laboral, especialmente con este grupo, se iba tornando algo difícil, el Ingeniero Jefe del Canal, George W. Goethals, le dirigió una nota al Encargado de Negocios de España, donde le informaba sobre cuatro decisiones tomadas al respecto: 1. Las condiciones para contratos de empleados españoles requieren de cada uno, dar un rendimiento satisfactorio, de acuerdo con su salario de 40 centavos plata por hora. 2. En caso de que los servicios rendidos no vayan de acuerdo a su rendimiento o conducta, es normal que se les trate de una manera similar a los ciudadanos americanos y otros empleados de la Comisión, en idénticas circunstancias. 3.La Comisión tiene la potestad y es su deber, en implantar, como lo ordena la ley, y cancelar el contrato original y reducir el pago a los niveles de trabajo. 4. No se considera en estos momentos, una combinación de circunstancias como rebaja de paga y declaración de indeseable, ya que siendo estos casos algo raros, se tratan cada uno por separado.


Grandes Familias de Panamá II

Se menciona, apenas, un aspecto de la fuerza laboral española, que posterior a este aviso, fue muy efectiva, ya que superaron su productividad y la identificación con la Compañía, llegando a constituirse en ejemplo para los otros grupos laborales y en verdadero orgullo para su país de origen. Al conocerse estas infaustas noticias, es que se prohibe en 1909 la emigración para trabajar en Panamá, lo que reduce sustancialmente la llegada de ciudadanos españoles a suelo panameño. Pese a ello, muchos se las ingeniaron para radicarse definitivamente, ya sea contrayendo matrimonio o llegando desde otros países. El impulso motivacional fue la promoción que se hacía en España de las buenas condiciones salariales del trabajo en Panamá, muy por encima de las precarias condiciones laborales que afrontaban los españoles y que tenía al país sumido en una profunda crisis, lo que motivó la salida de gran cantidad de ciudadanos de la península ibérica ávidos de hallar mejores oportunidades de vida para ellos y sus familias. Uno de los grandes aportes de la comunidad española afincada en Panamá a estado referida a la educación, la cual estuvo en gran parte en manos de los Hermanos de las Escuelas Cristianas -o Hermanos de La Salle-, a quienes el gobierno encomendó la misión de dirigir y organizar varios centros educativos en David,

Colón, Penonomé, Santiago, Aguadulce, Pocrí, Taboga y la ciudad de Panamá, respectivamente. Diferencias de opinión acerca de lo positivo de la educación religiosa en las escuelas y la separación de la iglesia y el Estado, generó que los religiosos decidieran alejarse de la enseñanza pública para posteriormente fundar en la capital el Colegio La Salle. La motivación económica, fue la que motivó la inmigración española por este tiempo, sin embargo, cabe señalar que parte de la misma se debió a causas sociopolíticas que aunque no se pueden comparar con las ocurridas en 1939, fueron significativas. De esta forma, llegaron a suelo panameño sindicalistas, socialistas, anarquistas y muchos jóvenes que escapaban al llamado del ejército español. Esta presencia, ha sido tema de investigación cuando se tiene que referir a los inicios del movimiento obrero en el istmo, destacando la figura de José María Blázquez de Pedro, nacido en Béjar, quien era un conocido anarcosindicalista. Blázquez de Pedro era un escritor autodidacta, periodista, librero de profesión que había llegado desde Cuba a Panamá, viviendo en el istmo por más de diez años, junto a sus hermanos y hermanas. Él fue uno de los propulsores del nacimiento de la generación de jóvenes que se encargarían de fundar la Federación de Estudiantes de Panamá en el año de 1922 y posteriormente el Sindicato General de

Trabajadores españoles en la construcción del Canal de Panamá.

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La presencia española en Panamá se evidencia no sólo en las actividades comerciales. Su importancia es también notable en la ciencia, el arte y la cultura. En especial en el ámbito universitario.

Los obreros españoles que trabajaron para la construcción de la vía interoceánica destacaron por su profesionalismo y buena aptitud para cumplir con las más arriesgadas faenas. 78

Trabajadores y la Liga de Inquilinos y Subsistencias. Luchador incansable, fue expulsado y deportado a Cuba en septiembre de 1925, luego de ser acusado de ser el mentor de la organización que marcaba el movimiento huelguista inquilinario de octubre de 1922. Alejado del país en donde había librado sus mejores batallas reivindicativas, pocos años después murió de tuberculosis. Se pueden distinguir tres etapas migratorias de españolas: la primera entre finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, muy probablemente debido al auge económico que se anunciaba por la construcción del ferrocarril; la segunda en en siglo XX con los exiliados de la cruenta guerra civil española y la tercera luego de la Segunda Guerra Mundial hasta la actualidad. Mención aparte merece la Sociedad Española de Beneficencia de Panamá, fundada en 1885 como la primera organización creada por españoles en Panamá y que tuvo como principio inicial el solidarisarse soco-rriendo y apoyando a los miembros que lo requirieran o que no tuvieran recursos económicos. Uno de sus miembros, Gervasio García, fue una de las personalidades más destacadas y propulsor de que esta sociedad se mantenga hasta la actualidad. La presencia española en Panamá se evidencia no sólo en las actividades comerciales. Su importancia es

también notable en la ciencia, el arte y la cultura. En especial en el ámbito universitario. En el aporte cultural, se puede mencionar el trabajo musical de Santos Jorge,nacido en Peralta, provincia de Navarra, quien fue el compositor de la música del Himno Nacional de la República de Panamá y Alberto Galimany, natural de Cataluña, quien fue director de la Banda Republicana (1912-1937) y director de la primera Orquesta Sinfónica de Panamá (1918). De igual forma el músico Francisco Cebamanos, el poeta y pintor Tomás Cabal y Barros, así como de Rafael Estévez González, médico cirujano; Arturo Merel, destacado pianista y educador; Enrique Ruíz Vernacci, escritor y crítico literario; Agustín Sanz y Sánchez, profesor y catedrático de literatura y Ricardo Zozaya, músico. La comunidad española en Panamá mantiene su identidad nacional y cultural a través de organizaciones como la Sociedad Española de Beneficencia de Panamá y otras, como el Club Deportivo Unión Española en la ciudad de Panamá y otras organizaciones en Chorrera, Colón, Aguadulce, Chitré, Santiago de Veraguas y David. Los españoles no sólo han aportado al país su trabajo. Han contribuído de muy diversas formas a la cultura y a la sociedad panameña, desde el conocimiento en la universidad, los campos profesionales y comerciales, el arte y la literatura.


Comunidad Francesa

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Grandes Familias de Panamá II

COMUNIDAD FRANCESA

El Sueño del Canal Aunque de magnitud inferior al aporte de otras culturas tradicionales que sirvieron de base a la estructuración de la nación panameña, el proveniente de Francia no deja de ser considerable en el desarrollo moderno del Istmo.

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Foto página 79: Una de las enormes excavadoras francesas en las que Ferdinand de Lesseps y su equipo fundaron sus esperanzas. 80

i bien Francia está separada de Panamá por el inmenso océano, debe entenderse que dicha nación de 543.965 kilómetros cuadrados de superficie y contando con 58 millones de habitantes extiende sus ramificaciones a departamentos de ultramar como Martinica y Guadalupe en el Mar Caribe, además de Guayana en América del Sur, que son vecinos de Panamá y comparten determinados capítulos históricos que los hermana definitivamente. Las citadas unidades territoriales, pertenecen además a la particular región denominada América Tropical, de la cual Panamá también forma parte. Francia es poseedora de milenarias raíces culturales que se remontan al tiempo de los galos, como la Marsella helénica, el Imperio Romano y el reino de los francos, es en el ciclo que abarca fines del siglo XVIII y principios del XIX que su influjo cultural empieza a proyectarse a Panamá. Consagrada nuestra independencia del yugo español, en 1821, el flujo de viajeros, comerciantes y empresarios provenientes de Francia se combinó con las corrientes filosóficas, científicas y culturales emanadas de esa nación vieja y pródiga, que fueron arribando a nuestras costas en forma gradual e indetenible. En tiempos anteriores, la presión dominante de la hispanidad, había limitado nuestros contactos con Francia a esporádicas incursiones de bucaneros, a episódicos intentos de colonización de las costas del Caribe, a ciertas misiones de tipo cartográfico y al breve paso de determinadas misiones científicas. Pero es en 1879, que la Revolución Francesa, con su enorme impacto social impregnado de nuevas corrientes filosóficas y postulados de Libertad, Fraternidad e Igualdad, evoluciona bajo el imperio napoleónico, favoreciendo todo tipo de innovaciones y convocando en París a las más esclarecidas mentes de aquellos tiempos. El mensaje consecuente habría de proyectarse al mundo entero, incluído el joven continente americano. Francia, la inmortal, se encontraba a finales del siglo XVIII en un febril período de propuestas para lanzarse a la gran aventura de construir un canal a través del istmo de Panamá.

Ya se había aprobado en el Congreso de la Sociedad Internacional de Geografía (1873) en París, la futura convocación a una reunión para discutir en el llamado Congres d' Etudes du Canal Interoceanique, (París 1879), la construcción de un canal a nivel en el istmo de Panamá. Desde que se supo la noticia la juventud francesa, entendiendo que el orgullo de la nación se encontraba de por medio, con encendido patriotismo se enroló en las filas de los trabajadores, muchos de los cuales, eran mano de obra bien calificada. El 30 de diciembre de 1879, con una selecta comitiva de técnicos y empresarios, Ferdinand de Lesseps arribó al puerto de Colón, donde declaró que el canal adoptaría la misma ruta del ferrocaril de Panamá. De vuelta en Francia, se dedicó a recabar con éxito fondos para la obra, mientras en Panamá el ingeniero Reclus supervisaba los trabajos iniciales de excavación. Ante las pobres condiciones higiénicas imperantes en el Istmo, la Compañía Universal del Canal Interoceánico invirtió más de cuatro millones de dólares en excelentes instalaciones hospitalarias entre las que destaca el Hospital Ancón, y contrató los servicios del eminente médico francés, Lacroisade. El mayor escollo de las excavaciones lo presentó, con sus cerros de 17 tipos de rocas volcánicas de hasta 60 millones de años, el antiguo Corte Culebra, hoy Corte Gaillard en honor al ingeniero estadounidense que enfrentó ese reto. En 1882 un movimiento sísmico atribuído a las fuertes explosiones afectó mucho las obras, ocasionando impresionantes derrumbes. Durante su estadía en el Istmo, los franceses fundaron un importante puerto administrativo que bautizaron Emperador en memoria de Napoleón; para albergar a los obreros construyeron los pablados de Miraflores, Pedro Miguel y Paraíso, establecieron la sede de la compañía en el poblado de Culebra, y construyeron Matachín, el principal embarcadero del Río Chagres. Pero la falta de planeamiento y organización, especialmente en materia de finanzas y recursos técnicos, provocó desde el comienzo múltiples dificultades. Improvisadamente llegaban al Istmo maquinarias costosas y grandes cantidades de obreros que se adocenaban en viviendas carentes de las mínimas condi-


Grandes Familias de Panamá II

ciones de salubridad, mientras que las excavaciones provocaban una serie de depósitos naturales de aguas estancadas y desperdicios que hacían proliferar los mosquitos transmisores de la fiebre amarilla y la malaria. Ante los rumores de corrupción y malversación de fondos de la compañía, el gobierno francés designó al inspector Armand Rousseau para que le informara sobre los trabajos. Rousseau criticó las pésimas condiciones higiénicas y la falta de medios adecuados para combatir las terribles epidemias que afectaban a los miles de trabajadores. Tras un exhaustivo examen de los estados financieros, activos y condiciones técnicas el funcionario denunció una situación de crisis que alarmó a los franceses, si bien reconocía que el Corte Gaillard era su mayor obstáculo para culminar la obra, Lesseps quiso contratar entonces al reputado ingeniero Eiffel para cambiar el proyecto a nivel por uno de esclusas; pero ya era demasiado tarde. Ante una cadena de acusaciones, los tribunales de justicia ordenaron la liquidación de la empresa. No obstante los esfuerzos por reanudar los trabajos, la gente había perdido la fe en el destino del Canal, y el ya senil Lesseps fue incapaz de enfrentar la situación.

El total de franceses europeos y caribeños que arribaron al istmo en esos 24 años no se ha podido establecer a la fecha, sin embargo se presume que ejerció un peso considerable al crecimiento poblacional. Este factor, unido alrededor de una empresa tan poderosa como lo fue durante varios años la Compañía del Canal, inluyó social y culturalmente. es así que el idioma francés se popularizó, generando la publicación obligada de textos que ahora tenían que agregar el francés junto al español y el inglés, inclusive en publicaciones diarias como el periódico La Estrella de Panamá. Autores de renombre en Francia, como Hugo, Chateaubriand, Musset, Lamartine, Aranault y Delille, empezaron a influir literariamente en el país, mientras el estilo francés, era lo que se practicaba entre los pobladores de clase media alta. La muestra clara de esta gran influencia, se puede apreciar en el barrio de San Felipe, donde luego de los incendios ocurrido entre los años de 1860 a 1884, motivaron a que los arquitectos siguieran patrones franceses, como balcones de herrajes, tejas francesas, mansardas y otros elementos correspondientes a esta corriente.

Equipo de los primeros ingenieros franceses que llegaron para la construcción de la vía interoceánica. Venían como rescatadores del orgullo nacional y a luchar bajo las peores condiciones higiénicas y climatológicas. Muchos de ellos murieron. Profesionales en diferentes ramas de la ciencia, quienes laboraron en las agotadoras excavaciones con tenacidad y devoción.

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Al ser Panamá parte de la nueva República de Colombia, Francia estableció en el país servicios consulares y comerciales que facilitaron la inmigración y las transferencias culturales.

Histórica fotografía donde Ferdinand De Lesseps aparece junto a su esposa Louise Helene (parada) y sus nueve hijos.

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Por este periodo, los franceses ya habían establecido en Panamá bares, hoteles, restaurantes, comercios, imprentas y otros negocios. Destacaba entre todos un imponente edificio de varios pisos construído en 1875 con arcadas, grandes ventanales y balcones discretos, llamado Grand Hotel y que posteriormente fue la Compagnie Universelle du Canal Interocéanique -hoy el Museo del Canal-. Uno de los grandes aportes de la presencia francesa en Panamá, se dió en el campo de la ciencia y la tecnología. La instalación del primer sismógrafo y de las primeras estaciones meterológicas, el uso de equipo pesado para construcción, así como importantes progresos médicos, formaron parte de la contribución de esta comunidad. Los franceses fueron excelentes en la parte curativa de las enfermedades, al construir dos magníficos hospitales en las ciudades de terminales del canal. L’Hopital Central du Panama y el Hospital Colón, además de un centro para convalecientes en la isla de Taboga. La parte preventiva, fue otra cosa completamente diferente, ya que tuvieron la desventaja de ignorar los descubrimientos que Finlay, Reed, Lazear, Carroll, y otros, habían realizado en la Habana, Cuba en 1898 y que llevaron a establecer la forma de contagio de las fiebres amarilla y malaria, por los mosquitos Stegomya fasciata (después llamado Aedes Egypti) y Anopheles. En materia portuaria, fueron quienes instauraron el

sistema de esclusas como recurso técnico del transporte interoceánico, correspondiéndole al ingeniero Gustave Eiffel, constructor de la inmortal Torre de París, hacer los diseños del primer proyecto de esta inmensa estructura que forma parte de una de las maravillas modernas del mundo. Para ésta época, según refiere el célebre literato nacional Rodrigo Miró, las familias panameñas de origen francés más representativas eran los Angelini, Andreve, Canavaggio, Chevalier, De Puy, Denis, De Roux, Du Barry, Ehrman, Feraud, Gambotti, Heurtematte, Hugues, Jolly, Lafargue, Leblanc, Lefevre, Mouynes, Nicolau, Orillac, Orsini, Perigault, Quelquejeu, Regis y Vicensini, respectivamente. Los franceses tuvieron dos oportunidades para poder construir un canal por Panamá: primero con la Compagnie Universelle du Canal Interoceanique de 1881 a 1889 y luego con la Compagnie Nouvelle du Canal de Panama, de 1894 a 1902, fracasando en ambos intentos y perdiendo a muchos de sus ilustres hijos, profesionales en diferentes ramas de la ciencia, quienes laboraron en las agotadoras excavaciones de la ruta interoceánica, con tenacidad y devoción. Aunque para el siglo XX la inmigración hacia Panamá ha sido poco frecuente, su tradición, los efectos difusores de los servicios y la educación obtenida por muchos panameños, mantienen viva la cultura francesa en el Istmo, así como el valor impuesto en El Sueño del Canal.


Comunidad Griega

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Grandes Familias de Panamá II

COMUNIDAD GRIEGA

Inspiración Helénica Uno de los grupos humanos que integran la nación panameña es el griego. ¿Por qué vinieron? Pues para trabajar en la construcción del canal, en búsqueda de oportunidades de trabajo, de nuevos horizontes, mejores condiciones de vida debido a las guerras en el viejo continente, la inestabilidad política en Grecia producto de la guerra civil y la hambruna en Europa. Por la Dra. Betty Ann R. De Catsambis ado el conjunto de razones que causó el éxodo de los griegos a finales del siglo XIX y en el siglo XX, podemos ubicar su presencia en Panamá a través de cinco periodos. El primero fue en 1890 para la segunda etapa de la construcción del Canal por los franceses (Canal Francés). De este periodo datan los antecesores de las familias Chichakos, Agrioyanis, Karamañitis, Athanasiadis, Nicolao, Korsi y Agisiotis. Un segundo periodo data de 1903 a 1914 para trabajar en el canal que construían los norteamericanos y en las actividades comerciales que se desarrollaron alrededor de dicho proyecto. Entre estos griegos estaban Antonio Tagaropulos, Manolis Bajás, Alejandro y Nicolás Papulidis, Constantino y Stélios Ypsilantis, Juan Diamantidis, Simón, Demóstenes y Jorge Theoktistou, Mihail Mijalitsiános, Mihail Cosarakis, Andriadis, Platañotis, Constantino, y varios más. Posteriormente entre 1915 y 1930 vienen a Panamá procedentes de otros países como Cuba, Nicaragua y Brasil los señores Juan Brumas, Jorge Brumas, Basilio Lekas, Panagiotis Pereas, J. Karikas, Demetrio Liakópulos, Eustacio Drivas, Theodoro, Constantino y Jorge Tzavaras, Dionisio Lymberópulos, Stavros Pashales, Jorge Milas, Nicolás Karkalechis, Juan Kontaris, Manolis Ballanis, los hijos de Constantino Chichakos, Constantino Hállax, Constantino Calenkeris, Antonio Taquis, S. Bayanós, Jorge Kósmas, Jorge Focás, Juan Glikós, Felipe Yannópulos, C. Andriomenou y muchos otros. La mayoría de los griegos que llegaron durante estos tres periodos se establecieron en Colón, posteriormente se trasladaron a la ciudad de Panamá. La cuarta fase migratoria ocurre en la década de 1930. Esta época de la historia registra a Basilio y Nicolás Barochis, Juan Liakópulos, Antonio Tiniacos, Cristo Glinós, Constantino Dioskuridis, Anastasio Giannareas, Juan Constantakis, Jorge Dimitriadis, Evángelos Karacostas, Theojari Gianópulos, Demetrio

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Foto página 83: Los peligros de derrumbes en el Corte Culebra durante las excavaciones de la vía acuática, motivó que muchas locomotoras resultaran destrozadas. La fuerza de la mano de obra griega, fue determinante para superar estos duros escollos. 84

Rusódimos, Constantino Paraskevás, Evángelo Papadópulos, D. Antonatos, Constantino Psilópulos, Mihail Papageorgiou, Nicolás Angelkos y otros. Finalmente entre 1946 y 1947 arriban algunos familiares de los que ya vivían en el país; entre ellos los Taquis, Liakópulos, Lymberópulos, Papatsoris Psilópulos, Gianópulos, Rusódimos, Constantakis, así como Basilio Bagatelas, Basilio Kuruklis, Constantino Antoniadis y Jorge Katrakis. Años después llegan los hermanos Costarangos, C. Rusódimos, A. Trapatsas, N. Protehiros, los hermanos Kitras, Anastasio Athanasópulos, Harálambos Tzanetatos, B. Caloñíatis, y Constantino Lekas, entre otros. Hay un dicho popular que describe a los griegos como “gente de mar”. Esta característica del griego se ve ejemplificada en las figuras de Mihail Cosarakis, quien fue de los primeros en tener barcos para transportar productos desde y hacia Colón en la década de 1910; en la persona de Juan Constantino (Juan Mavrakis) quien capitaneó el “Ancón” primer barco que transitó el Canal de Panamá en 1914, tradición marinera que mantuvo uno de sus descendientes, Aristóteles Kátulas, al trabajar como piloto en el Canal. Otros pilotos y prácticos del Canal de origen griego o descendientes de estos son: Demetrio Mandarakas, Taki Nichols, Basilio Karadiles, John Moralis, Limberis Diamantópulos, Leo Critides. El desarrollo del comercio de víveres en el país se inicia con la participación efectiva de muchos griegos que vendían frutas y refrescos en pequeños puestos de venta y en carretillas. Esta actividad evolucionó hasta el establecimiento en la actualidad de modernos restaurantes, refresquerías, cafeterías y panaderías, manejadas por griegos, tales como Parrilladas Jimmy, la cadena Niko’s Café, Parrillada Carbón Rojo, Pollos JapJap, Pollos Doradito, Restaurante Astoria, Restaurante Jade, Taberna Griega, Restaurante La Cascada, Restaurante Benidorm, por mencionar algunos de ellos. Por otra parte, la venta de víveres en gran escala


Grandes Familias de Panamá II

Trabajadores griegos durante un alto en las labores de la construcción del Canal de Panamá.

recibió un fuerte impulso desde que Antonio Tagarópulos abrió el supermercado “Main Store” en Colón, junto con sus hermanos Pablo, Teodoro, Atalacio, Evángelos Papadópulos, Demetrio Rusódimos y Basilio Kirkos, imprimiendo un sello indeleble a esta empresa que se ha ampliado mediante la cadena de Supermercados Rey, ubicadas en todo el país, con importación y exportación a través de Tagarópulos, S.A. actividades llevadas a cabo también por H. Tzanetatos. Los productos alimenticios especiales importados del tipo “delicatessen” captaron el interés Nicolás Mamays y familia, quienes lo ofrecen en su establecimiento Deli Gourmet. La actividad financiera nacional desarrollada principalmente a través del Centro Bancario, se ha potenciado con el Banco Trasatlántico cuyo capital base es griego-panameño. La administración de seguros y actividades conexas ha contado con los señores Apóstolos Costarangos, Panos Kitras, Efi Papageorgiou, Lambros Barochis y Jorge Ypsilantis. La administración de bienes y raíces ha estado representada en las figuras de Fotis y Eustacio Taquis, Nicolás Costarangos y familia, Sofía Papadópulos y Leonidas Glinós, entre otros. Los orígenes de la industria en Panamá pasan por determinadas operaciones que fueron manejadas por griegos. Los hermanos Constantino y Stélios Ypsilantis fundaron la fabrica Fanahela en 1928 para hacer helados y hielo; posteriormente la actividad pasó a manos de la familia Milas que ha continuado la empresa hasta el presente. La primera caja de plástico fue elaborada en 1969 por la Industria Nacional de Plásticos, cuyos dueños eran griegos. La elaboración de refrescos tiene entre sus pioneros a Nicolás Polychrónis quien estableció en 1929 la fabrica Pan American Orange Cruz Company Inc. En la ciudad de Panamá con sucursales en Colón y en la República de Venezuela. Esta empresa fue adquirida más tarde por la familia Tagarópulos y vendida posteriormente a otros empresarios. La fabricación de perfumes esta ligada a Teodoro Kalogridis quien los elaboró, así como también hizo pomadas y alcohol en su Laboratorio Atis; O. Platañotis dedicado posteriormente a la industria de papel y edi-

ción de libros, tuvo una botica y un laboratorio de productos farmacéuticos con distribución a nivel nacional. Una gran parte de la conversión de papel en subproductos y derivados que se realiza actualmente en el país, está en manos de griegos, destacándose Anastasio Athanasópulos, Constantino Lekas y Constantino Catsambanis. La tradición por los libros la continuó Jerry Kanelópulos con su librería Argossy, establecimiento en el cual los amantes de la literatura, música y arte pueden adquirir la obra que desean. Las empacadoras de camarones y mariscos, etc., tienen dueños de origen griego. De hecho la industria de camarones refrigerados se inició en 1946 con la participación de Basilio Lekas y Nikiforos Constantakis en asociación con dos panameños de apellidos Collins y Santos. Se puede indicar que alrededor del 70% de la flota camaronera actual pertenece a griego-panameños y sus descendientes. Esta actividad comercial esta relacionada a otras como los trabajos de reparación de barcos en astilleros locales, la exportación de los productos, etc. En todo este campo de desarrollo marítimo pueden ubicarse a griegos como Jorge Lymberópulos y familia; Tula vda. De Panagiotis Lymberópulos y familia; Constantino y Demetrio Rusódimos; Aristódimo y Canelo Karnakis; Diamantis y Mary Papadimitriu; Basilio Giannareas, Demetrio Giannareas, Ana Vda. De Giannareas, Demetrio Karandulis, Manuel Lekas y Mihail Manolescos que hacía y reparaba barcos de madera. En turismo y hotelería incursionaron Demetrio Tiniacos con el Hotel Andros en Colón; en Panamá, Juan Filópulos con el Hotel Central; Sofía Mijalitsiános de Molino, el Hotel Colón; Mary Taquis de Sierra, Aparthotel Suites Alpha y los hermanos Jorge y Víctor Busunis, el Hotel Ideal. El mundo de la moda se engalana con establecimientos de venta y confección de ropa como los almacenes Kósmas y se complementa con las joyas de Joyería Lecach de Constantino Lekas y familia. El amor por la tierra atrajo también a los griegos. De allí que algunos dedicaron esfuerzos a la ganadería y la agricultura, desarrollándolas en el país, generando una dinámica económica altamente productiva para 85


Grandes Familias de Panamá II

Establecidos en Panamá, los griegos se incorporan al conglomerado humano existente, con el espíritu emprendedor que les permitió contribuir al desarrollo y progreso del país en diversas formas.

Uno de los grandes pioneros de la comunidad helénica en Panamá fue el ingeniero Demetrio Constantino Calenkeris (en la foto junto al entonces vicepresidente Guillermo Ford), quien llegó al istmo en 1917 y se dedicó a la importación de frutas y legumbres. Se distinguió por la ayuda y apoyo que brindaba a sus paisanos para que se establecieran dentro de las leyes panameñas para que pudieran trabajar o realizar su negocio. 86

todos los panameños. Entre ellos, las familias Milas, Tagaropulos, Tzanetatos, Athanasiadidis, Agrioyanis y el señor “Nico” que en su casa de Chilibre procesó miel artesanalmente durante muchos años. En los últimos años los interesados en plantas nacionales e importadas ornamentales y frutales, han podido adquirirlas luego de una visita al vivero Jardines del Bonsái, de Constantino Tserotas. Varios griegos se dedicaron a otras actividades importantes para el desarrollo de la nación. La aviación panameña fue de interés para Eustiquio Chichakos; el periodismo lo fue para los hermanos Gerald y Ángelo Typaldos con los periódicos “The Star and Herald” y “La Estrella de Panamá”; la Universidad de Panamá para el profesor Harilao Stravros, eminente humanista y lingüista quien se destacó en la traducción de clásicos de la literatura; la fabricación de cemento en Panamá para Jorge Katrakis, químico especializado contratado por Cemento Panamá; el mundo contable para Constantino Dioskuridis quien estableció un sistema de contabilidad muy especial para las empresas Tagarópulos; la medicina en las especialidades de oftalmología para Constantino Rusódimos en el Hospital Amador Guerrero de Colón, y radiología para C. Dokatis quien fue uno de los pioneros de esa rama médica en Panamá. La política constituye otra de las áreas relevantes abonada fructíferamente por griego-panameños. Entre ellos D. Harálambos, electo diputado suplente a la Asamblea Nacional en 1964; el ingeniero Demetrio B. Lakas, Presidente de la República de 1969 a 1978 y Carlos Ozores Typaldos, vice presidente de la nación años después; el licenciado Pablo Tsimogianis, viceministro de la Presidencia, la licenciada Kaliopi Tsimogianis quien ha sido viceministra encargada de Comercio y Magistrada Presidente de la DRP; el doctor Pablo Thalassinos, Ministro de Educación de 1995 a 1999; Eustaquio Chichakos Carrera y Sofía Karikas, conocidos políticos de larga tradición; los descendientes de griegos Abelardo Antoniu y Jorge Panay quienes fueron legislador y representante de corregimiento, respectivamente, los jóvenes políticos Angelkos y Athanasiadis, participantes en las elecciones nacionales de 1999. Educación y cultura han sido siempre temas de gran importancia para los griegos. Así lo han demostrado con dos fundaciones en particular: La Panhelénica, presidida

por Harálambos Tzanetatos, creó el Instituto Atenea, una escuela abierta para todos los que deseen tener acceso a una educación bilingüe español-ingles de calidad, y recibir al mismo tiempo una formación cosmopolita con conocimientos de la cultura e idioma griego. La Fundación para la Cultura Helénica, cuyo presidente D. Nicolás Jorge Liakópulos firmó un acuerdo con el Dr. Pablo Thalassinos, como Ministro de Educación en su momento para establecer un Museo de la civilización helénica, institución que funciona actualmente en el Instituto Atenea. El aporte de los griegos en los Cien años de la República también se puede evidenciar en otras formas. A nivel individual, como integrantes de organizaciones que trabajan en beneficio de la población panameña. Entre ellas: el Club de Leones, el Club Kiwanis, el Club 20-30, los Rotarios, el Club Interamericano de Mujeres Soroptimistas, la Caravana de Asistencia Social, la Asociación Nacional de Conciertos, la Cruz Roja, la Cruz Blanca, la Fundación San Felipe, COSPAE, APEDE, etc. Por otra parte, agrupados bajo la Comunidad Helénica Ortodoxa de Beneficencia de Panamá, la Sociedad Filantrópica de Damas Griegas y la Juventud, realizan obras de beneficencia ayudando por ejemplo a la escuela República de Grecia, hospitales, centros de salud y otras organizaciones que velan por aspectos específicos de la salud; a agrupaciones cívicas y personas con necesidades especiales. Por último y tomando en cuenta que la riqueza de un país esta en relación directa con su recurso humano, podemos afirmar que los griegos de Panamá juegan también un rol importante en el quehacer nacional mediante la contribución que hacen las nuevas generaciones formadas por profesionales de diversos campos. Hay médicos, odontólogos, ingenieros, arquitectos, abogados, educadores, catedráticos universitarios, economistas, financistas, administradores públicos y de empresas, especialistas en seguros, pintores, músicos. Se desenvuelven con éxito en su campo laboral y coadyuvan decididamente al desarrollo del país. Su aporte se sustenta en los principios inculcados por sus progenitores y familiares quienes les enseñaron entre otras, a valorar las cosas en su justa dimensión, a amar el trabajo como medio generador de cambios positivos para la vida y a obtener sus ingresos con honradez.


Comunidad Indostana

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Grandes Familias de Panamá II

COMUNIDAD INDOSTANA

Cultura Milenaria en el Istmo Culminada la instauración del ferrocarril, algunos indostanes, lo mismo que miembros de otras nacionalidades, decidieron afincarse en Panamá, instalándose en localidades como Darién, Bocas del Toro y otras, donde se interrelacionaron con los lugareños, formaron familias y crearon pequeñas fuentes de comercio.

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Foto página 87: El colosal proyecto interoceánico encontró en los obreros indostanes a una fuerza laboral que se jugó íntegramente por el país. 88

romediando el siglo XIX, la India bullía en medio de un mar de convulsiones de todo género, en tanto bajo el evidente dominio británico, sólo hacía falta reducir a los sikhs del Punjab, para proclamar a S. M. Victoria como emperatriz de esta inmensa nación del Asia. Este objetivo fue logrado por los ingleses a raíz del fallecimiento del rey Ranjit Singh, evento que facilitó la consolidación del dominio británico sobre la India, a partir del 1º de enero de 1877. En medio de estos acontecimientos, numerosos ciudadanos fundamentalmente hermanados por la religión hindú, se sintieron impulsados a emigrar a otras latitudes en busca de paz y fortuna en lugares más propicios para el desarrollo de sus actividades. Tuvieron noticias de la construcción de un ferrocarril que cruzaría el istmo de Panamá y recibieron además las ofertas de trabajo que esta importante obra de ingeniería formulaba, lo cual motivó que una primera oleada migratoria de origen hindú se hiciera presente en nuestras costas. El conocimiento del idioma inglés facilitó a los migrantes la relación con los empresarios del Ferrocarril Transìstmico, no obstante, estos esforzados trabajadores, resultarían a la postre, -al igual que chinos y europeos- víctimas del desarraigo y enfermedades como la malaria, que llegó a matar a uno de cada cuarenta individuos de esta etnia. Por ejemplo, en un documento de Tomes, citado por James Simons en su informe sobre “Malaria en Panamá”, elaborado en 1939, al tratar sobre la tasa de mortalidad, revelaba que los “culíes indostanos” morían en una relación de uno de cada cincuenta. Culminada la instauración del ferrocarril, algunos indostanes, lo mismo que miembros de otras nacionalidades, decidieron afincarse en Panamá, instalándose en localidades como Darién, Bocas del Toro y otras, donde se interrelacionaron con los lugareños, formaron familias y crearon pequeñas fuentes de comercio. Veinte años más tarde, en 1873, el gobierno de Nueva Granada, suscribió un convenio con la representación francesa, para construir un canal interoceánico, obra que habría de encomendarse al Conde

Fernando de Lesseps y que a su vez, redundaría en expectativas de trabajo para gentes de diversas partes del mundo. A esta convocatoria, habría de obedecer la segunda oleada de indostanes, muchos de los cuales, se alejaban de su tierra sufriendo por verla sometida a la potencia británica, al parecer sin esperanzas de liberación. Las nuevas migraciones -segunda y tercera- se ubicarían mejor en la Compañía del Canal, si bien no gozarían de las ventajas y privilegios que se otorgaba a norteamericanos y europeos por su condición de “blancos”, de acuerdo al criterio racista imperante por aquel entonces. De acuerdo a informaciones impresas en los censos de la época, es a partir de estos tiempos, que se incrementa la inmigración de origen indostán en nuestro territorio. Fotografías de la época muestran pintorescamente a indostanes, vestidos a la usanza de su lejana tierra, entremezclados con obreros panameños, jamaicanos, chinos y de otras procedencias a la espera de su dinero, los días de paga, o en la realización de las duras faenas impuestas por la empresa constructora. Culminados los trabajos e inaugurada la vía interoceánica en 1914, algunos trabajadores de procedencia indostana, fueron repatriados a su solicitud, sin embargo, la mayoría se quedó a vivir entre nosotros. La integración de estos hombres, aunque en principio muy modesta, habría de resultar significativa en el crisol social panameño, que cual corazón del universo, siempre ha sabido recibir a todos con los brazos abiertos, albergándolos afectuosamente. Al iniciarse la década del 50 encontramos a un grupo indostán cualitativamente diferente a los primeros inmigrantes. Si bien es cierto que las disposiciones legales discriminatorias hicieron mella en muchos de ellos, al punto de obligarlos -aunque por convicción propia- a emigrar, los que decidieron permanecer tenían ahora a su favor otro tipo de condiciones. En primer lugar, eran ciudadanos de un país inde-


pendiente y soberano y, por lo tanto, el tratamiento al que tenían derecho como minoría étnica guardaba relación con el tratamiento que merecen los ciudadanos de países en capacidad de mantener relaciones diplomáticas de igualdad, colaboración y respeto. Económicamente se habían ganado una posición que les daba acceso a círculos de poder económico, a bienes y estándares de vida respetables. Las segunda y tercera generaciones comenzaron a integrarse a los diferentes campos profesionales, desde la medicina hasta la contabilidad y desde la psicología hasta la ingeniería de sistemas computacionales. A pesar de sus diferencias regionales y religiosas, lograron establecer un clima de tolerancia y conveniencia armónica a través de la Sociedad Indostana de Panamá, fundada en 1941, y cuyo primer presidente fue el señor Kewalram Hassomal Shahani. Esta sociedad no elimina las organizaciones regionales o religiosas sino que se convierte en una especie de super organismo en el cual están representados los diferentes subgrupos. La primera representación consular de la India fue ejercida por un distinguido miembro del grupo hindú residente en Panamá, el señor Igbal Singh Randhawa. La contribución de los indostanes particulares a Panamá también es digna de mencionarse. Como mención anecdótica cabe señalar los canapés hindúes (samosa) y dulces como el Gulab Jamun y Rasgulla -llamado localmente bolas negras y bolas blancas-, las cuales practicamente han sido adoptadas por los panameños por su agradable sabor. Hay ocasiones en que indostanes han hecho contribuciones voluntarias a clubes sociales locales en Panamá, enseñando Yoga o cocina vegetariana a los panameños. El indostán Kimot Rai, quien tenía un negocio de transporte en Colón, además de varias casas y una gran finca, dejó al morir todos sus bienes y riquezas para uso filantrópico en Panamá.

Está también la donación del terreno para el Monumento a la Madre, el cual se encontraba en Vía Israel, en Punta Paitilla, pero por motivos de la construcción de un paso elevado tuvo que removerse. Esta contribución desinteresada fue hecha por el señor Kewarlram H. Shahani (q.e.p.d.), como un gesto de amistad con Panamá. También es importante destacar la construcción del Hogar de la Madre Teresa de Calcuta, en Colón, en donde se alberga a ancianos que no cuentan con nadie que los proteja y cuide. Esta fue una iniciativa de don Mohandas Mayani, la cual fue apoyada por el resto de los indostanes. Vale destacar el hecho de que mientras los primeros inmigrantes comparten su amor, equitativamente, entre Panamá y la India, las nuevas generaciones están más definidas en la lealtad; para ellos Panamá es su única patria. Los mayores apoyan sus esfuerzos para una máxima integración en la sociedad panameña. El número exacto de indostanes no se conoce con precisión, pero la ex presidenta de la Sociedad Indostana de Panamá, señora Rosita Shahani, estima que podrían ser unos 3 mil, quienes constituyen un grupo influyente que contribuye en el desarrollo de la comunidad nacional. Algunos prominentes ciudadanos de la comunidad indostana han destacado en el campo político, como los señores Julio Shaik, Azael Purcait y Ebrahim Asvat, mientras que el doctor Mahabir Gupta es un científico e investigador quien ha ocupado el Decanato de la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas de la Universidad de Panamá. La mezcla racial que ha generado el mestizaje panameño, explica en cierto modo la pujanza, alegría de vivir y el empeño por construir una nación cada vez mejor para todos sus hijos. Los indostanes, aman a Panamá como su patria, pero no olvidan sus raíces étnicas.

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La mezcla racial que ha generado el mestizaje panameño, explica en cierto modo la pujanza, alegría de vivir y el empeño por construir una nación cada vez mejor para todos sus hijos. Los indostanes, aman a Panamá como su patria, pero no olvidan sus raíces étnicas.

Entre los primeros que vinieron a Panamá a ofrecer su mano de obra para la construcción del canal estuvieron los indostanes (1913). La fotografía muestra una fila de ellos en espera de cobrar su salario.

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Casa Gandhi, propiedad de Naraindas J. Mayani, ubicada en la Plaza 5 de Mayo en la ciudad de Panamá. En la foto aparece su hija Janki, en compañía de su esposo Dayaldas Chatlani. (Cortesía “La Comunidad Indostana: Historia de su evolución en Panamá 1887-2003).

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Con un gran instinto de supervivencia, los inmigrantes indostanes descubrieron durante la época en que el Canal de Panamá había sido inaugurado que la actividad capaz de generar riquezas era indudablemente el comercio. Es paradójico destacar que ninguno de ellos había sido comerciante en su tierra. Estas personas, llenas de deseos por superarse y salir adelante, se hacen comerciantes fundamentalmente porque empezaba a existir un tránsito constante de turistas y extranjeros que sentían un interés por la mercancía procedente de la India. Establecidos mayormente en el área comercial de las avenidas del Frente y Bolívar, en pleno centro de la ciudad de Colón los bazares, propiedad de los inmigrantes de la India, eran los sitios que por sí solos generaban el atractivo de los turistas que bajaban de las embarcaciones ancladas en el Puerto de Cristóbal y los que llegaban en tren desde Panamá, además de los transeúntes, en especial de los norteamericanos que vivían en las bases militares de las riberas del Canal que gozaban de los paseos en coche en la Avenida del Frente. Y esto era así porque allí encontraban desde las esencias de sándalo y demás aromas característicos del Oriente como ropa, los sombreros Panamá Hat, alfombras, accesorios, sandalias, velas aromáticas, incienzo, lumbre, muebles de madera con incrustaciones de nácar, piedras talladas en bronce y marfil, diversos souvenirs, ropa de cama, manteles y tapetes, por mencionar algunos de los artículos que se ofrecían. Los hombres de negocios de la India comenzaron a radicarse en el emporio comercial colonense a partir de 1919 y así siguieron durante las siguientes décadas del

siglo XX. Era la época dorada de la Costa Atlántica, a la que, precisamente se le denominaba la “Tacita de Oro” por el auge comercial que experimentaba y porque se había convertido en el sitio ideal para quienes querían hacer fortuna en Panamá, ciudadanos de diferentes partes del mundo que, como aquella oleada de indostanes, llegaron a estas tierras con una maleta llena de ilusiones, muchas esperanzas y un alto espíritu de trabajo. Entre los bazares que abrieron el camino a estos negocios en dicha provincia -en la Avenida del Frente-, podemos evocar a Pohoomal Brothers, Bazar Gandhi, Curio Ishtmus Jessani’s, I. Vishindas 56, Bazar Atlántico, Bazar del Este, Slim’s 41, Bazar Bombay, Flor de la India, Jhanghimal’s # 33 y Washu’s. En la Avenida Bolívar son bien recordados los locales comerciales como Casa Bee’s, Almacén Buena Suerte, J. Assandas y Casa Oriental, antigua propiedad del señor Man Singh. Ellos trabajan decididamente por engrandecer a la patria que les dió cobijo y al mismo tiempo, proyectan sobre nuestro presente la grandeza de sus ancestros a través de su arte, sus tradiciones y todo tipo de manifestaciones culturales que enriquecen el acervo nacional. Los numerosos negocios mantenidos por indostanes en la actualidad dan empleo a más de 20 mil personas. Por otro lado los profesionales indostanes que ejercen y se desempeñan como doctores, maestros, abogados, arquitectos, geólogos, expertos en bebidas, etc., son miembros orgullosos de la comunidad. La historia de este grupo humano en Panamá es un recuento de éxitos, logrados a base de mucho esfuerzo y sacrificio de las primeras generaciones de inmigrantes.


Comunidad Italiana

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COMUNIDAD ITALIANA

Determinación Itálica Por el istmo pasaron eminentes italianos como científicos, artistas, arquitectos, ingenieros, médicos, comerciantes y obreros. Algunos decidieron seguir hacia sus destinos, otros radicaron definitivamente en el país y fundaron familias cuyos descendientes se integraron rápidamente al dinámico proceso de formación de la nacionalidad panameña.

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Foto página 91: Italianos trabajando en la línea del tren durante los trabajos de construcción del ferrocarril nacional. 92

ara referirnos a la llegada de los italianos a Panamá, tendríamos que remontarnos al rol protagónico del Gran Almirante de la Mar Océana, el genovés Cristóforo Colombo, quien arribara a costas panameñas al cabo de su cuarto y último viaje en 1504, sellando así el descubrimiento de tierras americanas para los habitantes del Viejo Mundo. Debemos referirnos también a los italianos afincados en Santa María La Antigua, fundada por Enciso en 1510 y otros en la ciudad de Panamá fundada por el español Pedrarias Dávila el 15 de agosto de 1519, pero enriquecida por la presencia italiana en forma permanente a lo largo de los siglos y transitando con nosotros, los diversos episodios de nuestra historia. Siendo Panamá una nación pequeña y con una posición geográfica envidiable todos los proyectos de gran envergadura conllevaron la llegada de cantidades de extranjeros que se sumaban a los esfuerzos de las compañías promotoras, como el caso de la construcción del ferrocarril en 1850, el intento francés del canal en 1893 y el canal construído por los norteamericanos en 1904. Italia también puso su cuota de ciudadanos en estos proyectos. Ya desde 1848 habían llegado los primeros italianos a radicarse en nuestro país al trabajar en el ferrocarril. El ingeniero jefe de la construcción era un italiano, y con él habían sido contratados médicos y obreros para la obra. Italia creyó en el canal francés. Muchos italianos invirtieron en la Compañía del Canal Francés, por la credibilidad y confianza que gene-raban el ingeniero Bonaparte y Ferdinand De Lesseps. Pero además de la inversión, el gobierno de Italia buscó una participación en la obra, así como negoció la presencia de Italia en la provincia de Panamá de la Gran Colombia. Italia había logrado firmar un acuerdo para convertir la isla de Coiba en una base naval italiana, sin embargo, el fracaso de la compañía francesa tiró por el suelo estas aspiraciones. Luego, con el intento norteamericano, los italianos fueron más exitosos en su aporte y participación en la obra y desarrollo de la nueva República.

Por el istmo pasaron eminentes italianos, científicos, artistas, arquitectos, ingenieros, médicos, sacerdotes, comerciantes, artesanos y obreros. Algunos siguieron hacia sus destinos, sin embargo, otros se radicaron definitivamente en el país y fundaron familias, cuyos descendientes se integraron rápidamente al dinámico proceso de formación de la nacionalidad panameña. Los primeros italianos que aparecen en la prensa istmeña se radican en la ciudad de Panamá, casi todos ellos como comerciantes. Entre ellos podemos mencionar a Ángelo Bergamotto, Giovanni Pellegrini, Ángelo Ferrari, Pablo Bozzi, Juan Pardini, Fabio Manotas, Pedro Montorsi, Constantino Ferrari, Santiago Bernasconi, Antonio Noli, Juan Remeli, Antonio Lupi, Vauni, Rossi y Juan Francisco Dominici, entre otros. También hubieron italianos dedicados a diversas ocupaciones como artesanos, médicos, abogados, farmacéuticos, dueños de restaurantes, sastres, ingenieros y maestros, respectivamente. Santiago Magnano fue un italiano dueño del nuevo Hotel del Istmo, B. Barañano, era doctor en medicina y cirugía, destacando como especialista en partos. Personaje de gran significación fue don Juan Casseli quien arrendó por muchos años el edificio conocido como El Taller, que paradójicamente actualmente es donde se yergue altivo y omnipresente hoy el Palacio de las Garzas. El interior de la república tiene grandes e importantes familias italianas en su historia. Para 1860 llegan otras familias -según el testimonio de sus descendientes-; así tenemos a los Virzi, Vannucci, Palavicini, Paladino, Gallostra, Stecco, Matteo, Petrocelli, Melillo, Aloi y Torrazza en Veraguas; los Dutari, Ferrari, Pardini, Martinelli y Della Togna en Soná; los Bertoli, Papio, Rognoni, Feoli y Cipponeri en Colón; los Fiori y los D’Anello que se radicaron en Pedasí; los Capelli y Giono en La Mesa; los Camarano, Gargano y Vernaza en Santa Fe; los Chiari, De Bello, Ventulo, Lizacale, Borace, Strochia, Bernachina, Salerno, Visuetti, Luzzi y Tortorella en Coclé.


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Varios hermanos de la familia Stanziola llegaron a Aguadulce. Uno se dedicó a la ganadería, otro al negocio de las salinas y el mayor de todos ellos instaló en Coclé el primer ingenio azucarero, estimulando la siembra de la caña de azúcar entre los campesinos de la región. En la provincia de Los Santos se afincaron los Ardito Barletta, Contini, Campodónico y Graselli; en Herrera los Tempone, Spadafora y Audia, mientras que en Darién llegaron los Campagnani, Manelia, Repetto y Cugliolo. Para 1871 radica ya en Chiriquí A. Franceschi, procedente de la isla de Córcega, dedicado al comercio, y tantos otros en otras provincias capital. Al fundarse el Cuerpo de Bomberos de Panamá aparecen como integrantes de su cuerpo directivo Antonio Pedreschi y F. Calamari. Al iniciarse el periodo republicano, el Gobierno Nacional encargó el diseño de una serie de obras que buscaban transformar la visión de un pueblo en una gran ciudad. Es así como el Teatro Nacional, el Palacio de Gobierno, el Palacio de Justicia -en la Plaza de Francia-, así como el Instituto Nacional fueron diseñados por el arquitecto italiano Genaro Ruggieri a principios del siglo XX. Colaboraron con él también otros dos artistas italianos: Francisco Vallarin y Dioscoro Bruggiatati.

Para 1910 entre los comerciantes italianos radicados en Panamá figuraban los señores Pelizzolo y Paoli, que regentan la Farmacia Italiana; R. Pugliani, quien era propietario del Almacén El Diablo, mientras que Cannavaggio y Hermanos fundan una empresa dedicada a la venta de vinos y licores. Otros italianos ilustres eran Cozzareli Hermanos poseían un almacén que se dedicaba a la importación de finas telas italianas. Rene Miseli era el dueño de una joyería y relojería de lujo. Amadeo Magliola, administraba eficientemente el Hotel Italia, en la ciudad de Panamá; Giussepe Laurenza, era un reconocido profesional dedicado a una empresa fotográfica; Tomas Vaccaro se instaló como propietario de un Café y Restaurante situado en la Plaza de Santa Ana; Aquiles Vanucci, trabaja con mucho esfuerzo y es el dueño del Hotel Panamá; por su parte Rómulo Emiliani, empieza a ser conocido como un próspero comerciante radicado en la ciudad de Colón; finalmente don Giussepe Nicosia, fue elegido como el director de la Escuela de Corte y Confección. Los hermanos Di Domenico -Francesco y Vincenzo-, habían llegado a Panamá siguiendo las huellas de su padre don Donato, quien había arribado a tierras istmeñas para la construcción del canal, encontrando lamentablemente la muerte. Ellos formaron un verdadero imperio del cine mudo,

Histórica fotografía de los obreros italianos que llegaron al istmo para la construcción del Canal de Panamá. Muchos de ellos decidieron radicar definitivamente en Panamá, fundando familias que hoy por hoy son reconocidas y respetadas en la sociedad.

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Su presencia testimonial desde el inicio de la historia panameña, se proyecta también hacia el futuro en el umbral del tercer milenio.

La Sociedad Italiana de Beneficencia de Panamá trabaja durante muchos años en apoyar a todos los ciudadanos italiano-panameños. En la fotografía, aparecen parte de la Junta Directiva actual, encabezada por el señor Vincenzo Mangravita, presidente. 94

construyendo entre otros, el famoso teatro El Dorado y fueron los representantes de la Sociedad Industrial Cinematográfica Latinoamericana, con sede en Panamá. Se les atribuye además unas filmaciones de extraordinario valor histórico referentes al Canal que la Fundación para el Patrimonio Fílmico Colombiano, en Bogotá, ha logrado recuperar y ahora guarda celosamente. El primer rector del Instituto Nacional fue el doctor Justo A. Facio, también de origen italiano. En 1911 se encarga al profesor Emilio Guarini la tarea de organizar y dirigir la Escuela Industrial Nacional. Al iniciarse la Primera Guerra Mundial (1914-1918), disminuyó la presencia de los italianos en Panamá debido a que muchos regresaron a la patria a prestar el servicio militar y pelear por su nación. En 1914, se fundó la primera escuela italiana con el fin de educar en la lengua materna a los hijos de los inmigrantes. Sin embargo, dicha institución sólo duró dos años. Posteriormente se crearían el Instituto Enrico Fermi, la Sociedad Cultural Dante Aligheri y la Academia Italiana En distintos momentos de crisis nacional, otros ciudadanos italianos residentes en Panamá, ofrecieron sus servicios a la nación; en 1921 durante el conflicto armado con Costa Rica, Silvio Menotti, un teniente del ejército italiano durante la Primera Guerra, fue uno de los organizadores de un batallón de voluntarios, a quienes instruyó militarmente para defender el suelo patrio. La colonia de descendientes italianos ha sido y es importante en la cultura, educación y desarrollo de Panamá. En este rubro hay que destacar que italiano ha sido el doctor Miguel Chiari Jiménez, prócer de la Independencia, quien fuese gobernador del Departamento del Istmo (1842) y notable jurista que se destacó como catedrático de Derecho y Ministro

Canciller en Bogotá. Este apellido se encuentra en el país desde los tiempos coloniales, ya que en un libro de matrimonios de la Iglesia de La Merced del siglo XVII, se lee que el comandante Michele Chiari, oriundo del Reino de Florencia, contrajo matrimonio en esa iglesia. Como se ha dicho, los italianos se han integrado plenamente a la vida nacional, inclusive sus descendientes han llegado a la primera magistratura de la República. En el periodo republicano tenemos a don Rodolfo Chiari Robles, presidente de la República de 1924 a 1928; don Roberto Francisco Chiari Remón, presidente de la República de 1960 a 1964 y don Nicolás Arditto Barletta, presidente entre 1984 y 1985. Muchos otros habrían de sobresalir en los campos de la judicatura, el comercio y en diferentes profesiones como educadores, médicos e ingenieros. Hoy la colonia italiana en Panamá es factor importante de la economía y el mundo social. Ya la quinta generación de italianos es común en la mayoría de las familias y muchas llegan hasta siete generaciones en nuestro país. Desde entonces hasta nuestros días, los hijos de Italia han continuado su presencia en Panamá; se han destacado en las diversas actividades del quehacer humano, se han incorporado a la vida nacional y han dado su valioso aporte a la formación de la nacionalidad panameña. Su presencia testimonial desde el inicio de la historia panameña, se proyecta también hacia el futuro en el umbral del tercer milenio. Panamá, que como Puente del Mundo y corazón del Universo abrió sus entrañas para el beneficio del mundo, cuenta entre sus mejores hijos a descendientes de la bella Italia, cuyos ancestros vinieron quizás buscando mejores días y se quedaron para siempre entre nosotros.


Comunidad Hebrea

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COMUNIDAD HEBREA

Protagonismo Centenario La atracción de Panamá como un centro comercial había aumentado al declinar los poderes abusivos del dominio español y las persecuciones del Santo Oficio. Aún después del auge de la Fiebre del Oro, que disminuyó considerablemente al construirse el Ferrocarril transcontinental por los Estados Unidos, los judíos comenzaron a participar con mayor libertad en la actividad económica del Istmo.

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Foto página 95: La familia Álvarez Correa de Curazao hacia 1910. Típico “clan” de judíos sefarditas del Caribe. Muchas de estas familias han vivido en la isla desde el siglo XVII. Esta familia se encuentra relacionada con las familias Valencia, De Castro, Mendes Chumacero, Curiel, Delvalle, Cohen Henríquez, Jesurún, Levy Maduro, Motta, Pinedo y Marchena; varios de estos nombres son familiares en Panamá. (Cortesía Congregación Kol Shearith Israel).

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a sociedad judía de Israel puede hoy día dividirse en tres amplios grupos: Judíos Ashkenazies (Ashkenazim) que principalmente son judíos cuyos antecesores provienen de la Europa central y oriental. Se incluyen en este grupo algunos que emigraron al Norte, Sudamérica y Australia; Judíos Sefardíes (Sefardim), descendientes de judíos que después de su expulsión de España y Portugal a fines del siglo XV, se establecieron en varios países europeos y; Judíos Orientales, quienes se originan en las antiguas comunidades judías de los países islámicos del Norte de África y del Medio Oriente. Los judíos llegaron a tierras americanas desde el Descubrimiento, participaron en la conquista al lado de los grandes expedicionarios. Entre los hombres del aventurero Hernando Cortés se encontraba Francisco de Morales, de destacado papel en la colonización de México y Hernando Alonso, el primer mártir judío en la Nueva España. Hubo también judíos entre los colonos que fundaron Puerto Rico y entre los que atravesaron el Istmo con Vasco Núñez de Balboa. Sin embargo, los que llegaron con las expediciones españolas vivían disimulando su fe y sus tradiciones, ya que bajo el imperio español existía la Inquisición y los judíos eran perseguidos por sus creencias religiosas. Las crónicas revelan que a pesar de todo se formaron importantes comunidades en el Nuevo Mundo; estas tierras les parecían más seguras y llenas de promesas que la Europa que abandonaron. El acontecimientos que determinaron la inmigración en masa del pueblo judío se dieron en 1580 cuando España asume el dominio sobre Portugal, intensificándose la persecución de los inquisidores. Se produce entonces un verdadero éxodo de la población judeoportuguesa y española hacia América. El desembarco clandestino se efectuaba por Honduras, de donde se dispersaban por todo Centroamérica o bien cruzaban hacia las Antillas. Miles de ellos llegaron a Panamá. La posición geográfica, el auge comercial, determinaron

que un gran número decidiera radicarse aquí. Apellidos como Álvarez, Alvarado, Acevedo, López, Henríquez, Pérez, Alonso, Valencia, Martínez, Rodríguez, Ribera, Quintero, Méndez, entre tantos otros, prueban que muchas familias católicas descienden de hebreo que se radicaron en el país desde la temprana época Colonial. Desde ese periodo el papel que desempeñaron en las actividades económicas de aquellos siglos es considerable. En ciertas fases del desarrollo económico, se podría decir que fue decisivo. Los judíos que residían en Panamá incrementaron sus relaciones sociales y comerciales con la floreciente comunidad judía de Ámsterdam Holanda, -de origen sefardí-, así como con las colonias establecidas en Curazao, Saint Thomas y Guayana Holandesa. En la competencia entre Inglaterra y España por el control del comercial y las vías marítimas, comerciantes judíos tomaron parte activa. La Declaración de la Independencia de España de Panamá, es una fecha de gran significado también en la historia de los judíos de Panamá. Aunque su situación no cambió enseguida después de que el Istmo quedó integrado como Departamento de Colombia, sí se abrieron nuevas posibilidades para ellos. En 1849 y a raíz del descubrimiento de las minas de oro en California, es que el istmo cobra nueva importancia como ruta preferencial para el tránsito de los buscadores de oro y de numerosos viajeros que se dirigían al Oeste de los Estados Unidos. La inauguración del servicio mensual de Royal Mail Steamship Company, de Jamaica en Panamá fortaleció el interés de los comerciantes judíos de Jamaica y Saint Thomas en sus relaciones con Panamá, y algunos de ellos establecieron sus empresas, cuyos anuncios podían verse en publicaciones como el “Panamá Star” antecesor de “La Estrella de Panamá” y “The Star & Herald”. La atracción de Panamá como centro comercial había aumentado claramente al declinar los poderes


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La fotografía muestra un grupo de participantes en un “picnic” organizado por la Congregación en la casa de campo del presidente Manuel Amador Guerrero, en Las Sabanas (1910). Una muestra más de la enorme influencia y participación que la comunidad hebrea tuvo siempre en la vida de la República de Panamá. (Cortesía Congregación Kol Shearith Israel).

abusivos del dominio español y las persecuciones del Santo Oficio. Aún después del auge de la Fiebre del Oro, que disminuyó considerablemente al construirse el Ferrocarril transcontinental por los Estados Unidos, los judíos comenzaron a participar con mayor libertad en la actividad económica del istmo, pese a estar unido a Colombia. Después del terremoto de 1867 que prácticamente destruyó Saint Thomas, una nueva gran oleada de judíos sefarditas llega a Panamá; a éstas se unieron posteriormente las que llegarían de Curazao, entre los que podemos destacar a los Maduro, Cardoze, De Lima, Lindo, Brandon, De Castro, Toledano, Lyons, Sasso, Delvalle, De Sola, De León, Robles, Melhado y otros, que formaron el núcleo de lo que es hoy la organizada comunidad judía panameña. En 1876 se fundó la primera congregación hebrea en el Istmo, la más antigua comunidad judía de toda la América Central. Comenzaron a funcionar las instituciones comunitarias hebreas: sinagoga, cementerio y organización de beneficencia. Esta congregación tomó el nombre de “Kol Sherith Israel” -La voz de los remanentes de Israel-. Al mismo tiempo se formó una congregación judía en Colón. La Guerra de los Mil Días, trajo un periodo de estancamiento en el istmo; durante esta época los comerciantes judíos otorgaron a sus clientes créditos que los ayudaron a sobrevivir los tiempos difíciles y a sostener su confianza en el futuro del país. En 1903 desempeñaron un papel de gran importancia, ya que contribuyeron financieramente con la Junta Revolucionaria cuando las promesas de fondos hechas por Buneau Varilla no se concretaron. Al comenzar el periodo republicano llegaron judíos procedentes de Rusia y otros países de Europa donde sufrían persecuciones, así como de Medio Oriente, Turquía y Grecia. En la década de los 30, como resultado del dominio nazi en Europa, llegaron también de Alemania, Austria y otros países de Europa Oriental. Panamá se cuenta

entre los pocos países que acogieron con benevolencia a los perseguidos por la Alemania nazi. Numerosas familias judías emigradas de Europa arribaron al amparo de esta acogedora república. Los años finales de la década de los 40 y comienzos de la década de los 50, fueron testigos de una oleada migratoria de familias procedentes de Siria, principalmente de Alego y también de otras ciudades; vínculos conyugales y familiares trajeron a la vez a personas de diversos lugares de América Latina, de los Estados Unidos e Israel. Los judíos aportaron al desarrollo económico de Panamá. Favorecieron las condiciones de tolerancia y libertad sin ninguna distinción. Con la construcción del Canal, Panamá se convirtió en un centro comercial internacional y los judíos comenzaron a distinguirse en diferentes aspectos de la economía, particularmente en la pequeña industria, ayudando de esta forma al adelanto de la república. Las principales ocupaciones de los judíos eran el comercio, las actividades bancarias y la pequeña industria en las que han sido pioneros en nuestro país. Algunos desarrollaron plantaciones de café, de cítricos, fincas productoras de aves de corral, otros se dedicaron a la ganadería. En los últimos decenios observamos un decidido aporte judío al desarrollo de la cultura nacional. Por ejemplo, el doctor Ezra Hurwitz se inscribió con letras de oro en la medicina panameña pues fue él quien fundó el hospital para Leprosos de Panamá, situado en la localidad de Palo Seco. Lo dirigió por muchos años y con ello contribuyó a la eliminación de la lepra en nuestro país. Entre los fundadores del Cuerpo de Bomberos de Panamá, organismo revestido de gran prestigio, figuran los judíos David H. Brandon y David De castro. Como alcalde de la ciudad de Panamá, actuó por muchos años don Moisés Cardoze. Algunos ciudadanos hebreos llegaron a ocupar las más altas posiciones en el gobierno nacional. De 1964 97


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a 1968 Max Delvalle, fue primer vicepresidente de la República y -por corto tiempo- ocupó la más alta magistratura de la nación. En el terreno de la música, el profesor Herbert De Los judíos aportaron Castro, violonchelista de fama mundial tuvo grandes al desarrollo meritos. Fue fundador de la Orquesta Sinfónica Nacional, a la que trasmitió constantemente su inspiración y económico de fervor musical. Panamá. Hacia fines de la década de los 50 y en la siguiente, bazares y tiendas se convierten en almacenes cada vez Favorecieron las más grandes. Los comerciantes abrieron sucursales y condiciones de se formaron las primeras cadenas de almacenes. Alrededor de 1960, se multiplican y fortalecen en tolerancia y libertad Panamá las industrias. Los hebreos crean fábricas de sin ninguna calzado y confección de ropa de todo tipo; además distinción. invierten en compañías de muebles y ensamblaje de artefactos domésticos. En el interior del país, un beneficio cafetalero llega a convertirse en uno de los más pujantes de América Central. Entre 1990 y 1999 los judíos panameños se integran En esta fotografía histórica aparecen los en todos los campos de la vida socioeconómica del país, representantes de los primeros trece destacando -entre otros-, en la banca, siendo los piopaíses que reconocieron la Independencia neros en Panamá y América Latina en acercarse a la de la República de Panamá en 1903. microempresa, un nuevo enfoque de la actividad banEl hecho significativo es que tres miembros caria. De igual forma participan dinámicamente en políde este primer cuerpo diplomático tica, ocupando varios cargos diplomáticos en diversos acreditado en nuestra república países. pertenecían a la Congregación Kol Shearith En la actualidad se distinguen como profesionales Israel. De pie, en el orden usual: en todas las ramas del quehacer nacional. Muchos ocuManuel María Méndez, Benjamín Delvalle pan destacadas posiciones entre el profesorado univerFidanque* (Bélgica), Dr. Abraham sitario, participan en tareas técnicas de planificación Jesurún* (Holanda), José Gabriel Duque, económica como parte del gobierno nacional con granFernando Arango, Jaramillo Avilés, Juan des planes de desarrollo y ambiciosos proyectos enfoVallarino, Samuel Boyd. Sentados: Julio cados -por ejemoplo- a sectores como el portuario y al turismo. Arias, Arturo Koepcke (Alemania), Félix Existe un número considerable de miembros de la Ehrman* (Francia), Claude Mallet (Inglaterra) y Jerónimo De la Ossa (Chile). comunidad hebrea que han sido reconocidos con altas distinciones por sus méritos en diversos campos Los hebreos que llegaron a Panamá lo hicieron para * Miembro de Kol Shearith Israel

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quedarse, por eso optaron por la nacionalidad panameña. Si bien es cierto que actualmente existen sinagogas para cada congregación -según su origen étnico, diferentes rabinos y hasta cementerios distintos-, hay una comunidad de judíos netamente panameños, donde el origen étnico no ocupa papel preponderante. Un destacado integrante de esta comunidad participó como miembro de la Junta Directiva de la Comisión del Canal, organismo cuya función es dirigir los destinos de la organización. Con la reversión del Canal de Panamá los ciudadanos hebreo panameños participaron de grandes planes de desarrollo y urbanización de las áreas revertidas con proyectos enfocados a diversos sectores nacionales. Es interesante destacar que las mujeres judías en Panamá constituyen una fuerza dentro y fuera de la comunidad; se desempeñan en el campo profesional y comercial con gran éxito además son incansables colaboradoras de diversas organizaciones benéficas, cívicas y culturales. En el campo religioso, debemos mencionar a la Congregación Shevet Ahim, de corte netamente ortodoxa, la cual inauguró una nueva sinagoga, Ahavat Sion, procurando enfatizar en sus miemrbos las prácticas religiosas y la fuerza de la unión familiar para enfrentar los retos de la sociedad moderna. De esta forma, mediante una simbiosis de un país respetuoso de sus minorías étnicas, de la libertad de culto, con una revigorizada tradición democrática y de una comunidad hebrea joven y emprendedora, se va moldeando un fructífero porvenir para todos y una visión de patria que puede servir de ejemplo para los demás países de América. La comunidad hebrea comprometida con esta tierra y su historia, ha sumado a sus características ancestrales las de este país que acogió a sus padres, consolidando los cimientos de la tolerancia y el respeto mutuo como base de un próspero porvenir mutuo.


BIBLIOGRAFÍA - LECTURA ADICIONAL SUGERIDA BALTASAR ISAZA CALDERÓN

HISTORIA DE PANAMÁ, 1821 – 1916 CARLOS A. MENDOZA Y SU GENERACIÓN

JORGE CONTE PORRAS

CARLOS ERNESTO MENDOZA, TERCERA GENERACIÓN DE UNA ESTIRPE SINGULAR

PANAMÁ Y LA COMUNICACIÓN INTEROCEÁNICA

PANAMEÑOS ILUSTRES

ANTOLOGÍA DE LA GUERRA DE LOS MIL DÍAS

EUSEBIO A. MORALES

ENSAYOS, DOCUMENTOS Y DISCURSOS COLECCIÓN KIWANIS

DAVID MC CULLOUGH

EL CRUCE ENTRE DOS MARES

RICARDO DE LA ESPRIELLA III

PANAMÁ RESUMEN ILUSTRADO DEL ISTMO 1501-1994

RUBÉN DARIO CARLES

220 AÑOS DEL PERIODO COLONIAL EN PANAMÁ

MOISÉS CHONG

HISTORIA DE PANAMÁ

JUAN ANTONIO SUSTO LARA

GALERÍA DE GOBERNANTES DE PANAMÁ

JUAN ANTONIO SUSTO LARA

PANAMEÑOS ILUSTRES DE LA ÉPOCA COLONIAL

JUAN MATERNO VÁSQUEZ

SOCIEDAD Y ESTADO DE LA NACIÓN PANAMEÑA

FOCUS PUBLICATIONS (INT.)

PANAMA HOY RETRATO DE LA NACION

DIEGO DAL BONI

PANAMÁ, ITALIA Y LOS ITALIANOS EN LA ÉPOCA DE LA CONSTRUCCIÓN DEL CANAL

FÉLIX A. STANZIOLA

RADIOGRAFÍA DE UN MÉDICO

ISMAEL ORTEGA B.

LA JORNADA DEL DIA 3 DE NOVIEMBRE DE 1903 Y SUS ANTECEDENTES

WILLIAM T. SCOULLAR

EL LIBRO AZUL DE PANAMA


ERNESTO J. CASTILLERO

RAÍCES DE LA INDEPENDENCIA DE PANAMÁ

BELISARIO PORRAS

MEMORIAS DE LAS CAMPAÑAS DEL ISTMO, 1900

ALFONSO MEJÍA ROBLEDO

QUIÉN ES QUIÉN EN PANAMÁ

ALFREDO CASTILLERO CALVO

CONQUISTA, EVANGELIZACIÓN Y RESISTENCIA. PANAMÁ, INSTITUTO NACIONAL DE CULTURA, 1995

Y PATRICIA

CELESTINO ANDRÉS ARAUZ PIZZURNO GELOS

EL PANAMÁ COLOMBIANO (1821-1903)

ALFREDO FIGUEROA NAVARRO

DOMINIO Y SOCIEDAD EN EL PANAMÁ COLOMBIANO (1821-1903)

OMAR JAÉN SUÁREZ

LA POBLACIÓN DEL ISTMO DE PANAMÁ

ARMANDO RECLUS

EXPLORACIONES A LOS ISTMOS DE PANAMÁ Y DARIEN

STANLEY MALONEY

LAS RELACIONES RACIALES EN PANAMÁ

GEORGE WESTERMAN

LOS INMIGRANTES ANTILLANOS EN PANAMÁ

RICARDO LÓPEZ JURADO

LA MIGRACIÓN INDIA EN PANAMÁ

JULIO GUBEREK

LOS JUDÍOS EN EL MUNDO DE COLÓN

E. ALVIN FIDANQUE RALPH DE LIMA Y OTROS

KOL SHEARITH ISRAEL CIEN AÑOS DE VIDA JUDIA EN PANAMÁ 1876-1976 EDICIÓN CONMEMORATIVA DEL CENTENARIO

BETTY ANN DE CATSAMBANIS

LOS GRIEGOS, CONVERGENCIAS ÉTNICAS EN LA NACIONALIDAD PANAMEÑA

SAMUEL GUTIÉRREZ

ARQUITECTURA EN LA ÉPOCA DEL CANAL 1880-1914

EUSTORGIO CHONG RUÍZ

LOS CHINOS EN LA SOCIEDAD PANAMEÑA

AMELIA M. DE PÉREZ ANJALI GHANDI

LA COMUNIDAD INDOSTANA HISTORIA DE SU EVOLUCION EN PANAMÁ

EVERARDO TOMLINSON

EL PODER POLÍTICO EN PANAMÁ

LOTERÍA NACIONAL DE BENEFICENCIA

REVISTA LOTERÍA




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