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Hindu Kush

Hindu Kush es una de las pocas variedades que quedan hoy en día que permiten apreciar una de las genéticas más antiguas.

Sativa Diva

Variedad: Origen: Afganistán/Pakistán, estribaciones de las montañas Tipo: cultivar Genética: Índica pura Floración: 8 a 11 semanas Cosecha en exterior: desde mitad de septiembre hasta octubre

HISTORIA DEL ORIGEN DE HINDU KUSH

La variedad Hindu Kush es una de las más apreciadas de todos los tiempos gracias a su aroma intenso, casi como de incienso, y a su sabor único a anís, para algunos, es la mejor hierba que hay. Su efecto es de Índica pura y relaja sin atontar. Tiene rasgos ideales para los criadores que han contribuido a que este viejo cultivar de las montañas obtenga su legendaria fama.

La variedad ancestral oriunda de estos verdes picos se venera a un nivel casi espiritual. Además, a causa de su larguísima historia, es habitual referirse a la variedad Hindu Kush como “la abuela del cannabis” y a la región en sí como al lugar de nacimiento de la hierba.

Durante las décadas de 1960 y 1970, grupos de intrépidos criadores seleccionaron semillas a mano a partir de antiguos cultivares y esquejes de variedades nativas de todo el planeta. Entre mediados y finales de los años setenta, las genéticas Hindu Kush fueron de las primeras índicas llevadas a Norte América, más o menos al mismo tiempo que Mazar-i-Sharif y Afghani #1. Tradicionalmente, el periodo de floración de las cerebrales variedades Sativas y Haze resultaba demasiado largo para muchos climas y demasiado aburrido para muchos cultivadores domésticos. Así que empezaron a cultivar Índicas o a hibridarlas con las genéticas ecuatoriales y subtropicales, dando lugar a la moderna gama de variedades híbridas.

Las cuatro variedades importadas originales que dieron lugar a la industria europea del cannabis, Original Haze, Afghani #1, Skunk #1 e Hindu Kush, se llevaron a California antes de volver a Holanda a principios de los años ochenta, donde pudieron preservarlas durante generaciones. Al contrario de lo que sucedió con la siguiente ola de variedades que barrió la industria holandesa y que sólo existían en forma de esqueje hembra -Hash Plant, Northern Lights, G-13 y Big Bud-, Hindu Kush y las otras genéticas habían sido recogidas y compartidas como variedades relativamente estables, lo que permitía hacer una selección cuidadosa del polen macho.

A partir de las semillas de ese cuarteto de genéticas originales se han creado cientos de nuevas variedades para la industria cannábica holandesa, y esa es una de las razones por las que muchas variedades populares en Europa Occidental tienen un olor, sabor o aspecto similar. La Kush, por ejemplo, se encuentra en forma Hindu Kush pura, retrocruzada o hibridada con alguna de las otras variedades que hacen salivar hoy en día a los amantes de las Kush, ya que imparte a la descendencia F1 una buena parte de sus rasgos más deseables. Mucha gente afirma poseer la auténtica Hindu Kush, pero lo más probable es que tengan algún tipo de cruce, a pesar de lo abundante que era el stock de semillas original y lo extendido que estaba.

Las montañas del Hindu Kush

CULTIVO DE HINDU KUSH, FENOTIPOS Y EFECTO

La Hindu Kush sabe a Hindu Kush y a nada más. El humo picante y con sabor a regaliz de un auténtico cogollo Hindu Kush no sólo es inolvidable, sino también imposible de replicar o falsear. No es floral ni afrutado como las variedades basadas en genética Skunk. La fragancia de las flores evoluciona a lo largo de la maduración, desde un olor dulce, hasta un aroma picante y acre. Añádele una psicoactividad suave, clara y relajante con una larga duración y una subida predecible -no el pelotazo incapacitante que popularizaron los híbridos 60/40 y 50/50- y queda claro el porqué de la popularidad de esta variedad.

Los cogollos maduros son de color verde oscuro, recubiertos de una densa y plateada capa de glándulas de resina, con pocas hojas en los cogollos y un alto volumen de cálices con estigmas muy pequeños -se manicuran en un momento-. Otra característica de una auténtica planta Hindu Kush es que, estando sanas, muchas de las hojas superiores se doblan y retuercen de la misma manera en que lo hacen muchas variedades frente al exceso de nutrientes, el calor o las enfermedades.

Muchos cultivadores prefieren las Índicas o los híbridos debido a su supuesta facilidad de cultivo, pero la verdad es que las necesidades y la forma de cultivo de las plantas de cada categoría (Índica, Sativa o Haze) pueden variar bastante. Por eso la gente llega a gastar tanto para comprar genéticas fiables.

Las auténticas variedades Índicas suelen clasificarse como más bajas, más frondosas y de un color verde más oscuro que las Sativas, además de tener hojas con foliolos más anchos y madurar más rápidamente que las Sativas. De todos modos, no todas las Índicas florecen en muy poco tiempo, son fáciles, producen una gran cosecha o dejan al consumidor supercolocado. Una auténtica planta Hindu Kush desafía esos estereotipos, ya que la genética original puede resultar complicada para el cultivador. Es delicada con los nutrientes, por que las hojas de color verde oscuro que la caracterizan requieren mucho más nitrógeno que otras Índicas, pero hay que ser cuidadoso para no quemar el follaje. Algunos esquejes de Kush necesitan diez semanas o más de floración, incumpliendo las expectativas de aquellos que prefiriendo las Sativas las sustituyen por Índicas, por supuesta floración rápida.

El corto espacio internodal de Hindu Kush permite una buena circulación de aire, debido a la hibridación, hay algunas versiones con un periodo de floración más corto pero un mayor espacio internodal, lo que resulta en plantas más altas de lo deseado. De todos modos, se pueden seleccionar fenotipos muy variados para adecuarse a los requerimientos específicos de cada uno. En condiciones óptimas de exterior también pueden darse grandes plantas, por lo que los cultivadores de guerrilla o aquellos preocupados por la discreción deben cortar la punta central y promover la ramificación (en lugar de un sólo cogollo central) para aumentar la cosecha y permitir controlar el tamaño de la planta. Otra opción es entutorar la planta, pero conviene eliminar el follaje de la base para prevenir la aparición de hongos que podrían atacar las frondosas hojas verde oscuro.

HÍBRIDOS EMPARENTADOS CON HINDU KUSH

Sensi Seeds todavía ofrece semillas regulares Kush que florecen en 45-50 días. Pot of Gold de The Flying Dutchmen combina dos de las variedades más influyentes en su forma más auténtica; una madre Hindu Kush cruzada con un padre Skunk#1, manteniendo el aroma a anís y acortando el tiempo de floración, además de permitir que el cultivador seleccione la mejor F1 para usar como planta madre. Master Kush, que antes se conocía com High-Rise, también tiene una mezcla genética similar y durante décadas fue una de las variedades favoritas de los coffeeshops. En toda América, OG Kush está presente en dispensarios y tiendas de cannabis.

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