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jurídico-penales con un espíritu garantista

Derecho Privado, graduado de Doctor en Derecho de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá y de formación liberal clásica. Valdés parece haber tenido una cita con la historia al asumir el cargo de Procurador, pues sus habilidades negociadoras y de conciliación, ayudaron a la Procuraduría General a sanar heridas y a dar el impulso que necesitaba el proyecto democratizador de mejoramiento de la administración de justicia.

El nuevo Procurador General de la Nación, aunque abogado de profesión, poseía vocación diplomática 5 y esto sirvió de elemento de cohesión, no sólo a lo interno de la institución, sino en la coordinación con el Órgano Judicial y con la sociedad, fortaleciendo la labor de la Procuraduría General frente a la tarea que tenía por delante.

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Durante los veintisiete meses de su mandato, Jorge Valdés puso especial énfasis en el papel fundamental de la prevención y persecución del delito como un rol del Ministerio Público que garantiza la seguridad jurídica y la justicia en un Estado de Derecho. En la última sección de este capítulo expongo algunas consideraciones finales sobre la gestión de Valdés.

1.1. Implementación de instituciones Jurídico-penales con un espíritu garantista

Iniciada sus funciones, Valdés Charris dio continuidad, en el área administrativa a todos los programas iniciados por el Proyecto para el Mejoramiento de la Administración de Justicia en Panamá desarrollado por el Ministerio Público con el apoyo de la Agencia Internacional para el Desarrollo (AID) del Gobierno de los Estados Unidos de América6. Mientras que, en

5 En 1995 Valdés fue designado por el presidente Ernesto Pérez Balladares como Embajador de Panamá en Venezuela. 6 El 8 de marzo de 1991 se suscribió un Convenio Bilateral de Donación entre el Gobierno de Panamá y el Gobierno de Estados Unidos de América que ejecutó por medio de la Agencia Interamericana para el Desarrollo (A.I.D.)

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