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cultivo con CO2
from 2012 01 ES
by SoftSecrets
Un cultivo con CO2Miguel Pérez
A continuación, veremos cómo funciona el CO2 y como se enriquece un cultivo con su aporte, gracias al asesoramiento técnico de Houseplant la Palma.
Imagina que tener un entrenador personal que te da de comer una dieta sana y equilibrada, te pone un horario de actividad y de descanso y te programa tus horas de ejercicio. De ser así, serias una persona sana y fuerte, sería palpable nada más verlo. Ahora, imagina que además te colocan una mascarilla para que respires oxígeno puro: estarías increíblemente de salud, alto, fuerte, con resistencia aeróbica y capaz de desarrollarte en todo tu esplendor.
Pues es justo esto lo que le pasa a la Marihuana cuando se enriquece un cultivo con Dióxido de Carbono (de aquí en adelante CO2), precisamente lo que “respira” la planta durante el día para devolverlo al exterior en forma de Oxigeno (O2). Estos efectos de recoger y expulsar gases (CO2 y O2) a la atmósfera es lo que cualquier estudiante de primaria conocería como fotosíntesis, considerada por muchos cultivadores, la mejor forma de alimentación de una planta, poniéndonos siempre en el supuesto de que no tengan otras carencias de nutrientes. Quemador de gas butano para generar CO2
Funcionamiento e instalación del CO2
¿Qué es exactamente el CO2? Se trata de un gas que no tiene color, ni olor alguno, además de no ser inflamable. Este gas se encuentra por todas partes, partículas de CO2 corretean por la atmósfera. Con porcentajes estables de CO2 en el ambiente resulta inocuo para los humanos. Todo lo contrario pasa si se llega a 5.000 partículas por millón (ppm) de CO2 en el aire, o sea, un 0,5% puede ser toxico.
En la atmósfera, encontramos unos niveles de CO2 entre 0,03% y 0,04% (300 y 400 ppm), de forma natural. La marihuana, más que soportar, agradece un aumento del porcentaje de este gas, pues puede metabolizar hasta 1.500 ppm. Enriqueciendo un cultivo con CO2 se consigue que las plantas respiren mucho mejor, lo cual se verá reflejado en el rendimiento de las plantas, ya que aumentan hasta un 30% su producción.
Enriquecer con CO2 en ningún caso implicaría un aumento del porcentaje de THC, ni de la calidad de este, al igual que tampoco va a implicar que se varíe el fotoperiodo (18 o 12 horas siempre). Lo que si implica el enriquecimiento con CO2 es un crecimiento más rápido, lo cual también puede suponer más tamaño y por lo tanto más tricomas (según su porcentaje en relación con la superficie de cogollo para cubrir). Más grandes, más fuertes, más sanas, todo gracias a este gas.
El de CO2 es totalmente inadecuado si no están todos los demás elementos del cultivo en perfecto estado y armonía. En otras palabras, es imprescindible tener totalmente optimizado la temperatura, la humedad, la iluminación, la ventilación y la nutrición de nuestro cultivo antes de colocar cualquier emisor o generador de CO2.
Depósito de agua y sistema de riego por bombas
Montaje del cultivo
Por esta necesidad de optimizar todos los parámetros antes de emplear CO2 Por ello, este autocultivo tiene un especial cuidado en cada uno de los componentes que lo forman.
Aunque el cultivo está montado en una habitación de una casa, la superficie de cultivo no la ocupa totalmente, sino que se utilizan un total de 3 bandejas de 1m2 cada una, conectadas entre sí hasta terminar en el desagüe con un cubo. En una primera fase, tan solo se usan 2 de las tres bandejas, colocándose todas las macetas con las plántulas o esquejes en crecimiento. Tras una selección, se reparten las macetas que queden entre las 3 bandejas para llevar las plantas a florar.
Cada maceta de 5,5 l se rellena 1/3 de arlita y el resto con fibra de coco Atami. Normalmente se piensa que el coco no contiene nada de nada, pero no es exactamente así, ya que tiene un EC entre 0.8 y 1, lo que implica que tiene sales por lo que se pueden colocar las plantas sin nutrición durante los 10 primeros días.
La iluminación de la sala es otro tema muy cuidado también, con un total de 4 focos de 600W. Durante la fase de crecimiento solo se tienen encendidas dos luminarias sobre las dos bandejas usadas en esta fase. Ambas luminarias llevan reflector Adjust a Wing, un reflector emplea una bombilla Sylvania Grolux 600, el otro una bombilla de halogenuros metálicos de Ventura Lighting, venta exclusiva en House Plant La Palma.
Cuando se entra en la fase de floración y se reparten las macetas en las 3 bandejas, se enciende el tercer Adjust a Wings que es doble y contiene 2 bombillas de 600W de Philips. Cada unas de las luminarias va conectada a un balastro electrónico Lumatek, proporciona más de luz con el mismo consumo. Además es capaz de llegar de 0 a 100 en un segundo. Si fuesen balastros electromagnéticos, tardaría alrededor de 50 minutos en alcanzar la potencia máxima.
Los extractores e intractores no se encuentran dentro de la sala de cultivo, sino en una habitación contigua que es la terraza cerrada de la casa. Esto hace que el cultivo sea muy silencioso y que no moleste a ningún vecino. Los tubos de ventilación entran y salen por una ventana propia de la habitación, emplean un RVK de 125 para la entrada de aire y un RVK de 250 para la salida.
Se ha colocado un extractor ancho, ya que la salida de aire forma un ángulo recto (90o), lo que provoca cierta resistencia al aire. Para el control de olores, el tubo de salida, está conectado a un filtro de carbono activo Campfilter de 250 X 500 que se encuentra colocado en el medio de la sala de cultivo. Un ventilador hace que se remueva el aire dentro de la sala. Este sistema de ventilación tiene la culminación perfecta con un aire acondicionado que mantiene la temperatura idónea para cada fase de las plantas.
Un bote abierto de Ona Gel en la puerta de la casa previene que salgan olores indeseados a las puertas de los vecinos. Y en cuanto a las plagas indeseadas, unas trampas cromáticas amarillas dispersas por la sala, atrapan a los pocos bichitos voladores que se cuelan en el cultivo.
CO2
En este autocultivo el enriquecido con CO2 se realiza gracias a un generador. Todo el sistema está perfectamente controlado en todos los aspectos.
La diferencia entre un emisor y un generador, es que el emisor suelta el gas directamente a la sala de cultivo desde un deposito, mientas que el generador lo crea gracias a la combustión de gas butano. Cualquier tipo de combustión va a generar CO2, ya sea con butano, propano, queroseno, gas natural...
En este interior tenemos un quemador Hot Box, conectado por un lado a una bombona de butano de uso cotidiano y por el otro lado al Shiva 2.000, un medidor y controlador del suministro de gas a quemar.
Según las mediciones (una cada 6 segundos), los niveles de CO2 en el cultivo no superan las 1.000 ppm, ni baja de 700 ppm, la media se encuentra en 904 ppm. El medidor, cuando detecta que los niveles bajan, manda la orden de expulsar un poco de gas butano a la llama del quemador, su combustión produce el CO2.
El quemador y la bombona no se conectan durante el crecimiento en este autocultivo, sólo durante la floración, ya que de no ser así el tamaño de las plantas se les podría ir de las manos. En total se utilizan dos bombonas de butano durante todo el proceso de cultivo, por lo que el mantenimiento del sistema resulta bastante barato.
Todo esto, la iluminación, balastros, ventilación, generador de CO2 y demás componentes electrónicos, están conectados a una caja de seguridad que cortaría de inmediato el suministro eléctrico de la sala si pasase cualquier cosa, como una subida excesiva de la tensión o un cortocircuito. Todo este montaje tan serio del autocultivo, es lo que nos permite enriquecerlo con CO2, si no sería deficiente y malgasto de dinero. Cogollo cubierto de tricomas listo para consumir
Sistema de ventilación fuera de la sala de cultivo
El proceso de cultivo
En este interior se emplean tanto plantas desde semillas como desde esqueje, según la temporada y disponibilidad de los mismos. En el caso de las semillas, primeramente se germinan metiéndolas en un vaso con agua del día anterior a temperatura ambiente (dentro de la casa). A esta agua se le añaden 1 o dos gotas de estimulador de raíces antes de sumergir las semillas durante 24 horas. Transcurrido este tiempo, se le da un par de golpecitos con el dedo al vaso, las que bajen al fondo, ya están listas para ser plantadas. Para las que no bajen, se puede esperar otras 24 horas y si aun así no han bajado al fondo, ya se pueden tirar a la basura, cosa la cual no suele suceder mucho. Una vez sacada la semilla del agua, la pasamos a un Jiffy de coco.
Una vez germinadas las semillas o adquiridos los esquejes, se colocan sobre la superficie que proporcionan 2 bandejas un total de 60 macetas bajo el foco de Grolux y bajo el foco de halogenuros metálicos. Así se quedan durante 10 días las semillas y 7 u 8 los esquejes con 18 horas de luz al día. Durante la fase de crecimiento se mantiene una temperatura de 22o gracias al aire acondicionado, una humedad del 60%, la Ec a 0,5 como máximo y el generador de CO2 apagado. El pH se va a mantener durante todas las fases a 5,8. Se aplican dos riegos con abono de crecimiento, intercalado de uno sólo con agua.
Transcurridos los días de crecimiento, adentramos a las plantas en su floración. De las 60 macetas que repartimos 30 en cada m2, seleccionamos las mejores, quedándonos tan solo con 48 plantas que se repartirán en las tres bandejas (16 macetas por cada una). Una vez repartidos los tiestos, se enciendo el Adjust a Wing doble y el generador de CO2. La temperatura se aumenta con el aire acondicionado hasta 28oC y un 40% de humedad. Durante la floración debemos mantener la EC a 0,8 como máximo y no más de 1.000 ppm de CO2. Se aplican riegos con abono de floración y estimulador de cogollos intercalados con riegos de sólo agua durante 8 o 9 semanas las variedades más Indicas y entre 12 y 14 semanas las más Sativas.
Todos los riegos se realizan por un sistema de tubos y bombas. Un depósito que se encuentra en la misma sala contiene dos bombas, una que remueve y otra que expulsa el agua. La bomba que remueve permite que se mezclen perfectamente todos los nutrientes que le hemos echado. La otra bomba dirige el los tubos del riego automático individualizado, con un dispensador por maceta.
Todos los riegos con nutrientes se intercalan con riegos de agua sola; en el caso de la fase de crecimiento, con tres riegos a la semana va perfectamente, pero en la fase de floración se necesitan muchos más. Al encender el generador de CO2, las plantas crecen más, por lo que chupan más agua, llegando a necesitar hasta dos riegos diarios durante las últimas semanas.
Conclusiones
El sistema generador de CO2 puede resultar un poco caro, pero su mantenimiento es barato y los beneficios son palpables desde el primer día de funcionamiento. Las plantas crecen más rápido y alcanzan un mayor volumen. Tener un sistema de CO2, cuando todos los demás elementos estén en perfecto estado y armonía, supone un autocultivo de máximo rendimiento. En las tres bandejas de 1m2 cada una, se han obtenido un total de dos kilos y medio de cogollos puros, grandes y compactos llenos de tricomas.