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Animales cannabicos
from 2012 04 ES
by SoftSecrets
El Cannabis en el mundo animal
La mayoría de los cultivadores ha tenido que lidiar con competidores de otras especies que parecen apreciar la hierba
tanto como nosotros: caracoles, lombrices y ácaros para el cultivador de interior, y todos ellos, además de ciervos, ardillas, pájaros y un amplio abanico de otros ani-
males para el cultivador de exterior. Pero, aunque es comprensible que protejamos nuestras cosechas, hasta el punto de declarar la guerra biológica contra estos “invasores”, deberíamos recordar por un momento cuán importante es el cannabis para el conjunto del ecosistema. En su entorno natural, proporciona alimento -y potencialmente medicina- a muchas especies, no sólo a nosotros.
La relación entre el cannabis y el ser humano se ha documentado desde hace milenios -en todas partes donde se ha encontrado ha sido cultivado, y los humanos han ayudado de buena gana a su propagación por todo el planeta-. La planta se encuentra de diversas formas en todos los continentes excepto en la Antártida, y a veces es difícil discernir cuáles se han propagado a partir del cultivo y cuáles son indígenas. No hay apenas dudas de que, entre todos los vertebrados, nuestra propia especie es la que tiene una vinculación más fuerte con la planta de cannabis, y aunque no lo sabemos todo sobre la naturaleza de nuestra interacción con ella, desde luego estamos invirtiendo mucho dinero y recursos para conocerla más. Sin embargo, el uso de cannabis para otros animales es un aspecto inexplorado y que merece mayor atención de la ciencia médica moderna.
Hay un campo de la medicina poco estudiado (la zoofarmacognosia) que investiga el uso intencionado de recursos naturales por los animales, como por ejemplo, el uso de plantas como medicina. Algunas de las interacciones observadas han conducido a descubrimientos para la medicina humana, un claro ejemplo fue cuando se observó a chimpancés enfermos viajando fuera de su territorio normal en el Parque Nacional Mahale Mountains de Tanzania, para automedicarse con las hojas de la Vernonia amydalana o arbusto de hoja amarga, una planta que es en parte venenosa, al parecer de sabor desagradable, y desde luego no está en la dieta normal de los chimpancés. Investigando más a fondo, los científicos descubrieron que la planta también había sido utilizada desde hacía mucho tiempo por grupos humanos de indígenas como tratamiento tradicional contra parásitos, que contiene varios compuestos antitumorales y antibacterianos desconocidos hasta entonces. Es posible que nuestros primeros usos medicinales de la planta se inspiraran en la observación de esos chimpancés (¿tal vez las claves sobre usos del Cannabis nos llegaron a través de medios similares?).
Se sabe desde hace mucho tiempo que ciertos animales utilizan repetidamente determinadas plantas por sus efectos psi-
coactivos, los caballos comen estramonio, los renos buscan setas psiquedélicas, a los gatos les encanta la hierba gatera y varias especies consumen regularmente
fruta podrida por su contenido en alcohol. Sin embargo, hay pocas pruebas de que alguna especie animal salvaje consuma rutinariamente cannabis para “colocarse”. Los cultivadores de exterior citan problemas recurrentes con ciervos, mapaches y monos (en sudamérica) que se comen los brotes frescos. No obstante esto parece ser por razones nutricionales, ya que a menudo sucede en zonas con escasa vegetación aparte de los cultivos de cannabis, los brotes jóvenes son los bocados favoritos.
El cáñamo se ha usado también como alimento para ganadería en numerosos lugares, recientemente, el pequeño principado de Liechtenstein ha prohibido el pienso de cáñamo para el ganado debido al temor de que el THC se concentre en la leche o carne destinada al consumo humano. Por esta razón también está prohibido en Suiza, es muy interesante que muchos granjeros protestan por la prohibición, ya que consideran que los animales prosperan más con el cáñamo y están más relajados que con otras dietas. También se ha dicho que los ratones y hamsters muestran preferencia por sus semillas más que por ninguna otra, numerosas especies de aves, salvajes o domésticas, las adoran. Algunos vendedores de semillas para pájaros incluso proclaman que las semillas de cáñamo pueden producir un incremento en la copulación. Por tanto, desde luego da la impresión de que ciertas especies pueden obtener beneficios del consumo de cannabis o cáñamo que van más allá de los estrictamente nutricionales, aunque para la mayoría de especies su uso primario parece ser el alimenticio.
Se sabe que el ganado vacuno se come frecuentemente las sumidades floridas en Hawaii, donde se cultivan con fines recreativos o religiosos y contienen un
significativo porcentaje de cannabinoides. Se cree que la planta puede ayudar a la digestión y a prevenir los parásitos en estos animales, lo que podría ser un ejemplo de zoofarmacognosia.
Se ha atribuido al cannabis un puñado de muertes de ganado, normalmente después de un consumo masivo. Esto podría sugerir que estos animales encuentran sabrosas las flores, no como la hoja amarga de los chimpancés, cosa que no excluye que tengan propiedades medicinales, pero que hace difícil asegurar si funciona algún tipo de zoofarmacognosia o si sus beneficios son meras coincidencias. Las hojas maduras y oscuras de la planta de Cannabis son consideradas muy amargas por la mayoría de ramoneadores; aun así muchos animales de ganado las comen, tal vez por sus propiedades para estimular la salivación, prevenir el vómito o limpiar el tracto digestivo.
Junto a este conocimiento de los animales salvajes sobre sus cualidades nutricionales, existe un gran número de informaciones anecdóticas referidas a gatos domésticos, perros, e incluso conejos, que se comen constantemente el potente Cannabis que los humanos dejan sin vigilancia. Puede haber un efecto intoxicante en gatos y perros, de una severidad que depende de las dosis: los efectos secundarios de una sobredosis incluyen pérdida de coordinación, convulsiones, coma, disminución del ritmo cardíaco y vómitos. Se sabe que es muy difícil regular los efectos del Cannabis una vez ingerido, y síntomas muy similares pueden ocurrir en humanos que cometen excesos con productos “espaciales” (galletas, pasteles...).
Podría pensarse que las mascotas que experimentan los efectos menos extremos del Cannabis tienen más probabilidades de consumirlo reiteradamente, lo que implica que hay un nivel de intoxicación “seguro”, o al menos placentero, para estos animales. Los conejos son herbívoros (al contrario de gatos y perros) y se conocía ya que en estado silvestre comen Cannabis, al parecer sin sufrir efectos negativos. Las variedades silvestres o de exterior, normalmente con un contenido en cannabinoides más bajo, son tal vez más tolerables para las mascotas y otros animales pequeños, ya que presentan menor riesgo de sobredosis.
La razón por la que estos animales consumen Cannabis una y otra vez no está clara: ciertos estudios que han demostrado una tendencia de los animales de laboratorio a autoadministrarse repetidamente Cannabis, se han exhibido como una prueba de que el Cannabis es peligrosamente adictivo y objeto de abuso. Sin embargo, de hecho no hay pruebas claras de que sea dañino si se administra en dosis correctas. La hierba gatera no se considera dañina para los gatos, a pesar de el reiterado uso que hacen de ella
Las plántulas jóvenes de Cannabis son las preferidas de muchas especies animales (Foto: storebukkebrus)
Los caballos pueden hacerse adictos a ciertas variedades de estramonio (Foto: Mike Baird).
Los ratones han mostrado tolerancia al THC; los gatos pueden desarrollar tolerancia a la hierba gatera (Foto:cygnus921).
Siempre se ha sabido que las mascotas como gatos, perros y conejos se comen la maría sin vigilancia (Foto: tine72).
-en cambio, el estramonio se considera no solo adictivo sino altamente peligroso para los caballos, lo que prueba que la respuesta de un animal a una sustancia puede no resultar siempre una ventaja a largo plazo-. No obstante, los tests realizados con ratones han demostrado que la tolerancia al THC puede adquirirse rápidamente a través de una exposición repetida (también vale para gatos y hierba gatera), lo que puede implicar que no es inherentemente tóxica. Es interesante el
hecho de que, aunque se han achacado unas pocas muertes de mascotas a sobredosis de Cannabis, ninguna se ha probado definitivamente. Con mayor investigación bien podría descubrirse que ciertas dosis tienen un efecto medicinal.
En la actualidad, parece que los únicos productos disponibles para animales en Estados Unidos son Canna-PetsTM (un aceite puro de semillas que contiene poco o nada de THC, “diseñado específicamente para animales pequeños”, y un puñado de productos de piensos para ganado a base de semillas de cáñamo. Canna-PetsTM, producido por la empresa canadiense MedMarijuanaTM garantiza que sus productos están por debajo del máximo legal canadiense de 10 partes de THC por millón, y es principalmente un suplemento dietético. Al parecer no existe ningún producto que proporcione un efecto neurológico intencionado. Es posible que la medicina veterinaria moderna tenga todavía que determinar un uso válido para el Cannabis, pero fuentes históricas atestiguan su importancia en el pasado (los antiguos griegos la usaban con sus animales como antiinflamatorio, para limpiar heridas, y para prevenir los parásitos intestinales). Más recientemente, en los años que precedieron a la prohibición del Cannabis en 1937, en Estados Unidos se vendían centenares de reme-
dios variados que contenían aceite de Cannabis psicoactivo para animales de granja. Como en aquella época era poco frecuente una investigación que desarrollara por separado productos para animales, las preparaciones cannábicas para animales se utilizaban para tratar afecciones similares a las humanas: como antiespasmódico, analgésico, sedante, y como panacea general para trastornos intestinales, como cólicos. Las medicinas para caballos y ganado eran a menudo nada más que dosis mayores y más fuertes de los medicamentos para humanos. La mayoría de productos contenía otros ingredientes activos, pero también se vendían simples tinturas de alcohol y extractos puros (como el extracto fluido de Cannabis Americana de Parke-Davis), muchas veces publicitados como eficaces sustitutos del opio -y supuestamente efectivos contra la neuralgia, la histeria y los trastornos genitourinarios, entre muchos otros-. Parecía estar firmemente establecido en la farmacopea, y aparecía en una amplia gama de preparaciones.
Después de 1937, no hay apenas indicios de que se continuara utilizando Cannabis en medicina veterinaria en ninguna parte del mundo. Un informe de 1957 sobre uso de Cannabis en la India declara que aunque en aquel momento todavía se utilizaban preparaciones cannábicas para el ganado, su empleo se estaba reduciendo. La razón alegada era la brevedad de su vida útil, más que la falta de eficacia, ya que las preparaciones locales habían acreditado desde hacía mucho tiempo sus propiedades beneficiosas, como droga sedante o antiansiolítica, como afrodisíaco, para prevenir los problemas intestinales incluidos los parásitos, y para el tratamiento de llagas en las patas.
Por otro lado, los modernos tests farmacéuticos hechos sobre animales con Cannabis y cannabinoides han conducido a varios avances en medicina humana en las últimas décadas. Por ejemplo, una investigación en animales de la Universidad Hebrea de Jerusalén llevó en 2001 al descubrimiento del cannabinoide antiinflamatorio 2-AG, que aparece naturalmente en el cerebro y previene la inflamación tras un trauma craneal. Este descubrimiento alentó una investigación más amplia sobre el uso médico del Cannabis para limitar los efectos del Alzheimer en humanos.
En la misma universidad se descubrió que las conejas en periodo de amamantamiento producen en su leche cannabinoides vitales que estimulan el apetito de su descendencia. Este hecho aumentó el conocimiento sobre la función de ciertos cannabinoides como estimulantes del apetito en humanos. Otra investigación similar llevó al descu-
brimiento de los receptores de cannabinoides CB-1 y CB-2, que se encuentran la mayoría (si no en todos) de los mamíferos placentarios, e incluso en los invertebrados. Estos hechos apuntan tanto a la potencial eficacia de drogas cannábicas para mascotas -y ganado- como a su eficacia para humanos.
Ante la preocupación por los cultivos farmacéuticos potencialmente dañinos, se venden cada vez más alimentos y medicinas alternativas tanto para nuestros animales como para nosotros. No se trata sólo de que la gente quiera garantizar el bienestar de sus mascotas; la seguridad de los productos para animales de granja está actualmente muy cuestionada. La prohibición de pienso de cáñamo en Suiza y Liechtenstein
seguramente merece una investigación más amplia antes de que se pueda establecer con certeza que los cannabinoides traza en los alimentos son realmente perjudiciales. En realidad, las trazas de cannabinoides pueden hasta beneficiarnos, como sugería la investigación con conejos antes mencionada; la prohibición de un pienso tan económico y disponible puede ser una restricción totalmente innecesaria y muy cara para un sector granjero europeo casi arruinado.
A medida que se incremente la investigación en torno a los efectos del Cannabis, más se aprenderá sobre sus efectos específicos en animales. Si seguimos estudiando lo que queda de la vida salvaje iremos descubriendo más farmacognosia, investigando la relación entre animales salvajes y Cannabis. Parece probable que una planta con tan obvias propiedades medicinales para los humanos atrajera en algún momento la atención de otras especies, igualmente capaces de reconocer su potencial. En los muchos países donde la tendencia actual va a favor del concepto del cáñamo como pienso, se aprenderá más sobre sus beneficios nutricionales en animales. A medida que el Cannabis y el cáñamo sigan incrementando su importancia para el ser humano (antes por sus propiedades psicoactivas y últimamente por sus ventajas medioambientales y nutricionales) la conveniencia y beneficios de aplicar las mismas reglas a nuestros animales se irán haciendo cada vez más obvias.
Parke, Davis & Co. Extracto fluido de Cannabis Americana, de 1928. (Foto: antiquecannabisbook.com)