Niños acosadores y niños acosados

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NIÑOS ACOSADORES Y NIÑOS ACOSADOS.

La conducta de los niños agresores o acosadores puede variar de acuerdo al tipo de acoso que realizan. Puede ser un comportamiento agresivo físico provocando peleas, que es más típico en varones, o un comportamiento agresivo emocional como aislar a la víctima de algunas actividades o circular rumores que le afecten emocionalmente. El acoso emocional se da más en niñas. En ambos casos se presenta frecuentemente el comportamiento agresivo verbal con insultos, sobrenombres ofensivos y burlas a la niña o niño acosado. Los casos graves serían el comportamiento agresivo sexual que van desde comentarios soeces, de gestos sugestivos vulgares y en ocasiones con contactos físicos rechazados por la víctima, también el comportamiento agresivo con base a la discriminación por género, raza, religión o condición social. En el caso de los niños acosados su conducta nos puede decir lo que le está ocurriendo. Si el niño está solo y retraído, se encuentra tenso y pelea con sus padres cuando le preguntan qué le sucede. Llega a casa con la ropa o los útiles escolares rotos o intenta no ir al colegio dando diversas excusas, presenta trastornos del sueño, comienza a mojar la cama o pierde objetos valiosos, podemos estar en presencia de un niño víctima de acoso. Obvio, si presenta rastros de golpes y moretones. Las consecuencias en los niños acosados pueden ser la depresión juvenil, la baja de la autoestima, estrés postraumático o ansiedad infantil. Además, en las niñas, la anorexia y la bulimia. En casos extremos el deseo de dejar de ser acosados los puede convertir en niños agresores y posteriormente vincularse a las pandillas juveniles buscando protección. Igualmente, pueden caer en el consumo de drogas. Los niños agresores pueden llegar a la sicopatía, trastorno de personalidad antisocial y la delincuencia. En ambos casos, si descubre que su niño o niña sufren de ser niños acosadores o acosados se debe buscar ayuda profesional como psicólogos especialistas en adolescentes y hablar con los profesores de la escuela. Lo primero que debe hacerse es hablar con el niño o niña y explicarles lo que está sucediendo. El sólo saber que esto le ocurre a casi la mitad de los niños en el mundo y que sus padres comprenden la situación y le ayudarán, le aliviará.


Conocer algunas herramientas de cómo superarlo le resolverá en buena parte su problema. El eje padres, profesores, niño o niña, todos trabajando juntos es la clave.

COMO SABER SI EL NIÑO ESTÁ SIENDO ACOSADO EN EL PLANTEL EDUCATIVO El niño víctima de acoso escolar no suele contarlo a sus padres, sobre todo a partir de los 10 o 12 años. Sentimientos como la vergüenza, la inseguridad o el sentirse inferior hacen que el niño sufra las agresiones en silencio. Por eso es muy importante que los adultos sean capaces de ponerse en guardia ante determinadas conductas que pueden darnos pistas de que está siendo víctima de algún acosador escolar. La primera alarma debe saltar cuando observamos un cambio importante en la conducta habitual del niño. Por ejemplo, un niño locuaz que se vuelve callado u otro alegre y jovial que parece triste y deprimido. Es a partir de un cambio de estas características y que dura algún tiempo cuando debemos empezar a contrastar algunos otros síntomas alarmantes: - El niño empieza a sacar malas calificaciones. - Cambios en sus hábitos de sueño, ya sea por despertarse frecuentemente o incluso por dormir más de lo habitual. - Deja de hablar del colegio. - Se observa miedo a ir al colegio o llega a inventar excusas para faltar. - Se queja de dolores de tripa o vomita cuando se acerca la hora de ir al colegio. - El niño pierde cosas o algunas de ellas aparecen rotas. - Se le ve triste o con síntomas de depresión. - Deja de salir con amigos y pasa mucho tiempo solo. - No quiere asistir a actividades extraescolares o actos sociales del colegio. - No quiere ir o volver solo al colegio.


- Salir de casa con el tiempo justo (para no coincidir con sus agresores). - Aparece alguna lesión física - Cambios acusados de humor

Descubre si tu hijo está sufriendo acoso escolar o 'Bull ying' 1 Cambios en el estado de ánimo. Presta atención si tu hijo parece triste y decaído continuamente.

2 Cambios en el comportamiento. Si se muestra extraño y huidizo. También distraído, absorto en sus pensamientos, olvidadizo y asustadizo. 3 Nervios. El estado de nerviosismo se refleja en miedos nocturnos, micción en la cama, tics nerviosos, irritabilidad, etc.

4 Mentiras.


Finge enfermedades o intenta exagerar sus dolencias: dolores de cabeza, de tripa, e 5 Golpes en el cuerpo. Presenta moratones o heridas. Descubre si tu hijo está sufriendo acoso escolar o sexual

6 Evita o falta a la escuela.

Rehúsa ir a la escuela, expone objeciones varias, simula malestar. Llega a faltar al colegio y da explicaciones poco convincentes cuando se le pregunta el porqué o adónde fue.

7No se relaciona con otros niños. No tiene amigos para su tiempo de ocio.


El acoso se produce con mayor frecuencia entre los 13 y 14 años pero lo más frecuente es que la víctima no cuente lo que le pasa, por lo que deberás estar muy atento a los indicios que indiquen que algo extraño le ocurre. Por favor,presten atención a los niños

¿Por

qué

el

abuso

puede

prolongarse

por

años?

El abuso sexual de un niño se interrumpe inmediatamente si hay algún adulto que tenga una buena conexión afectiva con él y que por lo tanto pueda reconocer los cambios que sufre por la situación traumática que atraviesa. A continuación se enlistan algunas de las cosas que te recomendamos llevar a cabo: 1. Si el niño ya ha hablado de lo que le está ocurriendo es importante que le creas, recuerda que los niños no tienen la capacidad emocional de mentir fingir una situación de abuso sexual. 2. Hazle saber que él no tuvo la culpa de lo que ocurrió y que lo mejor que pudo haber hecho fue contarlo. Hazle saber que nada le va a pasar ni a él ni a las personas que quiere, es importante que lo hagas ya que muchas veces el agresor hace amenazas al niño haciéndole creer que si lo cuenta a alguien le va a pasar algo a él o a su familia. 3. Busca ayuda especializada de psicólogos, médicos y abogados que puedan brindarle la atención necesaria para que logre recuperarse. Recuerda que la ayuda y la atención no únicamente es para el niño sino también para la familia. 4. En caso de que se vaya a realizar una entrevista para confirmar los hechos asegúrate que esta sea llevada a cabo por una persona de confianza para el niño.


Es poco recomendable que entren varias personas ya que el niño puede sentirse intimidado, nervioso y puede decidir no hablar. 5. Trata de realizar preguntas con las que él se sienta cómodo, no realices preguntas en las que sugieras la respuesta por ejemplo: ¿te toco aquí verdad?, ¿Te dijo que te quería verdad? Ya que el niño siempre contestará aquello que adulto quiere escuchar por necesidad de agradar. 6. No es recomendable que repita la historia en más de una ocasión, por lo que te recomendamos que al terminar anotes todo para que puedas tener un registro y seguimiento de la situación. Siguiendo estas recomendaciones podrás ayudar al niño de manera emocional, física y psicológica lo cual beneficiará a su recuperación y a la de su familia.

SEÑALES DE ABUSO Y ABANDONO Aunque puede ser difícil darse cuenta cuando un niño está sufriendo de abuso, hay señales que puede buscar. A continuación aparece una lista de 10 señales comunes de abuso en niños y adolescentes de edad escolar que todos deben conocer.


1. Lesiones inexplicables. Signos visibles de abuso físico puede incluir quemaduras inexplicables, moretones en formas inusuales o en formas de objetos. A veces las heridas del niño pueden ser acompañadas de explicaciones que no les convence. 2. Cambios de conducta. El abuso puede resultar en muchos cambios en la conducta del niño. Los niños que sufren de abuso a menudo se muestran asustados, deprimidos, retraídos y/o demasiado agresivos. 3. Regreso a conductas anteriores. Los niños que sufren de abuso pueden mostrar una regresión a conductas de edades anteriores, como chuparse el dedo, mojar la cama, miedo a la oscuridad o a los extraños. Algunos niños incluso pueden perder lenguaje adquirido o tener problemas de memoria. 4. Miedo de ir a casa. Niños abusados pueden expresar ansiedad en cuanto a irse de la escuela o a ir a algún sitio con la persona que abusa de ellos. 5. Cambios en los hábitos alimenticios. El estrés, el miedo y la ansiedad causados por el abuso pueden producir cambios en los hábitos alimenticios del niño; y a su vez, causar aumento o pérdida de peso. 6. Cambios en los hábitos de sueño. Los niños que sufren de abuso pueden tener pesadillas con frecuencia o dificultades para dormir, y como resultado pueden verse cansados o fatigados. 7. Cambios en su desempeño o asistencia escolar. Los niños que sufren abuso pueden tener dificultades para concentrarse en la escuela o inasistencias excesivas, en ocasiones porque los adultos tratan de ocultar a las autoridades las lesiones del niño. 8. Falta de cuidados o higiene personal. Los niños que sufren de abuso y abandono pueden tener aspecto descuidado. Pueden presentarse sucios y malolientes constantemente o no usar suficiente ropa para las condiciones del clima. 9. Conductas temerarias. Los jóvenes que sufren de abuso pueden participar en actividades de alto riesgo como el consumo de drogas o alcohol, o portar un arma. 10. Conductas sexuales inapropiadas. Los niños que han sufrido de abuso sexual pueden mostrar una conducta demasiado sexual, o utilizar un lenguaje sexual explícito.


Algunas de las señales de que un niño está sufriendo de violencia o abuso son más obvias que otras. Confíe en sus instintos. La sospecha de abuso es suficiente para contactar a las autoridades. No necesita tener pruebas. SI SOSPECHA QUE UN NIÑO HA SUFRIDO DE ABUSO... SÍ: Mantenga la calma. Dígale al niño que le cree. Demuestre su interés y preocupación. Reconfórtelo y apóyelo. Actúe. Puede salvar la vida de un niño.

NO: Sienta pánico ni reaccione de manera exagerada. Presione al niño. Confronte al ofendedor. Culpe al niño o minimice la importancia de sus sentimientos. Abrume al niño con preguntas.

Cuando un niño o niña le confía a un adulto que ha sufrido abusos sexuales, el adulto puede sentirse muy incómodo y no saber qué decir o hacer. Pero lo que hagamos o digamos desde el primer momento, es de vital importancia para el niño. Se deben seguir las siguientes sugerencias para responder a los niños que dicen haber sufrido abusos sexuales: Qué Decir 

Si el niño de alguna manera indica que ha sufrido abuso sexual, aliéntalo a hablar libremente de lo que le pasó. No hagas comentarios pasando juicio.

Demuéstrale que le comprendes y que tomas muy en serio lo que dice. Los psiquiatras infantiles han encontrado que los niños que tienen quien los comprenda reaccionan mejor que los que no los tienen. La respuesta inicial a la revelación del abuso sexual es crítica para la habilidad del niño para resolver y sanarse del trauma del abuso sexual.

Asegúrale al niño que hizo bien en decirlo. Si el niño tiene una relación cercana con el que lo abusa, se sentirá aterrado si lo ha amenazado con hacerle daño a él o


a su familia como castigo por decir el secreto.

Dile al niño que él/ella no tiene la culpa por el abuso sexual. La mayoría de los niños tratan de entender el abuso y piensan que ellos fueron la causa del abuso o se imaginan que es un castigo por cosas malas (reales o imaginarias) que hicieron.

Finalmente, ofrece protección al niño, y prométele que harás de inmediato todo lo necesario para que el abuso termine.

Qué Hacer Informa cualquier sospecha de abuso sexual. Si el abuso ocurre en la familia, repórtaselo a la Oficina de Protección de Menores. Si el abuso ocurre fuera de la familia, informa rápidamente a la policía. Los individuos que informan de buena fe los abusos, están inmunes de ser procesados judicialmente. La agencia que recibe el informe conducirá una investigación y tomará la acción necesaria para proteger al niño/niña.

Mitos sobre el Abuso Sexual Infantil Los abusos sexuales en la infancia sólo se producen en familias desestructuradas o de nivel sociocultural muy bajo. Los ASI se dan en todo tipo de familias y clases sociales. Los abusos sexuales siempre son cometidos por hombres. Los agresores sexuales pueden ser tanto hombres como aunque las estadísticas muestran que la mayoría de ellos son hombres.

mujeres


Los abusos sexuales en la infancia sólo ocurren en los países del tercer mundo .Los ASI ocurren en todos los países sólo que nos cuesta admitir que pueda ocurrir en nuestro país de origen, pero es real, ocurrieron y siguen ocurriendo. Las niñas son las únicas que sufren abusos sexuales. Los estudios muestran que tanto las niñas como los niños sufren ASI, una de cada tres niñas y uno de cada seis niños antes de los 17 años. Los niños que sufren abusos sexuales es porque provocan o incitan a los adultos. Un niño jamás es culpable de los abusos sexuales que sufre, los niños son inocentes. Es el adulto el que tiene un problema. La mayoría de los abusos sexuales son cometidos por desconocidos. El 86% de los abusos sexuales son cometidos por personas del entorno familiar. Un niño abusado sólo puede sufrir abusos por parte de una persona. La realidad es aún más cruel, un mismo niño puede estar sufriendo abusos por parte de diferentes personas.

Si se produjeran abusos sexuales en tu entorno familiar seguro que tú lo sabrías porque la persona que los ha sufrido los contaría abiertamente. Falso, las personas que sufren abusos sexuales suelen guardar silencio y mantener el secreto por diferentes motivos: miedo, vergüenza, culpa…


Los adultos son los únicos que pueden abusar de un niño. Los adultos no son los únicos que pueden cometer abusos sexuales también los adolescentes, aunque las estadísticas son inferiores. Un abuso sexual conlleva violencia física. No todos los abusos sexuales tienen porqué conllevar violencia, hay abusos “suaves” y otros más violentos, al igual que hay abusos con o sin penetración. Las consecuencias del abuso sexual infantil no son importantes, los niños lo olvidan todo. Las consecuencias del ASI son diversas tanto a corto como a largo plazo y todas son importantes. Los niños pueden olvidar o no para sobrevivir, pero eso no implica que no haya secuelas posteriores.

Todo aquel que haya sufrido abuso sexual infantil se convertirá en un agresor posteriormente. Esto no es real, sí que hay una posibilidad de que esto ocurra, pero no es una certeza.


La mayoría de las personas que han sufrido ASI jamás lo cuentan, guardan silencio por vergüenza, culpa o miedo a que les puedan rechazar o que no les crean.

La realidad aunque dura difiere, tanto adolescentes como niños pueden abusar de otros niños, siempre como un mecanismo de repetición porque no saben que está mal o porque se lo hicieron a ellos, pero hay que decir que esto es una minoría.


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