IN F ORMACI O N, NOT ICIAS Y R E C U RS OS 1ra Edición Enero 2015
Las Metas son la llave para el éxito
¿Y si Jesús viniera mañana?
“Y se dirá en aquel día: He aquí, este es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; este es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación”. Isaías 25:9.
¿Metas o Intenciones? “Cuando Dios quiere hacer una gran obra, Él primero pone su pueblo a orar“. C. H. Spurgeon. En el libro de Jueces Cap. 6 y 7 notamos que Gedeón era un hombre de oración y acción. La acción sin oración vuelve el trabajo improductivo y cansado; la oración y estudio de la Biblia sin acción es cristianismo contemplativo y la victoria viene cuando aliamos el poder divino con el esfuerzo humano. Gedeón organizó sus fuerzas para que actuaran conjuntamente, y al mismo tiempo; esta es una gran lección, Dios bendice y aprueba la organización. Josué organizó al pueblo en un trabajo paciente por una semana entera y el pueblo no gritó hasta que Josué ordenase y cuando fue dada la señal todo el pueblo gritó a una sola voz y conforme Dios había prometido las murallas milagrosamente cayeron. Jesús envió los 70 de dos en dos; la meta era enviarlos a todas las ciudades y lugares donde el había de ir. Lo que el diablo más teme es una iglesia que ora y se organiza para sus conquistas; una iglesia que tiene metas. Quebremos los cántaros juntos, organizando nuestras fuerzas para la acción contra los madianitas espirituales (las fuerzas del ejército del diablo) de nuestros días; serán sorprendidos, huirán del Señor que nos dará la victoria y una vez más será glorificado.
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January 2013 --Newsletter Enero 2015 Viva conTemplate Esperanza
Desde niña espero la segunda venida de Jesús. El tiempo ha pasado y me pregunto ¿estoy lista para vivir con el Señor?. Los tiempos son difíciles: dolor, desesperación, angustia. La Palabra de Dios se cumple; la humanidad distraída, sigue sus afanes sin sospechar el terrible fin que le espera a este mundo. ¿Qué sucedería si Jesús viniera mañana? ¿Tendríamos gozo o angustia en nuestro corazón? ¿Testificamos con fervor sabiendo que el tiempo está cerca? Son preguntas importantes que debemos hacernos. El día a día nos encuentra afanados con tantas cosas, y olvidamos la bendita esperanza del regreso de Jesús. Hoy vivimos rodeados de oscuridad espiritual, aun así debemos prepararnos para entrar en la gloriosa luz celestial. Comparamos esta espera con el proceso de gestación. La alegría de ser mamá, la preparación, la espera, la preocupación y llega el día esperado; a pesar del dolor del alumbramiento, el final es solo gozo y paz. Así también es esperar a Cristo. Estemos listos y preparemos a otros para el encuentro con El Rey. Que nuestra vida predique el mensaje certero: “¡Ven, Señor Jesús!” (Apoc. 22:20). VE
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