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Cannabis medicinal

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¿El consumo de cannabis es siempre terapéutico?

Cuando hacemos un uso lúdico de la marihuana, nuestra finalidad es la de llegar a disfrutar de las alteraciones sensoriales que nos ofrece esta planta, sin tener en cuenta en realidad las ventajas terapéuticas de la variedad que consumimos. En general es así, aunque muchos consumidores también han aprendido qué variedades son las que mejor funcionan con uno mismo y en qué situaciones utilizarlas, así cómo dosificarlas. Dr. Mariano García de Palau

Hay que pensar de todas formas, que el uso lúdico ha influido evidentemente en el interés por el estudio de la planta, y posteriormente, estamos estudiado su potencial terapéutico. La historia del cannabis terapéutico tiene dos puntos de inflexión importantes; el descubrimiento del THC en 1964 por el Profesor Mechoulam y su equipo, y posteriormente en la década de los 90 se describe el SEC o Sistema Cannabinoide Endógeno.

De la misma manera que nuestro organismo puede sintetizar opioides, ya que poseemos un sistema opioide endógeno, podemos también producir cannabinoides endógenos. Estos cannabinoides actúan a través de unos receptores celulares específicos y propios del SEC, que también utilizan los fitocannabinoides o cannabinoides de la planta, y los cannabinoides sintéticos creados por la industria farmacéutica.

¿Siempre que consumimos cannabis estamos haciendo un uso terapéutico?

Deberíamos, para iniciar el “debate”, definir el uso terapéutico del cannabis. Podríamos definirlo como el uso de la marihuana con la única finalidad de curar o mejorar la sintomatología que presentan los pacientes en las diferentes enfermedades susceptibles de tratamiento con cannabinoides. en su tratamiento. Después podemos valorar si un tratamiento con cannabis puede ser efectivo. Los factores a tener en cuenta para diferenciar el uso lúdico del estrictamente terapéutico son múltiples. El primer punto diferenciador es la finalidad. Cuando hacemos un uso lúdico, nuestra finalidad es la de llegar a disfrutar de las alteraciones sensoriales que nos ofrece esta planta, sin tener en cuenta en realidad las ventajas terapéuticas de la variedad que consumimos. Creo que en general es así, aunque muchos consumidores también han aprendido qué variedades son las que mejor funcionan con uno mismo y en qué situaciones utilizarlas, así como dosificarlas. Pero los pacientes que acuden al cannabis como tratamiento, en la mayoría de las ocasiones, no han consumido nunca, y su Sistema Endocannabinoide no ha recibido nunca fitocannabinoides, por lo que el efecto psicoactivo del THC no les resulta agradable o tolerable, como el primer “ canuto” en muchas ocasiones, y les limita en sus actividades en muchos casos. Desde el punto de vista terapéutico, el efecto psicoactivo no es interesante, a diferencia de la finalidad del consumo lúdico. También los pacientes tienen sus reservas en cuanto a la posibilidad de usar THC sin que aparezca el efecto psicoactivo, lo cual es posible a día de hoy al completar el tratamiento con CBD en diferentes proporciones o ratios THC / CBD.

Por otro lado, hay otra sustancial diferencia, la composición del cannabis utilizado. El auge del uso del Cannabidiol o CBD es muy reciente si pensamos que desde los años 1940 ya se conocía. Pero al no tener el mismo efecto psicoactivo que el THC, sino que incluso, puede modularlo, supone una gran ventaja para su uso terapéutico, y supone una desventaja para su uso lúdico, las variedades ricas en CBD tienen menos potencia psicoactiva que las variedades con THC predominante, a veces en porcentajes muy elevados, por encima del 20%, lo que desde el punto de vista medicinal no tiene mucho sentido, ya que las dosis utilizadas son mucho menores que las de muchos consumidores lúdicos. El THC es un cannabinoide fundamental si pensamos en los efectos que nos oferta, se siguen encontrando posibles indicaciones de su uso, como en la enfermedad de Alzheimer. El hecho de que sea la molécula maldita no le puede quitar méritos terapéuticos, no utilizamos cannabinoides en función de su situación legal, sino de su indicación para el tratamiento. La situación de ilegalidad del cannabis puede tener un fundamento político o económico, pero no tiene el menor fundamento científico o médico. Realmente la

Insistimos en el concepto síntoma. Síntoma es, en medicina, la referencia subjetiva que da un enfermo por la percepción o cambio que reconoce como anómalo, o causado por un estado patológico o enfermedad. Por ejemplo: el dolor, el mareo, las náuseas, el cansancio, etc, son síntomas que el paciente expresa en las diferentes enfermedades, y que constituyen en la mayoría de casos, señales de alerta, de que algo no va bien.

Por lo tanto, cuando aparece cierta sintomatología, tenemos que consultar a un profesional de la salud, que nos pueda emitir un diagnóstico del proceso, para poder informarnos de las posibilidades terapéuticas

situación del cannabis es un error histórico. Cualquier variedad de cannabis contiene unas 400 moléculas diferentes, de las cuales, cannabinoides y terpenos tienen un papel más importante desde el punto de vista terapéutico. Los cannabinoides no dejan de ser terpenofenoles, son los terpenos que sólo la planta de cannabis sintetiza y produce. No hay otra variedad botánica que sea capaz de producir cannabinoides.

Recordemos que los terpenos son las moléculas que determinan el olor y sabor de todas las variedades de cannabis que existen, constituyen un mecanismo de defensa para la protección a los depredadores. Este olor y sabor que nos gusta a muchos, resulta repelente para los herbívoros o los insectos.

El efecto final de una variedad de cannabis depende de muchos factores diferentes, pensar en las combinaciones posibles de 200 sustancias cannabinoides que se potencian entre sí, y hablamos de sinergia, o cannabinoides que se contrarrestan o actúan en sinergia, sus efectos son opuestos. que han sido identificados en las diferentes variedades de cannabis que existen. No siempre están presentes en la misma proporción o porcentajes, y pueden estar presentes o no según las variedades que usemos. Los diferentes variedades como las descritas con una ratio 1/1. Conocemos las propiedades terapéuticas de algunos de los 111 cannabinoides detectados, pero todavía tenemos un acceso restringido a muchos de ellos. De hecho, se utiliza THC y será más útil para tratar una enfermedad o patología que otra variedad con diferente composición. Los cannabinoides son moléculas con muy baja toxicidad, por lo que su uso es seguro, y los efectos secundarios derivados de su

LOS FACTORES A TENER EN CUENTA PARA DIFERENCIAR EL USO LÚDICO DEL ESTRICTAMENTE TERAPÉUTICO SON MÚLTIPLES

cannabinoides poseen propiedades terapéuticas también diferentes en muchos casos, según la patología a tratar tenemos que usar unos u otros en función de sus efectos.

Es imprescindible, pues, tener el máximo de información sobre las diferentes variedades de cannabis en relación a su composición. Para ello se deben analizar mediante cromatografías el mayor número posible de variedades, para CBD básicamente, y algún otro cannabinoide cannabinoides como THCV, o CBDV, que pueden ser útiles en patologías como la diabetes, o la epilepsia, por ejemplo.

Podríamos pues decir, que hay variedades de cannabis más apropiadas para uso terapéutico que otras, aun cuando insisto en que todas las variedades de cannabis pueden ser usadas

LA SITUACIÓN LEGAL DEL CANNABIS HACE MUY DIFÍCIL SU USO TERAPÉUTICO, YA QUE LOS PACIENTES NO PUEDEN ACCEDER A LOS PRODUCTOS NECESARIOS PARA SUS TRATAMIENTOS

uso son predecibles y no suponen un problema para la mayoría de pacientes.

La situación legal del cannabis hace muy difícil su uso terapéutico, ya que los pacientes no pueden acceder a los productos necesarios para sus tratamientos, productos que deben estar correctamente analizados; incluso si hablamos de producto herbal, debe estar analizada la hierba para poder dosificar correctamente y utilizar siempre un producto libre de contaminantes y correctamente cuantificado, para su uso terapéutico.

Ninguna libertad es obligatoria ¡Cannabis legal ya! Tenemos que seguir trabajando por la normalización del cannabis, tanto para su uso terapéutico como lúdico.

¿Podemos pues decir que cualquier variedad de cannabis se puede usar con finalidad terapéutica?

Pues la respuesta sería que sí, cualquier variedad de cannabis puede usarse con finalidad terapéutica, pero no todas las variedades van a ser útiles para las diferentes patologías a tratar. No es lo mismo utilizar una variedad con THC predominante, que una variedad con CBD predominante, sus efectos serían diferentes. Aquí son bastante determinantes los terpenos acompañantes de cada variedad, que determinan los diferentes matices del efecto psicoactivo por ejemplo, o la potencia analgésica o antiinflamatoria. Pero hay muy pocos estudios serios y contrastados científicamente sobre terpenos.

Conocemos a día de hoy 111 cannabinoides, conocer su composición en cannabinoides y terpenos, y poder estudiar para qué patologías o enfermedades serán más útiles las diferentes variedades.

Es evidente que hay variedades de cannabis que por su composición en cannabinoides y terpenos son más útiles para tratar unas patologías que otras. Por ejemplo, las variedades que contienen THC y CBD en una proporción o ratio de 1 / 1, son más útiles para uso medicinal, ya que son más equilibradas y su efecto psicoactivo es mucho menor que en las variedades en las que predomina el THC, como en la mayoría de variedades que se han ido desarrollando por mejora genética, para uso lúdico. Estas variedades también poseen propiedades terapéuticas, por supuesto, pero las indicaciones para su uso serán diferentes a otras con fin medicinal. Hay variedades que por su composición en cannabinoides y terpenos nos ofrecen diferentes efectos terapéuticos que otras, por lo tanto, pueden ser utilizadas en patologías concretas con mayor beneficio para el paciente.

Por ejemplo, si tenemos que tratar dolor, será más efectiva una variedad que contenga THC y CBD en la misma proporción, que una variedad que sólo contenga THC. Pero aun así, la variedad con THC solo sería también útil para tratar el dolor, pero el paciente presenta un efecto psicoactivo más intenso que si usamos las variedades con un ratio 1/1.

Podemos acabar diciendo que cualquier variedad de cannabis puede ser usada con fines terapéuticos, pero, en función de su composición,

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