La lucha contra el hambre
“R
ecuerdo la primera vez que conocí a Vianny», comenta el P. Elie Nyandwi. «Lo saludé pero él no respondió». Este joven reservado, de una familia muy empobrecida de una zona rural en Butambala, Uganda, estaba tan hambriento que ni siquiera tenía la energía para sonreír. Sin embargo, hoy ilumina todas las habitaciones con su sonrisa. Esto es gracias a los misioneros salesianos, nuestros vínculos con asociaciones internacionales y amigos compasivos que garantizan sus necesidades básicas. El P. Elie dirige el orfanato Don Bosco Niños y Misiones de Vida (Don Bosco CALM) y la Escuela Primaria Don Bosco, en Namugongo, Uganda. A pesar de los desafíos financieros, dichos programas ayudan a más de 300 niños, muchos de los cuales han luchado contra la pobreza, el abandono, la falta de un hogar y las enfermedades relacionadas con el VIH. Vianny llegó a la Escuela Primaria Don Bosco hace un año cuando sus padres le pidieron ayuda a nuestros misioneros para que su hijo tuviera la oportunidad de acceder a una educación. «Nuestros recursos financieros, humanos y logísticos son escasos», indica el P. Elie. «Enfrentamos dificultades para alimentar a los niños, pagar las tarifas escolares, materiales escolares, asistencia médica y los salarios mensuales de nuestros trabajadores». Sin embargo, es muy difícil negar servicios a niños como Vianny, razón por la
26 verano/otoño 2020