Hola soy Cutie, fui creada por el Talentoso artista francés Henri Matisse en 1947 con ayuda de unas hojas de color, tijeras y algo de pegamento. Aunque debo reconocer que pocos me conocen por mi nombre real, puesto que junto a mi amigo Springie hacemos parte de la obra titulada Le Lanceur De Couteaux o El Lanzador de Cuchillos. Un dato curioso acerca de esta obra de arte, es que hacía parte de un libro titulado Jazz, elaborado enteramente por Matisse el 30 de septiembre de 1947, en donde realizó muchos collages coloridos con papel cortado, acompañados por sus más sinceros e íntimos pensamientos. Puede ser esa la razón, por la que algunos personajes de sus obras cobraramos vida, alimentándonos del aura mágica de Henri.
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Ahora bien, esa aura mágica estuvo presente desde el momento de su nacimiento, puesto que Henri nació el 31 de diciembre de 1869, ¿vaya coincidencia, no? Sin embargo, su pueblo natal Le Cateau-Cambrésis, era algo pequeño y ciertamente aburrido, además su padre Emile Hippolyte Matisse, no estaba interesado en el mundo del arte, por ello, Henri no tuvo apoyo en cuanto a su carrera artística. De este modo, Matisse se mudó a París en 1887, con la meta de ser un gran abogado. Sin embargo, su carrera profesional tendría un giro inesperado. En 1889 sufrió una grave apendicitis la cual lo dejó un tiempo en cama. Pero su madre Anna Heloise Matisse, le obsequió sus primeros instrumentos para pintar y dibujar, que cambiaría totalmente la mentalidad de Matisse, engendrando a uno de los artistas que revolucionarían la historia del arte. Además, es justo afirmar, que Matisse y Anna son el perfecto ejemplo de la célebre frase “detrás de todo gran hombre hay una gran mujer”. 4
Por ello, en 1892 decidió retirarse de la facultad de derecho, inscribiéndose a la Escuela de Bellas Artes de París. En donde inició con un estilo naturalista, para luego tomar como referentes a los impresionistas, como Vincent van Gogh o los tocayos Paul Gauguin y Cézanne.
Esta obra es de suma importancia, pues daría inicio a su etapa neoimpresionista, con tintes destinados a la creación del Fauvismo, como se puede apreciar en la obra La Raie verte o La raya verde de 1905, en donde retrata a su mujer Amélie, explorando el color de una manera innovadora y propia.
Ahora bien, 1905 fue un gran año para Henri. Junto a sus amigos André Derain y Maurice de Vlaminck, hicieron una exposición en el famoso Salon d’Automne de París, en donde fueron despectivamente llamados Les fauves o Las bestias salvajes, por sus colores ruidosos, apoyados en formas expresionistas que deformaban la realidad. Ellos decidieron adoptar este nombre para su nuevo movimiento pictórico, es más, el Fauvismo es considerada la primer vanguardia artística; en donde se explora el uso del color de manera espontánea, dejando a un lado la perspectiva y el claroscuro, además el expresar sus sentimientos era el objetivo principal. 5
Por otro lado, Matisse fue sumamente admirado por la comunidad artística, pues tanto críticos como coleccionistas, estaban muy al pendiente de sus obras, esto hizo que Henri fuera contactado por gente muy adinerada, como es el caso de un millonario Ruso, que le encargó en 1911 dos magníficos cuadros titulados La Música y La Danza, esta última siendo una de sus obras más famosas.
La Danza
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La época de los 40 fue realmente dura para la salud de Henri, puesto que, fue operado de cáncer de colon, sin embargo, como si de un acto de magia se tratara, logró salir adelante por una década y media más, en donde evolucionó totalmente su estilo y técnica. La cual denominó Découpage, en donde pintada papeles de colores puros y luego los cortada a mano alzada, con el fin de crear collages coloridos y bastantes innovadores, que hoy en día serían concebidos desde el diseño gráfico como patrones modulares.
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Los módulos principales de las composiciones de Henri, eran totalmente orgánicos, hacía uso de algas, corales u hojas, pero nunca dejó atrás el tema que más le fascinaba, la mujer. Es aquí donde entro yo a la vida y obra de Matisse, como les comenté en el inicio de esta narración, hago parte de una de las 20 obras del libro Jazz, que tienen la intención de transmitir el sonido mediante formas, inspiradas en el circo, la mitología clásica o vivencias de viajes que Henri realizó a lo largo de su vida.
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Matisse afirmaba que cada una de sus composiciones estaba llena de siluetas únicas; “El papel cortado me permite dibujar en el color. Para mí, se trata de una simplificación. En lugar de dibujar el contorno e instalar el color, dibujó directamente en el color”. Por ello, cada una de las siluetas de Matisse fue dotada por la magia y el amor que tenía por su arte.
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Ahora bien, quiero contarte sobre el último gran trabajo de Matisse, la capilla de Santa María del Rosario en Vence en 1951. Henri dijo "Pese a todas sus imperfecciones, la considero mi obra maestra". A sus 81 años logró terminar dicho encargo, tomándole 4 años de trabajo exhaustivo y totalmente consciente, pues sabía que en esta obra consagraría su estilo único, minimalista y adelantado a su tiempo. La capilla resguarda tres murales de contornos negros sobre baldosas blancas; que representan El Vía crucis, La Virgen y el Niño y San Dominico. También podríamos decir que Matisse hizo aportes al diseño de interiores, al crear tres hermosos vitrales modulares, un altar de piedra maciza acompañada por una bella cruz de bronce, rodeadas a su vez, por un recinto blanco, iluminado por pequeñas pero coloridas muestras de arte, que podrían llegar a ser ilustraciones sencillas, técnicamente hablando, pero llenas de significados.
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Desafortunadamente, toda gran historia tiene un final, y este se dio el 3 de noviembre de 1954, cuando Henri Matisse murió en Niza, producto de un ataque al corazón. Sin embargo, estoy segura que sus 84 años de vida fueron los suficientes para dejar su corazón en cada una de sus obras.
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