Fascículo 02 anexo_Cuentos y poemas del mundo

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ANEXO FASCÍCULO 2 FIESTA DE LAS COLECTIVIDADES

GOBIERNO DE LA CIUDAD DE SANTA FE SECRETARÍA DE CULTURA

Cuentos y poemas

del Mundo


| CUENTOS Y POEMAS DEL MUNDO

Editorial

Indice

En ocasión de la quinceava edición de la Fiesta de las Colectividades, el Gobierno de la Ciudad de Santa Fe acompañó la propuesta con la publicación del Fascículo N° 2 del Proyecto Aula Ciudad. En esta oportunidad, se renueva el compromiso para contribuir con el propósito de hacer de esta celebración una ocasión de aprendizaje y un espacio de encuentro entre culturas.

Selección de cuentos y poemas

Con tal objetivo, se realizan visitas guiadas, talleres, rutas y charlas para docentes y alumnos. Entre ellas cabe mencionar: la Ruta de las migraciones, itinerario urbano que integra tres espacios culturales de la ciudad -el puerto, la Plaza España y el Museo Ferroviario-; Las colectividades van a la escuela, encuentros con modalidad de taller a cargo de las distintas asociaciones, y Las escuelas van a la Fiesta, que incluye espectáculos y recorridos guiados a partir de una puerta de entrada histórica en el planteo de la inmigración en Argentina. El presente material es un nuevo aporte que se integra como anexo del anterior fascículo e incluye otros aspectos para profundizar en las variadas temáticas que habilita el encuentro. Hemos elegido a la literatura como espacio privilegiado para vislumbrar, bajo el encanto de las palabras, el conocimiento de lo particular y de las distintas expresiones de lo nuestro. Los textos seleccionados proponen un recorrido sobre la identidad de cada uno de los pueblos y acercan al lector al conocimiento de cuestiones intrínsecas a las mismas. Dicho acercamiento encuentra hoy nuevas posibilidades a través de Internet, como una gran enciclopedia virtual que atesora y pone a disposición información valiosa de las diversas culturas. Es por ello que, junto a los textos escogidos, proponemos algunos sitios de referencia para continuar la indagación sobre la literatura de cada colectividad y el entramado cultural que se gesta en la convivencia.

Colectividades que participan de la Fiesta en Santa Fe: 3

Argentina, la anfitriona La leyenda del mate (Anónimo)

4

Colectividad alemana La zorra y el gato (Hermanos Grimm)

5

Colectividad árabe (sirio-libanesa) La amistad, en El jardín del profeta (G. Khalil Gibrán)

6

Colectividad boliviana Don Quijote en la ciudad de La Paz (Juan F. Bredegal)

7

Colectividad checa De noche bajo el puente de piedra (Leo Perutz)

8

Colectividad croata Patria croata (Antun Mihanovic´)

9

Colectividad española A un olmo seco (Antonio Machado)

10

Colectividad israelita Canción del trabajo y de la labor (Jaim Najman Bialik)

11

Colectividad italiana De los Apeninos a los Andes, en Corazón. Diario de un niño (Edmondo De Amicis)

12

Colectividad japonesa Selección de Haikus (Matsuo Bashö)

13

Colectividad polaca La leyenda de Lech (Anónimo)

14

Colectividad suiza La flor de Edelweiss (Anónimo)

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Colectividad vasca Paisaje de las estaciones (Xabier Lizardi)


ANEXO FASCÍCULO 2 |

ARGENTINA

La leyenda del mate Anónimo

De noche Yací, la luna, alumbra desde el cielo misionero las copas de los árboles y platea el agua de las cataratas. Eso es todo lo que conocía de la selva: los enormes torrentes y el colchón verde e ininterrumpido del follaje, que casi no deja pasar la luz. Muy trecho en trecho, podía colarse en algún claro para espiar las orquídeas dormidas o el trabajo silencioso de las arañas. Pero Yací es curiosa y quiso ver por sí misma las maravillas de las que le hablaron el Sol y las nubes: el tornasol de los picaflores, el encaje de los helechos y los picos brillantes de los tucanes. Por eso un día bajó a la Tierra acompañada de Araí, la nube, y juntas, convertidas en muchachas, se pusieron a recorrer la selva. Caminaron entre los árboles gigantes, jugaron con los monos y se rieron del oso hormiguero. Más tarde, acaloradas y cansadas de abrirse paso por las lianas y de trepar las ondulaciones del terreno, se sentaron en un tronco caído a recobrar el aliento. Era mediodía y, como si hasta ese momento no lo hubieran advertido, llegó hasta ellas el rumor ininterrumpido de la selva hecho de la charla estridente de los loros, el aletear del atajacaminos, el martilleo del pájaro carpintero, el correr de algún ratón entre la hojarasca... Por eso era imposible que escucharan los pasos sigilosos del yaguareté que se acercaba, agazapado, listo para sorprenderlas, dispuesto a atacar. Pero en ese mismo instante una flecha disparada por un viejo cazador guaraní que venía siguiendo al tigre fue a clavarse en el costado del animal (...). En medio de la agonía del yaguareté, el indio creyó haber advertido a dos mujeres que escapaban, pero cuando finalmente el animal quedó quieto y mudo sobre las plantas que revisten el suelo no vio más que los árboles apretados de la selva y más allá la oscuridad de la espesura. Esa noche, acostado en su hamaca, el viejo tuvo un sueño extraordinario. (...) -Yo soy Yací y ella es mi amiga Araí. Volvimos para darte las gracias por salvarnos la vida. Fuiste tan valiente al enfrentarte con el yaguareté... Por eso voy a entregarte un premio y un secreto. Mañana, cuando te despiertes, vas a encontrar ante tu puerta una planta nueva: se llama caá.

Con sus hojas, tostadas y molidas, se prepara una infusión que acerca los corazones y ahuyenta la soledad. Es mi regalo para vos y tus hijos y los hijos de tus hijos. Después el viejo guaraní sintió en la frente el frío beso de Yací y vio alejarse a las dos muchachas, que se perdían entre el follaje seguidas por una bandada de mariposas blancas. Y enseguida fueron nada más que un resplandor en las lejanas copas de los árboles. Al día siguiente, al salir de la gran casa común que albergaba a las familias guaraníes, lo primero que vieron el viejo y los demás miembros de su tevy fue una planta nueva de hojas brillantes y ovaladas que se erguía aquí y allá. Ante el asombro de todos el guardián de la luna siguió las instrucciones de Yací: no se olvidó de tostar las hojas y, una vez molidas, las colocó adentro de una calabacita hueca. Buscó una caña fina, vertió agua y probó la nueva bebida. El recipiente fue pasando de mano en mano: había nacido el mate.

Referencias “Yerba mate” es una planta que, según la tradición oral, fue utilizada por los guaraníes para tener más fuerza en las cacerías. La utilizaban bajo en nombre de caá-mate, lo que designaba la calabaza que usaban en general para beberla con una pequeña caña. Los orígenes de la yerba mate están representados en esta leyenda que ha sido contada de diferentes maneras puesto que cada vez que se relataba los narradores la teñían con nuevas experiencias y creencias, aunque preservando siempre una particular esencia. SALTZMANN, Julia y MUSCUOLO, Silvina (2000) Los amantes del Nahuel Huapi y otras leyendas tradicionales argentinas. Buenos Aires: Ed. Planeta. http://www.rutadelayerbamate.org.ar/origenes.html http://www.ceibal.edu.uy/contenidos/areas_conocimiento/ lengua/leyendas/la_leyenda_de_la_yerba_mate.html


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COLECTIVIDAD ALEMANA

La zorra y el gato por Hermanos Grimm

Sucedió que un gato encontró a una zorra en un bosque, y él pensó sobre ella: “Ella es inteligente y llena de experiencia, y muy estimada en el mundo”, por lo que le habló de un modo amistoso: – Buen día, querida Sra. Zorra, ¿Cómo está usted? ¿Cómo está todo con usted? ¿Cómo está pasando usted esta linda temporada? La zorra, llena de todas las clases de arrogancia, miró al gato de pies a cabeza, y durante mucho tiempo no sabía si darle alguna respuesta o no. Por fin ella contestó: – Ah, tú, infeliz limpia barbas, tú, tonto ignorante, tú, cazador hambriento de ratones, ¿qué puedes tú pensar? ¿Te atreves a preguntarme cómo me está yendo? ¿Qué has aprendido? ¿Cuántas artes tú conoces? – Sólo conozco una -contestó el gato, modestamente. – ¿Y cuál arte es esa? -preguntó la zorra– Cuando los sabuesos me siguen, yo puedo saltar a un árbol y salvarme. –¿Y eso es todo? -dijo la zorra- Yo soy maestra de cien artes, y tengo además un saco lleno de astucias. ¡Qué lástima te tengo!, ven conmigo y te enseñaré como se escapa de los sabuesos. En ese momento vino un cazador con cuatro perros. El gato reaccionó con agilidad subiéndose a un árbol, y se sentó en lo alto, donde las ramas y el follaje completamente lo ocultaron. – “Abra su saco Sra. zorra, abra su saco de astucias”-, le gritó el gato. Pero los perros la habían agarrado ya y la sostenían y mordían fuertemente. – Ah, Sra. zorra -gritó el gato- ¡le abandonaron sus cien artes en la escapada! Si usted hubiera sido capaz de subir como yo, no habría perdido su vida.

Referencias Conocidos como “los hermanos Grimm”, Jacob y Wilhelm eran los mayores de siete hermanos. Nacidos en 1785 y 1786 respectivamente, estudiaron derecho, letras y filología. Se desempeñaron como docentes en las Universidades de Gotinga y Berlín. Ambos se interesaron por los cuentos folclóricos, tanto alemanes como franceses, que en la actualidad conocemos por medio de su intervención. Entre ellos: Juan Fiel, El pájaro de oro y El árbol de enebro. Wilhelm Grimm murió en 1859 y Jacob en 1863. http://www.cuentosdegrimm.com


ANEXO FASCÍCULO 2 |

COLECTIVIDAD ÁRABE (SIRIO-LIBANESA)

Las distancias por Gibrán Khalil Gibrán

Y una mañana, mientras el profeta y sus discípulos paseaban por el jardín, apareció ante la reja una mujer, y era Karima, aquella a quién Almustafá había amado como a una hermana en su niñez. Y Karima permaneció en pie, afuera, sin pedir nada, sin siquiera tocar la reja, sino atisbando, con nostalgia y tristeza; hacia el jardín. Y Almustafá vio el anhelo en los párpados de Karima, y con rápido paso llegó a la cerca y a la reja, y la abrió para que entrara, y ella entró, y fue bien recibida. Ella habló y dijo: – ¿Por qué causa te has alejado de nosotros privándonos de la luz de tu rostro? (…) – Y, mirándola; Almustafá le dijo: (…) Y ¿en verdad me he alejado de vosotros? ¿No sabéis que no hay más distancia que la que el alma no abarca con la imaginación? Y que cuando el alma recorre esa distancia se transforma en ritmo del alma. El espacio que hay entre vosotros y vuestro vecino más indiferente es sin duda mayor -que el que hay entre vosotros y vuestro ser más querido, que mora más allá de las siete tierras y los siete mares. Porque en el recuerdo no hay distancias; y sólo en el olvido hay un abismo que ni vuestra voz ni vuestra mirada pueden atravesar. Entre las playas de los océanos y la cima de la más alta montaña hay un camino secreto que necesitáis recorrer, si queréis ser uno con los hijos de la tierra. Y entre vuestro conocimiento y vuestra comprensión hay una senda secreta que tenéis que descubrir, si queréis ser uno con el hombre y, por ende, con vuestro propio ego. Entre vuestra mano derecha, que da, y vuestra mano izquierda, que recibe, hay un gran espacio. Sólo haciendo que una y otra mano dé y reciba a la vez, podréis anular la distancia que las separa, pues sólo sabiendo que no tenéis nada que dar, y que no tenéis nada que recibir, podréis anular el vacío. En verdad, la más vasta distancia es la que existe entre vuestra visión en sueños, vuestra vigilia; y la que existe entre lo que sólo es un acto, y lo que es un deseo.

Referencias Gibrán Khalil Gibrán (Líbano, 1883-1931). Sus producciones se han traducido a más de veinte idiomas y ha realizado numerosas exposiciones de pinturas y dibujos. Durante su residencia en los Estados Unidos, comenzó a escribir también en inglés. Una de sus obras más renombradas se denomina El Profeta, primera parte de una trilogía que quedaría inconclusa. Ilustrada con sus propios dibujos místicos transparenta la expresión de los impulsos más profundos del corazón y la mente humana. En ella Almustafá «el buscador de infinitos» desgrana su sabiduría ante el pueblo que lo ve partir. La segunda parte, El jardín del profeta, apareció póstumamente en 1933 y plantea la relación del hombre con la naturaleza. KHALIL GIBRÁN, G (1933) “Las distancias” en El jardín del Profeta. México: Prisma, 1997. http://www.epdlp.com/escritor.php?id=1757


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COLECTIVIDAD BOLIVIANA

Don Quijote en la ciudad de La Paz por Juan Francisco Bredegal

Las últimas proyecciones del sol, que se hundía en las lejanas cumbres, ponían tonos amarillentos sobre el gris verdoso de la inmensa altiplanicie y alargaban, fantásticamente, las sombras de los viajeros, que con la avidez de concluir la jornada, trataban vanamente de aligerar el lento paso de sus jadeantes y desmedradas caballerías. En viento sonoro jugaba sobre la paja brava o encrespaba la verde superficie de los raquíticos caballos, que se perfilaban, de trecho en trecho, junto a terrenos grietosos o barbechos parduscos. De rato en rato pasaban tropas de asnos, indiferentes al palo del arriero indígena, o de llamas asustadizas que se abrían en hileras irregulares y tomaban los bordes del camino para dar cómodo paso a nuestros viajeros en los que fijaban sus pupilas asombradas y misteriosas. El llano era interminable, el paisaje fosco y bravío y el horizonte creado por lejanísimas cumbres de radiosa blancura. No se divisaba indicio de caserío o poblado que dar pudiera albergar a los peregrinos que eran asómbrate lector-, el caballero insigne Don Quijote de la Mancha, acompañado por su escudero Sancho Panza y que movido por el generoso deseo de acuchillar a los malandrines y follones, vestigios y endriagos que abundaban en Bolivia, venía rumbo a La Paz. Por fin Sancho, acongojado de no vislumbrar un sitio de reposo, deteniendo al rucio, increpó a su señor, temeroso de que hubiese equivocado el camino, a lo que éste, volviendo riendas a Rocinante, respondióle: -No es de andantes caballeros, ni de quienes a su servicio están, permitir que los quebrantos del cuerpo amengüen la entereza del ánimo, ni propio en ti, Sancho amigo (...). A la Paz he dicho y a La Paz llegaremos (...).En este mismo atardecer llegaremos a ese pueblo que no es amasijo de bellacos ni semillero de malandrines, pero donde, según reza la tradición, existen todavía doncellas que han de menester del amparo de mi lanza, del bálsamo de mi palabra y del calor de mi corazón, cautivos que redimir y entuertos que enderezar. (...) (...) Y así, entre las protestas fogosas del amo y los razonamientos del escudero, caminaron ya un largo trecho, cuando de pronto apareció a poca distancia, rugiendo en vertiginoso empuje, lanzando sonoros resoplidos y ensordecedor estrépito de hierros crepitantes, un tren que se aproximaba a la ciudad. Ambos pe-

regrinos quedaron extáticos ante tan inusitada visión, hasta que el caballero, convencido de la testarudez de su caballo, que no salía del lento paso (...) se lanzó a largos pasos en persecución del monstruo el cual huyendo rápidamente se empequeñeciese hasta confundirse en una ondulante y vaga sombra negra que se desvaneció en la llanura. (...)

Referencias Juan Francisco Bredegal (1883-1944). Abogado, poeta y escritor, cursó sus estudios en la Universidad de San Andrés de la Paz, de la cual llegó a ser Rector. Sus lugares de publicación fueron diversas revistas y diarios de Bolivia. Fundó la Academia Boliviana de la Lengua y fue su primer presidente. En cuanto a la prosa escrita es conocido su texto La máscara de estuco, el cual reúne una serie de ensayos en relación con hechos políticos y sociales del país a través del estilo irónico y risueño que lo caracteriza. Don Quijote en la ciudad de la Paz, curiosa evocación cervantina, se destacó entre el conjunto de breves ensayos del libro Figuras animadas y se publicó, en forma individual, en reiteradas ediciones. BADANI, Armando (1964) El cuento boliviano 1900-1937. Buenos Aires: Editorial Universitaria de Buenos Aires.


ANEXO FASCÍCULO 2 |

COLECTIVIDAD CHECA

De noche bajo el puente de piedra por Leo Perutz La Zarabanda (fragmento) (...) En una fiesta que el gran consejero y canciller de Bohemia, el señor Zdenko de Lobkowitz, daba en su mansión de Praga, con motivo del bautismo de su primer nieto, se hallaba presente entre los invitados un capitán del emperador, el barón Yuranich, quien uno o dos días antes llegó a la capital de Bohemia procedente de la Croacia, o país de los eslavones. Y mientras los demás caballeros vestían según prescribía la ocasión y la moda, es decir, casacas de terciopelo púrpura galoneadas de oro, con mangas acuchilladas forradas de blanco, calzas ajustadas en las rodillas, medias de seda y zapatos de raso con lazos de seda, el barón Yuranich se presentó en atuendo de viaje con calza de cuero y botas altas, excusándose por el hecho de que su bagaje había quedado en la última posta y no se le habían mandado aún. También, según costumbre oficiales de las comarcas fronterizas, llevaba untados la barba y los cabellos con cebo de cerdo; pero esta rareza se le perdonaba (...). El caballero Yuranich disfrutaba mucho de la fiesta, bebía y bailaba con gran tesón y buen humor, aunque como bailarín no valía gran cosa. Fuera que los músicos tocaran una giga, una courante o una zarabanda, para él no había diferencia alguna, pues en cada una de estas danzas daba los mismos saltos, mostrando en ellos mucho más entusiasmo que habilidad. En resumen, este valerosos oficial bailaba con tanta gracia como un oso amaestrado. Si la música cesaba un rato, brincaba con el primero que tropezaba (...) hacía cumplidos a las damas (...). Pero dedicaba su atención a la más joven de las tres hijas del señor de Berka , la que en esa velada aparecía por primera vez en una reunión solemne. A esta niña, muy hermosa, pero joven y algo tímida, relató todas sus hazañas guerreras (...) sin olvidar añadir que este asunto había tenido gran resonancia en el mundo, aunque no era para tanto.(...)

Referencias Leo Perutz. (1884-1957) Nacido en 1884 en Praga, famoso novelista cuya característica principal se relaciona con el vuelo lírico y presencia conjunta de lo real y lo fantástico. Asimismo, en sus escritos se recrea el ambiente de su ciudad natal en donde se asientan los hechos y las anécdotas que supo investigar durante muchos años. Escritura signada de una intensidad y constructora de hechos tan dispares como sobrenaturales que construyen un atmósfera interesante para conocer e indagar sobre los vericuetos de los personajes creados en esta obra. PERUTZ, Leo (1958) De noche bajo el puente de piedra. Barcelona: El Aleph Editores, 1988.


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COLECTIVIDAD CROATA

Patria croata por Antun Mihanovic´

Hermosa Patria nuestra, heroica tierra amada, cuna de viejas glorias, ¡que seas por siempre afortunada! Te amamos por gloriosa, es solo a tí quien queremos. Querida, donde está la llanura, querida, donde están las montañas. Fluye el Drava, fluye el Sava, ni tú, Danubio, pierdes tu potencia. El mar azul le cuenta al mundo que los croatas amarán a su nación mientras el Sol caliente la Tierra, mientras las tormentas azoten sus robles, mientras los sepulcros guarden a sus muertos, ¡mientras haya un corazón vivo que lata!

Referencias Antun Mihanovic (1796-1861). Patria Croata, fue dado a conocer en el año 1835 en el periódico Danica; años más tarde se convierte en el Himno Nacional de Croacia. Su autor escribió además poesías de reflexión y amorosas. “Desde joven se interesó por la literatura y la lengua croata. A los 19 años, publicó en Viena una carta solicitando la introducción oficial del idioma croata, en remplazo del latín. (…)En el campo lingüístico, logró reconocimiento por sus estudios sobre el parentesco entre las lenguas eslavas y el sánscrito.” http://www.experienciacroata.com.ar/n10/tapaa.html


ANEXO FASCÍCULO 2 |

COLECTIVIDAD ESPAÑOLA

A un olmo seco por Antonio Machado

Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol de mayo algunas hojas verdes le han salido. ¡El olmo centenario en la colina que lame el Duero! Un musgo amarillento le mancha la corteza blanquecina al tronco carcomido y polvoriento. No será, cual los álamos cantores que guardan el camino y la ribera, habitado de pardos ruiseñores. Ejército de hormigas en hilera va trepando por él, y en sus entrañas urden sus telas grises las arañas. Antes que te derribe, olmo del Duero, con su hacha el leñador, y el carpintero te convierta en melena de campana, lanza de carro o yugo de carreta; antes que rojo en el hogar, mañana, ardas, de alguna mísera caseta, al borde de un camino; antes que te descuaje un torbellino y tronche el soplo de las sierras blancas; antes que el río hasta la mar te empuje por valles y barrancas, olmo, quiero anotar en mi cartera la gracia de tu rama verdecida. Mi corazón espera también, hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera.

Referencias Antonio Machado (1875- 1939). Nace en Sevilla y transita su adolescencia en Madrid, donde comienza a sentir una gran inclinación por el teatro, la pintura y el periodismo. Colabora con el periódico “La Caricatura”, que hace su aparición en 1895. Trabaja como traductor en la casa Gamier de Paris. Luego de ser Canciller en el Consulado de Guatemala, regresa a Madrid, y publica “Soledades”. Es designado catedrático en Soria, enseñando francés, y ese mismo año publica “Soledades, Galerías y otros poemas”. En 1927, es elegido miembro de número de la Real Academia Española. En 1936, habitando en Madrid, sobreviene la Guerra Civil. En esa época publica su último libro: “La Guerra”. Escapando de ese infierno, huye junto a su madre hacia Francia, pero ambos enferman. “Admirador de Bécquer, su romanticismo está imbuido por el escepticismo y el desengaño, persiguiendo una actitud de paz y olvido. Sus fuentes de inspiración son: el amor, el dolor, la guerra, la fugacidad de la existencia y la preocupación por su querida España.” http://recursos.librosteca.com/item.php?id=293 http://www.los-poetas.com/a/mach.htm MACHADO, Antonio (1912) XIX “A un olmo seco”, en Campos de Castilla. Madrid: Cátedra (Geoffrey Ribbans), 1995.


10 | CUENTOS Y POEMAS DEL MUNDO

COLECTIVIDAD ISRAELITA

Canción del trabajo y la labor por Jaim Najman Bialik Canción del trabajo y la labor

Acógeme bajo tus alas

¿Quién nos salvará del hambre? ¿Quién nos alimentará con mucho pan? Y ¿quién nos dará un vaso de leche? ¿A quién agradeceremos? ¿a quién bendeciremos? ¡Al trabajo y a la labor! ¿Quién nos brindará abrigo cuando haga frío? Y ¿quién en la oscuridad nos ofrecerá luz? ¿Quién extraerá agua del pozo? ¿A quién agradeceremos? ¿a quién bendeciremos? ¡Al trabajo y a la labor! Y ¿quién plantó árboles en el jardín? para frutos y para sombra, toda clase y especie. Y ¿quién en los campos sembró cereales? ¿A quién agradeceremos? ¿a quién bendeciremos? ¡Al trabajo y a la labor! ¿Quién nos preparó una pequeña morada, una cerca para el jardín, una barda para el viñedo? Y ¿quién se esforzó y quién se preocupó, en honrar el Shabat y las festividades? ¿A quién agradeceremos? ¿a quién bendeciremos? ¡Al trabajo y a la labor! Por eso trabajaremos, por eso nos cansaremos, siempre, durante los días laborables. ¡Pesado es el yugo, agradable es el yugo! y en los momentos de ocio, entonaremos a viva voz canciones de agradecimiento, canciones de bendición al trabajo y a la labor.

Acógeme bajo tus alas, sé para mí una madre, una hermana, sea tu regazo refugio para mi cabeza, nido de mis plegarias postergadas. Y en la hora del consuelo, al crepúsculo, te descubriré el secreto de mi sufrimiento; dicen que en el mundo existe la juventud – ¿Dónde está la mía? Y otro secreto te confiaré: mi alma se abrasa en llamas; dicen que en el mundo existe el amor – ¿Dónde está el mío? Las estrellas me engañaron, tuve un sueño -también él se desvaneció; ahora no me queda nada en el mundonada de nada. Acógeme bajo tus alas, sé para mí una madre, una hermana, sea tu regazo refugio para mi cabeza, nido de mis plegarias postergadas.

Referencias Jaim Najman Bialik (1873-1934). Uno de los poetas más renombrado del renacimiento hebreo. Nació en Rady, pequeña aldea de Wolhynia en Rusia. Aclamado por todo su país como el poeta que supo escuchar el movimiento de la resurrección fue un innovador de la lengua hebrea. En el año 1901 apareció su primer libro de poemas. Sus producciones reflejan un lenguaje claro pero lleno de expresiones y términos los cuales pertenecen al Tanaj, (Antiguo Testamento) a la Mishná, al Midrash y a la plegaria. La creación de nuevas palabras y expresiones idiomáticas diversas permitió el enriquecimiento de la llamada lengua sagrada y facilitó la recuperación de vocablos considerados antiguos. MILLÁS VILLACROSA, José María (traductor y compilador) (1953) La poesía hebraica postbíblica. Barcelona: J. Janés. http://www.embajada-israel.es/cultura_literatura.aspx


ANEXO FASCÍCULO 2 | 11

COLECTIVIDAD ITALIANA

De los Apeninos a los Andes por Edmondo De Amicis

Hace muchos años, cierto muchacho genovés de trece años, hijo de un obrero, fue de Génova a América sólo para buscar a su madre. Ésta había partido dos años antes a Buenos Aires, capital de la República Argentina, para ponerse al servicio de alguna casa rica y ganar así, en poco tiempo, algo con qué ayudar a la familia, la cual, por efecto de desgracias sucesivas, había caído en la pobreza y tenía muchas deudas. No son pocas las mujeres que hacen un largo viaje con aquel objeto, gracias a los buenos salarios que allí encuentra la gente que se dedica a servir, y las cuales vuelven a su patria, al cabo de algunos años, con algunos miles de pesos. La pobre madre había llorado lágrimas de sangre al separarse de sus hijos, uno de dieciocho años y otro de once: pero marchó muy animada y con el corazón lleno de esperanzas. El viaje fue feliz; apenas llegó a Buenos Aires, encontró enseguida, por medio de un comerciante genovés, primo de su marido, establecido allí desde hacía mucho tiempo, una excelente familia del país, que le daba buen salario y la trataba bien. Por algún tiempo mantuvo con los suyos una correspondencia regular. Como habían convenido entre sí, el marido dirigía las cartas al primo, que se las entregaba a la mujer y ésta le daba las contestaciones para que las mandase a Génova, escribiendo él, por su parte, algunos renglones. Ganando ochenta pesos al mes y no gastando nada en ella, mandaba a su casa cada tres meses una buena suma, con la cual el marido que era muy hombre de bien, iba pagando poco a poco las deudas más urgentes [...] Entretanto, trabajaba y estaba contento de lo que hacía y lisonjeado con la esperanza de que la mujer volvería dentro de poco, porque la casa parecí en sombra con su falta, y el hijo menor, principalmente, que quería mucho a su madre, se entristecía y no podía resignarse a su ausencia. Pero transcurrido un año desde la marcha, después de una carta breve en la que decía no estaba bien de salud, no se recibió más correspondencia. Escribieron dos veces al primo, y éste no contestó. Escribieron a la familia en donde estaba sirviendo la mujer; pero sospecharon que no llegaría la carta, porque habían equivocado el nombre en el sobre, y, en efecto, no tuvieron contestación. [...] La primera idea del padre fue marcharse a América en busca de su mujer. Pero ¿y el trabajo? ¿Quien sostendría a sus hijos? Tampoco podía marchare el hijo mayor, porque comenzaba a ganar algo que

era necesario para la familia. [...] Una noche, Marcos, el más pequeño, dijo resueltamente: – Voy a América a buscar a mi madre [...] – Otros han ido -decía- más pequeños que yo. [...] ¡Pobre Marcos! Tenía corazón esforzado y estaba preparado también para las más duras pruebas de aquel viaje; pero cuando vio desaparece en el horizonte la hermosa Génova y se encontró en alta mar, sobre aquel gran navío lleno de compatriotas que emigraban; solo, desconocido de todos, con aquel pequeño baúl que encerraba toda su fortuna, le asaltó repentino desánimo. Dos días permaneció arrinconado en la proa, como un pero, casi sin comer, y sintiendo gran necesidad de llorar. [...] Y el viaje no acababa nunca: mar y cielo, cielo y mar, hoy como ayer, mañana como hoy, todavía, siempre eternamente. Y él se pasaba las horas apoyado en la borda y mirando aquel mar sin fin, aturdido, pensando vagamente en su madre, [...] Veintiséis días duró el viaje. Pero los últimos fueron los mejores. El tiempo permanecía bueno y el aire era fresco. Había entablado relaciones con un buen viejo lombardo que iba a América, a reunirse con su hijo, labrador en la ciudad de Rosario[...] El vigesimoséptimo día después de la salida, llegaron. Era una hermosa mañana de mayo cuando el buque echó el ancla en el inmenso río de l Plata, sobre una orilla en la cual se extiende la vasta ciudad capital de la República Argentina. [...]

Referencias De Amicis, desde una perspectiva didáctica que establece en el entramado textual, deleita a los lectores con las diferentes peripecias de Enrique (personaje) durante el año escolar. Corazón constituye un texto de valor incalculable puesto que su autor ha escuchado con atención las vivencias y sentimientos que en el mundo de la infancia se suscitaban. Obra que rescata valores como la amistad, la solidaridad y el sacrificio, como así también revaloriza la instancia educativa y propone un recorrido estético que sigue cautivando a distintas generaciones. DE AMICIS, Edmondo (1886) Corazón. Diario de un niño; Editorial Porrúa. México, 1978 (6ª ed.).


12 | CUENTOS Y POEMAS DEL MUNDO

COLECTIVIDAD JAPONESA

Selección de haikus por Matsuo Bashö

A cada ráfaga se desplaza en el sauce la mariposa

Del este o del oeste sobre los campos de arroz el sonido del viento

La libélula intenta en vano posarse sobre una brizna de hierbas

En el medio del campo sin apego de ningún tipo canta la alondra

Referencias Matsuo Bashö (1644-1694). Poeta occidental que ha conocido y transmitido las raíces de su ámbito cultural. Nacido en Ueno (provincia de Iga, Japón), se constituyó como uno de los más importantes artífices del haiku. Si influencia en la poesía clásica japonesa fue considerable. Su texto Sendas de Oku representa en lo que respecta a la producción lírica la muestra de una de las obras más acabadas de este autor. Haiku: Composición en la cual se observa fuertemente la influencia de la filosofía y la estética del zen, con una particularidad que se caracteriza por la naturalidad, la sencillez, la sutileza, asi como la relación establecida entre libertad y eternidad. Su estructura está compuesta por 17 moras (unidad lingüística menor que la sílaba) cuya disposición consiste en: 5, 7 y 5 moras, sin rima. http://planetahaiku.com.ar

Crudo invierno: El mundo de un solo color y el sonido del viento

Canta el cuchillo: Un bosque de bambú filtra la luna

A cada soplo del viento la mariposa cambia de lugar en el sauce


ANEXO FASCÍCULO 2 | 13

COLECTIVIDAD POLACA

La leyenda de Lech Anónimo

Hace más de mil años en la actual Polonia vivía un duque llamado Lech. En esos tiempos el país todavía no estaba organizado. La gente vivía en pequeñas aldeas y sufría los continuos ataques de los godos que provenientes del oeste y de los hunos que lo hacían desde el este. La muerte y la desolación llegaban tras el paso de estos invasores y estos eslavos que eran agricultores pacíficos se veían obligados a convertirse en guerreros, ya que debían defender sus hogares y familias de la destrucción. Lech asumió el liderazgo de estos eslavos occidentales y estableció el primer ducado en el suelo de Polonia. Asé se inició un período de prosperidad. Se construyeron sólidas fortificaciones para la defensa de las invasiones de los salvajes vecinos, los campos fueron labrados y los hombres crecieron más civilizados y se dedicaron a hacer piezas de cerámica, implementos para la agricultura y muebles. (...) Con el fin de proveer a la defensa de su país contra la invasión, Lech organizó un ejército fuerte, bien equipado, entrenado y vasto. Se cubrió de gloria y se volvió tan famoso en el mundo entero que sus campos se llamaron Lechici y los moscovitas a menudo llamaron a los polacos Lachi y los turcos bautizaron a Polonia Lechitán o el país de Lech. (...) El duque había expresado su deseo de entrenar un águila y aunque sus halconeros le advirtieron que era imposible, él persistía en la esperanza de poder capturar y entrenar a una joven águila dorada, ya que creía que ésta sería una veloz y más fuerte en el vuelo que su halcón. Un bonito día de primavera, el duque y su corte salieron de casería.(...) Después de galopar hasta allí, subió la colina. En un primer momento no puedo discernir nada, pero pronto divisó un nido posado en el despeñadero, era un nido de águila blanca con un pico curvo, fuertes talones y alas que le permitían mantenerse en el aire con un vuelo fuerte y gracioso. Era el águila que Lech había soñado poseer. Este es el pájaro que hacía de la cetrería un deleite y que despertaría la envidia de muchos príncipes europeos. Decidió capturar a uno de los pichones para llevarlo al castillo y allí entrenarlo personalmente con todo el cuidado y esfuerzo que demandaría. ¡Qué hermoso

premio sería! ¡Qué placer sería obtener uno de esos pichones! Lech bajó del caballo y trepó hasta el nido. (...) Lech agitó bruscamente sus brazos para asustarla, pensando que así dejaría el nido. Pero ella no sólo no huyó sino que se aferró aún más a sus pichones. El duque se acercó extendiendo su mano y el águila, con movimientos ligeros, lo picoteó y su puso en guardia. (...) El valiente y generosos corazón de Lech fue tocado por la firme defensa y el noble coraje del águila. El cuadro que mostraba la sangre goteando sobre los blancos pechos de los pichones hizo que sintiera vergüenza de su deseo de privar de la libertad a los vástagos de tan valiente madre. Era un pájaro valiente que daba su sangre por la libertad y la vida de sus pichones.(...) Un pensamiento le sobrevino: esa valiente águila se convertiría en el símbolo de Polonia, ella sería el símbolo de la valentía y de la libertad por la cual todos los hombres dignos darían su sangre en nombre de la Patria. Así que hasta hoy, en el escudo y en la bandera de Polonia aparece el águila blanca sobre un campo carmesí.(...) Referencias Una de las leyendas más representativas de la historia de Polonia consiste en la leyenda del águila blanca, cuya figura emblemática aparece en el escudo del país. Según se cuenta tres hermanos -Lech, Czech y Rus- partieron con sus tribus a asentarse en nuevos territorios. Lech decidió formar su propio país en un terreno de colinas donde encontraron un nido de águilas. Este ave se convirtió en emblema del escudo. En cuanto a sus hermanos: Czech, se estableció en la República Checa y Rus se fue al este, donde formó Rusia. BOLSI DE PINO, M. Beatriz (compiladora) (2007) Tradiciones y leyendas del mundo. Santa Fe: Sociedad Argentina de Escritores Santa Fe. http://www.todopolonia.com/historiadepolonia


14 | CUENTOS Y POEMAS DEL MUNDO

COLECTIVIDAD SUIZA

La flor de Edelweiss Anónimo

Cuenta la leyenda que en lo más alto de los Alpes vivía la Reina de las Nieves, su hermosura era inimaginable, pero así como era de bella era fría, como si ningún sentimiento moviera su interior. Los lugareños o los que conocían su existencia deseaban verla y los que lo lograban quedaban prendados y enamorados de ella, pero la reina estaba custodiada por genios que impedían que alguien se acercara, por lo tanto inmediatamente descubiertos eran arrojados al vacío encontrando la muerte segura. Cierto día un campesino, sorteando los lugares más escarpados y peligrosos, llega a su meta, la conoce y se enamora perdidamente; arriesgando su vida reiteran la aventura hasta que una noche es descubierto por los genios que como los anteriores los matan empujándolo de la alta montaña. Es entonces que por primera vez la reina llora, llora tanto que sus lágrimas ruedan por las laderas y de cada una nace una flor, una flor blanca, pequeña de pétalos duros, resistente a los crudos inviernos de los Alpes suizos. Cuando comienzan los deshielos surgen como magia, tachonando las laderas cual si fueran perlas, brindando una belleza especial al ya increíble paisaje alpino. Se la considera un símbolo de valor y coraje por lo que se ama, representado el honor, el mundo de los sueños y el amor eterno, que nunca se secará. Su imagen es considerada como el reflejo perfecto de una belleza extraña y sosegada.

Referencias Esta Leyenda relata la historia de la flor de Edelweiss -flor nacional de Suiza y de Austria- la cual significa “nobleza blanca”.A esta misma flor se la conoce bajo el nombre de flor de las nieves y se la entiende como un símbolo de protección de la naturaleza, de la pureza y la inmortalidad. Su historia rescata la relación que ésta presenta con el valor y coraje que los hombres debían tener para alcanzarla en las altas cumbres y traérsela a su amada. BOLSI DE PINO, M. Beatriz (compiladora) (2007) Tradiciones y leyendas del mundo. Santa Fe: Sociedad Argentina de Escritores.


ANEXO FASCÍCULO 2 | 15

COLECTIVIDAD VASCA

Paisaje de las estaciones por Xabier Lizardi IV. Rojo arenal (...) Subo de nuevo a mi montaña, a la memoria vienen amados recuerdos... Madre Tierra se ha desprendido de sus frutos; pálido tiene el rostro, nublados los ojos. A la vera del poco frecuentado camino de carreta aún se vislumbra, perezosa, la hiedra en flor. Aquí y allá, sobre las flores ya lacias, las mariposas sorben su néctar... Rojas mariposas de ajadas alas: como las que envejecen sin amar. (....) De todas vosotras precisa mi corazón, pues el eco de mis viejos versos me da nostalgia del pasado. (Invierno) Haz que vea, Señor, hoy y mañana, la temblorosa flor de árgoma. (Primavera) Que vea los copos del joven manzanal, cuna de la primavera. Que vea aquellas parcelas de trébol ofreciendo jarras de vino. Que oiga al olvidado poeta en su palacio de tierra en medio del prado... (Verano) Antes de alcanzar la cima en que me esperas (¡porque la vida es tan hermosa!), haz, Señor, que navegue en el dorado mar inquieto, y sea la sombra mi esbelta compañera. (Otoño) Y haz, Señor, que en una mañana de otoño tardío despierte plenamente en Tí.

Referencias Xabier Lizardi (1896-1933) Aunque muerto prematuramente, este poeta dejó una importante obra como prosista y como impulsor la poesía lírica. En sus versos tiene especial importancia el detalle de la naturaleza, que es el reflejo del ánimo del poeta. Trabajó su poesía como un orfebre de la lengua, buscando siempre la concisión expresiva y el trazo exacto. Si bien a veces su primera lectura resulta difícil, en sus poemas siempre surgen hallazgos deslumbrantes. Imitado por muchos y por nadie igualado, Lizardi abrió la puerta de lo que más tarde sería la renovación de la metáfora. http://www.basquepoetry.net/poemak-e/0026.htm


Intendente

Ing. Mario D. Barletta Secretario de Cultura

Secretario de Desarrollo Social

Subsecretaria de Diversidad y Proyección Cultural

Subsecretaria de Educación

Prof. Mg. Damián Rodríguez Kees Prof. Mg. Isabel Molinas

Arq. Alejandro Boscarol

Prof. Rossana Ingaramo

Subsecretaría de Programación e Industrias Culturales

Arq. Patricia Pieragostini Coordinadora Ejecutiva del Programa de Circuitos Culturales Educativos

Lic. María Florencia Platino

Proyecto Aula-Ciudad / Anexo Fascículo N° 2. “Cuentos y poemas del mundo” Textos Colectividades de Santa Fe (con la asistencia técnica de Yanina Lamboglia) Diseño de Comunicación Visual Bruno Scarafía / Franco Scarafía para TodosLosFuegos.com.ar Agradecimientos Raúl Fridman, Mily Corradi, Cristina Usedo, Gustavo Kakazu, Marta de Rosa, Alcides Hugo Ifrán, Carlos Hitzler, Eduardo Schrempf, Carlos Kakisu, Marta Battú, Ermelindo Ramos, Rosa Bondulich, José Atilio Strnad, Clara Porta Torrent, Douglas Martí, Marcelo Vorobiof, Tulio Papa, Antonio Cosentino, Miguel Chenek, Elias Cassis, Augusto Julier, Catalina Villanueva, Carlos Araoz, Jorge Papanek y demás representantes de las colectividades de Santa Fe.

Informes: Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad San Martín 2076 S3000FRT Santa Fe . Argentina Tel (0342) 4571886 proyeccioncultural@santafeciudad.gov.ar www.santafeciudad.gov.ar

Municipalidad de la Ciudad de Santa Fe, Secretarías de Cultura y de Desarrollo Social La fiesta de las colectividades. - 1a ed. - Santa Fe: Municipalidad de la Ciudad de Santa Fe, 2008. 32 p. : il. ; 27x20 cm. - (Proyecto Aula-Ciudad; 2)

ISBN 978-987-99646-5-1 1. Antropología Cultural. 2. Sociología de la Cultura. I. Título CDD 306


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