Poesía
Visual PHOTOHAIKU sarapetrizzo
Transitoriedad Breve interludio de la Existencia
Todo es como Un flujo sin comienzo De Azahares
Errabundeo
Laberinto sensorial De la inmediatez
Libamos la miel En la casa del viento De lo inherente
El entresijo De la ardiente memoria Escultural
Transitoriedad Sentido de finitud Arrolladora
Resqueb rajada, La mirada intima Contene dora
Yace Morgana En la quietud del dĂa Imaginari o
En el reflejo Donde reconocerse, La fragilidad
Desencarnado El velo estremecido De la memoria
Lo intimista De una sola mente Escultรณrica
La existenci a Activa la vรกlvula De la memoria
El pergamino La realidad Ăntima De la existencia
Involuntari a Decisiรณn y destino Del I Chi nen
Velo sujeto Al pliegue sanguĂneo De la mirada
Manto sagrado La lรกmpara encendida Contene dora
Naturale za El alma encarnada De la Gran Obra
Yo sustanciada Universo existente De la conciencia
La resurrecciรณn El canto liberador De la esperanza
Renacimi ento Liturgia de la imagen Iluminad a
Esta es mi ofrenda Redenciรณ n de los cuerpos Liberado res
Lo indivisible Inagotable fuente El Urรณboro
La oscura noche Vendrรก a iluminar Tu desamparo
Frontera agรณnica Ofrendada
La boca ajada
HĂĄlito vital Ă“rgano mĂstico De la conciencia
Ă rbol Hulupu Arrancado del viento JardĂn sagrado
La rĂşbrica del equilibrado pergamino
Las cicatrices atraviesan la piel desnuda del miedo
Peregrinación bosques sin senderos en compañía
Transfor maciรณn atrevern os a cruzar la otra
orilla
El sentimiento contenedor de la mujer Provoca el misterio
Articuladas RĂşbricas de la piel En pergaminos
El Om primordial La eternidad de una flor
Desde el abismo
El infinito Pleno en sĂ mismo
El absoluto
La flor de oro Retorno al principio
La iniciaciรณn
Desambiguaciรณn Sombra de Thanatos
La inmediatez Vestigios de un viaje Tiempo de inocencia
A dos tiempos Nunca existe un lugar En la memoria
Todo aquello que comienza en la vida
Sucede en un instante
Lo que asemeja la fotografía al Haiku es el instante poético del silencio. Ese algo que nos hace pulsar y provoca un estremecimiento. La presencia de la huella en la imagen fotográfica exalta aquello que nos llama la atención. En el Haiku la exquisita sensibilidad de lo inefable evoca la brevedad del momento en la palabra precisa. Cuando hablamos del silencio en la fotografía pensamos en el Haiku como algo que se relaciona con la música. El ritmo viene dado en el poema como una experiencia que deja huella. Tanto en la fotografía como en el Haiku la esencia del detalle en el momento preciso provoca una marca.
Gracias a la marca, el detalle que revela la lectura de la imagen o del poema es algo que nos hace vibrar provocando un despertar. No tenemos nada que explicar o entender del mundo, sĂłlo tenemos que acallar todas esas inflexiones Toda imagen contempla una emociĂłn en el espacio del silencio que habita el poema. Tanto en la fotografĂa como en el Haiku se trata de detener y percibir el universo en un instante concreto de la realidad que tenemos delante. Es percatarse momento a momento de lo que somos y del mundo que nos rodea con el ojo interno. Es captar el instante en el silencio fulgurante.
Contenidos en sí mismos, la fotografía y el Haiku nos ofrecen el silencio de la mirada y el ritmo de la poesía como vínculo para entender el misterio oculto que yace en la naturaleza de la vida y de nosotros mismos en experiencia con el todo. Es la consciencia del aquí y el ahora. Es la atención plena del mundo que nos rodea en silencio interior. Cada uno de estos pequeños poemas son haiku por su composición en su forma breve ceñida a tres versos de síntesis expresiva. Se trata de una composición que gira en torno a la estructura de 5 7 5 sílabas sin rima en castellano.
Podría decirse que los poemas da lugar a un instante poético caracterizado por el transparente silencio impregnado de misticismo a partir de la observación; Convocatoria implacable que surge de la necesidad de indagar en lo absoluto y la conjugación con el todo.