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Camila Berenice Maldonado.


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A la hora de escoger los canales para transmitir las propuestas lo importante es que respondan a criterios pedagógicos consensuados institucionalmente que tomen en cuenta, al mismo tiempo, el potencial del diálogo y la construcción conjunta (con el/la docente y con los pares) Estos pueden ser:

-Recursos digitales con fines educativos para comunicarnos con otros y otras, orientados al intercambio entre docentes estudiantes, habilitando diferentes funciones y recorridos para cada uno/a al mismo tiempo que ofrecen distintos lugares para interactuar (foros, espacios de tarea, documentos colaborativos, entre otros), así como herramientas para la devolución, el seguimiento y la calificación de los y las estudiantes. Ejemplo: Las aulas virtuales de Google Classroom disponibles a través de la cuenta de abc, las aulas virtuales de Moodle y otras plataformas educativas con Chamilo o Edmodo.


-Espacios virtuales que no son específicos del campo de la educación, pero que son de fácil acceso para la comunidad educativa porque forman parte de las prácticas de comunicación ya incorporadas. Ejemplo: -Los servicios de mensajería instantánea como WhatsApp o Telegram que permiten mantener comunicaciones personales y crear tanto grupos donde todos intercambiamos archivos, imágenes, videos y audios como listas de difusión para hacer llegar informaciones puntuales a docentes, familias y/o niños y niñas. -Las redes sociales, como Facebook, Instagram o YouTube, donde podemos compartir contenidos desde un perfil individual o institucional. -Los blogs, como Blogger o Wordpress. En ellos, los equipos de conducción y/o los y las docentes pueden ordenar los contenidos cronológicamente, incluir hipervínculos (links ) a distintos formatos y plataformas, además de recibir consultas a través de comentarios. -Plataformas de conferencias tales como Zoom, Jitsi Meet y Google Meet que son algunas de las más utilizadas y pueden ser un recurso muy importante para los equipos docentes en este contexto porque permiten encuentros sincrónicos.

Cabe destacar que la mejor opción para cada escuela, equipos docentes y estudiantes es aquella que esté funcionando y que convoque a la mayor cantidad de docentes, estudiantes y familias. Tal vez no sea una sola; tal vez, lo mejor sea una combinación de varias: un poco para ajustarse a las distintas realidades de la comunidad educativa, pero, también, para pensar las diversas funciones de la comunicación.


Hay que tener en cuenta las desigualdades de nuestros alumnos/as nos permite variar en las formas de hacer escuela pensando en su conectividad, su acceso a la virtualidad, los soportes y las plataformas adecuadas para el desarrollo de la educación, los materiales, la presencia y acompañamiento de adultos, etc. Hay que comprender que la falta de conectividad de las familias no debe ser un límite ya que se puede pensar en otras alternativas para asegurar la continuidad pedagógica En el caso de los hogares sin acceso a internet o datos móviles se puede pensar en algunas alternativas tales como:

Los cuadernillos con actividades llegan impresos a los distritos y las escuelas y son entregados a las familias cuando se acercan a retirar los módulos de alimentos. La plataforma de contenidos educativos “Continuemos estudiando”. Su navegación es gratuita, es decir que tanto la navegación como la descarga de los recursos del sitio no consumen datos del plan de conectividad que tenga cada familia.

Se pueden utilizar radios AM o FM locales, redes sociales y los medios de comunicación que utilizan las familias (celulares, correos electrónicos).

Recurrir a la comunicación por teléfono de línea, en caso de estar disponible.

En aquellas comunidades donde trabajamos y convivimos, si compartimos espacios comunes que todavía podemos transitar (como comercios de proximidad, supermercados, farmacias y/o centros de salud), podemos fijar carteles, folletos y materiales con la intención de contactar a los alumnos y las alumnas

Aprovechar la entrega quincenal de los módulos de alimentos como una oportunidad de encuentro con las familias, en donde se puede compartir los cuadernillos, brindarles todas las opciones de acompañamiento disponibles y acordar algún medio de intercambio.


2 Pensar hoy la planificación implica leer el contexto y pensarla en las coordenadas de escuela sin edificio y con un tiempo que, en aislamiento social, se caracteriza por ser efímero y fugaz. Conviene planificar encuentros pedagógicos a distancia a corto plazo, es decir, semanalmente; porque de una semana a la otra el escenario que vivimos puede ser otro. Una semana para poner a disposición de las familias y/o los y las estudiantes materiales de estudio, para acompañar el desarrollo de las actividades y para evaluar la propuesta de modo que esos datos sean el insumo inmediato de la próxima planificación semanal. Se hace difícil anticipar, que es lo característico de la planificación. Hay que organizarnos en tiempos breves y flexibles; sin embargo, eso no significa renunciar a principios como el derecho a la educación ni a las finalidades de cada uno de los niveles obligatorios.

Para poder organizar cada encuentro pedagógico es importante:


Definir el sentido del encuentro:

Seleccionar los medios:

Anticipar los tiempos:

Sostener las estrategias de comunicación:

Resignificar la evaluación

• proponiendo actividades que pongan a pensar a las chicas y los chicos sobre los objetos de un modo diferente a como lo harían solas o solos, invitándolos e invitándolas a pensar desde preguntas de las y los docentes. Pensar actividades con opciones variadas que estén articuladas y se relacionen con un mismo contenido; situaciones didácticas, diferentes entre sí, pero organizadas alrededor del mismo contenido a lo largo de varios días.

• para llegar a todas y todos en una clase, hay que pensar estrategias múltiples y diversas, adecuadas para cada grupo, para cada comunidad y para cada intención. Es importante acordar con las y los colegas llevar un registro de la participación de las y los estudiantes para poder pensar nuevas intervenciones que nos acerquen a las familias que falta contactar.

• es necesario considerar cuánto tiempo durarían las actividades, aproximadamente, cuanto demandará su realización a docentes, familias y estudiantes. El cálculo debe ser estimativo. Tambien hay que explicitar pasos a seguir y recorridos posibles, admitir distintos niveles de avance, respetar y acompañar lo que cada uno y cada una vaya pudiendo hacer. Hay que tratar de que la actividad no sea una exigencia, sino un momento de encuentro de todas y todos o de trabajo autónomo y distendido atravesado por el placer y por el deseo.

• la comunicación con el hogar y con los niños y las niñas debe ser periódica y equilibrada, es decir, que permita estar presentes sin presionar ni exigir. Hay que recuperar los modos de comunicación espontáneos y cotidianos que se dan con las familias en la puerta de la sala y que son fundamentales para construir el vínculo entre la casa y la escuela, como lo son esos momentos fuera de libreto donde nos preguntamos cómo estuvimos, hablamos de algunas necesidades, circulan recomendaciones de lecturas y otros contenidos ajustados a la edad y al contexto. Finalmente, estar atenta y atento a las consultas es indispensable para mantener la comunicación en movimiento.

• proponer un modo de trabajo donde la planificación educativa y la evaluación sean pensadas como dos partes de un mismo proceso: planificamos para una semana y, de acuerdo a cómo nos fue, planificamos la semana siguiente. La evaluación es sobre la enseñanza y remite a criterios que funcionan mejor si se acuerdan institucionalmente, pero que deben recuperar sin falta el sentido de por qué sostenemos la escuela en la emergencia.


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Sea cual sea la plataforma con la que se trabaje, hay que tener en cuenta estas recomendaciones para que la comunicación se de:

☞Abrir un canal de diálogo también con esas otras y esos otros que son condición para llegar a los más chicos y las más chicas, ya que, en ciertos niveles de enseñanza, necesitaremos la mediación de otra/o adulta/o aliada/o cercana/o a las niñas y los niños. ☞Si enviamos propuestas escritas, acompañar el texto con otros formatos alternativos que sean directamente accesibles a niñas y niños. Pueden ser audios, imágenes y videos. ☞Considerar que no es necesario informar a las familias sobre contenidos y áreas que se están trabajando; ellas no necesitan esa información: su responsabilidad no es enseñar sino acompañar y ser el nexo en los niñas y nilas y los y las docentes. ☞Llegar a todos como prioridad, siempre.


☞Saludar a cada uno y cada una y personalizar los mensajes (cuando se pueda y sin perder de vista los tiempos reales que demanda la tarea). ☞Evitar la sobrecarga de información. También aquí la prioridad es preservar el vínculo, el bienestar y las ganas de participar. ☞Sostener los canales de comunicación común y abrir individuales con aquellos niños y aquellas niñas que sabemos –o descubrimos– vulnerables o que nos llaman la atención. ☞Estar disponible también con la voz y la imagen a través de audios y videos, cuando se pueda, como forma de generar cercanía y confianza. Hay que tener en cuenta que a veces la respuesta tarda y no estamos acostumbrados; hay que perseverar, volver a intentar, porque el vínculo y el reconocimiento se generan en ese ida y vuelta. Tenemos que esforzarnos en estos intercambios, promoverlos, sostenerlos, profundizarlos, sin atarnos solamente a un formato.


4 Como ya sabemos las interlocutoras directas –o las mediadoras– son las familias, mientras que los sujetos de nuestra enseñanza en el nivel Inicial son las niñas y los niños. Para que los niños y niñas participen en las propuestas es necesario: Mantener una armonía en los mensajes, ya que no serán consignas de trabajo o tareas, sino sugerencias e invitaciones para que puedan hacer con las niñas y los niños de la casa.

Resignificar las devoluciones de los niños y niñas, darles la importancia que se merecen y utilizarlas como incentivo para que aquellos que aún no han participado en la propuesta. Que las propuestas se envíen y lleguen, en la medida de lo posible, con una frecuencia estable de comunicación; por ejemplo, dos a tres veces por semana. La idea es que se esté esperando nuestro mensaje y no provocar agobio. Es decir, la comunicación con el hogar y con los y las estudiantes debe ser periódica pero equilibrada.


El desafío más complejo, en términos de periodicidad y reciprocidad, estará con aquellas y aquellos que no puedan acceder a las formas de comunicación. Es allí donde se nos exige, como docentes, directivos y directivas, el mayor esfuerzo de personalización, de reconocimiento y mirada, puede ser un ejemplo de abordaje enviar notas propias o de las compañeras y compañeros, incluso dibujos y otras producciones viajeras ya que es fundamental que pueda haber devolución de las actividades; no en forma de corrección, sino de retroalimentación amorosa de puño y letra. Esto se puede llevar a cabo en el momento en que las familias concurren a la escuela para la entrega de los módulos alimentarios.


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Respecto al tiempo -Podemos establecer una unidad de tiempo que mantenga coherencia entre la propuesta del jardín y la vida hogareña. Acercarnos sin invadir, sin saturar, pero, al mismo tiempo, sin profundizar la distancia o la lejanía. Como antes mencione, esa unidad de tiempo puede ser la semana. -Consideremos que adultos, adultas, hermanos o hermanas disponibles también están realizando otras actividades y encargándose de sus propias tareas. Por ello, el tiempo disponible puede ser variado e intermitente, incluso quizás no puedan acompañar las actividades del jardín todos los días.

Respecto al espacio -El jardín y la sala están preparados y pensados para la enseñanza de los niños y las niñas más pequeños y pequeñas. Es una certeza que manejamos. En los hogares, el espacio se manifiesta, claramente, diferente. Debemos ofrecer propuestas que puedan realizarse en diferentes lugares: en una habitación cerrada o al aire libre, sobre la mesa, el piso, el pasto o las paredes; por supuesto, incluyendo al espacio virtual. -En caso de utilizar el espacio virtual, es importante medir el tiempo que los niños y las niñas estarían frente a las pantallas, es decir, intentaremos que sea acotado y el mínimo posible. -Es importante considerar incorporar actividades que las niñas y los niños realicen con un nivel de autonomía tal que les permita llevarlas adelante con un acompañamiento intermitente.


Respecto a los recursos

-Utilizar objetos y materiales que pueden estar presentes en los hogares o que sean de fácil obtención. -Si es posible, se puede anticipar sobre cuales se van a utilizar para que las familias puedan ir juntándolos. -Utilizar elementos de la naturaleza presentes en los patios de los hogares, en las calles o plazas, como piedras, ramas, hojas, entre otros. Utilizar material de reciclado como envoltorios de alimentos, botellas y tapas de plástico, cajas, papel de diario y revistas, etc.

-Si se trata de un recurso digital, es recomendable que sea potenciador de la propuesta y no un fin en sí mismo. Sabiendo la dificultad de las conexiones o la disponibilidad de los dispositivos tecnológicos, debemos plantear alternativas para las actividades y no limitarnos a un solo tipo de soporte o de participación. - Se puede buscar la forma de incluir a nuestros y nuestras colegas o profesores y profesoras especiales en la propuesta y trabajar de manera integrada.


6 Es importante en este contexto, reorganizar los equipos de trabajo y renovar o reeditar algunos de nuestros acuerdos. Principalmente, porque, como todos sabemos, algunas cosas cambiaron. Pensar la organización de la enseñanza en el marco institucional y anticipar colectivamente condiciones que propicien experiencias de aprendizaje para niños, niñas y jóvenes, genera lazos para que esta siga ocurriendo en tiempos de emergencia. La responsabilidad que nos toca asumir en esta época nos demanda que trabajemos entre todos y todas, que seamos obstinados y obstinadas en “buscarle la vuelta” y que ensayemos nuevos modos para seguir construyendo posibles pedagógicos en la dificultad de la distancia.


Con respecto a los canales de comunicación es necesario aunar criterios institucionales sobre el uso de los mismos: ►Consensuar entre docentes y compartir con familias y/o estudiantes los días y horarios de publicación de cada área o materia en los niveles educativos que corresponda.

► Establecer reglas y normas de funcionamiento ► Si existe la posibilidad de generar encuentros donde se encuentren al mismo tiempo, con la voz y con la cara, organizar la realización de encuentros sincrónicos, ya que llevan su tiempo de preparación y de aprendizaje, y a medida que se vayan haciendo saldrán cada vez mejor.

► Establecer cuáles serán los modos de retroalimentación y los criterios de evaluación de la enseñanza.


7 Hay que centrarse en la tarea pedagógica; en el qué, cómo y cuándo se enseñó, en la previsión y la planificación, en las estrategias didácticas utilizadas y diseñadas, en definitiva si la tarea de enseñanza desplegada se corresponde con los propósitos de enseñanza planteados. Por lo tanto, la evaluación debe estar orientada a la revisión e indagación que, en esta coyuntura, debe considerar tanto sus aspectos comunicacionales como los pedagógicos. Si bien se pueden recuperar prácticas existentes (portfolio, documentación pedagógica, bitácora y otras), ese entiende que, dada la excepcionalidad de la situación que nos toca atravesar, los criterios y los instrumentos requieren ser construidos específicamente y de manera colaborativa. Pero hay que tener en cuenta que no es posible evaluar todos los aspectos al mismo tiempo; en cambio, es necesario focalizar, recortar o priorizar algunos aspectos puntuales para recabar producir información y comunicarla. Algo que conocemos bien, pero que en este contexto se exacerba, es que la evaluación es un tema que preocupa a las familias. Por lo tanto, es importante llevar calma, quitar presión y explicar que, en esta etapa, nos centramos en cómo mejorar la enseñanza, en ver que llegue a todos y todas, en reunir la información que nos permita conocer cómo y de qué modo las niñas y los niños están aprendiendo.


8 Evaluar para explicitar en qué grado alcanzamos lo que nos propusimos partiendo de un conjunto de criterios que nos ayudan a entender con claridad el rumbo de la enseñanza, por eso su construcción colectiva es de suma importancia. Cuando los criterios se clarifican y se comparten, los instrumentos, los momentos y las prácticas se organizan coherentemente.

Evaluar para estar cerca: es necesario considerar a la evaluación como una actividad que impulse la mejora y la construcción de información que nos oriente, en el corto plazo, a adecuar las propuestas de enseñanza que pondremos a disposición cada semana.

Evaluar para comprender: Si focalizamos en las actividades propuestas, podríamos tener en cuenta la cantidad seleccionada, el tiempo necesario para resolverlas, tipos de materiales necesarios para llevarlas a cabo y, muy especialmente, el sentido. Si vamos evaluar la forma de acercamiento a las familias, habría que considerar los canales de comunicación. Evaluar para conocer y mejorar: para conocer y tomar decisiones didácticas y pedagógicas, para hacer las modificaciones necesarias de nuestras planificaciones y mostrarnos más cercanos.


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Ademas de evaluar las propuestas, los canales y los medios, en este momento es preciso evaluar, entre otras cuestiones, si las y los estudiantes están pudiendo:

Sostener el lazo con la escuela y sus docentes.

Acceder y/o profundizar en el conocimiento específico de las distintas áreas/materias.

Tener acceso a las propuestas de enseñanza.

Realizar las actividades educativas con autonomía, solos o con otras personas que vayan acompañando el proceso.

Resolver las actividades que se les han propuesto.

Compartir las tareas/actividades con sus compañeros/as. La evaluación nos tiene que brindar insumos para tomar decisiones que contribuyan a fortalecer y/o modificar las propuestas de enseñanza durante la suspensión de clases así como también para planificar la vuelta a las clases presenciales.

Plantear dudas, preguntar, opinar.

Acceder los recursos y materiales que se utilizan en las propuestas.


10 Con respecto a la evaluación institucional: ● Los equipos directivos realizan relevamientos institucionales para sistematizar tanto los medios utilizados para la enseñanza y la comunicación con estudiantes y familias como los avances y las dificultades del proceso educativo de los distintos grupos escolares. Del mismo modo, las evaluaciones de los equipos de supervisión se utilizan para orientar y acompañar las decisiones tomadas por los equipos directivos. (enseñanza y evaluación. documento base) ● Evaluación del desempeño de cada docente, directivo, secretario, preceptor; su compromiso con la comunidad, con el jardín, con los niños y niñas. ● Evaluaciones grupales para aportar nuevas estrategias, compartir ideas y crear nuevas formas de asegurar la continuidad pedagógica. ● Evaluar cómo se fue desarrollando el trabajo entre los y las docentes, si se realizaron propuestas individuales, si se pudieron conformar parejas o equipos entre colegas. (modulo4) ● Evaluación sobre la capacidad de trabajar en equipo, de colaborar con los pares, ser empáticos. Con respecto a la evaluación personal de cada actor de la institución: ● Realizar a modo de evaluación personar un registro semanal sobre cómo se sienten respecto al contexto que estamos viviendo, como les afecta, que estrategias llevaron a cabo y si funcionaron, que cambiarían de su desempeño, entre otros. Este se podrá compartir con el resto del equipo para que entre todos se apoyen y se acompañen en este proceso, saber que no están solos y que es mejor repartir la carga que sobre cargarse, comprender que para eso es el trabajo institucional.


No estas solo, estamos juntos en esto. no te enojes, no te frustres, no te sientas mal, estas haciendo lo posible para mantener la continuidad pedagรณgica y siempre hay algo que se puede hacer, solo es cuestiรณn de pensar, preguntar, investigar y nunca pero nunca darte por vencido/a.


Bibliografía: ◈ “Curso: la continuidad Pedagógica en la emergencia - para docente” INICIAL CH2-20-Aula061 (2020) Módulos 1,2,3 y 4 ◈ “Desigualdades educativas en tiempos de coronavirus” (2020) Artículo de Pedro Núñez ◈“La emergencia pedagógica” (2020) Artículo de Alejandro Álvarez Gallego ◈“Enseñanza y evaluación” Documento base (2020)

◈“Diseño curricular para el nivel inicial” (2008)


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