Toma Nota

Un nuevo concepto para “La Libertad”

Recientemente estuve escuchando la conferencia que dio Massimo Recalcati, un prestigioso psicoanalista italiano, con respecto a la pandemia. Uno de los temas que tocó fue precisamente el de la libertad. Señalaba Recalcati que dentro de la política actual, “La Libertad” se ha convertido en bandera de algunas tendencias para mostrar que no hay fronteras cuando se trata de la autonomía del hombre. Obviamente, un sistema legal debe basarse en la facultad del hombre de actuar, pensar y expresarse libremente. Paralelamente, podríamos decir que el ser humano está dotado biológicamente de una corteza cerebral que le brinda superioridad comparado con el resto de las especies. Somos seres reflexivos y cuestionadores de nuestra realidad. “La Libertad” como concepto abstracto, puede ser analizada, entendida y aplicada a nuestras acciones, gracias a que poseemos corteza cerebral, específicamente la corteza prefrontal. Si esto no fuese así, entonces verdaderamente la comprenderíamos como puede entenderla un pájaro o un perro que vuelan o corren sin reparar en lo que viene dentro de una hora o dos o si hay peligros cercanos. Como seres pensantes, podemos detenernos en un concepto y ubicarlo en una circunstancia dada. ¿Qué es la libertad, enmarcada dentro de esta pandemia? inferimos que nuestra libertad, se ha reducido físicamente a las paredes de nuestros hogares, a las relaciones a través de internet, al uso de una mascarilla, a evitar el contacto físico, etc. ¿Estamos viviendo entonces una dictadura sanitaria? Sin embargo hay una voz interna que nos recalca que la libertad y otros muchos conceptos asociados a ella, han cambiado por la presencia del COVID 19 y que esta nueva libertad tiene que ver con la fraternidad y solidaridad, así lo expresa Recalcati. Nuestra vida ha cambiado y aún hay incertidumbre de cómo y cuándo la recuperaremos, todavía estamos tratando de entender que ha pasado, para poder imaginar que ocurrirá en el futuro. Bajo este contexto, no caigamos en el absurdo de suponer que somos libres en la medida que “hacemos lo que nos venga en gana”. Creo que hoy, más que nunca, es una necesidad ser conscientes de que el otro existe, y procurar una libertad bajo los cuatro principios éticos básicos: el respeto por las personas, la beneficencia, la no maleficencia y la justicia. En la medida que me cuido, también cuido al otro y viceversa.

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