Medir el metro
Salim Malla
Residencia Gimnasio 2013 Proyecto Rampa
El ángulo del lenguaje
‘Un metro es la distancia que recorre la luz en el vacío durante un intervalo de 1/299.792.458 de segundo.’ Resulta del todo asombroso que la más reciente y precisa definición del metro sea justamente la más abstracta e incomprensible a la mente humana desde 17911. Aún cuando aquella barra de platino e iridio descansaba en los subterráneos de una oficina de París alguien podría haber sentido que todo su universo estaba, al menos, definido por algo tan evidente como un objeto frío, ciertamente anguloso que se situaba en un lugar concreto. Sin embargo, ni el vacío ni las millonésimas de segundo representan sensación perceptible alguna. Así, mientras la ciencia logra reducir el intervalo de incertidumbre mediante la creciente conceptualización de sus objetos de estudio, las pequeñas certezas del hombre desaparecen a medida que su mundo se aleja de su escala. En el caso del metro esta separación se hace aún más notable si atendemos al hecho de que, hasta los años 60, su definición como unidad coincidía con la herramienta patrón que servía para determinarla. Una suerte de tautología (un metro es un metro de) que, sin embargo, unía lo abstracto de un concepto a una manifestación material común a la experiencia humana.
Tener una medida común significa compartir un lenguaje común. Por el contrario, defender la búsqueda de una medida justa resulta tan absurdo como afirmar la existencia de un lenguaje neutro. Es interesante constatar que el concepto de ‘inconmesurabilidad’ en Feyerabend y Kuhn coincidiera precisamente en la dimensión lingüística. Al afirmar que cada revolución científica tenía como resultado un cambio de ontología, es decir, reemplazaba el propio concepto anterior de ciencia, era necesario descartar que el conocimiento puediera ser acumulativo y, por tanto, que la ciencia fuera capaz de acercarse a la verdad en sentido estricto. En el momento en que la función se separa de su herramienta o la palabra de su contexto, cualquier medida es sospechosa, cualquier significado se oscurece. Tendría entonces sentido elaborar a cada paso un nuevo instrumento y olvidar el anterior, si no fuera porque la verdadera trampa se halla en la necesidad de tal instrumento más que en su perfeccionamiento. No deja de ser extraño, sin embargo, que ante la ausencia de referente uno encuentre siempre auxilio en una nueva figura, en la curvatura de una recta, el volumen de una superficie o el liso desnivel de un mapa.
Belén Zahera 1 Aunque la barra de platino-iridio no sirvió de patrón hasta bastante después, en 1791 la definición de metro estaba todavía ligada a la distancia física entre el polo y la línea del ecuador, cuya experiencia aún suponía algo tan mundano como un viaje.
Error sistemĂĄtico 2013 TĂŠcnica mixta 150 x 100 cm
Reproducciones de una regla de 1 metro utilizando diferentes materiales
Metro cuadrado 2013 TĂŠcnica mixta 100 x 100 cm
Setenta y seis metros de Ikea trenzados
Estandar 2013 Técnica mixta 140 x 30 cm
15’ bajo la lluvia
De la medida de las luces a la luz como medida 2012 TĂŠcnica mixta 125 x 100 x 30
Metro de costura reproducido fotogrĂĄficamente
Medida, unidad, incertidumbre 2013 FotografĂa analĂłgica 70 x 50 cm
Objetos estandarizados reproducidos a escala 1/ 1
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