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La evolución humana vista a través de un gusano

Human evolution seen through a worm

Raúl Valadez-Azúa*

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Resumen

El mundo de los parásitos involucra un universo de interacciones equivalente al del mundo exterior, dentro del cual ambos interactúan, derivando en procesos adaptativos y evolutivos impulsados en ambos ámbitos. Desde esta perspectiva, nuestra especie, en su condición de hospedero, constituye el nicho del parásito, el cual puede ser destruido o mínimamente dañado por éste, en función de aspectos como el tiempo que lleva la relación. En el caso del género Taenia, cuyos hospederos temporales son cerdos y bóvidos y el definitivo es Homo sapiens, los esquemas de su ciclo de vida y el estudio de su ADN permite reconocer que se convirtió en parásito de los homínidos hace tres o cuatro millones de años, tomando a los australopitécidos de la época como hospederos temporales por su condición básicamente herbívora. Dicho esquema fue variando al paso del tiempo, en la medida que Homo fue moviéndose en la pirámide trófica hacia la condición de depredador secundario por el incremento gradual del aporte de carne y médula en su dieta proveniente de suidos y bovinos, hasta pasar a ser hospedero definitivo de especies como Homo erectus y otras contemporáneas. Su dispersión en Asia favoreció la especiación de Taenia y la llegada del ganado doméstico su dispersión posterior por todo el mundo.

Palabras clave. Evolución, parasitismo, Homo, cestodos.

Los Buenos Par Sitos

Estaidea,sinduda,pareceunpocoextrañaalmomentodereflexionarla,¿Desde cuándo un parásito es algo bueno?

Hace muchos años un profesor de la carrera de biología comentó que había buenosymalosparásitosyqueelelemento distintivo es el destino del hospedero. Si la presencia del parásito derivaba en la muerte de hospedero, era malo y si no producía efectos de este nivel, entonces era bueno. En lo personal me pareció una idea que invitaba a la reflexión.

* Laboratorio de Paleozoología, Instituto de Investigaciones Antropológicas. UNAM,

Sobretiros: MVZ Raúl Valadez-Azúa

Correo electrónico: raul_valadez@hotmail.com.

ABSTRACT

The world of parasites involves a universe of interactions equivalent to that of the outside world, within which both interact, resulting in adaptive and evolutionary processes promoted in both areas. From this perspective, our species, in its capacity as host, constitutes the parasite’s niche, which can be destroyed or minimally damaged by it, depending on aspects such as the length of time the relationship takes. In the case of the genus Taenia, whose temporary hosts are pigs and bovids and the definitive one is Homo sapiens, the diagrams of its life cycle and the study of its DNA allow us to recognize that it became a parasite of hominids three or four million years ago, taking the australopithecines of the time as temporary hosts due to their basically herbivorous condition. This scheme was changing over time, as Homo moved in the trophic pyramid towards the status of secondary predator due to the gradual increase in the contribution of meat and marrow to its diet from suidae and bovines, until it became a host definitive of species such as Homo erectus and other contemporaries. Its dispersal in Asia favored the speciation of Taenia and the arrival of domestic cattle, its subsequent dispersal throughout the world.

Key words. Evolution, parasitism, Homo, cestodes.

La relevancia del calificativo no involucraba ningún pensamiento de índole moralista, más bien se dirigía a una dinámica biológica: para un parásito, el hospedero es su ambiente, su territorio, su hogar, de modo que, si su presencia involucra su muerte, también se tendría como consecuencia su propia desaparición. Visto de esta forma, conducir su modus vivendi hacia su autodestrucción lleva a la imagen de “mal parásito”; por el contrario, uno que altera mínimamente la salud del hospedero y permite que uno y otro continúen con su vidaes,por tanto, “un buen parásito”.

Un ejemplo muy reciente sobre esta idea la tenemos con la pandemia de COVID 19 o SARS-CoV-2. En el primer año (2020)lasvariantesdominantesteníanuna altatasadeinfecciónydemortandadpara elinfectado,1 deahítodasuertedemedios que se emplearon para limitar el contagio y,comounaaltaproporcióndeinfectados morían, el esfuerzo humano se redobló, buscando limitar su dispersión. En 2021 llegaron las vacunas, pero tan relevante como éstas lo fue la llegada de la variante Ómicron, la cual tenía una alta capacidad parainfectar,perocausandomuchomenos daño en el enfermo.

Enlasegundamitadde2020sehablaba repetidamente de la gran tasa de mutación del virus y, como consecuencia, la aparición de variantes con alta letalidad, por ejemplo, la Delta. Frente a todo esto y, recordando la frase de mi profesor, pensaba y comentaba:

“Con toda esta evolución del SARSCoV-2, en algún momento tendrá lugar unamutaciónquederivaraenunavariante que, aunque sea tanto o más infecciosa, no llevara a la muerte inevitable del enfermo, lo cual derivará en un proceso de selección natural en el cual, más virulencia combinada con menos muertes del hospedero, lo hará dominante en su universo viral, por su propia condición, pero también porque infectará mucho, la gente enfermará, pero se recuperará y de esa forma el propio humano contribuirá a apoyar su transmisión, pues cada vez se protegerán menos y contagiaran más, tal y como ocurre con la gripe”.

Esta idea se convirtió en realidad en 2021, cuando la mezcla de Ómicron, más lasvacunas,promovieronquelagenteempezara a perder el miedo de contagiarse, a disminuir los cuidados y, por tanto, aumentósudispersión.Nomeextrañaríaque en este momento existan más humanos queyahantenidocontactoconelvirusque aquellosquesehanmantenidoalmargen. Desde esta perspectiva, los tipos que se han reconocido desde 2021 en adelante, muchos ligados a la variante Ómicron, pueden considerarse los ganadores absolutos de este proceso evolutivo, pues desplazaronalasotras,contagiaron(ysiguen contagiando)amuchísimaspersonas,una, dos, tres veces, o más, pero sin llevar a la defunción (en la mayoría de los casos), lo que garantiza hospederos permanentes y dispersión a través de nosotros mismos. Indudablemente este virus resultó ser, al final, “muy buen parásito”.

La Zoonosis Y La Historia Evolutiva

Elobjetivodeestadescripciónesmostrarallectoruncasoenelqueobservamos lainteracciónparásito-hospederoylosextremosalosquesellega.Nuestraespecie, como cualquier otra forma de ser vivo, está expuesta a la llegada de organismos queentraránanuestrocuerpoylotomarán como hábitat o sólo como fuente de alimento o espacio reproductivo, por ejemplo.Algunossondecondiciónoportunista, es decir, llegan, toman lo que pueden y se van(olosdesechamos),mientrasquehay otroscuyoobjetivoesprolongarsuestadía tanto como sea posible.

Caso especial dentro de este universo es todo lo relacionado con la zoonosis, es decir, con la relación humanos-parásitos-

Valadez-Azúa R. La evolución humana vista a través de un gusano AMMVEPE 2023; 34 (2): 64-70 animales, en especial los de condición doméstica, pues su historia en común, primero como animales con los que se interactuabaydespuéscomoanimalesque se criaban, trae consigo una importante dinámica en la cual el tercer personaje muchas veces tiene también cosas que contar, sobre todo cuando se trata de “un buen parásito”, que ha permanecido en esta condición por miles o millones de años, estimulando un proceso evolutivo másencaminadoalaadaptacióndelostres participantes a esta dinámica, en vez de que todo tenga lugar en muy poco tiempo y concluya con la muerte de los participantes, tal y como ocurre, por ejemplo con el ántrax, enfermedad que involucra alganadodoméstico,alabacteria Bacillus anthracis, a nosotros y cuyo fin, sin el apoyo de medicamentos, con frecuencia concluía con la muerte de los humanos, seguida por la del ganado.

Para fortuna nuestra, existen otros casosenlosquelaevolucióndelavidaparasitaria se encamina, en buena medida, a lamayorespecializaciónenesteesquema; aspecto que involucra obtener el mayor beneficio del hospedero causándole el menor daño posible, de forma que puede continuarelprocesoevolutivo,generación tras generación.

Todo lo descrito en líneas anteriores sobre buenos y malos parásitos tiene, en realidad, un trasfondo ecológico y evolutivo muy relevante. Si pensáramos en el ser humano como una isla y a un parásito comounapequeñapoblacióncolonizadora, puede ocurrir lo siguiente:

1. Que no encuentren en la isla las condiciones para vivir y mueran.

2. Quesobrevivanenelprimermomento, perodepredenlaislaconsusactividades(búsquedadealimento,deagua,de refugio) y como este ámbito no está adaptado a ese invasor, tendrá lugar la destruccióndellugarylaconsiguiente muerte de los invasores.

3. Que se alcance un equilibrio entre recursos del sitio, necesidades de los invasores y, de esta forma tenga lugar una dinámica en donde ambiente, más recién llegados, alcanzarán un equilibrioque,sipersisteeneltiempo, permitirá, más adelante, reconocer la evoluciónderivadadelasadaptaciones que tuvieron lugar.

Conestaperspectiva,unidaalaideade “bueno” o “malo”, se puede inferir que, en buena medida, lo que se ve en este momento frente a un evento de zoonosis, tiene que ver con el tiempo que lleva la interacción entre tal o cual parásito y el ser humano. De acuerdo con esto, en el caso de los parásitos que entraron en contacto con el hombre como resultado directo de la domesticación, es probable quederivenenelprimeroosegundocaso, pues hablamos de procesos infecciosos que iniciaron hace pocos miles de años,2 mientras que aquellos que existen en un cierto esquema de equilibrio, producto de una larga y continua adaptación mutua, es probable que la relación de origen sea anterior a la llegada de la domesticación.

Tras Las Huellas De Un Par Sito

Relacionado con esta segunda opción, tenemos a un grupo de parásitos ligados a la zoonosis y de gran relevancia para nosotros por la historia que nos involucra junto con el ganado doméstico, son los céstodos. Estos organismos pertenecen al grupo de los llamados “gusanos planos”, muy antiguos y primitivos, desde la perspectiva de la historia y filogenia animal y algunos de ellos sumamente especializados, por ejemplo, los pertenecientes al género Taenia

Este gusano tiene un ciclo de vida3,4 (Figura 1) cuyoinicioseencuentraenlos huevos, o proglótidos con huevos, que se localizanenelsueloylavegetación.Estos soningeridosporherbívorosuomnívoros (paranuestrosintereses,elganadodoméstico), entran a su tracto digestivo, de ahí se convierten en embriones, atraviesan la pared intestinal y llegan hasta las masas musculares.

Esta fase, denominada “cisticerco”, es como un estado latente y dura mientras el hospedero temporal está vivo. En algún momento es consumido por un carnívoro (o por una persona) y los cisticercos son ingeridos, llegan al intestino y ahí se convierten en adultos. Ya en su hospede-

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AMMVEPE 2023; 34 (2): 64-70 ro definitivo se desarrollan, dando lugar a gusanos de más de un metro de largo, los cuales se mantienen sujetos a la pared intestinal mediante ventosas y/o ganchos quetienenensucabeza(escolex),mientras que el cuerpo, constituido por cientos de segmentos, los proglótidos, no tiene más objetivo que la reproducción, pues cada uno de ellos posee aparatos reproductores masculino y femenino. Conforme los proglótidos “maduran”, se desprenden, saliendo del cuerpo junto con las heces fecales y queda en el suelo a la espera de un herbívoro.

Figura 1. Existen varias especies de Taenia que parasitan al hombre, siendo T. solium y T. saginata las más comunes. La primera tiene como hospedero temporal al cerdo (izquierda) y la segunda al ganado vacuno (derecha); en ambos casos el ciclo incluye la ingestión de los huevos por los hospederos temporales (A), el desarrollo de embriones (B) que atraviesan la pared intestinal y en el estado de cisticercos quedan alojados en las masas musculares (C) hasta que entran al hombre (D) mediante el consumo de carne cruda o mal cocida, pasando al intestino (E), para ahí alcanzar la madurez (F). Es en los segmentos del cuerpo, denominados proglótidos (G), donde se producen los huevos (H), que al ser desalojados del tracto digestivo quedan en el ambiente a la espera de ser ingeridos por un herbívoro (Imágenes de proglótidos de (4), figura elaborada por Raúl Valadez).

Elciclodevidade Taenia seencuentra estrechamenterelacionadoconlosniveles tróficos en los que el hospedero temporal es un herbívoro y el definitivo un carnívoro,5 por lo que resulta interesante el estudiodeestarelaciónconelobjetivode reconocer la evolución de los homínidos respectodesuposicióntrófica,asícomoel determinarapartirdecuandoseconvirtió enundepredador,todoestovistodesdela perspectiva de Taenia

En años recientes se han llevado a cabo estudios que buscan establecer los niveles de parentesco de diversas especiesde Taenia,atravésdesuADN,5,6 pero igualmentereconocerpautasevolutivasy de diversificación a través de su relación consusdiferenteshospederostemporales y definitivos. La relevancia de ello es que por este medio es factible visualizar la forma como los homínidos fueron “moviéndose” en el plano alimentario y trófico hasta quedar como depredadores de herbívoros, por tanto, como hospederos definitivos de estos parásitos.

Figura 2. Posición de las tres especies de Taenia que parasitan al ser humano y su relación con lo hospederos definitivos (carnívoros) y temporales (herbívoros). De acuerdo con el ADN, T. saginata y T. asiatica son especies derivadas de un proceso de especiación independiente del que dio lugar a T. solium (Figura elaborada por Raúl Valadez, tomada parcialmente de Hoberg E, et al.5 y Terefe Y, et al.6

Unaspectomuyrelevanteescomprender la forma como funciona el “ambiente herbívoro”y“ambientecarnívoro”dentro delciclodevidadela Tenia.Estosestudios indicanquerealmentecada“ambiente”es lo bastante particular como para que cada especie de Taenia tenga sus hospederos temporales y definitivos específicos, lo cual permite entender la relación de esta triada de forma equivalente como vemos la relación entre biomas y la evolución de un género de plantas o de insectos.

Visto de esta manera, es importante ubicarnos en nuestra condición actual de depredadores del ganado doméstico y entender que si somos hospederos definitivos de tres especies de Taenia es porque se ha tenido un largo periodo adaptativo de estos parásitos, con el correspondiente proceso de especiación, lo cual lleva a la pregunta ¿desde cuándo formamos parte de este ciclo? ¿desde que apareció el ganado doméstico o antes?

Al estar frente a esta realidad de vida depredadora surge la reflexión de que la carnivoría no es una forma de vida que haya tenido relevancia primaria en nuestra evolución. Sabemos que los australopitécidoseranorganismosclaramente omnívoros, algunos incluso con marcada especializaciónhacialaherbivoría,7 yque los primeros miembros del género Homo eran omnívoros carroñeros.8 Dadas las circunstancias¿cómoseinsertaronloshomínidosenestastriadasybajoquépapel?

Un aspecto bien reconocido por los investigadores, a partir del tipo de hospederos de Taenia, es que su centro de origen fue África. Este dato es muy relevante, pues nos permite ir construyendo la respuesta a las preguntas hechas desde el origen mismo de los homínidos e ir planteando los posibles cambios y adaptaciones que fueron dándose hasta la actualidad.

No obstante el esfuerzo académico de esos estudios, aún existen notables discrepancias respecto de las relaciones filogenéticas al interior del género, sobre todo respecto de la posición de T. solium, T. saginata y T. asiatica (tambiénparásita de Homo sapiens) con respecto de otras especies cercanas;5,6 no obstante es claro quetodasestánincluidasenespaciosdonde ubican como “vecinos del hombre” a depredadores de la talla de las hienas, los ososylosleones (Figura 2),mientrasque diversos grupos de artiodáctilos quedan como compañeros del ganado doméstico.

LAS TAENIAS, HOMO Y SU EVOLUCIÓN TRÓFICA

Sesabeque Taenia seoriginóenÁfrica yquesushospederosinicialeseranmustélidosyroedores.5 Alpasodeltiempoestos cestodos “radiaron” hacia otras especies aprovechandosuesquemade“vidalatente” en el suelo y la vegetación, a la espera

R. La evolución humana vista a través de un gusano AMMVEPE 2023; 34 (2): 64-70 de ser consumidos por algún herbívoro. Conformeestadiversificacióntuvolugar, fueron los artiodáctilos los consumidores primarios “colonizados” en mayor grado y,comoconsecuencia,loscarnívorosmás grandes, como felinos, hienas y cánidos quedaron incluidos en las triadas.

Apartirdeestemomentoloshomínidos quedan integrados a ésta dinámica (Figura 3). Al inicio, las especies de Taenia ligadasalhombreestánemparentadascon especiesparásitasdecarnívorosgrandesy unguladosynoconvivérridos,mustélidos, roedores o lagomorfos. Esta ubicación, la de un homínido que se encuentra en un habitat compartiendo el espacio con antílopes (bóvidos), suidos, hiracoideos, otros primates, leones y hienas, es propia deunasabanaafricanaenlacualespecies como Australopithecus afarensis y A. africanus se desarrollaron entre los 2.5 y 3.5 millones de años antes del presente,7 (Figura 3)

En este momento los homínidos involucrados, australopitécidos de modo más específico, no serían en modo alguno, carnívoros, sino más bien omnívoros con fuerte tendencia a la herbivoría cuya acción depredadora se limitaría a pequeños animales bajo circunstancias puramente fortuitasy,simultáneamente,seríanpresas de carnívoros como leopardos, licaones, leones y hienas. Este esquema paleoambiental está bien documentado con Australopithecus afarensis o A africanus, quienesfungirían,enestemomento,como hospederos temporales de Taenia Dentro de la evolución de los homínidos sabemos que el origen de Homo está relacionado con una mayor adaptación a la sabana y con el desarrollo de ciertas características como una masa cefálica más grande (en comparación con la de los australopitécidos) y la elaboración de herramientas, las cuales tendrían, entre otros usos, apoyar el destazamiento y fractura de huesos de animales cazados por depredadores. Con base en ello se considera que especies como Homo habilis, eran omnívoros para quienes bulbos, frutos y semillas serían la base, con insectos, pequeños vertebrados, trozos de carne y médula de huesos grandes cómo el complemento (Figura 4). La época a la queperteneceríaestafaseseríaunosdosa dos y medio millones de años.8 En este momento, Homo habilis sigue siendo un hospedero temporal con sus dosis de cisticercos incluidos en la masa muscular, pero independientemente de ello,sushábitoscarroñerosllevaríanaque ocasionalmenteingirieraunasignificativa porción de carne, a veces también con estos embriones. Casi con toda seguridad estosseríandigeridoseneltractodigestivo de estos homínidos, ya que su ambiente fisiológico no sería el adecuado para que se diera lugar al estado adulto de Taenia; noobstanteesteocasionalcontactopodría ir conformando el “espacio ecológico” necesarioparaseraprovechadoposteriormente por esta lombriz.

El tercer nivel constituye la continuación de la tendencia al consumo de carne por los descendientes de Homo habilis, porejemplo H ergaster, 8,9 quienhabitóen Áfricaentremillónymedioadosmillones de años. Este homínido tenía una mayor capacidad para incluir a la carne en su dieta, tanto por la propia carroñería como el robo de piezas y cierta habilidad para cazar, aunque seguiría siendo presa habitualdelosmayorescarnívoros (Figura 5)

En estas condiciones, las especies involucradasocuparíanunnivelintermedio en la cadena trófica. Muy probablemente sus características fisiológicas le ubicarían como un hospedero temporal de Taenia, pero es posible que esta mayor habilidad para la carnivoría abrieran la opción de que los cisticercos comidos junto con la carne percibieran al tracto digestivo humano como “fisiológicamente óptimo” para que se desarrollaran y dieran lugar a adultos (Figura 5). Ciertamente en este proceso todo dependería del ambiente intestinal presente con la consiguiente adaptación de estas lombrices a las peculiaridades de este nuevo hospederodefinitivo;entodocasolomás relevante es que este nivel de desarrollo evolutivode Homo nospermitevisualizar las circunstancias que permitirían a este cestodo aprovechar a los humanos bajo esta nueva condición.

Lasiguientefase (Figura 6) involucraa Homo erectus,aespeciesequivalentesya Homo sapiens hastaantesdelprocesoque

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Figura 3. Reconstrucción de la dinámica trófica relacionada con Taenia al momento en que los homínidos quedan incluidos. Los organismos participantes serían australopitécidos que se alimentaban principalmente de vegetales con complemento de proteína animal (para más información ver texto). Figura elaborada por Raúl Valadez.

Figura 4. Ciclo de vida de Taenia con los homínidos como hospederos temporales, pero en una condición trófica “corrida” hacia la carnivoría gracias a sus hábitos carroñeros (para más información ver texto). Figura elaborada por Raúl Valadez.

Figura 5. Conforme Homo va desarrollando sus habilidades para la obtención y consumo de carne, queda abierta la opción de que Taenia le utilice como hospedero temporal y definitivo al mismo tiempo, evolucionando en este sentido zde forma paralela a como iría evolucionando la fisiología digestiva humana respecto de la carnivoría (para más información ver texto). Figura elaborada por Raúl Valadez.

Valadez-Azúa R. La evolución humana vista a través de un gusano AMMVEPE 2023; 34 (2): 64-70 llevóalaaparicióndelganadodoméstico. Los aspectos fundamentales serían su cada vez mayor habilidad depredadora, así como su diseminación por África y Asia. Este momento, que iría del millón y medio de años hasta hace diez o veinte mil años antes del presente, comprende, porunlado,elacomododeestoshumanos como depredadores, en igualdad de circunstancias con tigres, leones, leopardos, osos, lobos y hienas.

Estanuevaydefinitivaposicióntrófica sería el elemento determinante para que estasespeciesde Homo seconvirtieranen hospederos definitivos de Taenia, pues al margen de nuestra flexibilidad omnívora (partedenuestracondiciónbiológica),las modificaciones fisiológicas alcanzadas paraqueelintestinopudieradigerirlacarne y la grasa animal sin problemas, abrió también la puerta para que esta lombriz pudiera establecerse en su fase adulta.

En tercer lugar, la salida de Homo de África deriva en procesos de dispersión y aislamiento que lleva a que se constituyan diversas especies de Taenia, en función de los herbívoros existentes en cadaregiónquefungencomohospederos temporales. De acuerdo con la opinión de los investigadores,5,6 (Figura 2) las triadas constituidas por las lombrices, el ganado y los seres humanos se encuentranestrechamenterelacionadasconotras nado involucrado, son producto directo del surgimiento del ganado doméstico hace, por lo menos, 10,000 años. Figura elaborada por Raúl Valadez.

Figura 6. Fase de desarrollo de la relación hombre-tenia. Conforme se da la dispersión de Homo en la mayor parte del Viejo Mundo, se van constituyendo las líneas de las que se derivarán posteriormente las diferentes especies que nos parasitan. Ya para este momento estos cestodos reconocen al tracto digestivo humano como el óptimo para su desarrollo adulto, producto de nuestras mayores habilidades para la ingesta de carne (para más información ver texto). Figura elaborada por Raúl Valadez.

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AMMVEPE 2023; 34 (2): 64-70 en las que los depredadores principales son las hienas o bien los osos grises. Esto permitereconocerqueestaúltimafasede laevoluciónyespeciaciónde Taenia tuvo lugar de forma independiente, incluso en continentes diferentes (Figura 7).

Es bajo estas circunstancias que llegamos al último nivel en el cual el elemento clave es la aparición del ganado doméstico,aspectoquedeterminalascondiciones ecológicas que finalmente conducirán al proceso de especiación en Taenia que dio lugar, de forma independiente, a T. saginata y T. asiatica como producto de la relación entre bóvidos y hombres y de T. solium, como producto de la relación cerdo-hombre (Figura 7)

Discusi N

Alintroducirseeltemadelosanimales domésticos y conocer así el concepto de zoonosis, se vuelve relevante la relación entre el tiempo que tiene tal o cual animal en el esquema doméstico y el efecto que tiene alguna enfermedad zoonótica producto de esa relación. Parecía que el tiempo jugaba un papel fundamental para entender lo bueno o mal parásito que resultaban ser y que casos como Mycobacterium bovis, M. tuberculosis, Bacillus anthracis, claramente mostraban un cuadro patogénico propio de un “mal parásito”, que coincide bien con la evidenciaantropológicadequesonenfermedades de origen reciente. Otras, como la toxocariasis, promovida por Toxocara canis, tienen efectos menos severos y eso puede deberse al mayor tiempo de mutua adaptación por la triada perro-gusanohumano. En el caso de infecciones de alta letalidad y que parecen tener una larga historia, por ejemplo la rabia, producida por Lyssavirus,sabemosquesemantienen en estado de latencia con ciertos organismos, por ejemplo los murciélagos, lo que se interpretaría como un largo periodo de interacción, pero en muchos otros casos, más bien tenemos una permanente condición de “mal parásito”, seguramente un productodesuamplioacervodehospederospotenciales,locuallimitalaintensidad delosprocesosadaptativos,esdecir,desu evoluciónhaciapatronesmenosagresivos para con los hospederos.

Evidentemente en el caso que se ha presentado, se tiene todo lo necesario para ubicarlo como un fenómeno muy antiguo, lo suficiente para verlo como algoqueenelpresente“perturba”perono mata, al menos no en los casos de Taenia saginata y T. asiatica,graciasaunproceso adaptativo ocurrido a lo largo de algunos millones de años. La probabilidad de que con el transcurrir del tiempo, y siguiendo elmismopatrónbiológico,pudierallegarse hasta una condición que se asemejara más al comensalismo, es algo altamente probable,puesellosignificaríaunaforma deinteracciónenlaqueloshospederosson mínimamente afectados y los beneficios para, el ahora comensal, son altos, tal y como ocurre con muchos otros casos como, por ejemplo, Candida albicans, hongo comensal de la piel del cual solo reconocemos su presencia cuando se manifiesta en forma de infección debido a que el hospedero se encuentra en condicionesdedebilitamientoodesequilibrio orgánico.

Conclusiones

El mundo de la zoonosis constituye un espacio de enorme interés para la ciencia y que comprende mucho más que el ámbito médico vinculado con la prevención y tratamiento de enfermedades. Desde la perspectiva biológica, puede verse como un universo de interacciones equivalente almundoexterior,enelquesemanifiestan procesosadaptativosyevolutivosentodos los niveles.Trasladando esto hacia el ámbito de la fauna doméstica, la relevancia queadquiereesmayoraún,puesinvolucra nosololosaspectosmédicosobiológicos, sino además los históricos, los culturales, lostradicionales,convirtiéndosecadaforma de parásito en un acervo de datos que nospermiteconstruireventos,recorridos, como si se tratara de un programa que vemos en una pantalla.

Sin duda el caso de Taenia es por demás significativo por el movimiento que debemoshacer,“regresandoelvideo”,tres o cuatro millones de años, hasta llegar al tiempo de los australopitécidos y, de ahí, poner de nuevo la reproducción (►), haciendo pausa en cada momento en que tienen lugar los eventos que harán que cambieelrumbodelasacciones,buscando entenderloselementosdelmundoexterior o interior que determinaron el proceso que llevó hasta la condición que se tiene en el presente.

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