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Madrid to Kingston

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Biohazard Seeds

Biohazard Seeds

MOLTI SELEKTAH REUNE A LA CREM DEL UNDERGROUND MADRILEÑO Cerrando la temporada a ritmo de bombo y caja

Hace unos meses, se nos acercaban los colegas diciéndonos si habíamos escuchado la nueva mixtape de Molti Selektah, luego se nos acerca él mismo diciéndonos que va a montar una fiesta de presentación invitando a todos los colaboradores...”Miky ¿que haces que no la has escuchado aún?” me decía a mi mismo, así que accedo a ella gracias a la descarga gratuita y entonces es cuando lo flipo. No podíamos perdernos la fiesta, iba a haber mucha gente e invitados y nosotros no íbamos a ser menos. Cierto es que se trataba de una fiesta, un concierto, largo y variado, tanto que parecía un mini festival. Así que ni cortos ni perezosos, apuntamos la fecha como nuestro cierre de temporada de festivales, un poco tarde tal vez, tanto así que casi nos metemos ya en la siguiente. Os contaremos que tal fue, como estuvo y quien vino, básicamente: fue espectacular, estuvo genial y vino mucha gente.

Miky Pérez // Fotograía: Jesus Moreno Shulephotography Molti Selektah (Shulephotography)

De izquierda a derecha: CHS, Axel Folley, Halo y A13 Uenede al completo Uenede (Shulephotography)

Bless Fyahman y Halo (Shulephotography)

Los conciertos empezaban temprano en una céntrica sala de Madrid y como buen periodista, me presento un poco más temprano todavía. Aun están preparándolo todo, haciendo las pruebas de sonido. “Molti, ¿como vas a hacer las pruebas de sonido si va a cantar tanta gente y cada uno tiene su timbre de voz?” Pero Molti Selektah no tiene problema, y me señala a dos pedazos de técnicos de sonido que forman su equipo, “Lo iremos ajustando sobre la marcha con estos maquinas” me responde. Muy jamaicano, haciendo honores al nombre de la mixtape: From Madrid to Kingston. Mientras tanto, me voy al backstage a ver quien hay y a liarme un “cigarrito”. Poco a poco van llegando los artistas invitados, Molti ya está poniendo música, la peña empieza a entrar en el garito y los primeros son llamados a voces para subir a la palestra. Acaba de comenzar el show.

Los valientes en pillar el micro los primeros fueron CHS y A13 de Praxis Sound, que básicamente son la familia musical de Molti, su grupo originario. A dos o tres temas cada uno, se hace dinámico

cuando entra el siguiente para que no te quedes con ganas. Aun con el público un poco frió, Atef salta al escenario sin corista ni compañero, mucho menos con miedo ante esa cámara de aire que se forma frente al escenario entre el público y el artista. Rimas concisas y contundentes, es el momento de que Molti ponga el toque caribeño a esta sala, que se note que de Madrid vamos a Kingston.

“¿Que va a pasar con este man, si ya no puede fumar más”? La voz rasgada y el soniquete inconfundible de Halo dan la señal de que los raggamuffins ya están

aquí. Halo y Bless Fyahaman, una pareja que a pesar de hacer sus cosas en solitario, se sincronizan y complementan perfectamente cada vez que se juntan... En estos momentos te olvidas que estás

en una sala y recreas a tu alrededor el parque de tu barrio, los colegas en los bancos y la nube sobre las cabezas. Te sientes como en casa. Como todos los presentes, estos chicos tienen repertorio, pero aun queda mucha peña por subir a la palestra. Y como las cosas buenas se quedan en familia, es el turno de Randal

Toscano, Petaca y compañía

F que se sube a ocupar al lado de Halo el espacio que ha dejado Bless Fyahman. De repente, se conectan a la mesa de mezcla varios micrófonos más y cinco enormes tíos ocupan todo el hueco en el escenario. Son Uenede y han venido a liarla. Cada uno con su estilo, hacen apogeo con sus rimas que cortan como cuchillas, rap dinámico, rap campeón, rap de calle.

Pero para rap de calle, para rap underground lo que venía después. Se suben dos tipos, están de espaldas y no les veo la cara, el más grande lleva una camisa blanca, el otro, una camiseta azul de Pablo Escobar y el Cartel de Medellín. Son Petaca y Toscano, y no os voy a decir quien llevaba cada camiseta, es algo fácil de adivinar. Se agradece que Toscano subiera relativamente pronto al escenario, pues su sonrisa y mirada denotaban lucidez; hacía tiempo que no tenía la oportunidad de escuchar a Toscano en todo su esplendor, pues siempre me sube el chaval a las y pico de la mañana, y no hace falta decir como estamos todos a esas horas. De lo mejorcito de la noche, ahora si que estamos metidos en nuestra salsa, el público llena la sala y me doy cuenta de que de Madrid no se va a Kingston, sino que esta noche Kingston se ha venido a Madrid. A continuación se suponía que vendría Nasta, pero por razones adversas de la vida no pudo venir. Algo parecido le pasó a Guanaco, que si no llegó a tiempo a cantar no fue por su falta de interés, sino gracias a la actuación policial y a su insistente trabajo selección racial. “Ni una, ni dos, ni tres, sino tres” veces lo pararon antes de llegar al garito. nario. Esta chica, la única del cartel, nos dejó a todos boquiabiertos con sus vaivenes entre el soul y el rap, ella sólita se lo cocina todo. No queda mucho más tiempo y los pesos pesados hacen temblar la tarima. Con una copa en la mano y el micro en la otra, salta Mitsuruggy al escenario; como un samurai, saca sus letras cual katana y nos hace una demostración de los que es “El arte de la guerra”

Ha llegado el turno de Joka, cantante de Guante Blanco y entonces bailamos “al ritmo de tambores del Riff”. Con lo flaco

Flavia Beaka (Shulephotography)

Suite Soprano (Shulephotography)

La cosa está que arde a estas alturas, se nota el calor y las vibraciones en el ambiente, así que Suite Soprano no puede elegir un momento mejor para subir al escenario. Tienen un estilo muy cuidado, un flow que hace de deleite hasta a mi padre, me hubiese gustado escucharles un poco más. Después vinieron Natos y Waor, que para un servidor fue el descubrimiento de la noche, con su flow subversivo y sus irónicas rimas. Esos dos están petando salas en Madrid y van a dar mucho de que hablar. Oficialmente no estaban en cartel, fue una sorpresa de la noche, regalito del Molti para su público. Me hubiese gustado que se quedasen cuando subió Flavia al esceMitusruggy (Shulephotography)

Baliti y Mon Usc (Shulephotography) que es, que tio más grande, como lo parte en cada verso, como te crea una sonrisita bajo el pensamiento “que cabrón” en cada estrofa. Mientras, al lado mia Mon Usc le da unas caladas a un cigarrillo electrónico lleno de budder diluido antes de subir con Aaron Baliti. Estos dos se arrancan dónde y cómo sea. Me gustó mucho escucharles sobre los ritmos del roots más clásicos que les pinchaba Molti Selektah y como de reggae andaba la cosa, se nos une Chulito Camacho para cerrar la fiesta. Mencionar que gracias a Grow Discount había en la entrada 100 semillas feminizadas para los 100 primeros en llegar. Camacho como siempre, dejando el listón bien alto. Es un artista que se mueve poco en el escenario, pero que compensa con su chorro de voz y su público que le corea cada letra.

Una placer de velada, un viaje por el rap y el reggae del underground más elevado de Madrid. Desde aquí agradecer a Molti Selektah por la invitación, a todos los artistas por su participación, a los colegas de la barra del backstage y a Axel Tha Folley por el asesoramiento técnico y artístico para este artículo.

Chulito Camacho (Shulephotography)

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