Educación personalizada

La educación personalizada cada vez va tomando mayor protagonismo en las aulas. Se trata de un modelo que viene a sustituir y revolucionar aquellos métodos con los que se formaron las generaciones que ahora pertenecen al mercado laboral.

Busca terminar con el sistema de clases unidireccionales en las que el docente se limita a transmitir conceptos en base a libros de texto, y apuesta por la participación activa del alumno, fomentando su espiritu crítico y la creatividad. Algo que le permitirá afrontar con éxito los retos y las demandas del futuro.

Asimismo, sus premisas se basan en que cada estudiante es diferente y tiene una personalidad única, así como su propio ritmo de aprendizaje, autonomía y libertad. Y, por último, una realidad social y un entorno que le envuelve.

Las claves del concepto Los expertos en educación personalizada coinciden y respaldan los siguientes aspectos:

● La educación va más allá de la enseñanza.

● Hay que respetar los ritmos de cada uno y evitar las evaluaciones clásicas.

● Es fundamental conocer todas las dimensiones del niño para poder proporcionarle una correcta atención.

● Mantener una relación fluida con las familias, así como una comunicación activa permite alcanzar mejores resultados.

La educación personalizada

ESTE ENFOQUE ATIENDE A LOS DIFERENTES ASPECTOS DEL SER HUMANO, ABARCANDO TODAS SUS DIMENSIONES

Educación a medida

PARA CADA ESTUDIANTE

Valme García, coordinadora de Infantil y Primaria del Colegio Internacional Aravaca, y Miriam Serrano, coordinadora de Orientación, explican cómo aplican la educación personalizada en su Centro.

¿Por qué es importante que exista educación personalizada en las aulas? El principal reto de este modelo es adaptarse a las necesidades de cada estudiante. Es un valor diferencial en la educación actual y un indicador de calidad en el proceso de enseñanza. Busca acomodarse al ritmo y estilo de aprendizaje, así como a las habilidades e intereses individuales para sacar lo mejor de los alumnos y alumnas.

¿Desde cuándo tenéis implantado este modelo? Desde el inicio tenemos como misión y visión impartir una educación personalizada. Es un pilar fundamental del Colegio. Tenemos la suerte de poder ser un centro de Educación Internacional de menos de 600 estudiantes, lo que nos permite hacer un acompañamiento individualizado, con tutores formados para ello.

En la adolescencia, una etapa complicada, ¿cómo aplicáis este proceso? Contamos con un plan acción tutorial con un ratio de diez estudiantes por tutor. Este programa de mejora personal permite al joven ser consciente de su punto de partida, así como de sus objetivos académicos, y establecer propuestas para alcanzarlos.

¿Cómo se gestiona el día a día de la clase? ¿Trabajáis coordinados?

El equipo de profesores y el departamento de orientación trabajan de forma conjunta. Esta sinergia es imprescindible para el éxito académico y emocional de los escolares. La base metodológica del Colegio es que todos los actores trabajen de forma cooperativa y colaborativa, teniendo un fin común: atender las necesidades de cada individuo. Al mismo tiempo, hay un porcentaje elevado de alumnado que necesita un acompañamiento aún más personalizado y el apoyo específico de logopedia, terapia ocupacional o psicopedagogía. Asimismo, se mantiene un plan de acompañamiento para los que se incorporan tardíamente al sistema educativo español, por venir de otros países o modelos diferentes.

¿Tenéis algún espacio donde poner en común los avances de los estudiantes? Claro, tenemos infinidad de instrumentos de evaluación cualitativa y cuantitativa: informes, boletines, porfolios y exámenes oficiales, entre otros. Gracias a estos resultados podemos evidenciar el aprendizaje de nuestros alumnos y alumnas.

¿Es importante la autoevaluación de los estudiantes para que tomen conciencia de su progreso? Es precisamente la base del éxito de todos los procesos y proyectos que realizamos en Internacional Aravaca. Para ello, es imprescindible que el estudiante sea consciente de lo que es “aprender” y las diferentes fases que hay en su aprendizaje. Por ejemplo, si al niño/a le resulta muy fácil una actividad, significa que no está haciendo un “buen” esfuerzo, por lo que no hay aprendizaje. Por ello, trabajamos conjuntamente para que siempre estén motivados y haciendo un buen esfuerzo, esto les llevará a un aprendizaje de calidad.

Más información

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