Amor de novela Ella se hartaba solo un poco con su manía de perfección. Él criticaba lo aceptable, juzgaba lo corriente y alababa lo valiente. Que
más
adolescencia
se
esperaba donde
de
estaban
aquella
inocente
plasmadas
las
esperanzas de ella sin creer en el más allá; enamorada de aquel luz pido momento de la vida. Él era como el rio. Se sabía de dónde provenía y podría imaginarse a hacia donde iba, pero solo podía verlo en su presente. Ella estaba nadando en aguas espiraldadas, ferrada a esa circunstancia del tiempo, tal vez en contra de la corriente para aferrarse a ese amor el cual él ya estaba dejando en el primer caudal.
Sara Benavidez