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Floración y fotoperiodo

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Expocañamo

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JUGANDO CON LA DURACIÓN DE LOS DÍAS

Una de las primeras cosas que suele aprender el cultivador es que el cannabis es una planta de días cortos, lo que significa que florece cuando las noches llegan a una cierta duración. Hoy en día esta afirmación ya sólo es cierta para una parte de las plantas, ya que las genéticas automáticas desarrolladas en los últimos años pueden florecer con cualquier fotoperiodo. En cualquier caso, la duración de los días y las noches tiene numerosas implicaciones en el cultivo y su manipulación permite adelantar o retrasar la floración de las plantas, para optimizar la producción de la cosecha y la calidad de los cogollos. José T. Gállego

Si los esquejes crecen en interior con fotoperiodo 18/6 y se sacan al exterior en marzo o principios de abril se pondrán a florecer prematuramente. En mayo ya depende de si es a principios o finales de mes y qué tipo de genética sea. La mayoría de variedades Sativas y los híbridos con mayor proporción de Sativa no tendrán ningún problema y seguirán creciendo. En cambio,

Las técnicas de alteración del fotoperiodo para afectar a la floración juegan básicamente con dos conceptos, alargar las noches o acortarlas. O bien se busca conseguir noches lo suficientemente largas como para que desencadenen la floración en una época en que las plantas no florecen naturalmente, o bien se quiere evitar que las noches sean tan largas como para que las plantas florezcan, es decir, se pretende mantener en crecimiento una planta en un momento en que florecería bajo el fotoperiodo natural.

Impedir la floración prematura

A principios de primavera las noches son lo suficientemente largas como para que un esqueje que haya estado creciendo en interior bajo el fotoperiodo 18/6 habitual de crecimiento pueda ponerse a florecer en cuanto se saque al exterior. En este momento la alteración del fotoperiodo consiste en evitar esta floración prematura alargando la duración del día o interrumpiendo la duración de la noche. Ambos sistemas son válidos pero el segundo suele ser el más empleado por su sencillez, basta con encender una luz a mitad de la noche durante unos minutos para que las plantas pongan el contador a cero. Es decir, dos periodos de oscuridad de 7 horas separados por quince minutos de iluminación no hacen que las plantas florezcan, aunque 14 horas seguidas de oscuridad si lo logren.

Una de las mejores soluciones para no correr riesgos cuando se sacan al exterior esquejes que han crecido en interior bajo un fotoperiodo 18/6 es poner una lámpara junto a las plantas conectada a un programador para que se encienda un rato a media noche. Como sólo se trata de romper la noche para que las plantas no tengan muchas horas seguidas de oscuridad ininterrumpida basta con que la lámpara se encienda durante diez minutos. Tampoco es necesario usar una lámpara especial de cultivo ni nada similar, una bombilla cualquiera es suficiente pero todas las plantas deben recibir luz, ojo con las más alejadas de la bombilla. Si quedan a oscuras florecerán. fase de crecimiento pero ya habrán perdido un tiempo precioso. Por otra parte, cuando una planta empieza a florecer prematuramente, aunque luego pare y siga creciendo, ya no alcanza su máxima expresión ni su mejor producción. Ante la duda de si los esquejes se van a poner a florecer mi recomendación es romper las noches durante todo el mes de mayo para no

correr riesgos. Teniendo en cuenta que impedir la floración prematura de los esquejes, es tan sencillo que sólo requiere de una bombilla y un programador que la encienda un cuarto de hora a media noche no está de más asegurarse.

Sativa en junio, a las dos semanas de empezar a forzar la floración.

algunas variedades Indicas podrían notar en exceso el cambio en el fotoperiodo y empezar a florecer. En mayo los días se alargan con rapidez por lo que nunca llegarán a acabar la floración, unas pocas semanas después revertirán a la

El forzado de la floración

El forzado de la floración tiene una ventaja muy importante, permite que las plantas florezcan en el momento más apropiado para las necesidades del cultivador. Que se quiere ir de vacaciones en el mes de agosto, basta empezar a forzar las plantas a lo largo de mayo (a principios las Sativas, a finales las Índicas) y todo estará cosechado a finales de julio. Que a mediados de septiembre empiezan las lluvias y se pudren los cogollos, pues a forzar desde finales de junio. Además de controlar la fecha de cosecha y de poder evitar el mal tiempo de final del verano o principio del otoño, el forzado de la floración también brinda un ventaja añadida: las plantas florecen cuando el sol está más cerca de la tierra y la iluminación es más intensa por lo que la maduración y producción de resina es increíble.

La floración bajo el fotoperiodo natural llega poco a poco pues el cambio en la duración de las noches y los días no es repentino. Sin embargo, al forzar la floración las plantas experimentan lo mismo que en un cultivo de interior, un brusco aumento de las horas de noche que les lleva a florecer de manera inmediata y repentina. En cuestión de dos semanas desde el cambio de fotoperiodo las plantas se encuentran en plena floración, brotan flores sin parar y, aunque se estiran en altura, no lo hacen tanto como cuando el cambio de fotoperiodo es progresivo. En mi experiencia, las plantas forzadas

como mucho doblan su tamaño en la floración. En plantas que florecen naturalmente no es extraño que lleguen a triplicar, o incluso cuadruplicar el tamaño que tenían antes de empezar la floración.

La técnica más habitual para forzar la floración de un número pequeño de plantas es trasladarlas durante doce horas al día a un lugar oscuro, por lo general un armario o una habitación cerrada. Es un sistema muy efectivo y no hay que hacer ninguna inversión en material pero es muy pesado tener que estar cada tarde y cada mañana pendiente de meter y sacar las plantas. Por supuesto, este sistema no es viable si son plantas grandes, hay muchas o están sembradas en el suelo. En estos casos se recurre a cubrir las plantas con

un plástico o una lona que no dejen pasar la luz sin moverlas del sitio. Algunos cultivadores optan directamente por crecer las plantas en un invernadero que cubren y descubren cada día. Con un motor, un programador y algo de ingenio se puede diseñar un sistema automático que se ocupe de tapar y destapar las plantas cada día.

EL FORZADO PERMITE QUE LAS PLANTAS FLOREZCAN EN EL MOMENTO MÁS APROPIADO PARA EL CULTIVADOR

Genética y fotoperiodo

El lugar de origen de cada variedad cannábica determina su respuesta frente al fotoperiodo. Las razas que provienen de zonas ecuatoriales, sativas todas ellas, viven en fotoperiodo que oscila muy poco a lo largo del año. A menudo, el día más largo del año dura apenas trece horas, por lo que las noches nunca duran menos de once. Estas variedades suelen necesitar noches de al menos once horas para empezar a florecer, lo que en la Península Ibérica no sucede hasta principios de septiembre. Si estas variedades acaban de madurar muy tarde es porque empiezan muy tarde.

Las variedades índicas o los híbridos más rápidos y tempranos tienen suficiente con noches más cortas, con diez horas (o algo menos) les basta y pueden empezar a florecer un mes o más antes que las Sativas. Entre que la floración es más corta y que empieza más pronto las variedades

Indicas pueden llegar a estar listas para la cosecha hasta dos meses antes que las Sativas.

Siembra tardía de Sativas

Hemos visto que muchas variedades Sativas empiezan a florecer mucho más tarde que sus primas índicas porque necesitan noches más largas para hacerlo. Si las Sativas se siembran a la vez que las Índicas tienen un periodo de crecimiento mucho más largo, pues empiezan a florecer después. Además, las Sativas suelen estirarse más durante la floración y acaban siendo bastante más altas que las Índicas. Si las Sativas crecen en el suelo y tienen suficiente espacio disponible no pasa nada por sembrar las semillas en abril o mayo pero, si crecen en macetas y no conviene que se hagan excesivamente altas es más recomendable realizar una siembra tardía, en junio o, incluso, en julio. Las variedades Sativas de floración larguísima como las tailandesas o las Haze pueden sembrarse hasta principios de agosto y, si los cuidados son correctos, tendrán tiempo de sobra de desarrollarse y mantendrán un tamaño relativamente contenido.

Las autoflorecientes y el fotoperiodo

Las variedades automáticas no florecen en función del fotoperiodo sino según la edad que tienen. Por lo general empiezan a florecer tres o cuatro semanas después de germinar, independientemente de la duración de los días. Son variedades que provienen de la selección de la descendencia de híbridos entre plantas no autoflorecientes de Cannabis Sativa o Cannabis Indica con plantas autoflorecientes de Cannabis Ruderalis. A través de selección y cruces se logran variedades de floración automática como la

Las plantas miden la duración de los días en las puntas de las ramas, no hay que podarlas cerca de la floración si no queremos que se retrase. Las plantas forzadas se estiran menos durante la floración

Las variedades automáticas producen las mejores cosechas en los meses de días más largos.

Ruderalis pero con psicoactividad de Índica o Sativa. Las autoflorecientes se benefician especialmente de los fotoperiodos con más horas de sol, debido a su corto ciclo vital. Son variedades de desarrollo muy rápido, la mayoría de las automáticas está lista para la cosecha entre ocho y doce semanas después de la germinación, mientras que una planta no autofloreciente sembrada en mayo tiene cinco meses hasta la cosecha en octubre. Si los dos o tres meses de vida de una autofloreciente suceden

entre mayo y julio, cuando los días son más largos y el sol más intenso, la mayor cantidad de energía lumínica disponible permite que la planta produzca más de lo que lo haría, si se sembrara en otra época. Fuera de esta ventana de tres meses de días largos también se pueden cultivar variedades autoflorecientes, pero su productividad será menor. Por lo general, si todo va bien y se cultivan en condiciones similares, la producción de las plantas es directamente proporcional a la duración de los días. En pleno invierno, cuando los días duran diez horas y el sol no calienta, es inútil intentar cultivarlas en exterior. En zonas frías y con heladas las plantas morirán sin remedio. Si vivimos en una zona más cálida donde no haya heladas las plantas sobrevivirán, pero crecerán muy poco y apenas darán cogollos. Como mucho unos pocos gramos de cogollos de baja calidad. Sólo en zonas muy cálidas como las Islas Canarias o algunas regiones costeras del sur de la península, la temperatura llega en invierno a ser lo suficientemente alta como para que las plantas florezcan con una cierta comodidad. En estas regiones, especialmente si se cultivan las plantas en invernadero, se puede llegar a lograr una cosecha decente sembrando muchas plantas. No se harán muy grandes y la producción de cada una será baja, pero puede funcionar sobre todo si tenemos acceso a semillas automáticas gratuitas o muy baratas y sembramos con alta densidad (hasta diez plantas por metro cuadrado). La calidad de los cogollos no será para tirar cohetes, pero siempre es mejor que nada cuando se acaba la cosecha anterior. En cultivos invernales se pueden lograr los mismos resultados con variedades autoflorecientes y no

autoflorecientes, ya que las largas noches provocan la floración en ambos tipos de planta. En zonas de inviernos cálidos y soleados, en un invernadero, si se combina la luz natural con unas horas de luz artificial para alargar el fotoperiodo y se mantiene una temperatura suficiente con un calefactor, es posible tener bastante éxito con un cultivo de invierno y lograr buenas producciones.

Las planchas blancas de corcho aíslan las macetas del calor del suelo.

El crecimiento de las autoflorecientes es mucho más lento cuando reciben pocas horas de sol Las nuevas automáticas combinan floración de Ruderalis y calidad de Índica

LAS VARIEDADES INDICAS PUEDEN LLEGAR A ESTAR LISTAS PARA LA COSECHA HASTA DOS MESES ANTES QUE LAS SATIVAS

Lámparas de rojo lejano

Dentro del espectro de la luz, el rojo lejano corresponde a la radiación entre los 700 y 800 nm, situada entre el rojo y el infrarrojo. El rojo lejano tiene importantes implicaciones en el desarrollo de las plantas y su floración que no se han empezado a comprender hasta hace pocos años.

El inicio de la floración del cannabis viene determinado por la cantidad de la forma inactiva de fitocromo. El fitrocromo es una proteína que actúa en las plantas como un interruptor, permitiéndoles medir la duración de los días y la presencia de luz solar. El fitocromo es un pigmento fotoreceptor que es sensible a la luz en dos zonas del espectro: el rojo (~667 nm) y rojo lejano (~730 nm). Cuando el fitocromo recibe luz roja (como sucede durante el día), adopta inmediatamente la forma activa.

Cuando permanece en la oscuridad adopta la forma inactiva poco a poco, mientras que si se ilumina con rojo lejano la forma activa del fitocromo se convierte en inactiva casi inmediatamente.

Según el ratio de fitocromo activo/fitocromo inactivo que hay al amanecer, la planta calcula la duración de los días y las noches y decide cuando empezar a florecer. La luz solar contiene rojo y rojo lejano, aunque la proporción de rojo es mayor. Al anochecer, se produce un cambio en el ratio de rojo y rojo lejano que hay en la luz solar, aumentando la proporción de rojo lejano. Esto provoca que

el fitocromo cambie a su forma inactiva muy rápidamente en cuanto se pone el sol. En interior, en cambio, la oscuridad llega de golpe, sin un rato de rojo lejano, y el fitocromo debe cambiar a la

forma inactiva lentamente, lo que le lleva unas dos horas. Por eso en exterior las plantas empiezan a florecer cuando las noches duran unas diez horas, dos menos que las noches del fotoperiodo 12/12 que se emplea para florecer en interior.

Plantas sembradas en distintas fechas pero que se cosecharán a la vez aunque con distinto tamaño.

Flores de New York City Diesel forzada. Luz verde en interior para poder trabajar de noche.

UNA LINTERNA DE LUZ VERDE ES DE GRAN AYUDA SI HAY QUE VISITAR LAS PLANTAS DURANTE LA NOCHE, SOBRE TODO EN LAS PRIMERAS SEMANAS DE LA FLORACIÓN

Algunos cultivadores de cannabis de interior han experimentado ya con lámparas de rojo lejano y le han encontrado ciertas utilidades. La aplicación más interesante en el cultivo de interior es para acelerar la reversión oscura. Si se ilumina un cultivo de interior con una lámpara de rojo lejano durante unos minutos después de que se apaguen las luces, lo que imita el comportamiento de la luz solar al atardecer, se convierte todo el fitocromo en la forma inactiva casi inmediatamente y le hace creer a la planta que la noche dura dos horas más, por lo que ya no es necesario emplear una noche tan larga para que las plantas empiecen a florecer. Esto permite realizar la floración, por ejemplo, bajo un fotoperiodo 14/10 en lugar de 12/12. Las plantas florecerán igualmente pero tendrán más horas de luz, lo que redunda en una mayor producción de cogollos. En teoría, el uso de lámparas de rojo lejano en cultivos de exterior también podría resultar muy útil para lograr que las plantas empiecen a florecer algo antes de lo que lo harían naturalmente, ya que unos minutos de rojo lejano tienen el mismo efecto sobre las plantas que dos horas de oscuridad. En realidad en exterior ya hay rojo lejano, por lo que el efecto no es igual que interior. Si un cultivador ilumina las plantas con una lámpara de rojo lejano, durante unos minutos después de la puesta de sol, las plantas creerán que las noches son más largas de lo que realmente son, pero probablemente no se comporten como si hubiera dos horas más de oscuridad. Por ejemplo, una planta que no empieza a florecer hasta el uno de agosto podría hacerlo el quince de julio si recibe este “suplemento de oscuridad” en forma de luz roja lejana. No hay mucha gente que haya probado estas técnicas. Alguno de estos cultivadores ha logrado un ligero adelanto de la cosecha en exterior de una o dos semanas.

La luz verde

Las plantas son verdes porque reflejan esa parte del espectro lumínico. Absorben el resto de colores pero reflejan el verde, que es la parte del espectro menos activa fotosintéticamente hablando, es decir, la que menos usan las plantas para realizar la fotosíntesis. Como bien saben los cultivadores de interior, esta característica permite iluminar las plantas con luz verde durante la noche sin afectar a la floración. Los cuartos de cultivo suelen equiparse con una bombilla verde por si hay que trabajar con las plantas durante las horas de oscuridad. En cultivos de exterior, una linterna de luz verde es de gran ayuda si hay que visitar las plantas durante la noche, sobre todo en las primeras semanas de la floración, cuando las plantas son más sensibles a la interrupción de la oscuridad nocturna. Las plantas son poco sensibles al verde, pero no completamente insensibles. Una cosa es mirar las plantas un rato con luz verde y otra dejar una luz verde encendida durante las noches. En el segundo caso sí puede verse afectada la floración.

SI LOS ESQUEJES CRECEN EN INTERIOR CON FOTOPERIODO 18/6 Y SE SACAN AL EXTERIOR EN MARZO O PRINCIPIOS DE ABRIL SE PONDRÁN A FLORECER PREMATURAMENTE

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