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Gaspar Llamazares

HABLA GASPAR LLAMAZARES "SI DIGO QUE DEFIENDO LA LEGALIZACIÓN DEL CANNABIS ESTOY HACIENDO PEDAGOGÍA"

Soft Secrets: ¿Cuál es tu primer recuerdo de la felicidad?

Gaspar Llamazares: Como Machado, la luz de Agosto en la niñez, andar por Salinas en bicicleta o trabajar en labores del campo, con la familia de mi padre en León, son recuerdos felices de libertad, donde no había puertas, ni horarios, solo amigos y juegos

¿El primer recuerdo de la necesidad de justicia social?

Las visitas de mi padre, médico rural, al barrio de la lata en Castrillón o a otro barrio que se llamaba las chabolas. Ahí se notan las diferencias de clase, los amigos en la escuela eran todos iguales, pero ibas a estas casas y veías que había gente que vivía en condiciones muy diferentes a las tuyas. Podía haber sido un niño pijo de Salinas, pero mis mejores amigos eran hijos de trabajadores de las fabricas, de la cristalería. Nunca agradeceré lo suficiente a mi padre el haberse empeñado en que estuviéramos en escuelas públicas.

¿El primer recuerdo del concepto de la droga?

En una familia de médicos las drogas siempre están a la vista, mi padre tenía una especial preocupación porque la medicación se ajustase a las necesidades, no utilizarlos porque sí, por ejemplo él era muy restrictivo con el tema de los antibióticos, entonces no había la preocupación actual sobre las resistencias antibióticas.

La mayoría de los políticos no quieren hablar con los medios de comunicación cannábicos, en cambio Gaspar Llamazares no tuvo problema en hacernos un hueco en su apretada agenda, para charlar con nosotros, en persona, durante un largo rato. Llamazares es uno de los políticos que con mas constancia y convicción ha defendido la legalización del cannabis, sin duda merece que todas las personas usuarias de cannabis le tengamos muy en cuenta de cara a las próximas elecciones nacionales 2015. H. Madera

¿El primer recuerdo del llamado “problema de la droga”?

Durante mi adolescencia, en la mayor parte de las pandillas había un acceso muy esporádico, fundamentalmente a hachís, pero conocía pandillas donde ya había heroína en Salinas. A día de hoy todavía encuentro gente que me dice “yo soy el superviviente de tal pandilla que andaba por Avilés”. La percepción de las drogas en España quedó traumatizada por aquellos años de la heroína en los sectores juveniles. Eso es algo que todavía gravita sobre la relación social e institucional con las drogas en España. Era el serio de la familia y durante un tiempo el estudioso, de mis hermanos era el menos corredor, mi pandilla estaba más vinculada a las lecturas y al ejercicio físico, que a la experimentación con drogas.

En todo caso, ese contacto esporádico ¿fue personalmente o a través de amigos?

Personalmente, probamos el hachís, igual que empezábamos a probar el alcohol, digo esporádico porque yo no era de grupos que se consumiera de forma habitual.

¿Por qué decides estudiar medicina?

Por emulación con mi padre, me llevaba a las visitas y me gustaba lo que hacía, me parecía que era una profesión que merecía la pena, por esa visión clásica de la curación que ya no existe, que las enfermedades agudas las tratas y el que entró enfermo sale sano. Tuve un gran profesor de biología. Ya a mis abuelos de León los llamaban los cirujas, porque mis bisabuelos sajaban quistes y trataban las enfermedades más básicas en el pueblo.

¿Te alegras de haber estudiado medicina viendo hacia donde ha evolucionado tu vida?

Aplico a la vida política los mismos criterios que aplicaría a la medicina. Tenía una preocupación social, por lo que hice una faceta social de

la medicina, la medicina social, centrada en la salud pública. Desde el instituto y la universidad fui un dirigente estudiantil, por lo que no me resultó traumático el cambio. Sí me resultó difícil el momento de decidirme, cuando estaba trabajando en Cantabria y me proponen como secretario general del partido.

¿Cuándo empiezas a sentirte de izquierdas?

Como hijo de clase media, no voy de lo particular a lo general, sino que una determinada forma de ver la vida me lleva a los problemas concretos. Creo que son mis lecturas las que me abocan a una mayor sensibilidad al conjunto social. Cuando llego a las organizaciones políticas ya han pasado años desde la la toma de conciencia política, fundamentalmente lo que nos lleva a un grupo a incorporarnos a partidos es el golpe del 23-F

Sobre el 23 F ya hace muchos años que en el libro “Un rey Golpe a Golpe”, de una editorial minoritaria, se denuncia que el rey estuvo implicado en el bando golpista, pero en la actualidad lo dice hasta Pilar Urbano en “La gran desmemoria”. Con la información que te llegó en el momento y la que has ido descubriendo, ¿a qué conclusiones llegas?

En aquel momento formó parte de épica de la transición, no había sombras, solo luces, aunque siempre latían dudas: ¿cómo un consejero del rey toma parte en la conspiración sin su conocimiento? o ¿cómo tardó tanto el rey en desautorizar a los golpistas?. Luego hemos visto que, como todo en la vida, no tuvo solo luces, sino muchas sombras. El enfrentamiento entre el rey y Suarez, y luego el rey borboneando contra Suarez animaron una parte del golpe. Otro ámbito de duda es el papel que jugaron los servicios secretos que de crecimiento, apostarlo todo a la especulación y la burbuja urbanística. Tuvieron que ver en la creación de la primera burbuja inmobiliaria que luego se aceleraría con Aznar y Rato. No ocurre de manera diferente a otros países europeos que sustituyen la industria y la producción por la especulación, el capitalismo productivo pasa a ser un capitalismo financiero.

Vistos los sacrificios que te ha exigido la política ¿te quedarías ahora en tu puesto de médico?

La política me gusta, es mi pasión, me ha dado muchas más satisfacciones que problemas. Me ha permitido concretar mis ideales. También mantuve un hueco para mi vida social y familiar. La medicina también me hubiera exigido desplazamientos, guardias o formación. He hecho política con la misma intensidad y compatibilidad con que hubiera hecha medicina.

Se te ha culpado del declive de IU por las alianzas con el PSOE.

En Asturias tuvimos los peores resultados cuando no pactamos con el PSOE y dejamos gobernar a Marqués. Me interesan más los cambios políticos que la contabilidad electoral. Considerar que los resultados tienen que ver con la identidad me parece un cliché. Hay una parte de la izquierda que tiene el complejo del asalto al palacio de invierno y siguen esperando por un cambio radical, por lo que me acusan de pragmatismo en mi posición. Sin embargo yo no creo que defender las ideas en barbecho sea radical. Radical es ir a la raíz y para eso hay que tener en cuenta la relación de fuerzas. El que se dedica al radicalismo verbal puede parecerme un predicador, pero no un político. Siempre he creído que la política tiene mucho que ver con la lógica del poder, no basta que tenga la razón, sino que necesito gente para defenderla. Después de las elecciones IU tiene que hacer operativos los votos, los ciudadanos no te votan para que agites banderas, sino para que utilices los votos en mejorar su vida.

Ahora en cambio eres de los que se oponen a la absorción por Podemos.

Lo que estamos discutiendo en este momento con Podemos se parece al periodo en que el PSOE apostó por la la disolución de IU, se parece a la estrategia de la casa común. Podemos no reconoce la identidad de IU y su proyecto, considera que el proyecto de IU es parte del basurero de la historia. No estoy de acuerdo, pienso que en el futuro de España hay un papel para la izquierda alternativa.

A Alberto Garzón ya le han cerrado la puerta de la candidatura con Podemos y sigue picando en ella.

Alberto tiene un caudal de confianza enorme de la militancia, la militancia

Podemos no se pronuncia en público sobre el cannabis y Pablo Iglesias no quiere ser entrevistado por los medios cannábicos, pero a la vez dicen en privado al activismo cannábico que ya tienen clarísimo que regularán y que precisamente por eso no necesitan sacar el debate al público. ¿Tú nos aconsejas fiarnos?

Me llama la atención esta concepción de la política como conspiración, “no vamos a decir nada porque este tema es polémico, pero si te decimos que te comprendemos y te vamos a defender”. Esto no tiene nada que ver con la política de la claridad, la transparencia y la pedagogía. Si digo que defiendo la legalización del cannabis estoy haciendo pedagogía, explicando a la sociedad unos argumentos. Pero

LA POLÍTICA REPRESIVA Y QUE GENERALIZA A TODAS LAS DROGAS LA CLANDESTINIDAD HA DEMOSTRADO SER UN FRACASO.

tenía mucho que ver con el papel de la CIA americana.

Hablando de los 80, Gonzalez y Boyer en 1986 quitan los bonos al portador, cambian la ley hipotecaria para perjudicar a los inquilinos y empiezan las desgravaciones por la compra de vivienda. Esta pareja tuvo buena parte de la responsabilidad en crear la burbuja inmobiliaria.

Sí, son responsables de ese modelo necesitaba una esperanza de cambio y la vinculó a esta persona, pero ese caudal se está desperdiciando, no se le dio esa confianza para una estrategia dependiente de Podemos, sino para renovar la organización y hacer un proceso de unidad popular, no para hacer una disolución.

Se intenta hacer pasar a Podemos como agente único del cambio, por tanto lo tendríamos que apoyar porque sería una oportunidad inaplazable. Pero no creo en los liderazgos carismáticos y los cambios cataclísmicos. Pienso que hay que ir poco a poco creando conciencia y organización, favoreciendo cambios graduales. Cualquier analista que vea las encuestas, se dará cuenta que lo que se dirime en los próximos comicios no es una ruptura en España, lo que nos jugamos es tumbar la política de austeridad del PP y debilitar aún mas el bipartidismo. No creo que estemos ante un proceso constituyente, sino ante un gatopardismo, que aparentemente cambie todo, pero que en la realidad lo fundamental no cambie.

La expresión del gatopardismo la estas utilizando mucho últimamente, desarrolla esta idea

En torno a esta crisis ha surgido una crisis de la democracia, algunos piensan que es la antesala de un proceso constituyente hacia un estado más democrático y más federal, yo sin embargo tengo la impresión de que vivimos una época de involución, de contrareforma. La derecha sigue impune en relación a los casos de corrupción, así como con esperanzas de ganar las próximas elecciones, tiene una bisagra, lo ha demostrado en Madrid, la bisagra es Ciudadanos, además tiene otra bisagra, la gran coalición con el PSOE, respaldada por el gobierno alemán. En mi opinión se está vendiendo humo, el problema de vender humo es que después del espejismo, llega la frustración.

si lo oculto, porque crea división y es polémico, como tampoco quiero hablar sobre la República, porque crea división y es polémico, como tampoco quiero manifestarme de izquierdas, lo que se está negando es el carácter de la política de participación y pedagogía. Es una estrategia que no comparto, me parece tratar a los ciudadanos como menores de edad, en la que hay que administrarles la dosis de lo que se puede y no se puede

decir. Los ciudadanos son gente madura, se les puede y se les debe explicar lo que se quiere para la organización social. Uno no puede intentar agradar a todo el mundo. Me llama la atención que un grupo que dice que quiere hacer nueva política, no sea capaz de reconocer la madurez de los ciudadanos, ni de entrar en los aspectos que parecen tabú. Es una suerte de hipocresía política. En ese sentido, no me fiaría de aquel que me dice que comparte lo que yo digo, pero no esta dispuesto a escribirlo y no está dispuesto a defenderlo.

¿Cómo ves el debate sobre la legalización del cannabis?

Uno de los temas más discutidos internacionalmente, incluso en Naciones Unidas, es si ha llegado el momento de cambiar el paradigma de las drogas. Creo que sí, que es el momento y que se podría empezar por la legalización del cannabis. El paradigma represor ha creado un mercado clandestino de la droga, ha supuesto una catástrofe a nivel mundial. En América latina se está planteando. Es hora ya de cambiar el paradigma. Esto hay que decirlo públicamente y, al menos, hay que someterlo a crítica.

La opción más lógica, pragmática y gradual es la legalización del cannabis. Tiene que haber una reflexión internacional sobre la política de drogas. Hasta Estados Unidos está rectificando, eso permite una mayor flexibilidad en Naciones Unidas. Hay sectores de Estados Unidos que mantienen posturas hipócritas, como pretender legalizar el mercado, pero no reconocer el cambio de paradigma. Más, no cabe duda de que, aunque sean movimientos contradictorios, suponen un cambio de paradigma, que en Estados Unidos era de tipo religioso, la culpa y el castigo. El viejo paradigma está agotado y eso es algo irreversible

La salud pública y la seguridad ciudadano son los conceptos en nombre de lo que se reprime a los usuarios de cannabis. Al parecer que nosotros cultivemos cannabis perjudica a la salud pública y la seguridad ciudadana, pero reabrir Garoña no afecta.

La política represiva y que generaliza a todas las drogas la clandestinidad ha demostrado ser un fracaso. Desde el punto de vista de la seguridad, primero fracaso en términos interiores, al comprometer la seguridad de los propios ciudadanos, también fracaso en términos exteriores, casi es una debilidad de los estados. Por ejemplo, en Mexico, la llamada lucha contra la droga está destruyendo al estado mexicano. No pueden aportar ningún dato para demostrar que la prohibición de las drogas mejore la seguridad, no mejora la seguridad ciudadana en absoluto. Desde el punto de vista de la salud pública, uniformizar el mercado clandestino de la droga, excepto en lo que tiene que ver con los menores, lo que hace es empeorar la salud pública. La prohibición es un fracaso en ambos sentidos, menos seguridad y menos salud pública.

Lo que le va a ocurrir al gobierno español, como en otros muchas materias, es que le va a venir el cambio de fuera. Sin embargo en España se habían iniciado nuevas políticas en los 80, pero quedó interrumpida esta corriente y ahora, paradójicamente, los que nos adelantan son aquellos que tenían prohibido el consumo

¿Cómo ves la postura del resto de grupos políticos?

Hay una actitud del PP muy en clave de política de bloqueo y la lucha contra la droga, como se concibió en Galicia. Del PSOE me llama la atención su actitud de mantenerse en el pasado, en la mentalidad de lucha contra la droga, en plan “lo que hicimos fue maravilloso”, a excepción del Partido Socialista de Cataluña y muy pocos diputados más. Hay una mayor flexibilidad por parte de los partidos minoritarios.

¿Cuál es la postura de IU sobre la legalización del cannabis?

La posición de IU tradicionalmente ha sido la de la legalización del cannabis, lo hemos defendido en las distintas legislaturas, con varias iniciativas parlamentarias. Hemos trabajado en propuestas de comisiones, para favorecer el consenso entre las fuerzas políticas . Lo cierto es que, si uno ve la historia parlamentaria, es un tema incomodo para el resto de las fuerzas políticas, en algunos casos se considera un tema friqui.

En esta legislatura de mayoría absoluta del PP, en la que hemos tenido la presidencia de la Comisión Mixta para el Estudio del Problema de las Drogas, se ha conseguido, después de pelear mucho, que tengan lugar las comparecencias en el Parlamento. Creo que es una forma de normalización, que el Parlamento escuche la voz de las organizaciones cannábicas. Luego, por otra parte, en el dictamen de la Comisión, aunque de forma ambigua, se habla por primera vez del cambio de paradigma, de estar atentos a ese cambio y formar parte de él.

La comisión mixta también ha tenido relaciones con la Organización de Estados Americanos, donde hay un responsable sobre este tema, así como con una comisión homóloga del Parlamento británico, intercambiando informaciones sobre el debate de la legalización del cannabis. Es un resultado que se puede considerar modesto, pero se ha conseguido con mayoría absoluta del del PP y en medio de una crisis económica que acapara los temas de debate.

¿Tenías ganas de ir a esta Comisión Mixta o te tocó de causalidad?

Estaba en la presidencia de la comisión de Sanidad del Congreso, el PP y el PSOE nos dejaron fuera de la mesa del Parlamento, como compensación nos proponen la presidencia de una comisión, proponen a Emilio Olabarría, del PNV, la comisión de drogas y a mí la comisión de cambio climático, yo negocio con Olabarría, pues prefiero la comisión de drogas, inicialmente no nos correspondía, llegamos porque tuvimos la voluntad de estar ahí.

¿Por qué tenías esta voluntad?

Es un tema que siempre ha estado en debate en la sociedad española. Es un tema atractivo desde el punto de vista de la salud pública. Aunque es un tema difícil con una mayoría absoluta del PP, me parecía interesante. Respecto a la comisión de cambio climático me parecía un poco redundante, porque ya existe la comisión de medioambiente en el Parlamento.

¿Qué promete IU a los usuarios de cannabis que le den su voto?

Habrá que ver bajo que nombre se presenta, pues está el proyecto de Ahora en Común. Tengo la impresión de que este tema se va a mantener en el programa, es un tema que viene ya de lejos, tenemos una opción muy clara y muy consciente que seguirá. Con los cambios que se están produciendo a nivel internacional incluso se confirmará, se reforzará y tendrá más apoyos y consensos. En los ámbitos local y autonómico, donde ya tenemos influencia, intentaremos que avance la normalización. Aunque el tema requiere fundamentalmente un cambio del código penal y la normativa estatal, para lo que necesitamos suficiente representación parlamentaria a nivel nacional.

¿Se puede ser médico y ser antiprohibicionista?

Se puede ser sanitario y ser antiprohibicionista, no decimos nada que vaya contra la evidencia científica, solo son distintas estrategias para abordar la cuestión. Hay quienes piensan que hay que hacer un abordaje prohibicionista, por la falsa teoría de la escalada, o por la correlación entre adolescentes de cannabis y brotes esquizofrénicos. Pero hay buena parte de la profesión sanitaria que considera que la prohibición es un camino ya agotado, que hay que iniciar un nuevo camino, siempre con el criterio de la protección de salud pública y del consumo responsable por parte de los ciudadanos.

En nuestro contacto con los políticos a veces nos dan la impresión de que cada vez saben menos de cannabis ¿Cómo ves tú el conocimiento medio de los políticos sobre el cannabis?

Dejo de ser una preocupación, para bien y para mal. Para bien porque la lógica represora se ha debilitado, no es la misma lógica que había con la alarma social de los años 80 y 90. Pero para mal porque no ha existido reflexión, ni se ha profundizado, de hecho el PP en la Ley de Seguridad Ciudadana lo que hace es dar un paso atrás.

Con la nueva ley de tráfico ya se pueden imponer fuertes multas, sin necesidad que el usuario condujera bajo los efectos del cannabis, basta con demostrar la presencia del cannabis en el cuerpo, pero el cannabis se mantiene durante meses en el cuerpo de sus usuarios, por lo que las maquinas están dando muchos falsos positivos.

En lo que respecta al cannabis, la nueva ley de tráfico demuestra no solamente ignorancia, sino mala fe. Está planteando problemas muy importantes, no hay relación causa efecto tan a largo plazo como se mantiene el cannabis en el cuerpo. Alguien colocó eso en la comisión de seguridad vial, nadie pidió un mínimo de asesoría a nadie, a la comisión de drogas ni nos preguntaron, tiene únicamente la mentalidad securitaria, pero no ha contado con ningún criterio de carácter científico, por lo que es una ley muy débil desde el punto de vista jurisdiccional. Veo muy posible ganar un recurso en el Constitucional contra esta ley, pero claro, lo ganará quien pueda sostener los gastos del pleito. Esta ley me parece una barbaridad

Empezamos hablando de tus primeros recuerdos, ¿a ti cómo te gustaría ser recordado?

Nunca he pensado en eso, soy escéptico respecto a la huella que uno deja. Si alguien me tiene que recordar, como un político honesto y consecuente con sus ideas, capaz de escuchar y de dialogar. No está muy de moda en España escucharnos, queremos tener la razón absoluta y eso no nos enriquece como sociedad.

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