Ya conocemos los ocho grupos de la primera fase del Mundial de Brasil 2014. Después de un sorteo que se hizo más largo de lo recomendable por fin han quedado configurados los grupos de la Copa del Mundo. España ha tenido mala suerte y ha caído en el grupo de la muerte. GRUPO A Brasil Croacia México Camerún GRUPO B España Holanda Chile Australia GRUPO C Colombia Grecia Costa de Marfil Japón GRUPO D Uruguay Costa Rica Inglaterra Italia GRUPO E Suiza Ecuador Francia Honduras GRUPO F Argentina Bosnia Irán Nigeria GRUPO G Alemania Portugal Ghana Estados Unidos GRUPO H Bélgica Argelia Rusia Corea del Sur
Real Madrid: El oxígeno de la ilusión
Fran Alameda
La tierra quemada ya es tierra abonada. Del desastre Mourinho, como España hizo con el error Berenger en aquel artículo que Ortega se empeñó en señalar para la historia, al fenómeno Ancelotti y BBC hay apenas un par de meses. Quizá la gestión del portugués tuvo menos de desastrosa de lo que nos quisieron prometer aquellos que vendieron novelas como periódicos y predicciones desastrosas por darle poder al entrenador, como si éste fuese un gañán afanado en destruir todo a su paso. El Real Madrid, a once de diciembre, es decir, a algo menos de media temporada, es un equipo que ilusiona. No es que esto se pueda cuantificar, pero sí percibir. De hecho, se percibe la mejora colectiva muy por encima de la individualidad, aunque la primera lleve a la segunda. Y viceversa. Su primera fase deChampions, competición que resuena en el madridismo como las próximas elecciones en Aznar, resultó notable, sobreponiéndose a un rival duro –otrora gigante–, otro incómodo y un último colocado benditamente para coger aire en caso de falta de oxígeno. Modric ha conseguido dar un paso adelante, Xabi Alonso ha regresado en buena forma e Illarra obtendrá minutos hasta conseguir la moral necesaria. Ancelotti respira y el equipo toma oxígeno
El oxígeno de Ancelotti ha llegado a la vez que Xabi Alonso, que con la edad gana adeptas como yerno a la velocidad que su presencia equilibra al Madrid. Xabi es jerarca y tiene ganas, como si necesitara demostrar que Illarra aún no es él, y que tampoco es el cromo original. A su lado, a Khedira lo ha difuminado una lesión, peroModric gana sensaciones sin ruido, o sea, sin demasiado éxito porque una cuestión muy española es valorar en función a cuánto aparezca en los medios, alentando aquel viejo mantra de Kapuscinski: “Si no sale en los medios, no existe”. Modric está y funciona. Aunque no exista. Combinando el 4-3-3 con el 4-2-3-1 incitando siempre al necesario control del centro del campo para Ancelotti, el Madrid ha evolucionado a nivel cualitativo. Entre el crecimiento colectivo, eso sí, aparece alguna sensación extraña en lo individual. Como el caso de Di María que quizá acabe siendo una hernia y marcando cuarenta goles a final de
temporada. La Champions y el Madrid son el matrimonio perfecto hasta que año tras año se demuestra lo contrario. Pero lo importante, al menos, es que esta temporada, otra vez, han quedado para tomar una Copa.
Ajax: Viktor Fischer, la elegancia danesa Jose David López
Dinamarca ha logrado siempre muchísima más trascendencia futbolística a través de sus colores nacionales, que con la heráldica de sus clubes. Este representante fiel del fútbol escandinavo, frío, directo y de centímetros, jamás le llevó a grandes gestas continentales con instituciones que cayeron aún más abajo con la entrada cosmopolita de finales de siglo, lo que aisló a muchos de los que reclamaban su hueco. Y es que pese a ese ostracismo, todos recordaríamos fácilmente varios nombres que generaron ilusión, fantasía y talento en suelo danés. Porque entre balones al área, poca transición y mucha fuerza física, siempre hubo espacios concretos para quienes rompían la dinámica, saliendo de los obstáculos nacionales y superando barreras por una ideología diferente y, por ende, exitosa entre sus semejantes ‘vecinos’. La Eredivisie holandesa y, sobre todo el mismísimo Ajax, siempre explotó esa conexión escandinava, que tocó su techo en número y calidad durante estos últimos años. Ahora, es fácil ver cientos de daneses en las gradas del Ámsterdam Arena cada semana (según daos oficiales, han ordenado el doble de entradas cada curso desde hace 4 años, llegando a unos 1000 actualmente cada temporada). Llegan atraídos por la grandeza de un clásico del fútbol mundial, por la historia del templo que les cobija y por el acercamiento que para ellos supone el ver vestidos de ajaccied a algunos de sus mejores jugadores actuales. Tras la marcha de la gran estrella Christian Eriksen(fogueado en suelo holandés), la expedición danesa sigue siendo multitudinaria. Desde veteranos como Christian Poulsen a multitareas como Lasse Schöne o una clara apuesta por las firmes promesas como Nicolai Boilesen o Lucas Andersen.