FEDERICO PIZARRO

De Portada

tiempo El

vuela

Texto: Luis Ramón Carazo Fotografías: Rubén Galindo

C

Federico Pizarro cumplió 20 años de haber tomado la alternativa, el 27 de noviembre fecha en la que en 1993 se la otorgó El Capea con el testimonio de Jorge Gutiérrez en Juriquilla.

uando menos uno se lo espera, pasa el tiempo, atrás queda la tarde en la que Pizarro obtuvo los máximos trofeos de un toro de Xajay en 1995 o su tarde de confirmación de alternativa con el mismo cartel de Juriquilla en La México en 1994 y se da uno cuenta que el tiempo vuela.

A Federico me lo encuentro frecuentemente en los Viveros de Coyoacán entrenando con gran afición y me platicá de sus constantes viajes a las gana-

6

7

Federico Pizarro

De Portada

derías dónde se prepara para tardes como la del domingo 29 de diciembre de 2013 en La México o la del 2 de febrero de 2014, en la primera con toros de De Haro y la segunda con los de Santa Bárbara.

Hipotéticamente las dos fueron actuaciones para salir a hombros, en la primera una decisión de usía lo privó de obtener dos trofeos, en la segunda, por pinchar no logró la puerta grande, pero el público capitalino y los muchos que han visto las imágenes se la otorgamos por su rotunda expresión artística.

Con gran seriedad estaban en al patio de cuadrillas antes de partir plaza con su colega de sus años mozos, Ricardo Montaño y su apoderado Adolfo Guzmán, se olía la importancia que le otorgaban al compromiso de actuar en Insurgentes, saben lo que representa un triunfo a estas alturas y da gusto relatar que Federico los logró. En la primera actuación, Federico lidió con cerebro y estilo: lances para sujetar al toro, que tardó en fijarse y estuvo haciendo hilo por sistema pero al que logró hacer embestir con fijeza. Bellos fueron los últimos capotazos con un muy buen toro por el balance de codicia y nobleza de De Haro.

Luego iba a llegar, sin dudas ni prisas, una muy notable faena de Pizarro. Notable por todo.

Por la resolución: con muletazos de tanteo (en los que fue alcanzado por fortuna sin daño por Gonzalero nombre en honor del querido Gonzalo Martínez) ya estuvo en marcha la faena, y puesto y gobernado el toro. Por la firmeza: serio, vertical el torero, pero ligero de brazos. Por la autoridad, que confiere el torear con los vuelos del engaño a la manera clásica, sobre el espejo de tauromaquias clásicas. Por la sencillez y el ritmo. Fue faena breve y memorable, de las llamadas de “treinta muletazos”, porque no fueron muchos más, y porque, a medida que ganaba tiempo, ganaba en ritmo y expresión.

Primero, la mano derecha, con el toro embistiendo con gran emotividad, seguía el engaño bien templado; y luego, la izquierda, intercalando variedad como las muy bien toreadas manoletinas finales. Gran madurez y experiencia e inteligente la solución de torear en la distancia adecuada. Ni un centímetro más. Detalle de conocimiento. En el momento justo, una estocada entera cobrada con fe ciega pero tal vez con un poco de tendencia para que el juez de plaza le otorgue una oreja rotunda, de enorme peso, les comento que si le

8

hubiera otorgado la segunda y el arrastre lento al toro, a ninguno hubiera parecido exagerados los homenajes, en especial para el bravo astado.

En la repetición con toros de Santa Bárbara de otras características más inclinadas hacia la nobleza, brilló a grandes alturas la gran capacidad de lidiar y hacer la faena adecuada en lo que le toca en suerte a Federico.

La crisis taurina por falta de toreros taquilleros que hemos vivido los últimos 15 años, ha provo-

cado el olvido de nombres de matadores que aún tienen mucho que expresar en los ruedos. Recordé la presentación de Pizarro en la Monumental de México: el 16 de junio de 1991 con el novillo Vanidoso de De Santiago con Jorge Mora y Alfredo Delgado "El Conde" y que ganó el Estoque de Plata el 13 de octubre de 1991 lidiando a un novillo de la ganadería de Espíritu Santo.

Federico volaba como la espuma para convertirse en figura del toreo, obtuvo el rabo en la

9

De Portada

Monumental de México el 26 de marzo de 1995 del toro Consentido de Xajay, al que le cuajo una gran faena que le valió salir en hombros junto con Miguel Espinosa que también obtuvo el rabo de un toro de De Santiago de nombre Vidriero, esa misma tarde Manolo Mejía en un toro de regalo, obtuvo 2 orejas y solo Arturo Gilio no pudo redondear para que Miguel, Manolo y Federico salieran a hombros de un festejo inolvidable. Hoy ha recuperado esa ilusión.

Los beneficiados Los grandes beneficiados de las actuaciones de Federico Pizarro en La México somos los aficionados, pues hoy en día es una persona madura y consciente de que si bien hubo un tiempo ido cuando tuvo la oportunidad de encumbrarse con la faena de Consentido en La México, hoy no tiene otro pensamiento que darse el gusto de ser un acento del toreo.

Destacamos que a su técnica le acompaña el sentimiento capaz de hacer emerger del ser humano maduro y exigente consigo mismo, convencido de que aún tiene mucho que decir en su expresión artística. Retirado por un lapso largo, Federico Pizarro regreso a los ruedo en 2007 y desde entonces acompaña a su toreo el haberse encontrado con la vocación correcta de ser torero, y de aquello que decía Confucio “encuentra lo que te gusta y desde ese día no trabajas” lo cual se le nota en la mirada a Pizarro.

Los empresario saben a quienes contratan y a quién no, pero si de algo sirve lo que opino, me parece que el toreo maduro clásico de Pizarro merece considerarse, pues para que sucedan milagros taurino es importante darle a la vida la opción de que ocurran y así como los nuevos matadores esperan ansiosos oportunidades, los maduros tienen con menos tiempo futuro, el deseo de no pasar de largo por la historia del toreo.

Abramos el cuaderno para seguir escribiendo en las páginas en blanco sus hazañas, Federico tiene la capacidad y por eso lo escribo, para que como dice Juncal el personaje entrañable de Armiñan se “tome nota” y no desaprovechar el gran momento taurino de un torero con notorias ansias de trascender en su historia por los ruedos.

10

11