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Colombia

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Grows responden

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COLOMBIA 2013

Incluso antes de que empezáramos nuestra Caza de Variedades -Strain Hunting-, Arjan y yo ya nos habíamos dedicado a recuperar variedades autóctonas raras de cannabis. Las variedades autóctonas son tipos de plantas de cannabis que se adaptaron naturalmente a una zona, durante un largo periodo de tiempo y sin influencias externas. Las variedades autóctonas se pueden considerar la forma más natural de cannabis que existe en el planeta, porque han estado continuamente adaptándose y evolucionando, mejorando su armonía con el entorno en el que viven. Son la base de la fitogenética y las razas más antiguas y puras de cannabis del mundo. Las variedades autóctonas han estado cumpliendo una regla básica de la naturaleza dentro de su propio entorno: la supervivencia de los más aptos. Franco (Strain Hunters)

De izquierda a derecha: Simon, Arjan, El Gato, Garro y Franco

Super Sativa colombiana

Nosotros, en Strain Hunters Seed Bank, creemos que es nuestro deber preservar variedades autóctonas para el futuro de la investigación médica y científica, y por el elemental derecho humano de utilizar una planta que ha sido usada durante milenios.

Las variedades autóctonas podrían esconder perfiles cannábicos que algún día puedan utilizarse para crear nuevas medicinas, y estas medicinas podrían mejorar o incluso salvar vidas. También son necesarias para reproducir y crear nuevas variedades de cannabis, con sabores y efectos nuevos, que los seres humanos disfrutan por motivos médicos así como recreativos y religiosos.

Existen variedades autóctonas de cannabis en muchos países, prácticamente en todo el mundo. Yo empecé a buscar semillas de cannabis de lugares especiales a principios de los noventa, durante mis primeros viajes intercontinentales. Arjan lleva viajando y recopilando variedades autóctonas desde los ochenta. Viajó al Sudeste asiático para recoger variedades autóctonas en Vietnam, Camboya y Laos, y posteriormente a África y Sudamérica. Su colección ya era impresionante cuando me uní a la Green House Seed Company en el año 2000.

En 2007, Arjan y yo comprendimos que era el momento de mostrar al mundo lo que estábamos haciendo, cómo via-

jábamos a la búsqueda de variedades autóctonas y cómo el cannabis tenía un papel importante en la vida de millones de pueblos pobres en comunidades rurales. Desde que Arjan, Simon y yo comenzamos el proyecto Strain Hunters, allá por 2008, hemos recogido variedades autóctonas y documentado nuestros viajes. Hemos estado en Sudáfrica (2007), Malaui (2008), India (2009), Marruecos (2010), Trinidad (2011), San Vicente de las Granadinas (2011), Jamaica (2011), Swazilandia (2012) y más recientemente en Colombia (2013).

El único que todavía no se ha hecho público es el viaje a Sudáfrica de 2007, debido a temas de seguridad para las comunidades locales; nos enorgullece proteger a la gente vulnerable, y utilizamos diversas técnicas (desenfoque de imagen, cambio de nombres, edición) para proteger la identidad de los cultivadores que nos permiten visitar sus campos, sus plantaciones, sus hogares.

Hoy en día la mayoría de variedades autóctonas pueden considerarse en ries-

go de extinción, debido a los programas gubernamentales de erradicación o sustitución de cultivos; desde luego, no a causa de genéticas externas, ya que las variedades autóctonas son siempre dominantes en su propio entorno, y siempre vencen cualquier “intrusión”. Cuando llevamos semillas de alta calidad como regalo para los cultivadores en zonas de variedades autóctonas, no amenazamos a la variedad local, porque los genes intrusos se habrán diluido en unas cuantas generaciones y finalmente, absorbido dentro del acervo de variedades locales sin alterarlo. Sólo un

movimiento a escala masiva de semillas puede cambiar una variedad autóctona, como ocurrió en Jamaica, Trinidad y otros lugares donde la geopolítica de la guerra contra las drogas produjo una importación masiva de marihuana con semillas procedente de otras zonas, durante un largo periodo de tiempo. En la isla de Trinidad la variedad autóctona Santa Marta, importada de Colombia, apareció en una escala tan masiva que la genética de la variedad autóctona original de Trinidad se diluyó. Sin embargo, esto solo fue posible porque Trinidad es una isla pequeña y porque la variedad local autóctona no se componía de un gran número de plantas.

En todos los países asiáticos, africanos y sudamericanos donde están presentes variedades autóctonas de cannabis, las cosas son distintas: éstas se componen de millones de plantas, a veces cientos de millones. Y esas plantas están en casa, adaptadas al entorno. Mucho más fuertes que cualquier genética intrusa.

Todas las variedades autóctonas son valiosas, sencillamente porque son plantas en riesgo de perderse para siempre. Algunas son más famosas que otras, y más demandadas. Los nombres legendarios de la época hippy siguen siendo populares hoy día; las setenteras Manga Rosa, Malawi Gold, Swazi, Limon Verde, Punto Rojo y Colombian Gold son todas plantas muy especiales, genéticas con una historia auténtica. Una historia que sigue viviendo en la cultura pop, canciones, películas y a través del boca a boca, pasando de una generación de fumetas a la siguiente.

En cierto momento, Arjan y yo estábamos planeando nuestro próximo viaje de Strain Hunters a Colombia junto con nuestro contacto local más importante, un hombre conocido como “El Gato”. Le proponíamos ir a la caza de las tres variedades autóctonas locales -Limon Verde,

Simon en un invernadero

Semilla de Punto Rojo colombiana

Hachís empaquetado Punto Rojo y Colombian Gold-, cuando nos contactó el equipo de vice.com, el portal de TV en Internet con más éxito del planeta.

El productor de Vice, Jackson Fager, estaba encargado de crear un nuevo documental sobre cannabis para que fuera el tema principal de un nuevo canal llamado “Weediquette”, en la web de Vice. Decidió que Arjan era el personaje más interesante e inspirador del mundillo cannábico actual y redactó un borrador de guión para el documental.

Yo me encargué de la tarea de planificar el viaje, junto con El Gato. Organizamos hasta el mínimo detalle, con billetes de avión y transporte terrestre, además de varios encuentros clave con grandes operaciones de cultivo, propiedad de la guerrilla de las FARC en la región de Cauc, y de los grupos paramilitares en la región de Santa Marta. La capacidad de El Gato para llegar a los diferentes puntos de un conflicto de largo recorrido, confirmó una vez más cómo el cannabis puede conectar a la gente a un nivel que trasciende cualquier otra diferencia existente. El Gato me convenció de que todo estaba preparado para la expedición, pero aun así yo no podía evitar sentirme nervioso. Era la primera vez desde que empezamos el proyecto Strain Hunters que no habíamos explorado con antelación la localización, antes de la filmación.

Normalmente, siempre exploramos las localizaciones, acordamos con los cultivadores el mejor momento para filmar las cosechas, planeamos el viaje personalmente, lugar tras lugar, durante semanas. Pero esta vez no; esta vez sencillamente íbamos con la misión de encontrar variedades autóctonas, y el equipo de Vice nos seguiría y filmaría nuestra vida como Strain Hunters.

Por fin, a finales de mayo de 2013 embarcamos en un avión hacia Panamá y luego a Bogotá, donde fuimos recibidos por El Gato y algunos de sus amigos colombianos, y donde conocimos al equipo de Vice, Jackson Fager y el presentador de documentales Krishna Andavolu. Demostraron unos conocimientos increíbles durante los viajes, una enorme profesionalidad y creatividad, además de su amor por el trabajo que hacían. Jackson filmaba, grababa el sonido y dirigía, mientras que

Franco en un invernadero de noche

La crew

Colombia

Krishna era el guionista y presentador del documental. Aquel equipo de dos hombres estaba preparado para filmar en cada momento crucial de la misión.

Algunas veces, sus pasaportes americanos resultaron ser un poco “incómodos”, pero el Gato siempre solucionaba cualquier tema con palabras suaves y mano izquierda.

Los siguientes siete días fueron uno de los viajes más intensos, gratificantes, emocionantes y llenos de aventura que había hecho en mi vida. Viajamos en avión, helicóptero, coche, camión... y conocimos a gente increíblemente acogedora, e increíbles campos de variedades autóctonas originales de Colombia. Solo hay una manera de comprender lo que quiero decir: liarte un buen peta y verlo por ti mismo en

www.strainhunters.com/vice

Los subtítulos están disponibles en la mayoría de idiomas. Cogollo de NK9 en invernadero

Arjan con un puñado de hachís

Arjan, Franco y Vice Arjan, Franco y el equipo de Vice

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