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Ciudadano ¿Quién propicia las inequidades sociales?
Foto: jcomp Foto: explicitoonline.com
¿QUIÉN PROPICIA LAS INEQUIDADES SOCIALES?
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Se requiere un Estado e ciente.
Transcripción del artículo de Fernando Cillóniz en el diario Perú 21, 18/07/2022
La gente deplora las inequidades sociales. En el fondo, deploran la injusticia. En realidad, todos –excepto los corruptos y los egoístas– deploramos la injusticia en nuestro país.
¿Por qué algunos estudian en buenos colegios y universidades, mientras que otros no tienen ni para los útiles? ¿Por qué unos viven en casas con agua, luz, gas domiciliario, Internet, rodeados de parques y jardines, seguridad vecinal, etc. mientras que otros –1´600,000 familias… ¡8 millones de peruanos!– viven hacinados en chozas de esteras, cartones y plásticos, sin agua, luz… nada? ¿Por qué más del 70% de los trabajadores peruanos no tienen empleo formal? ¿Por qué tanta inequidad? ¡Cómo no quejarse ante tamaña injusticia!
Entonces, al pan, pan… y al vino, vino. El Estado es el responsable de tantas inequidades. No obstante, ahí están –como si nada– los alcaldes y regidores corruptos propiciando invasiones de tierras para luego lucrar descaradamente con la venta de esteras, agua en cisternas y todo tipo de bienes y servicios; mientras la gente pobre vive abandonada, carente de los más elementales servicios públicos.
¡Vamos! Nuestro problema es el Estado. El Gobierno Central… presidentes, ministros y
funcionarios sin valores, pero también gobiernos regionales y municipales, donde priman la corrupción, el clientelismo y la inoperancia. El Congreso de la República, infiltrado por parlamentarios que defienden oscuros intereses. El Poder Judicial, indolente y corrupto, al igual que sus pares del Poder Ejecutivo y del Congreso. Excepto –valgan verdades– aquellos funcionarios públicos que, admirablemente, sirven a la ciudadanía con honradez y eficiencia.
Seamos sinceros; el gran objetivo nacional debería ser combatir la corrupción y la inoperancia del Estado. Pero de verdad. No como aquellos que pregonan integridad y resultan tan coimeros como todos. Vizcarra y Castillo… por ejemplo. Reducir la elefantiásica burocracia administrativa del Estado, y reasignar dichos ahorros a mejorar las remuneraciones de los maestros, médicos, policías y jueces. Para ello no hay que cambiar el modelo económico –y menos, la Constitución– como dicen los políticos demagogos. Lo que hay que cambiar es a quien propicia las inequidades sociales en nuestro país… el Estado.