8 lugares de Australia que parecen de otro planeta 21sep 2011
Escrito por: Matías Callone / Creador de Vision Beta y 101 Lugares Increibles / En Twitter @visionbeta Compartir
Puedes seguirnos en Twitter @101lugares Formaciones rocosas que parecen esculturas talladas, playas de arena blanca inverosímiles, una ola que parece congelada para la eternidad, una caminata por un paisaje “marciano”. Son algunos de los lugares de Australia que parecen sacados de otro mundo. Uno a uno, repasamos ocho paisajes que parecen de otro planeta en un país-continente que por si fuera poco, parece estar completamente despoblado en la mayor parte de su territorio. Cualquiera de ellas, podría convertirse en una maravilla natural:
1. El desierto de los Pináculos El desierto de los Pináculos (Pinnacles Desert), se encuentra cerca de la ciudad de Cervantes, en la zona occidental de Australia. Un enorme banco de arena y dunas dentro del Parque Nacional Nambung ofrece un panorama poco usual: pináculos de roca caliza emergen entre la fragilidad de la arena con sus formas irregulares y alcanzando varios metros de altura:
Ross Websdale
Kool
Robert Young
spaceodissey
Robert Young
David Salvatori
2. Remarkables Rocks Las rocas que parecen esculturas (Remarkables Rocks) se encuentran en la isla Kangaroo, al sur de Australia, dentro de un ĂĄrea protegida del Parque Nacional Flinders Chase. Las rocas hacen un conjunto que se encuentra sobre un promontorio de granito erosionado por miles de aĂąos.
Navin Rajagopalan
caccamo
Lin padgham
Safaris
Gavin Anderson
Robert Hoge
safaris
3. La playa blanca Figura en el libro Guinness como la playa de arena mรกs blanca del mundo. Estรก situada en Nueva Gales del Sur, a dos horas y media de Sydney y se conoce como Hyams Beach.
Imagen Jonas Smith
Imagen Nigel
4. Wave Rock, la ola petrificada Una formación de piedra cerca de la pequeña ciudad de Hyden, se parece en mucho a una ola petrificada. Con unos 15 metros de altura y unos 110 metros de largo, el efecto de la “ola” está acentuado por las manchas que resaltan la sensación, pero la principal responsable de su curiosa forma no es otro que la erosión de la lluvia por miles de años.
Eduardo Elias Camponez
Alessandro
Jonathan LaRocca